Tema 1. Los Primeros Filósofos

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o LOS PRIMEROS

FILÓSOFOS

1. Del mito al lagos


2. La pregunta por naturaleza
3. Importancia e influencia de la filosofía preso-
crática

Llamamos presocráticos a los filósofos griegos anterio-


res a Sócrates, que anuncian y preparan la madurez
del clasicismo griego. Los primeros viven en el
siglo VI a. c., y los últimos son contemporá-
neos de Sócrates, en la segunda mitad
del siglo v a. C. Toda su especulación gira
en torno a la naturaleza (physis) y por eso
Aristóteles les llama [isiologos, físicos. La
pregunta de los filósofos presocráticos es,
desde Tales de Mileto, una pregunta por la
physis, por la naturaleza de las cosas, por un
principio último de la realidad que sea, al mismo tiempo, origen, causa y sustrato de todo
lo real. Lo importante no será tanto su respuesta como la genialidad de formular tal pre-
gunta en toda su amplitud y radicalidad. Otros pueblos orientales alcanzaron un elevado
nivel de civilización antes que los griegos, pero sólo las categorías mentales de los filóso-
fos presocráticos han hecho posible la ciencia y, en cierto sentido, la han engendrado.
Admitir esto significa reconocer a los helenos una aportación excepcional a la historia de
la cultura humana.

• Todo está lleno de dioses (Tales).


• No podemos bañamos dos veces en el mismo río (Heráclito).
• De estos cuatro elementos nacieron todos los seres que han exisitido, exis-
ten y existirán (Empédocles).
• La Inteligencia ordenó todas cuantas cosas iban a ser, todas cuantas fueron
y ahora no son, todas cuantas ahora son y serán, incluso esta rotación en
la que ahora giran y se separan las estrellas, el Soly la Luna, el aire y el éter
(Anaxágoras).
1. Del mito al IOg05

El paso del mito allogos, como tradicionalmente ha sido denominado el trán-


sito de la mitología a la racionalidad, es un mérito de los filósofos presocráticos.
Ellos son los primeros en sustituir el azar por la necesidad, intuyendo que las co-
sas suceden cuando y como tienen que suceder: una sencilla intuición que está en
los cimientos de toda la cultura occidental.
Esta idea de necesidad tiene su origen en la misma permanencia y constancia que
se observa en los fenómenos naturales: el agua siempre se solidifica y deshiela a tem-
peraturas determinadas, siendo agua en ambos casos; a través de los cambios que con-
vierten al niño en joven, en hombre maduro y en anciano, permanece el mismo ser hu-
mano; asimismo, hombres de diferentes razas y culturas son igualmente hombres. Ese
ser que permanece constante a través de los diversos cambios mencionados fue deno-
minado por los griegos esencia (eidos). Por esencia entendieron el fundamento de la
unidad de las cosas frente a la multiplicidad de individuos, de estados y de apariencias.
El descubrimiento de lo permanente y común nos permite clasificar los se-
res del universo en varios grupos: minerales, vegetales, animales y hombres. En
ese proceso de profundización y simplificación, los filósofos presocráticos llegan a
la osadía de suponer que toda la realidad se reduce, en último término, a uno o
muy pocos elementos. En efecto, la enorme variedad del mundo real queda expli-
cada, en buena parte, cuando se determina la existencia de unos mismos compo-
nentes básicos que dan razón de la multiplicidad de los fenómenos. Piensan los
presocráticos que el principio radical (arjé) que permanece inmutable a través
de todos los cambios puede ser el agua (Tales), el aire (Anaxímenes), el fuego
(Heráclito), la tierra (Jenófanes), los mencionados cuatro elementos a la vez (Em-
pédocles), los átomos (Dernócrito), las semillas (Anaxágoras).

Ambas explicaciones de la realidad pretenden ser totales.

1. Exige la creencia. 1. Aporta razones.


2. Es producto de la imaginación. 2. Es producto de la razón.
3. Lo que sucede depende de la 3. Lo que sucede se explica por
voluntad arbitraria de los dioses leyes necesarias y universales.
o de la necesidad de un destino
inescrutable.
4. Propone causas ocultas inde- 4. Propone causas demostrables.
mostrables.
5. Ofrece muchas explicaciones, 5. Ofrece pocas explicaciones,
contradictorias entre sí. coherentes entre sí.
Estas explicaciones pueden parecer demasiado simplistas, pero fueron un paso
importante hacia el reconocimiento de una unidad básica de composición en to-
das las cosas. Junto a la idea de unidad encontramos la de estructura. Anaximandro
es el primero en hablar de un cosmos ordenado legalmente, el primero en vislum-
brar la gran interdependencia de todo el mundo visible, desde las profundidades de
la tierra hasta las estrellas. Él aplica por primera vez la palabra cosmos a todo el uni-
verso, y lo reconoce como un enorme sistema regido por una ley poderosa.

2. La pregunta por la naturaleza

La interpretación de la realidad en su conjunto como «naturaleza» es un ha-


llazgo trascendental de la filosofía presocrática. La voz latina natura deriva de na-
tus, participio del verbo nascor: nacer. A su vez, natura traduce el término griego
physis, que deriva del verbo phyo: producir, crecer. Por tanto, physis y natura son
términos equivalentes, y ambos se traducen correctamente por naturaleza, expre-
sión de lo que surge, crece y se desarrolla ordenadamente.
Los presocráticos fueron los primeros en afirmar el dinamismo esencial de
la materia. Hasta el punto de que, en un ingenuo antropomorfismo, les parecía
que la materia era viviente. Quizá la única sentencia de Tales que ha llegado literal
hasta nosotros sea «todo está lleno de dioses». Platón la cita como si fuera la quin-
taesencia misma de la filosofía. Parece significar que todo está lleno de misteriosas
fuerzas vivas. La misma idea se atribuye a Heráclito: su mensaje central, junto con
la afirmación del Logos universal, es que la realidad entera está sujeta a cambio.
Asimismo, los presocráticos afirman la direccionalidad de la naturaleza, y la
atribuyen a causas divinas. Anaximandro, al referirse al ápeiron como al principio
radical de todo lo que existe, de carácter divino e inmortal, está escribiendo la pri-
mera teodicea filosófica. Anaxímenes, al mencionar la suprema Ley que gobierna
el universo, la llamapneuma (espíritu) y Nous (mente suprema).
Así pues, para los primeros filósofos griegos, el concepto de «naturaleza» está
estrechamente ligado al de necesidad: no se trata de un caos al azar sino de un cos-
mos ordenado por leyes ineludibles. Y todo el incesante movimiento de la natura-
leza es intrínseco: no recibe su impulso desde fuera, como un disco o una jabalina
en manos de un atleta. Por eso, aunque hablamos de materia inerte para designar
el ámbito de los no vivientes, sabemos que lo inerte no es un sustrato pasivo: está,
como ya vieron los filósofos jonios, pletórico de actividad.

3. Importancia e influencia de la filosofía presocrática

En Mileto, la más importante de las ciudades helénicas de Asia Menor, nació la fi-
losofía. Un grupo de sabios, pertenecientes a tres generaciones sucesivas del siglo VI a. c.,
intentan averiguar qué es la naturaleza. Forman la escuela jónica o Escuela de Mile-
to, y sus tres figuras principales son Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Su principal
aportación a la historia del pensamiento universal es el alumbramiento de la filosofía,
al afirmar por vez primera que existe un único principio originario, causa radical de
todo el mundo físico y sustrato permanente a través de todos los cambios.
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' LA FlLOSOFIA ANTIGUA,
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Parménides de Elea El ser único e inmutable


Zenón de Elea Aporías contra el
movimiento
HerácUto de Éfeso Devenir, Logos, Fuego

Números, Logos,
Pitágoras de Samos
almas

Empédocles
Anaxágoras
Leucipo y Demócrito

En la oposición entre el mundo múltiple y cambiante, que captan los sentidos,


y la realidad reducida por la mente a un principio inmutable bajo todos los cam-
bios, Heráclito y Parménides representan las posturas extremas: el devenir uni-
versal frente a la unidad inmutable del ser. Ambos inauguran la metafísica, pues
sus respuestas, más allá del arjé material de los jonios y del carácter cuantitativo de
los números, hablan del mismo ser de las cosas.
Heráclito anticipó dos conceptos de enorme trascendencia. La noción de dialéc-
tica explica la realidad como oposición y síntesis de contrarios, y ejercerá una gran
influencia en Hegel y Marx (siglos XVIII y XIX). El Logos o Razón Universal que gobier-
na el universo anuncia la Providencia divina de los estoicos y del cristianismo.
LOS PRIMEROS FILÓSOFOS' 23

Parménides y su escuela inventan la lógica y la metafísica. Con la lógica se


impone la exigencia de razonar las teorías filosóficas. La metafísica pretende la
respuesta racional a las preguntas últimas, más allá de toda experiencia, y pone de
manifiesto que la verdad se oculta en muchos casos a los sentidos y puede descu-
brirse con la razón.

Los pitagóricos llevan a cabo un descubrimiento trascendental: que los números


forman parte de la esencia de las cosas. Se dan cuenta de ello cuando descubren
que los sonidos y la música pueden traducirse en magnitudes numéricas, igual que
el año, las estaciones, los meses y los días, los ciclos del desarrollo biológico y los
distintos fenómenos de la vida. Ahora el arjé ya no será el agua, el aire u otro ele-
mento material. El descubrimiento de que todas las cosas reflejan un orden y unas
magnitudes que se pueden expresar numéricamente, produjo una impresión
extraordinaria y constituyó un paso de gigante en el desarrollo intelectual de
Occidente. El mundo deja de estar dominado por potencias oscuras e indescifra-
bles, pues el número expresa orden, racionalidad y verdad. Dos mil años más
tarde, Galileo repetía y confirmaba la genial intuición pitagórica: que el universo
es un gran libro abierto, escrito en el lenguaje de la matemática y de la geometría.
Pitágoras introduce en Occidente la idea de una realidad espiritual e inmortal
que coexiste con el cuerpo humano: el alma. Parece haber sido el primer filósofo que
ha sostenido la metempsicosis, doctrina según la cual el alma expía una culpa ori-
ginaria reencarnándose en sucesivas existencias corpóreas, tanto de hombres co-
mo de animales. Al afirmar que el fin último del hombre consiste en volver a vivir
entre los dioses, los pitagóricos proponen el ideal de dedicar la vida a la búsqueda
de la verdad y del bien a través del conocimiento, que constituye la más elevada
comunión con lo divino. Con sus respectivos matices, Platón, Aristóteles y la Euro-
pa medieval defendieron este mismo sentido de la vida, así como el dualismo
alma-cuerpo.

Los pluralistas proponen un arjé plural -átomos, semillas, cuatro elementos- y


una causa eficiente, o principio ordenador, que explica la aparición del cosmos a
partir del arjé. Estas intuiciones cosmológicas, parecidas a las propuestas de la
Escuela de Mileto, coinciden con las afirmaciones básicas de la física actual, que
concibe la materia como un dinamismo espacialmente concentrado y estructurado.
Hoy sabemos que átomos, moléculas, cristales, células y organismos pluricelulares
son modos y formas de un dinamismo material universal, estructurado en niveles
cada vez más complejos. Un dinamismo sometido a leyes universales como la gra-
vitación, la constante de Planck, el número de Avogadro o la velocidad de la luz.
)'11.

Cuestiones relevantes

1. ¿Qué importancia tiene el paso del mito allogos?

2. ¿Cómo nace y se plantea la filosofía de los presocráticos?

3. ¿Por qué se caracteriza la Escuela de Mileto?

4. ¿Cómo entienden la filosofía los pitagóricos?

5. ¿Cómo resuelvenlos presocráticosla oposición entre los sentidos y la razón?

6. ¿Son materialistas los filósofos presocráticos?

7. ¿Qué aportaciones debemos a los presocráticos?

TEXTO PARA COMENTAR

Los primeros filósofos pensaron que los principios de todas las cosas son ma-
teriales: se referían a los elementos que engendran y constituyen los seres, que son
los mismos en los que los seres se descomponen al corromperse. Dicen que esos
elementos permanecen a través de todos los cambios de cualidades, y que por eso,
en el fondo, nada se genera ni se corrompe, pues dichos elementos se conservan
siempre. De igual manera que, si Sócrates se vuelve elegante o aprende música, no
decimos que ha nacido, y si pierde esas cualidades no decimos que ha sido destrui-
do, pues el sujeto, Sócrates mismo, permanece. Algo semejante podemos decir de
todas las cosas. Ha de haber, pues, alguna naturaleza, sea una o múltiple, a partir
de la cual se genera todo, conservándose ella.

ARISTÓTELES, Metafísica

1. ¿Por qué pensaron los presocráticos que, en última instancia, nada se ge-
nera ni se corrompe? ¿Piensa lo mismo la Física actual?

2. ¿Qué es lo que cambia y qué es lo que permanece cuando Sócrates apren-


de música o se vuelve elegante?

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