El Osito Panda Que Quería Ser Un Oso Polar

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El Osito Panda que quería ser un oso polar y otro más

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El Osito Panda que quería ser un oso polar

El cuento es más o menos así (Hace 15 días lo contó nuestra


monitora Alba y ya casi con el jaleo del ordenador ni me acuerdo
de los detalles y las conclusiones son mías).

En unas montañas perdidas de China, en un hermoso bosque


habitaba un osito Panda joven que quería ser un Oso polar. Tenía
el cariño de su familia, manjares deliciosos y miel y unos hermosos
prados para jugar.
Pero el Osito no estaba contento consigo mismo. Un día se vio
reflejado en el lago y descubrió en sus pelos unas horrendas
manchas negras que le afeaban. Él quería ser blanquito sin una
mancha, blanco como un oso polar
Así que ni corto ni perezoso intento teñirse las manchas con las
acuarelas de su hermana, pero no dio resultado alguno. Seguía
igual desmanchado.
Después probó con los polvos de su mami y tampoco. Las manchas
estaban allí impolutas y no había manera de quitarlas.
Muy triste se fue caminar por el bosque en dónde vivía con su
familia por un nuevo sendero.
Caminaba y caminaba pensativo en la mala suerte que tenía. ¿Por
qué había salido tan feo? Con lo guapo que estaría blanco como la
nieve.
En esto como por arte de magia apareció otro oso idéntico a él. Era
otro oso panda. Se alegró mucho de verle, porque al menos tendría
un amiguito, un confidente con quien compartir sus inquietudes.
Le contó lo apenado que estaba y cómo se había visto reflejado en
el lago y había intentado quitarse esas horrendas manchas.
Su amigo le dijo:
-Pero que tonterías estás diciendo. Si eres guapísimo. Esas
manchas te quedan muy bien. No ves lo contento que estoy yo con
mi aspecto
-Pero a mí no me gustan argumentó. Me encantaría ser un oso
polar, blanco como la nieve.
En esa discusión andaban los dos cuando de pronto empezaron a
caer gotas de lluvia. Clinc, clinc, clinc, hasta que cayó un buen
chaparrón. Cuando paró de llover el oso panda asombrado
descubrió que su amigo en realidad no era un panda, sino un oso
blanco que se había pintado las manchas.
La lluvia había borrado todas las manchas que se había pintado,
porque el a su vez estaba descontento con su aspecto y en realidad
lo que quería ser era un oso panda

Moraleja
A veces nos resulta difícil aceptarnos como somos y ser felices
con nuestro aspecto o nuestra manera de ser.
Tratar de cambiar a toda costa no va a funcionar. Podemos
mejorar sin duda, pero no convertirnos en otra cosa
Si no nos aceptamos a nosotros mismos, nadie lo va a hacer.

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