Principios Pedagógicos
Principios Pedagógicos
Principios Pedagógicos
Si estás pasando de enseñar en un aula física a una virtual, puede ser útil que pienses en los
principios pedagógicos que rigen tus prácticas de enseñanza, y en la mejor manera de aplicar o
promover estos principios en tus clases virtuales en vivo.
Para ayudarte a hacerlo, este capítulo se centra en cinco principios clave que sirven de base a
muchos de los consejos proporcionados en este libro:
Tal vez los principios parecen tan obvios que querrás saltarte este capítulo. O tal vez algunos de
los consejos contenidos en cada principio pueden ser inconsistentes con tus propios principios, o
tal vez con tus prácticas de enseñanza. De todas formas, espero que este capítulo te sea útil al
exponer la filosofía de enseñanza que fundamenta este libro, y al ayudarte a poner las prácticas
descritas más adelante en un marco más amplio que puedas utilizar para crear tus propias prácticas
de enseñanza en línea.
En el resto de este capítulo, describo brevemente cada uno de estos principios y cómo creo que
hacen que la enseñanza y el aprendizaje sean más atractivos y efectivos.
2.1 Principio 1 – Céntrate en el estudiante
La noción de que enseñar algo no es lo mismo que tus estudiantes lo aprendan parece tan obvia
que podrías pensar que ni siquiera merece ser mencionada. Bueno, creo que, aunque la mayoría de
nosotros reconocemos esta noción, nuestras acciones no siempre son consistentes con ella. Cuando
diseñamos cursos (o clases individuales), tendemos a centrarnos más en pensar qué temas vamos
a cubrir en clase que en lo que nuestros estudiantes serán capaces de saber/hacer/dominar como
resultado de su aprendizaje. En otras palabras, tendemos a centrarnos más en lo que vamos a cubrir
que en lo que nuestros estudiantes van a descubrir. Tendemos a pasar mucho tiempo de nuestra
preparación de clase planeando lo que nosotros haremos en el aula (decidiendo cómo explicaremos
las cosas, diseñando y ajustando las diapositivas de PowerPoint, etc.) y no tanto tiempo pensando
en lo que nuestros estudiantes harán en el aula. Cuando enseñamos en una sesión de clase, a
menudo empezamos a ejecutar un plan de clase sin comprender realmente qué antecedentes,
habilidades e ideas erróneas traen nuestros estudiantes que podrían afectar su capacidad para
aprender lo que estamos tratando de enseñarles. O podemos apresurarnos a ver muchas
diapositivas al final de la clase cuando se nos está acabando el tiempo, pensando que hacerlo
significa que "cubrimos" ese material, aunque sabemos que en realidad no es así. Y así
sucesivamente. Si no has sido víctima de algunas de estas tendencias, “me quito el sombrero”.
Pero creo que la mayoría de nosotros lo ha hecho, porque como seres humanos tendemos a pasar
más tiempo en las cosas que están bajo nuestro control (la enseñanza) y menos tiempo en las que
no lo están (el aprendizaje de nuestros estudiantes).
Estar centrado en el estudiante no es sólo reconocer que enseñar no es lo mismo que aprender.
También se trata de ver la enseñanza como una actividad humana en la que la conexión con los
estudiantes, la conexión de ellos contigo, y la conexión de ellos entre sí son absolutamente
centrales. Esto implica un esfuerzo deliberado por aprender sobre los estudiantes (sus nombres,
sus perfiles académicos y personales, etc.), por conocerlos, y por tratar de comprender lo mejor
posible lo que está sucediendo en sus vidas que podría estar facilitando o impidiendo su
aprendizaje.
Recuerdo una conversación, al principio de mi carrera, con Lee Warren, una legendaria
exconsejera docente de la Universidad de Harvard, en la que ella nos decía a un grupo de docentes
que era importante para nosotros entender todo lo que podía afectar a nuestra clase, ya fuera que
los estudiantes estuvieran cansados o estresados, algo que estuviera sucediendo en su programa de
estudios o en la universidad, el clima que hacía afuera, etc. Pensé que esto era absurdo y le dije:
"No puedo controlar ninguna de estas cosas; ¡estoy aquí para enseñar a los estudiantes!". Con los
años, me he dado cuenta de la sabiduría de sus consejos. Es cierto que no puedes controlar esos
factores, pero sin duda afectan el desarrollo de tu clase, y aprender a reconocer y ajustarse a ellos
es, para mí, parte central del oficio de enseñar.
Durante la primavera de 2020, varios estudiantes de mi universidad nos informaron sobre algunas
dificultades que estaban experimentando durante la transición al aprendizaje en línea, entre ellas:
se distraían fácilmente, les costaba mantenerse motivados y se sentían aislados socialmente. Si
bien ninguno de esos factores estaba bajo el control directo de los docentes, creo que aquellos que
reconocieron estas circunstancias y trataron de ayudar a los estudiantes a enfrentarlas fueron
probablemente más eficaces para estimular el aprendizaje de sus estudiantes. Los desafíos
particulares a los que se enfrentan tus estudiantes pueden ser diferentes a estos, pero si te interesa,
el sitio web complementario tiene un enlace a una presentación con estas dificultades y las
soluciones que los propios estudiantes propusieron para superarlas.
En resumen, la empatía con tus estudiantes está en el núcleo del proceso de enseñanza. Ninguna
tecnología cambiará eso. La tecnología es sólo una herramienta para ayudarte en este esfuerzo.
Como bien argumentó Derek Bruff en su reciente libro Intentional Tech,1 los objetivos de
enseñanza y aprendizaje deben impulsar el uso de la tecnología de los docentes, y no al revés. Y
como Bharat Anand, vice-rector de Harvard para Avances en el Aprendizaje, argumentó: "En
última instancia, lo que es mucho más importante para crear experiencias de aprendizaje
impactantes, ya sea en persona o en línea, son los principios de una pedagogía efectiva. ¿Cómo se
despierta la curiosidad, se desafían las suposiciones, se permite el descubrimiento y se inspira el
aprendizaje?"2
Una de mis preocupaciones centrales en nuestro paso al aprendizaje en línea es que, en nuestro
esfuerzo por dominar el uso de la tecnología, olvidamos que el oficio docente es inherentemente
humano.
En la práctica 2.1 – Centrarse en lo que es importante
Mitch Weiss enseña en la Escuela de Negocios de Harvard y es director de curso para una
materia obligatoria llamada "El Gerente Empresarial". Su equipo de colegas docentes pasó
incontables horas durante las vacaciones de primavera de 2020 preparándose para la transición
de su curso de presencial a online. Después de todo el entrenamiento, escribió a su equipo de
colegas docentes:
"Hemos pasado tanto tiempo en la tecnología detrás de todo esto, que quería recordar las
tecnologías originales para enseñar bien con el método del caso de estudio: curiosidad por lo
que los estudiantes piensan y empatía por lo que quieren saber. Si tienes amplias reservas de
ambas, estarás bien. Por lo tanto, mi consejo es que hagan lo mejor posible para no dejar que la
pantalla se interponga en el camino de escuchar y preguntar con curiosidad, y por ende, de
enseñar."
• Conoce a tus estudiantes. Conocer a tus estudiantes en línea es generalmente más difícil
que conocerlos en persona. Requerirá un esfuerzo más deliberado de tu parte. Revisa el
capítulo 11 para algunas ideas.
• Entiende las circunstancias de tus estudiantes. Entender las circunstancias que tus
estudiantes enfrentan en su jornada de aprendizaje en línea es crucial para diseñar
experiencias de aprendizaje, establecer normas y hacerlas cumplir. Encuentra maneras de
conectar con tus estudiantes y aprender sobre sus circunstancias, e intenta adaptar tu
enfoque a esas circunstancias.
2.2 Principio 2 – Planifica basándote en el aprendizaje activo
Años de investigación han demostrado que los estudiantes no aprenden mucho cuando su papel es
conceptualizado como receptores pasivos de conocimiento. 3 Una enseñanza efectiva requiere crear
experiencias de aprendizaje significativas para nuestros estudiantes, que les ayuden a desempeñar
un papel activo en su aprendizaje, incluyendo oportunidades para el procesamiento activo, la
aplicación del conocimiento, la investigación y la interacción con otros y con el material del curso.
"El que hace el trabajo, hace el aprendizaje", es una forma de encapsular este principio. 4
Sin embargo, a pesar de esta investigación y de las declaraciones de muchos expertos en educación
– incluyendo al premio Nobel Carl Wieman, quien una vez sostuvo que la clase magistral (donde
el docente habla por mucho tiempo seguido sin interrupción) es el equivalente educativo de la
flebotomía 5– muchos de nosotros todavía empleamos métodos de enseñanza donde los estudiantes
no juegan un papel suficientemente activo en su propio aprendizaje.
Si tu enfoque de enseñanza está impulsado por principios y prácticas de aprendizaje activo, por
favor siéntete libre de saltar al siguiente principio. Si no es así, pero estás abierto a hacer algunos
cambios en tu enseñanza, un buen lugar para empezar es leyendo el excelente libro de James Lang,
Small Teaching, donde sugiere pequeños cambios que se pueden hacer para incorporar en tu
enseñanza principios de las ciencias del aprendizaje. Para un video inspirador sobre la
incorporación de métodos de aprendizaje activo, recomiendo ver "Confesiones de un docente
convertido", por el Profesor de Física de Harvard Eric Mazur. Los enlaces a estos dos recursos
están en el sitio web complementario. Recientemente, le pregunté a una estudiante cómo le iba con
el aprendizaje en línea, y ella respondió con frustración: "es como ver videos de YouTube todo el
día". ¡Lo que sea que escojamos hacer como docentes, debemos asegurarnos de crear una mejor
experiencia de aprendizaje para nuestros estudiantes que esta!
Si no estás convencido(a) de lo ineficaz que es que los estudiantes jueguen un papel pasivo en su
aprendizaje, te sugiero que hagas una cosa: observa a un docente dando una clase magistral y ve
qué se siente. Puedes hacer esto en línea. Tengo tres predicciones. Primero, creo que te darás cuenta
de lo difícil que es mantener la atención y, sobre todo, recordar lo que el orador dijo una hora
después de la clase. Segundo, creo que te convencerás de que en tus clases no hablas tanto como
el docente que acabas de observar. Si es así, te insto a que en tu próxima clase midas la fracción
de tiempo de clase en la que estás hablando. Puedes hacerlo haciendo que alguien te tome el tiempo
con un cronómetro o usando otra tecnología (ver sitio web complementario para más detalles). Mi
tercera predicción es que subestimarás severamente el porcentaje de tiempo que estás hablando en
clase. ¡Yo definitivamente lo hacía!
Un consejo común para la enseñanza virtual es que debemos planificar para mucha interacción, y
que los estudiantes no deben permanecer en ninguna actividad por más de 5 minutos. Si bien
aplaudo el esfuerzo por conseguir que empleemos enfoques de aprendizaje más activos en nuestras
clases, temo que este consejo pueda ser interpretado como "planifica para la hiperactividad" y
pueda terminar siendo menos efectivo de lo que podría ser. El objetivo no es sólo conseguir que
los estudiantes estén activos, sino hacerlo con una clara intención de lo que estás intentando lograr
(lee el siguiente principio).
• Busca lograr la participación activa de tus estudiantes en las clases en vivo. Para cada
sesión de clase virtual en vivo que enseñes, piensa en cómo se involucrarán tus estudiantes
(ve la parte II de este libro para una lista de las formas en que pueden involucrarse) y
planifica una variedad de actividades que los lleven a entender el material y, en última
instancia, a lograr tus objetivos de aprendizaje.
• Busca lograr la participación activa de tus estudiantes fuera de las clases en vivo.
Cuando diseñes materiales asincrónicos (aquellos con los que los estudiantes se
comprometerán en su tiempo libre fuera de sus clases en vivo), piensa en involucrar
activamente a los estudiantes con actividades que requieran que respondan a preguntas,
hagan cosas y/o reflexionen sobre su aprendizaje. Ve el capítulo 10 para más detalles.
• Etapa 1 – Establecer los resultados deseados: ¿Qué quiero que los estudiantes comprendan,
conozcan y sean capaces de hacer?
• Etapa 2 – Pruebas y criterios: ¿Qué criterios utilizarás para evaluar si tus estudiantes han
logrado los resultados deseados?
Aparte del libro, hay una gran cantidad de recursos sobre cómo implementar este método en tu
enseñanza. El sitio web complementario contiene enlaces a algunos de ellos.
El uso del diseño retrospectivo en tu enseñanza tiene profundas implicaciones en cómo
conceptualizar no sólo el diseño de tus cursos, sino también su ejecución. Te ayuda a decidir lo
que es realmente crucial para ti y, en consecuencia, te ayuda a planificar y gestionar tu tiempo de
clase.
• Establece tus objetivos de aprendizaje. Antes de cada clase en línea, sugiero que te
preguntes: "¿Cuáles son las dos o tres cosas que me gustaría que mis estudiantes sean
capaces de internalizar al final de esta clase?". Responder a esta pregunta puede ser
sumamente útil para decidir qué material eliminar de tu plan de clases (antes de la clase)
y/o qué material saltarte (durante la clase) si estás corto de tiempo.
• Utiliza tus objetivos de aprendizaje para diseñar tu clase. Para cada una de las
actividades que realices en la clase, pregúntate: "¿Cómo contribuye esta actividad a ayudar
a mis estudiantes a internalizar las dos o tres cosas que me gustaría que internalizaran?
Como se indica en el capítulo 1, la transición de un aula física a una virtual representa una pérdida
en muchas dimensiones. Una forma tentadora de hacer frente a esta pérdida (o al menos de
adaptarse a ella) es tratar de reproducir lo que estabas haciendo en tu aula física al entorno en línea.
Esto es lo que hicieron los periódicos cuando hicieron la transición a la red, simplemente creando
versiones PDF de su producto impreso. Pero como describió Bharat Anand, "ese modelo
evolucionó donde ahora los editores han ampliado su público apoyándose en las ventajas
exclusivas de la tecnología digital: hacer que las noticias estén disponibles en cualquier momento
y lugar; crear un rico contenido multimedia; recurrir a una amplia gama de fuentes, además de los
periodistas del personal; conseguir lectores para que hagan comentarios y facilitar las
conversaciones entre ellos; y personalizar las fuentes de noticias".7
De la misma manera, la enseñanza efectiva virtual requiere ir más allá de la mera adaptación de la
experiencia presencial al aula en línea, y utilizar realmente las ventajas comparativas del medio en
línea. Para las clases virtuales en vivo, estas ventajas incluyen:
• Los estudiantes tienen más formas de contribuir en la clase, lo que potencialmente podría
llevar a un mayor rango de participación en tus sesiones. Ve la parte II para más detalles.
• Puedes estimular más fácilmente las interacciones entre los estudiantes que normalmente no
interactúan entre sí.
• Los estudiantes que no pueden salir de casa por alguna razón (enfermedad, tienen que cuidar
de alguien, etc.) pueden seguir asistiendo y participando en tu clase.
• Puedes grabar las clases más fácilmente para que los estudiantes puedan ver estas grabaciones
(en caso de que se hayan perdido la clase) o volver a verlas a su propio ritmo.
• Es más fácil invitar a otros (colegas, expertos, etc.) a que participen en tu clase, porque no
necesitan ir físicamente; simplemente pueden unirse en línea para participar en una parte de
la clase.
Si bien es importante que reconozcamos las ventajas comparativas del entorno en línea, también
es importante reconocer algunas de sus desventajas. Algunas de ellas -relacionadas con las
consecuencias humanas y emocionales de que tú y tus estudiantes no estén en el mismo espacio
físico- fueron reconocidas anteriormente en este libro. Me gustaría añadir cuatro más, derivadas
en parte de conversaciones con docentes y estudiantes:
• Es más fácil que los estudiantes se distraigan. Están a un solo clic de revisar su correo
electrónico, Facebook, Twitter, etc., y no tienes forma de saber si lo están haciendo.
• Es más difícil para ti "leer el aula" y captar las señales no verbales, y la comunicación a veces
puede perderse (en ambas direcciones).
• Para ti y para muchos estudiantes, aprender en línea es una experiencia relativamente nueva.
No hay normas establecidas desde hace mucho tiempo, como las que existen en un aula física.
• Hay más cosas que manejar en una clase virtual en vivo (y todo ello en una o dos pantallas),
y lleva un tiempo adaptarse a tener que manejar tantas cosas en un entorno diferente al que
estás acostumbrado.
Aplicando este principio a la enseñanza en línea
• Haz cosas para aprovechar las ventajas comparativas de las clases en línea, incluyendo:
o Aprovecha las muchas maneras en que los estudiantes pueden participar y contribuir a
una clase virtual.
o Evalúa la posibilidad de grabar las clases para los estudiantes que no pueden asistir.
o Considera la posibilidad de contar con invitados especiales para complementar y/o
enriquecer lo que los estudiantes obtienen en tu curso.
• Haz cosas para abordar las desventajas de las clases en línea, incluyendo:
o Ten un plan más detallado para tus sesiones virtuales. Es más difícil "improvisar" durante
la clase cuando estás en línea.
o Se más explícito en línea. Por ejemplo, cuando hagas una pregunta en la que pienses
dedicar algún tiempo a discutir o cuando des instrucciones antes de enviar a los
estudiantes a trabajar en grupo, es útil escribir la(s) pregunta(s)/instrucciones para que
todos los estudiantes puedan verlas.
o Establece normas. Es importante fijar normas sobre cómo esperas que los estudiantes
participen en tu clase en línea. Por ejemplo: ¿Cómo esperas que indiquen que les gustaría
hablar? ¿Esperas que usen su video? Ve la siguiente diapositiva como ejemplo para un
conjunto sencillo de normas para el comienzo de una clase, y más detalles en el capítulo
12.
o Simplifica o busca ayuda, si puedes. Hay mucho que manejar cuando se enseña una
sesión de clase virtual en vivo usando Zoom. Consulta el capítulo 12 para obtener más
detalles.
Figura 2.2. – Ejemplo de diapositiva que establece normas al principio de una clase
Fuente: Taller en línea "Sacando el máximo provecho de su experiencia de aprendizaje en línea" en la Universidad
de Harvard, organizado por Anastacia Kay, Dan Levy y Teddy Svoronos. Abril de 2020.
Si trabajas duro para enseñar bien, sabes mejor que nadie que la enseñanza no es simplemente un
talento natural. Por supuesto, el talento natural ayuda, pero es el compromiso de desarrollar
continuamente las diversas habilidades involucradas en el oficio de la enseñanza lo que creo que
hace la mayor diferencia. El punto puede parecer trivial, pero cuando escuchas expresiones como
"es una gran maestra", "lo que está haciendo no se puede hacer a gran escala" o "necesitamos
despedir a los malos maestros", te das cuenta de cuán arraigada está la noción de que eres bueno o
malo para enseñar y que esto es inmutable.
Aprender a enseñar en línea requiere desplegar las habilidades que ya tienes y desarrollar otras
nuevas. Tal vez debido a la sensación de urgencia con la que muchos de nosotros hicimos la
transición a la enseñanza en línea en el primer trimestre de 2020, vi a demasiados colegas acercarse
a ella con la sensación de que todo tenía que salir perfectamente el primer día. Este enfoque puede
proporcionarnos aspiraciones útiles, pero expectativas poco realistas. Cuando la Escuela de
Negocios de Harvard hizo la transición a la enseñanza a distancia en el primer trimestre de 2020,
los docentes se centraron inmediatamente en la creación de lo que llamaron un "Aula Mínima
Viable" (reflejando el término "Producto Mínimo Viable" que se utiliza a menudo en la industria
del software cuando se crea una nueva aplicación). Si bien trabajaron muy duro para crear una
primera clase virtual de alto nivel, sabían que no iba a ser su producto final. Y dado su compromiso
con la excelencia en la enseñanza y con la mejora continua, sin duda ofrecerán una mejor
experiencia de aprendizaje este otoño.
Esto me parece una buena manera de abordar tu jornada de enseñanza virtual: no todo saldrá
perfecto el primer día. Piensa en este proceso como el mismo que empleaste para desarrollar
cualquiera de las habilidades en las que ahora sobresales. Tu proceso óptimo probablemente será
diferente al mío, así que dudo en ofrecerte consejos, pero a continuación sugiero tres enfoques que
creo que podrían ser útiles para desarrollar tus habilidades de enseñar en línea.
• Practica mucho
o Es más fácil que nunca. ¡Todo lo que necesitas es una invitación a la clase de un colega
con un enlace de Zoom!
o Aprenderás mucho, sobre todo si puedes reflexionar con tu colega después de la sesión.
o Al asistir a una clase virtual, sabrás lo que se siente ser un estudiante en una sesión de
clase en vivo. Esto te ayudará a ver la necesidad de interacción y a identificar lo que te
parece efectivo y lo que no, desde la perspectiva un estudiante. Esto también te ayudará
a descubrir enfoques que ni siquiera habías considerado.
• Piensa en qué principios pedagógicos rigen tus prácticas de enseñanza y cómo aplicar o
promover mejor estos principios en tus clases virtuales en vivo.
• Los principios pedagógicos clave que inspiran las prácticas y consejos expuestos en este
libro son:
1Bruff, D. (2019). Intentional Tech: Principles to Guide the Use of Educational Technology in
College Teaching. West Virginia University Press.
2“The coronavirus allows us to reimagine the college experience” By Bharat Anand The Boston
Globe, Updated June 8, 2020, 3:01 a.m.
• Deslauriers, L., McCarty, L. S., Miller, K., Callaghan, K., & Kestin, G. (2019). Measuring
actual learning versus feeling of learning in response to being actively engaged in the
classroom. Proceedings of the National Academy of Sciences, 116(39), 19251-19257.
• Freeman, S., Eddy, S. L., McDonough, M., Smith, M. K., Okoroafor, N., Jordt, H., &
Wenderoth, M. P. (2014). Active learning increases student performance in science,
engineering, and mathematics. Proceedings of the National Academy of Sciences, 111(23),
8410-8415.
• Michael, J. (2006). Where's the evidence that active learning works? Advances in physiology
education.
• Prince, M. (2004). Does active learning work? A review of the research. Journal of
engineering education, 93(3), 223-231.
4 Doyle, Terry (2008). Helping students learn in a learner centered environment: A guide to
teaching in higher education. Sterling, VA: Stylus.
5
A Nobel Laureate's Education Plea: Revolutionize Teaching. Westervelt, Erich, April 14, 2016.
7
“The coronavirus allows us to reimagine the college experience” By Bharat Anand The Boston
Globe, Updated June 8, 2020, 3:01 a.m.