Consulta Consejo de Estado 1480 de 2003 Doble Asignacion
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CONSEJO DE ESTADO
Pensión de vejez regulada por las leyes 100 de 1.993 y 797 de 2003:
Finalidad y características.
Imposibilidad de obtener dos pensiones provenientes del Sistema General
de Pensiones, o el ajuste de la pensión obtenida.-
“1.- ¿Si los aportes que en su calidad de trabajador particular el señor (...)
realizó al seguro social durante la vida laboral, son asignaciones del tesoro
público?
6. Efectos jurídicos que se derivan para los pensionados por vejez de conformidad
con las leyes 100 de 1.993 y 797 de 2003.
6.2 Dentro del sistema general de pensiones de la ley 100, no es posible obtener
dos pensiones provenientes del mismo, ni es posible obtener ajuste de la
pensión de vejez reconocida por nueva vinculación laboral.- No hay
posibilidad de realizar nuevas cotizaciones después de haber adquirido la
pensión de vejez.
Quienes se encuentren en el segundo de los grupos indicados (b), esto es, quienes
“(...) al momento de entrar en vigencia el Sistema tengan 35 o más años de edad si son
mujeres o 40 o más años de edad si son hombres, o 15 o más años de servicios
cotizados (...) tendrán derecho a beneficiarse con el régimen de transición
establecido en el artículo 36 de la ley 100:
1
Artículo 11: “Campo de aplicación. El Sistema General de Pensiones, con las excepciones
previstas en el artículo 279 de la presente ley, se aplicará a todos los habitantes del territorio
nacional, conservando adicionalmente todos los derechos, garantías, prerrogativas, servicios y
beneficios adquiridos y establecidos conforme a disposiciones normativas anteriores para quienes
a la fecha de vigencia de esta ley hayan cumplido los requisitos para acceder a una pensión o se
encuentren pensionados por jubilación, vejez, sustitución o sobrevivientes de los sectores público,
oficial, semioficial, en todos sus órdenes, del Instituto de Seguros Sociales y del sector privado en
general.
Para efectos de este artículo se respetarán y por tanto mantendrán su vigencia los derechos
adquiridos conforme a disposiciones normativas anteriores, pacto o convención colectiva de trabajo
(...)”
“Artículo 36: (...) Quienes a la fecha de vigencia de la presente ley hubiesen cumplido los
requisitos para acceder a la pensión de jubilación o de vejez conforme a normas favorables
anteriores, aun cuando no se hubiese efectuado el reconocimiento, tendrán derecho, en desarrollo
de los derechos adquiridos, a que se les reconozca y liquide la pensión en las condiciones de
favorabilidad vigentes en el momento en que se cumplieron tales requisitos (...)
Artículo 273: régimen aplicable a los servidores públicos. El Gobierno Nacional, sujetándose a los
objetivos, criterios y contenido que se expresan en la presente ley, y en particular a lo establecido
en los arts. 11 y 36 de la misma, podrán incorporar, respetando los derechos adquiridos, a los
servidores públicos ,aún a los congresistas al Sistema General de Pensiones y al Sistema General
de Seguridad Social en Salud. (...)”
2
Artículo 1º Ley 797/03, modificatorio del 11 de la ley 100/93:” Campo de aplicación. El Sistema
General de pensiones consagrado en la presente ley, se aplicará a todos los habitantes del
territorio nacional, conservando y respetando adicionalmente todos los derechos, garantías,
prerrogativas, servicios y beneficios adquiridos y establecidos conforme a disposiciones normativas
anteriores, pactos, acuerdos o convenciones colectivas de trabajo para quienes a la fecha de
vigencia de esta ley hayan cumplido los requisitos para acceder a una pensión o se encuentren
pensionados por jubilación, vejez, invalidez, sustitución o sobrevivientes de los sectores público,
oficial, semioficial en todos los órdenes del régimen de prima media y del sector privado en general
(...).
Artículo 18 L. 797/03 modificatorio del art. 36 L. 100: “ (....) Parágrafo 2º: Para los efectos de la
presente ley se respetarán y garantizarán integralmente los derechos adquiridos a quienes hoy
tienen la calidad de pensionados de jubilación, vejez, invalidez, sustitución y sobrevivencia en los
diferentes órdenes, sectores y regímenes, así como a quienes han cumplido ya con los requisitos
exigidos por la ley para adquirir la pensión, pero no se les ha reconocido”.
“(...) la edad para acceder a la pensión de vejez, el tiempo de servicio o el
número de semanas cotizadas y el monto de la pensión de vejez de las
personas que al momento de entrar en vigencia el sistema tengan 35 o más
años de edad si son mujeres o 40 o más años de edad si son hombres, o 15 o
más años de servicios cotizados, será la establecida en el régimen anterior al
cual se encuentren afiliados. Las demás condiciones y requisitos aplicables a
estas personas, se regirán por las disposiciones contenidas en la presente ley.
“El ingreso base para liquidar la pensión de vejez de las personas referidas en el
inciso anterior que les faltare menos de 10 años para adquirir el derecho,
será el promedio de lo devengado en el tiempo que les hiciere falta para ello, o el
cotizado durante todo el tiempo si éste fuere superior, actualizado anualmente
con base en la variación del índice de precios al consumidor, según certificación
que expida el DANE. Sin embargo, cuando el tiempo que les hiciere falta fuere
igual o inferior a 2 años a la entrada en vigencia de la presente ley, el ingreso
base para liquidar la pensión será el promedio de lo devengado en los 2 últimos
años, para los trabajadores del sector privado y de 1 año para los servidores
públicos.
Esta norma fue parcialmente modificada por el artículo 18 de la ley 797 de 2003, en
especial en el siguiente párrafo:
Dado el cambio efectuado por la ley 797, es preciso establecer dos regímenes de
transición: el regulado por el anterior texto del artículo 36 de la ley 100, y el establecido
de conformidad con la modificación introducida por la ley 797. Todo ello en respeto de
los derechos adquiridos, tal como lo prevé la ley 797.
Aparece claro, entonces, que cualquier referencia a las situaciones legales individuales
o particulares de un caso, deberá estar precedida de la adecuada ubicación de la
persona en uno de los grupos descritos, a fin de poder establecer cuál debe ser su
régimen pensional.
2. ALCANCE DE LA PROHIBICIÓN CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 128 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA. - NOCIÓN Y CONTENIDO DE LA EXPRESIÓN
TESORO PÚBLICO
La ley 734 de 2002, en su artículo 35, numeral 14, también consagra como falta
disciplinaria, la violación a la prohibición constitucional del art. 128.
“Por su parte, esta Sala en la Consulta 896 de 1997 sostuvo que “...la
prohibición de recibir más de una asignación del tesoro público, está
estrechamente relacionada con el ejercicio de empleos en el sector
oficial o con el pago de prestaciones provenientes del ejercicio de
estos empleos (...) las asignaciones mencionadas en dichas normas
comprenden los sueldos, prestaciones sociales y toda clase de
remuneración que tenga como fundamento un vínculo o relación laboral
con entidades del Estado 3; bajo el vocablo asignación queda
comprendida toda remuneración que se reciba en forma periódica,
mientras se desempeña una función.
(...)
“Ahora bien, la locución “desempeñar más de un empleo público” que
trae el artículo 128 no resulta tautológica respecto de la que proscribe
“recibir más de una asignación”, como podría creerse a primera vista,
pues cada una de ellas produce consecuencias jurídicas diferentes:
una, prevenir el ejercicio simultáneo de empleos públicos
remunerados, con la consabida acumulación de funciones públicas
y, otra, impedir que quien ostenta una sola investidura - reciba
otra asignación proveniente del tesoro público, distinta del salario.”
4
Sentencia Sección Primera de la Sala de Casación Laboral C. S .de J., enero 27/95. El aparte pertinente
se transcribe más adelante en este concepto.
5
Sentencia C-133/93: “…si bien es cierto que en el artículo 128 C.P.. se consagra una incompatibilidad,
no le es menos que esta se encuentra en íntima relación de conexidad con la remuneración de los
servidores estatales…”.
Así, es claro, que la prohibición constitucional de percibir doble asignación proveniente
del tesoro público está directamente relacionada con el hecho de que ambos
emolumentos tengan como fuente u origen el ejercicio de empleos o cargos públicos
(dos empleos públicos en forma simultánea o pensión de jubilación - proveniente de
entidades de previsión del Estado - y sueldo), cuyo pago o remuneración provenga del
tesoro público. Lo anterior, naturalmente, sin perjuicio de las excepciones previstas en
la ley.
Debe decirse, de otra parte, que la ley, la jurisprudencia, tanto de la Corte Suprema de
Justicia como del Consejo de Estado, entendió que la pensión de jubilación pagada por
entidades de previsión social del sector público u oficial, provenía o era sufragada con
recursos provenientes del tesoro público y, por consiguiente, le estaba prohibido al
pensionado de este sector recibir, en forma simultánea, sueldo por servicios al estado.
Un poco más adelante en este concepto, la Sala amplía el análisis de este último tema,
considerándolo a partir de la vigencia de la ley 100 de 1.993, pues la regulación
establecida en este último estatuto varió sustancialmente las premisas que dieron lugar
a los pronunciamientos jurisprudenciales.
Regresando al tema de análisis en este aparte del estudio, debe decirse, en síntesis,
que para que se configure la prohibición constitucional del artículo 128, se requiere de
la concurrencia de dos condiciones, a saber:
Con todo, debe señalarse que esta Sala, al estudiar el alcance de la prohibición
constitucional, también aclaró que ésta no le era aplicable al particular que celebrara
contratos con la entidad estatal, así como tampoco cobijaría al beneficiario de una
pensión de jubilación (proveniente de servicios al sector público) cuando se encontrara
dentro de los casos de excepción que la misma ley ha señalado, para quien se autoriza
devengar simultáneamente la pensión y el salario en un cargo público.
En este orden de ideas, el alcance del término “asignación proveniente del tesoro
público” no es otro que el ya definido por la Sala en concepto No. 580 de enero 27
de 1994, según el cual:
Pero, otra cosa muy diferente es que, como se explica ampliamente más adelante
en este concepto, a partir de la vigencia de la ley 100 de 1.993, se prohibió en el
país y, en términos generales, la vinculación laboral, tanto al sector público como al
privado, de quienes tengan derecho a una pensión de vejez, salvo, desde luego, las
excepciones establecidas expresamente en la ley respecto de algunos cargos
públicos.
(...).
Lo anterior, para significar que desde antes de la expedición de la ley 100 de 1993, el
ISS había sido reconocido por las Cortes como administrador de los aportes
pensionales patronales y de los trabajadores a él afiliados; papel que se reafirmó en la
ley 100 de seguridad social, en la medida en que el ISS no sólo continúa
administrando los recursos de los trabajadores que optaron por el sistema de prima
media con prestación definida y regímenes de transición, sino que entró en franca
competencia con otras entidades administradoras del sector privado, tales como los
fondos de pensiones que manejan los recursos del régimen de ahorro individual con
solidaridad.10
10
?
Ley 100 de 1993. Artículo 58.- El régimen de ahorro individual con solidaridad es el conjunto de
entidades, normas y procedimientos, mediante los cuales se administran los recursos privados y
públicos, de acuerdo con lo previsto en este título. Este régimen está basado en el ahorro proveniente de
las cotizaciones y sus respectivos rendimientos financieros, la solidaridad a través de garantías de
pensión mínima y aportes al fondo de solidaridad, y propende por la competencia entre las diferentes
En virtud de las disposiciones de la ley 797 de 2003, de manera expresa y
contundente, se determinó que el ISS y las demás entidades que forman parte del
sistema, son meros administradores de los recursos del sistema general de pensiones
provenientes de las cotizaciones de los afiliados y aportes de los empleadores a los
dos regímenes pensionales y que, además, éstos ni les pertenecen a tales entidades
ni tampoco a la Nación.
“Artículo 2°. Se modifican los literales a), e),i), del artículo 13 de la Ley
100 de 1993 y se adiciona dicho artículo con los literales l), m), n), o) y
p), todos los cuales quedarán así:
administradoras del sector privado, sector público y sector social solidario, que libremente escojan los
afiliados”.
“El Sistema de Seguridad Social Integral tiene por objeto garantizar los derechos
irrenunciables de la persona y la comunidad para obtener la calidad de vida
acorde con la dignidad humana, mediante la protección de las contingencias que
la afecten. (...)”.
En el artículo 2º al definir los principios que rigen el Sistema, la ley citó, entre otros, los
de universalidad, de solidaridad, de integralidad y de unidad, y al efecto, dispuso:
En virtud del artículo 6º y como uno de los objetivos de la creación del Sistema de
Seguridad Social Integral, señaló la ley el de
En el artículo 8º, la ley 100 determinó la conformación del Sistema de Seguridad Social
Integral y, al efecto, señaló:
Como una parte del Sistema de Seguridad Social Integral, el Libro Primero de la ley,
reguló lo atinente con el SISTEMA GENERAL DE PENSIONES, cuyo objeto fue
determinado por el artículo 10:
Es consecuencia necesaria de las características del Sistema señaladas por la ley, que
la base del reconocimiento de la pensión es el número de semanas cotizadas al mismo,
tal como lo señala el literal g) del artículo 13 de la ley 100:
Esta disposición se complementa, de una parte, con la regulación del literal f) del
mismo artículo, en virtud del cual se estableció que para efectos del reconocimiento de
las pensiones y prestaciones, se tendrá en cuenta el número de semanas cotizadas
con anterioridad a la vigencia de la ley al ISS, o a cualquier caja, fondo o entidad del
sector público o privado o el tiempo de servicio como servidores públicos cualquiera
sea el número de semanas cotizadas a cualquiera de ellos, y con el literal l) del artículo
2º de la ley 797, que adicionó el artículo 13 de la ley 100, en virtud del cual:
“En ningún caso a partir de la vigencia de esta ley, podrán sustituirse
semanas de cotización o abonarse semanas cotizadas o tiempo de
servicios con el cumplimiento de otros requisitos distintos a
cotizaciones efectivamente realizadas o tiempos de servicios
efectivamente prestados antes del reconocimiento de la pensión.
Tampoco podrán otorgarse pensiones del Sistema General que no
correspondan a tiempos de servicios efectivamente prestados o
cotizados, de conformidad con lo previsto en la presente ley.(...)”
Debe reiterarse que quienes se encuentren dentro del régimen de transición (art. 36
L.100), tendrán derecho a pensionarse con las condiciones de edad, tiempo de servicio
o semanas cotizadas y monto de la pensión, establecidas en las normas vigentes antes
de la entrada en vigencia de la ley 100, o en los términos del artículo 18 de la ley 797
de 2003, según el caso.
Sin embargo, la misma norma dispone que la obligación de cotizar cesa en el momento
en que el afiliado reúna los requisitos para acceder a la pensión mínima de vejez, o
cuando el afiliado se pensione por invalidez o en forma anticipada.
11
Esta misma norma previó el aumento en el número de las semanas cotizadas requeridas a partir
del año 2005, así:”(...) A partir del 1º de enero del año 2005 el número de semanas se
incrementará en 50 y a partir del 1º de enero de 2006 se incrementará en 25 cada año hasta llegar
a 1.300 semanas en el año 2015 (...)”
12
“(...)Los empleadores pagarán el 75% de la cotización total y los trabajadores el 25% restante
(...)”.
13
Los artículos 13 y 15 de la ley 100, modificados por los arts. 2º y 3º de la ley 797 de 2003 los
determina como afiliados forzosos y el artículo 6º de la ley 797, modificatorio del artículo 19 de la
ley 100, señaló la base de cotización para los trabajadores independientes.
“Obligatoriedad de las cotizaciones. Durante la vigencia de la
relación laboral y del contrato de prestación de servicios, deberán
efectuarse cotizaciones obligatorias a los regímenes del sistema
general de pensiones por parte de los afiliados, los empleadores, los
contratistas con base en el salario o ingresos por prestación de
servicios que aquellos devenguen.
Resulta claro, entonces, que la ley establece la obligación para todo trabajador,
dependiente e independiente, público o privado, de efectuar cotizaciones mensuales al
Sistema, mientras dure la relación laboral y del contrato de prestación de servicios. Del
mismo modo, debe entenderse que el trabajador independiente debe realizar sus
cotizaciones al sistema como afiliado obligatorio que es mientras desarrolle su actividad
independiente y hasta que reúna los requisitos para obtener la pensión de vejez.
Tema bien diferente es que un afiliado que ha cumplido el número mínimo de semanas
cotizadas y los demás requisitos legales (según lo señala el art.33 L 100/93 modificado
por el 9º de la ley 797/03) para tener derecho a una pensión de vejez con el mínimo
porcentaje (Art. 34 de la L. 100 modificado por el 10 de la L 797/03) aplicado sobre el
ingreso base de liquidación (art.21 de la L. 100), si continúa con su relación laboral o
legal y reglamentaria, pueda seguir cotizando al Sistema General de Pensiones, hasta
completar el número máximo de semanas de cotización para tener derecho al tope o
porcentaje máximo de la pensión (Art. 34 L.100 Modificado por el 10ª de la L. 797/03).
En efecto, en las regulaciones propias del régimen solidario de prima media con
prestación definida, el artículo 34 de la ley 100, modificado por el 10 de la ley 797/03,
reitera la posibilidad de que el afiliado pueda seguir cotizando al sistema después de
haber adquirido el derecho a la pensión de vejez con los requisitos mínimos y, por
ende, con el menor porcentaje y, al efecto, regula la forma como se aumenta el
porcentaje aplicable al ingreso base de liquidación por cada número adicional de
semanas de cotización, hasta completar un máximo de 1.400 que otorgan el derecho a
percibir la pensión en el porcentaje máximo, en la forma determinada por el artículo 34
citado14.
Por su parte, el artículo 64 de la ley 100, no modificado por la ley 797, refiriéndose al
régimen de ahorro individual con solidaridad, consagra la posibilidad de que el afiliado
continúe cotizando y, al efecto, dispone:
Con todo, una vez que el empleado afiliado al sistema general de pensiones adquiera
el derecho a la pensión, de conformidad con el parágrafo 3º del artículo 9º de la ley 797
de 2003, el cual modificó el artículo 33 de la ley 100, pierde la estabilidad en el empleo,
tanto en el sector público como en el privado. Dispone la norma:
14
A partir del año 2004, el número de semanas cotizadas tendrá variaciones según lo prevé el
mismo artículo 34.
“Lo dispuesto en este artículo rige para todos los trabajadores o
servidores públicos afiliados al sistema general de pensiones”
(negrillas no son del texto).
Es decir, una vez que el trabajador o servidor público afiliado al sistema general de
pensiones regulado por la ley 100/93 tiene derecho a la pensión, pierde cualquier
estabilidad en el empleo, pues el empleador podrá, a su libre elección, dar por
terminada la relación laboral, siempre y cuando se le haya reconocido la pensión al
trabajador o servidor público. Por supuesto, siendo una facultad, no constituye un
imperativo y, por lo mismo, está legalmente autorizado que el trabajador continúe
trabajando hasta tanto desee retirarse o el empleador haga uso de su propia facultad
de dar por terminada la relación laboral.
De esta forma es claro que, de una parte, una vez que el afiliado al sistema general de
pensiones regulado por las leyes 100 y 797, adquiera el derecho a la pensión de vejez
con el número mínimo de semanas de cotización, queda a su elección retirarse del
empleo y obtener su pensión o seguir cotizando a efectos de elevar el monto de su
pensión. Y, de otra, que cuando se adquiera por el afiliado el derecho a la pensión de
vejez con los requisitos mínimos y ésta se haya reconocido, el empleador podrá dar
por terminado el contrato o la relación legal y reglamentaria.
Obsérvese, también, que la ley no impone una obligación de retiro del funcionario o
trabajador con derecho a la pensión, sino que faculta a la autoridad empleadora para
utilizarla, de donde se sigue que no existe una prohibición respecto de la continuación
en la prestación del servicio.
Otra cosa, naturalmente, es la obligación del retiro de los cargos en el sector público
cuando el funcionario llegue a la edad de retiro forzoso, pues así lo establecen las
normas sobre servicio civil, Decreto-ley 2400 de 1.968, artículo 31, y ley 443 de 1.998,
art.43.
d) Topes máximos de la pensión en porcentaje y cuantía
A. Para el caso del Régimen Solidario de Prima Media con Prestación Definida, son
tres las clases de topes máximos que pueden tener las pensiones de vejez:
3.- Con relación al aporte máximo mensual para definir el ingreso base de liquidación.
1.- En relación con el primero, esto es, con el porcentaje aplicable al ingreso base de
liquidación para determinar el monto de la pensión, de conformidad con el artículo
34 de la ley 100, modificado por el artículo 10 de la ley 797 15 las pensiones de
vejez reconocidas por el Sistema General de Pensiones, tendrán un tope máximo
de :
1.1 85% del salario base de liquidación hasta el 1º de enero de 2004, liquidado
de la siguiente manera:
- Por cada 50 semanas adicionales a las 1.200 y hasta completar 1.400 semanas
de cotización, se incrementa el porcentaje en un 3% hasta completar un máximo
del 85% del ingreso base de cotización.
1.3 A partir del 1° de enero del año 2005 el número de semanas de cotización se
incrementará en 50 semanas. Adicionalmente, el 1° de enero de 2006 se
15
Publicada en el Diario Oficial 45079 del 30 de enero de 2003.
incrementarán en 25 semanas cada año hasta llegar a 1.300 semanas en el año
2015.
A partir del 2005, por cada cincuenta (50) semanas adicionales a las mínimas
requeridas, el porcentaje se incrementará en un 1.5% del ingreso base de
liquidación, llegando a un monto máximo de pensión entre el 80 y el 70.5% de
dicho ingreso, en forma decreciente en función del nivel de ingresos de
cotización, calculado con base en la fórmula establecida en el presente artículo.
El valor total de la pensión no podrá ser superior al ochenta (80%) del
ingreso base de liquidación, ni inferior a la pensión mínima.”
2.- En relación con los otros límites indicados antes en los numerales 2 y 3, el artículo
18 de la ley 100 de 1.993, había señalado que el límite máximo de la base de
cotización sería de veinte (20) salarios mínimos legales mensuales vigentes para
trabajadores de los sectores público y privado y que, cuando se devengara un
monto superior la base de cotización podría ser limitada a dicho monto por el
Gobierno Nacional.
Por medio del decreto 314 de 1.994, el Gobierno Nacional procedió a reglamentar el
artículo 18 citado y dispuso:
Parágrafo...”
B.- En el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad, tal como lo señalaron los
artículos 60, literal a), 62 y 64 de la ley 100, los afiliados pueden cotizar, periódica u
ocasionalmente, valores superiores a los límites mínimos establecidos como
cotización obligatoria, con el fin de incrementar los saldos de sus cuentas
individuales de ahorro pensional, para optar por una pensión mayor o un retiro
anticipado. Esto es, que pueden definir los montos tanto de las cotizaciones como
de la pensión a que se aspira y aún la edad del retiro o el retiro anticipado.
Sin embargo, con el cambio radical del sistema pensional introducido por la ley 100 y
su modificatoria la ley 797, la situación adquiere nuevas características.
16
En el monto obligatorio.
17
La parte de ahorro voluntario en el régimen de ahorro individual con solidaridad, no adquiere esta
connotación y por ello el régimen especial aplicable y la voluntariedad en el monto.
18
Artículos 9°, 32 literal b
“(....) No se podrán destinar ni utilizar los recursos de las instituciones
de la seguridad social para fines diferentes a ella. (....)”
Es claro, entonces, que hoy y dentro del Sistema General de Pensiones, no se puede
afirmar que las pensiones reconocidas por los fondos de pensiones o por el ISS,
financiadas en todo o en parte con los aportes o cotizaciones de índole parafiscal
obligatoria pagados por entes públicos a dichos fondos o al ISS, constituyen
asignaciones provenientes del tesoro público, pues una vez pagadas dichas
cotizaciones patronales en cumplimiento de ese deber legal, los recursos son del
Sistema y no pertenecen ni a la Nación ni a las entidades que los administran. Con
tales aportes, las entidades públicas satisfacen un deber legal respecto de sus
servidores y, por consiguiente, los recursos salen de su patrimonio e ingresan al
sistema general de pensiones, refundiéndose con todos los demás recursos del mismo
sistema, los cuales si bien tienen naturaleza pública 19 por provenir de una contribución
parafiscal, no son propiedad de ninguna entidad estatal ni pertenecen al tesoro público.
Esta Sala en concepto número 1424 de junio 26 de 2002, recogiendo tanto los análisis
hechos por ella en conceptos anteriores como los pronunciamientos de la Corte
Constitucional sobre la parafiscalidad, explicó sobre la naturaleza y características de
esta institución:
“En el mismo sentido se pronunció esta Sala en Concepto No. 914 del
16 de diciembre de 1996, en los siguientes términos:
De esta forma, una vez que la entidad estatal u oficial realiza el pago de sus aportes al
sistema general de pensiones en cumplimiento de su deber legal como patronos (arts.
20 , 22 y 23 ley 100, el primero modificado por el artículo 7º ley 797) - recursos
parafiscales -, o efectúa el pago del bono pensional a que está obligado en las
hipótesis de los artículos 113 y siguientes de la ley 100, en concordancia con los
artículos 13, 33 y 67 de la misma, los dineros así entregados dejan de tener la
naturaleza de recursos del tesoro y se convierten en recursos del sistema general de
pensiones, los cuales, a la luz de las normas de la ley 100 (arts 32 literal b) 59 y 60),
ratificadas por las de la ley 797 (arts.2º literal m) y 7) no pertenecen a la Nación ni a las
entidades que los administran y no pueden destinarse ni utilizarse para fines distintos
de los propios a la seguridad social ( art. 9 L.100).
Obsérvese que el pago de los bonos pensionales tiene una connotación o equivalencia
con el de los aportes que se hicieron o debieron hacerse al sistema de seguridad
existente antes de la vigencia de la ley 100, tal como lo define el artículo 9º de la ley
797/03, parágrafo 1º, inciso 2º:
“(...) Parágrafo 1º: para efectos del cómputo de las semanas a que se refiere el
presente artículo, se tendrá en cuenta :
“a) (...)
“ b) El tiempo de servicio como servidores públicos remunerados, incluyendo los
tiempos servidos en regímenes exceptuados.
“c) El tiempo de servicio como trabajadores vinculados con empleadores que
antes de la vigencia de la ley 100 de 1.993 tenían a su cargo el reconocimiento y
pago de la pensión (...).
“d) El tiempo de servicio como trabajadores vinculados a empleadores que por
omisión no hubieren afiliado al trabajador.
“e) El número de semanas cotizadas a cajas provisionales del sector privado que
antes de la Ley 100 de 1.993 tuviesen a su cargo el reconocimiento y pago de la
pensión.
“En los casos previstos en los literales, b), c), d) y e), el cómputo será
procedente siempre y cuando el empleador o la caja, según el caso, trasladen,
con base en el cálculo actuarial, la suma correspondiente del trabajador que se
afilie, a satisfacción de la entidad administradora, el cual estará representado
con un bono o título pensional (...)”.
De esta manera, lo primero que debe analizarse es si es posible que se realice una
nueva incorporación del pensionado a la actividad laboral dependiente, esto es, si un
pensionado por vejez puede vincularse nuevamente a una entidad pública o privada,
mediante contrato de trabajo o por medio de una situación legal y reglamentaria.
Para empezar por el origen, es preciso mencionar que de conformidad con los
antecedentes legislativos que se pueden conocer, uno de los fines de la reforma
pensional del año 1993 fue la creación de un sistema único e integral que en materia de
seguridad social desarrollara los postulados del artículo 48 de la Constitución Política 23.
Con la expedición de la ley 797 de 2003 se amplió el ámbito de los afiliados obligatorios
al Sistema General de Pensiones, pero, con todo, se mantienen algunas excepciones
indicadas en el artículo 279 de la ley 100, no modificado por aquélla.
23
ART. 48.—La seguridad social es un servicio público de carácter obligatorio que se prestará bajo la
dirección, coordinación y control del Estado, en sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad, en los términos que establezca la ley.
Se garantiza a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la seguridad social.
“El Estado, con la participación de los particulares, ampliará progresivamente la cobertura de la seguridad
social que comprenderá la prestación de los servicios en la forma que determine la ley.
La seguridad social podrá ser prestada por entidades públicas o privadas, de conformidad con la ley. No
se podrán destinar ni utilizar los recursos de las instituciones de la seguridad social para fines diferentes a
ella. La ley definirá los medios para que los recursos destinados a pensiones mantengan su poder
adquisitivo constante”.
En efecto, tal como surge de la exposición de motivos del proyecto de ley que dio lugar
a la expedición de la ley 100 de 1.993, la finalidad buscada es clara:
25
Ley 797 de 2003.- Artículo 11. Campo de aplicación. El Sistema General de Pensiones consagrado en
la presente ley, se aplicará a todos los habitantes del territorio nacional, conservando y respetando,
adicionalmente todos los derechos, garantías, prerrogativas, servicios y beneficios adquiridos y
establecidos conforme a disposiciones normativas anteriores, pactos, acuerdos o convenciones colectivas
de trabajo para quienes a la fecha de vigencia de esta ley hayan cumplido los requisitos para acceder a
una Pensión o se encuentren pensionados por jubilación, vejez, invalidez, sustitución o sobrevivientes de
los sectores público, oficial, semioficial en todos los órdenes del régimen de Prima Media y del sector
privado en general.
Lo anterior será sin perjuicio del derecho de denuncia que le asiste a las partes y que el tribunal de
arbitramento dirima las diferencias entre las partes. (Negrilla fuera de texto.).
prestaciones que se establecen en favor de los afiliados. Por ello, y
con el propósito de reafirmar la unidad del sistema, se establece
como regla general que el mismo se aplica a todos los habitantes
del territorio, dejando a salvo los derechos adquiridos. El Sistema
General de Pensiones está basado en la coexistencia de dos
regímenes excluyentes que se denominan: Régimen de Prima Media
con Prestación Definida y Régimen de Ahorro Individual con
Solidaridad.”. (Negrilla fuera de texto).
6.2. Dentro del Sistema General de Pensiones de la ley 100, no es posible obtener
dos pensiones provenientes del mismo, ni es posible obtener ajuste de la
pensión de vejez reconocida por nueva vinculación laboral.- No hay
posibilidad de realizar nuevas cotizaciones después de haber adquirido la
pensión de vejez.
Pero, además, como por expresa disposición del artículo 31, inciso 2º, de la ley 100 de
1.993, y para el régimen de prima media con prestación definida administrado por el
ISS, las disposiciones para los riesgos de invalidez, vejez y muerte vigentes en el
instituto al entrar a regir la misma se aplican en todo cuanto no sea contrario a lo
dispuesto en ella, es claro que la previsión del artículo 2º del decreto 758 de 1.990,
debe aplicarse. Tal norma prevé que:
”(...)”.
En efecto, el Sistema busca cubrir y proteger a los habitantes del territorio nacional
contra el riesgo de vejez; por lo mismo, una vez cumplidos los requisitos establecidos
por la ley para adquirir el derecho a la pensión de vejez, desaparece el riesgo mismo y
se transforma en un derecho pensional con el cual se hace efectiva la protección del
riesgo ocurrido. De esta forma, resulta imposible que se pretenda cubrir para el
pensionado un riesgo que ya no puede existir, de imposible ocurrencia, pues ya tiene
el estatus de pensionado por vejez.
Por tal razón, no es posible que un pensionado por vejez (que ya no tiene la
expectativa del riesgo pues éste ya se produjo) se afilie nuevamente al Sistema
General de Pensiones, para cubrir tal eventualidad.
En este punto es preciso reiterar lo que ya se ha dicho en este concepto: que siempre
deben tenerse en cuenta los derechos adquiridos con anterioridad a la entrada en
vigencia de estas leyes y los regímenes de transición específicamente establecidos y
determinados en ellas, los cuales expresamente han sido preservados por una y otra
(arts. 11 ley 100/93 y 1º de la ley 797/03). En tales regímenes anteriores, era posible
que un pensionado por vejez del ISS pudiera ingresar a un cargo público y obtener una
pensión de jubilación, o viceversa, que un pensionado con derecho a jubilación del
sector público ingresara al sector privado y obtuviera la pensión de vejez pagada por el
ISS, resultando compatibles la coexistencia de las dos.
Cuando el sistema se unifica y es uno sólo para todos los trabajadores, sean del sector
público o del privado y, aún del independiente, ya no es posible pensar que un
trabajador pueda adquirir dos pensiones de vejez provenientes del mismo Sistema
General de Pensiones, salvo cuando una pensión la adquiere como fruto de sus
propias cotizaciones y, la otra, en calidad de sobreviviente (pensión propia y pensión
transmitida por causa de muerte).
Obsérvese, de otra parte, que estando señalada la edad mínima para tener derecho a
la pensión en 57 años para las mujeres y 62 para los hombres a partir del 1º de enero
de 200426 y, teniendo en cuenta que se acumulan todas las semanas cotizadas sin
importar si el trabajo se desarrolla en el sector público o en el privado y aún como
independiente, la vida laboral posible de cualquier persona permite completar con
facilidad el número máximo de semanas cotizadas para tener derecho a la pensión más
alta en porcentaje y, por lo mismo, no resulta viable pensar que la ley permita la
posibilidad de ajustar la pensión obtenida para aumentar el porcentaje aplicado al
ingreso base de liquidación.
En opinión de la Sala, no existe tal posibilidad legal por las siguientes razones:
- De conformidad con los artículos 15 y 17 de la ley 100, toda persona que esté
vinculada mediante contrato de trabajo o como servidor público tiene que estar
afiliada la Sistema General de Pensiones; por lo mismo, dentro de la filosofía de
la ley no es posible generar un tipo de trabajadores o de servidores públicos que
no estén afiliados al mismo, lo cual conduce necesariamente a la conclusión de
que la ley no permite tal situación.
- Decreto 2400 de 1.968, art. 29, en la forma modificada por el decreto 3074 del
mismo año:
- Otra situación bien distinta es la que resulta del contenido del artículo 19 de la
ley 4ª de 1.992, en donde se regulan los casos de excepción a la prohibición
constitucional de percibir más de una asignación proveniente del tesoro público,
eventos en los cuales, es posible recibir, simultáneamente, tanto el sueldo como
la pensión; son, por consiguiente, casos expresamente determinados por la ley y
como tales de aplicación restrictiva.
- Con todo, en los eventos citados en los literales b) y g) del artículo 19 de la ley
4ª, debe entenderse que también existe la correspondiente excepción para la
reincorporación al servicio, única forma en que se pueden dar los eventos en
ellos contemplados:
Como lo señaló la Sala en concepto número 786 de marzo 26 de 1.996, en virtud del
artículo 150 de la ley 100/93 se derogaron el inciso 1º del artículo 29 del D. 2400/68 y
los artículos 120, 121 y 124 del Decreto Reglamentario 1950 de 1.976, pues aquella
norma expresamente dispuso que:
“No podrá obligarse a ningún funcionario o empleado público a retirarse
del cargo por el solo hecho de haberse expedido a su favor la resolución
de jubilación, si no ha llegado a la edad de retiro forzoso” (Negrillas no
son del texto),
por lo cual, su mandato era absolutamente incompatible con las prescripciones de las
citadas normas que, por el contrario, preveían la obligatoriedad del retiro del servicio
una vez que se reunieran los requisitos para tener derecho a la pensión de jubilación.
Con posterioridad a la fecha del concepto citado, el legislador expidió la ley 344 de
diciembre 27 de 1.996, “por la cual se dictan normas tendientes a la racionalización
del gasto público” , cuyo artículo 19 estableció:
Es decir, se reiteró la disposición del parágrafo del artículo 150 de la ley 100.
27
Norma declarada exequible por la Corte Constitucional en sentencia C-584 de noviembre 13 de
1.997.
- De conformidad con el artículo 4º de la ley 171 de 1.961 (norma que según sentencia
proferida por la Corte Constitucional, C-331 del 22 de marzo de 2000 28 se encuentra
vigente) :
Sea lo primer resaltar que la autorización amplia consagrada en esta norma, la cual
permitía la reincorporación al servicio de cualquier exfuncionario público
pensionado, fue restringida en virtud de lo dispuesto en el artículo 29, inciso 1º, del
decreto 2400 de 1.968, norma posterior e incompatible con aquella, restricción que
fue ratificada por los artículos 1º y 4º del decreto 583 de 1.995 29, dictado por el
28
Corte Constitucional. Sentencia C-331/00. “A juicio de la Corte, el art. 4 de la ley 171/61 se encuentra
vigente, por las siguientes razones: Como ha quedado explicado antes, la norma en comento regula la
situación excepcional de la persona que se ha pensionado y reingresa al servicio público, a
ocupar algunos de los cargos relacionados en el art. 29 del decreto, o cargos de elección popular, según
el art. 1 del decreto 583 de 1995, dictado en desarrollo de la ley 4 de 1992. Dichos cargos corresponden
a los de Presidente de la República, ministros del despacho, jefe departamento administrativo,
superintendente, viceministro, secretario general de ministerio o departamento administrativo, presidente,
gerente o director de establecimientos públicos o empresas industriales y comerciales del estado,
miembros de misiones diplomáticas no comprendidas en la respectiva carrera y secretarios privados de
los despachos de los anteriores funcionarios.
“El art. 289 de la ley 100/93 “deroga todas las disposiciones que le sean contrarias, en especial el art. 2
de la ley 4 de 1966, el art. 5 de la ley 33 de 1985, el parágrafo del artículo 7 de la ley 71 de 1988, los
arts. 260, 268, 269, 270, 271 y 272 del Código Sustantivo del Trabajo y demás normas que los
modifiquen o adicionen”.
“Como se infiere de su contenido dicha norma no derogó expresamente el art. 4 de la ley 171 de 1961.
Tampoco la ley 100/93 derogó tácitamente esta disposición, porque los mandatos allí contenidos
no resultan incompatibles con ella, dado que lo relativo a la reincorporación del pensionado al
servicio público y al derecho a la revisión de la pensión no fue objeto de regulación en aquélla.
“Es más, el nuevo régimen de pensiones en nada se opone a las previsiones legales que regulan
dicha reincorporación y el aludido derecho, en razón de que la reincorporación al servicio de un
pensionado, aun cuando de alguna manera atañe a la cuestión relativa a la seguridad social, tiene una
incidencia directa en lo que concierne a la función pública, en cuanto a la posibilidad de un nuevo
acceso al servicio público de quienes antes estuvieron incorporados a éste y se retiraron para
gozar de una pensión. De ahí, seguramente la razón por la cual la ley 100/93 omitió referirse a la
mencionada situación.”. (Negrilla fuera de texto).
(...)
“Declarar EXEQUIBLE la expresión "con base en el sueldo promedio de los últimos tres años de
servicios", contenida en el artículo 4º de la ley 171 de 1961, bajo la condición de que se entienda que
elsueldo promedio de los tres últimos años de servicio, que sirve de base para la liquidación de la
pensión, debe ser actualizado en la forma indicada en el art. 21 de la ley 100/93.”.
29
Artículo 1º: Las personas que se encuentren gozando de pensión de jubilación o vejez y se
reintegren al servicio en uno de los empleos señalados en el art. 29 del decreto 2400 de 1.968 o en
uno de elección popular, percibirán la asignación mensual correspondiente. En el evento de que dicha
asignación fuere inferior a la mesada pensional, percibirán adicionalmente la diferencia por concepto
de pensión, hasta concurrencia del valor total de esta prestación social.
Artículo 4º: La revisión de la mesada pensional, si a ello hubiere lugar, como consecuencia de lo
dispuesto en el artículo 1º de este decreto, se sujetará a los términos y condiciones previstos en el
artículo 4º de la ley 171 de 1.961”.
Presidente de la República en desarrollo de las normas generales contenidas en la
ley 4ª de 1.992 y, en especial, de sus artículos 1º y 2º 30.
- El ajuste autorizado por el art. 4º de la ley 171 de 1.961 y por el artículo 4º del
decreto 583 de 1.995, hace referencia a las pensiones obtenidas por servicios
prestados a una o más entidades estatales o del sector público, esto es, a la
pensión de jubilación definida por la legislación vigente para la época para los
funcionarios estatales, mientras que en la regulación de la ley 100 no existen
pensiones de jubilación por servicios en el sector público sino pensiones de
vejez por cotizaciones efectuadas a cualquiera de los dos sectores
económicos.
- Para liquidar la pensión de vejez, las citadas leyes 100 y 797 ordenan que se
aplique el porcentaje correspondiente (determinado de conformidad con las reglas
del artículo 34 de la ley 100 modificado por el art. 10 de la L 797/03) al Ingreso
Base de Liquidación (art.21 L. 100/93), esto es, en general, que promedie el
monto de los salarios (debidamente ajustados art.21) sobre los cuales ha
cotizado el afiliado en los diez años anteriores al reconocimiento de la
pensión, o sobre el promedio del ingreso base calculado sobre los ingresos de
toda la vida laboral del trabajador, cuando este cálculo resulte superior al previsto
en la forma anterior, caso en el cual el trabajador podrá optar por este sistema,
siempre y cuando haya cotizado no menos de 1250 semanas. Para el ajuste
indicado en la ley 171, no importa si existe o no cotización, lo que se tiene en
cuenta es el número de años servidos (3) en el sector público, después de la
reincorporación.
30
“Art. 1ºLas personas que se encuentren gozando de pensión de jubilación o vejez y se reintegren al
servicio en uno de los empleos señalados en el artículo 29 del decreto 2400 de 1.968 o en uno de
elección popular, percibirán la asignación mensual correspondiente. En el evento que dicha asignación
fuere inferior a la mesada pensional, percibirán adicionalmente la diferencia por concepto de pensión,
hasta concurrencia del valor total de esta prestación social”. (Negrillas no son del texto).
1.961 y por el decreto 583 de 1.995 y que ella es aplicable a los pensionados por
vejez que puedan reincorporarse al servicio bajo las reglas de la ley 100 o las que la
modifiquen, se llegaría al absurdo de privilegiar, dentro de un sistema general de
pensiones, a quienes habiendo prestado servicios al sector público puedan
reincorporarse al mismo servicio o sector, pues las bases de su pensión, en últimas,
cuando se le haga el ajuste, serán el tiempo de servicios y no el número de semanas
de cotización al Sistema y, además, el ingreso base de la liquidación no será el
promedio de los salarios devengados en los diez años anteriores al reconocimiento
de la pensión, sino el de los últimos tres años de servicio al Estado. Es decir, se
estaría autorizando la desestructuración del sistema general de pensiones en favor
de unos pocos privilegiados.
Por ello, podría pensarse que tal régimen de ajuste de pensiones podría subsistir en
el ordenamiento jurídico, pero solo para regular la situación de los pensionados del
sector público por jubilación (bajo las reglas anteriores a la ley 100/93) que se
hayan o puedan reintegrarse al servicio en este sector y que, cumpliendo las
exigencias de la norma, tengan derecho a reajustar su pensión, esto es, para
aquellas hipótesis pensionales que no estén cobijadas por las normas de la ley 100,
y que, además, están a cargo de los organismos de previsión social del Estado y no
de las entidades adscritas al Sistema General de Pensiones.
Debe precisar la Sala que la situación regulada por el artículo 150 de la ley 100 de
1993, se refiere a una situación totalmente diferente a la que se viene tratando sobre
ajuste de pensiones por reincorporación. En efecto, esta norma hace relación a
servidores públicos a quienes se les reconoció la pensión pero que no se han retirado
del servicio y, por consiguiente, no contempla la situación de quienes obtengan y
entren a disfrutar del derecho a pensión por vejez dentro del Sistema General de
Pensiones. Dispone esta norma:
31
Art. 29: Pensión de retiro por vejez. A partir de la vigencia del presente decreto, el empleado
público o trabajador oficial que sea retirado del servicio por haber cumplido la edad de 65 años y no
reúna los requisitos necesarios para tener derecho a pensión de jubilación o invalidez, tendrá
derecho a una pensión de retiro por vejez, pagadera por la respectiva entidad de previsión
equivalente al veinte por ciento de su último sueldo devengado, y un dos por ciento más por cada
año de servicios, siempre que carezca de recursos para su congrua subsistencia. Esta pensión
podrá ser inferior al mínimo legal”.
cuando el servidor no se haya retirado del servicio, esto es, no haya entrado a
disfrutar de la pensión.
En efecto, quien siendo afiliado al sistema se pensione por vejez y, con posterioridad
se reincorpore a la actividad laboral cuando a ella haya lugar, no puede tener una
nueva afiliación, pues es claro que tiene cubierto el riesgo por vejez, o en otros
términos, el riesgo mismo es inexistente, por lo cual no tiene ni puede tener, acceso
al Sistema de protección de riesgos..
1. Los aportes que tanto el trabajador particular como el empleador del sector
privado hicieron o lleguen a hacer al ISS durante la vida laboral de aquél, no
son recursos que pertenezcan al tesoro público. Por consiguiente, la pensión de
jubilación reconocida por el ISS a un trabajador del sector privado, bajo las
reglas anteriores a la ley 100 de 1.993, pero aún bajo las reglas propias de ella,
no puede ser considerada como una asignación proveniente del tesoro público,
en tanto el ISS actúa como mero administrador de los aportes realizados con
fundamento en una relación laboral de carácter privado.
3, 4, 5 y 6. Quien tenga derecho a una pensión adquirida bajo uno de los regímenes
anteriores a la ley 100 y se reincorpore a la actividad laboral en uno de los
cargos de excepción autorizados por la ley, no puede afiliarse al Sistema
General de Pensiones, pues ya tiene el estatus de pensionado (art. 31 L.100 y
Decreto 758/90, art.2°).