Caracteristicas Estilisticas y Musicales

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Características estilísticas

y musicales de Aleluya:
primera marcha cristiana de la historia
de la música de moros y cristianos.

Ana María Botella Nicolás


Doctora por la Universitat de València-Estudi General

RESUMEN
Este estudio trata del análisis musicológico de Aleluya,
del compositor alcoyano Amando Blanquer Ponsoda
(1935-2007), considerada la primera marcha cristiana
de la historia de la Fiesta de Moros y Cristianos.
Se ha efectuado un análisis pormenorizado de los
parámetros más relevantes a nivel musical como
son la melodía, el ritmo, la armonía, la forma, la
instrumentación y la expresión, desglosando así, una
estructura musical inal en elementos constitutivos
más pequeños que forman ese todo y explicando las
funciones que desempeñan en el interior de la misma.
Asimismo se realiza una aproximación histórica sobre
ARCHIVO DE ARTE VALENCIANO. Volumen XC, 2009. Págs. 249-258

el origen de la Música Festera y el nacimiento de la


marcha cristiana como tercer género musical para la
Fiesta de Moros y Cristianos.

ABSTRACT
This essay deals with the musical analysis of Aleluya, of the
alcoyano composer Amando Blanquer Ponsoda (1935-2007),
considered the irst Christian march of the history for the
Celebration of Moors and Christians. An analysis detailed of
the most excellent parameters at musical level has been made
as they are melody, the rhythm, the harmony, the form, the
instrumentation and the expression, thus detaching, a inal
musical structure in constituent elements smaller than forms
that whole and explaining the functions that carry out inside
the same one. Also an historical approach is made on the origin
of Festera Music and the birth of the Christian march like
third musical sort for the Festival of Moors and Christians.

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EL NACIMIENTO DE ALELUYA: averiguar el tipo de música que se interpretaba en los
LA PRIMERA MARCHA CRISTIANA DE LA HISTORIA festejos por entonces, pero a mediados del s. XIX se en-
contraron copiados en repertorios musicales polkas, ma-
La Música Festera1, la música que se inter- zurkas, habaneras y pasodobles de tipo alemán, y algunos
preta en la Fiesta de Moros y Cristianos, es una de estos ejemplos se conservan en los archivos de la Banda
realidad presente en la vida musical de la Comu- Primitiva, que surgió de aquella de milicianos3.
nidad Valenciana que ha enriquecido el reperto- Pero la Fiesta necesita un tipo de música pro-
rio musical para banda y tiene unos contenidos pia, especíica, una música que todo el pueblo
propios que le imprimen carácter y la distinguen identiique, y exige un ritmo que sea genuino
de cualquier otro género musical. Se materializa y propio y que esté de acuerdo al desile de las
en sus tres formas principales: pasodoble, marcha Entradas. El compositor Juan Cantó Francés
mora y marcha cristiana. (1856-1903) fue pionero en este sentido al es-
El siglo XIX es realmente interesante para es- cribir, ex profeso para la Fiesta, un pasodoble
tudiar el nacimiento de la Música Festera actual. en el año 1882 que titula Mahomet, naciendo así
Se sabe que hasta los años treinta del siglo XIX el pasodoble sentat, es decir, el pasodoble de corte
las comparsas desilaban acompañadas por este moderado, reposado, elegante y señero4. El pasodoble
tipo de música, con instrumentos de viento y festero o sentat se separa cada vez más del patrón
percusión. En el año 1817 la Filà Primera de Lana originario que lo hizo nacer. Y así, en 1891 el
de Alcoy (hoy Filà Llana) se hace acompañar en maestro José Espí Ulrich (1849-1905) compone,
la Entrada Mora por una Banda de Música, la también ex profeso para la Fiesta, el pasodoble
Banda del Batallón de Milicianos Nacionales, Anselmo Aracil, que por sus características merece
primera banda de música existente en la ciudad. la denominación de dianer, de carácter vivaz, alegre,
¿Pero qué tipo de música se interpreta? Espí desbordante de gracia y pleno de originalidad, al conjuro
Valdés apunta sobre la banda Miliciana que su de frescas y pimpantes melodías5.
director, aparte de dirigirla, venía con el especial encargo Con los pasodobles dianer y sentat la música
de escribir pasodobles con destino al referido batallón2, inicia su camino en la Fiesta principalmente en
con lo cual esta forma musical (nos referimos al La Diana, aunque también se utilice en Las En-
pasodoble) era repertorio de la formación, pero tradas Mora y Cristiana, puesto que no había dis-
siempre con carácter militar. El repertorio podía tinción alguna en el ritmo. Está claro que todavía
abarcar desde pasodobles hasta polkas, mazurcas, no existe una música compuesta expresamente
valses y habaneras. Este argumento lo conirma para Las Entradas. Habrá que esperar al año de la
Valor Calatayud cuando dice: no ha sido posible aparición de la Filà Abencerrajes, 1904, cuando

1 Por Música Festera entendemos todas aquellas composiciones dedicadas a la Fiesta, al Santo Patrón, o a la evocación de cualquiera de estos dos
elementos consustanciales. [Cfr.: Barceló Verdú, Joaquín, Homenaje a la Música Festera, Selegraf, Torrent, 1974, p. 19].
2 Espí Valdés, Adrián (coord.) et all., “La Música Festera”, en VV. AA., Nostra Festa, vol. III, Asociación de San Jorge, Alcoy, 1982, p. 43.
3 Valor Calatayud, Ernesto, “Moros y cristianos”, en VV. AA., Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. VII, ICCMU,
Madrid, 1999, p. 825.
4 Valor Calatayud, Ernesto, “La música y los músicos alcoyanos en la Fiesta de Moros y Cristianos”, op. cit., p. 758.
5 Espí Valdés, Adrián (coord.) et all., “La Música Festera”, op. cit., p. 47.

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el maestro Camilo Pérez Laporta compone para de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, repre-
ella la primera pieza que aparece adjetivada como senta sin duda un adecuado ejemplo del compo-
marcha árabe, la marcha Benixerrajs, aunque Espí sitor y profesor dedicado por entero a la música.
Valdés no la caliica ni de marcha ni de árabe: Sus primeras nociones las recibe del director de
musicalmente hablando, “Benixerrajs” de marcha, y la banda Primitiva de Alcoy, Fernando de Mora.
árabe, solamente contiene el adjetivo6. Además no se Aprende a tocar la lauta, la trompa, el violín y
sabe si esta marcha fue estrenada en la Fiesta de el piano. Se traslada a Valencia a seguir estu-
ese año o en las de años sucesivos. diando y posteriormente a París donde recibe
El que sí es reconocido como compositor de clases de Daniel Lesur y de Olivier Messiaen,
la primera marcha mora de la historia de la Mú- que le abrirán nuevas perspectivas en el campo
sica Festera es el alcoyano Antonio Pérez Verdú de la composición. Ha compuesto para todos los
(1875-1932), que compone expresamente para géneros y en el festero ha sido pionero al crear
la Fiesta la pieza A-Ben-Amet (1907), título que la primera marcha cristiana con la obra Aleluya
cambiaría por el de Marcha Abencerrage, estrenada (1958) y también la Misa a Sant Jordi (1982), que
por la banda «primitiva» en las iestas sanjorgistas del es la primera pieza de género festero religioso.
año 1907, banda de la cual era director el maestro Pérez Ha ganado en dos ocasiones el primer premio en
Verdú7. Esta marcha mora empleaba por primera el Concurso de Composición de Música Festera
vez acompañamiento de percusión o carabassetes de Alcoy con el pasodoble Musical Apolo en 1956
–timbales pequeños– y ahí residió su innova- y la marcha mora L’Embaixador en 1959.
ción, lo que le llevó a diferenciar por primera La marcha cristiana es un género musical
vez la música que se interpretaría en cada una de cuyo aire es de unos 85 M/M con predominio
Las Entradas. del sonido de los metales. Es música con clímax
Así, se componen cientos de pasodobles en guerrero y compacto sonar de trompetería en la
sus dos variantes, sentat y dianer, y marchas moras que los metales priman más que la madera. Para
de sabor alcoyano. El siglo XX avanza y con él Valor Calatayud, Amando Blanquer Ponsoda es el
llegamos a una renovación en la música, tanto primer músico que ha puesto una pica en esta faceta mu-
en el aspecto melódico como en el instrumental, sical tan nueva como es la marcha cristiana, con lenguaje
dando mucha importancia al elemento rítmico y propio y con el auténtico clímax que reclama la matutina
a la percusión, sobre todo de los timbales. Pero entrada de cristianos nuestra [...]9.
queda todavía algo por hacer en el terreno de la Esta pieza, que no tiene parangón en el te-
Música Festera y es el nacimiento de la marcha rreno de la Música de Moros y Cristianos, fue
cristiana. Era necesario distinguir la temática de estrenada por la banda Primitiva de Alcoy en la
la Entrada Cristiana como música creada ex pro- Filà Vascos que en 1958 tenía el cargo de alférez.
feso para ella, y surge Aleluya gracias al alcoyano El secretario de la Asociación de San Jorge por
Amando Blanquer Ponsoda en 1958. esos años, Luis Matarredona Ferrándiz, pidió a
Amando Blanquer Ponsoda (1935-2007)8, aca- Blanquer la composición de una pieza con ca-
démico numerario que fue de la Real Academia racteres propios para el desile de los cristianos.

6 Espí Valdés, Adrián (coord.) et all., “La Música Festera”, op. cit., p. 50.
7 Valor Calatayud, Ernesto, “La música y los músicos alcoyanos en la Fiesta de Moros y Cristianos”, op. cit., p. 760.
8 Para un conocimiento más exhaustivo de su vida y obras consúltense, entre otros, los siguientes trabajos: 1. Miró García, Adrián, Amando
Blanquer en su vida y en su música, Ediciones de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, Alcoy, 1984, pág. 9 y ss.; 2. Valor Calatayud,
Ernesto, Diccionario alcoyano de Música y Músicos, Llorens Libros, Alcoy, 1988, págs. 86-92.; 3. Galbis López, Vicente, Amando Blanquer.
Catálogo de compositores españoles, Servicio de Publicaciones y archivos, SGAE, Madrid, 1992, pág. 3 y ss.; 4. Miró García, Adrián, Amando
Blanquer en su vida y en su música (segunda parte), Ediciones de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, Alcoy, 2001, pág. 19 y ss.; 5. Galbis
López, Vicente y Vives, José Mª, “Amando Blanquer Ponsoda”, en VV. AA., Diccionario de la Música Valenciana, vol. I, ICCMU-IVM,
Madrid, 2006, pp. 130-132.
9 Valor Calatayud, Ernesto, “La música y los músicos alcoyanos en la Fiesta de Moros y Cristianos”, op. cit., p. 770.

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No cabe duda que el estreno de esta obra fue nos recuerda a la primitiva música cristiana. No
todo un acontecimiento y que con ella Amando presenta ni secciones ni temas contrastantes. Se
Blanquer marcaría un antes y un después en la trata de un inmenso coral concebido como tal,
Música Festera y, lógicamente, en la Fiesta de más que como una marcha. Presenta introduc-
Moros y Cristianos. ción y una única sección en la que desarrolla dos
temas, el A y el B, junto con un tema inal que es
ANÁLISIS MUSICAL DE LA MARCHA CRISTIANA ALELUYA (1958) una variación del primero. Una brevísima coda
concluye la obra.
Considerada la primera marcha cristiana de La expresión es uno de los elementos más
la historia de la Música Festera, Aleluya fue com- sobresalientes, pues Blanquer consigue trans-
puesta por Amando Blanquer Ponsoda en el año mitir solemnidad y tranquilidad con la manera
1958 en Liria (Valencia) y está dedicada a la com- de composición tan cálida que ha plasmado en
parsa Vascos de Alcoy en el año de su Alferecía. Aleluya. Comienza muy sutilmente con un entra-
Desde el punto de vista melódico, presenta mado homofónico presentando un material en
unas melodías bellísimas, muy cuidadas y estruc- forma de coral que se desarrollará a lo largo de la
turadas con una gran simplicidad armónica que pieza, para terminar la marcha con una sensación
ayuda a la comprensión global de la pieza. Su de júbilo debido a los motivos de fanfarria que
diseño general semeja el de una música religio- desarrolla. El tempo es de negra = 88, preciso
sa donde las melodías se desarrollan sutilmente para una marcha cristiana.
como cantos de alabanza en un entramado acor- Desde el punto de vista instrumental, el pro-
dal y compacto. Las frases son todas téticas, de tagonismo mayor lo recibe el viento metal, como
16, 12, y 8 compases, periodizadas en semifrases creemos que debe corresponder a una marcha
de 8, 6 y 4 compases respectivamente. cristiana. La distribución instrumental es la si-
El ritmo no es el elemento más importante de guiente:
la pieza, aunque lo desarrolla adecuadamente y
lo sabe destacar en todos los temas importantes, a) Viento Madera: dos lautas (una primera y una
pero discretamente. Emplea iguraciones senci- segunda), oboe, requinto, cinco clarinetes (prin-
llas como la blanca, negra o las dos corcheas, o cipal, dos primeros, segundo y tercero), cinco
más complejas como grupos de cuatro semicor- saxofones (dos altos uno primero y uno segundo,
cheas y de once fusas. Usa el puntillo en células uno barítono en Mi b y dos tenores, uno primero
rítmicas como la negra con puntillo y la corchea, y uno segundo).
con lo que consigue el carácter brillante. b) Viento Metal: dos liscornos (uno primero y
Armónicamente, la sencillez es su nota domi- uno segundo), tres trompetas en Si b (una pri-
nante. Aparecen pocas modulaciones, desde la mera, una segunda y una tercera), una en Mi
tonalidad principal de Re menor, pasa por tonos b y una trompeta píccolo en Si b, tres trompas
vecinos como Sol mayor o Re mayor con el que (una primera en Fa, una segunda y una tercera),
termina. La armonización se realiza de manera tres trombones (uno primero, uno segundo y uno
tradicional sobre una textura homófona como tercero), dos bombardinos (uno primero y uno
si se tratase de un coral, pero con fragmentos segundo) y dos bajos en Do.
contrapuntísticos como verdaderos cantos de
c) Percusión: bombo, caja, platos, redoblante y
alabanza (cc. 12 – 29) o (cc. 59 – 68). El dibujo
timbales.
melódico que realiza la sección grave traduce la
armonía con suma claridad y los acompañamien-
tos instrumentales, cuando no hacen melodía Introducción (cc. 1 – 29):
principal, son efectistas.
Desde el punto de vista formal, esta marcha La pieza comienza con una introducción so-
responde a una estructura monoseccional que lemne y tranquila de 29 compases que a través

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de un golpe en el plato da paso a una melodía acordal y anacrúsica de 4 compases, que se imitará en
forma contrapuntística en los cuatro siguientes en el tono de Re menor:

Ejemplo nº 1

En el compás 12 se inicia un pasaje contrapuntístico, con un carácter casi religioso que hace honor
al nombre de la pieza, formado por una frase de 18 compases, dividida en dos semifrases de 9, a (cc.
12 – 20) y a’ (cc. 21 – 29), que casi tiene factura de tema, pero pensamos más bien que es parte de la
introducción. Está muy bien construido con entradas contrapuntísticas a través de tres melodías que
hacen su aparición de manera ordenada, desde los instrumentos más agudos de la madera hasta los
más graves del metal:

Ejemplo nº 2
Melodía 1

Melodía 2

Melodía 3

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Sección A (cc. 30 – 135):
El primer tema, el Tema A (cc. 30 – 45), se expone en el compás 30 sin material de enlace a través de
una frase tética de 16 compases que se divide en dos semifrases de 8, a (cc. 30 – 37) y a’ (cc. 38 – 45),
en dinámica fuerte (f) y a cargo del viento metal. Es un tema muy brillante y rítmico, que comienza
en la tonalidad principal pero modula al tono homónimo en el inal de la segunda semifrase, y que
nos transmite el espíritu de una música para el bando cristiano:

Ejemplo nº 3

El viento madera realiza un acompañamiento de cuatro semicorcheas agrupadas en dos grupos por
compás:

Ejemplo nº 4

El acompañamiento de la percusión es el siguiente:

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Ejemplo nº 5

Después de dos compases de solo rítmico, que no abandonará en los próximos compases, comienza
el segundo tema, el Tema B (cc. 48 – 59), una melodía más expresiva y menos rítmica, a cargo de
clarinetes primeros y de liscornos primeros. Está formado por una frase tética breve de 12 compases,
con división en dos semifrases iguales de 6, a (cc. 48 – 53) y a (cc. 54 – 59):

Ejemplo nº 6

El acompañamiento de la percusión en este tema es:

Ejemplo nº 7

A continuación la música luye sin interrupción desarrollando un puente o enlace (cc. 60 – 75) que
nos recuerda a la introducción por las entradas contrapuntísticas bajo las cuales se desarrollan motivos
rítmico-melódicos de dos compases a cargo de trompetas y liscornos:

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Ejemplo nº 8

En el compás 76 asistimos a una repetición del Tema A, más brillante y fuerte, que es el Tema A’ (cc.
76 – 91), donde la melodía es la misma pero con variaciones en el acompañamiento, pues el viento
madera realiza grupos de once fusas en sentido ascendente que rompen el discurso musical, mientras
que los bajos en movimiento contrario desarrollan semicorcheas en grupos de cuatro:

Ejemplo nº 9

Este fragmento, que es modulante a Re mayor y desarrolla una estructura ternaria A – B – A’, termina
con una semicadencia que será la dominante del nuevo tono.
En el compás 92 y con cambio de tonalidad a Sol mayor asistimos al último de los temas expuestos, el
más brillante y triunfal que es una mezcla de material nuevo y de repetición del Tema A. Este Tema
A’’ (cc. 92 – 130) se desarrolla como tres frases: A (cc. 92 – 103), B (cc. 108 – 115) y A’ (cc. 116 – 129),
de 12, 8 y 15 compases respectivamente, más cuatro compases de enlace entre las dos primeras, todas
ellas interpretadas por la madera y el metal:

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Ejemplo nº 10

Después de cuatro compases de enlace para cambiar la tonalidad a Re mayor, se desarrolla la frase B:

Ejemplo nº 11

A continuación y para cerrar la pieza se expone la frase A’, que es una variación de la primera frase:

Ejemplo nº 12

La percusión realiza un nuevo ritmo en su acompañamiento:


Ejemplo nº 13

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Coda (cc. 131 – 135): pieza peculiar pues responde más a una obra
Una brevísima coda de 5 compases cierra la de concierto. No cabe duda que Amando Blan-
pieza en la tonalidad de Re mayor, formada por quer acertó con este nuevo género musical que,
acordes de tónica insistentes y con inal femenino. como hemos apuntado anteriormente, tardaría
Esta marcha cristiana desprende vitalidad muchos años en extenderse e incluso hoy en
y solemnidad como debe corresponder a una día es, de los tres géneros, el menos arraigado
música para el desile cristiano, aunque es una y desarrollado.

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