LIRICA - FINAL Sin Antología
LIRICA - FINAL Sin Antología
LIRICA - FINAL Sin Antología
1.
Toda sociedad atribuye a las distintas clases de textos que produce y consume funciones
específicas: comerciales, académicas, persuasivas, didácticas, políticas... De manera casi unánime,
todos solemos asociar los textos literarios con el concepto de “estética”: es decir, acordamos que
una de las características propias de los textos literarios es su capacidad de cumplir una
intencionalidad estética dentro de una cultura específica. Sin embargo, quizás no esté bien claro
para todos qué se quiere decir con esto.
El lenguaje cumple una función muy general que es la comunicativa. Mediante los distintos
usos del lenguaje, las personas hacen una apropiación del mundo (captación, comprensión,
identificación, funcionamiento práctico, etc.) desde diversos ángulos: lógico, racional, afectivo,
sensorial y muchos otros. Cada modo de apropiación del mundo tiene su validez y complementa al
resto. El “estético” -estético, etimológicamente, quiere decir sensible- es el modo de apropiación del
mundo por medio de la percepción de imágenes materiales (visuales, en la pintura; acústicas, en la
música) y mentales, en la literatura, que proveen de nuevos sentidos a lo cotidiano, permiten la
percepción de lo que a menudo no salta a la vista, nos hacen conscientes de las relaciones que
existen entre cosas aparentemente distintas, provocan sentimientos, impresiones, sensaciones
psicológicas y hasta corporales que no se pueden alcanzar fácilmente fuera de los lenguajes
artísticos.
Entonces, para entender un texto literario, primero es indispensable conocer el significado del
vocabulario que lo compone o las reglas sintácticas según las cuales se conforman las oraciones en
esa lengua. Pero, a este conocimiento del código lingüístico se agregan las competencias
culturales: la capacidad de reconocer y comprender, por ejemplo, el género, la tradición cultural de
la que proviene, su corriente literaria, sus tópicos y motivos, el estilo de época y de autor, etc.
1
Veamos un ejemplo:
La comprensión del código de la lengua natural implica, por ejemplo, el reconocimiento en esta
estrofa de dos oraciones interrogativas o el conocimiento del vocabulario empleado. Seguramente,
palabras como trovar, tañían o chapadas, así como el adjetivo acordadas modificando al sustantivo
músicas suponen una dificultad en el plano del manejo de la lengua natural, a la hora de interpretar
la estrofa.
Sin embargo, a estas competencias en torno de la lengua castellana, hay que sumar los códigos
de índole estética, para poder comprender lo leído. En este caso, se trata de un fragmento de las
Coplas a la muerte de su padre, del escritor español Jorge Manrique. El género de pertenencia es
el de la poesía elegíaca (texto poético que expresa el lamento por la muerte de un ser querido); la
clase de estrofa que compone todo el texto es la copla de pie quebrado, sucesión de seis versos de
los cuales el 1ro., el 2do., el 4to. y el 5to. son octosílabos mientras que el 3ro. y el 6to. son
tetrasílabos. De aquí, la denominación de “pie quebrado” (las ochos sílabas se quiebran formando
un verso que mide la mitad).
El texto fue escrito en el siglo XV, lo que explica el vocabulario empleado, extraño para
nosotros, y nos remite al universo de los trovadores, intérpretes y compositores de poesía lírica
amatoria y elegíaca que, durante la Edad Media, cantaban sus versos, acompañados de instrumentos
de cuerdas, como la lira o el laúd. Esta costumbre de época explica la presencia del adjetivo
acordadas aplicado a músicas: música ejecutada con instrumentos de cuerda.
Las oraciones interrogativas iniciadas por la expresión “qué se hizo de” no son solo preguntas
sino que retoman un tópico literario de origen clásico que se denomina ubi sunt, del latín,
literalmente, “dónde están”, con que se alude a la angustia del no saber qué ha sido de todo lo
existente una vez desaparecido, muerto: desde el alma de los seres queridos a la desaparición de los
grandes imperios o de las cosas materiales que nos acompañaron siempre.
Veamos dos ejemplos distintos de cómo los poemas pueden construir modelos de mundo:
2
Campo
El poema está construido mediante un lenguaje metafórico: la tarde está muriendo es una
metáfora del atardecer y las brasas son los reflejos rojos de la última luz solar en el cielo. Están
personificados los elementos de la naturaleza y hay numerosas imágenes sensoriales cromáticas y
auditivas. En la expresión los álamos de oro, el significado de la palabra oro no es el que esta tiene
en el diccionario de la lengua sino el resultado de la combinación de una imagen cromática y una
metáfora. Pero, el texto completo propone una idea de mundo que no se contradice con la del lector:
los colores, los sonidos, las sensaciones anímicas frente al atardecer son fácilmente reconocibles, así
como la esperanza de un posible amor lejano asociada al color dorado. Se trata de un efecto estético
de identificación, de invitación a la recuperación de recuerdos conocidos o vividos.
En cambio, el siguiente poema busca crear una primera impresión de perplejidad en el lector,
que lo ponga en alerta:
El poema altera los valores instalados como naturales en la sociedad, se opone a ellos y los
cuestiona. Eso provoca un primer momento de desconcierto en el lector, que deberá apropiarse de
esta nueva manera de ver el mundo que propone el texto y entender por qué es posible, por ejemplo,
que en el primer verso se afirme mayor confianza en el anteojo –objeto agregado a lo natural, no
permanente, no propio de la persona- que en el ojo, que es el órgano natural de la visión, que nos
acompaña desde que nacimos.
Sobre la base de los modelos de mundo elaborados por las lenguas naturales, en cada cultura o
época se elaboran modelos artísticos del mundo que conviven con los no artísticos. El artista
propone un modelo particular y subjetivo que funda en un código lingüístico y en un código
artístico determinado en los cuales proyecta su conciencia.
2.
Para que un texto pueda cumplir una función estética debe tener una estructura determinada
que la sociedad identifique como efectivamente como estética. La estructura del texto y el modo
en que fue escrito transportan una idea. Por lo tanto, el reconocimiento de la estructura y de los
recursos de escritura es indispensable para poder interpretar el sentido. La comprensión de un
texto y su efecto estético son el resultado de una unión entre forma (¿cómo está dicho, cómo
está armado, qué recursos de la lengua se han usado?) y contenido (¿qué se dice?) pues todos los
elementos –rítmicos, sintácticos, retóricos, estructurales- portan un sentido, contribuyen a dar
significación.
En el poema “Campo”, el efecto estético se logra por la elección de una métrica y una rima, el
empleo de cierto vocabulario metafórico, la apelación al destinatario mediante la pregunta
“¿Lloras?” y una inmediata respuesta que une la esperanza a un color y al paisaje natural. Si en
lugar de ese poema dijésemos el siguiente enunciado: “al atardecer, el cielo se pone rojo y la
naturaleza da sensación de tristeza”, no conseguiríamos el efecto estético que sí obtiene el poema
con la elección de cada uno de sus componentes.
Todo recurso formal transmite información. Si repitiésemos una poesía en términos del habla
habitual destruiríamos su estructura y con ello todo lo que es capaz de transmitir; si incluyéramos,
desplazáramos o elimináramos cualquier elemento dentro del texto, este se convertiría en otro
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diferente.
Por eso, el método de estudiar por un lado los aspectos formales y por otro el contenido se basa
en un desconocimiento de lo que es el lenguaje artístico. Esa metodología está basada en la idea
errónea de que un poema es la exposición de una idea (contenido) embellecida u ornamentada
superficialmente (figuras), de modo tal que si se sacasen los recursos poéticos el “contenido”
permanecería.
3.
Si las formas literarias no cambiaran, dejarían de producir un efecto estético porque se volverían
repetitivas. Para darnos cuenta de si un texto está formado por fórmulas ya hechas o si propone
ideas e imágenes innovadoras, hay que conocer la tradición literaria. Cuantas más lecturas tengamos
incorporadas, mayor capacidad tendremos para captar estos efectos y para comprender lo que se lee.
Si un lector no puede identificar una tradición de códigos estéticos y una serie de reglas, tópicos,
recursos que los forman es posible que tenga dificultades para leer un determinado texto literario.
La lengua natural está regida por normas (reglas) fonológicas, morfo-sintácticas, ortográficas,
de puntuación, semánticas, entre otras. En las lenguas naturales, pese a las transformaciones que les
dan vitalidad y dinamismo, la estabilidad es un principio básico para la comprensión y el
funcionamiento del código. La lengua literaria, en cambio, se desarrolla y se sustenta en la
violación de la normas de la lengua estándar. La violación de las normas estables es permanente ya
que cuando el modo de violar una norma se vuelve repetido, deja de ser novedoso y no produce más
el efecto estético. Es el caso de expresiones como ¡Sos un plomo! o ¡Me voy volando!, formadas –
entre otros recursos- por una prosopopeya y una hipérbole, por ejemplo, que a nadie sorprenden.
Los textos literarios violan las normas conscientemente para producir determinados efectos de
lectura, para transmitir ciertos sentidos, lo cual necesita de un estricto conocimiento por parte del
escritor de las reglas que está violando. Del mismo modo, el lector reconoce que las reglas se han
infringido porque las conoce previamente.
Del mismo modo que el ovillo está ahí (o la madeja, su pequeño mar fofo naranja o verde sobre la
falda) y vos tirás de una punta, entonces la punta se entrega, la sentís ceder desenvuelta, oh pibe
qué estupendo tirar y tirar, sobre un cachito de cartón vas envolviendo el hilo para hacer un buen
ovillo sin nudos, nada de ovillado, algo continuo y terso como la avenida General Paz.
Las reglas sintácticas que estructuran las oraciones compuestas por proposiciones incluidas
adverbiales no se han respetado en su composición (ver la relación entre los conectores modal y
consecutivo, por ejemplo). Asimismo, se ha intercalado una oración exclamativa dirigida a un
destinatario indicado por el vocativo, pero no se han usado los signos gráficos de la exclamación ni
la puntuación adecuada.
El conjunto de recursos empleados para violar con fines artísticos las normas de la lengua
natural y diseñar una lengua literaria que produzca efectos estéticos se denomina artificio. El
artificio está formado por los recursos que trabajan sobre el ritmo (métrica, rima, acentuación), por
figuras retóricas, por la elección de un determinado tipo de narrador, por técnicas narrativas,
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entre otros mecanismos. A lo largo de las unidades del programa, se irán estudiando los principales
de ellos que son habituales en los distintos géneros literarios y más condensados aún en la poesía.
El empleo de estos recursos es el que hace que la lengua literaria sea connotativa. Es decir, que
además del significado explícito transmita otros sentidos, sugeridos por la asociación semántica
entre el significado de esa palabra o expresión en el diccionario y su ubicación en el texto, por la
sonoridad, por los juegos lingüísticos. En la lengua connotativa las palabras no solo tienen el
significado del diccionario sino que tienen por lo menos un sentido más.
Las múltiples connotaciones que presenta un texto hacen que este se vuelva polisémico. La
polisemia es la multiplicidad de sentidos que porta un texto literario. Polisemia no es sinónimo de
libre interpretación. Que un texto presente varios sentidos simultáneos no quiere decir que
contenga todos los sentidos que el lector quiera hallar en él; es decir, que pueda significar cualquier
cosa. La estructura, los mecanismos lingüísticos son objetivos y no dependen de la lectura del
receptor. Pero la posibilidad de reconocer en un texto poético la diversidad de sentidos que porta y
de priorizar determinadas lecturas depende de la sociedad, de la época, de la cultura y de las
competencias culturales del lector.
En el caso del poema de César Vallejo, la creación de un lenguaje connotativo que transporta
varios sentidos está logrado a partir del empleo de algunos recursos del artificio como los
siguientes: por una lado, una larga enumeración de objetos y de seres de lo más diversos, de los
que el emisor predica el tenerles o no confianza. La enumeración sin cierre (o asindética, porque no
tiene el coordinador copulativo final) sugiere que esa diversidad de seres y objetos que hay en el
mundo es potencialmente infinita. Pero a ellos se suma el paralelismo sintáctico que refuerza la
sensación de repetición y el alargamiento de la enumeración. La estructura sintáctica de los versos
contiene una oposición de ideas (antítesis): en todos hay un ser u objeto confiable y otro no. A la
vez, cada par está relacionado entre sí porque uno parece ser una parte del todo que se nombra a
continuación (“en el ala, no en el ave”) o bien contener al otro (“en el vaso, mas nunca en el licor”)
o precisarse mutuamente para ser tales (“en la madre, mas no en los nueve meses”). Por este
motivo, mantienen entre sí una relación metonímica (la metonimia es una de las figuras retóricas
que se detallarán más adelante). El hecho de ser dignos de confianza o no serlo pone a los objetos,
personas y animales en pie de igualdad: ave, madre, anteojo, etc. Así, se sugiere que en toda la
diversidad de lo existente hay una naturaleza dual, doble: todo lo que en el mundo está relacionado
tiene en sí un aspecto confiable y otro que no lo es.
A continuación, habrá que ver con atención cada par que compone el poema y ver qué rasgos
contiene objetivamente cada elemento del par para resultar confiable o no. Por ejemplo, veamos las
connotaciones del verso “en el cauce, jamás en la corriente”: el cauce de un río es su estructura, su
seno, el continente del agua, lo estable y duradero más allá de las alternativas de sequías e
inundaciones. Es lo que no cambia, a diferencia del agua, que siempre parece la misma y, sin
embargo, es otra. Todos estos sentidos están sugeridos por medio de los recursos antes
mencionados. Por eso, hay un lenguaje connotativo; pero podríamos hallar más rasgos
objetivamente aplicables a “cauce” y “agua”, además de los aquí dados. Por eso es que el poema
porta múltiples sentidos connotados y no solo uno: es polisémico. Como conclusión, cada verso
establece una escala de valores y una posición ideológica compleja ante el mundo, que el propio
lector deberá decodificar. El poema no nos dice: “El mundo es así”; esa conclusión la elaboraremos
nosotros a partir de una lectura de estas imágenes que, a primera vista, quizás no entendamos.
El sentido del poema se enriquece y complejiza aún más porque el cuarto verso de cada estrofa
repite como un leit-motiv la misma expresión e idea: “Y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo”. Con el
pronombre en segunda persona aparece expresado el destinatario interno del poema. Sin embargo,
no se dice explícitamente qué o quién es; solo sabemos que este último verso deshace, de algún
modo, la confianza en ciertos seres, previamente manifestada: el adverbio “sólo” nos indica que, en
definitiva, todo lo demás se borra frente a ese “ti” indudable, en cuyas manos se pone el emisor
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porque está seguro de que nunca lo va a traicionar.
¿Quién es ese “ti”? Este es otro caso clave de polisemia en el texto: ¿se trata de una mujer y,
entonces, el poema es, en definitiva, un poema de amor? ¿Y si, como poeta, estuviera hablándole a
la Poesía? No a este poema sino a la Poesía en general, al arte de fabricar mundos posibles que, en
tanto son creación propia y reproducen el mundo que el emisor-poeta desea e imagina, nunca puede
traicionar a quien la escribe.
Es relevante, a la hora de hacer lecturas más enriquecidas de los textos, tener en cuenta algunos
datos que comunican al poema que se está leyendo con otros. Ya se ha visto que ningún texto es una
isla autónoma por completo. Por ejemplo, saber que este texto pertenece al libro Poemas humanos,
que dicho libro plantea la relación que el hombre-Vallejo establece con el mundo, plena de
contradicciones –el juego de opuestos y contradicciones es un recurso que forma parte del estilo y
de la ideología de Vallejo-. El libro se publicó póstumamente, en 1939, y contiene la ideología del
hombre que adhirió a la causa republicana durante la Guerra civil española y ha visto cómo el
fascismo ha ganado la guerra y cómo se gesta la Segunda Guerra Mundial en Europa: las
contradicciones de lo real. En ese contexto, muchos de los poemas que componen el libro se
preguntan por la labor y la función del poeta y de la poesía en el mundo, lo que nos da permiso para
leer esa “confianza” de que habla como confianza en la palabra.
4.
Conocer en profundidad el código estable de las lenguas naturales y los códigos literarios
previos es indispensable para entender qué se ha innovado en un texto. No podemos notar si una
obra es transgresora o repetitiva si no conocemos los modelos estéticos anteriores. Asimismo, la
valoración de una obra literaria hay que hacerla teniendo en cuenta esta tradición de la que
proviene: no podemos juzgar una obra del siglo XV si no conocemos los parámetros estéticos de la
época y la juzgamos solo según nuestro presente.
Esto es, cada texto está en relación directa o indirecta con una serie de otros textos que
constituyen su marco de referencia inmediato y mantiene con ellos distintas formas de relación. El
conjunto de relaciones que se establece entre cualquier texto y otros se denomina
transtextualidad. Algunos estudiosos como Mijail Bajtin o Gerard Genette consideran que este
carácter relacional de los textos es un rasgo que define su naturaleza literaria.
El escritor español Francisco de Quevedo (1580 - 1645) escribe en el siglo XVII un poema en
homenaje al Duque de Osuna, Don Pedro Girón, quien ha sido, según el criterio del poeta,
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injustamente desterrado de España. El que sigue es un fragmento de ese texto:
A mediados del siglo XX, el poeta argentino Jorge Luis Borges (1899 - 1986) escribe el poema
“A un viejo poeta”, dedicado a Quevedo, donde reconstruye el estado de nostalgia del escritor
español que ha sido injustamente desterrado, y lo cierra citando uno de los versos del ya transcripto
poema de Quevedo a quien imaginariamente le habla el emisor:
Borges emplea la cita para mostrar que él está haciendo con Quevedo lo mismo que Quevedo
hiciera con el Duque: restituir su dignidad injustamente manchada por la política, a través de la
poesía. A la vez, muestra cómo las situaciones se repiten cíclicamente a lo largo de la historia.
A veces, la cita se puede combinar con otra de las formas de la transtextualidad, que es la
paratextualidad.
Es el caso del cuento de Edgar Allan Poe (1809 - 1849), “William Wilson”, que se abre con el
siguiente epígrafe: “¿Qué decir de ella? ¿Qué decir de la torva CONCIENCIA, de ese espectro en
mi camino?” (Chamberlayne, Pharronida).
La frase es una cita tomada del Pharronida, obra del poeta inglés del siglo XVII, William
Chamberlayne. Es, por lo tanto, una cita que no está incluida en el interior del cuento sino que, al
igual que el título, lo enmarca, lo abre y da al lector una pista de lectura. En este caso, invita a
interpretar la fantástica aparición de un personaje casi idéntico al protagonista, que persigue a este
último como una especie de “doble” intolerable, no como un ser existente físicamente sino como
una metáfora global de la conciencia del personaje a quien no dejan vivir en paz sus malos actos.
En los años ’60, el poeta catalán Jaime Gil de Biedma (1929 - 1990) escribe el poema
autobiográfico “Infancia y confesiones”, que se abre con una referencia indirecta al inicio del
“Retrato” de Machado, con lo cual hace un homenaje a un autor que él considera uno de sus
modelos literarios:
El poeta español Federico García Lorca escribe el poema “Narciso”, que es una
reescritura poética y moderna del mito de Narciso. No se trata aquí solo de una referencia
indirecta sino que la existencia del texto completo de Lorca depende de la del relato mítico,
cada una de cuyas secuencias y cada uno de cuyos componentes básicos recrea. El poema es
incomprensible si no se conoce el mito.
Narciso.
Tu olor.
Y el fondo del río.
Tú diminuto y yo grande.
Flor del amor.
Narciso.
Narciso.
Mi dolor.
Y mi dolor mismo.
Reescritura paródica
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ideológico con el original.
Durante el Romanticismo (primera mitad del siglo XIX), el poeta español Gustavo
Adolfo Bécquer (1836-1870) escribió una serie de “Rimas” de temática amorosa.
Transcribimos una de ellas:
En la primera mitad del siglo XX, el poeta surrealista español Juan Eduardo Cirlot (1916-
1973) escribió el poema “Homenaje a Bécquer”, que es una parodia de la rima original, donde
reescribe en tono de burla el tema amoroso que Bécquer tomaba seriamente. Si desconocemos la
Rima original, no entendemos el poema de Cirlot pues no captamos su burla y el recuerdo
sarcástico que hace de los versos originales:
“Homenaje a Bécquer”1
1
Las comillas no son nuestras sino que forman parte del título original.
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nidos, balcón, aquellas,
aquellas golondrinas.
Pero mudo y absorto,
pero aquellas rodillas.
Rodillas, tapias, tapias.
d) Ironía: es el procedimiento por el cual el emisor dice “A”, piensa “no A” pero quiere
dar a entender al receptor “no A”. El emisor de la ironía juega a ser ingenuo mientras
da las pistas necesarias al receptor para que se dé cuenta de que se está burlando de él.
Es una inversión de sentido entre lo dicho y lo que se quiere decir, que debe ser
reconocida por el receptor.
Tú no sabe inglé
La mericana te buca
y tú le tiene que huí:
tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.
No te enamore ma nunca
Bito Manué.
si no sabe inglé,
sino sabe inglé.
El escritor cubano Nicolás Guillén (1902 - 1989) escribe el poema “Tú no sabe inglé”, que es
irónico y, a la vez, una sátira de costumbres. El texto se burla del modo en que algunos negros
cubanos, en la primera mitad del siglo XX, trataban de copiar la forma de hablar de los yanquis, que
monopolizaban el comercio, imponían su política económica, sus modos de vida y hasta su lengua,
en Cuba.
Para detectar la ironía en Guillén es necesario, por un lado, conocer el modo en que el pueblo
cubano pronunciaba el inglés (transtextualidad) y cómo Guillén representa la fonética incorrecta,
demostrando cuán poco inglés sabe Víctor Manuel que, evidentemente, fanfarroneaba con saberlo
(lo contrario de lo que dice, en la primera estrofa). Por otro, es necesario conocer las costumbres y
el contexto histórico en que se inscribe este texto, de modo de detectar que se trata de una sátira de
costumbres. Es evidente que el emisor se burla de quienes hacen ostentación de dominar el idioma
inglés frente a sus iguales y, cuando se presenta la ocasión de hacer uso de ese supuesto saber,
queda claro que no lo poseen. Como se ve, los textos dialogan con otros textos y códigos y también
con la realidad.
Poder establecer estos vínculos precisa de una cantidad de lecturas previas. El teórico Mijail
11
Bajtin aporta la idea de que las lenguas no son solo sistemas formales sino también entidades
culturales, históricas y, por tanto, ideológicas. Así, los recursos literarios y la estructura verbal de un
texto deben ser estudiados en diálogo con la comunidad histórica de la cual provienen, en la cual se
insertan o con la cual discuten. Los textos no son unidades cerradas, autónomas, sino unidades
en diálogo con otras, es decir dialógicas.
Cuando leemos, por lo tanto, las palabras adquieren tres niveles distintos de sentidos:
1. significado del diccionario (en el poema de García Lorca, necesitamos conocer dos
significados básicos que la palabra “narciso” tiene en nuestra lengua: nombre de una flor;
nombre de varón).
2. memoria de los usos que esas palabras tienen o han tenido en el discurso ajeno. (En el
mito griego de Narciso, por ejemplo)
3. uso de esas mismas palabras en el discurso propio (al construirlo o al leerlo) en un
contexto determinado, con una intención específica. (Reescritura seria o paródica, poema de
amor, forma experimental de escribir con oraciones fragmentadas, unimembres, etc.)
Solo así podemos entender un texto: si está refutando a otro, dialogando con él, deformándolo,
pues siempre se encuentra inmerso en una red textual de enunciados anteriores y posteriores. Todos
usamos palabras propias y prestadas.
Leer es, entonces integrar nuestra voz lectora a la voz del escritor y a las distintas voces que
forman un texto. Y no solo las previas sino también las siguientes.
El objetivo de estas clases es darles a ustedes herramientas que los ayuden a reconocer esas
estructuras y códigos que conforman los textos poéticos para que la recepción, más allá de posibles
subjetividades en el acto de lectura, no se vea dificultada por esta falta de competencias lingüísticas
y literarias.
12
LOS TEXTOS POÉTICO-LÍRICOS
Está claro que, ya sea en el marco de una reflexión sistemática o intuitivamente, todos
clasificamos ciertos textos como “poéticos”. Además, todos tenemos incorporada la idea de que los
textos poéticos conforman una subclase dentro de los literarios. Es decir: la poesía comparte con el
resto de los géneros literarios todos los rasgos que hemos venido estudiando. Ahora, bien, ¿qué
diferencia específica tienen los textos poéticos respecto de otros textos literarios? ¿Hay algo en
su lenguaje, en su estructura que los distinga, que les sea propio?
¿El concepto “poesía” tiene algún rasgo que permanezca constante más allá de las
múltiples diferencias a las que ha sido sometido a lo largo del tiempo, de las culturas, de las
nuevas reglas innovadoras, de lo que cada época llamó en su momento “poesía”?
Desde siempre, distintos estudiosos2 han reflexionado sobre estas diferencias e, incluso, han
determinado la diferencia entre los conceptos “poético” y “lírico”, fuertemente vinculados pero –
como se verá- no exactamente sinónimos.
1.
Por un lado, los poemas poseen una musicalidad intrínseca generada por el trabajo sobre los
recursos para producir ritmo: regularidades cuantitativas de metro y rima, acentuación, pausas;
figuras del lenguaje que afectan el nivel sonoro de la lengua, como anáforas o aliteraciones.
Por otro, una especial división y distribución de los signos gráficos en el blanco de la página:
versos continuos, versos agrupados en diversos tipos de estrofas. 3
También pueden disponerse los versos irregularmente, como en el poema “Arena”, del
español Jorge Guillén (1893-1984):
Retumbos. La resaca
Se desgarra en crujidos
Pedregosos. Retumbos.
Un retroceso arisco
Se derrumba, se arrastra.
¡Molicie en quiebra, guijos
en pedrea, tesón
en contra! De improviso,
¡Alto!
¿Paz?
Y una ola
Pequeña cae sin ruido
Sobre la arena, suave
De silencio. ¡Qué alivio,
2
Lotman, Greimas, Jakobson, Rreisz de Rivarola.
3
Ver el apéndice “Elementos de métrica y versificación” en pag.
13
Qué sosiego, silencio
De siempre, siempre antiguo!
Porque Dios, sin edad,
Tiene ante sí los siglos.
Sobre la arena duran
Calladamente limpios.
Retumba el mar, no importa.
El silencio allí mismo.
La ruptura gráfica del verso de siete sílabas en tres niveles distintos del blanco de la página –
“¡Alto! / ¿Paz? / Y una ola”- reproduce visualmente la ruptura de los sentidos que hasta allí
predominaban en el poema –ruido, resquebrajamiento, violencia, transformación de una cosa en
otra, destrucción- y el cambio hacia otros sentidos contrapuestos: silencio, eternidad, mismidad.
En algunos casos, las palabras pueden llegar a formar imágenes, por el modo en que están
dispuestas.
Yo no sé nada
Tú no sabes nada
Ud. no sabe nada
Él no sabe nada
Ellos no saben nada
Ellas no saben nada
Uds. no saben nada
Nosotros no sabemos nada.
La desorientación de mi generación tiene su expli-
cación en la dirección de nuestra educación, cuya
idealización de la acción, era —¡sin discusión!—
una mistificación, en contradicción
con nuestra propensión a la me-
ditación, a la contemplación y
a la masturbación. (Gutural,
lo más guturalmente que
se pueda.) Creo que
creo en lo que creo
que no creo. Y creo
que no creo en lo
que creo que creo.
" Cantar de las ranas "
¡Y ¡Y ¿A ¿A ¡Y ¡T
su ba llí llá su ba
bo jo es es bo jo
las las tá? tá? las las
es es ¡A ¡A es es
ca ca quí cá ca ca
le le no no le le
ras ras es es ras ras
arri aba tá tá arrí aba
ba!... jo!... !... !... ba!... jo!...
14
(s. III d. C.)
Estos aspectos gráficos y rítmicos tienen, como se ha visto, una fuerte carga semántica; aportan
sentidos y asociaciones a lo dicho mediante las palabras.
2.
Esta capacidad está dada por el modo como se explotan los elementos visuales y rítmicos y por
el modo como se trabaja la ruptura de las normas de las lenguas naturales.
El no
el no inóvulo
el no nonato
el noo
el no poslodocosmos de impuros ceros noes que noan noan noan
y nooan
y plurimono noan al morbo amorfo noo
no démono
no deo
sin son sin sexo ni órbita
el yerto inóseo noo en unisolo amódulo
15
sin poros ya sin nódulo
ni yo ni fosa ni hoyo
el macro no ni polvo
el no más nada todo
el puro no
sin no
Entre los elementos no pre-codificados de la lengua mediante los cuales se elabora el lenguaje
poético, se destaca el empleo de figuras retóricas que operan en todos los niveles del texto –
semántico, fónico, morfo-sintáctico- no como adorno sino como mecanismo de construcción
estructural. 4
El poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) busca la recuperación de este sentido perdido de
las cosas básicas, cotidianas, en su libro Odas elementales. En esos poemas, el encadenamiento de
metáforas insólitas busca que recuperemos el valor de lo “elemental”, en su doble sentido de
básico, fundamental y, por lo tanto, indispensable para nuestra vida. Así, rinde culto, por ejemplo, a
la cebolla, hortaliza vulgar, y la presenta como un objeto precioso, mediante una serie de figuras:
“escamas de cristal” o “rizada pluma de oro”; analogía con la diosa Afrodita.
Oda a al cebolla
Cebolla
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
4
Ver la definición y ejemplificación de cada figura retórica en el apéndice del cuadernillo.
16
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.
Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
17
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada
y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.
3.
b. equivalencias semánticas: se trata de una igualdad parcial formada, por ejemplo, por
reiteración de ideas mediante sinónimos o el mismo campo léxico cuyas palabras o expresiones
funcionan como sinónimos dentro de ese texto. Por ejemplo, noche, luna, estrella, mar, sol
pueden ser equivalentes porque forman el campo léxico de “paisaje natural marino”; pero
también pueden oponerse día y noche a partir del eje común de “mar”.
La coherencia semántica –de la que se desprende el tema del texto- y el enfoque que sobre
dicho tema adopta se desarrollan a través de este sistema de reiteraciones y regularidades,
definitorio de los textos poéticos.
5
Greimas diferencia este concepto del de campo semántico, al que las palabras forman aún fuera de cualquier
texto.
18
de interpretar, en el caso de un libro), oscuridad. En un poema cuyo tema es el amor, llama, amor,
deseo, infierno, tienen en común ardor.
Además, cuando se lee un texto, se toma una unidad de significado -niña, por ejemplo- y se
eliminan de ella los significados que no son relevantes en ese texto. En la expresión Era una niña se
toman humano, femenino, pequeño, ingenuo. Se eliminan tiene brazos, riñones, pelo oscuro. A
veces, encontrar esas isotopías es complicado porque exige acudir a elementos de la tradición
literaria, a connotaciones complejas. Muchas veces, estas equivalencias semánticas pueden hacer
perceptibles equivalencias fónicas que de otro modo pasarían inadvertidas y al revés.
19
LOS TEXTOS LÍRICOS
Aunque generalmente se suelen emplear como sinónimos hay una diferencia clara entre
los conceptos de “poético” y “lírico”. Roman Jakobson había definido los textos poético-líricos
como aquellos donde la función poética, que hace hincapié en cómo se construye el mensaje, es la
dominante.
En el caso de otros géneros literarios, un cuento, por ejemplo, pese a las variantes infinitas que
puede elegir un autor, tendrá siempre una estructura narrativa –situación inicial, conflicto o
complicación, resolución, estado final-; de lo contrario, dejará de ser un cuento.
En cambio, los textos líricos, se basan en la transgresión de cualquier esquema previo que
sirve de base al discurso y no tienen por qué poseer una clara disposición poética. A esto se
debe que muchos poemas contemporáneos carezcan de rimas (recurrencias fonológicas) y de
paralelismos (morfológicas), de equivalencias métricas, etc. Rompen de antemano cualquier
expectativa previa que uno pueda tener sobre su formato: pueden tomar como base una trama
narrativa, una argumentativa, una descriptiva, una expositiva, una instruccional y, a la vez,
distorsionar cada una de ellas. Si se trata de un poema con sustrato narrativo, la transgresión lírica
se puede manifestar en el predominio de lo descriptivo sobre la historia; en cierta inconexión
aparente de los sucesos; mediante inconsistencia o anarquía en el uso de los tiempos verbales;
mediante la desaparición del marco, etc. Por eso se dice que los textos líricos son discursos que
tienden a la fuga hacia el no discurso y cuya identidad es siempre problemática.
Pero este des-orden solo es incoherencia, en apariencia: no quiere decir que el texto no tenga
un orden sino que ese orden es establecido por el texto mismo y no responde a un esquema
predeterminado. Leer un poema requiere entonces hallar el camino propio de ese texto que se
está leyendo; encontrar su lógica, su orden específico.
La lírica propone una intensificación aún mayor de la capacidad informativa del mensaje
poético, lo que genera mayor opacidad del referente: el tema se vuelve “opaco” al lector, pues se
desarrolla a través de ramificaciones de sentidos, proliferación de recursos poéticos, recursos que
producen saltos o desconexiones semánticas o sintácticas que deben ser repuestas por el lector:
elipsis, ausencia de conectores, juegos sonoros que hay que resolver, asociaciones impensadas. La
lírica extrema, así, la tendencia presente en todo texto literario –y, más aún, poético, a concentrar el
mayor volumen de información en la menor superficie textual.
¿Por qué suelen confundirse lo poético y lo lírico? Porque la transgresión lírica es una forma
de explotar exhaustivamente los variados mecanismos de resemantización de los signos y
densificación del mensaje que están tradicionalmente ligados a la disposición poética.
21
II
RECURSOS FÓNICOS
RECURSOS LÉXICO-SEMÁNTICOS
RECURSOS MORFO-SINTÁCTICOS
22
PLANO FÓNICO
La guaracha del Macho Camacho, título de la obra de de Luis Rafael Sánchez (Novela, Puerto
Rico, 1976)
23
►CALAMBUR: lo reconocemos cuando dos o más palabras se agrupan de modo tal que sugieren
o producen un sentido diferente.
Los favores del mundo o Ganar perdiendo, de Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza
“…y estuvo a punto de hacerse musulmán en el nombre de Alá, el dios perfecto, y se exaltaba con la
poca diferencia que hay entre alegoría y alegría y alergia y el parecido de causalidad con
casualidad y la confusión de alienado con alineado, y también hizo listas de palabras que
significaban cosas distintas detrás del espejo.
V
JADEO, viscoso aleteo. Buceo, voceo, clamoreo por el descampado. Vaya malachanza. Esta vez te
vacío la panza, te tuerzo, te retuerzo, te volteo y voltibocabajeo, te rompo el pico, te refriego el
hocico, te arranco el pito, te hundo el esternón. Broncabroncabrón. Doña campamocha se come en
escamocho el miembro mocho de don campamocho. Tli, saltarín cojo, baila sobre mi ojo. Ninguno a
la vista. Todos de mil modos, todos vestidos el de inmundos apodos, todos y uno: Ninguno. Te
desfondo a fondo, te desfundo de tu fundamento. Traquetea mi ráquea aquea. El carrascaloso se
rasca la costra de caspa. Doña campamocha se atasca, tarasca. El sinuoso, el lo ilbante babeante, al
pozo con el gozo. Al pozo de ceniza. El erizo se irisa, se eriza, se riza de risa. Sopa de sapos, cepo
de pedos, todos a una, bola de sílabas de estropajo, bola de gargajo, bola de vísceras de sílabas,
sílabas, sibilas, badajo, sordo badajo. Jadeo, penduleo desguanguilado, jadeo.
Libertad bajo palabra, de Octavio Paz
“Prometieron favorecerle para cuando tuviese seso”, Rimas humanas y divinas 18,
de Lope de Vega
24
►DERIVACIÓN: Unión de palabras que provienen de una misma raíz.
Romance tradicional
►PALÍNDROMO: expresión que puede leerse tanto de izquierda a derecha como de derecha a
izquierda. Recordemos por ejemplo el libro de poemas de Carlos Feiling, titulado Amor a Roma.
Otros ejemplos, “La ruta natural”, “Le avisará Sara si va él.” Y como en la época clásica
también se divertían: “In girum imus nocte et consumimur igni.” (“Encontramos el círculo en la
oscuridad y somos consumidos por el fuego”.). Finalmente, no olvidemos el del escritor cordobés
Juan Filloy: “Allí tápase Menem esa patilla”
El palíndromo puede considerarse una variedad del anagrama: palabra o frase obtenida mediante
una acción transpositiva de otra palabra o frase. Por ejemplo, el escritor argentino Arturo Capdevila
escribió un libro en 1946, dedicado al poeta modernista llamado: Rubén Darío, “un bardo rei”. Uno
más, José Marín es el nombre del amigo de la infancia de Miguel Hénandez, cuyo seudónimo
anagramático es Ramón Sijé, a quien le dedicara su Elegía.
►ANAGRAMA: consideremos la definición que nos provee Carlos Núñez Cortés, lutier (aceptado
por la RAE) en la música y en la lengua, en su libro Los juegos de Mastropiero. Afirma que “(…)
Es una desfiguración que se hace de una palabra trasponiendo el orden de sus letras para crear una
palabra diferente. La palabra resultante puede o no tener sentido. La transposición puede ser literal,
o sea, cambiando el orden de las letras, por ejemplo: enigma-imagen; Salvador Dalí-ávida dollars;
Diego Maradona-mago adinerado; argentino-ignorante; patronímico-importación, ésta última
probablemente un récord en longitud debido a sus once letras. (…) Existen también otros tipos de
25
transposiciones posibles, como por ejemplo, la silábica: hurta-tahúr, mariposa-saripoma; o el
reordenamiento alfabético: Mastropiero-aeimooprst; murciélago-acegilmoru.” 6
Los siguientes son anagramas atribuidos al escritor chileno Nicanor Parra, mediante los cuales
destaca algún aspecto de la persona
(…)
Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
6
Núñez Cortés, Carlos: Los juegos de Mastropiero. Palíndromos, retruécanos y demás yerbas en Les Luthiers,
Buenos Aires, Emecé, 2007. Pg. 235.
26
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.
►SÍMIL: también llamada COMPARACIÓN; establece una relación entre seres, objetos, ideas,
etc., sin lograr una identificación como ocurre con la metáfora. El símil se explicita por los
nexos: “como”, “semejante a” o “igual que”, así como mediante los verbos que indican semejanza:
“parecer”, “semejar”.
"Bella como el acertar con un asiento lleno de uno mismo en un tranvía lleno de otros, ojos
negros como la pena del que no los ha visto, ¡¿por qué tu andar te aleja de mí, si bastaría
detenerlo para que la latitud de nuestra separación cesara de crecer?!"
La oratoria del hombre confuso, Macedonio Fernández.
Tal vez sea conveniente denominarlas metáforas en presencia (in praesentia) y en ausencia (in
absentia). Esta última es considerada por la Retórica como la que representa acabadamente la
definición.
METÁFORA EN PRESENCIA
El corazón es agua
que se acaricia y canta.
El corazón es puerta
que se abre y se cierra.
El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata.
28
METÁFORA EN AUSENCIA
“Te recuerdo como eras” en Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de
Pablo Neruda
►ALEGORÍA: es una combinación constante de símbolos; puede definirse también, como una
metáfora continua, donde los términos reales elegidos establecen entre sí las mismas relaciones que
los elementos metafóricos.
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
- ANIMALIZACIÓN: Atribución de rasgos propios de los animales a otros seres vivos o a objetos.
“Como cada tarde después del colegio, Margarita y sus compañeros vuelan hacia sus nidos.”
“Como la mamadera se hizo esperar, Emilia comenzó a berrear.”
“Accidentalmente, el Lazarillo mordió el anzuelo.”
“Llévate ese papel, y remonta el vuelo, si no quieres que te queme las pezuñas”
“Las galas del difunto”, de Ramón del Valle Inclán
“Don Lauro rubrica con un gesto tan terrible, que se le salta el ojo de cristal. De un zarpazo lo
recoge rodante y trompicante en el mármol del velador y se lo incrusta en la órbita.”
30
“Los cuernos de don Friolera”, de Ramón del Valle Inclán
“De pronto, una abertura se hizo en el cielo. La lluvia se desmenuzó en un sutil polvillo de agua y,
como cediendo a mi angustioso deseo, un rayo de sol cayó sobre el campo; corrió quebrándose en
los montes, perdiéndose en las hondonadas, encaramándose en las lomas.
Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes
Ya va a venir el día; da
cuerda a tu brazo, búscate debajo
del colchón, vuelve a paz-arte
en tu cabeza, para andar derecho.
Ya va a venir el día, punte el saco.
“Los desgraciados”, de Cesar Vallejo
Buscad, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota
o una estrella pisoteada.
Porque yo los he visto:
en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas.
Porque yo los he tocado:
en el destierro de un ladrillo difunto,
venido a la nada desde una torre o un carro.
“Los ángeles muertos”, de R. Alberti,
►METONIMIA: no es una figura de sustitución completa del elemento real por el imaginario sino
de sustitución incompleta, ya que se reemplaza una palabra o frase por otra a partir de una relación
efectivamente existente en el plano real. Lo que se produce es una relación de desplazamiento
entre esas palabras vinculadas, a partir de la fórmula lógica pars pro parte (parte por parte). Más
específicamente, designa una cosa con el nombre de otra que está con aquella en relación de:
Continente – contenido
32
Continente – contenido: “Salió a comprar cigarrillos.” (Cigarrillos=Paquete)
Lugar de procedencia: “A toda hora, Darío invitaba con champagne.” (Región francesa, lugar
de origen del vino espumante.)
De abstracto a concreto: “Eduardo nos preguntó a qué bandera era fiel Lawrence de Arabia”
(bandera=patria)
Autor por la obra: “Walter llegó a la reunión con un Aira inédito.” (César Aira=manuscrito)
género a especie o viceversa: Los mortales no respetaron el pedido de sus dioses. (los
mortales=los hombres)
singular a plural o viceversa: “Los egipcios sabían que el gato prefiere la casa a sus
moradores.”
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte esta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
“Breves acotaciones para una biografía”, de Ángel González
33
Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos; (bolsos y ladrones)
y pues él rompe recatos
y ablanda al jüez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.
Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.
“Querido tío Oblongo: Gracias por recomendarme tu fórmula mágica. Sigo empeñado en triunfar
como músico, y conseguí que me tomaran una prueba en el coro de la congregación que dirige
Reverendo O’Hara. El reverendo O’Hara tiene muy buena voz, y ha enseñado su técnica a todos los
integrantes del coro. Oyéndolos, se nota que todos ellos cantan como el reverendo… Fui a dar la
prueba con muchas esperanzas. Para un caso de emergencia llevaba preparadas las palabras
mágicas.”
Fragmento de “Cartas de color”, de Les Luthiers
34
la cierta muerte, fin de tantos daños,
me hacen descuidar de mi remedio.
►OXÍMORON: se reconoce cuando se unen dos palabras que poseen un significado opuesto. Es
una figura que a partir de una contradicción respecto de un objeto, seres animados y hasta acciones,
resalta el mensaje mediante esos significados encontrados.
35
Sosiega un poco, airado temeroso
humilde vencedor, niño gigante
cobarde matador, firme inconstante
traidor leal, rendido vitorioso.
Déjame en paz, pacífico furioso,
villano hidalgo, tímido arrogante,
cuerdo loco, filósofo ignorante,
ciego lince, seguro cauteloso.
XCIV
Doy consejo, a fuer de viejo:
nunca sigas mi consejo.
LVIII
Creí mi hogar apagado
y revolví la ceniza...
Me quemé la mano.
Proverbios y cantares, de Antonio Machado
►IRONÍA: es un recurso por el cual se afirma o se representa lo contrario de lo que se expresa con
las palabras, de modo tal que se demuestre al receptor cuál es el verdadero sentido de lo que se
piensa. (Ello radica en la importancia del contexto, es decir el conocimiento del lector.)
Se denomina sarcasmo a una forma de ironía que es insultante o busca humillar. Los poetas
Quevedo y Góngora mantuvieron una disputada relación de este tipo, edificada con el ingenio.
37
“Yo te untaré mis obras con tocino”, Sonetos burlescos de Francisco de Quevedo
►APÓSTROFE: mediante esta figura se dirige la palabra a alguien (ser vivo o cosa). Se utiliza la
segunda personal (vocativo o imperativo) y puede realizarse en forma de exclamación,
interrogación o ruego. Al utilizar el apóstrofe se interrumpe el discurso para identificar al emisor,
se encuentre presente o no.
gran bacán;
¡La pucha que sos reo despertá,
y enemigo de yugarla! si dormido estás,
La esquena se te frunce pedazo de haragán...
si tenés que laburarla...
Del orre batallón El día del casorio
vos sos el capitán; dijo el tipo'e la sotana:
vos creés que naciste "El coso debe siempre
pa' ser un sultán. mantener a su fulana".
Te gusta meditarla Y vos interpretás
panza arriba, en la catrera las cosas al revés,
y oír las campanadas ¿que yo te mantenga
del reló de Balvanera. es lo que querés?
¡Salí de tu letargo! Al campo a cachar giles
¡Ganate tu pan! que el amor no da pa' tanto.
Si no, yo te largo... A ver si se entrevera
¡Sos muy haragán! porque yo ya no te aguanto...
Si en tren de cara rota
Haragán, pensás continuar,
si encontrás al inventor "Primero de Mayo"
del laburo, lo fajás... te van a llamar.
Haragán,
si seguís en ese tren
yo te amuro... ¡Cachafaz! Haragán. Música: Enrique
Grandulón, Delfino. Letra: Manuel Romero
prototipo de atorrante robusto, y Luis Bayón Herrera
38
Huyes, directa, rectamente liso,
en tu pétalo un nombre y un encuentro
latentes, a ese centro
cerrado y por cortar del compromiso.
►EPÍTETO: consiste en resaltar las cualidades más importantes, significativas de seres vivos u
objetos. Es un adjetivo o participio –o una frase con valor adjetivo- que en general aparece antes y
no es restrictivo ni necesario porque es una cualidad implícita en el nombre pero posee una carga
expresiva muy importante y una valoración (ya sea positiva o negativa) del emisor.
Arbolé, arbolé
secó y verdé.
"Agostiño Taborda era del títere, se ganaba la vida con el títere; también practicaba de amanuense
de mozas en sazón, estimado Cello, desearé que al recibo de estas letras te encuentres bien de salud,
como yo por el momento bien sigo, gracias sean dadas a Dios; testigo falso, sí señor juez, sí que lo vi
y bien visto con estos ojos que se ha de comer la tierra, así me muera si miento; y caricaturista a la
tijera, un minuto, por favor, su silueta, caballero, sin compromiso, sólo la voluntad si es gustoso en
39
hacerla"
Historias familiares, de Camilo José Cela
“Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de mí determiné de todo en todo dejarle: y como
lo traía pensado y lo tenía en voluntad, con este postrer juego que me hizo, afirmelo más.”
Tratado Primero, de La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades.
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
40
mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
►HIPÉRBOLE: puede definirse como una exageración poética que lleva implícita una
comparación o una metáfora. La hipérbole puede manifestar tanto una idea de engrandecimiento
como una insignificancia (pequeñez).
No te detengas a mirar
41
las ramas viejas del rosal
que se marchitan sin dar flor,
mira el paisaje del amor
que es la razón para soñar y amar.
[...]
Sal. ¡Oh más dura que mármol a mis quejas
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea !
Estoy muriendo, y aun la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay sin ti el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿D'un alma te desdeñas ser señora
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
[...]
Fragmento de la Égloga I, de Garcilaso de la Vega
►LÍTOTE: es una figura de atenuación que consiste en sustituir una expresión por la negación de
su contrario, de modo tal que el enunciado implica un alto grado de lo contrario.
“Casi todo aquel día caminó sin acontecerle cosa que de contar fuese, de lo cual se desesperaba,
porque quisiera topar luego con quien hacer experiencia del valor de su fuerte brazo. (…) vio no
lejos del camino una venta que fue como si viera una estrella que, no a los portales sino a los
alcázares de su redención le encaminaba”.
Una forma habitual de perífrasis es el eufemismo, que consiste en decir, de manera indirecta y
menos dura, algo desagradable, grosero o cruel.
El poema siguiente se abre citando la expresión pronunciada por Cristo según el texto de los
Evangelios, cuando está en la Cruz, a punto de morir, tras haber sido duramente torturado, y cierra
con la presencia del yo lírico en un campo de concentración.
43
Me rodean los tanques blindados
estoy apuntado por las ametralladoras
y cercado de alambradas
………………………………………las alambradas electrizadas
► IMÁGENES SENSORIALES
Presentan rasgos de alguna entidad que pueden ser captados mediante alguno de los cinco
sentidos. (No constituye una imagen sensorial el hecho de nombrar un elemento que puede ser
aprehendido por medio de la vista: “veo una casa”; el oído: “oigo sonidos”; el tacto: “pasó la mano
por su pelo”; el gusto: “recordó lo ricas que eran las tortas de su abuela”; el olfato: “se puso
perfume”. En estos casos no se explota la descripción de las características captadas o de las
sensaciones producidas por los sentidos.
Imagen auditiva
Imagen olfativa
“el olor agrio y almizclado se iba transformando en otro olor más ligero, como de violetas animales”
Rafael Sánchez Ferlosio
Imagen gustativa
Imagen táctil
45
PLANO MORFOSINTÁCTICO
46
una barra de azufre en un armario,
pesadas campanadas del insomnio,
auroras, ponientes y crepúsculos,
ecos, resaca, arena, liquen, sueños.
"Señor, iba a la plaza y traíale de comer y acompañábala; suplía en aquellos menesteres que mi
tierna fuerza bastaba. Pero de aquel poco tiempo que la serví, recogía la nueva memoria lo que la
vieja no ha podido quitar. Tiene esta buena dueña al cabo de la ciudad, allá cerca de las tenerías en la
cuesta del río, una casa apartada, medio caída, poco compuesta y menos abastada. Ella tenía seis
oficios, conviene saber: labrandera, perfumera, maestra de hacer afeites y de hacer virgos,
alcahueta, y un poquito hechicera. Era el primer oficio cobertura de los otros, so color del cual
muchas mozas destas sirvientes entraban en su casa a labrarse, y a labrar camisas y gorgueras y otras
muchas cosas. Ninguna venía sin torrezno, trigo, harina o jarro de vino y de las otras provisiones que
podían a sus amas hurtar, y aún otros hurtillos de más cualidad allí se encubrían. Asaz era amiga de
estudiantes, y despenseros y mozos de abades; a éstos vendía ella aquella sangre inocente de las
cuitadillas, la cual ligeramente aventuraban en esfuerzo de la restitución que ella les prometía. Subió
su hecho a más: que por medio de aquellas comunicaba con las más encerradas, hasta traer a
ejecución su propósito, y aquestas en tiempo honesto, como estaciones, procesiones de noche, misas
del gallo, misas del alba y otras secretas devociones. Muchas encubiertas vi entrar en su casa; tras
ellas hombres descalzos, contritos y rebozados, desatacados, que entraban allí a llorar sus pecados.
!Qué trafagos, si piensas, traía! Hacíase física de niños, tomaba estambre de unas casas y dábalo a
hilar en otras, por achaque de entrar en todas. Las unas: "!Madre acá!"; las otras "!Madre acullá!";
"!Cata la vieja!"; "!Ya viene el ama!"; de todas muy conocida. Con todos estos afanes, nunca pasaba
sin misa ni vísperas ni dejaba monasterios de frailes ni de monjas; esto porque allí hacía ella sus
aleluyas y conciertos. Y en su casa hacía perfumes, falseaba estoraques, menjuí, animes, ámbar,
algalia, polvillos, almizcles, mosquetes. Tenía una cámara llena de alambiques, de redomillas, de
barrilejos de barro, de vidrio, de arambre, de estaño, hechos de mil facciones; hacía solimán, afeite
cocido, argentadas, bujelladas, cerillas, llanillas, unturillas, lustres, lucentores, clarimientes,
albalinos y otras aguas de rostro, de rasuras de gamones, de cortezas de espantalobos, de
taraguncia, de hieles, de agraz, de mosto, destilados y azucarados. Adelgazaba los cueros con zumos
de limones, con turbino, con tuétano de corzo y de garza, y otras confecciones....."
El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.
48
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
►CONCATENACIÓN está dada por anadiplosis continuadas que producen una gradación o
clímax.
Ha pasado un caballero.
¿Quién sabe por quién pasó?
Y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.
Hay REDICIÓN cuando se repite una palabra al comienzo de un verso y al final del mismo.
Ah silenciosa!
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada
ibas a encontrarte con él.
►QUIASMO: se establece por la posición cruzada (forma una X) o simétrica de las mismas
palabras –o de palabras que, en su combinación producen el mismo sonido, en versos contiguos o
en el mismo verso.
51
Mal, Polonia, recibes
a un extranjero, pues con sangre escribes
su entrada en tus arenas,
y apenas llega, cuando llega a penas;
bien mi suerte lo dice;
mas ¿dónde halló piedad un infelice?
52
Los campos les dan alfombras,
los árboles pabellones,
la apacible fuente sueño,
música los ruiseñores.
Los troncos les dan cortezas
en que se guarden sus nombres
mejor que en tablas de mármol
o que en láminas de bronce.
Ver el empleo del encabalgamiento en “Poema de los dones”, de Jorge Luis Borges, con el que se
ejemplifica hipálage.
53
►HIPÉRBATON: también llamada TRANSPOSICIÓN, es la alteración, cambio o variación del
orden sintáctico u orden lógico de las palabras en la oración (El plural es HIPERBATOS)
al Duque de Bejar
“Soledades”, de Góngora
(Giradores abanicos de aplausos descienden del tendido en bandadas, a coronar la ronda de las
espaldas.)
(…)
54
ELEMENTOS DE VERSIFICACIÓN
tipos de estrofas que no figuran en las guías de primero y segundo como la
También agregaría la diferencia entre arte mayor y menor a los fines de indicar la rima
(mayúscula y minúscula)
RIMA: es la coincidencia de sonidos finales entre dos o más versos a partir de la última vocal
acentuada. La coincidencia de sonidos determina la clase de rima, que puede ser consonante o
asonante.
Reconocemos la rima asonante cuando la coincidencia de sonidos es parcial (sólo los vocálicos).
Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio.
La gran franqueza de la luna llena
ya no entusiasma su habitual firmamento.
Hoy que está crespo el cielo
dirá la agorería que ha muerto un angelito.
Patio, cielo encauzado.
El patio es la ventana
por donde Dios mira las almas.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Lindo es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de un alero y de un aljibe.
También podemos analizar la rima de acuerdo con por su combinación o distribución en la estrofa.
Como por ejemplo:
a) Continua: rima semejante en todos los versos de la estrofa, también llamada monórrima; es
freceunte en los romances
56
b) Gemela cuando en dos versos consecutivos encontramos una rima semejante. Es común en los
versos pareados.
c) Abrazada: igual misma rima en el primer verso y en el último de la misma estrofa. Tanto en
tercetos como en cuartetos. aba, abba.
d) Alternada: riman los versos pares entre sí y lo mismo sucede con los impares. abab
e) Encadenada: se produce cuando uno o más versos de una estrofa riman con uno o más versos
de otra estrofa. Un ejemplo en su forma más representativa los tercetos encadenados:
Este tipo de metro se funda en la intensidad y número de sílabas. Acentuación final de los
versos: el cómputo silábico varía de acuerdo con la última palabra de un verso.
El-bri-llo-nó-ma-de-del-mun-do = 9 sílabas
1 2 3 4 5 6 7 8 9
En aqueste enterramiento
Humilde, pobre y mezquino,
Yace envuelto en oro fino
Un hombre rico avariento.
58
¡Qué sola estará hoy, detrás de las inútiles paredes,
tu morada de hierros y de flores!
Abandonada, su juventud que tiene la forma de tu cuerpo,
extrañará ahora tus silencios demasiado obstinados,
tu piel, tan desolada como un país al que sólo visitaran cenicientos pétalos
después de haber mirado pasar, ¡tanto tiempo!,
la paciencia inacabable de la hormiga entre sus solitarias ruinas.
Licencias poéticas: son recursos que permiten alcanzar uniformidad en el número de sílabas de un
verso. Nos referimos a métrica regular cuando todos sus versos contienen la misma cantidad de
sílabas. Por el contrario, cuando el número de sílabas es variable, la poesía tiene métrica irregular.
La sinalefa es la unión de la última vocal o las últimas vocales de una palabra con la vocal de la
siguiente. Es una unión fonética y se emplea cuando se necesita disminuir el número de sílabas (se
considera una sola sílaba métrica); se la considera como un diptongo. Sin embargo hay que tener
que si la “Y” tiene sonido vocálico, puede unir tanto vocales anteriores como posteriores. En cuanto
a la “H”, permite la formación de sinalefa porque funciona como muda, aunque en en la poesía
española hasta el siglo XII aproximadamente, se la pronunciaba como una consonante aspirada
De este modo la sinalefa resta una sílaba al metro. Pero hay situaciones por ejemplo, cuando una de
las vocales pertenece al monosílabo, está acentuada o enfáticamente pronunciada, no se produce la
sinalefa y se la denomina hiato.
Importante: Hiato y sinalefa son licencias poéticas que se producen entre palabras.
La sinéresis se produce cuando dos vocales que no constituyen diptongo o también separadas por
“h”, son pronunciadas como si lo formaran. Así la sinéresis permite reducir el número silábico de
un verso. Ejemplos Proveedor, cooperadora, leal.
Se denomina Estrofa a la agrupación de versos dentro de una poesía o texto lírico. La estrofa posee
versificación regular cuando reconocemos versos en series iguales o proporcionales. Cuando
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estamos frente a versos en series desiguales, se los denomina versificación irregular.
Así comprobamos que el verso como unidad rítmica depende de la medida y la cadencia.
La referencia a los versos de arte menor se realiza con minúscula aba y los de arte mayor con
mayúscula ABAB, cuando se señala la rima.
En poesía, las PAUSAS determinan el ritmo del verso. No olvidemos que la poesía se pierde en la
noche de los tiempos que es la oralidad. De este modo, aquellas le otorgan a la poesía cadencia y
énfasis.
Así, por ejemplo, podemos referirnos a: cesura como la pausa en la mitad de un verso. Y a
hemistiquio como la mitad de un verso alejandrino, es decir de 14 sílabas.
Se denomina pausa versal a la que se produce al final de cada verso. Cuando no hay un signo
ortográfico y la oración que comenzó en un verso continúa en el siguiente, estamos ante un
encabalgamiento.
Según el modo en que estén agrupados los versos, las estrofas reciben distintas
denominaciones. Y, a la vez, según como se combinen las estrofas, dan lugar a distintas
composiciones poéticas. Por ejemplo, el soneto está formado por dos cuartetos –estrofa compuesta
de cuatro versos de arte mayor- y dos tercetos –estrofa compuesta de tres versos de arte mayor.
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El soneto está compuesto por dos cuartetos y dos tercetos. La diferencia entre cuarteto y cuarteta consiste en
que los versos que las componen son de arte mayor y de arte menor respectivamente.
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Pareados: estrofa de dos versos que riman entre sí con rima asonante o consonante, sin
importar el número de sílabas que posea cada uno de ellos.
“Retrato”
Me acuso de no amar sino muy vagamente 13A
una porción de cosas que encantan a la gente 14A
Manuel Machado
Copla: estrofa de cuatro versos octosilábicos o de menor número de sílabas en la que riman
los pares con rima asonante.
En los pinares del Júcar
vi bailar unas serranas
al son del agua en las piedras
y al son del viento en las ramas
Luis de Góngora
Lira
Estrofa de cinco versos heptasílabos y endecasílabos, que riman consonantemente
según el siguiente esquema: 7a 11B 7a 7b 11B
Además del soneto, otras composiciones muy empleadas en nuestra lengua son:
Romance: serie de versos octosilábicos en número indeterminado con rima asonante en los
versos pares.
En tu divina escuela,
la verdad se revela,
contenta y regocijada,
lejos de su tumulto
en el rincón oculto
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