Motivación Del Empleado
Motivación Del Empleado
Motivación Del Empleado
Una vez que una organización ha seleccionado y capacitado a sus empleados, es importante
que se sientan motivados y satisfechos con su trabajo.
Podemos ver la motivación como una fuerza interna que hace que un trabajador actúe, así
como los factores externos que fomentan dicha acción.
La capacidad y habilidad determinan si un trabajador puede hacer el trabajo, pero la
motivación determina si lo hará apropiadamente.
Aunque en realidad es difícil evaluar la relación entre la motivación y el desempeño, por lo
general los psicólogos están de acuerdo en que aumentar la motivación de los trabajadores
da como resultado el mejoramiento del desempeño laboral.
Ninguna de las teorías explica completamente la motivación, pero cada una es valiosa pues
sugiere formas para incrementar el desempeño de los empleados. Por lo tanto, aún, cuando
una teoría por sí misma no puede sustentarse por completo en la investigación, en general,
las sugerencias resultantes han conducido a mejorar el desempeño.
Motivación intrínseca
Cuando las personas se encuentran intrínsecamente motivadas, buscarán desempeñarse de
forma adecuada ya sea porque disfrutan llevar a cabo las tareas reales o porque disfrutan el
reto de completar con éxito la tarea. La gente que se encuentra intrínsecamente motivada no
necesita recompensas externas como un pago o premio
Cuando se encuentran extrínsecamente motivadas, no disfrutan las tareas en particular, pero
se encuentran motivadas para desempeñarse bien con el fin de recibir algún tipo de
recompensa o evitar consecuencias negativas.
Expectativas laborales
Una discrepancia entre lo que un empleado esperaba que fuera un trabajo y la realidad de
este puede afectar la motivación y la satisfacción.
Por ejemplo, un reclutador dice a un solicitante lo bien que la pasan los empleados en una
compañía y el “potencial ilimitado” de progreso. Sin embargo, después de tres meses en el
puesto, el empleado todavía no ha experimentado la diversión y no ha encontrado ningún
signo de las oportunidades de avance. Debido a que estas expectativas no se han cumplido,
es probable que se sienta desmotivado.
Los empleados comparan lo que la organización les prometió que haría por ellos, con lo
que realmente hace. Si la organización hace menos de lo que prometió, los empleados se
sentirán menos motivados para desempeñarse adecuadamente y responderán haciendo
menos de lo que prometieron.
Características laborales
De acuerdo con la teoría de las características laborales, los empleados desean puestos que
sean significativos, que les den la oportunidad de ser personalmente responsables del
resultado de su trabajo (autonomía) y que se les brinde realimentación de los resultados de
su esfuerzo. Si existe discrepancia entre el grado en el que un puesto proporciona estos tres
resultados y la necesidad del empleado por obtenerlos, éste estará menos motivado.
Necesidades de autorrealización.
Estas necesidades son el quinto y último nivel de la jerarquía de Maslow. La
autorrealización se puede definir mejor con el eslogan de reclutamiento del Ejército de
Estados Unidos: “Sé todo lo que puedas ser”.
Un empleado que se esfuerza por su autorrealización desea alcanzar su máximo potencial
en cada tarea. Por lo tanto, los empleados que han trabajado con la misma máquina durante
20 años se pueden sentir insatisfechos y menos motivados en su puesto. Han cumplido todo
lo que podían cumplir con aquella máquina en particular y ahora buscan un nuevo reto. Si
no encuentran uno, pueden comenzar a sentirse insatisfechos o desmotivados.
Con algunos trabajos, es sencillo satisfacer las necesidades de autorrealización. Por
ejemplo, un profesor universitario siempre tiene que realizar nuevas investigaciones,
impartir nuevas clases y consultar a nuevos clientes. Por lo tanto, la variedad de tareas y los
nuevos problemas que se presentan proporcionan un reto constante que puede conducir a
una motivación más elevada.
Sin embargo, otros trabajos pueden no satisfacer las necesidades de autorrealización. Un
buen ejemplo es un empleado que suelda piezas en una línea de ensamblaje. Durante ocho
horas al día, 40 horas a la semana, realiza sólo una tarea. El aburrimiento y la certeza de
que el trabajo nunca cambiará comienzan a arraigarse. No sorprende que el empleado
comience a sentirse insatisfecho y pierda la motivación.
Teoría ERG
Clayton Aldefer desarrolló una teoría de las necesidades que sólo tiene tres niveles.
Los tres niveles son existencia, relación y crecimiento, de ahí el nombre de teoría ERG (por
sus siglas en inglés). Aldefer sugirió que una persona puede saltar niveles.
La teoría de Aldefer explica por qué una necesidad de nivel más alto algunas veces no se
vuelve más importante cuando se ha satisfecho una de nivel más bajo. Además, considera
que, en los puestos en numerosas organizaciones, el avance al siguiente nivel no es posible
debido a factores como las políticas de la compañía o la naturaleza del trabajo. Por lo tanto,
el camino al siguiente nivel está bloqueado y el empleado se frustra y da más importancia al
nivel previo.
Quizá ésta es la razón por la que algunos sindicatos demandan más dinero y beneficios para
sus miembros en lugar de enriquecimiento laboral. Se dan cuenta de que los trabajos
siempre serán tediosos y que se puede hacer muy poco para mejorarlos. Por lo tanto, el
nivel de las necesidades previas se vuelve más importante.
Específicas
Las metas establecidas en forma apropiada son concretas y específicas. Una meta como
“Produciré tanto como pueda” no será tan eficaz como “Imprimiré 5,000 páginas en la
siguiente hora”.
Mientras más específica sea la meta, mayor será la productividad.
Medibles
Las metas establecidas apropiadamente son medibles. Es decir, si una meta es mejorar el
desempeño o el servicio al cliente, ¿se pueden medir el desempeño o el servicio al cliente?
Difíciles pero alcanzables
Las metas establecidas apropiadamente son altas pero alcanzables.
Aunque establecer metas más altas por lo general conduce a un mejor desempeño que
fijarlas más bajas, el nivel de dificultad de las metas afectará más el desempeño cuando los
empleados se comprometen a alcanzarlas.
Cuando los empleados sienten presión por alcanzar una meta, que se dan cuenta que no
podrán lograr, en ocasiones realizarán compromisos poco éticos, en su intento por hacerlo o
“amañarán las cuentas” para hacer que parezca como si las metas se hubieran cumplido
Relevantes
Las metas establecidas apropiadamente también son relevantes. Establecer una meta
respecto a incrementar las habilidades para hablar en público no será tan motivante para
una persona que trabaje en un tiradero como lo sería para un oficial de policía que a
menudo testifica en los tribunales.
Teoría de la autorregulación
La idea que subyace a la teoría de la autorregulación es que los empleados monitorean su
propio progreso en el logro de las metas y posteriormente realizan los ajustes necesarios; es
decir, se autorregulan.
Pero hay que tomar en cuenta que, con múltiples metas complejas, la autorregulación se
vuelve más difícil y los empleados deben hacer un esfuerzo consciente de sus metas,
monitorear su progreso y establecer prioridades para tomar decisiones cuando haya metas
en competencia.
La base para estos sistemas de incentivos son los principios de condicionamiento operante
que establecen que los empleados se comprometerán con conductas por las que sean
recompensados y evitarán comportamientos por los que son castigados.
Por lo tanto, si los empleados son recompensados por no cometer errores, es más probable
que produzcan un trabajo de alta calidad. Si son recompensados por la cantidad de trabajo
que realizan, pondrán menos énfasis en la calidad e intentarán incrementar su cantidad.
Finalmente, si los empleados no son recompensados por cualquier conducta, buscarán otras
por las cuales lo sean. Esto puede causar absentismo o negligencia.
Al determinar la eficacia de los programas de incentivos deben considerarse seis factores:
Existen tres problemas principales relacionados con los planes de incentivos individuales.
El primero es la dificultad para medir el desempeño individual.
El segundo problema es que los planes de incentivos individuales pueden fomentar la
competencia entre los empleados.
El tercer problema es que, para que un plan de incentivos motive de forma eficaz a los
empleados, es esencial que ellos lo entiendan.
Reparto de utilidades.
Las utilidades son un derecho constitucional que tienen los trabajadores para recibir una
parte de las ganancias que obtiene una empresa o un patrón.
Como su nombre implica, los programas de reparto de utilidades otorgan a los empleados
un porcentaje de las utilidades por arriba de cierta cantidad.. Las utilidades a repartir
pueden ser pagadas directamente a los empleados como un bono (planes de contado) o
depositados en su fondo de retiro (planes diferidos).
El reparto de utilidades motivará a los empleados sólo si comprenden el vínculo entre el
desempeño y las utilidades, y creen que la compañía tiene una oportunidad razonable de
tener utilidades. La investigación indica que el reparto de utilidades da como resultado un
mayor compromiso por parte de los empleados
Participación de utilidades.
La participación de utilidades condiciona los incentivos económicos grupales a mejoras
(ganancias) en el desempeño organizacional.
Los programas de participación de utilidades consisten en tres elementos importantes: una
filosofía gerencial cooperativa/participativa, incentivos basados en la mejora y una fórmula
de bonos basada en grupos
El típico programa de participación de utilidades funciona de la siguiente manera.
Primero, la compañía realiza mediciones del desempeño durante cierto periodo para obtener
una línea base.
Posteriormente se establecen las metas de productividad por arriba de dicha línea y se
informa a los empleados que recibirán bonos en cada periodo que se alcance la meta. Para
hacer el establecimiento de metas más eficaz, se proporciona realimentación constante a los
empleados sobre la forma en que el desempeño actual se relaciona con la meta.
Al final de cada periodo informado, se pagan los bonos sobre la base de qué tan bien se
desempeñó el grupo.
En general, los planes de participación de utilidades parecen ser eficaces. Como con
cualquier plan de incentivos, la participación de utilidades es más eficaz cuando los
empleados se involucran de manera formal en su diseño y operación y cuando no existe un
retraso grande entre el desempeño y el pago.