Suelo Radiante
Suelo Radiante
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Índice
1Ventajas e inconvenientes
2Sistemas de calentamiento
2.1.1Construcción
2.1.3Regulación
2.2.1Construcción
2.2.2Regulación
2.2.3Bomba de calor
3Refrescamiento
4Utilización de la energía
o 4.1Ahorro de energía
o 4.4Energía eléctrica
5Aplicaciones urbanas
6Véase también
7Notas
8Referencias
9Enlaces externos
o 9.1Bibliografía
Ventajas e inconvenientes[editar]
Montaje de tuberías para un sistema de calefacción por pared radiante (nótese que es una instalación incorrecta: es imposible purgar el aire
de las tuberías).
La gran ventaja de este sistema de calentamiento es que incide sobre la temperatura resultante, en la que
intervienen la temperatura radiante media y la temperatura seca del aire, de modo que, en este caso, al haber
una temperatura radiante media más alta, puede bajarse la temperatura seca del aire dos o tres grados,
disminuyendo en esa medida las pérdidas de calor del local hacia el exterior, sin disminuir las prestaciones en
cuanto a comodidad térmica (sensación térmica).
Es un sistema que produce movimientos reducidos del aire, dada la baja temperatura de emisión y la extensión
del emisor, y conviene por ello en locales de techos altos, evitando hasta cierto punto el problema de la
estratificación térmica del aire, que acumularía el aire caliente en la parte superior del local, lejos de la zona
ocupada.
En el suelo radiante, la temperatura a la que el agua fluye por su interior es moderada, de 35 a 45 ºC, a
diferencia de los 70-90 ºC del sistema que utiliza radiadores, por lo que podría usarse con colectores solares,
sin necesidad de calentador de apoyo.1
Los inconvenientes encontrados en los pisos radiantes convencionales, son la inercia de calor, o acumulación
de calor. Esta inercia de calor se genera en pisos cuyas construcciones fueron hechas en lugares con un clima
variante donde se amanece frío o fresco, pero horas después la temperatura externa se nivela a la interna, esto
generaría un sofocamiento por calor, dado que el tiempo en que se liberaría el calor interno puede llevar entre
2 y 10 horas.
Sistemas de calentamiento[editar]
1. Por agua caliente[editar]
Tuberías para un sistema de calefacción por suelo radiante, antes de montar el pavimento.
En este caso el sistema es semejante a uno de calefacción por agua caliente, con una caldera u otro medio de
calentamiento, y una red de distribución, pero teniendo como emisor el suelo (o como se ha dicho, otro
paramento, aunque en los sistemas por agua caliente es raro encontrarlo), bajo el cual discurre una tubería
haciendo meandros, de modo que los tubos están a una distancia relativamente reducida (entre 8 y 30 cm).
Construcción[editar]
Las tuberías de agua (generalmente de material plástico) se distribuyen sobre el forjado (ver imagen),
interponiendo un aislante térmico para evitar que el calor se disipe hacia la planta inferior. Sobre las tuberías se
coloca una capa de mortero de cemento o anhidrita y arena de un espesor mínimo de 4 cm y máximo de 6 cm.
Luego el solado, que se recomienda sea de un material poco aislante del calor (piedra, baldosa cerámica o
hidráulica) y no de madera o moqueta.nota 1 El contacto desagradable de la planta del pie con un material frío,
que normalmente se quiere evitar con estos suelos aislantes térmicos, queda compensado por la temperatura
del suelo.
Si el edificio está bien aislado no es necesario cubrir toda la superficie del suelo y pueden dejarse unas franjas
estrechas, cercanas a las paredes, sin tuberías, para colocar muebles (estanterías, aparadores,...) pues bajo
ellos el suelo no emitirá calor que pueda estropearlos.
Elementos que componen el sistema[editar]
Tubo de plástico o multicapa. Es un tubo de polietileno de alta densidad, reticulado por radiación
de electrones. Las técnicas puestas en servicio para la fabricación aseguran una gran regularidad dimensional
(diámetro y espesor de las paredes). Por las mejores características en cuanto a resistencia mecánica y
térmica, la tubería multicapa es la mejor opción para la realización de estos circuitos.
Placas de aislamiento. Suelen hacerse de poliestireno expandido, a veces elastificado, y sirven para evitar
que el calor se difunda hacia el piso inferior.
Aislamiento periférico. Es conveniente separar mecánica y fónicamente la placa base del suelo radiante de los
tabiques. Esto se consigue mediante el aislamiento periférico, constituido por unas tiras de poliestireno
expandido.
Fijación de los tubos. Para sujetar el tubo a las placas de aislamiento, en ciertas patentes, la fijación se hace
mediante tetones que forman parte de las placas de aislante térmico y sujetan adecuadamente hasta que los
tubos queden empotrados en la capa de mortero que los recubrirá (ver imagen). También se utilizan unas
grapas autoperforantes que, clavadas sobre los tacos-guía en las zonas curvas del tubo, impiden que este se
desplace de su posición.
Conjuntos de distribución. Los diferentes circuitos formados por los tubos van unidos a un colector de ida y
otro de retorno. Para un correcto funcionamiento de los circuitos, los extremos de las tuberías deben estar
situados en un nivel más alto que el de su recorrido, para conseguir un buen purgado del aire que pueda
introducirse en ellas, por lo que estos colectores, en los que estará el purgador, deben ir alojados en una taca
en un muro. En los colectores, además, se situarán las llaves de regulación y equilibrado de los circuitos.
Estos conjuntos de distribución estarán conectados a la caldera por medio de una red bitubular (tuberías de
ida y de retorno), semejante a las que alimentan la calefacción por radiadores.
Mortero. Normalmente autonivelantes de anhidrita o cemento. La fluidez de estos morteros evita que se
generen burbujas de aire (que son aislantes térmicas) y facilitan la distribución del calor.
Solado. Como se ha dicho, es conveniente que no sea aislante térmico. Puede ser de baldosa hidráulica,
baldosa cerámica o diversos tipos de piedra (mármol, granito, pizarra,...).
Regulación[editar]
Ilustración de una válvula de tres vías mezclando agua de ida (rojo) con agua de retorno (azul).
Dada la limitación de la temperatura superficial del suelo, en este caso solamente se puede hacer una
regulación por la temperatura del caloportador (regulación proporcional) que normalmente no debe sobrepasar
los 50-55 ºC.nota 2 El sistema consiste en una centralita que recibe información de dos sondas de temperatura.
Una de las sondas informa a la centralita de la temperatura exterior, y en función de ella, la centralita mueve
una válvula multivía motorizada mezclando el agua procedente de la caldera con agua del retorno, enfriada,
hasta conseguir la temperatura adecuada del agua impulsada a la red, según la curva de
calefacción correspondiente, en cada momento, temperatura de la que informa a la centralita la otra sonda,
situada justo al inicio de la tubería de impulsión.
Hay que tener en cuenta que la temperatura máxima del suelo (los 28 o 29 ºC citados) se necesitará solamente
en los momentos más fríos del año; el resto del tiempo (con menores necesidades de calor), la emisión deberá
hacerse a menor temperatura, luego la temperatura del caloportador también será menor.
Este sistema de calefacción tiene además una especie de autorregulación natural: al subir la temperatura del
ambiente (por ocupación de muchas personas, por ejemplo) disminuye el salto térmico emisor-ambiente, por lo
que la emisión de calor disminuye, el caloportador se enfría menos y vuelve a la caldera más caliente,
disminuyendo el trabajo de esta y ahorrando combustible. Como el salto térmico superficie-ambiente es bajo
(del orden de unos 10 ºC en los momentos más fríos), un aumento de 1 ºC en el ambiente supone una
disminución del 10 % de la emisión en esos días más fríos. Lo cierto es que también a los sistemas por agua y
radiadores a temperatura más alta les ocurre lo mismo, pero, como el salto térmico es bastante mayor (50-
60 ºC), el ahorro es inapreciable (1-2 %).
2. Por electricidad[editar]
Existen también sistemas de paramentos radiantes que funcionan por electricidad. Básicamente hay dos
modos de hacerlo:
Refrescamiento[editar]
Es idea vieja que el suelo radiante (por tuberías) pudiera también servir como refrigeración en verano, 2 pero la
posibilidad de que al aumentar la humedad relativa del aire se pudiera llegar al punto de rocío en el suelo y se
formasen charcos, ha paralizado las investigaciones.
Actualmente, se ha llegado a la conclusión de que, aunque no se puede llegar a una verdadera refrigeración, sí
es posible conseguir un refrescamiento del aire, haciendo circular agua fría por las conducciones, de modo que
la temperatura del suelo siempre estuviera por encima del punto de rocío; con ello, por lo menos se consigue
atenuar las temperaturas altas en la estación cálida. Es lo que se denomina suelo refrescante y funciona mejor
en climas secos, naturalmente.
Utilización de la energía[editar]
Es interesante hablar de las energías que se utilizan para calentar, cuestión que tiene dos aspectos distintos:
coste de la energía y posibilidad de que la energía sea ecológica.
Ahorro de energía[editar]
Como se ha dicho, este sistema permite un ahorro de energía por la posibilidad de bajar la temperatura seca
del aire ambiente, gracias a que hay un paramento caliente, cuya radiación sirve para aumentar la temperatura
radiante media. El ahorro que produce esa bajada de la temperatura del ambiente interior, depende de las
temperaturas exteriores medias a lo largo de la temporada de calefacción. En la mayoría del territorio
peninsular de España, con las temperaturas medias exteriores normales, el ahorro de este sistema, a lo largo
de la temporada de calefacción, puede estimarse entre un 15 % y un 20 %, comparado con un sistema de
calefacción por radiadores.
Energías residuales o gratuitas[editar]
Cuando se trata de un sistema por agua caliente, pueden aprovecharse estas energías, sea la geotérmica o el
aprovechamiento de energías residuales, aunque todas ellas requieren infraestructuras urbanas o de barrio
(red de reparto de calor), cuestión difícil de resolver cuando se trata directamente de un edificio. Otra
posibilidad que puede aplicarse a un edificio es la cogeneración, aunque muy difícil en un edificio residencial.
A pesar del título, ninguna de estas energías sería gratuita, aunque la fuente sea gratuita (geotérmica) o se
produzca como un residuo, pues requiere infraestructuras que hay que construir, cuidar y mantener. En
cualquier caso son mucho más baratas y ecológicas.
Energía solar térmica[editar]
La energía solar térmica se podría utilizar para la calefacción por suelo radiante. La ventaja es que el sistema
de agua caliente utiliza el caloportador a baja temperatura, inferior o igual a unos 50 ºC, lo que facilita un buen
rendimiento de los colectores. La desventaja fundamental es que el rendimiento de los mismos baja
notablemente con bajas temperaturas exteriores, lo que quiere decir que precisamente cuanto más calor se
necesita, los días más fríos, el rendimiento es menor y además coinciden con los días más cortos del año, lo
que significa que es menor la insolación. Técnicamente es posible conseguirlo, a costa de una gran superficie
captadora, pero luego, en épocas más cálidas, los colectores seguirán produciendo calor y habrá que
deshacerse de él.
Una solución posible a este problema es acumular el calor en grandes depósitos de agua durante la época
cálida, para utilizarlo en las temporadas frías. Pero esto requiere también el uso de técnicas de calefacción
urbana, dada la importante inversión que hay que hacer en colectores y acumuladores.3
Energía eléctrica[editar]
La electricidad tiene un rendimiento alto en la producción de calor (se aproxima al 98 %) pero a cambio es la
más cara por unidad de energía (kWh). Y hay importantes razones para ello. La producción de electricidad por
combustibles tiene un rendimiento bastante bajo: con el gasóleo, fuelóleo o carbón, es difícil que lleguen a un
rendimiento del 40 % sobre la energía primaria.4 La conversión de estas energías primarias en calor
directamente, en una caldera, es difícil que baje de un rendimiento de 75-80 %, por lo que la misma cantidad
de combustible puede dar el doble de calor en un sistema de calefacción por agua caliente. Existe también la
producción de electricidad con gas natural en ciclo combinado, que puede llegar a dar el 50 % de rendimiento,
pero también hay calderas de gas natural, las de condensación, que pueden dar hasta el 98 % de rendimiento
estacional.
Una vez producida la electricidad hay que transportarla y para ello, además, hay que transformarla primero en
alta tensión y luego otra vez a baja tensión. En el proceso de transporte, incluidas las transformaciones, se
estima que se pierde otro 50% de la energía eléctrica producida, por lo que al contador del usuario llega un
25 % de la energía primaria. Ello explica la diferencia de precios entre las energías por combustión y la energía
eléctrica.
Contra lo que muchos dicen, no es cierto que la energía eléctrica sea "ecológica". Es verdad que no contamina
en el punto de consumo, pero lo hace en el punto de producción. Según el Informe Anual del Observatorio de
Energía y Desarrollo sostenible en España, 5 la producción de electricidad en este país, en 2003, se hizo:
nuclear 24%; combustibles, 40%; hidráulica, 16%; energías renovables, 16%; otros, 2%, es decir, las no
contaminantes solo suponían este año un 32%.6 De todos modos, las energías renovables (eólica y solar)
tendrán cada día una mayor importancia en el balance nacional, de modo que el problema de la contaminación
por gases de efecto invernadero disminuirá.
Sin embargo la electricidad puede servir como energía en los sistemas de suelo radiante por tuberías y agua,
calentando el agua mediante una bomba de calor movida por energía eléctrica.
Aplicaciones urbanas[editar]
En Islandia, donde hay abundantes yacimientos de aguas termales, se utiliza el suelo radiante para
descongelar el hielo de las calles de la capital, Reikiavik, los días fríos.
También en el Centro Turístico Termal Copahue en la provincia del Neuquén, Argentina, se inauguró en 1999
un sistema de calefacción de calles por suelo radiante, aprovechado aguas termales naturales.
Véase también