Poemas de Un Joven Que Quiso Ser Otro
Poemas de Un Joven Que Quiso Ser Otro
Poemas de Un Joven Que Quiso Ser Otro
George Yúdice
Emory University
Este espacio virgen, versión poética del inconsciente, admite todos los
posibles -
Por fin, se emplean juegos de palabras afínes a los del dadaísmo pero
derivados de la poesía bufa y los cantos populares:
juegos que - en los poemas de amor y los del misterio indio- se asemejan a los
ejercicios lúdicos de Huidobro y Girondo.
El humor y lo infantil coinciden en la poesía «chinfónica» donde
predomina la rima juguetona y arbitraria. Respecto de la «Chinfonía
burguesa,» escrita en colaboración con José Coronel Urtecho, Pasos dice:
sino que se emplea un tipo de humor escolar, de joven que deriva sus temas
yjuegos poéticos de lo aprendido en la escuela. En contraste con poetas de
erudición como Borges o Paz, Pasos recurre a conocimientos adquiridos en la
escuela y el periódico. Así pues, algunos de sus poemas de viajes rezan como
lecciones de geografía y geología:
Cabe, por fin, comentar la serie temática de poemas que giran en torno
de otra alteridad, el indio, el «humus humano. » ¿Cómo comprender al indio,
ese otro, si, precisamente, lo otro es lo que rehuye ser comprendido? Pasos se
dirige a esta problemática en un poema de forma sencilla pero que expresa la
paradoja insoluble del intento de penetrar la otredad. Así como Cristo, el otro
por excelencia, es todos nosotros, el indio, para Pasos «Es un español todo
indio,/un indio todo español» («Villancico indio,» pág. 96):
Es un español o un indio?
Es un indio como yo,
español como todo indio,
tan español como vos.
Así como el ser casi arbóreo de la verdulera hace posible el acceso, para
el indio-otro, al misterio de la ausencia matriz, el símbolo del árbol, frecuente
en la obra de Pasos, arraiga al poeta - también un otro - en la otredad de la
naturaleza (el «terreno»):
Tal vez me atrae el parpadeo de tus hojas
o el torso firme de tu tallo, o el misterioso
agarre de tu raíz en la entraña del terreno.
(«Palo mudo,» pág. 117)
Es el dolor entero.
No pueden haber lágrimas ni duelo
ni palabras ni recuerdos,
pues nada cabe ya dentro del pecho.
(...)
Las vidas de los que quedan están con huecos,
tienen vacíos completos,
como si se hubieran sacado bocados de sus cuerpos.
Asómate a este boquete, a éste que tengo en el pecho,
para ver cielos e infiernos. ( . . . )
He aquí la ausencia del hombre, fuga de carne, de miedo,
días, cosas, almas, fuego.
Todo se quedó en el tiempo. Todo se quemó allá lejos,
(pág. 153)
NOTAS
No había que buscarla en las cartas del naipe ni en los juegos de la cabala.
En todas las cartas estaba, hasta en las de amor y en las de navegar.
Todos los signos llevaban su signo.
Izaba su bandera sin color, fantasma de bandera para ser pintada con
colores de sangre de fantasma,
bandera que cuando flotaba al viento parecía que flotaba el viento.
Iba y venía, iba en el venir, venía en el yendo, como que si fuera viniendo.
Subía, y luego bajaba hasta en medio de la multidud y besaba a cada
hombre.
Acariciaba cada cosa con sus dedos suaves de sobadora de marfil.
Cuando pasaba un tranvía, ella pasaba en el tranvía;
cuando pasaba una locomotora, ella iba sentada en la trompa.
Pasaba ante el vidrio de todas las vitrinas,
sobre el río de todos los puentes,
por el cielo de todas las ventanas.
Era la misma vida que flota ciega en las calles como una niebla borracha.
Estaba de pie junto a todas las paredes como un ejército de mendigos,
era un diluvio en el aire.
Era tenaz, y también dulce, como el tiempo.
POEMA A PIE
Qué actitud, qué gallarda pose original se puede tomar ante la proximidad
de este poema?
Te lo pregunto a ti, ¡oh hábil diseñadora de nuevas sonrisas!, la única
que puede ofrecerme en un plan de cinco minutos la más conveniente
arquitectura de mi genio actual.
Decían los maestros chinos de la dulce poesía
que el poeta quedaba enfermo y ojeroso después del trance amargo;
pero yo te suplico, bondadosa musilla de ojos ingenuos que no hagas que mi
miel sea elaborada a costa de mi sangre, porque mucha sangre se ha
desperdiciado últimamente y andan escasos de leche los pechos de las madres.
Un poema que sale a pie, y como está inédito, yo le digo: Hasta que te vea te
creo,
pretendo primero, sacudirme de encima estas alas de ángel que me agobian,
a ver si botando toda esa pluma quedo con la ternura virginal del pollo o
siquiera con algo de ese equilibrio inestable de lo que da risa, tan lleno de
emoción y de lágrimas como el cristal que ya va a caer y no cae, pero que sabe
que ya va a caer.
CANCIÓN DE CAMA
PERRITO
- Una mujer con cola debe ser algo así como un perrito con naguas -
La nariz de este perro es tierna como un confite
y húmeda como la de un niño con catarro.
SOLSTICIO
Un sol de paz
suspenso
mira pasar
a un sol de guerra.
Lo aplaude.
- pla, pla, pla, pla -.
Ambos se miran.
Sus sonrisas calladas
caen en los solares
con el silencio peculiar
de la luz.
El sol de paz
hincha sus cachetes
y el sol de guerra
saca la lengua.
- pla, pla, pla, pla -.
PASIÓN Y MUERTE
PATIBULO
LIEBPOSTAL
CEMENTERIO
NOTA BIBLIOGRÁFICA