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Tema 13

1) El documento discute la ética y deontología profesional. Explica la diferencia entre ética y moral, y cómo la ética es una reflexión filosófica sobre las normas morales. 2) También distingue entre ética pública y privada, siendo la pública aquella que se centra en el interés común. 3) Finalmente, define la deontología profesional como el estudio de los deberes y obligaciones morales en el ejercicio de una profesión en particular.
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Tema 13

1) El documento discute la ética y deontología profesional. Explica la diferencia entre ética y moral, y cómo la ética es una reflexión filosófica sobre las normas morales. 2) También distingue entre ética pública y privada, siendo la pública aquella que se centra en el interés común. 3) Finalmente, define la deontología profesional como el estudio de los deberes y obligaciones morales en el ejercicio de una profesión en particular.
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TEMA 13.

– ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

I. ÉTICA Y MORAL
La conducta está regulada por diferentes sistemas normativos entre los que destacan el Derecho y la Moral.
Los términos Ética y Moral suelen usarse indistintamente, pero su significado es diferente.
Ética proviene de “ethos”, que tiene dos significaciones: Carácter y hábito. La palabra carácter se refiere al
modo de ser y actuar humano, mientras que hábito significa la regularidad de actuación instaurada en un
individuo por la repetición de actos iguales realizados en las mismas circunstancias. Y el conjunto de hábitos
arraigados en una persona viene a configurar en gran medida su carácter. En la raíz de ambas significaciones
está presente lo que entendemos por costumbre.
Moral proviene del término latino “mos” que se traduce por costumbre. Esto es lo que nos permite
utilizar Ética y Moral indistintamente generando cierta confusión. Pero, desde el ámbito académico su
significación es diferente. Por Moral se entiende el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y
todos los ciudadanos las utilizan continuamente. Estas normas guían a cada individuo, orientando sus
acciones y sus juicios sobre lo que es moral o inmoral, correcto o incorrecto, bueno o malo y busca la
felicidad.
Cuando hablamos de moral nos referimos a normas que regulan directamente nuestras conductas
orientando los comportamientos hacia lo bueno o lo malo en el ámbito individual.
La ética, es una reflexión filosófica sobre la moral. Es un conjunto de conocimientos derivados de la
investigación de la conducta humana al tratar de explicar las reglas morales de manera racional, científica y
teóricamente fundamentada. La Ética se convierte en una reflexión filosófica sobre la moral; pretende
fundamentar las normas morales dando razones de porqué son buenos o malos los actos regulados por la
moral, por qué debemos hacerlos; se ocupa del estudio de la moralidad de las conductas, así como de los
fines y valores de las acciones.
En el lenguaje habitual, ambos términos suelen utilizarse indistintamente, entendiendo que la Moral
consiste en un código de normas, tácitas o expresas, que regulan los actos internos o inmanentes, de
individuos

II. ÉTICA PRIVADA Y ÉTICA PÚBLICA


La distinción entre dos ámbitos de la Moral y la Ética: la que sitúa en el centro de sus reflexiones normativas
el interés público o el bien común, que es propio de las instituciones públicas y aquellas que se configura en
torno a los comportamientos y las reflexiones sobre la normativa que regula el interés individual, los bienes
privados, la felicidad personal.
La Ética Privada y la Ética Pública, así como las acciones morales forman parte de un mismo todo que es la
persona. Ni la Moral ni la Ética Privada se limitan a las normas que regulan la actividad estrictamente
privada, todos aquellos individuos que requieren un bien o servicio público deben observar un
comportamiento conforme con los valores y principios que forman parte de la Ética Pública.
La Moral Pública regula los actos que tienen una dimensión social pública, es obvio que paralelamente se
haya configurado una Ética Pública que realiza una reflexión sobre las conductas y las normas de la Moral
Pública: por qué es buena o mala una conducta en el ámbito de lo público y por qué los ciudadanos, o los
servidores o las instituciones públicos deben realizar estas conductas y no otras.
El funcionario público no puede olvidar que, si quiere que sus actuaciones sean éticas deben estar
presididas pro determinados valores, teniendo siempre claro que ser ético es deseo de ser ético y el deseo
de ser ético se demuestra actuando éticamente tanto en lo privado como en lo público.
Cualquiera de los códigos éticos y deontológico de los funcionarios públicos realizan una amplia
enumeración de valores y principios de actuación para los funcionarios públicos. La mayoría de estos códigos
de Ética Pública están inspirados en los site valores, principios y criterios establecidos en el informe Nolan
que, sintetizan todo un código de Ética Pública: Altruismo o capacidad de asumir el interés público;
integridad; objetividad; responsabilidad; transparencia; honestidad; liderazgo o capacidad de decisión.

III. ÉTICA PROFESIONAL


La Ética Profesional es la disciplina que reflexiona sobre las normas morales y los comportamientos
profesionales establecidos en los Códigos Deontológicos. Y, como toda disciplina que reflexiona sobre reglas
que regulan la praxis humana (la conducta humana), podemos afirmar que se encuentra incluida dentro de
lo que llamamos Ética Aplicada.
Además de poseer unos conocimientos técnicos y estar obligado por determinadas normas jurídicas debe
someterse a normas que garanticen su honor, su responsabilidad, su integridad, su honestidad, su dignidad
en el ámbito personal y en todo aquello que afecta a su profesión en relación con la empresa o colectivo al
que representa.
La Ética Profesional implica el análisis y la reflexión sobre los principios y las reglas que constituyen los
pilares de la moralidad en el ejercicio de la actividad profesional. En todas las profesiones puede
establecerse una Ética Profesional cuya finalidad es dar a conocer cómo deben realizarse las conductas de la
actividad concreta de que se trate, para que se cumplan unos principios éticos, sin generar daños a terceros,
ni perseguir exclusivamente el propio beneficio de quien ejerce la profesión. Y entre los principios comunes
a todas las profesiones de la Ética Profesional podemos citar: principio de no-maleficencia, autonomía,
solidaridad, confidencialidad, principio de beneficencia, eficiencia y equidad.
Todos estos principios pretenden asegurar que los profesionales desempeñen su actividad de manera
responsable y honesta. También se exige al profesional que se comprometa de una manera pública
realizando un juramento (gobernantes y funcionarios públicos). Quienes no cumplen las reglas de la Ética
Profesional reciben sanciones.

IV. ¿QUÉ ES LA DEONTOLOGÍA?


1. Concepto de Deontología
1.1. Deontología.
Desde la perspectiva terminológica Deontología sería la ciencia o tratado de los deberes. La primera
utilización del término se atribuye a Jeremy Bentham (1834) en su obra nos presenta la Deontología como
una rama de la ética entendiendo que el objeto de esta son los deberes y las normas morales en cuanto que
son objetos de la Ética.
La Deontología sería una rama particular de la ética referida al estudio de los deberes y las obligaciones
morales que tienen las personas en el ejercicio de una profesión concreta. SE puede definir como una teoría
de los deberes profesionales y que algunos han denominado Axiología Profesional, denominación poco
afortunada puesto que la Axiología es el tratado de los valores mientras que la Deontología es el tratado de
los deberes, y valores y deberes no son términos identificables ya que los valores pertenecen al ámbito del
ser y los deberes al ámbito de la acción.
El concepto de Deontología ha ido evolucionando y en la actualidad podríamos contemplar tres
acepciones o sentidos de la Deontología:
1. Deontología Profesional como Ética Aplicada. Lo encontraríamos en la concepción original sostenida
por Bentham donde la Deontología Profesional sería una concepción de la Ética normativa que
investiga los deberes morales de la conducta en el ejercicio de una profesión. Es por tanto una ética
Aplicada que investiga las normas morales que afectan particularmente a los miembros de una
profesión, y lo hace guiándose por la razón práctica. Y por Ética debe entenderse la Filosofía Moral,
el uso de la razón práctica para alcanzar un conocimiento fundado y fiable sobre lo bueno y lo malo
en general.
2. Deontología profesional como conjunto de normas de carácter prescriptivo, adoptadas para el
ejercicio de una profesión según el punto de vista de quienes la practican. Los criterios comunes
sobre los deberes morales específicos que los profesionales creen tener y por los cuales han de
responder ante sus colegas y ante el resto de la sociedad. La Deontología se confía a la opinión de los
propios profesionales, plasmada en Códigos Deontológicos o de buenas prácticas aprobados por los
propios Colegios y Profesionales. Al a Deontología Profesional, entendida en este segundo sentido,
se ha denominado moral corporativa o moral social, que sigue siendo un tratado sobre los deberes
morales, pero confiado a la moral positiva de los grupos profesionales.
3. Deontología profesional como Derecho. No podemos confundir Ética Profesional con Deontología
Profesional, aunque con frecuencia se usan como sinónimos, la realidad es que no los son. La Ética
Profesional es una disciplina que reflexiona sobre los principios morales y los contenidos normativos
de cada colectivo profesional, o lo que es lo mismo, su objeto de estudio es la Deontología
Profesional, mientras que cando hablamos de Deontología Profesional estamos refiriéndonos al
conjunto de normas vinculantes para un colectivo profesional.
Ética Profesional Deontología Profesional
Su objeto es el estudio, la fundamentación del bien o lo Su objeto es establecer el deber o los deberes
bueno en el ámbito de cada profesión. profesionales concretos en cada profesión.
La ética es independiente de las normas y regulaciones
deontológicas concretas. No la encontramos recogida en
Se encuentra recogida en un conjunto de normas, de
normas ni en códigos. No las necesita para su
carácter prescriptivo, que dan lugar a los “Códigos
fundamentación y desarrollo, sino que las dirige e inspira
Deontológicos” orientados al ejercicio de una profesión.
pues se refiere básicamente a los principios que inspiran
la conciencia individual de los profesionales.
No es exigible a los profesionales de cada colectivo
Tales normas y códigos son aprobadas por los
(abogados, notarios, médicos, periodistas…) a no ser que
profesionales de cada colectivo (abogados, notarios,
se establezca como disciplina académica en la formación
médicos, periodistas…) y le son exigibles
de las diferentes profesiones
Por su carácter normativo se ubica entre la Moral y el
Es considerada como una parte de la ética aplicada.
Derecho
1.3. ¿Deontología o deontologías?
Pudiera parecer que existe una pluralidad de deontologías, aunque, en realidad la Deontología Profesional
es común para cada profesión pudiendo existir diferentes regulaciones de esta.
Lo que sucede es la existencia de una Deontología común y múltiples Código Deontológicos en cuanto que
los códigos son la explicación de las normas concretas de la Deontología, adaptadas y aplicada a las
profesiones concretas en lugares y circunstancias diferentes. Es en este sentido en el que puede hablarse de
deontología profesional periodística, medica, de los abogados, etc.
1.4. Deontología y Códigos Deontológicos
No debemos confundir la Deontología con los Códigos Deontológicos. La Deontología tiene un carácter más
amplio, afecta a toda una profesión, mientas que los Códigos Deontológicos son la aplicación de la
Deontología a un colectivo concreto dentro de una profesión. Así, mientras que se habla de la Deontología
Profesional de los Abogados, pueden establecerse Códigos Deontológicos diferentes parar los abogados de
Europa, o para la abogacía española, francés o italiana. Incluso dentro de cada una de las Comunidades
Autónomas o provincias.
Los Códigos deontológicos se aprueban por los miembros de los Colegios Profesionales y éstos son los
encargados de valar por el cumplimiento de las normas establecidas en los Códigos Deontológicos de las
distintas profesiones.
2. La codificación de las normas deontológicas
En realidad, desde muy antiguo han existido códigos deontológicos, por ejemplo, el Juramento Hipocrático.
Pero poco a poco han ido consolidándose determinadas normas, asumidas, exigidas y autorreguladas por los
propios colectivos profesionales.
Los primeros Códigos Deontológicos se aplicaron después de la segunda guerra mundial. Durante la
guerra fría se comenzará a estudiar y aplicar la Deontología en Europa.
2.1. ¿Son necesarios los Códigos Deontológicos? ¿Por qué deben existir?
El ejercicio de cualquier profesión, para su correcto desempeño, requiere el dominio de una serie de
conocimiento de carácter técnico por parte de aquellos que la desempeña, pero, al mismo tiempo, requiere
un comportamiento ético, honesto y responsable con la sociedad. Y también debe existir un compromiso
profesional con el resto de sus propios colegas de ejercer con diligencia y honestidad la profesión.
Además de las normas de moral individual, cuya eficacia depende del grado de exigencia personal del propio
individuo y más allá de las regulaciones jurídicas de los derechos y deberes impuestos por las leyes del
Estado, cabe y es necesario el establecimiento de unos principios éticos y deontológicos rigurosos que
determinen un marco de comportamiento más amplio que el estricto marco jurídico y más exigible desde
instancias externas que la difusa exigibilidad abandonada exclusivamente a la Ética individual.
2.2. Utilidad de los códigos deontológicos
Los códigos deontológicos son útiles:

 Permiten a las diversas profesiones asumir compromisos éticos importantes que serán plasmados en
normas por los propios profesionales permitiéndoles establecer por sí mismos los parámetros de
ética pública a los que deben someterse todos los profesionales.
 Permiten ejercer la autocrítica de los comportamientos de sus propios profesionales.
 Elevan a categoría de normatividad exigible las conductas éticas relacionadas con el ejercicio de la
profesión, sustrayendo las mismas a la decisión ética puramente individual.
 Las conductas profesionales son autorreguladas, controladas y exigidas por el propio colectivo
profesional
 Permite a los profesionales velar por su prestigio y honorabilidad, contribuyen a la buna imagen de
la profesión.
La sanción moral opera con mayor fuerza que las sanciones jurídicas. Los comportamientos de un grupo
profesional deben estar siempre regulados por normas recogidas en Códigos Deontológicos, que son
fundamentales para su funcionamiento, ya que proporcionan cohesión moral al grupo, a los individuos y a
las instituciones. Y en muchas ocasiones son la única garantía de defensa de los ciudadanos afectados por los
comportamientos de un profesional.
La formación moral y ética en cualquier ámbito del ejercicio de una profesión es tan importante, que la
Deontología Profesional debería constituir una disciplina en todas las especialidades universitarias o
formativas. Y, dad su ausencia en la mayoría de los casos entiendo que se trata de una asignatura pendiente
en los estudios universitarios y profesionales.
3. La obligatoriedad de las normas deontológicas
En el ámbito de las sociedades modernas existen, sin duda diferentes tipos de reglas que generan diversos
tipos de obligación. Hablamos de normas religiosas, morales, reglas de trato social, normas deontológicas,
jurídicas, etc. Las normas jurídicas son obligatorias porque en ellas reside la característica esencial de la
coercibilidad. Y de la misma manera que las normas legales vinculan a todos los ciudadanos también los
pactos surgidos de la autonomía de la voluntad privada, individual o colectiva obligan a quienes los asumen.
Más difícil resulta evaluar la obligatoriedad de las conductas reguladas por otros sistemas normativos
como la moral, las reglas de trato social o las normas deontológicas.
En el ámbito de los Colegios Profesionales existen normas deontológicas a las que, sin ser normas legales
y no perteneciendo al ámbito de los acuerdos libres y voluntarios entre ciudadanos, la jurisprudencia les
reconoce eficacia jurídica.
Recordemos los tres sentidos en los que decíamos puede hablarse de Deontología: Deontología profesión
como ética aplicada, deontología profesional como moral corporativa y deontología profesional como
derecho.
Cabría preguntarse ahora cuál de las tres es la más importante. Y la realidad es que no puede priorizarse
ninguna, dado que cualquiera de ellas puede ser válida. Se trata de tres modos o perspectivas diferentes de
entenderla, compatibles y complementarias.
La consideración jurídica de los Códigos Deontológicos es algo ya asumido en muchos países, unas veces
porque los Colegios Profesionales, a quienes corresponde aprobar las normas deontológicas, son
considerados como entidades públicas; en otras ocasiones porque los propios Códigos Deontológicos son
aprobados mediante Decretos u otro tipo de disposiciones jurídicas y publicados en los correspondientes
boletines.
Los Tribunales de Justicia avalan la juridicidad de los Códigos Deontológicos como la STC219/1989, de 21
de diciembre en la que se hace patente que las normas de deontología profesional aprobadas por los
Colegios Profesionales o sus respectivos Consejos superiores u órganos equivalente no constituyen simples
tratados de deberes orales sin consecuencia en el orden disciplinario. Muy al contrario, tales normas
determinan obligaciones de necesario cumplimiento por los colegiados y responden a las potestades púbicas
que la Ley delega a favor de los Colegios. Las obligaciones deontológicas, tal como se plasman en los Códigos
de conducta aprobados corporativamente, llegan a ser obligaciones jurídicas.
V. DEONTOLOGÍA DE LAS PROFESIONES JURÍDICAS
La Deontología Jurídica determina cuales son los deberes de los profesionales del Derecho y pueden existir, a
su vez, diferentes campos de actuación, dando lugar a otras tantas regulaciones deontológicas profesionales:
Deontología Profesional de laos Abogados, Deontología Profesional de los Registradores, de los Notarios, de
la Función Pública, de los Gobernantes, etc.

En la mayoría de los países existen uno o varios Códigos Deontológicos de los abogados, además de aquellos
supranacionales como el de la Unión Europea. Los abogados españoles están obligados a respetar los
principios éticos y deontológicos establecidos en el estatuto general de la Unión Europea (2001), el código
deontológico de la abogacía española, aprobado por el Plano del Consejo General de la Abogacía Española
en 2002 y modificado en diciembre de 2002.
Cuando el abogado actúe fuera del ámbito del Colegio, dentro o fuera del Estado español, deberá
respetar, además de las normas de su Colegio, las normas éticas y deontológicas vigentes en el ámbito del
Colegio de acogida. Se recogen como principios fundamentes del ejercicio de la profesión de abogado la
independencia, la dignidad, la integridad, el servicio, el secreto profesional y la libertad de defensa.
La independencia del abogado resulta tan necesaria como la imparcialidad del juez. El abogado en su
ejercicio profesional debe actuar con total libertad e independencia. En ningún caso debe actuar
coaccionado ni por complacencia.
La honradez, probidad, rectitud, lealtad, diligencia y veracidad son virtudes que deben adornar cualquier
actuación del abogado. Debe actuar siempre honesta y diligentemente, con competencia, con lealtad al
cliente, respeto a la parte contraria, guardando secreto de cuanto conociere por razón de su profesión.
El secreto profesional y la confidencialidad son deberes y, a la vez, derechos del abogado, que no
constituyen sino concreción de los derechos fundamentes que la constitución y el ordenamiento jurídico
reconoce a sus propios clientes y a la defensa como mecanismo esencial del Estado de Derecho.
El abogado no puede poner en riesgo su libertad e independencia, su lealtad al cliente, ni el secreto
profesional y, por ello, el Código Deontológico le prohíbe desarrollar funciones que de modo directo o
indirecto le creen cualquier tipo de presión física o anímica que puede poner en resigo su independencia, o
la revelación de cualquier dato secreto que no solo podrá perjudicar intereses particulares de los clientes
sino que, además afectaría gravemente a la confianza de los ciudadanos en el derecho de defensa, y por
extensión a todo el sistema de garantías.
El abogado es libre de asumir la dirección de un asunto y el ciudadano lo es también de encomendar sus
intereses a un abogado de su libérrima elección y dejar en la relación profesional en el momento que lo crea
conveniente. Per esta libertad no puede poner en riesgo el propio derecho de defensa. El abogado debe
tener siempre presente la alta función que la sociedad le confía, que supone nada menos que la defensa
efectiva de los derechos individuales y colectivos cuyo reconocimiento constituye la espina dorsal del propio
Estoado de Derecho.
Se regula también la tenencia de los fondos de clientes, manteniéndolos identificados, separados de los
propios del bufete, y siempre a su disposición, lo que, contribuirá a la transparencia en la actuación del
abogado, fortaleciendo la confianza de su cliente. Se incluyen normas deontológicas reguladoras de las
obligaciones y relaciones del abogado con el Colegio, con los Tribunales, con los compañeros o con los
clientes.
El Colegio de Registradore de la Propiedad, es la consecuencia histórica del asociacionismo profesional de los
registradores presente y en la Ley y Reglamento Hipotecarios de 1861. Por el Real Decreto de abril de 1997,
quedaron aprobados los Estatutos Generales del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de
España, que, junto con los preceptos del Reglamento Hipotecario, pueden considerarse ya todo un código de
normas deontológicas.

En el caso de los Notarios, la inquietud por fijar los criterios éticos se aprecia con especial intensidad a
principios del siglo XXI. Las fuentes esenciales de la Deontologías Notarial son la Ley del Notariado de mayor
de 1861, y el Reglamento Notarial aprobado por Decreto en junio de 1944, modificado por el nuevo
Reglamento Notarial aprobado por Real Decreto 45/2007 de 19 de enero y los acuerdos adoptados por las
Juntas de Decanos de los Colegios Notariales de España y el consejo General de Notariado.
Son los colegios Notariales y el Consejo general del Notariado, en ejercicio de sus fuentes de ordenación,
los que han de vela por la ética y dignidad en la actuación de los Notarios, bajo la consideración de que la
actividad notarial es un servicio público y, por tanto, debe inspirarse en la primacía de los intereses
generales.

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