Juana
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«Juana de Castilla» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Juana de Castilla
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Juana I de Castilla
Reina de Castillaa
Reina de Aragón, Valencia, Mallorca, Navarra, Nápoles, Sicilia, Cerdeña y Condesa
de Barcelona
Duquesa titular consorte de Borgoña
Johanna I van Castilië.JPG
Reina de Castilla
de manera nominal desde 1506
junto a Felipe I en 1506 y Carlos I desde 1516
26 de noviembre de 1504-12 de abril de 1555
Predecesor Isabel I y Fernando V
Sucesor Carlos I
Reina nominal de Aragón, Valencia, Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Condesa de
Barcelona
junto a Carlos I
23 de enero de 1516b-12 de abril de 1555
Predecesor Fernando II
Sucesor Carlos I
[mostrar]Otros títulos
Información personal
Otros títulos Archiduquesa de Austria
Nacimiento 6 de noviembre de 1479
Toledo, Corona de Castilla
Fallecimiento 12 de abril de 1555
(75 años)
Tordesillas, Corona de Castilla
Sepultura Capilla Real de Granada
Religión Católica
Familia
Casa real Trastámara
Padre Fernando II de Aragón
Madre Isabel I de Castilla
Consorte Felipe I de Castilla (1496-1506)
Hijos Véase Descendencia
Firma Firma de Juana I de Castilla
Escudo de armas de Juana I de Castilla.svg
Escudo de Juana I de Castilla
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Juana I de Castilla, llamada «la Loca» (Toledo, 6 de noviembre de 1479-Tordesillas,
12 de abril de 1555), fue reina de Castilla de 1504 a 1555, y de Aragón y Navarra,
desde 1516 hasta 1555, si bien desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo y a
partir de 1509 vivió encerrada en Tordesillas, primero por orden de su padre,
Fernando el Católico, y después por orden de su hijo, el rey Carlos I.
Por nacimiento, fue infanta de Castilla y Aragón. Desde joven, mostró signos de
indiferencia religiosa que su madre trató de mantener en secreto.2 En 1496,
contrajo matrimonio con su primo tercero Felipe el Hermoso, archiduque de Austria,
duque de Borgoña, Brabante y conde de Flandes. Tuvo con él seis hijos. Por muerte
de sus hermanos Juan e Isabel y de su sobrino Miguel de la Paz, se convirtió en
heredera de las coronas de Castilla y de Aragón, así como en señora de Vizcaya,
título que ya entonces iba unido a la corona de Castilla y que Juana heredó de su
madre Isabel I de Castilla. A la muerte de su madre, Isabel la Católica, en 1504
fue proclamada reina de Castilla junto a su esposo; y a la de su padre, Fernando el
Católico, en 1516 pasó a ser la nominal reina de Navarra y soberana de la corona de
Aragón. Por lo tanto, el 25 de enero de 1516, se convirtió –en teoría– en la
primera reina de las coronas que conformaron la actual España; sin embargo, desde
1506 su poder solo fue nominal, fue su hijo Carlos el rey efectivo de Castilla y de
Aragón. El levantamiento comunero de 1520 la sacó de su cárcel y le pidió encabezar
la revuelta, pero ella se negó, y cuando su hijo Carlos derrotó a los comuneros
volvió a encerrarla. Más adelante Carlos ordenaría que la obligasen a recibir los
sacramentos, aunque fuese mediante tortura.3
Fue apodada «la Loca» por una supuesta enfermedad mental alegada por su padre y por
su hijo para apartarla del trono y mantenerla encerrada en Tordesillas de por vida.
Se ha escrito que la enfermedad podría haber sido causada por los celos hacia su
marido y por el dolor que sintió tras su muerte. Esta visión de su figura fue
popularizada en el Romanticismo, tanto en pintura como en literatura.
Índice
1 Infancia y juventud
2 Matrimonio y la Armada de Flandes
3 Reina de Castilla
4 Encierro en Tordesillas
5 Movimiento comunero
6 Últimos años
7 Controversia sobre su salud mental
8 La reina Juana en el arte
8.1 En el Romanticismo
8.2 Teatro
8.3 Cine
8.4 Televisión
8.5 Óperas
8.6 Novelas
8.7 Poesía
8.8 Canciones
8.9 Arte
9 Homenajes
10 Ascendencia
11 Descendencia
12 Títulos
13 Véase también
14 Notas
15 Referencias
16 Bibliografía
17 Enlaces externos
Infancia y juventud
Juana I de Castilla por Juan de Flandes (Museo de Historia del Arte, Viena).
La reina Juana fue la tercera de los hijos de Fernando II de Aragón y de Isabel I
de Castilla. Nació en Toledo el 6 de noviembre de 1479 y fue bautizada con el
nombre del santo patrón de su familia, al igual que su hermano mayor, Juan.
Juana, por fin en las tierras del norte, no fue recibida por su prometido. Ello se
debía a la oposición de los consejeros francófilos de Felipe a las alianzas de
matrimonio pactadas por su padre el emperador. Aún en 1496, los consejeros
albergaban la posibilidad de convencer a Maximiliano de la inconveniencia de una
alianza con los Reyes Católicos y las virtudes de una alianza con Francia.
Al poco tiempo llegaron los hijos, con periodos de abstinencia conyugal que
agudizaron los celos de Juana. El 15 de noviembre de 1498, en la ciudad de Lovaina
(cerca de Bruselas), nació su primogénita, Leonor, llamada así en honor de la
abuela paterna de Felipe, Leonor de Portugal. Juana vigilaba a su esposo todo el
tiempo y, pese al avanzado estado de gestación de su segundo embarazo, del que
nacería Carlos (llamado así en honor al abuelo materno de Felipe, Carlos el
Temerario), el 24 de febrero de 1500, asistió a una fiesta en el palacio de Gante.
Aquel mismo día tuvo a su hijo, según se dice, en un retrete del palacio. Al año
siguiente, el 18 de julio de 1501, en Bruselas, nació una hija, llamada Isabel en
honor de la madre de Juana, Isabel la Católica.
Varios sacerdotes enviados a Flandes por los Reyes Católicos informaron en este
tiempo de que Juana seguía resistiéndose a confesarse y a asistir a misa.12
Reina de Castilla
Muertos sus hermanos Juan (1497) e Isabel (1498), así como el hijo de esta, el
infante portugués Miguel de Paz (1500), Juana se convirtió en heredera de Castilla
y Aragón. En noviembre de 1501 Felipe y Juana, dejando a sus hijos en Flandes,
emprendieron camino hacia Castilla por tierra desde Bruselas. Tardaron seis meses
en llegar a Toledo, 10 donde prestaron juramento como herederos ante las cortes
castellanas en la catedral de Toledo el 22 de mayo de 1502.13
A finales de 1505, Felipe estaba impaciente por llegar a Castilla y por ello ordenó
que zarpase la flota cuanto antes, a pesar del riesgo que suponía navegar en
invierno. Partieron el 10 de enero de 1506, con 40 barcos. En el canal de la
Mancha, una fuerte tormenta hundió varios navíos y dispersó al resto. Se temió por
la vida de los reyes, que al final recalaron en Portland. La armada tuvo que
permanecer durante tres meses en Inglaterra. En Londres, Juana pudo visitar durante
un día a su hermana Catalina, a la que no veía desde hacía diez años.10 Zarparon de
nuevo en abril de 1506 y en vez de dirigirse a Laredo, donde se los esperaba,
pusieron rumbo a La Coruña, probablemente para ganar tiempo y poder reunirse con
nobles castellanos antes de presentarse ante Fernando.10 Felipe consiguió el apoyo
de la mayoría de la nobleza castellana, por lo que Fernando tuvo que firmar la
concordia de Villafáfila (27 de junio de 1506) y retirarse a Aragón con una serie
de compensaciones económicas.10 Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes
de Valladolid con el nombre de Felipe I.
Juana la Loca (1836), por Charles de Steuben. Palais des Beaux-Arts (Lille).
El 25 de septiembre de ese año murió Felipe I el Hermoso en el Palacio de los
Condestables de Castilla; según algunos, envenenado, y entonces circularon rumores
sobre una supuesta locura de Juana. En ese momento ella decidió trasladar el cuerpo
de su esposo desde Burgos, donde había muerto y en el que ya había recibido
sepultura, hasta Granada, tal como él mismo había dispuesto viéndose morir (excepto
su corazón, que deseaba que se mandase a Bruselas, como así se hizo), viajando
siempre de noche. Pero su padre se mostró reacio a permitir que su yerno estuviera
enterrado en Granada antes que él mismo,14 y los desplazamientos se limitaron en un
espacio reducido en Castilla.15 La reina Juana no se separaría ni un momento del
féretro y este traslado se prolongaría durante ocho fríos meses por tierras
castellanas. Acompañaron al féretro gran número de personas, entre las que se
contaban religiosos, nobles, damas de compañía, soldados y sirvientes diversos.
Ello hizo que las murmuraciones sobre la locura de la reina aumentasen cada día
entre los habitantes de los pueblos que atravesaban. Después de unos meses, los
nobles, «obligados» por su posición a seguir a la reina, se quejaron de estar
perdiendo el tiempo en esa «locura» en lugar de ocuparse, como deberían, de sus
tierras. En la ciudad de Torquemada (Palencia), el 14 de enero de 1507, Juana daba
a luz a su sexto hijo y póstumo de su marido, una niña bautizada con el nombre de
Catalina (llamada así en honor a su hermana pequeña, Catalina de Aragón).
Real acuñado en México con la leyenda "Carlos y Juana, de las Españas y las
Indias".
En 1515 Fernando incorporó a la Corona de Castilla el Reino de Navarra, que había
conquistado tres años antes. En 1516 murió el rey y, por su testamento, Juana se
convirtió en reina nominal también de Aragón. Sin embargo, varias instituciones de
la Corona aragonesa no la reconocieron como tal en virtud de la complejidad
institucional de los fueros. Ejercieron la regencia de Aragón el arzobispo de
Zaragoza, Alonso de Aragón, hijo natural de Fernando el Católico, y la de Castilla
el cardenal Cisneros hasta la llegada del príncipe Carlos desde Flandes.
Los reyes Fernando y Carlos trataron de borrar cualquier vestigio documental del
encierro de la reina Juana. No existe rastro alguno de la correspondencia
intercambiada entre Fernando y Luis Ferrer; y Carlos V parece haber tenido el mismo
cuidado. Incluso Felipe II ordenó quemar ciertos papeles relativos a su abuela.31
En la documentación conservada sobre su Casa Real, como son las cuentas tomadas por
su tesorero, el vitoriano Ochoa de Landa, se puede encontrar valiosa información al
respecto.32
Movimiento comunero
El levantamiento comunero (1520) la reconoció como soberana en su lucha contra
Carlos I. Después del incendio de Medina del Campo, el gobierno del cardenal
Adriano de Utrecht se tambaleó. Muchas ciudades y villas se sumaron a la causa
comunera, y los vecinos de Tordesillas asaltaron el palacio de la reina obligando
al marqués de Denia a aceptar que una comisión de los asaltantes hablara con doña
Juana. Entonces se enteró la reina de la muerte de su padre y de los
acontecimientos que se habían producido en Castilla desde ese momento. Días más
tarde Juan de Padilla se entrevistó con ella, explicándole que la Junta de Ávila se
proponía acabar con los abusos cometidos por los flamencos y proteger a la reina de
Castilla, devolviéndole el poder que le había sido arrebatado, si es que ella lo
deseaba. A lo cual doña Juana respondió: «Sí, sí, estad aquí a mi servicio y
avisadme de todo y castigad a los malos». El entusiasmo comunero, después de esas
palabras, fue enorme. Su causa parecía legitimada por el apoyo de la reina.
La Demencia de Doña Juana (1867), de Lorenzo Vallés. Museo del Prado (Madrid).
A partir de ahí el objetivo de los comuneros sería, en primer lugar, demostrar que
doña Juana no estaba loca y que todo había sido un complot, iniciado en 1506, para
apartarla del poder; y después, que la reina, además de con sus palabras, avalara
con su firma los acuerdos que se fueran tomando. Para ello, la Junta de Ávila se
trasladó a Tordesillas, que se convertiría por algún tiempo en centro de actuación
de los comuneros. Después de estos cambios, todos, incluso el cardenal, afirmaban
que doña Juana «parece otra» porque se interesaba por las cosas, salía, conversaba,
cuidaba de su personal y, por si fuera poco, pronunciaba unas atinadas y elocuentes
palabras ante los procuradores de la Junta; palabras que recogieron notarios y se
comenzaron a difundir. Pero la Junta necesitaba algo más que palabras de la reina,
necesitaba documentos, necesitaba la firma real para validar sus actuaciones. Una
firma que podía suponer el final del reinado de Carlos, como recuerda a este el
cardenal Adriano: «Si firmase su alteza, que sin duda alguna todo el Reino se
perderá». Pero en esto los comuneros, como antes los partidarios del rey,
tropezaron con la férrea negativa de doña Juana, a la que ni ruegos ni amenazas
hicieron firmar papel alguno.
Últimos años
Estatua de Juana I en Tordesillas, lugar donde estuvo cautiva en sus últimos años.
La vida de doña Juana se deterioró progresivamente, como testimoniaron los pocos
que consiguieron visitarla. Sobre todo cuando su hija menor, que procuró protegerla
frente al despótico trato del marqués de Denia, tuvo que abandonarla en 1525 para
contraer matrimonio con el rey de Portugal. Desde ese momento, los episodios
depresivos se sucedieron cada vez con más intensidad.
Gustav Bergenroth fue el primero, en los años 1860, que halló documentos en
Simancas y en otros archivos que mostraban que la hasta entonces llamada Juana «la
Loca» en realidad había sido víctima de una confabulación tramada por su padre,
Fernando el Católico, y luego confirmada por su hijo, Carlos I.2
Doña Juana "la Loca" (1877), de Francisco Pradilla. Museo del Prado (Madrid).
El recuerdo de Juana se fue desvaneciendo con el paso del tiempo31 pero su figura
resultó muy atractiva para el romanticismo, porque reunía una serie de
características muy valoradas por este: la pasión arrebatadora de un amor no
correspondido, la locura por desamor y los celos desmedidos. En 1836, el pintor
francés Charles de Steuben plasmó en un cuadro todos los tópicos de la leyenda
sobre la reina y más tarde en España se dio rienda suelta a la imaginación y se
fijó la imagen de la locura por amor de Juana.31
Teatro
En la obra Los Comuneros (1974), de Ana Diosdado, la reina Juana aparece como uno
de los personajes principales, interpretado por Irene Gutiérrez Caba. Curiosamente,
tres años más tarde el personaje sería interpretado por su hermana Julia y cuarenta
años más tarde, por su nieta Irene Escolar, en ambos casos para la televisión.
En 2012, con su obra Juana la loca, María Jesús Romero se adentró en las
reflexiones de doña Juana, a la que muestra atrapada en una profunda crisis de
identidad. Se trata de un monólogo para una sola actriz, que no ha sido llevado al
teatro. En 2013 se estrenó Juana, la reina que no quiso reinar, de Jesús Carazo,
obra en la que aparece una Juana cercana al mito romántico: casada de adolescente
contra su voluntad y encerrada después durante cuarenta y seis años por la única
locura de ser mujer antes que reina y defender el amor por encima del poder. En
este caso, doña Juana es interpretada por Gema Matarranz.
Cine
Año Título Director Actriz
1948 Locura de amor Juan de Orduña Aurora Bautista
1982 Cristóbal Colón, de oficio... descubridor Mariano Ozores Beatriz Elorrieta
1983 Juana la loca... de vez en cuando José Ramón Larraz Beatriz Elorrieta
2001 Juana la Loca Vicente Aranda Pilar López de Ayala
2016 La corona partida Jordi Frades Irene Escolar
Televisión
Año Título Episodio Director(a) Actriz
1977 Mujeres insólitas La reina loca de amor Cayetano Luca de Tena Julia
Gutiérrez Caba
1978 Estudio 1 Los Comuneros José Antonio Páramo Lola Herrera
2014 Borgia Tercera temporada, episodio 13 Tom Fontana Miriam Stein
2014 Isabel Tercera temporada Jordi Frades Irene Escolar
2015 Carlos, Rey Emperador Primera temporada Oriol Ferrer Laia Marull
2019 The Spanish Princess Un secuestro educado Lisa Clarke Alba Galocha
Óperas
Gian Carlo Menotti. La Loca (The Madwoman), 1979. compuesta para la soprano Beverly
Sills estrenada en la San Diego Opera.
Enric Palomar (música) y Rebecca Simpson (libreto): Juana, estreno absoluto en la
Ópera de Halle, Alemania, en 2005. Editorial Mondigromax.
Juana sin cielo de Alberto García Demestres y libreto de Antonio Carvajal. Ópera en
un acto estrenada estrenada en Granada en 2019 con la soprano María Katzarava en el
papel protagonista.37
Novelas
El pergamino de la seducción (2005), de Gioconda Belli
Juana, la reina traicionada (2021), de Álber Vázquez
Poesía
Elegía a Doña Juana la Loca (1919), de Federico García Lorca38
Canciones
La reina Juana, pasodoble cuyos autores son Rodríguez Algarra y Salvador Guerrero
Reyes, pero que popularizó en los años 50 Antonio Amaya.39
Romance de la reina Juana, con letra de Luis López Álvarez y música de Amancio
Prada.
Juana, la loca, con letra y música de Joaquín Sabina.
Arte
En 1984, el artista alemán Wolf Vostell creó un ciclo de cuadros con el título
Homenaje a Juana La Loca.40
Homenajes
En 2014, la calle de Leopoldo de Castro de Valladolid fue rebautizada como Calle de
Juana de Castilla.41
Ascendencia
[mostrar]Ancestros de Juana I de Castilla
Descendencia
Con su esposo Felipe I el Hermoso tuvo seis hijos: