PDF-dulce-yoonmin - Compress - PDF Versión 1
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Introducción
Por favor, si van a criticar o a molestarse por el papel que tiene cierto
personaje, absténgase a leer. Cuando la historia culmine, tendrá el
derecho total de decidir qué creer. No busco ofender ni nada parecido.
Prólogo
—¡Maldita sea! ¡No sirves para nada, imbécil! —JiMin sólo se limitaba a
llorar en el rincón de la habitación, quería irse de allí y no volver jamás.
Cada palabra, cada insulto... Solamente profundizaban la herida de su
corazón.
No obstante, no marcarlo no era una razón para evitar que Jeon abusara
de él sexualmente.
Sin percatarse del sollozo que salió de sus labios, llevó su pequeña
mano a su vientre, acariciando la zona donde él pensó que algún día
llevaría a un bebé, su bebé. Le dolía, le dolía incluso más que los golpes
en su cuerpo. Era la carga de que como Omega, no pudiera tener a un
cachorrito, era el constante recuerdo de que nunca podría acariciar,
acunar y ver crecer a su propia sangre.
.
.
.
Uno
— Bienvenido... JiMin miró a JungKook con algo de temor, el día anterior el
—
JiMin pasó por alto aquel hecho, adentrándose nuevamente a la cocina para
terminar con la cena. Le indignaba y le dolía ser tratado de esa manera, ¿Qué
había hecho mal para merecer tal trato? Él no tenía la culpa de que su cuerpo
fuera inservible y que no pudiera cumplir con la misión principal de un
Omega, él no había elegido ser así.
— Sí, sucede algo muy malo — Espetó con molestia Primero que todo, te
—
— L-Lo lamento...
Omega más atractivo que he visto en mi vida — Los dedos del más alto
pasaron por sus mejillas. JiMin quiso salir del agarre, pero sólo logró que sus
mejillas fueran apretadas con más fuerza — Pero resultaste ser inservible.
TaeHyung no es muy lindo, aunque la fortuna que posee su familia lo
recompensa.
— ¡No puedes hacer eso! ¡¿Cuál es tu afán por engañar a todos?! — El Omega
rápidamente se encogió en su lugar, arrepintiéndose en seguida por haber
gritado algo así.
— ¡El que me engañó fuiste tú! Si pudieras darme hijos nada de esto
estuviera pasando. Hubieses sido una joya de Omega, digno de un Alfa como
yo — Un puño se estampó contra el rostro de JiMin. Su corazón se achicó y
pequeñas lágrimas volvieron a surgir, deslizándose una tras otra sin
contenerse, estaba asustado.
Hace muchas décadas atrás Daegu fue como las demás ciudades, estando
dividida en incontables manadas. Por un largo tiempo fue así, hasta que en
un ataque a la zona los líderes decidieron unirse, fusionando las manadas y
haciendo de Daegu una gran y poderosa manada que era dirigida por los
Min. Muchos decían que aquella familia era de "sangre azul", tal y como lo
dijeron los humanos alguna vez cuando se trataba de reyes y reinas; siendo
una familia disminuida según los rumores.
. . .
JungKook era el único heredero de los Jeon, una familia que tenía bastante
dinero, mientras que JiMin provenía de una numerosa familia de clase
media. Muchos los conocían ya que en esa parte del territorio vivían
personas reconocidas, de familias con lujos y que tenían la vida resuelta.
— —
— ¿Por qué ríen? ¿Acaso no se les ordenó silencio? —Exclamó una algo ronca
y firme voz. Las personas voltearon asustadas y se inclinaron, realizando una
reverencia.
Por un pequeño instante sus miradas chocaron y JiMin pudo sentir como su
pulso se aceleraba, sintiéndose intimidado.
.
.
.
Dos
Existían dos clases de Alfas en el mundo, los normales y los líderes. Los
líderes eran muy diferentes a los normales, ellos sólo nacían al ser
descendientes de los mismos, la forma lobuna y humana era mucho más alta
y grande, su Voz de Mando podía ser usada contra otros Alfas y estos
obedecerían tal cual un Beta o un Omega... Ellos portaban muchas
características que los colocaban por encima de un Alfa común.
Y por ese mismo motivo JungKook debía tener cuidado al hablarle a YoonGi.
Si le faltaba el respeto o le hacía molestar, antes del anochecer estaría
cavando su propia tumba.
— —
JiMin apartó su mirada del peli azabache, encontrándose con otro Alfa que
también parecía ser del tipo líder. A penas y pudo verlo, no lo había divisado
hasta ahora. Los guardias rápidamente se acercaron a ellos intentando
mermar el ambiente tenso, los Betas y un Alfa sonriente calmaron al
magnate de Daegu, sabiendo que si la situación empeoraba, la imagen de
YoonGi se vería afectada. Claro que desde luego dejarían que YoonGi le diera
una reprimenda a JungKook.
— Señor Min, recuerde que esta es la última manada de Busan con la que
falta negociar — Habló uno de los Beta Si usted desea, podemos llevar a
—
este par con nosotros y hablar sobre su comportamiento con el Alto Mando.
— Me parece una gran idea. — Dijo YoonGi, con una sonrisa ladina plasmada
en su rostro — Pero que sea mañana, hoy debemos recorrer otros lugares.
Anoten la dirección de la casa de los...
par de guardias, JiMin corrió a esconderse en el baño. Algo le decía que debía
escapar o esconderse. Tenía el presentimiento de que si no lo hacía, no se
salvaría de una golpiza.
. . .
— Omega, sal ahora mismo del baño — La Voz de Mando que resonó en la
casa provocó que JiMin soltara un inaudible sollozo. Su cuerpo actuó por sí
solo, obedeciendo la orden de JungKook.
Jeon aprovechó esto y cegado por la vergüenza de ser corregido por alguien
superior a él frente a tantas personas, mordió con fuerza una de las patas
Minutos después lentamente su vista se tornó borrosa, ¿Acaso ese era su fin?
¿Moriría a los veintidós?... JiMin se dio por vencido, convencido de que iba a
morir allí mismo; la herida en su pata no le permitía caminar y cada vez
brotaba más sangre de ella. Estaba comenzando a sentirse débil.
Lo último que vieron sus ojos antes de cerrarse, fue a un enorme lobo de
pelaje negro azabache acercarse a él.
.
.
.
Tres
posibles ataques de los rebeldes, por lo que ver a Min YoonGi de pie frente a
su escritorio otra vez era suficiente razón para preguntar.
— Sucede algo muy malo, ChanYeol. — Habló el de cabello oscuro, viendo con
—
No podía quejarse tan fácilmente con el primogénito del hombre que salvó a
su BaekHyun de morir.
— ¿Y qué pasa con eso Min? Ya sabes que a los Omegas se les imponen reglas,
tal vez el de JungKook las incumplió y él le estaba dando una reprimenda en
el mismo instante en que lo viste. — Dijo, tratando de encubrir a JungKook y
a sus propios nervios.
— —
— Pero...
sobre sus talones, observando con una sonrisa ladina a JungKook. — Según el
Alto Mando, al infligir una de estas leyes el castigo sería quitarte a tu Omega.
El Alfa Líder de la manada debería ser quien lo quite de tu poder, pero en
vista a que él es el lame botas de tu familia, lo hice yo.
Paseó su vista de aquí para allá, encontrándose con una habitación muy
elegante. La ventana estaba abierta por lo que pudo ver que era de día,
también notó que estaba acostado sobre una cama relativamente grande con
sábanas que parecían ser de seda. Ese lugar podía pasar fácilmente por ser
Todo era pacífico, casi que angelical. Se sentía tan tranquilo sobre aquella
cama que una sonrisita se dibujó en sus carnosos labios. El aroma de
JungKook no estaba en ningún lugar, lo que le hizo disfrutar su estancia en
ese sitio más de lo normal.
— —
— Tranquilo. Buscaré más ropa para ti, no puedo creer que no te hayan
dejado ropa interior ¿En qué estaban pensado esas mocosas? Murmuraba
—
mientras que salía de la habitación. JiMin aún no comprendía del todo lo que
sucedía, estaba totalmente cubierto por sábanas y apenas se percató de que
estaba desnudo. Por el aroma y la frescura en su piel supuso que le habían
dado un baño.
Cuatro
—
¡YoonGi espera! No hagas lo que sé que harás. Rogó ChanYeol.
—
Daegu era un difícil pero llamativo objetivo que los rebeldes querían para
destruir y que constantemente estaba bajo amenaza de guerra. La manada
más grande de Corea del Sur — Aparte de su gran terreno para cazar y
recolectar. Poseía algo que ellos ansiaban; el poder. Daegu podía tener
—
Tener una alianza con la Gran Seúl sólo indicaba la superioridad en dinero,
poder y estatus que acompañaba a la manada dirigida por Min YoonGi.
Cuestionó. La Omega se sonrojó, darle una mala impresión al Alfa Líder era
un terrible pecado para un sirviente.
— No señor, disculpe. Es que SeokJin oppa nos reprendió por las vestimentas
que le dejamos a el nuevo chico que tiene a su cargo.
— No, no. Estoy así porque de castigo se nos mandó a limpiar lugares... Un
tanto... JiSoo vaciló, decir aquello era vergonzoso. Nunca en su vida había
—
limpiado un lugar así, pero los Omega Cría estaban a cargo de los sirvientes,
a parte de los Omegas que se les asignaban para cuidar. Por más que quiso,
ordenar y limpiar ese lugar era su obligación simplemente porque Jin así se
lo ordenó, si no hubiese huido sin dudar.
El Centro Estral era un sitio que nadie en su vida desearía limpiar. Si bien
tenía una importante función que constaba en mantener allí a los Omegas sin
Alfa durante su celo y así evitar violaciones, marcas o embarazos indeseados,
igualmente era asqueroso de asear una vez usado. No podía creer que
SeokJin hubiese sacado a las sirvientas de la mansión para llevarlas a limpiar
aquellos cuartos como castigo. Que cruel ...
...
— ¡Oh YoonGi! Volviste, mocoso. — Decía SeokJin, quien traía ropas en sus
manos, ropas muy femeninas a su parecer.
— Tú serás muy Alfa Líder de Daegu y bla bla, pero yo soy un año mayor y
—
debes llamarme hyung. Ahora fue el turno de YoonGi para rodar sus ojos
— ¡No es exagerar! ¿Ellas pensaban que lo dejaría con sus cositas al aire?
¡Pues no! Hay que tener algo de pudor.
están todo los nombres y datos que se dignaron a decir tras horas de
tortura. — Dijo sonriente, al parecer la palabra "tortura" no afectaba en
absoluto al peli-naranja. HoSeok le entregó la carpeta con los documentos
dentro. — Espero que ambos tengan un día lindo y lleno de esperanza. — El
hombre se despidió de su hermano y primo, desapareciendo del pasillo en
pocos segundos.
— Bien, parece que ahora sí tengo cosas por hacer. — Decía, dirigiéndose a
SeokJin. — Conoceré a "tu bebé" más tarde.
Cinco
En los años que duró con JungKook aquellos golpes y heridas parecían no
desaparecer, porque cada vez que un hematoma sanaba, uno nuevo era
marcado en su piel.
Con lentitud se adentró en la tina, primero una pierna, luego la otra y así
hasta que todo su cuerpo fue cubierto por el agua, recargando su cabeza en
el filo de la tina. Se dedicó a mirar el baño, que mínimo era más grande que
la cocina en la casa de JungKook. Para ser sólo un baño, los lujos eran
evidentes.
JiMin dudó un poco, sin embargo, se encogió de hombros y optó ponerse las
prendas que Jin le había entregado antes. Era eso o andar desnudo por ahí.
Pero, si comía una parte de pastel y se iba rápido, nadie podía culparlo. JiMin
no conocía a ninguna persona en ese lugar — Excepto a SeokJin , por lo que
—
nadie debería conocerlo
conocerlo a él. Algo totalmente "lógico" para Park JiMin.
tan idiota como lo era JungKook. No era como si un Omega tuviese muchas
posibilidades de hablar u opinar sobre ello, simplemente debía callar y listo.
JiMin era consciente de que él había nacido defectuoso, sabía que su cuerpo
estaba mal, pero eso no evitaba que la indignación inundara aquel corazón
que alguna vez fue alegre e inocente años atrás. Volvió a gruñir disgustado,
intentado dispersar sus pensamientos.
Aún tenía el elegante traje negro con el escudo de Daegu, pero poco le
molestaba. Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, encontrándose con un
chiquillo que nunca había visto en su vida, el cual parecía pensar en algo
Quiso decir algo, pero el chico que identificó como Omega tomó una
.
.
.
Seis
JiMin miró intimidado al imponente Alfa Líder frente suyo. De pronto sus
piernas temblaron y entró en un estado de parálisis por los nervios. Era el
Alfa Min, ese que discutió con JungKook cuando el mismo le gritó; aunque el
pálido lo hizo para defenderle, JiMin pensaba que YoonGi sólo lo había hecho
por no hacer silencio en su bienvenida. ¿Quién le prestaría atención a un
Pudo ver un pequeño espacio entre el Alfa y el marco de la puerta, por lo que
sin ninguna otra salida corrió dejando que pasara lo que tenía que pasar. Tal
vez escaparía, tal vez no. YoonGi actuó velozmente e interpuso su brazo con
la salida del Omega, provocando que JiMin quedase encerrado. Era Omega
muerto.
— No te creo ¿Qué quieres? Los Alfas siempre tienen algo que pedir. ¡Ustedes
son malos! Lo que YoonGi pensó que era una broma, era algo que el menor
—
decía muy en serio. A lo largo de sus veintidós años de vida, aprendió que
todos, absolutamente todos los Alfas eran malas personas. JiMin soltó un
pequeño gruñidito cuando el pálido rió ¿Cómo se atreve?
— Dile que voy de inmediato. — Ordenó. — Nos vemos más tarde, cachetón.
— ¡JiMin, al fin te encuentro! ¿Cómo pudiste salir sin hacer ruido? Estuve
apunto de llamar a los guardias.
Su mirada pasó a la otra carta, esta vez de ChanYeol para él. En ella le explicó
la gravedad de la situación y que le preocupaban las amenazas de los Jeon
contra su persona y familia. Ya iría a Busan nuevamente a arreglar ese
asunto, pero primero no respondería a los llamados de ayuda de su nuevo
aliado; una pequeña forma de hacer que aprendiera a seguir las reglas del
Alto Mando la próxima vez.
buscarse una pareja? —YoonGi le miró mal, no le gustaba mucho aquel tema.
—
¡Oh vamos! Sé que no te interesa, pero me preocupa mi hermano.
— Estoy muy ocupado para eso, tú lo sabes. — Dijo irritado.
— ¿Quién dijo que yo estaba abriendo "las cerraduras" de toda Daegu? Estoy
demasiado ocupado y tampoco me importa, te lo he dicho miles de veces. —
YoonGi siempre cumplía con las leyes del Alto Mando y les tenía respeto a
sus miembros, tal y como se lo enseñó su padre alguna vez. Pero ahora
mismo quería ir a Seúl y mandar a todos al diablo.
— Le prometo que no haré nada malo Jin hyung. Por favor. — JiMin miró con
ojos de perrito al mayor, sabía que nadie se resistía a sus pucheros. — ¿Sí?
— —
quiso salir a tomar aire fresco. Su estancia en ese lugar no sobrepasaba los
tres días pero ya quería irse; ahí estaba mejor, obvio que sí, pero era un
extraño, ni siquiera sabía cómo había llegado ni quién lo había traído, mucho
menos por qué.
todo el jardín, por lo que sin contenerse, subió a un árbol para ver qué había
allí fuera.
Cada vez más personas se unían, gritando cosas que debido a la distancia en
la que JiMin estaba no lograba oír. Prestó más atención y pudo ver una chica,
recostada en el suelo y el prominente vientre en ella; en seguida
comprendió, la Omega iba a tener un bebé allí. Observó hasta que una mujer
mayor se acercó y la ayudó. A los minutos las personas aplaudieron felices,
el pequeño bebé fue puesto en las manos de su madre mientras que un
hombre, probablemente el padre, corría a la tierna escena.
Por un minuto se sintió feliz por la chica, pero después la tristeza junto a una
pequeña lágrima que escapó sin su permiso arruinaron su buen ánimo. Su
subconsciente se encargó de recordarle que él nunca estaría en una
situación así, incluso crear una escena parecida para su mente era imposible.
Dolía más que los golpes y las heridas, dolía como el infierno, dolía saber que
su cuerpo estaba estropeado. Siempre soñó con tener una linda familia, pero
lamentablemente, el destino no lo quiso así.
Pasó su mano por su mejilla para borrar la pequeña lágrima y como tantas
veces lo hizo en su vida, sonrió. Una sonrisa falsa, una que le decía a los
demás que estaba bien a pesar de sentir una gran tristeza por dentro. Fingir
que nada malo pasaba en su vida ya era normal para JiMin, aunque se
sintiera mal por mentir, no quería caminar por ahí y ser visto con lástima,
algo así lo derrumbaría.
.
.
.
Siete
Tan pronto como tomó asiento sintió los fueres olores dulzones de todos y
todas las Omegas allí presentes, intentando inconscientemente — y otros
intencionalmente de atraer a aquel Alfa tan saludable y poderoso; un
—
— Quiero que vayas a Busan también. Necesito que vigiles a la familia Jeon,
priorizando a su único heredero, Jeon JungKook. — Ordenó YoonGi,
arreglando su corbata oscura mientras que se ponía de pie. — Sé que algo
extraño pasa en esa familia, algo que están intentando esconder. Sólo son
sospechas, pero mi intuición me dice que algo se traen entre manos.
Salió directo hacia el jardín posterior, tal vez respirar el fresco oxígeno e irse
posteriormente a la sala de reuniones era lo mejor. Saludó amablemente a
sus Betas, quienes vigilaban cada rincón de la mansión y abrió las puertas,
encontrándose con la hermosa vista de aquel jardín que su madre cuidó y
perfeccionó durante tantos años. Pero una persona, más concretamente un
pequeño Omega de mirada triste, bajó de un árbol y caminó cabizbajo hacia
él sin saberlo.
Se cruzó de brazos y alzó una ceja, haciéndose una pregunta silenciosa sobre
la sospechosa actitud del chico que hace unos días había encontrado en el
bosque, totalmente inconsciente por la cantidad de sangre que había
perdido por una extraña herida. El de cabellera plateada pareció percatarse
de su presencia, quedando a unos diez pasos de distancia. Parecía asustado,
¿Por qué le tenía miedo?
Tal vez vengarse por lo del pastel sería divertido. Pensó YoonGi.
¿Físicamente? ¿Acaso los gritos y la vez que JungKook lo obligó a tener sexo
JiMin pasó por un lado de él, sin dirigirle la mirada una vez más y caminó
directo hacia la salida, con la frente en alto. Que chico más curioso.
.
Ocho
— Que tienen a una persona horrible Alfa como gobernante. — JiMin se sentó
en la cama sin mirar a los ojos al confundido SeokJin. — Él... Él juzga sin
saber, eso es malo.
quedarme aquí.
Mucho antes de que Jin preguntase algo JiMin caminó hasta el extenso
balcón y cerró la puerta detrás de él. Observaba los árboles del gigantesco
bosque que rodeaba toda la mansión mientras que el viento le refrescaba;
aquel sitio era un lugar magestuoso, escondido de los humanos. Lleno de
árboles altos y hermosos que le brindaban seguridad a las personas del
pueblo, quienes usaban su madera para construirse un hogar y para tener
calor por las noches con la chimenea. Sólo personas con poder o alto estatus
podían ir a la ciudad de los humanos y comprar los materiales necesarios
para crear una elegante y cómoda estancia.
cálido por alguna razón. JiMin pensó que aquella sensación de que ese era su
hogar se trataba de una simple confusión de su cerebro, tal vez desesperado
por vivir allí y no volver con JungKook jamás.
JiMin nació dentro de una familia de clase media, sin lujos, pero con comida
y un techo en el que vivir. En un principio se sorprendió cuando una persona
como Jeon JungKook se fijase en alguien como él. No todos los días un Alfa
con alto estatus social aceptaba con una sonrisa comprometerse con un
Omega sin dinero que derrochar en lujos. Pero sus dudas para con el
Jin por ninguna parte, sólo encontró su desayuno reposando sobre la cama
en una bandeja. Iba a sentarse a comer cuando llamaron a la puerta, el
nombre de su Omega Cría pasó por su mente, por lo que abrió con total
confianza, creyendo que sería SeokJin. Pero en realidad, ese no era Jin.
Tan pronto como vio al pálido frente a él, frunció el ceño y cerró la puerta.
— ¿Te pegó? —YoonGi gruñó y JiMin tomó esa acción como una respuesta
afirmativa. El Omega llevó una mano a su boca, queriendo evitar soltar una
estruendosa carcajada allí mismo y frente al Alfa. — ¡No puedo creerlo!
—
Es frustrante que te pateen y que no puedas hacer nada para defenderte.
— El pálido suspiró. Adiós.
—
— ¡Oye tú, espera! — YoonGi volteó, dejándole ver su ceño fruncido al más
bajo. JiMin carraspeó su garganta. — Si tanto te molesta puedo decirte hyung.
imperturbable del Alfa. Supongo que debes saber algo hyung. Aunque si
—
no sabes entonces...
—
De hecho, sí hay algo más. JiMin se quitó el vendaje con cuidado y como
—
— ¿Quieres irte?
JiMin asintió. — No pienso quedarme, agradezco lo que hiciste por mi, pero
este no es ni será mi hogar, hyung.
— No puedo devolverte a Busan así como así ¿Lo sabes verdad? — Exclamó
YoonGi, dirigiéndole una dura mirada al avergonzado Omega.
— Lo sé, perdone las molestias. Pero de verdad, tengo que volver. — JiMin
apretó sus puños, él no quería volver realmente.
realmente.
Nueve
— —
— Siéndole sincero, no me molesta. Pero por favor, suelte todo lo que tiene
que decirme para terminar con mis trabajos pendientes. Dijo. Los Betas
—
En estos días no hemos recibido ningún reporte que nos indique que usted
ha conseguido una pareja por voluntad propia, así que queremos proponerle
que...-
—
Tenemos que asegurarnos de que usted no esté mintiendo señor Min.
Además, conocer al o a la nueva Omega que será parte de su prestigiosa
familia no es algo de poca importancia. — Todos los hombres y mujeres ahí
presentes asintieron con sonrisas en sus rostros, dando por hecho que un
Alfa Líder como él tendría una pareja perfecta.
Esta era una de las cosas que su padre le había dicho cuando sólo faltaban un
par de años para que él comenzase a mandar en aquella gigante manada de
Daegu. Había sido claro con su explicación, todos esperarían de él un Omega
perfecto a su lado, alguien que la manada entera, desde los más importantes
a los más pobres, lo o la aceptara como la pareja del gobernante. Una
persona que tuviera el honor de estar junto a él; y es que si por algún
motivo, la pareja de un líder le era infiel al mismo, ambos, tanto el Alfa como
el Omega, eran mal vistos. ¿La razón? Todos criticaban al Omega mientras
que todos culpaban al Alfa, asumiendo que éste no dio la satisfacción
suficiente a su pareja.
Una sonrisa se asomó en sus finos labios cuando se le ocurrió una magnífica
idea.
.
.
.
Diez
JiMin suspiró aburrido, luego de llevarle esa extraña caja a YoonGi a pedido
de Jin, había vuelto a su habitación que era más parecida a una celda desde
su perspectiva. Ya había almorzado y no sabía qué hacer ahora, no podía
siquiera convertirse en lobo y salir a correr por el bosque ya que no se le
permitía salir a las afueras. Estaba tan aburrido que, para pasar el tiempo,
investigó cada rincón de la elegante habitación.
— S-Si usted tiene que saciar sus necesidades carnales ahora mismo, puede
retirarse. — Ahí fue cuando comprendió qué diablos estaba pensando ese
pequeño Omega. —N-No soy una prostituta.
—
No estoy aquí para tener sexo contigo.
— ¿No?
— Pero, ¿Por qué yo? — Cuestionó. Un favor como ese podía ser aceptado sin
rechistar por cualquier belleza con mucho dinero en el extenso pueblo de
Daegu, ¿Qué lo hacía relevante a él?
— Nadie aparte de unos pocos te conocen o saben que estás aquí, aparte de
que los pocos que te han visto no saben sobre tu vida o por qué te traje aquí.
— Explicó, tan serio como siempre. — Además, eres el único que me habla sin
agregar los honoríficos de respeto, sólo me dices hyung. Será fácil fingir que
hay confianza entre nosotros. Por cierto, no aceptaré un no.
— Buen punto. Pero, ¿Quién te aseguró que diría que sí? — Esta vez fue JiMin
quien le miró seriamente. Se veía tierno así, pero no se lo diría. — Si no te has
dado cuenta, estoy casado.
— Bien, creí haberte dicho que nunca aceptaría un «No» por respuesta, pero
si lo pones así... YoonGi caminó hasta al ventanal de la habitación,
—
— Mientras no sea imposible, sí. Recuerda que soy un cambia formas Alfa, no
el mago de las películas.
— Sí, es un trato. — JiMin miró la mano de YoonGi, todavía con una pizca de
desconfianza en su ser. — Debes prometer que vas a dejarme ir cuando todo
esto termine.
O más importante.
Once
— Sí. Debemos hacer creer a todos que de verdad nos amamos y esas
tonterías. — Explicó. Recoge tus cosas, tu mudanza debe ser lo más
—
discreta posible.
JiMin asintió y tomó las pocas cosas que consideraba suyas; no eran más que
limitadas prendas de vestir, dos libros y una fotografía, la cual colocó entre
las páginas del libro que fácilmente podía tener un grosor de cinco
centímetros. Tan pronto como tuvo sus pertenecias entre sus brazos, siguió
a YoonGi por aquella mansión.
El Omega sentía que cada uno de esos pasillos eran iguales y que aquel lugar
era un laberinto. Había bastante servidumbre, mujeres Betas y Omegas que
cumplían como sirvientas, limpiando cada rincón de la ostentosa mansión
sin dejar ni una sola esquina con polvo. También habían Betas y Alfas, todos
A penas visualizaron a un Omega que nunca habían visto antes estaba cerca
de su Alfa Líder, hasta los mismos guardias comenzaron a susurrar cosas
entre ellos. Nadie disimulaba sus miradas curiosas, por lo que JiMin
fácilmente podía saber qué cosas se susurraban entre si. JiMin se percató de
que a medida de avanzaban habían más guardias, menos sirvientas y mucha
más elegancia en cada pasillo. Aquello era extraño.
— ¿Por qué aquí no hay casi sirvientas? ¿No deberían limpiar mucho más
este sitio? —Preguntó, haciendo que YoonGi lo mirase por encima del
hombro. — Es decir, se ve mucho más elegante y costoso.
abrió una puerta con más de cinco Alfas vigilando, los cuales se hicieron a un
lado para luego realizar una reverencia.
Cuando la puerta fue abierta, JiMin pudo ver un pasillo bastante largo,
decorado con una larga alfombra roja y pinturas de la familia Min en las
paredes. A cada lado, un par de plantas bien podadas para agregar un toque
natural sin salir de lo elegante, el escudo de la manada de Daegu en un
inmenso cuadro y un estante, el cual tenía libros, documentos, planos,
mapas, entre otras cosas que JiMin supuso eran secretas o privadas para el
público, ya que se encontraban allí.
Las paredes eran blancas, sin ninguna pista de suciedad en ellas. El suelo era
oscuro, casi negro, pero brillaba, creando un elegante contraste con la
alfombra. Sólo habían dos guardias y una sirvienta que limpiaba cada objeto
con un cuidado impresionante. JiMin se sintió intimidado ahí adentro por
algún motivo aparente, tal vez porque jamás creyó que un cambiaformas
como él podría ver al menos algo con valor. El Omega dejó de contemplar
sus alrededores y caminó detrás del Alfa, intentando cubrirse con el cuerpo
de éste. Allí sólo habían tres puertas de madera obscura, dos de ellas a los
lados y al final del pasillo estaba la otra, ésta siendo más grande que las otras
dos anteriores.
— Muy pocas personas pueden estar aquí. Sólo vigilan dos guardias que nos
han sido fieles a mi y a mi padre, y esa señora, es la única sirvienta que
puede limpiar o estar aquí el tiempo que quiera. — YoonGi suspiró. —En este
JiMin abrió sus ojos y boca impresionado, su habitación anterior no era nada
comparada con esta. — ¡Esto es impresionante! Exclamó.
—
darían lujos si no era más que un desconocido, lo único ostentoso que vio en
su habitación anterior fue la cama y aquel baño de ensueño. Si el baño en la
habitación de YoonGi era mucho mejor, definitivamente no saldría de la tina.
¡O quién sabe! Tal vez habría un jacuzzi.
Esa era uno de sus desperfectos. Una vez que sus ojos veían algo que le
llamaba la atención o que le impresionaba, no dudaba en ir a investigar y
saciar su curiosidad por saber cada pequeño detalle. Ahora que recordaba,
había hecho eso y se encontró con una revista para adultos; esperaba que
YoonGi no fuese un pervertido, ya que si llegaba a encontrar otra revista así
probablemente quemaría sus ojos para dejar de ser tan curioso.
JiMin miró la cama y después a YoonGi, soltando una sutil risita para
lanzarse a la inmensa cama, abrazando una de las tantas almohadas. — ¡Yo
me quedo con la cama! Tú dormirás en el suelo.
— Nada de «pero hyung», deja tus cosas y aléjate de mi cama. — Dijo YoonGi,
pero, no obstante, el Omega se negaba a levantarse de la cama, haciendo
cruzó de brazos frustrado, incluso podía jurar que los ojos de JiMin se habían
cristalizado. — Eso no funciona conmigo, cachetón.
—
Ehm ¡Sí! Absolutamente... Había intentado lo más posible de sonar
—
Mañana su persona sería clasificada como "el Omega del Líder", por lo que
debía acostumbrarse a ello hasta que todo acabara y por fin pudiese
regresar a Busan. Sólo debía aguantar por unos meses aquella farsa.
Doce
— ¿Por qué estás así JungKook? Te ves algo preocupado. — El Omega intentó
pasar, pero Jeon se lo impidió en seguida. -¿Qué sucede?
—
Quédate un momento aquí cariño, ya vuelvo. Dijo, dejando un beso en la
—
Su madre fue la primera en ponerse de pie, tomando entre sus manos un par
de papeles que trajeron ella y su esposo, guardándolos en su bolso. —
Gracias madre.
— De nada bebé. — Dijo la mujer que vestía con un elegante vestido color
crema y con costosos accesorios. Ella y el padre de JungKook harían lo
necesario para recuperar al juguete de su hijo que sólo por suerte pudo
—
— Buenas tardes, tú debes ser el Omega que logró domar a mi hijo. — Habló
el señor Jeon, de forma amable. TaeHyung no dudó en asentir, sacándole una
sonrisa a los progenitores de JungKook.
—
Quiero dar el siguiente paso, TaeHyung. Y deseo hacerlo aquí frente a mis
padres. Dijo el Alfa.
—
y la señora Jeon. Ese Alfa de cabellos negros con reflejos castaños sabía que
por ahora, los que tenían en su poder grandes cantidades de dinero eran los
un chico en la cocina que te dio la bienvenida. ¿Quién era? Era lindo, creí que
era algún sirviente pero no lo he visto más después de ese día.
— Uh... Es que oí a unas chicas hablar cuando venía hacia acá. Decían que un
Alfa Líder te había quitado a tu Omega como castigo, pero yo sigo aquí
JungKook. — Los labios del Alfa se curvaron en una mínima sonrisa;
—
—
Sí, tienes razón. Dijo TaeHyung ahora más seguro.
— —
Perdona JungKook,
me dejé llevar por los celos.
— No te preocupes cariño. Que tengas celos significa que me amas ¿No así?
Trece
El Omega abrió sus párpados con pesadez, estaba tan cómodo en esa extensa
y suave cama que despertar le resultaba todo un reto. Sus orbes cafés
miraban la habitación mientras que un bostezo salía de su boca. Sentía que
estaba en un lugar angelical, la pesadez en su cuerpo no existía y los
hematomas más profundos de su cuerpo seguían allí, sin embargo, ya no
dolían contra el más leve toque. El dolor en cada una de sus heridas solía
recordarle su realidad y lo que JungKook le haría si no le obedecía; y que ya
no sintiese una pizca de dolor lo hacía olvidar, algo que tranquilizaba todos
sus sentidos.
— ¿Qué hora es? — Pensó el Omega. Se sentó y su mirada fue directo hacia la
ventana, era obvio que era de día debido a que los rayos del sol molestaban a
sus adormilados ojos desde que los había abierto.
JiMin hizo el ademán de levantarse, pero de repente la puerta fue abierta con
agresividad, espantándolo. Vio a un enojado y ansioso SeokJin
SeokJin entrar a la
habitación. ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?!
—
sólo escuchaba a Jin parlotear mientras que éste sostenía sus hombros, ya
que no lograba entender a qué se refería el mayor. ¡Es la noticia más
—
sonada en todo Daegu el día de hoy! Las personas en el pueblo están felices,
nuestro líder por fin tendrá una pareja.
—
Ya son las once de la mañana pequeño. YoonGi dio una conferencia esta
mañana, dijo que presentaría a su pareja. SeokJin hizo que JiMin se
—
— No lo sé...
— ¿Reunión? —Preguntó.
— Sí, debes estar ahí junto con YoonGi cuando se presenten ante todos
como El Alfa Líder y su Omega. Tengo
Omega. Tengo que ponerte presentable. — Jin
rápidamente colocó frente a su vista un traje negro y uno azul marino,
ambos bastante elegantes y bonitos. —
¿Cuál prefieres para hoy?
— Te comportas como un sirviente... — Y ese era Park JiMin, un Omega joven
que odiaba poner a su persona por encima a la de los demás. Jin le vio con
reproche y JiMin evitó su mirada cabizbajo.
comparan este puesto como el de una madre sustituta, pero yo lo veo como
— Entonces no es nece-
— Pero, Interrumpió.
— — Debemos eliminar totalmente alguna imperfección
por más mínima que sea. Tu rostro se verá aún más suave y lucirás como un
ángel frente a la vista de los demás.
Tras un suspiro, a JiMin no le quedó otra opción más que aceptar. Evaluó con
detalle ambos trajes, haciéndose una imagen mental de cuál se vería mejor
en él. Su mano fue hasta el segundo traje, ese de color azul marino, casi
negro, con bordes blancos que se veía un poco más casual que el otro traje.
como si esa sensación pudiera gustarle del todo, pero era inevitable sentirse
de esa manera.
con sus grandes sonrisas que estaban satisfechos con su trabajo. JiMin se
sorprendió con su propio aspecto, para su vista, era extraño verse a si
JiMin supo que en ese momento, estuvo mucho más nervioso de lo que había
estado en toda su vida.
Catorce
Miedo y ansias. Aquel par de sensaciones eran las únicas que podía sentir en
el momento en que caminó junto con SeokJin al lugar donde la reunión sería
realizada. Una pequeña parte de él le susurraba que algo saldría mal, que
mentalizarte.
— No hay manera exacta y efectiva que nos diga cómo agradarle a una
manada entera, JiMin. —Respondió el más alto, caminando por toda esa
serie de pasillos con seguridad, tanto que parecía sabérselos de memoria. —
Cuando las gigantes rejas de hierro abrieron la entrada del jardín principal
de la mansión Min, guardias se aglomeraron junto a su persona, literalmente
cubriéndolo de la vista de los demás. Aunque intentaba no hacerlo, su
corazón se aceleró y sintió miedo; su lobo Omega chilló al estar entre tantos
Al lado de todo, yacía una puerta por la cual entraron. JiMin comenzó a sentir
que sus manos se congelaban, una de las señales que le advertían que sus
nervios estaban dominándole o carcomiéndole en ese justo instante.
—
Alfa Líder, aquí está su pareja. Nos aseguramos de traerlo a salvo como
usted nos ordenó. Avisó uno de los guardias, inclinándose en una
—
reverencia que fue imitada por los demás guardias restantes. JiMin ahora
tenía un debate interno entre si también inclinarse o no.
— Sí, señor. Dijeron a la vez. Los guardias salieron, al igual que las
—
Tan pronto como la puerta fue cerrada, JiMin suspiró, sentándose en el sofá.
podrían descubrirnos.
— ¿Jamás?
para la reunión. — Dijo una voz femenina, con respeto y suavidad en su tono.
Apartir de ese instante, JiMin sintió que todo sucedía en cámara lenta, su
respiración se cortó y su corazón bombeó pausado, pero con fuerza. YoonGi
se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta, girando la perilla para abrir
ésta. JiMin se quedó ahí sentado, ya que no podía ni lograba calmarse. Se
YoonGi tomó asiento en su silla, la cual estaba en medio de todas las demás.
JiMin se sentó a su lado con la cabeza gacha, y el Omega suspiró aliviado,
escondiendo en su regazo sus temblorosas manos.
— Ya todos deben saber el motivo por el cual estoy realizando esta reunión
—
pública, por lo tanto, seré breve y preciso. Comenzó a decir YoonGi. Por
primera vez, JiMin subió su mirada, encontrándose con cientos de ojos
observándole con atención. — Como la manada que juré cuidar y proteger
hace cinco años luego de que mi padre no pudiese defender nuestros
territorios debido a su vejez, decidí llevar a cabo esta reunión. He sido
testigo de las uniones entre Alfas y Omegas, e incluso entre Betas. También
estoy a la disposición de defender Daegu con mi vida, por el bien de nuestros
Omegas y cachorros. Por ello, quiero darles el honor de presentarles a una
persona muy especial para mí; mi Omega, quien estará a mi lado hasta y
después de que mi liderazgo termine. Él es Park JiMin, mi pareja.
Quince
FlashBack
— —
mente, estar a cargo de una manada tan grande es un peso que consume mi
energía.
— Sí, Alfa. Concedió el centinela. Dio la vuelta sobre sus talones y caminó
—
Tan ordenado como siempre lo fue, dobló su ropa y la dejó allí, convocando a
su lobo para emerger. Era notable la desesperación de su animal por salir,
hace meses no se transformaba. Su piel pálida desapareció, su cuerpo
sus patas al andar; ese sonido creaba un efecto relajante en YoonGi. Aquello
era lo que necesitaba desde hace meses.
Los alaridos del pequeño lobo blanco fueron volviéndose más débiles cada
vez que se acercaba, y para cuando estuvo al lado del lobo Omega, éste cedió
ante el dolor y la pérdida de sangre.
¿Qué hacía solo en un bosque? ¿Dónde estaba el Alfa del chico? ¿Por qué no
le ayudaba?
La tarea de un Alfa era cuidar con garras y dientes a sus Omegas, no dejarlos
en medio de un bosque desangrándose. Su vista fue hacia el cuello del chico,
su Alfa debería venir pronto puesto a que mediante el lazo podría sentir el
Con el constante pensamiento de actuar rápido para salvar la vida del chico
de regordetes mofletes, aulló. Aquel fue un aullido tan fuerte y claro que
fácilmente logró recorrer una gran extensión del bosque. Con esto, llamó a
sus centinelas que ya debían estar en camino.
Un Omega más y uno menos no hacía cambiar el rumbo de las cosas. Ese
chico de mejillas abultadas y gruesos labios no afectaría su vida, YoonGi
solamente le ayudaría y después dejaría que el chico hiciese lo que quisiera.
.
.
.
Dieciséis
Uno de los tantos presentes se puso de pie también, pero no dijo nada hasta
que el Alfa Líder le miró, otorgándole el permiso para hablar. Disculpe mi
—
señor, está bien que este chico sea su pareja, pero todos en la manada
deseábamos a una hermosa Omega como su compañera.
amaban y sus lobos se habían elegido, ¿Por qué no podrían ustedes hacerme
el mismo favor a mí?
— Lo siento líder, lo que mi padre quiso decir es que la manada creyó que
usted tenía inclinación por las mujeres y... La chica intentó dispersar el
—
de tema tan radical que YoonGi había hecho. Ignoró y desplazó su mirada
lejos del anciano y a su hija con tanta simpleza, que parecía que esos dos no
habían preguntado nada anteriormente.
— Usted y el resto del Alto Mando me pidió emparejarme. Eso hice y no hay
nada más que discutir al respecto. —Sentenció, sin embargo, el hombre no
estaba dispuesto a concluir de esa forma.
— Mire al chico, no dice nada y sólo baja la cabeza. La pareja del líder no
debería ser de esa forma. —El hombre sonrió agriamente. — ¿Acaso estaba
desesperado y eso fue
fue lo único que encontró, Alfa Min?
— —
Muchas gracias HoSeok. Murmuró YoonGi. Nadie quiso decir algo más,
la gran mayoría dispuestos apoyar a su líder con sus decisiones antes de ser
expulsados de la manada.
. . .
— Déjame solo. Dijo, limpiando sus lágrimas con tanta fuerza que temió
—
— ¿Cómo puedes decir que estás bien? — Jin se sentó a su lado, sin embargo,
JiMin se alejó un poco de él, ladeando su cabeza para que no viera su rostro
sonrosado y cubierto de lágrimas saladas. —
Fue por lo que dijo BonHwa
¿Cierto?
Consciente de que JiMin no diría nada, SeokJin no dijo nada más y salió de la
habitación, dejando al menor mirando la ventana como si no hubiese nada
más interesante que ver. El problema no
no eran los cachorros, ya que eso, a
pesar de lo que la manada creía, no lo correspondía a él. Luego de que todo
llegara a su fin y él regresara Busan, seguramente llegaría esa Omega
hembra que toda la manada deseaba para su líder.
El problema no
no era ser juzgado por la manada. El problema no
no era lo que
esperaban de él. El verdadero problema era que todas esas personas ahora
confiaban en él cuando, al igual que ese tal BonHwa había dicho, YoonGi
estaba desesperado y lo había elegido como un recurso para salvarse de un
matrimonio arreglado por el Alto Mando; se sentía un objeto interesante que
fue encontrado dentro de la mismísima basura.
.
.
.
Diecisiete
— Muchas gracias por venir el día de hoy, mi señor. —Todos los que estaban
allí presentes hicieron una reverencia, demostrando respeto y un gran
agradecimiento hacia YoonGi. — ¿Desean algo de tomar? — Preguntó el
hombre, dirigiéndose también al cuerpo del Omega que permanecía
cabizbajo al lado del Alfa de tez pálida, dando la impresión de que se
sostenía del brazo del mayor para no caer.
— Por supuesto líder, por aquí. Le dijo la Beta. La simpática mujer los
—
JiMin fue el primero en entrar, siendo seguido por YoonGi. Ya era de noche,
habían estado ya dos días en las zonas cercanas a los límites de Daegu
debido a que se presentaron avistamientos de lobos intrusos merodeando
por el lugar. Los guardianes, que fácilmente podían ser sinónimos de lo que
los humanos llamaban oficiales de policía, se encargaron de las violaciones a
las fronteras por un tiempo manteniendo informados a YoonGi y a HoSeok,
pero después de que aquello empeorara, llegando incluso a un intento de
robo, fue hora de que los hermanos Min intervinieran directamente.
¿Qué te pasa?
— ¿Cómo que qué me pasa? — Murmuró, su voz se oía quebradiza y dolida,
tal vez por el tiempo que duró en completo silencio. YoonGi se sentó junto a
JiMin pero estando un poco distanciado, evitando cualquier incomodez por
parte de ambos. — No entiendo de qué hablas.
YoonGi soltó una pequeña risa totalmente llena de ironía. — Claro, eso es
muy convincente, voy a creérmelo.
— Ven aquí JiMin. —Dijo por sobre su hombro. El Omega a paso lento caminó
hasta él, haciéndole un silenciosa interrogante de por qué tan inesperada
petición. Daremos un paseo.
—
. . .
— Supongo que estás así porque esta situación te causa de una u otra forma
presión o estrés, por eso decidí traerte. — Los ojos de JiMin se llenaron de
incredulidad, parpadeando varias veces seguidas. — A mi me pasaba muy
seguido cuando comencé a liderar esta manada, fue muy difícil
acostumbrarme a tal responsabilidad.
Por ello, JiMin jamás le temió a la noche. Si era verdad que muchos más
acontecimientos ocurrían a esas horas donde las sombras podían ser un fácil
escondite para la maldad, pero la noche pura, donde sólo eran la Luna y las
estrellas alumbrando con su fina luz plateada cada lugar, era
asombrosamente magnífico. JiMin dejó salir un suspiro, tal vez decir la
— Su primera esposa era una mujer tan perfecta y sensual que esa fue su
principal razón para casarse con ella. Para él, esa Omega era su trofeo;
aunque terminó arrepintiéndose de haber aceptado a esa hembra como su
esposa años después. Su lobo nunca se mezcló a ella, para su suerte. —
Relató el pálido.
Cuando un lobo deseaba mezclar su alma con otro, pero era rechazado, las
consecuencias eran en magnitud catastróficas. Los más ancianos decían que
hasta la muerte era inevitable, pero varios pudieron superar el rechazo
luego de décadas. Esto era algo casi único que se veía mayormente entre los
comunes de clase media y clase baja.
JiMin rió por primera vez en aquella semana, diciendo en un tono divertido:
— Siempre sabes qué decir ¿Cierto?
— Eso espero.
.
.
.
Dieciocho
JiMin abrió su boca, queriendo gritarle al doctor que dejase de mentir, pero
JungKook se le adelantó. — Muchas gracias, doctor. Váyase, ahora.
Muchas ahora.
ojos estaban perdidos en un mismo lugar. Una lágrima surgió al igual que un
jadeo de dolor, no podía asimilarlo. Su respiración era rápida y entrecortada
al momento de sentarse sobre la cama, sabiendo que si permanecía de pie
— —
. . .
pulcra cabaña que los habitantes de Daegu les habían otorgado a YoonGi y a
él para descansar correctamente esa noche. Encontró una fina sábana de
seda blanca cubriendo su cuerpo, sábana que no recordaba haberse puesto
al quedarse dormido.
saber que durante aquel sueño — que más parecía ser una pesadilla
atormentándolo constantemente había llorado.
—
¿Por qué llorar de nuevo? ¿Por qué ser débil tenía que ser parte de su
naturaleza? Extrañaba su infancia llena de felicidad, a pesar de que durante
esta etapa su mayor deseo fue crecer. Al menos, esta vez, había despertado
tranquilo; a veces cuando esa espantosa pesadilla revivía sus tristes y
dolorosos recuerdos, despertaba bastante asustado, buscando protección de
algo o alguien hasta que se percataba de que todo era producto de su mente
y poco a poco se calmaba él mismo, ya que JungKook lo ignoraba cuando
tenía miedo.
ventana. Ya era de día, sin embargo, estaba oscuro debido a las nubes
grisáceas que decoraban el cielo. No quería ver a YoonGi, él era fácil de
convencer si lo observaban de esa manera, terminaría contando lo que soñó
y prefería mantener su pasado en secreto. JiMin detectó el ligero cambio en
el aroma del Alfa, YoonGi estaba molesto por sus pequeñas mentiras. — Hey,
no te molestes. Dije la verdad.
. . .
Murmuró.
Amaba a JungKook, confiaba en él y quería creer que tal vez toda esta
discusión había sido un simple error. Dispuesto a complacer
com placer a su Alfa, firmó
el documento sin leer ni pedir explicaciones. Jeon sonrió satisfecho,
observando a TaeHyung complacido.
.
.
.
Diecinueve
— JiMin... — Dijo YoonGi con ese tono autoritario que tanto le molestaba al
— ¿Eso es todo lo que tienes, Líder? — Inquirió, con sus ojos aún totalmente
cerrados y con una pequeña sonrisita en sus abultados labios. — Es tu culpa
por mantenerme despierto hasta medianoche.
la boca manchada de comida. Es mal visto, y más si eres la "pareja" del líder.
YoonGi miró por breves segundos el ceño fruncido de JiMin, suspirando
Al terminar de lavar sus dientes, volvió nuevamente a la cama, pero esta vez
sólo para sentarse mientras veía con atención al pelioscuro, quien se
encontraba sentado cerca de la ventana escribiendo quién sabe qué. —
— Ayer me diste una clase sobre modales. Hoy quiero mi clase para entender
más cosas sobre la manada unificada de Daegu. — JiMin abrazó una
almohada y permaneció ahí, atento a cualquier gesto por parte de Min. Ya
—
firmarlos.
— ¿Qué hacen cuando la Luna Roja , aparece? Se quedan en casa o...-
— Las reglas dicen que nadie debe salir de sus hogares. Los niños tienen que
ser obligatoriamente separados de sus padres por esa noche, son cuidados
por Betas debido a que a ellos no les afecta la Luna Roja.
Roja. YoonGi subió la
—
— No, no puedes.
—
Tal vez porque esperaban que te dirigieras con respeto hacia mí, mocoso.
— JiMin le miró mal. Sólo estoy diciendo a verdad. Para todos en este
—
mi anillo, cierto?
— Lo dejé por ahí. — El menor miró asustado al de piel pálida. — ¿Por qué te
preocupa tanto?
— Bien, creo que eso es todo por hoy. —JiMin lanzó por los aires la almohada
que estuvo abrazando durante todo el interrogatorio, dejándola tirada por
cualquier lugar del colchón. — ¿Para qué me hiciste despertar tan temprano
en un principio, YoonGi? Está nublado, quiero seguir durmiendo.
— Yo también desearía hacerlo, pero al igual que tú, tengo cosas que hacer.
— ¿Yo tengo que hacer algo? — El Alfa asintió. ¡Eso no era parte del trato!
—
Desde niño, uno de sus sueños fue leer esos dos libros. Su madre siempre lo
leía, por lo que consideraba que debía ser muy bueno. Sin embargo, con el
pasar de los años, sólo podía fruncir el ceño y arrugar su nariz cuando no
Toda su vida JiMin ocultó el hecho de sólo saber lo básico, pero fue obvio
cuando YoonGi lo encontró viendo fijamente el libro, intentando pronunciar
una palabra que jamás en su vida había escuchado.
reverencia.
.
.
.
Veinte
anunciara el regreso de un supuesto Alfa. JiMin miró a YoonGi, pero éste sólo
permanecía callado al igual que el centinela. Un nudo se formó en su
garganta ¿Alfa traído de Busan? ¿Muchas cosas que contar? ¿Qué estaba
sucediendo?
centinela, de raza Beta, tan erguido y recto como podía, dio un paso al frente.
— Está abajo, líder. Las sirvientas están atendiéndolo ahora mismo. — Con un
poco de temor, el centinela agregó: — Está agotado. Dijo que después de
espiar a Jeon, un lobo desconocido luchó con él. Tuvo suerte de ganar y ser
auxiliado por una familia cercana.
ante él. —
¿Vino por mí?... Con esa pregunta, la voz de JiMin se quebró.
—
— Deje de decirme así, el robo de tu pastel sólo fue un desliz. —JiMin miró al
Alfa con ojos de cachorro regañado. — Tenía hambre y ese postre estaba allí,
susurrándome "cómeme, soy delicioso". — El Omega rió débilmente,
sintiéndose mejor al estar calmado. — Cuando dije que regresaría a Busan...
Nunca dije que volvería con JungKook.
cuerpo fue por la pregunta hecha o por la voz grave que le preguntaba. —
. . .
— Ya estoy aquí, puedes decírmelo ahora. Sabes que no soy tolerante con las
personas que no van al grano. — Espetó.
— Hola, soy...-
Pero fue hace unos cinco días que noté un cambio en la rutina general de
Jeon. Primero, se presentaron un hombre y una mujer regularmente en la
casa.
— Sí, después de unos dos días supe que eran sus padres. En un principio
creí que sería una de esas
es as típicas visitas hechas por cariñosos y preocupados
padres, pero eso cambió cuando a través de la ventana los vi hablando
mientras leían unos documentos de los cuales desconozco su contenido. No
se veía como una visita familiar feliz, me percaté de ello al verlos tan serios.
Aparte ¿Quién hace esas cosas con sus hijos a medianoche?
nervioso.
— Esta es la cereza del pastel, Min. —El simpático Alfa que no había parado
de bromear al principio, ahora permanecía serio. — En mi último día
vigilándolos, vi como Jeon contraía matrimonio con un Omega y éste lo
aceptaba frente a los padres de JungKook.
JiMin sintió que por un segundo, su corazón dejó de latir. En ese momento,
todo, absolutamente todo, su mente y sus pensamientos, se quedaron en
blanco.
«Te odio, Jeon JungKook»
Antes de que preguntaran, JiMin se puso de pie y sin decir una sóla palabra
corrió fuera del despacho. Escuchó a YoonGi llamarlo, pero JiMin lo ignoró.
No iba a llorar otra vez, JungKook no merecía sus lágrimas.
Por primera vez en su vida sintió la ira correr como fuego ardiente por sus
venas, corriendo por los pasillos, sin importarle las curiosas y confundidas
miradas de sirvientas y guardias... Sólo una cosa rondaba por su mente en
ese instante.
Abrió molesto la puerta de cristal que daba hacia el balcón. JiMin observó la
traiciones y dolor para mí, hazme morir! Gritaba, con todo lo que sus
—
Dejó que sus lágrimas fluyeran, esta vez, sólo para aliviar su corazón y dejar
salir todo lo que hasta ese momento tuvo que callar. Ya había aprendido la
lección.
.
.
.
Veintiuno
¿Qué tanto daño le hicieron? ¿qué era lo que tanto le atormentaba? ¿por qué
tenía tanto miedo? Nunca había visto a alguien reaccionar de esa manera
ante la mención de un apellido y mucho menos que el lobo estuviese tan
aterrado como para descontrolar la parte humana. JiMin estaba ocultando
algo, pero no podía llegar y preguntarle simplemente.
Buscó con la mirada al Omega por toda la habitación, sin embargo, no pudo
encontrarlo. Descolocado, YoonGi entró por completo y luego se acercó a la
puerta del balcón; estaba abierta, aparte de que desde ahí provenían unos
sollozos. YoonGi vio a JiMin llorar en silencio, sentado de
d e rodillas en el piso
de frías baldosas.
desaparecido.
desaparecido.
— Confié en él toda mi vida.
Confié — Murmuró JiMin, enfocando su vista en el suelo
del balcón. — ¿Por qué hizo eso? Él sabía que yo lo quería...
casarme de nuevo.
— Tal vez así sea en Daegu, pero en Busan eso es un terrorífico suceso. —
que se iría a dormir, él debía ir al baño, no porque quisiera darse una ducha
como ahora lo hacía, sino porque le daba a JiMin la privacidad de quitarse las
vestimentas con las que salía al público y colocarse algo más apropiado para
dormir cómodamente.
Eran pequeños detalles con los que a penas podían conseguir convivir el uno
al otro. YoonGi era una buena persona, no lo odiaba, pero no llegaba a saber
lo suficiente de él como para hacerlo más que un conocido frente a sus ojos.
Sólo lograban ser dos desconocidos que convivían e intentaban llevarse bien.
Las lágrimas que habían salido de sus ojos anteriormente yacían secas en
sus mejillas. JiMin suspiró y cerró sus párpados, dejándose llevar por el
cansancio que le consumía.
. . .
mientras que tomaba entre sus brazos a JiMin, quien sólo contaba con cinco
años de edad. Mamá te enseñará a leer.
Mamá
— leer.
— Sí, un lindo Omega como tú debe leer y escribir para sorprender a los
Sí,
demás. JiMin vio una gran variedad de esas
— e sas cosas cuadradas con hojas que
según lo que su madre le explicó días atrás, eran libros.
libros.
comprendido. —
Ven, elegí un libro con muchos dibujos, como a ti te gustan.
gustan.
Ese día JiMin aprendió las vocales y cómo escribirlas, la forma de la caligrafía
de su madre le parecía muy linda. Eran cuadros y rayitas con círculos; JiMin
intentó hacerlas tan bonitas como su progenitora, pero fallaba y terminaba
escribiendo algo poco entendible, un poco chueco y para la molestia del
pequeño Park, la punta de su lápiz se partió más de dos veces por afincarlo
demasiado.
demasiado.
Su madre le consoló diciéndole que para ser la primera vez, había hecho un
excelente trabajo. JiMin confundió bastantes veces la O y la U, por lo que
todo ese día se fue sólo en vocales.
vocales.
ambos ansiosos por jugar. En la vida de los cachorros, esa era la única
diversión, corriendo y ensuciándose tanto en sus formas humanas como en
sus pequeñas y adorables formas lobunas.
lobunas.
que no es necesario que los Omegas aprendan eso, pero aún no sé por qué.
qué.
— ¡Eso es impresionante!
¡Eso — Concedió el otro niño.
Concedió Pero... ¿Cuál es la
Pero...
—
Veintidós
— Hemos terminado por hoy. — Jin sonrió y a su vez, JiMin también lo hizo.
El mediodía ya era presente, por lo que la pequeña clase se dio por
terminada de inmediato. —Te llevaré pronto el almuerzo, ve a descansar por
mientras.
Su ánimo era tanto que se tomó el valor de dejar de lado su timidez y saludó
a un par de sirvientas, quienes sonrieron y realizaron sus respectivas
reverencias al «Omega del Líder» . Mientras caminaba, una pequeña sonrisa
— ¡Ya puedo leer un poema completo! — El menor buscó con rapidez la otra
hoja de papel, desdoblándola y dejando ver un corto poema allí escrito. JiMin
hizo una pausa pequeña, carraspeando su garganta con elegancia. Hay —
amores que duran toda una vida y son olvidables. Hay otros que duran un
corto periodo y jamás se olvidan, ¿cuál es más real? ¿El evocado como un
sueño breve, pero curiosamente duradero, o aquel al que permanecimos
aferrados una vida y apenas dejó huella? ¿Son tan sólo espejismos acordes
con las estaciones del año? A través de cuatro historias, conocemos el sentir
más profundo de diversos personajes desencantados. Aunque la muerte es el
destino de todos los seres vivos, sólo los humanos, conscientes del miedo y
su desgracia, se aferran con desesperación a sueños de felicidad.
felicidad.
interactuando; una sonrisa que mostraba sus rosadas encías. La gran mano
pálida se posó en su cabeza, acariciándola como felicitación. Como un padre
lo haría cuando su hijo lo enorgullecía.
JiMin supuso que como el líder de una inmensa manada, mantener la calma
en situaciones, o al menos ocultar lo que sentía, era parte de su día a día; al
Alfa de piel blanquecina no le tembló la voz en ningún momento, en realidad,
era poco perceptible la tensión en su cuerpo. Su rostro y facciones seguía
lo había sido. No era extraño para HoSeok que YoonGi fuese así, ya lo conocía
perfectamente.
Y tal como dijo YoonGi, en unas horas estuvieron en camino a aquella zona.
Como la supuesta pareja del líder, su deber era estar a su lado en todo
momento, fuera a donde fuera. El trayecto fue un poco corto debido a que la
zona donde lo citaban se localizaba en la sector central de la manada, lugar
cercano a donde se establecía la enorme mansión de la familia Min. SeokJin
se había encargado de vestirlo, dándole ropas que combinaran con el
atuendo de YoonGi por más que JiMin se hubiese negado.
Eran los comunes trajes de dos piezas, pero de color crema con distinta
tonalidad; el de JiMin era de un color crema que se acercaba a blanco, con
pequeños bordados dorados y el emblema de Daegu, sólo que más pequeño.
Mientras que el que YoonGi portaba era de color crema un toque más oscuro
y el emblema siendo un poco más grande. La forma en la que iban
combinados era única, y a JiMin le avergonzaba minúsculo detalle.
detalle.
Una Omega despeinada fue quien los recibió, luciendo muy cansada y por
esa razón, les pidió una disculpa. Una pequeña cachorra hizo aparición,
colocándose a un lado de la mujer y tal como ella le ordenó, la niña sonrió e
hizo una pequeña reverencia hacia YoonGi y JiMin.
Ser padre o madre se trataba de dar el visto bueno de las cosas, hacer que
sus bebés nunca perdieran la esperanza, dar lo que sea, incluso mentir y
decir que todo mejoraría sólo para ver la inocente sonrisa de sus cachorros
iluminar una atmósfera decaída, triste y melancólica en segundos. A medida
que fue creciendo, JiMin se percató de ello.
La Omega le susurró algo a la niña y ésta asintió enérgica. Con una sonrisa se
despidió de ambos, dejando una rara sensación en JiMin.
— YoonGi, tenemos que irnos. Ahora. — Dijo, sintiendo como sus manos
comenzaban a temblar involuntariamente.
.
.
.
Veintitrés
— Lo sé bebé.
Lo — Ella sonrió, besando la frente de su pequeño hijo Omega.
Ella —
Y entonces, su madre le entregó un grueso libro; ese que ella siempre estaba
leyendo.
leyendo.
. . .
— ¿Quién está aquí? —YoonGi tomó por los hombros a JiMin haciendo que
éste lo mirase, evitando que se diera la vuelta y se fuera como así lo quería.
— Pero señor Min, a eso he venido. —La risa de Jeon se escuchó. — JiMin no
le pertenece a usted, he hablado con un par de ministros del Alto Mando que
son cercanos a mí, ese Omega detrás suyo es un juguete que debe devolver.
. . .
— Nada...
— ¡Sé que te hicieron algo, JiMin! Deja de mentir por una vez en tu vida. —
Gruñó.
—
Soy un Omega. —
Contestó.
— ¿Y eso qué tiene que ver? ¿qué pasa con ser Omega?
Y en ese momento, JiMin recordó. YoonGi tuvo todas las de ganar en una
pelea con el padre de JungKook, sin embargo, se limitó a sólo obligarlo a irse
con su Voz de Mando. Pero él...
él...
— —
Sin embargo, él era el mayor. De los dos herederos, fue él quien heredó el
gen de su padre para ser Alfa Líder, a pesar de que HoSeok seguía siendo
Alfa. Por más que se negó fue ascendido a líder y ahora, años después, se
alegraba de que sus padres lo hubiesen obligado, al igual que las leyes.
— Lo siento, debí haber hecho algo cuando el padre de JungKook apareció. —
agenda está libre por dos días, ¿hay algo que quieras hacer? —Preguntó,
queriendo alejar los malos sentimientos que invadían la mente de JiMin, asi
tal vez se sentiría mejor.
.
.
.
Veinticuatro
— Por favor YoonGi hyung. — decía JiMin con voz cantarina, sabiendo que
aquello molestaba al mayor. Iba de un lado a otro, siguiendo a YoonGi a
donde sea que éste fuera al intentar escapar de él. —Por favor, por favor, por
favo-
— ¡Mentira! Ayer dijiste que hoy y mañana estarías libre de tus obligaciones
aburridas como líder. Por favor, hazlo por JiMinnie. — los labios gruesos y
rosados del Omega se curvaron en un puchero, sobresaltando su labio
inferior. Sus ojos parecieron cristalizarse con un brillo tierno y suplicante. —
Sólo un ratito.
cumplir con su cometido. No había sido para nada fácil convencer al pálido,
éste sorprendetemente sobrevivió a más de cinco veces consecutivas sus
pucheros que según SeokJin eran realmente adorables. — ¡Vamos! Camina
más rápido YoonGi.
El mayor sólo atinó a acariciar su cien, le alegraba que JiMin estuviese más
animado, pero lo desesperado que estaba el Omega por hacer emerger a su
lobo después de tanto tiempo terminaba por desesperarlo a él también.
JiMin bajó las escaleras con rapidez, bajando de entre dos escalones; por su
parte, YoonGi bajaba cada uno de ellos como lo hacía normalmente, sin
apuro alguno. En el trayecto se encontraron con una escena divertida,
tratándose de SeokJin regañando a HoSeok por haber metido el dedo en la
dulce mezcla para postres que estaba batiendo. Decidieron evitarla, riéndose
de que el respetado Segundo al Mando viese a su primo Omega con cara de
cachorrito regañado.
SeokJin era un buen hombre de gran corazón, pero también uno muy
estricto y regañón.
— Bien, haz lo que tengas que hacer. dijo YoonGi, no obstante, JiMin agitó
—
...
Y aquello iba a ser cumplido de no ser porque al caer sobre el pesado cuerpo
del lobo Alfa éste hubiese dado al menos una mínima señal de susto o
impresión. Al contrario de lo que JiMin quería, Min ni siquiera se exaltó al
sentirlo sobre su lomo; desde el momento en que se recostó para hacer un
intento de descansar supo que el Omega haría algo así.
Los juegos entre ambos lobos al comienzo del bosque, justo donde
terminaba el jardín de la mansión, no eran algo que haría una común pareja
de alta posición como ellos se suponen lo eran, pero seguía siendo tan
adorable de ver que ni siquiera los reprendería por ensuciarse así.
— Tenemos que irnos. — ordenó SeokJin, empujando a su primo. HoSeok iba
a preguntar pero el Omega fue más rápido. — Tú tienes cosas que hacer, yo
también y además sabes que tu hermano mayor necesita privacidad. —dijo,
con un obvio doble sentido en su oración.
.
.
Ve i n t i c i n c o
.
— —
¡Hyung! ¡no sea tramposo! dijo JiMin. Ahora que ambos estaban en sus
formas de lobo, podían comunicarse. Alguien en su cuerpo humano sólo
entendería ladridos y chillidos provenir de ellos, pero ellos sí podían
entenderse completamente. — ¡Eso no es justo!
— Claro que es justo, no seas llorón. — JiMin se quejaba debido a que durante
JiMin
su juego de mordidas, el ganador era quien lograba derribar al otro. Ya iban
más de ocho rondas, todas ganadas por el mayor. JiMin no podía hacer caer a
ese enorme lobo por más que quisiera.
— No soy una cama JiMin. — reprendió YoonGi, pero no fue obedecido por
reprendió
JiMin. Éste, simplemente como tratándose de un acto de provocación, se
acurrucó más en su pelaje negro. JiMin...
JiMin... dijo, intentando ser paciente.
— —
— Deje de quejarse hyung, sólo quiero dormir. — el Alfa creyó que ese pedido
por parte del menor se trataba de otro juego extraño para molestarlo e
intentar sacarlo de quicio. Pero, al notar que JiMin siquiera se movía y
respiraba pacíficamente, se percató de que no era así.
Sabía las bases de la historia, no lo demás. Intentó hacer que JiMin hablara
con él, que le contara las cosas para poder brindarle ayuda, pero el Omega se
había negado y él no era nadie para obligarlo a hablar.
Sentía la pausada respiración de JiMin y su ligero peso sobre él, tranquilo y
al parecer durmiéndose lentamente. Lo habían criado con la creencia de
respetar a los Omegas, ya que estos eran sumamente importantes y que sin
ellos, los Alfas no serían nada; cuidar a esos seres frágiles pero a su vez
fuertes debía ser un deber aunque no fuesen ni su pareja ni un familiar.
haría saber que su vida podía mejorar únicamente con palabras y así, de esa
manera, JiMin podría regresar a Busan con un nuevo ideal de sí mismo, y
podría buscar la felicidad en otro Alfa o hasta Beta en su verdadera manada
que lo respetase.
Ambos tomarían diferentes caminos cuando todo esto de fingir ser pareja
culminara. Dudaba bastante volver a ver al Omega después de que se fuera a
Busan otra vez.
Min estuvo apunto de dormirse de no ser por el crujido de una rama que
llegó a sus oídos. Levantó su cabeza de inmediato, observando sus
alrededores al buscar la procedencia de aquel sonido. Escuchaba cada vez
más cerca unas pisadas, y fue instantáneo su gruñido al detectar el aroma de
un lobo desconocido.
JiMin despertó, a penas podiendo abrir sus ojos, somnoliento. Pasaron unos
cuantos minutos cuando pudo percatarse de la manera en que YoonGi lo
llevaba. En definitiva, sabía que si hubiera estado en su forma humana, no
existiría manera disimular el sonrojo en sus mejillas.
— Vine antes, como podrá ver. Estaba hablando con HoSeok hyung sobre lo
que investigué durante estas dos semanas. — YoonGi se mantuvo en silencio
y «Kim» lo tomó como un pase a que siguiera contando sus descubrimientos.
— El Omega al que JungKook le pidió matrimonio ya ha sido marcado por lo
que supongo que ya han mantenido relaciones sexuales.
YoonGi suspiró, la situación con los Jeon cada vez se tornaba más difícil.
Existían un algo en esa familia no le causaba una buena impresión.
— Sí, señor Min. El nombre de ese Omega es Kim TaeHyung. — YoonGi tomó
su asiento en la cabeza de la extensa mesa de reuniones, con su completa
atención en lo que Kim le decía. — En un principio se veía bastante feliz con
su marca y compromiso. Sin embargo, hace un par de días se mostró más
decaído y distante.
— ¿Has visto algún golpe o señal de maltrato sobre él? — cuestionó. HoSeok
por su parte sólo permanecía callado, escuchando la conversación en
silencio.
— No he visto nada. —el Alfa soltó un suspiro. —Ese Omega es hijo de los
Kim, una familia bastante conocida en varias manadas de Busan. Hace unos
días su padre fue asesinado mientras que asistía a una fiesta en la Gran Seúl.
El asesino no dejó rastros, es muy claro que ese es uno de los factores
causantes de su tristeza.
— Me parece bien.
Sin nada más de qué hablar, YoonGi abandonó la sala de reuniones con
HoSeok siguiéndolo, y al cerrar la puerta ambos hermanos caminaron por
los pasillos sin decirse ninguna palabra. No obstante, eso fue hasta que
subieron las escaleras en dirección a los dormitorios de la familia Min; debía
— Esta mañana capté a otro Alfa Líder rondando por la zona, no pude hacer
nada ya que JiMin estaba ahí, sería presa fácil. comenzó a decir el pálido.
—
.
.
.
Veintiséis
— ¿Qué sucedió? — preguntó JiMin preocupado. Sabía que algo no muy grato
había sucedido mientras que él tomaba una siesta como un cachorrito. —
— No roncaste ni nada parecido. — YoonGi soltó una sutil risa, divertido con
las ocurrecias de JiMin. Se sentó en la cama junto al preocupado Omega que
seguía insistiendo, pidiendo perdón sin motivo alguno. —Ya cálmate, no has
hecho nada malo.
— No estoy enojado, sólo tenía asuntos que atender. — le tranquilizó con una
sonrisa que sólo curvó sus labios. Vio a JiMin asentir, menos preocupado. —
JiMin frunció el ceño disgustado, ¿dónde habían quedado sus dos días de
descanso? Será mañana y lamento decirte que no podemos negarnos.
—
— Lamentablemente para ti, no. —el Omega gruñó bajito al escuchar aquello.
— La reunión será mañana por la noche, puedes descansar tranquilo por
ahora.
— Es lo normal, pero allí estará SeokJin. Si quieres puedes irte con él a penas
te aburras. — le respondió.
Pasó un rato y el Omega aún no podía conciliar el sueño, sin importar cuánto
cambiase de posición o cuántas ovejas contara. Todo sería más fácil si en vez
de una mansión fuese una casa común y corriente, donde podía bajar sólo un
par de escaleras para llegar a la cocina y tomar un poco de agua. Pero allí era
distinto, si deseaba ir a la cocina debía atravesar muchos pasillos, luego
bajar las enormes escaleras e inventarse una excusa para cualquier guardia
o sirvienta que le preguntara qué hacía solo a altas horas de la noche sin su
pareja u Omega Cría.
que jamás creyó probar, que le dieran ropas elegantes y cómodas... Incluso le
sorprendía cuando ChaeRin, compañera de trabajo de SeokJin, lo maquillaba.
No tenía idea de qué hacía la chica para maquillarlo de una manera tan
sencilla y bonita que resaltase facciones atractivas, seductoras e inocentes
en su rostro que nunca habría pensado tener.
. . .
— Aún no me has contado por qué actuaste así mientras yo dormía. — decía
JiMin, caminando junto a YoonGi e intentando ignorar la vergüenza hacia sí
mismo al observar como al pasar, las personas, desde niños a ancianos,
bajaban sus cabezas en dirección a ellos mostrando respeto.
— Mientras dormías pude sentir a otro Alfa Líder cerca. — JiMin le miró
descolocado. — Estabas ahí, así que no pude hacerme cargo como debería.
territorio era una total señal de amenaza. Esta clase de Alfas siempre se
encontraban frente al liderazgo de una manada, pero sin embargo, si ésta no
era la situación, se trataba de un Alfa que había sido expulsado de su puesto,
ya sea por traición, violación de las leyes o por cualquier otra falta cometida.
La necesidad de un Alfa del tipo líder era proteger una manada y tener un
territorio; cuando eran expulsados todo esto se le era arrebatado, lo que
causaba un gran quiebre en su orgullo. Se desesperaban por encontrar un
nuevo territorio, al punto de llegar a la fina línea entre la cordura y la locura.
Que se haya aparecido uno de estos "solitarios" en su territorio era una
provocación, invitándolo a luchar por el liderazgo de la Manada de Daegu.
— ¡YoonGi! ¡Mi bebé! — gritó de la nada una mujer con un largo y precioso
vestido negro, empujando sin reparos a las personas que le impedían su
camino. Cuánto has crecido mi pequeño.
— — la Omega apretó las pálidas
mejillas, y JiMin no pudo reprimir una pequeña risa ahogada.
— Madre, detente por favor. — la pelinegra lo soltó, aún con una sonrisa en
su rostro.
— En la boca de todos sólo está que Min YoonGi y su Omega no parecen ser
una pareja real. — aquellas palabras tensaron a ambos, por lo que sólo
intercambiaron miradas. — Quiero verlos, demuestrenle a todos que ustedes
sí se aman.
Cuando los labios del mayor fueron separándose de los suyos con lentitud,
JiMin se obligó a abrir sus ojos. Unos inesperados aplausos por parte de los
invitados se escucharon, mientras que la señora Min saltaba sobre su hijo
diciéndole incontables cosas a la vez y que el Omega de labios abultados no
podía procesar. JiMin simplemente no oía lo que sucedía a su alrededor.
que iría al baño. Entonces, al salir del campo de visión de todas esas
personas, corrió, encerrándose en el costoso baño que por suerte estaba
vacío.
¿Por qué seguía sintiéndose de esa manera? Tan indefenso y con su corazón
latiendo acelerado y fuertemente. No lo entendía .
.
.
.
Veintisiete
Lavó sus manos sólo por necesitar durar más tiempo allí adentro, secándolas
con lentitud; necesitaba descansar de todo esto, pero estaba en deuda con
YoonGi. Tal vez de no ser porque el pálido lo hubiese salvado de una muerte
lenta provocada por la hemorragia en la herida que JungKook había hecho o
por una infección de la misma, no hubiera aceptado ser parte de esta farsa.
Desde que supo sobre el acto de caridad del Alfa para salvarlo, sintió que
estaba en deuda con él.
viéndose como una pareja común y tranquila. — Solamente lo veo salir más
seguido.
— ¿Te ha descuidado? —inquirió. Un Omega Cría jamás debía descuidar al o
a la Omega a su cargo.
— No, para nada hyung. — JiMin sonrió. — De hecho parece estar feliz, va de
aquí a allá llenándome de dulces que no me niego a comer. No te asombres si
algún día entro rodando a la habitación. — bromeó.
— Me alegra saber eso. — rió. Luces mejor con más carne sobre tus huesos,
—
— ¿Crees que soy lindo? — susurró un tanto asombrado. JungKook decía que
con cada día que pasaba su aspecto empeoraba; las únicas veces en las que
se sintió totalmente feliz con su aspecto fue en su adolescencia, cuando no
tenía un marido atormentando sus días. La mirada de YoonGi se posó sobre
él y de inmediato se arrepintió de haber preguntado algo como eso. —
Olvídalo... ¿Por qué han organizado esto para tu familia? Aún no me lo has
dicho.
— Nadie sabe lo que sucederá mañana JiMin. — YoonGi colocó su codo sobre
la mesa, recostando su mejilla en su mano. — Después de la tormenta viene
la calma, pero la calma puede irse en cualquier momento. Hay
momento. Hay que pensar en
el presente, el futuro es incierto.
— Supongo que sí. — el menor rió ligeramente, el pálido cada día sin falta
poseía esa aura de inteligencia y astucia, como si pensara cruelmente
cualquier hecho que se le pasara enfrente, analizándolo, eligiendo creer lo
que para él era lo más lógico y realista.
. . .
— Hyung, ¿Sigue en sus cinco sentidos, verdad? JiMin rió alto a penas el
—
—
¿Tomas todo el contenido de golpe, cierto?
JiMin permaneció en silencio y le miró culpable. — ¿Qué con eso? ¡Es lo
mismo!
Poco les importó a ambos, pero la madre de YoonGi fue quien los empujó a la
pista junto a ella y a su cónyuge que sólo reía por la manera en que su esposa
terminaba saliéndose con la suya. La mujer los dejó en medio de la pista,
yendo hacia su Alfa.
— Supongo que debemos bailar ahora, a no ser que en medio de una pista de
baile tú te sientes a comer. le respondió, obviando su oración con su tono
—
—
Sólo sígueme el paso, esto se basa en pasos de uno, dos y tres, es sencillo.
— YoonGi comenzó a moverse con un JiMin siguiéndole los pasos
torpemente, intentando no terminar pisándole.
Unos breves minutos pasaron cuando el menor notó que lentamente sus
pasos se sincronizaban. JiMin sonrió, había sido más fácil de lo que creía; aún
fallaba en algunas partes, pero no era nada de lo que debería preocuparse.
JiMin observó sus alrededores mientras que era guiado por YoonGi al
compás de ese baile, encontrando una escena peculiar. Los señores Min
bailaban de la misma manera que ellos, con dla iferencia de que la Omega de
suave y largo cabello azabache recostó su cabeza en el pecho de su Alfa.
Aquello lo hizo sonreír, sus padres solían hacer lo mismo en medio de la sala
cuando su madre cantaba la canción con la que decían haberse conocido. En
ese entonces JiMin era un niño, sólo atinaba a decirles cursis a sus padres y a
gritar asqueado cuando estos se besaban.
— —
¿Debería hacer lo mismo que tu madre? decía, riéndose. ¿Así era que
debía lucir una pareja feliz y enamorada?
— Mis padres tienen un lazo muy fuerte... — murmuró esta vez YoonGi. —
palabras ya habían salido con fluidez de sus labios. —Yo... Lo quise, pero no
llegué a amarlo, como él quería. A penas cumplí dieciocho la boda se
organizó y fue realizada, ese día tenía miedo, creí que era normal, pero me
sentía ahogado, como si me asfixiaran. La noche de bodas lo evité
encerrándome en el baño, no me sentía bien con lo que había sucedido.
— Sí, pero creí que con esos tres años llegaría a amarlo. Pero sólo lo quería, y
ese era un querer parecido al que deben compartir los hermanos. — el
menor suspiró. —
Él se enfureció al saber que todo su esfuerzo fue en vano y
Después de esa semana intentó hacer que nada había sucedido, era normal
que su marido le ayudase a pasar su celo, o al menos eso quería creer. Pero
los problemas volvieron a surgir cuando pasaron tres meses y su celo volvió
a aparecer. JungKook no lo tocó esta vez ya que estaba confundido; el celo de
los Omegas era cada tres meses y durante esa semana, sin haber usado
protección como ellos, las posibilidades de un cachorro en camino eran de
cien por ciento. Que su celo hubiera vuelto a llegar significaba que no estaba
en espera.
— Creí que estabas ocupado HoSeok. — decía YoonGi, saliendo de la pista con
JiMin siguiéndole los pasos. Si dejaste tu trabajo a medias voy a matart...
—
HoSeok los miró pícaro, carcajeándose. —Bien, ahora tengo que decirte algo
importante hermano. Pero tiene que ser en privado. — el menor de los
hermanos Min limpió una lágrima imaginaria por sus risas. Se alejaron un
poco del agetreo y YoonGi temió por lo que su madre podría hacerle a JiMin
mientras él se distraía. Kim ha regresado de Busan antes de lo planeado,
—
.
.
.
Veintiocho
— ¿YoonGi hyung? ¿Qué sucede? — preguntó JiMin al ver tanto ajetreo entre
los hermanos Min. Nunca le explicaban lo que ocurría y eso le resultaba
frustrante, siempre se quedaba de pie en un mismo sitio decidiendo entre si
preguntar o quedarse con la duda para no fastidiar a los demás.
El menor creyó que podría tropezar debido a la rapidez con la que caminaba
para seguirle el paso a YoonGi, ingresando a un vehículo negro que se puso
en marcha a penas se cerraron las puertas. Pequeñas gotas de lluvia
comenzaron a caer en una breve llovizna y el Omega no hizo más que
observarlas caer y empapar todo a su paso. JiMin estaba tan concentrado en
ver el paisaje que no se percató de un pequeño detalle.
detalle.
— Dime qué sucede, no quiero quedarme con la intriga hyung. —le suplicó al
Alfa, el cual también había estado observando las gotas de lluvia caer.
que como líder, él debería conocer que en las leyes del Alto Mando está el no
permitir abusos a ninguna de las tres razas, especificando Betas y Omegas.
— Sólo he escuchado rumores sobre él. Una vez mi abuela me contó que era
un impostor, iba a preguntarle por qué pero recuerdo que mamá desvió el
tema preguntándonos que deseábamos cenar.
El Alfa de tez pálida se mantuvo callado ante las palabras de JiMin, pero
luego de ello suspiró, siguiendo con su intento de "breve" resumen. — Mi
informante encontró lo que buscábamos. JungKook al parecer volvió a
agredir a otro Omega y después de la primera advertencia, no pienso tener
mucha más paciencia con el asunto. JungKook y ChanYeol estarán en graves
problemas frente al Alto Mando.
— Cuando te traje acá se formó una alianza entre las manadas. Esa alianza va
más allá de ser sólo el amigo del líder en cuestión. — YoonGi se removió en
su asiento, teniendo una sensación incómoda en su cuerpo. Esa "amistad"
—
escaleras, llegando así al pasillo más importante del segundo piso. Los
ancianos solían decir que la experiencia formaba al maestro, y tal vez el
tiempo que JiMin llevaba allí fue suficiente para memorizar al menos los
pasillos principales. Quédate con él hasta que vuelva.
—
Cada uno tomó su camino, JiMin y SeokJin yéndose hacia las habitaciones
mientras que YoonGi y HoSeok se encaminaban hacia el despacho del pálido,
donde buscarían los acuerdos de alianza entre la Manada Norte-Central de
Geumjeong-gu en Busan y la Gran Manada de Daegu. También esperarían la
llegada del informante Kim ya que éste era quien tenía la suficiente
. . .
JiMin asintió mientras que pasaba las páginas, no sabía qué decían los
párrafos que permanecían allí escritos, sólo observaba las imágenes hechas
con tinta que él asumía tenían que ver con cada leyenda relatada.
— Las leyendas son historias muy antiguas Minnie. — continuó sonriente Jin.
La cabeza de JiMin se inclinó un poco en un gesto de confusión e interés por
lo que el mayor decía. Es difícil saber si son reales o no. Las antiguas
—
manadas de siglos anteriores, era una época donde el lado humano no tenía
mucha relevancia y dominaba la parte lobuna, ellos tuvieron bastantes
leyendas y creencias que tal vez en ese viejo libro aparezcan, pero ha pasado
tanto tiempo que fácilmente pueden ser mal interpretadas o exageradas.
Algunas sólo son para asustar, otras sólo para advertir... Muy pocas son
reales si vamos al punto.
Ya habían pasado unas horas desde que YoonGi y HoSeok habían tomado sus
propios caminos, dejando a JiMin a cargo de Jin. Al Omega menor no le
importaba, la presencia de SeokJin le resultaba bastante agradable; lo veía
como un mejor amigo. Un mejor amigo que se preocupaba por él, que lo
escuchaba y regañaba cuando hacía una estupidez. Estar con Jin era
divertido, no obstante, al estar lavando sus dientes para poder irse a dormir,
cayó en cuenta de algo.
De una manera u otra JiMin sentía que comenzaba a extrañar a YoonGi. Tal
vez pasaba tanto tiempo con el Alfa gruñón que el no sentir su presencia se
le hacía extraño.
se bañase él mismo.
Confundido por lo acontecido, JiMin enjabonó su cuerpo y lavó su cabello,
olvidando por completo la extraña actitud de Jin.
Salió del baño vistiendo una bata de baño blanca mientras que bostezaba y
rascaba con pereza su ojo derecho, estaba cansado y quería seguir
durmiendo. Creyó que tras ese repentino baño lo dejarían dormir, sin
embargo, SeokJin hizo que se sentara en la cómoda silla frente al espejo y le
aplicó un perfume que no llegó a cubrir completamente su fragancia propia.
Su aroma natural avainilliado con un toque de jazmín era débil, tanto que
parecía estar bajo el efecto de supresores todos los días de su vida.
pantalones? —dijo, resaltando el hecho de sólo estar vestido con una camisa
y ropa interior. Jin solamente sonreía sin decirle nada.
— Nadie te verá, sólo los dos guardias y una sirvienta están autorizadas para
estar aquí. Recuerda que en este pasillo sólo están las habitaciones donde
dormimos YoonGi, tú, HoSeok y yo. — Jin lo sacó de la habitación así como
así, dirigiéndolo a la puerta principal de madera oscura que permitía el
acceso a la habitación donde YoonGi y él dormían. ¿Qué demonios estaba
sucediendo?
— ¡¿Por qué nadie me dice qué está pasado nunca?! — exclamó descolocado y
molesto.
Miró hacia atrás y la puerta para entrar a aquel pasillo donde únicamente las
personas autorizadas para entrar podían ser contadas con los dedos de las
— —
N-No puedo, m-me duele la cabeza. tal vez había sido muy evidente el
hecho de que había dicho lo primero que se le había ocurrido. Jin lo miró
comprensivo. —N-No me siento bien.
.
.
.
Veintinueve
Aunque JiMin tuviese la certeza de que su aroma no era tan fuerte como el
de otros Omegas, igualmente corría peligro de que YoonGi lo encontrase con
facilidad. Al momento en que un Alfa entraba en celo su olfato era más
sensible, captando con suma facilidad a un Omega cercano y disponible para
poder tener cachorros.
La puerta del baño se abrió y JiMin se encogió aún más, chillando otra vez
con un gran miedo recorriendo cada pequeña parte de su cuerpo. Vio a
YoonGi salir de allí vestido, pero su cabello húmedo indicaba que acababa de
tomar una ducha; entonces, el Alfa pálido estuvo apunto de sentarse en su
cama cuando paró en seco, había captado su aroma . JiMin comenzó a llorar
en silencio mientras que sus manos se tornaban frías y temblaban, no quería
esto otra vez.
. . .
— —
Además, mi último Omega me dejó por otro pero sí pasé algunos de mis
momentos de calentura con él, así que sí, te lo digo por experiencia. — el Alfa
limpió una lágrima imaginaria.
Ir a Busan sería un viaje algo largo, pero por suerte habían partido
temprano, unos minutos después de que YoonGi se fuera a su habitación
alegando que se sentía del asco. Según las fotografías y la evidencia que el
informante había traído consigo esta vez, no podrían esperar mucho más
tiempo; el Omega en manos de JungKook había presentado una herida en su
mejilla derecha, que estaba tornada de un doloroso tono violáceo.
. . .
hablarme así.
— —
— Tú me amas.
—
¡No me hagas reír! TaeHyung se levantó de la cama, lo suficientemente
—
molesto como para sorprender al Alfa. ¿Crees que puedo seguir amando a
—
El Alfa le observó una vez más, alzando la mano del castaño hasta sus labios
para dejar un beso allí. Prometió que desde ahora sería un buen marido, le
rogó que lo disculpase... No obstante, TaeHyung simplemente no le
.
.
.
Treinta
— Hyung, no quiero... —sollozó JiMin. Las pálidas manos que estaban en sus
brazos subieron hacia su rostro y lo obligaron a subir la mirada; no tenía
idea de cómo escapar, se sentía tan indefenso que sólo quería desaparecer.
Intentó cambiar, pero nada sucedió. Volvió a cerrar sus ojos con fuerza
llamando a su lobo, ordenándole emerger, pero éste sólo permanecía
escondido ignorando sus llamados.
característico tono agudo y suave de JiMin había sido difuminado por uno
quebrado, acompañado de constantes hipidos. — Deja de llorar JiMin. ¿Que
haces aquí?
— ¿Por qué estás aquí, JiMin? —volvió a preguntar ahora. JiMin lo miró
cohibido, aún notándose inseguro, y es que no era de menos sabiendo que
YoonGi se encontraba en celo. — No te haré nada, lo prometo.
YoonGi negó, su expresión era seria pero su mirada era suave. Eso permitió
que JiMin confiase sólo un poco más en sus palabras. — Sé controlarme
JiMin, además, hace media hora tomé un supresor para aliviar esos síntomas
tan molestos.
— No hace falta...
— ¿No me dirás qué haces aquí? — decía, cambiando de tema ya que había
notado la incomodez del Omega. — Creí que te quedarías con SeokJin.
YoonGi hizo un gesto de disgusto, pero era de suponerse que harían algo así.
Min ayudó a JiMin a levantarse, notando que todavía el menor parecía estar
asustado.
— Limpia esas lágrimas, no voy a abusar de ti. —dijo suavemente. Temía que
si hacía cualquier cosa que alertara y asustara a JiMin, el Omega terminaría
llorando e intentando empujarlo como hace un rato atrás. Se había llevado
un par de golpes y una patada de gratis, pero no podía molestarse; JiMin lo
había hecho sólo porque había estado asustado hasta la médula. — Siéntate.
era consciente del temor en JiMin, por ello prefirió sentarse en el sofá de
cuero negro al lado de la enorme ventana, ambos sumidos en un silencio
incómodo.
— Antes de venir Jin hyung dijo que me traía contigo porque no podían
llamar concubinas. ¿A qué se refería? — preguntó JiMin de repente, mirando
cohibido sus pies.
— Si estoy en una supuesta relación contigo está prohibido que llamen a las
concubinas. No puedo pasar mi celo con otros que no seas tú. — JiMin se
había movido hacia el centro de la cama, envolviéndose con las mantas; no
fue hasta que YoonGi dijo aquello que sus dudas volvieron a disparar sus
nervios. Claramente Min notó su cambio de inmediato. — Ya te dije que no
voy a hacerte nada. — replicó con voz cansina.
— ¿Pero para ellos deberíamos estar haciendo eso, verdad? — decía, bajando
la voz con cada palabra.
. . .
Al final, no había pasado nada de lo que JiMin desde un principio tanto había
temido, y en realidad, terminaron sentados en la cama con un juego de mesa
entre ellos. JiMin se burló de YoonGi cuando éste cayó en una de las malas
casillas y sonrió cuando él tomó una ventaja contundente.
Fue el turno del Omega, quien colocó entre sus manos pequeñas los dados
que el juego traía. Pero, de repente, unos inesperados llamados a la puerta
asustaron a JiMin, el cual saltó sobre su lugar.
que dejen de ser unos perezosos que tienen que almorzar. Deben recuperar
sus energías.
— Espera SeokJin. —exclamó YoonGi. Por más que no quisieran abrir,
llevaban horas y cuatro rondas seguidas de aquel juego de mesa; se habían
pasado de la hora y debían almorzar.
— ¿Ahora qué hacemos hyung? — susurró JiMin mientras que veía a YoonGi
tirar el juego de mesa al estante donde había estado guardado por años. De
pequeño nunca le llamaron la atención esa clase de juegos, ni siquiera jugó
con los autos de carrera que su abuela le regaló durante una navidad,
HoSeok siempre terminaba quedándose con sus juguetes.
Explicación:
En esta historia los supresores son diferentes para Alfas y Omegas. El celo de
los Alfas es más fuerte debido a que sólo dura un día, por lo que no deben
tomarlas durante su desarrollo en la adolescencia para evitar problemas en
su juventud y adultez. Los síntomas de un Alfa en celo, aparte de la
necesidad de buscar un Omega, es fiebre; YoonGi había tomado un supresor
hace media hora, por lo que para cuando apareció JiMin, la fiebre ya había
pasado.
pasado.
Treintayuno
— ¿Otra vez ustedes? —dijo rencoroso JungKook, sujetando con fuerza su
mano entrelazada a la de TaeHyung. El Alfa que decía provenir de la Gran
Manada de Daegu y ser el segundo al mando de la misma permanecía
pacífico frente a ellos, observando directamente el hematoma en la mejilla
del alto Omega.
era JungKook tras esa máscara de Alfa ejemplar y amoroso. Quería irse,
escapar y no ser más el juguete de Jeon, asegurarse que después de largarse,
no volvería a verlo una vez más.
No obstante, si aceptaba los maltratos que había sufrido temía que lo harían
pagar por hablar. Recibiría la golpiza de su vida sólo por delatar lo que
ocurría cada vez que hacía algo que no era de su agrado, justo cuando nadie
los miraba. Con lentitud su mirada castaña se paseó desde JungKook a
HoSeok, pensando en cuál sería la mejor decisión.
— —
No quería ser golpeado una vez más ya que después de todo, después del
asesinato de su padre, nadie estaría ahí para cuidarlo y protegerlo. Ni
siquiera sabía qué era de su madrastra y de los hijos de ésta. Probablemente
estarían resentidos con él al enterarse de que el testamento de su padre
especificaba que todo el dinero en ganancias y la empresa principal que
administraba a las demás restantes sería de total pertenencia a su único hijo
biológico, Kim TaeHyung.
— Señor, yo...-
— Pero que quede claro, Kim TaeHyung. Nadie más vendrá a ayudarte si
pierdes esta oportunidad. — le interrumpió. Y, ¿Cuál es tu decisión ahora?
—
vez que hacía algo que a los Jeon no les gustaba. Incluso la madre de
JungKook le había atacado, sólo por no haber lavado su vestido. Pero, sin
embargo, una dolorosa bofetada no resultaba ser tan mala a comparación de
los golpes.
Sin decir una palabra caminó hasta al grupo que HoSeok lideraba, bajo la
atenta mirada de todos los presentes, dejando en claro con sus acciones lo
que había decidido.
HoSeok estuvo apunto de decir algo hasta que vio a JungKook hecharse a
correr, colándose entre los árboles. Él sabía muy bien lo que venía después
de esto. Sólo con una mirada y un gesto, su informante y dos hombres más
El castaño no dijo nada, sólo extendió su brazo y subió la manga larga del
suéter que traía puesto para evitar el frío que el invierno había traído
consigo, revelando así muchos más moretones dispersos. HoSeok hizo una
mueca de desagrado, ahora notando como la cicatriz de apareamiento en
TaeHyung estaba tornada en un tono grisáceo. Ese color en la mordida sólo
indicaba arrepentimiento. La parte lobuna y la parte humana de TaeHyung
rechazaban la marca.
. . .
— Bien, ¿Qué dice aquí? — YoonGi indicó una de las tantas palabras que
yacían en la revista. SeokJin había dicho que estaría ocupado vigilando a las
nuevas sirvientas y a un par de cocineros, siendo un grupo pequeño de a
penas dos Omegas, cinco Betas y dos Alfas. Entonces, por lo tanto, le tocaba a
él ayudar a JiMin leer y pronunciar palabras difíciles.
— Es... Ester... Ester... n-no- ¡No sé! — exclamó molesto. Su avance en un par
de semanas había sido excelente, podía decirse que estaba a un par de
semanas más para leer y escribir correctamente. Pero aquello era trampa,
YoonGi estaba haciéndolo sufrir. —¿Por qué elegiste una revista médica? Los
nombres que aparecen ahí son raros.
—
Líder Min, espero no interrumpir nada. ChaeRin, reemplazando al
—
ocupado que SeokJin, entró lentamente sin hacer mucho ruido. JiMin veía a
esa mujer frecuentemente, no obstante, nunca le había hablado
directamente. Ella era misteriosa, y aunque parecía ser una persona simple,
se veía elegante. Su hermano ha llamado, dice que volverá mañana pero
—
—
No hay de qué, líder.
Por su parte, JiMin ignoró totalmente la conversación llena de cortesía y se
encaminó al escritorio de YoonGi. Se sentó en la silla de cuero que aunque
esperaba fuese incómoda, resultó ser más cómoda de lo que pensaba. Abrió
la revista una vez más y miró con detenimiento los nombres de esos
músculos, queriendo asegurarse de que tal nombre de verdad existía y no
había sido un invento del pálido para fastidiarle.
Siguió hojeando la revista cuando apareció una imagen de una familia,
tratándose de una pareja con un pequeño bebé recién nacido. Por acto de
— JiMin, ¿Estás bien? preguntó el Alfa. JiMin sostenía con fuerza la revista,
—
arrugándola.
.
.
.
Treintaydos
JungKook evitó cualquier tronco, apartando con rudeza las ramas que se
interponían en su camino. Una de las ventajas principales de ser Alfa era la
resistencia que se podía llegar a tener, corriendo rápidamente y sin
detenerse por cansancio.
Debía huir, sabía en los problemas que se había metido y conocía la gran
infinidad de castigos existentes que utilizaba el Alto Mando para condenar a
los que desobedecían las reglas.
No fue nada grato ver como TaeHyung le delataba, ese estúpido Omega no le
había obedecido a él, su Alfa. La mordida entre su hombro y cuello lo
asignaba automáticamente como de su pertenencia, por lo tanto, debió
haber obedecido. TaeHyung había actuado en su contra y él no podía estar
más furioso por ello.
Aquello era lo único que le hacía extrañar a JiMin; que el Omega fuese más
bajo era una ventaja para él. Desde hace mucho había cultivado en la mente
de Park JiMin que era un sumiso, que debía obedecer, y le recordaba que "un
Omega como él sólo conseguiría ser castigado si hacía enfadar a un Alfa".
JungKook gruñó cuando se lastimó el pie contra una gigantesca roca que
apareció de la nada, deteniéndose inmediatamente al sentir el agudo dolor
expandirse de manera agonizante. Miró hacia atrás, respirando agitado y
queriendo cerciorarse de que aquellos hombres que lo perseguían
estuvieran lo suficientemente lejos mientras él aliviaba el dolor.
Intentó dar un paso, no obstante, eso causó un dolor incluso peor que el
anterior, haciendo que JungKook de quejara adolorido.
tarde.
Hizo el intento de dar un paso una vez más, pero era un caso perdido seguir
intentando por ahora. Comenzó a pensar en una posible solución para poder
seguir con su escape, considerando que si tomaba su forma de lobo podría
correr a pesar de la herida. Tomó una bocanada de aire al decidir hacer
emerger su lobo de pelaje gris, sin embargo, algo que impactó contra él con
la fuerza de un auto lo impidió.
Sin poder evitarlo cayó al sucio suelo lleno de hojas secas y pequeñas
piedras. Estando con su estómago pegado al suelo, alguien tomó sus brazos y
lo inmovilizó de forma ruda. Lo habían encontrado.
YuGyeom rió por las palabras del Alfa debajo de él. Quería hacerse el
valiente cuando su aroma delataba el miedo que estaba sintiendo. — Pues sí.
Mi orgullo de incrementa al saber que gracias a mí te han descubierto
pequeña escoria.
. . .
Pasadas las horas de la tarde, se había enterado de todo lo que HoSeok hizo
el día anterior. El Omega que su hermano había ayudado venía con él hacia
Daegu en esos momentos, claramente después de que TaeHyung hubiese
recibido atención médica y que el ministro que se encargaría de la situación
hubiese llegado a Busan.
Ajeno a esto, JiMin había estado callado todo el día después de haber estado
leyendo la revista. El Omega sólo veía a través de la ventana, con la mirada
perdida y sin provocar ningún ruido. Aquello estaba comenzando a
preocuparle más de lo necesario, conocía a JiMin y sabía que él no se
comportaba de esa manera a no ser que algo malo estuviese pasando.
— JiMin, ¿Te han hecho algo? — preguntó. JiMin lo miró y por alguna razón
suavizó su mirada, sonriendo un poco y negando en respuesta a su pregunta.
Una sonrisa triste. —¿Estás seguro?
— —
YoonGi no hizo nada, no sabía por qué tenía la sensación de que JiMin mentía
y eso le preocupaba.
— Sé que está pasándote algo. No somos pareja y tampoco hay algún lazo que
nos una al otro. Sin embargo, quiero saber qué es lo que te sucede. — YoonGi
se puso de pie, acercándose a JiMin que estaba conteniendo sus impulsos por
retroceder. — No te pediré que me cuentes todo ahora, pero debes saber que
si la situación lo requiere podemos llegar a permanecer más de un año con
este teatro. Desearía que de ser así, hubiera confianza entre nosotros.
— Yo confío en ti YoonGi, es sólo que... —JiMin calló, sin querer decir nada
más. Confiaba en YoonGi, fue quien le salvó de morir patéticamente en el
bosque, lo acogió en su mansión y detuvo los maltratos que recibía. No
obstante, ese pequeño pedazo de rencor que le tenía a todo aquel con poder
y dinero persistía, más si era un Alfa, provocando desconfianza hacia Min. —
Desde niño se habia idealizado con una vida plena, donde tendría un buen
empleo, luego llegaría a casa, donde sus pequeños le recibirían con sonrisas
mientras le mostraban los dibujos que habían hecho, para que horas
después su Alfa apareciera, sonriéndole enormemente a sus cachorros y a él.
Sabía que tener una familia feliz sería una meta para él, sin importar que
hubiese nacido Alfa, Beta u Omega.
No tener aquello que siempre imaginó no era una razón que provocaría el fin
del mundo, la vida continuaba y él era consciente de eso. Podría encontrar
esa felicidad soñada igualmente, pero la decepción era inevitable.
— Fue un largo viaje hyung, además de que tuve un par de problemas con
JungKook. — ya en ese punto, JiMin prestó más atención a la conversación
entre los hermanos. —YuGyeom se encargará de llevarlo junto a los
guardias, y traje al Omega.
recordó de inmediato cada palabra, cada oración que JungKook decía y que
era relacionada con su amante.
— —
— ¡Me dijiste inútil y sólo causaste problemas que empeoraron los que ya
tenía! — exclamó. Sus pensamientos llenos de resentimiento eran los que
— ¿De qué hablas? — susurró asustado. JiMin quiso acercarse, pero YoonGi,
sin entender del todo lo que
q ue sucedía, lo sostuvo. — ¡No he hecho nada contra
ti!
— JiMin ya basta. a pesar de sus palabras JiMin seguía molesto, luchando
—
"Un Omega como él sólo conseguiría ser castigado si hacía enfadar a un Alfa".
Alfa".
.
.
.
Treintaytres
— JiMin... —susurró.
El Alfa intentó acercarse, pero JiMin se apartó dirigiendo una mirada de total
miedo hacia él, dándose vuelta y corriendo por el pasillo, queriendo alejarse
del pálido.
— Busca una habitación para el Omega HoSeok, iré con JiMin. — ordenó. El
menor de los hermanos asintió y a pesar de estar preocupado por la reciente
pelea entre la pareja, tomó a TaeHyung de los hombros para sacarlo de ahí.
No pasó un minuto más cuando Min comenzó a caminar con rapidez, sin
notar la desesperación que empezaba a invadirle por dentro. Su lobo Alfa se
movía inquieto, preocupado y nervioso, con su mente repitiéndole una y otra
vez cuál era su prioridad, encontrar a JiMin lo más pronto posible.
posible.
Buscó con la mirada al Omega, pero él no estaba ahí. Eso sólo provocó que su
estado de angustia y preocupación empeorara. Un miedo que nunca había
sentido estaba instalado en él, un intenso temor que jamás en su vida había
llegado a experimentar.
Sin importarle el costoso traje que llevaba y lo que habían trabajado las
sirvientas para arreglarlo, corrió lo más rápido que pudo a través de los
pasillos teniendo una idea de dónde también podría estar el Omega. Llegó a
las habitaciones, buscando con la mirada la que daba a la antigua habitación
de JiMin.
— —
¡Vete YoonGi! ¡Ya te dije que no lo haría de nuevo! entre sollozos, JiMin
Inconscientemente retrocedía y se alejaba en respuesta a cada paso que
YoonGi daba. Tú también vas a cambiarme por TaeHyung...
—
por calmarle. Era un idiota, había actuado como el líder que debía ser en una
situación tan delicada como esa, sin saber cuántas veces JungKook pudo
haber utilizado su Voz de Mando y sin estar consciente de qué clase de
efectos podría provocar esto en JiMin.
¿También vas a golpearme porque mi cuerpo está mal? tras aquel
YoonGi tuvo una sensación en su pecho que fue indescriptible. Tal vez se
trataba de ese sentimiento que solían decir se sentía cuando algo te partía el
corazón.
Sin más a dónde ir JiMin permaneció quieto, recordando las repetidas veces
en las que le castigaron por ser un mal Omega. No quería que su cuerpo
fuese llenado de moretones y heridas peores que las anteriores. Creer que
YoonGi le haría daño, por algún motivo, hacía alojar sentimientos de dolor y
decepción en su corazón. Odiaba que su lobo pareciese estar muerto dentro
de él en ese tipo de situaciones, sólo apareciendo rara vez.
Antes de que pudiera retroceder, JiMin sintió unos cálidos brazos envolverle
en un inesperado abrazo. Absolutamente sorprendido JiMin se encontró con
YoonGi, quien con sólo su mirada transmitía qué tan arrepentido se sentía.
Aquello era diferente a lo que esperaba recibir.
Un abrazo que a pesar de verse simple resultó ser significativo para JiMin.
— No te sientas solo, yo estoy aquí. YoonGi lo apretó aún más entre sus
—
brazos sin llegar a lastimarlo, y JiMin sintió por primera vez después de
tanto tiempo que alguien intentaba consolarlo, que alguien estaba
preocupándose por él.
¿Por qué de repente todo el miedo se había ido? ¿Por qué se sentía tan
protegido ahora?
—Lo menos que quería era que te asustaras JiMin. comenzó a decir el
—
JiMin respiraba más tranquilo ahora, sus hipidos habían parado y sólo
quedaba un rastro de lágrimas secas recorriendo las mejillas que habían
dejado de ser tan delgadas como antes. Cuando SeokJin prometió hacer
llegar a JiMin a un peso estable hablaba muy en serio. Las pobres cocineras
habían tenido que soportar a Jin, que había sido muy estricto con respecto a
la dieta que debía tener el Omega a su cargo.
— —
— Ambos son Alfas. Tienen poder, poseen esa voz que me hace obedecer por
más que yo me niegue, viven en un mundo lleno de lujos donde las personas
sólo me observan y se ríen de mí por ser una clase menor a la suya.
Socializas y sonríes a personas que odio por haberse burlado de mí cada vez
que lo veían conveniente. —el menor bajó la mirada, confundido. — Pero
tuviste la oportunidad de hacer lo que quisieras conmigo durante tu celo y
no perdiste la calma a diferencia de mí, no lo entiendo.
había sufrido JiMin en Busan. — No estoy diciendo que sea la mejor persona
del mundo, cometo mis errores, pero eso no me hace ni me hará igual a
JungKook.
— —
No mentía cuando decía que no lograba transmitir lo que sentía frente a otra
persona, se le hacía todo un reto poder expresar mediante palabras sus
sentimientos y por ello aquel que no lo conociera lo veía como uno de esos
Alfas estrictos, que sólo mandaban y que parecían no tener sentimientos. Esa
delimitación lo había hecho dudar, y creyó que la mejor manera de hacer
tranquilizar al menor era con un abrazo, aunque no estuviese
completamente seguro de ello.
— —
Tan pronto como su mano se había acercado JiMin por acto de reflejo se
alejó de su tacto. El menor le miró apenado e incómodo, y YoonGi pudo notar
lo que había provocado.
.
.
.
Treintaycuatro
encontraba tomando una siesta, envuelto hasta el cuello con varias mantas.
Min rió bajo, sabía que hacía frío y al menor le había afectado.
El Alfa cerró con cuidado la puerta detrás suyo, sin hacer algún ruido. Con
completa calma rodeó la cama, moviendo a JiMin para que éste despertara
de su sueño. El Omega había estado más perezoso de lo usual luego de haber
tenido un pequeño resfriado, durmiendo casi todo el día. YoonGi a veces
deseaba estar en su lugar, quería dormir todo el día también, pero sus
obligaciones no se lo permitían tanto como le gustaría.
— No quiero, tus reuniones son aburridas. — molesto, abrió sus ojos y miró
al Alfa. Posterior a lo ocurrido, en una semana parecía que todo había vuelto
a lo normalidad, de cierta forma.
Todo se había hecho más evidente cuando JiMin estuvo cenando junto a
YoonGi en el comedor hace dos días atrás. HoSeok y SeokJin se les unieron,
hasta ahí todo parecía normal, sin embargo, al instante en que TaeHyung
apareció por invitación de Jin al nuevo Omega, JiMin dejó de lado sus
alimentos y dijo que iría a dormir. Era obvio que no quería estar cerca de él.
Por su parte, Min suspiró con profundo alivio al notar que el Omega no se
apartaba, por un segundo llegó a estar seguro de que JiMin huiría de su
toque como lo venía haciendo desde hace una semana. El menor estuvo
tranquilo en todo momento, pero esto cambió cuando su mirada se dirigió al
comedor. YoonGi de inmediato sintió los músculos de JiMin tensarse.
Al ver a TaeHyung allí sentado JiMin quiso irse. El agarre de YoonGi era lo
que se lo impedía.
— Necesitas hablar con él. —el pálido le dijo y JiMin negó, no quería dirigirle
siquiera una sola palabra al castaño. YoonGi suspiró, la terquedad del menor
estaba comenzando a impacientarlo, pero no cometería el mismo error. No
volvería a gritarle. Por favor, JiMin.
—
comenzó a decir el alto Omega. — Cuando te conocí ese día, por así decirlo,
no supe ni sabía quién eras con exactitud. Un tiempo después le pregunté a
JungKook sobre ti y me dijo que eras el hermano de un amigo suyo, aunque
yo había creído que eras una especie de sirviente. Hasta ahora no tengo idea
de qué eres de él en realidad, estoy confundido.
parecía a ese tono de voz que él solía emitir cuando se sentía decepcionado y
dolido. La mirada de TaeHyung se notaba entristecida, sus puños a los
costados de su cuerpo se apretaban y JiMin suavizó su mirada cuando una
pequeña lágrima apareció. Tal vez realmente TaeHyung no sabía quién era él
hasta ahora. — De verdad, lo lamento tanto.
que TaeHyung no tenía nada que ver. — Lo pensaré, tal vez llegue a
perdonarte. —prometió, a pesar de que no estaba seguro de ello.
...
Ambos niños corrían alegremente jugando a las atrapadas. JiMin reía
mientras intentaba escapar de su amigo, un pequeño Alfa con el cual jugaba
todas las tardes en el bosque. Los dos cachorros llevaban meses siendo
compañeros de juego.
juego.
— ¡JiMinnie!
¡JiMinnie! — le llamó el pequeño Alfa. Con una sonrisa en su rostro el niño
le
se acercó a JiMin, estaba emocionado y no era para menos, había descubierto
— ¿Qué sucede?
¿Qué — inquirió JiMin. El niño tomó su brazo y lo guió al lugar que
inquirió
había descubierto con anterioridad.
anterioridad.
Tan pronto como JiMin visualizó aquel sitio no dudó en sonreír, era muy
bonito. Dejando atrás a su amigo, corrió hacia el riachuelo que sólo
alcanzaba a cubrir sus pequeños pies. Ambos niños jugaban, diciendo ser un
— Mi mami me estaba enseñando, pero ella salió de casa unos días.
Mi —
respondió. Mientras hablaba JiMin hacía dibujos con una ramita en el suelo.
—
Creo que ella fue junto a papá, mi abuelo y mi tío. Ellos salieron también y
no han regresado.
regresado.
JiMin infló sus mejillas algo molesto, quería saber a dónde se había ido más
de la mitad de su familia, pero al preguntarle a su abuelita ella sólo cambiaba
de tema. Su madre le había dicho que si alguien cambiaba de tema era
porque se sentía incómodo o no quería hablar de ello, por lo que JiMin
prefería no preguntar. No quería hacer molestar a su abuela.
abuela.
— Ya veo.
Ya soltó el otro niño sin saber qué decirle.
soltó
— Ya está atardeciendo,
Ya
—
Pero a pesar de todo, su abuela había logrado calmarles al decirles que sólo
eran un par de niños que querían jugar. Para cuando tuvieran su primer celo
seguramente ya no recordarían quién era el otro.
otro.
Saliendo de su burbuja de pensamientos, JiMin notó como su amigo corría
hacia un hombre vestido formalmente, siendo recibido con un abrazo por
parte del Alfa que debía ser su padre. Al ver a JiMin
JiMi n de pie observándolos
comenzó a acercarse, con una sonrisa adornando su rostro.
rostro.
.
.
.
Treintaycinco
Aquella mañana de cielo gris no pintaba ser diferente a las demás. JiMin
desayunaba junto a SeokJin entre agradables y amenas pláticas, sin nada
fuera de lo normal. Pero eso fue hasta que YoonGi había cruzado la entrada
con HoSeok siguiéndole de cerca, ambos teniendo sus ceños fruncidos por
una situación que JiMin desconocía. De inmediato se preocupó, era obvio
que algo malo estaba pasando.
YoonGi le había pedido que subiera al vehículo estacionado frente a la
mansión, y JiMin no tardó en obedecer a pesar de que la curiosidad
comenzaba a carcomerle.
—
¿YoonGi? le llamaba en un susurro. El mayor no volteó a verlo siquiera,
—
El Omega observó con atención cada movimiento que YoonGi hacía, como
éste revisaba constantemente la hora en el costoso reloj en su muñeca, como
sus pálidas y grandes manos se transformaban en puños y como cada
pequeña acción realizada denotaba molestia.
que su pobre corazón comenzaba bombear cada vez más rápido con cada
minuto que pasaba, evidencia de los nervios que le consumían. El Omega se
estremeció con temor, creando miles de escenas en su mente sobre el por
qué Min estaba tan furioso y siendo la mayoría él la principal causa. —¿Que
está pasando? preguntó asustado.
—
En ese justo instante estaba furioso, y sin embargo, le había sonreído a JiMin
sin descargar su molestia sobre él. Había sonreído no para sentirse bien él
mismo, sino para despreocupar y tranquilizar a JiMin.
antes. No había hecho nada malo ni YoonGi estaba molesto con él, y eso le
calmaba con creces. Pero el mayor seguía estando enojado con otra persona
u otra cosa.
Min YoonGi era el mayor, el que mandaba. Min HoSeok era el menor, el
consentido de mamá y papá.
JiMin no pudo evitar frustrarse, quería saber qué tenía tan molesto al pálido
y ser de ayuda, sin embargo, se abstuvo a preguntar más. Se acomodó en el
asiento del vehículo que los transportaba, guiándolos a un lugar que suponía
era el centro de Daegu. ¿Sería una reunión como la que habían realizado
para presentarle a él frente a la manada?
Al bajar del vehículo JiMin evitó cualquier contacto visual con las hermosas
Omegas, con Betas sonrientes y Alfas galantes. Esa clase de ambiente, lleno
de dinero y clase eran los que le traían malos recuerdos.
—
Es un gusto tenerlo aquí a usted, líder, y también a su hermoso Omega. —
Una hora había pasado, una hora en donde se habló y debatió de un par de
temas no muy relevantes. Alianzas, pequeños problemas que se debían
resolver e informes de lo que sucedía cada día en Daegu. Estaban dejando lo
más importante para el final y JiMin lo sabía.
— Para culminar esta conferencia, quisiera dar el siguiente aviso. Me iré por
una semana a la manada sur de Gwangju, así que dejaré a mi hermano a
cargo. — dijo ante la atenta mirada de los presentes, ajustando mejor el
micrófono frente a él. JiMin no tardó en mirar consternado al pálido
sentando a su lado ¿Una semana? ¿Un viaje? — Le obedecerán y durante este
tiempo, él tendrá el permiso de actuar sin necesidad de consultármelo
primero.
— Pero señor Min, Omegas y cachorros están corriendo peligro en este
mismo instante. — el Beta se miraba considerablemente preocupado y algo
asustado. La presencia de aquel Alfa Líder intruso que rondaba por Daegu
desde hace semanas había comenzado a ser un peligro. — Los centinelas no
logran atraparlo, podría causar muertes pronto.
— Entonces los centinelas Alfa serán los que le darán caza al intruso,
mientras que los centinelas Betas aumentarán su protección en las fronteras
del territorio y cuidarán a los cambiaformas cercanos. ordenaba. Para
— —
demás, pero estos hicieron una reverencia hacia ellos antes de erguirse
completamente. Todo esto del respeto y la formalidad era extraño de ver
para JiMin.
. . .
verdes habían perdido ese color tan vivo, la mayoría con nieve blanca
reemplazando a sus hojas. Cada habitante se encontraba bien abrigado, y los
niños se veían tiernos jugando felices, incluso vio una pareja de ancianos
disfrutando la vista juntos. No obstante, pese a las frías temperaturas, el
ambiente era cómodo y acogedor.
El viaje sería largo según lo que JiMin estimaba. Le gustaba bastante aquella
estación, donde podía tomar alguna bebida caliente y abrigarse en una
infinidad de mantas como lo había estado haciendo, y finalmente dormir
calentito. Lo mismo hacía desde niño, sólo que a medida que fue creciendo,
sus días fueron dejando de ser felices y llenos de sonrisas.
Él era visto como un Omega inservible en todo el mundo, sin duda alguna.
— YoonGi hyung, ¿Por qué iremos a Gwangju? — inquirió sin querer seguir
pensando en su patética vida. Debía encarar el presente y dejar atrás a su
pasado lleno de dolor.
— En ese caso HoSeok también sería asesinado y tú pasarías a ser pareja del
nuevo líder. YoonGi dirigió su mirada hacia el Omega, notando como éste
—
se encogía en su lugar. Demonios, que JiMin no era uno de los ministros del
Alto Mando, no debía decirle cosas así tan a la ligera. Estaba comenzando a
cuestionar su habilidad para asustar a JiMin. — Tranquilo, lo siento, eso no
pasará. Lo prometo.
JiMin sacudió su cabeza. Definitivamente no quería que algo así sucediera,
quería que todo siguiera como hasta ahora,
aho ra, sin asesinatos ni obligaciones
tan espantosas como era aquello de ser la pareja de un nuevo líder, nunca
confiaría en un asesino maniático cometió homicidio por poder.
YoonGi, por su parte, seguía molesto por las faltas del nuevo líder y nuevo
segundo al mando de Gwangju. Tras quitarle su cargo ese Alfa Líder perdería
la cordura, ellos lo sabían y por eso en lugar de mandarlo a un calabozo,
decidieron dejarlo libre rondando por ahí. Gracias a eso, él y cada habitante
de Daegu estaba bajo peligro; por si fuera poco, los causantes de tal situación
se negaron cobardemente a dar su ayuda para atraparlo.
—
¿Cuánto tiempo estima que será? cuestionó.
—
.
.
.
Treintayseis
— P-Perdone hyung. — JiMin se alejó como alma que lleva el diablo, sin saber
El pálido abrió su boca para decir algo, no obstante, volvió a cerrarla sin
decir alguna palabra. Ahora fue cuando JiMin notó que se encontraban
dentro de una especie de cabaña y a través de la ventana de la habitación se
veía una fuerte tormenta de nieve caer.
— YoonGi... dijo. Intentó ser valiente cuando YoonGi le miró directo a los
—
ojos, sin embargo, le resultó imposible. Le apenaban las miradas fijas y
nunca podía evitar sonrojarse. —¿Por qué estaba abrazado a ti? Es decir,
yo... Perdón.
— No tienes que disculparte, no has hecho nada que se supone sea malo. —
— ¡Lo siento! gritó una vez más una disculpa, avergonzado de pies a
—
cabeza. Era ridículo, no debió haber abrazado a Min, pero ni siquiera sabía
en qué momento había abrazado a YoonGi en un principio.
Cuando se conocieron, si podía decirlo así, los silencios eran tan molestos
que ambos querían alejarse del otro con urgencia. Era extraño convivir con
Y mucho menos alguno de los dos creyó alguna vez que se verían envueltos
en una farsa como aquella. Si les hubieran dicho en un pasado que algún día
fingirían ser pareja de otro, probablemente pensarían que debía ser una
broma y reirían respectivamente.
— Supongo que sí, son como vacaciones. apoyó JiMin, el cual se levantó
—
para mirar la cabaña con más detalle y con YoonGi siguiéndole en silencio.
misma cuatro paredes se encontraban dos sofás frente a una chimenea que
no estaba encendida y que era más un adorno debido a que su trabajo lo
—
cuatro sillas. Era una cabaña bastante rústica, todo era en su mayoría de
madera y ocupaba poca tecnología, pero igualmente era cálida y bonita.
. . .
El guardia Alfa, sin sentirse intimidado por la mirada del joven Jeon, abrió la
puerta conformada por barrotes de hierro, al igual que toda su "jaula" en
general. Su padre entró viéndose preocupado, su hijo estaba en problemas;
sin embargo, esa expresión típica de un padre que amaba a su hijo
desapareció tan pronto como los guardias cerraron las puertas, quedando
ellos a solas y encerrados allí.
— Hola padre. JungKook fue el primero en hablar, pero pese a esto, voltear
—
a ver a su "amado padre" no era opción. Ni siquiera lo quería ver cerca, sabía
lo que sucedería.
TaeHyung. JiMin ni siquiera puede cumplir con una de las funciones básicas
que el estúpido cuerpo de un Omega tiene.
— Eres tan idiota como ella . — su padre sonrió, pero aquello no evitó que su
furia fuese menos evidente. — Yo hice lo mismo con tu madre, tener dos
Omegas a la vez no es difícil. El deficiente eres tú.
— No me importa qué hayas hecho con mi madre, joder. — exclamó. Un golpe
llegó a su mejilla, uno tan fuerte que logró derribarlo mientras que un
—
Es hora de que sepas la verdad. el hombre pateó el estómago de su hijo
—
luego la zorra decidió terminar con nuestro amorío sólo porque estaba
embarazada de ti y quería arreglar las cosas con su marido. Le dije a mis
hombres que la asesinaran después de que naciste y tu padre a pesar de
estar destrozado fue fuerte, su propósito era criarte como corresponde.
para que jugaras con ese niño Omega. el hombre rió para sus adentros,
—
— Ese hombre... Dijiste que era el amante de mi madre. Ustedes dijeron que
él me había secuestrado. — el Alfa menor miraba el suelo con la mirada
perdida, recordando todo de repente, las piezas uniéndose en su mente. —
El hombre que alguna vez creyó era su padre ignoró sus preguntas, sus
confusiones y su desconcierto. El cabecilla de los Jeon lo miró por encima de
su hombro, el chico que su amante había dado a luz era patético, sólo un Alfa
cara bonita que se había dejado convencer fácilmente y sin sospechar de
nadie.
.
.
.
Treintaysiete
JiMin, a causa del insoportable frío que no parecía queder ceder, había
mencionado que desde cachorro en esas fechas y a tales temperaturas
amaba tomar chocolate caliente. El Omega sólo lo había comentado debido a
sus recuerdos de la niñez, sin esperar que YoonGi saliera y que a los minutos
regresara a la habitación con dos humeantes tazas de chocolate caliente.
Ambos eran cubiertos por gruesos abrigos que los mantenían en calor, pero
a sugerencia de el pálido JiMin portaba una suave bufanda. El menor tomó
un trago de su caliente bebida, causando que YoonGi sonriera y riera un
—
¡YoonGi hyung, no se ría! exclamaba abochornado, pasando su muñeca
—
— Está bien, tranquilo. dijo el mayor mientras que dejaba la taza sobre la
—
Tal vez sus buenos ánimos se debían a que estaban alejados de cualquier
obligación y de miradas curiosas, sin preocuparse de cualquier persona que
podría juzgar cada cosa que hacían, sin contar la libertad que tuvieron al
poder dormir todo lo que quisieran. No importaba que tan pequeña fuese la
cabaña ni que tan distante de cualquier contacto con otra persona
estuvieran, el ambiente era cómodo y acogedor. Eso era más que suficiente.
— Un anciano nos encontró. Aún estamos en Daegu, pero en esta zona tan
alejada no hay ningún vecindario o pequeño pueblo siquiera, sólo hay casas
separadas por kilómetros de las demás. YoonGi explicaba. Él se dirigía a
— —
su hogar, pero tuvo la amabilidad de traernos a esta cabaña que solía usar
durante las vacaciones con sus hijos.
por sí solos.
Un pequeño bostezo salió de los labios de JiMin posteriormente, la noche
había llegado hace horas pero él, como un cachorro rebelde, luchaba contra
su necesidad de dormir.
YoonGi lo notó en seguida, por lo que sugirió que mejor sería dormir; la
noche era linda, fría y extrañamente cálida a la vez. Se hospedaron en esa
cabaña durante la mañana, pero entre divertidas conversaciones y chocolate
caliente el tiempo pasó con rapidez.
Entre sueños, su madre apareció con una sonrisa frente a él. Estaba soñando
con ella, viendo su sonrisa y oyendo su voz, esa voz que tantas veces le cantó
canciones de cuna para hacerlo dormir después de una pesadilla. Ella había
tomado su mano, abrazándolo mientras lloraba, recordándole una y otra vez
cuánto lo amaba.
Sólo su abuela estaba allí con él y ella le dijo con una mirada de consuelo que
su familia volvería pronto. Hace más de dos semanas que no veía a sus
padres, a su abuelo y a su tío, los extrañaba y cada noche le pedía con
inocencia a las estrellas y a la Luna que los hiciera volver.
—
¿Tuviste una pesadilla? JiMin miró hacia su izquierda. YoonGi se veía
—
JiMin soltó unas cuantas risas, de esa manera no se vería tan cobarde, al
menos no en el exterior. — Los extraño...
— ¿Por ellos es que deseas volver a Busan? —inquirió el mayor a la par que
se sentaba sobre el colchón. — Siempre he tenido curiosidad de saber por
qué quieres irte.
— Hay muchas cosas por las que deseo volver hyung. Me gusta mucho Daegu,
pero necesito ir a Busan nuevamente.
—
Preferiría no hablar de eso ahora. YoonGi no dijo nada más, decidiendo
—
tornarse frías como reacción frente a los nervios. Tengo una amiga que
—
— ¿Tuvo un accidente?
— Debe ser algo devastador, pero supogo que no puede hacer más que seguir
con su vida. Leí en un libro que en esos casos el lobo del Omega en cuestión
es el que más sufre y por consecuencia, el lado humano también. — el Alfa
hizo un gesto pensativo. Lo más normal sería darle ánimos. El doctor de
—
Sin nada más que decir la habitación sucumbió entre silencio, el cual no
resultaba ser incómodo en absoluto. La presencia de ambos era suficiente.
No dijeron ninguna palabra ya que no había necesidad de hacerlo, se sentían
tan agusto así que temían arruinarlo al decir alguna cosa.
Aunque su fin no era mirarlo por tanto tiempo, YoonGi no pudo evitar
observarlo un poco más, detallando cada una de sus facciones. Sus ojos
rasgados de mirada cálida y su nariz pequeña; visualizó también sus lunares,
en su cabello despeinado por haber estado durmiendo y por último se fijó en
sus labios, carnosos y abultados, de un lindo color rosa. Tal vez era causa de
la oscuridad, pero los labios de JiMin se veían suaves, tanto que un
inesperado impulso le invadió.
YoonGi no era consciente de como su cuerpo actuaba, sin saber que su rostro
se acercaba cada vez más al de JiMin, el cual sólo lo observaba sin decir nada,
ambas miradas chocando inevitablemente.
.
.
Treintayocho
.
Por su parte, dentro de la cabaña, JiMin pudo sentir sus ojos picar tan pronto
como pequeñas lágrimas cristalizaron sus ojos. El Omega se recostó una vez
más en la cama, observando fijamente el paisaje nevado que le ofrecía a
duras penas la reducida ventana. Se cubrió y limpió las pequeñas gotas que
amenazaban con escurrir a sus mejillas; un profundo desconsuelo estrujó su
corazón y JiMin sollozó.
Eso no debía ser, ellos fingían una relación, era incorrecto que se hubiesen
besado. YoonGi fue quien lo besó, pero JiMin no dejaba de sentirse culpable.
Debió haber hecho que Min se detuviera, evitarlo o al menos haberse
separado de él. Era un tonto por dejarse llevar de esa manera, colocándose a
la total merced del Alfa cuando a penas sucumbió tímidamente a su beso.
Estaba solo dentro de aquella habitación, y aunque pensó que eso sería lo
mejor, cada segundo sumido en esa triste soledad no hacía más que oprimir
dolorosamente su pecho. Su estado de ánimo empeoró a penas escuchó
como la puerta principal era cerrada en un brusco portazo. Con ello supo de
inmediato que el mayor se había ido. ¿Tan malo era? ¿Tan malo era estar
encerrado en las mismas cuatro paredes que él?
Jadeó cuando su lobo volvió a chillar, mientras que en él crecía una extraña y
repentina ansiedad producida por su lobo. Estaba insistiendo para que lo
hiciera manifestarse, no obstante, por como iban las cosas, podría pasar eso
que una vez su abuelo le contó. Si el lado lobuno necesitaba con urgencia
emerger y no se le permitía, el cuerpo de lobo aparecería aún así, esta vez
tomando el control total sin que la consciencia humana le dominara.
El menor decidió acercarse y en uno de sus pasos pisó una ramita haciéndola
sonar crujir en seco, emitiendo el ruido que había estado evitando hacer.
suelo y llevando su esponjosa cola entre sus patas tan pronto como sus
orejas bajaron. ¿YoonGi estaba molesto con él?
necesidad de protegerlo.
esa vez eran lo único que su mente podía procesar, mientras que imaginaba
angustiado y aterrorizado a YoonGi herirle en el bosque al igual que
JungKook.
YoonGi también estaba cansado de él, iba a herirle y lo dejaría ahí tirado
también.
JiMin cerró sus ojos en el mismo instante en el que YoonGi estuvo frente a él,
aceptando su miserable destino. Lo que menos se esperó fue lo que sucedió
después. El lobo negro se ubicó a su costado, cubriéndole con su grueso
pelaje y con su superioridad en tamaño, acurrucando su pequeño cuerpo
contra el de él para proporcionarle calor y seguridad. JiMin sintió como sus
músculos se relajaban en seguida.
— ¿YoonGi hyung? ...
... — susurró confundido.
Claro que su consciencia humana retomó el mando tan pronto como los
pequeños mimos con las lamidas llegaron hasta el vientre del Omega, el cual
chilló bajito al sentir un escalofrío recorrer cada fibra de su cuerpo. Aquella
era una zona personal, un lugar en un Omega aparte de su cuello que
resultaba ser demasiado íntimo. Que un Alfa tocara, besara o en este caso,
lamiera, el vientre de un Omega era una señal de pareja, de lobos
emparejados, en etapa de cortejo o durante el celo de alguna de ambas
partes. Eso, claramente, ellos no lo tenían.
— ¿Sí?
¿Sí?
.
.
.
Treintaynueve
— ¿Lo dudas? —respondió burlón ese que JungKook creyó era su progenitor.
— Te asesinaría ahora mismo al igual que a tus padres, pero, sin embargo,
sigues sirviendo de algo.
Mientras él más avanzaba JungKook sentía un inmenso pánico recorrerle,
estaba dispuesto a golpear a ese hombre frente a él. Tragó en seco cuando
temió que ese hombre abusaría de él para convertirlo en Delta,
probablemente para destruir su orgullo y matar a su parte lobuna. Su ritmo
cardíaco aumentó, haciéndose una terrible idea; profundo miedo se
denotaba en su mirada, esto pareciendo ser motivo de diversión para aquel
angustia y asco era el que JiMin había sentido cuando él le había hecho eso ?
quería partirle la cara, pero se encontraba tan debilitado por los fuertes
golpes que prefería seguir allí de pie, envolviendo con sus brazos su
adolorido y lastimado estómago. Su cuerpo se sintió pesado cuando el
hombre volvió a golpearle. — Te crié para que fueras valiente ¿Esto es lo que
recibo? Eres débil, por eso buscabas sentirte superior golpeando a ese par
de Omegas.
Desde niño siempre tuvo varias pequeñas detrás de él porque era un Alfa
simpático, amable y sonriente. Los demás cachorros le envidiaban y le
molestaban por robarle la atención de las lindas Omegas, a pesar de que el
mismo JungKook se alejaba de ellas la mayoría de las veces. Era un niño
tímido en ese entonces, que se ponía nervioso cuando una niña se le
acercaba con intenciones de comenzar una "relación" con él.
— —
bajo de voz.
negro le pidió que volvieran a la cabaña con la excusa de que allí podrían
hablar con más tranquilidad; el silencio estuvo presente en todo momento
durante el camino devuelta, silencio que pareció ser interminable. Fue una
suerte que al salir, por descuido, JiMin hubiese dejado la puerta entreabierta.
Cada quien por su lado volvieron a sus piel humana y se colocaron sus
prendas encima. JiMin se vistió pausadamente, dándose un tiempo a sí
mismo para pensar todo lo que había pasado en tan poco tiempo. Pensó en
cada sensación que sintió y en cada sentimiento que llenó su corazón y
mente durante ese beso que no podía dejar de recordar por más que
quisiera.
sentir mal, creo que es mejor olvidar lo que pasó hace unas horas.
JiMin bajó la mirada. No hay problema, fue tan sólo un error hyung.
—
mismo.
Era incorrecto que se sintiera tan seguro al estar a su lado, era injusto que
quisiera abrazarlo y odiaba que YoonGi lo hiciera sentirse así. Su corazón no
tenía razón alguna para latir así. YoonGi sólo le había pedido ayuda y no más
de ahí, él iba a irse después. YoonGi debía casarse con alguien puro, de su
misma clase social, alguien digno que liderara junto a él.
resultó ser tan transparente que supo de inmediato lo que el Omega sentía.
No se sorprendió cuando al entrar, en lugar de encontrarlo durmiendo como
YoonGi hizo una mueca. — Supongo que no eran cosas lindas, tu expresión
no expresaba precisamente felicidad. — el pálido se acercó lentamente,
quedando frente a él y tras largos minutos YoonGi se arrodilló para poder
mirarle. — Una semana. soltó de repente.
—
— Dame una semana para poder saber qué es lo que realmente siento por ti.
— Min se veía seguro de lo que decía, envolviendo a JiMin con su voz que a
pesar de ser grave, llegaba a ser dulce en ocasiones. — En una semana te diré
lo que siento y entonces, decidiremos lo que sucederá.
— ¿Decidir? — susurró.
—
Si esto sólo resultó ser verdaderamente una equivocación, no seguiremos
fingiendo ser pareja. Diré que no funcionó frente a la manada, el Alto Mando
no podrá hacerme elegir de nuevo y tú te irás a Busan, como te lo prometí.
— ¿Y si no?...
Cuarenta
— Creí que iríamos a Gwangju hyung. — JiMin dijo, observando fijamente al
mayor guardar su equipaje en el auto.
Si tomaba en cuenta lo dicho por YoonGi horas atrás, ese sería el primer día
de la larga semana que el Alfa le pidió para aclarar las cosas en su cabeza. Su
interior se removía cuando recordaba las palabras que Min le había dicho la
noche anterior, provocando que una rara calidez surgiera en su pecho. El
pálido le había pedido siete días para descubrir lo que realmente sentía por
él, ¿Qué estaba insinuando con eso?
— Las vías que nos llevarán a Gwangju se han visto cerradas eventualmente
debido al clima, no podremos pasar. — contestó suspirando, exhausto física y
mentalmente. — Haré que algún miembro del consejo se haga responsable
de este viaje luego.
—
¿Estarás muy ocupado? le preguntó, formando una mueca de decepción
—
— Debo comenzar con las preparaciones, la Luna Roja de este año se acerca
por segunda vez. — tan pronto como hizo mención de aquel fenómeno que
ocurría sin fecha exacta, JiMin mostró un claro gesto de preocupación. Esos
días no debían tomarse como un juego, y por lo que sabía, en Busan le tenían
cierta clase de pavor.
Esto es malo...
— ¿Por qué lo sería? — JiMin miró expectante a YoonGi, como si para él sus
preguntas no tuvieran sentido. El de tez blanquecina soltó de pronto un
YoonGi se tomó unos largos segundos para mirarle, buscando algún signo
que posiblemente le demostrase que JiMin bromeaba. Aquella noche no era
mala o buena en sí, todo era cuestión de la percepción que tuviera un
individuo sobre ella. Con una mirada cansina sonrió leve y acarició los
cabellos de JiMin, logrando relajar esa expresión de temor plasmada en el
frenesí. Tal vez JiMin, o Busan en sí, le temía a esa noche debido a que era
inesperada, podía llegar en cualquier momento ya que no tenía un día exacto
para hacerlo. Podía ser una vez al año, una vez cada cinco años, tres veces en
un año; nunca se sabía a ciencia cierta.
Todo era tan cursi y romántico que YoonGi no sabía el porqué del temor.
Jamás se había oído de un caso donde un Alfa o un Omega rechazaran a su
pareja; si una de las dos partes captaba a quien su sangre llamaba y
aclamaba como suyo o suya, como el único con quien podría mezclar su
alma, la otra parte también lo sentía. Como si estuviesen destinados y
conectados el uno al otro.
Existían un sinfín de métodos para cuidarse durante ese momento, logrando
evitar que sus lobos fueran afectados esto en caso de parejas casadas con
—
eran cuidados, lejos de cualquier peligro que pudiesen hacer los adultos.
ver a JiMin decaer cada vez que le contaba. JiMin no, por favor. suplicó
desesperadamente cuando el labio inferior del Omega tembló, evidenciando
que pronto rompería en llanto. Su mirada perdida le advirtió a YoonGi que
JiMin no estaba escuchándolo, en cambio, probablemente estaría recordando
lo sucedido con esa chica.
YoonGi suspiró por décima vez en ese día y atrajo el cuerpo de JiMin hacia el
suyo. Le abrazó con suavidad, acariciando sus cabellos y dejando que el
menor descansara su cabeza encima de su hombro, utilizándolo de
almohada. No supo si fueron sus caricias o su aroma, pero JiMin terminó
durmiéndose allí, quieto y calmado. Min no hizo nada por alejarlo, de todas
formas él había provocado aquello.
Con una seña el chófer subió al vehículo, como siempre en silencio y sin
cuestionar nada. YoonGi ni siquiera supo que, incoscientemente, su mano
siguió acariciando cariñosamente las hebras de JiMin mientras que su
mirada iba hacia el paisaje que la ventana ofrecía.
. . .
— YoonGi, hermano, haz caído del cielo como un salvador. — comenzó a decir
un nervioso HoSeok, sonriendo un poco al notar la escena entre su hermano
y JiMin. Ambos se tomaban de las manos, entrelazando sus dedos mientras
que el Omega parecía estar más dormido que despierto, rascando su ojo con
su puño tal cual un pequeño niño en su primer día de escuela.
HoSeok resopló sin gracia. —Dudo que tú también pudieses hacer esto. —
susurró. El mayor de los hermanos le miraba con curiosidad por saber lo que
diría y de la nada HoSeok rió un poco, recordando esos días cuando eran
cachorros; por un largo tiempo le tuvo miedo a su hermano mayor, tanto que
dormía con sus padres y no con su hermano, en la habitación que les habían
asignado.
El miedo que le tenía se debía a que escuchó una vez a una sirvienta que
hablaba animadamente con su madre mientras que la mujer doblaba la ropa
de los retoños de los Min. La sirvienta joven dijo que YoonGi, como todo un
Alfa Líder, resultaba tener una personalidad algo fuerte y seria aunque el
pequeño pálido fuese un amor con sus padres. Como un cachorro, temió de
su hermano al enterarse de que éste, tan pronto desarrollara su Voz de
Mando, lo podría hacer obedecer tal cual Omega.
Pero aquello cambió cuando entró a una escuela demasiado grande para la
poca cantidad de estudiantes que poseía; allí sólo iban los hijos de ministros,
parejas de adinerados y gente importante, convirtiéndose en un revuelo
cuando el segundo hijo de los Min ingresó. Los gemelos de un ministro
intentaron golpearle una vez sólo para sentirse superiores al agredir al
futuro Segundo al Mando, ya que al futuro líder les fue imposible tocarle un
pelo siquiera.
Ese día YoonGi apareció y lo defendió, haciendo temer al par de gemelos
cuando la furiosa mirada del blanquecino por haber molestado a su hermano
menor aterrizó sobre ellos, espantándolos. Ese día, a los ojos de un pequeño
Min HoSeok, su hermano mayor se convirtió en un héroe, mucho más fuerte
que el que solía ver en sus libros infantiles, llenos de color y dibujos por
doquier.
—
SeokJin está muy distraído los últimos días por lo que no tengo a quién
acudir. HoSeok miró al adormilado chico junto a YoonGi. Por ello quería
— —
—
¡Lo hice! Pero no vendrá hasta más tarde. Es demasiado obvio YoonGi. Su
aroma me golpeó cuando entré a darle el desayuno que SeokJin preparó para
él después de mencionarle todo lo que lo hacía vomitar. — HoSeok hizo una
ademán para que le siguiera. —Ya verás, cuando entras a la habitación sólo
notarás aroma dulce a Omega en espera, debes reconocerlo mejor que yo,
debiste sentirlo cuando mamá estaba esperando a este hermoso hombre. —
dijo, refiriéndose a él mismo.
el Alfa menor hizo una mueca. Creí que me daría asco, pero en realidad
sólo sentí pena por verlo en ese estado.
— Si de verdad está embarazado tendrás que cambiar pañales, eso hasta que
TaeHyung decida irse. Te verás lindo cambiando un pañal sucio. — se
burlaba.
YoonGi abrió la boca para hablar, pero luego la cerró al negarse decir lo que
estuvo apunto se soltar sin pensar. "Creí que él también desearía con fuerza
volver a Busan".
Busan".
El Alfa menor se estableció frente a la puerta y exhaló, para luego abrir la
—
control.
Luego ambos observaron a YoonGi, que no decía nada y permanecía de pie
mirando detalladamente la habitación. — No sé de qué hablas HoSeok, siento
su aroma, pero no como dijiste que debería ser. — decía bajo las miradas
desconcertadas de los otros dos. El aroma de TaeHyung en realidad, en lugar
de ser dulzón como HoSeok le había mencionado, resultaba ser desagradable
para él, tanto que tuvo que disculparse y abandonar la habitación con
urgencia.
.
.
.
Cuarentayuno
— Alto ahí líder tonto, no puedes matar a tu familia por más molesto que
estés. — el Alfa bufó cuando SeokJin le interrumpió de esa manera, con una
explicó mientras cerraba el libro que había tenido entre sus manos todo el
tiempo. El ceño de YoonGi se relajó en seguida, al parecer el hombre había
pensado que de verdad había perdido el sentido del olfato; un suceso
terrible para un Alfa.
Un poco más calmado, decidió preguntar: — ¿Por qué los utilizas? ¿Hay
alguna razón especial?
— Supongo que no. — de inmediato SeokJin cubrió su rostro con el libro,
fingiendo leer. Cuando JiMin despierte debes decirle que mañana será la
—
última clase que tendremos, quiero asegurarme de que haya aprendido todo.
Es un chico muy inteligente, tiene una capacidad de aprendizaje bastante
buena.
JiMin balbucear intentando pronunciar una palabra que nunca había visto u
oído, también como fruncía el ceño y se mordía ligeramente el labio inferior
A JiMin le gustaba que YoonGi acariciara sus hebras, aquel tacto lo relajaba
— Iré a ver cómo está JiMin. dijo YoonGi, emprendiendo su camino sin
—
. . .
Hace unos minutos atrás había despertado y estaba tan aburrido que apenas
vino a su mente la idea de dar un paseo por el jardín trasero se levantó,
decidido a visitar el lugar. Tenía que buscar con qué distraerse mientras que
YoonGi volvía de dónde sea que se hubiese ido.
visto desde que Min decidió presentar algo como tú frente a la manada
diciendo que eres su pareja.
— -Sólo quería algo de aire fresco. — el hombre rió. Sé que algo ocultas.
— —
Omega que no puede concebir. Un Omega así de inútil no puede ser el Omega
de Manada de Daegu, no cuando le es imposible asegurarle herederos que
Cerró sus ojos por un instante para relajarse y despejar su mente, no debía
llorar nuevamente por ese hecho que le atormentaba, ser un Omega
defectuoso. Nadie tenía por qué saberlo, sólo él y los Jeon eran conscientes
de las fallas en su cuerpo; YoonGi no tenía por qué enterarse, tampoco.
pensó que ir a ver a JiMin y verificar que estuviera bien era una mejor
decisión. Todos sus sentidos se habían alertado cuando no encontró a JiMin
Después de esto le dio a TaeHyung una caja, la cual traía dentro dos pruebas
de embarazo para asegurarse. TaeHyung entró al baño entre tropezones,
nervioso al creer que podría estar esperando un niño, y que el mismo sería
por lógicas razones el hijo de JungKook. La incertidumbre les invadió cuando
ella se adentró en el baño para buscar las pruebas, ya que TaeHyung parecía
muy ocupado mordiéndose las uñas como reacción en respuesta al
nerviosísmo.
.
.
.
Cuarentaydos
No podía, simplemente no debía ser cierto. ¿Estaban bromeando para
hacerle sentir mal, verdad?
Tal vez aparecería allí, en Daegu, con un enorme ramo de las más bellas
flores a pedirle una gran y merecida disculpa a TaeHyung, después lo
llevaría a casa y le daría mimos, feliz de haber encontrado un Omega que sí
pudo hacer crecer su descendencia en su interior. JiMin se preguntaba si
todo lo que sufrió se debía a ello; él se preguntaba si su vida hubiese sido
igual de mala aunque hubiera tenido un bebé entre sus brazos.
Que en su vientre no pudiera florecer vida le hizo sentir inseguro, como algo
inferior que lamentablemente sería tratado como basura. Se había
prometido a sí mismo formar una familia, darle todo el amor a sus hijos y
nunca abandonarlos, no los dejaría solos como lo hicieron con él. Entre las
enseñanzas que creía primordial inculcarles a un niño estaba jamás perder
la esperanza, pero era irónico ver que él la había perdido ya desde hace
mucho.
Debía ocultar el vacío que comenzaba a invadirle, pero callar su dolor era
incluso peor. Quería encerrarse y llorar.
Había deseado tantas veces morir, y sin embargo, aún seguía de pie.
Llorar por horas no era la solución, por más que derramara lágrimas, sus
penas y su pasado no desaparecían con ellas.
—
Quería volver a disculparme nuevamente, me siento tan impotente ahora.
Fui el amante de JungKook, fui yo el que arruinó tu matrimonio, lo siento
tanto. — JiMin visualizó detenidamente al Omega a su lado. Su voz era
neutra, sin temblar, a pesar de que las lágrimas que se acumulaban en sus
ojos. —Espero que me creas, no quiero darté lástima, sólo quiero que sepas
que nunca fue mi intención...
— Ya te lo dije, nuestro matrimonio ya estaba roto desde hace mucho. Me
no quebrar. Sus manos se apretaron entre sí, nervioso por lo que había
Aunque si pensaba bien, sólo haber recibido golpes hubiera sido mejor.
— Tienes razón. — apoyó. — Yo... ¿Te sientes tan ahogado como yo, JiMin?
— ¿Por qué lo dices? — en ese instante JiMin sintió que todo se detenía, sólo
logrando estar centrado en las palabras dichas por el castaño. Miró con
atención al más alto, ansiando su respuesta.
¿Qué clase de lección le estaba queriendo dar el destino con esto? Se sentía
confundido.
interpondrá en ella.
— Lo pensaré. —dijo TaeHyung sin desviar su vista del espejo frente a él.
...
JiMin se recostó pesadamente en la cama y YoonGi no tardó en dirigirle una
de esas miradas intimidantes, como si lo estuviera analizando, con ello
determinando si el problema estaba en el exterior. Cuando confirmó que
El Omega negó suavemente con su cabeza, sin mirarlo. Claro que se sentía
mal, pero no quería preocupar ya a nadie.
— Yo nunca olvido las cosas, recuerdo muy bien en las circunstancias en las
que nos conocimos. — él había tenido el honor de ver a JiMin antes, pero no
fue hasta ese día en que robando un pastel se conocieron cara a cara,
mutuamente. YoonGi no se había tomado la molestia de verlo cuando lo
encontró en el bosque, moribundo y con una terrible herida. — También
recuerdo que me ofreciste una fresa como ofrenda de paz.
Tan rápido como el ambiente entre ellos se tornó calmado, JiMin decidió
hablar. — No pasó mucho. Jin hyung dijo que tardaría cinco minutos en ese
—
JiMin apreció con claridad el disgusto en las facciones del Alfa. —¿Por qué lo
preguntas?
— Para buscarlos y golpear sus rostros como castigo frente a toda la manada.
— Claro que puedo, soy el líder, si decido castigar a alguien lo hago y nadie
puede cuestionarlo. Si infringe una regla debe cargar con las consecuencias.
— YoonGi hablaba tan seriamente que JiMin no preguntó más, el Alfa no
estaba mintiendo ni bromeando. — La ley dice que nunca se debe negar a la
pareja del líder, y ya he dejado pasar mucho.
— No debes castigar a nadie. —JiMin bajó la mirada. — Todos me odian, es
normal.
— Ellos sólo están celosos de ti. decía Min, caminando hacia él para
—
que ellos, naciendo en cunas de oro, no tienen vínculo alguno conmigo o con
mi familia. Algunos quieren poder, otros quieren la posición en la que estás y
otros sólo desean la protección que recae sobre ti. No demuestres a esas
personas que sus comentarios te hacen sentir mal, ríete en sus caras, es
mucho mejor frustrarlos.
JiMin soltó una sonrisa, esta vez una real, de esas donde sus ojos tomaban
forma de dos tiernas medias lunas. Creo que es verdad, gracias hyung.
— —
decía.
— Ahora, ¿Me dirás si estás enfermo? Desde que hablaste con TaeHyung hace
dos días no has salido demasiado, ni siquiera fuiste con SeokJin a su última
clase de lectura. JiMin de inmediato sintió sus músculos tensarse; toda la
—
— Han pasado ya tres meses... Esta semana yo... con cada palabra su tono
—
.
.
.
Cuarentaytres
-¿Pasó algo malo JiMinnie? -SeokJin preguntó, con la mirada fija en la puerta
que recién había sido cerrada por cierto Alfa. YoonGi había desaparecido tan
JiMin había venido hasta él con YoonGi siguiéndole, luego, con una actitud
para nada común, el Alfa dijo que volvería pronto y mencionó que compraría
un par de cosas. JiMin se mantuvo callado todo ese tiempo, ignorando o al
Podría ser exagerado, pero su deber era hacerlo. Si un sólo miembro del
personal en la mansiones notaba la falta de la presencia física del líder, se
formaría un caos que no terminaría hasta que el mismo YoonGi regresara. 6
-¿Seguro? -el menor asintió frenéticamente, todo para que dejasen de insistir
en el tema. -Bien, ¿Cuáles libros trajiste contigo?
-Traje el que me regaló hace un tiempo hyung. -respondió con una pequeña
sonrisa, alzando el libro para que el Omega mayor lo viese con mejor detalle.
-Quería leerlo hoy, sólo he visto las imágenes que trae. 2
-De acuerdo, déjame ver. -SeokJin se sentó a un lado de JiMin en el pequeño
sillón, hojeando el libro y buscando lo más interesante que pudiera traer. El
-Sí Jin hyung. -el Omega menor tomó entre sus manos el libro una vez más,
observando de primera vista la página que su Omega Cría le había señalado.
La creencia de que eran débiles se originaba debido a que sus lobos eran
más fáciles de manipular, eran tan valiosos que todas las demás razas los
aclamaban como suyos. Ser un Gamma era adaptarse a su pareja: si se
trataba de un Alfa, el Gamma cambiaba y asimilaba a un Omega, incluso
llegando a ser marcados. Si era un Beta, el Gamma asimilaba uno de igual
forma. Si su pareja resultaba ser un Omega, el Gamma tomaba paso como
Alfa, marcándolo e incluso desarrollando un nudo. Esta clase de
cambiaformas eran los más apreciados, pero eran tan contados que a
medida que los años pasaron, tuvieron que renacer en una manada donde
únicamente existían Gammas, escondidos. 61
Esto no le gustó a la jerarquía. Los buscaron día y noche, por agua y tierra,
necesitando de esos hermosos seres para asegurarse de que su
Los ancianos cuentan que se esfumaron por causa de la Diosa Luna, que
castigó a las manadas con pobreza luego de los acontecimientos. Pese a que
un hijo concebido por un Alfa y un Omega podía ser Gamma, nunca se volvió
a saber de un nacimiento en donde un Gamma se viera involucrado. 158
un poco de lástima al imaginarse todo lo que sufrieron los Gamma en los año
que caminaron por sus territorios, si es que en realidad habían existido. De
cualquier forma era un libro donde se escribieron leyendas, muy pocas
podrían ser ciertas. Además de que si una lo fuera, sería difícil averiguar
cuánto era verdad y cuánto era mentira. 53
. . .2
-¿A dónde se supone que vas Min YoonGi? -le cuestionaba un cansado
HoSeok al Alfa. El menor de los hermanos había estado una noche entera
atendiendo a TaeHyung, el cual parecía vomitar todo lo que comía; esto sin
nombrar que cualquier aroma le provocaba náuseas. Un pequeño embrión
era el causante de su falta de sueño ¡Sonaba ridículo hasta en sus
pensamientos! -Yo no sé nada, déjame ir.5
-Cállate y sígueme, tengo que conseguir estas cosas. -y, como si HoSeok
estuviese ciego, colocó un papel frente a él que quedó a unos limitados cinco
centímetros de su rostro. -Tiene que ser rápido, tengo que volver lo más
pronto posible.3
¿Quién hizo esa lista?
eran suficientes como para saber lo que estaba pronto a suceder. 98
JiMin pronto tendría su celo y él, aunque al recibir la noticia se vio muy
tranquilo en el exterior, por dentro su mente se había transformado en un
lío. Se encargó por sí solo de llevar a JiMin con SeokJin estando bajo su
cuidado, y antes de salir le pidió a una de las sirvientas que le explicara qué
necesitaba un Omega durante su ciclo de calor, anotándolo en una hoja que
la mujer le dio al verlo tan desesperado por recordar todo. 1
Ni siquiera podría enviar a JiMin al Centro Estral, sería visto incorrecto que
estuviese ahí cuando ya tenía una supuesta pareja. 63
-¡Muy lindo que te ves comprando supresores! El amor te está matando. -el
menor se dio la libertad de reír a carcajadas, esto mientras YoonGi tomaba
por fin la caja de supresores que había elegido al azar. 27
-No es mi hijo. -decía entre refunfuños. -¡No es como si algún día tú no pases
por lo mismo que estoy pasando yo ahora! Será exactamente lo mismo, te
.
.
.
Cuarentaycuatro
Ahora, al notar que no dormiría más a pesar de que así lo quería, abrió
perezosamente sus ojos, frunciendo el ceño al sentir que no podía moverse
También descubrió la razón por la que le era difícil moverse con libertad.
JiMin mantenía su rostro hundido en su pecho, acurrucado a un lado de su
El dulce y también fuerte aroma de
de JiMin le aturdió, quizás debiéndose a la
cercanía que tenía con el Omega, a su próximo celo, o su olfato había vuelto a
la normalidad, pero podía sentir su olor natural tan claramente que le
embriagaba. Era tan dulce, pero no le desagradaba en absoluto, ni le
empalagaba, como lo había hecho el aroma de TaeHyung hace días atrás. 116
Volvió a intentarlo, sin poder suprimir una sonrisa cuando JiMin abrió sus
ojos aún con el disgusto en sus suaves facciones. Sin embargo, ésta
—
Perdón hyung. dijo simplemente, evitando su mirada bajo cualquier
—
Una cosa era abrazar a YoonGi en el vehículo o en una cabaña, pero era una
absolutamente diferente estar así en esa cama, la cama del dormitorio de
YoonGi, la cama que habían dividido en dos partes equitativamente. ¡Los
primeros días casi dibujaron una línea en el colchón para que ninguno
pasase a su lado! ¡Era como terreno prohibido que durante meses habían
respetado! ¿Qué había sucedido entonces? ¿Rebeldía por parte de sus
cuerpos?61
Por otro lado, YoonGi estuvo apunto de dirigirse al baño también para
calmar un poco al alterado Omega de no ser porque, inoportunamente,
alguien llamó a la puerta con brusquedad, asimilándose a desesperación.
Asumiendo que se trataba de algo importante, articuló
un"pase"
un"pase" pacientemente
pacientemente.. HoSeok entró de pronto en el dormitorio,
notablemente preocupado, molesto y confundido.
rumor de que JiMin está casado gracias a fuentes que desconocemos, aparte
de que así lo declara la carta. ¿Qué demonios YoonGi? JiMin y tú no están
casados, ¿Estás ocultando algo? ¿Acaso eres el amante de JiMin? ¡Debes
buscar pareja, no un amante barat...17
— ¡No hables así de JiMin! ¡¿Qué te crees, HoSeok?! — gritó, con una furia
apoderándose de él de forma instantánea. Su hermano retrocedió un poco,
no dejándose llevar por las acusaciones que había soltado sin pensar. —Si
vuelves a decir algo así te juro que no tomaré en cuenta que seas mi
hermano, aún puedo exiliarte y lo sabes. — gruñó en advertencia, dándole a
saber que había entrado en terreno peligroso. YoonGi no sería capaz de
hacerlo, pero el arranque de ira causó que soltase la amenaza más fuerte que
le llegase a la mente. 85
Tal vez le vieran como un llorón, pero esa era su única manera para liberarse
aparte de gritar con molestia, y lo que la experiencia le enseñó, es que si
quería seguir ileso debía limitarse a sólo llorar. Cada vez que se molestaba y
gritaba recibía un golpe o una bofetada, esto por parte de cualquier miembro
de la familia Jeon.11
Si tan sólo no hubiese conocido a JungKook quizás estaría teniendo una vida
común y corriente en Busan, sin sufrimiento. Y sin YoonGi.73
celo estaba cerca, sin embargo, no sabía cuándo llegaría. Eso era lo que más
le preocupaba.90
.
.
.
Cuarentaycinco
El Alfa suspiró molesto, odiando lo que recién había sucedido pero a su vez
conforme con que no hubiese sido peor de lo que ya lo era. 79
No supo cómo, pero ellos lograron unir las piezas y hacer una correcta
suposición, al parecer. De acuerdo. A ver si entendí, esto empezó como
—
una farsa para salvarte del matrimonio que el Alto Mando quería organizar
para ti, pero al final pasó lo que tenía que pasar y ahora sí están enamorados
de verdad. ¡Que hermosa historia de romance! — había dicho SeokJin,
divertido. YoonGi entonces había bufado, dejando en claro que ni siquiera él
sabía qué sentía realmente.64
prometido hacerse cargo de que los rumores se diciparan como disculpa por
haber insultado a JiMin anteriormente, en un impulso erróneo.
Decidieron que por ahora JiMin no se enteraría, de hecho, YoonGi pidió que
fueran lo más discretos posible y después él mismo se encargaría de hacerle
saber al Omega más tarde que SeokJin y HoSeok sabían la verdad. Mientras
tanto, él tendría que encargarse de la dichosa carta que su hermano le
entregó y que fue enviada por Jeon DakHo, el padre de JungKook. 38
preocupados por Jeon JiMin debido a que él nunca estuvo tanto tiempo
alejado de la protección de JungKook. YoonGi rió con amargura, ese tipo
creía que él no sabía absolutamente nada. 115
Aseguraba aquella carta que JiMin era quien no cumplía con los deberes que
debía cumplir un Omega y que ello, en Busan — especificando la manada
natal de JiMin , era ser merecedor de castigos para corregirle. Incluso se
—
atrevían a excusarse diciendo que sus castigos no eran tan fuertes como
otros.26
Aunque, recordando lo que JiMin le contó sobre la chica que salió de casa
durante la Luna Roja, el Omega indicó que había sangre y gritos. Al no haber
estado allí no podía deducir si lo de los castigos era cierto o no, pero JiMin no
merecía esos abusos aunque fuesen "mínimos". Nadie lo merecía.
Arrugó el papel entre sus manos cuando, en el último párrafo, aclaraban que
JungKook tenía en su poder documentos que legalmente autorizaban el
consentimiento por parte de los Park para que su único hijo se uniera al
primogénito de los Jeon. Sumándole también documentos que indicaban con
claridad que la unión se había llevado a cabo y que hasta ahora seguía en pie;
Era extraño que hasta ahora estuviesen tan callados y usando medidas
pastelería.
— Sí, le agradezco enormemente que los hermanos Min y usted me hayan
acogido aquí luego de salvarme. — TaeHyung sonrió, mostrando una
adorable sonrisa cuadrada que también hizo sonreír a SeokJin. Tae se
encargaba de la mezcla para decorar el pastel de chocolate. — JiMinnie
también ha sido muy amable cuidándome cuando me siento mal, estoy feliz
por ello. Cada vez hablamos más. 59
—
Me alegra saberlo TaeTae. dijo suavemente, en ese mismo instante
—
Sin apuro alguno buscó con la mirada por varios lugares, al mismo tiempo en
que se asomaba por los pasillos. JiMin ya no se perdía por los corredores
como en un principio. Las primeras veces podías encontrarlo de pie,
asustado y sin saber dónde ir. Varias veces, a pesar de ser casi un extraño en
esos días, se negó incluso a irse con sirvientas que le ofrecían ayuda al verlo
Pero no sólo la que abrazaba estaba allí. A su alrededor habían más prendas,
todas pertenecientes a YoonGi, rodeando al Omega. SeokJin de inmediato
supo que JiMin había hecho un nido, ese espacio que era construido por
Omegas durante su celo o durante la gestación, colocando a su alrededor,
comúnmente, ropa de su pareja para sentirse tranquilos y protegidos con el
aroma que desprendían.438
Jin cerró con sumo cuidado y a pasos apresurados se encaminó hasta el sitio
donde la conferencia en la que YoonGi se encontraba estaba siendo
realizada, agradeciendo mentalmente que no estuviese tan alejada. Un
guardias le vio salir y de inmediato le siguió, después de todo, era parte de la
familia Min a pesar de la diferencia de apellidos; su madre era la hermana
menor del padre de YoonGi y HoSeok.
Con un leve temblor de sus manos pensó en lo conveniente que fue haber
visto a JiMin sin entrar o tocar antes, y por suerte, sin haber sido
descubierto. Si un Omega hacía un nido, nadie más podía irrumpirlo aparte
de su pareja ya que eso podría traer graves problemas. Si hubiese tocado la
puerta JiMin podría haberse alterado y entrado en pánico, un nido era algo
muy delicado. Y por ello debía apresurarse, una sirvienta podría entrar a
llevarle agua o un costurero a tomarle medidas para un nuevo traje, y eso no
resultaría en nada bueno.48
SeokJin frunció el ceño, si esto era así ahora, cuando sus lados lobunos la
mayoría de las veces era ignorado, no quería imaginar cómo fue en esa
época en la que sus antepasados que no le prestaban atención al lado
racional humano.10
El Omega entró como bala al ostentoso lugar, pasando de largo las miradas y
fingiendo no escuchar los cuestionamientos del guardia que fielmente le
seguía. Sin mucho cuidado empujó la puerta doble, abriéndola de par en par
e interrumpiendo las palabras de un hombre que se encontraba de pie
leyendo.12
de conferencias. El pálido al verle alzó una ceja, mientras que las miradas de
hombres y mujeres desconocidos cayeron de forma inevitable sobre SeokJin,
el cual tuvo el valor suficiente como para permanecer de pie erguido, sin que
le intimidaran. Al final era el Omega Cría de JiMin y estaba cumpliendo con
su deber, asegurarse de que estuviese a salvo. 33
— Iré directo al grano debido a que es una situación de suma importancia. —
SeokJin paseó su vista por los más de veinte presentes, sabiendo que no
podía entregarles siquiera una pista sobre la pareja, por ahora, falsa. El
Omega se cruzó de brazos, su mirada estando fija en YoonGi. —Su Omega ha
entrado en celo.305
.
.
Cuarentayséis
.
De repente el gruñido ronco que YoonGi soltó, provocado en gran parte por
su lobo, asustó a los hombres y mujeres sentados en la mesa de conferencias.
A él y a su Alfa les enfureció que otros supieran del estado tan delicado en el
que se encontraba JiMin. Pero, en parte, lo agradecía. Las personas presentes
no abrieron la boca siquiera, conscientes de la situación. Nada ni nadie
detuvo al pálido al verlo ponerse de pie, recogiendo sus cosas y yéndose en
menos de cinco minutos.133
Min no supo dónde había quedado SeokJin cuando dio un paso dentro de la
mansión. Con el corazón en la garganta, estaba decidido a ir hacia JiMin. 94
Caminaba casi con desesperación, necesitando llegar más rápido. Subió las
escaleras de dos en dos y no se detuvo a saludar a nadie, cuestionándose
internamente con frustración porqué su dormitorio debía estar tan alejado.
"Cuestiones de seguridad", le respondió su subconsciente, el cual aún
parecía funcionar correctamente a pesar de lo que ocurría. 21
Al estar frente a su destino de llegada, con la respiración agitada, llamó a la
puerta en tres fuertes y claros golpes. ¡No, vete!
— fue la respuesta que
—
Estuvo a nada de perder sus estribos debido al delicioso aroma dulce que
provenía de JiMin, en compañía de las feromonas de celo que llenaban el
olfato del blanquecino. YoonGi exhaló e inhaló para poder tranquilizarse,
debía ayudar al menor, no asustarlo. Min se sentó en la cama y JiMin
rápidamente buscó refugiarse entre sus brazos, aún sin soltar la camiseta
que sostenía arrugada en su mano. 129
YoonGi le abrazó, buscando calmar los síntomas del celo que apenas
empezaba. En unos dos o tres días su celo alcanzaría su punto más alto y
JiMin probablemente estaría bastante mal. Por ahora, prefería calmar los
síntomas que con el pasar de las horas se incrementarían. JiMin colocó su
nariz en el cuello del mayor, acurrucándose allí para que el aroma del Alfa le
aliviara.68
— ¿Hice un buen nido, Alfa? —susurró, en un tono de voz tan bajo que
YoonGi apenas pudo escucharlo. — ¿Le gusta? preguntó. El pálido sonrió,
—
a él. Sentía algo que nunca había llegado a experimentar durante su celo,
necesitar de alguien en específico. 67
YoonGi era al que sus instintos aclamaban como el único que debía calmar el
calor de su cuerpo.55
10
• • •
ocultarse en los brazos del Alfa, como lo venía estado haciendo todo aquel
día poniendo como excusa a su celo.113
Recordaba con claridad el miedo, sí, pero también la molestia que recorrió
su sistema y por la cual estuvo apunto de golpear a TaeHyung, de no ser
porque YoonGi le detuvo. Pensó en que sólo se sentía protegido con el
pálido, y extrañamente, querido. YoonGi fue el que estuvo allí cada vez que
lloraba como un cachorro perdido, cada vez que tenía miedo, y varias veces
lo había defendido sin dudarlo.10
Luego recordó el beso que tuvieron en aquella fiesta, frente a los padres de
YoonGi y que, sin saberlo, produjo tantas cosas en él. Pero a pesar de todo,
ese no se comparaba en absoluto con el beso que YoonGi le dio en la cabaña.
Ese beso había resultado ser mucho más significativo de lo que creía. 2
que la tela suave de la holgada camisa para dormir que traía puesta estaba
mojada. De inmediato se preocupó, aquello le había tomado desprevenido. 33
JiMin negó en repuesta a las preguntas hechas por el mayor, reteniendo las
lágrimas en sus ojos mientras que seguía abrazado a YoonGi. El Alfa limpió
El mayor tardó en hablar, sin decir nada a pesar de que JiMin le miró directo
a los ojos esta vez. — ¿Qué hice? ¿Podrías decírmelo, JiMinnie? 42
— ¿Me detengo? — el corazón de YoonGi latió con fuerza, tanto que creyó
sentirlo golpear su pecho desde el interior. Trataba de ocultar la pequeña
sonrisa que intentaba asomarse en sus labios, encubriendo la emoción que le
embargaba.7
cumplirá la semana que me pediste para pensarlo mejor, pero en esos días
tú no podrás estar conmigo. Debía decírtelo ahora.30
— Yo te besaré mil veces todos los días si eso es lo que deseas. YoonGi
—
YoonGi se separó de él con cuidado, sin embargo, sólo bastó con que sus
miradas conectaran para que sus labios volvieran a encontrarse. ¿De eso se
trataba querer a alguien? No lo sabía, pero ambos querían mantenerse de
esa forma el mayor tiempo posible. 44
Aquello era peligroso para JiMin, si se sometía así el efecto del supresor sería
burlado por su celo en cuestión de minutos. No obstante, aunque los
síntomas podrían regresar y que no era conveniente que YoonGi estuviese
allí si su aroma volvía a emerger, no se apartó ni se quejó cuando, durante
uno de los tantos besos que se habían dado, JiMin sintió como era
cuidadosamente empujado por los hombros, su espalda contra la suavidad
¿Qué más daba? YoonGi no era capaz de hacerle daño, ¿Cierto? 573
•
•
•
Cuarentaysiete
Simplemente era un infierno. Sentía que con cada minuto que pasaba las
punzadas en su vientre eran más y más dolorosas. 286
resultaba ser más fuerte y doloroso para él. JiMin intentaba soportarlo tanto
como pudiera, pero temía que pronto no pudiese resistir mucho más.
Creyó que eso era lo normal, sin embargo, cuando TaeHyung se adentró en
la habitación, su lobo rechazó inmediatamente el aroma de HoSeok que el
— Estaré media hora aquí ChimChim, hasta que el efecto del supresor se
desvanezca. Si tu lobo toma el control y sigo aquí podría ocurrir un
Toda Daegu vivía bajo el engaño de que YoonGi y JiMin eran una pareja
estable con más de un año de relación. SeokJin y HoSeok, por su parte,
sabían que aquello era una mentira, pero nadie más aparte de JiMin y YoonGi
conocía el hecho de que ambos se habían declarado, sus sentimientos
resultando ser mutuos. Todo era un enredo extraño por el que JiMin no
deseaba preocuparse, no por ahora.16
Mientras JiMin comía los chocolates TaeHyung se acercó para poder tocar su
frente, exaltándose al sentir la alta temperatura que JiMin presentaba. El
castaño arrugó el entrecejo. No era exactamente común padecer fiebre
durante un celo, él nunca había oído algo parecido. 488
10
• • •
YoonGi bajó las escaleras sin ninguna urgencia por la cual apresurarse,
manteniendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón. Se
preocupaba por lo que podría estar pasando JiMin ahora que él no tenía
permitido entrar al dormitorio como medida de prevención. Su único
consuelo era saber que TaeHyung estaba con él, ya que se había ofrecido a
cuidarlo tal como JiMin lo hizo con él durante los malestares que sintió a
causa del embarazo.33
Desde el día anterior HoSeok parecía estar de mal humor, y no era usual en
él. YoonGi se preguntaba qué podía haber sucedido entre esos dos como
para que su hermano estuviese de tal forma. 51
— ¡YoonGi! ¿Qué haces caminando por allí? ¿Acaso no tienes deberes que
cumplir? — preguntaba una voz que el pálido reconoció sin emplear
demasiado esfuerzo. Min se giró sólo para encontrarse con con SeokJin
viéndolo molesto, acompañado de... ¿El mesero? — ¿TaeHyung no te ha
informado cómo está JiMinnie? 293
— ¿Hay algo más que deba saber? — dijo después de un pequeño lapso de
silencio.
— ¡YoonGi! Es decir, señor Min, está pasando algo extraño con JiMin. — había
interrumpido el alto Omega de voz profunda, exasperado y notablemente
preocupado. — El efecto del supresor duró menos de lo que debería, está
llorando de dolor... las facciones de YoonGi demostraron como los nervios
—
YoonGi descendió para plantar un suave beso en los labios de JiMin, siendo
correspondido en pocos segundos. Sus labios se movieron al comienzo en un
compás lento y dulce, pero aquello cambió cuando el mayor se atrevió a
morder el belfo del contrario sin llegar al lastimarlo, arrebatándole un suave
gemido. El beso se profundizó y JiMin jadeó gustoso, abrazando a YoonGi por
los hombros con fuerza, queriendo retenerlo allí, mientras que sentía el
agarre de las manos pálidas en su cintura, proporcionándole caricias. 244
JiMin balbuceó el nombre de YoonGi al sentir los besos que éste repartía en
su cuello, mordiendo y lamiendo de vez en cuando su tersa piel. Un sonoro
gemido se escapó de sus carnosos labios al percibir la pequeña mordida
juguetona por parte de Min, en una zona tan erógena como lo era el lugar
donde un Omega era marcado por su Alfa. 161
•
•
•
Cuarentayocho
A su "padre" se le permitió hablar con los jueces del consejo, llevando a sus
más relucientes abogados. Quien pagó la pena más grande fue ChanYeol a
causa de permitir abusos a Omegas, arrebatándole el mandato, siendo sólo
gracias a su Omega que no perdió la cordura al no tener manada que liderar.
JungKook, por su parte, creyó que el hombre haría algo por él luego de
culpar a ChanYeol en su mayoría.4
Claramente no lo hizo. Lo ofreció como un esclavo a otro Alfa que era mucho
más maduro, grande y fuerte que él a cambio de una buena cantidad de
billetes, concordando entre los miembros del consejo — mismos a los que
JungKook consideró corruptos en que ese sería un buen castigo para un
—
abusador y violador. Sabía que su supuesto padre sólo quería vengarse por
haber aplazado sus planes al ser separado de los dos Omegas. 23
JungKook no pudo evitar sentirse frustrado más de una vez al saber que
JiMin y TaeHyung estaban a manos de dos hermanos, uno líder y otro
segundo al mando. Quiso vengarse de los dos Alfas por arrebatarle lo que
creía suyo, pero con transcurso de los días dejó de pensar en ello. Sería una
tarea difícil recuperarlos, si es que su padre seguía intentándolo. 64
¿Lo usaron como juguete de diversión? ¿Lo golpearon? ¿Humillaron a su
lobo y orgullo Alfa? Obviamente. Su lado lobuno hace días se había
arrinconado en una esquina de su mente, sin decir ni sentir nada, dejándolo
a JungKook con el único consuelo de que aún seguía vivo.95
Ese día el tipo al que fue vendido pensó que JungKook estaba lo
suficientemente débil como para resultar ser inofensivo, por lo que bajó su
guardia y dejó la puerta de su encarcelamiento abierta. El hombre ni
siquiera notó cuando pudo escabullirse por la cocina, tomando uno de los
vasos de cristal donde estuvo tomando alcohol y estampándolo con toda la
fuerza que podía tener en su cabeza, lastimándolo y distrayéndolo lo más
posible como para huir, agradeciendo que la Omega del hombre estuviera
muy distraída atendiéndolo.12
Cuando comenzó a correr no miró hacia atrás. Ese hombre que mintió al
decirle que era su progenitor le hizo la vida miserable sin que lo supiera, y lo
hizo a él de un idiota abusador. ¿Cómo pudo haberlo obedecido? 17
Para salvar un poco su destrozada dignidad tuvo que pensar en que estaba
recibiendo su merecido al haberse dejado controlar por los idiotas de sus
padres. Sin embargo, ahora quería hacer algo más antes de esperar su
muerte; JungKook no deseaba vivir lo que resta de sus días como un débil
Delta.7
— ¿Hay algún viaje hacia Daegu para el día de hoy? —JungKook se detuvo
frente a una Alfa, jadeando por la carrera y asustado, suplicando
mentalmente que el hombre al que fue entregado no lo encontrara. Observó
a la mujer bajar la mirada y leer detenidamente la lista que llevaba en sus
manos.113
2
• • •
contigo por un tiempo más antes de que me sacaras de tu vida, lo siento, fui
egoísta.128
YoonGi suspiró. — ¿Sabes lo difícil que será algo así, no? 61
Después de todo, estaba tan roto que ya no debería doler tanto como antes. 18
— Soy el líder y mi familia es quien cuida de esta manada, siempre ha sido así
desde hace décadas. Ellos están bien con que los Min sean quienes los
representen junto al nombre de Daegu, ellos esperan que mis hijos sean los
que cuiden y velen por los suyos en un futuro. — el menor intentó soltarse
antes de que la herida en su corazón se profundizara más, pero YoonGi
lograba retenerlo por el brazo empleando algo de fuerza, causando un
mínimo daño que no llegaron a percibir. — Debiste habérmelo dicho
antes.204
— ¡Eso lo sé desde hace mucho! — exclamó, con un doloroso vacío
presionando su pecho. JiMin observó a YoonGi
Yo onGi a los ojos, importándole poco
que éste se percatara de la decepción y tristeza en su mirada. — ¿Crees que
no lo sabía? ¿Crees que no tengo conocimiento alguno sobre las leyes
impuestas para las manadas y sus líderes? No debiste haberme traído aquí
JiMin cerró los ojos mientras que su cuerpo empezaba a tener leves
temblores de miedo, esperando cualquiera de los golpes que usualmente
recibía luego de gritar. La vorágine de sentimientos nublándolo y el malestar
del celo no eran una buena combinación, menos cuando su cuerpo reaccionó
ante las anteriores caricias y besos que YoonGi proporcionó sobre su piel,
buscando sentir nuevamente el toque. Cuando su respuesta fue silencio
JiMin abrió sus ojos con duda, su cuerpo paralizándose al ver el estado del
Alfa. YoonGi estaba llorando.505
para ser amantes. —No quiero que te hagan daño mientras yo no esté
cerca.93
futuro...
— Es una venganza por quitarme el lugar del favorito cuando éramos niños.
Porque aunque era cierto que la mayoría de las veces él ganaba las pequeñas
peleas infantiles, HoSeok también se salía con la suya muchas veces. Al
cumplir sus dieciséis cayó sobre YoonGi la responsabilidad de ser un buen
lider; día y noche recibía clases de cualquier cosa, modales, política, leyes,
entre muchas clases más que le dejaban exhausto. HoSeok conocía la afición
que tenía su hermano pálido por decir groserías debido a la más mínima
cosa, burlándose en su cara cada vez que la estricta maestra de modales le
regañaba por decir hasta la más inofensiva de las groserías. Y todos,
incluyendo a su cariñosa madre, permitían que HoSeok se riera de él al ser
corregido.79
•
•
5
•
Cuarentaynueve
— No te estoy obligando, sólo quiero que entiendas. ¿Qué hará ese niño o
niña al ser entregado a un orfanato? Necesitará tu aroma y calor, ¿Quién se
lo dará? ¿Otro cachorro huérfano acaso?93
puedo dejarlo conmigo. Sólo quiero que mi hijo o hija tenga padres mejores,
más de lo que yo podría serlo.4
— ¿Y por qué tú no podrías ser un buen padre? 1
— Nadie asegura eso, TaeHyung. Debes pensar en positivo por una vez en tu
vida.51
— Claro que sí. Desde el día en que hablé con JiMin sobre el tema me dediqué
a pensarlo en silencio, tranquilo y solo. Cuando me enteré del embarazo tuve
un miedo indescriptible, pensé que no lo amaría... Luego me percaté de que
sí lo hacía. Y por ello es que no quiero que esté con alguien tan patético como
yo. Lo quiero lo suficiente como para aceptar que no será feliz a mi lado. 51
4
• • •
— Feliz cumpleaños.
cumpleaños. — expresó YoonGi antes de separarse. El anochecer
había caído aquel trece de octubre, donde JiMin cumplía años. El Omega, a
pesar de no darle gran relevancia a la fecha mostraba en su mirada mucha
más alegría y emoción, a diferencia de hace dos semanas, cuando en su
mirada sólo se veía tristeza y temor.228
Desde hace cinco días el cortejo se había iniciado y, aunque nada era
perfecto ni color de rosas realmente, en la perspectiva de YoonGi y JiMin sí lo
era. Seguía siendo extraño, pensar en un futuro juntos hacía a sus estómagos
burbujear como a un par de adolescentes experimentando el primer amor.
Por otro lado, las muestras de cariño no eran demasiado frecuentes aún, ni
45
siquiera se habían tomado de la mano en público.
— Hyung, no era necesario esto. comenzó a decir JiMin. A pesar de que
—
Ya para ese instante JiMin se había dado por vencido, sin más opción que
abrazar al suave oso que ahora le pertenecía. Era de tamaño mediano y
bastante lindo, además de que se parecía a uno que tuvo en su infancia. Ese
oso le acompañó durante sus sueños más aventureros a las más tenebrosas
pesadillas. Aunque mantuvo la pequeña sonrisa en sus labios, soltó un
suspiro con nostálgico, recordando todo lo que se le fue arrebatado al
casarse con JungKook.56
Por su parte, YoonGi se encargó de que arreglaran el jardín para antes del
anochecer y que tuviese lo necesario para poder disfrutar la cena
cómodamente; aparte de que existían dos razones ocultas para ello. Primero,
quería que JiMin pasara su cumpleaños de una forma sencilla, como al
Omega le gustaban las cosas. Segundo, SeokJin y los demás le pidieron
distraerlo para preparar una pequeña fiesta sorpresa para JiMin.71
Una vez devuelta al interior de la mansión nada parecía haber sido decorado
o haber sido cambiado de lugar. Sin embargo, eso fue hasta que llegaron a la
sala de estar, donde las luces se encontraban apagadas y eso era extraño.
JiMin desvió la mirada hacia el pálido, confundido al notar la ausencia de luz;
YoonGi no se alteró por ello, así que él tampoco se preocupó demasiado. 5
—
¡YoonGi hyung! exclamó JiMin bufando al abrir otro obsequio por parte
—
de YoonGi. ¡Te dije que no tenías porqué comprarme algo así! 68
—
•
•
•
Cincuenta
El corazón de JiMin golpeó con fuerza y él no movió un músculo, estaba
paralizado, observando con sorpresa y nervios que JungKook estaba ahí,
frente a ellos, sentado y sin decir nada. Quería que fuese un sueño y que
despertara en ese justo momento; que al abrir sus ojos todo estuviese
— No voy a dejarte solo con él. — gruñó el pálido. Bajo ninguna circunstancia
dejaría a JiMin a solas con ese Alfa. Si no tienes nada que decir vete, estoy
—
Cuando nadie respondió, JiMin decidió volver a hablar. — Si tienes algo que
decir hazlo, pero luego de ello lárgate, no quiero verte. 44
Min.98
YoonGi soltó una risa. —No importa qué temor podría tener, igualmente no
confío en ti, no te dejaría solo con mi Omega . — recalcó el pálido, casi
rugiendo sus palabras. JungKook abrió y cerró su boca varias veces a pesar
de no decir nada, siendo obvia su sorpresa. — Meses atrás dije que no te
daría el honor de ver a Park JiMin una vez más. Estoy haciéndolo, sin
embargo, no permitiré que pongas siquiera un dedo en él. 303
Aunque sabía que la solución era revelar todo lo que sabía con YoonGi
presente, no conseguía decir una oración coherente. Unos cuantos metros
detrás de YoonGi y JiMin se veía la enorme y ostentosa escalera que llevaba
al siguiente piso; su rodillas se tambalearon y balbuceó nervioso más
palabra extrañas, viendo bajar con rapidez a los guardias. Además de esos,
— Mi padre me vendió a otro Alfa y sólo me queda ser marcado para ser un
Delta. Ni siquiera es mi padre, asesinó a mi familia real y me usó como su
títere personal. — expresó con rapidez, nervioso. — Él arruinó mi vida y se
deshizo de mi familia como si fuesen muñecos reemplazables, debo frustrar
sus planes de alguna manera, siento que si logro hacerlo habré de alguna
forma vengado a mis verdaderos padres.130
para ver a JiMin. Cuando éste negó, regresó su oscuros ojos de nuevo a
JungKook, cambiando esta vez a una expresión dura y molesta. 32
— ¿Qué tiene que ver leer con todo lo que tu familia y tú me han hecho? —
allí.58
— Deberías revisar una vez más. — propuso. —Ese "todo" surge en Busan,
todo está ahí. Si eres inteligente lo sabrías.123
El casi Delta no objetó ni gritó, dejándose hacer. Las esposas uniendo sus
brazos detrás en su espalda, tres guardias sosteniéndolo y algunos más a su
alrededor no pareció causar algún impacto en él. 129
un principio sospechó que esos medios pacíficos por parte de los Jeon para
pedir el regreso de JiMin a Busan eran poco creíbles. Por lo mismo no actuó
ni respondió, hasta ahora.6
• • •48
negro, quedando frente a frente con los documentos que había pedido horas
atrás.
Apenas los guardias llevaron con ellos a JungKook, YoonGi pidió un informe
completo sobre el historial de la familia Jeon y todo lo que los implicaba.
Esperó las cinco horas exactas que se le fueron pedidas y finalmente la
carpeta fue puesta en sus manos; si iba a enfrentarse al enemigo debía saber
más de él, así su ataque resultaría ser efectivo. 34
Tras algunos largos minutos de silenciosa lectura encontró una infinidad de
cosas, incluyendo el registro del papeleo hecho por los Park al aceptar la
unión de su único hijo Omega con el primogénito Alfa de los Jeon. Desde
hace décadas el apellido Jeon había abarcado a esa prestigiosa familia, pero
habían ciertas incoherencias en ella que no le agradaban y no lo convencían,
esos no parecían ser simples problemas familiares. 8
Lo que más llamó su atención fue que, según aquellas recopilaciones, los
Jeon habían tenido un Alfa Líder entre ellos, aunque habían gobernado por
sólo un par de años y no se especificaba a cuál manada lideraron. 108
•
•
•
Cincuentayuno
— Veo que no tienes los ánimos de hablar con otros, Delta. — soltó, haciendo
gruñir a JungKook una vez más. — Te guste o no te guste, me asignaron a mí
como tu cuidador. Mi trabajo fue observarte, así que conozco tus jugadas. Si
— No tengo nada más por hacer. Sólo falta que tenga una mordida en mi
cuello para ser un Delta por completo, y no quiero llegar a eso, joder. No seré
el hazmereír de nadie, soy un bastardo y un idiota. Todos me detestan,
incluyéndome; sólo le harías un favor a los demás asesinándome. 195
8
• • •
correcto y que hacía sentir bien a ambas partes. JiMin no consideraba que
eran una pareja formal aún, pero estaba dispuesto a intentarlo. YoonGi, por
decirlo de alguna manera, era un buen partido y JiMin tenía miedo que lo
abandonase exactamente para buscar algo mejor, o alguien a su altura
social.16
— No creo que necesites ir, podría ser tan sólo una mentira de JungKook.
Aquí estás a salvo. — razonó YoonGi. — No permitiré que te pongas en
riesgo.18
¿Por qué se irían así sin más? JiMin suspiró. Casi no recuerdo sus
rostros, quizás los Jeon los asesinaron, o tal vez ellos me abandonaron
porque sabían que yo eran un Omega defectuoso... 84
— No estás soñando JiMin, no soy un Alfa creado por una ilusión de tu mente.
— el pálido sonrió también, sin saberlo, haciendo estallar bastantes
sentimientos dentro del Omega. Cada vez que YoonGi sonreía, su pulso se
aumentaba y su estómago revoloteaba. — Te quiero, y por eso voy a
ayudarte.66
— No lo sé JiMin. Leí una gran variedad de cosas de la familia Jeon por las
cuales levanté muchas sospechas, aparte de descubrir que entre los Jeon
nació un Alfa Líder. — JiMin jadeó por la sorpresa. No tiene sentido, en su
—
historial aparecen como una familia de prestigio pero no a tal nivel, ninguno
de sus miembros debería engendrar a un Alfa de tal rango, la genética no lo
permitiría. ¿Sabes algo de ello? 67
Pero después de decirle que estará a cargo vas a pedirle una disculpa. 3
— ¡Hyung! — reclamó.
JiMin no respondió, mirándolo fijo con sus ojos que lucían un brillo de
vergüenza que acompañó el poco perceptible rubor creciente en sus mejillas.
Luego de ello, se recostó en la cama y le dio la espalda, evitando el contacto
visual por completo y huyendo de la pena provocada por un apodo
cariñoso como lo era "cachorro". YoonGi le imitó, teniendo de panorama la
espalda delgada de JiMin.42
— Te ves hermoso aún cuando lloras, JiMin. — comenzó a decir, pese a que
JiMin seguía dándole la espalda. —Cada cambiaformas tiene algún miedo,
inclusive los más fuertes de todos. No se trata de si eres digno o no, sólo sé
que me enamoré de ti y de lo que eres. Eres más perfecto de lo que crees. 152
consolándome.29
— Y lo seguiré haciendo hasta que confíes es ti mismo. 98
JiMin abrazó a YoonGi, ocultando su rostro en el pecho del mayor para sentir
el aroma de éste; a su vez, el Alfa le abrazó también, con su nariz sobre los
suaves cabellos de llamativo tono gris platinado. El aroma dulce de JiMin era
sumamente adictivo, calmante y agradable. YoonGi seguía preguntándose
cómo no lo había notado antes, cuando se conocieron.90
La división en la cama que establecieron hace meses fue rota, por decisión
de ambos... JiMin sonrió nuevamente al pensar aquello y cerró sus ojos,
aferrándose a YoonGi. Lo único que quería era que Min YoonGi estuviese a
su lado lo que resta de su vida. 39
Por primera vez en tanto tiempo, sentía una pequeña llama de esperanza
deslumbrar. Creía que quizás, tan sólo quizás, podría volver la felicidad a su
vida.7
•
•
•
Cincuentaydos
JiMin tardó un poco en responder, pensativo. — Sí, estoy seguro Jin hyung. Le
he dicho a YoonGi que no hace falta que vaya conmigo, pero sabes de lo terco
que puede llegar a ser a veces. 61
— Ambos son unos tercos sin remedio. — SeokJin rió, arreglando el cabello
del Omega más bajo. — Él también ha insistido en que es mejor que te
quedes aquí y tú le has insistido en que él se quede aquí mientras tú estás en
Busan. Ninguno de los dos ha dado su brazo a torcer.1
— Estaremos bien. Sé que si algo sucede él estará para mí y yo para él, sólo
me preocupan las posibilidades... Tomamos decisiones a ciegas y no quiero
que por mi culpa Daegu pierda a su líder.26
— YoonGi habló del tema conmigo. Tranquilízate, Park JiMin. — el nombrado
le lanzó una curiosa mirada. — Ese Alfa nació para el mandato, por ese
motivo llega a ser posesivo y calculador. Aparte, le beneficia la educación
especial que recibió por parte de su padre, quien fue un líder también,
además de otros más. Él sabe que está tomando decisiones a ciegas, y sé que
durante toda esta semana ha estado pensando en estrategias y medidas para
no exponerlos a peligros.23
— Confío en YoonGi. espetó seguro.
— — Pero si algo sucede no podré
perdonármelo.48
nadie más lo sabe. Ninguno de nosotros utilizaría eso para dañarte JiMinnie.
YoonGi nos lo dijo simplemente porque fue necesario, pero nos amenazó
antes de hacerlo. Dijo que nos cortaría la lengua si nos reíamos o si se lo
decíamos a personas equivocadas ¿Puedes creer que dude de nosotros? —
— Tenías todo el derecho de hacerlo, JiMin. Es algo personal e íntimo para ti,
comprendo si te molesta que lo sepa, pero YoonGi nos lo dijo para que
podamos protegerte también. SeokJin se sentó a su lado, colocando su
—
apreciamos, mucho como para juzgarte por tal cosa. Inclusive TaeHyung.
Han formado una bonita amistad en poco tiempo.
JiMin asintió, sin embargo, se animó a preguntar con duda. —: ¿Por qué
"descubriría" algo como eso en Busan? Nací así Jin hyung.5
— YoonGi te lo explicará mejor. Ve con él, debe estar esperándote allá abajo.
— el Omega más alto le abrazó con fuerza y para cuando se separó de él,
JiMin se percató de lágrimas que se acumulaban en sus ojos. 40
—
No te quejes del líder ahora JiMinnie, no se debe ser muy observador para
poder notar lo enamorado que estás. Sólo te basta con verlo para que sonrías
o suspires.14
Los tonos marfil y crema estilizaban la mayor parte, la alfombra vino tinto,
las amplias ventanas y elegantes cortinas doradas bien recogidas dejaban
entrar la luz natural. Tardó en acostumbrarse a aquel laberinto, pero con
tiempo llegó a apreciar aquel lugar como su próximo hogar. Ahí vivían
quienes consideraba una parte importante de la nueva vida que ansiaba
construir.19
Pero para construir una nueva vida feliz debía dejar atrás el pasado, y eso
era algo que sentía que sólo lograría sabiendo la verdad. 33
4
• • •
— ¿Por qué haces esto, hyung? — cuestionó JIMin, enternecido pero también
algo confundido. Admiró la hermosa rosa roja entre sus manos, a la cual le
habían quitado las espinas para evitar cualquier accidente. 114
— Es la etapa final del cortejo. Te daré una rosa cada día y ya sabes lo que
sigue. — el lobo de JiMin se agitó, y podía jurar que movía su cola felizmente
en lo más profundo de un rincón de su mente. La consciencia humana
tampoco estaba muy alejada del mismo sentimiento de alegría que
compartía con su lobo, de hecho. 26
La última etapa del cortejo era esa, una etapa que el lado lobuno apreciaba
tanto como la marca, el lazo de pareja y la Luna Roja. El Alfa le entregaba al
Omega una rosa cada día, y era el Omega quien decidía cuándo culminar
aquella fase con su respuesta definitiva. 159
La tradición decía que el Omega debía presentarse frente al Alfa con todas
las rosas que éste le había entregado durante semanas, y en algunos casos,
meses. Si dejaba caer el ramo, significaba rechazo. Si mantenía el ramo en
sus manos y besaba a su pareja, significaba aceptación. Un proceso sencillo
que tanto impacto hacía, sorprendentemente.392
vez alguien te
te haya hecho esto, y podemos descubrirlo.296
•
•
•
Cincuentaytres
Cuando llegaron a Busan nada y a la vez todo había cambiado para JiMin. 177
A pesar de que el panorama seguía siendo el mismo, no lo sentía como un
hogar. Se acostumbró fácilmente a Daegu, tanto que ahora Busan resultaba
ser desconocido frente suyo, aparte ser de una cuna de recuerdos no muy
gratos o que le hicieran sentir alegre u orgulloso.9
Sin embargo, esa era su manada, donde había nacido y crecido. Era injusto
no considerar aquel lugar como parte de su vida al menos; al igual que en
— No podemos estar aquí por mucho tiempo. Me gustaría que todo fuese
más calmado, pero no podemos permitirnos tal cosa. — decía el Alfa,
desempacando y colocando las cosas en su lugar. La habitación en la
segunda planta no era tan grande y tenía sólo una pequeña ventana, eso
hacía sentir a JiMin seguro de una extraña manera. — Lamento eso.
3
• • •
JiMin reía mientras intentaba seguir el paso del inmenso lobo negro a través
de aquel bosque que, aunque no se notase, era muy diferente a aquellos fríos
de Daegu. Sólo se trataban de pequeñas diferencias que cambiaban por
completo su visión.2
Si estaba en su piel de lobo, sería más fácil atacar a una amenaza que
atentara contra él o JiMin. Esa era la única medida de defensa que pudo
ocurrírsele después de que el Omega le convenciera de explorar un poco sus
alrededores, lógicamente, sin excederse de los límites que los centinelas de
YoonGi cubrían.
El menor sonrió al dar pasos hacia él, sentándose al lado del lobo que le
Al reírse YoonGi gruñó, pero JiMin no se inmutó un poco, sin dejar de lado
las caricias. Dejó caer por descuido el libro que había traído consigo en el
suelo, sobresaltándose al escuchar un sonido seco cuando el mismo cayó e
impactó. Enfocó el objeto por un corto rato, confusamente calmado.
La solución más simple a la duda era leer el libro de una vez por todas, pero
algo en su interior no se lo permitía. Tal vez era temor a lo que pudiera
encontrar, no estaba seguro. Desde hace días no hacía más que observar el
libro, a pesar de que deseaba leerlo; su cuerpo no era capaz de mover su
mano hacia el objeto y tomarlo para empezar con su lectura minuciosa de
una vez por todas.18
Hoja por hoja, leyó atentamente todo lo que su madre allí plasmó. En las
primeras partes sólo relataba las cosas que hacían en familia, mayormente
siendo relatos sobre JiMin y lo buen niño que era. Era una especie de diario,
que a partir de la mitad del libro, comenzó a transmitir un aura muy distinta
a la de una familia feliz. Descontento, enojo, tristeza, preocupación e
inquietudes, más no especificaba contra quién o qué, o siquiera el porqué de
tal cambio.
uno arrancado de otro libro y que hablaba de los Gammas. Una ligera
sospecha se implantó en él al leer la página de la que esa hoja amarillenta
había salido; su madre, mediante palabras, lograba expresar odio hacia
alguien, pero como en anteriores veces, no era específica. Como si la
estuvieran vigilando al escribir.138
Gamma, tristeza, secretos, dolor, traición . Las palabras se repetían cual eco
JiMin jadeó sin saber de qué forma reaccionar, cerrando el libro con rudeza
•
•
•
Cincuentaycuatro
JiMin suspiró, intentando mantener en pie su valentía antes de entrar en
aquella casa.188
Habían dado una larga caminata para llegar hasta allí y no arruinaría una
posible buena oportunidad porque estaba nervioso.
El día anterior JiMin no había hablado mucho, eso gracias a que le estaba
dando vueltas a lo que leyó de la jerarquía Gamma por segunda vez, estando
dentro de su propio mundo mientras intentaba enlazar las pequeñas pistas.
Los Shifter eran cambiaformas que, por alguna razón u otra, lograron
alcanzar el equilibrio y sus lobos extendieron sus larguísimas vidas a su
beneficio, sobreviviendo a los males que atacaron por décadas e incluso, por
siglos. Hombres y mujeres que pudieron subsistir a pesar de las guerras,
enfermedades y a los cazadores. El más viejo registrado fue un Shifter de mil
años en Ilsan. Se les consideraba como los sabios por todo lo que habían
atravesado en sus extensas vidas, quienes aconsejaban y compartían sus
aprendizajes, aparte de enseñarles tradiciones antiguas a los jóvenes.26
La causa de que estuviesen allí era obvia. JiMin llegó a dudar si el o la Shifter
que allí vivía supiera algo de los Gamma, pero no perdía nada con intentarlo.
La puerta se abrió lentamente, pareciendo que se abría por sí sola mientras
transmitía un chirrido tétrico. Se veía como una cabaña inhabitada por la
poca iluminación. Era visible la existencia de ventanas, pero el interior de la
cabaña seguía estando hundida en la oscuridad. 22
Con temor JiMin dio los primeros pasos dentro, siendo seguido por YoonGi.
La puerta se cerró de golpe, y JiMin sintió que estaba viviendo un digno
escenario de terror.33
— ¿Qué haces en mi despacho, lindo Omega? — vociferó una voz femenina
algo gruesa. Cuando miró en dirección a la voz se encontró con una mujer
que sostenía una vela encendida sobre lo que parecía un pequeño plato de
porcelana. Era extraño, la pelirroja no portaba ningún aroma, ni siquiera ese
pequeño rastro que poseían los Betas. — ¡Oh! Me parece que tienes un Alfa
celoso. —canturreó ella al escuchar un gruñido profundo, aparte de detectar
el aroma de un Alfa.137
Era una Shifter que apenas mostraba leves rastros de envejecimiento, así
que quizás acostumbraba a responder las preguntas de muchos otros
cambiaformas. No se atrevía a preguntarle su edad porque sabía que caería
al suelo de la impresión.3
mientras sonreía. JiMin abrió y cerró su boca, sin saber qué decir. 886
Cuando el sonrojo subió a sus mejillas, la mujer soltó una carcajada. No —
son preguntas de ese tipo... — decía, bajando su tono de voz con cada
palabra.11
Ella no había esperado la visita de ese Omega y ese Alfa. Era extraña su
aparición, sí, pero el tema en el que indagaban lo era más; destacando que
era un Alfa Líder el que estaba ahí de pie, de brazos cruzados. Ningún Alfa de
tal rango estaba en territorio ajeno a no ser que hubiese sido destituido, no
obstante, ella no era quién para cuestionar sus razones, considerando que
estaría moribundo si fuese el caso.
El hombre pasaba desaparecido para los otros, pero para ella, que conocía
esas minúsculas diferencias, era fácil identificarlo. Nadie se lo había
preguntado, así que no tenía porqué revelarlo. 26
de que nazcan una vez más. Los dioses nos castigaron a todos por la avaricia
y por la falta de sensatez en algunos. Los Gamma eran los más valiosas de la
jerarquía, ellos podían enamorarse de quien fuese sin preocuparse. 141
Los tres presentes presenciaron un breve silencio, así que JiMin decidió
pasar a la siguiente pregunta. —Leí que los asesinaron para terminar la
guerra, pero también por no procrear como lo hacían anteriormente y los
consideraron inútiles. ¿Por qué si su característica era ser fértiles, de
repente, dejaron de reproducirse?30
—
Supongo que eso es suficiente. YoonGi miró en dirección a JiMin,
—
— Los Jeon son una familia con la cual no he podido toparme, a pesar de
conocerlos de lejos y oír mucho de ellos; algo de esperarse cuando se trata
de una de las familias más poderosas de Busan. La hermana del señor Jeon,
actualmente el cabecilla de la familia, tuvo una pequeña aventura con el líder
que protegía nuestra manada hace mucho. El padre de Park ChanYeol. — la
mujer sonrió burlonamente. — Padre e hijo fueron sacados ambos del
mandato. De tal palo tal astilla, supongo. 22
— Bien. Los Alfas Líderes sólo nacen cuando el padre o la madre transmite
ese gen; en este caso, el padre de ChanYeol concibió un hijo con la menor de
los hermanos Jeon, heredándole ese rango de Alfa. Nadie sabe qué sucedió
con la chica, pero el niño fue considerado un bastardo prontamente. Por ello,
el liderazgo se le fue otorgado a ChanYeol y no al otro niño, a pesar de ser el
mayor. Algunos creen que el "bastardo" se casó con la único hijo Omega del
exlíder de Gwangju, pero otros lo niegan. Nadie sabe cómo se llama, cómo
son las facciones de su rostro, nada.223
—
Hyung... susurró JiMin hacia el pálido. YoonGi supo de inmediato que el
—
asiento, dando fin al tiempo de preguntas. Si desean saber más sobre los
—
Ambos caminaban a pasos lentos por una de las zonas más humildes del
pueblo donde otros, ajenos a su situación, se veían felices y sin
preocupaciones. Un grupo de cinco niños corrieron frente a ellos mientras
reían y se perseguían; esparcidos por allí habían varios puestos comerciales,
6
ya sean de comida, artesanía, ropa, entre otros.
YoonGi fingía caminar con calma a pesar de mirar de reojo a JiMin cada vez
que podía. Sabía cuánto le afectaban esa clase de situaciones, hasta el punto
en que no podía descansar en las noches por tanto pensar. Pasó su brazo por
los hombros del Omega y acarició cariñosamente el cuello del menor,
dejando salir una sonrisa de labios cerrados. Le gustaba la sensación que le
recorría al sentir el roce de su tacto sobre la suave y tersa piel de JiMin. 62
Deberías alegrarte, sabemos algo. Fue una buena idea que buscaras la
ubicación de esa Shifter. —le felicitó. Descansemos un poco, no me gusta
—
— Sí, me gusta. —expresó YoonGi, con esa grave voz que lo caracterizaba. —
No estaría mal venir de visita cada cierto tiempo, al menos cuando no sea
peligroso para alguno de los dos, 13
Una chica joven, Omega, fue acorralada por un Alfa que apenas parecía haber
superado la adolescencia. La chica gritó asustada y un Beta y una Alfa
en los ojos del chico durante un breve instante, ya que YoonGi, con el
cuidado de no hacerle daño, lo guió para que salieran de ahí. 72
— Los más débiles comienzan a ceder a los efectos dos días antes de que
llegue esa noche. — el Omega palideció al comprender aquellas palabras. 82
•
•
•
Cincuentaycinco
Ambos avanzaban por aquel camino que resultaba ser un atajo a la casa
donde se habían alojado, uno estando nervioso y el otro estando bastante
alerta.169
YoonGi seguía manteniendo a JiMin cerca de él, controlándolo al sostenerlo
por los hombros mientras le mandaba miradas repletas de advertencia a
todos los Alfas que su vista captaba. Desde Alfas jóvenes, hasta Alfas que
comenzaban a lucir cabellos blancos en sus cabezas; nunca se podía saber
quién tenía un lobo más débil — ya que en esto la edad no influenciaba y,
—
Además de unos que otros Alfas que, al igual que YoonGi, parecían lanzar
amenazas de muerte silenciosas a cualquiera que pusiera un ojo en sus
parejas.71
YoonGi colocó su mente en blanco unos segundos para poder pensar si esa
necesidad tan fuerte de proteger era causada por el efecto de la próxima
Luna Roja, o quizás simplemente era él preocupándose y asegurándose de
no permitir que ningún otra u otro Alfa moviéndose puramente por instinto
se pasara de la raya. 7
Sólo imaginar a un Alfa sometiendo o acorralando a JiMin de esa manera lo
hacía gruñir. Enfurecía a su lobo e incluso a él.27
— Iré a descansar. —avisó. Luego de eso JiMin caminó en silencio hacia las
escaleras, y YoonGi pudo oír el suave ruido causado por la puerta de la
recámara al ser cerrada. El pálido no lo detuvo ni le siguió, queriendo darle
su espacio mientras que pensaba en la situación actual. 62
Sus blanquecinas manos se sentían frías, y YoonGi supuso que era normal al
estar siendo molestado por los nervios, la preocupación, las inquietudes y el
estrés que sufrió en tan poco lapso de tiempo. Fue hasta la cocina con la
intención de beber un trago de agua y así quizás calmarse, sin embargo, ese
deseo no se concedía.1
Sólo dos veces en su vida había utilizado el alivio de las concubinas, pero eso
sólo fue durante su celo. Las anteriores Lunas Rojas, de hecho, daba
vacaciones a todas y todos los Omegas que trabajaban en su mansión. Su
plan era simple, alejar a todos, realizar todo el trabajo posible durante la
mañana y tarde con el propósito de estar cansado para cuando el anochecer
llegase, así dormiría y no despertaría en horas. Agregando a esto a cerrar su
puerta con seguridad, aparte de los guardias Beta que estarían afuera. Él no
salía y nadie entraba.34
Su método, probado en las seis ocasiones en las que vivió aquel fenómeno,
fue exitoso. Su lobo, tan dormilón como él, no despertaría para seguir sus
instintos si no había ni una sola feromona de Omega cerca que lo hicieran
reaccionar.121
Lo único que comprobaba que seguía sufriendo del efecto de la Luna aun así
fue era que al despertar en la mañana y pararse frente al espejo, sus ojos
tenían una fuerte tonalidad carmesí que en unos minutos desaparecía,
dando paso nuevamente el color oscuro natural de sus ojos.
perceptibles en cada rincón. Una de las pautas principales que impuso era no
tener el aroma de Omegas cerca durante la Luna Roja y eso lo complicaba. 7
Era difícil saber qué decisión tomar, y más difícil era asegurarse de que esa
decisión fuera la correcta.21
1
• • •
YoonGi cerró los ojos ya cansado, sentado aún en la silla del comedor.
Aunque hubiera estado comiendo sus pensamientos no quisieron dejarlo
tranquilo, al punto en que sólo supo que había terminado su cena al ver su
Después de la cena JiMin se había levantado, tan callado como YoonGi, para
limpiar su plato e irse a la habitación de nuevo. Media hora luego de que
JiMin se hubiese ido, el pálido seguía buscando una solución al problema, o
al menos alternativas que pudieran ayudarle. Suspirando, hizo lo mismo que
el Omega con su plato antes de ir al dormitorio.
— —
Debemos hacerlo. la puerta fue cerrada por el Alfa a la vez que éste
hablaba. Ya te he dicho que la Luna Roja no es un suceso del todo malo,
—
sólo le temes porque así te lo enseñaron. ¿Es esa la razón por la que actúas
de esta forma?37
— Estás intentando sacarme del peligro y para hundirte tú en él. — JiMin dijo,
angustiado. — Debe haber otra manera.14
— —
depositando un beso superficial donde sólo hubo un breve tacto entre sus
labios.85
empezó a decir, luciendo una leve sonrisa. Pero sólo si me aseguras que tú
—
•
•1
Cincuentayseis
Esa noche la luna brillaría majestuosa en lo más alto del cielo, luciendo
hermosos tonos plateados y pintado en la mirada de los Alfas un color rojizo,
una señal que desencadenaba sucesos que JiMin no sabía si denominar
positivos o negativos.
En el cálido mediodía JiMin, sin nada para hacer, quiso salir al jardín a
buscar con qué distraerse, ignorando las peticiones de YoonGi que insistía
en que no se alejara demasiado. El Omega había rodado los ojos a la par que
decía "estaré bien, es sólo el jardín" descuidadamente, sabiendo que eso
molestaría a su gruñón y sobreprotector YoonGi.127
Era normal, supuso. Los Alfas Líderes como YoonGi tenían un fuerte sentido
de protección sobre los suyos, además de odiar con el alma que tocaran lo
que consideraba de su propiedad. Era una característica exclusiva en ellos, lo
cual era normal si tenían una manada y un territorio que proteger de
amenazas.37
halló nada interesante afuera por lo que otra vez ingresó a la casa
refunfuñando bajito, como un niño pequeño harto de no tener nada con que
distraerse.51
Ahora que estaba sentado en el sofá, no paraba de ver las siete rosas rojas
que yacían dentro del florero que trajo consigo de Daegu. Eran hermosas
rosas que poseían un gran significado detrás. A pesar de todo lo que estaba
ocurriendo, YoonGi nunca dejó de darle las respectivas rosas del cortejo. Esa
mañana le había entregado la séptima, y por alguna razón, no podía dejar
admirarlas en silencio.95
magnitud de lo que diría, terminando por soltar todo sin pensar antes. Pudo
escuchar la risa divertida de YoonGi segundos
segun dos después.126
— Olvida lo que dije. Espero que cumplas con tu promesa, que vuelvas en
una sola pieza y sin lazos indeseados, Min YoonGi. — le amenazó, haciéndose
el ofendido por aquella risita que el pálido soltó al no tomar en serio su
preocupación. YoonGi volvió a reír, encantado
encant ado con la posesiva actitud de su
pequeño ladrón de pasteles.234
11
• • •
Hace una hora YoonGi se había ido, prometiéndole que regresaría tan pronto
como pudiera. Si bien el cielo nocturno no podía apreciarse en su totalidad,
los pequeños puntos blancos llamados estrellas ya habían aparecido. JiMin al
escuchar una serie de aullidos a la lejanía y visualizó la redonda luna brillar,
supo que la noche a la que más le temía había dado inicio. 195
Sólo había pasado una hora, una jodida hora en la que quería correr hacia
YoonGi, encerrarlo en el sótano y luego encerrarse él en la habitación sólo
para estar completamente seguro de que ambos estaban bien y fuera de
peligro.114
Si tan sólo tuviera algo de suerte, contemplaría la opción de cerrar los ojos y
estratégicamente a unos cuantos metros más allá del jardín no aparecía por
ningún lado.55
¿Lo habían asesinado primero? ¿Se había dormido? ¿Se distrajo? Cualquiera
sonaba convincente, ya que la única forma de que el guardia no reaccionara
a la entrada de alguien a la casa era si se trataba de un Alfa en específico. 54
Sin saber qué hacer, abrió la boca por instinto. El pálido introdujo su lengua,
besándolo con necesidad y creciente pasión. Hechizado por aquel beso,
gimió sobresaltado al sentir las palmas de las manos de Min adentrarse en
su camisa para acariciar la piel de su cintura. Aquel lugar se encendió en
llamas al instante y JiMin tembló.99
sólo soy yo quien te está tocando. Quiero amarte y hacerte delirar de placer
esta noche, mi hermoso Omega.661
Y aquello le derritió entre sus brazos, espantando sus miedos con un par de
palabras. Sus pensamientos se convirtieron en una simple pantalla en blanco
en la cual lo único que sentía, olía y veía era a YoonGi; solamente era el Alfa
quien existía para él.27
Otro beso, esta vez uno más tierno, selló sus labios. Una sencilla unión de
carnosos estando rojizos por tan intenso beso y cabellos fuera de su lugar,
sus ojos entrecerrados y su boca ligeramente abierta, soltando jadeos
mientras lo veía tan fijamente. 92
El mayor le tomó por los hombros, recostando con suaves movimientos su
espalda contra el colchón a la vez que se ubicaba sobre su cuerpo agitado.
JiMin gimió una vez más al sentir, sobre la piel sensible de su cuello, ligeros
besos que provocaron un espasmo en él, removiéndose encima de la
superficie de la cama.38
YoonGi se deslizó entre sus piernas y se acomodó en ellas, pareciendo que
conocía aquel lugar perfectamente. Continuó con su labor, yendo desde sus
¿Por qué debería tener miedo? Todas las parejas hacían eso, y no tenía
porqué asustarse. Confiaba completa y plenamente en YoonGi, compartir
intimidad era algo común en una pareja. Quería hacerlo, quería demostrarle
a YoonGi cuánto confiaba en él, quería que YoonGi lo tomara. Ya no había
vuelta atrás, y aun si existiese la posibilidad, tampoco evitaría lo que iba a
pasar.27
Quería hacer el amor con YoonGi.650
Fue hasta sus pezones, lamiéndolos hasta que estuvo satisfecho con las
pequeñas protuberancias erectas. Ya para ese instante JiMin sentía que nada
era suficiente, su Omega exigiendo más y más. Su ropa interior se le fue
— ¿Estás desesperado, cariño? — preguntó con una ronca voz que sin duda
humedeció aún más su entrada. No existía algún pensamiento lógico,
simplemente una bruma llena de placer, amor y lujuria. Los labios delgados
— No haré nada con lo que pueda dañarte. — le tranquilizó al sentir como los
músculos del menor se tensaban. JiMin asintió, respirando con pesadez. 22
El Omega, movido por el deseo y la necesidad, abrió un poco más sus piernas
y envolvió las caderas del pálido con ellas, esperando lo que tanto venía
ansiando desde hace unos minutos. Una de las manos de YoonGi apretaron
sus caderas y JiMin sollozó clavando sus uñas en la espalda del Alfa cuando
éste empujó hacia delante.188
Intentando hacerlo ignorar cualquier dolor, por más mínimo que pudiese
ser, YoonGi se dedicó a sólo besar y acariciar. Supo que ya no habría
problema apenas los pequeños suspiros placenteros volvieron a oírse. Min
hizo un movimiento lento y corto de adentro hacia afuera, sin poder resistir
más el estar quieto dentro de la caliente cavidad. Escuchó un suave sollozo
ahogado salir de los bonitos y carnosos labios de su Omega, por lo que
YoonGi levantó su mirada para observarlo.
Arremetió otra vez contra el cuerpo de JiMin, sin poder apartar su mirada
rojiza del perfecto espectáculo que eran las reacciones del menor hundido
en su nube de placer.54
YoonGi tomó una de las manos de JiMin y apresó su muñeca sobre la cama.
La otra mano del menor permanecía aferrada a las dasarregladas sábanas,
tan fuerte que sus nudillos adquirieron un tono blanquecino. Su boca se
abrió para soltar un jadeo y cerró los ojos cuando una ola de aplastante y
delirante placer se expandió en su interior cuando su próstata fue golpeada
constantemente, estimulando ese punto que le enloquecía. 1
Con su punto dulce siendo arremetido sin compasión, JiMin pensó que se
desmayaría en cualquier segundo. Su mano abandonó la maltratada sábana
y fue hasta el Alfa, acariciando su pecho, su abdomen y sus hombros,
extasiado y rendido frente al deseo que brillaba en esos ojos rojos. 48
agotados. Sin poderse separar del Alfa debido al nudo plantado con firmeza
dentro de sí, JiMin se limitó a abrazarlo. Sólo el sonido de sus respiraciones
agitadas se oían dentro del dormitorio, transpirados y satisfechos. 79
•
•
•
Cincuentaysiete
Pudo oír un par de pasos arrastrarse suavemente, haciendo crujir las hojas y
ramas en el suelo. De inmediato subió la mirada, sorprendiéndose al
encontrarse con la mujer Shifter que hace días había contestado sus
preguntas. YoonGi se levantó, sintiendo la vista fija de la mujer sobre él.
Ninguno dijo nada hasta minutos después. 14
su lobo. Sus puños se apretaron, impotente. — No quería dejarlo solo, pero
No
no tenía opción... balbuceaba.
balbuceaba.
—
— No vas a lastimarlo.
No dijo, atrayendo con ello la atención del pálido.
dijo,
— —
Los lobos son más transparentes de lo que crees, y una Shifter como yo ha
vivido lo suficiente como para notar la más mínima alteración. 12
— Sus lobos se aman tanto como su lado humano lo hace. La Luna Roja afecta
Sus
a todos, pero en tu caso, el
e l único instinto que tu lobo ejerce sobre
sobr e ti ahora es
el deseo de aparearse con un Omega en específico; tiene la necesidad de
— Sus lobos no necesitan nada más, su único deseo es unir sus almas. Es
Sus
evidente, cuando están al lado del otro, sin que lo noten, sus aromas se
intensifican y se mezclan. Una señal notoria que se relaciona a lo que sucede
cuando se crea un lazo. — ella le miró comprensiva.
ella Ve con él. Tu pareja
Ve
—
— No puedo.
No — insistió.47
insistió.
YoonGi nunca se había considerado alguien afortunado hasta ese día. JiMin
era la persona más dulce que había conocido en sus años de vida, un Omega
valiente, fuerte y precioso. Sus imperfecciones sólo lo hacían lucir más único,
viéndose sumamente encantador por más que se quejara de su diente
chueco, de su sonrisa, o de sus tiernos mofletes. 156
impregnado el aroma del otro sobre sus cuerpos, y así sería hasta los
próximos días mientras el lazo seguía siendo reciente.19
¿Cómo no sentir miedo? ¿Cómo evitar pensar que algo podría arruinar
aquella ilusión existente? ¿Cómo no temer y creer que fácilmente todo podía
serle arrebatado de las manos? JiMin era ahora una de sus mayores
prioridades, su pareja, y tanto la parte lobuna como la humana se negaban
rotundamente a las posibilidades de perderlo. 59
—
¿Pasa algo, YoonGi? preguntó de repente, despierto. El pálido no
—
JiMin rió. —¿Y bien? ¿Por qué estabas tan preocupado? — cuestionó
retomando el tema principal.
noche anterior encender su piel. El Alfa ya conocía todos sus puntos débiles,
desde los que provocaban sensaciones leves hasta los que más placer
generaban sobre su cuerpo y se estaba encargando de estimularlos uno por
— —
6
• • •
— —
el Alto Mando, el cual insistía en hacer una reunión con los hermanos Min y
unos pocos más sin razón alguna, pero con urgencia. 21
Entonces, la carta culminó haciéndole saber algo mucho más grave. El Alfa
Líder misterioso que rondaba por Daegu había abandonado su actitud
pacífica, decidiendo a atacar. Se hizo paso durante la Luna Roja al interior de
su territorio, y asesinó a tres centinelas Beta. Finalmente la cantidad venció
la fuerza, siendo doce Betas de la guardia contra un enorme lobo Alfa
agresivo para detener su invasión. 124
YoonGi gruñó al leer que lamentablemente había huido por el bosque. Todos
los guardias Alfa estaban con sus parejas u ocultándose para que sus
instintos no salieran a flote, y eso implicó una clara desventaja. 5
•
•
•
Cincuentayocho
— — —
— Nunca dije que tú debías ir, YoonGi. — espetó, sin ceder. Iré yo,
—
corregir sus palabras. El Omega fue quien conectó sus miradas, reflejando en
sus ojos que haría exactamente lo que decía sin importar lo que YoonGi
dijera. Yo confío en ti, confía tú un poco en mí.37
—
— Claro que confío en ti. En Busan corremos peligro y la marca es reciente,
estamos atravesando una etapa delicada. — el mayor agravó su voz, sin estar
de acuerdo. —Que mi aroma esté impregnado sobre ti lamentablemente no
crea un escudo a tu alrededor, estar mucho tiempo separados sólo nos
afectaría.3
sí eres un súper héroe YoonGi, me has salvado muchas veces sin pedirme
nada a cambio.81
• • •34
Entonces aquello pasó a ser un plan que sólo llevaría a cabo en el caso de
tener mucho tiempo extra, y eso era nulo. Dio pasos ciegos, buscando otra
opción dentro de sus pensamientos sin prestarle atención a su alrededor,
solamente caminando; lo que lo trajo de vuelta a la realidad fue el lindo
sonido que hacían las aves al cantar. Se giró un poco hacia su izquierda, sólo
para encontrarse con un precioso lago, admirándolo de pie sin salirse del
camino. Se le hacía familiar aquel lugar.120
Sin apartar su vista del paisaje, reinició sus pasos lentamente; al no estar
prestando atención, no fue capaz de notar a la anciana que venía hacia él,
revisando distraída el estado de las frutas dentro de la canasta que traía. 9
Eres muy amable, gracias por recogerlas por mí. — JiMin sonrió de vuelta y la
mujer lo observó detenidamente por unos instantes. — Te pareces a mi
nieto. — susurró nostálgica.345
— Así es. Era mi único nieto, un niño muy amable. A veces le ruego a la Diosa
Luna que me deje verlo una vez más antes de morir. — la señora suspiró y
JiMin se percató de como su vista se instalaba encima de la marca de YoonGi.
Ella notó que no era muy antigua, por su aspecto y por el aroma del Alfa
impregnado sobre él. — Felicidades. canturreó con sinceridad.45
—
Su abuela . Su abuela se llamaba Park Haneul. JiMin dio una vuelta sobre sus
pies con lentitud, vacilando. ¿Podría ser cierto? ¿Cuántas probabilidades
podrían haber? De niño recordaba a un par más de vecinas que compartían
ese nombre junto con su abuela, pero el apellido lo hacía un poco más
sospechoso. Pese a eso, no podía decirlo directamente o insinuarlo, ni
siquiera recordaba con exactitud su rostro como para tener una base. Podía
ser una simple coincidencia.19
— Mi nombre es Park JiMin. — alzó la voz, lo suficiente como para que la
anciana que ya se encontraba unos metros alejada escuchase sus palabras.
Ella dejó de caminar, plantada en su lugar de repente. Tampoco se giró, al
parecer, estaba conmocionada. — Mi padre es Park DongYul. — si era su
abuela, reconocería el nombre de su hijo y por consecuencia, el de su
nieto.113
Ella apenas se movió, sólo moviendo rápidamente sus pies para ir hasta él.
Levantó su brazo y con una de sus manos temblorosas proporcionó una sutil
en un gesto de sorpresa.239
Ahora que tenía a alguien de su familia frente a él, no sabía qué de tantas
cosas decir. Felicidad y nostalgia se complementaron en un sólo sentimiento,
haciéndolo sentir raramente alegre, pero a su vez triste. Habían pasado
tantos años desde que no los veía, tanto que olvidó sus rostros y el
e l tono de
sus voces, dejando sólo un vago recuerdo de sus nombres y de algunos
momentos que vivió junto a ellos.22
Existía una infinidad de preguntas para las que JiMin deseaba tener una
respuesta, sin embargo, no se animaba a hacer los cuestionamientos. Entre
los brazos de la mujer, presenció por primera vez un "bienvenido a casa" de
su familia después de tanto tiempo. Aunque sentía que su vida, su felicidad y
su hogar residían en Daegu al lado del Alfa al que le robó un trozo de pastel,
no podía evitar sentir cierto apego por el lugar que lo vio nacer y crecer,
porque hubo una época en la que allí también fue feliz. 92
•
•
•
Cincuentaynueve
Unos minutos más tarde, ella seguía sonriente pero un poco más calmada.
JiMin tomó el té y lo saboreó, pensando a su vez que ese sería el momento
indicado para preguntar por sus demás familiares y qué había ocurrido con
ellos. Tragó el líquido, dejando la delicada taza a un lado antes de hablar.
— ¿Qué ocurrió luego de que me fuera? — preguntó con pausas, sin querer
sonar tosco. La mujer dejó de verse animada y sin preocupaciones, pasando
a mostrar una faceta de tristeza que no podía acarrear buenas cosas. 28
que estaría listo para oír un sinfín de cosas que podían haber pasado
mientras no estaba con ellos, pero claramente no estuvo tan preparado
como creyó.9
Sus manos se transformaron en dos puños al imaginar a su madre sufrir y
pagando una condena por atacar a ChanYeol. Aparte de eso, era difícil creer
que su padre, ese fuerte Alfa que celoso espantaba a todo pequeño Alfa que
quisiera jugar con su hijo, ya no siguiera con vida. En su interior nació un
triste vacío que intentó ocultar de la vista de su entristecida abuela.47
— Me mintieron...36
relación era mal vista por la comunidad. Era muy difícil para ellos poder
procrear sin que el nudo lastimara a tu madre, o que corriera peligro si tu
padre la marcaba. Ambos decidieron adoptar para evitar todos los riesgos, y
una pareja bastante extraña les dijo que su hijo estaba en adopción, la mujer
estaba embarazada en ese tiempo. Tus padres dijeron que lo pensarían, pero
la pareja insistió.84
— Lo siento. balbuceó.
—
JiMin supo por su mirada y su voz que estaba preocupada, deseando saber si
realmente habían hecho lo correcto al entregarlo, rogando en su interior que
así fuese y que no lo hubieran dañado. No podía darse el lujo de mentirle y
no decirle que los Jeon no cumplieron con su promesa, no sería justo para
ninguno; los Jeon jamás le dieron un buen trato.
Tampoco podía dejar atrás la sorpresa que se llevó al saber que conocía e
incluso jugaba con JungKook durante su niñez. Su abuela no se hundió
demasiado en el tema, sólo mencionó que era la única que lo supo, debido a
que JiMin le había dicho el nombre de su amigo solamente a ella ¿La razón?
Sus demás familiares estuvieron muy ocupados intentando alejarlo del niño
ya que, tan sobreprotectores como eran, dudaban de un pequeño Alfa que se
acercara demasiado al dulce Omega de la familia.
Nunca hubiera imaginado que ese niño tierno y amable con el que se
recordaba jugando fuese el mismo que tanto daño causó en él. Pero quizás,
un poco de ese niño tierno y amable seguía existiendo.111
Ella curvó sus labios, dirigiéndole una mirada enternecida que luego se vio
decaída, acción que JiMin no pudo entender completamente. — No pudo ir
cariño, pero no te preocupes. Yo te visitaré. — la mujer rió. —Sé que estarás
muy atareado liderando una manada tan grande junto al importante
prospecto que buscaste, cariño.61
— Lo haré. canturreó.
—
La anciana se negó a irse con él sólo por querer evitar entristecerlo más de
lo que ya lo había hecho al decirle como los Park, una familia unida, se había
desintegrado poco a poco. El tío de JiMin e hijo menor de Haneul, en
realidad, se encontraba en Seúl trabajando sin descanso sólo por ella. 50
•
•
•
Sesenta
Cierto Alfa de piel pálida fue quien abrió, con el ceño fruncido y muy callado
para el gusto de JiMin. Ninguno de los dos habló o se movió hasta que
YoonGi lo sostuvo por el antebrazo y lo atrajo hacia él antes de cerrar la
puerta. Sin que el menor lo esperara o imaginara, Min comenzó a revisar su
cuerpo, buscando alguna posible herida provocada sobre su piel. 56
— ¿Por qué tardaste tanto? —preguntó molesto. — Sólo nos quedan cinco
minutos antes de irnos, y me prometiste que volverías con una hora de
anticipación.10
— Sigo intacto y sin daños ¿Eso no era lo que querías? — decía, batiendo en
repetidas ocasiones sus pestañas, fingiendo no entender los reclamos del
mayor.36
YoonGi, por más que se hubiera asegurado de que nadie pudiera enterarse
de aquel viaje a Busan que realizaría, no era sinónimo de pensar
automáticamente que nada malo pasaría; los Jeon eran una familia con
dinero, aliados e influencias, seguía existiendo la posibilidad de que supieran
de su estancia en Busan desde el principio. 4
El Alfa lo observó molesto por un rato más antes de levantarlo con relativa
facilidad, y JiMin por acto de reflejo envolvió sus piernas en las caderas del
mayor. El Omega quería preguntar qué era lo que pretendía, aunque decidió
permanecer callado después de notar la evidente molestia que YoonGi
proyectaba.123
— Ve a hacer tus maletas. — espetó, de brazos cruzados hacia él. JiMin quiso
hablar, quejarse del suéter y decir que quería una camiseta, pero YoonGi lo
interrumpió ágilmente antes de que pudiera. — Rápido, sólo nos sobra un
minuto. Cuando estemos en camino a Daegu podrás decirme lo que quieras. 2
• • •
JiMin siguió intentándolo sin rendirse, pero todos y cada uno de sus intentos
— ¿Pervertido?1
— Así es. ¿Crees que el lazo no me afecta a mí? — con esa inconclusa frase,
JiMin de inmediato entendió a qué se refería. Avergonzado, buscó dónde
esconderse a pesar de que el brazo de YoonGi le impidiera escapar. — Te
llevé hasta la cama y lo único que hiciste fue pensar en cosas sucias. Estabas
nervioso y ansioso ¿Tanto me deseas, Omega? — cuestionó, utilizando ese
timbre de voz grave y seductor que, aunque el menor lo negase, le
gustaba.386
no significaba nada bueno. YoonGi sonrió de lado, atrapando las muñecas del
Omega en lo que éste seguía quieto por el accidente ocurrido. No más
—
JiMin quiso refutar, preguntarle porqué eligió ese justo momento para
continuar con la sesión de besos que fue interrumpida y por qué no
esperaba a que llegaran a su hogar. Sin embargo terminó olvidándolo al
fundirse en cada beso proporcionado, desde los que sólo eran un simple
roce, lentos y suaves, hasta los que eran profundos, salvajes y apasionados. 52
— Nada extraño. — respondió. —Sólo quiero que al pisar Daegu sea evidente
y notorio a vista de todos que nos pertenecemos completamente ahora. Eso
será suficiente advertencia como para que quien sea que se acerque a ti con
dobles intenciones sepa que no saldrá ileso.
dobles intenciones sepa que no saldrá ileso. 77
— Ríete cuánto quieras, algún día el posesivo serás tú. — el Alfa sonrió con
sorna. — Explotarás de celos y me entenderás mejor. No es bonito que un
Alfa aparezca queriendo cortejar a tu Omega, y tampoco es bonito si resulta
ser al revés.83
JiMin, sin duda alguna, esperaba que la parada que debían hacer para
"estirar las piernas" no estuviese cerca de suceder. Quería disfrutar de esto
mucho más, sin interrupciones.57
•
•
•
Sesentayuno
cabeza y bajó la vista hacia su ropa, consiguiéndose con que las prendas de
vestir se veían impecables, sin arrugas y en el lugar correspondiente. 30
SeokJin no había notado algo que resaltaba en él, algo que no estuvo allí
cuando se marchó, por intentar buscar qué tenía en ese raro estado a JiMin. 23
— ¡No es divertido! — gritó JiMin desde el salón principal, debido a que desde
esa distancia todavía lograba oír las risas de su Omega Cría. Rígido y
enfurecido, fingió ignorar todas las miradas que caían sobre él, iniciando con
los murmullos de los sirvientes fisgones. 42
Él tendría que prepararse para ese día, ya que no existirían excusas cuando
la hora llegase. Tendría que decir la verdad y enfrentarse a lo que eso
conllevaría.65
3
• • •
El Alfa comprendió lo complicado que esto debía ser para JiMin. Nadie se
habría podido preparar para revelaciones de tal impacto emocional.
de sus amigos morir frente a sus ojos, se terminarían por reabrir las
pequeñas heridas que con tanto esfuerzo apenas había logrado cerrar y que
las cicatrices que comenzaban a borrarse volvieran a aparecer.
el cachorro.1
JiMin indagó al querer encontrar una forma de saber qué hacer. Observó el
pálido rostro de su amigo, impotente. Su mano se separó de HoSeok y fue
hasta TaeHyung, girando un poco su rostro con sumo cuidado para
permitirse mirar mejor. Ahí se encontraba la mordida de JungKook, grisácea
y púrpura en algunas zonas, como si lo hubieran golpeado ahí, sin ningún
rastro de vida, todo lo contrario a la suya, bonita, rojiza y rebosante de vida.
Un lazo roto en su completo esplendor.94
— Pero...-34
Sus ojos ya casi entrecerrados fueron hasta él, provocando que el corazón de
HoSeok latiese aún más fuerte. Un muy pequeño brillo seguía ahí y su
mirada no se movió de su rostro, estaba pidiéndole mudamente, sólo
expresándolo en sus ojos oscuros, que lo hiciera. Le estaba intentando dar la
seguridad de hacerlo, a pesar de que creía estar viviendo los últimos
momentos de su vida. La sirvienta se aproximó para revisar sus signos
vitales, frunciendo el ceño preocupadamente al notar lo débil que éstos
estaban.2
• • •
En cambio, los guardias abrieron las puertas que daban acceso a aquel
pasillo lujoso en el que se encontraban las habitaciones del líder y su familia.
Imponiendo su presencia a pesar de ser un Beta, el hombre se estiró en toda
su mediana estatura, acomodó su corbata y asintió en dirección a los
guardias antes de caminar hacia ellos. 3
— ¿Qué hace aquí, señor BonHwa? — preguntó HoSeok, sin permitir que
YoonGi contestase. La falta de respeto hacia JiMin fue evidente, pero no era
un instante adecuado para dar lugar a discusiones, ni para quedarse sin un
representante en el Alto Mando.
— ¿Y cuál es su petición?
— Una reunión. Digamos que hay un par de... Cosas, en las que el Alto Mando,
miembros de la manada y yo, no estamos de acuerdo. su tono mostrando
—
El Beta le dio una última sonrisa burlona antes de girar sobre sus talones e
irse por donde había venido. La pesada puerta fue cerrada mientras que los
pasos del hombre se escuchaban más y más distantes. Debido a la
inanguantable atmósfera aplastante establecida encima de ellos, SeokJin le
pidió a JiMin que lo acompañase a ver a TaeHyung sabiendo que una
discusión vendría a continuación.8
ahora tiene tanto poder como tú, no hay que permitir la más mínima falta de
respeto hacia él.42
— Sí, sí. —decía con desdén. — Decías eso cuando éramos niños, y cinco
minutos después decías que era el peor de los hermanos cuando no te dejaba
tocar mis cosas.129
Las normas decían que el próximo líder sería el primer hijo o hija Alfa Líder
del gobernante con su legítima pareja, no el hijo del segundo al mando.
Varios lo aceptarían, pero seguían existiendo aquellos que considerarían
esto un grave incumplimiento a las normas de la manada. Su madre sufrió de
insultos y malos tratos de otros por los abortos
ab ortos espontáneos que tuvo antes
de él y HoSeok. JiMin ni siquiera podía tener eso y no podía asegurar que
nadie intentaría hacerle daño con tóxicas palabras. 78
•
•
•
Sesentaydos
— No creo que sea una buena idea. — JiMin decía, mirándolo fijo. BonHwa
—
podría acusarte. Si lo que desea es intentar hacerme sentir mal, que lo haga,
no importa.190
sentido oculto en esa oración. Realmente, esperaba que eso sucediera. 58
Eso confirmó cuán vivos aún eran los recuerdos que JiMin no podía
ahuyentar. No olvidaría jamás a esos desconocidos que se rieron de él por
años y que no paraban de soltar insultos hirientes, referentes a que un
Omega que no podía concebir, no era nada, sólo un estorbo. 10
Por suerte para los dos, la pareja de Incheon desvió su atención de ellos sin
notar el silencio que se instaló cuando tocaron ese punto delicado. Con una
rápida pero formal despedida, YoonGi los vio retirarse hacia el salón
principal en el que se organizó la celebración, yendo hasta uno de los recién
llegados que parecía ser alguien muy cercano al líder de Incheon y a su
esposa. Probablemente un viejo amigo o un familiar.
su pasado sin llorar. — Ahora mismo lo mejor que puedes hacer es pensar en
otras cosas para distraer a tu mente.22
JiMin solamente esperaba que algún día pudiera devolverle a YoonGi todo lo
que éste había hecho por él.94
pequeña sonrisa.141
JiMin soltó una risilla. — Además, TaeHyung se siente cómodo con él. No creo
que le moleste la atención de HoSeok... — lentamente la sonrisa en su rostro
se borró, suspirando. ¿JungKook ya sabe que TaeHyung está gestando a su
—
— — —
8
• • •
Cuando la hora pautada llegó y cada miembro citado a la reunión se
encontraba sentado, esperando, todo comenzó. Los presentes, callados,
miraban como el representante BonHwa les pedía a los guardias que se
retiraran, aunque éstos no salieron hasta que YoonGi les dio la orden. Eso
frustró al hombre, pero rápidamente se recompuso. 51
mueca.34
—
Acordamos que no sería una reunión extensa, así que iré directamente a
los puntos. el Beta arregló los papeles y los colocó sobre la mesa,
—
quitándose los anteojos después de su veloz repaso. — Señor Min, varios han
manifestado sus sospechas, diciendo que Park JiMin fue presentado como su
pareja frente a la manada cuando él en realidad no tenía relación alguna con
usted. Incluso se ha difundido el rumor de que en ese momento él estaba
casado. El Alto Mando no aceptará que un líder tan importante e influyente
sea el simple amante de un fácil.329
contraatacó.35
sonrió. Sabía que eso nos traería problemas, así que mis abogados
iniciaron la anulación total de esos documentos.
docum entos.102
— —
— El Alto Mando también tiene preguntas por hacer. — esta vez fue la mujer
quien tomó la palabra. Diferentes personas procedentes de Busan han
—
—
Sé que es una manera grosera de referirse a algo así, pero estamos en el
mundo del estatus social y hablamos de la máxima posición de poder en la
manada unificada de Daegu. — ella frunció el ceño. Señor Min, usted es el
—
líder, y la ley dicta que únicamente su descendencia gobernará cuando tenga
la edad y madurez necesaria. Un Omega infértil no es un problema en el
pueblo, pero lo es en este momento y situación. Varios destacaron el poco
aroma que emana el señor Park, lo cual es la característica principal de
alguien estéril.160
— ¿Con quién? ¿Con el Omega que marcó para que siguiera con vida? —
BonHwa lució esa irritante sonrisa burlesca. — Ese Omega dará a luz un niño
que sabemos que usted reconocerá como su hijo. Ese pequeño bastardo no
será parte de la línea de sucesión, no tiene la sangre de la familia Min. 249
— Pero sigo siendo su padre. Ese niño o esa niña, quiera usted o no, será hijo
del segundo al mando. — decía HoSeok entre dientes. La sala de reunión cada
— Acepto eso. —accedió BonHwa. —Lo que no puedo aceptar es, como
representante de Daegu, que mi gente sufra por la enorme posibilidad de
que sus hijos y futuros nietos no tengan un
u n líder que los proteja en los
26
próximos años.
— ¿Y qué se supone que deba hacer? preguntó JiMin.
— — No importa
cuántas veces lo intente, no podré.
sea su líder, que los defienda, que les provea y que cuide su territorio de
rebeldes. Piensa en eso.369
Era como estar rodeado, sin nada qué poder hacer para huir, condenado,
ahogándose y desesperándose. La ansiedad provocó que su pie subiera y
Soportó la terrible sensación que lo aturdía un rato más hasta que se hartó.
El malestar se convirtió en una leve náusea que aunque intentó reprimir, iba
aumentando con el rápido paso de los segundos.296
sabor a menta. JiMin Se giró para salir del baño, no obstante, YoonGi lo
acorraló en la fría cerámica color crema del lavabo, sus brazos a cada lado,
cerrando cualquier vía de escape. Los ojos oscuros mirándolo provocaron un
escalofrío que viajó por su columna, erizando los vellos de su piel. 72
— ¿YoonGi...?
Antes de dar explicaciones el Alfa unió sus labios, sus caderas creando una
deliciosa fricción hasta con el más mínimo movimiento. — Quiero sentirte de
nuevo. —susurró, fundiendo sus bocas otra vez. JiMin sonrió entre el beso.
No articuló un "sí", pero su cuerpo habló por sí sólo; frotarse contra el Alfa
más de cerca fue suficiente afirmación para YoonGi en ese instante. 346
145
• • •
bufó por la terrible forma de alentar a alguien y JiMin dejó salir una
carcajada. Serás un padre sobreprotector. agregó.51
— —
Bajar escalón por escalón, por primera vez, fue un largo proceso lento y
pausado, haciendo sentir seguro a TaeHyung. El motivo de su preocupación
era entendible. Quería evitar el daño que una posible caída podría causarle a
él y al cachorro, pero era difícil estar seguro de que sus pies tocaban el sitio
correcto al tener una panza sobresaliente cubriendo parte de su campo
visual.17
•
•
•
Sesentaytres
alzando su tono.18
Era obvio para el Omega que algo malo ocurría y no se quedaría de brazos
El segundo al mando intentó decir sus palabras con suavidad y tacto para
transmitirle algo de seguridad a JiMin en que las cosas irían tan bien como lo
aseguraba, y le pidió que no se atormentara a sí mismo imaginando que
YoonGi moriría. Pero, a pesar de eso, el Omega no pudo sentirse más aliviado
con eso. Sentía su lazo tensarse, liberando sentimientos incómodos desde la
mordida.36
4
• • •
buscaba a Min con tanta urgencia. La orden de sacar a YoonGi con vida del
desafío estaba siendo obedecida por los leales guaridas, pero ¿Qué si no
llegaban a tiempo? ¿Y si el intruso terminaba ganando el desafío?
atravesó su pecho crudamente. El lobo blanco chilló al ver la lucha entre los
dos enormes lobos, con los ojos inyectados en furia, rabia y rivalidad; un
desafío entre un lobo negro y un lobo pardo, reflejando en sus miradas el
único objetivo que tenían en mente, acabar con la vida de su oponente. 79
accediendo al liderazgo.92
Con la mente en blanco, JiMin corrió hacia allí, sin tiempo para arrepentirse
o acobardarse. El intruso estuvo demasiado distraído como para notar al
impactó contra él, mordiendo y luego yendo hacia atrás, arrancando piel. No
por ser Omega sus caninos eran menos letales. El Alfa invasor aulló con
agonía, volteándose para verlo enfurecido. Esa herida ardía y dolía como el
demonio, JiMin lo sabía.166
— —
Al abrir los ojos, observó como el poderoso lobo negro había reunido la
fuerza necesaria para levantarse, correr pese a su herida y aprovechar la
distracción del enemigo, clavando sus caninos en el cuello del intruso,
abriendo, desgarrando y quebrando huesos con su potente fuerza de
mordida. La muerte para el Alfa invasor fue casi instantánea tras partir sus
vértebras cervicales en pedazos y romper la médula espinal. YoonGi no dejó
SeokJin llegó hasta el lobo blanco con una enorme manta, colocándosela
encima a JiMin cuando éste regresó a su forma humana, evitando que los
demás vieran su desnudez. HoSeok, que no parecía menos asustado, se yacía
ocupado ayudando al médico a cubrir y vendar las heridas de YoonGi,
además de tener los nervios por los cielos a causa de TaeHyung, que se había
• • •
YoonGi frunció el ceño aún manteniendo los ojos cerrados, incómodo por la
sensación de una luz alcanzar su rostro. Separó sus párpados despacio,
suspirando debido a que su cuerpo se encontraba relajado. Hace mucho que
no dormía tan bien. Era como regresar a su niñez, ya que así se sentía
cuando no tenía ocupación o preocupación alguna y podía dormir por horas
y horas.22
atmósfera amena. El gran, temible e imponente Alfa Min YoonGi sólo quería
los dulces mimos de su Omega.205
•
•
•
Sesentaycuatro
heridas externas hayan sanado, puede que tus heridas internas aún no...-15
—
Ya ha pasado una semana JiMin, estoy bien. YoonGi plantó un pequeño
—
— Calma, Alfa. Recuerda los buenos modales. — JiMin rió, para luego darle un
vistazo al panorama. —La primavera es bonita. — comentó, viendo el verde
Hace dos días, uno de los cuidadores pertenecientes al orfanato más grande
de la manada tomó la responsabilidad de recorrer un largo trayecto en
camino a la mansión de los Min, necesitando ayuda urgente. Al estar cara a
cara frente al líder y a su pareja, no dudó en explicar su problema, situación
y petición.
Una manada mediana de rebeldes solitarios se colaron a medianoche en la
cocina del orfanato, robando la mayoría de los alimentos y dejando a los
cuidadores con muy poca comida. No podrían sustentar a los cientos de
cachorros que protegían. El asunto fue tratado de inmediato, y JiMin observó
y confirmó como realmente la manada era una de las grandes prioridades de
YoonGi.7
Los cachorros conocían a YoonGi, ya que sus tiernas voces alegres
canturrearon al unísono un "bienvenido" tan pronto como el pálido se
adentró a las instalaciones. Pero, cuando se trató de JiMin, los niños sólo le
Aunque eso fue hasta que los pequeños tomaron la decisión de acercarse, y
el más pequeño de ellos, un cachorro de apenas dos años, alzó sus brazos
hacia él. El dulce y calmante aroma del Omega fue lo que más los atrajo,
tanto que se turnaron para pedirle un abrazo a JiMin y así sentir un poco
más de ese agradable aroma, con el cual se sentían arrullados.275
Mientras YoonGi se encargaba del asunto del robo, de ordenar que llevasen
alimentos al orfanato y de reforzar la seguridad en el sitio, JiMin decidió
jugar con los niños que en seguida se encariñaron con él. Fue una tarde
bastante divertida, y que plantó una idea imposible en su mente. 1
era estéril era suficiente, no tenía intención de crear uno mayor sólo por
JiMin, pese a mostrar un mínima sonrisa, dio una profunda respiración que
hizo a ese gesto desaparecer de su rostro. No quería enfrentarse a BonHwa
de nuevo.
No dijo nada, consciente de que el Alfa debía de sentirse igual. Ese hombre
era la perfecta definición de "gigantesco problema". YoonGi y HoSeok
discutieron por horas las opciones que tenían para hacer que con esa última
reunión todo acabara en un acuerdo, donde nadie se viese afectado. Por
ahora todo estaba tranquilo, sin embargo, no podían estar tan seguros de
que BonHwa no acabaría corriendo la voz por toda Daegu y toda Corea si así
lo quería, revelando detalles que no eran de su incumbencia. 22
—
No ha sido una pregunta, fue una orden de tu líder. Obedece, Beta. —
BonHwa soltó una risa irónica. — El Alto Mando no puede estar feliz y
contento cuando se enteran de tan inaceptables noticias. Un líder con un
Omega inútil, un segundo al mando que se hace cargo de un cachorro ajeno y
de un Omega con un lazo roto, incluyendo a... — el Beta aterrizó su mirada en
—
benevolente.
Al retirarse los y las sirvientas, YoonGi respiró lentamente para no alterarse
más y cortó un trozo de la jugosa carne para llevarla con el tenedor a su
boca, al igual que los otros que ya se encontraban disfrutando del espléndido
sabor del filete. Miró a la izquierda, encontrándose con BonHwa en el
asiento contiguo al de HoSeok, comiendo con la mirada gacha al
probablemente estar pensando en cómo ser el vencedor de esa batalla. Al
mirar hacia la derecha, donde JiMin se encontraba sentado a su lado, vio algo
que le preocupó al instante.21
— No, estoy bien. contestó, a pesar de que su mirada siguió estando fija en
—
el plato de comida que no se animaba a tocar. 78
JiMin no se sentía bien, y esto era peor a la ocasión anterior. Colocó su brazo
sobre el comedor y con su mano cubrió sus ojos, cerrándolos. Todo a su
alrededor daba vueltas, aquel mareo repentino le desequilibró, siendo una
suerte que se encontrara sentado. El Omega sentía la confusión y
preocupación del Alfa ser transmitida hacia él por el lazo, así que optó por
comer para que así YoonGi asumiera que ya se encontraba mejor.231
— Por supuesto. — el Omega alto se levantó y fue hasta JiMin, quien ya había
emprendido su camino fuera de la sala del comedor. BonHwa no dijo nada,
restándole importancia a la salida de ambos Omegas.
acuerdo, representante BonHwa. Hay un tema que debo discutir con usted,
ya que lo involucra y se ve afectado.13
— ¿Qué? — dijo.43
— He meditado esto por mucho, y créame que cuando le digo que usted
mismo cavó su propia tumba, es porque es la verdad. —YoonGi decía, su
grave voz escuchándose dentro de la enorme sala. Ha sido destituido.
—
• • •
4
— No podré llegar... balbuceó asustado JiMin. Estaba frente a las enormes
—
escaleras del salón principal que debía subir para correr hacia su habitación,
pero de repente comenzó a temer que no lo lograría. 3
— ¿No podrás llegar? ¿De qué hablas? — SeokJin se acercaba cada vez más
—
Cuando JiMin acabó un minuto después, SeokJin salió del baño a petición del
mismo. JiMin le aseguró que se sentía mejor para despreocuparlo y dijo que
—
¿Decirle qué?1
SeokJin rió, intentado cubrir con ello la verdad. ¡Oh, entiendo! Aún no lo
—
sé, el Omega Luna dijo que se lo diría cuando estuviese preparado. Hasta
entonces no le cuente de esto a nadie, por favor. — contestó, aliviado de
haberse oído convincente. Cuando la sirvienta asintió antes de irse,
prometiéndole su palabra de silencio, SeokJin dejó escapar el aire retenido
en sus pulmones. No quería saber cómo reaccionaría la manada al enterarse
de la verdad...144
Debería buscar medicina, puede que algún virus esté afectando tu estómago.
¿Habías tenido náuseas antes?61
—Sólo una vez, fue hace días... el menor decía. No te preocupes hyung,
— —
Aunque JiMin repitiera que se sentía bien tantas veces como pudiera, SeokJin
no estaba muy seguro de ello. Se lo diría a YoonGi sólo para que el Alfa fuese
precavido y que, de ser necesario, llamara al médico si las náuseas y
malestares se manifestaban de nuevo.154
•
•
❝ S e s e n t a y c i n c o ❞
Decidí llamar al médico, necesito saber cuál es la causa de tus malestares. 69
— Sólo es una enfermedad estomacal, o un virus. Ya se los dije, a ti y a
SeokJin. — el más bajo aseguró, convencido y algo enfadado por el hecho de
que nadie quería creer lo que decía. No sabía cuántas veces sería necesario
repetir que estaba bien. — No hace falta un médico, estaré bien en unos
días.8
YoonGi no dijo nada entonces, recargando todo su peso sobre el espaldar del
sofá. Sentía que no podía soportar por mucho más el propio peso de su
cuerpo. YoonGi había adquirido un aspecto que no era común en él, un
aspecto que no le pertenecía al seguro y poderoso Min YoonGi; verse
dudoso, pensativo, dubitativo e inseguro no era parte de su verdadera
esencia.26
oprimió temeroso.
— No JiMin, nuestro lazo nunca será un problema para mí. Te amo y jamás
asimilaré como un error haberte marcado. 19
que los cachorros del orfanato se sintieran tan atraídos por tu aroma, incluso
te quejaste de sentirte cansado distintas veces... YoonGi realizó una pausa,
—
evaluando con ello la forma de decirle lo que pensaba sin oírse brusco. — Es
sólo una posibilidad, no tengo nada que pueda decir que es seguro, pero tal
vez...-26
— JiMin...
JiMin no quería ver a un médico dado a que le hacía recordar ese día en el
— Tú eres el único con quien quiero estar. —el Alfa plantó un suave beso
sobre su hombro y JiMin no tardó en mostrarle una pequeña sonrisa. Amo
—
verte sonreír.26
YoonGi cuando tomó una decisión. — El médico puede venir, pero quiero que
seas tú quien me diga lo que ocurre sin que él esté presente. 35
23
• • •
La aparición del médico en la mansión fue un tema del cual hablar ese día.
Todos se encontraban curiosos y atentos frente a la llegada de cualquier
noticia.64
uno de los guardias tocara la puerta y, tras la autorización del Alfa Líder,
abrió la misma, dejando pasar al médico que tan pronto dio un paso dentro
JiMin estuvo con Jeon, no fue concebido ningún cachorro. Lo único que
YoonGi deseaba era que el médico anunciara la inexistencia de un bebé y que
así él pudiese darle la noticia a su manada, como si él y JiMin no hubiesen
sabido antes de la esterilidad del Omega. Así la manada quizás sería un poco
más comprensible.44
El Alfa, aunque no lo quisiera así, tuvo que tomar una decisión a pesar de
que lo menos que quería en el mundo era dañar a JiMin. Sabía que la
situación traería con ella malos recuerdos, pero asumió que esa debía de ser
la opción más fácil de disminuir las probabilidades de que JiMin fuese
juzgado o maltratado.2
Y si ya no podía proteger a JiMin y la manada no reaccionaba como es
debido, YoonGi tomaría la opción de entregarle el liderazgo a HoSeok. Su
lobo, como Alfa Líder, apreciaba como uno de sus mayores tesoros a la
manada, pero su amor por JiMin era superior. 11
Sería complicado controlar a su lobo los primeros días, pero estaría bien al
saber que aún le quedaba JiMin; él y su pareja serían su propia manada, una
bastante más pequeña, pero una mucho más especial.60
•
•
•
Sesentayseis
Tanto para Alfas como para Omegas, era casi prioritario tener descendencia.
Sus instintos lo exigían, a diferencia de los Betas cuyos lobos se centraban
más en servir a la manada, protegiendo el territorio, cuidando de los
cachorros o cazando para la manada.
Sus ojos brillaron con el intenso color carmesí que advertía a los otros,
haciéndoles saber que sus instintos eran quienes determinarían si alguien
era o no un intruso. En ese estado era irrelevante de quién se tratara, si
— No creo que esa sea la razón. — JiMin opinaba, moviéndose sobre la cama
y siendo evidente que estaba incómodo. — Ya lo dijo, mi registro médico dice
entrara.79
El viejo Alfa sonrió amablemente. No perderemos nada con asegurarnos.
—
Aquello picó en el interés de JiMin. Realmente quería que los otros pararan
de hablar de un cachorro que no existía y que comenzasen a tomarlo más en
serio, además. Si accedía a esa otra revisión, el resultado negativo sería
suficiente como para hacer que los demás dejasen de insistir en aquel tema
que jugaba con las costuras de una herida profunda que no acababa de
cerrar por completo.22
realizó todo lo necesario y nadie le cuestionó; a simple vista era obvio que
sabía lo que hacía. JiMin no habló durante toda la revisión, sin esperar nada
más que un "no".6
Cuando todo acabó, el viejo Alfa paseó su mirada por la pareja repetidas
veces, creando aires de curiosidad.98
— Supongo que era cierto. — JiMin suspiró, preparado para musitar un "se
los dije" cuando el médico volvió a hablar. Les recomendaría que ningún
—
que invadan el lugar que ha elegido para refugiarse con su cachorro los
próximos meses. el hombre mayor calló, esperando una respuesta que
—
nunca llegó. Entonces, se dirigió hacia JiMin. Felicidades, van a ser padres.
—
Quiso hablar, pero no sabía exactamente qué decir, además de que su voz se
encontraba atrapada dolorosamente en su garganta sin poder salir. Todo su
cuerpo se paralizó en ese instante y sólo pensaba en que no podía creerlo,
porque no era verdad, porque simplemente no podía ser real.26
eso.174
— Señor Han, agradezco sus servicios, pero debo hablar en privado con mi
pareja. ¿Podría esperar abajo? — YoonGi le pidió, viendo al hombre asentir. 28
— No lo sé. —el Alfa acarició sus manos. JiMin sentía la felicidad de YoonGi
—
Vamos a tener un bebé... JiMin dijo, percibiendo la alegría que
—
cuando su voz quebró y una de las lágrimas que se acumulaban en sus ojos
recorrió su mejilla. Nunca antes había llorado por un motivo como ese;
nunca había llorado por felicidad.175
"En unos meses seremos padres" pensaron, casi como si se tratara de algo
muy lejano y cercano a su vez. Una ilusión que creyeron irrevocablemente
imposible y que acabó haciéndose la más hermosa realidad. 97
• • •8
JiMin despertaba sin prisas cuando los recuerdos del día anterior
aparecieron, difuminándose y haciéndose tan confusos y revueltos en su
mente.85
JiMin miró el dormitorio de un extremo a otro, apreciando la iluminación en
su interior gracias a los rayos de sol que acompañaban esa mañana de cielo
despejado, también escuchó a los pájaros cantar, pero no halló a YoonGi.
inicio JiMin pintó una mínima sonrisa de alegría sobre sus labios, pero luego
ésta desapareció cuando en su mente apareció un pensamiento de
inseguridad. Sus dudas surgieron de repente, porque aparte de ser un futuro
padre primerizo, ni siquiera se había preparado para lo que ocurriría. No se
molestó nunca en preguntar qué hacía un Omega en estado, y tampoco le
preguntó a TaeHyung, por ejemplo, los detalles sobre ello. 10
— Aún no puedo creer que de verdad estés allí. — entonó en voz baja hacia su
abdomen plano. Sentía que estaba viviendo dentro de un sueño que hizo
aflorar en él la felicidad plena, un sueño que se sentía liviano y bonito. Pero
existía una diferencia, y era saber que aquello no era algo que su mente
reproducía mientras que él dormía. 73
•
•
•
Sesentaysiete
— ¿Eres feliz? le preguntó el mayor, abrazando a JiMin. El Omega se
—
— Soy más que feliz contigo, YoonGi. —confesó sin ningún rastro de falsedad,
siendo sincero frente a sus propios sentimientos. JiMin cerró sus párpados,
con el suave viento fresco de la noche acariciando su piel.33
estar de esa forma con YoonGi, acurrucados y teniendo tiempo a solas, sin
— No hay problema. — YoonGi dejó salir una de sus breves risas de tono
grave, divirtiéndose con lo obvio que su hermano estaba siendo; HoSeok era
muy expresivo de bastantes maneras, incluyendo entre ellas su voz, mirada,
acciones y facciones. No era una tarea complicada descubrir lo avergonzado
que se sentía. ¿Qué necesitas decirme?9
—
El Omega se preguntó si tenía algo que ver con el cachorro que pronto
nacería; JiMin frecuentaba visitar a TaeHyung — debido a que se habían
convertido en grandes amigos , y éste no hacía más que sonreír cada que
—
JiMin creía saber a qué se debía su desanimo. SeokJin estaba emparejado con
cómo su amigo había domado a tal bestia. Los Alfas Líderes eran muy
imponentes para su gusto.54
— TaeHyung no quiere que el niño nazca aquí. Iremos a las montañas, sin
salir de Daegu, por los próximos meses. — el Omega evitó en todo momento
la mirada oscura de YoonGi en lo que HoSeok acababa. — Pero hay algo
más...3
— ¿Piensan irse así sin más? — preguntó. Sabes que no es tan fácil como
—
decir un "renuncio".
HoSeok asintió. Sé que implica muchas cosas más, pero debía decírtelo
—
— Las reglas pueden cambiar, y quién más que el líder para hacerlo. — el
Omega le dedicó una tranquilizadora sonrisa al Alfa. — Sé que seré capaz de
ocupar el papel de segundo al mando. HoSeok podría instruirme antes de
partir hacia las montañas.213
• • •10
YuGyeom rió burlesco. — ¿Hacer algo bien? ¿Para qué? No te sacarán de aquí
hagas lo que hagas. No te servirá de nada "hacer algo bueno". 1
— ¡No es por mí, imbécil! — el Alfa se alejó cuando JungKook pateó con furia
los barrotes, respirando agitadamente. — ¡Yo traumé a JiMin, lo dañé, destruí
sus ilusiones! ¡Sé que ahora es feliz con tu líder, y yo sólo quiero que eso se
mantenga así! ¡Quiero que mi persona y todos los recuerdos malos que
provoqué desaparezcan de su mente! 107
— ¿No has sentido que comienzas a apreciar y extrañar más algo cuando ya
lo perdiste? — el prisionero bajó la mirada. Yo no lo amé como mi pareja ni
—
—
¿Y cómo te percataste de que lo que hacías era incorrecto? —
YuGyeom
entrecerró sus ojos.1
e t ece ó sus ojos 1
•
•
•
Sesentayocho
a YoonGi frente a él. El Alfa alzó un poco sus cejas y JiMin rió por su acción.
— Lo dije sólo para que HoSeok y TaeHyung pudieran relajarse. ¿No notaste
que asustaste a Tae?90
tu pareja y el Omega Luna solicita que esté a tu lado para apoyarte donde
quiera que vayas. Aunque me encantaría ser de utilidad, no creo que eso sea
adecuado ahora.26
—
Al fin te encontré YoonGi. NamJoon pronunció aliviado, inclinándose
—
para una reverencia tan pronto estuvo cara a cara con YoonGi y JiMin. El
Beta se enderezó e inmediatamente, sin perder el tiempo, comenzó a hablar.
— Debo suponer que HoSeok ya te ha dicho sus intenciones de no ser el
segundo al mando.16
problema es que HoSeok decidió sólo ser el suplente cuando no estés. Eso
alivia un poco la situación aunque siga siendo perjudicial para la manada no
denigrante, claro que no, pero a pesar de eso sus deberes son estar a tu lado,
darte cachorros y ser la imagen de belleza y sutilidad de la manada. Será
protegido y cuidado como la pieza más valiosa, tanto que apenas le
consentirán hacer cosas por sí mismo. Para algunos es la vida de ensueño,
para otros es una delimitación frustrante.91
¿Qué podría hacer? ¿Pedirle a los sirvientes que le den más libertad? 7
— Puede ayudar, pero no mucho. Sabes que seguirá siendo una libertad
parcial, su código no les autoriza descuidarlo hasta tal punto. — NamJoon
hizo gestos de reflexión. Para hacerlo sentir mejor podrías asignarle algo
—
en lo que él sienta que aporta. ¿Por qué no divides el cargo del segundo al
mando? HoSeok cumple con una parte, ser el suplente y cuidar de la manada
cuando tu presencia no sea posible. JiMin puede cumplir con la otra parte y
ser asignado capitán de la guardia.
Él como líder contaba con muchísimos más deberes y cargos que cumplir.
— Yo diría que un año entero y un poco más. — decía, pensando en voz alta.
Quizás JiMin estaría listo para ejercer su cargo como capitán de la guardia en
tres meses, mas él no accedería a que su pareja en estado estuviese bajo
estrés. Aparte de ello, sabía que los Omegas eran incapaces de separarse más
de una hora de sus cachorros recién nacidos durante casi seis meses. 26
—
Trae a JungKook. Si tiene que confesar algo, quiero que lo haga ante mí. 59
6
• • •
— Llamaré a los guardias. Les diré exactamente qué deben hacer. — el Alfa
no dejaba de mirarle, en el fondo, pareciendo preocupado. —
Estamos juntos
en esto. Manténganse a salvo ¿De acuerdo? 24
Y oficialmente, en ese instante, fue que todo comenzó. La carta que JungKook
había entregado mostraba claras instrucciones, asegurando que atacarían a
YoonGi y a JiMin en la noche de aquel viaje al río, haciendo un fuerte ahínco
en tener que capturar a JiMin con vida. 78
El camino fue emprendido a través del denso bosque, simulando que eran
presas fáciles. Sin vehículo, sólo con dos guardias — los únicos que podían
verse a simple vista y fingiendo calma, cuando lo cierto era que estaban
—
•
•
•
Sesentaynueve
JiMin contuvo la respiración, siendo testigo de como esos lobos corrían sin
obstáculos, acercándose más y más a pasos veloces. 237
—
Vete. ordenó YoonGi cuando cayó el primer guardia, asesinado por un
—
Estaba preocupado por YoonGi. El pálido estaba solo, luchando junto con sus
guardias contra todos esos lobos. JiMin quería ayudarlo, lidiar esa batalla
— El señor Jeon debería estar cerca. Los otros lobos deben estar cubriéndolo,
así que en cualquier momento aparecerá. — JungKook comenzó a decir. Los
guardias asintieron, siguiendo los pasos del Alfa. — JiMin... le llamó,
—
suplicante.41
—
No quiero hablar contigo ahora. espetó el Omega, teniendo en duda las
—
intenciones que JungKook decía tener. Quizás JiMin estaba siendo cruel,
grosero o maleducado, y aunque ese no era su propósito, no pudo eludir
aquel sentimiento. Él y su lobo estaban a la defensiva. 18
Enfrentar a quien le hizo tanto daño no era una experiencia agradable. 17
Tenso y nervioso, se giró al oír el crujido de unas ramas detrás de él. Sostuvo
valientemente la espada, dispuesto a pelear. No se permitiría ser una presa
fácil, no debía ser cobarde y aceptar su muerte ahora cuando aún tenía
oportunidad de vencer.12
El lobo salió de detrás de los arbustos, viéndose enorme. Era casi tan grande
como el lobo de YoonGi, y tener un rival así sería la pesadilla para cualquiera
de menor tamaño.18
otra vez. Saber que Jeon había estado a sólo unos segundos de completar su
fin era escalofriante.5
—
¿Qué planeas con esto? ¿Que te asesine? ¿Que te golpee? ¿Que te grite? —
indagaba JiMin con dureza. No puedes pretender que haré lo mismo que
—
JungKook no se movía, casi rogándole que tomara una de las dos opciones.
• • •
Por otro lado, JiMin no perdía de vista al hombre arrodillado a pocos metros
de distancia. Los brazos esposados detrás de la espalda eran el principal
motivo de la furia en Jeon, quien odiaba el hecho de haber sido capturado. 12
El hombre escaneaba incluso sus movimientos más mínimos, esperando a
que dijese algo. JiMin ladeó sutilmente su cabeza mirando al hombre con
desdén y Jeon rezongó.
El hombre soltó una risa burlesca. — ¿Respetarte? ¿Por qué? No eres más
que un simple Omega inservible jugando a ser poderoso. 33
•
•
•
Setenta
El hombre se había rendido con el pasar de los días y, algo que nadie
esperaba, era que éste hablase. Jeon DakHo se veía asustado, el hombre se
rehusaba a perder su vida y estaba dispuesto a hacer lo que le ordenaran
para preservarla.6
narraba la historia que contenía el libro que SeokJin le obsequió a JiMin, los
Gamma fueron perseguidos por las demás jerarquías desde que adquirieron
el valor de huir y formar su propia manada, lejos de quienes los
Siendo los Park una solitaria pareja sobreviviente del brutal ataque, el
Shifter los acobijó después de encontrarlos vagando por el bosque,
salvándolos de aquel constante temor y miedo que se instalaba en sus
Dentro del disminuido cuarto que les pertenecía, la pareja obtenía una
relajante sensación que aliviaba las tensiones de esos largos días en donde
YungSu debía arreglar el extenso jardín bajo el caluroso sol y MinHee servía
como una criada para la señora Jeon. Cuando el sol se ocultaba y las estrellas
brillaban era el instante en que regresaban a descansar.
descansar.
MinHee jugaba con su lindo JiMin esa noche, haciendo reír al bebé con
mimos y besos en sus adorables mejillas abultadas. Su esposo había dicho
que vendría pronto, así que ella lo esperaba pacientemente. La mujer sonrió,
manteniendo a su niño en brazos, al ver a su pareja entrar a la habitación.
No iban a acceder a esto. Su hijo no sufriría lo mismo que ellos sufrieron, ser
tratados como tesoros invaluables sólo para la reproducción. Escapar no fue
La parte más dolosa para el matrimonio de Gammas fue pasar un último rato
con su hijo, antes de dejarlo en brazos de sus nuevos padres adoptivos.
YungSu intentó consolar a su devastada esposa, mas era imposible. Él se
sentía tan vacío como ella, porque aunque sabían que era lo mejor para
A partir de allí, nadie volvió a saber de ellos. Jeon comentó que había
escuchado hace mucho que los vejestorios del Alto Mando los localizaron y
asesinaron, asegurando que esa era la solución para eludir los problemas
que surgirían si otros los hallaban. Muchos miembros de distintas manadas
continuaban teniendo la esperanza de poder conseguir a un Gamma y
apropiarse de ellos, eso era algo que debían evitar. 22
de la familia, y siempre se le trató como tal. Quienes dejaron al niño con ellos
sólo le revelaron sus nombres, su jerarquía y sus razones a Park ShinHye,
exceptuando la jerarquía a la que JiMin pertenecía. Con el tiempo sintieron
un muy débil aroma dulzón en el pequeño, aroma por el cual asumieron que
se trataba de un Omega.19
Por años los Jeon no dejaron de buscar, estando frustrados por no poder
descubrir dónde era que esos tontos Gammas habían ocultado a JiMin.
Querían a JiMin en su poder, lo demás no era relevante. 4
Tuvieron miedo, claro que sí. La familia estuvo bajo tensión, estrés y
angustia excesiva, casi al punto de quiebre. Entonces, al tenerlos en un
estado frágil, los Jeon les atacaron con mentiras y se aprovecharon de la
débil situación en la que se veían hundidos.3
Les juraron un sinfín de cosas buenas. Prometieron que JiMin estaría bien
con los Jeon y que sólo deseaban comprometerlo con su hijo, cumpliendo
con la tradición de Busan. Prometieron que sería tratado como merecía y
que tendría una plena vida junto a su marido, el heredero de los Jeon, Jeon
JungKook. De esta forma, desistirían de perseguirlos y todos serían felices. 28
Pero eso con una condición. Debían cortar todas sus conexiones con JiMin.
JiMin.
Y fuera de las cosas que pensaron eran lo mejor para todos, sin saberlo,
empujaron a JiMin a la boca del lobo. 3
La primera intención sobre esto era hacer que todo recuerdo de su infancia
desapareciera, separándolo de su familia adoptiva y ocultando todo aquello
que podría hacer a JiMin recordarlos, incluyendo ese libro que pertenecía a
su madre adoptiva. Algo que no pudieron llegar a lograr, ya que JiMin
siempre terminaba encontrando ese libro.
libro.
Solo y triste, JiMin fue educado como un Omega digno de un Alfa. Su misión
era dar a luz a los cachorros de su Alfa, ese debía ser su propósito, su meta.
Si no, sería un fracaso y un fenómeno en la sociedad. A partir de allí, no
servía más que para satisfacer y encargarse de algunas tareas domésticas.
Un Omega como él no debía subirle la voz a su prometido, no podía
contradecirlo o desobedecerlo, porque sería castigado.62
Por su parte, aquel niño secuestrado por los Jeon y al que hicieron pasar por
su hijo, también fue educado. Esculpieron a un despreciable Alfa, haciéndole
creer que lo que hacía era normal y correcto. JungKook fue más fácil de
doblegar, y lograron borrar de su mente a sus verdaderos padres en poco
tiempo. Lo formaron como un terrible Alfa, debido a que eso sería suficiente
para mantener a JiMin en un estado de sumisión
sum isión constante donde no tendría
la necesidad de escapar.67
Hace mucho, la hermana de DakHo había concebido un bebé del Alfa Líder
de su manada como consecuencia de un acostón casual. El niño era un
bastardo, su padre ya tenía esposa y un hijo en camino, ChanYeol, por lo que
Sin embargo, sus planes se vieron frustrados. El progenitor del chico se negó
a ver al chico, y como único beneficio, el hombre de fuertes influencias les
ofreció favores a cambio de no permitir que su esposa se enterara del fruto
de su infidelidad.3
Su plan fue tejido desde que JiMin era tan sólo un niño de diez años. Lo
comprometerían y casarían con JungKook, quien iba a retenerlo con la
excusa del matrimonio en lo que Jeon, en secreto, buscaba un territorio que
tuviese al mando a un Alfa Líder débil que tuviera todas las de perder contra
su sobrino, haciendo que un Jeon ascendiera al liderazgo. JungKook no tenía
Aquel niñato que los Jeon pensaron que era un Gamma, resultó ser un
Omega. Pero uno que era distinto al común. 3
Los Jeon no hicieron más que seguirle la corriente. El DakHo sabía muy bien
que JiMin no era infértil y que sólo se trataba de los mecanismos adquiridos
de sus genes Gamma. Si JiMin y su lobo no amaban incondicionalmente a un
Alfa, su cuerpo no aceptaría a un cachorro de éste. A diferencia de un Omega
común que podía concebir con o sin amor, JiMin debía profesar amor y
sentirse amado para lograrlo, como un Gamma.337
traicionó a DakHo y del cual deseaba vengarse desde hace bastante. Esto no
supondría más que un movimiento a su favor. 16
Pero para cuando lo encontró, ya era tarde. Jeon no movió un músculo hacia
el Omega inconsciente, no cuando ese enorme lobo de pelaje negro junto a
otros más sacaron a JiMin de allí, llevándoselo en sus propias narices. 26
Y por si fuera poco, ese lobo resultó ser Min YoonGi, el líder de la manada
más importante de Corea del Sur.85
Desde que JiMin pisó la mansión de los Min en Daegu, traerlo de vuelta fue
más y más difícil con el pasar de los días. Jeon juró venganza contra YoonGi
al enterarse del anuncio que hizo frente a su manada, nombrando a JiMin
como su pareja. La noticia agitó a toda Corea, y Jeon jugó todas sus cartas
para dañar a Min y conseguir a JiMin de regreso.
regreso.
• • •6
— ¿JiMin? ¿Cariño? — la señora Min le observó preocupada, sin pasar
desapercibida su mirada perdida. La mujer de inmediato pensó que algo
malo pasaba; su hijo mayor la había invitado a Daegu, diciendo que tenía que
— Sí, estoy bien señora Min. Sólo estaba recordando algunas cosas. —el
Omega le mostró una sonrisa sincera, aliviando a la mujer que permanecía
sentada en el sofá.2
Nadie más que personas de confianza debían saber de la parte Gamma que
vivía en JiMin. Lo mejor era mantenerlo en secreto. 9
JiMin duró casi una semana visitando la biblioteca, leyendo respecto a los
Gamma. Quería descubrir si realmente podía afectar en algo ser un Omega
con cualidades de Gamma, pero los libros no hablaban de ninguna situación
parecida.2
Lo más cercano que encontró a su caso peculiar era una historia que hablaba
de una chica en su misma situación. No especificaba demasiado, aunque se
aclaraba que la vida de ella transcurrió normalmente hasta su muerte. Eso le
aliviaba.
jurando por su vida que no revelaría jamás lo que hacía de JiMin un Omega
un tanto distinto dijo que nada en él estaba fuera de lo normal, que su
—
Al oír sus palabras, la señora Min parecía ansiosa, HoSeok curioso, TaeHyung
ladeaba ligeramente su cabeza con confusión y SeokJin enarcaba una ceja, en
espera de saber qué cosa tan importante dirían. JiMin no lo comprendía,
conocía a estas cuatro personas. YoonGi y él eran adultos, preparados para
esto. Sus nervios estaban siendo innecesarios.
vendré aquí, debo ver a esos pequeños. ¡Serán hermosos! — la mujer sollozó
de repente. — ¿Por qué crecen tan rápido? Hace unos años atrás ambos eran
un par de cachorros que balbuceaban en mis brazos y ahora serán padres. 113
HoSeok se levantó del sofá con una sonrisa y fue hasta su hermano,
susurrando un — : Que buena puntería hermanito, embarazar a alguien
—
— ¡Estamos muy felices por ti JiMinnie! — dijo SeokJin, siendo seguido por un
sonriente TaeHyung que abrazó a JiMin fuertemente, recibiendo un amistoso
abrazo de vuelta. ¿Qué haré si llega a parecerse a JiMin? No podré
—
Al anochecer, la señora Min expresó su deseo por hablar con JiMin. El menor
no creyó que se podría tratar de una cosa mala, ya que la mujer parecía
extremadamente feliz. Ella sólo se dedicó a sentarse con él en la sala
principal de la mansión, iniciando una conversación tranquila.
— ¿Has notado que estás más cansado de lo común? — ella interrogó con voz
tranquila, subiendo la mirada para encararlo. Quiero decir, sé que el
—
Bueno, todos los organismos son distintos, ya sabes. Buenas noches cariño,
que duermas bien.263
— YoonGi, la señora Min actuó un tanto... JiMin se silenció al ver que el Alfa
—
Después de dejar un beso casto en la frente del Alfa, JiMin se colocó con
cuidado a su lado en la cama, apreciando con claridad el aroma de YoonGi y
disfrutando de él, gracias a la calma que le proporcionaba. Este era su propio
nuevo comienzo.131
•
•
•
Setentayuno
JiMin sabía que era indudablemente feliz ahora. No por ser alguien
importante o por sus costosas vestimentas. Tampoco
T ampoco por los deliciosos
banquetes, ni por los beneficios que traía la alta sociedad. Sin dudas, ese no
era el motivo.240
YoonGi fue el único que se preocupó en buscar cada pequeña pieza dispersa
de su corazón roto, uniendo esos pedazos juntos y sosteniéndolos para JiMin
cuando él ya no se sentía capaz de hacerlo. JiMin amaba a su Alfa, y YoonGi
amaba a su Omega. Esa conexión que los unía a ambos era mucho más
valiosa que cualquier mansión, que cualquier joya o cualquier extravagante
objeto exótico.60
visitar los lugares hermosos del bosque, que ahora, lejos de verse aterrador,
oscuro o escalofriante, era pacífico.5
Muchas cosas buenas habían comenzado a suceder desde hace cuatro meses,
como aquel anillo de brillante oro dorado que rodeaba su dedo anular.
Daegu celebró el matrimonio entre su líder y su Omega Luna, entregando a
sus gobernantes un montón de obsequios, además de felicitaciones y buenos
deseos.243
coloridas, árboles y arbustos bien cuidados, siendo eso suficiente para crear
un hermoso panorama digno de una ensoñación. 14
Un enorme marco colgado a la pared de la sala principal los retrataba luego
de la boda, ambos luciendo un par de deslumbrantes sonrisas sinceras en
sus rostros. La dicha había sido casi palpable
palpa ble para los dos ese día, y JiMin se
sintió afortunado de poder mantener aquel bonito recuerdo plasmado allí y
en su memoria.22
Min JiMin era reconocido como el Omega que Daegu admiraba por la
amabilidad de su alma, por la fuerza de su valentía y por la humildad de su
corazón. No era extraño verlo ir al pueblo, jugar animadamente con los niños
y ayudar a las personas que más lo necesitaban. Después de todo cuidarla
debía ser una de sus prioridades, aquella manada también le pertenecía. 71
No obstante, hace un mes no caminaba a través del pueblo que visitaba sin
falta. No abandonaba la habitación de no ser necesario, obligándose a salir
cuando él y YoonGi debían asistir a algún evento importante. El médico dijo
Esa noche JiMin decidió, con mucho pesar, salir de la habitación. Estaba
aburrido y una conferencia de última ahora mantenía a YoonGi demasiado
ocupado como para acompañarle. JiMin saludó a un sirviente, que se mostró
un poco desconcertado por verlo allí. Sin embargo, realizó una profunda
reverencia en muestra de su respeto hacia él sin cuestionar qué hacía
despierto a esas horas.49
Por otro lado, JiMin lucía dichoso siendo el primero de la guardia. MinHo
conocerte pronto.91
— Soy un Omega que proviene de una familia conformada por nada más que
Gammas. ¿Qué pasaría si nuestro cachorro nace como Gamma? Odio la
posibilidad de que le hagan daño. Los miembros del Alto Mando estarían
— Hay pocas probabilidades de que eso ocurra. Tal vez el linaje puro de tu
familia está destinado a persistir sólo en la genética de sus generaciones. —
puede ser como yo, no quiero que la historia se repita y sea él o ella quien
sufra lo que yo sufrí. Perseguían a los Gamma por sus valiosas cualidades
¿Por qué sería distinto en un Omega que posee esas cualidades también? 2
resultara ser así. Si descubríamos que eras un Gamma todo sería difícil, el
peligro sería inminente y no podrías darte el lujo de dar un paso fuera de la
mansión, nunca. No quiero eso para ti, tú tampoco. 8
al hijo de ambos. JiMin acarició los cabellos oscuros del mayor en lo que éste
le hablaba al bebé, notando lo feliz que este momento íntimo lo hacía. 13
El entorno familiar que les rodeaba hubiera sido irreal para el JiMin de hace
unos años atrás, cuando determinó que no sería de utilidad continuar
luchando por algo que nunca conseguiría obtener. JiMin había olvidado
cómo se sentía ser acariciado por la calidez de una familia y un hogar.
Agradecía sentir una vez más la seguridad y el cariño que tanto anheló
durante los fríos y dolorosos años de su pasado
pa sado ensombrecido. 17
1
• • •
Accediendo a que TaeHyung hiciese las cosas a su ritmo, JiMin aguardó sin
hacer un ruido. El Omega que cargaba con la bebé tardó más de un minuto
en dar un paso adelante, aproximándose con lentas pisadas a la prisión que
yacía sumergida en penumbras.
que debo hacer ahora. — razonaba, dando a saber que no pasó inadvertido
para él el cachorro en brazos de TaeHyung. 39
Meses atrás, desde el minuto en que distinguió el obvio cambio en el aroma
de JiMin intuyó que el Omega se encontraba atravesando la dulce espera. De
modo similar, pudo vislumbrar que TaeHyung poseía en su cuello la marca
de otro Alfa. Lo dedujo cuando, posterior al dolor que ocasionaba un lazo
que se agrietaba, tuvo que lidiar con algo mucho peor; su lazo siendo
ásperamente roto por una nueva marca en su ex Omega. En resumen,
— Quiero abrazarla. Tan sólo una vez, por favor. — rogó el Alfa. Las
expresiones de TaeHyung evidenciaron su sorpresa al percatarse de las
lágrimas que se aglomeraban en los ojos ya cristalinos de JungKook. Cuando
el Omega no contestó, un sollozo por parte de Jeon logró oírse. — Te lo
ruego...171
— ¿Es por lo que soy, no? — JungKook dijo. Sus lágrimas comenzaron a caer,
recorriendo sus mejillas sin ningún obstáculo que las detuviera. Sé que les
—
— No podré borrar el pasado y reescribir los errores que cometí. Soy débil
desde que mi naturaleza Alfa cuelga de un delgado hilo... Pero puedo
cambiar, haré lo que esté a mi alcance para que a partir de ahora pueda ser
mejor de lo que antes fui. Si me convierto en alguien bueno y justo , ¿Podré
abrazar a Myeong?505
•
•
•
Final
También era un niño que pedía con constancia la atención de sus padres.
Solía armar berrinches cuando otro bebé — Myeong en la mayoría de los
casos disfrutaba del aroma de su papá Omega, que le arrullaba y relajaba.
—
O del aroma de su padre Alfa, que le hacía sentir protegido y a salvo. 16
una noticia que todos y cada uno de los miembros de la manada celebraron;
sus líderes habían concebido a un heredero sano que, en su ceremonia de
presentación llevada a cabo dos lunas llenas después de nacer, se anunció
que el cachorro sería un Alfa Líder.182
— ¡Oh, JiMin! Creí que no vendrías — TaeHyung se plantó a su lado con una
sonrisa, saludando a su amigo y posteriormente, bajando su vista hacia el
—
bebé . Hola, pequeño YeongGi. ¿Listo para cambiar? Estoy seguro de que
serás un lobito adorable.12
reemplazó — dramatizó.93
comidas de los niños, lo que era un cargo de grandes proporciones que otros
cocineros y sirvientes tenían prohibido hacer. Aunque su deber era
simplemente preparar sus alimentos, sin embargo. Contrario a lo que
— ¿Sí?
cuidarles durante las noches en las que sus padres tenían asuntos
pendientes que atender como pareja.143
Les prometió a cada uno que les traería un par de juguetes y tomó su
equipaje, despidiéndose una vez más antes de apresurarse e ir directo a la
entrada de la mansión, donde NamJoon se hallaba.5
Una vez el cachorro tuvo su estómago lleno, JiMin lo preparó para esa
primordial etapa en su crecimiento. YoonGi posiblemente ya había elegido
un área que considerase segura para ese momento especial, esperando
ansioso por su Omega y su cachorro en una zona no tan profunda al inicio
del bosque.2
hacía de la vegetación del bosque algo más hermoso, que junto a la melodía
de la naturaleza, complementaba un paisaje salvaje y magnifico. 16
Tardó un poco, y sin embargo, llegó tras unos minutos. Al ser su primera
transformación, cambiar fue una tarea prolongada y exhaustiva para
YeongGi.8
La felicidad que infundió en el pecho de los lobos que eran testigos de una
nueva etapa en la vida de su cachorro desvaneció cualquier preocupación o
mal recuerdo de sus mentes, dando espacio a un recuerdo que atesorarían
por los años venideros.2
A un metro de YoonGi y JiMin, un pequeño cachorro de bonito pelaje blanco
y sutiles toques grisáceos emergió, aturdido con la nueva percepción y con
sus cortas patitas tambaleando. El cachorro aparentaba ser una suave esfera
de nieve.168
YoonGi y JiMin jugaron con él esta vez. YeongGi movió su colita satisfecho
luego de haberle ganado a YoonGi en su guerra de mordidas. Claro que hacía
falta resaltar el hecho de que su padre Alfa le había permitido ganar, mas eso
90
no importaba. Ver al pequeño feliz era mejor que ser el vencedor.
• • •
— Deja de pensar en ello. Cuando Myeong está con JungKook son vigilados
de cerca — decía YoonGi, tranquilizando a su hermano menor . ¿JungKook
—
— Los Alfas también comparten un fuerte lazo con sus cachorros, no sólo los
Omegas. Puede ser la razón — él conocía ese sentimiento ahora. Lo
experimentó desde el día en que YeongGi nació y fue colocado por primera
vez en sus brazos . Despreocúpate, no le hará nada malo. No podrá escapar
—
con ella y no parece tener la intención de hacer algo mal, sabe que ver a
Myeong dependerá de su conducta. 4
atareada.
opción que presionar el punto débil del mayor. No sería cómodo irse a
dormir teniendo en mente que su hermano aún trabajaba.
allí.9
— No te ha visto desde que despertó — JiMin dijo, riendo al ver que YeongGi
extendía sus brazos hacia el Alfa . Supongo que te extrañó mucho. 1
—
— Ve a dormir, yo me encargaré — se ofreció, tomando al ansioso bebé. JiMin
besó la mejilla del pequeño antes de dejar atrás el dormitorio, permitiéndole
a YoonGi pasar un rato a solas junto
ju nto a su cachorro. 6
• • •
cada lado de las caderas del Alfa. Teniendo una idea de lo que su esposo
quería, llevó sus manos a la cintura del menor . ¿Qué estás planeando,
—
Alfa?63
También a la sirvienta que preparó el pastel que JiMin hurtó, sólo porque
eso dio lugar a su primera charla.147
YoonGi no podría haber elegido a un mejor Omega, era perfecto para él. 1
— —
Sigo sintiéndome mal al ver esta cicatriz el menor paseó sus dedos
sobre lo que alguna vez fue una herida en el pecho desnudo de YoonGi.
Aquella provocada por el Alfa Líder invasor que pretendía asesinarle — .
Pude haberte defendido mejor.35
En algún lugar de Busan, un Alfa y un Omega cruzaron sus caminos para ser
unidos por el lazo de la luna. Min YoonGi, Alfa Líder de la manada unificada
de Daegu, y Min JiMin, el Omega Luna de su manada, estaban destinados a
sentir por el otro aquel conjunto de pequeños sentimientos inefables que
construían su amor. No importaría la dificultad o las adversidades, ellos
siempre saldrían adelante juntos.1
— ¿Por qué?
JiMin acarició su mejilla . También aprendí cómo se siente ser amado. 329
—
•
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