Resumen Burín Psico General Catedra I Gonzalez
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1. Ciencia y método
Las teorías se componen de hipótesis que relacionan conceptos entre sí, o conceptos con
hechos. Una teoría es un conjunto, una red de hipótesis. El objeto de una teoría psicológica es
explicar el comportamiento observable y la actividad mental, y para ello se elaboran hipótesis
de por qué la gente se comporta (dice, piensa y actúa) de determinado modo.
Las hipótesis psicológicas plantean la existencia de entidades mentales que son teóricas,
como memoria, motivación, inteligencia, personalidad, etc.
Se llaman teóricos pues se postula su existencia pero no se pueden observar directamente de
la realidad en términos empíricos. Los conceptos teóricos que causan la conducta son
"CONSTRUCTOS HIPOTÉTICOS" (elementos subyacentes al comportamiento que se
observan en la realidad). No podemos observarlos, pero sí sus correlatos, por ejemplo, llamar
por teléfono a alguien sin mirar el número (memoria); si comemos algo se supone que tenemos
hambre. Explicamos comportamientos observables con términos teóricos inobservables.
La necesidad de definir qué indicadores señalan la presencia y magnitud del concepto aporta
numerosas ventajas como:
Fase 2: de prueba. Se le pide al sujeto que realice la tarea: Leer en voz alta, nombrar,
recordar, decidir si una frase es verdadera o falsa. Puede haber intervalos de tiempo entre
experimento y experimento.
Hay dos clases de indicadores típicos que suelen medirse en esta fase de prueba:
1- Número de respuestas
2- Tiempo
3- Cantidad de respuestas correctas o erróneas (ejemplo cantidad de palabras, frases. Ideas,
etc.)
Uno de los indicadores más claros de que está ocurriendo un proceso mental es el tiempo
que tarda (tiempo de reacción). El TR es el tiempo en que se tarda entre la aparición de un
determinado estímulo y la iniciación de la respuesta, en tareas experimentales relativamente
simples, “lo mejor y más rápido que se pueda”.
Cuando se quiere probar la influencia de una serie de variables además de la que interesa
que influye en la situación: las variables extrañas. Estas variables son las que hay que
controlar, eliminar su influencia como posible factor explicativo.
¿Qué se necesita para sustentar la hipótesis de estudio ante todas estas alternativas? La
respuesta metodológica es: un grupo de comparación en que se den todas las condiciones
similares al grupo de estudio, excepto por la condición que nos interese investigar. Esto
garantiza un control de las variables extrañas. Se debe cuidar que los dos grupos sean
equivalentes desde el principio en factores relevantes como la edad, nivel de inteligencia,
grado de depresión, etc.
También cuidar la equivalencia del material con que se trabaja. Ejemplo, Ebbinghaus, en sus
estudios sobre la memoria usaba “sílabas sin sentido” compuesta por trigramas de letras (ZUX,
FOL, MEH) porque creyó que así no influirían las diferencias que existen entre las palabras,
como las frecuencias del uso, la familiaridad, capacidad de formar asociaciones, o imágenes
mentales, etc. En estudios con otros objetivos, al elegir las palabras a utilizar, se toma de que
todas tengan una frecuencia equivalente para de este modo controlar la variable extraña,
“frecuencia léxica”. Se ha descubierto que con las sílabas en castellano pasa algo parecido
llamada, “frecuencia silábica”.
En resumen, una hipótesis afirma el efecto de una(s) variable(s) sobre otra(s). La variable que se
supone causa el efecto se denomina variable independiente y la que nos va explicar, variable
dependiente.
Hay posibles variables extrañas que no podemos controlar por razones prácticas o algunas
que ni siquiera se nos ocurren cuando diseñamos un experimento. Una forma de controlar las
variables extrañas es dejar actuar el azar. Podemos así esperar que la influencia de las
variables extrañas se reparta de manera equitativa entre los grupos a comparar.
Vimos anteriormente que el control de las variables extrañas es el pilar del método
experimental. La manipulación es el otro pilar del método experimental.
En resumen, se logra mayor validez interna, mayor fuerza causal, cuando se controlan las
variables extrañas y se manipula la VI. La VI es la que el/la investigador/a manipula.
A veces podemos identificar por adelantado cuando se cuela una variable extraña, una que
hace no equivalentes a los grupos desde el principio. Para solucionarlo, se hacen
subgrupos de los participantes según la variable a controlar.
A principios de los 60, Sperling trabaja con la memoria sensorial. Descubre que hay un límite
para captar en un golpe de vista. Lo estudió con un taquistoscopio, se trata de una caja de
madera con una ventana y un mecanismo controlado por cronómetro para mostrar diferentes
objetos. Se calculó que la amplitud de aprehensión humana, también llamada amplitud de
atención o perceptual era de más o menos 4 a 5 ítems. Sperling propuso que en la tarea
estaban actuando al menos dos procesos mentales. En primer lugar, los sujetos captan
sensorialmente los estímulos (deben verlos); en segundo lugar, deben identificar las letras y
recordarlas para decir cuáles son. Pero también puede que los sujetos los capten todos, pero
que no lleguen a poder identificar de qué letras se trata. Hay acá dos hipótesis. Uno que pone
la limitación en el sistema sensorio- perceptivo, y otra en un sistema de memoria, encargado de
mantener el material para informarlo (de poca duración). Apoya la idea de una memoria
sensorial, apoya la idea de una memoria inicial de muy corta duración (menos de un segundo).
Para que una observación, un dato, tenga significación, tiene que estar enmarcado en una
comparación. El resultado de una comparación entre dos mediciones de las variables
dependientes bajo distintas condiciones, y se calcula en término de si hay “diferencias
significativas” o “efectos significativos”, es decir, si la diferencia entre valores de la VI o el
efecto de la VI es diferente del que podría esperarse por simple azar.
El planteo experimental introduce cierta artificialidad. Por ejemplo, si vamos a hacer un estudio
sobre memoria, no se puede incluir gente de todas las edades, ya que sabemos que la
memoria varía según la edad. Se tiene que elegir un grupo homogéneo.
Típicamente los estudios en psicología cognitiva se realizan primero con estudiantes
universitarios, aumentando la validez interna. Luego se realiza un estudio similar con personas
de otras edades, de diverso nivel intelectual, etc.; para generalizar o ver las divergencias. Esto
es un hecho para los principales paradigmas experimentales, lo cual ha dotado de validez
ecológica a muchas hipótesis sobre el funcionamiento mental.
5. El papel de la estadística
En todos los casos que hemos revisado, el/la investigador/a tiene la posibilidad de manipular
la VI (decidir cuáles son los valores de la variable independiente, de programar cómo y cuándo
se va a introducir, y de aleatorizar quien la recibe, de controlar y eliminar las variables
extrañas). En cambio, hay otras situaciones en las que no es posible asignar al azar la variable
que suponemos “causa”, por motivos prácticos o éticos. Por ejemplo, no se puede manipular el
sexo de las personas, la clase social, la edad, etc. Si queremos estudiar los efectos de la edad
de la memoria y formamos dos grupos, uno de “jóvenes” y otro de “ancianos”, no podremos
aleatorizar quien va a qué grupo.
Existe otra amplia franja de diseños de investigación que se encuadran dentro de lo que se
llama método correlacional, selectivo u observacional. En general, se trata de investigaciones
de carácter descriptivo, en dónde se elige una muestra grande y representativa de una
población para estudiar ciertas características de interés.
En este tipo de investigaciones no hay variación sistemática ni asignación aleatoria de los
participantes a los grupos. Por lo tanto, no estudian relaciones causa-efecto. Lo que interesa es
establecer la existencia de una relación entre variables, y medir de que magnitud se trata.
Por ejemplo, sabemos que en la población existe una correlación positiva entre peso y altura, a
mayor altura mayor peso, o entre características demográficas y cantidad de accidentes de
tráfico. Lo que se puede afirmar es que existe una relación entre las variables, e incluso se
puede cuantificar el tamaño de dicha correlación. A partir de ello se puede predecir mejor una
variable conociendo los valores de la otra.
Para explicar fenómenos o problemas complejos como los que presenta la psicología, todos
los métodos son necesarios. Son métodos complementarios. La explicación no se decide con
un solo estudio, sino reuniendo gran cantidad de datos. Se combina la validez interna lograda
mediante experimentos y la validez externa dada por la repetición del experimento en distintas
condiciones y con distintos sujetos.