Examen Epístolas Generales

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EPÍSTOLAS GENERALES

ENSAYO

El examen de la materia Epístolas Generales constará en la producción de un ensayo. El


alumno deberá abordar un tema propuesto por la cátedra, generando una hipótesis sobre la
misma y su posterior defensa. Se podrá utilizar para el análisis otros materiales
bibliográficos, siempre contando con la aportación personal del alumno.

A continuación, el tema del ensayo, datos a tener en cuenta con respecto a la formalidad del
trabajo, y una breve guía de las partes más importantes del ensayo.

1) Tema del ensayo: LA FE Y LAS OBRAS, SEGÚN SANTIAGO.

2) Especificaciones técnicas del ensayo:

Cada ensayo debe tener un mínimo de tres páginas y un máximo de cinco. Debe ser escrito
en hoja A4; márgenes 2,5 centímetros; letra (color negro) Time New Roman número 12,
interlineado 1,15. Párrafos justificados.

3) ¿Cómo hacer un ensayo?:

El ensayo consta de cuatro partes fundamentales: título, introducción, desarrollo y


conclusión.

I. El título debe ser corto y debe tener alguna relación con la hipótesis del trabajo o
con el tema.

II. La introducción normalmente es corta (uno o dos párrafos), pero todo depende de
la envergadura de nuestro escrito (algunas necesitaran una extensión remarcable,
otras no). Su función es introducir al lector en el tema que trataremos y, si es
necesario, ponerlo al tanto de lo que se ha dicho del tema hasta el momento.

En la introducción se debe presentar la hipótesis. La hipótesis es la idea que


buscamos realizar, esclarecer o sustentar a lo largo de nuestro ensayo y alrededor de
ella se desarrollará el cuerpo del texto. Es, en sí, la semilla de la que nace el ensayo.
Es lo primero que hay que dominar para saber cómo hacer un ensayo.

¿Cómo desarrollar una hipótesis?

Hipótesis: Es una proposición que se presenta para la solución de un problema y


que a lo largo del desarrollo del ensayo se defenderá con todas las pruebas que
podamos aportar. Por ejemplo, si pensamos en el tema “La creación del universo”,
nuestra hipótesis podría ser: “La creación del universo fue obra de Dios”; o “La
ciencia no puede demostrar que la teoría del Big Bang es verdadera”, o “Es
imposible saber cómo fue creado el universo”; por lo cual tendremos que demostrar
nuestra hipótesis, cualquiera que elijamos, a través de la mayor cantidad de pruebas
posibles (textos bíblicos, investigaciones científicas, descubrimientos
arqueológicos, etc.) en el desarrollo del ensayo.

III. El desarrollo es el cuerpo del ensayo. Abarca la mayor parte del texto y en él se
exponen los argumentos (pruebas) que aclaran y sustentan nuestra hipótesis. Se
pueden insertar citas de autoridad, notas y referencias bibliográficas, para que
nuestros argumentos sean más sólidos.

El ejemplo de una cita de autoridad, sería: El universo es obra de Dios, como dijo el
teólogo Martín Lutero: “No existe otro que pueda haber creado el universo, sino
Dios”.

IV. La conclusión es la parte final del ensayo. En ella podemos hacer una
recapitulación de las principales líneas argumentativas siguiendo una línea desde la
hipótesis y terminar dando nuestro punto de vista o resolución final del tema.

V. Lo último que debemos hacer es colocar la bibliografía. Debemos anotar en orden


alfabético, todos los materiales de consulta que utilizamos, incluyendo la Biblia.
Para ello deberemos reunir la mayor cantidad de datos posibles sobre esa
bibliografía. A continuación, un ejemplo de cómo debemos armar una bibliografía:

Apellido del autor, nombre del autor. Título de la obra. Editorial. País de editorial.
Año de edición.

Yancey, Phillip. La Biblia que leyó Jesús. Editorial Vida. Miami, Florida. 2003.

¡Ánimo y trabajar!

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