Manual Poltica Criminal
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Manual Poltica Criminal
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Gema Varona
Basque Institute of Criminology, University of the Basque Country, Donostia / San Sebastián, Spain
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DER2014-54764R PROYECTO DE INVESTIGACIÓN “DERECHOS DEL CONDENADO Y LÍMITES DERIVADOS DE LA NECESIDAD DE PENA” (DELIMPEN) UNIVERSIDAD DE
ALICANTE View project
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1. OBJETIVOS
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
2. COMPETENCIAS
Con el fin de lograr ese objetivo, el aprendizaje ofrecido a través de este texto persigue
obtener las siguientes cinco competencias:
2) Analizar y manejar adecuadamente sus conceptos clave para evaluar las diferentes
posibilidades de diseño y ejecución de políticas criminales en diversas áreas.
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
3. PRERREQUISITOS
Este curso está destinado para estudiantes del grado de Criminología, fundamentalmente
a partir del segundo curso inclusive, si bien también puede servir de material de
aprendizaje para estudiantes de Sociología, Derecho, Trabajo Social, Ciencias Políticas,
Ciencias de la Comunicación u otras disciplinas desde las que se aborden temas comunes
o relacionados. Además, su carácter didáctico permite su utilización por profesionales
cuyo trabajo tenga que ver con el diseño, ejecución y/o evaluación de políticas penales
y/o victimales.
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
4. DESCRIPCIÓN
La política criminal puede definirse como la parte de la política que responde a los
procesos de delincuencia, victimización y control social. Podemos concluir que el objeto
fundamental de estudio de la política criminal son las opciones de control social en un
lugar y momento dados. En la Introducción se plantea la relación entre la política
criminal, victimal, policial, judicial, penitenciaria, educativa, sanitaria, social,
económica, etc.
a) a algunas tipologías delictivas (en relación con las drogas, la delincuencia de cuello
blanco, el terrorismo, la violencia de género, de carácter sexual y las infracciones contra
la propiedad),
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
5. PROGRAMA
I. INTRODUCCIÓN
2. Formas y estilos de control social que condicionan la extensión y las propias opciones
de política criminal
3. ¿Qué agentes crean e influyen en los diferentes estilos de política criminal? ¿Qué papel
juegan los criminólogos? Culturas profesionales: el reto de la colaboración
4. Principios teóricos de una política criminal respetuosa con los derechos humanos
5. ¿Cuáles han sido las consecuencias de determinadas políticas criminales? ¿Cómo han
sido evaluadas las políticas y cuál es la tendencia actual?
2. Fuentes de conocimiento
4. Prevención
3. Teorías sobre la violencia contra las mujeres que puedan orientar la política criminal
2. La respuesta penal
2. La teoría de las ventanas rotas en relación con las últimas tendencias del Código penal
en materia de delitos contra la propiedad de escasa gravedad
3. La reforma de la Ley Orgánica 1/2015 del Código penal
4. Conceptos clave de la lección
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1. Introducción
4. Teorías criminológicas que explican la relación entre los delitos y las migraciones
6. Epílogo
1. Introducción
1. Crímenes internacionales
2. La jurisdicción universal
1. Videovigilancia
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TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
6. METODOLOGÍA
Hemos dividido estos materiales en trece lecciones. Cada una de ellas sigue la misma
estructura: una introducción y una definición de conceptos clave que se completan, en
diferentes apartados, con textos de lectura1 con preguntas para el debate, la propuesta de
ejercicios prácticos y un test de autoevaluación.
En el curso se recoge un apartado final con una bibliografía conjunta ya que las mismas
obras pueden estar citadas en varias lecciones. También se aporta un listado de recursos
electrónicos para que el propio estudiante decida hasta dónde está dispuesto a
profundizar.
1
El criterio de selección de las lecturas ha sido tanto el de su carácter clásico como innovador y, cuando
se han incluido varios textos, la diversidad de perspectivas. Si bien sólo se reproducen extractos, el
lector puede profundizar localizando en línea el texto completo que puede encontrarse en Internet en
acceso abierto. De hecho, algunas de las preguntas establecidas para el debate no podrán entenderse y
responderse correctamente sin una lectura completa del texto.
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
7. CRONOGRAMA
Este curso está concebido para una asignatura cuatrimestral a la que debe dedicarse
aproximadamente unas sesenta horas, es decir, unas cuatro horas por lección,
dependiendo de su dificultad y de los conocimientos previos del lector. En todo caso, el
aprendizaje se basa en el tiempo dedicado a la internalización de los conceptos tratados
en los materiales (una hora), la lectura de documentos relevantes (dos horas) y la
realización de los ejercicios prácticos propuestos (una hora).
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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MATERIALES DE ESTUDIO
LECCIÓN I. INTRODUCCIÓN
A finales del siglo XIX, la escuela sociológica alemana -dentro de las teorías penales
eclécticas-, representada por von Liszt, se refirió a una ciencia total del Derecho penal,
donde el Derecho penal, la Criminología y la Política criminal cobran sentido. La política
criminal debería elaborar criterios políticos, como sistema de principios, derivados de las
investigaciones empíricas. Sobre esos criterios se podría proceder a una crítica y reforma.
En este sentido, en la actualidad entenderíamos la política criminal como el conjunto de
criterios, valores o decisiones que han de inspirar al legislador, extraídos de la
Criminología (que estudia los hechos) y la Dogmática penal (que estudia la norma), a fin
de construir un sistema penal más justo o adecuado a las necesidades de la sociedad.
Feuerbach se refería a dicha política como la “sabiduría legislativa del Estado” para
decidir cuándo una conducta es delictiva y qué respuesta le corresponde.
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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Toda política criminal busca un orden social que no siempre se corresponde con ese
ideal. Incluso, dentro de una misma sociedad democrática que, en principio, limita el ius
puniendi según una concepción garantista de los fines y funciones del Derecho penal,
podemos encontrar –al menos en la práctica- diversas políticas criminales o de control
social dependiendo de la tipología delictiva, de los sujetos afectados, del agente que la
aplica o del instrumento utilizado, entre otros factores.
2
Extracto de Varona (1998).
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imparciales (pacificadores,
mediadores, árbitros,
jueces)
Divide las formas en dos grandes categorías –aunque se produce una gran
permeabilidad entre ambas-: aquellas que sólo involucran a sus participantes o
protagonistas, incluyendo a los que les apoyan, y aquellas en las que interviene además
una tercera parte, que actúa como agente para llegar a un acuerdo. En la primera forma,
el control social puede ser unilateral -autoayuda, murmuración, críticas, evitación o
tolerancia-, o bilateral -negociación sin intervención de un tercero-. La segunda forma de
control -por propia definición, al intervenir un árbitro, mediador o juez- es trilateral. A
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Black se para a analizar una forma de control social unilateral que él denomina
autoayuda y define como “la expresión de un agravio mediante una agresión unilateral”
(1993, 43, nota 2). Se refiere a actos, intencionados o impulsivos, que expresan
desaprobación, en el sentido de “tomarse la justicia por su propia mano”, y que pueden
tener el fin de lograr la compensación o restitución, pero que como actos de violencia, o
realización por la fuerza de lo que se considera como el propio derecho, pueden estar
penalizados. Como ejemplo histórico cabe pensar en determinados actos de violencia
que forman parte de la justicia indígena en la época colonial (y aún en la actualidad).
Otros ejemplos de nuestras sociedades serían la acción de los llamados “vigilantes”
callejeros, las mujeres que agreden o matan a sus compañeros maltratadores o las
venganzas entre mafias y subculturas (bandas y grupos étnicos). Adicionalmente, dado el
elevado número de delitos entre personas que se conocen, podría sostenerse que, en
muchos de estos casos, se trata de algún modo de lo que el agresor percibe como un
ajuste de cuentas. Incluso, aunque no se conozcan, los infractores pueden considerar a
sus víctimas “culpables”. Además, en delitos contra la propiedad, podría operar cierta
“compensación unilateral” (Black, 1993, 51). Estos ejemplos cuestionarían la función de
prevención del Derecho penal y el monopolio del control formal violento por el Estado.
Black concluye que los “delitos de autoayuda” (concebidos como venganza o rebelión)
tienen su caldo de cultivo entre personas de una posición social baja, que cuentan con
escasa protección jurídica, y entre personas con una relación familiar en la que el Estado
suele inhibirse por considerarlo un asunto privado. Es lo que Black llama situaciones sin
Estado, “stateless locations”, donde se verificaría la teoría de Hobbes (1993, 40). En
términos de mercado, la escasez de “oferta de derecho” favorece esta autoayuda.
Respecto de las formas trilaterales, Black, junto con M. P. Baumgartner, formula una
teoría del tercero, con resultados provisionales, que intenta explicar cuándo y cómo éste,
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Respecto de los estilos, siguiendo el orden indicado por Black y desarrollado por
Horwitz, se distinguen los cuatro siguientes: penal, terapéutico, compensatorio y
conciliatorio, los cuales dependen de las estructuras relacionales -en cuanto a distancias
de intimidad y poder- y de las percepciones de la gravedad del daño. Todos estos estilos
se encuentran en la vida contemporánea en distintas situaciones, aunque su intensidad
está siendo alterada. En lo relativo a la eficacia de los controles sociales, Horwitz
contiende que cuanto más consensuales, mas eficaces, ya que los coercitivos difícilmente
pueden crear conformidad a largo plazo (1990, 23-100; 248; 211). Cada estilo tiene su
propio lenguaje y lógica, y su utilización varía en cada contexto cultural, puesto que un
mismo caso puede tratarse con estilos diversos (Black 1993, 47-8).
El estilo terapéutico se centra en personas que sufren anomalías y buscan ayuda (Black
1993, 48). Se da en contextos de individualismo creciente, donde se verifica la teoría
general de Black de que, a menor distancia social, menor intervención de terceros. Por
tanto, en los conflictos con uno mismo, en la actualidad, en caso de que alguien
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penales del pasado, “...produciendo una especie de efecto pastiche, en el que las prácticas
más antiguas se reviven no porque sean funcionales, sino porque evocan el sentido de
una época pasada” (Garland 1995, 206, nota 8). Simon habla de “nostalgia” (1993, 248). En
cualquier caso, este estilo tiene la ventaja de evitar, al mismo tiempo, la venganza y la
estigmatización respecto del agresor y otorgar una reparación a las víctimas. Estas
ventajas disminuyen en las sociedades actuales que monetarizan la respuesta y,
especialmente entre organizaciones o personas jurídicas, que asumen los riesgos y
reparaciones como parte de los costes, sin distinguir claramente entre responsabilidad
objetiva e intención, por lo que este estilo no puede proporcionar una base moral.
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Sobre las posibilidades de una política criminal europea, vid. Muñoz de Morales (2010).
4
Se trata de una adaptación de los presupuestos sociológicos para la investigación criminológica de Philip
Robert (1999).
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-el olvido del papel de las víctimas, de los profesionales de las instituciones
penales, de los políticos, de la sociedad (opinión pública)…
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las personas que delinquen no entran dentro del circuito penal. Muchas no son
descubiertas, muchas no son detenidas, muchas no son procesadas, muchas no son
condenadas, muchas no ingresan en prisión… Sabemos que el control jurídico penal es
selectivo y, en determinados casos, discriminatorio con las personas de escasos recursos,
de determinado sexo, edad, etnia… Sabemos que a algunas personas se les aplica
alternativas a la prisión y a otras no, sabemos que muchas personas salen de la prisión
igual o peor de lo que entraron, sabemos que, dependiendo del delito, la reincidencia
sobrepasa el cincuenta por cien. Podremos comprobarlo al referirnos más adelante a las
estadísticas penales e investigaciones criminológicas.
En definitiva, como afirma Robert (1999), la efectividad del derecho penal es resultante
de un juego complejo de personas (infractores, víctimas, agentes de control…),
desiguales, en torno a un recurso institucional, la justicia penal.
El profesor Fattah (1997) distingue los distintos papeles del criminólogo según el tipo de
Criminología: desde un reformador de las instituciones y leyes, pasando por su interés en
el tratamiento clínico y la rehabilitación, en la crítica y el cambio social, hasta un agente
de prevención, mediación y/o reconciliación.
Cabe preguntarse por su relevancia práctica, es decir, si los criminólogos pueden influir
en los procesos de la delincuencia y el control jurídico-penal. Para Robert (1999), agentes
como los policías tienen menos influencia en cuanto la sociedad no les contempla como
expertos teóricos. Dependerá, entre otros factores, del grado de institucionalización de la
disciplina en cada sociedad. Sobre cómo será esa influencia, Fattah distingue la
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Para evitar confusiones y falsas expectativas, el criminólogo debe ser consciente de sus
limitaciones. Las limitaciones son inherentes a su acción, al contexto en que trabaja y a
las características de la Criminología como saber empírico provisional, que no es infalible
ni contrario a la teoría. Además, como sostiene Braithwaite, en la Criminología pueden
encontrarse tanto teorías normativas como explicativas, ambas basadas en datos
contrastados.
El Derecho penal debe considerar cuáles son las conductas más reprochables, que
merecen ser tipificadas penalmente (he aquí la primera decisión de la política criminal)5,
para después valorar cómo se incriminan, cómo se valora la proporción entre gravedad y
pena, qué sanción acarrean, cómo será su ejecución, una vez dictada sentencia, y cómo
se pueden prevenir conductas similares y reparar a las víctimas.
5
Protegiendo los bienes jurídicos fundamentales para el desarrollo de los individuos en sociedad. El
Derecho penal se limita a establecer la responsabilidad penal, no la maldad o bondad de la persona,
asegurando la convivencia pacífica, al margen de la moralidad de los diferentes grupos sociales.
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Respecto del proceso de elaboración, cualquier norma penal, por afectar derechos
fundamentales, exige su aprobación como ley orgánica6, requiriéndose unas mayorías
que puedan asegurar un consenso político entre las diversas formaciones, aunque en
ocasiones no sucede así cuando el partido en el gobierno tiene la mayoría parlamentaria.
6
Sin perjuicio de su desarrollo reglamentario. Una fuente importante para el análisis de la política
criminal son los Diarios de Sesiones del Congreso de los Diputados y del Senado, disponibles
actualmente en acceso abierto en sus respectivas páginas web. Asimismo las Exposiciones de Motivos de
las normas aprobadas permiten estudiar los objetivos teóricos y su adecuación práctica.
7
Cfr. los Principios para la Prevención de la Delincuencia, aprobados por el Consejo Económico y Social
de las Naciones Unidas, mediante su Resolución 2002/13; y la Resolución sobre la prevención de la
violencia cotidiana en Europa, aprobada en noviembre de 2004, en la Conferencia ad hoc de los
ministros de justicia e interior del Consejo de Europa.
En estos estándares se pone de relieve el necesario respeto de los derechos humanos, entendidos de
forma interdependiente e indivisible. Las políticas preventivas realmente efectivas a largo plazo sólo
pueden serlo si respetan la dignidad humana.
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En la esfera internacional debe considerarse el Centro para la Prevención Internacional de la
Delincuencia, dentro de las Naciones Unidas.
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Extracto de Igartua, Olalde, Pedrola y Varona (2015).
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El diseño de los estudios costo-beneficio fue introducido por los economistas como un
método para evaluar si las decisiones que se toman en determinadas políticas o campos
incrementan el bienestar social (Moohr 2005, 785). Tras identificar los costes como
consecuencias negativas y los beneficios como consecuencias positivas, se les asigna un
valor económico y se compara su diferencia para determinar si esa acción que se evalúa
resulta adecuada, inefectiva o contraproducente.
Desde la década de los ochenta diversas agencias federales de los Estados Unidos
requirieron el desarrollo de análisis sobre los beneficios y los costes de diversas políticas
públicas (Cohen, s.f.). En el marco de la Criminología el interés por estimar los costes de
la delincuencia y la justicia penal comenzó más tarde, también en el ámbito
estadounidense e inglés -desde la óptica del análisis económico del delito-, bajo el
10
Véase la página web de la Agencia española de evaluación y calidad en
http://www.aeval.es/es/index.html.
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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Una vez identificados los costes y los beneficios de diferente naturaleza (tangibles o
intangibles) (Brand y Price 2001) debemos preguntarnos sobre las fuentes que permiten
acceder a la información para estimarlos, generalmente encuestas específicas (fuentes
primarias) y datos de las instituciones (fuentes secundarias). Este estudio plantea el reto
de estimar los costes y beneficios intangibles del programa observado. Dentro de esos
intangibles se encuentran el bienestar de las partes, la pacificación de las relaciones, la
11
Con un interés creciente en la evaluación económica del uso de diversas tecnologías, ofrecidas por
empresas privadas, en relación con el control telemático como alternativa a la prisión o como medida
complementaria (Morales 2013, 447).
12
Véase el portal de la Sociedad Internacional para el Análisis Beneficio-Coste
(http://benefitcostanalysis.org/).
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Autores como Kelman (1981) se han referido a los problemas éticos que presenta la
medición económica de valores como la seguridad y que podríamos extender a otros
como la reparación, la reinserción, etc. En opinión del autor citado debemos ir más allá
de la asunción de que la eficacia económica es la máxima meta por encima de la igualdad
o la justicia. En todo caso, Cohen (2002, 280) entiende que el valor de estos estudios
sobre coste-eficiencia reside en su carácter complementario con otros enfoques para
evaluar programas y políticas en la justicia penal.
Según otro estudio del Reino Unido, con base en las investigaciones de la profesora
Joanna Shapland, la justicia restaurativa puede ahorrar aproximadamente 12 euros por
cada euro gastado en sus programas, considerando especialmente la reducción de la
reincidencia (Rosetti y Cumbo 2010, 29; Restorative Justice Consortium 2010, 4)14. En el
13
Diferenciando los costes sociales de los costes externos, lo cual puede presentar dificultades en algunas
modalidades delictivas. Los costes sociales son costes que reducen el bienestar agregado de la sociedad
(Cohen 2000, 272). En todo caso, debe diferenciarse quiénes son las instituciones o personas que soportan
dichos costes (y, en su caso, resultan más beneficiadas).
14
Sobre el ahorro que suponen los programas restaurativos en la jurisdicción de menores en Inglaterra y
Gales, véase Barrow Cadbury Trust (2009). Sobre este mismo punto en el Reino Unido, aplicado a los
Círculos de Apoyo y Responsabilidad (CoSA) para la reinserción de delincuentes sexuales –los cuales
contienen algunos principios restaurativos-, véanse Elliott y Beech (2012), quienes concluyen que
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ámbito noruego se calcula que una intervención de justicia restaurativa supone un gasto
de alrededor de 695 euros frente a un tratamiento institucional que costaría alrededor de
463.680 euros (Naciones Unidas 2013, 33).
La metodología SROI se basa una investigación participativa con todos los actores
concernidos en los programas, quienes ayudan a identificar cuáles son los cambios
positivos y negativos experimentados. Para poder medir en términos económicos valores
como el aumento de la autoestima, se consideran esas experiencias y, en su caso,
estimaciones del coste de una terapia que la refuerce. Estos cálculos y estimaciones
deben hacerse con total transparencia y rigor metodológico, desechando variables que
no sean importantes ya que apenas afectan al proceso, estudiando qué otros factores
producen cambios, además del programa, y considerando la sostenibilidad de esos
cambios a lo largo del tiempo.
Finalmente, otro valor interesante que se mide en este tipo de estudios es la cooperación
y la confianza interinstitucional para conseguir los objetivos propuestos.
-Control social.
-Inseguridad.
-Seguridad humana.
suponen un ahorro de hasta 23.494 libras que podría ser mayor considerando otros beneficios generales
para la sociedad. Sobre la especificación de estos beneficios sociales para los programas restaurativos,
vid. Naciones Unidas (2013, 32).
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-Principio de humanidad.
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A pesar de la crítica constante al término de white collar crime (Tombs y White 2003), un
estudio sobre el estado de la cuestión actual en la bibliografía criminológica y
victimológica comparada nos ofrece algunas claves sobre su potencialidad como
herramienta metodológica de investigación en este campo, si bien en los países europeos
15
Extraído de Varona (2003).
16
Desde la perspectiva jurídica se le ha criticado su ambigüedad y escaso rigor. Cfr., ya en su origen,
Tappan (1947).
17
Sutherland citó una reflexión originaria de Anacaris de Sythia, en el siglo V a.C., si bien la atribuyó a un
especulador ferroviario: “La ley es como una telaraña. Está hecha para moscas y para los tipos más
pequeños de insectos, por así decirlo, pero los grandes abejorros la rompen. Cuando los tecnicismos se
ponen en mi camino, siempre he sabido apartarlos con toda facilidad” (citado en Geis 2006). Geis recoge
una lista de ejemplos proporcionados por Sutherland, entre los que se encuentran los políticos que
favorecen a sus anteriores empresas o personal de agencias reguladoras contratados después por ellas
(2006, 5).
18
Traducida al español, en 1969, por Rosa del Olmo y publicada por la Biblioteca de la Universidad
Central de Venezuela.
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predomina el uso del término “delincuencia económica”, en el que, para algunos autores,
se subestima el factor de abuso de poder o confianza.
Desde los años cuarenta, cuando Sutherland desarrolló su teoría, el fenómeno más
destacable como cambio socioeconómico es la globalización, propiciada por la
revolución tecnológica en medios de transporte y comunicación. Muchos criminólogos
critican precisamente los déficits de las teorías criminológicas en cuanto que no
consideran este aspecto crucial (Viano 2009).
19
Fuera de estos marcos, podría discutirse la comisión delictiva de delitos de cuello blanco en el ámbito
lúdico, como en ciertos delitos informáticos o medioambientales (caza y pesca ilegales).
20
La delincuencia corporativa abarca comportamientos ilegales o ilícitos, según diferentes órdenes
jurídicos –no sólo el penal-, dentro de una organización legal y para su beneficio, ya sea por acción u
omisión. Esos comportamientos suelen inscribirse dentro de la práctica empresarial rutinaria (en este
sentido se aplica el concepto de carreras criminales y, desde la Victimología, el de victimización múltiple
y reiterada).
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Vid., actualmente, la teoría del autocontrol de Michael Gottfredson y Travis Hirschi.
22
Resulta también innovadora la perspectiva de Balloni (2009) de aplicar la Psicología topológica o
teoría del campo de Kurt Lewin, con su concepto de espacio vital, al estudio de la delincuencia de cuello
blanco y al crimen organizado.
23
Auspiciado por el Centro Internacional de Criminología Comparada de Montreal, vid. la investigación
desarrollada en diversos países latinoamericanos, teniendo en cuenta el componente transnacional.
Sobre sus bases epistemológicas y metodológicas, vid. Aniyar de Castro. Se parte de una perspectiva
radical y se indica que: “Así como el estereotipo de delincuente convencional facilita la impunidad del
delincuente de cuello blanco, hay también un falso delito de cuello blanco que es a veces sancionado y
tiene visibilidad en los medios de comunicación. El mismo es cometido por funcionarios, profesionales o
empresarios de categoría intermedia o inferior, quienes son víctimas propiciatorias que representan la
ilusión de que estos hechos pueden ser perseguidos y sancionados, permitiendo la impunidad del
verdadero delincuente de cuello blanco” (p. 80). Utilizan análisis de noticias y encuestas sociales sobre la
formación de estereotipos.
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Esta última afirmación debe matizarse ya que dependerá de lo que se deje entrar dentro
del concepto de delincuencia de cuello blanco. En todo caso, en ocasiones, en algunos
textos de académicos activistas sí puede advertirse ese carácter moralizante o, en su caso
–como lo denominan algunos autores- populista que exige un Derecho penal
promocional.
24
Los autores citados documentan la persistencia de lo que denominan un “enfoque convencional sobre
las víctimas de los delitos” que señalan como particularmente paradójico por cuanto, en las dos últimas
décadas, los delitos convencionales se han estabilizado o reducido en muchos países.
25
Algunos expertos apuntan a que la crisis económica ha favorecido la escasa tolerancia hacia la
corrupción y otros delitos de cuello blanco.
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hasta dónde nos encontramos con un mero ilícito administrativo. En todo caso, pueden
darse también dificultades a la hora de individualizar la responsabilidad dentro de una
empresa u organización, sin perjuicio de la nueva regulación de la responsabilidad penal
de las personas jurídicas. En definitiva, los problemas de detección, persecución y
enjuiciamiento agrandan la cifra negra.
G) El uso del Derecho penal para recabar la atención de los medios de comunicación,
dentro de pugnas por el poder económico y/o político (Geis 2006)28.
26
Más visible cuando se producen muertes, heridos o enfermedades, especialmente en delitos contra el
medio ambiente, contra los consumidores, en relación con transportes, etc. Vid. Goodey (2011), si bien
en la preocupación por desarrollar el acceso a la justicia o la tutela judicial efectiva en general, respecto
de la normativa europea existente sobre las víctimas en la UE, no se realiza una consideración particular
sobre las víctimas de la delincuencia de cuello blanco.
27
Geis se refiere a cambios en “una opinión pública emergente que exige unas prácticas comerciales
justas y equitativas, visión quizá relacionada con el sorprendente crecimiento de las inversiones de la
clases media, con frecuencia como parte de planes de jubilación. Asimismo, hoy en día las personas
están mejor formadas, pueden comprender más fácilmente los detalles de los abusos de poder. Y, a
medida que los ciclos vitales se van prolongando, las personas desean optimizar su bienestar y luchar
contra circunstancias que amenazan la vida tales como la contaminación del aire y del agua, los
ingredientes nocivos en la comida y las capas de amianto en sus hogares” (2006, 12).
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Sobre el papel de los medios de comunicación españoles en la denuncia de delitos urbanísticos, vid.
Galiacho y Rubio (2011).
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No se
Falta de
produce
marco teórico
alarma social
Falta
Carencia
de
de
políticas
investigación
públicas Déficit
de
control penal
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ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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Por su parte, en la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley
Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, según se dice en su Exposición
de Motivos: “se refuerza la punición de los llamados delitos de corrupción en el ámbito
de la Administración pública. Con carácter general, se elevan las penas de inhabilitación
previstas para este tipo de delitos, y se añade la imposición de penas de inhabilitación
especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo. Además, se introducen nuevas
figuras delictivas relacionadas con la financiación ilegal de partidos políticos… Se crea,
dentro del Capítulo XI del Título XIII del Libro II del Código Penal, una nueva sección
referida a los «Delitos de corrupción en los negocios», en el que se incluyen los delitos de
pago de sobornos para obtener ventajas competitivas (se trate de corrupción en el sector
privado o de la corrupción de un agente público extranjero)”.
29
Cfr., por comparación, las críticas a la denominada “amnistía fiscal” de 2012 que sólo ha conseguido
aflorar la mitad del dinero negro previsto.
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Por último, la reforma introduce un nuevo Título XIII bis con la rúbrica «De los delitos
de financiación ilegal de los partidos políticos», definiendo un tipo penal específico para
estos actos delictivos que castigará a aquellas personas que acepten y reciban donaciones
ilegales o que participen en estructuras u organizaciones cuyo principal objeto sea el de
financiar ilegalmente a un partido político.
La pregunta es si, más allá de la agravación de las penas o las ampliaciones de los plazos
de prescripción y otras modificaciones, la administración de justicia española cuenta con
medios suficientes para la prevención y persecución de este tipo de delitos en los que
parece haber aumentado la concienciación social hasta el extremo de que se tiende a
identificar toda la clase política con personas corruptas, afirmación que no se
corresponde con la realidad y que supone un gran peligro para la confianza en las
instituciones democráticas. Junto a esa pregunta, desde el punto de vista de los valores,
podemos interrogarnos sobre las cuestiones culturales que hacen que algunos países –
amén de la fiabilidad de las estadísticas y encuestas- aparezcan en diferentes posiciones
dentro del ranking de organismos como Transparencia Internacional o del
Eurobarómetro sobre la corrupción de la Unión Europea.
43
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Los delitos de cuello blanco han sido calificados por algunos autores como no violentos.
La característica de la ausencia de violencia puede relacionarse, en un plano teórico, con
la Victimología radical que cuestiona los márgenes de la definición jurídica de la
violencia y con la Victimología feminista en cuanto que se ha demostrado la pervivencia
de los estereotipos en los operadores jurídicos. Incluso en delitos contra la Hacienda
Pública, la corrupción entre particulares o el blanqueo de capitales puede pensarse que,
en última instancia, se producen daños físicos o psicológicos en el ámbito de la salud,
particularmente en épocas de restricción presupuestaria. Esta consideración se realiza
desde una perspectiva criminológica, conscientes de su difícil, e incluso peligrosa,
plasmación jurídica en un Derecho penal garantista, más allá de una utilización retórica.
En todo caso cabe preguntarse si, aunque el Derecho penal no configure o defina un
comportamiento como violento, ¿es así como lo perciben las víctimas, los autores, o la
sociedad en general?
30
Según Ruggie (2009), profesor de la Universidad de Harvard: “los últimos veinte años han demostrado
un incremento continuo de casos de estados que ejercen la jurisdicción extraterritorial sobre individuos
en relación a crímenes internacionales, como son por ejemplo crímenes de guerra o crímenes de lesa
humanidad. También se incrementa el potencial para que estados ejerciten este tipo de jurisdicción
sobre empresas, como personas jurídicas, cuando los estados han adoptado el Estatuto de Roma y
donde la responsabilidad legal corporativa ya existe. En relación a este tipo de crímenes como por
44
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
ejemplo el terrorismo y el lavado de dinero, ya existen acuerdos internacionales generales que tratan
directamente a la responsabilidad corporativa”. Cassel entiende que el art. 25 del Estatuto de Roma no
permite interpretar la existencia de responsabilidad corporativa, pero sí advierte una tendencia
internacional a reconocerla, de forma preferente, en el ámbito penal –apoyada en el número de
ratificaciones de otros convenios que sí lo permiten (Convenio de 1997 de la OECD sobre el soborno a
funcionarios; la Convención de 1999 de las Naciones Unidas sobre la financiación del terrorismo y la de
2000, también de Naciones Unidas, sobre el crimen organizado transnacional)-. A través de las Leyes
Orgánicas 3/2000 y 15/2003 se incorporó a nuestro Código Penal el delito de corrupción de funcionario
público extranjero en las transacciones comerciales internacionales, en cumplimiento del Convenio de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de Lucha contra la Corrupción de
Agentes Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales. Vid. el art. 445 CP, tras
la reforma de 2010.
Vid. también Good practice guidance on internal controls, ethics, and compliance, adoptadas el 18 de
febrero de 2010, por el Consejo de la OECD, en relación con la Convención para combatir los sobornos
de funcionarios extranjeros en transacciones comerciales internacionales. Cfr. los Principios Rectores en
Materia de Prevención del Delito y Justicia Penal en el Contexto del Desarrollo y de un Nuevo Orden
Económico Internacional fueron aprobados por el Séptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre el
Delito y Tratamiento del Delincuente, en Milán, del 26 agosto al 6 de septiembre de 1985, y por la
Asamblea General de dicha Organización, en su resolución 40/32. Vid. también la Nueva Declaración de
Haven sobre la Transparencia financiera corporativa, donde se reconoce que, aunque una de las
primeras responsabilidades de las empresas hacia la sociedad es pagar una contribución justa de
impuestos, las estrategias fiscales agresivas y creativas a escala global se han convertido en una
tendencia común entre las corporaciones multinacionales.
Al profesor Ruggie, que inició su labor en 2005 y ha continuado hasta 2011, se le solicita que, “yendo
más allá de la esfera legal, valore las políticas y mejores prácticas de los estados y empresas e incluso
idee metodologías para la valoración del impacto de la actividad empresarial en los derechos humanos”.
Los Principios rectores finalmente redactados en el seno de la ONU han causado insatisfacción en
algunos organismos de defensa de los derechos humanos. Si bien mencionan el acceso a la justicia para
las víctimas de abusos por parte de empresas, no hacen referencia concreta al derecho humano
internacional a un recurso efectivo.
31
Véase la Declaración Conjunta de la Sociedad Civil sobre los Principios rectores en relación con las
empresas y los derechos humanos, de junio de 2011 (Joint Civil Society Statement on the draft Guiding
Principles on Business and Human Rights).
32
El Observatorio español de Responsabilidad Social Corporativa se adhiere a la declaración impulsada
por ONG internacionales, en la que se pide al Consejo de Derechos Humanos que reafirme su objetivo
45
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Desde hace más de diez años, Transparencia Internacional realiza una encuesta sobre las
percepción de la corrupción en los países33 –o, en su caso, en las comunidades
autónomas-. También deben considerarse aquí los informes de otras organizaciones
como Global Financial Integrity o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio
y Desarrollo (UNCTAD)34, así como los Eurobarómetros de la Unión Europea.
de avanzar en la protección de los derechos humanos en relación con la actividad empresarial y evaluar
los progresos en este sentido. También se solicita que se establezca un sólido mecanismo para dar
seguimiento de la labor del profesor John Ruggie, Representante Especial de la ONU sobre empresas y
derechos humanos, cuyo mandato finalizó en junio de 2011. Vid. http://www.observatoriorsc.org. Este
observatorio trabaja en el ámbito de la banca responsable, evitación de paraísos fiscales y
transparencia.
33
Según las percepciones recogidas en el Eurobarómetro de la Unión Europea de 2009, el 75% creía que
en su país había corrupción. En España se elevaba al 89%, porcentaje similar al de quienes consideraban
que hay corrupción en los ayuntamientos. En 2010, sobre datos policiales, sólo el Cuerpo Nacional de
Policía contabiliza 750 investigaciones con políticos implicados; 1.000 personas implicadas y más de
3.000 millones de euros incautados en casos de corrupción (El País).
34
Se estudia cómo la conversión del mercado de productos alimentarios o materias primas en un
mercado financiero distorsiona los precios. Los inversores no se preocupan de producir alimentos a
precios asequibles, sino de que sus inversiones les hagan más ricos (Knaup, Schiessl y Seith 2011).
46
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Asimismo son públicas las Encuestas del Centro Nacional sobre Delincuencia de Cuello
Blanco –organización no lucrativa, financiada federalmente-35, de EE. UU. En 2007 se
estimó que uno de cada tres hogares era víctima de este tipo de delitos, aunque sólo lo
denunciaba un 41% y el porcentaje iba disminuyendo a medida que se estrechaba el
embudo penal.
Se cifraba en un 20% la delincuencia conocida en este ámbito y menor aún los casos que
llegan a condena. La mayor parte de las personas responsables pertenecían a la gestión
de empresas en la zona de Zurich –donde se concentra la actividad financiera-. Este
estudio también cifraba los costes económicos de este tipo de delincuencia, desglosando
por el tipo de infractor y víctima37.
35
Esta organización sirve de apoyo a la policía estatal y federal en la prevención, investigación y
persecución de los delitos económicos y tecnológicos.
36
Se tienen en cuenta los casos que hayan sido instruidos o hayan llegado a un juicio penal, así como los
conocidos a través de la prensa, siempre y cuando el daño económico supere los 50.000 francos suizos.
Vid. www.kpmg.ch.
37
Vid. también la Encuesta sobre la Delincuencia Económica en Europa, desarrollada por Price
Waterhouse Coopers en 2009 (http://www.pwc.com). Se trata de una encuesta internacional que
analiza el contexto de la crisis económica y se centra en el fraude. Debe subrayarse que estas encuestas
no abarcan todas las modalidades delictivas que pueden entenderse dentro de la criminalidad de cuello
blanco.
38
Véanse, en el ámbito internacional y supranacional, las agencias de las Naciones Unidas y de la Unión
Europea que se ocupan de estos asuntos e influyen en la política criminal estatal mediante la creación d
normas de obligado cumplimiento (convenios ratificados, Directivas, etc.), en un campo donde la
47
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
oficiales. En septiembre de 2011, según datos del CGPJ, durante la apertura del año
judicial, se destacó respecto del año anterior el incremento de delitos de cuello blanco y
la disminución de la delincuencia convencional. Estos datos parecen corresponderse con
los policiales39 y las memorias de la Fiscalía General del Estado.
También se puede acudir, con las limitaciones propias de esta metodología, a fuentes
periodísticas, si bien diversos estudios constatan la menor presencia en los medios de
este tipo de delitos –en relación con la ausencia de morbosidad y por su complejidad-,
contribuyendo al proceso de invisibilidad. Por otra parte, más de 100 candidatos
implicados en causas judiciales relacionadas con corrupción y delitos contra la
ordenación del territorio y urbanismo, concurrieron en las listas electorales, por
diferentes partidos, en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011 (El
País, 10 de abril de 2011, p.16-17).
Los delitos de cuello blanco ocasionan daños económicos que repercuten en el orden
socio-económico del país y daños inmateriales, como el efecto resaca o espiral
(conversión de la ilegalidad en costumbre); la reacción en cadena (repercusión de los
daños en los empleados y los ciudadanos); el poder corruptor (al involucrar a
funcionarios públicos y políticos); y la deslegitimación de la justicia (al sentir los
ciudadanos que estos infractores son intocables frente a otros que cometen delitos
menos graves)40.
Sobre la precariedad de los datos estadísticos en relación con la victimización oculta por
la complejidad derivada de la persecución de estos delitos, podemos aludir a la Memoria
de la Fiscalía General del Estado, relativa a 2010: “Hoy en día no cabe hablar de
delincuencia económica de especial trascendencia sin vincularla necesariamente al
crimen organizado, la delincuencia transnacional o el blanqueo de capitales a gran
prevención del blanqueo de capitales se relaciona, de forma creciente, con la prevención del terrorismo,
particularmente tras los ataques del 11-S.
39
Véanse datos del Departamento de Interior del Gobierno Vasco sobre la actividad de la Ertzaintza en
diversas modalidades delictivas. Cfr., en la constatación del estrechamiento del llamado embudo penal,
los datos de las personas condenadas por estos delitos en las memorias de Instituciones Penitenciarias .
40
Puede reflexionarse sobre la relación de los conceptos de impacto o daño social (social harm)
(intangible), interés público, moralidad y victimización difusa y secundaria a través del daño
institucional.
48
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
escala”41. Asimismo se dice: “También este año debemos hacernos eco de la aspiración de
la mayor parte de las Fiscalías de contar para mejorar el despacho de los asuntos de
nuestra competencia con un equipo de expertos en las materias relacionadas con aquella
(contabilidad, negocios bancarios, urbanismo, etc.), y por supuesto con un grupo de
funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, adscritos de forma exclusiva y
permanente a la Fiscalía, para la mejor investigación de los hechos de su
competencia./Una vez más hemos de dejar constancia del generoso esfuerzo de los
fiscales delegados de la materia y/o los Fiscales Jefes en mantener una cordial relación
con las entidades y organismos que intervienen de alguna forma en la investigación de
los delitos que nos están encomendados: Agencia Tributaria, y Haciendas Forales,
Abogacía del Estado, Vigilancia Aduanera, Policía Judicial especializada, entre otros./
Podemos decir que gracias a ello se ha creado un clima de estrecha colaboración que,
desde luego, redunda muy positivamente en el éxito del trabajo respectivo”.
Al mismo tiempo: “Una vez más debemos lamentar que a día de hoy no dispongamos
todavía de un sistema informático integrado que nos permitan reflejar de una forma
clara y precisa las estadísticas de nuestra Sección. Únicamente el celo (y a veces el
denodado esfuerzo de algunos compañeros que como el de Badajoz han creado un Libro
Registro de Delitos Económicos) de los Fiscales, permite un acercamiento no del todo
fiable en su exactitud, a la evolución de la delincuencia en la materia. Es evidente que los
factores a los que se ha aludido en el epígrafe anterior, han contribuido a aumentar
sensiblemente el número de asuntos incoados. En todo caso y refiriéndonos solo a
tendencias generales, en lo que se refiere a delito fiscal se observa un ligero incremento
de las investigaciones por defraudación del Impuesto de Sociedades y del IVA, mientras
permanecen estabilizadas las investigaciones referentes al IRPF (p. 1170). Desde la
Fiscalía de Alicante se constata la dificultad que presentan la mayoría de los asuntos
remitidos a la Sección. «Se trata –dice– de verdaderas operaciones de ingeniería financiera,
organizadas además por consumados expertos (juristas, economistas, etc.) cuyo desbroce
requiere conocimientos y preparación jurídico-tributaria, y una dedicación temporal muy
amplia, que la dinámica de trabajo no siempre permite» (p. 1171).
41
Disponible en http://www.fiscal.es, p. 324. A continuación se señalan una serie de procedimientos en
los que ha intervenido la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada. En las
páginas 731 y ss. se detalla su actividad procesal en el último año.
49
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Se indica que: “Por el contrario se incrementan, en casi un 10 por 100 los delitos de
receptación y blanqueo de capitales que en el año 2010 determinaron la incoación, en
conjunto de un total de 2.063, de los que 130 lo fueron por la segunda de las figuras
delictivas mencionadas. Al respecto es también importante mencionar en este apartado,
las nueve diligencias previas incoadas por los órganos de la Audiencia Nacional por
delitos de blanqueo de capitales” (p. 278).
En cuanto a las explicaciones contextuales sobre los delitos de cuello blanco, debe
considerarse la aplicación de las teorías de la elección racional, en relación con la
Victimología. Así puede aludirse a las teorías sobre el estilo de vida y de las actividades
rutinarias. Tomando como ejemplo la corrupción, esta conducta está relacionada con lo
que victimológicamente se conoce como abuso o desviación de poder. Jiménez Villarejo
señala cuatro ámbitos específicos de riesgo dentro de la Administración: la contratación
pública, la financiación de los partidos, la regulación urbanística y el régimen de
incompatibilidades (2000). Existen diferentes índices de percepción de la corrupción, a
modo de encuestas de victimización a agentes específicos, como el que elabora y puede
50
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Cabe recordar que la relevancia del término “delincuencia de cuello blanco” no reside en
su capacidad de sistematización o comprensión, sino más bien, de forma contraria, en su
capacidad de ampliar nuestra mirada sobre la complejidad de la realidad. Este mismo
valor es el que posee el término de victimización oculta y la combinación de ambos en
estos apartados pretende precisamente profundizar en él. No se trata de una
contribución técnica, jurídica o policial, sobre estos temas, sino sociológica sobre su
concepción y aplicación. Junto a equipos estables de investigación que, de forma
reciente, se están consolidando en el ámbito jurídico-penal sobre la delincuencia
económica y organizada, cabe aludir ahora, a diversas conclusiones de investigaciones
criminológicas en este campo, dentro y fuera de nuestro país. Estas conclusiones resultan
particularmente relevantes, ante la precariedad de las estadísticas oficiales y la ausencia
51
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Sobre esta cuestión han tratado diversos estudios sobre la confianza interpersonal y
pública44 (en las instituciones públicas y privadas) y sobre capital social45. Pueden citarse,
a modo de ejemplo, el European Mindset (2009, Fundación BBVA), la European Social
Survey y el estudio Pulso de España 2010 (Fundación Ortega y Gasset- Gregorio
Marañón). Estos estudios ponen de relieve la relación entre confianza social, política y
satisfacción democrática.
En la Encuesta 2007 sobre capital social desarrollada por Eustat, se entiende éste como
participación y confianza. A su vez la confianza puede configurarse como la seguridad de
que una parte no explotará la vulnerabilidad de otra en cualquier tipo de intercambio o
interacción. Según diversos estudios, la desconfianza se origina y se mantiene con la
corrupción, asociada a bajos niveles de eficacia de los gobiernos, malas burocracias y a
Estados de Derecho débiles46.
42
Más allá de las encuestas y los estudios de casos, pueden considerarse el trabajo de campo en
determinados lugares de trabajo y el desarrollo de grupos de discusión con segmentos de la población
más vulnerable.
43
Desde el punto de vista histórico, vid. Reinhard y Rogoff (2011).
44
Vid. también World Justice Project Rule of Law Index 2010.
45
Véase el reciente estudio europeo SPAN (Study of Peer, Activities and Neighbourhoods), cuestionarios
de autoinforme a más de 800 jóvenes. Se resalta la importancia del alcohol, la disponibilidad de armas,
la ausencia de control parental y las actividades desestructuradas, entre otras, como factores
situacionales, aunque no se puede determinar bien si son causas o efectos. Se subraya la importancia
del capital social (Putnam 2000) como un valor colectivo que permite la conexión entre diferentes
individuos en los barrios; interacciones frecuentes entre gente diversa; así como la confianza y la
participación social.
46
Vid. Informe de la Democracia 2011 del Laboratorio de la Fundación Alternativas.
52
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-Los llamados análisis de redes en relación con la criminalidad organizada suponen una
nueva herramienta metodológica para estudiar la complejidad de estas conductas y su
visualización.
47
Es precisa la dotación de medios, la creación de unidades especializadas de policías y fiscales y la
asistencia judicial a través de un cuerpo de peritos (biólogos, químicos, ingenieros...).
48
Vid. la investigación de Tänzler, Dirk y Angelos Giannakopoulos, coords. (Universidad de Constanza,
Alemania), 2006-2009, Crime and Culture: Seeing Corruption. Comparative Research on Perceptions of
Corruption in Bulgaria, Croatia, Germany, Greece, Romania, Turkey and the United Kingdom.
53
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-En EE. UU., donde existe el principio de oportunidad, se utiliza de forma creciente la
amenaza de investigación penal y se llegan a una serie de acuerdos para evitarla, de
forma que se acude a otro tipo de mecanismos de control. Se critica que los acuerdos son
demasiado suaves, que no se supervisa lo suficiente su cumplimiento y que pueden
existir disparidades de criterios en los fiscales que llegan a ellos (Barkow y Barkow 2011).
49
Que evite, de algún modo, la dispersión normativa. Sobre la necesidad de armonización a escala
global, cfr. las iniciativas ya existentes por parte de las Naciones Unidas, del Consejo de Europa y la
Unión Europea. Véase la ley canadiense de 2011, Standing Up for Victims of White-Collar Crime Act (Bill
C-21), en http://laws.justice.gc.ca/eng/AnnualStatutes/2011_6/page-1.html. Sobre ella vid. Caylor y
Groia (2011). Esta ley básicamente endurece las penas por fraude, ante el entendimiento del
“devastador impacto de la delincuencia de cuello blanco” en muchas poblaciones canadienses. Se
producen agravaciones atendiendo a la vulnerabilidad victimal, a la falta de cumplimiento de los
estándares profesionales y a la magnitud, complejidad y duración del fraude y su planificación. Además
se incide en la compensación a las víctimas como parte de la condena, aludiendo a la posibilidad de
“community impact statements” para valorar la victimización sufrida por barrios u organizaciones.
50
Shichor (1998) señala una tendencia en jueces y jurados de buscar la “víctima ideal”, más difícil de
encontrar en la delincuencia de cuello blanco. Tienden a ser más severos en casos en que se visualiza
más a las víctimas y cuando la relación entre el delito y el daño victimal es directa, también si la víctima
muestra mayor indefensión o vulnerabilidad.
54
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Europea, para las víctimas en general, en consideración del Tratado de Lisboa, al elaborar
una nueva Directiva sobre los derechos de las víctimas en la UE51.
-Victimización difusa.
51
Directiva 2012/29/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2012 por la que se
establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las víctimas de delitos, y por
la que se sustituye la Decisión marco 2001/220/JAI del Consejo.
52
Véanse los delitos en que la reparación voluntaria del daño se contempla como atenuación, así como
la alusión a la orden judicial de medida de restauración. Puede considerarse también la relación entre el
concepto de reparación y las posibilidades de regularizar la situación en delitos, por ejemplo, contra la
Seguridad Social.
55
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
56
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
I. Terrorismo53
Las prácticas violentas que pretenden causar terror para conseguir cambios en el poder
se remontan a la Antigüedad, pero el surgimiento del término terrorismo está vinculado
a la modernidad.
Respecto del segundo aspecto, Waldmann destaca dos características del cálculo
terrorista:
a) el quebrantamiento ofensivo de unas normas que están supeditadas a un fin más justo,
y
53
Este texto procede de Varona (2002).
54
Los delitos de terrorismo se encuentran regulados dentro del Título XXII del CP dedicado a la
criminalidad contra el orden público, donde se hallan también los atentados contra la autoridad, sus
agentes y los funcionarios públicos, la resistencia y desobediencia, los desórdenes públicos y la tenencia,
tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos.
57
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Fisas se ha referido al "síndrome del 11-S" por el que se interpreta "... todo lo que ocurre
en el mundo bajo el prisma del terrorismo, sin distinguir la naturaleza diferenciada de
cada una de sus expresiones..." (2002, 6). Dentro de los tipos de terrorismo, suelen
destacarse:
a) por su ámbito: estatal55 e internacional (minoritario, pero después del 11-S más
alarmante ante la globalización)56. Tras el 11-S, se alude al término de terrorismo global o
reticular (en red);
c) por su gravedad, después de la reforma del Código penal de 1995, Martín Pallín señala
tres categorías de delitos (2002, 13): terrorismo de acción; terrorismo de colaboración; y
terrorismo de opinión.
Conviene citar aquí el auto de la Sala Penal del Tribunal Supremo de 23 de mayo de 2002,
sobre el caso Otegi, en el que se niega la jurisdicción universal respecto del delito de
apología del terrorismo por no entenderlo como terrorismo en sentido estricto57. En el
auto de 14 de junio de 2002, el Tribunal Supremo ratificó el archivo de la querella contra
Otegi, en la resolución del recurso presentado por la Fiscalía, al considerar que por
delitos de terrorismo se comprenden exclusivamente las prácticas "de quien recurre a la
violencia contra las personas o las cosas para provocar alarma o pánico, haciéndolo
generalmente de forma organizada e invocando fines políticos". El delito de apología del
55
En España consideramos principalmente a ETA, GRAPO, Terrra Iure y GAL.
56
Vid. Enders y Sandler (2000).
57
Según dicho auto: "... la apología del terrorismo, cuando se persique penalmente, es un delito (de
opinión) que versa sobre otro delito distinto, o delito-objeto: el de terrorismo, con el que no puede
confundirse...".
58
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
terrorismo se califica como un "delito de opinión que tiene al terrorismo como referente
necesario pero externo". Por otra parte, en dicho auto se afirma: "Está fuera de duda que
el enjuiciamiento de las acciones constitutivas de terrorismo, como, por lo demás, el de
las que pudieran serlo de genocidio o de tortura, se encuentra imperativamente sujeto al
principio de jurisdicción universal, cuestión que como tal es ajena a esta causa"58.
Normativa internacional
Todas estas disquisiciones nos llevan a señalar las dificultades políticas de definir
jurídicamente qué es terrorismo, tanto por parte de instituciones internacionales como
internas. En la normativa internacional de las Naciones Unidas existían ya, antes del 11-
S, una serie de instrumentos jurídicos59, entre los que destacan la resolución del Consejo
de Seguridad, de 19 de octubre de 1999, sobre el terrorismo en general, y otra de
diciembre de dicho año sobre su financiación. El 29 de septiembre de 2001 se aprobaron
medidas imperativas a través de la resolución 1. 373 del Consejo de Seguridad, que ha
conseguido el consenso de países que representan intereses muy diversos. El
compromiso supone negar cualquier tipo de apoyo político y financiero al terrorismo y
cooperar en las investigaciones60. Este compromiso será vigilado por un Comité de
Seguimiento. No se define el terrorismo, ni se diferencia entre su alcance interno o
internacional, y tampoco se incluye una lista de organizaciones terroristas, como las
elaboradas por el gobierno estadounidense y la Unión Europea.
58
Esta aclaración puede interpretarse en referencia al polémico auto de 31 de mayo de 2002 de la Sección
Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional que extrapola las conclusiones del auto de 23 de mayo para
revocar la orden de prisión y detención del ex ministro de Defensa chileno en el caso Soria.
59
Tras numerosos debates, en 1985, la Asamblea General de las Naciones Unidas definió de forma
imprecisa el terrorismo como actos “que ponen en peligro o arrebatan vidas inocentes, violan libertades
fundamentales y dañan seriamente la dignidad de los seres humanos”. Desde 1963 se han elaborado
instrumentos jurídicos universales para la prevención y la represión del terrorismo. Cfr.
http://www.unodc.org. Consúltese la normativa del Consejo de Europa en la materia, a través de su
página web en http://www.coe.int.
60
En 2009 la Unión Europea indicó que España aún fallaba en esta labor de detección de las entidades
bancarias de posible financiación de actos terroristas.
61
En ella se incluían ETA y los GRAPO. Dentro de ETA se citaban KAS, Xaki, Ekin, Jarrai-Haika-Segi,
Gestoras Pro Amnistía y, desde mayo de 2002, Askatasuna. Para posteriores actualizaciones y sobre
actuaciones de la UE en esta materia, concretamente en relación con las víctimas, consúltese la Red
59
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En el marco del Consejo de Europa, puede citarse el Convenio para la prevención del
terrorismo [STCEn° 196]. De Prada (2013, 35) destaca del mismo: “que pretende
trascender del establecimiento de mecanismos tendentes a la mera sanción del
terrorismo como medio de prevención y para ello presta atención sobre determinados
Europea de Víctimas del Terrorismo (European Network of Victims of Terrorism) que, con financiación
de la Comisión Europea, agrupa a diferentes organizaciones que trabajan en el campo de los derechos e
intereses de las víctimas del terrorismo, http://www.europeanvictims.net.
60
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Según la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado, relativa a 2006 (en
http://www.fiscal.es): “En el momento presente la lucha contra el terrorismo, desde la
perspectiva judicial y del Ministerio Fiscal, ha pasado a sustentarse en varios ejes
esenciales de actuación: 1.º La prevención y evitación de atentados criminales tan
brutales e indiscriminados se ha convertido en el fin prioritario de muchas de las
62
Cfr. la LO 7/2003, de 30 de junio, de medidas de reforma para el cumplimiento íntegro y efectivo de las
penas, y el proceso de reforma, iniciado a finales de 2008, sobre medidas de control tras el cumplimiento
de la condena.
61
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
63
Criticado por permitir indirectamente la entrada de la prisión permanente revisable para estos delitos
cuando se atente contra la vida, si bien el PSOE se ha comprometido a eliminar esta pena del CP.
62
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Los destinatarios de estos mensajes pueden ser individuos que, tras su radicalización y
adoctrinamiento, intenten perpetrar ataques contra los objetivos señalados, incluyendo
atentados suicidas.
63
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
La experiencia de la lucha contra el terrorismo en España nos ha permitido contar con una
legislación penal eficaz en la respuesta al terrorismo protagonizado por bandas armadas
como ETA o el GRAPO, esto es, grupos terroristas cohesionados alrededor de uno o varios
líderes, con estructura orgánica clara, reparto de roles dentro de la organización y
relaciones de jerarquía definidas y asumidas por los integrantes del grupo terrorista. La
respuesta penal al terrorismo se articulaba, por tanto, en la sanción de quienes
pertenecían, actuaban al servicio o colaboraban con organizaciones o grupos terroristas. El
eje del tratamiento penal del terrorismo era, por tanto, la definición de la organización o
grupo terrorista y la tipificación de aquellas conductas que cometían quienes se integraban
en ellas o, de alguna forma, prestaban su colaboración.
El Código Penal no debe, en ningún caso, perder esa perspectiva de tipificación de las
conductas articuladas en torno a organizaciones o grupos terroristas, pero es evidente que
las nuevas amenazas exigen la actualización de la normativa para dar cabida al fenómeno
del terrorismo individual y a las conductas que constituyen la principal preocupación de la
comunidad internacional, en línea con la Resolución 2178 del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas anteriormente citada.
Esta Ley Orgánica modifica el Capítulo VII del título XXII del libro II de la Ley Orgánica
10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, de tal forma que el rigor de la respuesta
penal frente a crímenes tan graves contemple, además de las modalidades de terrorismo ya
conocidas, las que proceden de las nuevas amenazas.
El Capítulo VII del título XXII del libro II de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre,
del Código Penal, se divide en dos secciones y comprende los artículos 571 a 580.
La sección 1.ª lleva por rúbrica «De las organizaciones y grupos terroristas» y mantiene la
misma lógica punitiva que la regulación hasta ahora vigente, estableciendo la definición de
organización o grupo terrorista y la pena que corresponde a quienes promueven,
constituyen, organizan o dirigen estos grupos o a quienes se integran en ellos.
La sección 2.a lleva por rúbrica «De los delitos de terrorismo» y comienza con una nueva
definición de delito de terrorismo en el artículo 573 que se inspira en la Decisión Marco
2002/475/JAI del Consejo de la Unión Europea, de 13 de junio de 2002, sobre la lucha contra
el terrorismo, modificada por la Decisión Marco 2008/919/JAI, de 28 de noviembre de 2008.
64
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
La definición establece que la comisión de cualquier delito grave contra los bienes jurídicos
que se enumeran en el apartado 1 constituye delito de terrorismo cuando se lleve a cabo con
alguna de las finalidades que se especifican en el mismo artículo: l.ª) Subvertir el orden
constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las
instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los
poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo; 2.ª) Alterar gravemente la
paz pública; 3.a) Desestabilizar gravemente el funcionamiento de una organización
internacional; 4.ª) Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella.
El artículo 573 bis establece la pena que corresponde a cada delito de terrorismo, partiendo
de que si se causa la muerte de una persona se aplicará la pena de prisión por el tiempo
máximo previsto en el Código Penal.
El artículo 576 establece la pena para las conductas relacionadas con la financiación del
terrorismo incluyendo a quien, por cualquier medio, directa o indirectamente, recabe,
adquiera, posea, utilice, convierta, transmita o realice cualquier otra actividad con bienes o
valores de cualquier clase con la intención de que se utilicen, o a sabiendas de que serán
65
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
utilizados, en todo o en parte, para cometer cualquiera de los delitos comprendidos en este
Capítulo. La tipificación incluye las formas imprudentes de comisión del delito, como la
negligente omisión de los deberes emanados de la normativa sobre blanqueo de capitales y
prevención de la financiación del terrorismo.
El artículo 579 bis incorpora, siempre que se den las circunstancias enumeradas en dicho
precepto, las penas de inhabilitación absoluta y la novedosa pena de inhabilitación especial
para profesión u oficio educativos, en los ámbitos docente, deportivo y de tiempo libre, por
un tiempo superior entre seis y veinte años al de la duración de la pena de privación de
libertad impuesta en su caso en la sentencia. Además, se prevé la posibilidad de atenuación
de la pena a quienes hayan abandonado voluntariamente sus actividades delictivas y
colaboren con las autoridades, y también en el caso de que el hecho sea objetivamente de
menor gravedad, atendidos el medio empleado o el resultado producido.
Finalmente, el artículo 580 contempla que, en todos los delitos de terrorismo, la condena
de un juez o tribunal extranjero será equiparada a las sentencias de los jueces o tribunales
españoles a los efectos de aplicación de la agravante de reincidencia”.
66
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Esta nueva reforma ha sido tachada por algunos expertos como un ejemplo más del
Derecho penal del enemigo, según veremos más adelante, recalcando que se prima más
el Derecho simbólico y la idea de seguridad por encima de la libertad de los ciudadanos.
1. 2 Características criminológicas
64
Cfr. Santos (1979) y Green y Ward (2000).
65
Vid. Jürgensmeyer (2001).
66
El primer atentado suicida de un grupo islámico palestino fue en 1993, desde entonces se han
producido cerca de doscientos casos que han causado cerca de quinientos mil muertos y multitud de
heridos israelíes. Nasra Hassan ha entrevistado, desde 1996 hasta 1999, a cerca de doscientos cincuenta
palestinos (voluntarios suicidas que no consiguieron llevar a cabo su misión, familias de suicidas y sus
entrenadores). El perfil resultante de su estudio coincidía con el de un varón, de edad entre 18 a 38 años.
No eran analfabetos ni deprimidos (El País, 17 de marzo de 2002, 8-9). Desde la Criminología
comparada, cabe analizar la similitud de sus testimonios con los de condenados por terrorismo de ETA,
que han cumplido su pena. Así, uno de ellos declaraba haber asesinado "... Por necesidad histórica ... por
responsabilidad ante el pueblo vasco..." (extracto de la entrevista publicada por Der Spiegel y reproducida
parcialmente en El País, 14 de agosto de 2001, p. 14).
67
Cfr. Sherman (2001).
68
Por otra parte, en abril de 2002 la Audiencia Nacional ha aplicado la doctrina del terrorismo individual
en el caso del asesinato de María Norma Menchaca Gonzalo para considerar a ésta como víctima
respecto de la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. No se pide la integración en un grupo
terrorista, sino la comisión de determinados actos delictivos con el fin de subvertir el orden
constitucional o alterar gravemente la paz pública. Se admiten criterios más discrecionales ya que la ley
tiene como fin la solidaridad con las víctimas. En todo caso, los partidos políticos han elaborado diversas
normas para compensar a las víctimas del franquismo, con resultados diversos.
67
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
69
Sobre los lados más cotidianos y míseros de la jerarquía de la organización ETA, vid. Domínguez
(2002), quien ha examinado escritos, comunicados, correspondencias y documentos policiales. Sobre la
psicología organizativa y las dificultades de la disidencia, vid. Sánchez-Cuenca (2001). Sobre los
terroristas como víctimas de los castigos de las bandas terroristas en caso de disidencia, vid. el ejemplo
del IRA en Hoyle y Young (2002).
68
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
respecto a la propia organización, aunque quienes lo integran sirven a sus fines y a los
medios violentos y delictivos utilizados para conseguirlos. Así, han conseguido altas
cotas de impunidad, pese a que de esta forma la organización como tal alcanza uno de
sus objetivos operativos fundamentales, a saber, presentar sus acciones terroristas como
actos de contenido político sin recibir una respuesta penal adecuada desde la legalidad".
2. Fuentes de conocimiento
Para estadísticas internas podemos acudir a datos policiales y memorias de las Fiscalía.
Respecto de la victimización, puede consultarse la base de datos de la Fundación de
Víctimas del Terrorismo, de COVITE y de la Dirección de Víctimas y Derechos Humanos
del Gobierno Vasco. Estos datos cuantitativos pueden completarse con otros estudios
70
En el citado informe de Amnistía Internacional sobre el año 2001, los sucesos del 11-S se definen como
crimen contra la humanidad.
71
Sobre el terrorismo actual como una nueva forma de guerra cuyo objetivo es mantener la inseguridad
manejando una política de identidades excluyente, vid. Kaldor (2001).
69
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
históricos como los del Instituto Valentín de Foronda, u otros más cualitativos
desarrollados por el Instituto Vasco de Criminología, entre otros organismos.
Como explica Ramoneda (2001, 22): "La herida norteamericana no debe hacer olvidar la
realidad del mundo: inhabitable en sus tres cuartas partes. Pero tampoco debemos caer
en la ingenuidad de creer que el terrorismo es fruto de la desigualdad que se resolvería
haciendo el mundo más justo. La violencia nihilista siempre encontrará caminos para
reproducirse". En esos caminos pueden influir factores endógenos o personales.
Desde una perspectiva sociológica, tras analizar datos de unos seiscientos terroristas de
ETA (extraídos de expedientes de la Audiencia Nacional), el Prof. Fernando Reinares
señala que el perfil de los jóvenes reclutados en los últimos años es muy distinto al de los
años setenta: se trata de individuos más jóvenes, urbanos e inmigrantes de origen,
varones -nueve de cada diez militantes de ETA han sido y son varones-, solteros y
70
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Hasta aquí hemos visto teorías y análisis de la Sociología y la Psicología, nos queda
aventurar cuál sería el resultado de aplicar las teorías propiamente criminológicas,
clásicas y actuales, al estudio del terrorismo. Así, antes de ponerse en práctica los
principios del Derecho penal con el surgimiento del Estado moderno, cabe aludir a las
teorías demonológicas que entendían el delito como expresión del mal74. Al cabo de
los siglos vemos como pervive esta concepción, en las palabras de Bush, cuando se refiere
al "eje del mal". Por su parte, la primera Criminología, la Criminología positivista
convivió con el terrorismo anarquista75 y esta experiencia quedó reflejada en la
72
Desde la mirada de la Antropología social, estudiando historias de vida de militantes de ETA, de los
sesenta a los ochenta, tenemos la tesis doctoral de Miren Alcedo (1996). Se centra en las emociones, en
sus conceptos de territorio y comunidad y en la posibilidad de morir y matar. Al tratarse de historias de
vida ofrecen conclusiones muy diversas.
73
Vid. Beristain (2000).
74
Sobre la confusión entre el bien y el mal por parte de los gobiernos totalitarios, pero también
democráticos, vid. Todorov (2002).
75
Cfr. Núñez (1983).
71
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Entre la Moderna Sociología, resultan interesantes las teorías subculturales que nos
hacen comprender que la conducta desviada goza de una cobertura normativa como
opción de grupo. La subcultura tiene su propio código como conjunto de entendimientos
que les permite alcanzar sus necesidades materiales y emocionales. Según las teorías del
aprendizaje social, los valores y técnicas del terrorismo se aprenden en la interacción
social. Interpretando la teoría sobre las técnicas de neutralización de Sykes y Matza
(1957), vemos que la mayoría de los terroristas no son locos o monstruos, sino que
utilizan una serie de técnicas, más o menos conscientes, que dotan de sentido y justifican
sus conductas: niegan que su acción sea delito, culpan a la víctima, atribuyen su
responsabilidad a otros factores...
Desde una perspectiva más psico-pedagógica, las teorías del control interno indican
que el potencial delictivo de cualquier individuo se neutraliza mediante los vínculos
sociales -se relaciona el escaso apego hacia los padres, con el bajo rendimiento escolar,
un compromiso débil hacia las metas convencionales y la identificación con compañeros
infractores-. Por su parte, la Criminología del etiquetaje se fija en el control social como
creador de terrorismo que no existe en esencia, sino que es producto de un proceso de
criminalización discriminatorio y estigmatizante.
No tanto como teoría, sino como perspectiva, no debe olvidarse la visión feminista en
Criminología. Podemos interrogarnos por el interés mediático cuando las mujeres son
terroristas, especialmente ante los casos de terroristas suicidas en Oriente Próximo.
Según algunos autores (Cutter 2002), estas mujeres proceden de los estratos más bajos de
la sociedad árabe y, en comparación con los terroristas más jóvenes: "... cuando se trata
de niños, hay una conciencia popular y una creciente oposición, mientras que la difícil
situación de las jóvenes terroristas se pasa por alto, porque en la sociedad musulmana
76
Como reminiscencia del positivismo de corte bio-psicológico, en la VI Reunión Internacional sobre
Biología y Sociología de la Violencia (2002), organizada por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la
Violencia, se dedicó una sesión a la "mente terrorista".
72
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
éstas "no cuentan", son proscritas de las que se puede prescindir". Las sociedades en las
que la vergüenza es peor que la muerte pueden propiciar estos suicidios.
Por otra parte, dentro de la Criminología cultural puede analizarse la mitificación del
terrorismo en los medios de comunicación y el riesgo de presentar a los terroristas como
revolucionarios legítimos78.
Dentro de la Victimología y respecto del efecto victimal, uno de los objetivos del
terrorismo es provocar un sentimiento de inseguridad general79, donde el concepto de
víctimas indirectas, en sentido amplio, se dota de sentido. Las víctimas adquieren un
valor simbólico, como meros objetos o instrumentos de la estrategia terrorista de
77
Dentro de las historias de vida, a través de los ojos de la mujer de un terrorista islámico, cfr. el libro de
la periodista Marie-Rose Armesto (2002). Sobre la amenaza del terrorismo islámico en España, vid.
Valenzuela (2002). Cfr. Echeverría (2001). En 2009 el gobierno mauritano comenzó un programa de
reinserción de presos yihadistas a través de charlas con imanes que acudían a las prisiones con el objetivo
de cuestionar la violencia.
78
Cfr. Reinares (2002).
79
El terrorismo más reciente busca "... suscitar cotas más elevadas de alarma social mediante
innovaciones en sus pautas de victimización. Tratando, en concreto, de que los atentados resulten, además
de muy espectaculares, altamente indiscriminados y extraordinariamente letales" (Reinares 2000, 29).
Cfr. Hoffman (1996).
73
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Dentro de la Victimología, debe analizarse también el coste del terrorismo. Según datos
de la Subdirección General de Atención al Ciudadano y Asistencia a las Víctimas del
Terrorismo del Ministerio de Interior, desde 1996 y hasta 2001, los atentados terroristas
han costado al estado en concepto de indemnizaciones más de 44. 000 millones de
pesetas, sin contar los daños ocasionados en edificios públicos. Entre los costos deben
considerarse el trabajo de los escoltas y la ausencia de inversión ante la amenaza de
extorsión.
4. Prevención
80
El terrorismo, como violencia, es un monólogo.
81
Sobre los antecedentes de la política criminal antiterrorista en el siglo XIX, en el franquismo, en la
transición y en democracia, vid. brevemente Aranda (2005, 367-391).
74
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
efectos del endurecimiento de las penas por el Código penal de 1995 y sus reformas82 han
de analizarse desde la Sociología jurídica, abarcando también las políticas de reinserción
y dispersión83.
En nuestro contexto, las fracturas en el consenso político quedan reflejadas, por ejemplo,
en la polémica Ley Orgánica de Partidos Políticos. Aprobada por el Congreso el 5 de
junio de 2002, permite ilegalizar por vía civil un partido político que apoye grave y
repetidamente, de forma expresa o tácita, al terrorismo, legitimando sus acciones. La
mayoría de las críticas iniciales al proyecto, de carácter técnico, se han subsanado para
no dar lugar a conceptos jurídicos indeterminados que propicien la arbitrariedad. Sin
embargo, se discutió su oportunidad, sus efectos y su eficacia (Gil Calvo 2002; Sánchez-
Cuenca 2002), y algunos temen que pueda dañarse el principio de inclusión dentro del
pluralismo político.
tecnológicos. En cualquier caso, la rapidez con que se han llevado a cabo los cambios
legislativos no tiene precedentes, tanto en diversos países de la Unión Europea, como en
el seno de la propia Unión. Dentro de Italia se ha criminalizado "la asociación con el
propósito de cometer terrorismo internacional". Alemania ha permitido buscar
información sobre sospechosos de terrorismo a través de instituciones financieras,
empresas de telecomunicaciones y compañías aéreas, además se han prohibido
organizaciones religiosas que tengan como objetivo promover ideas vinculadas al
terrorismo. En Inglaterra también se han extendido los poderes policiales respecto de la
investigación (Joutsen 2002, 12-3) e incluso se han suspendido algunos preceptos del
Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Las rápidas iniciativas de la UE dieron como fruto los acuerdos respecto de la orden de
detención europea85, la confiscación de bienes, la cooperación policial -reforzando el
papel de Europol- y judicial -Eurojust-, la definición de terrorismo y de una lista de
organizaciones terroristas (Joutsen 2002, 13-4). En la Posición Común sobre la definición
de terrorismo, que requiere la adaptación legislativa de los países miembro para finales
de 2002, se incluye en su preámbulo que no puede interpretarse para reducir o restringir
derechos y libertades fundamentales, como las de huelga, manifestación, reunión,
asociación o expresión -se pensaba concretamente en los movimientos antiglobalización-
. Como ya se ha indicado, la definición del terrorismo se basa en un tipo de acciones, su
objetivo y su grado de organización. Por grupo organizado se entiende la estructura de
más de dos personas, establecida por un periodo de tiempo y que actúa de común
85
Simplifica lo que hasta ahora era un proceso de extradición.
76
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
86
Antes del 11-S, vid. Reinares (2000).
87
Para una actualización de los textos de las Naciones Unidas, véase
http://www.un.org/es/terrorism/instruments.shtml; del Consejo de Europa:
http://www.coe.int/t/dlapil/codexter/default_EN.asp; y de la Unión Europea: http://eur-
lex.europa.eu/search.html?qid=1428496952269&OBSOLETE_LEGISUM=false&type=named&SUM_2
_CODED=2307&SUM_1_CODED=23&name=summary-eu-legislation:justice_freedom_security y
http://www.europarl.es/es/sala_de_prensa/communicados_de_prensa/pr-2015/enero/ter.html.
88
Este autor indica que tras la adhesión española a las medidas adoptadas por EE. UU. después del 11-S,
hasta principios de 2000, apenas se han incautado veinte millones de pesetas, que pueden compararse con
los noventa y seis millones de dólares en efectivo que se llevó el mulá Omar en su huida de Kabul
(Castresana 2002, 7).
77
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En el trabajo doctoral del profesor belga, Stefan Sottiaux (2008), se estudia en qué
medida la obligación internacional de un Estado democrático de prevenir el terrorismo
justifica limitaciones de los derechos humanos. Un principio básico de la normativa
sobre los derechos humanos consiste en que su ejercicio debe realizarse dentro de ciertos
límites. Por otra parte, existe un consenso en que la prevención del terrorismo debe ser
específica dados sus objetivos y su modus operandi. Sottiaux sostiene que el equilibrio
entre la prevención eficaz del terrorismo y el respeto de los derechos humanos depende,
en gran parte, de cómo se diseñan las normas limitativas o restrictivas de los derechos,
dirigidas a dicha prevención. Este autor analiza, de forma comparada, la Convención
Europea de Derechos Humanos y la Constitución estadounidense, así como la
jurisprudencia al respecto. Ha sido aceptado tradicionalmente que toda limitación de
derechos debe regularse taxativamente para evitar abusos que sólo pueden beneficiar a
89
En relación con ellos, debe estudiarse el impacto efectivo de la aplicación de la polémica LO 7/2000,
de 22 de diciembre, de modificación del Código penal y de la Ley Orgánica reguladora de la
Responsabilidad Penal de los Menores, en relación con los delitos de terrorismo. Véase, en general, el
Informe sobre los Derechos civiles y políticos en Euskadi, elaborado por el IVAC-KREI en 2008, para la
Dirección de Derechos Humanos del Gobierno Vasco.
90
Extracto de Varona (2009).
78
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Sin embargo, las conclusiones del análisis comparado de Sottiaux cuestionan esta
asunción. Sottiaux afirma que, en principio y dicho ahora de una forma simplista, dicho
equilibrio entre seguridad y libertad, puede satisfacerse mejor con modelos flexibles o
abiertos a la interpretación, siempre y cuando se cuente con una tutela judicial efectiva e
independiente. Si el criterio de una categorización estricta parece fortalecer la seguridad
jurídica y evitar extralimitaciones en tiempos de crisis, también puede conllevar una
prevención ineficaz del terrorismo y, por tanto, la incapacidad estatal de cumplir con su
deber en el ámbito de los derechos humanos de garantizar los derechos frente al
terrorismo. Como consecuencia práctica –con el caso paradigmático estadounidense-, la
percepción estatal de esta incapacidad puede conllevar derogaciones del propio sistema
de los derechos humanos, especialmente en estados de emergencia, mientras que en un
sistema más flexible existen márgenes mayores de equilibrio entre la seguridad y la
libertad. Así, en la ponderación judicial, pueden considerarse no sólo las libertades
individuales sino el tipo de amenaza terrorista.
79
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Siguiendo a Faraldo (2005, 406): “Un derecho penal de enemigos … se olvida que lo que
desea la organización terrorista es que el Estado reconozca la existencia de una guerra y
le conceda el estatus de interlocutor en ella: hablar de paz, de tregua, de guerra contra el
terrorismo es hacer el juego a los terroristas, reconocerles una posición al mismo nivel
que el Estado. Frente a ello se les ha de negar la excepcionalidad a todos los niveles: no
merecen reacciones desproporcionadas desde el Estado porque sólo pueden poner en
peligro las bases esenciales de la sociedad si la propia sociedad se lo permite percibiendo
el riesgo que representan como un peligro real de desestabilización, cuando lo cierto es
que por los medios de que disponen y la índole de los ataques que realizan no son más
que picaduras de mosquito en la piel de un elefante”, si bien esas picaduras producen un
intenso dolor humano y podrían ser cada vez más dañinas.
80
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
81
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Las definiciones legales determinan a priori qué y cómo se cuantifica en las estadísticas
penales y estudios oficiales. La violencia familiar92 es una "novedad perpetua" porque
siempre ha suscitado interés en la opinión pública -lo que no significa que se hayan
promovido acciones preventivas-. En todo caso, en el pasado sus manifestaciones han
sido distintas a las que contemplamos hoy, cuando existen ya políticas de prevención.
Éstas han sido impulsadas por la influencia de las asociaciones de mujeres que, desde los
años setenta, han conseguido crear un movimiento que ha tenido eco en los foros
internacionales. Precisamente, fueron las Naciones Unidas las que, en 1975, señalaron la
gravedad de la violencia contra las mujeres en la I Conferencia Mundial sobre las
Mujeres, celebrada en Méjico. Cinco años más tarde, reconocieron que la violencia
contra las mujeres en el entorno familiar era el crimen encubierto más frecuente en el
mundo (APDH 1999, 17).
91
Las siguientes páginas suponen una adaptación del texto redactado por Gema Varona Martínez como
investigadora principal dentro del estudio Género y víctimas. Participación en la Encuesta Internacional
sobre Violencia contra las Mujeres. Estudio Piloto. Investigación dentro del Convenio 2002 de
colaboración entre el IVAC/KREI y el Departamento de Interior del Gobierno Vasco (trabajo inédito).
92
Aunque nos centramos en la violencia contra las mujeres, el término de “violencia familiar” abarca las
conductas contra personas menores, ancianas y hombres.
93
La redacción dada por la LO 1/2004, de 28 de diciembre, hizo desaparecer el concepto de habitualidad.
82
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
afectividad fuera estable94, amplió las personas protegidas y dejó clara la compatibilidad
de las sanciones en caso de lesiones u otras conductas delictivas. Posteriormente, se
fueron introduciendo reformas al CP, así sucedió, por ejemplo, con las leyes orgánicas
11/1999 y 14/1999 modificaron el CP95 (Varona 2001c). En todo caso, las órdenes de
alejamiento como medidas cautelares que podían adoptar los jueces siguieron sin
resultar lo suficientemente efectivas96. En 2002, el PP, mayoritario en el Congreso,
rechazó la promulgación de una Ley Integral contra la Violencia de Género97, que,
94
Actualmente resulta independiente la convivencia.
95
La primera, dentro de una reforma de los delitos sexuales, amplió la medida y la pena accesoria de
prohibición de residencia o aproximación. La segunda, en materia de protección a las víctimas de malos
tratos, y con el ánimo de corregir ciertas incongruencias al no haberse aprobado por el Congreso
determinadas enmiendas del Senado a la anterior ley, introdujo una mención específica a la violencia
psíquica, consideró innecesaria la subsistencia de la relación matrimonial o análoga en el momento del
maltrato, estableció un cierto criterio para interpretar la habitualidad y dejó aún más clara la
compatibilidad con las penas por lesiones y otros tipos delictivos. Además, para proteger a las víctimas
potenciando la justicia cautelar y tutelando sus declaraciones en el proceso judicial, se realizaron una
serie de reformas en la LECrim (Moral García 1999). Cfr. Fernández-Pacheco (2002, 83-9) y Mayordomo
(2000).
96
En un principio, las órdenes de alejamiento no solían adoptarse porque los operadores judiciales,
haciendo caso omiso de la específica naturaleza del tipo contenido en el art. 153 CP, solían limitarse a
calificar como falta los hechos denunciados. En definitiva, en lugar de vislumbrar si era una situación de
terror o sometimiento constante a entornos violentos, se limitaban a examinar de forma individualizada
los hechos sujetos a su conocimiento como si fueran realidades vitales desconectadas de su contexto.
Como señalamos en la nota siguiente, la calificación de falta conllevaba, entre otros efectos, la
imposibilidad legal de adoptar medidas cautelares.
97
El 5 de diciembre de 2002, tras dos años de trabajo, la Comisión Mixta parlamentaria de los Derechos
de la Mujer aprobó el Informe sobre la Erradicación de la violencia doméstica, que servió como
documento base para la ley de 2004. En él se recogían una serie de propuestas: tipificación del delito de
apología de la violencia contra las mujeres, la posibilidad de que los jueces civiles que llevasen
separaciones pudieran ordenar detenciones, que suspendieran o limitaran el derecho de visitas del padre
maltratador, que las faltas pasasen a tipificarse como delito, que por delito de violencia psíquica se
entendiese "trato degradante, amenazas e injurias, insultos, privaciones de libertad, humillaciones,
vejaciones, daño de autoestima, temor fundado...", retirada inmediata de la licencia de armas y su porte al
denunciado, extensión de los programas de rehabilitación a los maltratadores sin que puedan ser
sustitutivos de la pena, etcétera (El País, 6 de diciembre de 2002, p. 31). La cuestión de la conversión de
las faltas en delitos estribaba en que la condena por faltas no se registraba y no creaba antecedentes, la
acusación de falta no conllevaba medidas cautelares y las penas por falta solían ser multas -lo que
repercutía en el patrimonio familiar- o arrestos domiciliarios -que suponía ahondar en el riesgo victimal al
convivir el agresor con la víctima-. Sobre la polémica que suscitan algunas medidas, puede verse la
réplica de la Asociación de Mujeres Juristas Themis respecto del Informe sobre la problemática derivada
de la violencia doméstica, elaborado por la Comisión de Estudios del CGPJ y aprobado el 21 de marzo de
2001 por el CGPJ, en http://www.themis.matriz.net. Rechazaban claramente la mediación en este campo
por el desequilibrio de poder existente. Se incluían además ocho párrafos interesantes sobre "Qué esperan
las víctimas de la violencia de la Administración de Justicia". Véanse también las propuestas de
modificaciones legislativas de los sucesivos Planes Integrales contra la Violencia Doméstica del Instituto
de la Mujer, así como del actual Ministerio de Igualdad. Por otra parte, la propuesta del Presidente de
Castilla-La Mancha de publicar las sentencias de maltrato, cuando el delito y la pena aún no han sido
cancelados, tuvo, finalmente, el visto bueno de la Agencia de Protección de Datos, si bien se le criticó de
forma mayoritaria la posible vulneración de los derechos de intimidad y reinserción de los agresores, así
como los posibles roces con su dignidad y el principio de legalidad.
83
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
finalmente, fue aprobada, bajo legislatura socialista98. Entre otras cuestiones, el art. 153. 1
pasó a referirse únicamente a víctimas mujeres. La STC, de 14 de mayo de 2008,
determinó la constitucionalidad de dicho precepto en relación con la dignidad de la
persona, la igualdad y la presunción de inocencia (arts. 10, 14 y 24. 2 CE).
98
Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, LO 1/2004, de 28 de diciembre.
Sobre su contenido, en relación con la creación de los Juzgados especializados en la materia, aspectos
procesales, sancionadores y cautelares, véase Villacampa (2008).
84
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
penas de multa en este tipo de delitos cuando conste acreditado que entre agresor y víctima
no existen relaciones económicas derivadas de una relación conyugal, de convivencia o
filiación, o existencia de una descendencia común. Finalmente, en relación con los
dispositivos telemáticos para controlar las medidas cautelares y las penas de alejamiento
en materia de violencia de género, se están planteando problemas sobre la calificación
penal de ciertas conductas del imputado o penado tendentes a hacerlos ineficaces, a las que
se alude en la Circular 6/2011, de la Fiscalía General del Estado, sobre criterios para la
unidad de actuación especializada del Ministerio Fiscal en relación a la violencia sobre la
mujer. Por ello, se considera adecuado tipificar expresamente estas conductas dentro de los
delitos de quebrantamiento, a fin de evitar que queden impunes los actos tendentes a
alterar o impedir el correcto funcionamiento de dichos dispositivos”.
De acuerdo con el informe sobre violencia doméstica aprobado por la Asamblea General
del Consejo de Europa, el 27 de septiembre de 2002, en algunos países del centro y este
de Europa no existe legislación que proteja a las víctimas, siendo la situación más grave
en países con raíces islámicas99.
99
Según el informe, en Rusia mueren cada año 35 mujeres al día.
100
La cuestión de la protección a las víctimas se abordó de forma especial en el programa de la
presidencia española de la UE durante 2010, consiguiéndose finalmente la aprobación de la Directiva
2011/99/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 13 de diciembre de 2011 sobre la orden europea de
protección.
85
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Por parte del derecho internacional de los derechos humanos se han desarrollado tres
principios respecto de la responsabilidad estatal en el tratamiento de la violencia contra
las mujeres (Coomaraswamy 2000, 10)101:
-principio de la diligencia debida: los estados deben actuar con la diligencia debida para
prevenir, investigar y castigar la violencia, así como para proporcionar compensación.
Por lo tanto, las normas existentes no son suficientes por sí mismas, deben cumplirse y
ser eficaces.
2. 1 Estadísticas
101
Radhika Coomaraswamy fue Relatora Especial sobre Violencia contra las Mujeres de la Oficina del
Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Vid.
http://www.unhchr.ch/huridocda. Cfr. los recursos proporcionados en la Red de Derechos Humanos de las
Mujeres, en http://www.whrnet.org.
102
Respecto de los países de la Unión Europea se llevó a cabo un cuestionario, en cierta forma similar al
realizado en la investigación de Varona (2001b), donde se puede ver, por ejemplo, en qué países se
registra la relación entre autor y víctima por tipos de delitos, así como la realización de investigaciones
complementarias por parte del Ministerio del Interior y otras instituciones. Así, en Austria como ejemplo
de buena práctica se realizó una investigación sobre más de mil registros policiales, a partir de los cuales
se seleccionó a un conjunto de víctimas y agresores y se llevaron a cabo 32 entrevistas en profundidad
para evaluar la aplicación de la Ley de protección frente a la violencia doméstica. También sobre esa ley
se realizó un estudio con mujeres vulnerables, en concreto, con migrantes y sus hijos mediante 60
entrevistas a víctimas, agresores y personas expertas (Instituto de la Mujer, Díaz-Aguado y Martínez
2002a, 165).
86
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Aunque dentro de las Naciones Unidas existen más organismos preocupados por la
violencia contra las mujeres, aquí vamos a citar sólo cuatro que inciden en la necesidad
de estudios al respecto –si bien ninguno de ellos ha elaborado estadísticas propias-. Son:
ONU-Mujeres, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas
para la Población y UNICEF.
103
Algunos estudios, holandeses e italianos, demuestran el gran porcentaje de agresores con título
universitario.
104
Vid. http://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-
women#sthash.k3xH95ua.dpuf.
87
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Casi la mitad de las mujeres víctimas de homicidio son asesinadas por su actual o
anterior marido o compañero105 -mientras que sólo el 5% de las muertes masculinas se
debe a ataques de sus parejas-. Una de cada cuatro mujeres adultas sufre, al menos, un
ataque sexual a lo largo de su vida por parte de su pareja. Un 20% de las niñas y un 5% de
los niños padecen abusos sexuales, casi siempre por familiares o conocidos. Tanto en
países desarrollados como en vías de desarrollo, las mujeres tienden más a contar
incidentes de abuso por parte de compañeros sentimentales a amigos y familiares, antes
que a la policía. Algunos grupos son más vulnerables a la violencia doméstica, por
ejemplo, las personas de ingresos bajos. La mayor parte de las víctimas de agresiones
físicas sufren múltiples actos de violencia, de diferente carácter, durante mucho tiempo.
Estos son datos extraídos de su Informe mundial sobre violencia y salud, hecho público en
el año 2002, y que se basa en estudios de diferentes países. En este informe se define la
violencia como "el uso intencional de la fuerza física o el poder, amenazado o real, contra
uno mismo, otra persona, o contra un grupo o comunidad, que produce o tiene una alta
probabilidad de producir una lesión, muerte, daño sicológico, un mal desarrollo o
pérdidas" (WHO 2002, 4). Mediante esta definición queda incluida, según el autor, la
siguiente tipología de la violencia: violencia contra uno mismo (suicidios y abusos),
interpersonal (cometida por familiares, conocidos o extraños) y colectiva (de carácter
social, política o económica). La OMS recomienda aumentar la capacidad de recopilar
información sobre la violencia. Esta recomendación es más específica para temas
globales de alta prioridad, como la violencia familiar y sexual, que requieren
investigación comparada a escala internacional (WHO 2002, 31-2).
105
Vid. http://www.who.int/violence_injury_prevention/vaw/violencia.htm. La OMS ha establecido una
base de datos con la investigación existente sobre violencia contra las mujeres. Cfr.
http://www.who.ch/frh-whd.
88
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
50% de las mujeres106. Entre las situaciones que provocan una respuesta violenta están:
no obedecer, contestar, rechazar relaciones sexuales, no tener la comida lista, descuidar
algún aspecto de los hijos o la casa, preguntar sobre el dinero u otras relaciones con
mujeres, salir sin permiso o ser sospechosa de infidelidad -aunque no exista motivo
alguno-.
El Fondo para la Población da toda una serie de cifras de las diversas modalidades de
violencia contra las mujeres107. Así, en el mundo, al menos una de cada tres mujeres ha
sufrido violencia física, sexual u otros abusos, fundamentalmente por hombres conocidos
y una de cada cuatro ha sufrido el abuso durante un embarazo. Una alta proporción de
mujeres que han sufrido violencia física son víctimas reiteradamente. Al menos, sesenta
millones de mujeres dejan de nacer o vivir por abortos selectivos, infanticidios o
negligencias. Dos millones de niñas entre cinco y quince años son introducidas
anualmente en el mercado del sexo. Al menos ciento treinta millones de mujeres han
sido forzadas a mutilaciones genitales y otras dos millones están en riesgo cada año.
Anualmente, miles de mujeres mueren por asesinatos en pro del honor familiar,
principalmente en Asia y África.
106
En los EE. UU. una mujer sufre violencia física cada quince segundos, generalmente por su
compañero sentimental.
107
Vid. http://www.unfpa.org/swp/2000/english/ch03.html.
108
Puede obtenerse en http://www.unicef-icdc.org.
109
Este estudio no se realizó en España. Según detallaremos más adelante, de acuerdo con la
Macroencuesta realizada por el Ministerio de Asuntos Sociales, en el año 2000, para mujeres mayores de
18 años el porcentaje de mujeres maltratadas era del 12,4%.
110
Los únicos estados que han realizado estudios al respecto cifran los costes económicos en 50 millones
de euros (Finlandia) y 150 millones de euros (Países Bajos). Cfr. WHO (2002, 8).
89
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Además de las Naciones Unidas, podemos citar algunas cifras ofrecidas por otras
instituciones inter o supranacionales, así como por ONGs internacionales.
En el informe sobre violencia doméstica aprobado por la Asamblea General del Consejo
de Europa, el 27 de septiembre de 2002, redactado por la ex ministra de Eslovaquia Olga
Keltosová, se afirma que la violencia en el seno de la familia es la principal causa de
muerte y de invalidez de las mujeres de 16 a 44 años, por delante del cáncer o los
accidentes de tráfico.
Dentro de las ONGs, el Centro Europeo para promoción de una política contra la
violencia hacia las mujeres, creado en 1997 por el Lobby Europeo de las Mujeres, creó
el Observatorio Europeo sobre Violencia contra las Mujeres, compuesto por expertos de
los países miembros de la UE111. Este Observatorio identifica los fallos existentes en la
legislación, las estadísticas, los estudios y las acciones al respecto y realiza las
recomendaciones pertinentes, contribuyendo a la creación de indicadores de evaluación.
Ha desarrollado un estudio Unveiling the Hidden Data on Domestic Violence (1999), que
111
Las iniciativas del Lobby se han beneficiado del programa DAPHNE. En 1996 el Parlamento europeo
adoptó una nueva línea presupuestaria para fomentar la potencialidad de las ONGs en la lucha contra la
violencia ejercida sobre los niños, adolescentes y mujeres. Se ha ido renovando anualmente.
90
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
contiene información oficial sobre la violencia doméstica en los quince países de la UE 112.
Su objetivo era proponer indicadores a los estados miembros y al EUROSTAT para
recopilar sistemáticamente datos sobre la violencia doméstica. Estos indicadores deben
permitir revelar cuatro aspectos:
Estadísticas policiales113. Desde 1984 existe una sección estadística propia del
Ministerio del Interior sobre las infracciones en el ámbito familiar según las víctimas
(por sexo y edad)114, los agresores (sexo y relación de parentesco o sentimental), los
medios empleados, el lugar y el resultado. Se elaboran estadísticas nacionales, regionales
y locales con periodicidad mensual. En todo caso, habría que añadir determinadas
112
Vid. http://www.womenlobby.org/en/themes/violence/centre.html.
113
Para el ámbito vasco, consúltese la página web de la Ertzaintza.
114
También se recoge la nacionalidad de la víctima, así como la identidad del denunciante y lugar de
comisión del delito. Véanse algunas comparaciones diacrónicas, recogidas en Núñez y Alonso (2002,
460-6), de fuentes del Ministerio del Interior. Cfr. Valenzuela (2002).
91
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
amenazas, detenciones ilegales, delitos contra la libertad sexual y otra serie de delitos
que entran dentro del término más amplio de violencia contra las mujeres. Se estima que
anualmente se presentan una media de más de 19.000 denuncias de delitos y faltas de
lesiones en el ámbito familiar, la mayoría faltas115. El número de denuncias tiende a
aumentar en los últimos años (Cerezo 2000, 169-73)116.
No hay estudios policiales específicos sobre la cifra negra, pero diversos organismos
estiman que sólo entre un 10% y un 30% del total de malos tratos en la pareja se
denuncian (ibídem 2000, 210). Las organizaciones Federación Nacional de Mujeres para
la Democracia y Federación de Mujeres Progresistas, teniendo en cuenta las mujeres
atendidas en sus casas de acogida y programas de apoyo en 2002, calculan que en España
el 15% de las mujeres adultas ha sido víctima de maltrato de su pareja y que la media de
duración de maltrato antes de abandonar al agresor es de 10 años (El País, 26 de
noviembre de 2002, 30).
En relación con las estadísticas policiales, puede acudirse, como de hecho nos
encontramos en diversas investigaciones españolas sobre malos tratos a mujeres, a los
archivos policiales para extraer información que no llega a las estadísticas oficiales
(Cerezo et al. 1995).
Hasta 2005, las estadísticas judiciales no resultaban relevantes en esta materia porque
en ellas no existía una referencia expresa a la violencia contra las mujeres, dentro y/o
fuera del hogar. Algunos estudios pusieron de relieve que en un 62% de las sentencias en
casos de delitos de malos tratos se absuelve al presunto agresor y el porcentaje se eleva
115
Véanse los datos elaborados por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a partir de fuentes
policiales. Se encuentran en http://www.mtas.es/mujer/mcifras/violencia.htm. Consúltese, actualmente,
las cifras del Ministerio de Igualdad. Además, véanse los datos recogidos en el Centro Reina Sofía para el
Estudio de la Violencia en http://www.gva.es/violencia/, donde se incluye una tabla provincial de
incidencia y prevalencia.
116
Según la información difundida por servicios de asistencia a la mujer, la media de muertes de mujeres
a manos de sus parejas en los últimos años es de unas cincuenta –cifra que se eleva a unas setenta, en los
últimos años-, es decir, muere una mujer cada semana (Cerezo 2000, 185-6). La Federación Nacional de
Mujeres Progresistas contabiliza las muertes a manos también de amigos, conocidos y familiares fuera de
la pareja y eleva los números oficiales. En todo caso, el mayor número de muertes corresponde a los
maridos o ex maridos, seguidos por los compañeros o ex compañeros sentimentales, señalando una alta
proporción por parte de novios jóvenes. La forma más habitual es el apuñalamiento, seguida por los
golpes. Por el lugar en que se producen , en 2002, destacaron Cataluña, Valencia, Andalucía y Canarias.
En el País Vasco, para el periodo indicado, sólo se contabilizó una muerte (El País, 26 de noviembre de
2002, 30). Respecto de las llamadas al teléfono 016, el mayor número, para 2008, se produjo en Madrid,
seguida de Andalucía, Catalunya y Valencia.
92
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
hasta el 71% en los juicios de faltas (El País, 23 de noviembre de 2002, País Vasco 5). Del
mismo modo que con los archivos policiales, puede investigarse sobre las sentencias y
extraer de ellas datos relevantes117. Así, en el estudio realizado por el IVAC-KREI sobre la
criminalidad registrada judicialmente en Gipuzkoa en la década de los noventa (Varona
2001c), a pesar de las modificaciones legislativas y del énfasis en su persecución por las
agencias de control jurídico-penal, en la muestra analizada sólo aparecieron dos casos de
delito de violencia familiar, que podían ponerse en relación con determinadas faltas
contra las personas.
Por su parte, salvo determinadas Memorias anuales de algunas Fiscalías119, hasta hace
poco no se llevaba un seguimiento específico por parte de la Fiscalía General. En la
Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2001 se indicaba que se dictaron 1.502
condenas por faltas referidas a violencia familiar, frente a 536 condenas por delito y se
afirmaba que en los tres últimos años las medidas de protección a las víctimas habían
crecido de forma espectacular, sin perjuicio de que también lo hubieran hecho las
muertes y agresiones graves (Montalbán 2002). Desde 2006 funciona la figura del Fiscal
de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer120. Según datos de la
Memoria, en 2007, en la mayoría de las ocasiones no se habían presentado denuncias;
aumentó el número de extranjeras muertas que se aproxima al de las españolas; se
advierten las situaciones de convivencia consentida a pesar de la adopción previa de
medidas de protección; y es el apuñalamiento el modo mayoritario de ejercer violencia
homicida.
117
Véase al respecto la investigación monográfica desarrollada a iniciativa del Gobierno Vasco y el CGPJ
en los años 2000-2001. Como ejemplos de estudios de sentencias, véanse Cerezo (2000) y Fernández-
Pacheco (2002). Cfr. Larrauri y Cid (2002).
118
El 26 de septiembre de 2002, el Gobierno central y el CGPJ firmaron el convenio de creación del
"Observatorio contra la Violencia Doméstica" para el seguimiento de las sentencias sobre malos tratos,
encomendado a los vocales Montserrat Comas y Enrique López. Véanse sus estadísticas en
http://www.poderjudicial.es.
119
Véanse las últimas memorias en http://www.mir.es.
120
Véase la Instrucción 7/2005 de la Fiscalía General del Estado.
93
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
121
Véase la publicación digital de su último informe anual en http://www.mir.es.
122
Este término es más amplio que el de delito de violencia habitual familiar.
123
Véanse, en relación con los servicios vascos, la información publicada por el Gobierno Vasco en
http://www.euskadi.net.
94
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
124
Vid. el estudio escocés de Carnegie (1998) y sus posibilidades para la sensibilización pública.
125
Si bien a finales del siglo XIX hubo un cierto interés público por la crueldad hacia los niños, éste no
renacería hasta la segunda mitad del siglo siguiente. Por ejemplo, Saraga y Muncie indican cómo la
primera Sociedad para la Protección de los Niños se creó en 1871 en Nueva York, cuando un juez tuvo
que interpretar que las leyes que prohibían la crueldad contra los animales podían ser extensibles a los
niños (2001, 117-8).
126
Por otra parte, no existen muchos estudios empíricos específicos sobre la influencia de la religión,
aunque sí se suele hacer alusión al sometimiento de las mujeres en los países árabes. Cfr. sobre la
influencia del culto a la Virgen María en Polonia, Kwiatkowska (1998).
95
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
127
Con una muestra de 930 mujeres, de las 644 que estaban o habían estado casadas el 14% habían sido
víctimas de una agresión sexual consumada o intentada.
128
Véase su traducción en Cerezo (2000, 191).
129
Cfr., por ejemplo, en el estado español la Encuesta sobre Seguridad Pública del Departamento de
Interior catalán (Varona 2001b).
130
Community Safety Survey, realizada en 1994 sobre 3.061 ciudadanos en la ciudad de Perth (Australia).
96
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
131
Aunque se refieren a encuestas sin utilizar la palabra victimización.
132
Como excepción puede citarse el estudio realizado en 1996 por la policía danesa sobre violencia en la
calle, doméstica y en el lugar de trabajo mediante 26.000 entrevistas (Instituto de la Mujer, Díaz-Aguado
y Martínez 2002a, 148).
97
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En el estado español una búsqueda bibliográfica sobre la materia que nos ocupa revela
que existen, fundamentalmente desde los años noventa hasta principios de 2000, más de
un centenar de publicaciones sobre violencia contra las mujeres, cuya práctica totalidad
se dedica a la violencia familiar y son, principalmente, de carácter teórico o descriptivo 134,
echándose en falta más estudios empíricos y de victimización, que se han ido
incrementando a partir de entonces al convertirse esta temática en un verdadero
problema público. Además de las encuestas de victimización generales (Varona 2001b, 16;
37-9), puede mencionarse el proyecto de la Sección de Sevilla del Instituto Andaluz
Interuniversitario de Criminología para una encuesta de victimización nacional sobre
133
Se trata de un estudio realizado sobre estudiantes de Derecho de Sevilla en el que se pasaron 868
cuestionarios autoadministrados válidos, a hombres y mujeres. Los cuestionarios diferían para cada sexo
y se utilizó como modelo el desarrollado en Canadá por los profesores Dekeseredy y Schwartz a
mediados de los noventa.
134
Como muestra monográfica citaremos los siguientes: Comas de Argemir et al. (2002), desde el
Derecho procesal civil; Secretaría General Técnica (1991), Martín Espino (1998), Aguinaga (2000),
Osborne (2001), Lamo, Ganzenmüller y Escudero (2002) y Morillas (2002), de carácter jurídico-penal;
Soriano (2002), de carácter pedagógico; Instituto de la Mujer (1986), de carácter sociológico; Sotomayor
(2000) y Consejería de Bienestar Social (2002), desde el ámbito de la asistencia social; Unión Nacional
de Asociaciones Familiares (1991), Lorente y Lorente (1998), González de Rivera (2002) y Gracia
(2002), desde la Psicología; e incluso desde la Técnica teatral, Fernández Morales (2002). Sobre el
maltrato infantil, vid. García (1992), desde la Sociología; Pino (1996), Moreno (2002) y Clemente et al.
(2002), desde la Psicología.
98
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
•Le quita el dinero que usted gana o no le da lo suficiente que necesita para mantenerse.
135
Las bajas tasas de denuncia se corresponden con un estudio de los registros policiales de la provincia
de Albacete, en 1996, que las cifra en un 90%.
136
Cfr. http://www.fundacionmujeres.es/fondo/Estadisticas/institutomujer.htm.
99
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
•Insiste en tener relaciones sexuales aunque sepa que usted no tiene ganas.
•No tiene en cuenta las necesidades de usted (le deja el peor sitio de la casa, lo peor de la
comida).
•Le dice qué y a dónde va a ir sin él, ella (que no es capaz de hacer nada por sí sola).
•Le dice que todas las cosas que hace están mal, que es torpe.
•Ironiza o no valora sus creencias (ir a la iglesia, votar a algún partido, pertenecer a
alguna organización).
•Delante de sus hijos dice cosas para no dejarle a usted en buen lugar.
Por su parte, los estudios empíricos sobre la violencia familiar han proliferado en el
estado español desde mediados de los ochenta y suelen centrarse en muestras que se
obtienen de casas de acogida, centros de salud y asistencia psicológica139. Cerezo valora
su carácter interdisciplinar, pero reprocha su parquedad porque su principal objetivo es
137
Véase http://www.mtas.es/mujer/planviol2.htm. También en el año 2003, al término del II Plan, con el
objeto de conocer variaciones significativas y valorar el impacto de dicho Plan.
138
Se realizaron 20.652 entrevistas telefónicas y 402 entrevistas personales con víctimas declaradas de
violencia doméstica.
139
Cfr., en el ámbito de Albacete, la muestra específica de Rechea y Benítez (1999) y Benítez (2001).
100
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Sobre el País Vasco, pueden citarse los estudios pioneros de Zubizarreta et al. (1994),
mediante entrevistas estructuradas y medidas de autoinforme a 70 mujeres víctimas de
maltrato doméstico que acudieron a los centros de asistencia psicológica específicos 142.
Sarasua et al. (1994) realizaron entrevistas estructuradas a 131 mujeres maltratadas de
dichos centros para conocer el perfil sicológico del agresor. Medina (1994) entrevistó a 80
hombres participantes en un programa de prevención de violencia familiar en los
Juzgados de Instrucción de San Sebastián para conocer su perfil psicosocial y los
resultados del tratamiento que, en general, fueron satisfactorios. Echeburúa et al. (1996)
realizaron 62 entrevistas semiestructuradas con escalas de gravedad de síntomas a
mujeres víctimas de maltrato doméstico que acudieron a los centros específicos de
asistencia psicológica en Bilbao y Vitoria. Se trataba de valorar un programa terapéutico
cognitivo-conductual para tratar el trastorno de estrés postraumático. Este estudio puede
completarse con otro dedicado a estudiar las variables sociodemográficas y
psicopatológicas de las víctimas (Echeburúa et al. 1997)143. De forma similar, pero
centrados en los maltratadores, mediante entrevistas a pacientes del Servicio de
Violencia Familiar de Bilbao, pueden considerarse los estudios de Echeburúa y
Fernández Montalvo (1997).
De forma más específica, el estudio de Cerezo sobre homicidios en la pareja concluye que
las víctimas potenciales son las mujeres que reciben malos tratos físicos, llevan poco
tiempo separadas y reciben amenazas de muerte (2000)144.
140
Sin embargo, cabe citar otros estudios que hemos mencionado en nuestra investigación y que se basan
más en las estructuras sociales, así sobre las instituciones y los medios de comunicación (APDH 1999;
Fagoaga 1999) y mediante grupos de discusión (VV.AA. 2000).
141
Estos problemas metodológicos son tres: en muchos casos no se utiliza un grupo de control que
permita contrastar las variables estudiadas; las muestras no son representativas de la población objeto de
estudio; y se utilizan diferentes instrumentos de evaluación para medir las mismas variables.
Adicionalmente, se echa en falta un marco teórico (Cerezo 2000, 113).
142
La mayor parte de las víctimas presentaban síntomas propios del trastorno de estrés postraumático.
143
Cfr. mediante datos de consultas de 314 mujeres que acudieron a los centros vascos de asistencia
psicológica para este tipo de víctimas, entre 1995 y 1996, Emakunde (1998).
144
Sin embargo, en la mayor parte de los casos se queda en una falta de amenazas. De acuerdo con el
estudio hecho público en 2002, realizado sobre 46 maltratadores, 20 de ellos homicidas, por parte del
Centro Abad Oliba, adscrito a la Universidad de Barcelona y por encargo del Instituto Catalán de la
Mujer, los homicidas tienen una media de 40 años, matan a sus compañeras para hacerlas responsables
101
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Como perspectivas de futuro, entre los temas que tienden a imponerse en diversos países
de nuestro entorno se encuentran los siguientes: los costes de la violencia contra las
mujeres, la vulnerabilidad de algunas mujeres, la acumulación de violencia o
multivictimización dentro del mismo ámbito o en diferentes esferas y, para el caso
español -dada la ausencia de este tipo de estudios sociojurídicos o de evaluación externa-
, la eficacia de la medidas existentes para paliar la violencia contra las mujeres.
del fracaso de su relación y se escudan en la bebida. Su nivel intelectual y social es más bajo que el del
maltratador que no llega al homicidio. Cfr. la nota a pie n.º 65.
145
Como ejemplos que detallaremos más en el estudio final de 2003, véanse Cerezo (2000) y Fernández-
Pacheco (2002).
146
Cfr. sobre las contradicciones prácticas del movimiento feminista en Alemania en materia de malos
tratos, Hagemann-White (1998).
147
En España, véanse también Medina (2002) e Instituto de la Mujer, Díaz-Aguado y Martínez (2002a y
b). En otros países, cfr., entre otros, Easteal, Hosoi y Wolff (2000).
148
En todo caso, la investigación comparada se impulsa a través de organizaciones como la Red de
Investigación Europea sobre Conflictos Familiares y la Violencia Doméstica (European Research
Network on Family Conflict and Domestic Violence), fundada y coordinada, curiosamente, por una
profesora estadounidense, Renate C. A. Klein. Dentro del campo de la investigación, también existe una
Red Europea sobre Conflicto, Género y Violencia (European Network on Conflict, Gender and Violence).
Sobre la misma, incluyendo modelos de buenas prácticas y un listado de ONGs y otras instituciones,
estatales e internacionales en la materia, vid. http://www.wave-network.org/links.asp.
102
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
A modo de resumen, de todos los estudios señalados pueden apuntarse algunos datos -a
veces contradictorios-, aunque el primero de ellos debe ser que no existen conclusiones
definitivas sobre los factores explicativos y las medidas preventivas:
-Se puede llegar a definir con cierto acuerdo la violencia contra las mujeres como abuso
de poder que provoca o puede provocar un daño físico, sexual, síquico y/o social.
-Los tipos de violencia contra las mujeres en el ámbito familiar pueden clasificarse
atendiendo a cuatro criterios diferentes (VV. AA. 2000, 20-1):
*Por la gravedad149.
*Por los sujetos implicados: por compañeros o maridos; madres por hijos o hijastros;
hijas por padres o padrastros; hermanas por hermanos o hermanastros; abuelas por
nietos o por hijos (biológicos o políticos); suegras por yernos; otras relaciones de
parentesco o estrechas.
-Los comportamientos agresivos más serios contra las mujeres en el hogar casi siempre
se ven precedidos por una progresión sistemática, aunque varían los factores predictivos
de la violencia grave -abuso de drogas, variables étnicas- y menos grave -desaveniencias,
violencia verbal o psicológica, amenazas de la mujer de romper la relación-. Además,
muchos de los factores predictivos de la violencia contra la pareja también predicen la
violencia contra los menores (O'Leary 1998, 222-3). Se calcula que en un 60% de los casos
el maltrato se extiende también a los hijos de la pareja.
149
Con diferentes percepciones subjetivas, etcétera.
103
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-Según la teoría del ciclo de violencia se pueden distinguir cuatro fases: fase de
formación de tensión, de explosión o agresión, de arrepentimiento o reconciliación y de
reanudación del ciclo (VV. AA. 2000, 47-8).
- Sólo un 10% de los maltratadores presenta un trastorno serio de conducta (APDH 1999,
25). Por tanto, la mayoría de los hombres violentos no difieren en términos
psicopatológicos de los no violentos, pero sí presentan determinados rasgos en su
personalidad (O'Leary 1998, 223), como lo que algunos autores denominan "síndrome de
la doble fachada": ser agradables en el ámbito laboral y comunitario y violentos en el
doméstico.
-Si bien las mujeres mayores han sido victimizadas en mayor grado, parece
incrementarse el riesgo de las mujeres jóvenes que están adoptando nuevos roles y con
ello desafían el poder del varón ("descuidando sus tradicionales servicios reproductivos y
asistenciales"). Al mismo tiempo, las mujeres jóvenes tienden a trabajar
remuneradamente lo que reduce la precariedad económica, factor criminógeno.
-En general, las mujeres maltratadas sufren trastornos como: temor, insomnio, falta de
concentración y amnesia selectiva, dolores de cabeza, pérdida de apetito, mareos,
dificultad para respirar, pensamientos obsesivos, pesadillas, sentimiento de culpa difuso,
descenso de la autoestima, estados depresivos, reducción de la capacidad intelectual,
indecisión para actuar y dificultad en las relaciones sexuales. Otros efectos psicosociales
son: interiorización del machismo y la dependencia del varón, estrés, ansiedad e
incomunicación (APDH 1999, 27).
-La violencia psicológica está muy extendida y abarca supuestos de diferente gravedad
(insultos, insinuaciones, amenazas, mentiras, manipulaciones, coacciones, humillaciones
públicas, intimidaciones, acoso, destrucción de bienes, imposición de creencias...).
104
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
150
Se ha establecido una correlación entre violencia familiar y suicidio en diversos estudios de EE. UU.,
Fiji, Papua Nueva Guinea, Perú, India, Bangladesh y Sri Lanka. En España se está investigando en la
actualidad. Se calcula que las mujeres que sufren violencia tienen doce veces más probabilidades de
intentar suicidarse. En EE. UU. se calcula que el porcentaje de mujeres apaleadas en el hogar que intentan
suicidarse llega al 35-40% (Kapoor 2000, 4).
151
Fue a finales de los noventa cuando, dada la repercusión en los medios de comunicación de
continuos sucesos de violencia familiar, se produjo un cambio sustancial: "... en definitiva, estamos
viviendo la revolución doméstica que tuvo lugar hace 20 años en Estados Unidos y que ahora llega a
nuestro país" (Cerezo 2000, 49). La dramatización de los medios de comunicación de casos escandalosos
ha provocado una concienciación, aunque quizá se quede en lo morboso y superficial, siendo un objeto
más de espectáculo mediático a la caza de audiencia (APDH 1999). Por su parte, la campaña del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, difundida entre el 2 y el 28 de diciembre de 2002, tenía como
objetivo incrementar la confianza y autoestima de las víctimas a través de un mensaje positivo, frente a
otras campañas que mostraban a mujeres llorosas o imágenes victimistas (El País, 26 de noviembre de
2002, 30).
152
En el Eurobarómetro de 1999 también se pretendió evaluar el grado de conocimiento y sensibilidad
sobre la violencia contra las mujeres, principalmente doméstica. En la mayor parte de los países de la UE
no se incluyen preguntas sobre violencia contra las mujeres en las encuestas de opinión generales y
periódicas, si bien algunos expertos entienden que sería recomendable (Instituto de la Mujer, Díaz-
Aguado y Martínez 2002a, 149). Sobre los ancianos, desde la intervención psicosocial, vid. Touza et al.
(2002). Sobre el maltrato de personas mayores en general, véase de la Cuesta (2006).
105
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
3. Teorías sobre la violencia contra las mujeres que puedan orientar la política
criminal
Puede adoptarse una teoría culturalista que explica el desarrollo de un Derecho penal
que ha apoyado tradicionalmente los intereses de una sociedad patriarcal. Esta tesis ha
sido defendida por la catedrática italiana de Derecho romano, Eva Cantarella (1991), para
quien la regulación permisiva de la muerte de las mujeres a manos de sus maridos o
padres persistió desde el derecho romano. Este es el caso de España, hasta 1963, e incluso
posteriormente mediante la posibilidad de atenuación por medio del ejercicio del
derecho de corrección del marido (subsumible en el deber de obediencia, que perduró en
el Código civil hasta 1975)154. A lo largo de los siglos se mantuvo la idea de que el honor
familiar, como asunto social, estaba ligado a la moral sexual femenina. La progresiva
igualdad de los sexos ha llevado a una cierta crisis en algunos hombres que necesitan
reafirmar su identidad atentando contra sus compañeras, especialmente en el momento
153
Por su parte, López Sánchez calculaba que el 71% de las víctimas de abusos sexuales son niñas (1994).
154
Hasta 1983 el padre que causaba lesiones en un exceso de corrección no era condenado.
106
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
en que éstas deciden separarse de ellos. Una problemática especial, donde intervienen
aspectos culturales y de identidad, se da con las mujeres extranjeras o pertenecientes a
minorías étnicas que, en algunos países como Canadá y, progresivamente en el nuestro,
ocupan un porcentaje muy importante de víctimas de malos tratos (Varona 2001c).
En relación con las tesis culturalistas, puede pensarse qué ocurre cuando se unen
aspectos de una cultura violenta con una cultura machista. Así, la teoría de la
brutalización se refiere a la relación entre el número de homicidios y delitos violentos en
los estados sureños de EE. UU. y la aplicación de la pena de muerte (Varona 2001a).
Cuando las agencias de control jurídico-penal avalan la utilización de la violencia como
solución o lenguaje contribuyen a su aprendizaje. Esta teoría podría ser extensible a la
violencia contra las mujeres en los conflictos bélicos. Además, en referencia a la violencia
doméstica y a la violencia sexual, algunas investigaciones apuntan a que es más probable
que ocurran en países donde se dan índices altos de otros tipos de violencia (WHO 2002,
18).
Para evitar simplificaciones, junto con las perspectivas culturalistas, podemos referirnos
a las teorías psicológicas sobre las personalidades violentas, y ello porque la mayoría de
los hombres de todos los países, aunque los porcentajes varíen y la cifra negra sea muy
alta, no son violentos en el seno de la familia. Por tanto, es una simplificación muy
peligrosa en sus efectos presuponer que todas las mujeres son víctimas innatas155 y que
todos los hombres son delincuentes natos, como a veces insinúan algunos sectores
radicales feministas156. De hecho, serían necesarias investigaciones centradas en por qué
la mayor parte de los hombres no son violentos157.
155
Aunque por parte de algunos representantes del feminismo y la Victimología radicales prefiere
utilizarse el término más positivo de "supervivientes".
156
Ello sin perjuicio de reconocerles el gran mérito de exponer públicamente la extensión de la
victimización violenta femenina, incluyendo la de carácter secundaria o provocada por las propias
instituciones de control jurídico-penal, donde debe incluirse el mismo Derecho penal, en su lenguaje,
formulación y contenido. Cfr. Larrauri (1994).
157
Cfr. Fisas (1998). En este sentido se pronuncia O'Leary (1998, 228) y concluye: "Por tanto, mantener
una mente abierta sobre las tendencias y las intervenciones prometedoras es probablemente la mejor
prospectiva para ayudar a avanzar en este campo" (ibídem, 229). Por ejemplo, aunque minoritarias, sería
interesante realizar investigaciones con parejas de homosexuales y lesbianas y la misma violencia de las
mujeres contra los hombres.
107
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
situacionales y del estilo de vida, como teorías de corto o medio alcance, y pueden
explicar también la escasa, pero existente, violencia protagonizada por las mujeres en el
ámbito familiar. Se distinguen los siguientes factores de riesgo: el estrés en el entorno
familiar, las dificultades económicas, las relaciones de pareja insatisfactorias -con deseos
de separación de la mujer, pero no del hombre, o al revés-, la violencia en la familia de
origen, el consumo de drogas... Además, paradójicamente, en la motivación del autor
puede intervenir la denuncia de la víctima, que él interpreta como un reto. Una
intervención ineficaz de la administración de justicia puede traer consecuencias
fatales158.
158
Durante la vigencia del Plan contra la Violencia Doméstica del Ministerio de Asuntos Sociales
aumentaron en un 14% las denuncias y en un 25,7% las muertes.
108
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Amnistía Internacional denuncia que la violencia contra las mujeres “es la violación de
derechos humanos más extendida, oculta e impune”. Asimismo: “Las mujeres
inmigrantes en España están sobre-expuestas al riesgo de sufrir violencia de género y a
morir asesinadas a manos de su pareja o expareja. Así, la tasa de víctimas mortales por
millón de mujeres es, para las extranjeras, mucho mayor que para las españolas: en esos
ocho años, como promedio, la vulnerabilidad de las extranjeras es más de seis veces la de
las españolas”160. Se consideran cuestiones culturales, idiomáticas, administrativas y de
dependencia.
159
En nuestro país existe un control mucho más estricto, si bien se dan casos llamativos de mujeres
asesinadas con armas por parte de agentes de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad. Cfr. Cerezo
(2000, 360). Por su parte, en EE. UU. una mujer tiene casi tres veces más posibilidades de ser disparada
por su compañero sentimental que de ser asesinada de otra forma por un extraño (Kapoor 2000, 19).
160
Cfr. su página web y el informe “Más riesgos y menos protección: mujeres inmigrantes en España
frente a la violencia de género" (2007).
161
Realizada por María Cordón y centrada en la creación de grupos de detección.
109
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-interseccionalidad
110
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Datos recogidos de diversos países apuntan que una de cada cuatro mujeres ha sufrido
violencia sexual por parte de su compañero sentimental o marido y hasta un tercio de las
adolescentes informan sobre su iniciación sexual forzada (WHO 2002, 18; Howe 2008). El
imaginario social sobre la delincuencia sexual está plagado de mitos. Algunas personas,
incluso profesionales, tildan a los infractores de monstruos y demandan penas cada vez
más severas; otros los consideran enfermos y reivindican tratamientos específicos. Por su
parte, las víctimas también reciben diferente valoración según el contexto, llegando en
ocasiones a culpabilizarlas.
En todo caso, este tipo de delincuencia suele despertar una gran alarma social y recibe
un tratamiento no siempre adecuado por parte de los medios de comunicación. Sin
embargo, los estudios empíricos –comparados e internos- concluyen que la mayoría de
los delincuentes sexuales (donde entran una gran variedad de conductas) no reinciden.
162
En este libro pueden encontrarse diferentes teorías explicativas sobre la violencia sexual por parte de
expertos extranjeros, así como consideraciones sobre la legislación penal española y comparada en la
materia, las reacciones sociales hacia las víctimas y los tratamientos dirigidos a agresores y víctimas, en
España y otros países.
163
Con todas las limitaciones señaladas en Varona (2001b), Interpol publica cada año estadísticas
internacionales relativas a los delitos sexuales. Vid.: http://www.interpol.com/.
164
Según una encuesta de Inglaterra y Gales realizada por el Home Office y hecha pública en 2002, una
de cada 20 mujeres británicas, mayores de 16 años, ha sido violada a lo largo de su vida. La mayoría de
las violaciones se producen en el hogar, a manos del marido, compañero sentimental o un conocido. Sólo
111
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
De las estadísticas policiales estatales se observa un ascenso en las denuncias por delitos
sexuales contra menores, mientras que el número de denuncias por violación de mujeres
tiende a disminuir166. Cada año se registran unos 6.000-7.000 delitos contra la libertad
sexual (lo que supone entre el 0,6-0,8% del total de las denuncias registradas). En las
estadísticas judiciales el índice es menor y, por razones de la mayor duración de algunas
penas, en las estadísticas penitenciarias se llega al 5%. Por otro lado, como ya se ha
indicado, en contra de la creencia popular, si las tasas de reincidencia para el conjunto de
los delitos se sitúa aproximadamente en el 50%, para los delincuentes sexuales es de
alrededor del 20% (Redondo 2002b, 37-42).
Al igual que con la violencia física y psíquica, no existen teorías generales que expliquen
de forma satisfactoria la violencia sexual, sino que deben considerarse factores
individuales (excitación sexual mediante la violencia, falta de autocontrol, carencia de
habilidades para relacionarse...), sociales (valores sexistas en la sociedad...) y
situacionales o de oportunidad (Redondo 2002b, 43-52). Adicionalmente, la evidencia
científica es ambivalente respecto de si los delincuentes sexuales son preferentemente
especializados -sólo comenten delitos sexuales o algún tipo de ellos- o generalistas -
también cometen otro tipo de delitos como robos y agresiones- (ibídem, 2002b, 43).
una quinta parte de las violaciones se denuncian y de éstas sólo lo hace directamente la mujer afectada en
la mitad de los casos. El estudio se realizó con entrevistas a 6.944 mujeres, entre 16 y 59 años, dando
unos índices de victimización sexual del 0,9%. En España, la Federación de Asociaciones de Asistencia a
Mujeres Violadas, calcula que sólo se denuncian el 20% de las agresiones sexuales (El País, 24 de julio,
p. 24).
165
En 1999 descendió al 0,9%.
166
En el 90% de los casos de abusos sexuales a menores las víctimas son niñas, según el estudio Maltrato
infantil en la familia, hecho público en 2002 por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia. En
general, véanse las estadísticas para el año 2000, y algunas comparaciones diacrónicas, recogidas en
Núñez y Alonso (2002, 434-7), de fuentes del Ministerio del Interior. A grandes rasgos, estos datos
coinciden con los de la Ertzaintza que ofrece otra serie de datos situacionales: la mayor parte de los
delitos se producen los fines de semana, entre las diez de la noche y las ocho de la mañana. El 89% de las
víctimas de agresiones sexuales son mujeres jóvenes, la mitad se producen en la vía pública y un 16% en
los portales. En el 90% de las violaciones el agresor conoce a la víctima y pertenece a su entorno (El País,
8 de abril de 2001, p. 6 País Vasco).
112
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-como medio de venganza y castigo contra determinadas mujeres -pero bajo la idea
de una responsabilidad colectiva femenina-;
Cuando las agresiones son contra niños, los agresores parecen están mayormente
integrados en la sociedad y emplean la violencia en un menor grado (Varona 2001c).
busca provocar humillación y temor y tener sensación de poder, lo que supone un móvil
más agresivo que sexual; 2. la violación justificada porque lo quería la víctima; 3. la
violación enmarcada en una conducta antisocial generalizada; 4. la violación como forma
de obtención de un objeto sexual; y 5. la violación como forma de conseguir contactos
sexuales con un menor (1996, 156-7)167.
En la esfera laboral, destacan dos informes de la Unión Europea sobre el acoso sexual en
los países miembros con el objetivo de recopilar información sobre la prevalencia,
gravedad y consecuencias de esta forma de violencia (Instituto de la Mujer, Díaz-Aguado
y Martínez 2002a, 157-60). El primero se publicó a mediados de los ochenta y el segundo
revisó todos los proyectos de investigación relevantes -unos setenta-, realizados entre
1987 y 1997 en la UE. En todo caso, quedan por comprobar hipótesis, planteadas también
en estudios norteamericanos, sobre la importancia de las características y el clima de la
organización del trabajo en el acoso sexual que podrían explicar las diferencias en las
tasas de acoso por sectores laborales.
2. La respuesta penal
En los artículos 178 y siguientes, dentro del Título VIII referido a los delitos contra la
libertad e indemnidad sexual, modificado en diferentes ocasiones con una tendencia más
punitiva, nuestro Código penal recoge las agresiones sexuales, los abusos sexuales, el
acoso sexual, el exhibicionismo y la provocación sexual y los delitos relativos a la
prostitución y la corrupción de menores168.
La reforma operada por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se justifica, en parte, para
dar cumplimiento a la Directiva 2011/93/UE, relativa a la lucha contra los abusos sexuales
y la explotación sexual de los menores y la pornografía infantil; la Directiva 2011/36/UE,
relativa a la prevención y lucha contra la trata de seres humanos y a la protección de las
víctimas; y el Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la
explotación y el abuso sexual, hecho en Lanzarote el 25 de octubre de 2007
167
Sobre tratamientos cognitivo-conductuales dentro de la prevención terciaria en los delitos sexuales,
cfr. Fernández-Montalvo y Echeburúa (1998).
168
Para un completo análisis de la normativa internacional respecto de los delitos sexuales, vid. de la
Cuesta (1999).
114
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
De esta manera, la realización de actos de carácter sexual con menores de dieciséis años
será considerada, en todo caso, como un hecho delictivo, salvo que se trate de relaciones
consentidas con una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez.
Y se establecen agravaciones si, además, concurre violencia o intimidación, o si los abusos
consisten en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros
corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías. En el caso de los menores de edad
–de menos de dieciocho años– pero mayores de dieciséis años, constituirá abuso sexual la
realización de actos sexuales interviniendo engaño o abusando de una posición reconocida
de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima.
En los delitos contra la prostitución, se establece una separación más nítida entre los
comportamientos cuya víctima es una persona adulta, de aquellos otros que afectan a
menores de edad o a personas con discapacidad necesitadas de especial protección. En este
169
Se prevé, en los supuestos de delitos graves contra la vida, la integridad física, la libertad o la libertad
o indemnidad sexual, cuando además se confirma por el tribunal la existencia de un riesgo relevante de
reiteración delictiva, la anotación de los perfiles genéticos de condenados en la base de datos policial
(véase el art. 129 bis).
Por su parte, la reforma de la Ley de protección del menor establece una serie de prohibiciones para
ejercer determinadas profesiones en contacto con menores.
115
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
segundo caso, se elevan las penas previstas con el fin de armonizar las legislaciones
europeas, y se introducen nuevas agravantes para combatir los supuestos más lesivos de
prostitución infantil.
Se modifica el artículo 187 con el objetivo de perseguir con mayor eficacia a quien se lucre
de la explotación de la prostitución ajena. Con este fin, se sanciona separadamente el lucro
de la prostitución cuando concurran determinadas conductas que evidencien una situación
de explotación, dado que la jurisprudencia del Tribunal Supremo había exigido unos
requisitos para la apreciación de la exigencia de esta situación similares a los que se
aplican en el ámbito de actividades laborales reglamentadas, lo que imposibilitaba en la
práctica su persecución penal.
La protección de los menores frente a los abusos cometidos a través de internet u otros
medios de telecomunicación, debido a la facilidad de acceso y el anonimato que
proporcionan, se completa con un nuevo apartado en el artículo 183 ter del Código Penal
destinado a sancionar al que a través de medios tecnológicos contacte con un menor de
quince años y realice actos dirigidos a embaucarle para que le facilite material
pornográfico o le muestre imágenes pornográficas”.
3. 1 Perspectiva victimal
116
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Marta Simón Gil ha abordado recientemente los abusos sexuales a menores desde la
perspectiva de las víctimas con una orientación de evaluación desde el Trabajo Social
forense (2014). En este sentido, se señalan no sólo los daños y secuelas físicas y
psicológicas, sino también sociales. Se propugna una intervención reparadora hacia la
víctima que abarque los daños de la dinámica interaccional autor-víctima, así como en el
sistema familiar, social, escolar y cultural.
Resulta importante destacar que en los delitos sexuales, además de cumplir con la
protección obligada por la Ley del Estatuto de la Víctima de 2015, se contemple una
visión centrada no sólo en el castigo del culpable, sino en la recuperación de las víctimas.
Estos círculos también buscan, de algún modo, una perspectiva victimal en cuanto que
persiguen garantizar que no haya más víctimas de un infractor por delitos sexuales
cuando regresa a la comunidad (Igartua, Olalde y Varona 2012).
117
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-peligrosidad
118
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Los delitos contra la propiedad, especialmente el robo y el hurto, siguen siendo los más
representados en las estadísticas penales y, particularmente, penitenciarias. Los índices
de reincidencia son altos y existe una relación, aún no explicada satisfactoriamente, entre
delincuencia económica y drogas. No obstante, frente a la delincuencia económica
convencional, cuya autoría y victimización recaen especialmente sobre los estratos
sociales medios y bajos, los estudios de la cifra negra nos indican que la delincuencia de
cuello blanco provoca cuantiosos daños, materiales e inmateriales.
La crisis económica de finales de la década de los dos mil, a la luz de las estadísticas
oficiales, no corrobora la idea de que a mayor desempleo, pobreza y exclusión social,
mayores tasas delictivas, en particular en delitos contra la propiedad. Aunque, quizá,
hemos de fijarnos más bien en las tasas de encarcelamiento o permanencia en prisión.
Existen multitud de estudios criminológicos en este sentido, apoyados por las corrientes
de la Criminología crítica y radical.
Según ha declarado en prensa el sociólogo francés Michel Wieviorka: “En una situación
de crisis los actores están cansados y las dificultades para sobrevivir provocan situaciones
difíciles que rebajan la moral. La violencia y la conflictividad son más frecuentes cuando
hay dinero y recursos. Pero cuando empieza la crisis la gente no entiende bien lo que
pasa y está a la espera. El conflicto surge siempre que hay dominadores y dominados,
pero en caso de crisis es todo el sistema el que no funciona, se crea desánimo y por esos
no hay más conflicto. Existe un estudio muy famoso de la pequeña ciudad austriaca de
Marienthal, muy industrial y con un partido socialdemócrata fuerte, que en los años
veinte era muy conflictiva. Pero llega la crisis del 29, la capacidad de revuelta de la clase
obrera desaparece y se entra en un estado de debilidad que incluso impide pensar. El
siguiente paso fue el ascenso del nazismo” (Estefanía 2011).
119
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Estefanía cita el estudio de la Fundación Pfizer, titulado Los españoles y la enfermedad del
miedo, de 2010, indicando que más del 40% de los encuestados temía perder su trabajo
en el próximo año, mientras que el 86% de los desempleados consultados veía difícil
encontrar una ocupación laboral en un plazo razonable. Se afirmaba que el miedo
paraliza y que “del pavor puede pasarse a la desesperanza y de ahí a la rabia social, que
hará que el problema sea infinitamente peor”170.
En todo caso, puede afirmarse que existe una bolsa permanente de personas cuya
entrada en el sistema penal se ve favorecida por situación de exclusión social, en sus
diferentes modalidades, y, en este sentido, el sistema penal –consciente o
inconscientemente- reproduce desigualdades.
2. La teoría de las ventanas rotas en relación con las últimas tendencias del
Código penal en materia de delitos contra la propiedad de escasa gravedad
Más tarde, dos profesores de Harvard, James Q. Wilson y George L. Kelling indicaron que
la presencia policial en las calles permitía evitar esa sensación de deterioro. Esta teoría ha
recibido muchas críticas en cuanto que no se ha probado efectivamente que “la
tolerancia cero” con las pequeñas faltas evite la comisión de delitos más graves (Varona
2011a). En todo caso, se relaciona con la Criminología ambiental y las teorías
170
Cfr. sobre el totalitarismo de la indiferencia, Wolin (2008). En concreto sobre el desempleo, véase su
relación como factor desencadenante de los delitos contra la propiedad, en la revisión bibliográfica de
Martín, Navarro y Martín (2011).
120
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
situacionales y de las actividades rutinarias171. Estas teorías han tenido una influencia
fundamental en las políticas preventivas actuales si bien se ha criticado su falta de miras
más amplias hacia la prevención social y las relaciones seguras, más allá de los espacios
peligrosos o crimípetos.
171
Véase el proyecto de los alumnos del Título de Especialista en Criminalidad y Seguridad Pública de la
Universidad de Extremadura en http://www.criminologiaambiental.com.
121
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Las consideraciones que hemos hecho anteriormente sobre la teoría de las ventanas rotas
pueden ponerse en relación fundamentalmente con la mayor punición de lo que se
considera delincuencia habitual o multirreincidente la cual, en muchas ocasiones, se
122
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En relación con todo ello y las teorías de la prevención situacional, otro aspecto
estudiado es el desplazamiento de las actividades delictivas de un barrio a otro cuando se
dificultan las oportunidades y se intensifica el control173.
-desigualdad
172
Estos son parte de los resultados del análisis de la delincuencia habitual en una muestra de 578
detenidos en Bilbao en 1994 (Morentín y Gostín 1998). En este estudio por reincidencia o delincuencia
habitual se entiende, siguiendo un concepto diferente del legal, el hecho de que una persona haya sido
detenida con anterioridad en, al menos, cinco ocasiones.
173
En cuanto a posibles medidas de intensificación del control, en la prevención contra el hurto, el
rediseño de las tiendas ha dado mejor resultado, a menos a corto plazo, que el empleo de alarmas o de
vigilantes, según diversas investigaciones inglesas. Respecto de la prevención del robo en viviendas,
algunos autores proponen la recuperación de la figura del portero. Para evitar el robo en comercios,
además de las medidas de seguridad impuestas legalmente para determinados establecimientos, los
investigadores recomiendan favorecer el contacto visual y los controles informales de otros usuarios.
123
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Las complejas relaciones entre las drogas prohibidas y la delincuencia se han estudiado
en un sentido bidireccional (Herrero 529; South 413-5). Conviene distinguir entre el
consumo, que en nuestra legislación no es un ilícito penal, y el tráfico. Dentro del
consumo se diferencia entre consumidores ocasionales, habituales y toxicómanos,
trazándose para cada uno de ellos perfiles definidos por el género, la edad, la etnia y la
clase social, generalmente asociada al desempleo y/o la exclusión social. Aunque el
consumo no es delito, en la opinión pública suele relacionarse el mismo con
enfermedades o conductas desviadas, produciéndose una cierta alarma social, que varía
dentro de la llamada historia social de las drogas175. La ley orgánica sobre protección de la
seguridad ciudadana, de 1992, consolidó un modelo represivo al sancionar
administrativamente el consumo de drogas en lugares públicos (art. 25) (Usó 1997).
El tráfico de drogas prohibidas como delito –aunque algunos autores aboguen por su
despenalización para determinadas sustancias-, en su sentido más grave, pertenece
174
Este profesor de Criminología británico se centra, entre otros aspectos, en la reducción de la oferta a
escala local, estatal e internacional, así como en la respuesta penal a los drogodependientes, incidiendo
en cuestiones de género.
175
Todo ello independientemente de su gravedad cuantitativa y cualitativa. Diferentes estadísticas sobre
la mortandad arrojan un número mayor de muertes como consecuencia de las drogas legales (alcohol,
tabaco, medicamentos...).
124
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
El primer problema que plantea todo estudio sobre la criminalidad de las toxicomanías y
el narcotráfico es el concepto de droga y sus clasificaciones, atendiendo a su origen y
efectos. El mismo puede abordarse desde una preocupación médica (Gazzaniga 1998),
social (South 1994), jurídica (Alonso Pérez 1999, 228), antropológica (Gamella 2000) o
política (del Olmo 1996). En todo caso, se trata de una preocupación global que queda
reflejada en la normativa internacional en la materia (de la Cuesta 1999b; Arana 1996,
186-8).
176
En torno a un 30% de la población penitenciaria en el estado lo es por delitos cometidos contra la salud
pública.
125
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En materia de prevención, tras pasar por fases de "lucha o guerra contra las drogas", hoy,
con las consecuencias del SIDA, se habla de políticas de reducción de riegos y daños, es
decir, de políticas que apliquen realmente el principio de intervención mínima y ultima
ratio del Derecho penal, de manera que éste no cause más daño del que trata de
prevenir, y, en su lugar, actúen mecanismos de control no estigmatizantes (Henman
1996; van Swaaningen y Zaith 1996).
Dentro de estas políticas tenemos medidas como la dispensa de metadona; planes para
suministrar heroína –siendo pionera Andalucía-; el intercambio de jeringuillas -en el
centro penitenciario de Basauri, desde 1997; en Martutene comenzó en el año 2001-; las
"narcosalas" o espacios de consumo higiénico -en funcionamiento en Madrid, desde
mayo del año 2000-, etcétera. En el punto extremo de estas políticas se inscribe el debate
sobre la liberalización, normalización o descriminalización de las drogas, que no significa
desreglamentación o desregulación total (Baratta 1989). A favor se encuentran las
consideraciones sobre el control sanitario, la eliminación de los mercados ilegales y la
recaudación de impuestos y, con diferentes matices, en ella se inscribe la Propuesta
alternativa del Grupo de Estudios de Política Criminal del estado español. En contra se
sitúan la posición doctrinal mayoritaria y la normativa estatal e internacional177, al
considerar que se incrementaría el consumo y, en todo caso, sería imposible la
armonización legislativa de los diferentes países, especialmente los más empobrecidos.
177
Véase la Recomendación de la Asamblea Parlamentaria 1441 (1991), del Consejo de Europa, sobre el
abuso y tráfico ilícito de drogas y la cuestión de su legalización que incide en la necesidad de reducir la
demanda.
126
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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En todo caso, las agencias de control, en la llamada "guerra" contra las drogas, por lo
demás internacionalizada a través de la acción de las Naciones Unidas, Interpol y
Europol, no deben ir más allá del garantismo penal. Esto tiene especial sentido en la
promoción de medidas como la protección a testigos, las entregas vigiladas o los agentes
encubiertos, el control de los precursores, y la colaboración de los implicados.
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-despenalización
128
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1. Introducción
178
Adaptación de Varona Martínez, Gema. 2000. Las policías como símbolo de la fuerza pública en las
sociedades multiculturales, Eguzkilore. Cuaderno del Instituto Vasco de Criminología 14: 159-190.
129
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179
Pueden consultarse en la página web correspondiente las estadísticas de la policía (www.mir.es); de la
Fiscalía en materia de delitos contra la salud pública –según detallamos en la lección III- (www.fiscal.es);
del CGPJ (sólo para violencia de género en www.poderjudicial.es); y de Instituciones Penitenciarias
(www.mir.es). Para Euskadi, cfr. los datos de la Ertzaintza.
180
Respecto de las estadísticas penitencias, debe considerarse la posibilidad de expulsión previa. Existen
dos modalidades legales por las que se permite sustituir el proceso penal incoado contra un extranjero
no residente legalmente en España por su expulsión del territorio nacional: mediante la autorización
judicial para ejecutar una sanción gubernativa de expulsión impuesta a extranjero imputado en un
proceso penal, con el consiguiente archivo del mismo (artículo 57.7 LEX) o mediante la sustitución por
expulsión de la pena privativa de libertad impuesta ya en sentencia penal firme (artículo 89 CP, en su
nueva redacción tras la reforma de 2015). En todo caso, debe recabarse información sobre la existencia
de otras condenas, lo cual choca con las limitaciones informáticas y de coordinación del actual sistema
policial y, particularmente, judicial. Según se expresa en la Memoria de la Fiscalía General del Estado,
relativa a 2007: “Resultaría extraordinariamente útil, por no decir indispensable, una base de datos
nacional de causas penales en trámite y de sentencias penales pendientes de ejecución para evitar
situaciones nada deseables en las que la acción de un Juzgado, ejecutando una medida judicial de
expulsión, o la de la autoridad gubernativa, ejecutando una resolución administrativa de expulsión,
130
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Dentro de la percepción del sospechoso se incluyen los estudios sobre los estereotipos y
prejuicios, que todos usamos para maniobrar en un mundo complejo, pero que nos
impiden valorar a las personas más allá de sus características externas (Morales y Yubero
1996). Dichos estudios ofrecen diversas explicaciones sobre la sobrerrepresentación de
determinados colectivos, especialmente de minorías étnicas, en las estadísticas
policiales181. Pueden señalarse, al menos, cuatro teorías sobre:
a) el racismo sistemático;
pueda venir a colocar fuera de la acción de la justicia española a un imputado o incluso condenado, en
alguna causa seguida por delito grave y violento, crimen organizado o delito contra la libertad sexual, en
una provincia diferente, frustrando así no sólo el ius puniendi del Estado sino también el derecho de las
víctimas a ser resarcidas”.
181
Respecto de su elaboración, algunos estudios han señalado que, cuando se introducen los controles
adecuados, el delito no es tan prominente entre las minorías étnicas y extranjeras respecto de grupos
nacionales comparables (Albrecht 1996, 99).
182
Siguiendo a Lopez (1997, 142), la tortura entraña una exclusión simbólica.
131
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Esta hipótesis se desarrolla mediante el estudio del reflejo del multiculturalismo en las
estadísticas de las agencias de control jurídico-penal que arrojan una
sobrerrepresentación de los extranjeros y, en particular de los inmigrantes del mal
llamado Tercer Mundo, en comparación con su presencia en nuestra sociedad. A partir
de aquí describimos las distintas teorías e investigaciones criminológicas que han tratado
de reflexionar sobre la misma, para llegar a los desafíos con que nos encontramos en el
País Vasco.
183
Surgen problemas de inmediato con la elección del término multiculturalismo que algunos ven
vinculado a la cultura anglosajona (Lopez 1997, 27).
184
En los años noventa, en Alemania la población extranjera llegaba al 9%, mientras que en España
estaba por debajo del 2%, si bien ha aumentado espectacularmente. En 1994: Luxemburgo (32%), Suiza
(17,5%), Bélgica (9%), Austria (6,5%), Francia (6,3%), Suecia (5,7%), Países Bajos (4,8%) y Reino Unido
(3,5%) (Izquierdo 1996, 277-8).
132
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En la distinción entre control formal e informal, es preciso preguntarnos por los agentes,
destinatarios, campo de acción, estrategias, legitimación, procesos (incluyendo
garantías), sanciones, medios... En cuanto a los agentes o portadores del control social,
en terminología de Kaiser (1988, 111), podemos distinguir agentes de la socialización
(control informal) y agentes de control jurídico penal. Forman parte de las agencias de
socialización las siguientes instancias: la familia, los amigos, las organizaciones
relacionadas con el deporte y otros juegos o actividades de tiempo libre, la iglesia, la
ciencia, la escuela, el arte, el trabajo, los medios de comunicación, etc.
185
Cfr. el número 4 de la Revista del Instituto de Estudios Económicos, p. XXIII.
186
Sobre el debate político en torno al multiculturalismo, véanse Lamo de Espinosa (1995), Cohn-Bendit
y Schmid (1996) y Kymlicka (1995).
187
Su labor es fundamental para la reconstrucción del relato fáctico o “verdad”, en la que se basa el
proceso penal (Recasens 1996). Véanse Recasens y Domínguez (1996). Sobre la policía como agencia de
control social en general, y el caso del País Vasco en particular, Olabarri (1993, 17-34). Para un estudio
constitucional de la policía y las fuerzas armadas, vid. Domínguez-Berrueta y otros (1997).
133
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defensa), los testigos, los fiscales, los jueces y jurados, los funcionarios y técnicos de
prisiones, los trabajadores sociales, los voluntarios (que intervienen en la prevención, en
el cumplimiento del tercer grado, en alternativas a la prisión, o que trabajan dentro de la
cárcel), etc. En una tendencia reciente, cabe incluir también a la víctima -aunque no se
trata de una agencia formal- como denunciante, promotora de la acusación particular,
testigo, colaboradora en la realización de determinadas alternativas como la mediación,
etcétera. En todo caso, estos agentes de control jurídico-penal ejercen también un cierto
control informal, especialmente si su distancia relacional con el sujeto controlado
disminuye, lo que ocurre frecuentemente con determinados agentes como la policía
comunitaria, los trabajadores sociales, etc. En definitiva, el criterio fundamental de
división entre control formal e informal parece encontrarse en la naturaleza de los
portadores, instancias o agentes. El control del delito está caracterizado por su
formalización institucional, contando con instancias de definición, localización y
detección, esclarecimiento, enjuiciamiento del delito y ejecución de la respuesta.
Respecto de los destinatarios del control formal, según Horwitz, éstos serían aquellas
personas marginales que no están sujetas a controles informales, así como personas que
han cometido infracciones contra otras de status superior o que se consideran muy
graves (1990, 192).
Por otra parte, tal y como ya se ha explicado anteriormente, Black distingue, como
aspectos variables del control social, su forma (unilateral, bilateral, trilateral), su estilo
(penal, compensatorio, terapéutico, conciliatorio) y su cantidad aplicada (1993, xiv).
Podemos relacionar las formas con los procesos de control (incluyendo las garantías).
Los procesos del control formal jurídico-penal han sido estudiados, teórica y
empíricamente, por la Criminología del labeling como elemento fundamental. Ésta ha
subrayado las discriminaciones que se producen en la criminalización (en la definición
de lo que es ilícito penal, en su persecución y respuesta). El estilo puede conectarse con
las estrategias de control.
134
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Kaiser distingue las estrategias más preventivas de las más represivas, que suponen, en
todo caso, sanciones negativas. Según este autor, la bibliografía estadounidense de los
años ochenta ha resumido en las llamadas cuatro “D” las estrategias modernas de control
social jurídico penal, seguidas en la mayor parte de los países: descriminalización,
desinstitucionalización, diversion y due process (1988, 111 y 113). Las tres primeras derivan
del labeling approach. En todo caso, la estigmatización como diferenciación de una
persona, de forma positiva o negativa, adscribiéndole cualidades características, siempre
135
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ha ocupado un lugar especial entre los medios de control social, según han destacado
von Hentig y Schüler-Springorum (Kaiser 1988, 117; 119).
M. Cusson describe el control social del delito como todos los medios específicos para
prevenir o limitarlo. Este control se percibe cuando, en el momento de violar una ley, la
persona encuentra resistencia social que le impide llevar a cabo la acción, o al menos le
hace dudar. Teóricamente, diferencia cuatro tipos de control social: tratamiento,
moralidad, disuasión y justicia, los cuales tienen un impacto diverso sobre la
delincuencia (1986). Finalmente, podría incluirse la distinción de García-Pablos de
sanciones positivas (ascensos, recompensas, distinciones, etc.) y negativas (tratamiento
clínico, reparación del daño causado, sanción pecuniaria, privación de libertad, etc.)
(1988, 105).
Una vez que he enmarcado conceptualmente lo que se entiende por agencia de control
social, paso a señalar una serie de datos sobre los porcentajes de extranjeros en nuestras
estadísticas sobre la delincuencia. Nos encontramos ante una tarea doblemente
imposible: la medición del delito y de la inmigración, dos categorías camaleónicas188. Por
ejemplo, antes la entrada ilegal era un delito -y aún lo es en otros países- o se
cuantificaba en las estadísticas de las agencias de control jurídico-penal189. Por ejemplo,
también, si soy una ciudadana canadiense blanca de origen británico pero que nací y me
crié en África y tengo un pasaporte de la Unión Europea, ¿cómo me tendrían que
calificar en las estadísticas? Éste era el ejemplo que daba Roberts para explicar la
complejidad y conveniencia de incluir la variable de extranjería en las estadísticas
188
Si tomásemos la noción de minoría étnica, podríamos pensar en la comunidad gitana (alrededor del
2% de la población -aunque no existe acuerdo-), pero no existen estadísticas que oficialmente realicen
esta categorización. Cfr. Barberet y García-España (1997, 181).
189
En 1993 se publicó el informe de la Delegación del Gobierno (Seguridad Ciudadana) de Madrid
(Jueces para la Democracia, 1993), titulado “La negativa influencia de las acciones criminales de los
extranjeros”, estableciendo una correlación entre extranjería y criminalidad, ante la información
“suficientemente conocida” -aunque no aportada al documento- por el registro de la Sección de
Documentación Provincial de la Policía de Madrid referida a la capital. Se decía que se había detenido a
11.653 personas -sin especificar si había varias detenciones de la misma persona-, de ellas 16,45% por
no tener papeles, 17,69% por no tener papeles pero probar más tarde que eran solicitantes de asilo,
13,33% por ilícitos administrativos en el curso de procedimientos de expulsión. Por tanto sólo 300
personas, 2,57% de aquellos 11.653 terminó en juicio por un ilícito penal. A principios de 2009 se suscitó
otra polémica en Madrid en cuanto a los cupos de detención de inmigrantes en situación irregular que
parecía deteminarse oficialmente para cada comisaría, si bien, para entonces, quedaba claro que dichas
detenciones nunca pueden contabilizarse en relación con la efectividad ante la delincuencia.
136
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Conviene seguir recordando que existen tres formas de intentar cuantificar el delito: a
través de las estadísticas oficiales (policiales, de la FGE, judiciales y penitenciarias), las
encuestas de victimización y los autoinformes.
1. Las estadísticas oficiales presentan muchos sesgos, siendo quizá las más fiables las
policiales, aunque dependerá del propósito de la investigación. Sus límites se encuentran
en la cifra negra –estimada en un 42, 1% para los delitos en general, y un 65,5% para el
abuso o coacción por parte de agente de seguridad (Álvarez 1997, 11)-, en la diligencia de
su elaboración y en las dificultades de comparación. Respecto de su elaboración, como ya
se ha indicado, algunos estudios han señalado que, cuando se introducen los controles
adecuados, el delito no es tan prominente entre las minorías étnicas y extranjeras
respecto de grupos nacionales comparables (Albrecht 1996, 99). Las estadísticas deberían
advertir de su parcialidad, ofrecer información completa sobre su elaboración y sobre
aspectos contextuales, lo que aminoraría los riesgos de abusos en su interpretación -por
otro lado, siempre presentes-.
2. Las encuestas de victimización, que datan de los años sesenta, han sido promovidas
por la Victimología y la Criminología realista. Aunque el Instituto de Estudios de la
Policía, como también el Departamento de Interior del Gobierno Vasco, han realizado
análisis sobre la inseguridad, realmente no nos sirven para cuantificar la criminalidad o
victimización de los extranjeros190.
3. Lo mismo ocurre con los llamados informes de autodenuncia, iniciados en Nueva York
por Wallerstein y Wyle en 1947191. En Holanda existen estudios que indican que los
190
Sobre los problemas estadísticos y su resolución para incluir en las muestras de las encuestas de
victimización británicas, véase Holdaway (1996, 34).
191
En el caso de EE.UU. resulta clara la sobrerrepresentación en todas las fases del proceso penal (en
1994 la población negra constituía el 12%, pero el 50% en prisión), incluyendo la aplicación de la pena
capital. Volviendo los ojos a la historia, resulta muy interesante el registro de jesuitas que de 1690 a
1815 acompañaron a condenados a muerte en los patíbulos de Lisboa. Entre dichos condenados,
137
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
jóvenes de Turquía y Marruecos son más reticentes a la autodenuncia por lo que resultan
más fiables las cifras de detenciones (Junger 1989).
4. 1 Teorías generales
muchos eran negros, moros, extranjeros y esclavos, como representantes de las capas marginales
(Hespanha 1990a, 178-9).
192
Cfr. la obra editada por Cook y Hudson (1993).
193
En este punto no tengo en cuenta las de carácter psicológico o biológico. Respecto de estas últimas,
no estrictamente en el ámbito criminológico, es preciso recordar el polémico libro de Hernnstein y
Murray The Bell Curve, donde recogiendo test de inteligencia e índices de natalidad, se concluía que
existía el riesgo de empobrecer a la sociedad estadounidense, ya que el número de las personas menos
capacitadas (los negros) estaba creciendo, al mismo tiempo que contribuían a la criminalidad. Diferentes
investigaciones señalaron la endeble metodología utilizada.
138
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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a) Las teorías estructurales funcionalistas, a partir de Durkheim, que nos hablan sobre el
rol del “chivo expiatorio” y la formación de la identidad social, hoy relacionada con el
derecho penal simbólico.
c) Las teorías subculturales, del aprendizaje social, del control interno (que quizá
pudieran explicar un mayor control en la minoría asiática), del conflicto (sea cultural, tal
y como fue definido por Sellin (1938), o socioestructural), críticas, y del labelling.
194
En una entrevista, el fallecido líder del Partido Austriaco Liberal, el extremista Jörg Haider, declaraba
que unos 250.000 inmigrantes irregulares constituían la base del crimen organizado en su país (El País,
1994, 11 de noviembre, p. 37). En 2008 y 2009 diferentes organizaciones defensoras de derechos
humanos denunciaron el trato de las instituciones italianas hacia la minoría rumana identificándola con
ciertos delitos.
139
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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tercera reunión de trabajo quedaron reflejadas en la obra compilada por Palidda (1996)195
y pueden resumirse en la dificultad en los estudios sobre este tema por la sensibilidad
que suscita y su politización, lo que permite decir que muchos de ellos contribuyen a la
estigmatización.
195
Véase su actualización en Palidda y Brandariz (2010).
196
Según algunos estudios realizados, en 1994, el 35% de los encuestados consideraba que la
criminalidad estaba causada po los gitanos e inmigrantes (El Mundo, 10 de noviembre 1994, p. 16).
197
Habría que analizar también la imagen del extranjero en el CP, LECrim y otras leyes relacionadas con
el sistema penal.
140
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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En Canadá, el Comité de investigación sobre las relaciones entre los cuerpos policiales y
las minorías visibles y étnicas, así como el Comité de intervención contra la violencia
racista han denunciado una serie de ejemplos de “comportamientos inaceptables” por
parte de ciertos policías respecto de miembros de minorías étnicas (Clarkson y Clermont
1996, 378-9). En la Cuarta Conferencia de los Ministros europeos responsables de
inmigración se afirmó que las investigaciones muestran que el riesgo de ser detenido por
la policía es mayor para los inmigrantes que para los autóctonos, por lo que las
estadísticas deben interpretarse muy cuidadosamente (Fundación Encuentro 1991, 83).
Los prejuicios son juicios prematuros. Los estereotipos son impresiones sólidas,
imágenes aceptadas, en este caso, sobre la inferioridad o maldad de las minorías étnicas.
Sobre ellos pueden traerse a colación dos estudios:
198
El mito como modelo poderoso imaginario.
141
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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a) Harding alude a las discriminaciones sistemáticas de los policías canadienses hacia los
nativos, según ha quedado reflejado también en investigaciones parlamentarias, sin que
las medidas propuestas hasta ahora parezcan haber aminorado el problema (1991).
199
Cfr. el concepto de reconciliación aplicado a la policía australiana por Chan (1997, 87).
142
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
La cultura organizacional fue objeto de especial estudio en los años setenta, definida
como el significado, entendimiento y sentido compartidos, es decir, la construcción de la
realidad. Diversos autores han descrito el poder de la cultura de la policía para moldear
el comportamiento de sus miembros, incluso de forma más fuerte que las normas,
instrucciones201 o autoridad de los superiores. Asimismo, se ha distinguido entre la
subcultura del policía que trabaja en las oficinas y el que lo hace en la calle (Kelling y
Kliesmet 1996, 204-5). También se marca la diferencia entre la cultura del policía en
general y la organizacional de cada comisaría (Worden 1996, 30).
200
La detención en 1991 por cuatro oficiales de policía de los Ángeles de Rodney G. King, un joven
negro, fue grabada en video, mostrando su brutalidad. Los policías fueron absueltos por un jurado
estatal, dando lugar a graves incidentes ante el sentimiento de injusticia de la comunidad negra y otras
minorías étnicas. El veredicto fue revocado por otro jurado federal.
201
Cfr. distintas instrucciones policiales, como la Instrucción de 14 de noviembre de 1995, de la
Dirección General de Policía, sobre actuación policial en relación con las personas o grupos
pertenecientes a etnias o culturas diferenciadas.
143
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
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La mejor literatura sobre la cultura profesional de la policía ha sido escrita por policías o
trabajadores de campo (Locke 1996, 142), señalando la división entre “ellos y nosotros” y
la ley del silencio respecto de ciertas conductas de sus compañeros. En el caso de exceso
de fuerza por policías negros contra otras minorías, algunas investigaciones lo achacan
precisamente a la inmersión subcultural y a otros factores como su destino a barrios más
problemáticos.
144
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
grabado un comentario de un policía tras golpearle: “tuvimos que perseguirle ... creo que
eso nos irritó un poco” (Locke 1996, 144).
c) Conceptos de masculinidad.
e) Saben lo que hacen, son los expertos en la delincuencia, por lo que no merece la pena
escuchar a otros (políticos, vecinos, investigadores...).
f) Fidelidad corporativa. Un estudio de 1978 de Estados Unidos mostraba que los policías
encuestados consideraban la brutalidad policial como el comportamiento menos
desviado, equiparable a quedarse dormido durante servicio y, simultáneamente, uno de
los comportamientos más frecuentes (40% declararon haber hecho uso de la misma a lo
largo de su carrera), pero que menos denunciarían (Locke 1997, 140-1).
202
De acuerdo con la Encuesta sobre el Delito de Islington de 1986, aproximadamente el 52,7% de los
hombres negros por debajo de los 25 años habían sido parados por la policía durante los últimos doce
meses -comparado con el 31% respecto de los blancos-. Según una investigación longitudinal alemana,
el 14% de niños extranjeros de 14 años de edad habían tenido por lo menos un contacto con la policía.
Al llegar a los 18 años, el porcentaje era del 29% (Albrecht 1996, 96). Los detenidos también esperan
respeto, cfr. los conceptos de justicia procedimental y terapéutica.
145
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
No hay cifras totalmente fiables sobre el número de los inmigrantes en Euskadi, Por otra
parte, de acuerdo con el Registro de detenidos, los extranjeros ascienden a un 15-7%
(30% en Bizkaia, llegando al 50% en la zona de San Francisco de Bilbao). Algunas
nacionalidades son vinculadas al tráfico de drogas (ciudadanos de Guinea Bissau), otras a
los delitos contra la propiedad (personas de Argelia) y otras a una serie de redes de
explotación de mujeres, inmigrantes y crimen más o menos organizado (Inda 1998). Las
detenciones deben respetar los derechos constitucionales y procesales de los sospechosos
-aunque en la práctica los derechos a un intérprete o a la comunicación con el consulado
sean objeto de renuncia para que no se descubra su país de origen-. La identificación, en
todo caso, corresponderá a la Policía Nacional.
146
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
“Nos sobrepasó un coche de la Ertzaintza, paró delante y nos gritaron: ‘eh, vosotros ...
que nos han dicho que unos chicos de color han robado una cartera’ ... ‘¿qué pasa?’ -les
dije- ‘¿tenemos pinta de robar carteras?’, ‘pues claro’ -me dicen-” (p. 41)
-abordar violentamente.
-hacerles quitar la ropa en plena calle.
-hacerles vaciar el bolso/bolsa y bolsillos en el suelo de la calle.
-registrar un local sin orden.
-requisar objetos sin dar un justificante.
-ante la reacción de los inmigrantes, los policías reaccionan violentamente
(insultando, golpeando, amenazando, hostigando, no ofreciendo identificación,
deteniendo...).
-cometer arbitrariedades durante la detención (no avisar al tutor de un menor,
no explicar los motivos de la detención, humillando, amenazando, no ofrecer abogado,
ni intérprete, etc.).
147
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
otro no decía nada, estaba a un lado sin decir nada...” (p. 62); “Le pregunto que para qué
cuenta el dinero de la persona que está registrando y me responde que soy el único
vecino que conoce que apoya el narcotráfico. O sea, que como el piensa que esa persona
es traficante no entiende que yo me preocupe por lo que le pasa ... y además, como me
preocupo por lo que hace con esta persona, resulta que también yo soy traficante” (p.
65); “Sí, tengo miedo por nosotros. A mí la Ertzaintza me da miedo...” (p. 83). Se
concluye que: “Las violaciones descritas, pues, no son hechos aislados ni casuales. Por el
contrario, se producen de manera continua, con una forma y contexto similares, y con
una aparente intencionalidad” (p. 70). Existen mecanismos de impunidad permitidos por
los compañeros y superiores (p. 72).
148
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
6. Epílogo
203
Para esta formación, considerando su contexto estadounidense, véase el libro de Hendricks y Byers
(1994).
204
Cfr. art. 104 CE.
149
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
4. Fomentar la reforma de las leyes que regulan la extranjería para constituir a los
inmigrantes en sujetos de derechos y deberes, lo que tendría su máxima expresión en
una futura Constitución europea. Se trata de fomentar una perspectiva de los derechos
humanos como inseparable de la de la seguridad.
-Chivo expiatorio.
205
El contacto con personas “no desviadas” puede ayudar a romper estereotipos.
150
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Según las estadísticas del Ministerio de Interior, para todo el Estado, la mayor parte de
los menores y jóvenes son detenidos por delitos contra la propiedad, fundamentalmente
robos. Sin embargo, existe una percepción de su aumento cuantitativo y cualitativo -en
una escalada de violencia- (Fernández et al. 2009). Esta percepción es también de
carácter internacional y los estudios comparados no parecen ponerse de acuerdo. Así, en
1998, se presentó dentro del Congreso Internacional de Criminología de Seúl un estudio
suizo que mostraba la estabilidad de la delincuencia juvenil en los países occidentales,
mientras que la investigación del Instituto de Investigación Criminológica de Hanover
apuntaba un aumento desde principios de los noventa, centrado en la criminalidad
violenta206. En él se destacaba que las víctimas de la criminalidad juvenil eran también
jóvenes y se vinculaba a los problemas inherentes de la integración de las minorías
étnicas y/o inmigrantes en determinados barrios de los centros urbanos207. Se ha llegado
a afirmar que el principal reto en materia de prevención para los países europeos es la
integración social y económica de los jóvenes inmigrantes de las zonas urbanas
(Kangaspunta et al. 1998; 1999)208.
206
Según el estudio del Ararteko, referido a datos de 1996 y 1997 de los Juzgados de Menores, el perfil
del menor infractor se correspondeíacon un varón (80%), entre 14 y 15 años, que actúa solo. Un 26% de
los expedientes de la muestra estudiada se referían a menores pertenecientes a la etnia gitana. Más de un
34% pertenecían a familias que carecían de recursos económicos suficientes. La mayoría de las
infracciones eran contra la propiedad y un 30% contenían algún tipo de violencia contra las personas
(Ararteko 1998, 97-100).
207
Su convivencia en las zonas rurales es también importante, ya que ahora se da un fenómeno de
llamada ante la falta de mano de obra en labores agrícolas, circunstancias radicalmente diferentes de las
que motivaron el pensamiento criminológico de la Escuela de Chicago y las teorías que la siguieron,
vinculadas a la presencia de bandas juveniles de minorías étnicas en las ciudades estadounidenses de
progresiva industrialización, a finales del siglo XIX.
208
Sobre la involucración de los jóvenes inmigrantes en la microdelincuencia, vid. Serrano (2002).
151
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Nos encontramos aquí, al igual que con la violencia familiar, con "una novedad
perpetua", con un concepto elástico, en el que el término "joven" adquiere diferentes
significados (Pearson 1994). El joven delincuente como objeto propio de estudio es
producto de finales del siglo XIX, cuando los reformadores trataron de crear tribunales y
centros de internamiento especializados para sacarlos de las prisiones. En el caso
español, el primer tribunal tutelar de menores fue creado en Bilbao en 1918, con un límite
máximo de edad de quince años, aumentado uno más en 1925. Los primeros
reformatorios fueron establecidos como entidades privadas de carácter provincial que
recogieron una ideología correccionalista. Con el paso del tiempo, del modelo
paternalista o tutelar, se pasó al garantista y hoy se debate el llamado modelo de la
responsabilización, basado en la mediación y/o reparación. Este tipo de respuesta ha
recibido el respaldo de la normativa internacional, tanto del Consejo de Europa como de
las Naciones Unidas, que busca hacer realidad el principio de mínima intervención para
evitar la estigmatización del menor o joven, quien, en la mayoría de los casos, no volverá
a delinquir según demuestran las investigaciones criminológicas.
La idea central de la política criminal en relación con la delincuencia juvenil, según los
estándares internacionales de derechos humanos, es que debe presidir el interés del
menor, creyendo en su recuperación y en los efectos dañinos que puede provocar su
estigmatización por parte del control jurídico-penal, en lo que se refiere a
comportamientos leves o aislados, como suelen ser la mayoría.
152
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Según datos de la Fiscalía General del Estado, referidos a 2013209, en dicho año se
tramitaron 6 expedientes por asesinato consumado (8 en 2012 y 4 en 2011) y 2 en grado de
tentativa (4 en 2012 y 4 en 2011); por homicidio consumado han sido 3 (5 en 2012 y 2 en
2011) y 6 expedientes por 7 homicidios en grado de tentativa, de los que sólo 5 han sido
calificados como tales (15 homicidios intentados en 2012). Un total de 9 personas
perdieron la vida por estos hechos.
Los expedientes tramitados por distintas modalidades de delito de violación (arts. 178 y
179 del CP) se cifran en torno a la treintena.
209
Véase en http://www.fiscal.es.
153
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Por tanto, se pone de relieve que, aunque sigue siendo mayoritario el control jurídico-
penal sobre la población de estatus medio y bajo –con presencia creciente de menores
extranjeros no acompañados y de origen inmigrante210-, existen conductas que no
pueden explicarse por razones de exclusión social, aunque sí de “conflictos familiares,
falta de límites, permisividad e inconsistencia de pautas educativas, fracaso escolar,
consumo de tóxicos…”. Este último factor no debe infravalorarse en el caso de menores
agresores en el ámbito de la familia.
210
Por ejemplo, siempre para el año 2007, la Fiscalía de Barcelona ha registrado el triple de menores
infractores procedentes de países del Este, “especialmente de Rumania, los cuales son sometidos a
explotación por mafias de adultos, y de los que no puede decirse propiamente que estén desamparados,
por cuanto, o bien están casados o mantienen una situación de emancipación de hecho, o bien
mantienen contactos estrechos con su familia «amplia». Menores que cometen multitud de pequeños
hechos delictivos, que en ocasiones son detenidos varias veces en el mismo día y respecto de los cuales,
cuando empieza a intervenirse, desaparecen, o mejor dicho, son «trasladados» de ciudad o país por las
mafias que les explotan … no se dedican a hechos con violencia o intimidación, sino a pequeños hurtos.
Y que van desapareciendo a lo largo de la instrucción, son llevados a otros países y a otras comunidades
autónomas, menores a los que resulta muy difícil localizar y a los que pueden prescribírseles las
actuaciones, o menores, en muchas ocasiones de menos de catorce años, utilizados precisamente por
tener menos de 14 años, para evitar ser juzgados”.
154
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Violencia familiar
Algunas Fiscalías han indicado el aumento de las denuncias de los padres contra sus
hijos por casos de violencia. El internamiento no resulta adecuado por su posible riesgo
criminógeno de contagio. En ocasiones, si así lo aceptan ambos, los jóvenes conviven con
sus abuelos, figuras a las que, curiosamente frente a la de sus padres, siguen respetando
en algunos supuestos. En ciertas provincias el menor es destinado a los llamados “pisos
de convivencia”, junto con educadores y con otros menores en condiciones similares. En
algunas Comunidades existen programas específicos para afrontar este tipo de
conductas, como en Gipuzkoa. En Asturias se creó por la Consejería de Justicia, en
colaboración con Cruz Roja, el Programa de Terapia y Orientación Familiar con
Menores. Se trata de un recursos específico indicado para los casos menos graves o
incipientes de maltrato familiar, mediante una intervención con el menor y su familia,
con medidas educativas, psicoterapéuticas y actuaciones de orientación y apoyo. En A
Coruña se sigue desarrollando el programa «Intervención con Menores Maltratadores de
sus padres», llevado a cabo por el Departamento de Psicología de la Facultad de
Sociología de la Universidad.
211
En la transición a la edad adulta: “Para la mayoría de los individuos, el desarrollo del cerebro en este
periodo indica unas capacidades crecientes para realizar planes personales y para llevarlos a cabo, así
como para una toma de decisiones más reflexiva. Durante esta etapa, los jóvenes están adquiriendo una
mayor capacidad cognitiva a partir de una progresiva mielinización y maduración funcional de la corteza
prefrontal” (Thornberry et al. 2013, 31).
155
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Violencia de género
Agresiones a educadores
156
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
agresiones físicas o, incluso, en alteraciones colectivas del orden interno en los centros. Y
todo ello sin olvidar los cuantiosos daños que causan los menores en los citados centros
o, incluso, en los bienes particulares de los educadores y trabajadores de los mismos. En
este orden de cosas, la situación más crítica se vivió en el albergue de Segura,
dependiente de la Diputación Foral de Guipúzcoa, que fue parcialmente destruido por
un incendio. Los protagonistas de esta clase de delitos, en más del 50 por 100 de los
casos, son menores no acompañados de origen magrebí, que en el año 2007 han llegado a
Guipúzcoa en número cercano a los 200”.
En todo caso, debe fomentarse la formación de los trabajadores y el apoyo técnico, social
e institucional hacia los mismos, de manera que cuenten con los recursos necesarios.
Si bien las noticias al respecto pueden producir alarma social, las Memorias fiscales
entienden que el fenómeno sigue estable y controlado. Se han dado casos de grupos que
cometen delitos contra la propiedad y también peleas entre grupos de jóvenes de
diferente origen o de ideología radical.
157
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
de sus integrantes ya no son menores, sin que se aprecie que tengan capacidad para
captar gran número de menores, mientras no se les haga publicidad, puesto que darles
publicidad es completamente contraproducente”.
Sobre la respuesta penal, para determinadas Fiscalías, “la sola aplicación del Derecho
Penal como sistema de solución de problemas revela tres lagunas (Goldstein, 1990):
1) etiquetar el problema bajo una sola respuesta legal desdibuja diferencias importantes
que ayudarían a desarrollar respuestas efectivas;
158
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
4) difundir la información;
5) movilizar a la comunidad;
6) utilizar las formas de control social existentes (como el derivado de las relaciones
parentales, escolares, laborales o de la pertenencia a una comunidad religiosa);
Por otra parte, sin que lleguen a ser bandas sí tienen probablemente mayor importancia
numérica –especialmente si considerásemos la cifra negra- los actos vandálicos por
grupos de jóvenes nacionales en las noches de fin de semana, vinculados al consumo de
alcohol y drogas, en forma de violencia gratuita e interpersonal.
159
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Se están dando casos de menores que comenten “delitos contra el honor, la intimidad
personal y contra la propia imagen o delitos de descubrimiento y revelación de secretos
en concurso, generalmente, con otro u otros delitos o faltas de injurias, realizados
mediante los ordenadores, a través de comunicaciones electrónicas y mediante
fotografías y videos grabados utilizando teléfonos móviles, que luego son colgados en
Internet”.
Estos hechos se caracterizan por la dificultad en su investigación respecto de la
identificación del autor y, de forma preocupante, por la victimización síquica que
producen (vergüenza, depresión…), especialmente, en las víctimas chicas. Además, no
siempre es fácil conseguir el cese de la difusión.
Aun cuando el Ministerio Fiscal opera con dos Secciones distintas (Menores y
Extranjería), se propugna una colaboración intensa, especialmente, respecto de la
determinación de la edad en los casos dudosos212 y la tramitación de los expedientes
212
La determinación de la edad es crucial para dilucidar si, en su caso, debe ir a la jurisdicción penal de
adultos o de menores. Según la Fiscalía General del Estado, en su repetidamente citada Memoria
relativa a 2007: “La prueba más utilizada es la controvertida radiografía de muñeca y mano izquierda
(método Greulich-Pyle) para su comparación con unas tablas previamente elaboradas para estudios
estadísticos sobre crecimiento de estos huesos a diferentes edades, cuyo margen de error oscila entre
los 6 y los 24 meses. La discutible validez de este método, que está fundado en tablas o atlas de
contraste elaborados en los años 30 del siglo XX respecto de la población europea o norteamericana de
raza blanca, se agrava si tomamos en cuenta que en muchas provincias españolas los informes de
interpretación de los resultados de las pruebas no son realizados por médicos forenses expertos en la
materia sino por los mismos médicos de Urgencias de los Hospitales donde se practican, que muchas
veces carecen de la debida especialización y del tiempo necesario para profundizar en sus informes. La
160
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
repatriativos (para su reagrupación familiar o para ser asumida su guarda por los
servicios competentes de protección de menores de sus países de origen). Según datos de
la Comisaría General de Extranjería, en 2007 se han ejecutado 18 repatriaciones de
menores extranjeros no acompañados (13 marroquíes y el resto de Ucrania, Paraguay,
Bolivia y Colombia). Ello supone un gran descenso, respecto de las 111 ejecutadas en 2006,
justificable por la dificultad de obtener información precisa sobre los padres o los
servicios de protección de su país213; por la complejidad de los propios procedimientos
burocráticos de repatriación; y por la falta de acuerdo jurisprudencial respecto de la
necesidad de audiencia del menor (art. 92. 4 RE).
solución de este problema es muy complicada toda vez que las alternativas existentes además de que
no son absolutamente fiables, tienen un costo muy elevado y son muy lentas en su realización. En este
sentido, en algunas regiones (Orense y Guipúzcoa) se llevan a cabo ortopantomografías (radiografías
panorámicas de ambos maxilares) que valoran la edad tomando en consideración el desgaste de dientes
y muelas. Se utiliza para contrastar y depurar los resultados preliminares derivados del estudio de la
radiografía común de muñeca y mano”.
213
En parte, esta dificultad puede salvarse mediante la firma de convenios, como el suscrito entre el
Reino de España y el Reino de Marruecos sobre Cooperación en el Ámbito de la Prevención de la
Emigración Ilegal de Menores No Acompañados, su Protección y su Retorno Concertado, firmado en
Rabat el 6 de marzo de 2007.
214
En referencia a grupos como los skin heads, algunos autores se han referido al "desequilibrio en la
constelación de identidades" que provoca una falta de confianza en las instituciones sociales tradicionales
en el seno de una sociedad que, simultáneamente, exige una mayor confianza en uno mismo. Para una
investigación empírica en España sobre la relación entre las víctimas y los autores de delitos relacionados
con la violencia xenófoba, vid. Jabardo (1996). Cfr. Malewska-Peyre (1991).
215
Rasgos de autoritarismo o dogmatismo.
161
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Otra causa de alarma social es la llamada violencia gratuita protagonizada por algunos
jóvenes. Creemos que todo acto de violencia, por rechazable y absurdo que pueda
parecer, tiene un significado para su autor. En este sentido, frente al concepto de
violencia instrumental o incidental resulta más correcto el término de violencia
simbólica o expresiva que violencia gratuita. Diversos actos protagonizados por jóvenes,
en el escenario escolar, deportivo o de ocio propio del fin de semana, expresan, aunque
de forma errónea, su búsqueda de identidad (incluso sexual), de emociones fuertes, su
no aceptación de los límites, su frustración...
Las distintas teorías sobre la delincuencia juvenil han ofrecido siempre una visión parcial
del fenómeno, siendo necesaria su integración y validación a través de estudios
empíricos desarrollados en nuestro país con población masculina y femenina, que
permitan verificar las teorías ecológica, estructural-funcional (oportunidad diferencial),
subcultural, del etiquetaje y neutralización, del control (informal), etcétera.
162
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Thornberry et al. (2013, 39-40), concluyen su estudio sobre las transiciones delictivas de
la siguiente manera: “Tal vez uno de los temas fundamentales de la política criminal y
preventiva, al que habría que atender en años venideros, es al análisis de las consecuencias
criminogénicas que a largo plazo pueden tener las transiciones vitales desordenadas o
fuera de edad. Por ejemplo, experiencias como haber fracasado en la finalización de la
escuela secundaria, o una paternidad adolescente, pueden tener efectos perjudiciales graves
y prolongados para el individuo y su familia. Lo anterior sugiere, en primer término, la
conveniencia de desarrollar programas de prevención eficaces para reducir la incidencia
perjudicial de estas transiciones precoces. Tales intervenciones preventivas, no solo pueden
contribuir, en general, a mejorar el nivel educativo de los individuos y a favorecer un
proceso más maduro de constitución familiar, sino que también podrían tener otros efectos
positivos muy relevantes aquí, como una reducción de la prevalencia y frecuencia delictivas
durante las etapas de la juventud y la adultez temprana. Obviamente, las iniciativas
preventivas en las direcciones señaladas no serán siempre completamente exitosas. Por
ello, también sería muy importante crear servicios específicos, cuyo cometido sea reducir o
amortiguar las posibles consecuencias negativas futuras que podrían precipitarse sobre
aquellos jóvenes que abandonan la escuela o que devienen padres adolescentes (o que
experimentan alguna otra suerte de transición vital especialmente problemática).
Igualmente, la investigación y las teorías comentadas aquí, también avalan la
consideración de que los programas de intervención temprana podrían comportar
importantes beneficios preventivos a largo plazo. Por último, como se ha puesto de relieve,
la criminología contemporánea ofrece un espectro completo de teorías estáticas y
dinámicas bien desarrolladas, que permiten explicar las diferencias en las trayectorias
infractoras que se producen durante la transición a la edad adulta. Sin embargo, el hecho
mismo de que existan distintas trayectorias delictivas, requiere a las teorías a dar una
explicación más completa sobre la maleabilidad y cambio del comportamiento antisocial.
Aunque los investigadores y criminólogos académicos claramente se decantan por la
necesidad de explicaciones teóricas dinámicas (más que estáticas), que tomen en cuenta la
plasticidad de la conducta delictiva a lo largo del tiempo, en función de los múltiples
factores cambiantes de la vida, tales perspectivas apenas han comenzado a difundirse en el
discurso más popular y en las políticas públicas, que tienden en general a interpretar la
163
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En el ámbito del Consejo de Europa y de las Naciones Unidas se han promovido textos
normativos sobre justicia restaurativa particularmente para menores infractores, según
se detalla a continuación de forma no exhaustiva.
NACIONES UNIDAS
216
Extraído de Varona (2014).
164
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Por otra parte, aunque no exista regulación expresa –y como suele ser habitual en
muchos procesos restaurativos, particularmente en sus inicios-, existen experiencias de
165
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
A modo de ejemplo podemos pensar en el caso real de unos menores que quemaron una
vivienda y que, además de reparar económicamente –cuestión que, en lo que respecta a
la responsabilidad civil, va a recaer sobre sus progenitores-, deciden comprometerse
activamente en una reparación simbólica o de petición de disculpas que, en este caso
concreto, interesa también a la víctima. En otros casos, la reparación se materializa en
una prestación personal, en el sometimiento a una terapia o programa o en la promesa
de fomentar o evitar determinadas conductas. No obstante, existe un riesgo real, como se
indica en algunos estudios, de que la interpretación del interés del menor infractor
convierta los procesos en mínimamente o nada restaurativos, siguiendo la clasificación
de Howard Zehr (2002). En este sentido cabe buscar un entendimiento restaurativo del
interés del menor, víctima y/o autor, lo que supone pasar, en determinados casos, de un
enfoque de vulnerabilidad a otro de interseccionalidad e interdependencia. Quizá este
último enfoque ha sido más estudiado en la complejidad de la violencia contra los
progenitores (Daly y Nancarrow, 2009).
166
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Por otra parte, dentro de las formas innovadoras de justicia, cobran creciente
importancia las iniciativas de justicia terapéutica, con enfoque restaurativo, para
menores infractores con problemas de salud mental (Shufelt y Cocozza, 2006).
En la justicia penal juvenil los procesos restaurativos también aportan beneficios a las
posibles víctimas menores porque, aunque se ha ido aumentando las posibilidades de
participación de las víctimas en el campo de menores, dicha participación no satisface
cuestiones relativas al protagonismo real, la evitación de la victimización secundaria y los
intereses de las víctimas en ser reparadas, más allá de lo económico. En todo caso, aquí
también existe el riesgo de una falta de equilibrio entre los derechos de las personas
víctimas e infractoras (Eliaerts y Dumortier, 2002), cuando ambos son menores, bajo una
visión antagónica, promovida por los intereses mediáticos y políticos, particularmente en
delitos graves.
A) Contextos inhibidores:
-Actitudes negativas, vulnerabilidades preexistentes y aislamiento social de los posibles
participantes.
167
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
B) Contextos favorables:
-Enfoque inclusivo respecto de los tipos penales y los perfiles sociodemográficos de las
personas participantes.
-Disponibilidad de instrumentos de empoderamiento individual y de desarrollo de
competencias sociales a corto, medio y largo plazo.
-Posibilidad de abordar o aminorar las circunstancias de fondo.
-Innovación en tipos de procesos restaurativos adecuados a cada caso concreto.
-Entendimiento común de la justicia restaurativa por los diferentes operadores jurídicos,
gestores públicos y sociedad.
-Normativa básica y modulación flexible.
-Financiación pública estable.
-Estatus definido de las personas facilitadoras.
-Existencia de una agencia pública de coordinación, apoyo, supervisión y evaluación.
-Apertura a la investigación científica y las evaluaciones externas.
168
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-Transición delictiva.
-Mielina.
169
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1. Introducción
Cuando surgió la Criminología, a finales del siglo XIX, influida por el darwinismo y el
desarrollo de las ciencias naturales, la mayor parte de los criminólogos –todos eran
hombres entonces218- creían firmemente que era posible validar empíricamente una serie
de hipótesis acerca de las causas de la delincuencia con el fin de erradicarla. Hoy, las
personas que se dedican a la Criminología, son menos ingenuas y controlan mejor sus
prejuicios. Con un concepto más elaborado y complejo de la delincuencia y de los
factores de riesgo y protección frente a ella, tras numerosos estudios empíricos y marcos
teóricos –incorporando la perspectiva victimológica y preventiva-, desde la Criminología
se ofrece un conocimiento más modesto y, paradójicamente, más completo.
¿Qué tiene que ver todo lo anterior con el urbanismo desde la visión de las mujeres,
particularmente respecto de la seguridad? Este texto explora las posibles respuestas a
esta pregunta desde un enfoque interdisciplinar, de carácter participativo y preventivo
local. Las fuentes utilizadas para ello se encuentran básicamente en el informe de 2010
sobre Programa y en la experiencia del desarrollo de una auditoría local de seguridad
(ALS) en el municipio de Barakaldo en 2011219.
217
Adaptación de Varona (2012).
218
Paralelamente, de forma general y como en otras ciencias empíricas, validaban sus teorías sobre
muestras formadas exclusivamente por hombres. Este hecho ha perdurado hasta tiempos recientes.
219
Sobre el primero, vid. Varona (2011). El segundo fue publicado a comienzos de 2012.
220
Es por ello que hablamos de perspectivas para evitar caer en la asunción de que los intereses y
expectativas de las mujeres son siempre opuestos a los de los hombres y de que constituyen un bloque
monolítico sin posibilidad de divergencia entre ellas mismas.
221
Particularmente dentro de la Victimología crítica y feminista.
170
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Como se señala en el Foro Europeo para la Seguridad Urbana, organismo que agrupa
diferentes municipios de Europa, la escala municipal resulta fundamental para entender
la política criminal en acción y formular estrategias preventivas acordes con los derechos
humanos.
222
Basta recordar el uxoricidio.
223
Si bien, éstos siempre serán imprecisos, particularmente en algunos delitos contra las mujeres tanto en
la vía pública, como en espacios privados –incluyendo no sólo la violencia doméstica, sino también en los
lugares de trabajo-, así como los relativos a la delincuencia organizada a escala transnacional –piénsese,
por ejemplo, en el delito de trata-. Por último, no cabe olvidar los espacios virtuales en Internet.
224
Por comparación con otras grandes metrópolis, en el caso vasco no contamos con grandes urbes. Esta
cuestión ha de considerarse cuando se realizan estudios de caso o se trata de extrapolar las conclusiones
de otras investigaciones urbanas. Por otra parte deben estudiarse de forma interrelacionada los procesos
de urbanización, industrialización, migración, surgimiento de Criminología y expansión de la prensa
como factores que configuran el problema social del miedo al delito.
171
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
emancipadoras que opresivas para las mujeres, sin perjuicio del riesgo de crear guettos225.
Steven Pinker ofrece el dato de que el índice de asesinatos en las comunidades Inuit es
muy parecido al de los barrios más peligrosos de Detroit (2011). También subraya que la
empatía y la mayor participación de las mujeres en la sociedad contribuyen a menores
índices de violencia porque se da una mayor sensibilidad y rechazo hacia la misma.
Desde un punto de vista teórico, la preocupación por la seguridad urbana bebe de las
perspectivas de la llamada Criminología ambiental (Vozmediano y San Juan 2010),
heredera de la Escuela Cartográfica o Estadística moral y de la Escuela de Chicago, junto
con los resultados de las investigaciones criminológicas y victimológicas más recientes.
225
Sobre la realidad francesa y la creación de chivos expiatorios sobre determinados grupos de población
extranjera, vid. Muchielli.
226
Información extraída del Centro virtual de conocimiento sobre la violencia contra las mujeres en
http://www.endvawnow.org/?ciudades-seguras&menusub=490&id=2528&haga-preguntas-sobre-la-
seguridad-de-las-mujeres-en-la-ciudad.
227
En el País Vasco tenemos los llamados mapas del miedo, de la ciudad prohibida o de puntos críticos,
desde una perspectiva de género. Sin embargo, su enfoque no es tan ambicioso como el de las auditorías,
las cuales, en todo caso, habrán de tenerlos en cuenta.
172
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Medina sitúa en 1938, en el ensayo de Louis Wirth sobre el urbanismo como modo de
vida, las bases de la Sociología urbana contemporánea y el pensamiento criminológico
ambiental o ecológico (2010). Para este autor, el nivel de análisis no son los individuos,
sino los hábitats y, en concreto, el contexto urbano, en que se explora la distribución e
interacción de objetivos (víctimas), infractores y oportunidades en diferentes franjas
horarias y zonas. Se relaciona con las teorías de la actividad rutinaria que se centra en la
concurrencia, en el espacio y en el tiempo de las rutinas diarias, de un posible infractor
con una víctima apropiada y una ausencia de control (Cohen y Felson 1979). Esta teoría
supone una precisión respecto de las teorías generales de la oportunidad y de la elección
racional que explican que el infractor toma la decisión de delinquir buscando su
beneficio, si bien la racionalidad de dicha decisión depende del tiempo concreto, las
habilidades cognitivas del infractor y la disponibilidad de información relevante (Cornish
y Clarke 1986).
228
Debe considerarse el manejo de este concepto realizado, en gran parte, por los urbanistas, así como
su recepción en la teoría política y la Psicología social. Sobre acciones prácticas en torno al concepto de
“democracia local”, deben resaltarse las actividades de la Comisión de Descentralización y Autonomía
Local de CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos).
173
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Podemos ilustrar el desarrollo del marco teórico del que se nutren las auditorías de
seguridad, en relación con la preocupación por la seguridad, de la siguiente manera
(Varona 2011):
Genealogía
del
término
“miedo al delito”
Contexto socioeconómico y
Científica: Política criminal/victimal:
político:
Victimología moderna, Seguridad, proximidad y Medios de comunicación
Urbanización, inmigración,
feminista; Criminología realista, participación (movimientos
globalización y nuevas
ambiental y cultural ciudadanos)
tecnologías
1. No existe sociedad libre de delito ni de miedo al delito, pero sí contextos en que puede
reducirse la victimización, incluyendo la anticipada, y proporcionar recursos efectivos,
individuales, relacionales, ambientales y estructurales, para una adecuada
desvictimización, contemplando el derecho a la seguridad humana de forma
interdependiente.
2. Las personas, particularmente las mujeres por razones obvias, temen más sufrir un
delito violento causado por desconocidos en la vía pública que por conocidos o
174
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
familiares, pero los estudios sobre la realidad delictiva indican que el riesgo objetivo es
mayor respecto de conocidos o familiares229.
229
En todo caso, algunos estudios con entrevistas en profundidad sobre el riesgo de las mujeres a sufrir
delitos de carácter sexual parecen apuntar a que el miedo no es exagerado (McLaughlin y Muncie 2001,
118-9).
230
Con este término se engloba también a los delitos de cuello blanco, menos visibles cuando se habla de
miedo ya que no suponen violencia, al menos tal y como se entiende de forma tradicional.
175
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
El uso de cámaras fotográficas permite ayudar a los grupos a comunicar sus opiniones y
sus inquietudes a una audiencia más amplia. Además: “la índole práctica del proceso le
confiere un realismo que los vecinos suelen encontrar más atractivo que una sala de
reunión, y los participantes parecen pasar naturalmente de los problemas a las
respuestas”.
231
Coordinadora del programa mujeres y ciudad en Montreal, desarrollado entre 1994 y 2004, vid.
www.womenincities.org.
176
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas evaluó la ejecución del Programa
de Hábitat, concluyendo con su escaso desarrollo gubernamental, aunque se destacaron
avances llevados a cabo por diversas organizaciones. Así, los intercambios
internacionales a través de las Naciones Unidas (PNUD, UNIFEM y ONU-Hábitat) y
organizaciones como el Foro Europeo de la Seguridad Urbana, Mujeres y Ciudad234,
232
Debe considerarse asimismo la celebración en 1995 de la Cuarta Conferencia Mundial de las Mujeres
(Beijing, 1995).
233
Este frase fue acuñada por el sociólogo francés Lefebvre (1968) frente a la creciente privatización del
espacio urbano. Se recoge como derecho en el art. 1 de la Carta Europea de Salvaguarda de los
Derechos Humanos en la Ciudad, de 2002, elaborada a iniciativa de diferentes ciudades.
234
Destacando su actividad en la ciudad de Montreal.
177
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Hay tres principios clave que rigen a las auditorías de seguridad de las mujeres que
pueden trasladarse a cualquier auditoría o diagnóstico de seguridad:
235
Considérese la recepción por las instituciones internacionales (especialmente, UNIFEM y ONU-
HABITAT) de las demandas del movimiento feminista en relación con la perspectiva de género sobre la
seguridad en las ciudades.
236
Algunos grupos que trabajan en este sector señalan como riesgo de la transversalidad una vuelta a la
invisibilidad.
237
El primer Foro y Declaración fueron realizados en 2007 en Bruselas.
178
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
The Death and Life of Great American Cities fue publicado por la escritora y activista Jane
Jacobs en 1961. En esta obra critica la creación modernista de espacios urbanos aislados.
Fue muy influyente en el denominado movimiento de nuevo urbanismo que surge en la
década de los ochenta. Este libro, convertido en un clásico de la planificación urbanística
del siglo XX, trata entre otras cuestiones de la degradación del centro de las grandes
ciudades y de la necesidad de calles multifuncionales. De ella es la expresión eyes on the
street en relación con la seguridad. Quizá, recordando el caso de Kitty Genovese, deba
añadirse a “ojos en la calle”, “ojos empáticos”, para limitar la difuminación del
sentimiento de responsabilidad o indiferencia social238.
238
Esta difuminación o desaparición de la responsabilidad individual, junto al miedo, en determinadas
circunstancias se conoce como el “síndrome Genovese”, en alusión al caso de Kitty Genovese, una mujer
que murió apuñalada el 13 de marzo de 1964 en Queens, Nueva York. Treinta y ocho personas oyeron sus
gritos durante más de media hora, pero nadie llamó a la policía ni bajó a ayudarla. Una consecuencia de
este hecho fue la creación del 911 para llamar a la policía. Vid. Decoin (2010).
179
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Del estudio de los documentos desarrollados dentro de este Programa de ONU Mujeres
puede observarse que, en línea con los conocimientos criminológicos y victimológicos, se
elige una óptica preventiva comunitaria, situacional y victimal de reducción de riesgos
que, si bien es específica para las mujeres, tiene una vocación universal y no antagónica.
Ello se relaciona con la elaboración teórica actual del concepto interdisciplinar de
seguridad humana.
El movimiento feminista, junto con otros movimientos en favor de personas que padecen
diversas victimizaciones, ha logrado la visualización y la toma de conciencia respecto del
reparto desigual de la seguridad tanto en espacios privados como públicos, donde, sin
duda, el urbanismo inclusivo puede influir positivamente. Además, una de sus
aportaciones más importantes del feminismo es la visión interdependiente de dichos
239
Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres. Vid.
en http://www.endvawnow.org/es/about.
180
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-Criminología ambiental.
1. Crímenes internacionales
Los crímenes internacionales son aquellos que atentan contra toda la humanidad. Se
trata de conductas graves contra el derecho internacional de los derechos humanos y el
derecho humanitario. En este sentido, constituyen formas de abuso de poder (político o
institucional), tal y como son descritos en la Resolución de las Naciones Unidas, de 1985,
sobre las víctimas de delitos y de abusos de poder242. En nuestro ordenamiento están
240
Víctimas y justicia restaurativa, según se propone en el informe de 2011 de ONU Mujeres.
241
Cfr. el proyecto de las Naciones Unidas de creación de una Universidad mundial de Seguridad y
Desarrollo Social, con sede en Brasil, donde se maneja dicho concepto de seguridad humana, dentro de
los objetivos del milenio.
242
En este concepto también deben entenderse los abusos de poder económico.
181
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
recogidos como delitos en el Titulo XXIV del CP, si bien han sido aplicados en escasas
ocasiones. Dentro de los crímenes internacionales se distinguen los crímenes contra la
humanidad, el genocidio, los crímenes de guerra y el de agresión. La reforma de la LO
1/2015 ha introducido la prisión permanente revisable para las formas más graves de
genocidio y de crímenes de lesa humanidad.
Aunque pueden encontrarse otros orígenes más remotos, el moderno derecho penal
internacional nace de un hecho traumático: la Primera Guerra Mundial. Tras la Segunda
Guerra Mundial surgió con más fuerza la conciencia de “nunca más” y, sin embargo,
desde entonces más de 300 conflictos internos e internacionales, junto con dictaduras,
han producido más de 170 millones de muertes y una cuantía inconmensurable de daños
físicos, emocionales y materiales. En realidad, estas cifras representan el verdadero
carácter del derecho penal internacional: se trata de un derecho condicionado a la
adhesión de cada estado, a la voluntad política. Incluso frente a las normas de obligado
cumplimiento como son los crímenes contra la humanidad, de genocidio y de guerra ha
faltado una institución capaz de enjuiciar a los responsables de semejantes
macrovictimizaciones.
Es cierto que los convenios internacionales en esta materia vinculan jurídicamente a los
estados que los han ratificado, pero no debe caerse en la ingenuidad de que bastan por sí
solos, especialmente tras situaciones de crisis políticas y transiciones donde las elites del
pasado condicionan las del futuro.
2. La jurisdicción universal
Los crímenes internacionales y otras conductas se estiman de tal gravedad que los
tribunales españoles pueden perseguirlos aunque se hayan cometido más allá de nuestras
fronteras. La justicia o jurisdicción universal supone un principio de aplicación
extraterritorial de la ley penal interna. El caso en España con mayor repercusión jurídica
y social fue el de Pinochet243, cuando la justicia española solicitó su extradición a Londres
en relación con los crímenes de genocidio, terrorismo y tortura cometidos contra
españoles durante su dictadura. En el segundo fallo de los lores británicos, en marzo de
1999, seis contra uno rechazaron la inmunidad del entonces jefe de estado chileno en
243
Para más información véanse los textos relativos al caso en
http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/pinochet/pinochet.htm.
182
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
materia de tortura. Bien es verdad, que la posible extradición quedó limitada a los
hechos acaecidos desde 1988 –cuando entró en vigor en el Reino Unido la Convención
Internacional contra la Tortura y se promulgó su Ley de Justicia Penal-. Fuera de la
incomprensión para los no juristas de los límites de la cronología legal favorables a
Pinochet, lo importante es que se rechazó la tortura como acto de estado amparado por
la inmunidad y se envió así un mensaje a los dictadores futuros y a las víctimas pasadas.
Finalmente, dados los informes médicos y su edad, el Reino Unido no extraditó a
Pinochet por razones humanitarias. A su regreso a Chile, tuvo que enfrentarse a varios
juicios sin que llegase a ser condenado. Murió en 2006, a los 91 años de edad.
Con la reforma actual, se exige una conexión con España que, en muchos casos, desvirtúa
la esencia de la justicia universal. Los jueces españoles solo podrán investigar delitos
cuando la causa se dirija contra ciudadanos españoles o ciudadanos extranjeros que
residan habitualmente en España o cuya extradición hubiera sido denegada por España.
244
Vid. La Ley Orgánica 1/2014, de 13 de marzo, de modificación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de
julio, del Poder Judicial, relativa a la justicia universal. Cuando se aprobó la ley, la Audiencia Nacional
tenía abiertas al menos doce causas sobre justicia universal. Véase el debate público sobre los Principios
de Jurisdicción Universal promovidos por la asociación de derechos humanos FIBGAR en el blog:
http://principiosju.wordpress.com/.
245
Téngase en cuenta que la reforma de 2009 también restringió la jurisdicción universal.
183
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TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
184
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TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-crímenes internacionales
-jurisdicción universal
185
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Diversos autores se han referido a la idea del panóptico digital, donde “nadie se siente
realmente vigilado” ya que se trata de un control que se ha naturalizado o interiorizado
ante una apariencia de libertad de movimientos y comunicación: “La técnica de poder
del régimen neoliberal adopta una forma sutil. No se apodera directamente del
individuo. Por el contrario, se ocupa de que el individuo actúe de tal modo que
reproduzca por sí mismo el entramado de dominación que es interpretado por él como
libertad”, yendo más allá del análisis foucaultiano del poder (Han 2014, 60-61; 46).
1. Videovigilancia
“Tuvo más suerte la generación de mis padres y abuelos, que llevó una vida
tranquila, llana y clara de principio a fin. Sin embargo, no sé si los envidio por
ello... ¡Cómo vivían al margen de todas las crisis y los problemas que oprimen el
corazón, pero a la vez lo ensanchan! Ovillados en la seguridad, las posesiones y
las comodidades... Ni siquiera en sus noches más negras podían soñar hasta qué
punto puede ser peligroso el hombre, pero tampoco cuánta fuerza tiene para
vencer peligros y superar pruebas. Nosotros, perseguidos a través de todos los
rápidos de la vida... para quienes el bienestar se ha convertido en una leyenda y la
seguridad en un sueño infantil... Sufriendo y gozando, hemos vivido el tiempo y
la historia mucho más allá de nuestra pequeña existencia.... Por eso, cada uno de
nosotros, hasta el más insignificante de nuestra generación, sabe hoy en día mil
veces más de las realidades de la vida que los más sabios de nuestros antepasados.
Pero nada nos fue regalado: hemos tenido que pagar por ello su precio total y
real” (Stefan Zweig, El mundo de ayer. Memorias de un europeo)247.
246
Adaptación de Varona (2013).
247
En la primera edición en Acantilado, en 2001 (pp. 48-49).
186
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Antes de aludir al marco jurídico interno, como punto de partida básico pero insuficiente
si no estudiamos la práctica, es preciso considerar el contexto global de la extensión del
uso privado y policial de la videovigilancia y la reacción normativa al respecto,
particularmente en el ámbito europeo.
En el prefacio de su obra sobre esta cuestión, citando a Kammerer (2008, 67), Arzoz hace
referencia a la lógica expansiva de la videovigilancia, más allá de que se haya probado su
eficacia, en un contexto de inseguridad general y de políticas preventivas ante el miedo
de ataques terroristas o de otro tipo (2010).
187
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
248
Si bien Arzoz apunta que también deben considerarse las parcelas del ordenamiento (en gran
parte administrativas) referentes a la protección de datos y a la actividad policial (2010, 28). Dentro
de esta perspectiva, conviene llamar la atención, de cara a futuros estudios, sobre la falta de
garantías “para el control adecuado de las videocámaras móviles. Un régimen de garantías
adecuadas frente a eventuales vulneraciones de los derechos fundamentales pertenece al contenido
esencial de esos derechos. De la ubicuidad de las videocámaras móviles, que las hace menos
controlables por naturaleza y del propio régimen de autorización más flexible que les dispensa la
propia Ley Orgánica se deduce la necesidad de establecer garantías apropiadas suficientes para el
control efectivo de las videocámaras móviles, que eviten o permitan corregir eventuales
vulneraciones de los derechos fundamentales” (Arzoz 2010, 247). Destaca la falta de conocimiento
ciudadano, previo y posterior, a la instalación en lugares públicos de cámaras móviles, ya que no
existe un registro específico ni una identificación precisa de cada cámara. Asimismo subraya la
inseguridad jurídica respecto de la posibilidad de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realicen un
tratamiento automatizado de las imágenes y sonidos captados (art. 2. 2 LOV) hasta el punto de que
pueda constituir un motivo de inconstitucionalidad en cuanto afecte a los derechos fundamentales
(Arzoz 2010, 248). Arzoz adopta una perspectiva crítica desde el Derecho constitucional, pero
también cita obras criminológicas sobre la videovigilancia. Concretamente cita a Lyon (1995), Möller
y von Zezschwitz (2000), Norris y McCahill (2006), Kammerer (2008), Klauser (2006), Hempel (2007),
y Hempel y Töpfer (2009).
249
Según se concluye en el estudio específico de Arzoz (2010, 195) –trasladable a la regulación en el
ámbito deportivo-, el uso de videovigilancia en lugares públicos por las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad supone una injerencia en el derecho a la intimidad y a la propia imagen (art. 18. 1 CE) y a la
protección de datos personales frente a la informática (art. 18. 4 CE) y podría serlo también, según
las circunstancias en que se utilicen las cámaras, respecto de los derechos fundamentales a la
libertad ideológica (art. 16. 1 CE), el derecho de reunión y manifestación (art. 21 CE) y la libertad
sindical y el derecho de huelga (art. 28 CE).
188
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos 250, la siguiente
cuestión jurídica y social reside en establecer la legitimidad, adecuación y
proporcionalidad en el uso de la videovigilancia, respetando el contenido esencial de los
derechos fundamentales afectados.
En todo caso, conviene advertir que el principio de seguridad jurídica quedaría mejor
garantizado con una normativa coherente y uniforme respecto del grado de protección
de los derechos en la utilización de la videovigilancia, cuya regulación ha sido aludida en
ocasiones como “puzzle normativo”. En el cuadro siguiente indicamos algunas de las
normas clave en esta materia.
250
Respecto de la afectación de otros derechos relativos tanto a la vida privada como a la libertad,
más allá del derecho al honor, a la propia imagen y a la intimidad de las personas, el derecho de
reunión y a la protección de los datos personales frente al tratamiento informático, vid. Arzoz (2010,
31).
189
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-LO 4/1997, de 4 de agosto, por la que se regula la utilización de videocámaras por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos (LOV)
-Orden de 7 de abril de 2008, del Consejero de Interior, por la que se procede a crear
los ficheros automatizados denominados red de videovigilancia y huellas de calzado
190
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
191
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En todo caso, diversos estudios muestran que las personas se sienten más seguras
y prefieren la presencia policial o de vigilantes privados a las cámaras, siempre y
cuando no resulte agobiante o no se lleven a cabo prácticas basadas meramente
en el control.
4. Ahora bien, todo estudio sobre la efectividad de la videovigilancia debe partir del
marco jurídico existente en una visión garantista de los derechos que se ven
afectados por las cámaras de seguridad.
5. No se trata de negar los problemas de los ciudadanos sobre su seguridad, sino de
reflexionar de forma serena sobre la implantación de unas medidas costosas que
no han demostrado de forma clara ser eficaces y que, en todo caso, conllevan una
afectación de derechos fundamentales.
6. El presente estudio lo hace para adentrarse, después, en cuestiones de carácter
criminológico, indudablemente relacionadas con elementos éticos y jurídicos,
como también con aspectos culturales, tecnológicos y económicos.
7. Entre las variables que pueden explicar la creciente extensión global de la
videovigilancia en multitud de espacios, públicos y privados, se encuentran las
percepciones de inseguridad de las poblaciones, aún más en momentos de crisis
económica y las posibilidades tecnológicas que permiten un control que, cada vez
más, se internaliza por los ciudadanos como algo rutinario: al ir a sacar dinero, ir
a trabajar o a estudiar, circular por la carretera, entrar en ciertos edificios, pasear
por ciertas calles, visitar un museo, comprar en un comercio, coger el metro, un
taxi o un autobús, entrar en una comunidad de vecinos, donde la persona que
ejercía como portera ha sido sustituida por una cámara...
8. Si bien es cierto que la normativa española es garantista, aunque en materia de
videovigilancia se echa en falta una cierta regulación más uniforme, son
necesarios más estudios que indaguen en la práctica de dicha normativa, por
ejemplo a través del estudio de las actuaciones de las agencias de protección de
192
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
251
La Agencia Vasca de Protección de Datos realiza periódicamente un estudio sobre esta cuestión,
junto con el Gabinete de Prospección Sociológica. En el último estudio hecho público en mayo de
2012, con encuestas en todo Euskadi, más del 80% de los encuestados, de todas las edades, decían
sentirse más seguros con las cámaras, sin valorar la posible afección de derechos. Véase este estudio
en la página web de la Agencia Vasca (accesible en http://www.avpd.euskadi.net/s04-
5249/es/contenidos/informacion/estudio/es_cuali/adjuntos/12tef3_avpd_es.pdf).
193
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
12. En este sentido, los municipios podrían adherirse a la carta Ciudadanos, Ciudades
y Videovigilancia, del Foro Europeo para la Seguridad Urbana. En ella se trata de
evaluar soluciones eficientes y adecuadas con las necesidades previamente
identificadas, valorando la participación ciudadana y el respeto de su privacidad.
La Carta supone un documento sobre el buen uso de la videovigilancia en las
ciudades europeas.
13. La hegemonía actual del enfoque situacional en Criminología contribuye a
minusvalorar la importancia de las relaciones sociales seguras duraderas. Si la
videovigilancia utilizada por las FCS en espacios públicos se está justificando para
reducir los puntos negros de la criminalidad, debe exigirse un debate sereno
sobre cómo se definen esos puntos, qué consecuencias acarrea dicha definición y
cuáles son otras posibles respuestas complementarias.
14. La prevención situacional debe compaginar la prevención victimal y la
recuperación de los victimarios para ser plenamente democrática y eficiente, en
términos de seguridad humana. Según los principios internacionales de buenas
prácticas en materia de prevención del delito, debe conjugarse la prevención
situacional con la victimal, sin olvidar la comunitaria y social. La prevención
comunitaria se basa en la participación activa, afectiva y efectiva y en el trabajo
en red. La prevención social supone un paso más para abarcar aspectos
estructurales (sociales, económicos, culturales…) (Varona 2010,100-101)252.
15. La videovigilancia es efectiva, es decir, es real y verdadera en sus efectos,
deseados o no, positivos para la convivencia democrática o no. Ahora bien, no
siempre resulta eficaz, es decir, puede no conseguir los propósitos que motivaron
su instalación, y hay dudas razonables sobre su eficiencia, respecto de los
recursos empleados. Respecto de la eficacia ya hemos indicado anteriormente,
entre las medidas no deseadas, la afectación grave de derechos fundamentales, el
incremento de la percepción de inseguridad –particularmente a medio o largo
plazo-, de la indiferencia social, el riesgo de estigmatización de determinados
lugares y colectivos, de ampliar la inseguridad, o la imposibilidad de invertir en
más políticas de mediación policial, que requieren de más presencia de efectivos,
252
Cfr. la idea de que debe invertirse más en educación y salud, frente a las políticas de seguridad, en
la entrevista a César Ortiz, presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana de Perú, Revista
Futuros 18, V: 1-5 (accesible en http://www.resvistafuturos.info).
194
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1. 3 Propuesta de indicadores
253
Valorando la proporcionalidad, como se ha puesto de relieve en una reciente sentencia del TS
relativa a la derogación de un artículo del Reglamento de la Ley Orgánica de Protección de Datos.
254
En la actualidad, por ejemplo, puede haber cámaras que, sin cobertura legal para esta finalidad, se
utilicen con afán recaudatorio, para facilitar la imposición de multas, más que para evitar accidentes
de circulación o delitos contra la seguridad del tráfico.
195
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Las solicitudes de autorización ante las Comisiones de Videovigilancia no tienen que ser
estudios científicos sobre las distintas dimensiones de la videovigilancia, pero sí
considerar algunos resultados de los mismos. En este sentido, si bien hemos indicado
que las cámaras poseen ciertos efectos preventivos, dependiendo de cada contexto,
recordamos un texto mencionado anteriormente:
En un informe del Ministerio del Interior francés de 2009, se concluía que la videovigilancia
era eficaz en materia de prevención de la delincuencia. Sin embargo, autores como Le Goff
y Heilmann (2009) afirman que la misma no quedó probada a la luz de las conclusiones de
dicho informe, recalcando cuatro. En primer lugar, respecto de su efecto disuasorio,
medido considerando un análisis comparativo entre las cifras globales de la delincuencia y
el conjunto de las ciudades equipadas con videovigilancia en relación con las que carecían
de ella, no se consideraron otras variables que influyen en dichas cifras. Por tanto no se
respetaron las reglas metodológicas elementales, como han puesto de relieve estudios
desarrollados por el Ministerio del Interior británico. En este sentido, debe diferenciarse la
196
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
eficacia respecto de los distintos lugares donde operan las cámaras, los diferentes tipos
delictivos, etc.
En tercer lugar, sobre el incremento de las tasas de esclarecimiento, no puede decirse que
se hayan producido avances significativos.
Finalmente, en cuarto lugar, sobre la densidad de las cámaras como refuerzo de su eficacia
preventiva y de mejora de las tasas de esclarecimiento, el análisis realizado no permite
concluir que existe una causalidad entre el número de cámaras y la delincuencia
constatada ni las tasas de esclarecimiento.
Aun sabiendo que algunas de las propuestas de este apartado pueden no tener cabida
dentro del funcionamiento y la normativa de la Comisión Vasca de Videovigilancia,
creemos que pueden funcionar como proyectos de futuro y, en todo caso, como
instrumentos para el debate de posibles criterios homogéneos para valorar las
solicitudes, siguiendo el ejemplo de otros países.
197
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
198
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Sólo nos queda concluir con la propuesta de fomentar espacios de debate técnico,
jurídico, policial, académico y público sobre estas cuestiones que permitan identificar
buenas prácticas, según los estándares internacionales, para considerar las distintas
199
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Según el art. 33. 4 del CP, tras la reforma de 2015, la pena de localización permanente se
configura como una pena leve con duración de un día a tres meses, pudiendo operar, en
su caso, como una pena sustitutiva de otra. En todo caso, para relaciones de pareja o
familiares, se especifica que dicha localización nunca será en el mismo domicilio de la
víctima257.
Como señala Torres (2012): “Uno de los aspectos más problemáticos en relación con las
penas de cumplimiento en la comunidad –y que la pena de localización comparte, a
255
Habría que considerar también el control de medidas cautelares y de penas de alejamiento.
256
Véase en
http://www.institucionpenitenciaria.es/web/portal/cumplimientoMedioAbierto/controlTelematico.htm.
257
Como había sucedido cuando existía la pena de arresto domiciliario, precedente de la actual pena de
localización.
200
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En todo caso, Torres (2012) advierte que: “La expresión mediante la que se autoriza la
utilización de medios “que permitan la localización del reo” parece evocar a un ejercicio
de rastreo del lugar en que se halle el sujeto cuando, en realidad, los términos en los que
se describe la pena más bien obligan al sujeto a permanecer en lugar determinado
debiendo limitarse la comprobación a corroborar la ubicación de éste en el sitio fijado.
Este último cometido puede ser fácilmente efectuado mediante sistemas de verificación
de voz y sistemas de radio frecuencia (RF). Estos últimos determinan la proximidad del
dispositivo emisor que porta el penado respecto del receptor ubicado en el domicilio o
lugar de permanencia designado por el juez. De este modo, se podrá comprobar la
presencia del individuo en el lugar determinado judicialmente en las horas previamente
convenidas, pues el dispositivo captará la presencia o ausencia del sujeto en su radio de
acción, sin más efectos fuera de este ámbito.
Considerando su carácter de pena leve, Torres (2012) subraya que: “de lo que se trata no
es de conocer la concreta ubicación del penado en cualquier momento sino de garantizar
que, en las horas señaladas el individuo se encuentra recluido en el lugar señalado
judicialmente. Por ello, el control telemático estático vinculado a la previa concreción de
las horas en las que durante el día el sujeto deba poder ser localizado, resulta suficiente a
201
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
los fines de esta sanción sin que sea necesario recurrir a sistemas de seguimiento
permanente que suponen una mayor intervención sobre la intimidad del penado”.
Sistema de monitorización mediante pulseras por red telefónica, bien vía red
conmutada (fija), bien vía móvil, a través de las denominadas unidades celulares.
202
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
203
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
evitar que queden impunes los actos tendentes a alterar o impedir el correcto
funcionamiento de dichos dispositivos.”
-Panóptico digital.
-Eficacia/eficiencia de la videovigilancia.
204
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Esta lección nos sirve a modo de recapitulación de las anteriores. En ella recordaremos
algunos conceptos y plantearemos la posibilidad de una política criminal distinta.
Una política criminal basada en la idea del Derecho penal del enemigo o en el uso
simbólico o promocional del Derecho penal resulta una política errónea por injusta y
contraproducente.
En el fondo, una política así puede expresarse en la idea de la “tolerancia cero” que, en
cierto modo, ha sido apoyada por una interpretación sesgada de la teoría de las ventanas
rotas. Sin embargo, desde un enfoque de derechos humanos e integral, resulta irreal y
punitiva dicha intolerancia en nuestras sociedades complejas. No se trata de no
responder o de responder inadecuadamente, sino de encontrar una política de
prevención, intervención y reparación eficiente y justa.
Recordemos que, según la teoría de las ventanas rotas, al menos en sus elaboraciones
más recientes, los desórdenes producen delincuencia (Larrauri 2007). Larrauri explica
cómo la tesis de Wilson (1975) partía de la existencia de un miedo mayor al riesgo
objetivo de ser víctima. De ahí derivaba la construcción del miedo como problema social
y la explicación de que la inseguridad se relaciona no sólo con los delitos, sino también
con la percepción de los desórdenes. Esta teoría fue reelaborada por Wilson y Kelling
(1982) para indicar que el desorden produce más miedo y, sucesivamente, más delito.
Larrauri señala una tercera versión de esta teoría realizada por Skogan (1990) que explica
cómo finalmente se produce un deterioro físico urbano que puede relacionarse con
factores estructurales como la pobreza y los conflictos raciales. Esta teoría ha sido
criticada por carecer de base empírica por Sampson y Raudenbush (1999). Estos autores
indican cómo existen factores explicativos comunes a los desórdenes y los delitos
(condicionantes estructurales de un barrio y el grado de cohesión, confianza y
expectativas compartidas), sin que puedan establecerse líneas de causalidad directa.
Larrauri afirma que se ha desarrollado una política criminal de las ventanas rotas tanto
205
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Por tanto, cabe advertir el peligro, desde las últimas décadas, de que el concepto de
seguridad resulte meramente instrumental para el desarrollo de la sociedad global de
consumo: “En un contexto en el que las ciudades compiten entre sí para atraer
inversores, visitantes y residentes de clase media, la seguridad se convierte en una
comodidad deseable que debe ser parte de la nueva imagen que quienes venden las
ciudades en el mercado global tienen que conseguir” (Medina 2010, 27)234. Existe el
riesgo de políticas de tolerancia cero, en línea con una interpretación radical de la teoría
de los cristales rotos o ventanas rotas, que vulnera los principios de legalidad,
proporcionalidad e igualdad, como respuesta a la inseguridad que generan los espacios
más explícitamente degradados. Se aplicó en Nueva York a partir de 1993 y se habló de
policía “de calidad de vida” (Medina 2010, 28).
206
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Redondo establece tres categorías de países por su relación entre tasas reales de
victimización y temor al delito (2009): a) países realistas, como Francia, Suiza e
Inglaterra, donde se ha medido un cierto equilibrio entre la tasa de victimización y la
percepción de inseguridad. b) países optimistas, como Suecia y los Países Bajos, en los
que el miedo al delito es inferior a la tasa real de victimización. y c) países pesimistas,
como España y Portugal, en los que el miedo al delito es muy superior a sus índices
fácticos de victimización. Esta situación se relaciona con políticas criminales de la
seguridad ciudadana que sólo miran a corto plazo y se basan en la punición y la inflación
normativa, frente a la evidencia empírica sobre el modelo rehabilitador o social. No
obstante, debe considerarse la aplicación de esta política en países “realistas” como
Francia o Inglaterra. Pablo Rando Casermeiro sostiene que, principalmente desde el año
2003, el legislador español “ha asumido el modelo del derecho penal de la seguridad
ciudadana en casi todas sus iniciativas de reforma del código penal… además, este
modelo se está extendiendo al derecho administrativo sancionador. Ello se refleja en
algunos preceptos recientemente incorporados al derecho punitivo administrativo,
marcados por un aumento del carácter aflictivo del ius puniendi, así como por una
intensificación de elementos estigmatizantes” (2010, 2)247.
Esta tesis se apoya a su vez en la de Díez Ripollés (2004) que considera que el modelo
penal garantista, desde el que analizar las transformaciones jurídicopenales actuales que
parecen tener respaldo social y político generalizado, no es el que se está aplicando por el
legislador. El nuevo modelo, antagonista del garantista, es el de la seguridad ciudadana
que se basa en una serie de rasgos o tendencias, tal y como han sido estudiadas en el
ámbito anglosajón por Garland (2001) y como parecen reproducirse en nuestro contexto.
El modelo de la seguridad ciudadana se nutre, como fundamentación ideológica, de las
tesis del derecho penal del enemigo y de la reconstrucción del derecho de la
peligrosidad. Según Díez Ripollés, son nueve las ideas motoras del modelo de la
seguridad ciudadana, como fenómenos o “actitudes sociales” actuales: 1. Protagonismo
de la delincuencia clásica; 2. Prevalencia del sentimiento colectivo de inseguridad
ciudadana; 3. Sustantividad de los intereses de las víctimas; 4. Populismo y politización;
5. Revalorización del componente aflictivo de la pena; 6. Redescubrimiento de la prisión;
7. Ausencia de temor de los ciudadanos de excesos en el ejercicio del ius puniendo; 8.
Implicación de la sociedad en la lucha contra la delincuencia; 9. Pensamiento
207
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
208
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Es conocido el capítulo sobre los cinco estudiantes que, en el libro Peines perdues. Le
système pénal en question (1982), desarrollaron Hulsman y Jaqueline Bernat de Celis.
Estos autores, abolicionistas, plantean el caso de cinco estudiantes que viven juntos. Uno
de ellos se lanza sobre el televisor y otros objetos y los rompe. Plantean las diferentes
formas de reaccionar de sus compañeros, todos disgustados por los hechos. Las
diferentes formas de ver y concebir la acción de su compañero les permite dar respuestas
distintas. Uno, el más enfadado, plantea echarlo a la calle, expulsarle (estilo punitivo).
Otro, el más práctico, opina que lo mejor es reponer los objetos rotos y que sean pagados
por el estudiante en cuestión (estilo compensatorio). Otro, muy afectado por lo ocurrido,
opina que seguramente está enfermo y hay que llevarlo al médico (estilo terapéutico).
Finalmente, el último estudiante, más reflexivo, opina que, aunque creían que todo iba
bien entre ellos, evidentemente algo no marchaba adecuadamente para que esto haya
sucedido y convendría pararse a pensar todos sobre ello (estilo conciliatorio).
Este ejemplo nos recuerda que existen diferentes alternativas ante un hecho indeseable o
un delito. En la vida real no resultan excluyentes, sino más bien complementarias, según
el caso concreto. Así Braithwaite nos recuerda que en la cúspide de la pirámide, donde
estarían los delitos más graves, el estilo de control social sería más punitivo, sin perder
nunca la orientación restaurativa, base de su propuesta de intervención.
209
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
En numerosas ocasiones oímos citar la frase de Dostoievski cuando aludía a que estado
de civilización de un país se medía por el estado de sus cárceles. Quizá las tesis
abolicionistas resultan inadecuadas y utópicas en nuestras sociedades, también lo fueron
en su día las tesis abolicionistas sobre la pena de muerte, pero en todo caso urge una
reflexión sobre cómo podemos promover un sistema de justicia penal más humano y
justo. En esa reflexión es preciso recordar la importancia de los movimientos a favor de
las alternativas a la prisión y los derechos humanos de los presos, de los derechos
humanos de las víctimas y de las formas restaurativas de resolución de conflictos
(Varona 1998). Junto con ello debe considerarse el peso de la opinión pública y su
articulación a través del llamado populismo punitivo.
Por otra parte, respecto del movimiento en favor de los derechos de las víctimas, a
principios de los sesenta empezaron a escucharse con más fuerza reivindicaciones de
grupos muy diversos de minorías discriminadas (Joutsen 1991), pudiendo destacarse el de
las mujeres. Algunos autores subrayan que, a medida que las reivindicaciones sobre los
derechos se multiplican, surge un conflicto aparente entre ellos, así entre los de las
víctimas y los acusados (Ferrari 1991, 456; Viano 1991, 440-8; Kirchhoff 1992).
258
Sobre la crítica del término alternativas en cuanto que se sobreentiende la preeminencia de la pena
privativa de libertad, vid. Morris y Tonry (1990) y su propuesta de castigos intermedios, estudiada por
Huber (1994), Davies (1993), Byrne, Lurigio y Petersilia (1992). Cid y Larrauri entienden que en su
creación influyó, en los años ochenta el movimiento del “justo merecido” (1997, 18).
210
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Las demandas del movimiento en favor de las víctimas, que incluyen posiciones más o
menos represivas, se centran en la reparación (Schafer 1965), la participación, la
protección durante el proceso y una protección abstracta, como interés en la
criminalización, frente a la percepción de la inseguridad pública. Algunas de estas
preocupaciones se reconocen ya como derechos en Cartas o Declaraciones, de valor
jurídico relativo, existentes en el Reino Unido, en algunos estados de Australia y de EE.
UU. Se distingue así un modelo personal-estatutario anglosajón de otro continental del
bienestar (Herrera 1996, 269-73), que se manifiesta en el Foro Europeo de Apoyo a las
Víctimas. Con todo, Groenhuijsen recalca la interrelación entre los derechos y los
servicios (1993, 18). En este sentido, la política criminal del siglo XXI se enfrenta al reto
de un diseño que entienda que se trata de los derechos humanos, de víctimas e
infractores. Es una cuestión universal e interdependiente.
211
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
689). También sabemos que, a medida de que las personas poseen más información,
parecen menos punitivas.
212
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
-alternativas a la prisión
-abolicionismo
-populismo punitivo
-punitivismo
259
Véase el portal del movimiento “Otro derecho penal es posible”.
213
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Mediante la lectura de los extractos de los textos propuestos, así como la realización de
otras actividades prácticas, el lector podrá, por sí mismo, establecer un diálogo de ideas
en una materia, la política criminal, siempre abierta al debate sobre los valores
implicados en ella y donde prima la perspectiva de los derechos humanos en toda su
complejidad. En este sentido, se incluyen algunas pautas para su realización de forma
que sirvan al estudiante para comprobar en qué grado podrían ser acertados los
resultados de los ejercicios planteados. En todo caso, se trata de que el lector pueda, con
base en el ejercicio propuesto, responder por sí mismo a las preguntas, más allá de la
respuesta que pueda encontrar en el texto inicial.
I. INTRODUCCIÓN
Los abajo firmantes, todos Catedráticos de Derecho Penal de treinta y tres Universidades
Públicas españolas, ante la grave situación que atraviesa la legislación sancionadora penal
y administrativa en España, quieren poner de manifiesto y hacer públicas las siguientes
consideraciones.
1ª) El Gobierno, abusando de una mayoría absoluta obtenida legítimamente en las últimas
elecciones, está impulsando unas reformas penales que padecen, al menos, de los
siguientes defectos:
a) En primer término evidencia una enorme pobreza técnica, lo que se ha puesto de relieve
por los juristas que han informado ante la Comisión de Justicia del Congreso de los
Diputados. Así, y paradójicamente, en unos tiempos en los que la calidad de la doctrina
214
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
penal española está en uno de sus mejores momentos históricos, el Gobierno da a luz una
pésima legislación de la mano de ignotos asesores. Lo anterior es lo que, seguramente,
explica el que se hayan introducido en el texto de la reforma preceptos que superan la
Constitución, pero no solamente por sus propuestas de fondo sino también por el
deliberado y constante uso de términos ambiguos en la redacción de las normas, lo que
compromete seriamente exigencias básicas del principio de legalidad penal;
c) Las reformas propuestas, además, beben político criminalmente de las peores fuentes del
siglo XX, de las corrientes más reaccionarias, más autoritarias, de aportaciones en suma
que han sido por todos denostadas;
215
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
ciudadana. Pero, quizá, lo más grave de esta iniciativa legislativa –por si lo anteriormente
expuesto no fuera ya suficiente- es el claro abandono que se produce del principio de
culpabilidad y su sustitución por criterios de peligrosidad: la dignidad humana va a
resultar pisoteada en aras de un defensismo a ultranza, y los ciudadanos van a verse
entregados no a la seguridad de la norma sino a la indeterminación de los criterios
personales con los que se va a “administrar” la peligrosidad.
3ª) Mediante el Proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana que en estos momentos se está
tramitando en el Congreso, el Gobierno pretende restringir el derecho de reunión y
manifestación. Para ello eleva a concepto de referencia no el de “orden público” entendido
como normalidad en las manifestaciones colectivas de la vida ciudadana (que obviamente
comprende las manifestaciones y reuniones y otro tipo de expresiones con las cuales se
quiere poner de relevancia un cierto estado de opinión), sino el del mero “orden en las
vías públicas” que en las opciones del Proyecto de Ley resulta siempre alterado por el
ejercicio de derechos fundamentales. De ahí las fortísimas sanciones con las que se
amenaza a los participantes en las manifestaciones y los exorbitantes poderes reconocidos
a las fuerzas de seguridad (que podrán estar apoyadas, no se olvide, por miembros de las
policías privadas). Se trata, en definitiva, de un intento de poner sordina a las protestas
ciudadanas indignadas ante el constante recorte del Estado del Bienestar. Se trata de una
ley claramente regresiva, con la que se pretende convertir en papel mojado buena parte de
la declaración de derechos contenida en la Constitución.
216
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Álvarez García (Universidad Carlos III); Abel Souto (Santiago de Compostela); Acale Sánchez
(Cádiz); Alonso Álamo (Valladolid ); Benítez Ortuzar (Jaén); Berdugo Gómez de la Torre
(Salamanca); Boldova Pasamar (Zaragoza); Cancio Meliá (Autónoma de Madrid); Carbonell Matéu
(Valencia); Carmona Salgado (Granada); Cervelló Donderis (Valencia); Corcoy Bidasolo
(Barcelona); Cuerda Arnau (Jaume I); Cuerda Riezu (Rey Juan Carlos); De la Cuesta Aguado
217
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Qué ocurre en
el contexto
español con las
¿En qué medida últimas
se están reformas?
respetando en la
actualidad?
¿Cuáles son los
principios del
Derecho penal en
un Estado
democrático de
Derecho y por
qué son
importantes?
218
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
2) Lea los artículos del Profesor José Luis Rodríguez Ripollés e identifique las
características de un modelo de política criminal reduccionista frente a otro rigorista.
¿Cuáles serían
los principales
obstáculos para
¿En qué se basa optar por un
el autor para modelo
afirmar que el reduccionista en
modelo actual es el contexto
rigorista? español actual?
¿El modelo
reduccionista se
corresponde con
los principios
indicados en el
anterior
ejercicio?
219
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1) Tras leer el texto de los Inspectores de Hacienda del Estado (2014) “El grave problema
de la corrupción en España”, accesible en http://www.inspectoresdehacienda.org/,
identifique qué medios demanda este colectivo para la prevención e investigación de la
corrupción.
260
Véanse, entre otros portales, http://ec.europa.eu/spain/sobre-la-ue/euro-barometro/index_es.htm.
220
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Qué otros
factores
culturales,
¿La percepción, económicos y
es decir, la sociopolíticos
corrupción pueden explicar
subjetiva se las diferencias
correspondería de percepción
¿Hay países con la corrupción entre países?
europeos donde objetiva o real?
la percepción de
corrupción es
mucho mayor
que en otros o
estamos ante
porcentajes
similares?
221
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1) Reflexione sobre el llamado Derecho penal del enemigo, leyendo el texto de: Álvarez,
R. R. (2012). El derecho penal del enemigo. El problema de su legitimidad a la luz de
algunos de sus defensores y detractores. Ars Boni et Aequi, 8(2), 145-184, accesible en
http://www.ubo.cl/icsyc/wp-content/uploads/2012/07/03-Rodrigo-R%C3%ADos.pdf.
Resuma en un párrafo en qué sentido la política criminal actual en diferentes países sigue
este modelo o no.
¿Ha empeorado
el panorama en
Europa tras los
¿Se trata a las ataques de París
personas que del 13 de
comenten delitos noviembre de
de terrorismo 2015?
como enemigos?
¿De dónde
procede el
término de
Derecho penal
del enemigo?
¿Quién lo acuñó
y para qué tipo
de delitos?
2) Después de leer las propuestas del Grupo de Estudios de Política Criminal, (2013) “Una
propuesta de renovación de la política criminal sobre terrorismo”, accesible en
http://www.gepc.es/web/contenido/una-propuesta-de-renovaci%C3%B3n-de-la-
pol%C3%ADtica-criminal-sobre-terrorismo-2013, ¿cree que debería cambiar la política
criminal en el momento actual en la línea apuntada por dicho Grupo? ¿Por qué?
222
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Qué propone
exactamente?
¿Por qué la
critica?
¿Cómo define el
GEPC la política
criminal española
actual sobre
terrorismo?
223
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Está
cambiando en
los últimos años
¿Y la violencia el perfil de
doméstica? autores y
víctimas?
¿Está
aumentando la
violencia de
género según esa
memoria?
224
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
225
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Consiguen esas
reformas
prevenir los
¿Cuál es el perfil delitos contra la
de las personas libertad sexual?
condenadas por
delitos contra la
libertad sexual?
¿Son más
punitivas las
reformas
realizadas
recientemente
respecto de los
delitos contra la
libertad sexual?
2) ¿Qué conclusiones extrae de la lectura del siguiente texto? Meritxell Pérez Ramírez,
Santiago Redondo Illescas, Marian Martínez García, Carlos García Forero y Antonio
Andrés Pueyo. 2008. Predicción de riesgo de reincidencia en agresores sexuales,
Psicothema 20, 2: 205-210, accesible en http://www.psicothema.com.
226
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Cuáles serían
los factores más
importantes
¿En qué medida para predecir el
la recogida de riesgo?
variables
necesarias para
esa predicción es
¿Hay algún posible y
instrumento más adecuada?
fiable que otros
para predecir el
riesgo de
reincidencia en
delitos sexuales?
227
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Tiene un apoyo
empírico
consistente?
¿Es una teoría
que apoye o
fomente una
intervención más
punitivista?
¿Por qué se
denomina esta
teoría "ventanas
rotas"?
2) ¿Por qué Santiago Redondo se opone a las políticas de tolerancia cero? Lea la
recensión de su libro “In-tolerancia cero”, por Andrea Giménez Salinas y César San Juan.
2009. Revista Española de Investigación Criminológica 7, accesible en
http://www.criminologia.net.
228
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Cuál es su
opinión al
respecto con
¿Cuándo se base en la
empezó a hablar argumentación
de políticas de de S. Redondo?
tolerancia cero y
en qué
¿Qué significa la contextos?
tolerancia en las
sociedades
democráticas?
229
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1) ¿En qué basa Cuerda Riezu sus propuestas despenalizadoras? Por favor, lea el texto de
Cuerda Riezu, A. R. 1994. La despenalización de las drogas: tres parábolas históricas y
una conclusión, Jueces para la democracia 22: 25-28, accesible en
www.juecesdemocracia.es.
¿Cuáles serían
sus
inconvenientes?
¿Qué ventajas
traería la
despenalización?
Cuando se habla
de
despenalización,
¿se piensa en
todo tipo de
drogas?
230
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Por qué la
despenalización
afectaría a la
¿Cuáles han sido política exterior
los costes y cómo?
sociales y
económicos de
las políticas en
¿Por qué en materia de
Latinoamérica el drogas seguidas
debate de la hasta el
despenalización momento en
es mayor que en Centroamérica?
Europa, al menos
en algunos
países?
231
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
2) Tras leer el texto de Javier De Lucas (2014) ”Derechos humanos: Los derechos de los
inmigrantes: decálogo para las políticas europeas de inmigración y asilo”
(http://alrevesyalderecho.infolibre.es/?p=3461) y ver el reportaje “Al otro lado de la
valla”, de La Sexta, sobre el control de la valla en Melilla
(http://www.lasexta.com/videos-online/programas/salvados/jordi-evole-otro-lado-
valla_2014040300214.html), ¿qué propuestas de política migratoria haría con un enfoque
de derechos humanos?
232
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Qué obstáculos
de diferente
índole habría
¿Qué elementos que vencer para
habría que ello?
incorporar para
que así fuese?
¿Por qué la
política
migratoria actual
no se basa en los
derechos
humanos?
233
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Hay riesgo de un
nuevo determinismo
¿Cuáles son los criminológico en las
diferentes grupos perspectivas biológicas
de teorías que y neurocientíficas?
existen sobre las
transiciones
¿Qué son las delictivas?
transiciones
delictivas?
234
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿La tendencia en la
política criminal
¿Existe alarma española hacia los
social al respecto menores es más o
y está menos punitivista? ¿Por
justificada? qué?
¿Ha aumentado
la delincuencia
juvenil en
nuestro país?
235
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1) Lea la introducción y las conclusiones, así como los apartados que le resulten de mayor
interés de las auditorías locales de seguridad desarrolladas por el Instituto Vasco de
Criminología en Irun
(http://www.ehu.eus/documents/1736829/2153017/Auditoria+local+de+seguridad+y+polit
icas+preventivas+irun.pdf) y Barakaldo
(http://www.ehu.eus/documents/1736829/2159238/Analisis+local+de+seguridad+desde+l
a+criminologia+auditoria+barakaldo.pdf). Seleccione un municipio e intente reunir toda
la información relevante sobre el mismo en relación con la delincuencia y la
victimización mediante información en línea de las diferentes estadísticas municipales
(web del Ayuntamiento) y penales (web de la Ertzaintza, Ministerio de Interior, Fiscalía).
236
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
2) Tras leer el texto de Elena Larrauri. 2007. Ayuntamientos de izquierdas y control del
delito, InDret 3, accesible en http://www.indret.com/pdf/449_es.pdf, infórmese sobre si
existe una ordenanza de civismo en su población y si su contenido sería también
criticable a tener de la lectura propuesta.
Consultando la página
web de su
¿Qué tipo de Ayuntamiento u otras
conductas fuentes, ¿existe alguna
sancionan y ordenanza similar en su
cómo? municipio? ¿Existen
¿Qué son las memorias o
ordenanzas evaluaciones sobre su
municipales aplicación y los efectos
sobre civismo u que está teniendo
orden público? respecto de los fines
perseguidos? ¿Son
legítimos esos fines y
los medios utilizados?
237
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1) Lea el artículo de Javier Chinchón. 2015. Caso Sahara: ¿justicia universal sólo para
españoles? Eldiario.es, 16.04.15, accesible en http://www.eldiario.es/contrapoder/Sahara-
justicia_universal_6_378022215.html. Comente por qué critica el autor la última reforma
de la justicia o jurisdicción universal.
238
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
239
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
¿Qué es la
gentrificación?
240
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
2) Tras leer el texto de José Luis Díez Ripollés. 2014. El control de espacios públicos como
técnica de exclusión social. Algunos contrastes regionales, Revista Española de
Investigación Criminológica 12, accesible en http://www.criminologia.net/pdf/reic/ano12-
2014/a122014art4.pdf, reflexione en qué modo la utilización de la videovigilancia es
diferente en los países nórdicos.
Además de su polémica
efectividad, ¿existen
¿Con qué otros factores
finalidad se socioeconómicos y
utiliza la culturales que puedan
videovigilancia explicar el diferente uso
en los diferentes de la videovigilancia en
¿Qué países países?
hacen más uso los distintos países?
de la
videovigilancia?
241
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
1) Según el texto de José Cid. 2010. La política criminal europea en materia de sanciones
alternativas a la prisión y la realidad española: una brecha que debe superarse, Estudios
Penales y Criminológicos 30, 55-83, accesible en http://dspace.usc.es/handle/10347/4155,
¿qué factores explican esa brecha?
242
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
2) Considerando todas las lecciones desarrolladas, ¿en qué medida está usted de acuerdo
con el texto de Pablo Castaño. 2014. ¿Otra política penal es posible? Un estudio de la
viabilidad de una política criminal alternativa al populismo punitivo, Estudios Penales y
Criminológicos 34, 561-638, accesible en
http://www.usc.es/revistas/index.php/epc/article/view/2059/2225.
¿Qué recursos
económicos, sociales y
¿Cuáles serían culturales serían
los ejes necesarios para diseñar,
fundamentales aplicar y evaluar esta
de esta política política alternativa?
alternativa?
¿Por qué debe
plantearse una
política
alternativa?
243
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
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Véanse también las lecturas recomendadas en las actividades y ejercicios.
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23 de noviembre, del Código Penal:
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23 de noviembre, del Código Penal, en materia de delitos de terrorismo:
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A) INTERNACIONALES
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B) ESTATALES
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http://www.mir.es
-Ministerio de Justicia:
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http://www.derechopenitenciario.com
http://www.gepc.es
http://www.penalreform.org/
3. REVISTAS ELECTRÓNICAS:
http://www.politicacriminal.cl.
http://criminet.ugr.es/recpc/
260
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http://www.ehu.eus/es/web/ivac/revista-eguzkilore
-Boletín Criminológico:
http://www.boletincriminologico.uma.es
http://www.inpeccp.org/index.php?option=com_k2&view=itemlist&layout=category&tas
k=category&id=5&Itemid=11
-Reportaje “Al otro lado de la valla”, de La Sexta, sobre el control de la valla en Melilla y
las políticas migratorias:
http://www.lasexta.com/videos-online/programas/salvados/jordi-evole-otro-lado-
valla_2014040300214.html)
261
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
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cannabis/2772413/
https://vimeo.com/13509072
http://www.documentales-online.com/la-tortura-en-las-carceles-espanolas-fies/
262
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
AUTOEVALUACIÓN
Por favor responda a las siguientes preguntas tipo test. Se ha incluido una pregunta por
lección. Debe elegir entre una de las cuatro respuestas opcionales. Al final del ejercicio
encontrará las respuestas correctas.
c) las opciones sobre cómo mantener el orden social en una sociedad dada.
263
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
a) que los intereses del movimiento feminista son utilizados para obtener réditos
políticos.
b) que se cree que el derecho penal es un buen instrumento para fomentar los derechos
de los colectivos discriminados o de las minorías.
5. ¿En qué medida el populismo punitivo tiene que ver con la agravación de las
penas para los delitos sexuales?
b) porque las personas conocen perfectamente a través de los medios la dinámica de los
delitos sexuales.
c) porque causa una gran alarma social el hecho de que los delitos sexuales estén
escasamente penados.
264
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
a) Se refiere a las políticas migratorias que se realizan desde una óptica del derecho penal
o de la seguridad.
b) Supone plasmar en el derecho penal el temor a los otros, a los inmigrantes, a modo de
chivos expiatorios.
265
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
a) establece que los jueces españoles solo podrán investigar delitos cuando la causa se
dirija contra ciudadanos españoles o ciudadanos extranjeros que residan habitualmente
en España o cuya extradición hubiera sido denegada por España. Si bien, los jueces
españoles se reservan la posibilidad de continuar ejerciendo su jurisdicción si el Estado
que la debe ejercer no está dispuesto o no puede llevar a cabo la investigación.
b) establece que los jueces españoles podrán investigar siempre casos como el de
Pinochet.
c) permite que España juzgue los casos independientemente de su conexión con este
país.
c) en lugares de ocio.
a) el movimiento a favor de los derechos de los internos en prisión, de los derechos de las
víctimas y de las alternativas al enjuiciamiento.
b) el movimiento no abolicionista.
266
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
267
ESCALAS DE POLÍTICA CRIMINAL: UNA INTRODUCCIÓN A
TRAVÉS DE LA LECTURA CRÍTICA
Respuestas correctas:
1. a)
2. d)
3. c)
4. d)
5. a)
6. b)
7. d)
8. d)
9. b)
10. c)
11. a)
12. a)
13. a)
268