Violencia Obstétrica

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VIOLENCIA OBSTÉTRICA

BOUSOUARET BOUJEDDAINE-TSOULI, SANAA


RESUMEN

Comenzamos definiendo la VO como cualquier práctica que pueda causar daños a la madre
o al recién nacido. Esta surge cuando los hombres se “apoderaron” de la natalidad y las
mujeres perdieron el control de sus cuerpos; pero el término surge en los 60s al levantarse
feministas luchando por un parto humanizado y por los derechos de la mujer. Vamos a
dividirla en dos: psicológica y física, haciendo denotar una actitud de superioridad por parte
de los profesionales. A día de hoy vemos cómo se perpetúa por desconocimiento, por falta
de empatía o por egoísmo. Además, vamos a dar ejemplos de testimonios de parturientas
que no han sido informadas de los procedimientos, de anulación de la voluntad, faltas de
atención, etc; incluso veremos algunas consecuencias de algunas de las prácticas tanto para
la madre como para él recién nacido.

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo de revisión es dar visibilidad a la violencia obstétrica,


entender por qué surge este concepto y cuáles son las causas, mostrar, a través de
ejemplos, cuáles son aquellas prácticas que son consideradas como violencia obstétrica y
que están normalizadas en la práctica diaria y de este modo, entender las consecuencias
presentes en el periodo de post parto en la madre y en el recién nacido.

DESARROLLO Y DISCUSIÓN

1. ¿Qué es la violencia obstétrica y cuál es su origen?


Según la OMS, la violencia obstétrica es aquella que sufren las mujeres durante el embarazo
o el parto al recibir un maltrato físico, humillación y abuso verbal, o procedimientos médicos
coercitivos o no consentidos.

1.1 Contexto socio-cultural

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Con este apartado lo que se pretende es explicar el contexto socio-cultural en la época
donde surge la violencia obstétrica, dejando entender brevemente los motivos que puedan
haber llevado a su práctica. Para ello, hemos utilizado varios artículos que hablan desde
diferentes perspectivas, también utilizamos el libro “el Calibán y la bruja” de Silvia Federici,
donde relata y recoge importantes sucesos relacionados con nuestro tema y sobre todo nos
cuenta lo que han sufrido las mujeres durante la transición del feudalismo al capitalismo (1).

En la época feudal, las mujeres tenían gran conocimiento de plantas medicinales. Además,
hacían un importante papel como consejeras y enfermeras ya que controlaban la fertilidad
de las mujeres, asistían al parto y también podían provocar abortos (2). Desde el feudalismo
hasta la modernidad, las mujeres campesinas sufrieron una violenta persecución que hizo
que muchas de ellas terminasen quemadas o castigadas, fue un periodo conocido como la
caza de brujas. Los campesinos vivían una situación difícil debida a las limitaciones de
accesibilidad a las tierras, eso les llevó a intentar controlar la natalidad. Este suceso provocó
que las mujeres sanadoras se convirtiesen en brujas que tenían que ser castigadas ya que
suponían una gran amenaza tanto para la iglesia como para el estado (2).

En el llamado periodo caza de brujas, hubo grandes consecuencias negativas para las
mujeres, ya que estas últimas perdieron el control sobre su cuerpo y sobre todas las
prácticas y creencias que fuesen incompatibles con los fundamentos del capitalismo. Supuso
una depreciación hacia las sanadoras y eso favoreció la llegada de la medicina profesional y
de la obstetricia a cargo de varones y cirujanos (2). Además, a las mujeres no se les permitía
formarse en la universidad para su práctica. En el siglo XVII, aparecen los primeros hombres
matrones y poco a poco el estado se hace responsable de la competencia de la obstetricia
(3). En la edad moderna, los únicos autorizados a intervenir en todos los procesos
relacionados con el parto eran los profesionales de la medicina (4).

Con la llegada de la revolución industrial, entre la segunda mitad del siglo XVIII y XX, las
prácticas socio-sanitarias sufrieron ciertos cambios. El parto dejó de tener lugar en las casas
y se trasladó a los hospitales, eso le facilitó a los médicos tener más control. La inmovilidad,

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así como el uso de medicamentos como los anestésicos durante el parto, se convirtieron en
prácticas habituales, a partir del siglo XX (2).

Es a partir de 1960 cuando surge un activismo feminista, que lucha por la defensa del parto
humanizado y los derechos de las mujeres, destacando la importancia del bienestar
emocional de estas.(4). Finalmente, en 1996, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
reconoció que la violencia obstétrica es un problema de salud pública con importantes
dimensiones (5) pero, hasta 2014 no presentó una declaración oficial exclusiva para ello.

Todo esto nos ha llevado a destacar el término “Poder obstétrico” uno de los motivos por el
que se ejerce esta práctica y considera que la mujer es un ser ignorante, que sus
conocimientos son acientíficos, y que el poder lo tiene el profesional sanitario(2). Durante
muchos siglos, la idea de que las mujeres son destinadas a crear nuevos seres, que estas
deben sacrificarse por ello y pagar el precio por el placer sexual, lleva consigo la ejecución de
ciertas prácticas que impactan de manera negativa en la salud tanto de la madre como del
recién nacido (1).

2. ¿Qué es considerado violencia obstétrica? Ejemplos


La violencia obstétrica se presenta de diversas formas, existiendo numerosos ejemplos que
se incluyen dentro de esta práctica. Podemos dividirlos en dos grupos:

Violencia obstétrica psicológica:


- Críticas a la mujer si esta grita o se queja del dolor, así como insultos o palabras de
desprecio hacia la parturienta y uso de frases peyorativas y represivas (6).
- Ignorar a la embarazada , tanto a lo que trate de expresar, preguntas, etc. como a su plan
de parto (en caso de que sea posible seguirlo pero no se haga).
- Presión hacia la mujer sobre que no está haciendo bien el trabajo de parto, e incluso
amenazas de posibles daños al niño por su culpa.
- Prohibir a la mujer estar acompañada durante el parto (a no ser que sea necesario por
causas justificadas) (7).
- No aportar la información y ayuda necesaria a la madre sobre la lactancia materna (7).

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Violencia obstétrica física:
- Realizar procedimientos sin el consentimiento de la mujer (ocurre en un 27,3% de los
casos) (6) o sin que estén indicados. Algunos de estos procedimientos son: cesáreas,
episiotomías, inducciones, maniobra de Kristeller y de Hamilton, constantes tactos vaginales,
cortar el cordón umbilical antes de tiempo, no permitir realizar el “piel con piel” con el
recién nacido, etc. (8)
- Obligar a la mujer a parir en posición de litotomía, a pesar de que esta tenga otros deseos.

Se debe aclarar que la violencia obstétrica es la realización de estos procedimientos cuando


no están indicados, ya que hay determinados casos donde sí se deben realizar, y son
perfectamente válidos, no considerándose violencia.
De esta forma, vemos cómo realizar estos actos denota una actitud de superioridad por
parte del profesional que los realiza, así como una actitud paternalista y una imposición de
criterio y poder, suprimiendo la libertad de las mujeres.

3. Violencia obstétrica hoy en día


Es evidente que la violencia obstétrica sigue existiendo no solo en nuestro país, sino en todo
el mundo, estando algunos países más afectados que otros.
Además, y es importante tenerlo en cuenta, la práctica de esta violencia, así como la
medicalización del parto que hemos mencionado antes, representan factores perjudiciales
para la madre (9).
A pesar de que la violencia obstétrica no es nueva ha permanecido oculta durante mucho
tiempo y en la actualidad continúa siendo desconocida, invisibilizada y negada incluso por
profesionales de la salud. Estas prácticas se convierten en nuevos problemas a partir de la
toma de conciencia de los profesionales de la salud y las usuarias.
La VO ha sido derivada de sociedades patriarcales que neutralizaban esas prácticas y
comportamientos los cuales terminaron siendo asumidos por la sociedad incluyendo a los
profesionales de la salud y a las mujeres.
En la relación con las usuarias se estableció un trato jerárquico deshumanizador que ha
otorgado prioridad y poder a los profesionales de la salud por encima de las pacientes.

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Algunos estudios también señalan que podría estar asociado al síndrome de burnout
(desgaste profesional) entre profesionales del parto. También la falta de información y
formación que ha llevado a los profesionales de la salud a no poder identificar ni gestionar
estas prácticas a nivel físico y a nivel emocional, así como no ser capaces de empatizar con la
mujer.
En consecuencia a esto, muchos sanitarios emplean la violencia obstétrica en su beneficio
(salir antes del trabajo, acelerar un parto, no tener que “soportar” los gritos de la mujer,
etc.)., denotando una falta de empatía y/o de reflexión y conciencia.

En cuanto a la actualidad, en España, la violencia obstétrica está prohibida, ya que supone la


vulneración de los derechos humanos. No obstante, no existe una tipificación de tipo penal,
lo que dificulta que sea denunciada y visibilizada.
Por otro lado, y poniendo un ejemplo, en España el 25,3% de las mujeres (1 de cada 4), es
sometida a una cesárea durante el parto, cifra que supera las recomendaciones de la OMS,
poniendo de manifiesto la violencia obstétrica (10).
Si nos centramos en la visión de los profesionales, no todos la niegan. Hay muchos que son
conscientes de ella y opinan que es una necesidad desarrollar estrategias para acabar con
este tipo de violencia (11).
Hay estudios que avalan que es necesario cambiar el modelo obstétrico en la formación de
profesionales de la salud para que se conciencien de esta violencia institucional que ha
representado un abuso de poder por parte de las instituciones y de sus profesionales de la
salud hacia la autonomía de la mujer.

4. Percepción de la mujer que ha sufrido violencia obstétrica


A continuación incluimos diferentes testimonios de mujeres que han sufrido VO: (12)
1. “Quiero que me den las explicaciones a mí, que estoy aquí, y dar yo el consentimiento.
Porque vale, ella se lo explicaba a mi marido y todo lo que tú quieras, perfecto, ¡pero es que
es a mí! Y yo les decía: no, no lo quiero, bajo mi responsabilidad. Y ella [Ginecóloga] me
decía: “tú en estos momentos ya no puedes opinar, porque ya no tienes la cabeza en su sitio,
y ya no puedes opinar”. Y ahí fue, que la ginecóloga me apretó, muy fuerte, se me puso
encima [Kristeller] y me dijo: “yo te ayudo un poco, te lo empujo”.”

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2. “La sensación era de... una fábrica mecánica, era la sensación de que hasta ahora he
estado aquí de parto fatal, pero nadie ha venido a hablar conmigo durante horas, ni me han
preguntado quién era o cómo me encontraba, si era el primer parto o cuál era trayectoria, ni
nada, en ningún momento (...) y luego entraron todos juntos [muchas personas] para el
expulsivo, y no hubo nadie que estableciera contacto directo conmigo.
Esta chica [residente de ginecología] fue muy cortante, no te dejaba hablar, era como si vete,
vete, que tengo mucha gente que atender, fue… como sentirte un número más… el
sentimiento es como de culpabilidad por molestar.”

3. “El tacto que me hizo la ginecóloga, fue el tacto con menos “tacto” que me hicieron en
todo el día ¡Horroroso! Sin presentarse, entró en la habitación y me metió los dedos, sin
darme explicaciones, ni pedirme permiso. Empezaron a entrar muchos, yo no sabía ni quién
eran, enfermeras o no sé quiénes eran... en la habitación un momento entraron más de seis
personas, yo tenía las dos matronas, pero las otras no sé qué pintaban allí, nadie se
presentó. Me hicieron episiotomía y yo lo sé, porque mi compañero lo vio y después me lo
dijo. Yo lo he visto después escrito en los papeles, pero en ningún momento me avisaron
“ahora te estamos haciendo episiotomía”, ni antes, ni después, ¡no!”

5. Algunas consecuencias derivadas de esta práctica


Destacaremos, por su prevalencia e importancia, las de los siguientes procedimientos:
- Efectos adversos debidos a la maniobra de kristeller en la madre:, retención aguda de
orina durante el posparto (13), necesidad de episiotomías, dispareunia (dolor durante la
penetración vaginal) (14), desgarros y dolores perineales (15), etc.
- Efectos adversos de cesáreas realizadas por razones no médicas en la madre: mayor
riesgo de mortalidad (16), problemas en embarazos posteriores (16), disfunción del suelo
pélvico y satisfacción sexual alterada en el posparto (17), etc. Y en el recién nacido: muerte
fetal (17), parto prematuro (17), morbilidad neonatal (17), alteración de la fisiología
neonatal (17), desarrollo inmunitario alterado (17), etc.
- Consecuencias psicológicas: trastorno de estrés postraumático (TEPT) en el posparto (18),
depresión posparto (19), etc.

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6. Conclusiones
En conclusión, hay que seguir luchando para visibilizar la violencia obstétrica no solo para los
profesionales de la salud sino también para las usuarias para que puedan defender sus
derechos de tener un parto digno y voluntario en todos los sentidos. y conseguir así que
todos seamos conscientes de los perjuicios que está práctica puede acarrear en la salud de
la madre y del bebé.

7. Bibliografía
(1) Federici S. Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Yala; 2016.
(2) Machado MA. ¿Cómo parimos? : de la violencia obstétrica al parto humanizado. 2014
[cited 2022 Apr 22]; Available from:
https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/handle/20.500.12008/5318
(3) Ramírez A. La violencia obstétrica: propuesta conceptual a partir de la experiencia
costarricense. Cuadernos Intercambio sobre Centroamérica y el Caribe. 2014;11:145–69.
(4) Bellón Sánchez S. La violencia obstétrica desde los aportes de la crítica feminista y la
biopolítica Obstetric Violence from the Contributions of Feminist Criticism and Biopolitics
[Internet]. Unirioja.es. [cited 2022 Apr 21]. Available from:
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5106936.pdf.
(5) Belli F. La violencia obstétrica: otra forma de violación a los derechos humanos. Revista
Redbioética/UNESCO. 2013;1(7):25–34.
(6) Da-Silva-Carvalho I, Santana-Brito R. Formas de violencia obstétrica experimentada por
madres que tuvieron un parto normal / Formas de violência obstétrica vivenciadas por
puérperas que tuvieron parto normal / Forms of obstetric violence experienced by mothers
who had normal birth. Enferm. glob; 2017. Available from:
http://revistas.um.es/eglobal/article/view/250481.
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(8) Mena-Tudela D, Iglesias-Casás S, González-Chordá VM, Cervera-Gasch Á, Andreu-Pejó L,

8
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from: http://dx.doi.org/10.3390/ijerph17217726.
(9) Freire Barja N, Luces Lago AM, Mosquera Pan L, Tizón Bouza E. Prevención y detección de
la violencia obstétrica. ¿Una necesidad en los paritorios españoles? / Prevention and
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Available from: https://medes.com/publication/115088.
(10) Santos Carer AM, Bezerra da Costa MS, Costa Maia Monteiro V, Da Costa Belarmino A,
De Oliveira Cavalcante K, Rodrigues Ferreira Junior A. Experiencias de puérperas sobre
violencia obstétrica en la perspectiva fenomenológica / Experiences of puerperas on
obstetric violence in the phenomenological perspective. Rev. cuba. enferm; 2021. Available
from: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864- 03192021000100006
(11) Leal SYP, Lima VLA, Da Silva AF, Soares PDFL, Santana LR, Pereira A. Percepção de
enfermeiras obstétricas acerca da violência obstétrica / Perception of nurse midwives on
obstetric violence / Percepción de enfermeras obstetrices acerca de la violencia obstétrica.
Cogit. Enferm. (Online); 2018.).

(12) Llobera Cifre, R. (2019). Violencia obstétrica: la perspectiva de las mujeres que la han
sufrido, en Investigaciones feministas 10.1, 167-184.

(13) Pifarotti P, Gargasole C, Folcini C, Gattei U, Nieddu E, Sofi G, et al. Acute post-partum
urinary retention: analysis of risk factors, a case-control study. Arch Gynecol Obstet
[Internet]. 2014 [cited 2022 Mar 28];289(6):1249–53. Available from:
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(14) Sartore A, De Seta F, Maso G, Ricci G, Alberico S, Borelli M, et al. The effects of uterine
fundal pressure (Kristeller maneuver) on pelvic floor function after vaginal delivery. Arch
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9
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