BLOQUE 10 Belen
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Durante cinco años se pusieron en marcha una serie de reformas que provocaron la oposición
de la oligarquía. Las tensiones y conflictos resultantes desembocaron en julio de 1936 en la
sublevación militar que dio origen a la guerra civil.
El análisis de las causas que llevaron a la proclamación de la República nos lleva a la dictadura
de Miguel Primo de Rivera y su final.
La dictadura de Primo de Rivera, que comenzó con el golpe de Estado de septiembre de 1923
se mantuvo hasta 1930. Las causas hay que buscarlas en la prosperidad de la segunda mitad de
la década, un periodo de especial bonanza en la economía mundial, que permitió en España un
crecimiento importante. Sin embargo, el gran defecto de esta ambiciosa política económica de
modernización de España es la gran generación y acumulación de Deuda Pública. La mala
coyuntura económica de 1929 (el famoso Crack de la bolsa de Nueva York) impide la
continuación de las obras públicas. A ello hay que añadir el fracaso de los intentos de
institucionalización del régimen, el descontento de los partidos políticos y el aumento del
malestar de los militares. Cuando Alfonso XIII se convence de que la dictadura es un peligro
para su régimen retira su apoyo a Primo de Rivera que dimite en enero de 1930.
Nombró presidente de gobierno al general Dámaso Berenguer, dando paso a un periodo que
se conoce como “Dictablanda” que dimitió unos meses después, febrero 1931, siendo
sustituido por el Almirante Aznar que formó un gobierno de concentración con monárquicos
que aún apoyaban a Alfonso XIII y la Lliga.
Pero los dos Gobiernos que se sucedieron (el de Berenguer y el de Aznar) fueron incapaces ya
de resucitar lo que podía considerarse un cadáver político.
Este nuevo régimen nace en un contexto económico de grave crisis económica que va a
dificultar su consolidación.
La crisis económica internacional de los años treinta, cuya primera manifestación fue el crack
de la bolsa de Nueva York en el año 1929, ha sido la más profunda de las experimentadas por
el sistema capitalista. No obstante, sus efectos en España se notaron en mucho menor grado
debido principalmente al carácter cerrado de su economía, ya que se encontraba fuertemente
protegida del exterior por la política arancelaria, puesto que su producción se destinaba al
mercado interior.
De hecho, la depresión tardó más tiempo en afectar a España (1933 fue el año más crítico). Sin
embargo, como la economía española en muchos aspectos era dependiente de los países
desarrollados, la crisis internacional tuvo al menos tres consecuencias.
La contracción del comercio exterior, que afectó en especial al sector agrícola más
productivo, a la industria minera y a la siderúrgica. Las exportaciones disminuyeron en
cuanto volumen y, sobre todo, en valor a causa del hundimiento generalizado de los
precios en los mercados internacionales.
El Colapso de las inversiones industriales extranjeras, no solo por la crisis internacional,
sino también debido a la incertidumbre provocada por el desarrollo delos
acontecimientos en el interior del país.
La Modificación de los flujos migratorios entre España y el extranjero, pues se
interrumpieron a causa de la crisis en los países de destino (Francia, Latinoamérica) y
el aumento de los retornos que contribuyó al aumento del desempleo en España. El
paró constituyó fue problema clave y una de las causas principales de la permanente
conflictividad de ala Segunda República
Sin embargo, los principales problemas de la 2ª República estuvieron causados sobre todo por
la situación interna: la desconfianza y el boicot de terratenientes y capitalistas, por un lado, y
la radicalización y conflictividad social de campesinos y obreros por otro, se reforzaron
mutuamente y generaron un clima de incertidumbre poco propicio para el desarrollo de la
economía.
En suma, las dificultades internas se definían por paro agrícola, reparto desigual de la tierra,
escasa financiación empresarial, escasa competitividad internacional, déficit comercial y escasa
confianza de los empresarios en el régimen republicano (por sus políticas sociales y de
reformas laborales).
Por otra parte, la política de los sucesivos gobiernos republicanos de disminuir el gasto público
para equilibrar el déficit heredado de la Dictadura de Primo de Rivera tuvo efectos desastrosos
para la industria pesada, al reducirse simultáneamente la inversión pública y privada.
Conclusión
ESTANDAR 2.- Resume las reformas impulsadas durante el bienio reformista de la
República.
(INTRODUCCION)
Durante cinco años se pusieron en marcha una serie de reformas que provocaron la oposición
de la oligarquía Y DE LAS FUERZAS DE IZQUIERDA MÁS RADICALES. Las tensiones y conflictos
resultantes desembocaron en julio de 1936 en la sublevación militar que dio origen a la guerra
civil.
Los años de la República se han dividido en función de las fuerzas políticas que gobiernan. El
periodo comprendido entre diciembre de 1931 y noviembre de 1932 es conocido como bienio
reformista, bienio de izquierdas o también como bienio social-azañista.
(DESARROLLO)
Días después de ser aprobada la Constitución que establecía que España era una república…en
diciembre de 1931, cesó el gobierno provisional formado en abril y se formó un gobierno
ordinario con Manuel Azaña como Presidente del Gobierno, y Nicetó Alcalá Zamora fue elegido
Presidente del República.
Azaña era un intelectual brillante que aparecía como la revelación de la "izquierda republicana
burguesa”. Gobernó estos dos primeros años en coalición con los socialistas. En su gobierno
había ministros del PSOE, de Acción Republicana (su partido, que luego pasaría a llamarse
Izquierda Republicana, al fusionarse con el Partido Radical Socialista fundado por Marcelino
Domingo tras escindirse en 1929 del P. Radical de Lerroux), y de otros grupos republicanos y
regionalistas catalanes y gallegos.
Pretendía llevar a cabo reformas que se consideraban inaplazables. Para Gabriel Jackson la
palabra “reforma” es la que mejor define el intento de Azaña, ya que pocos gobiernos han
iniciado tantas y tan profundas reformas en un periodo tan corto. Las reformas, aunque
iniciadas con el Gobierno Provisional, se acometieron de forma sistemática durante el llamado
precisamente “bienio reformista” (1931-1933), bajo la dirección de Manuel Azaña, Presidente
del Gobierno. La crítica que ya en su día hizo Ortega y Gasset, cercano ideológicamente a
Azaña, es que no fue capaz de negociar, o consensuar estas reformas, sino que pretendió,
convencido de su necesidad, imponerlas. De todas formas, debemos insistir en el hecho de que
ésta fue la primera ocasión en que se plantearon globalmente los problemas más graves de la
vida española con una voluntad de resolverlos de modo definitivo y MODERNIZAR POLITICA,
ECONOMICA Y SOCIALMENTE ESPAÑA, EN LA MISMA LÍNEA QUE SE ESTABA HACIENDO EN EL
RESTO DE EUROPA.A ellos nos referimos a continuación:
La reforma agraria. - El problema agrario, que venía arrastrándose durante siglos, fue
posiblemente el más grave con que se encontró la República (no olvides ponerlo con
mayúscula). Como ya has estudiado, la propiedad de la tierra estaba mal repartida, y
era imprescindible una reforma en este sentido. Pero los latifundistas se oponían a que
les expropiaran sus tierras, y los jornaleros pedían un rápido reparto de tierras. Ello
daría lugar a graves conflictos.
2. El segundo aspecto se refiere a un grave problema social, sobre todo en las zonas de
latifundio, donde los jornaleros vivían en condiciones de miseria y estaban ya hartos
de esperar las soluciones que no llegaban. Estos campesinos están muy radicalizados,
apoyando en muchos casos a organizaciones anarquistas como la C.N.T., deseosas de
una revolución obrera y campesina. Exigen al gobierno de la República medidas
rápidas y profundas. El gobierno tiene que dar respuestas a estas exigencias a corto
plazo.
1. fase. Se creó una Comisión Técnica Agraria que debía hacer una propuesta. Esta
Comisión pensó que lo mejor era evitar largos debates en las Cortes, por lo que
proponía que se aprobase por decreto ley. Proponía también obligar a los
terratenientes a arrendar sus tierras en las condiciones que el Estado dictase (sin
expropiación ni indemnización) y la creación de un impuesto progresivo sobre las
grandes fincas para financiar la puesta en marcha de la reforma. La reforma
estructural que implicaría expropiación de las tierras con indemnizaciones, se dejaría
para que las Cortes la abordasen más adelante con mayor detenimiento. El proyecto
de la C.T.A. no se aceptó (no gustó a los republicanos, aunque sí a los socialistas) y se
creó una:
Solo se expropiaba sin indemnización a los Grandes de España, como castigo por su supuesto
apoyo a Sanjurjo (577.000 has. una cantidad importante). Las tierras mal cultivadas,
arrendadas sistemáticamente y las no regadas en tierras de regadío, podían expropiarse con
indemnización. También podían expropiarse las que, cultivadas directamente, sobrepasasen
unos límites entre 100 y 750 hectáreas (pero eran máximos por cada municipio, por lo que,
agregadas, seguían siendo una gran propiedad).
Esta Ley tiene grandes pretensiones, pero pocos medios económicos; los presupuestos del
I.R.A. - Instituto de Reforma Agraria, que debía llevarla a la práctica-, eran muy escasos.
(Recuerda que no se ha aceptado el impuesto progresivo sobre grandes fincas). Se creó el
Banco Nacional Agrario, con representantes de los principales bancos, que debería financiar el
establecimiento de los campesinos.
Aunque la ley tenía problemas técnicos, lo peor fue la lentitud con que se aplicó y los
problemas burocráticos de su ejecución, agravados por la poca competencia del ministro de
Agricultura, Marcelino Domingo.
Afectaba, como ya sabes, a zonas de latifundio clásico: Andalucía, Extremadura, Ciudad Real,
Albacete, Toledo y Salamanca.
Según la ley, las indemnizaciones serían pagadas en numerario (dinero efectivo) y en bonos
amortizables en cincuenta años. La parte pagada en efectivo sería mayor cuanto menor fuese
el tamaño a expropiar entre el 20 y el 1%-
El coste de las indemnizaciones y los escasos presupuestos hacían muy lento el proceso, de
forma que a finales de 1933 sólo se habían instalado 8.600 familias, cuando se había previsto
asentar 600.000 campesinos por año. Se habían expropiado 89.000 has y ocupado
temporalmente otras tantas. Era poco, pero si no se hubiese expropiado a los "Grandes" sin
indemnización tras el levantamiento de Sanjurjo, todavía sería menos.
Los campesinos protestaron contra la lentitud de las reformas, y cada vez están más lejos del
Gobierno, apoyando posturas de carácter revolucionario. El gobierno de Azaña no pudo hacer
apenas nada para impedir los disturbios ocasionados principalmente en Andalucía y
Extremadura, donde hubo algunos episodios de mucha violencia, protagonizados
principalmente por los anarquistas, que tanta fuerza tenían entre los jornaleros de estas zonas,
como ya sabes. Ejemplos de estos disturbios son los sucesos de Castilblanco, donde se produjo
una matanza de guardias civiles durante una manifestación; en Arnedo, pocos días después, la
Guardia Civil reprimió violentamente a los manifestantes, causando varios muertos. El 12.1.33
en Casas Viejas, la Guardia de Asalto reprime con dureza una sublevación anarquista, y catorce
personas fueron fusiladas durante los sucesos. A Azaña se le hace responsable político de estos
sucesos (y a finales de ese año tuvo que convocar elecciones que fueron ganadas por el centro
y la derecha, con lo que acaba el bienio reformista)
Fue tal vez el problema que ocasionó más enemigos a la República. Mucha gente identificaba
catolicismo con posturas políticas monárquicas y conservadoras. Sectores importantes de la
Iglesia habían mostrado su rechazo hacia la República desde que fue proclamada. Un ejemplo
de ello es el cardenal Segura quien fue por ello expulsado de España. La Constitución de 1931
había proclamado la Separación de la Iglesia y el Estado (el Estado era aconfesional, no tenía
religión oficial). En este contexto, la famosa frase de Azaña “España ha dejado de ser católica”,
explicada en su discurso ante las Cortes, fue mal interpretada, y considerada un ataque a la
religión católica por algunos. La Constitución también acordó la supresión de la retribución del
clero (lo que se llamaba “presupuesto de culto y clero”) y la enseñanza religiosa. Además, se
prohibía a las Órdenes religiosas dedicarse al comercio y la industria. Vimos como por
desacuerdo con estos artículos presentaron su dimisión Alcalá Zamora presidente del
Gobierno provisional y Miguel Maura ministro de Gobernación, hijo de Antonio Maura.
Posteriormente se tomaron otras medidas, durante el bienio reformista (1931-1933):
Estas medidas fueron entendidas por muchos católicos como un ataque a sus creencias. Para
el gobierno no era sino la extinción de unos privilegios que ya no existían en la mayoría de los
países europeos.
La reforma educativa.
La cultura era vista por los republicanos como la expresión de la España nueva que surgía en
1931, y recibió atención preferente. Las reformas en el campo educativo se emprendieron, al
igual que las demás, en el primer bienio (1931-1933). En un país con casi un 50% de
analfabetos y la mitad de la población infantil sin escolarizar, se pensaba que una reforma
educativa en profundidad era indispensable (Recuerda la expresión del regeneracionista
Joaquín Costa: “Escuela y Despensa”. Según la Constitución de 1931 la educación era un
derecho de toda la población que debía ser garantizado por el Estado. Así, Marcelino Domingo
y Fernando de los Ríos llevarán a cabo una gran campaña de mejora de la enseñanza. Sus
esfuerzos se orientaron principalmente a la educación primaria con la construcción de un gran
número de escuelas. Los proyectos iniciales se vieron frenados por la falta de presupuestos, a
pesar de lo cual, en dos años se crearon más de 10.000 escuelas. El problema de la falta de
fondos se agravó al verse obligado el Estado a sustituir a las órdenes religiosas, que ahora no
podían dedicarse a la enseñanza.
La mayoría, sin embargo, apoyó la política reformista del gobierno de Azaña y colaboró en la
acción de extensión cultural del Gobierno republicano-socialista. Algunas compañías teatrales,
integradas por actores profesionales y estudiantes, visitaron pueblos apartados del país
llevando las principales obras del repertorio teatral español. La más conocida de ellas fue La
Barraca, un proyecto personal del poeta García Lorca.
Las Misiones Pedagógicas tuvieron un objetivo similar, la difusión de la cultura entre una
población mayoritariamente analfabeta: bibliotecas ambulantes, conferencias, charlas,
recitales de poesía, proyecciones de películas, exposiciones con reproducciones de obras del
Museo del Prado...
Convocados por Manuel Bartolomé Cossío, presidente del Patronato de las Misiones
Pedagógicas, se llegarían a reunir más de quinientos voluntarios de diverso origen: maestros,
profesores, artistas, y jóvenes estudiantes e intelectuales. Entre ellos se encontraban: la
filósofa María Zambrano, el dramaturgo Alejandro Casona, el cineasta José Val del Omar, el
poeta Luis Cernuda, el pintor Ramón Gaya, el músico Eduardo Martínez Torner, y una nutrida
«infantería» de entre la que más tarde saldrán los nombres de María Moliner, Rafael Dieste,
Maruja Mallo, Diego Marín, Antonio Sánchez Barbudo, Pedro Pérez Clotet o la académica
Carmen Conde y su marido Antonio Oliver.
Entre 1931 y 1936, la labor del Patronato (y a pesar de los intentos de sabotaje durante el
Bienio Negro), llegó a cerca de 7.000 pueblos y aldeas, a través de 196 circuitos de Misiones
Pedagógicas, con la participación aproximada de 600 "misioneros". Hasta el 31 de marzo de
1937, se repartieron 5.522 bibliotecas, que en conjunto sumaban más de 600.000 libros. El
Coro y Teatro del Pueblo realizó 286 actuaciones, y las Exposiciones Circulantes de Pintura del
Museo del Pueblo, pudieron verse en 179 localidades. Se desmantelaron al acabar la guerra
civil.
La reforma militar.
Ya has estudiado que la reforma del Ejército era una tarea pendiente desde hace muchos años.
Sobraban muchos altos mandos y era un ejército poco eficaz. Además, muchos mandos eran
monárquicos. Azaña ya había iniciado las reformas durante el gobierno provisional en el que
fue ministro de la Guerra. Durante el bienio reformista (1931-333) fueron completadas,
tomándose las siguientes medidas:
No se pudieron solucionar las deficiencias materiales del ejército, para lo cual se necesitaban
recursos de los que el gobierno carecía. La reforma militar estuvo técnicamente bien hecha y
respondía a las necesidades del Ejército, pero no logró muchos de sus objetivos y además
provocó divisiones dentro del Ejército y fue recibida por muchos militares con hostilidad.
Algunos historiadores insisten en que Azaña no buscó el consenso del Ejército.
Según el Estatuto de Autonomía, el poder público catalán la Generalitat estaba compuesto por
un Presidente (Maciá), un Parlamento (su presidente fue Companys) y un Consejo Ejecutivo. Al
Gobierno Central le quedaban reservados las competencias de orden público, la defensa
nacional, aduanas y las relaciones exteriores. La discusión sobre qué competencias
correspondían al Gobierno Central, y cuáles a la Generalitat, fue difícil, pero finalmente se
llegó a un acuerdo. (Maciá, a su muerte, fue sustituido por Companys como presidente de la
Generalitat)
La aprobación del Estatuto, que despertó hondos recelos en los medios militares, suscitó una
fuerte oposición en los partidos y prensa de derechas. El debate en las Cortes fue
especialmente tenso.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) tenía una marcada connotación católica y conservadora, lo
que no era bien visto por la izquierda. Este partido se fue convirtiendo en algo similar a lo que
significaba la democracia cristiana de otros países europeos. Los diferentes proyectos de
Estatuto de Autonomía del País Vasco, no tuvieron éxito, por razones distintas. En el primer
bienio, porque el gobierno de Azaña recelaba del conservadurismo del PNV. Más tarde,
durante el gobierno de Lerroux, en el bienio radical-cedista, tampoco la derecha vio bien las
ansias autonomistas vascas, aunque por motivos bien distintos. El País Vasco no tendría
autonomía hasta octubre de 1936, gobernando el Frente Popular y ya iniciada ya la Guerra
Civil.
La problemática social.
Fue uno de los problemas más importantes a los que tuvo que enfrentarse el gobierno de
Azaña. Obreros y campesinos exigían cambios más rápidos y profundos, y se mostraban
cansados de esperar. Protagonizaron acciones violentas, como ocupaciones de fincas, quemas
de conventos ...Estos desórdenes públicos fueron uno de los principales problemas del
gobierno de Azaña. Éste se encontraba en una difícil situación, ya que si reprimía con dureza
los desórdenes se enemistaría con los sindicatos y partidos obreros, mientras que, de no
hacerlo, el desorden podría facilitar el triunfo de la derecha en las próximas elecciones.
Durante el Gobierno Provisional (abril a diciembre de 1933) se habían creado los “Guardias de
Asalto”, para el mantenimiento del orden público.
Las condiciones de vida de las clases populares seguían siendo muy duras y el radicalismo
anarquista cada vez tenía más éxito entre los trabajadores.
La "faísta" (F.A.I.) que plantea drásticamente "revolución o nada" y postula la "acción directa".
Llevaron a cabo varias “insurrecciones” durísimamente reprimidas.
El socialista y líder de la UGT, Francisco Largo Caballero, colaboró con Azaña, en cuyo
gobierno fue ministro de Trabajo. Desde este cargo intentó mejorar las condiciones de
vida y de trabajo de obreros y campesinos, promoviendo los seguros sociales y
reduciendo la jornada laboral de los trabajadores del campo. De su gestión
destacamos dos disposiciones que fueron muy discutidas:
Ley de Términos Municipales (obligaba a contratar obreros de la localidad)
Los Jurados Mixtos.
Es uno de los principales acontecimientos que ocurren durante el bienio reformista liderado
por Azaña. Ocurrió en agosto de 1932 en Sevilla. El general Sanjurjo encabezó la sublevación,
pero esta rebelión militar no contó con los apoyos suficientes y fue fácilmente reprimida.
Sanjurjo y otros dirigentes sublevados fueron condenados a la pena de muerte, pena que fue
conmutada por el gobierno de Azaña por la de cadena perpetua. Esta sublevación militar era
una señal del malestar de sectores del ejército por las reformas emprendidas y sirvió de
experiencia para la preparación del golpe definitivo en julio de 1936. Sanjurjo fue amnistiado
por el gobierno de Lerroux tras las elecciones de finales de 1933 y se exilió en Portugal, desde
donde siguió conspirando.
(INTRODUCCIÓN)
Nada más proclamarse la República, se formó un Gobierno Provisional que debía preparar las
elecciones a Cortes Constituyentes. Un republicano católico y de tendencia moderada, Nicetó
Alcalá Zamora, presidía este gobierno que representaba, con difícil equilibrio, las fuerzas del
Pacto de San Sebastián. Nicetó Alcalá Zamora, que luego fue Presidente de la República hasta
la época del Frente Popular, pertenecía a la Derecha Liberal Republicana, que nunca fue un
partido moderno con una base social precisa ni un ideario político claro, por lo que esta opción
política no tuvo éxito. En este Gobierno Provisional destacó el Ministro de la Guerra, Manuel
Azaña, líder de Acción Republicana, brillante intelectual, político y escritor que será la figura
clave de la República. Otro ministro fue Alejandro Lerroux, líder del Partido Radical, que
también será una figura importante en esta época. Finalmente, el PSOE tenía tres ministros:
Fernando de los Ríos (socialismo humanista) Largo Caballero (sindicalista, partidario de la
revolución) e Indalecio Prieto (partidario de colaborar con los republicanos)
Desde los primeros momentos del Gobierno Provisional, se vio que la vida de la República sería
agitada. Obreros de la industria, jornaleros, nacionalistas catalanes .... pensaban que ya había
llegado el momento de que sus reivindicaciones fuesen escuchadas. Fíjate en algunos
ejemplos:
Todo ello se puede explicar por los deseos de cambio de amplios sectores de la población.
Además, el impacto de la crisis económica de 1929 influyó en el agravamiento de las tensiones
sociales, ya que los obreros y campesinos fueron los más perjudicados. Esta crisis, originada en
el “crac” de 1929 de Nueva York, ya se había notado al final de la Dictadura de Primo de
Rivera. España, por el peso de la agricultura y su relativo aislamiento (proteccionismo excesivo)
sufrió las consecuencias de la crisis en menor medida, pero lo suficiente para agudizar las
tensiones sociales y dificultar la estabilización de las instituciones republicanas. Ten en cuenta
que el comercio exterior se hundió, bajó la Bolsa, y aumentó el paro, así como el número de
huelgas. A esto hay que añadir el descenso del número de emigrantes y el aumento de la
población. La mezcla de todo ello puede ser explosiva si tenemos en cuenta que apenas había
protección social y el seguro de desempleo era inexistente. El resultado como hemos dicho, es
el aumento del malestar de los trabajadores y de la tensión social. Como ves, la II República no
nació en un buen momento en lo que respecta a la coyuntura económica.
En las Elecciones a Cortes Constituyentes, celebradas en junio de 1931, los republicanos y los
socialistas fueron en coalición, y obtuvieron la mayoría absoluta. El Gobierno Provisional
continuó, hasta la aprobación de la Constitución en diciembre.
Características de la Constitución.
Es una Constitución profundamente democrática, con un fuerte contenido social y muy
idealista. DEBEIS DESARROLLAR LOS SIGUIENTES ASPECTOS Y hacer referencias comparativas a
otros momentos de nuestra historia: sistema político, sufragio, soberanía, organización
territorialidad, a confesionalidad, propiedad, unicameralidad ... ¿Qué críticas se han hecho a
esta Constitución? ¿Por qué era difícil en 1931 hacer una Constitución de consenso? Diferencia
las figuras de Alcalá Zamora y Manuel Azaña y los papeles que desempeñaron a lo largo de la
República.
A pesar de estas dimisiones, una vez aprobada la Constitución, las Cortes eligieron Presidente
de la República a Alcalá Zamora y se formó un gobierno de coalición republicano socialista
dirigido por Manuel Azaña.
Crítica. - En las elecciones a Cortes Constituyentes, debido al sistema electoral, que beneficiaba
mucho a quien ganaba las elecciones (llamado “mayoritario”), las derechas estuvieron muy
débilmente representadas, con una fuerza parlamentaria muy inferior a su fuerza real dentro
de la sociedad. En estas circunstancias, la Constitución fue elaborada por la coalición
republicano-socialista, sin contar con las fuerzas de derecha. La Constitución no fue, por tanto,
una Constitución de consenso entre todas las fuerzas políticas.
Conclusión,
La revolución de octubre de 1934 fue para algunos historiadores el momento más crítico de la
Segunda República. El programa de “rectificación”, los enfrentamientos callejeros, la violencia
verbal en la prensa y en las Cortes y, la tensión entre patronos y obreros, provocaron una
polarización de la opinión pública y una situación explosiva desde el verano de aquel año que
explotó en octubre.
(DESARROLLO)
Para buscar las causas de la revolución de octubre de 1934 tenemos que remitirnos a lo
acontecido desde finales de 1933, los últimos momentos del bienio reformista, y conocer las
fuerzas políticas de derecha que accederán al gobierno del país entonces.
Las dificultades para gobernar, hicieron que a lo largo del mes de octubre de 1933 se
sucedieran varios gobiernos de coalición republicana con exclusión de los socialistas, hasta que
el presidente disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones. En las elecciones de noviembre
de 1933 triunfa el Partido Radical de Alejandro Lerroux -102 escaños- (centro político) y la
CEDA de Gil Robles -115 escaños (derecha) que se presentan en coalición-.
Es la primera vez que las mujeres pudieron ejercer el derecho a voto. La CNT pidió la
abstención. Esto y la desilusión general, restaron votos obreros a las izquierdas. En estas
elecciones, la izquierda había acudido dividida ya que los socialistas habían quedado
decepcionados de su anterior colaboración en el gobierno de Azaña, y los republicanos de
izquierda estaban más divididos que nunca. El triunfo de la derecha no fue aplastante, en
cuanto a número de votos, pero sí en cuanto al número de diputados, debido al sistema
electoral mayoritario, que ya hemos comentado. Los socialistas sólo tuvieron 58 escaños y
Azaña, el gran derrotado, cinco.
El presidente de la República, el Jefe del Estado, Alcalá Zamora mandó formar gobierno a
Lerroux por temor a las reacciones que un gobierno de la CEDA podría haber suscitado en el
movimiento obrero - a pesar de que la CEDA había obtenido mejores resultados en las
elecciones - Se forma, pues, un gobierno del Partido Radical con apoyo de la CEDA en las
Cortes. En un primer momento, no había ministros de la CEDA en el gobierno.
La política de esta coalición radical-cedista supuso frenar e incluso invertir el rumbo de las
reformas iniciadas en la etapa anterior. Es la conocida como política de “rectificación”
Veámoslo:
1º.-Se frena la reforma agraria. Algunos autores hablan de “contrarreforma agraria”, para
referirse a las medidas que se tomaron en esta época, ya que supusieron, a través de una
nueva Ley de Reforma de la Reforma Agraria (1935) quitar a la Reforma de 1932 todas sus
posibilidades y supuso su práctica desaparición, ya que se incrementan las indemnizaciones,
se reduce el área posible de reforma, se suprime el inventario (base material de trabajo) y se
suprime la expropiación sin indemnización de los “Grandes de España” y se anularon las ya
realizadas, devolviéndose las tierras confiscadas a estos tras el golpe de Sanjurjo.
En crítica formulada por José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange se señala que el
proyecto pretendía pagar las tierras con su "justo precio" y no dedicar más de 50 millones de
pesetas al año a estas operaciones. Haciendo cálculos, le salen 170 años para hacer la Reforma
agraria, lo cual considera una burla para los campesinos.
2º.- Se da marcha atrás en la política religiosa de Azaña intentando llegar a un Concordato con
la Santa Sede (no fue posible al parecer porque el Vaticano esperaba la llegada de la CEDA al
poder para firmarlo). Se impidió la aplicación de la ley sobre congregaciones religiosas, así que
los colegios católicos siguieron funcionando con normalidad. Se restableció el pago del sueldo
a los sacerdotes por parte del Estado.
4º.-- También se da marcha atrás en las reformas que se habían abordado en el Ejército.
Además, se promulga una Ley de amnistía que amnistía a los implicados en el golpe de
Sanjurjo de 1932. En 1935, siendo Gil Robles ministro de la Guerra se nombraron para altos
cargos a generales enemigos de la República (Fanjul, Goded, Mola, Franco)
5º.-Se llevó a cabo una política social más conservadora. (Salarios más bajos, menos subsidios
de paro y no intervención del gobierno en conflictos laborales).
Como ves, dentro del PSOE y la UGT se impusieron las tesis revolucionarias frente a las
reformistas de Besteiro o Prieto. En este sentido Largo Caballero, líder del sector
revolucionario, afirmó que había llegado el momento de la “revolución social”. A la huelga se
unieron Esquerra Republicana de Catalunya, el Partido Comunista de España, pero no la CNT,
con una excepción en Asturias, donde se produjeron las llamadas alianzas obreras, que
incluyeron también a la CNT.
En Asturias a la revolución dirigida por los socialistas se unieron comunistas y en esta región sí
que participaron los anarquistas a través de las Alianzas Obreras. Fue el único lugar donde se
produjo una verdadera revolución social y donde las fuerzas obreras revolucionarias actuaron
conjuntamente.
¿Por qué? La precariedad de la vida los obreros de Asturias. Era una región muy ruralizada
debido a su terreno, el cual en la mayoría de las ocasiones provocaba grandes diferencias
entre los habitantes de las zonas montañosas y los de las zonas costeras. Uno de los
primordiales motores de la economía era la minería, aunque formara parte de las zonas
españolas más industrializadas, el territorio astur contaba con grandes déficits que requerían
atención y a los cuales el gobierno central era incapaz de dar arreglo.
La capital, Oviedo, acabaría por caer el 9 de octubre tras una concatenación de fallos que no
permitieron a las autoridades mantener sus defensas. Al día siguiente, prácticamente toda
Asturias se había levantado en armas contra el gobierno central, mostrando un ejército
conformado por obreros y mineros que llegaba a los 30.000 hombres.
La respuesta del gobierno a estos actos fue rigurosa. Una vez tuvo conocimiento de las
primeras notificaciones sobre el alzamiento obrero envió un comunicado advirtiendo de que
su acción sería considerada como una declaración de guerra civil.
Las operaciones fueron dirigidas por Franco desde Madrid. Envió las tropas regulares y de la
legión, además de que el crucero Almirante Cervera y el acorazado Jaime I pusieran rumbo a
bombardear algunas de sus zonas costeras. Así, el enfrentamiento se atajó por varios frentes:
desde Gijón donde desembarcaron los regulares de África liderados por el coronel Yagüe el día
7 de octubre, lo que provocó la huida de los milicianos, aunque la huelga convocada se
mantuvo hasta el día 16. A pesar de ello, el día 10 la cuidad se consideró pacificada y las tropas
continuaron avanzando hacia Oviedo. Desde Galicia avanzaron las tropas de López Ochoa y
pudieron tomar la fábrica de armas de Trubia. Y a través de Santander llegó desde Bilbao, el
coronel Solchaga. El 11 de octubre el conflicto bélico llegaba al núcleo central de Oviedo, con
el asedio de Yagüe que hizo que comité y milicianos se aferraran a un estéril combate. El 13 de
octubre capituló Oviedo y se produjo la retirada de los obreros a las cuencas mineras, donde
fue conformado el último Comité Revolucionario, que cayó el 18 de octubre, dos semanas
después del alzamiento. Algunos comités llegaron incluso a colectivizar los medios de
producción y abolir el dinero. 1048 muertos y 2074 heridos fue el trágico balance de una
contienda que contó igualmente con más de 30.000 prisioneros y que fue contada por tres
periodistas: Manuel Chaves Nogales y Josep Pla, que tuvieron la oportunidad de entrar en
Asturias al restablecerse el orden republicano, y José Díaz Fernández que el año siguiente
publicó el libro “Octubre Rojo en Asturias”.
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El intento revolucionario, que sólo había tenido un éxito inicial en Asturias, fracasó.
La represión de las organizaciones obreras fue durísima: la mayoría de sus dirigentes fueron
encarcelados o huyeron. Sus diarios y locales clausurados. Miles de obreros apresados,
despedido o perdieron sus derechos laborales.
Por parte de la derecha, Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional, con el que pretendía ofrecer
una alternativa a la República, que consistía en una monarquía tradicional basada en una
autoridad fuerte. Para ello aspiraba a contar con el ejército. Dentro del ejército se creó la
Unión Militar Española, integrada por destacados jefes como el general Sanjurjo, que se
proponía también acabar con la República.
Por parte de la izquierda, la dura represión impulsó una concentración de fuerzas, que
desembocó en la creación del Frente Popular. A lo que contribuyó también el avance del
fascismo en Europa y la recomendación de la Internacional Comunista de crear frentes
antifascistas integrados por todas las fuerzas de izquierda. Se tradujo en un rayo de esperanza
para la clase obrera. En la medida que se consideró un “ensayo” del sucedido en la Revolución
Rusa de 1917, haciéndole creer que era posible lograr lo mismo que en Rusia. Generó un
mayor afán comunista de las clases obreras. A corto plazo, la derecha experimentó un
deterioro mientras que compañeros y mujeres de muertos y presos asturianos se convirtieron
en fuente de votos para la izquierda.
Conclusión……….
(INTRODUCCION)
LA Segunda República…
DESARROLLO
En el verano del 35, el escándalo del "estraperlo" desacreditó al partido Radical y contribuyó a
la crisis política. David Strauss y su socio Perlo, fabricantes holandeses, sobornaron a altos
cargos del Partido Radical para poder introducir en los lugares de juego de España un tipo de
ruleta eléctrica que no era legal. Esta palabra adquirirá luego otro significado (contrabando,
mercado negro .... ). Lerroux dimitió como jefe de gobierno. Gil Robles (CEDA) esperaba ser
llamado a gobernar, pero no fue así. Alcalá Zamora tras el paréntesis de Chapaprieta confió el
poder a Portela Valladares con la misión de que debía convocar nuevas elecciones para febrero
de 1936 (serían ganadas por la izquierda: el Frente Popular).
Las elecciones.
La derecha acudió dividida a las elecciones (Bloque Nacional de Calvo Sotelo, CEDA, Falange
Española). Dentro de la misma se empieza a pensar en la posibilidad de un golpe de estado. El
Partido Radical, muy desacreditado, prácticamente quedó eliminado.
La Campaña electoral fue muy violenta. Con enfrentamientos callejeros y dialécticos entre los
líderes.
Las elecciones las ganó el Frente Popular. Si bien en número de votos no hubo mucha
diferencia, la ley electoral hacía que la diferencia de diputados fuese considerable, sobre todo
teniendo en cuenta que la izquierda acudía unida.
El gobierno del Frente Popular retomó las reformas que se habían iniciado en el primer bienio
(bienio reformista liderado por Azaña) y que habían sido paralizadas en el bienio radical-
cedista:
Amnistía para todos los condenados por la Revolución de octubre de 1934. También
se decretó el reingreso a sus puestos de trabajo.
Restablecimiento del Estatuto catalán, suspendido tras la revolución de octubre.
Companys volvió a ocupar la presidencia de la Generalitat. Tramitación de nuevos
estatutos de autonomía. El Estatuto de Galicia, fue aprobado en plebiscito en junio de
1936, y el del País Vasco estaba prácticamente terminado enjulio de 1936.Empiezan a
preparar sus estatutos Andalucía, Castilla, Aragón y Asturias.
Reactivación de la Reforma Agraria. Se instalaron entre 100.000 y 200.000
campesinos (más que en todo el período anterior), aunque en realidad lo que se hizo
fue dar validez legal a las ocupaciones espontáneas de tierras que se estaban
produciendo. Respecto a la reforma agraria, debes tener en cuenta que, como
estudiarás en temas sucesivos, con el estallido de la Guerra Civil, en la zona sublevada
se anuló la reforma, mientras en la zona republicana los sindicatos (UGT y CNT)
llevaron a cabo experiencias revolucionarias, incautándose de las tierras, que fueron
colectivizadas. Pero las zonas donde la reforma agraria era más urgente quedaron
desde muy pronto en manos de Franco, que devolvió las tierras a sus propietarios y
anuló, como hemos dicho, la reforma agraria. Al término de la guerra, dicha anulación
se extendió a toda España
Alejamiento de Madrid de los generales enemigos de la República. Franco (a
Canarias), Mola (a Navarra) y Goded (a Baleares).
Desde los primeros momentos del gobierno del Frente Popular, se produjo una rápida y
peligrosa radicalización política y social que se manifestó en violentos enfrentamientos
verbales en las cortes y físicos en las calles: la izquierda ocupa tierras en Andalucía, abre
las cárceles para que salgan los presos políticos sin esperar a la amnistía, se producen
incendios de conventos .... choques de las milicias de las juventudes socialista –
Juventudes Socialistas Unificadas (JSU de Santiago Carrillo) y de la CNT y la FAI con grupos
falangistas y de la CEDA... asesinatos ... tensión. El Gobierno es incapaz de cortar esta
dinámica. La división de las dos Españas se ahonda:
Casares Quiroga se vio impotente frente al desarrollo de los acontecimientos. La UGT y la CNT
no daban tregua al gobierno con sus reivindicaciones constantes. Las huelgas son continuas.
El Bloque Nacional (liderado por Calvo Sotelo) y Falange apelaban a todos los medios para,
según sus propias palabras “cortar el avance del marxismo”. Había una trama política
conformada por los principales líderes de los partidos: Gil Robles, Calvo Sotelo, José Antonio
Primo de Rivera que apoyaba la conspiración militar.
CONCLUSIÓN.
1. La depresión económica encuadrada en la crisis mundial que se inicia en 1929 y que afectó a España cuando
empezaba a perder su condición de país netamente agrario. En 1930 por primera vez, el sector terciario y
secundario superaban al primario (45%) aunque éste seguía siendo el principal. En definitiva, aunque la crisis
mundial tuvo efectos limitados en España, contribuyeron a agravar los problemas propios derivados de un escaso
desarrollo y traducidos en una mala situación laboral.
2. Acrecentado empuje demográfico que contribuye a agravar los efectos de la crisis. A la alta tasa de crecimiento
se une el hecho de que en tiempos de crisis regresan emigrantes a la vez que desciende el número de los que se
marchan. Como resultado se incrementó notablemente el paro obrero, cerca de medio millón de parados había en
1932 y 675.000 en 1936. Esto produjo un correlativo crecimiento de las grandes centrales sindicales (llegan a tener
en 1931 un millón de afiliados cada una). Estas centrales exigían profundas transformaciones socioeconómicas (se
refiere principalmente a la reforma agraria), sobre todo en el campo, suscitando la oposición de otros elementos
sociales (propietarios), con lo que se agravaba la disociación ya existente. Recuerda en este sentido algo que ya has
estudiado y es la política de confrontación de la central anarcosindicalista CNT, dentro de la cual, el sector
sindicalista, menos extremista, (dirigido por Pestaña y Peiró) se vio desbordado por el ala más revolucionaria
(representada por la FAI, creada en la clandestinidad en 1927)
3. Creciente tensión en la política europea en los años treinta, originada por la extensión del fascismo en Italia y el
nazismo en Alemania (esto tendrá gran importancia durante la Guerra Civil).
"Entre julio de 1936 y abril de 1939, España vivió uno de los episodios más trágicos de su
historia. Lo que en un principio estaba previsto como una sublevación militar que acabaría
rápidamente con el gobierno del Frente Popular se convirtió en una larga y cruenta guerra de
tres años, que supuso para España un enorme bache demográfico, económico y cultural y la
desaparición de la mayor parte de los cuadros políticos, sindicales e intelectuales." La victoria
del bando franquista en 1939 cortó el proceso democrático abierto en 1931 y se resolvió con la
implantación de una dictadura que duró 40 años.
"Las ayudas que, desde el exterior, recibieron el ejército republicano y el ejército sublevado
que empezó a denominarse a sí mismo "ejército nacional"- contribuyeron a incrementar la
dureza y duración de la contienda" y convirtieron el conflicto en un acontecimiento
internacional de primer orden”
(Desarrollo)
La extrema izquierda, cuyo objetivo era promover una revolución comunista, siguiendo
el modelo de la URSS. Modelo totalitario liderado por Stalin.
La extrema derecha que, para evitar dicha posibilidad, recurrió a la implantación de
regímenes autoritarios, que a lo largo de los años 30 fueron avanzando y
consolidándose en Europa (fascismo italiano y nazismo alemán). Recuerda la política
nacionalista, agresiva y expansionista de Mussolini y Hitler.
La guerra civil española no fue, por tanto, un conflicto aislado ni exclusivo de nuestro país, sino
que se enmarca en un contexto mucho más amplio y de similares características, por lo que es
considerada un precedente de la II Guerra Mundial, ya que en ambas se enfrentaron las
mismas ideologías y modelos políticos.
Gran Bretaña, modelo de régimen democrático, recelaba del Frente Popular, pero sobre todo
estaba preocupada por la posibilidad de que la intervención de distintas potencias pudiese
desembocar en una guerra mundial. Por ello propuso en septiembre de 1936 la creación de un
Comité de No Intervención, siguiendo “su política de apaciguamiento” Dicho comité,
compuesto por Gran Bretaña, Francia, Alemania, URSS y otros países no evitó, como vamos a
ver, las ayudas internacionales ni vigiló el cumplimiento de sus acuerdos.
El gobierno dictatorial de Salazar en Portugal permitió que se usara su territorio para llevar
ayuda a las tropas de Franco. En noviembre de 1936 llegaron los primeros aviones y aviadores
alemanes de la "Legión Cóndor", con mando propio, que impusieron la superioridad
nacionalista en el aire. Comenzó pronto también la llegada masiva de tropas italianas, unos
120.000 hombres entre tropas regulares y milicias fascistas, junto a aviones y carros de
combate. La mayor parte de esta ayuda fue a crédito.
El vaticano reconoció al régimen franquista muy pronto,1937, y clasificó la guerra como una
cruzada…)
Apoyos al gobierno
La República contó con ayuda de la URSS, de la que recibió aviones, carros de combate y
asistencia técnica que hubo de pagar al contado con reservas de oro del Banco de España.
También recibió alguna ayuda de Francia (sólo al principio) y de México. Estas ayudas llegaron
de manera irregular por motivos geográficos, políticos y económicos, fallando en momentos
decisivos.
Mención especial merece la ayuda de las Brigadas Internacionales, formadas por voluntarios
extranjeros que participaron en la Guerra Civil apoyando al bando republicano. Su
reclutamiento fue organizado sobre todo por partidos comunistas de diferentes países, pero
los voluntarios que llegaron no sólo fueron comunistas, sino también de otras ideologías
contrarias al fascismo. Luchaban en España como forma de frenar el avance del fascismo en
toda Europa. En España recibieron entrenamiento militar en Albacete y luego participaron en
la guerra. Tuvieron un importante papel en la defensa de Madrid. Fueron retirados en
noviembre de 1938 a propuesta de Negrín y bajo supervisión de la Sociedad de Naciones. Las
cifras que dan los autores oscilan entre 40.000 y 60.000. ¿muertos, heridos presos? Campo de
san Pedro Cardeña.
La causa republicana contó también con las simpatías de toda la izquierda mundial y d e
intelectuales como: EINSTEIN; THOMAS MANN; HEMINGWAY; GEORGE ORWEL: Malraux,
Robert Capa…que de un modo u otro se comprometieron con dicha causa. Congreso
internacional de Escritores antifascistas (Madrid,1937) Además es importante hacer referencia
al papel de la Sociedad de Naciones, que en aquellos momentos estaba en una profunda crisis,
y fue totalmente inoperante. El gobierno de la República intentó que interviniera contra
Alemania e Italia por su participación directa en la contienda española. Pero pasó más de un
año hasta que se aprobó una resolución que finalmente no fue aplicada (Conclusión)
EN DEFINITIVA, La guerra civil española no fue, por tanto un conflicto aislado ni exclusivo de
nuestro país, sino que se enmarca en un contexto mucho más amplio y de similares
características, por lo que es considerada un precedente de la II Guerra Mundial, ya que en
ambas se enfrentaron las mismas ideologías y modelos políticos, y como hemos visto varias
potencias europeas intervinieron activamente en el conflicto español- principalmente a favor
del bando sublevado, lo que en gran medida decidió su desenlace. Para el historiador Ángel
Viñas, el contexto internacional resultó determinante para el resultado último de la guerra,
favorable a los sublevados.
"Entre julio de 1936 y abril de 1939, España vivió uno de los episodios más trágicos de su
historia. Lo que en un principio estaba previsto como una sublevación militar que acabaría
rápidamente con el gobierno del Frente Popular se convirtió en una larga y cruenta guerra de
tres años, que supuso para España un enorme bache demográfico, económico y cultural y la
desaparición de la mayor parte de los cuadros políticos, sindicales e intelectuales." La victoria
del bando franquista en 1939 cortó el proceso democrático abierto en 1931 y se resolvió con la
implantación de una dictadura que duró 40 años.
"Las ayudas que, desde el exterior, recibieron el ejército republicano y el ejército sublevado
que empezó a denominarse a sí mismo "ejército nacional"- contribuyeron a incrementar la
dureza y duración de la contienda" y convirtieron el conflicto en un acontecimiento
internacional de primer orden”
DESARROLLO
Las dos zonas en que queda dividida España, la España republicana y la España sublevada,
autodenominada nacional, tendrán una evolución política y económica muy distinta Y, será
uno de los factores determinantes en el desenlace de la guerra.
Con algunas excepciones, puede decirse que el golpe fue apoyado por la aristocracia, la alta
burguesía y los terratenientes, así como por gran parte de los altos oficiales del ejército. Por
otro lado, las clases populares fueron la base de la República, aunque en esto hay algunas
excepciones, como los tradicionalistas navarros (requetés) o los campesinos castellanos que
apoyaron a los sublevados. En cuanto a la clase media, quedó dividida entre los dos bandos,
dependiendo de factores ideológicos, religiosos o de intereses.
En cuanto a los partidos, la F.E. de las JONS, la Comunión Tradicionalista (carlistas) y el Bloque
Nacional (del asesinado Calvo Sotelo) apoyaron el golpe militar. También lo apoyaron algunos
líderes de la CEDA y muchos de sus militantes. El bando republicano contó con el apoyo de los
sindicatos obreros (CNT y UGT) y los partidos del Frente Popular (P.C.E., Izquierda
Republicana...)
El bando sublevado obtuvo el apoyo de la Iglesia Católica. Así, en la pastoral colectiva de julio
de 1937 los obispos españoles calificaban la rebelión como cruzada (guerra religiosa). El texto
era parcial, ya que no todos los católicos apoyaban la sublevación (es conocido el ejemplo
vasco, donde sacerdotes católicos sufrieron la represión tras el triunfo de Franco)
En la zona controlada por el ejército rebelde (la España nacional) la producción disminuyó en
menor medida que en la zona republicana y tuvieron menos problemas de abastecimiento.
Ello fue debido a una organización militar más disciplinada y al apoyo exterior. Al mismo
tiempo, el rápido aumento del territorio conquistado permitió un aumento de los recursos
productivos controlados, sobre todo tras la toma de Vizcaya, Asturias y Cantabria en 1937,
regiones mineras e industriales, con importantes puertos.
El mando sublevado anuló en los primeros momentos del alzamiento las medidas sociales
republicanas. La reforma agraria fue suspendida en esta zona (y anulada para toda España al
finalizar la guerra), al igual que las ocupaciones de tierras, devolviendo éstas a sus antiguos
propietarios. La protección a los productores de trigo no fue un hecho nuevo, pero sí tuvo
mayor amplitud, creándose el Servicio Nacional del Trigo, que tenía la potestad exclusiva de
compra del producto a un precio fijado por la Administración; con ello se pretendía conseguir
un precio “remunerador” para los cultivadores menos competitivos.
La España Republicana.
Este último modelo, que tuvo más éxito en Cataluña, Argón y Valencia, desencadenó una
segunda guerra civil dentro de la zona republicana, lo que limitó mucho sus posibilidades de
ganar la guerra.
Como sabes, nada más producirse la sublevación, el presidente del gobierno, Casares Quiroga,
fue sustituido por Giral. Éste entregó armas a los sindicatos e intentó frenar la marea
revolucionaria legalizando algunas de sus iniciativas.
En estos primeros momentos, las milicias de los sindicatos formaron un Ejército Popular muy
desorganizado y con poca disciplina. En septiembre de 1936, Madrid estaba en peligro ante el
avance del ejército sublevado. Ante este peligro, se formó un gobierno de unidad entre las
distintas fuerzas del Frente Popular dirigido por el socialista Francisco Largo Caballero, el más
prestigioso líder obrero, dirigente de la UGT y del PSOE. Este gobierno llegó a aglutinar dos
meses después- a los anarcosindicalistas de la CNT (a pesar de que estos se habían opuesto
siempre a participar en la política). El gobierno de Largo Caballero decretó la militarización de
las milicias para obtener una mayor eficacia militar, y, ante el peligro de que cayera Madrid, se
trasladó a Valencia. Como ha señalado algún historiador, el gran problema del Frente Popular
fue que cuando pudo contar con un ejército bien organizado (aunque siempre inferior al
adversario en calidad) ya era demasiado tarde para ganar la guerra.
Poco a poco el gobierno fue controlando la situación, pero nunca de manera total. La tesis de
"ganar la guerra antes de hacer la revolución" era defendida por el Partido Comunista, cuya
influencia se iba incrementando. Se oponían a esta tesis la UGT, la CNT y el POUM partidarios
de hacer la revolución a la vez que la guerra. Estas divergencias internas en el bando
republicano serían muy perjudiciales para la marcha de la guerra.
Los enfrentamientos entre comunistas por un lado y anarquistas y el POUM por otro, fueron
constantes, hasta el punto de que en la primavera de 1937 se enfrentaron violentamente en
Barcelona.
Largo Caballero, opuesto a los comunistas, no cedió a las exigencias de éstos de ilegalizar el
POUM, y tuvo que dejar el gobierno a mediados de 1937, en manos del doctor Negrín, también
socialista pero que facilitó el ascenso político y militar de los comunistas presionado por la
URSS que facilitaba una ayuda que se consideraba vital en una guerra cada vez más adversa.
Negrín consiguió reforzar la autoridad gubernamental y terminar con las disputas internas. El
POUM y los anarquistas, perdedores tras los enfrentamientos antes citados, acusaron al
gobierno y a los comunistas de haber traicionado la revolución.
Sanjurjo era el jefe de la sublevación, pero estaba en Portugal y murió el mismo 18 de julio en
accidente aéreo. El verdadero dirigente en el interior, Mola, era partidario de una estricta
dictadura militar sin mayores precisiones políticas. Este bando adoptó la ideología falangista,
evitando sus aspectos más radicales como la nacionalización de la banca, la reforma agraria o
el rechazo del capitalismo. Muestran una clara postura contraria a la República, la democracia
y el liberalismo.
Desde el primer momento de la guerra, y en las zonas que tenían bajo su control, los
sublevados tomaron una serie de medidas que suponían la paralización de las reformas
abordadas por el Frente Popular. En este sentido, se derogó la legislación social y laboral de la
República, anulándose la reforma agraria (se devolvieron las tierras a sus propietarios) y
suprimiéndose partidos y sindicatos (se creó el Sindicato Vertical), a la vez que se establecía
una férrea censura de prensa. Se abolió igualmente toda la legislación "laicista". [Recuerda que
el bando "nacionalista" contó con el apoyo de la Iglesia, que calificó el alzamiento como
"Cruzada Nacional"]. En el orden educativo se restableció la educación religiosa
combatiéndose los postulados del liberalismo y la democracia.
Todo esto fue posible por la progresiva concentración de poderes en manos del general
Franco, elegido el 28 de septiembre del 36 Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de
todos los ejércitos por la Junta de Defensa Nacional, formada por los más importantes
militares sublevados. Franco fue además proclamado “Caudillo”, un título que equivale al de
jefe o líder, en la línea del Duce -Mussolini- y del Führer -Hitler- Esta concentración de poderes
en su persona se vería reforzada por la desaparición de Mola en accidente al comienzo de la
guerra y de José Antonio (ejecutado en Alicante por los republicanos). Esta unidad permitió
dedicar todos los esfuerzos a ganar la guerra, sin tener importantes desavenencias internas
(que sí tuvo el bando republicano). -aspecto muy importante-
Con vistas a mantener esta unidad, en abril de 1937 Franco ordenó la unificación en un
“Movimiento” o partido único, de todas las fuerzas que habían apoyado el levantamiento
militar (falangistas, católicos, monárquicos, tradicionalistas). Así, se unificó la FE de las JONS
con el carlismo. Esto se hizo en el "Decreto de Unificación" por el que se creaba la "Falange
Española Tradicionalista y de las JONS" cuyo jefe era Franco. Manuel Hedilla, sucesor de José
Antonio, se opuso a esta unificación y fue condenado a muerte (luego indultado).
El gobierno de la “España nacional”, era un gobierno totalitario, una dictadura con formas
fascistas y una importante acumulación de poderes en el "Caudillo" o "Generalísimo". Las
diversas tendencias políticas quedaron ya subordinadas a ese máximo poder político militar.
Franco fue asistido por una "Junta Técnica de Estado" de poca importancia hasta 1938 en que
se formó en Burgos un Gobierno propiamente dicho integrado por militares y políticos
derechistas. Sus principales medidas fueron:
(Conclusión)
En definitiva, en ambos bandos, hasta octubre de 1936 hubo una desorganización general,
pero el bando sublevado pronto concentra todo el poder en manos de Franco. En la parte
republicana, aunque la situación mejora con el tiempo, la acción unitaria nunca se logra por
completo y en el resultado de la guerra incidió notablemente esta evolución política de cada
bando que contribuyó a una mejor organización y explotación de los recursos económicos,
factor que no será tan determinante en el desenlace del conflicto.
ESTANDAR 9.- Especifica los costes humanos y las consecuencias económicas y
sociales de la guerra.
(Introducción)
"Entre julio de 1936 y abril de 1939, España vivió uno de los episodios más trágicos de su
historia. Lo que en un principio estaba previsto como una sublevación militar que acabaría
rápidamente con el gobierno del Frente Popular se convirtió en una larga y cruenta guerra de
tres años, que supuso para España un enorme bache demográfico, económico y cultural y la
desaparición de la mayor parte de los cuadros políticos, sindicales e intelectuales." La victoria
del bando franquista en 1939 cortó el proceso democrático abierto en 1931 y se resolvió con la
implantación de una dictadura que duró 40 años.
"Las ayudas que, desde el exterior, recibieron el ejército republicano y el ejército sublevado
que empezó a denominarse a sí mismo "ejército nacional"- contribuyeron a incrementar la
dureza y duración de la contienda" y convirtieron el conflicto en un acontecimiento
internacional de primer orden”
(Desarrollo)
Consecuencias demográficas
Período de hambre y racionamiento que se prolongó hasta los años 50 debido al aislamiento
de España en el mundo (los aliados de España, Italia y Alemania, perdieron la Segunda Guerra
Mundial). La crisis económica derivada de la guerra sería muy larga y difícil por estas
circunstancias. Señalemos que los niveles de producción de preguerra no se alcanzaron hasta
1951. Todo ello se vio agravado por la pérdida de divisas durante la guerra a causa de las
deudas contraídas y de la merma de las exportaciones.
Consecuencias sociales
Se dio un gran retroceso respecto a la sociedad que se intentaba crear durante la República.
La paz no supuso, pues, la reconciliación, sino la victoria, la imposición de uno de los bandos, el
sublevado. La reconciliación no sería posible hasta después de la muerte de Franco (sucedida
en 1975). Varias generaciones quedaron marcadas por el sufrimiento de la guerra y la
posguerra.
Pérdidas culturales.
(Conclusión)