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El problema de los riesgos. La ordenacin del territorio. 1. Introduccin. 2. Divisiones geolgicas de la Pennsula Ibrica. 3. Evolucin geolgica de la Pennsula. 4. Variedad de paisajes. 5. Distribucin de los recursos. 5.1 Hidrogeolgicos y mineros. 5.2 Yacimientos de inters econmico. 6. Las comunicaciones y la industria. 7. El problema de los riesgos. 7.1 Factores de riesgo. 7.2 Planificacin de riesgos. 7.3 Cartografa de riesgos. 8. La ordenacin del territorio. 9. Conclusiones. 1. Introduccin. La Pennsula Ibrica forma parte de la placa euroasitica, la cual limita con la placa americana, por la dorsal centroatlntica, y con la placa africana, por medio de una falla transformante que va de Azores a Gibraltar y que se prolonga a lo largo de la zona ssmica del norte de frica. Entre las placas eurasitica y africana se produce colisin, habiendo subduccin de la placa africana bajo la euroasitica, que adems sufre desplazamiento hacia el Este. Esta situacin es la causa de la sismicidad existente en el golfo de Cdiz, las cordilleras Bticas, el mar de Alborn y el norte de frica. Zonas ssmicas menos activas se extienden por los Pirineos y el litoral Cantbrico, el sistema Ibrico, la regin catalana, y por la costa atlntica. Estas zonas parecen coincidir con fallas que delimitan aproximadamente al macizo Hesprico, el cual resultara ser, al parecer, una unidad o microplaca que ha tenido un movimiento independiente de la placa euroasitica en el pasado geolgico y quizs tambin en la actualidad. En este tema abordaremos el estudio de la constitucin geolgica de Espaa, de las repercusiones de la misma en la variedad de paisajes, distribucin de los recursos y las comunicaciones, para concluir con el estudio de los riesgos y la importancia de la ordenacin del territorio. 2. Divisiones geolgicas de la Pennsula Ibrica. En la pennsula afloran terrenos que podemos distribuir en cuatro grupos: Precmbricos, afectados en mayor o menor grado por metamorfismo, plutonismo, etc. antes del Paleozoico. Su paleogeografa y estructura original es, por ahora difcil de reconstruir ya que los materiales slo aparecen como ncleos aislados e incorporados a las estructuras hercnicas. Paleozoicos, deformados y afectados por la orogenia hercnica (dominio hercnico). Mesozoico-terciarios, deformados por la orogenia alpina (dominio alpino). Mesozoico-terciarios, no deformados por la orogenia alpina.
A partir de estos afloramientos y de datos del subsuelo se trata de reconstruir el pasado de la Pennsula. Adems de las estructuras, relacionadas directamente con las orogenias citadas, existen en distintas zonas una serie de reflejos tectnicos de distensin, cenozoicos o anteriores, ms o menos independientes, en forma de fosas, horts, relieves antiguos reactivados, etc. Para facilitar el estudio se distinguen las llamadas "unidades morfoestructurales", que son grandes reas con unas caractersticas geolgicas particulares, atendiendo a la edad de las rocas, su grado de metamorfismo, estructura que presentan y periodo orognico en el que se originaron tales deformaciones. Las principales unidades morfoestructurales son: A. Macizo Hesprico o Ibrica Los terrenos hercinianos de rocas plutnicas y metamrficas (pizarras y cuarcitas); abarcan la mitad occidental de la Pennsula (salvo parte de la Extremadura portuguesa y el Algarbe). Est constituido por un ncleo precmbrico y paleozoico, que fue plegado durante la orogenia hercnica. Respecto esta unidad se disponen todas las dems. B. Depresiones interiores del macizo Hesprico: mesetas del Duero y del Tajo, constituidas por rocas sedimentarias terciarias. C. Cordilleras limtrofes al macizo Hesprico: La Ibrica y la Cantbrica. D. Depresiones exteriores al macizo Hesprico: valles del Ebro y del Guadalquivir. E Cordilleras externas al macizo Hesprico: Bticas, Pirineos y Costero-Catalanas. 3. Evolucin geolgica de la Pennsula. Trataremos de resumir los grandes cambios acaecidos a lo largo de la historia geolgica de la Pennsula. Existen en ella materiales de edades comprendidas entre el Precmbrico y la actualidad. Desde el Paleozoico se han sucedido tres orogenias (Caledoniana, Hercnica y Alpina) que, junto con los efectos de una serie de fenmenos tectnicos de reajuste y de desgaste erosivo, dieron lugar a la constitucin geolgica y orogrfica actual. Precmbrico. Es muy difcil reconstruir todas las transformaciones acaecidas (erosin, plegamientos, etc.) los afloramientos precmbricos que aparecen son aislados y difciles de diferenciar de los paleozoicos con que aparecen relacionados. La mayor fiabilidad de los mtodos de datacin actuales permite reconocer como terrenos precmbricos a algunos atribuidos antes al Paleozoico. Paleozoico. Con excepcin de algunos afloramientos independientes (Bticas por ejemplo), todos los materiales paleozoicos se sitan en el macizo Hesprico y en el podemos seguir la evolucin de la era primaria. Una transgresin cubre todos los relieves precmbricos (slo queda emergido el escudo bltico). Acta el plegamiento caledoniano y de sus esfuerzos tectnicos surge un macizo en la zona de la actual depresin del Ebro y otro en la zona galaico-portuguesa. Consecuencia de ello son las cuarcitas armoricanas de la base del Ordovcico. En el Silrico se produce de nuevo una transgresin importante, que permite el depsito de potentes pizarras en varias regiones. Entre el Silrico y el Devnico se produce un nuevo reajuste con disminucin de las profundidades marinas. Por eso en el Devnico superior o no hay depsitos o son muy incompletos, con excepcin de los surcos pirenaico y asturiano. En el Carbonfero la sedimentacin sigue siendo marina, pero cada vez de aguas ms someras, reducindose casi
siempre a cuencas pequeas (excepto en los depsitos de las "potentes calizas" de los Picos de Europa). Acta intensamente la orogenia Hercnica, primero en el N.E., elevando el macizo cataln y el del Ebro, despus la cuenca asturiana y el Sur de Portugal. En el Carbonfero Medio existen importantes cuencas de sedimentacin interiores lmmicas (Len y Extremadura). En el macizo Hesprico, que incluye las regiones del Sistema Central y los montes de Toledo, aparecen rocas plutnicas y metamrficas (granitos, migmatitas, gneises, cuarcitas y pizarras) cuyas edades varan desde el Precmbrico al Paleozoico superior; estas rocas fueron plegadas durante la orogenia Hercnica (Cabonfero), constituyendo una cordillera que era prolongacin de las que simultneamente se formaron y constituyeron la Europa central. Mesozoico. Destacan una transgresin suave que hace que se formen capas de depsitos marinos someros en amplios mrgenes de la Pennsula, con arcillas, margas, areniscas y tambin evaporitas muy plsticas, en el Trisico y una gran transgresin jursica que cubre la mitad oriental de la Pennsula. Durante el Mesozoico, la regin que constituye el macizo Hesprico actual continu emergida, prosiguiendo su erosin. Mientras, la zona que corresponde a la cordillera Ibrica fue fracturada y se hundi, sufriendo los efectos progresivos de una transgresin marina procedente del Este; qued convertida en una zona costera y de plataforma continental, en donde se depositaron arenas, arcillas, margas y calizas que aparecen discordantes sobre las rocas paleozoicas. Esta transgresin marina alcanz durante el Cretcico superior al sistema Central, pero no a los montes de Toledo que siguieron emergidos. Este hundimiento en la regin de la cordillera Ibrica y zonas adyacentes se considera debido a la apertura de una fosa tectnica de tipo aulacgeno, a partir de un punto caliente situado entre las provincias de Castelln y Valencia. Cenozoico. Durante el Terciario, y como reflejo de la compresin que la subplaca Ibrica sufri, primero contra Europa (plegamiento de los Pirineos) y despus por la placa Africana (plegamiento de las Bticas). La regin comprendida entre la Ibrica, el sistema Central y los montes de Toledo qued formando una fosa tectnica (depresin del Tajo) con caractersticas continentales endorreicas (los ros carecan de salida al mar), la cual se fue rellenando durante el Terciario con sedimentos fluviales y lacustres (conglomerados, areniscas, arcillas, margas, yesos y calizas), que cubrieron el sustrato Hercnico del macizo Hesprico y que alcanzan ms de 4000 m en el Sistema Central. El plegamiento de la Ibrica durante el terciario form pliegues, escamas y cabalgamientos, pero no ocurrieron intrusiones plutnicas ni hubo metamorfismo; dio lugar a una cordillera que al final del Mioceno ya estaba erosionada. En el Pleistoceno las glaciaciones afectaron a la Pennsula, formndose glaciares de circo o de circo y lengua en altitudes superiores a los 1.800 m (se piensa que las terrazas fluviales de la cuenca del Tajo tengan este origen). Ms extensa fue la accin periglaciar. Para finalizar mencionaremos las manifestaciones volcnica negeno -cuaternarias que existen en la Pennsula: La regin de Olot en Gerona (ms de 40 volcanes apagados que han tenido actividad con lavas bsicas desde el Plioceno hasta hace menos de un siglo) La regin del Campo de Calatrava (C. Real), con edad y caracteres anlogos a la anterior. La regin de Cabo de Gata-Cartagena, ms destacable, con erupciones de tipo cido importantes durante el Mioceno y Plioceno, que dieron lugar a abundantes yacimientos metlicos. 4. Variedad de paisajes.
Todo lo visto hasta aqu sobre la evolucin geolgica de la pennsula nos ayudar a comprender mejor su diversidad de paisaje. Al cesar la compresin orognica, en los albores del cuaternario, la pennsula Ibrica tiende a buscar un equilibrio estable, su relieve es en la prctica, idntico al actual. La erosin tiende a transformar la pennsula en una penillanura. Durante el Pleistoceno, a consecuencia de las cuatro glaciaciones que padece Europa, los glaciares modelan las principales cadenas montaosas. Se forman depsitos arenosos al sur de Valladolid y en la zona norte de vila y Segovia. En los ltimos 10.000 aos no hay ningn cambio fuerte en la morfologa de la pennsula, slo el modelado del relieve por los agentes externos, y la acumulacin de depsitos fluviales y elicos que an permanecen sin consolidar. Por lo que hemos podido ver, la evolucin geolgica de la pennsula no es una secuencia que tenga un principio y un fin, sino que tienen una entidad cclica y dinmica y que si bien ahora el relieve est configurado de esta forma, continan actuando sobre l fuerzas que lo transforman y modelan dando lugar a nuevas formas y unidades paisajsticas. Dentro de una concepcin global del paisaje, como una estructura cuyos componentes y atributos se encuentran ntimamente relacionados, las rocas son el marco geolgico, sobre el cual se asientan y actan los componentes y comunidades biticas. Podramos hablar de los distintos paisajes espaoles, segn su litologa: Paisajes granticos. Ocupan una gran extensin en el territorio espaol, su estructura a nivel de paisaje no es en capas sino en masas divididas segn diaclasas. En ello estn presentes formas de erosin en bloques prismticos que terminan por redondearse originndose los conocidos canchales, bolos y las piedras caballeras. Ej. La Pedriza (Madrid). Ojo visu!!!! Paisajes de areniscas, cuarcitas y conglomerados. los podemos encontrar en los Rodenales (Cuenca). Paisajes de calizas. Dentro de la extensa zona que abarca la Espaa caliza, se pueden distinguir dos formas de relieve, dependiendo de la disposicin direccional que predomine en la estratificacin de la roca. Las formas de muela y mesa, muy comunes en el Sistema Ibrico y en la Serrana de Cuenca o las grandes moles solitarias con forma de castillo, barco, torre, etc. que se elevan en la Ciudad Encantada (dolomas), son debidas a una disposicin horizontal en la estratificacin de la roca. Si en las calizas la estratificacin es vertical o la tectnica se caracteriza por un intenso plegamiento, el relieve adquiere una grandiosidad de formas montaosas agudas, en crestera, elevndose paredones rectos e inaccesibles. En Espaa existen tres ejemplos en las tres grandes cordilleras calizas de la Pennsula: Pirineos, Picos de Europa y Sistema Penibtico. Paisajes de pizarras Caracterizados por presentar relieves suaves, son tpicos las lomas redondeadas y llanuras onduladas como las de la sierra de Aylln (Guadalajara), y las Hurdes (Cceres). Paisajes de arcillas y margas Estn representados por dilatadas extensiones donde se entrelaza el pramo con la campia, siendo las cuestas de margas la separacin entre la llanura alta y baja: Ej. La Alcarria (Guadalajara), los Monegros (Zaragoza) 5. Distribucin de los recursos. 5.1 Hidrogeolgicos y mineros. Yacimientos metlicos: Los ms importantes son los de Hg, Fe, Cu, Pb y Zn. De menor categora son los de Sn, Al y Ag; numerosos, pero poco rentables. Ocasionales o abandonados los de Au.
El Mercurio se obtiene del Cinabrio y algo del Hg nativo depositados por accin hidrotermal de reemplazamiento en cuarcitas sericticas del perodo Silrico. Tambin puede calificarse de yacimiento volcnico submarino, pues el mineral fue aportado por lavas submarinas bsicas y debi viajar a lo largo de las chimeneas. Almadn (Ciudad Real), tiene las ms famosas minas del mundo, se explotan desde hace ms de 2.000 aos. Anualmente se producen ms de 2.000 Tm. de Hg y las reservas seguras se estiman en 50.000 Tm. Yacimientos de menor importancia se han encontrado en las pudingas carbonferas de Mieres (Asturias). El Hierro se obtiene a partir del oligisto, limonita y siderita, formado en la mayora de los casos por reemplazamientos metasomticos de calizas por siderita, con oxidaciones o hidrataciones posteriores. La importancia de los yacimientos est sujeta a las oscilaciones del mercado, son importantes los yacimientos precmbricos de Cartagena, Mazarrn (Murcia) y sierra de los Filabres (Almera) y los silricos de Asturias, Galicia, Len, sierra de la Demanda (Burgos-Logroo) y Ojos Negros (Teruel). Rondando los lmites de la comercialidad, se pueden citar los devnicos de Gozn, Carreo, Quirs, Castaedo y Naranco en Asturias y los de Villamann y Villafeliz en Len. Los trisicos son abundantes en Almera y Murcia. Entre los cretcicos de Santander y Vizcaya. Las piritas se emplean para la obtencin de cobre o ac. sulfrico. El cobre procede del famoso yacimiento de Ro Tinto (Huelva), conocido desde hace ms de 3.000 aos y explotado en tiempos con la intencin de extraer oro. Se considera el mayor yacimiento de pirita cuprfera del mundo, se calcula que se han obtenido hasta la fecha ms de 200 millones de Tm. de pirita con un contenido de 5 millones de Tm. de Cu. Su origen an no est bien determinado, aunque se da por vlida la hiptesis de un primer aporte magmtico en fase hidrotermal o anterior y efusin submarina con posteriores transformaciones por supergnesis (las zonas de oxidacin producen vistosas monteras de Fe, como el Cerro Colorado, en la mina de Ro Tinto). Los principales filones, vetas y masas estn ubicados en terrenos carbonferos. De las masas de pirita se obtiene Cu en pequea proporcin, a partir de calcopirita y calcosina diseminadas. La pirita se destina a la fabricacin de ac. sulfrico. El tratamiento integral de las piritas, todava en fase no industrial, pretende beneficiarse no slo el S, sino todos los metales existentes. Yacimientos radiactivos. El Uranio y el Radio se obtienen a partir de la uraninita o pechblenda, que en ocasiones se encuentra en concentraciones rentables entre el granito de pizarras metamrficas y pegmatitas. Estos yacimientos se presentan en filones e impregnaciones de origen hidrotermal que sufren posteriores alteraciones e incluso pueden formar placeres uraninferos. Hay importantes yacimientos en Salamanca, Cceres, Badajoz, Jan, Yacimientos salinos. Son importantes los de sal gema y silvina, y de escaso inters prctico los de sulfatos. De sal gema destaca la cuenca eocnica de Cardona y Suria en Barcelona seguida a gran distancia por los yacimientos trisicos de Cabezn de la Sal (Santander) y otros en Teruel, Cuenca, Soria, Toledo y Madrid. La Silvina, de gran utilidad en la fabricacin de abonos potsicos, se encuentra en la misma cuenca catalana citada y alcanza ms de cinco millones de Tm. anuales. De sulfato sdico o Thenardita se citan depsitos en Villarrubia de Santiago (Toledo) y en San Martn de la Vega (Madrid). Recursos hidrogeolgicos. El relieve espaol origina diversas vertientes, desiguales en importancia y extensin:
Vertiente Cantbrica: Ros del litoral vasco y derrame septentrional de la cordillera Cantbrica. Vertiente Noroeste o gallega: Red hidrogrfica del macizo gallego y cuenca del Mio. Vertiente Atlntica: Cuencas del Duero, Tajo, Guadiana suroccidental y Guadalquivir. Vertiente meridional mediterrnea: Ros del derrame meridional del sistema Penibtico. Vertiente mediterrnea: Cuencas del Segura, Jcar, Turia o Guadalaviar, Ebro y catalana.
6. Las comunicaciones y la industria. Las principales vas de comunicacin terrestre (carretera y ferrocarril), condicionan su trazado a la orografa de Espaa. La red ferroviaria se centra en ocho grandes lneas: 1. Norte (Madrid - Irn); 2) Noroeste (se separa de la anterior en Venta de Baos); 3) Oeste (Madrid - Lisboa); 4) Suroeste (Madrid- Badajoz); 5) Sur (Madrid -Cdiz); 6) Sureste (Madrid - Alicante); 7) Este (Madrid Valencia) y 8) Nordeste (Madrid - Port Bou) La red de carreteras, de carcter radial, une Madrid con Irn, La Junquera, Valencia, Cdiz, Lisboa y La Corua. Las autovas y autopistas, muchas de peaje, se desarrollan en los alrededores de las grandes ciudades, en tomo a Madrid, Catalua y algunos sectores costeros. En los ltimos quince aos se ha impulsado la construccin de autovas, la mayora de las cuales siguen el trazado de la red radial. Las rutas martimas que absorben el grueso del trfico mercantil internacional, salen de los puertos de Santa Cruz de Tenerife, Cartagena, Bilbao, Huelva, Barcelona, Algeciras, Las Palmas, Avils, Castelln, la Corua, etc. En cuanto a las lneas areas, de reciente liberalizacin, estn casi monopolizadas por la compaas Iberia y Aviaco. En la estructura industrial espaola destaca la siderurgia, concentrada en la cordillera Cantbrica (condicionada por la localizacin de los principales yacimientos de carbn). La industria naval cuenta con los arsenales del El Ferrol, La carraca y Cartagena, e importantes astilleros en Bilbao y Cdiz. La industria del automvil se reparte por Barcelona, Valladolid, Vigo, vila, Madrid, Vitoria, Pamplona, Zaragoza y Valencia. La industria aeronutica radica en Getafe, Sevilla, Madrid y Barcelona. En la industria qumica se produce principalmente sulfrico, fertilizantes, y sosa custica. Se centra en Barcelona, Asturias, Euzkadi, Madrid, Valladolid y Zaragoza. La industria farmacutica con ms de 20.000 especialidades radica, principalmente, en Barcelona, Madrid, Aranjuez, Bilbao, Len, Sevilla, Valencia y Zaragoza. En sntesis, la red de comunicaciones y la orografa condicionan, en gran medida, la distribucin industrial en el territorio nacional. La cornisa Cantbrica, Catalua, Levante y Madrid, junto a ncleos aislados como Sevilla o Valladolid, son los grandes ncleos industriales en donde se localiza gran parte de la industria espaola. 7. El problema de los riesgos. Aunque el trmino geologa ambiental, como concepto, suele estar reservado a las relaciones que se establecen entre el ser humano y la Tierra, las relaciones entre la geologa y las modificaciones del medio ambiente, pueden tener una perspectiva mucho ms amplia, planetaria incluso; como ejemplo, sirva la influencia que ha tenido la deriva de los continentes, como responsables del cambio ambiental que provoc el movimiento continental, en la evolucin de las especies. El campo de inters de la geologa ambiental comprende entre sus preocupaciones fundamentales: el estudio de los riesgos naturales y la prevencin de los mismos en relacin con la preservacin de
vidas y bienes y de los recursos naturales que suministran energa y materias primas para el desarrollo humano, y el anlisis de los impactos que las actividades humanas producen en el medio fsico. Despus de los daos ocasionados por las guerras, las catstrofes naturales son la segunda causa de muertes colectivas y destrucciones masivas. En el caso concreto de la geologa ambiental aplicada a los riesgos geolgicos naturales, se debe considerar, en primer lugar, el concepto de riesgo geolgico como "la capacidad de dao (material y personal) de un fenmeno geolgico con respecto al factor tiempo". Indudablemente, cuando el desarrollo del acontecimiento se produce en un periodo de tiempo corto o muy corto y con intensidad suficiente (catstrofe), el riesgo para una comunidad aumenta exponencialmente. Esta definicin incluye la prediccin del acontecimiento (no siempre fcil), la anticipacin a ste y, en consecuencia, la atenuacin de daos (siempre que acompae a la prevencin un servicio de proteccin civil adecuado y coordinado), y la determinacin de mecanismos de correccin precisos que hayan de ponerse en funcionamiento despus del suceso. Todo esto debe tenerse en cuenta para una correcta ordenacin del territorio, como veremos despus. En los ltimos aos se han desarrollado muchos trabajos sobre el anlisis, evaluacin y control de riesgos naturales. Se trata de determinar parmetros tales como: agentes, acciones principales, intensidad, periodicidad o recurrencia, zonas potencialmente afectadas, efectos sobre asentamientos humanos. Partiendo de ello se elaboran mapas de riesgos en los que se especifican todos estos parmetros. 7.1 Factores de riesgo. Los factores que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar un riesgo son tres: peligrosidad, exposicin y vunerabilidad. Peligrosidad (P) Es la probabilidad de ocurrencia de un fenmeno cuya intensidad o severidad lo hacen potencialmente perjudicial en un determinado tiempo y espacio. Segn esta definicin, este factor depende del propio evento, y para calcularlo hay que tener en cuenta: su distribucin geogrfica, el tiempo de retorno (periodicidad o frecuencia con la que un riesgo se repite, Ej. 1/100 se produce cada cien aos), y su magnitud o grado de peligrosidad (Ej. Los terremotos). El factor de peligrosidad permite elaborar mapas de peligrosidad (ej. Zonas ssmicas). Exposicin o valor. (E) Es el n total de personas o bienes sometidos a un determinado riesgo. En funcin de las valoraciones realizadas, la exposicin se puede cuantificar de: social (n de personas implicadas) y econmico (en euros por ao). Para disminuir este factor procede una ordenacin del territorio, no siempre posible por la tendencia de la poblacin a ocupar zonas con riesgo (vegas de los ros, territorios volcnicos). El diseo de estrategias de emergencia permiten reducir la exposicin. (Proteccin civil, sistemas de vigilancia, etc.) Vulnerabilidad. (V) Representa el % (o tanto por uno), respecto al total expuesto, de vctimas mortales o prdidas de bienes materiales provocadas por un determinado evento. Para reducir este factor se procede con medidas estructurales (cimentacin y construccin adecuadas, instalacin de pararrayos, etc.). El clculo de riesgos obedece a la frmula: R = P E V 7.2 Planificacin de riesgos. La planificacin pretende la elaboracin de medidas destinadas a hacer frente a todo tipo de riegos. Esta medida se basa en la prediccin y en la prevencin. La prediccin tiene tres componentes: espacial (dnde va a ocurrir), temporal(cundo va a ocurrir) y prever la intensidad. De ah la
importancia de la elaboracin de mapas de peligrosidad. La prevencin puede ser: de carcter estructural (tomar medias en las construcciones para rebajar la vulnerabilidad), o no estructural (elaboracin de mapas de riesgo que faciliten una coherente ordenacin del territorio. Hemos de aadir las medidas preventivas de proteccin civil, tanto estructurales (vas de comunicacin, refugios adecuados apara casos de emergencia) como no estructurales (entrenar a la poblacin sobre medidas de evacuacin) 7.3 Cartografa de riesgos. Los mapas de riesgo son representaciones cartogrficas encaminadas a detectar zonas de riesgo para el establecimiento de medidas preventivas (las de proteccin civil) y correctoras, que eviten en lo posible las catstrofes.Para la elaboracin de estos mapas se pueden tener en cuenta los tres factores de riesgo sealados, o el estudio conjunto de los mismos, clasificndose as: Mapas de peligrosidad. Estn muy difundidos, con frecuencia se confunden con riesgo. Mapas de exposicin. Se pueden elaborar teniendo en cuenta la densidad de poblacin, el ndice de poblacin expuesta. Mapas de vulnerabilidad Reflejan las prdidas (sociales o econmicas) mediante el ndice de coste geolgico. Mapas de riesgo. Se construyen a partir de los tres anteriores. Anlisis coste/beneficios. Se trata de comparar el coste econmico que supondra aplicar las medidas de correccin del riesgo con el beneficio, valorado como la reduccin de prdidas que la adopcin de dichas medidas conllevara.
8. La ordenacin del territorio. En la Carta Europea de Ordenacin del Territorio, elaborada por los ministerios responsables del rea en el Consejo de Europa, y aprobada en el ao 1983, se define el trmino Ordenacin del Territorio (Planificacin territorial) como la expresin espacial de la poltica econmica, social, cultural y ecolgica de toda sociedad. Este documento se presenta como "una disciplina cientfica, una tcnica administrativa y una poltica concebida como un enfoque interdisciplinario y global cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de las regiones y la organizacin fsica del espacio segn un concepto rector". La ordenacin del territorio basada en la prediccin de riesgos, se entiende como "el conjunto de ideas y obras aplicables a la planificacin general de un rea determinada, para evitar la confluencia en la misma de riesgos naturales, inducidos o mixtos, que, junto con el uso racional de los recursos y el control de los factores contaminantes, posibiliten el desarrollo integral de una comunidad establecida o por establecer en una determinada regin". La necesidad de una "ordenacin del territorio" surge a medida que el hombre, con unas actuaciones desproporcionadas, ha ocasionado una desorganizacin del territorio sin precedentes. Las primeras inquietudes surgen, en el siglo XIX en Alemania e Inglaterra, sobre la utilizacin del suelo urbano; el espacio no urbano se contemplaba con desinters. En los aos treinta surge, en EE.UU., una actuacin pionera en el desarrollo regional en una zona concreta cuenca del ro Tennesse). Con el desarrollo econmico tras la segunda guerra mundial y, sobre todo, en los aos sesenta comienzan en todos los pases polticas de desarrollo regional. Surgen conceptos como polos o ejes de desarrollo, con los consiguientes problemas de ubicacin de las industrias y de los ncleos de poblacin. La Ordenacin Territorial incluye desde entonces en sus estudios de planificacin los datos del medio ambiente. La generalizacin de estos problemas a las zonas no urbanas ni industriales justific el desarrollo de la planificacin fsica o ecolgica, que en esencia consiste en el estudio de una regin o de unterritorio (regin, trmino municipal,
valle, zona industrial, etc.) encaminado a la asignacin de usos del suelo con criterios ecolgicos, en trato paritario con los econmicos, tcnicos y sociales. La Declaracin del Medio Ambiente de la O.N.U., en su punto n 14, seala que "una planificacin racional constituye un punto esencial en la solucin de los conflictos que se presentan entre la necesidad de desarrollo y la necesidad, tambin acuciante, de mejorar y proteger el medio ambiente natural". 9. Conclusiones. A lo largo de este tema hemos realizado una revisin de la evolucin geolgica y constitucin de la pennsula, aspectos que condicionan, como hemos visto la distribucin de los recursos, las vas de comunicacin o la propia dinmica de los riesgos. BIBLIOGRAFA - Geologa. Juan A Vera Torres. Juan A Gallegos Daz. A. Roca Roca. Ed Edelvives. - Geologa. M Asuncin Ollero Gonzlez y colaboradores. Ed Laberinto. - Ciencias de la Tierra y Medioambientales. Carlos A. Miguel Gonzlez y Araceli del Caizo. Ed Everest.