Cognición Social - Trabajo de Psicología

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1) Comportamiento social, definición y teorías explicativas

Para definir el comportamiento social, lo haremos desde dos perspectivas distintas,


una psicológica y una sociológica, esto con el fin de evidenciar como cada una de estas
ciencias definen, entienden y estudian las conductas de los individuos que conforman una
población, ya que no existe una definición universal sobre lo que supone la conducta social.
Debemos tener en cuenta que este ha sido un tema de interés de ambas ciencias desde el
origen se las civilizaciones, es por tal motivo que se considera importante definirlo desde
los dos aspectos anteriormente nombrados.

La conducta o comportamiento social, desde una perspectiva sociológica, se define


como, el proceso mediante el cual actuamos y reaccionamos ante lo que nos rodea. Muchos
aspectos aparentemente triviales de nuestro comportamiento cotidiano, una vez analizados,
revelan complejos e importantes aspectos de la interacción social. Mirar fijamente puede
ser un ejemplo. En la mayor parte de las interacciones el contacto visual es bastante fugaz.
Mirar fijamente a otra persona podría interpretarse como signo de hostilidad o, en ciertas
ocasiones, de amor. El estudio de la interacción social es un área fundamental de la
sociología que esclarece muchos aspectos de la vida social.

Con frecuencia, la conducta social se puede estudiar de un modo revelador


aplicando el modelo dramatúrgico, es decir, analizando la interacción social como si los
que participan en ella fueran actores en un escenario, con sus decorados y su utilería. Como
en el teatro, en los distintos contextos de la vida social suelen existir distinciones claras
entre las regiones delanteras (el propio escenario) y las traseras, donde los actores se
preparan para la representación y donde se relajan después. Cada individuo juega un papel
o rol social dentro de la sociedad donde se desenvuelve. Los roles sociales son las
expectativas, definidas socialmente, que tiene un individuo que ocupa una determinada
posición o situación social. Toda interacción social está localizada en el tiempo y en el
espacio. Podemos analizar cómo nuestra vida cotidiana está "zonificada" en el tiempo y en
el espacio, fijándonos a la vez en de qué manera tienen lugar las actividades durante
períodos concretos que, a la vez, suponen movimientos espaciales.
Una vez que hemos definido el comportamiento social desde un punto de vista
sociológico, ahora lo haremos desde un aspecto psicológico, esta lo define como el
conjunto de acciones de un individuo que van dirigidas a la sociedad en su conjunto o hacia
los miembros de su misma especie. Existen diferentes teorías sobre su origen, pero en
general los investigadores están de acuerdo en que tienen componentes tanto genéticos
como sociales. Pensadores como Aristóteles creían que comprender y mejorar la conducta
social era algo fundamental para poder convivir en armonía. Por ello, los primeros filósofos
reflexionaban sobre aspectos como la ética y la política, que no eran más que disciplinas
dedicadas a mejorar el comportamiento y la convivencia de las personas. Por otro lado, se
debe tomar en cuenta que la cultura ejerce una enorme influencia en nuestras actitudes y
comportamientos, por ese motivo se considera que para estudiar las conductas sociales es
necesario hacerlo en relación con las normas y los valores propios de la cultura en la que se
dan. Existen diversas teorías explicativas sobre la naturaleza y las características de la
conducta social entre las cuales tenemos:

 Teoría de la influencia social


 Teoría del condicionamiento clásico
 Teoría del condicionamiento operante
 Teoría del aprendizaje vicario
 Teoría Sociocultural.

2) Teorías, tipos y normas

Como ya se ha descrito anteriormente existen diversas teorías que explican la


conducta social, las más importantes de estas son:

a) Teoría Influencia Social: Esta teoría defiende la idea de que cuando convivimos en
sociedad, es inevitable que influyamos sobre el comportamiento de otras personas y
ellas lo hagan sobre el nuestro. Esta influencia social se crea mediante diferentes
fenómenos, como la persuasión, la obediencia, la conformidad a las normas y el respeto
a las tradiciones. Aunque la influencia social puede aparecer de muchas formas, dos de
los tipos más comunes son la influencia informativa y la normativa. En el primer caso
un individuo cambiará su conducta o manera de pensar porque los argumentos de otros
le han convencido. Por el contrario, en el segundo modificará sus acciones solamente
para no perder la aprobación del grupo.
b) Teoría de Condicionamiento Clásico: El condicionamiento clásico es una de las
principales fuerzas detrás de la influencia social. Nuestros comportamientos se ven
modificados en gran medida porque asociamos de manera inconsciente fenómenos que
en realidad no guardan relación entre sí. Esto puede acabar cambiando nuestra forma de
actuar en sociedad de muchas maneras distintas. Iván Pávlov afirma que a un estímulo
le corresponde una respuesta innata, pero sostiene que, si ese estímulo es asociado a
otros eventos, podemos obtener un comportamiento diferente. Según Pávlov, a través de
estímulos inducidos se pueden cambiar las conductas de las personas.
c) Teoría de Condicionamiento Operante: Desarrollada por B. F. Skinner, el
condicionamiento operante es una manera de aprendizaje a base de recompensas y
castigos. Este tipo de condicionamiento sostiene que si la conducta trae consigo una
consecuencia, ya sea de premio o castigo, la consecuencia de nuestra conducta nos
llevará al aprendizaje. Este condicionamiento se estudia frecuentemente durante el
aprendizaje en edades tempranas del desarrollo (como la infancia), pero es capaz de
explicar muchas otras conductas. Por otro lado, se puede destacar que
el condicionamiento operante juega un papel fundamental en la formación de nuestra
conducta social. Los refuerzos y castigos que recibimos por parte de nuestros
semejantes tienen una enorme influencia sobre nuestros comportamientos y nuestra
forma de pensar.
d) Teoría de Aprendizaje Sociocultural: Esta hace énfasis en la interacción de los
jóvenes con el entorno que los rodea, entendiendo al desarrollo cognoscitivo como el
resultado de un proceso multicausal. Lev Vygotsky fue uno de los primeros psicólogos
en preocuparse por la conducta social. Este autor se centró en estudiar los aprendizajes
llevados a cabo por los niños y adolescentes como consecuencia de su interacción con
las personas de su entorno. Según Vygotsky, los niños nacen siendo prácticamente una
“pizarra en blanco”, sin normas sociales ni moral propia. Sin embargo, a lo largo de los
años sus interacciones con otras personas y la observación de otros individuos les llevan
a internalizar las normas propias de la cultura en la que viven.
e) Teoría de Aprendizaje Vicario: Es el proceso que se da cuando se produce un cambio
de conducta o de pensamiento en una persona cuando esta observa a otra. Generalmente
se da al imitar los comportamientos de un modelo, pero también puede ocurrir cuando
el individuo observa las consecuencias de las acciones de otra persona.
Así como existen teorías que explican el comportamiento social, también existen
normas que se deben seguir según el ambiente donde nos encontremos. Uno de los aspectos
más importantes para comprender el comportamiento social es entender las normas que lo
rigen en diferentes contextos. Cada cultura tiene una serie de normas universales, y otras
que solamente son válidas para un entorno en concreto, entre las normas que rigen el
comportamiento social podemos encontrar:

a) Normas sociales en el hogar: La mayoría de familias se rigen por una serie de normas
implícitas y explícitas que regulan el comportamiento de sus integrantes. Aunque
algunas pueden variar en función de cada caso, muchas de ellas son universales dentro
de una misma cultura.
b) Normas sociales en el trabajo: El entorno laboral es uno de los escenarios en el que
más normas sociales existen. Dentro del mundo de la empresa, existen multitud de
expectativas que es necesario cumplir para conseguir la aprobación de las personas de
nuestro alrededor. Por ejemplo, en la mayoría de los entornos de trabajo existe una
jerarquía muy clara, teniendo que acatar los individuos que están más bajos en la misma
las opiniones, ideas y órdenes de sus superiores. Además, suelen existir códigos de
conducta muy estrictos que regulan aspectos como la vestimenta o las horas a las que es
necesario trabajar, descansar o comer.
c) Lugares públicos: En relación a los lugares públicos las conductas que se consideran
aceptables varían enormemente entre las diferentes culturas que existen entre los
diversos paises. Por ejemplo, en países como España o Colombia mostrar afecto en
público es algo completamente normal; pero en otros lugares como Europa del Este o
Asia algo tan común como que dos personas se besen en público se considera motivo de
escándalo. Lo mismo sucede con muchos otros aspectos del comportamiento social en
lugares públicos. Así, cada país y cultura tienen diferentes normas sobre qué es
adecuado hacer delante de otras personas.
Tipos de conductas sociales

Es importante también señalar que existen muchas clasificaciones distintas para


categorizar todos los tipos de conducta social que existen. Una de las clasificaciones más
conocidas es la que divide los comportamientos en función de su relación con las normas
de la sociedad en la que se dan:
a) Conducta social o positiva: Las conductas positivas o sociales son aquellas que van a
favor de las normas de convivencia presentes dentro de la cultura en la que se dan.
Ejemplos de comportamientos positivos serían ceder el asiento a las personas mayores
dentro del transporte público, o mirar a los dos lados de la calle antes de cruzar una
carretera.
b) Conducta asocial: Estas serían propias de aquellas personas que evitarían el contacto
con otros individuos y que no seguirían las normas de su cultura, pero tampoco
interferirían de ninguna manera con las vidas de los demás. Generalmente se daría en
casos en los que el individuo se encuentra aislado y evita participar en encuentros
sociales.
c) Conducta parasocial o desviada: Serían aquellas que rechazan los valores y
costumbres presentes en una cultura determinada, pero que no provocan daños al resto
de integrantes de la misma. Estas conductas generarían reacciones como rechazo o
malestar hacia las personas que las llevan a cabo.
d) Conducta antisocial u ofensiva: Este último tipo de conducta sería aquella que ataca
directamente los valores y tradiciones de la sociedad en la que aparece. Los
comportamientos de este tipo irían en contra del bienestar del resto de habitantes de la
sociedad, por lo que tenderían a ser sancionados con gran dureza. Generalmente, la
mayoría de delitos son ejemplos de la conducta antisocial.
3) Conducta social frente a el aprendizaje en los estudiantes

Las conductas sociales tienen relación con los procesos que son aprendidos y
fortalecidos en el ámbito social y también cultural, por lo que forma parte fundamental de
la socialización y desarrollo del ser humano, así que, se establece una conducta frente a las
personas y el entorno en el que se encuentran. Cuando hablamos del estudiante y su
aprendizaje es fundamental analizar y conocer las conductas de los individuos, para así
generar una convivencia armónica, sin distinción o exclusión en el entorno académico, ya
que esta juega un papel importante el desarrollo del estudiante, teniendo influencia en la
manera en la que se relacionan, y sus actitudes.

Gracias a la conducta social se logra identificar cuáles son las principales


necesidades en el aprendizaje, todo esto se abarca desde un punto de vista cognoscitivo, a
partir de las necesidades básicas, las cuales les permite conseguir conocimientos y
habilidades indispensables para desarrollar las capacidades de lectura, expresión oral,
escritura, y el resolver problemas, también lo que es el aprendizaje permanente, los cuales
son los conocimientos teóricos y prácticos, los valores y las actitudes.

Así pues, mediante un mayor desenvolviendo social, el estudiante podrá realizar


diversas actividades, desarrolladas por medio de la formación en niños y jóvenes, todo de
una manera integral, proporcionando una capacidad de independencia, siempre teniendo en
cuenta sus competencias y el entorno social, logrando fomentar la convivencia entre el
estudiante, el maestro y la sociedad, y brindando así herramientas necesarias para que los
estudiantes disfruten de una educación de calidad.

4) Bases de la conducta social

Son aquellas dadas o adquiridas por el hombre a través de la socialización permanente


en un área de convivencia, es decir, se adquieren con el convivir en una población
determinada donde se internaliza su cultura, el ambiente e intercambio social . Estas bases
de la conducta social se van formando en el individuo desde niño, a medida que se adapta al
ambiente donde está creciendo, de ahí el aprendizaje de la cultura y su forma de
socialización.
Claro está que estas bases influyen directamente en el comportamiento del individuo y
por ende en su personalidad. En primer lugar la cultura como modelo conductual pues el
individuo crece adaptándose y aprendiendo los patrones culturales de esa sociedad, sus
creencias valores y costumbres.
En segundo lugar, la influencia social; pues es necesario para el desenvolvimiento como
trato y comunicación del individuo con las personas que conviven con él y el resto de esa
población donde hace vida. La conducta del individuo se desarrolla o se moldea de acuerdo
al ambiente social en el que convive, y puede ser remodelada a medida que haya adaptación
con otros ambientes de socialización como por ejemplo: el colegio, el trabajo, el
matrimonio, servicio militar, migración a otra ciudad o país, entre otras.

Y en un tercer lugar tenemos el medio ambiente, el cual es muy importante también, ya


que causa un fuerte impacto en el desarrollo de la conducta, de la personalidad y de la
forma o capacidad de relacionarse. El medio ambiente no es más que el espacio físico
donde crece y convive el individuo la mayor parte del tiempo, bien sea un barrio,
urbanización, pueblo, casa, rancho, mansión; todas estas diferencias también conllevan
diferencias en hábitos, valores y culturas, muy determinantes como base de la conducta
social humana. Así como también la cantidad de personas con la que convive, pues no es
igual convivir en un ambiente muy poblado con una familia numerosa donde se comparten
e intercambian muchas ideas y aprendizaje, a un ambiente solitario o poco poblado.

5) Cognición social y bases neurales

La cognición social, se considera una poderosa herramienta para comprender las


relaciones sociales que tenemos a lo largo de nuestra vida, pues alude a la forma en
como pensamos sobre los demás. Es decir, se refiere al conjunto de procesos u
operaciones mentales que subyacen a las interacciones sociales, de esta manera, a
través de estas operaciones mentales conseguimos percibir, interpretar, analizar,
recordar y generar respuestas ante las intenciones, emociones y comportamiento s de
otras personas; implicando así una clara referencia a cómo pensamos acerca de
nosotros mismos y de los demás, y a cómo le damos sentido a la información recibida,
generando a su vez respuestas en el marco de las relaciones sociales e interpersonales.
Se puede decir en este sentido, que la cognición social es la forma en que gestionamos
la información social que recibimos y experimentamos cada día, éstas a su vez, son la
que guían nuestros pensamientos y conductas en las interacciones sociales posterior es.
Este se puede considerar como un proceso de aprendizaje continuo, iniciando con la
captación de la información a través de nuestros sentidos, para luego ser interpretada y
teñida por nuestras emociones, y posteriormente almacenada en nuestra memoria;
moldeando de esta manera la forma en como reaccionaremos o actuaremos en
situaciones que se nos presenten a futuro, dado que de cierta forma podremos predecir
el actuar o pensar de las personas; por ejemplo, una correcta interpretación de la
expresión facial debería llevar a una precisa predicción de la respuesta de otros sujetos y a
una adecuada preparación para la correcta respuesta. De esta manera, en las interacciones
sociales, conocer lo que otras personas piensan y sienten puede suponer una ventaja
enorme para desenvolvernos en ese contexto.

 Bases neurales
Se distinguen cinco grupos de procesos que permiten entender la cognición social:

 La teoría de la mente (TdM): Es la habilidad que tenemos para reconocer que


otros individuos poseen un estado mental que podría ser distinto al propio; es la
capacidad para intuir el punto de vista del otro (“sé lo que sabes”) y hacernos una
idea de su estado emocional (“adivino lo que sientes”). Dicho de un modo más
sencillo, es la habilidad de “leer la mente” e incorporar ese conocimiento a la
génesis de nuestros comportamientos. Conductas como la compasión o la
solidaridad no se pueden entender sin el concurso de esta capacidad para dejarnos
influir por el contenido mental de otras personas, por su sufrimiento, por sus
anhelos o por su hostilidad.
 La percepción social: es la capacidad para identificar roles, reglas y contexto
social, basándose fundamentalmente en procesos perceptivos que nos dirigen la
atención hacia las señales sociales clave (pistas verbales y no verbales) y nos
ayudan a interpretar adecuadamente las situaciones. Por ejemplo, una adecuada
capacidad de percepción social nos permite inferir si estamos envueltos en una
situación de intimidad o en una situación formal.
 El conocimiento social: Se refiere a la conciencia y conocimiento que tienen las
personas de los roles, reglas y objetivos que caracterizan una situación social. Es lo
que nos ayuda a saber cómo actuar y cuál es nuestro rol en un determinada situación
(por ejemplo saber cómo actuar en una biblioteca, en la consulta de un médico o en
un restaurante). Estos dos procesos, percepción y conocimiento social están muy
ligados.
 El sesgo atribucional: Es el proceso psíquico por el que las personas atribuimos
causalidades a los eventos que nos acontecen, ya sean positivos o negativos. Las
personas tendemos a hacer atribuciones internas o externas. Las atribuciones
internas son aquellas en las que las causas de los eventos se buscan dentro de uno
mismo; por el contrario hablamos de atribuciones externas cuando las causas se
atribuyen a circunstancias ajenas a la persona. Este dominio se estudia
habitualmente dentro del concepto de personalidad, ya que las atribuciones que
realizamos están sujetas al conjunto de características que nos definen. Por ejemplo,
una persona narcisista generalmente tiende a atribuirse a sí misma los éxitos
(atribución interna), mientras que los fracasos los atribuirá a las circunstancias
(atribución externa). Una persona paranoide tenderá a buscar atribuciones externas
de manera particularmente activa.
 Empatía: se refiere a la generación de una respuesta emocional en el observador a
situaciones que afectan a otros sujetos. Esto puede corresponder a la mima emoción,
en cuyo caso, el fenómeno se conoce como resonancia afectiva. Si la respuesta
corresponde a otro sentimiento diferente, como enojo cuando se ve la humillación
pública de una persona. Es componente esencial de la experiencia emocional
humana y la interacción social porque cuando se comprende un estado mental
observado y se generan respuestas afectivas, puede existir comportamientos
prosociales y cooperativos.
Este a su vez se encuentra en gran relación con lo que es el procesamiento
emocional, el cual es la capacidad de percibir, reconocer y entender las emociones
propias y ajenas a partir de la información de la expresión facial, del tono de la voz,
la postura corporal, los gestos, etc. Esto nos ayuda es en el facilitar el
reconocimiento de las emociones, su comprensión, y el manejo de la misma,
influyendo así en la forma en que pensamos y actuamos.

6) Importancia de la percepción y la cognición social.


La percepción como punto de vista se relaciona intrínsecamente con las sensaciones y las
emociones, y de manera también especial con los sentidos de la persona, que es por los
cuales cada persona tiene la capacidad de recibir estímulos desde el exterior e incorporarlos
como sensaciones, Es decir, es el proceso cognitivo que nos permite interpretar nuestro
entorno a través de los estímulos que captamos mediante los órganos sensoriales. La
percepción es importante ya que es un proceso complejo que nos permite relacionarnos con
el mundo que nos rodea y así tener presente el poder distinguir o presentir lo que pueda
pasar, es un idea creada internamente, ante el entorno que se nos presente dado por las
sensaciones que se perciben en dicho sitio uno puede sentir si son sentimientos negativos o
positivos, se puede considerar como un sistema de alarma, dado que nos puede poner de
ante mano que es lo a lo que nos podemos enfrentar.

Por otra lado tenemos la cognición social, la cual es importante por el hecho de que
podemos comprender tanto las emociones de nosotros mismos como el de las otras
personas, teniendo en consideración la empatía ante los demás, mediante la observación y
ser condescendiente, es decir, para tener un excelente resultado en cómo puedes captar las
actitudes y posturas de una persona es importante tener en claro en primera instancia, que la
observación amerita mucho crédito para obtener el mismo. La cognición social podría
considerarse una herramienta para la obtención de información ante las emociones de un
individuo y darle quizá un inicio a que se desempeñe sin restricciones o ataduras mentales,
que pueda ser sí mismo sin juzgarse o ser juzgado, porque ya lleva una seguridad ante sí
mismo para cualquier situación que se le pueda presentar.

De esta manera, el conocer lo que otras personas piensan o sienten constituye una
enorme ventaja para desenvolvernos correctamente y para crear vínculos que favorezcan
nuestro bienestar y supervivencia. Así, gracias a un buen funcionamiento de la cognición
social somos capaces de intuir si en una situación determinada una persona se ha podido
sentir triste o alegre, ponernos en su lugar, saber si le hemos molestado, si se siente atraída
y anticipar qué puede estar pensando o cómo reaccionará ante algo que queremos decir o
hacer.

7) Actitudes y valores sociales


 Actitud
La actitud es una tendencia psicológica que se expresa mediante la evaluación de una
entidad u objeto concreta, con cierto grado de favorabilidad o desfavorabilidad (Eagly y
Chaiken). La actitud se trata de un estado interno de la persona, por lo tanto, no es una
respuesta manifiesta y observable. Se concibe como algo que media entre los aspectos del
ambiente externo (estímulos), y las reacciones de las personas (respuestas evaluativas
manifiestas).

En otras palabras las actitudes son predisposiciones a actuar, aprendidas, más o


menos estables, dirigidas a un objeto, persona o situación, organizadas de una forma
estructurada y con unos elementos relacionados entre sí, de tal forma que el cambio de uno
de ellos influye en los demás. Estas tienen una dirección o sentido, no pueden observarse
directamente, sino que se trata de construcciones hipotéticas que han de basarse en
expresiones verbales o en comportamientos manifiestos. El concepto de actitud resulta útil
para analizar los factores que en una determinada sociedad plasman las actitudes y el
comportamiento en unas direcciones particulares.

Las respuestas o componentes de la actitud

El estado psicológico interno que denominamos actitud, se manifiesta a través de


respuestas observables que tradicionalmente se han clasificado en tres categorías:
cognitivas, afectivas y conativo-conductuales. Si bien lo que caracteriza a la actitud es la
evaluación, ésta se puede manifestar a través de tres vías diferentes que coexisten y aluden
siempre a un único estado interno. Esta coexistencia, y por ende, la complejidad interna que
dicho estado supone es la razón por cual también se hable de aquellas vías de expresión
como de los elementos o componentes de la actitud.

 Componente cognoscitivo o perceptivo: Consiste en las convicciones, ideas,


creencias y conocimientos del individuo relativas al objeto de la actitud. Es
valorativa e implica la atribución de ciertas cualidades al objeto. Los
conocimientos más críticos incorporados al sistema de las actitudes son las
convicciones de índole valorativa, que implican la atribución de ciertas
cualidades.
 Componente afectivo o sentimental: Son las emociones vinculadas al objeto.
Esta carga emotiva es lo que da a las actitudes su carácter duradero, estimulante
y motivado. Comprende el sentimiento de agrado o desagrado, positivo o
negativo, a favor o en contra del objeto de la actitud.
 Componente conductual, comportamental o reactivo: Es la disponibilidad de
intenciones o acciones con respecto al objeto, abarca tanto las predisposiciones
de conducta como sus acciones respecto al objeto de la actitud. Si un individuo
tiene actitud positiva para con un objeto determinado, estará dispuesto ayudar, a
favorecer o sostener el objeto; si tiene una actitud negativa estará dispuesto a
hacer daño, destruir o a acabar con el objeto.

Cada uno de estos tres componentes de la actitud puede variar de valencia y de


grado de complejidad, de manera que para describir una actitud es necesario proceder a una
medición cuantitativa de esa valencia. Por ejemplo si una persona piensa en un objeto como
un bien supremo, el componente cognoscitivo de la actitud será muy favorable, pero si
piensa que dicho objeto puede ser el peor de sus males, el componente cognoscitivo será
muy desfavorable.

Así, las actitudes sociales, se caracterizan por la consistencia en la respuesta a


objetos sociales y, es esta consistencia la que facilita el desarrollo de sistemas integrados de
actitudes y valores que los individuos utilizamos para determinar qué tipo de conducta
realizaremos al enfrentarnos a cualquier amplia gama de situaciones posibles. Estos
sistemas nos permiten interpretar y evaluar los hechos, son fuentes de interpretación y
acción que nos ayudan a reducir la ambigüedad y la confusión. Pueden también ser
concebidos como estilos de percepción aprendidos a través de los cuales aprehendemos la
“realidad”.

 Valores

Los valores son aquellos principios virtudes o cualidades que caracterizan a una
persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran
importancia para un grupo social. También se describen como cualidades que se destacan
en cada individuo y que, a su vez, le impulsan a actuar de una u otra manera porque forman
parte de sus creencias, determinan sus conductas y expresan sus intereses y sentimientos.

En su teoría general de los valores humanos Schwartz (2001) los define como
metas deseables y transituacionales, que varían en importancia, que sirven como principios
en la vida de una persona o de otra entidad social. De esta definición, se deduce que los
valores:

 Sirven a los intereses de alguna entidad social


 Pueden motivar a la acción, dándole dirección e intensidad emocional;
 Funcionan como criterios para juzgar y justificar la acción
 Se adquieren tanto a través de la socialización en los valores del grupo
dominante como a través de la experiencia personal de aprendizaje.

El aspecto fundamental del contenido que diferencia los valores es el tipo de meta
motivacional que expresan, en este sentido, los valores representan, en forma de metas
consientes, las respuestas que todos los individuos y sociedades deben dar a tres requisitos
universales:

 Las necesidades de los individuos en tanto organismos biológicos


 Los requisitos de la interacción social coordinada
 Los requisitos para el correcto funcionamiento y supervivencia de los
grupos.

Los valores su pueden clasificar por su importancia según las prioridades de cada
persona o de la sociedad, y aquí da protagonismo la tabla de valores, que es descrita como
una lista en la que se establece el orden de importancia de los valores que cada individuo y
grupo social consideren correctos. Como lo son los valores humanos, que resaltan por su
gran importancia, lo cual se relacionan con la ética, el respeto, la tolerancia, la bondad, la
paz, la solidaridad, la amistad, la honestidad, el amor, la justicia, la libertad, la honradez,
entre otros. En este sentido las personas acumulan un gran conocimiento que les permite
jerarquizar los valores y cuestionar cuando una actitud es o no adecuada, a fin de
proporcionar el bienestar personal y el de todos aquellos que estén alrededor.
Entre los valores más predominantes de la sociedad destacan los ético y morales,
que no tienen el mismo significado, ya que, los valores éticos son aquellas pautas de
comportamiento que buscan regular las conductas de las personas, tienen un carácter
universal y se adquieren durante el desarrollo individual de cada personas. Por su parte, los
valores morales son aquellos transmitidos por la sociedad, de generación en generación
que, en algunos casos, pueden estar determinados por una doctrina religiosa. Además los
valores morales se pueden modificar a lo largo del tiempo.

También es unánime destacar la importancia de la escala de valores, que beneficia a las


personas al poder diferenciar lo bueno de lo malo y establecer una actitud de vida que le
permita ser consecuente con sus valores. De lo contrario, carecer de una escala de valores
puede propiciar la vulnerabilidad e incapacidad de respuesta de las personas ante una
trampa, abuso o las malas intenciones por parte de terceros.

8) Diferencias entre valores y actitudes

Tanto los valores como las actitudes son componentes importantes en la formación del
carácter y personalidad. Aunque estos dos conceptos se interrelacionen y dependan el uno
del otro, presentan diferencias entre ellos.

Su principal diferencia radica en que los valores son parte del carácter y la ética moral,
mientras que las actitudes son parte de la personalidad y comportamiento, es decir, las
actitudes comprenden las opiniones o juicios que presente la persona sobre un tema
determinado, mientras que los valores son el código de conducta que se le ha sido
inculcando a la persona por medio de la religión, familia, escuela etc. Otra de sus
diferencias es que generalmente las actitudes se separan en dos grandes grupos, los cuales
son positivos y negativos; mientras que los valores existentes son sumamente amplios.

Un claro ejemplo para explicar más a profundidad la diferencia entre estos conceptos es
el siguiente: el valor de la solidaridad, trata sobre trabajar con un grupo de personas
actuando como un todo, eso quiere decir que está relacionada directamente con la
colaboración. El hecho de que sepas que significa el valor no quiere decir que puedas
cumplirlo, ya que depende también mucho de la actitud.
Ejemplo: Donar ropa a personas que lo requieran con urgencia

Si un grupo de trabajo se traza una meta de que en una semana van hacer una
donación de 100 artículos a un hospital. Las personas de dicho grupo están
claramente aplicando el valor de la solidaridad; si por alguna razón existente, no
están alcanzado el objetivo trazado, la actitud puede ser: Positiva (Vamos que si
podemos lograrlo), o negativa (Ni que queramos llegaremos hasta ahí).

9) ¿Cómo influyen las actitudes en el comportamiento?

Las actitudes son evaluaciones sobre personas, objetos o ideas. Estas valoraciones
son algo que aprendemos con nuestras experiencias a lo largo del tiempo, por lo que pueden
variar drásticamente de una persona a otra. Las actitudes pueden tener base cognitiva,
afectiva o conductual, aunque todas suelen tener en alguna medida los tres componentes.
Las actitudes de base cognitiva están principalmente basadas en hechos y datos a los que
clasifican y ordenan, evaluando los pros y los contras, para poder categorizar con rapidez
objetos, acontecimientos y situaciones. Las actitudes basadas en la afectividad se
fundamentan en lo que sentimos con respecto a determinados elementos o hechos. Pueden
ser el resultado de diversas causas como los valores o las creencias religiosas y morales.
Son una forma de expresar (y a veces validar) el sistema de valores básicos de un
individuo. Las investigaciones sugieren que las actitudes basadas en la afectividad afloran
más rápidamente que las actitudes basadas en lo cognitivo, por lo que son más accesibles en
la memoria. Las actitudes basadas en el comportamiento proceden de las observaciones de
los individuos sobre cómo se comportan en relación a una persona, situación o estímulo,
hasta el punto que, en algunas situaciones, los individuos pueden no ser conscientes de
cómo se sienten hasta observar su propio comportamiento. Sin embargo, debe señalarse que
las personas sólo derivan sus actitudes de su comportamiento bajo ciertas condiciones,
como cuando la actitud inicial es vaga o débil y cuando no hay otras explicaciones
plausibles para su conducta.

Las actitudes tienen una influencia en nuestro modo de comportarnos. Las actitudes
tienen gran importancia dado que llevan a tomar unas decisiones u otras, a comportarse de
una u otra forma. Cuando nos referimos a las actitudes, hablamos de los “enunciados o
juicios evaluadores respecto de las personas, las cosas o las situaciones”, y reflejan cómo se
siente una persona respecto a algo o alguien.

Las actitudes son funcionales porque ayudan a las personas a gestionar y afrontar la
vida, y entre sus principales funciones y beneficios tenemos:

 Conocimiento. Las actitudes ayudan a las personas a dar sentido al mundo y a


explicar eventos desconcertantes, proporcionan un marco general que ayuda a los
individuos a aceptar cognitivamente la variedad de estímulos ambiguos y, a veces,
temibles que enfrentan en la vida cotidiana.
 Utilidad. En un plano más material, las actitudes ayudan a la gente a obtener
recompensas y a evitar castigos.
 Adaptador social. A todos nos gusta ser aceptados por los demás. Las actitudes nos
ayudan a «adaptarnos» a los grupos de referencia. A veces las personas adoptan
actitudes no porque realmente estén de acuerdo con la posición defendida, sino
porque creen que serán más aceptadas por otro si toman ése partido.
 Identidad social. Nuestras actitudes sirven para comunicar quiénes somos y qué
aspiramos ser.
 Expresión de valores. Otra razón importante por la que mantenemos actitudes es
para expresar valores fundamentales y creencias.
 Defensiva del ego. Las actitudes pueden servir como una «defensa» contra las
emociones desagradables que no queremos reconocer conscientemente. Adoptamos
actitudes para protegernos de verdades psicológicamente incómodas.

Con lo descrito anteriormente se busca explicar que las actitudes son un componente
determinante en el comportamiento, debido a que, las actitudes que las personas tengan
determinan lo que hacen, la forma en cómo se comportan en cada situación, es decir,
nuestro comportamiento se encuentra guiado por la actitud que tengamos, de manera que el
primero de adapta al segundo, de esta manera tenemos que, la relación entre la actitud y el
perfil conductual influye en el modo en que resolvemos las distintas situaciones a las que
nos enfrentemos.

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