Selección de Ejercicios. Criterios para La Selección
Selección de Ejercicios. Criterios para La Selección
Selección de Ejercicios. Criterios para La Selección
Scientific Sport
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Resumen
La Selección de ejercicios constituye una decisión fundamental de la fase de Prescripción de
cualquier programa de entrenamiento neuromuscular orientado a la mejora o mantenimiento
de la salud. En la actualidad dicho proceso supone una mera agrupación de los ejercicios en
función de su especificidad o bien en relación a la masa muscular involucrada, lo cual no solo
puede conducir a posibles errores sino que constituye una forma limitada de proceso operativo
para poder garantizar una selección de ejercicios segura, eficaz y funcional. A este respecto
se plantea la presente propuesta desde la cual se pretenden identificar determinados criterios
o variables sobre la propia Selección de los ejercicios que ayuden a agruparlos o discriminar
entre los mismos. De este modo es posible representar dicho proceso mediante un algoritmo
que pueda facilitar su comprensión y puesta en práctica de forma unánime e inequívoca para
los técnicos. Además, el correcto análisis o integración multivariable de la Selección de
ejercicios permitirá identificar y establecer progresiones de los mismos cuyas características
motrices sean comunes o muy parecidas, y por tanto constituyan ejercicios similares e
intercambiables entre sí al cubrir los mismos objetivos desde el punto de vista de la salud y
funcionalidad.
INTRODUCCION
El desarrollo de algoritmos que faciliten el proceso que implica diseñar programas eficaces y
seguros de entrenamiento neuromuscular es un reto laborioso a la par que necesario. Los
algoritmos de ejercicio son un conjunto pre-establecido de instrucciones o reglas bien
definidas, ordenadas y finitas que permiten realizar una actividad mediante pasos sucesivos
que no generen dudas a quien deba ejecutar dicha actividad [1], y son representados
gráficamente mediante diagramas de flujo que explican todo el proceso mediante una
secuencia ordenada de pasos. Uno de esos algoritmos sería aquel que condujese el proceso
de la Selección de ejercicios neuromusculares, decisión fundamental y constitutiva de la fase
de Prescripción de cualquier programa de entrenamiento para la salud.
La utilización generalizada del término “ejercicio” en el ámbito de las ciencias del ejercicio
físico requiere un análisis previo. De hecho, la propia definición del término nos hará
comprender que aunque cualquier “ejercicio” lleve implícito la existencia de movimiento
articular (corporal), no todo movimiento puede ser considerado como “ejercicio”, entre otras
razones, por no tener un objetivo previamente definido normalmente relacionado con la mejora
de la condición física, ni seleccionarse en base a un proceso operativo sistematizado y
programado en función a dicho objetivo.
El término ejercicio procede del latín “exercitĭum”, que en su acepción tercera en el diccionario
de la RAE de la lengua se define como “conjunto de movimientos corporales que se realizan
para mantener o mejorar la forma física” [3]. Por tanto cualquier movimiento corporal solo
podría considerarse “ejercicio” cuando su selección, variables de aplicación y realización
(dosis), integrado en el contexto de un programa de entrenamiento, atiendan a adecuados y
evidenciados criterios que supongan un estímulo suficiente para logar mantener, mejorar o
recuperar la condición física-salud. De esta manera debemos entender que cualquier ejercicio
es un conjunto de movimientos corporales que servirán de formato o medio para que el resto
de componentes de la dosis puedan manifestarse (volumen, intensidad, densidad,
metodología) y que además le definen en sí mismo [5].
Ello nos debe llevar a considerar el hecho de que la Selección de ejercicios llevará implícito, y
será condición sine qua non, la previa definición de la dosis del mismo. Caso contrario solo
estaríamos desarrollando un movimiento o conjunto de movimientos corporales que podrían o
no suponer un estímulo adecuado para generar determinadas respuestas adaptativas.
Por otro lado, cualquier intento de clasificar determinado glosario de ejercicios se hará
ordenando sus elementos bajo un criterio común. De este modo, cuando nos referimos a los
ejercicios realizados contra resistencias para mejorar las prestaciones de fuerza lo podemos
hacer atendiendo a distintos criterios, unos más cercanos a la anatomía funcional (acciones o
movimientos articulares, implicación articular, grupos musculares agonistas implicados, etc.)
[8, 9, 10, 11, 12, 13], otros según sean su similitud con el gesto deportivo y transcendencia
para la mejora del rendimiento [4, 14, 15], a veces en relación a determinados aspectos
biomecánicos (p.e: cadena cinética o articular cerrada y abierta), o incluso bajo criterios de
supuesta funcionalidad [6, 7]. Sin embargo, tradicionalmente y en demasiadas ocasiones
somos víctimas del vestigio procedente del body-building o físico-culturismo de clasificar y
seleccionar los ejercicios de fuerza bajo el único criterio de la hipotética implicación muscular
dominante (de ahí que nos refiramos a ejercicios de “musculación” para pectoral, dorsal,
hombro, bíceps, etc.), con las limitaciones que entraña este punto de vista para el verdadero
control de la dosis, en especial en lo que a control de la variable volumen se refiere.
Posiblemente podamos recurrir a otro tipo de criterios atendiendo a una lógica que permita un
mejor control de las variables, al tiempo que conlleve mayor especificidad con criterios de
verdadera funcionalidad, pudiendo operar a nivel de engramas y patrones motores,
relacionando los ejercicios con variables como las acciones motrices, núcleos articulares
implicados, planos de movimiento y la consecuente participación de los grupos musculares
responsables de tales acciones.
Por todo lo anterior, consideramos que realizar la selección de ejercicios desde el clásico
criterio de “grupo muscular agonista” es un histórico error para su aplicación al contexto de la
salud, cuales quiera que sea el objetivo, pudiendo generar confusión, ambigüedades y
conflictos a la hora de seleccionar y distribuir los mismos a lo largo de las unidades de
entrenamiento. A este respecto incluso una clasificación tan práctica y difundida como esta
puede dar lugar a errores en el control de determinadas variables, como por ejemplo el
volumen de entrenamiento relativo.
Otra cuestión relacionada, aunque con menos relevancia práctica, está en lo que a
terminología de los ejercicios se refiere, encontrando que las denominaciones con las que se
conoce y bautiza cada uno de los mismos y sus variantes es tremendamente variada, cuando
lo más acertado sería nombrar y analizar cada ejercicio según una serie de variables que
realmente fueran características relevantes e inequívocas, y no tanto por los culturistas que
los popularizaron en su momento (curl Scott, press Arnold, remo Gironda) u otras insólitas
denominaciones que nada aportan (“rompecabezas”, “buenos días”, “peso muerto”, “vuelos”,
“pájaros”, “estocadas”, etc.).
Ante este panorama nuestro grupo propone canalizar la Selección de los ejercicios en base a
algoritmos a partir de un análisis multivariable como el que a continuación expondremos. De
este modo, integrando distintas variables podremos agrupar los ejercicios cuyas
características motrices y biomecánicas compartan estrechos nexos comunes y por tanto
constituyan en muchas ocasiones ejercicios intercambiables entre sí para un determinado
objetivo y nivel de sujeto desde una perspectiva funcional.
Figura 1. Ejemplo de análisis multivariable de ejercicios dinámicos de fuerza del hemisferio superior. AEEP:
Alta estabilización externa pasiva ADEIA: Altas demandas estabilización interna activa
Las variables que conforman dicho análisis multivariable y que constituirán un algoritmo
específico por sí mismas son las siguientes:
Cada ejercicio podrá involucrar sólo una o varias regiones corporales y ello definirá a su vez
distintos tipos de ejercicios (TE) con respecto a sus características motrices:
• Cuando el ejercicio involucre sólo uno de los dos hemisferios corporales será
denominado ejercicio simple(p.e. una acción de empuje de miembro inferior).
• Si el ejercicio involucrase los dos hemisferios corporales alternativa o simultáneamente
podrá ser un ejercicio combinado (p.e.: squat + tracción dorsal) o secuencial (p.e.:
cargada de fuerza). Los ejercicios secuenciales, a diferencia de los combinados, son
aquellos que comprenden movimientos articulares cuyo objetivo último es transferir la
mayor velocidad posible al último segmento de la cadena, en donde la fuerza generada
en los núcleos articulares proximales se transmite secuencialmente hacia los segmentos
distales [15], caso de los levantamientos olímpicos.
Así, podemos describir dos tipos de acciones motoras básicas, como resultado de la
interacción con algún tipo de resistencia externa. No obstante, pese a que este tipo de
acciones, que a continuación describimos, sean de uso común, reconocemos que su
definición resulta difícil en su aplicación al contexto del ejercicio físico. Es por ello que no
hayamos encontrado en la literatura una definición unánime y convincente con aplicación a
todos los movimientos articulares pese a su utilización generalizada. En la búsqueda por
aportar algo de luz y una propuesta práctica y útil, nuestro grupo se atreve a plantear la
siguiente definición:
• Acciones de “empuje” (press): Acción muscular que implica la interacción con una
resistencia a vencer mediante un movimiento en un sentido anterior (hacia delante),
superior (hacia arriba) o medial (hacia la parte interna) para el miembro superior. O para
el miembro inferior en un sentido posterior (hacia atrás), inferior (hacia abajo) o lateral
(hacia la parte externa). Todo ello siempre considerando la posición corporal global y la
posición anatómica de referencia.
• Acciones de “tracción” (pulls): Acción muscular que implica la interacción con una
resistencia a vencer mediante un movimiento en un sentido posterior (hacia atrás),
inferior (hacia abajo) o lateral (hacia la parte externa) para miembro superior. O para el
miembro inferior en un sentido anterior (hacia delante), superior (hacia arriba) o medial
(hacia la parte interna). Todo ello siempre considerando la posición corporal global y
anatómica de referencia.
En algunos casos será necesario atender el hecho de que si el sistema de referencia (cuerpo)
se desplaza se deberá valorar el movimiento con el desplazamiento en sentido contrario al
descrito.
Figura 2. Procesos operativos a nivel de toma de decisiones sobre componentes de RC, TEj y AM. OM:
Organización metodológica G: Programa Global H: Programa por Hemisferios Gm: Programa por grupos
musculares Sc: Ejercicio Secuencial C: Ejercicio Combinado S: Ejercicio Simple HS: Hemisferio
Superior HI: Hemisferio Inferior COREsp: Core Específico
Hace referencia a las principales articulaciones involucradas que posibilitan cada uno de los
acciones motoras que constituirán los ejercicios seleccionados y sobre los que
preferencialmente dirigiremos el objetivo de tal selección. De esta forma se puede discriminar
entre ejercicios que comparten muchas de las variables de selección (región corporal, tipo de
ejercicio, plano de movimiento, acción motora básica, etc.) pero implican distintas
articulaciones. También se puede atender, en los ejercicios poli-articulares, al núcleo articular
proximal, distal o ambos.
Los planos de movimiento hacen referencia a cada uno de los planos geométricos, y que se
corresponden con las 3 dimensiones del espacio. Dichos planos, junto a cada uno de los ejes
corporales, permiten definir, describir y situar los movimientos corporales en el espacio
tridimensional.
Aun cuando estos sean considerados los planos primarios, también es cierto que gran parte
de los movimientos no se realizan en un plano único y específico sino que se desarrollan
desde una combinación de ambos [19]. Es difícil para los técnicos en su aplicación práctica,
que se extrae de estos estudios biomecánicos, determinar el eje exacto a nivel articular desde
el que se realiza el movimiento (al menos con la exactitud que requeriría para establecer
determinadas variaciones que pudiesen ser significativas), así como atender a las posibles
combinaciones al respecto de dichos planos de movimiento. Por tanto entendemos que la
clasificación propuesta exigirá determinar el plano prioritario o preferencial en el que se
desarrolla el ejercicio para facilitar una selección mucho más eficiente desde un punto de vista
operativo.
Figura 3. Procesos operativos a nivel de toma de decisiones sobre componentes de AM, IA, NA y PM. AVD:
Actividades Vida Diaria AVDL: Actividades Vida Diaria Laboral SG: Sagital F: Frontal TV: Transversal
OM: Organización metodológica G: Programa Global H: Programa por Hemisferios Gm: Programa por
grupos musculares Sc: Ejercicio Secuencial C: Ejercicio Combinado S: Ejercicio Simple HS: Hemisferio
Superior HI: Hemisferio Inferior COREsp: Core Específico
La postura corporal adoptada desde la que se inicia y realiza el ejercicio tiene importantes
repercusiones raquídeas desde el punto de vista de la seguridad. Sabemos que la magnitud
de las cargas compresivas y de cizalla anteriorposterior y lateral a nivel raquídeo está
condicionada por dicha postura, ya que la misma modificará la distribución de carga entre los
distintos componentes pasivos de la columna vertebral (núcleo pulposo y anillo fibroso,
articulaciones interapofisarias, ligamentos intervertebrales). Es sabido, por ejemplo, que
diferentes posturas corporales determinan diferentes niveles de presión intradiscal,
aumentando en sedestación sin apoyo y en flexión de tronco en bipedestación, mientras que
disminuyendo en los decúbitos, la bipedestación y la sedestación con apoyo del raquis [20].
De esta forma consideraremos las siguientes PC para la realización del ejercicio, y que en sí
mismas son una variable a considerar a la hora de la Selección de ejercicios:
• Bipedestación (bipodal)
• Bipedestación (monopodal)
• Sedestación (con y sin apoyo del raquis)
• Rodillas (con el tronco perpendicular al suelo)
• Cuadru-sextupedia
• Decúbitos (lateral, dorsal, ventral)
Asimismo, algunos estudios recientes han mostrado interesantes resultados sobre los
incrementos de activación de determinada musculatura del tronco al realizar ejercicios de
estabilización raquídea (puentes supinos en distintas posiciones) integrando movimientos de
elevación de una pierna [26] y movimientos de los brazos [27]. Estos datos revelan que la
integración de movimientos con las extremidades mientras se estabiliza el tronco en tareas
específicas para ello puede incrementar las demandas de estabilización raquídea por el
control postural requerido, lo que supone nuevas alternativas de progresión.
Figura 4. Procesos operativos a nivel de toma de decisiones sobre componentes de PC, TE, DE
Conclusiones
Desde nuestro punto de vista todo procedimiento que oriente y facilite la toma de decisiones
del complejo proceso que conlleva el diseño de programas de entrenamiento para la salud
ayudará a sistematizar, unificar y simplificar criterios siempre que los mismos estén
sustentados, y constantemente cuestionados, sobre las evidencias científicas más actuales.
En este sentido desde Instituto Internacional de Ciencias del Ejercicio Físico y Salud estamos
desarrollando una intensa labor para poder plasmar dichos algoritmos y someterlos a un
proceso de validación para su difusión entre el mundo académico y profesional.
Referencias
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de enciclopedia: Algoritmo.
2. Instituto Internacional de Ciencias del Ejercicio Físico y Salud. 5 de enero. (2013). Término
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Cita
Cita en PubliCE Standard
Juan Ramón Heredia Elvar, Guillermo Peña García-Orea, Fernando Mata, Felipe Isidro
Donate, César Martín, Isabel López, Carlos Javier Reguillo Moreno y MARZO EDIR DA SILVA
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http://g-se.com/es/org/iicefs/articulos/nuevo-paradigma-para-la-seleccion-de-los-ejercicios-de-
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