Deterioro de Lípidos
Deterioro de Lípidos
Deterioro de Lípidos
INSTITUTO TECNOLÓGICO
de Tuxtepec
UNIDAD No. 4
Lípidos
TEMA:
Reacciones químicas del deterioro de lípidos
PRESENTA:
Caredano Palacios Juan Carlos
CARRERA:
INGENIERÍA BIOQUÍMICA
ASIGNATURA:
Química de alimentos
DOCENTE:
Dra. Gallegos Vázquez María Araceli
1.1 LIPÓLISIS
Esta reacción es catalizada por lipasas y, en ciertas condiciones, por las altas
temperaturas en presencia de agua (en el freído), en la que se hidroliza el enlace
éster de los triacilglicéridos y de los fosfolípidos, y se liberan ácidos grasos.
En forma natural, en los granos crudos existe una fuerte actividad lipásica, cuya
función biológica es aprovechar los lípidos para suministrar nutrimentos y fortalecer
la germinación; en el primer paso de la extracción del aceite de soya se trituran los
granos y con eso se favorece la acción de las enzimas; los ácidos deben eliminarse
en la neutralización, ya que de otra manera provocan muchos problemas por ser
más sensibles a la autoxidación que en forma esterificada.
1.2 AUTOXIDACIÓN.
Es el deterioro más común de las grasas y aceites y se refiere a la oxidación de los
ácidos grasos insaturados, pero también se presenta con otros compuestos de
interés biológico, como la vitamina A y los carotenoides. La oxidación ocurre cuando
un átomo cede un electrón a otro átomo distinto mediante el proceso de la
reducción.
Se inserta un grupo
carboxilo.
Ilustración 4: En los hidroperóxidos del oleico se rompe la unión O–O y se sintetiza el radical
alcoxi correspondiente, para después escindir el enlace C–C en dos posiciones, a la derecha y a
la izquierda, lo que produce una gama enorme de compuestos de bajo peso mol.
Ilustración 5: Desarrollo de la oxidación de los aceites.
1.3 REVERSIÓN.
Este tipo de deterioro se presenta con menor frecuencia y en ciertos aceites
refinados con ácido linoleico, como el de soya, que producen olores indeseables en
el almacenamiento mediante un mecanismo que no se conoce totalmente; los olores
recuerdan primero las hierbas y algunas semillas, y posteriormente, la pintura y el
pescado.
La reacción ocurre aun en aceites con índice de peróxido muy bajo, menores de 10
meq/kg, y puede ser el inicio de la autoxidación. En el espacio de cabeza de aceites
revertidos se han identificado aldehídos y cetonas, como 2-pentilfurano, diacetilo,
2,3-pentandiona, 3-hexenal y muchos otros, que se perciben antes de que
aparezcan los olores característicos de la oxidación.
1.4 RADIÓLISIS.
La irradiación de los alimentos, como método de conservación, ha adquirido gran
relevancia en los últimos años. Al igual que sucede con los tratamientos térmicos,
en la irradiación ocurren cambios en las grasas, algunos del tipo oxidativo como los
anteriormente expuestos, pero otros particulares debidos al efecto de las dosis
comercialmente usadas y que van desde 1 hasta 50 kGy (kilogray). La energía
suministrada provoca la formación de moléculas ionizadas y de radicales libres muy
reactivos que, a su vez, interaccionan con otras sustancias, que pueden o no ser
lípidos; las grasas insaturadas y las saturadas entran en esta cadena de reacciones
que conducen a la formación de aldehídos, cetonas, hidrocarburos, esteres, ácidos
grasos libres, lactonas y otros. Una vez formados los radicales libres y en presencia
de oxígeno, las reacciones descritas en la autoxidación se desarrollan con facilidad.
1.5 ANTIOXIDANTES.
En forma natural, hay sustancias que evitan la autoxidación, como la lecitina, los
tocotrienoles y los tocoferoles (vitamina E), con la peculiaridad de que el poder
antioxidante de estos últimos es inverso al de su función biológica y que se
encuentran en una concentración de 1,150, 1,000, 950, 600 y 100 ppm en los
aceites crudos de soya, palma, algodón, maíz y oliva, respectivamente. Los
derivados fenólicos, como las isoflavonas genisteína, daidzeína y gliciteína y los
ácidos cafeico, clorogénico, ferúlico y cumárico, presentan estas propiedades.70,
71 Estos ácidos son escasos en los aceites, excepto en el de oliva virgen (80 ppm),
cuya presencia se supone es la razón de su alta estabilidad; el ácido cafeico
muestra mayor protección que el propio BHT.76 Los extractos de especias, como
clavo, romero, salvia, orégano y pimienta gorda presentan esta actividad, pero no
se usan como tal por su intenso aroma y color.
Conclusiones:
La oxidación de lípidos da lugar a la aparición de olores y sabores
desagradables (rancidez oxidativa), lo que hace que se reduzca su vida útil.
Fuentes de información.
Lehninger, A.L. (1978). Lípidos, lipoproteínas y membranas. En Bioquímica,
2da edición, cap 11, Págs. 285-314. Ediciones Omega, Barcelona.