Inteligenciaemocional (1) Controldelestres
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Inteligenciaemocional (1) Controldelestres
Control del
estres
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Indice
MÓDULO I. INTELIGENCIA EMOCIONAL........................................
1. Importancia de las emociones (parte I).............................2
1. Importancia de las emociones (parte II).......................... 12
2. ¿Qué es inteligencia emocional? Competencias emocionales16
3. La inteligencia emocional en el mundo laboral.................. 23
MÓDULO II. CONTROL DEL ESTRÉS............................................
1. ¿Qué es el estrés? Conceptos básicos (Parte I)................ 26
1. ¿Qué es el estrés? Conceptos básicos (Parte II)............... 38
2. Factores productores de estrés.................................... 45
3. Consecuencias del estrés........................................... 61
4. Estrategias para prevenir y reducir el estrés (Parte I).......... 65
4. Estrategias para prevenir y reducir el estrés (Parte II)......... 78
Inteligencia emocional. Control del estres
MÓDULO I. INTELIGENCIA
EMOCIONAL
1. Importancia de las emociones (parte I)
INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos de que una persona es inteligente, habitualmente queremos hacer
referencia a su alta cualificación profesional, a las calificaciones que ha obtenido en su
formación o incluso a sus bastos conocimientos y alto nivel cultural, pero esta
concepción deja de lado otros aspectos de igual o mayor relevancia y que los expertos
consideran ya parte importante de la inteligencia. Parte, además de importante,
decisiva para obtener éxito en todos los aspectos de la vida: lograr éxito y realización
profesional, tener una red social amplia y enriquecedora, una vida familiar estable y
satisfactoria, un trato con nosotros mismos igualmente enriquecedor y satisfactorio...
Esta parte que a veces olvidamos es lo que podemos llamar inteligencia emocional.
No es un concepto filosófico o una cuestión de fe, sino una variable más de las
personas, un conjunto de habilidades que cada persona tenemos en un grado u otro y
que además podemos potenciar.
El cociente intelectual (C.I.) se mide desde principios del siglo XX. Ahora estamos
empezando a considerarlo, no de forma aislada como valor seguro, sino en conjunción
con nuestro ?cociente emocional?. El cambio se ve en muchos ámbitos, en el laboral
por ejemplo muchas grandes empresas lo ven ya como una característica a considerar
al añadir nuevo personal a su plantilla. Una persona que se desenvuelve socialmente
de forma adecuada, que se expresa asertivamente, que no se deja llevar por impulsos
o estados de ánimos inadecuados, es un trabajador y compañero de trabajo más
deseable para todos.
Daniel Goleman, autor del libroInteligencia emocional que supuso la popularización del
término, considera que constituye una meta-habilidad que determina el grado de
destreza que alcanzaremos en el dominio de todas nuestras facultades, entre las que
están las intelectuales. Dicho de otra manera, es la base sobre la que podremos
desarrollar otras capacidades. La representación gráfica de esta teoría es el llamado
modelo iceberg.
brillantes que en su vida personal y laboral han acabado siendo del montón a pesar de
que todo hacía pensar que nada se les iba a poner por delante. Y a la inversa, vemos
cotidianamente personas cuya inteligencia está dentro de la media pero que en cambio
tiene ?algo? que les hace especiales y más capaces, son ganadores natos.
En este sentido, la investigación realizada a nivel mundial por The Consortium for
Research on Emotional Intelligence in Organizations arrojó un resultado sorprendente.
Concluyó que el 23% del éxito en la vida se debe a nuestras capacidades intelectuales
y un 77% a nuestras aptitudes emocionales.
Si nos presentasen una lista de conceptos opuestos que tuviésemos que completar con
agilidad...
• Blanco?
• Claro?
• Triste?
• Alto?
• Marítimo?
• Emoción?
Todos hemos exclamado en alguna ocasión: ?yo así no puedo pensar? al tener la
sensación de estar desbordado por alguna emoción (ira, tristeza, ansiedad, alegría?).
Obviamente, una eclosión emocional no es el estado más conveniente para la toma de
decisiones pero tampoco la ausencia total de emoción lo es.
Las personas con lesiones cerebrales localizadas en la zona del lóbulo frontal
encargada de los sentimientos y emociones toman decisiones equivocadas a pesar de
conservar intactas todas sus capacidades (intelectuales, comunicativas?). Deciden
como si no les afectase, como si la situación fuese ajena a ellos lo que conduce al
desastre.
Hay muchas definiciones de emoción y varias perspectivas teóricas pero dentro de esta
variabilidad existen puntos en los que hay acuerdo como la existencia de las
emociones básicas, la división en emociones positivas, negativas o neutras, los efectos
que producen a varios niveles en nuestro organismo y su carácter de impulso a la
acción.
Vamos a contemplar desde el principio las fases del proceso. En primer lugar se da un
antecedente, algo que desencadena la emoción. El antecedente puede ser algo
externo (una frase que nos digan u oigamos, una escena que presenciemos) o una
experiencia interna (un recuerdo o un pensamiento).
Después llegan los efectos de la emoción siendo uno de ellos el sentimiento. Pero hay
otros efectos como los fisiológicos, los conductuales, los expresivos y sociales. Así
pues, si estás en casa y oyes un gran estruendo en la habitación donde está jugando tu
hijo te pones alerta, sientes ansiedad por saber que el pequeño está bien, se tensa tu
expresión y el corazón se acelera mientras le llamas y corres hacia la habitación.
Sientes miedo y cierta angustia hasta comprobar que nada grave ha ocurrido.
Probablemente le expresarás al niño el susto que te has llevado y trasmitirás alivio al
saber que él está bien.
Este ejemplo nos ayuda a entender una de las posibles definiciones de emoción. Es un
estado de ánimo caracterizado por una conmoción orgánica consiguiente a impresiones
de los sentidos, ideas o recuerdos.
Estas emociones no nos pasan desapercibidas en las personas que nos rodean. La
expresión que producen en nuestros rostros es muy característica (incluso a través de
diferentes culturas) y fácilmente identificable. De forma instintiva (sin un proceso de
aprendizaje) sabemos reconocer en los demás un gesto que denota miedo, tristeza, ira,
alegría?
Este otro tipo de emoción, las ?no básicas? no tiene ese carácter de universalidad de
las básicas, hay más diferencias entre las culturas y, dentro de las culturas, entre los
individuos. Así pues, la expresión del rostro, los pensamientos que se generan, los
cambios fisiológicos y los comportamientos que las acompañan pueden ser muy
diferentes según quién las esté experimentando.
Hasta ahora se ha dado una definición de emoción que nos ayudaba a comprender los
efectos que tienen. También hemos clasificado las emociones y visto así los rasgos
definitorios según sean de uno u otro tipo. Vamos ahora con una apreciación que nos
ayudará a comprender la importancia y utilidad de cada una de nuestras emociones,
incluídas las negativas.
Se puede decir que cada una de las emociones básicas ?es un programa de reacción
automática con el que nos ha dotado la evolución? (Cita de I.E DE DANIEL
GOLEMAN); si bien es cierto que posteriormente nuestras experiencias vitales y
entorno cultural van modelando estos programas.
Veamos ejemplos de cómo cada emoción predispone al cuerpo para diferentes tipos de
respuesta.
- Tristeza
Suele ser una emoción de la que todos nos queremos desembarazar cuanto antes pero
lo cierto es que es igual de necesaria que la alegría y tiene una clara utilidad, el caso
más obvio es un proceso de pérdida.
- Miedo
- Ira
Es fácil deducir que si bien el ?programa de reacción? del miedo y de la tristeza sigue
actualizado, es decir responde a las necesidades de la vida actual, el caso de la ira es
algo diferente. A lo largo de la evolución fue útil la fuerza física ante los enemigos sin
embargo ahora preferimos la resolución de conflictos a través del diálogo y los
acuerdos.
Cuando una emoción se adueña de nosotros, lo que Daniel Goleman llama ?secuestro
emocional?, tenemos una certeza total en nuestra percepción de la situación, nos
sentimos en posesión de la verdad absoluta a pesar de que el análisis que realizamos
de la situación no es demasiado preciso puesto que ese detenimiento haría que se
perdiese rapidez en la respuesta y, consiguientemente, oportunidad de sobrevivir. Hay
situaciones en las que resulta fundamental reaccionar con esta rapidez y contundencia,
con confianza, sin embargo en otras dejarnos llevar por las emociones y lo que
implican puede conducirnos al caos.
• ¿Y B?
Otros autores en cambio, creen que el estímulo ambiental produce primero una
activación fisiológica y tras ésta viene la interpretación negativa de esos indicadores
fisiológicos acabando de nuevo en la emoción dolorosa.
De cualquiera de las dos formas, el pensamiento juega un papel clave y ahí tenemos el
poder de intervenir.
Hay varias vías para conseguir modificar lo que sentimos, pero dos son especialmente
importantes.
dolor y tristeza) así que exponernos o no a un tipo de situación, cuando esto es posible,
modifica lo que sentimos. Esta es una forma de regulación emocional que aplicamos
continuamente. Eludimos las situaciones que nos producen sentimientos negativos
(intentamos evitar las calles más peligrosas y oscuras por la noche, apagamos la
televisión cuando nos angustia una historia?) y propiciamos las que nos hacen sentir
bien (nadamos para sentirnos relajados, quedamos con un amigo por la alegría que
nos transmite?).
La segunda vía tiene un marcado carácter cognitivo frente a la primera vía cuyo
carácter es claramente comportamental. Se trata de la regulación del procesamiento de
la información, tanto interna como externa. Es evidente que la interpretación que
hacemos de la situación es fundamental en la emoción, hacemos continuas
evaluaciones y reevaluaciones de los acontecimientos. A veces tienen un carácter
defensivo, nos protegen, como si nos negamos a aceptar la pérdida de un ser querido
(reevaluación defensiva de información externa). En otras ocasiones son formas de
distanciamiento saludables, constructivas, como considerar un trabajo difícil como un
reto (reevaluación constructiva de información externa) o considerar la ligera ansiedad
que sentimos antes de hablar en público como algo normal e incluso positivo y que
favorece la actuación posterior (reevaluación constructiva de información interna).
INTRODUCCIÓN
Meter Salovey y John D. Mayer son los psicólogos que en 1990 introdujeron el término
en el campo de la psicología. Ellos la definieron como "la capacidad de percibir los
sentimientos propios y los de los demás, distinguir entre ellos y servirse de esa
información para guiar el pensamiento y la conducta de uno mismo".
La relación entre estos tres procesos es curiosa porque para una buena regulación
emocional sí es imprescindible la comprensión que a su vez necesita de una adecuada
percepción. Sin embargo no ocurre a la inversa. Puede darse el caso de personas con
gran capacidad de percepción emocional que carezcan de comprensión y/o regulación
emocional.
Respecto a los ámbitos de relación, los procesos descritos se pueden usar sobre uno
mismo (ámbito intrapersonal) o sobre los demás (ámbito interpersonal).
verbalmente.
6. No me cuesta identificar qué es lo que siento.
7. Suelo conocer mis sentimientos sobre las cosas.
8. Soy consciente de mis sentimientos en diferentes situaciones.
9. Suelo ser optimista a pesar de que en ocasiones me sienta triste.
10. Aunque me esté sintiendo mal, intento pensar positivamente, no me dejo
llevar por pensamientos negativos.
11. Me preocupo e intento tener un buen estado de ánimo.
12. No me dejo llevar por los enfados. Cuando estoy en ese estado emprendo
acciones para modificarlo.
13. Suelo intuir cómo se sienten las personas con sólo mirarlas.
14. Sé diferenciar cuando alguien está serio o enfadado.
15. Por el gesto y la expresión facial, suelo percibir lo que alguien siente.
16. Cuando alguien está disimulando sus verdaderos sentimientos, yo lo sé.
17. A pesar de que le punto de vista de otra persona, no sea el mío, lo suelo
comprender.
18. Las cosas que ocurren a mi alrededor, suelen afectarme, conmoverme.
19. Suele predecir con facilidad lo que alguien va a sentir y hacer.
20. Cuando un amigo tiene un problema, me implico emocionalmente en él.
21. Suelo pensar y hacer cosas que agradan a mis amigos.
22. Cuando un amigo se siente mal, suelo saber qué hacer para animarlo.
23. En las situaciones y relaciones sociales, casi siempre sé qué hacer, cómo
comportarme.
24. Sé cómo resolver los conflictos que se me plantean con otras personas.
2. Destrezas sociales, manejo de las relaciones: Implica ser un experto para inducir
Esta tabla puede ser un buen punto de partida para aquellas personas que quieran
ayudar a personas y grupos a ser más inteligentes emocionalmente:
La inteligencia emocional, como señaló Goleman (1995), emerge sobre todo a través
de las relaciones. Al mismo tiempo la inteligencia emocional afecta a la calidad de esas
relaciones.
Esta tabla sugiere que cualquier intento de mejorar la inteligencia emocional en las
organizaciones va a depender de las relaciones. A la derecha de la tabla, los factores
que en ella aparecen influyen en la inteligencia emocional a través de su impacto en las
relaciones y cada factor por sí mismo en los otros dos.
factores los que crean un ambiente en el que resulta complicado el desarrollo y el uso
de la inteligencia emocional, vital para la eficacia en las organizaciones. El obligado
éxito a corto plazo lastra a las organizaciones que se alejan de la reflexión y el
aprendizaje continuo, concentrándose lejos del desarrollo personal de sus miembros.
INTRODUCCIÓN
El estrés ha llegado a denominarse ?la plaga del siglo XX? debido a la alta incidencia
que tiene entre la población adulta y a que su influencia en la salud es tal que puede
considerarse en la actualidad la primera causa de muerte. Es un término ya
absolutamente popularizado lo que tiene el inconveniente que en ocasiones no se
utilice con precisión y se creen mitos e ideas erróneas en torno a él.
malo?.
Hoy en día, las demandas que nos suelen requerir las situaciones son otras. Es más
frecuente sentir amenazas psicológicas que físicas: peligra nuestra autoestima,
seguridad, papel en la sociedad, relaciones sociales y personales importantes para
nosotros, etc. Sin embargo, la respuesta de nuestro organismo no ha cambiado desde
la época de las cavernas, seguimos reaccionando como si la amenaza fuera un animal
salvaje y toda esa activación puramente física, queda frustrada. Según algunos
investigadores y médicos es aquí donde reside el problema y el riesgo para nuestra
salud, en la privación de la expresión física de la respuesta de estrés.
Además de los tres elementos representados en nuestro modelo de trabajo, hay otras
variables fundamentales en el proceso del estrés. Son variables de tipo personal que
interactúan y afectan a todos estos elementos del diagrama. Se trata de características
o rasgos claves de la personalidad, del apoyo que recibimos de nuestra red social y de
nuestras estrategias de afrontamiento, de nuestros recursos a la hora de enfrentar una
situación complicada.
Hemos dado una definición sencilla pero clara del primer elemento de nuestro modelo
de trabajo, los estresores. Como se ve en el diagrama, están subdivididos en sucesos o
acontecimientos vitales y sucesos menores. La segunda unidad didáctica está en parte
dedicada a ellos. En ésta, vamos a centrarnos en los otros dos elementos del
diagrama, la evaluación cognitiva y la respuesta de estrés.
EVALUACIÓN COGNITIVA
?Lo que preocupa a los hombres no son las cosas, sino la visión que tienen de ellas?.
Epictetus.
Todos tenemos la experiencia de estar frente a una situación que nos genera estrés y
ver a nuestro alrededor gente en las mismas circunstancias pero con una actitud
totalmente diferente. También a la inversa nos habrá sucedido. Ante las situaciones
más diversas, un examen, un salto en paracaídas, una entrevista de trabajo, etc. si nos
consideramos preparados, tenemos una actitud totalmente diferente que si nos
percibimos incapaces.
Una definición del estrés que se encuentra dentro de esta línea de trabajo es que es un
estado en el que nos encontramos cuando existe un desajuste entre la demanda que
percibimos y la valoración que hacemos de nuestra propia capacidad para enfrentar
dicha demanda.
En nuestro día a día, van dándose pequeñas fluctuaciones por una parte, en función de
los acontecimientos cotidianos y por otra, está estrechamente asociada a las
emociones (ansiedad, alegría, ira?). Mientras las fluctuaciones se den dentro de esta
zona, no se puede hablar de estrés. Nuestro organismo se va adaptando a estas
situaciones cambiantes a través de la respuesta de estrés pero a un nivel que nos pasa
totalmente desapercibido, no somos conscientes de todos lo pequeños cambios que
suceden en nuestro cuerpo (si lo fuésemos nos restaría eficacia y probablemente no
responderíamos adecuadamente a las demandas del medio).
psicológico correcto, vive en una actividad normal de todas sus funciones, funciona
como un reloj: tenemos apetito, dormimos de forma reparadora, etc.
Entonces, ¿cuándo se da el estrés?. Al romperse este equilibrio y salir de la zona
normal. Dicho de otra manera, al aparecer una alteración de este funcionamiento
normal por la acción de algún estímulo interno o externo que demanda para su
afrontamiento unos recursos excepcionales. A mayor desequilibrio, mayor fuerza tendrá
lo que estemos sintiendo.
Si nos atenemos a nuestro modelo de trabajo es sencillo deducir que existen dos
mecanismos con los que llegar a ese desequilibrio:
?No puedo?, ?soy incapaz?, ?esto me desborda?? son frases que verbalizan y
Este es otro importante mito a romper. El tener pocas cosas que hacer, pocas tareas
puede resultar tan estresante como estar sobrecargado. Solemos visualizar el estrés
como un trabajador con una amplísima jornada laboral, contestando incesantemente al
móvil, sin tiempo de ocio y complicadas decisiones que tomar. Pero lo cierto es que el
estrés no se genera tan sólo por situaciones relacionadas con excesos, también los
déficits lo producen. ¿Puede una persona con mucho tiempo libre padecer estrés?
Rotundamente, sí.
Vamos ahora con el estrés positivo. A priori parece una contradicción en sí misma, sin
embargo todos lo hemos experimentado en alguna ocasión. Se trata de ese estado en
el que no paran de surgir ideas a cada cual mejor que la anterior, el ritmo de trabajo se
dispara, todo nos sale rodado y parecemos tener energía suficiente para no parar en
una semana. Es decir, somos creativos, productivos, activos, obtenemos éxito y
experimentamos emociones agradables y positivas. Pues esta es la cara bonita del
estrés, ¿no sería genial poder hacer uso de él y beneficiarnos de estos aspectos?.
El estrés positivo activa gran cantidad de recursos entre los que se encuentran:
Entramos en la zona del estrés positivo cuando percibimos que nuestras capacidades
de afrontamiento tienen mucho más peso que las demandas de la situación.
Hay que distinguir bien entre esta situación y el segundo caso de estrés negativo. En el
estrés positivo, la situación sí tiene unas demandas pero valoramos que nuestras
capacidades son las adecuadas para afrontar la situación. Tenemos sensación de
confianza en nosotros mismos y nuestros recursos, de control sobre la situación y de
capacidad para enfrentar el reto. En cambio, recordemos que cuando se trataba del
estrés negativo, la situación tenía pocas demandas y las sensaciones eran de
aburrimiento y frustración.
Hay autores que consideran que se trata de diferentes fases dentro del proceso de
estrés y que si una primera fase da solución al estímulo estresor, el proceso se paraliza
ahí. Lo denominan síndrome general de adaptación. Otros autores prefieren
considerarlo como diferentes tipos de reacción. Para nosotros esa es una matización
sin demasiada relevancia.
Es necesaria una reacción física enérgica así que el cuerpo se pone en alerta y se
prepara para la actividad física. Se producen todos estos cambios en el organismo:
Es útil para situaciones en las que se presenta una amenaza física repentinamente y
hemos de decidir si la enfrentamos o escapamos lo más rápido posible.
¿Cuándo y cómo se decide qué tipo de respuesta de estrés se debe activar? ¿Cómo
sabemos cuál es la reacción más adaptativa?. Depende del conocimiento que tenemos
de la situación y de si pensamos que podemos o no manejarla. Nuestra respuesta de
estrés se relaciona con la interpretación de la situación y con el estado emocional del
siguiente modo.
SECUENCIA DE ACTUACIÓN DE
NUESTRO ORGANISMO
Los sentidos perciben la amenaza, su naturaleza y características. Recaban
información del entorno y se la proporcionan al cerebro para que sea interpretada. Éste
realiza una valoración del riesgo: ¿es una amenaza para la vida?; ¿es necesario
enfrentarse a ello inmediatamente o puede esperar?. También informa sobre cómo nos
sentimos ante la situación: ¿estoy preocupado?; ¿me siento capaza de enfrentarme a
ella?...
• ?Puedo superarla?.
• ?No sé si seré capaz de superarla?.
• ?No puedo superarla?.
A su vez, que nos sintamos o no capaces de hacer frente a una situación, depende de
nuestra experiencia pasada, de las creencias, las actitudes, las expectativas y
necesidades, determinados rasgos de personalidad... Es decir, nuestro cerebro
también busca información que le pueda ser útil en el almacén de nuestra memoria,
aprende de situaciones pasadas. Y teniendo en cuenta todo esto es como decide qué
acción es la más apropiada. Pasa en ese momento a prepararse para responder a la
demanda, se produce la transmisión de las instrucciones a los distintos órganos para
que nuestro organismo reaccione y solucione la situación.
Existen dos vías a través de las cuales el cerebro ?manda órdenes? a los distintos
órganos. Puede hacerlo a través del sistema nervioso mediante la producción de una
sustancia química llamada neurotransmisor, o bien, a través del sistema hormonal.
Cuando se inicia la respuesta de estrés, se liberan varios neurotransmisores y también
las glándulas endocrinas liberan diferentes hormonas, las principales para la respuesta
de estrés son la adrenalina, noradrenalina y cortisona. Cada uno de estos mensajeros
químicos (tanto los neurotransmisores como las hormonas) produce una reacción
específica y su acción conjunta provoca en nuestro organismo los ajustes necesarios
para responder convenientemente a las demandas de cada situación.
Vamos a tratar ahora otro de los aspectos que nombrábamos al comenzar a hablar de
la respuesta de estrés: los síntomas, tanto físicos como emocionales, que muestra el
organismo que padece estrés.
Para reducir la angustia, evitar los aspectos negativos del estrés y sacar partido de los
positivos es necesario saber reconocer los signos de actividad de la respuesta de
estrés. Os proponemos una serie de afirmaciones que se identifican con los síntomas
que con más frecuencia se manifiestan y que podrán proporcionarnos una idea sobre
nuestro nivel de estrés así como de las manifestaciones que predominan en nosotros y
que, por tanto, más debemos cuidar. Debemos valorar si se dan en la actualidad, en los
dos últimos meses.
INTRODUCCIÓN
Esta unidad didáctica va a tratar varios aspectos y conceptos. Comenzaremos por el
primer elemento de nuestro modelo de trabajo, los estresores. Pero también
hablaremos de las variables o factores que están en continua interacción con los tres
elementos de nuestro diagrama y que, por tanto, afectan al proceso de una u otra
manera. Pueden predisponer, como en el caso de las variables personales; pueden
amortiguar el grado de estrés, es el caso del apoyo social; o como ocurre con las
estrategias de afrontamiento, funcionar como mediadores entre los estímulos
estresores y la salud.
FUENTES DE ESTRÉS. ESTRESORES
Son los estímulos que activan la respuesta de estrés que son potencialmente
generadores de estrés. Igual que en el caso de los síntomas, sería interesante que
aprovechásemos la oportunidad para valorar en qué medida en nuestras vidas se están
produciendo estas situaciones y averiguar si tenemos un alto, medio o bajo riesgo de
padecer estrés. (Recordando siempre que no se trata de una relación directa, en mi
Vamos a insistir de nuevo en la idea de que las situaciones que producen estrés no son
solamente las relacionadas con excesos, también las deficitarias lo producen.
De igual forma tampoco tiene que estar generado por una situación negativa: mucho
trabajo, la enfermedad de un ser querido, discrepancias con alguien relevante en
nuestra vida? también las situaciones positivas, incluso ansiadas y buscadas, generan
estrés: el matrimonio, el nacimiento de un hijo, un ascenso, etc.
Hay determinados estímulos que son claramente peligrosos, estresantes, que suponen
cierto riesgo para todas las personas, lo que, como sabemos, no quiere decir que
conduzcan irrevocablemente a padecer estrés. Después veremos un apartado con los
acontecimientos vitales que de forma frecuente generan estrés y otro en el que
valoraremos los aspectos del trabajo que son las causas más frecuentes del estrés
laboral.
• Los sucesos menores se trata de sucesos diarios que ocurren con cierta
frecuencia como discusiones familiares, problemas económicos.
En contra de lo que habitualmente se piensa, tanto los sucesos menores, que generan
el llamado estrés diario como las satisfacciones de la vida diaria poseen mayor
significado para nuestra salud que los acontecimientos vitales.
ACONTECIMIENTOS VITALES
Este listado de acontecimientos vitales podría ser considerado como los ?estresores
más universales?. Están ordenados desde el que más grado de estrés genera hasta el
que menos. Podemos aprovechar y marcar aquellos a los que nos hemos visto
expuestos en el último año y poder así valorar nuestro grado de riesgo.
Vamos a ir valorando cómo en nuestra lista queda patente la importancia de cada una
de las características del estímulo que antes hemos descrito como determinantes en la
valoración de la situación. Así, respecto a la importancia del estresor vemos que la
posición en la lista de la muerte de la pareja es más elevada (genera más estrés) que
la de la muerte de un ser querido y cercano para la familia (querido, pero no con tanta
relevancia en nuestras vidas como la pareja).
Respecto a la duración y la incertidumbre que nos generan, vemos que en general, los
primeros puestos (los relacionados con el mayor grado de estrés) están ocupados por
acontecimientos bastante estables en el tiempo, o incluso definitivos y que además
requieren una reestructuración casi total de la vida con las consiguientes dudas que
esto implica.
Hay varios aspectos del trabajo que pueden hacer que sintamos estrés. Podemos
destacar los siguientes:
Los siguientes se relacionan con el volumen y tipo de trabajo, con el puesto y sus
requerimientos. La sobrecarga de trabajo representa el primer caso de la balanza de
estrés negativo en el que percibimos que las demandas de la tarea pesan más que
nuestras capacidades. La infracarga de trabajo y la infrautilización de habilidades, en
cambio, representan el segundo caso de estrés negativo, en el que creemos que
• Infracarga de trabajo: El volumen del trabajo está muy por debajo del
necesario para mantener un mínimo nivel de activación en el trabajador.
Los siguientes puntos hacen referencia a las relaciones sociales que se establecen y el
papel (rol) que debemos asumir.
• Falta de control: Existe una amplia y estricta supervisión por parte de los
superiores, restringiendo el poder de decisión y la iniciativa de los
trabajadores.
Los últimos dos factores tienen un carácter más transitorio que los anteriores.
La extrema preocupación por el tiempo, les lleva a hacer varias cosas a la vez, como
vestirse mientras habla por teléfono y atiende a las noticias. Una situación que les
genera irritación y nerviosismo de forma desmesurada son las filas. Cuando llegan a la
caja del supermercado hacen una minuciosa evaluación de las personas que esperan
su turno en cada caja, el número de artículos que llevan y la eficiencia de las personas
que cobran. Así deciden en cual se colocan pero sin olvidar tomar como referencia a
las personas que estaban esperando en las otras filas para poder comprobar si eligió
correctamente.
Si alguna fila avanza más rápido que la suya o en la suya hay alguna situación o
persona que demore el ritmo, su nivel de estrés se dispara y acaba enfadado consigo
mismo o con la señora que pagó con tarjeta o el señor que olvidó un artículo o la caja
registradora que agotó la cinta de papel. En la última unidad didáctica, dedicada a la
prevención del estrés, describiremos los rasgos más característicos de este tipo de
personalidad y propondremos actuaciones para modificar los que pueden resultarnos
perjudiciales.
Además de estos rasgos de personalidad, hay otros aspectos que tienen su influencia
en el estrés. Ya hemos visto cómo la capacidad y lo que ésta engloba: la formación, las
destrezas, los conocimientos, la experiencia tiene una relevancia capital en la
valoración cognitiva que realizamos y que determina que se dé o no estrés. Si
trasladamos esto al ámbito laboral, en el caso de que exista congruencia (hay equilibrio
en la balanza) entre la capacitación del trabajador y la posición o trabajo desempañado,
no se padecerá estrés. En el caso contrario, sí se dará.
Nuestras condiciones físicas y nuestros hábitos de salud son otro factor muy
importante. Si no nos sentimos sanos, disminuye de alguna manera la capacidad de
enfrentarnos a los problemas de trabajo.
Por último, hay aspectos como nuestras necesidades (necesidad de contacto social, de
intimidad, de reconocimiento personal, de autorrealización...); aspiraciones (deseos de
logro personal, de alcanzar un determinado estatus, de dominar y controlar el
trabajo...); expectativas (esperanzas que el individuo tiene de obtener de su trabajo
ciertos beneficios personales, sociales...) y valores (la adhesión al principio de
autoridad, importancia del trabajo o del status...) que también moderan la respuesta de
estrés.
Resulta importante matizar y discriminar entre el apoyo social percibido y el real. Tal y
como ocurría al hablar de las capacidades y las demandas en la valoración cognitiva, lo
que le confiere ese poder amortiguador es que la persona afectada lo perciba, sienta
ese apoyo. De ahí que al hablar de la introversión como factor de personalidad que
predispone a padecer estrés, explicásemos que esto se debía a la menor receptividad
de estas personas ante el apoyo social que la de las personas extrovertidas.
Según French, se puede pensar que el apoyo social actúa, al menos, a cuatro niveles.
Es posible que reduzca los factores estresantes objetivos asociados al medio ambiente,
es decir actúa sobre la exposición a los estresores. Por ejemplo, un ambiente de
trabajo cordial, a través de la empatía y la comprensión entre los distintos individuos
(sobre todo, si existen buenas relaciones inter-jerárquicas), propiciará la adaptación de
las demandas de trabajo a las capacidades individuales.
Es posible que tenga un efecto terapéutico, en este sentido, reduce las consecuencias
que provoca el padecer estrés. El contacto personal facilita la descarga emocional y
que nos ayude a paralizar los pensamientos y sentimientos negativos y repetitivos que
desencadenan un proceso acumulativo de tensión.Todos nos sentimos mejor después
de compartir nuestros problemas y sentimientos y recibir comprensión, apoyo o afecto.
El apoyo social por parte de la familia y los superiores parece ser especialmente eficaz
para atenuar los efectos negativos del estés laboral sobre la salud.
Por último, es posible que aumente los recursos de afrontamiento o adaptación del
sujeto. Como ya hemos comentado el apoyo social proporciona una serie de recursos
(emocionales, instrumentales e informativos) que afectan a la respuesta de estrés.
Concretándolo en los recursos emocionales, el apoyo social puede proporcionar al
individuo un sentimiento de apoyo y seguridad que acreciente su capacidad de
reacción y favorezca un sentimiento de dominio de la situación que,
consecuentemente, haga la valoración de sus capacidades también sea más positiva,
nivelando la balanza o incluso acercándola al estrés positivo.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
Existe una relación bastante estrecha entre las estrategias de afrontamiento y la
valoración cognitiva de la situación. Aparece el estímulo potencialmente estresor,
momento en el que realizamos la valoración cognitiva de la situación. ¿Podemos
Según la perspectiva interaccional del estrés, en la que nos estamos basando, lo que
determina que se mantenga la salud o se padezca estrés, no es tanto las demandas de
la situación como las capacidades de la persona para afrontarlas.
A lo largo de la vida no podemos evitar tener que hacer frente a nuevas, diversas y, en
ocasiones, excesivas demandas. Hay situaciones en las que las demandas de la
situación se pueden controlar o reducir (es posible planificar bien el trabajo a lo largo de
la semana si tenemos bien delimitadas nuestras funciones) sin embargo hay otras en
las que no es posible (un compañero de trabajo enferma repentinamente y tenemos
que asumir su carga de trabajo con unos plazos ajustados). En estas situaciones, sobre
lo que sí tenemos poder es sobre el otro lado de la balanza, los recursos o estrategias
de afrontamiento, podemos adquirir nuevas y más adecuadas capacidades o
incrementar las que tenemos.
Estos son algunos recursos de afrontamiento que está en nuestras manos fomentar y
mejorar. (La última unidad didáctica está dedicada por completo a las estrategias más
importantes para prevenir y reducir el estrés).
INTRODUCCIÓN
Parece contradictorio que una respuesta adaptativa que surgió como protección ante
las demandas de la situación pueda tener consecuencias tan dispares. Por una parte,
si hablamos de estrés positivo, nos proporciona un plus de recursos para afrontar la
situación; y por otra, si es estrés negativo, puede volverse contra nosotros y afectarnos
tan agresivamente y a tantos niveles. Sin embargo, recordemos que desde que esta
respuesta se instaura en el repertorio conductual de nuestra especie hasta nuestros
días, la naturaleza de las demandas ha cambiado totalmente y es la expresión
ESTRÉS Y SALUD
La respuesta de estrés le supone a nuestro organismo un sobreesfuerzo que, si es
mantenido en el tiempo, le daña haciendo mella en nuestro órganos, sistema
inmunitario y también en nuestra salud mental y emocional. Hablando de estrés
negativo, varios estudios confirman que al menos el 75% de las enfermedades tiene
relación con él. Algunos han llegado a sugerir que casi todas las enfermedades se
pueden asociar en un grado u otro al estrés negativo y es que en la actualidad, las tres
primeras causas de muerte en los países desarrollados son las enfermedades del
corazón, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares. Para cualquiera de estas
alteraciones, el estrés es uno de los principales factores de riesgo. El siguiente listado
contiene los más importantes trastornos y enfermedades relacionados con el estrés.
Sistema cardiovascular
La noradrenalina tiene como acción más importante en nuestro organismo, el
estrechamiento de los vasos sanguíneos reduciendo así la cantidad de sangre que el
músculo cardiaco recibe. Durante la reacción de alarma, se incrementa la presión
sanguínea y por ello el corazón debe hacer mayor esfuerzo para contrarrestarla y que
la sangre circule adecuadamente. A la vez, la noradrenalina aumenta la tasa cardiaca y
de nuevo el corazón debe hacer más esfuerzo, todo ello le repercute produciendo cierta
vulnerabilidad a estas afecciones.
- Enfermedad coronaria (angina de pecho y ataque al corazón).
- Hipertensión (presión sanguínea alta).
- Infarto.
- Migrañas.
Sistema digestivo
Comer cuando estamos sometidos a estrés puede tener una serie de efectos sobre el
sistema digestivo que, en ocasiones, se agravan hasta producir úlceras. La respuesta
de estrés hace que se produzca más ácido y como también afecta al sistema
inmunológico haciendo que la curación sea más lenta, se produce la erosión de las
paredes por el ácido, dando lugar a la úlcera.
- Indigestión.
- Nauseas.
- Ardor de estómago.
- Colitis ulcerosa.
- Síndrome del intestino irritable.
- Diarrea.
- Estreñimiento.
- Flatulencia.
Funciones musculoesqueléticas
La tensión que experimentamos ante situaciones potencialmente estresantes hace que
estemos corporalmente rígidos, tensos. Nuestra postura corporal se ve afectada y
contribuye a la aparición de las siguientes dolencias:
- Contracturas.
- Calambres.
- Tirones.
- Dolores crónicos: cefaleas (dolor de cabeza), de espalda, de cuello.
empeoran.
- Poco control sobre la ingesta, obesidad.
- Pérdida de apetito.
- Aumento en el consumo de las siguientes sustancias: cigarrillos, alcohol, cafeína.
- Abuso de drogas.
Trastornos emocionales
No hay duda de que el estrés disminuye nuestra calidad de vida. Afecta a nuestras
relaciones sociales a todos los niveles (familia, amigos, trabajo?), a nuestra relación de
pareja, vida sexual, al concepto que tenemos de nosotros mismos (autoconcepto y
autoestima), a salud? y todo esto tiene una repercusión en cómo nos sentimos y cómo
vemos la vida, el futuro. Los trastornos emocionales son muy frecuentes y tienden a
empeorar con el tiempo desembocando principalmente en ansiedad (miedos, fobias,
obsesiones) y depresión.
ESTRÉS Y RENDIMIENTO
Después de ver tan de cerca la cara amarga del estrés, vamos con el aspecto amable,
con los efectos beneficiosos del estrés positivo. Tal y como hemos dicho al inicio del
módulo, lo experimentamos cuando sentimos que tenemos bajo control las demandas
de la situación, cuando estamos seguros de poder resolverla a nuestro favor y la
balanza está inclinada por el peso de nuestras capacidades.
Este tipo de estrés no perjudica nuestra salud puesto que toda la actividad y energía
que se genera, se utiliza y canaliza de la manera apropiada. Además las emociones
que experimentamos y las percepciones que tenemos de nosotros mismos son
tremendamente positivas y agradables. Rendimos al máximo. La relación entre nuestro
rendimiento y la activación propia del estrés positivo es muy frágil. Hay un intervalo de
activación o estrés dentro del cual se rinde a un nivel muy alto pero en cuanto nos
salimos de este intervalo, tanto a lo alto (primer caso de estrés negativo en el que las
demandas pesan más) como a lo bajo (segundo caso de estrés negativo en el que
nuestras capacidades pesan más pero están desaprovechadas), la curva de
rendimiento desciende vertiginosamente.
Campana de Gauss
Tenemos que lograr mantenernos dentro de este nivel de activación o estrés positivo y,
en contraposición, lejos del estrés negativo, para disfrutar así de todos los recursos que
nos proporciona este estado. En la siguiente unidad didáctica vamos a tratar las
estrategias para conseguirlo.
INTRODUCCIÓN
Hay una gran variedad de acciones que podemos iniciar para mantener a raya nuestra
respuesta de estrés. La aplicación de algunas de las técnicas que explicaremos
Conforme leamos esta unidad didáctica, veremos cuáles son nuestros errores a la hora
de controlar el estrés así como algunas propuestas concretas para la modificación de
estos errores.
Veamos una clasificación de las técnicas para que al detallar cada una de ellas
sepamos dónde situarlas:
TÉCNICAS GENERALES
Se trata de modificar el estilo de vida para lo que hay que revisar varios aspectos: la
dieta, el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, el ejercicio físico y los hábitos de sueño
y descanso.
Todos tenemos las nociones básicas sobre estos aspectos pero esbozaremos
brevemente las más relevantes.
Dieta adecuada
El desarrollo de buenos hábitos alimentarios, que condicionan el estado nutricional del
individuo, constituye una medida aconsejable para la prevención del estrés. Las
demandas energéticas que tenemos determinan la necesidad de que exista un
equilibrio energético adecuado para responder a esas demandas y para no desarrollar
problemas carenciales.
La dieta debe ser equilibrada y debemos vigilar las grasas. Hay dos maneras: mediante
su ingesta controlada o a través del consumo de fibra que actúa pegándose a la grasa
e impidiendo así su absorción.
En cuanto al tabaco, hay que decir que la nicotina es la sustancia que más afecta a la
Muchas personas lo usan como recurso para enfrentarse a los estímulos estresores.
Esta idea daría para debatir durante horas si es mejor sufrir los efectos negativos del
estrés o los del tabaquismo, obviamente, la mejor opción es usar otros recursos de
afrontamiento más saludables.
Desarrollo de un buen estado físico
El desarrollo y mantenimiento de un buen estado físico tiene claros efectos en la
prevención del estrés. Es importante sentirse sano, fuerte para poder enfrentar
convenientemente las dificultades. Para ello, una de las actuaciones imprescindible es
la realización de ejercicio de manera habitual.
En general, el ejercicio aumenta la resistencia física del individuo a los efectos del
estrés pero además aumenta también la resistencia psicológica. No es necesario que
sea un ejercicio especialmente intenso, ni durante un tiempo muy prolongado. Además
tiene que adecuarse a nuestra edad y condición física. Sustituir el coche por un paseo,
subir por las escaleras, planear excursiones con una breve caminata por el monte? son
primeros pasos que todos estamos en condiciones de dar.
Otro beneficio nada desdeñable es que ayuda en la regulación del sueño, fundamental
para prevenir el estrés.
Hábitos de sueño y descanso
El sueño y el descanso son esenciales para la supervivencia, el buen funcionamiento y
el bienestar del organismo. Cada noche es como si pusiésemos la batería de nuestro
cuerpo y cerebro a cargar. Sin esta carga diaria nos quedamos sin energía, dejamos de
funcionar.
El sueño ha de ser reparador. Es incluso más importante la calidad del sueño que la
cantidad. Es cierto que dormir demasiado número de horas o demasiado poco, provoca
irritabilidad y bajo rendimiento, pero ¿cómo determinar cuánto debemos dormir?.
Existen bastantes diferencias entre las personas en este aspecto. Puede ser que para
encontrarnos al cien por cien nos baste con cinco horas o que necesitemos nueve. En
este sentido, lo más conveniente es auto-observarse, fijarse en cómo nos levantamos.
Es habitual que si padecemos estrés, nuestro sueño se resienta. Vamos a ver algunas
conductas útiles ante las dificultades para conciliar el sueño.
• Evita las siestas. Debes llegar al final del día con sueño.
• Cánsate. Haz ejercicio durante el día, muévete, mantente activo el mayor
número de horas posible.
• Evita tomar sustancias excitantes (cafeína, teína, alcohol) y cenar
La risa es una buena manera de superar el estrés y reducir el enfado. Incluso, está
comprobado que mejora el rendimiento laboral, ayuda a la concentración e incrementa
la creatividad. Hacer una broma y reír puede reducir la tensión en una situación difícil.
La sonrisa tiene efectos físicos como relajar los músculos faciales y mejorar la
circulación sanguínea del cerebro. Pero también tiene efectos sociales, las personas se
relacionarán con nosotros con mayor facilidad, la impresión que causamos en los
demás es totalmente diferente.
TÉCNICAS COGNITIVAS
Utilizadas para cambiar el pensamiento, modificar las evaluaciones erróneas o
negativas respecto de las demandas o de los propios recursos del individuo para
afrontarlas y facilitar una reestructuración de las ideas que se disparan en nosotros de
forma automática y que no siempre nos son beneficiosas.
Este tipo de técnicas son muy específicas y requieren para su uso correcto y eficaz la
actuación de un profesional cualificado. Vamos a dar una breve descripción de ellas.
Reestructuración cognitiva
Intenta ofrecer vías y procedimientos para que una persona pueda reorganizar la forma
en que percibe y aprecia una situación. Si la forma de comportarnos y la forma en que
sentimos depende de la forma en que percibimos una situación, resulta importante
disponer de estrategias de reevaluación de situaciones cuando la definición inicial que
hemos adoptado no contribuye a una adaptación adecuada. Es decir, esta técnica está
dirigida a sustituir las interpretaciones inadecuadas de una situación, por otras
interpretaciones que generen respuestas emocionales positivas y conductas más
adecuadas.
Modificación de pensamientos automáticos y de pensamientos deformados
Ante una situación, todo el mundo desarrolla una serie de pensamientos para
interpretar esa situación. Estos pensamientos pueden ser tanto racionales como
irracionales. Mediante estas técnicas se intenta la identificación y el cambio de los
pensamientos irracionales. Los pensamientos automáticos son espontáneos y propios
de cada individuo. Son fruto de la educación y experiencia, elaborados sin reflexión o
razonamiento previo aunque son creídos como racionales. Tienden a ser dramáticos y
absolutos y son muy difíciles de modificar. Llevan a interpretaciones negativas y a
emociones desagradables.
Una manera en la que nosotros podemos comenzar a tomar el control sobre ellos, es
llevar un registro de los pensamientos que nos surgen diariamente, en nuestra vida
normal e intentar evaluar el grado en que han afectado a la situación, a la manera en
que hemos actuado a cómo nos hemos sentido. Así iremos siendo conscientes de
manera progresivamente de nuestros pensamientos automáticos y del relevante papel
que tienen en nuestras reacciones, pensamientos, sentimientos.
Un tipo concreto de pensamientos erróneos y que originan estrés son los que
manifiestan una tendencia a relacionar todos los objetos y situaciones con uno mismo,
a emplear esquemas de generalización (recordemos la propuesta GEL que
proponíamos en el primer módulo), de magnificación, de polarización en la
interpretación de la realidad, etc. La intervención terapéutica sobre este tipo de
pensamientos consiste en lograr una descripción objetiva de la situación, identificar las
distorsiones empleadas para interpretarlo y eliminar esas distorsiones modificándolas
mediante razonamientos lógicos. Pero insistimos que es una intervención que debe
realizar un profesional.
Desensibilización sistemática
Desarrollada por Wolpe. Con esta técnica se intentan controlar las reacciones de
ansiedad o miedo ante situaciones que resultan amenazadoras para una persona. Esta
técnica se fundamenta en la relajación progresiva de Jacobson.
Inoculación de estrés
Creada por Miechenbaum y Cameron. Esta es una técnica de carácter cognitivo y
también comportamental o conductual.
La metodología es similar a la de la desensibilización sistemática. Parte del aprendizaje
de técnicas de respiración y relajación para poder disminuir la tensión en situación de
estrés. También se elabora una lista en la que aparecen ordenadas las situaciones que
nos generan estrés. Comenzando por las menos estresantes, el individuo irá
imaginando esas situaciones y relajándose. Después tendrá que desarrollar una serie
de pensamientos para afrontar el estrés y sustituirlos por los pensamientos erróneos
anteriores que sí producían estrés. Por último, el individuo utilizará en vivo estos
pensamientos de afrontamiento y esas técnicas de relajación en situaciones reales
para abordar sus situaciones estresantes.
Detención del pensamiento
La acción de esta técnica está dirigida a la modificación de pensamientos negativos
reiterativos que conducen a sufrir alteraciones emocionales (ansiedad) es decir que no
contribuyen a buscar soluciones eficaces del problema sino a dificultarlo. Consiste en lo
siguiente: cuando aparece una cadena de pensamientos repetitivos negativos intentar
evitarlos mediante su interrupción. Hay que buscar para ello una conducta, expresión,
pensamiento que actúe como señal de stop y que tenga esa fuerza o poder para
nosotros (golpear la mesa o vocalizar la expresión "basta", por ejemplo). Luego, hay
que sustituir esos pensamientos por otros más positivos y dirigidos al control de la
situación. "La lógica de esta técnica se basa en el hecho de que un estímulo
suficientemente potente atraerá la atención sobre él haciendo que se deje de prestar
atención a los pensamientos que se están desarrollando" (Peiró y Salvador, 1993).
TÉCNICAS FISIOLÓGICAS
Como ya hemos visto, al hablar de los signos o síntomas de estrés, éste tiene una serie
de consecuencias fisiológicas muy intensas en el organismo que, además de producir
un gran malestar en el individuo, alteran la evaluación cognitiva de la situación y la
Al principio, nos llevará algún tiempo lograr ese estado de calma o baja activación, sin
embargo con la práctica podremos reducir el proceso e incluso asociar ese estado de
bienestar con un estímulo (palabra, objeto) que nos transmita o traslade, en un
momento tenso a esa tranquilidad.
Técnicas de relajación física
La relajación es un estado del organismo de ausencia de tensión o activación con
efectos beneficiosos para la salud a nivel fisiológico, conductual y subjetivo o
emocional. La más utilizada es la relajación progresiva de Jacobson. Estas técnicas
intentan aprovechar la conexión directa entre el cuerpo y la mente, la existencia de una
interdependencia entre la tensión psicológica y la tensión física o dicho de otro modo, la
imposibilidad de estar relajado físicamente y tenso emocionalmente. Así, según las
teorías que inspiran estas técnicas, las personas pueden aprender a reducir sus niveles
de tensión psicológica (emocional) a través de la relajación física aún cuando persista
la situación que origina la tensión. "Si se relajan los músculos que han acumulado
tensión, la mente se relajará también gracias a la reducción de la actividad del sistema
nervioso autónomo" (Peiró y Salvador, 1993).
• Elija el momento del día en que haya el menor ruido posible en el entorno en
que vayas a estar.
• Adopta una posición corporal cómoda para ti pero ten en cuenta que ésta es
la más recomendable. Túmbate boca arriba, con los brazos separados del
cuerpo y a lo largo de él, las piernas ligeramente separadas.
Para saber si respiramos bien sólo tenemos que tumbarnos con la cabeza sobre una
almohada. Ponemos una mano sobre el pecho y la otra sobre el abdomen mientras
respiramos con normalidad. Lo conveniente es notar el movimiento en ambas manos, si
la del abdomen no se mueve, respiramos inadecuadamente.
• Adoptamos esta postura: tumbados boca arriba con una almohada bajo la
cabeza, las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Una mano
sobre el pecho y la otra sobre el abdomen.
Este ejercicio se realiza cuatro veces y una vez controlado se pasa a realizarlo sentado
y de pie. Tampoco necesitaremos con la práctica colocar las manos sobre pecho y
abdomen.
Meditación. Técnica de relajación mental
Así como la relajación es una técnica que afecta a los músculos, la meditación es una
técnica de relajación mental. Pretende que la persona sea capaz de desarrollar
sistemáticamente una serie de actividades (perceptivas y/o conductuales) que
concentren su atención para así desconectar de aquello que le resulta una fuente de
estrés.
TÉCNICAS CONDUCTUALES
Se trata de proporcionar a la persona unos recursos de los que carece o que no aplica
de la forma correcta o en la situación adecuada y que le ayuden en las situaciones
potencialmente estresantes.
Para comenzar a practicar y expresarnos con asertividad podemos usar este esquema
básico:
Por ejemplo, si nos piden que asumamos un trabajo o responsabilidad que no nos
corresponde podemos comenzar diciendo: ?comprendo que tienes una situación difícil
ya que debes sacar este trabajo adelante pero yo tengo unas responsabilidades y
tareas con las que he de cumplir y que ocupan todo mi tiempo. Te sugiero que priorices
este trabajo sobre tus otras funciones y que solicites más tiempo para llevarlo a cabo?.
Diariamente se dan numerosas situaciones en las que tenemos que hacer uso de
habilidades comunicativas y de relación. No tienen que ser negativas (denegar una
Por ejemplo, si en la tintorería nos deterioran una prensa, diríamos algo así: ?el
pantalón está estropeado por lo que quiero que me den una solución satisfactoria?. A
pesar de que nos den explicaciones o intenten eludir la responsabilidad, volveremos a
nuestra frase. Podremos decir que comprendemos lo que nos dicen a pesar de lo cual,
nuestro pantalón está deteriorado y queremos una solución satisfactoria.
Una técnica para reaccionar a las críticas justas sin dar demasiadas excusas o
justificaciones, es la aserción negativa. Por ejemplo ante ?has realizado el trabajo muy
despacio? afirmaríamos, ?la verdad es que podía haberlo hecho más rápido, lo siento?.
Ahora bien si la crítica no es justa o persigue manipularnos hay varias formas de
bloquearla y no aceptar los aspectos negativos que encierra. Podemos usar el pero.
Aceptamos la parte cierta de la argumentación y luego mantenemos nuestra postura a
través del pero. ?Es cierto/tienes razón en que llueve mucho pero yo aún así voy a
hacer lo que tengo pensado?.
También puede sernos útil la interrogación negativa que nos ayudará a conocer los
sentimientos o ideas de la otra persona facilitando la comunicación. ?¿Qué hay de
malo / qué te molesta de mi forma de hablar?.
Cuando se nos está interrumpiendo, lo más eficaz es realizar gestos como levantar la
mano ligeramente y usar frases directas como ?espera a que acabe de hablar para
decir lo que desees, por favor?. Si con esto no es suficiente se puede elevar un poco el
tono de voz (un poco), evitar las pausas, mirar directamente a los ojos y proporcionar
información mientras hablamos de que aún no hemos acabado a través de expresiones
como: ?en primer lugar?, en segundo?? o ?sólo quiero añadir un par de cosas más y te
ruego que después me des tu opinión?.
• Recibir halagos: puede ser más complicado ya que primero hay que
considerar si son sinceros o manipuladores, si tienen cierta intención detrás.
Por ejemplo, si nos felicitan por nuestro trabajo podremos decir: ?gracias, he hecho lo
posible para que saliese bien? frente a ?en realidad no tiene importancia?, ?eso es que
no te has fijado en estas imperfecciones? o ?tú si que lo hace bien?.
En cambio, lo que hay que evitar es hacer comentarios inadecuados por muy
personales, críticos, negativos o sarcásticos, los prejuiciosos u ofensivos. Hay que
tener en cuenta el volumen de la voz, el contacto ocular y la postura corporal.
Mediante estas técnicas se intenta ayudar a la persona a decidir cuáles son las
soluciones más adecuadas a un problema. Requiere de un periodo de aprendizaje con
la supervisión de un profesional.
La que más atención ha recibido es la desarrollada por D'Zurilla y Goldfried que consta
de varios pasos:
• Elegir los pasos que se han de dar para la puesta en práctica de la solución
y llevarlos a cabo.
Algo similar, aunque no de una forma tan formal y terapéutica es lo que hacemos cada
vez que buscamos a alguien de confianza para charlar sobre una dificultad. Buscamos
un punto de vista nuevo y más objetivo, preguntamos qué harían en esa situación y
ponderamos si nos parece una alternativa para nosotros o no. La reflexión sobre los
problemas es fundamental para solventarlos.
Modelamiento encubierto
Es una técnica creada por Cautela y que necesariamente ha de ser aplicada por un
profesional cualificado así que sólo la perfilamos brevemente.
Está destinada a cambiar secuencias de conductas que son negativas para el individuo
y aprender conductas más convenientes y satisfactorias. Consiste en que el sujeto
practica en la imaginación las secuencias de la conducta deseada de forma que
cuando adquiera cierta seguridad realizando imaginariamente esa conducta consiga
llevarla a cabo en la vida real de una forma eficaz.
Técnicas de autocontrol
El objetivo de estas técnicas es buscar que la persona tenga control de la propia
conducta a través del adiestramiento de su capacidad para regular las circunstancias
que acompañan a su conducta (circunstancias que anteceden a su conducta y
circunstancias consecuentes a esa conducta). "Estos procedimientos son muy útiles en
el manejo y control en las conductas implicadas en situaciones de estrés y son útiles no
sólo para mejorar conductas que ya han causado problemas, sino también para
prevenir la posible aparición de conductas problemáticas" (Labrador, 1992).
• Ante una sobrecarga hay que priorizar. Tener claro qué es lo más importante
para nosotros, establecer nuestras prioridades es fundamental para
mantener el estrés a raya y conservar lo que realmente nos interesa.
Dos ejemplos de esto último pueden ser la delegación (que permita la distribución de
las responsabilidades y los cometidos de una tarea entre varios sujetos y evite que
sean una misma persona o unas pocas los que "lleven" el peso del trabajo) y la
negociación (que facilite al individuo la flexibilidad y la comprensión necesarias para
atender otros puntos de vista, para incluir otras variables en su análisis de la realidad,
para adaptarse, para facilitar el intercambio y el diálogo con los otros, para buscar la
colaboración y no la oposición, para buscar soluciones negociadas...).