Fundamentos Básicos de La Evaluación Educativa

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fundamentos básicos de la evaluación educativa

Estos fundamentos son: el paradigma cualitativo como


marco de referencia investigativo, el enfoque
interpretativo, el modelo de evaluación por los logros y el
diseño como mediación y conducción.

A.- Concepto de evaluación La evaluación se puede


entender de diversas maneras, dependiendo de las
necesidades, propósitos u objetivos de la institución
educativa, tales como: el control y la medición, el
enjuiciamiento de la validez del objetivo, la rendición de
cuentas, por citar algunos propósitos. Desde esta
perspectiva se puede determinar en qué situaciones
educativas es pertinente realizar una valoración, una
medición o la combinación de ambas concepciones.

1.- CONCEPTOS BÁSICOS Y FUNCIONES DE LA


EVALUACIÓN EDUCATIVA 1.1.- Clarificación de
conceptos Es importante, antes de abordar cualquier
contenido de evaluación, distinguir algunos conceptos
fundamentales, tales como evaluación calificación y
medida.

El concepto de evaluación es el más amplio de los tres,


aunque no se identifica con ellos. Se puede decir que es
una actividad inherente a toda actividad humana
intencional, por lo que debe ser sistemática, y que su
objetivo es determinar el valor de algo (Popham, 1990).
El término calificación está referido exclusivamente a la
valoración de la conducta de los alumnos (calificación
escolar). Calificar, por tanto, es una actividad más
restringida que evaluar. La calificación será la expresión
cualitativa (apto/no apto) o cuantitativa (10, 9, 8, etc) del
juicio de valor que emitimos sobre la actividad y logros
del alumno. En este juicio de valor se suele querer
expresar el grado de suficiencia o insuficiencia,
conocimientos, destrezas y habilidades del alumno,
como resultado de algún tipo de prueba, actividad,
examen o proceso. Se evalúa siempre para tomar
decisiones. No basta con recoger información sobre los
resultados del proceso educativo y emitir únicamente un
tipo de calificación, si no se toma alguna decisión, no
existe una auténtica evaluación. Así pues, la evaluación
es una actividad o proceso sistemático de identificación,
recogida o tratamiento de datos sobre elementos o
hechos educativos, con el objetivo de valorarlos primero
y, sobre dicha valoración, tomar decisiones (García
Ramos, 1989). La evaluación, por tanto, se caracteriza
como: Un proceso que implica recogida de información
con una posterior interpretación en función del contraste
con determinadas instancias de referencia o patrones de
deseabilidad, para hacer posible la emisión de un juicio
de valor que permita orientar la acción o la toma de
decisiones. Finalmente, deben diferenciarse los
conceptos de investigación y evaluación. Ambos
procesos tienen muchos elementos comunes, aunque se
diferencian en sus fines: - La evaluación es un proceso
que busca información para la valoración y la toma de
decisiones inmediata. Se centra en un fenómeno
particular. No pretende generalizar a otras situaciones. -
La investigación es un procedimiento que busca
conocimiento generalizable, conclusiones (principios,
leyes y teorías), no tiene necesariamente una aplicación
inmediata (De la Orden, 1989). 1.2.- Ámbitos de la
evaluación Tradicionalmente, la evaluación se ha venido
aplicando casi con exclusividad al rendimiento de los
alumnos, a los contenidos referidos a conceptos,
hechos , principios, etc., adquiridos por ellos en los
procesos de enseñanza. A partir de los años sesenta, la
evaluación se ha extendido a otros ámbitos educativos:
actitudes, destrezas, programas educativos, materiales
curriculares didácticos, la práctica docente, los centros
escolares, el sistema educativo en su conjunto y la
propia evaluación.

2.- TIPOS DE EVALUACIÓN Esta clasificación atiende a


diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u otro en
función del propósito de la evaluación, a los impulsores o
ejecutores de la misma, a cada situación concreta, a los
recursos con los que contemos, a los destinatarios del
informe evaluador y a otros factores.

2.1.- Según su finalidad y función a) Función formativa:


la evaluación se utiliza preferentemente como estrategia
de mejora y para ajustar sobre la marcha, los procesos
educativos de cara a conseguir las metas u objetivos
previstos. Es la más apropiada para la evaluación de
procesos, aunque también es formativa la evaluación de
productos educativos, siempre que sus resultados se
empleen para la mejor de los mismos. Suele identificarse
con la evaluación continua. b) Función sumativa: suele
aplicarse más en la evaluación de productos, es decir, de
procesos terminados, con realizaciones precisas y
valorables. Con la evaluación no se pretende modificar,
ajustar o mejorar el objeto de la evaluación, sino
simplemente determinar su valía, en función del empleo
que se desea hacer del mismo posteriormente.

2.2.- Según su extensión a) Evaluación global: se


pretende abarcar todos los componentes o dimensiones
del alumno, del centro educativo, del programa, etc. Se
considera el objeto de la evaluación de un modo
holístico, como una totalidad interactuante, en la que
cualquier modificación en uno de sus componentes o
dimensiones tiene consecuencias en el resto. Con este
tipo de evaluación, la comprensión de la realidad
evaluada aumenta, pero no siempre es necesaria o
posible. El modelo más conocido es el CIPP de
Stufflebeam. b) Evaluación parcial: pretende el estudio o
valoración de determinados componentes o dimensiones
de un centro, de un programa educativo, de rendimiento
de un alumno, etc.

2.3.- Según los agentes evaluadores a) Evaluación


interna: es aquella que es llevada a cabo y promovida por
los propios integrantes de un centro, un programa
educativo, etc. A su vez, la evaluación interna ofrece
diversas alternativas de realización: autoevaluación,
heteroevaluación y coevaluación.

* Autoevaluación: los evaluadores evalúan su propio


trabajo (un alumno su rendimiento, un centro o programa
su propio funcionamiento, etc). Los roles de evaluador y
evaluado coinciden en las mismas personas.

* Heteroevaluación: evalúan una actividad, objeto o


producto, evaluadores distintos a las personas evaluadas
(el Consejo Escolar al Claustro de profesores, un profesor
a sus alumnos, etc.)

* Coevaluación: es aquella en la que unos sujetos o


grupos se evalúan mútuamente (alumnos y profesores
mutuamente, unos y otros equipos docentes, el equipo
directivo al Consejo Escolar y viceversa). Evaluadores y
evaluados intercambian su papel alternativamente. b)
Evaluación externa: se da cuando agentes no integrantes
de un centro escolar o de un programa evalúan su
funcionamiento. Suele ser el caso de la "evaluación de
expertos". Estos evaluadores pueden ser inspectores de
evaluación, miembros de la Administración,
investigadores, equipos de apoyo a la escuela, etc. Estos
dos tipos de evaluación son muy necesarios y se
complementan mutuamente. En el caso de la evaluación
de centro, sobre todo, se están extendiendo la figura del
"asesor externo", que permite que el propio centro o
programa se evalúe a sí mismo, pero le ofrece su
asesoría técnica y cierta objetividad por su no
implicación en la vida del centro.

2.4.- Según el momento de aplicación a) Evaluación


inicial: se realiza al comienzo del curso académico, de la
implantación de un programa educativo, del
funcionamiento de una institución escolar, etc. Consiste
en la recogida de datos en la situación de partida. Es
imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo,
para decidir los objetivos que se pueden y deben
conseguir y también para valorar si al final de un
proceso, los resultados son satisfactorios o
insatisfactorios. b) Evaluación procesual: consiste en la
valoración a través de la recogida continua y sistemática
de datos, del funcionamiento de un centro, de un
programa educativo, del proceso de aprendizaje de un
alumno, de la eficacia de un profesor, etc. a lo largo del
periodo de tiempo fijado para la consecución de unas
metas u objetivos.

La evaluación procesual es de gran importancia dentro


de una concepción formativa de la evaluación, porque
permite tomar decisiones de mejora sobre la marcha. c)
Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de
unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para
la realización de un aprendizaje, un programa, un trabajo,
un curso escolar, etc. o para la consecución de unos
objetivos.

2.5.- Según el criterio de comparación Cualquier


valoración se hace siempre comparando el objeto de
evaluación con un patrón o criterio. En este sentido, se
pueden distinguir dos situaciones distintas: a) En caso
de que la referencia sea el propio sujeto (sus
capacidades e intereses, las metas que se había
propuesto alcanzar, considerando el tiempo y el esfuerzo
invertidos por el sujeto, y teniendo en cuenta sus
aprendizajes previos) o cualquier otro objeto de la
evaluación en si mismo (las características de partida de
un programa, los logros educativos de un centro en el
pasado, etc.), estaremos empleando la
AUTOREFERENCIA como sistema b) En el caso de que
las referencias no sean el propio sujeto, centro,
programa, etc., lo que se conoce como
HETEROREFERENCIA, nos encontramos con dos
posibilidades: b.1) Referencia o evaluación criterial:
Aquella en las que se comparan los resultados de un
proceso educativo cualquiera con los objetivos
previamente fijados, o bien con unos patrones de
realización, con un conjunto de situaciones deseables y
previamente establecidos. Es el caso en el que
comparamos el rendimiento del alumno con los objetivos
que debería haber alcanzado en un determinado plazo de
tiempo, o los resultados de un programa de educación
compensatoria con los objetivos que éste se había
marcado, y no con los resultados de otro programa. b.2)
Referencia o evaluación normativa: El referente de
comparación es el nivel general de un grupo normativo
determinado (otros alumnos, centros, programas o
profesores). Lo correcto es conjugar siempre ambos
criterio para realizar una valoración adecuada, aunque
en el caso de la evaluación de alumnos, nos parece
siempre más apropiada la evaluación que emplea la
autorreferencia o la evaluación criterial. El empleo de
uno u otro tipo de evaluación dependerá siempre de los
propósitos de la evaluación y de su adecuación al objeto
de nuestra evaluación.

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