Neuropsicoterapia
Neuropsicoterapia
Neuropsicoterapia
RESUMEN
Las técnicas de neuroimagen han abierto un amplio camino para el estudio de los cambios
cerebrales que se producen como consecuencia de una psicoterapia. Han posibilitado medir
de manera objetiva los cambios que se producen y avanzar en la identificación de los
tratamientos psicológicos más apropiados para cada problema o trastorno mental, además
de investigar las técnicas y estrategias psicoterapéuticas más efectivas.
ABSTRACT
Psychotherapy not only produces changes in the emotional state, but also at the brain
level, due to brain plasticity.
Neuroimaging techniques have opened a wide path for the study of brain changes that
occur as a consequence of psychotherapy. They have made it possible to objectively
measure the changes that occur and to advance in the identification of the most
appropriate psychological treatments for each mental problem or disorder, in addition to
investigating the most effective psychotherapeutic techniques and strategies.
INTRODUCCIÓN
Durante decenios ha habido una estrecha preocupación por las bases biológicas de la
psicología y de la conducta, y se ha buscado la integración conceptual entre cerebro y
mente. Pero es a partir de los años 90 del siglo pasado cuando va dela mano en los avances
de las herramientas en neuroimagen, del estudio sistemático del sistema nervioso, y desde
entonces han venido creciendo las expectativas sobre su aportación al conocimiento de la
conducta humana (De López-Henríquez y Agyl, 2017), de la psicología y de la psicoterapia.
Existen múltiples modelos y métodos de psicoterapia, pero todas intentan que se produzca
un cambio en la conducta, en el pensamiento o en las emociones de la persona de lo que
se ha percibido como problema. La psicoterapia puede configurarse como un aprendizaje,
ya que el paciente o cliente tiene que aprender una conducta o a cambiar la forma de
pensar o modificar sus emociones para adaptarse de una manera más adecuada; así como
nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos y con otras personas, que mejoran
la calidad de vida y la toma decisiones.
Pero se da bidireccionalidad entre los cambios mentales y los cambios en el cerebro: los
pensamientos pueden modificar el cerebro y viceversa.
DESARROLLO
A pesar de las diferencias en los supuestos teóricos, en el foco y en las métodos, estrategias
y técnicas de tratamiento de las múltiples psicoterapias y el interés por demostrar la
hegemonía en los resultados alcanzados, parece que ninguna sobresale claramente por
encima de las demás (ver Botella y otros, 2015). Y dada la pluralidad de enfoques y
modelos terapéuticos se han realizado distintas definiciones de en qué consiste la
psicoterapia a través de los años. Unas definiciones han puesto de manifiesto la relación
interpersonal en el proceso terapéutico y en otras, los fines específicos en términos de
personalidad o en las pautas de comportamiento.
En todo caso, la psicoterapia es un proceso formal de interacción entre dos personas cuyo
propósito principal es disminuir la sensación de malestar emocional o conductual en el
paciente, cliente o consultante, con la asistencia del psicoterapeuta o terapeuta. Éste
asume que dispone: a) de conocimientos teóricos que intentan explicar la personalidad, el
desarrollo psicológico y el proceso de cambio, b) del dominio de algún método de
tratamiento relacionado con sus conocimientos teóricos y c) de un entrenamiento y
aprobación legal para ejercer como terapeuta (Corsini y Wedding, 1989).
Todas las formas de psicoterapia se basan en los principios comunes que operan en
cualquier relación de ayuda, incluyendo guía, orientación, apoyo y reducción de culpa entre
otras, creando una atmósfera de empatía y confianza e interés por los planteamientos del
paciente, evitando la crítica y animándole a la comunicación directa y abierta.
La psicoterapia puede ser vista como una experiencia que se traduce a través de los
sistemas cerebrales de aprendizaje en una nueva manera de percibir el mundo.
Para Lane y otros (2015) la memoria parece jugar un papel importante para lograr un
cambio terapéutico.
También Schore (2014) ha analizado que estudios sobre el cerebro derecho, que es
dominante para el procesamiento implícito, no verbal, intuitivo y holístico de la información
emocional y las interacciones sociales, pueden dilucidar los mecanismos neurobiológicos
que subyacen a los fundamentos relacionales de la psicoterapia. Describe el papel
fundamental del hemisferio derecho en desarrollo temprano en los procesos relacionales a
lo largo de la vida. Documenta las funciones del hemisferio derecho en los primeros
procesos de apego, en las comunicaciones emocionales dentro de la alianza terapéutica,
en las representaciones terapéuticas mutuas y en los procesos de cambio terapéutico.
El hipocampo y la corteza del lóbulo temporal se han reconocido como las estructuras más
importantes en los procesos amnésicos. El hipocampo se ha relacionado con la memoria a
corto plazo (minutos, horas o pocos días) y la corteza del lóbulo temporal, con el
almacenamiento de información remota (semanas, meses o años). Es necesario señalar
que aunque el lóbulo temporal tiene importantes implicaciones en los fenómenos de
memoria, no se puede subestimar la participación de otras estructuras, como el cerebelo,
la corteza entorrinal y otras áreas corticales (Arango-Dávila y Pimienta J., 2004)
Para Sang Won Jeon y Yong-Ku Kim (2015) la psicoterapia cognitivo-conductual con
pacientes depresivos normaliza el patrón de activación en los circuitos frontolímbicos. Con
respecto a la relación entre los efectos de la psicoterapia y la medicación, sus mecanismos
parecen divergentes. Para explicar estos diferentes mecanismos de acción, se ha sugerido
que, si bien la psicoterapia puede ejercer sus efectos de arriba hacia abajo, dirigiéndose
principalmente a las regiones corticales frontales y reduciendo los procesos de
pensamiento disfuncionales, la farmacoterapia puede producir cambios de abajo hacia
arriba al desactivar las regiones ventrales y límbicas que median la atención a estímulos
emocionales y ambientales personalmente relevantes.
Por otro lado, en los pacientes con estrés postraumático se ha aplicado con éxito la terapia
psicológica de orientación cognitivo-conductual (Scrimali, 2019).
Barsaglini y otros (2014) llevaron a cabo una revisión de las principales investigaciones y
observaron que el trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por un hipermetabolismo
de distintas áreas del cerebro, entre ellas el núcleo caudado. Y que Interviniendo con
terapia cognitivo-conductual se llega a alcanzar la normalización de los niveles metabólicos
del núleo caudado y una mejoría en los síntomas.
En la alianza terapéutica el terapeuta identifica los recursos y habilidades del paciente que
refuerza positivamente para mejorar su autocontrol y su autoestima (Smith y Grawe,
2003).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Aunque hasta la actualidad la neurociencia no haya podido dar cuenta de todos los aspectos
de la conducta y la mente del hombre, sí se han producido avances neurocientíficos que
están generarando cambios en el modo de hacer psicoterapéutico.
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