El Dibujo y Trazos
El Dibujo y Trazos
El Dibujo y Trazos
Esta etapa marca el cambio del pensamiento kinestésico (de movimiento) al pensamiento
imaginativo. En este momento el niño desarrolla una base para la retención visual.
Los dibujos no han cambiado mucho desde los primeros garabateos, pero ahora los
realiza con alguna idea sobre el dibujo que realizara. Sigue disfrutando del movimiento
físico y si le dan un nuevo instrumento para dibuja, el niño pasará un tiempo considerable
para ver como es en todos sus aspectos, tal y como lo haría un adulto.
La cantidad de tiempo que un niño le dedicará al dibujo, en esta etapa, aumentará y los
garabatos serán mucho más diferenciados. Los trazos pueden estar bien distribuidos por
toda la página y a veces estarán acompañados por un una descripción verbal de lo que
está haciendo. Esta conversación muchas veces no va dirigida a nadie en particular, sino
que será una suerte de comunicación con el propio yo. En algunas ocasiones, el niño
anuncia lo que va a hacer, en otras el dibujo es el resultado de las primeras exploraciones
en el papel.
En esta etapa los adultos deben abstenerse de encontrar una realidad visual en los
trabajos de los niños, o de dar a los mismos su propia interpretación. Puede ser peligroso
que los padres o maestros impulsen al niño a que de nombre o encuentre explicación a lo
que ha dibujado. Por el contrario deben tratar de incluir confianza y entusiasmo en este
nuevo modo de pensar.
En esta etapa se pueden mencionar las siguientes características primordiales:
Ejecuta formas cerradas, generalmente circulares y trazos sueltos que asocia con
objetos de la realidad, dándoles así un nombre.
Hay intención representativa, aunque un adulto no pueda reconocer el objeto
representado.
A veces anuncia que es lo que hará antes de comenzar, y muy a menudo cambia de
nombre mientras trabaja o cuando ha terminado.
Usa el color con criterio subjetivo para reforzar el significado de las formas.
Al modelar aísla trozos de material, les de nombre y puede hacerlos actuar como si
fueran objetos reales.
Con material de construcción logras estructuras sencillas.
a. Se inicia entre los tres y cuatro años, y se supera alrededor de los cinco o cinco
años y medio.
b. Aparecen representaciones comprensibles por el adulto.
c. La primera representación que aparece, de manera general, es la figura humana en
forma de renacuajo.
d. Paulatinamente aparecen objetos de interés para el niño.
e. Cambia muy a menudo la forma de representar un mismo objeto.
f. El niño se concentra en representar las formas, el color tienen un interés secundario.
g. Coexisten objetos reconocibles con formas incomprensibles (garabatos).
h. Esporádicamente pueden aparecer trasparencias.
i. En tercera dimensión modela objetos reconocibles.
SEGUNDA FASE: MEDIA (también se puede encontrar como un pasaje entre las
etapas pre-esquemática y esquemática):
a. Se inicia entre los cinco o cinco años y medio y se supera alrededor de los seis años
y medio o siete.
b. Se interesa por representar la forma de los objetos.
c. Aparecen la línea del suelo, o la franja del cielo.
d. Hacia la finalización de la fase, la forma representativa de cada objeto se va
estabilizando, no la cambia con tanta frecuencia con lo que lo hacia antes.
e. Los objetos representados pueden aparecer a veces por razones expresivas o
emocionales algunas alteraciones formales, tales como supresión de partes,
exageración de tamaños, del número de elementos o detalles, color notoriamente
diferenciador, etc. Estas alteraciones transitorias, muy positivas, indican una relación
flexible del niño con su medio.
f. El color sigue siendo subjetivo, excepto para algunos elementos de la naturaleza,
árboles, cielo, sol, etc.
g. En tercera dimensión arma escenas (modelado, armador, etc.).
a. Se inicia entre los seis años y medio o siete y se supera alrededor de los ocho o
nueve años.
b. Los cambios más notables se producen en el manejo del color: ahora es objetivo y
genérico.
c. La forma de los objetos se estabiliza, este es un patrón personal de representación
que logra cada niño, y que utiliza cada vez que necesita representar un mismo
objeto.
d. El esquema de figura humana está constituido por formas geométricas que
separadas del contexto pierden significación.
e. Continúan alteraciones formales por causas emocionales o expresivas mencionadas
en la fase anterior.
Dibujos 1 y 2
Dibujos 3 y 4
Dibujo 5
Análisis: Lo que podemos observar son dos figuras cefalópodas, de la cual los miembros
parten de la cabeza, corresponde a un realismo frustrado. En esta etapa según Luquete
hay lo que se denomina “incapacidad sintética”, que se relaciona con las proporciones, la
orientación de estas, etc.
Dibujo 6
Análisis: Aquí podemos apreciar, un dibujo más evolucionado, donde la figura humana es
un monigote en transición, porque ha dibujado el tronco en dos dimensiones y las piernas
en una dimensión. No ha dibujado los brazos. En el dibujo número ocho se empieza a
estructurar más el espacio en la hoja. Como señal de esto, la niña dibuja una línea de
base, que corresponde al suelo, a pesar de que los dibujos no se apoyen en esta.
También dibuja un rol y algunas formas geométricas.
En el dibujo ocho, comenzaría la aparición del plano, que estaría dado por la combinación
de ambas líneas, la de base y la de cielo, aunque, la figura, no se apoyen en esta.
Análisis: Aquí en el dibujo número 9, lo que esta representado son, la figura humana en
un monigote en transición, no dibuja las líneas ni de base ni de cielo. En los dibujos 10 y
11, las figuras son grandes. En el dibujo 11 detalla las partes de la cara con mayor
precisión que los anteriores.
Análisis: Aquí la niña dibuja monigotes con un poco de mayor precisión que los anteriores
ya que el tronco está mejor perfilado. El monigote sigue siendo en transición. En cuanto al
realismo es: realismo intelectual, las formas siguen con una tendencia geométrica,
aparece representado el triangulo.
Dibujo 14
Análisis: Aquí se ve un gran avance con respecto al anterior, la niña dibujo las líneas de
suelo y cielo, tratando de construir el plano, los elementos no se apoyan en la línea de
suelo. Los monigotes se hallan claramente en transición, cuando se observa una figura
humana como monigote evolucionado (dos dimensiones) y la otra, ya que todo menos los
brazos poseen dos dimensiones. Corresponde a un realismo intelectual, se puede ver el
espacio topológico, las relaciones de inclusión, orden, separación, etc., aunque no exista
una correcta proporción en el dibujo. Las formas geométricas son claramente visibles y
diferenciados unas de otras de hecho los monigotes están compuestos por estas.
Dibujo 16
Análisis: Aquí podemos ver representado una de las características del pensamiento
infantil que es el animismo, ósea que cree que los objetos tienen vida. Es por eso que
podemos observar al sol, la nube, el árbol, las mariposas con rostro. El realismo sigue
siendo intelectual, el monigote es evolucionado, ya que está representado en dos
dimensiones, también sedán proyecciones, ósea no puede coordinar un único punto de
vista, es por eso que se puede cambiar distintos puntos de vista en la misma figura, como
ser el caso de la figura humana que está de frente y los pies de perfil.
Dibujos 17 y 18
Dibujo 19
Análisis: Lo que se representa es una familia en la cual todas las figuras son monigotes
evolucionados, incluso la sonrisa se encuentra así dibujado, que por lo general está
representado por una sola línea. No están dibujadas las líneas de suelo y cielo, pero todo
el dibujo se encuentra en un solo plano.
Dibujo 20