Renzi Ense+ Anza de La AF Basada en La Comprensi+ N

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La enseñanza de la Actividad Física (AF) basada en la comprensión1

Mg. Gladys Renzi.


Suele ser habitual que los sujetos hayan atravesado los diferentes niveles del sistema
educativo, egresen de la educación secundaria e ingresen al nivel Superior, -aquellos que
deseen formarse como profesionales en el campo de la AF, Educación Física y/o deporte-,
habiendo alcanzado diversas formas de comprensión sobre los conceptos y principios en los
que sustentan su corporeidad y su motricidad.
Según Gardner (1997), los sujetos pueden tener sobre un determinado tema, alguno de estos
tres tipos de comprensión:
- Intuitiva: propia de los niños, desarrollada durante los primeros años de vida. Es natural,
ingenua, producto de la resolución de problemas de la vida cotidiana.
- Escolar: es ritual, memorística, estereotipada, convencional.
- Genuina: capacidad de adquirir información y habilidades para aplicarlas con flexibilidad y
de modo apropiado a una situación nueva o imprevista.
Por consiguiente, quienes coordinan actividades físicas y/o deportivas para niños y
adolescentes, deberían propiciar que los alumnos a lo largo de su trayectoria formativa, tanto
en la escuela, en el club, como en otras instituciones, alcancen una comprensión genuina
sobre los procesos, funciones y acciones a través de los cuales desarrollan sus competencias
motrices, de modo que lleguen a ser capaces de adquirir información y habilidades para
aplicarlas con flexibilidad y de forma apropiada a una situación motriz nueva o imprevista a lo
largo de su vida.
Es preciso concebir a la comprensión como un estado de capacidad que va más allá de la
posesión de información, o de un modelo mental o imagen. Comprender algo implica ser capaz
de hacer con ese conocimiento, ir más allá de lo aprendido, operar con los saberes que se
poseen en situaciones nuevas para resolver problemas (Corrales et. al., 2010).
Lograr un aprendizaje comprensivo de la AF supone, por parte de quien la aprende y/o la
práctica, desarrollar competencias que le permitan conocer y operar con los conocimientos de
los que se va apropiando en las clases, de manera que los saberes específicos sobre la AF
trasciendan la dimensión de lo procedimental y lo vivencial, del hacer y moverse por el hacer
mismo, sin fundamentación o justificación de su importancia.
Una enseñanza de la AF basada en la comprensión del ser y del hacer corporal y motor, será
posible si quienes enseñan proponen: “actividades de comprensión", entre las que deberían
estar presentes: la explicación; la ejemplificación; la aplicación; la comparación y el contraste;
la justificación; la contextualización y la generalización (Perkins, 1995).
Por su parte, quien realiza AF alcanzará un aprendizaje motor comprensivo si, además de
moverse y ejecutar una determinada habilidad motriz, es capaz de conocer, explicar,
fundamentar las actividades físicas y los saberes motores de los que se va apropiando en cada
clase, para poder operar con ellos más allá de esas clases.
Por ejemplo, al iniciar una clase en el gimnasio, la persona que asiste a realizar AF es probable
que comience trotando en la cinta, haciendo bicicleta, o con algunos minutos de “aeróbics”. Si
se le pregunta por qué y para qué lo está haciendo, desde una “comprensión escolar”, esa
persona dirá que trota para “entrar en calor”. No obstante, es posible que esas actividades las
ejecute mecánicamente –y en algunas oportunidades, si el profesor no lo está observando, es
probable que deje de trotar, de pedalear o lo haga a más baja intensidad, lo que podría estar
dando cuenta de su falta de reconocimiento y valoración de la importancia de esa actividad
inicial como preparatoria para los esfuerzos posteriores, y como medio de ejercitación de la
capacidad condicional resistencia aeróbica.

1
Este texto se elaboró a partir del Documento de Desarrollo Curricular Corrales, N.; Ferrari, S. Gómez, J.; Renzi, G. (2004). La
educación Física en el nivel Polimodal. Documento Nº4: “La enseñanza de la Educación Física, su diseño, puesta en marcha y
evaluación”. La Plata.
1
Difícilmente, tanto esa persona, como otros sujetos que están haciendo la entrada en calor y
ejercitándose al mismo tiempo, podrán dar una respuesta sobre el sentido y la importancia de
realizar una actividad inicial con la que fundamentar esa práctica, que demuestre una
comprensión genuina, si no ha transitado un “aprendizaje comprensivo”, y ha sido objeto de
una enseñanza de la AF y de la EF para la comprensión.
¿Qué actividades se podrían proponer durante la AF en el gimnasio, en el club, o en las clases
de EF en la escuela, para facilitar la comprensión? A continuación, se enuncian algunas
posibles actividades que puede plantear un profesor, en un orden de complejidad creciente, en
pos de favorecer el logro de la comprensión genuina:
- Explicación: el profesor explica a quien realiza la AF, que el trote, pedalear o hacer “aerobics”
propicia la “entrada en calor” -dado que posibilita la activación paulatina del sistema cardio-
respiratorio y osteo-articular-muscular-. Además, agrega que, por ese misma causa, favorece la
ejercitación de la resistencia aeróbica, pues permite realizar una actividad motriz de manera continua
sin superar una determinada frecuencia cardíaca –la que dependerá de la edad del ejecutante, en la
adolescencia sería alrededor de 150-160 pulsaciones por minuto, y en un adulto avanzado de 130-
140 pulsaciones por minuto, si se parte de la base de 80 pulsaciones en reposo-. También, puede
explicar cómo tomarse las pulsaciones, si quien realiza la AF aún no lo sabe.
- Ejemplificación: solicita al alumno que se tome las pulsaciones antes de comenzar a hacer AF,
luego, le indica que trote o pedaleé cinco minutos, y le pide que se vuelva a tomar las pulsaciones.
En lo posible, sería conveniente que quien realiza la AF fuese registrando por escrito la evolución de
su pulso.
- Aplicación: propone a sus alumnos que usen los conocimientos adquiridos sobre sus pulsaciones y
la forma de tomarlas para averiguar su frecuencia cardíaca en reposo, en distintos momentos del día,
y su pulso basal, es decir antes de levantarse por la mañana; también, la frecuencia cardíaca de sus
familiares más próximos, tanto en reposo, como en actividad, y que traigan esa información por
escrito.
- Comparación: al encuentro o clase siguiente, el profesor puede reunir a los alumnos en subgrupos
para que comparen la información obtenida, mientras que en el gimnasio, puede invitar a quien hace
AF a comentar lo indagado sobre la frecuencia cardíaca, con quienes comparten su horario.
- Contraste: en todos los casos, el profesor procura que los alumnos puedan darse cuenta de las
diferencias que presenta la frecuencia cardíaca entre ellos, es decir, mientras que están haciendo AF
y en reposo, como también, la diferencia que presenta la frecuencia cardíaca entre sus familiares,
según la edad cronológica y los hábitos de vida.
- Justificación: el profesor fundamenta las actividades realizadas con argumentos conceptuales
sobre el funcionamiento cardio-respiratorio y la incidencia de la actividad motriz sobre la frecuencia
cardíaca; incita a los alumnos a buscar más información sobre la frecuencia cardíaca, y propone
diferentes medios para compartirla y difundirla con otros, por ejemplo: subirla a los grupos creados
para tal fin en las redes sociales, elaborar un afiche para pegarlo en un lugar visible, o un texto breve
impreso para compartir con otros pares.

Los profesores a cargo de la AF deberían promover la fundamentación del hacer motor, a


través del uso de diferentes medios de enseñanza, ya sean textos escritos, elaborados por
ellos ad-hoc, seleccionados de diferentes libros, revistas, y/o del uso de las TIC, por medio de
las redes sociales, páginas web, blogs, en los que se compartan links a textos, videos, etc.
El propósito debería ser compartir información acerca de la AF y promover que esa información
pueda ser usada por quien práctica AF para explicarse qué está haciendo cuando realiza una
acción motriz, y use esa información para ejemplificar, aplicar, comparar, contrastar, y justificar
su práctica. La intención es que quien práctica AF vaya progresivamente, convirtiendo esa
información en conocimiento, sea capaz de construir un marco conceptual con los saberes
específicos del campo de la AF, y logre aplicar lo aprendido más allá del contexto del gimnasio,
la escuela y/o el club.
Sin embargo, es preciso tener presente que mientras que el profesor comparte actividades
para favorecer la comprensión de quienes realizan AF, esté atento y evite que las instancias de
explicación y diálogo, la incorporación de los textos para su análisis y aplicación, la observación
de videos para facilitar la demostración, u otras actividades que se propongan, no atenten
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contra la esencia misma de la actividad del gimnasio, el club o la clase de Educación Física: la
acción corporal y motriz.
Por otra parte, dado que la comprensión es una capacidad que no se desarrolla
espontáneamente, es necesario que desde edades tempranas, durante el tránsito por los
distintos niveles del sistema educativo, y en sus prácticas en el club, los niños y adolescentes
accedan a experiencias en las que se apropien de los conceptos de la AF y de la EF de
manera comprensiva. Para ello, los profesores deberán proponer “actividades de comprensión”
que permitan a los alumnos conocer y operar con los saberes corporales, lúdicos y motores de
los que se van apropiando durante las clases, para que los contenidos específicos del campo
de la AF puedan convertirse en una herramienta para su aprendizaje motor comprensivo actual
y futuro.

Enseñar para la Aprendizaje motor


comprensión Comprensión comprensivo

Actividades de Comprensión
comprensión genuina

Explicación
Ejemplificación “Capacidad de adquirir
Aplicación información y habilidades para
Comparación y contraste aplicarlas con flexibilidad y de
Justificación modo apropiado a una
Contextualización situación nueva o imprevista”
Generalización. (Perkins, 1995) (Gardner, 1997)

Elaboración propia

Asimismo, para que los profesionales a cargo de la AF sean capaces de promover el


aprendizaje motor comprensivo, es necesario que ellos mismos, durante sus instancias de
formación en las instituciones de nivel superior, hayan aprendido AF de manera comprensiva,
es decir: “vivenciando la comprensión” de la AF, y se hayan apropiado de herramientas
didácticas con las que construir estrategias que le permitan desarrollar una enseñanza para la
comprensión de la AF.

Referencias bibliográficas

Corrales, N.; Ferrari, S. Gómez, J.; Renzi, G. (2004). Documento de Desarrollo Curricular. La
educación Física en el nivel Polimodal. Documento Nº4: “La enseñanza de la Educación
Física, su diseño, puesta en marcha y evaluación”. DGCyE. DEF. Mimeo. La Plata.
Corrales, Nidia; Ferrari, Silvia; Gómez, Jorge y Renzi, Gladys. (2010). La Formación Docente
en Educación Física. Perspectivas y prospectiva. Buenos Aires. Noveduc.
Gardner, H. (1997) La mente no escolarizada. Bs. As. Paidós.
Perkins, David (1995). La escuela inteligente. Barcelona. Gedisa.

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