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Una Aproximación Al Psicoanálisis

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Una aproximación al psicoanálisis*

Dr. Enrique M Novelli Ph.D.

Menuda tarea la que elegimos llevar adelante los


psicólogos. Curar por la palabra. Palabra: matriz relacional con el
otro y fármaco a la vez. Por ella tratamos de aliviar sufrimientos.
Intentamos, en la tarea conjunta con el otro, ayudarlo a descifrar el
enigma que interfiere en sus objetivos de vida y en sus deseos.
Develar el misterio que se le impone a su yo, desde las poderosas
fuerzas que trabajan desde su mundo interno.

Introducción

Pasaron más de cien años desde el nacimiento del


Psicoanálisis. En ese lapso mucho se ha escrito al respecto y bajo
diferentes modalidades. Si nos preguntamos por las causas de la
diversidad de enfoques, podemos mencionar que a diferencia de las
ciencias exactas, la experiencia recogida por cada analista en su
práctica, lo obliga a repensar las teorías que componen el corpus
teórico del psicoanálisis que justifican su clínica y así verificarlas o
complementarlas con nuevos descubrimientos.

Como se comprenderá la cantidad de publicaciones que


intentan describir al psicoanálisis es tan grande que es imposible
abarcarlas a todas y menos aún en este espacio que pretende ser
una aproximación. Sin embargo, en cada una de ellas se reconoce
un hilo conductor que asegura la pertenencia al psicoanálisis, y que
son los conceptos esenciales de esta disciplina.

Una pregunta que surge habitualmente en el lego es ¿de qué


se ocupa el psicoanálisis? Para responderla haré mías algunas
palabras de D. Nasio: “Se ocupa de cosas simples, muy simples,
que son también inmensamente complejas. Se ocupa del amor y del
odio, del deseo y la ley, del sufrimiento y del placer, de nuestros
actos de palabras, de nuestros sueños y fantasmas. El psicoanálisis
se ocupa de las cosas simples y complejas, pero eternamente
actuales. Se ocupa de ellas no sólo por medio de un pensamiento
*
* Es una más entre otras. Opté por este formato basándome en la experiencia adquirida en el
intercambio con los alumnos de psicología de distintas universidades, a los que agradezco sus
intervenciones que invitan a reflexionar una y otra vez sobre lo que transmitimos en la docencia.

1
abstracto, de una teoría... sino también a través de una experiencia
humana, de una relación concreta entre dos partenaires, analista y
analizante, expuestos mutuamente a la incidencia del uno en el
otro”.

Abocado a la tarea de organizar este artículo, mi primera


inquietud fue ¿cómo transmitir en forma clara, sencilla y ajustada, la
complejidad de los fundamentos del psicoanálisis?

Por la experiencia adquirida en distintas cátedras de grado,


de posgrado, cursos y seminarios, estoy convencido que para
comprender cualquier tema es esencial conocer los antecedentes,
el contexto en el que surge, los fundamentos que lo configuran y la
epistemología que sigue el autor que lo propone.

En esta aproximación seguiremos la epistemología del


creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien nos dice:
“Psicoanálisis es el nombre de: 1) Un método para la investigación
de procesos anímicos inaccesibles de otro modo; 2) de un método
terapéutico de perturbaciones neuróticas basado en tal
investigación; y 3) de una serie de conocimientos psicológicos
adquiridos, que van constituyendo paulatinamente una nueva
disciplina científica (...)”.1

A diferencia de otras terapéuticas en boga en los tiempos


que el psicoanálisis estaba en gérmenes, no surgió de laboratorios
ni de teorías, sino de la práctica terapéutica o como dice Heidbreder
“El psicoanálisis no es académico ni puro 2, con sus raíces en el
terreno de la clínica, constituye tanto por su origen como por su
propósito principal, un intento de realizar...la curación del espíritu
enfermo”3. Es decir nace de la experiencia clínica como psicoterapia
que actúa como tal en tanto investiga las causas del sufrimiento que
impone: las neurosis, nuestros actos involuntarios y el
funcionamiento de nuestra vida mental.

Por ser ante todo una psicoterapia que tiene características


singulares, se impone la necesidad de diferenciarla de otras.

1
S. Freud -Psicoanálisis y teoría de la libido- 1981 Biblioteca Nueva.
2
Se refiere a que su origen no está en las bibliotecas, ni en laboratorios.
3
Edna Heidbreder-1967-Editorial Paidós.

2
¿Qué se entiende por psicoterapia?

“Se afirma con frecuencia y con razón que la psicoterapia es


un viejo arte y una ciencia nueva...” 4. Como arte sus antecedentes
son antiquísimos van desde Hipócrates hasta el Renacimiento:
Vives (1492-1540); Paracelso (1493-1591); Agripa (1486-1535);
Johan Meyer (1515-1588); autores éstos que brindaron los
fundamentos para llevar a cabo una revolución psiquiátrica en tanto
explicaron las enfermedades mentales por causas naturales y no
por conceptualizaciones mágico religiosas. Sin embargo, los
tratamientos que proponían, por no basarse en lo psíquico, no
pueden considerarse psicoterapias.

Durante los tres siglos que pasaron desde aquellas


propuestas se fueron sumando las de otros investigadores y se
llegó a la época de la Revolución Francesa, en la que algunos
historiadores ubican el nacimiento de la psicoterapia, basándose en
los trabajos de:

Pinel (1745-1826) quien lleva a cabo la reforma hospitalaria


al introducir un enfoque con real valor terapéutico, humano, racional
y digno para el enfermo. Su discípulo Esquirol (1772-1840), crea
un tratamiento sistemático y regular en el que confluyen factores
ambientales y psíquicos. Lo denomina tratamiento “moral” y
consistía en aplicar un conjunto de medidas (no físicas) que
levantan la moral del enfermo mental, particularmente de los
hospitalizados.

Ambos tratamientos si bien atendían a lo psíquico, por ser


de carácter impersonal, tampoco pueden ser considerados
psicoterapia.

Por la misma época Mesmer, también trata de explicar a la


enfermedad mental por causas naturales. Para él los individuos
estaban sometidos a los influjos de las corrientes magnéticas de los
astros que les provocaban desequilibrios mentales, es decir la
4
Horacio Etchegoyen-1986-Los fundamentos de la técnica psicoanalítica-Amorrortu editores.

3
enfermedad. Su tratamiento consistía en magnetizar a los pacientes
para restablecerles el equilibrio perdido, para ello el terapeuta debía
constituirse en el agente magnetizador.

Si bien la teoría mesmeriana que fundamentaba la curación


se demostró equivocada, permitió introducir la noción de rapport,
entre el médico y el paciente. Dos cirujanos ingleses que adhirieron
al método: Ward y Braid, practicaban amputaciones y cirugías sin
anestesia y sin dolor, poniendo a los pacientes en estado de
mesmerismo. El segundo de los médicos mencionados propuso
para este fenómeno el nombre de hipnotismo.

Veinte años más tarde (1860) Liebault -en Nancy-Francia-


con una orientación terapéutica aplicó el método hipnótico para
demostrar la influencia de la moral sobre el cuerpo y la curación. Se
diferenciaba de Charcot quien en su Escuela del hospital de la
Salpêtrie, lo utilizaba como demostración de “las relaciones entre
las parálisis histéricas, los traumatismos emocionales y las
preocupaciones que el enfermo presentaba en relación al
traumatismo físico”5. Es decir la escuela de Nancy, se orientaba
más hacia clínica y la de Charcot hacia la investigación.

El tratamiento practicado por Liebault, si bien se basaba en


la relación personalizada, tampoco puede considerarse
psicoterapia, pues el paciente está posicionado en actitud pasiva en
relación al terapeuta.

Bernheim (1884) por su parte sostenía, siguiendo las


investigaciones de su maestro Liebault, que la hipnosis se asienta
en una credulidad natural de las personas y que la mayoría de ellas
es fácilmente hipnotizable. Su interés estaba dirigido a los efectos
prácticos y no tanto en los problemas de origen psíquico. Fue un
crítico de la práctica de Charcot; enfatizó a la sugestión como factor
del hipnotismo y como motor de las conductas humanas. Su
importancia radica en que introdujo la relación médico-paciente
como base de la acción terapéutica.

Janet, discípulo de Charcot, desarrolló la psicoterapia


ambiental y persuasiva, basada en la teoría de la degeneración
5
Daniel Lagache-1974- El Psicoanálisis-Editorial Paidós.

4
mental de Morel. Consideraba que la psicopatología se podía
explicar por la labilidad constitucional de la síntesis psíquica. Desde
sus primeros estudios (1886-1889), demostró que la acción
patógena se ubica en los recuerdos olvidados de hechos
acontecidos que fueron acompañados de emociones violentas.
Esos recuerdos traumáticos, para él, no podían recuperarse en
estado de vigilia, sólo era posible bajo los efectos del hipnotismo.
Su práctica se apoyaba en las intuiciones del momento. En
consecuencia sus prácticas no son consideradas psicoterapia, pues
no se basan en actitudes científicas.

Unos años antes en Viena, el doctor Joseph Breuer, entre


1880 y 1882,trató a una paciente, aplicando también el método
hipnótico, pero a diferencia de los hipnotizadores que lo precedieron
no le daba órdenes (en estado de hipnotismo) para que olvidara sus
síntomas, sino la inducía a que recuperara los recuerdos
relacionados con el origen de ellos. Notó que cuando la paciente los
relataba, se acompañaban de fuertes manifestaciones afectivas.
Esa conjunción de recuerdos y afectos tenía como efecto la
remisión de los síntomas. Este prestigioso médico fisiólogo del
Círculo Médico de Viena denominó a su método, cura por
abreacción. En éste, la paciente tenía participación activa, si bien
hipnotizada, en la recuperación de sus recuerdos.

Si bien Janet y Breuer rescatan uno de los factores centrales


para designar a la psicoterapia, la relación interpersonal entre
terapeuta y paciente, los tratamientos que practicaban tampoco
pueden ser designados psicoterapia, pues les falta una doctrina de
la personalidad de carácter científico, cosa que sí alcanza Freud.

En síntesis para designar con propiedad psicoterapia a


cualquier proceso terapéutico él debe: a) dirigirse al psiquismo de
los consultantes; b) por una única vía de comunicación, el lenguaje
(que actúa como mensaje y fármaco a la vez); c) enmarcarse en
una relación interpersonal; d) tener como finalidad curar, y esto la
diferencia de toda relación humana que no tenga ese objetivo; e)
basarse en una teoría científica de la personalidad que explique la
técnica y la haga comunicable.

5
Esquema para diferenciar las psicoterapias

Para diferenciar la psicoterapia psicoanalítica de las otras,


haré una generalización de lo que se considera materiales e
instrumentos de las psicoterapias.6

En una apreciación lo más abarcativa posible, material de


psicoterapia es lo que transmite el paciente ya sea de modo
espontáneo o por el trabajo que lleva a cabo con el psicoterapeuta.
Entra en este término, los relatos de su padecimiento, los
recuerdos, la asociación libre, los sueños, acciones involuntarias,
equívocos en el decir, olvidos de cosas conocidas, gestos,
actitudes. En este sentido las psicoterapias se analogan; pero se
diferencian por los instrumentos que aplican al material aportado
por los pacientes.

Instrumentos: si bien son múltiples, tienen en común el


basarse en el lenguaje. Es todo lo que el terapeuta comunica al
paciente con la finalidad de curación. Los más utilizados son:
apoyo; sugestión; persuasión; orientación; catarsis; información;
esclarecimiento e interpretación.

Apoyo:Es el factor indispensable para que toda relación humana se


base en la confianza; cuando ésta se dirige al terapeuta se
establece la condición para llevar adelante el proceso
psicoterapéutico. Brinda soporte cuando el paciente duda, vacila,
trata de aliviar su angustia o temores. Siempre es de efecto
transitorio y no debe transformase en demagogia.

Sugestión: El terapeuta introduce una idea en el paciente para


influirlo favorablemente. Puede ser pasiva o activa. La primera,
cuando el paciente acepta sin más lo inducido; en cambio la
segunda, cuando voluntariamente se esfuerza en hacer propio
aquello que se le induce. Tanto una como otra, siempre imponen
algo ajeno, extraño al paciente.

6
Basaré este recorrido en el artículo que figura en la Enciclopedia de Psiquiatría de Guillermo
Vidal.

6
Persuasión: son las argumentaciones del terapeuta dirigiéndose al
razonamiento del paciente. Adopta distintas formas, a veces
polemizando con el enfermo, en otras oportunidades linda con el
consejo o la orientación y en otras con la sugestión y el apoyo.

Catarsis: es un término que proviene del griego y significa


depuración. Es el método que utilizó Breuer, con una paciente joven
que presentaba los siguientes síntomas: parálisis motrices;
inhibiciones y perturbaciones de la conciencia.; es decir una histeria
grave.

Ese método se caracteriza por facilitar la descarga del afecto


retenido a partir de las vivencias traumáticas dejando así “limpio” de
tensiones al psiquismo. Para ello el médico ponía bajo hipnosis a la
paciente, le pedía que recordara los momentos y circunstancias en
que se había producido la situación traumática. Con esta
modalidad, junto al recuerdo afloraba el afecto penoso, la paciente
lo revivía (descargaba) y de ese modo el síntoma desaparecía.

Es un instrumento más efectivo que los anteriores porque: a)


promueve cambios en la personalidad; b) facilita la percepción de la
vivencia traumática que no estaba en la conciencia y la consiguiente
descarga de afecto ligada a ella.

Información,se basa en brindar conocimientos eficaces para


promover salud. Se puede utilizar con fines de persuasión,
sugestión o apoyo.

Esclarecimiento: es una posición intermedia entre la información y


la interpretación. Se asienta en el material del paciente que no le es
ajeno a su percepción. Tiene la finalidad de iluminar aclarar lo que
el enfermo percibe oscuramente.

Interpretación: es el polo opuesto de la información. Se basa en la


tarea de que el paciente perciba por sí mismo algo que le pertenece
pero ignora. ¿Por qué ignora? Porque no pudo asociar hechos,
situaciones, ideas que parecen desvinculadas entre sí, pero que
tienen conexión a nivel inconsciente. La interpretación se asienta
siempre en datos aportados por los pacientes, y se dirige hacia los

7
que no tienen conciencia que los han aportado. Éste es el
instrumento privilegiado de la psicoterapia psicoanalítica.

Clasificación de las psicoterapias.

Según Vidal, es muy dificultosa la tarea de hacer una


descripción que incluya a todas las psicoterapias; a fin de
clasificarlas del modo más abarcativo posible sigue a Mauricio
Levines; quien las diferencia siguiendo el criterio aplicado en
cirugía: menor-media y mayor. Pienso que esta división posibilita
ubicar rápidamente cualquier psicoterapia y relacionarlas unas con
otras.

Psicoterapia menor es la que practica el médico general


con aquellos pacientes que es innecesario derivarlos a psiquiatría.
Bien practicada le da al médico la posibilidad de llevar adelante la
anamnesis más a fondo, así, se preserva de cometer errores
iatrogénicos y le posibilita mayor eficacia en los tratamientos. En
este tipo de psicoterapia son totalmente válidos los instrumentos:
apoyo, sugestión, información.

Psicoterapia media es la que practica el médico general


cuando tiene suficientes conocimientos de psicología. En estas
psicoterapias los instrumentos que se pueden utilizar son:
interrogatorio dirigido; sugestión; persuasión y catarsis.

Psicoterapia mayor, es la que se practica basándose en


los grandes sistemas psicoterapéuticos sostenidos por teorías
científicas de la personalidad..*Teniendo en cuenta el nivel del
psiquismo en el que opera, su finalidad y su mecanismo, es posible
otro tipo de clasificación:

Según en el nivel que opera, se puede denominarlas:


superficial y profunda.

Psicoterapia superficial, es aquella que alcanza el plano


psíquico que corresponde a los niveles conscientes. Corresponde a
la psicoterapia menor y los instrumentos que se aplican son la
información y el esclarecimiento.

*
* La describiré un poco más detalladamente más adelante.

8
Psicoterapia profunda, corresponde a la psicoterapia
mayor y utiliza como instrumento la interpretación.

Según su finalidad se dividen en: sintomática y causal.

Psicoterapia sintomática, es la que se dirige


exclusivamente al síntoma. Se corresponde con la psicoterapia
menor y superficial.

Psicoterapia causal, es la que se dirige a develar las


causas del síntoma o de la enfermedad. Equivale a psicoterapia
mayor.

Por su mecanismo se las puede denominar: represiva y


expresiva.

Psicoterapia represiva son todas las que intentan hacer


olvidar, “borrar” o disminuir los síntomas. Las técnicas de estas
psicoterapias son: apoyo, la sugestión y la persuasión. Se ubica
dentro de las psicoterapias menores.

Psicoterapia expresiva, es la que busca modificar el


conflicto, hacer consciente el problema para que el paciente lo
perciba, lo exprese y lo resuelva. Para la acción curativa se utiliza el
insight (llevar a la conciencia lo que no es consciente). Corresponde
a la psicoterapia mayor, su principal instrumento es la
interpretación.

Las dos últimas psicoterapias fueron descriptas por S. Freud


cuando delimitó la sugestión y la catarsis, del psicoanálisis. Según
él la primera trabaja por vía del “porre” en tanto la segunda por vía
del “levare”. Estos términos los toma de la definición que hace de la
pintura y la escultura Leonardo da Vinci. Según el artista, la pintura
se basa en poner (porre) sobre un lienzo en blanco la pintura para
dar forma a las figuras que se quieren representar; la escultura por
el contrario consiste en quitar (levare) del bloque de mármol todo
aquello que esconde la forma que se encuentra en su interior. En
esta comparación el psicoanalista trabaja quitando los obstáculos
que operan en el paciente, para que descubra los contenidos
inconscientes que determinan sus padecimientos.

9
Otros autores dividen a las psicoterapias en: directas e
indirectas.

Psicoterapia directa, es la que se dirige al enfermo.


Indirecta, la dirigida al ambiente en que se desenvuelve el
paciente, en ésta el supuesto es: modificando el contexto del
enfermo se influye favorablemente hacia la mejoría. En sentido
estricto no es psicoterapia. A veces hay que implementar esta
técnica en el tratamiento de niños, cuando el contexto familiar es
patógeno.

La delimitación de las psicoterapias que acabo de proponer


no debe entenderse que responde a preferencias; tiene la intención
de brindar una aproximación a las herramientas psicoterapéuticas
que cada psicólogo tiene a su disposición y podrá, profundizando el
conocimiento en cada una de ellas, aplicar la más adecuada a las
necesidades y la personalidad del paciente.

Retomo la noción de Psicoterapia mayor.

Son todas aquellas que sustentan su práctica en teorías


científicas de la personalidad; que pueden ser amplias, estrechas o
flexibles. Debo aclarar que es bastante discutible adherir a una
posición ecléctica mediante la cual se aplicaría a un paciente
distintos métodos que se sustentan con distintas teorías. Discutible
en tanto toda teoría de la personalidad humana la debe comprender
en su totalidad.

Por otra parte, es importante tener en cuenta que a medida


que avanza el proceso psicoterapéutico, el paciente irá poniendo a
prueba* la concepción en la que se basa el psicoterapeuta. Esto
dicho de otra manera sería que el terapeuta al no sustentar su
práctica por una determinada teoría de la personalidad, la podría
basar en su propia personalidad y esto podría resultar
inconveniente, cuando no peligroso para el enfermo.

Entonces, la psicoterapia mayor se basa en una concepción


de la personalidad que ningún psicoterapeuta puede dejar de tener
para ejercer su práctica con eficiencia. Cuanto mejor definido,
*
* No voluntariamente, sino con las conflictivas que van apareciendo que corresponden a niveles
cada vez más profundos del psiquismo.

10
amplio y flexible sea su marco teórico, mejor podrá desarrollar los
tratamientos; esto implica no encerrarse en dogmas teóricos, ni
utilizar fragmentos de distintos marcos referenciales.

La insistencia en la teoría para un buen desempeño


psicoterapéutico, si bien es imprescindible para la formación del
profesional, presenta un aspecto paradójico en la clínica, en este
ámbito, debe dejársela de lado y centrar toda la atención en el decir
del paciente. Lo que dice el enfermo vale por encima de todas las
teorizaciones. Una psicoterapia bien llevada, sin embargo, no
diferirá de lo que se encuentra en la bibliografía especializada; pero
también debe permitir incluir, para investigar, los fenómenos clínicos
que como obstáculos epistemológicos se constituyan en “objetos”
de investigación.

Otro aspecto distintivo de la psicoterapia mayor es el


estudio específico y profundo del paciente. Vale decir, su práctica
clínica no debe configurarse como una práctica de aplicación
mecánica de los conocimientos teóricos que tiene el terapeuta.

Otro rasgo distintivo es la consideración * de la relación


interpersonal (terapeuta-paciente) que no puede quedar al margen
como en la psicoterapia menor.

Antecedentes de la psicoterapia psicoanalítica

Tal como dice su fundador “Lo mejor para comprender al


psicoanálisis es estudiar su génesis y su desarrollo” 7

Es importante señalar que en las dos últimas décadas del


siglo XIX, la medicina se interesaba por el tratamiento de las
neurosis, sobre todo la histérica. La neurología y la psiquiatría no
estaban claramente delimitadas y los medios que utilizaban para la
cura de las enfermedades “nerviosas”, presentaban ciertas
debilidades, esto es se enfrentaban en sus intentos curativos con
obstáculos que no podían superar.

Un importante avance se alcanzó, tanto en la cura como en la


investigación de los fenómenos histéricos, cuando se aplicó la
*
* Este término significa examinación atenta.
7
Freud S,-1922- Psicoanálisis-Amorrortu Editores-Tomo XVIII

11
hipnosis. Por este método se descubrió que estas afecciones
estaban en íntima relación con los recuerdos de situaciones
traumáticas que habían vivenciado los pacientes; y que el efecto
patógeno de esos recuerdos podían eliminarse. Esto se intentaba
poniendo al enfermo en estado hipnótico y ordenándoles que se
olvidaran de los síntomas (Charcot); sugestionándolos (Bernheim);
o pidiéndoles que recordaran el momento en que se originaron los
síntomas y las situaciones que estaban viviendo, cuando estos
recuerdos aparecían, lo hacían con una manifestación de los
afectos que estaban adheridos a ellos y así desaparecían (Breuer)-
tratamiento por abreacción o catártico).

En esa época (1882) Freud abandona * el laboratorio de


fisiología de Brücke en el cual venía desarrollando investigaciones
en la histología del sistema nervioso; pero su interés por la
investigación científica lejos de claudicar, se trasladó al ámbito de la
psiquiatría.

En 1885, como docente libre de neuropatología, viaja a


Francia a las clases del profesor Charcot. Posteriormente en Berlín
se dedica a la investigación de las encefalopatías infantiles y
publica importantes trabajos. En 1886 se establece como médico en
Viena, abandona la técnica de la electroterapia y adopta a la
hipnosis.

Para profundizar en ese método viaja a Nancy (Francia) y


estudia con Liebault y Berheim, allí toma nota de las limitaciones
que tiene la hipnosis.

En estos años ya se había vinculado con Breuer, a quien se


unió en una fuerte amistad y, hacia 1889, aplica el método que este
gran fisiólogo de Viena había utilizado con la paciente que ya he
mencionado.

Freud habiendo tomado conocimiento del método de su


maestro-amigo y viendo los resultados que había obtenido con él,
queda sorprendido porque no quería publicar aquello que era

*
* Este abandono de la investigación neurológica fue inducido por Brücke, quien le sugiere a Freud
que por su condición económica debería dedicarse a la clínica para procurarse el sustento necesario
para él y su familia.

12
novedoso y de gran éxito en el tratamiento de los síntomas
histéricos. Practicando él mismo (Freud) la técnica abreactiva y
comprobando sus efectos indujo a aquél a que retomara el tema y
publicaran un trabajo conjunto. Así dan a conocer el artículo Sobre
el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos.

Ambos autores, en ese libro, denominaron “catártico” al


método aplicado a aquella paciente; que en los anales del
psicoanálisis se la conoce como “Anna O” y figura en el libro
“Estudios sobre la histeria”. Freud se dedicó a realizar
observaciones en una serie de pacientes tratados por el método
catártico y de ellas comprobó que los éxitos obtenidos eran
aparentes, pues si bien los síntomas tratados remitían, esa remisión
era transitoria o aparecían otros.

De todos modos, más allá de los resultados clínicos, esa


terapéutica posibilitó descubrimientos importantes: 1) Los síntomas
histéricos poseen sentido y significado, 2) Son sustitutos de actos
anímicos normales; 3) Cuando se descubren los sentidos y
significados ocultos en los síntomas, se cancelan. 8

De la obtención de esos resultados Freud concluye que la


investigación del origen de los síntomas y la terapéuticacoinciden,
en ese sentido el laboratorio de investigación psicoanalítica es el
campo de la psicoterapia.

Es largamente sabido que todo avance científico siempre se


basa en anteriores: el descubrimiento de que los síntomas son
sustitutos de procesos anímicos normales estuvo favorecido por el
tratamiento catártico, practicado por Breuer y Freud quienes
seguían las teorías de Charcot. Éste sostenía que el elemento
destacado en la génesis de los síntomas de las histerias
traumáticas era el factor afectivo que, en lugar de seguir su curso
normal hacia la motilidad y la conciencia, por alguna razón, sufría
un desvío, una inhibición y se descargaba como inervación corporal,
es decir, se expresaba con el conocido síntoma de conversión
histérica.

8
Freud S. Ibidem

13
Las circunstancias en que se producían las estrangulaciones
y desviaciones del afecto y las representaciones (ideas) que las
acompañaban fueron denominadas, por nuestros dos autores de
referencia, “traumas psíquicos”. Dado que éstos se producían
regularmente en las épocas pretéritas de la vida de las personas,
concluyeron que los pacientes histéricos sufren de reminiscencias 9.

El método de la terapia catártica consistía entonces en


posibilitar, mediante la hipnosis que el recuerdo y su carga de
afecto pudieran encontrar la vía hacia la conciencia y así
descargarse por las vías normales de la motilidad.

Hasta este punto llegó la labor conjunta de Breuer y Freud,


por cuanto cada uno sostenía una concepción diferente respecto a
las causas del enfermar. El primero sostenía que las
representaciones (ideas) patógenas se generaban cuando las
operaciones anímicas estaban restringidas por encontrarse la
persona en estados hipnoides; en tanto el segundo se inclinó por el
supuesto de que las representaciones se tornan patógenas cuando
su contenido es rechazado de la conciencia, provocando así una
corriente anímica contraria, que denominó “defensa”.

Los albores del psicoanálisis

Con el abandono del método catártico, y los datos que fue


recogiendo de la experiencia clínica, Freud propulsó un cambio en
la técnica. Pues, si bien era cierto que con la catarsis desaparecían
los síntomas, en cuanto se daba por finalizado el tratamiento, esto
es, una vez que el vínculo entre el terapeuta y el paciente se
disolvía, volvían a aparecer como si nunca hubiesen sido tratados, o
bien se presentaban nuevos síntomas de la misma naturaleza.

Quedaba claro entonces, que el éxito del método catártico era


débil, pues se basaba en la sugestión que operaba en el enfermo
por el influjo del hipnotizador.

Si bien los resultados terapéuticos eran pobres, ese método


permitió descubrir que los pacientes que entraban en estado
hipnótico profundo mostraban una ampliación considerable de la
9
Reminiscencia indica que algo del pasado retorna a la memoria, en el caso de la histeria, lo
recordado al carecer de contenido ideativo se configura como síntoma.

14
conciencia; vale decir, hallaban “enseguida el camino que desde el
síntoma llevaba hasta los pensamientos y recuerdos enlazados a él,
inaccesibles para el paciente mediante su reflexión consciente”.

La cura catártica además del efecto transitorio que tenía,


presentaba otro inconveniente: eran escasos los pacientes que
alcanzaban el estado de hipnosis profunda. Teniendo en cuentas
las restricciones y las ventajas del método * Freud decide
reemplazarla por la técnica que utilizaba Berheim 10, pero sin aplicar
la hipnosis. Así, esforzaba a los enfermos mediante el
aseguramiento insistente, que comuniquen sus asociaciones y por
medio de ellas encontrar lo que aparentemente habían olvidado o
había caído bajo la resistencia a recordar.

Lo trabajoso y poco efectivo de esa técnica más, la


comprobación de que era innecesaria, ya que los pacientes siempre
tenían ocurrencias, sólo que no las comunicaban, Freud la
abandona. Pero rescata que la retención de los pensamientos se
debía a interferencias que bajo la modalidad de objeciones que les
ponían los pacientes no accedían a la conciencia. Estas fueron las
principales razones para que Freud abandonara esta técnica. Sin
embargo debemos reconocer el que psicoanálisis comenzó a
germinar en el terreno de la hipnosis, tratando de superar sus
limitaciones.

Rescató de ese método psíquico, que los pacientes


relacionaban sus ocurrencias con sus síntomas. De allí en más
Freud le pide a los enfermos que digan libremente lo que aparece
en su conciencia. Surge así la técnica de la “asociaciónlibre”, que
permitió comprobar la existencia del determinismo psíquico *. Esto
quiere decir que lo expresado por el enfermo se relaciona con el
origen de su dolencia y que ese origen está a nivel inconsciente.

Desde entonces la asociación libre es el instrumento técnico


que se aplica en los tratamientos psicoanalíticos y se conoce con el
nombre de la “regla fundamental” Consiste en pedirle al paciente
*
* Es decir, la ampliación de la conciencia.
10
Médico francés que adoptó el método hipnótico enfatizando a la sugestión como motor del
hipnotismo y de las conductas humanas.
*
* Implica que todas nuestras conductas, elecciones, pensamientos, fantasías, etc están
determinadas por las inscripciones que se hallan en nuestro inconsciente.

15
que se posicione como un atento observador de sí mismo y que se
obligue a comunicar todo aquello que se le ocurre sin excluir
ninguna idea aunque le resulte desagradable, vergonzante, la
considere intrascendente o piense que no tiene relación con el
objetivo de la cura. Esta regla fundamental se fundamenta en que
justamente las ideas que afloran espontáneamente en la conciencia
y que el paciente censura, son las más valiosas para recordar lo
olvidado (reprimido) y se las reconoce (a las que las objeciones)
como las resistencias que interfieren la libre comunicación.

¿Qué posibilitó descubrir la técnica interpretativa?

Esa técnica, novedosa“modificó tanto el aspecto del


tratamiento, introdujo al médico en vínculos “tan nuevos” * con el
enfermo brindando tantos y tan sorprendentes resultados” 11 que a
Freud le pareció oportuno diferenciarlo del método catártico,
denominándolo psicoanálisis.

Con ese cambio, además de tratar psicoterapéuticamente a


los enfermos; Freud perseguía el objetivo de profundizar en el
primer descubrimiento de Breuer12; y ampliar el tratamiento a otras
afecciones neuróticas, no sólo a las histerias; se verificó * también
que los síntomas, como sustitutos de esos procesos psíquicos
normales, tienen sentido13. La técnica psicoanalítica se caracterizó
entonces como el arte de descifrar el sentido oculto en los
síntomas.

A medida que se fueron aquilatando experiencias con la


asociación libre, se impuso la necesidad de implementar otro
instrumento técnico para que la interpretación no surgiera de la libre
intuición del terapeuta y por lo tanto que no fuera arbitraria, esto es,
para que se ajustara al sentido que correspondía a la subjetividad
del consultante, la asociación libre debía complementarse con una
particular actitud del médico. Entregarse él mismo a su propia
*
* No es que sean nuevos, sino que se lo empezó a considerar de importancia para el tratamiento.
11
Freud S -1922-Psicoanálisis -Amorrortu-Editores- Tomo XVIII
12
Breuer sostenía que el origen de los síntomas era la existencia en el psiquismo de procesos
psíquicos interferidos en su desarrollo y que los síntomas poseen un sentido.
*
* Verificación es el paso de la investigación científica que permite validar los supuestos,
inferencias o hipótesis.
13
Se entiende que se trata de un sentido simbólico, que es aquel que se le otorga, por ejemplo a
un texto, sin que haya sido escrito y surge por lo tanto de la interpretación del lector.

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actividad inconsciente, mediante “una atención parejamente
flotante” esto es, que evitara: toda reflexión; que dejara de lado sus
expectativas conscientes; y la intención de memorizar lo escuchado,
surge así un nuevo modo de escuchar al enfermo. Sin aplicar los
conocimientos teóricos que tiene el profesional, sin buscar las
similitudes de los síntomas con los de los cuadros psicopatológicos,
en síntesis sin “buscar para así poder encontrar”. Este modo de
escucha facilita la captación de los contenidos del inconsciente del
paciente, mediante el inconsciente del terapeuta y así develar el
justo significado de los síntomas. Este es según D. Nasio uno de los
descubrimientos más originales del padre del psicoanálisis.

Como vamos viendo Freud, guiado por su espíritu


investigador no sólo se dedicó a la práctica clínica, sino que ésta le
sirvió de laboratorio para la investigación científica del psiquismo: su
composición, su funcionamiento y dinámicas. Sus investigaciones lo
llevaron a descubrir que existen ciertos fenómenos de frecuente
aparición en los hombres y que sin estar determinados por procesos
patológicos, (los actosfallidos, las acciones casuales y los lapsus),
también tienen un sentido y que éste debe comprenderse del mismo
modo que el de los síntomas. Pues el sentido por pertenecer a
contenidos inconscientes, es ignorado por las personas que los
cometen.

La técnica interpretativa al posibilitar la comprensión de las


operaciones fallidas, orientó su quehacer a la interpretación de los
sueños y les otorgó un lugar de importancia en la cura
psicoanalítica, tanta que Freud los considera “la vía regia de acceso
al inconsciente”.

Los sueños desde la más remota antigüedad despertaron el


interés de los hombres y los impulsó a develar los sentidos ocultos
en ellos. Surgieron así intérpretes que les atribuían ciertos sentidos
guiándose por la intuición. Freud, a diferencia de aquellos
adivinadores, no dejó que los significados surgieran al arbitrio del
genio de los intérpretes; apoyándose en la asociación libre y la
interpretación, le encomienda a los soñantes la tarea de asociar los
contenidos manifiestos de sus procesos oníricos y obtiene así el

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significado que ellos le otorgan, y que corresponden a la
subjetividad de cada persona.

Con la aplicación del método interpretativo a los fenómenos


que se producen en la vida cotidiana de los hombres, la abismal
diferencia que se suponía entre los procesos anímicos normales y
los patológicos se redujo.

En síntesis, los instrumentos característicos de la psicoterapia


psicoanalítica, la asociación libre y su complementaria, la atención
flotante se fueron perfilando, afianzando y demostrando que con su
aplicación se obtienen los mejores resultados en la comprensión de
los mecanismos y de los procesos más profundos de la vida
psíquica.

El análisis de los sueños posibilitó entender que el


mecanismo que los produce, es el mismo que participa en la
formación de síntomas. En ambos existen dos tendencias en pugna:
una inconsciente o reprimida que aspira a descargarse -
satisfacerse- y otra que se le opone, -reprime- a la primera.

Como se comprenderá, esas pugnas entre tendencias son


conocidas como conflictos. Éstos participan tanto en los procesos
psicopatológicos (síntomas), como en los que pertenecen a la vida
cotidiana que sin ser patógenos expresan contenidos de lo
inconsciente, y también en el desarrollo del psiquismo.

Freud entendió que desde las manifestaciones de las neurosis


era posible proponer una psicología de los procesos psíquicos
normales. Veamos como lo dice: “... la demostración de que los
mecanismos anímicos productores de los síntomas patológicos
preexisten en la vida normal, una misma legalidad abarca lo normal
y lo anormal, y la investigación de neuróticos o enfermos mentales
tienen que ser pertinentes para la comprensión de la psique sana” 14

Otro descubrimiento sorprendente surge del análisis de los


sueños: las acciones, relaciones y objetos figuran en ellos en forma
indirecta mediante símbolos universales, que el soñante en general,
desconoce. Estos elementos insertos en los productos de los

14
Sigmund Freud – Psicoanálisis - Amorrortu editores.

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procesos oníricos, no son develados por las asociaciones de los
pacientes, es el analista el encargado de traducirlos. Son
figuraciones quepertenecen a la herencia arcaica de la humanidad y
están presentes en la mitología, el folklore, etc. Desde aquí Freud
sostiene que con el análisis de los sueños es posible reconocer las
distintas etapas del desarrollo del pensamiento de la humanidad.

El reemplazo de la hipnosis por la asociación libre permitió


también comprobar que cuanto más se profundizaba en la etiología
de las neurosis, tanto más quedaba en evidencia que las vivencias
traumáticas, de las que se derivaban los síntomas de la histeria,
correspondían a épocas de la pubertad o de la infancia del paciente.
Al mismo tiempo se hacía cada vez más evidente que esos traumas
estaban en íntima relación con la vida sexual temprana. Esto
impuso la necesidad de considerar a los traumas de la sexualidad
infantil como los que poseen el verdaderovalor etiológico,en tanto
los hechos traumáticos de la realidad, ocupan un segundo plano,
pues la capacidad patógena de éstos se da por la relación que tiene
con aquéllos que los precedían.

Paralelamente el estudio de la neurosis de angustia y la


neurastenia, ponían en el primer plano que las prácticas deficientes
en la vida sexual en la vida adulta participaban como los factores
causantes de estos cuadros. Estas comprobaciones indujeron una
conclusión lógica: las neurosis son expresiones de
lasperturbaciones de la vida sexual. Esta tesis del psicoanálisis fue
y es todavía la más resistida, aunque hasta la actualidad no se ha
hallado razones de peso que la desvirtúen.

Desde la tesis mencionada en el párrafo anterior sólo fue


necesario un paso más para ocuparse de la sexualidad infantil.
Toda una novedad para la ciencia de la época en que Freud
trabajaba con estos temas, pues desde los círculos médicos se
sostenía la idea* de que la vida sexual se iniciaba en la pubertad; en
cambio el psicoanálisis, demostraba que su desarrollo se inicia
desde el nacimiento.

*
* Aunque se conocían las manifestaciones de la sexualidad en la infancia.

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¿Cómo llegó proponerse y sostenerse esa tesis?. A medida
que el análisis de las neurosis de los adultos se iba profundizando,
posibilitó que arribara a la superficie psíquica contenidos que los
pacientes asociaban con circunstancias y vivencias de la sexualidad
infantil que, aparentemente olvidados pervivían en el inconsciente.

Desde los relatos y asociaciones de los pacientes, se pudo


develar que la vida sexual infantil presentaba características muy
diferentes a la del adulto. En consecuencia fue necesario proponer
una concepción ampliada de la sexualidad humana, que permitiera
abarcar tanto los rasgos correspondientes a la infancia, como a los
de la adulta. Esta ampliación permitió a su vez, conceptualizar a la
sexualidad normal y a la perversa. Se descentró la idea de que la
sexualidad debía estar vinculada a la reunión genital de los dos
sexos y se consideró sexual a toda actividad que tuviera la finalidad
de producir de sensaciones placenteras, lo que posibilitó
comprender que la libido se desarrolla desde los inicios de la vida
extrauterina y generalmente se acompaña de la actividad
fantaseadora.

El desarrollo de la libido se va alcanzando por períodos en los


que se organiza con el funcionamiento de ciertas zonas corporales,
que los a fines prácticos de la teorización se dividen en pregenitales
y genital. Las primeras se inician conlaoralidad, que en los meses
de la lactancia tiene gran importancia y las sensaciones que de ella
surgen concitan en el bebé, todo su interés * Esta etapa es seguida
por lasádico anal,en ésta en niño concentra la atención hacia las
funciones anales -expulsar-retener- También comienza a diferenciar
los sexos, pero no por la conformación anatómica sino por la
oposición activo-pasivo; pasivas son las niñas, activos los
varoncitos. Desde esta fase de la organización libidinal, casi
inadvertidamente se llega a la definitiva, la del primado de los
genitales. En ésta etapa, se subrogan los placeres de las pulsiones
parciales*, a los obtenidos por la manipulación de los genitales y

*
* Pensemos que por la boca el niño no sólo se alimenta sino también conoce el mundo de los
objetos La alimentación también procura sensaciones placenteras que se reconocerán parte de la
sexualidad infantil.
,
*
* Que son las que surgen como excitaciones de cada una de las zonas erógenas.

20
corresponde a la masturbación infantil, que se diferencia de la
adulta.

Es importante señalar que en la evolución de la libido algunas


porciones de éstas, quedan detenidas en distintos puntos del
desarrollo y de allí en más perduran en calidad de fijaciones que
predisponen a las neurosis. Harán su aparición, deformadas por la
represión, cuando el sujeto esté sometido a frustraciones.

Hasta ahora hemos visto: que la pulsión sexual genitalizada


es el producto de un largo desarrollo libidinal iniciado con el
nacimiento; que está compuesta de porciones de pulsiones
parciales; que éstas tiene sus fuentes en los procesos orgánicos
que se manifiestan en las superficies corporales conocidas como
zonas erógenas desde las cuales parten estímulos que cuando
arriban al psiquismo le imponen una exigencia de trabajo.

Si nos preguntamos cómo esas zonas erógenas llegan a


constituirse en fuentes de las diferentes pulsiones parciales,
debemos considerar lo siguiente: en ellas se cumplen importantes
funciones: las satisfacciones de las necesidades biológicas,
hambre, sed, eliminación.

La satisfacción de las necesidades muestra un fenómeno


interesante. Tomaré para simplificar la exposición el ejemplo de la
pulsión oral. La incorporación del alimento que, como sabemos en
la época de la lactancia, proviene del pecho materno satisface a la
nutrición; las repetidas experiencias de satisfacción de la necesidad,
y el placer que proporciona va dando lugar a una tendencia que
paulatinamente se va independizando de la alimentación y centra el
interés en el placer que proporciona el chupeteo; acción que con el
fin de acceder a la sensación placentera no se limita al pezón
materno, sino que se amplía hacia partes del propio cuerpo
(generalmente el pulgar, la lengua u otras zonas corporales).

Ese chupeteo que se lleva a cabo sin necesidad de


alimentarse, promueve en el niño sensaciones voluptuosas y
placenteras. Es una actividad que independizada de la
alimentación, satisface la pulsión oral; y procura placer: Este
impulso a la obtención de placer por el placer mismo ya es pulsión
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sexual. Y en la medida que es satisfecha en el propio cuerpo, se la
denomina autoerótica.

Vale decir que las pulsiones sexuales surgen apoyándose en


las que satisfacen las necesidades biológicas, las de
autoconservación. Éstas en los primeros momentos proporcionan
los objetos (reales y concretos) sobre los cuales después por la
actividad fantaseadora se configuran los objetos de las pulsiones
sexuales. Así, la boca no sólo sirve para comer, sirve también para
besar*

La madre, tanto para la niña como para el varón, es el primer


objeto sexual, esto es, el primer objeto de amor.; es decir al primero
que se reconoce como productor de placer* *

Desde los dos hasta los cinco años, aproximadamente, en el


varón se van conjugando ciertas tendencias hacia la madre, que la
quisiera toda para sí. Esta elección del niño, tiene su contraparte:
actitudes de rivalidad hacia el padre por la posesión de la madre,
con la consiguiente corriente de hostilidad hacia él. La conjunción
de amor hacia la madre y odio hacia el padre, pero también por
momentos odio hacia la madre y amor hacia el padre configuran el
contenido básico del complejo de Edipo que, desde su constitución
actúa como el complejo nodular delas neurosis, y paradigma de las
relaciones que el individuo establecerá en el futuro.

Las personas “normales” aprenden a dominar las mociones


ambivalentes que derivan del complejo de Edipol; en tanto las
neuróticas al quedar adheridos al complejo, en sus relaciones
revivenciarán los antiguos conflictos surgidos del mismo.

Hacia el quinto año de vida el desarrollo de la sexualidad


infantil entra en la época de latencia. En ésta se manifiestan las
restricciones éticas, estéticas y morales que le ponen freno a las
mociones de deseo del complejo de Edipo*

*
* Expresión que reproduzco y que tomé de algún escrito que quedó bajo los efectos de la
criptomnesia.
*
* También con el fin de simplificar tomo sólo la situación de los varoncitos
*
* Como se comprenderá las mociones sexuales del niño hacia sus progenitores, se manifiestan
con los caracteres de la sexualidad infantil y no con los de la vida sexual adulta genitalizada.

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Con la entrada a la pubertad y los efectos de la maduración
biológica, las pulsiones sexuales se desarrollan en toda su
intensidad, se centran en la genitalidad y reavivan a nivel
inconsciente las viejas conflictivas edípicas de la infancia claro, que
con ciertas modificaciones; pero manteniendo todas las
disposiciones que como fruto de las fijaciones de la sexualidad
infantil le marcan el destino inscripto en ellas.

Este desarrollo de la libido en dos tiempos, sexualidad


infantil, interrupción por la latencia, seguido del florecimiento pleno
de la sexualidad en la época de la pubertad, según Freud, parece
ser una particularidad de la especie humana y contiene en sí las
condiciones para la génesis de las neurosis.

Con las impresiones recogidas en la experiencia clínica y la


articulación de los conocimientos adquiridos, el fundador del
psicoanálisis esbozó una explicación de las neurosis: “... son la
expresión de conflictos entre el Yo y unas aspiraciones sexuales
que aparecen inconciliables con su integridad o exigencias
éticas.”*A esas mociones desagradables, el Yo les sustrae el interés
y de ese modo les bloquea el acceso a la conciencia y a la
descarga motriz, en otras palabras, las reprime.

En la tarea clínica esas fuerzas opuestas a las aspiraciones


sexuales, se manifiestan como resistencias. Que, como
manifestaciones del trabajo de la represión se muestran
insuficientes para bloquear a las pulsiones sexuales, pues la libido
estancada tratará de buscar otras salidas. Las encontrará en las
abandonadas fases de organización de la libido de la infancia, es
decir por regresión.

Ahora bien, cuando de esa regresión surgen los contenidos


fijados en esas las viejas etapas, se manifiestan como síntomas que
son intentos de la descarga pulsional interferida.

Así, el mecanismo de la formación de síntomas muestra que


ellos son satisfacciones sustitutivas de las aspiraciones sexuales
reprimidas; pero no son reconocidas como tales porque, cuando se

*
* S. Freud-Psicoanálisis-1922- O.Completas- Amorrortu Editores

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expresan, el yo con la fuerza de la represión las modifica de tal
modo que ya no se vislumbran como satisfacción sexual.

El síntoma queda ubicado así como formación de


compromisoentre las fuerzas del Yo (pulsiones yoicas) y las
sexuales; siendo las primeras las represoras y las segundas las
reprimidas,. Esas fuerzas opuestas en el síntoma alcanzan
expresión y descarga parcial; se ve en esta formación un cierto
beneficio para el psiquismo, que se reconoce como beneficio
primario.

Desde la clínica se presenta otro fenómeno: la


transferencia.Es la relación que más allá de lo razonable se da
entre paciente y psicoterapeuta y que varía desde la ternura hasta
la hostilidad. En ese vínculo se expresan las actitudes eróticas de la
infancia que perduran a nivel inconsciente. Estas transferencias
(que significa transportes) ya sean positivas (ternura) o negativas
(hostilidad) se ponen al servicio de las resistencias, pero el
analizarlas junto con el paciente, pasan de ser obstáculos a
posicionarse como el medio auxiliar más poderoso de la cura.
Además, una vez analizadas corroboran la tesis de que en la
formación de síntomas el principal factor es la pulsión sexual.

En el desarrollo que he hecho hasta este punto he intentado


destacar: 1) que desde la introducción de la asociación libre y la
interpretación como instrumentos de la psicoterapia, la relación
psicoterapeuta-paciente no somete al enfermo a la pasividad, sino
lo posiciona como agente del proceso de la cura.

La experiencia clínica alcanzada a través de esos


instrumentos, posibilitó conceptualizaciones teóricas que dieron
lugar a una nueva psicología que lo llevó a Freud a decir: “El
supuesto de que existen procesos anímicos inconscientes;la
admisión de la resistencia y de la represión; la apreciación de la
sexualidad y el complejo deEdipo;he ahí los principales contenidos
del psicoanálisis y las bases de su teoría, quien no pueda admitirlos
todos, no debería contarse entre los psicoanalistas”;

2) que las teorizaciones freudianas basadas en las


investigaciones en la clínica fueron satisfaciendo la necesidad de
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conocer el funcionamiento del psiquismo, cuál es el origen del
sufrimiento humano y las causas de nuestros actos y afectos.

La necesidad de conocer cada vez más la vida psíquica lo


impulsó (a Freud) a un desarrollo científico constante con el que se
intentó superar los obstáculos que la enfermedad mental y de la
subjetividad que los pacientes presentaban. En este sentido
podemos transcribir un fragmento del fundador del psicoanálisis en
el que muestra que el conocimiento sirve a la curación y ésta
favorece el conocimiento: “...pero hay otra cosa que puedo afirmar
decididamente. En el psicoanálisis reinó desde el principio una
unión indisoluble entre curar e investigar; el conocimiento trajo
consigo el éxito terapéutico; fue imposible tratar a un paciente sin
aprender al mismo tiempo algo nuevo; ninguna nueva información
pudo adquirirse sin experimentar simultáneamente sus resultados
benéficos. Nuestro procedimiento analítico es el único en el cual
permanece asegurada esta preciosa conjunción” 15

El desarrollo de las teorías freudianas, lo podemos sintetizar


en dos períodos: el primero desde 1895 hasta 1905; y el segundo
desde 1905 hasta 1920.

Primer período:

Desde que abandonó el tratamiento catártico, Freud fue


prácticamente el único que por más de diez años se dedicó a
aplicar la técnica psicoanalítica e investigar a través de ella.

En esos años publicó algunos artículos que fueron


fundamentales para toda su obra posterior: “La interpretación de los
sueños; Psicopatología de la vida cotidiana; Una teoría sexual”. En
estos escritos las observaciones y estudios llevados a cabo
adoptaron la forma de una concepción global de la vida mental;
ubicó como base de la misma, la idea de que el dinamismo psíquico
está dado por la dualidad pulsional, en consecuencia el conflicto.

Las pulsiones son las fuerzas que operando en el interior del


psiquismo, promueven estados tensionales. Son la traducción de

15
S, Freud -Análisis profano-Obras completas-Madrid- Biblioteca nueva- 1981.

25
las excitaciones que proviniendo de las fuentes somáticas le exigen
un determinado trabajo al psiquismo.

¿Cuál es el trabajo que le imponen? La reducción de las


tensiones las que cuando sobrepasan una cierta intensidad generan
sensaciones displacenteras. Este trabajo reductor de las
sensaciones desagradables es la principal función del aparato
psíquico. Para este fin utiliza básicamente dos estrategias: a) la
descarga pulsional mediante la motricidad y/o, b) la represión.

La concepción del psiquismo que Freud propone en este


período, está concebido como tres sistemas interrelacionados entre
sí: el inconsciente, el preconsciente y el consciente. Los dos
primeros configuran el inconsciente descriptivo y contiene todas las
tendencias pulsionales rechazadas, por la represión, de la
conciencia; en tanto el consciente, siendo la superficie del aparato
psíquico es la porción más pequeña del mismo.

Desde lo inconsciente, la mayor porción del psiquismo, las


tendencias rechazadas buscarán constantemente abrirse camino
por las fisuras que presenta la represión y se manifestarán en los
sueños, los actos fallidos y los síntomas, es decir en las
formaciones de lo inconsciente.

Es importante señalar que los impulsos reprimidos lo han sido


durante los períodos del desarrollo de la libido en las etapas de la
sexualidad infantil, que va desde el nacimiento hasta
aproximadamente los cinco años, edad en la que se configura el
complejo de Edipo.

Segundo período:

Los años que van desde 1905 hasta 1920 fueron de gran
importancia para el desarrollo del psicoanálisis. Freud por entonces
contaba con algunos colegas que se interesaron por sus teorías y
por su práctica. Las observaciones e intercambios teóricos entre
ellos, impulsó la profundización de la actividad psicoanalítica.

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Desde la perspectiva de la técnica, que surgía de atentas
observaciones en la práctica clínica, la atención se fue centrando en
las resistencias que oponían los enfermos a curarse, a las
transferencias que se promovían dentro del tratamiento en la
relación con el terapeuta y los obstáculos que generaban en él para
comprender la conflictiva de los pacientes; esto impuso la
necesidad de que todo aquél que decidiera dedicarse al trabajo
psicoanalítico debía analizarse y así poder develar desde su propio
inconsciente los contenidos inconscientes de los pacientes.

Otro desarrollo importante se dio en el plano de la


psicopatología, donde comienza a ocupar un lugar de relevancia en
la génesis de las neurosis, la anormalidad y los desvíos de las
vivencias del complejo de Edipo llegando a considerarlo el complejo
nodular de las neurosis. Paralelamente se desarrollan estudios del
funcionamiento del yo que Freud plasma en su artículo Introducción
del narcisismo.

Las observaciones en la clínica y el intercambio de opiniones


entre colegas promovieron agregados importantes en la teoría de
las pulsiones y en la concepción del aparato psíquico.

Aquella división de las pulsiones del primer período -pulsiones


sexuales y de autoconservación o del yo- se modificó, pues ambas
tienen la función de preservar la vida tanto de la especie (las
sexuales) como la del individuo (las de autoconservación). La
dualidad pulsional productora de los conflictos ahora, estará en la
oposición de las pulsiones de vida por un lado; y la pulsión de
muerte por otro; ésta mientras permanece en el interior del
organismo no se manifiesta más en que en la muerte, pero cuando
se exterioriza se la reconoce en las manifestaciones de rabia, odio,
agresión y en los sentimientos ambivalentes (amor y odio hacia la
misma persona).

Si bien las pulsiones agresivas, derivadas de la pulsión de


muerte eran reconocidas en todas sus manifestaciones, la
modificación se produjo no en lo descriptivo, sino en la
consideración de su génesis; se pensaba que eran una reacción a
los sentimientos de frustración y que estaba subordinada a las

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pulsiones sexuales. Los descubrimientos relacionados con la
neurosis obsesiva y la melancolía mostraron que no habían sido
adecuadamente valoradas.

En el artículo “Más allá del principio del placer” de 1920,


Freud estudia los fenómenos de repetición -observados en el juego
infantil, en las neurosis traumáticas, la transferencia y en las
compulsiones- y fundamenta, apoyándose también en la biología,
que en todo organismo impera un impulso que tiende a liberarlo de
tensiones, retornar a un estado anterior, y que en última instancia
ese retorno llega a lo inorgánico (con la muerte). Es una tendencia
a desligar y a evitar la conformación de estructuras. No se la
encuentra en estado puro, sino fusionada con las pulsiones de vida
y le sirven (mientras el individuo tenga vida) para desplegar hacia el
exterior la necesaria agresividad, para por ejemplo: comer,
desarrollar acciones, alcanzar objetivos, etc.

Respecto del aparato psíquico también surge una nueva


concepción, ahora en lugar de describirlo como compuesto por
sistemas, Freud lo propone configurado por tres instancias: ello-yo-
superyó.

En el ello se encuentra toda la vida pulsional de los individuos


y los deseos reprimidos; el yo, surge como un sector diferenciado
del ello por estar en contacto con la realidad; su función es controlar
las percepciones y regular las acciones. Mediante sus funciones
adecua los comportamientos de los sujetos en sus relaciones con el
medio y los semejantes. A su vez el superyó, que es una parte
diferenciada del yo, tiene las funciones de: auto-observación,
conciencia moral e ideal del yo. Estas funciones son expresiones de
la internalización de las figuras parentales idealizadas, proceso que
se plasma en la etapa de las conflictivas edípicas Estas funciones
se relacionan íntimamente con los sentimientos culpa y de
autoestima.

Actúa en concordancia con el yo y es el responsable de que


éste aplique el rechazo (represión) de las pulsiones y deseos que
deben reprimirse en tanto son productores de sensaciones
displacientes.

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Esas dos modificaciones que he descripto influyeron en la
práctica clínica. A partir de ellas la comprensión psicoanalítica de
los fenómenos normales y patológicos, ya no se basará en los
conflictos entre las pulsiones, sino en los que se producen entre
ellas y las defensas del yo; éstas también actúan en contra de las
pulsiones agresivas y no sólo contra las sexuales, como se teorizó
en el primer período.

Desde estos fundamentos teóricos y con las observaciones


en la clínica y las teorizaciones que de ellas surgían se
desarrollaron las distintas líneas psicoanalíticas que estando
vigentes hoy en día continúan articulando investigación-
psicoterapéutica y aplicándose a diversas circunstancias con las
modificaciones técnicas necesarias: clínica de niños, familias,
parejas grupos, psicosis etc. Además, los desarrollos teóricos que
se van alcanzando son promotores de que el psicoanálisis sea
utilizado, cada vez más, por otras ciencias humanísticas, por las
corrientes artísticas, como la herramienta que les posibilita
comprender la esencia profunda de las acciones humanas, en fin,
cada vez más se va constituyendo como una herramienta de y para
la cultura.

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