Guia LCA CAH
Guia LCA CAH
Guia LCA CAH
HANDBALL
Cuerpo Mèdico-Kinèsico
Factores de Riesgo – Mecanismo de Lesión –
Protocolos de Rehabilitación – Batería de TEST
JULIO 2020
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
MECANISMOS DE LESIÓN
FACTORES DE RIESGO
PLAN PREVENTIVO
PROTOCOLO DE REHABILITACIÓN
RETORNO A LA COMPETENCIA
CONCLUSIÓN
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Los logros deportivos se obtienen por múltiples factores, sin duda, uno de ellos es
”mantener a los jugadores en cancha”, por lo tanto, resulta esencial la atención
médico-kinésica. El tratamiento y prevención de las lesiones en el balonmano es nuestra
mayor preocupación, pues se sabe tiene un alto índice lesional. Debemos poner nuestro
esfuerzo en el cuidado permanente de los jugadores, por ello es necesario unificar criterios en
la atención a partir de su protocolización. Si bien hay ciertas similitudes con otros deportes
existen profundas diferencias a la hora del retorno a la competición.
Por esto último hemos convocado un equipo de profesionales que elaboró de las guías
de trabajo en relación con nuestra experiencia y los conocimientos actuales, que están
referidas a las lesiones de tobillo, rodilla (LCA) y hombro
Antecedentes de la lesión:
Las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior lamentablemente son muy habituales en
nuestro deporte. En un estudio realizado en Brasil en 2015 que evaluaba la incidencia de
lesiones en jugadores de Handball, se demostró que el 13,5 de las lesiones sufridas por
jugadores afectaron la rodilla, y 1 de cada 4 de estas fueron rupturas del LCA.
A su vez esta lesión tiene el índice de severidad más alto ya que es la que más tiempo
mantiene alejado al jugador de la competencia, con un promedio de alrededor de 200 días
aunque el tiempo de rehabilitación en cada caso es distinto, dependiendo de la edad, lesiones
asociadas y otros factores.
Otro importante dato es la alta tasa de re-ruptura, mayor aún en jóvenes y mujeres,
sobretodo en los primeros meses del alta deportiva. Este riesgo puede ser disminuido si se
respetan los tiempos de rehabilitación recomendados y consideran ciertos criterios para darle
el alta deportiva al jugador. Esto se verá más adelante en la guía y es de fundamental
importancia.
En Abril del 2020 se realizó una encuesta a 143 jugadores de los seleccionados
nacionales de ambos sexos del total 113 jugadores tuvieron lesiones que tardaron más de 30
días en recuperarse de los cuales 15 sufrieron la lesión del ligamento cruzado anterior siendo
solo 1 jugador de tratamiento de ambas miembros inferiores y ninguna re-ruptura
Por todo lo dicho es que se torna fundamental el trabajo preventivo para disminuir su
incidencia, involucrando desde la realización de trabajos físicos, que serán explicados en
profundidad más adelante en esta guía, hasta la educación del jugador.
Aspectos Claves:
El LCA tiene una tensión media permanente a lo largo de todo el movimiento de flexo
extensión, lo que evita el desplazamiento anterior de la tibia sobre el fémur (cajón anterior)
funciona en conjunto con el LCP para controlar el desplazamiento y la oscilación de la tibia
sobre el fémur durante la flexión y la extensión normales
La configuración retorcida de las fibras del LCA y la forma de los cóndilos femorales
permiten el funcionamiento de atornillado a fondo de la rodilla durante los últimos 20ª de
extensión cuando la tibia rota en sentido externo sobre el fémur.
Dentro del papel estabilizador en la rodilla del LCA en la rodilla se debe estudiar el
papel propioceptivo del mismo. El estiramiento del mismo produce modificaciones de la
actividad de las motoneuronas gamma de los músculos gemelos, soleo, bíceps crural y
semimembranoso. Por eso una lesión de este ligamento sufre una alteración de la función
sensitiva motora generando la aparición de una inestabilidad cenestésica en la articulación.
Todavía se encuentran en discusión los mecanismos de lesión y todos los factores que
intervienen al momento de producirse la lesión. Si sabemos que alteraciones en la mecánica
de amortiguación van a ser determinantes para que se produzca. Esto se puede evidenciar en
la posición de la rodilla y la cadera tanto en el plano frontal como en el sagital al momento
del contacto inicial y al momento de completada la desaceleración.
Acorde al estudio de Hewett et al, han demostrado que las lesiones de LCA son más
habituales cuando el movimiento en la rodilla se realiza de forma multiplanar. Evidenciaron a
su vez un mayor valgo de rodilla, mayor flexión de cadera y una inclinación del tronco mayor
comparado a pacientes no lesionados.
Mecanismo de desaceleración
Factores de Riesgo
No Modificables
Edad: Son un factor de riesgo a un re-ruptura en aquellos pacientes con lesión previa de LCA.
La incidencia de re-ruptura en jóvenes menores de 18 años con reconstrucción de LCA es
mayor.
Sexo: Las mujeres deportistas tienen 3 veces más riesgo de sufrir una lesión de LCA. A su
vez las mujeres tambien tienen entre 4 - 6 veces más riesgo de sufrir una re-ruptura que los
hombres.
Lesión Previa: Una lesión previa de LCA aumenta el riesgo de volver a sufrir una re-ruptura
de de la rodilla afectada o de la contralateral entre 15-25 veces.
Tipo de Deporte: El Handball es un deporte tipo 1, ya que cuenta con una gran cantidad de
cambios de dirección, saltos y contacto con el oponente. En este tipo de deportes
evidentemente el riesgo de sufrir una lesión es mayor.
Partido/Entrenamiento: Hay un riesgo hasta 30 veces mayor de sufrir una lesión en un partido
que en un entrenamiento.
Posición: Los Jugadores de la primera línea son aquellos que tienen mayor tasa de ruptura de
LCA, mientras que los arqueros y pívots son los menos frecuentes..
Superficie: Aquellas superficies que tengan un mayor coeficiente de fricción van a ser más
riesgosas para el jugador. Se ha demostrado que las canchas artificiales tienen 2,4 veces más
riesgo de producir una lesión que aquellas de madera justamente por una diferencia en este
coeficiente.
Mayor a 5 puntos, paciente hiperlaxo, se lo considera como factor de riesgo. Esto modifica la
biomecánica del atleta, generando inclusive una articulación más inestable, por lo cual vemos
es importante estar alerta en este tipo de pacientes para aplicar los trabajos preventivos desde
edades tempranas.
Modificables
Alteración del Control Neuromuscular de zona media: La zona media o core es de vital
importancia para la realización correcta de los gestos deportivos y para poder realizar
correcciones en el aterrizaje luego de una perturbación en el salto. Es por esto que el
entrenamiento de zona media y ejercicios específicos para el deporte debe realizarse para
disminuir el riesgo.
Carga: Se destaca la importancia del monitoreo de la carga del atleta, No solo el volumen en
minutos, repeticiones, y cantidad de estímulos, sino también la percepción del atleta, y los
factores biopsicosociales. Los picos de carga aguda están asociados a un mayor riesgo de
sufrir una lesión.
Prevención
Como se vió previamente en la guía hay muchos factores de riesgo que influyen para
que se pueda producir una lesión de LCA. Todos estos factores que repercuten en el
individuo y su entorno generan un perfil de riesgo, que es fundamental analizar en cada caso
individual para trabajar sobre esos déficits específicos y así reducir el riesgo de lesión, ya que
es imposible prevenirlo de forma total.
Se han implementado gran cantidad de programas preventivos pero para que este sea
realmente efectivo tiene que seguir determinados criterios. Para esto es fundamental la
educación no solo del deportista sino también de todo el cuerpo técnico para la correcta
aplicación. Tener valores de referencia representa un buen punto de partida, utilizando una
batería de test estandarizados para individualizar las capacidades y ser más específicos a la
hora de intervenir.
Por otro lado es un factor fundamental la adhesión al programa, el cual debe tener una
duración de entre 15-20 minutos y debe realizarse un mínimo de 2 veces por semana en los
entrenamientos y además incluir ejercicios de este dentro de la entrada en calor previa al
partido.
Los trabajos de movilidad son parte importante de los programas preventivos, en este
caso la movilidad del tobillo y la rodilla deben ser evaluadas y trabajadas específicamente en
aquellos individuos que tengan déficits. Es importante tener en cuenta la movilidad de la
rótula y de la 1° articulación metacarpofalángica del pie.
Dentro de los trabajos pliométricos hay que hacer énfasis en una adecuada técnica de
amortiguación y aterrizaje. Lo mismo debe realizarse con la técnica de los cambios de
dirección y las desaceleraciones. Otro trabajo no menor es el aprendizaje de caídas, ya que
muchas lesiones se pueden producir en este momento.
1- Evaluar dolor
3- Evaluar tolerancia de carga. (si tolera carga, evaluar movilidad y determinar si puede
continuar compitiendo)
6- Solicitar RMN.
7- Advertir sobre posibles signos como aumento de líquido articular, inflamación, dolor a la
carga, sensación de inestabilidad. Educar al paciente sobre lo ocurrido
8- Restringir actividad física y limitar descarga de peso hasta obtener resultados de estudios
complementarios, mejoría del dolor y de los signos clínicos
Para identificar la indemnidad del LCA de forma clínica se realizarán distintos tests
estáticos y dinámicos evaluando la estabilidad pasiva de la rodilla. A su vez se debe realizar
un estudio de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) para poder evaluar a través de
imágenes como se encuentran afectadas las distintas estructuras.
Los test clínicos deben ser realizados por un profesional experimentado ya que en
muchas ocasiones el edema y el dolor del paciente hacen que los resultados sean confusos.
Para evaluar el LCA se utilizarán la Prueba de Cajón Anterior, el test de Lachman y el Pivot
Shift.
A su vez es importante evaluar también con tests clínicos el resto de las estructuras de
la articulación. Se propone la utilización del cajón posterior para evaluar el LCP, los bostezos
interno y externo para evaluar la indemnidad de los ligamentos laterales y el test de
McMurray para meniscos.
RESONANCIA MAGNÉTICA:
● PROTOCOLO BÁSICO
Las resonancia magnética no es un criterio mayor para el alta del jugador. Sin embargo puede
ser útil en casos de complicaciones durante la rehabilitación como dolor, sinovitis y
disminución del rango de movimiento.
Puede realizarse una resonancia de control inmediato postquirúrgico (menos de 1 mes) para
mostrar la colocación de la plástica y su indemnidad en casos puntuales. Pasado el primer
mes y hasta incluso los 2 años de la cirugía la plástica puede volverse heterogénea a inducir
errores diagnósticos.
Cirugía
Ante un diagnóstico de desgarro de ligamento cruzado anterior se debe suspender la
actividad física competitiva y comenzar con el tratamiento de rehabilitación preoperatorio.
Idealmente el momento para realizar la intervención quirúrgica será posterior a las 3 semanas
de evolución, para permitir que el proceso inflamatorio inicial ceda, ya que no es un entorno
propicio para colocar un injerto.
Toda esta información (tipo de injerto, lesiones asociadas, etc) debe ser reportada a
los encargados de la rehabilitación ya que en cada caso se deben tomar consideraciones
diferentes y los tiempos y etapas de esta irán variando.
Fases de Ligamentización
Estas son las distintas fases por las cuales va a transitar el injerto en el tiempo para
adaptarse a su nueva función. El injerto va a ir sufriendo modificaciones en su estructura a lo
largo del tiempo hasta adquirir propiedades estructurales similares al LCA biológico. Este
período de tiempo se lo divide en 3 fases según las características del tejido y su entorno.
Fase 1: Repoblación
Tiempo aproximado: 1 - 8 semanas
El injerto queda cubierto por un tejido vascular sinovial (vasos endostales penetran su tejido
conectivo).
Aumento de fibroblastos.
Luego de la intervención, presenta una disminución de propiedades mecánicas (fuerzas de
tensión).
Fase 2: Remodelación
Tiempo aproximado: 8 - 48 semanas
Después de la 8º semana se presenta una proliferación de células mesenquimáticas
indiferenciadas que re-colonizan el injerto.
A partir de la 8º semana, comienza aumentar su resistencia debido al aumento porcentual del
colágeno.
Entre 8º hasta 16º semana continúa el aumento de fibroblastos metabólicamente activos.
Entre la 16º y la 32º semana se debe aplicar estimulación mecánica para continuar con esta
fase, reorganizar la fibras de colágeno y aumentar la resistencia del injerto.
Fase 3: Maduración
Tiempo aproximado: 1 - 3 años
Disminuye la vascularización (fibroblastos).
El injerto adquiere propiedades similares al ligamento original (neoligamento).
Es importante considerar las características del tejido en cada etapa y cómo puede
repercutir en él la carga realizada para evitar posibles complicaciones. A su vez sabemos que
es crítico respetar estos tiempos biológicos ya que de intentar acelerar los procesos es muy
probable que nos encontremos con complicaciones durante la rehabilitación y con una mayor
tasa de re-lesiones.
Protocolo de Rehabilitación
Actualmente en el Handball de alto rendimiento la lesión de LCA conlleva siempre
indicación de realizar una reconstrucción quirúrgica. Es por esto que la rehabilitación se va a
dividir en dos etapas principales, una pre-quirúrgica y otra post-quirúrgica. Es fundamental la
realización de esta primera etapa ya que los resultados posteriores mejoran notablemente en
aquellos que completaron un programa pre-quirúrgico.
Más adelante se entrará en detalle sobre el protocolo; sus etapas, objetivos y criterios
de evaluación que se encuentran a su vez en un archivo adjunto descritos en su totalidad junto
con una planilla personal para el seguimiento del individuo.
Etapa 1: Pre-Quirúrgica
Una vez ocurrida la lesión es de vital importancia saber cómo actuar y hacerlo de
forma precoz.
1- Protección: Proteger la articulación afectada para evitar mayores daños de las estructuras.
Evaluar la utilización de una férula y evitar las actividades que generen dolor.
2- Carga Óptima: Es importante controlar la carga que se aplica sobre el miembro afectado
para evitar un aumento del dolor y del edema pero evitando el reposo total. Evaluar la
utilización de muletas para regular la descarga de peso. Ir aumentando la carga según
sintomatología.
5- Elevación: Favorece el retorno venoso por lo que es importante mantener la pierna en alto
durante el mayor tiempo posible.
La educación del paciente con respecto a lo sucedido y de los pasos a seguir son
fundamentales así como también la confianza y el optimismo de este para afrontar la
situación. Es por esto que el aporte psicológico debe ser incorporado desde esta primera
etapa.
1- Eliminar el edema
4- Evaluar la fuerza y la función de la pierna sana (en caso de no tener valores previos)
Los ejercicios específicos quedarán a criterio del profesional a cargo ya que cada
proceso debe ser individual, contemplando la severidad de la lesión y los síntomas del
paciente, sin embargo hay ciertos fundamentos que deben ser tenidos en cuenta dentro de
toda rehabilitación.
Desde que el paciente sale del quirófano se deben implementar las mismas medidas
que en la etapa 1. Sabemos que cada cirugía es distinta y en muchos casos puede haber
lesiones asociados por lo que es fundamental respetar las indicaciones del médico a cargo.
Con el correr de los días y según la tolerancia del paciente se deben progresar los
ejercicios de fuerza, involucrando no sólo al miembro afectado sino al resto del cuerpo
también. Se tiene que poner énfasis en la rehabilitación de la marcha, comenzando por la
descarga de peso estática para luego efectuar la realización del gesto completo primero con
descarga parcial para ir progresando paulatinamente.
1- Disminuir el edema
Criterios a superar
1- Extensión pasiva: 0°
Una vez superados los criterios anteriores entramos en esta nueva etapa donde la
prioridad va a ser recobrar la fuerza muscular tanto de la zona afectada como del resto del
cuerpo que se encuentra realizando una carga menor a la habitual. Tiene 3 objetivos
principales:
Hay que tener en cuenta que al finalizar esta etapa nuestro paciente tiene que estar
listo para empezar a realizar ejercicios de salto y de trote por lo que la fuerza y el control del
balance unipodal son fundamentales. En cuanto a la fuerza remarcar la importancia del
trabajo de cuádriceps, isquiotibiales, el complejo postero-lateral de cadera, zona media y
gemelos pero sin dejar de trabajar el resto de las zonas no afectadas.
Los criterios de alta de esta etapa incluyen ejercicios de fuerza, de equilibrio unipodal,
de alineación funcional junto con un ROM completo y sin edema. Se encuentran en la
planilla de evaluaciones, pero se estima que alrededor de las 12 semanas el paciente está
preparado para realizarlas satisfactoriamente.
Los objetivos principales que el individuo debe conseguir al finalizar esta etapa son:
Para poder lograr estos objetivos se adjuntan los protocolos de salto y trote. Es
importante que se tenga en cuenta que la finalidad de estos son hacer de guía para que el
profesional a cargo pueda progresar la dificultad e intensidad de los ejercicios en forma
segura.
Los ejercicios de agilidad y las situaciones de juego adaptadas deben ser planificadas
de forma individual en base a las características del jugador, a su posición de juego y a sus
debilidades. Es por esto que se debe evaluar de forma específica en cada caso. Sin embargo
toda planificación tiene que respetar ciertas normas: Comenzar con ejercicios simples y
progresar hacia ejercicios complejos, introducir el elemento de juego una vez dominados los
ejercicios sin este, realizar los gestos deportivos con el elemento pero sin oponente y finalizar
realizando el gesto deportivo de forma controlada con un adversario.
Las pruebas de fuerza van a evaluar los mismos grupos musculares que en las etapas
anteriores pero obviamente serán más exigentes. Se realizarán variados tests de salto, el
single hop test, triple hop test, triple crossover hop test, side hop test, 6 mts por tiempo. En
caso de contar con una plataforma de salto se sugieren realizar el salto con
contramovimiento, el abalakov y el drop jump, tanto en forma bipodal como unipodal.
Al finalizar esta etapa el jugador debería poder comenzar a realizar parte de los
entrenamientos a la par del grupo y reproducir gestos del deporte con contacto sin sentir
inestabilidad en la rodilla, dolor ni miedo a una re-lesión.
Al finalizar esta etapa el individuo debe estar apto para competir al mismo nivel que
tenía previo a la lesión, es por eso que debe cumplir ciertos criterios de alta. Para poder
superarlos los objetivos principales que se buscarán durante esta etapa van a ser:
1- Rodilla Fuerte, Estable, correcta Biomecánica y Control Neuromuscular.
Para poder lograr estos objetivos es evidente que deberemos mantener nuestros
programas de fuerza, saltos y agilidad para perfeccionar su condición física mientras
paralelamente recreamos y practicamos todas las situaciones de juego en las que se va a
encontrar el deportista.
Este trabajo tiene dos fundamentos, por un lado desde la repetición del gesto vamos a
lograr una mecánica correcta y una adaptación del individuo a las acciones de juego y así
reducir el riesgo de re-lesión y por otro lado va a generar un impacto favorable en la
confianza del mismo. Actualmente hay evidencia de que aquellos individuos que no obtienen
buenos resultados en las evaluaciones psicométricas tienen mayor riesgo de sufrir una
re-lesión.
Los tiempos de rehabilitación van a variar en cada caso, pero en esta guía se
recomiendan un mínimo de 9 meses transcurridos desde la cirugía. En los casos de jugadores
menores de 18 años este tiempo es aún mayor, debiendo volver a la competencia 12 meses
luego, ya que la tasa de re-lesión en este grupo es aún mayor cuando vuelven de manera
precoz.
A pesar del tiempo transcurrido es fundamental que para recibir el alta deportiva
deban superar determinados criterios que se detallarán más adelante. Estos criterios tienen
mayor predicción de re-lesión que el tiempo transcurrido desde la lesión por lo tanto es
indispensable que el individuo los realice correctamente.
Una vez que el paciente logra superar los criterios de alta y ha transcurrido el tiempo
recomendado obtiene el alta deportiva y puede retornar a la competencia. De esta manera es
que entra en la última etapa en la cual se va a encontrar durante el resto de su carrera
deportiva.
Como se mencionó anteriormente todo individuo que haya sufrido una lesión de LCA
desde el momento en que vuelve a la competencia hasta el final de su carrera deportiva se
encontrara dentro de esta etapa. El factor de riesgo más influyente en las lesiones de LCA es
el haber tenido una lesión previa, por lo tanto esta población es la más susceptible y necesita
un programa preventivo específico.
Este programa debe estar hecho a medida del jugador, basándose en sus capacidades
físicas y las situaciones de juego habituales en que se encuentra.
Por lo tanto es fundamental que se repitan las evaluaciones de alta a los 12, 18 y 24
meses para reevaluar a nuestro deportista y adaptar nuestro programa preventivo a su
situación específica en cada momento.
Por último durante todo este proceso se debe educar al jugador y hacerlo consciente
de sus riesgos y de cómo él puede influir para minimizarlos dentro de lo posible una vez que
haya retornado a la competencia. Esta. va a ser la mejor herramienta de prevención con la que
podamos contar.
Retorno a la Competencia
Como se explicó anteriormente el retorno a la competencia va a depender no
solamente del tiempo transcurrido sino de la capacidad física física del individuo y su
capacidad para superar las evaluaciones específicas.
Obviamente cada caso va a ser distinto y el jugador junto con su cuerpo médico
deberá evaluar su situación particular contemplando los posibles riesgos de una vuelta
temprana para tomar un decisión.
La fuerza se va a evaluar a través de los mismos tests que se realizan en las etapas 3 y
4 y a esto se le va a sumar una evaluación isocinética o con celdas de carga para tener un
resultado objetivo. Es importante evaluar de esta manera tanto cuádriceps como isquiotibiales
y no solo evaluar comparativamente con la pierna sana (ideal si tiene evaluacion pre-lesión)
sino también la relación entre estos.
En cuanto a los tests de saltos estos van a ser nuevamente los mismos de las etapas
anteriores y lo ideal es que los resultados sean iguales o aún mejores de los obtenidos
previamente a la lesión. La simetría entre ambos miembros es fundamental tanto en los
parámetros cuantitativos como cualitativos, es decir no solo en la distancia, altura, etc sino
también en la calidad del gesto. Se recomienda filmar los tests para luego poder evaluar el
gesto en cámara lenta y así tener mayor certeza a la hora de juzgar la calidad de estos.
Por último los tests psicométricos son de vital importancia, en esta guía
recomendamos la utilización del ACL-RSI y la Tampa Scale de Kinesiofobia. Estas son
evaluaciones autoadministradas con respuestas múltiples cuyo valor ya está asignado.
Evalúan la confianza del paciente y el miedo a una re-lesión, por lo tanto es fundamental que
puedan superar estas evaluaciones previo al alta deportiva.
Una vez transcurrido el tiempo correspondiente, superados todos los criterios clínicos
e instruido el paciente en su programa preventivo se otorga el alta para retornar a la
competencia.
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