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INDEPENDENCIA”
Área de Comunicación
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ACTIVIDAD EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE N°
01 05
2DO
SITUACIÓN SIGNIFICATIVA
Hoy se nos presenta la oportunidad de participar en un importante Concurso Nacional de
Narrativa y Ensayo “José María Arguedas”, gran escritor peruano, defensor de la cultura
indígena, quien en sus obras refleja la desigualdad social especialmente de algunos grupos
sociales, entre ellos, los pueblos indígenas u originarios nuestro país. En esta experiencia,
conoceremos su vida, su trascendencia, sus reconocidas obras, y su importancia en la literatura
mundial. Además aprenderemos a elaborar y crear un cuento
¿de que manera podemos retribuir y rendir homenaje por todo lo realizado por este escritor?
¿Cómo elaboraremos nuestro cuento para presentarnos al concurso?
TÍTULO REFLEXIONAMOS SOBRE LA OBRA WARMA KUYAY
En un terso lago canta la gaviota, cuando ella se ríe, llora cuando sus ojos
memorias me deja de gratos recuerdos. miran al Kutu. ¿Por qué, pues, me muero por
-¡Justinay, te pareces a las torcazas de ese puntito negro?
Sauciyok’! Los indios volvieron a zapatear en ronda.
-¡Déjame, niño, anda donde tus señoritas! El charanguero daba vueltas alrededor del
-¿Y el kutu? ¡Al Kutu le quieres, su cara círculo, dando ánimo, gritando como porto
de sapo te gusta! enamorado. Una paca-paca empezó a silbar
-¡Déjame, niño Ernesto! Feo, pero soy desde un sauce que cabeceaba a la orilla del
buen laceador de vaquellas y hago temblar a río; la voz del pájaro maldecido daba miedo.
los novillos de cada zurriago. Por eso El charanguero corrió hasta el cerco del patio
Justina me quiere. y lanzó pedradas al sauce; todos los cholos
La cholita se rió, mirando al Kutu; sus ojos le siguieron. Al poco rato el pájaro voló y fue
chispeantes como dos luceros. a posarse sobre los duraznales de la huerta;
-¡Ay Justinacha! los cholos iban a perseguirle, pero don
-¡Zonzo, niño zonzo! –habló Gregoria, la Froylán apareció en la puerta del Witron.
cocinera. -¿Largo! ¡A dormir!
Caledonia, Pedrucha, Manuela, Los cholos se fueron en tropa hacia la
Anitacha… soltaron la risa, gritaron a tranca del corral; el Kutu se quedó solo en el
carcajadas. patio.
-¡Niño zonzo! -¡A ese le quiere!
Se agarraron de las manos y empezaron a Los indios de don Froylán se perdieron en
bailar en ronda, con la musiquita de Julio el la puerta del caserío de la hacienda y don
charanguero. Se volteaban a ratos, para Froylán entró al patio tras de ellos.
mirarme, y reían. Yo me quedé fuera del -¡Niño Ernesto! –llamó el Kutu.
círculo, avergonzado, vencido para siempre. Me bajé al suelo de un salto y corrí hacia
Me fui hacia el molino viejo; el blanqueo él.
de la pared parecía moverse, como las nubes -Vamos, niño.
que correteaban en las laderas Subimos al callejón por el lavadero de
de “Chawala”. Los eucaliptos de la huerta metal que iba desmoronándose en un ángulo
sonaban con ruido largo e intenso: sus del Witrón; sobre el lavadero había un tubo
sombras se tendían hasta el otro lado del río. inmenso de fierro y varias ruedas,
Llegué al pie del molino, subí a la pared más enmohecidas, que fueron de las minas del
alta y miré desde allí la cabeza del padre de don Froylán.
“Chawala”: el cerro, medio negro, recto, Kutu no habó nada hasta llegar a la casa
amenazaba caerse sobre los alfalfares de la de arriba.
hacienda. Daba miedo por las noches; los La hacienda era de don Froylán y de mi
indios nunca lo miraban a esas horas y en las tío; y el resto de la gente fueron al escarbe de
noches claras conversaban siempre dando papas y dormían en la chacra, a dos leguas
la espalda al cerro. de la hacienda.
-¡Si te cayeras de pecho, tayta Subimos las gradas, sin mirarnos siquiera,
“Chawala”, nos moriríamos todos! entramos al corredor, y tendimos allí nuestras
Al medio del Witron Justina empezó otro camas para dormir alumbrados por la luna.
canto: El Kutu se echó callado; estaba triste y
Flor de mayo, flor de mayo, molesto. Yo me senté al lado del cholo.
flor de mayo, primavera, -¡Kutu! ¿Te ha despachado Justina?
por qué no te libertaste -¡Don Froylán le ha abusado, niño
de esa tu falsa prisionera. Ernesto!
Los cholos se habían parado en círculo y -¡Mentira, Kutu, mentira!
Justina cantaba al medio. En el patio -¡Ayer no más le ha forzado; en la toma de
inmenso, inmóviles sobre el empedrado, los agua, cuando fue a bañarse con los niños!
indios se veían como estacas de tender -¡Mentira, Kutullay, mentira!
cueros. Me abracé al cuello del cholo. Sentí
-Ese puntito negro que está al medio de miedo; mi corazón parecía rajarse, me
Justina, y yo la quiero, mi corazón tiembla golpeaba. Empecé a llorar, como si hubiera
“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE
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estado solo, abandonado en esa quebrada Lo miré de cerca; su nariz aplastada, sus ojos
oscura. casi oblicuos, sus labios delgados,
-¡Déjate, niño! Yo, pues, soy “endio”, no ennegrecidos por la coca. ¡A este le quiere! Y
puedo con el patrón. Otra vez, cuando seas ella era bonita, su cara rosada siempre
“abogau”, vas a fregar a don Froylán. estaba limpia, sus ojos negros quemaban, no
Me levantó como a un becerro tierno y me era como las otras cholas, sus pestañas eran
echó sobre mi catre. largas, su boca llamaba al amor y no me
-¡Duérmete, niño! Ahora le voy a hablar a dejaba dormir. A los catorce años yo la
Justina para que te quiera. Te vas a dormir quería; sus pechitos parecían limones
otro día con ella ¿quieres, niño? ¿Acaso? grandes, y me desesperaban. Pero ella era
Justina tiene corazón para ti, pero eres de Kutu, desde tiempo; de este cholo con
muchacho todavía; tienes miedo porque eres cara de sapo. Pensaba en eso y mi pena se
niño. parecía mucho a la muerte. ¿Y ahora? Don
Me arrodillé sobre la cama, miré al “Chawala” Froylán la había forzado.
que parecía terrible y fúnebre en el silencio -¡Mentira, Kutu! ¡Ella misma, seguro ella
de la noche. misma!
-¡Kutu, cuando sea grande voy a matar a don Un chorro de lágrimas saltó de mis ojos. Otra
Froylán! vez el corazón me sacudía, como si tuviera
-¡Eso sí, niño Ernesto! ¡Eso sí, mak’tasu! más fuerza que todo mi cuerpo.
La voz gruesa del cholo sonó en el corredor -¡Kutu! Mejor la mataremos los dos a ella
como maullido del león que entraba hasta el ¿quieres?
caserío en busca de chanchos. Kutu se paró; El indio se asustó. Me agarró la frente;
estaba alegre, como si hubiera tumbado al estaba húmeda de sudor.
puma ladrón. -¡Verdad! Así quieren los mistis.
-Mañana llega el patrón. Mejor esta noche -Llévame donde Justina, Kutu! Eres mujer, no
vemos a Justina. El patrón seguro te hace sirves para ella. ¡Déjala!
dormir en su cuarto. Que se entre la luna -¡Cómo no, niño, para ti voy a dejar, para ti
para ir. solito. Mira en Weyrala se está apagando la
Su alegría me dio rabia. luna.
-¿Y por qué no matas a don Froylán? Mátale Los cerros ennegrecieron rápidamente, las
con tu honda, Kutu desde el frente del río, estrellitas saltaron de todas partes del cielo;
como si fuera puma ladrón. el viento silbaba en la oscuridad,
-¡Sus hijitos, niño! ¡Son nueve! Pero cuando golpeándose sobre los duraznales y
seas abogau ya estarán grandes. eucaliptos de la huerta; más abajo, en el
-¡Mentira, Kutu, mentira! ¡Tienes miedo como fondo de la quebrada, el río grande cantaba
mujer! con voz áspera.
-No sabes nada niño. ¿Acaso no he visto? Yo despreciaba al Kutu; sus ojos amarillos,
Tienes pena de los becerritos, pero a los chiquitos, cobardes, me hacían temblar de
hombres no los quieres. rabia.
-¡Don Froylán! ¡Es malo! ¡Los que tienen -¡Indio, muérete mejor. O lárgate a Nazca!
hacienda son malos hacen llorar a los indios ¡Allí te acabará la terciana, te enterrarán
como tú; se llevan las vaquitas de los otros, como a perro!
o las matan de hambre en su corral! ¡Kutu, Pero el novillero se agachaba no más,
don Froylán es peor que toro bravo! ¡Mátale, humilde, y se iba al Witron, a los alfalfares, a
no más, Kutucha, aunque sea con galga, en la huerta de los becerros, y se vengaba en el
el barranco de Capitana. cuerpo de los animales de don Froylán, al
-¡Endio no puedes niño! ¡Endio no puede! principio yo lo acompañaba. En las noches
¡Era cobarde! Tumbaba a los padrillos entrábamos, ocultándonos, al corral;
cerriles, hacía temblar a los potros, rajaba a escogíamos los becerros más finos, los más
látigos el lomo de los aradores, hondeaba delicados; Kutu se escupía las manos,
desde lejos a las vaquillas de los potros empuñaba duro el zurriago, y rajaba el lomo
cholos cuando encontraba a los potreros de a los torillitos. Uno, dos, tres…
mi tío, pero era cobarde. ¡Indio perdido! cien zurriagazos; las crías se retorcían en el
suelo, se tumbaban de espaldas, lloraban, y
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Respondemos.
¿Cuál es el tema?
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¿Qué concepto tiene el niño Ernesto de los
……………………………………………………
Al comienzo del cuento, ¿qué le confiesa el niño dueños de hacienda?
Ernesto a la muchacha Justina? …………………………………………………………
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………………………………………………………… …………………………………………………
………………………………………………… ¿Qué sentimiento expresa Kutu cuando dice :
………………………………………………………… "yo, pues, soy endio, no puedo contra el
…………………………………………………… patrón"………………………………………………
¿Qué pensaba Justina del amor del niño …………………………………………………………
Ernesto?¿Cómo
llegaron a esa conclusión? ……………………………………………………
………………………………………………………
………………………………………………………… ¿Por qué creen que el Kutu arremete contra el
1.-¿Por qué el cuento se titula “Warma Kuyay”?
………………………………………………………… becerro de Don Froilán ¿Estás de acuerdo con eso
………………………………………………… …………………………………………………………
¿Qué daño le hizo el hacendado Froylán a la …………………………………………………………
bella Justina? …………………………………………………
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¿Creen que en el pueblo hay justicia? ¿Por qué
piensan así?
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Sigamos reflexionando