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Articulo de Metodos para Tarea Unidad 3

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Revista Argentina de Clínica Psicológica

2019, Vol. XXVIII, N°4, 429-438 429


DOI: 10.24205/03276716.2019.1124

EFECTO DE LA TERAPIA FAMILIAR SISTÉMICA SOBRE SÍNTOMAS


INTERNALIZANTES Y EXTERNALIZANTES EN ADOLESCENTES
EFFECT OF SYSTEMIC FAMILY THERAPY ON INTERNALIZING
AND EXTERNALIZING SYMPTOMS IN ADOLESCENTS
Gabriel Dávalos-Picazo1, Juan Pedro Núñez-Partido2, Julio César Vázquez-Colunga3,
Cecilia Colunga-Rodríguez3,4, Mario Ángel-González3, Francisco Javier Pedroza-Cabrera5,
Alfonso Mercado6, Claudia Liliana Vázquez-Juárez3,7 y María Ángela Gómez-Pérez3

Resumen
El presente artículo tiene como objetivo comprobar el efecto de la terapia familiar sistémica
sobre la sintomatología de factores internalizantes y externalizantes en adolescentes. En esta in-
vestigación han participado 109 adolescentes de los cuales 56% eran hombres y 54% mujeres, con
una media de edad de 15,1 años. La terapia familiar sistémica, en las condiciones en las que ha sido
aplicada, ha tenido un efecto estadísticamente significativo y clínicamente relevante. La frecuencia
de éxito atribuible al tratamiento ha sido de un 46% en el factor Internalizante, un 43% en el Exter-
nalizante, un 60% en Quejas Somáticas, un 43% en Ansiedad/Depresión y un 55% en Conducta
Agresiva. Estos resultados contribuyen en la necesidad de alinear este tipo de intervención de la
salud con el ambiente escolar en adolescentes.
Palabras clave: Eficacia, terapia familiar sistémica, adolescentes, sintomatología internalizante
y externalizante.

Abstract
This article aims to verify the effect of systemic family therapy on the symptomatology of inter-
nalizing and externalizing factors in adolescents. The sample was of 109 adolescents, of which 56%
were men and 54% women, with a mean age of 15.1 years. Systemic family therapy, under the con-
ditions in which it has been applied, has had a statistically significant and clinically relevant effect.
The success rate attributable to treatment was 46% in the Internalizing factor, 43% in Outsourcer,
60% in Somatic Complaints, 43% in Anxiety / Depression and 55% in Aggressive Behavior. These
results contribute to the need to align this type of health intervention with the school environment
in adolescents.
Key words: Efficacy, systemic family therapy, adolescents, internalizing and externalizing symp-
tomatology.
Recibido: 28-09-17 | Aceptado: 15-02-18

INTRODUCCIÓN (Berzosa, Ríos y Rodríguez, 2001; Redding, 2000) o


implementar criterios de calidad educativa (De la
Existe escasa evidencia de estudios con apoyo Orden, 2009); sin embargo, la evidencia empírica
empírico sobre la eficacia de la terapia familiar en el sobre la evaluación de resultados de la terapia fami-
ámbito escolar (Carr-Chellman, 1998). En las últimas liar sistémica dentro este escenario es más bien es-
dos décadas, los principios del modelo sistémico se casa (Daniel, 2011).
han aplicado dentro del contexto escolar con dife- El interés por investigar la eficacia y efectividad
rentes fines (McPherson, 2001), por ejemplo, promo- de la terapia familiar sistémica dentro del centro es-
ver la relación y colaboración familia-escuela colar se explica, entre otras razones, porque en él se
1
manifiestan síntomas similares a los que se atienden
Universidad CEU San Pablo, Madrid, España. 2 Universidad Pon-
tificia Comillas, Madrid, España. 3 Universidad de Guadalajara, habitualmente en los centros de salud mental. Los
México. 4 Hospital de Pediatría del Instituto Mexicano del Seguro problemas de adaptación, denominados códigos Z
Social, Jalisco México. 5 Universidad Autónoma de Aguascalientes,
México. 6 The University of Texas Rio Grande Valley. 7 Escuela Nor-
en las clasificaciones psiquiátricas, son un reflejo de
mal Superior de Jalisco, Secretaría de Educación Pública. las dificultades de la vida cotidiana y su volumen de
E-Mail: [email protected] consulta representa el 20% de las demandas asis-
REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXVIII p.p. 429-438
© 2019 Fundación AIGLÉ. tenciales (Echeburúa, Corral y Salaberría, 2010).

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Estos síntomas requieren labores de prevención, tra- epidemiológicos sobre la psicopatología en niños y
tamientos eficaces o derivaciones oportunas a cen- adolescentes realizados en distintos países indican
tros especializados; por ello, la terapia familiar una tasa de prevalencia global entre el 14-20% de
dentro del centro escolar permitiría detectar la pre- la población infantil y juvenil, siendo el rango 17-
sencia de síntomas que, sin tener la categoría de 20% el más repetido. De este porcentaje, el 2% co-
cuadros clínicos graves, producen desgaste y sufri- rresponde a trastornos graves, el 7-8% a trastornos
miento en alumnos, padres y profesionales (Núñez, de gravedad moderada y el resto a psicopatología
2009; Fazel, Hoagwood, Stephan y Ford, 2014; Fazel, leve (Lemos, Fidalgo, Calvo y Menéndez, 1992;
Patel, Thomas y Tol, 2014). Lemos, 2003).
Las dos problemáticas más relevantes en el cen- La terapia familiar ha sido definida como el es-
tro escolar, a saber, problemas de comportamiento fuerzo psicoterapéutico, centrado en el interés ex-
(Moreno, 2005) y dificultades en el rendimiento aca- plícito de la modificación de las interacciones entre
démico (Rivera y Milicic, 2006), suelen estar relacio- dos o más miembros de la familia, con el fin de me-
nadas con otros indicadores como trastornos de jorar intencionalmente el funcionamiento del sis-
ansiedad, trastornos de conducta, trastornos del es- tema familiar como unidad (Rober, 2008; George y
tado de ánimo, trastornos adaptativos, problemas Wulff, 2006).
de relación con padres e iguales o la falta de habili- Los diversos estudios realizados (Carr, 2000;
dades sociales cuyo malestar emocional es conside- 2009) confirman que la terapia familiar sistémica, al
rable (Labrador, Estupiñá y García, 2010). igual que la terapia de pareja y la terapia familiar es-
El surgimiento de los modelos evolutivos de la tructural o estratégica, es un tratamiento eficaz para
psicopatología ha despertado el interés por clarificar muchos problemas de salud mental y para proble-
la compleja interacción entre las características del mas de relación en niños y adultos, el tamaño medio
niño y su ambiente social. Según Achenbach (1966), del efecto al finalizar la terapia es d=0,65 y d=0,52
las conductas problema, normalmente motivo prin- a los seis y doce meses después del tratamiento; las
cipal de consulta, son variaciones cuantitativas de familias que han recibido tratamiento mejoran más
las características que pueden ser normales en cier- del 71% en comparación con las que no han recibido
tos períodos del desarrollo (Braet y van Aket, 2006). tratamiento.
En oposición a los sistemas clasificatorios que orga- De los trabajos realizados por Carr se deducen
nizan la psicopatología en categorías diagnósticas, cuatro conclusiones principales: las intervenciones
como el DSM-5, las taxonomías empíricas se basan basadas en la familia son eficaces para una amplia
en las correlaciones o la covariación de signos, sín- gama de problemas centrados en la infancia, las in-
tomas o conductas. Estos procedimientos permiten tervenciones deben ser breves y pueden ser ofreci-
identificar dos factores o dimensiones psicopatoló- das por profesionales de forma ambulatoria, los
gicas de banda ancha en niños y adolescentes: in- manuales de tratamiento pueden ser utilizados por
ternalizante y externalizante. La primera incluye los clínicos para el tratamiento de casos individuales
trastornos como ansiedad, depresión, quejas somá- y la mayor parte de las intervenciones basadas en la
ticas o aislamiento; la segunda, trastornos de con- familia cuentan con evidencia de su eficacia. En con-
ducta, abuso de substancias, hiperactividad, secuencia, la terapia familiar sistémica es un trata-
conducta agresiva o conducta delictiva. miento ampliamente utilizado en los últimos veinte
Con frecuencia, los síntomas externalizantes años en casos de niños y adolescentes atendidos en
suelen ser motivo de consulta en los servicios de centros de salud mental (Flaskas, 2010, 2011; Muñiz,
salud mental mientras que los síntomas internali- Friedlander, Escudero y Heatherington, 2012).
zantes suelen tener un mayor retraso en la atención En resumen, la situación actual de la terapia fa-
(Caraveo-Anduaga, Colmenares-Bermúdez y Martí- miliar puede verse reflejada en las afirmaciones de
nez-Vélez, 2002). Diversos estudios relacionan la Stratton (2005): es un procedimiento terapéutico
impulsividad/desinhibición con ciertos síntomas o utilizado en una gama muy amplia de problemas,
trastornos de tipo externalizante y el neuroti- posee una contrastada evidencia de su eficacia y
cismo/emotividad negativa con síntomas o trastor- efectividad tanto en investigaciones como en expe-
nos de tipo internalizante e identifican diferencias riencias clínicas, ha demostrado su eficacia para las
con respecto al sexo: los niños presentan un mayor condiciones en las que ha sido debidamente inves-
predominio de los problemas de conducta externa- tigada, la capacitación de los terapeutas familiares
lizante mientras que las niñas presentan más sínto- se basa en una amplia gama de enfoques teóricos
mas de tipo internalizante (Maestre et al., 2007). con justificaciones claras, los modelos actuales de
Existe gran preocupación por las conductas pro- la terapia de familia prestan atención explícita a
blema en niños y adolescentes por el riesgo que su- cuestiones relacionadas con la cultura, el origen ét-
ponen para ellos mismos y por el daño que puedan nico, el género, la discriminación y los contextos so-
ocasionar al conjunto de la sociedad (Santisteban, ciales amplios.
Coatsworth, Briones, Kurtines y Szapocznik, 2012; En este estudio el objetivo general fue compro-
Buquerque, Norberto y Campos, 2013). Los estudios bar el efecto de la terapia familiar sistémica sobre

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síntomas internalizantes y externalizantes en ado- La sintomatología Internalizante está relacio-


lescentes; como objetivos específicos se tuvieron nada con la vivencia de tensión psicológica en el
describir el motivo de consulta de las familias de la propio sujeto o con síntomas de angustia, depre-
muestra clínica e identificar qué miembro de la fa- sión y estados alterados de ánimo. Las subescalas
milia solicita la ayuda; asimismo, se obtuvo el índice que evalúan este factor son Quejas Somáticas,
de fiabilidad del instrumento Youth Self Report Depresión/Ansiedad y Aislamiento. La sintomato-
(YSR) en este estudio. Predicamos que la terapia fa- logía Externalizante está relacionada con sínto-
miliar sistémica, aplicada en el contexto escolar, mas de agresividad, déficit de atención,
producirá un efecto de mejora en el ajuste personal hiperactividad o conducta desorganizada. Las su-
de los hijos. bescalas que evalúan este factor son Conducta
Delictiva y Conducta Agresiva.

METODOLOGÍA Procedimiento de recolección de datos


A todas las familias de la muestra clínica se les
Participantes ha aplicado de forma sistemáticamente el Manual de
Han participado 109 adolescentes, 54 pertene- Procedimiento, diseñado ad hoc. El tratamiento te-
cían a la muestra clínica y 55 al grupo control, la rapéutico estaba fundamentado en el modelo sisté-
media de edad era de 15,1 años. mico de terapia familiar aplicado al contexto escolar
El criterio para seleccionar las familias de la (Dávalos, 2005) y constaba de tres fases diferencia-
muestra clínica ha sido elegir familias derivadas al das evaluación, tratamiento y cierre. Los destinata-
Centro Atención a la Familia del Colegio Padre Pi- rios eran todos los miembros del sistema familiar. El
quer (CAF Padre Piquer) que aceptaran, de forma equipo de terapeutas estaba formado por cuatro psi-
voluntaria, participar en la investigación y que ter- cólogos, expertos en terapia familiar sistémica. Los
minaran el tratamiento. EL CAF Padre Piquer es una casos eran atendidos en coterapia. La duración
experiencia innovadora en España dado cuya carac- media del tratamiento ha sido de 12 sesiones, es
terística principal es estar incorporado al organi- decir, seis meses; las sesiones eran cada dos sema-
grama y los servicios del propio colegio. El criterio nas, con una duración de entre 60 y 90 minutos,
para seleccionar las familias del grupo control era aproximadamente. Además, se contó con observa-
elegir familias que pertenecieran a colegios con ca- dores detrás del espejo unidireccional y se siguió el
racterísticas similares a las del colegio de las fami- formato del equipo reflexivo para preparar y evaluar
lias de la muestra clínica. cada sesión. Los observadores eran alumnos de pos-
grado en asesoramiento familiar.
Instrumentos
La variable independiente ha sido el tratamiento, Procedimiento de análisis de datos
con dos niveles: con y sin tratamiento. Se ha empleado un diseño Cuasi-experimental,
La variable dependiente ha sido el número de con grupo control no equivalente y con medidas re-
conductas problema internalizantes y externalizan- petidas (pre y post) (Cook y Campbell, 1979). Para
tes. Ambos instrumentos fueron aplicados pre y post analizar el efecto del tratamiento se ha aplicado el
(antes y después del tratamiento). mismo procedimiento en todas las variables de es-
Se ha aplicado el Youth Self Report (YSR) tudio: ANOVA con medidas repetidas entre la me-
(Achenbach y Rescorla, 2001), un autoinforme de dida pre y la medida post. Se ha analizado
screening que recoge información directa del ado- exclusivamente la interacción Muestra x Variable
lescente sobre diversas competencias y problemas por ser el objetivo de la investigación. La significa-
específicos (Sandoval, Lemos y Vallejo, 2006). ción estadística del tamaño del efecto se ha obte-
Consta de 113 ítems, con tres opciones de res- nido mediante el estadístico ETA2 parcial. El
puesta. El tiempo estimado para contestar es entre análisis de los datos se ha realizado mediante el
15 y 20 minutos. A mayor puntuación, menor ajuste programa Statistical Package for the Social Scien-
ces (SPSS) versión 21.0.
superior a α=0,70 (Achenbach y Rescorla, 2001). La
personal. La fiabilidad de las diferentes escalas es
Además de obtener la significación estadística
validez de contenido está avalada por más de cua- del tamaño del efecto se ha calculado la relevancia
tro décadas de investigación, todos los ítems han clínica del mismo mediante el análisis de la Familia
demostrado su capacidad discriminante en distin- de Riesgos1.
tos países (Lacalle, 2009). Se han utilizado los ba-
remos de Achenbach y Edelbrock (Sardinero, Consideraciones éticas
Pedreira y Muñiz, 1997) según los cuales una pun- Se solicitó un consentimiento informado activo
tuación menor a 27 es considerada baja, si está de los directores de los colegios y de los padres de
entre 33-60 es media y si es igual o superior a 60 familia. A todos los miembros de la familia se les ex-
es alta. La puntuación por encima de 60 se consi- plicó que la participación en la investigación era vo-
dera clínicamente significativa. luntaria añadiendo que los datos proporcionados se

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manejarían de manera confidencial y que en caso de tadísticamente significativo y clínicamente relevante


negarse a participar no tendrían ninguna repercu- sobre la sintomatología internalizante y externali-
sión negativa. zante percibida por los adolescentes. Este resultado
es similar al encontrado en otros estudios sobre pro-
blemas de conducta en adolescentes (Swart y Aps-
RESULTADOS che, 2014; Shaffer, Lindhiem y Kolko, 2013; Carr,
2000; 2009; Baldwin, Christian, Berkeljon, Shadish
La muestra final incluyó 55 familias de la muestra y Bean, 2012; Sydow, Retzlaff, Beher, Haun y Schwit-
clínica y 55 del grupo control. Han participado 109 zer, 2013).
adolescentes con una media de edad de 15,1 años. En relación con el motivo de consulta de las fa-
El motivo de consulta de las familias de la mues- milias que han recibido el tratamiento, el 54,5% de
tra clínica ha sido: problemas en las relaciones fa- los casos estaba relacionado con síntomas externa-
miliares (36,3%), por ejemplo, discusiones lizantes y el 27,2% con síntomas internalizantes; un
constantes entre los padres y el hijos o la no acep- resultado similar a los estudios epidemiológicos
tación de las normas; ayuda psicológica para situa- sobre psicopatología en niños y adolescentes
ciones personales del adolescente (27,2%), por (Lemos, 2003; Martín, 2013).
ejemplo, tristeza o inseguridad; problemas acadé- La puntuación media de las conductas problema
micos (21,8%), principalmente relacionados con el en los hijos de las familias del grupo experimental
bajo rendimiento escolar o absentismo escolar; y ha sido superior a la puntuación encontrada en el es-
problemas de comportamiento en el colegio o en tudio de Abad, Forns, Amador y Martorell (2000),
casa (14,5%). En el 32,72% de los casos ha sido sólo este dato permitiría constatar cómo en el centro es-
la madre quien solicitaba la ayuda, seguido del tutor colar se presentan, además de los problemas de
(23,63%), del propio hijo (18,18%), del orientador comportamiento (Moreno, 2005) y las dificultades
del colegio (12,71%), de ambos padres (10,90%) y en el rendimiento académico (Rivera y Milicic, 2006),
sólo del padre (1,81%). otros trastornos similares a los atendidos en los cen-
tros de salud mental (Rosique et al., 2015) aunque
tenido en el YSR ha sido α=0,934.
El índice de fiabilidad, en Alfa de Cronbach, ob-
con menor índice de gravedad.
En relación con la sintomatología internalizante, Referente a la síntomatología externalizante,
la terapia familiar sistémica ha mostrado un efecto además de constatar que ha disminuido el número
estadísticamente significativo sobre el factor de de conductas problema en los hijos de las familias
banda ancha Internalizante (F(1,107)=32,340, derivadas a terapia, se ha observado un incremento
p<0,001) y sobre los factores de banda estrecha en el número de dichas conductas en los hijos de las
Quejas Somáticas (F(1,107)=22,588, p<0,001) y An- familias que no han recibido el tratamiento. Este
siedad/Depresión (F(1,107)=56,451, p<0,001), en- hecho podría ser objeto de posteriores estudios con
contrándose un efecto de mejora a favor de las el fin de observar si el incremento de las conductas
familias del grupo experimental en comparación con agresivas o delictivas es una variable constante du-
las familias del grupo control (ver Tabla 1). No se ha rante la transición de la segunda infancia a la ado-
encontrado un efecto significativo el factor de banda lescencia así como para analizar si el sistema
estrecha Aislamiento. familiar está realizando, de manera eficaz, las fun-
En relación con la sintomatología externalizante, ciones de protección y cuidado durante esta etapa
la terapia familiar sistémica ha mostrado un efecto evolutiva porque, como afirma Robledo (2012), las
estadísticamente significativo sobre el factor de variables familiares relacionadas con el nivel socioe-
banda ancha Externalizante (F(1,107)=32,340, conómico, tipología, clima, funcionamiento en el
p<0,001) y sobre los factores de banda estrecha Con- hogar o implicación educativa parental interactúan
ducta Agresiva (F(1,107) =23,334, p<0,001) (ver y actúan como moduladoras del proceso de apren-
Tabla 1). No se ha encontrado efecto significativo en dizaje y desarrollo de los alumnos.
la sintomatología Conducta Delictiva. Los problemas de conducta son un motivo de es-
Respecto a la relevancia clínica, la frecuencia de pecial preocupación dentro del contexto escolar de-
éxito atribuible al tratamiento ha sido de un 46% bido a la cantidad de problemas que generan en el
sobre el factor de banda ancha Internalizante, un 60% aula así como en la relación entre iguales, represen-
en Quejas Somáticas, un 43% en Ansiedad/Depre- tan un gran coste social (Callegaro, Silva y Ruschel,
sión, un 43% en el factor de banda ancha Externali- 2011) y suponen un alto riesgo para los propios ado-
zante y un 55% en Conducta Agresiva (ver Tabla 2). lescentes en la medida que dicho comportamiento
esté relacionado con fenómenos como delincuencia,
consumo de sustancias o bajo rendimiento acadé-
DISCUSIÓN mico (Montañés et al., 2008).
Los síntomas externalizantes, especialmente en
La terapia familiar sistémica, en las condiciones la adolescencia, pueden ser interpretados como mo-
en las que ha sido aplicada, ha tenido un efecto es- vimientos centrífugos ante los cuales los padres

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adoptan medidas de ajuste, muchas de ellas como glish, Savage y Chudleigh, 2012; Reffie, Villanueva,
movimientos homeostáticos (Hoffman, 1984) que Adrián y Górriz, 2009; Sharma y Manjula, 2013). En
podría generar mayor tensión o conflicto al interior segundo lugar, porque la evidencia con apoyo em-
del sistema familiar. Varios autores coinciden en se- pírico sobre la intervención desde la terapia familiar
ñalar que la transición entre infancia y adolescencia sistémica en esta problemática es escasa, en com-
suele caracterizarse por un incremento en el con- paración con la aplicación de otros modelos terapéu-
flicto padres-hijos adolescentes (Gimeno, Córdoba, ticos como la terapia cognitivo conductual.
Meléndez y Cerviño, 2004; Hofer et al., 2013), por En relación con la sintomatología ansiedad/de-
cambios en la estructura familiar o por soluciones in- presión, el indicador de éxito percibido por los ado-
eficaces de los problemas (Camacho, León y Silva, lescentes ha sido del 43% para los hijos, un
2009) que podrían convertirse en factores de riesgo resultado similar al obtenido en otros estudios sobre
en la medida que provoquen la ruptura en el vínculo la eficacia del tratamiento psicológico en la depre-
con los padres, un aumento en el número de conflic- sión infantil y adolescente (Méndez, Rosa, Espada,
tos familiares o generen cierta incapacidad para Olivares y Sánchez-Meca, 2002). La ansiedad y la de-
tomar decisiones, cuyo impacto en el desarrollo per- presión son los dos trastornos emocionales más co-
sonal y social de los hijos sería evidente (Caprara, munes durante la infancia y adolescencia (García,
Regalia, Scabini, Barbaranelli y Bandura, 2004; Wel- 2009; Rojo, 2009; Martín et al., 2014; Ospina-Os-
come, 2014). Si bien la conquista de la autonomía pina, et al., 2001), por este motivo sería de especial
adolescente puede llevar consigo la ruptura familiar, interés para la práctica clínica seguir profundizando
también es posible alcanzarla sin que se produzca sobre la eficacia de la intervención familiar en este
el conflicto intergeneracional, es decir, autonomía y tipo de trastornos dado que generalmente son abor-
continuación de las relaciones estrechas con los pa- dados desde una perspectiva individual.
dres no son excluyentes (Montañes et al., 2008). Por En relación con la sintomatología conducta agre-
ello, la necesidad de contar con instrumentos que siva el indicador de éxito percibido por los adolescen-
permitan la detección precoz de dicha sintomatolo- tes ha sido del 55%. La conducta agresiva en niños y
gía es una cuestión fundamental ya que facilitaría adolescentes puede estar relacionada con la inestabi-
implementar programas de prevención que favorez- lidad emocional, definida como una falta de autocon-
can un mejor ajuste personal y escolar de los hijos trol en situaciones sociales (Escrivá, Samper y Frías,
(Martín, Ruiz y Martínez, 2014; Rodríguez-Mateo, 2002), contribuye sustancialmente al coste social de
Henríquez y Suárez, 2012). los problemas de conducta y, con frecuencia, tiene im-
En relación con la síntomatología internalizante, plicaciones o problemas legales (Padhy et al., 2011);
además de la reducción del número de conductas por ello, la terapia familiar sistémica adquiere mayor
problema en los hijos de las familias que han reci- importancia como herramienta de prevención.
bido tratamiento, se ha observado un incremento en Por otra parte, la terapia familiar sistémica no ha
el número de conductas problema en los hijos de las tenido efecto de mejora en las escalas de banda es-
familias que no han recibido tratamiento. Este resul- trecha Aislamiento y Conducta Delictiva, este resul-
tado, similar a otros estudios (Borstein, Chun-Shin y tado puede ser objeto de posteriores estudios. En el
Haynes, 2010; Schaub et al., 2014), podría sugerir el contexto histórico actual, la escuela es una institu-
papel determinante de la terapia familiar sistémica ción que acoge una realidad compleja marcada por
en el ámbito de la prevención (Dávalos, 2014), espe- la diversidad de fenómenos socioculturales, econó-
cialmente si dichos síntomas son considerados un micos y de otra índole, por ejemplo, migración (Mar-
indicador del proceso de individuación (Shek, 1999). tín, Ortega, Reina y García, 2004), pobreza y
En cuanto a la sintomatología de las escalas que violencia escolar (Yuste y Pérez, 2008; Álvarez-Gar-
pertenece al factor de banda estrecha, la terapia fa- cía et al., 2010), conductas disruptivas en el aula
miliar sistémica ha tenido un efecto estadística- (Gómez y Luciano, 1999) o cambios estructurales en
mente significativo y clínicamente relevante en la la familia (Valdivia, 2008). A estos fenómenos se
sintomatología Quejas Somáticas, Ansiedad/Depre- añaden otras necesidades específicas, por ejemplo,
sión y Conducta Agresiva. Respecto a las quejas so- conocer instrumentos, técnicas y procedimientos efi-
máticas el indicador de éxito percibido por los caces en la relación familia-escuela (Delgado, 2012;
propios adolescentes ha sido del 60%, un resultado Álvarez-García et al., 2010) o la formación del profe-
similar al encontrado en otros estudios (Christenson, sorado para desarrollar habilidades en la entrevista
Crane, Hafen, Hamilton y Schaalje, 2007). Este ha- de ayuda y la relación con los padres (Amatea, Mixon
llazgo tiene especial relevancia para la práctica clí- y McCarthy, 2013; De Fátima y Oliveira, 2012).
nica por dos razones principales. En primer lugar, A propósito de la evaluación de los tratamientos
porque la somatización es una problemática que psicológicos en el ámbito escolar,Fazel, Patel, Tho-
tiene una prevalencia del 29% en los adolescentes mas y Tol (2014), concluyen que es necesario des-
(López, Alcántara, Fernández, Castro y López, 2010) arrollar marcos de trabajo que permitan que la salud
y para la cual sólo en determinados casos es posible y la educación vayan alineadas. El principal obstá-
encontrar una causa médica clara (Kozlowska, En- culo para el desarrollo de este tipo de iniciativas no

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es la falta de evidencia científica sino la brecha que Notas


existe entre este conocimiento y su aplicación al 1 La Diferencia de Riesgos (DR), también llamada Riesgo Atri-
mundo real. Por ello, es necesario que haya políticas buible (RA) o Reducción Absoluta de Riesgo (RAR), expresa la in-
nacionales que ayuden a que las instituciones edu- cidencia de éxito atribuible al tratamiento una vez contralado el
cativas y los servicios de salud mental trabajen más efecto de los casos que mejoran de forma espontánea. La Reduc-
estrechamente (Browne et al., 2004; Buckelew, Yu, ción del Riesgo Relativo (RRR) describe el tamaño del efecto en
English y Brindis, 2008; Newacheck, Wong, Galbraith términos de porcentaje, en este caso, tratándose de la evaluación
y Hung, 2003). del éxito terapéutico, el resultado que se espera encontrar es un
Como es de suponer, esta investigación ha te- logro, por tanto, el valor obtenido se transforma en lo que se de-
nido ciertas limitaciones, entre ellas, que la muestra nomina Incremento de Logro Relativo (IRL). Y, el Número de per-
clínica fuera seleccionada de familias atendidas en sonas Necesarias para Tratar (NNT) según el cual se acepta, en
un único centro, la imposibilidad de controlar el general, que es mejor en cuanto más bajo sea su valor (Iraurgi,
efecto de variables extrañas, las posibles carencias 2009a; 2009b).
surgidas por el hecho de haber utilizado como grupo
de contraste una muestra comunitaria o que la inter-
vención terapéutica tuviera prioridad frente a los in- REFERENCIAS
tereses de la investigación.
No obstante, la terapia sistémica, aplicada en las cir- Abad, J., Forns, M., Amador, J. y Martorell, B. (2000). Fiabilidad y
cunstancias anteriormente descritas ha tenido un efecto validez del youth self report en una muestra de adolescentes.
de mejorar en las variables de ajuste medidas. Psicothema, 12, 49-54.
Tres son las conclusiones principales que se pue- Achenbach, T. (1966). The classification of children’s psychiatric
den extraer de la presente investigación: En primer symptoms: A factor analitic study. Psychological Monograhs,
lugar, la terapia familiar sistémica, desde el punto 80, 1-37.
de vista de la investigación de resultados, ha demos- Achenbach, T. M., & Rescorla, L. A. (2001). Manual for the ASEBA
trado ser un tratamiento eficaz en las condiciones y School-Age Forms & Profiles. Burlingyon, V. T.: University of
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circunstancias en las que ha sido aplicada. En se-
gundo lugar, la terapia familiar sistémica, con el én- Álvarez-García, D., Rodríguez, C., González-Castro, P., Núnez, J. y
fasis en los procesos interpersonales, ha contribuido Álvarez, L. (2010). La formación inicial de los futuros maestros
en recursos para la convivencia escolar y el manejo del aula.
a la resolución favorable del motivo de consulta. Y, European Journal of Education and Psychology, 3, 187-198.
tercero, la terapia familiar sistémica ha de ser con-
Amatea, E. S., Mixon, K., & McCarthy, S. (2013). Preparing Future
siderada como recurso útil, y necesario, dentro de Teachers to Collaborate With Families Contributions of Family
un centro escolar dado que ofrece grandes ventajas, Systems Counselors to a Teacher Preparation Program. The
especialmente en materia de prevención. Family Journal, 21, 136-145. 10p.
En base a los resultados de esta investigación es doi:10.1177/1066480712466539
posible afirmar que la aplicación de la terapia fami- Baldwin, S., Christian, S., Berkeljon, A. Shadish, W., & Bean, R.
liar dentro del contexto escolar proporcionaría, (2012). The effects of family therapies for adolescent delin-
quency and substance abuse: A Meta-analysis. Journal of Ma-
entre otras, las siguientes ventajas: Favorecer un rital and Family Therapy, 38, 281–304.
mejor ajuste personal y escolar en los alumnos en doi:10.1111/j.1752-0606.2011.00248.x
la medida que reduce el número de síntomas inter-
Berzosa, P., Ríos, J. A., y Rodríguez, G. (2001). El modelo sistémico
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establecer una red de apoyo y trabajo en equipo Borstein, M., Chun-Shin, C., & Haynes, O. (2010). Social Compe-
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EFECTO DE LA TERAPIA FAMILIAR SISTÉMICA SOBRE SÍNTOMAS INTERNALIZANTES Y EXTERNALIZANTES EN ADOLESCENTES 437

Tabla 1. Efecto de la terapia familiar sobre los síntomas internalizantes y externalizantes en ado-
lescentes

Variable Muestra Medida n M DT F gl p ETA2

Internalizante Clínica Pre 54 17,67 9,73

Post 55 16,56 10,196 54,251 1,107 0,001 ,179

Control Pre 54 5,73 3,744

Post 55 8,13 5,22

Quejas somáticas Clínica Pre 54 4,06 3,183

Post 55 3,50 2,970 22,588 1,107 0,001 174

Control Pre 54 1,31 1,332

Post 55 2,25 1,993

Ansiedad / Depresión Clínica Pre 54 7,27 5,504

Post 55 6,17 4,678 56,451 1,107 0,001 ,345

Control Pre 54 1,52 1,514

Post 55 1,22 1,527

Externalizante Clínica Pre 54 16,06 9,398

Post 55 14,85 9,490 32,340 1,107 0,001 ,232

Control Pre 54 7,09 3,395

Post 55 9,24 5,554

Conducta agresiva Clínica Pre 54 11,61 6,808

Post 55 10,37 6,758 23,334 1,107 0,001 ,179

Control Pre 54 5,29 2,594

Post 55 7,71 3,392

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438 G. DÁVALOS-PICAZO, J.P. NÚÑEZ-PARTIDO, J.C. VÁZQUEZ-COLUNGA, C. COLUNGA-RODRÍGUEZ, M.Á. GONZÁLEZ, F.J. PEDROZA-CABRERA, A. MERCADO, C.L. VÁZQUEZ-JUÁREZ Y M.Á. GÓMEZ-PÉREZ

Tabla 2. Relevancia clínica del efecto de la terapia familiar sobre la sintomatología internalizante
y externalizante en adolescentes
DR o
Variable Muestra Éxito Fracaso Odds NNT RR ILR OR
RAR

Clínica
Factor internalizante 41 13 O1=3,1 ,46 2,1 2,5 150% 7,5
(n1=54)

I1=,75

Control (n2=55) 16 39 O2=,41 IC95% IC95% IC95% IC95%

I2=,29 0,30-0,63 1,6-3,3 2-2,9 7-7,9

Clínica
Quejas Somáticas 46 8 O1=5,7 ,60 1,6=2 3,4 240% 16,7
(n1=54)

I1=,85

Control (n2=55) 14 41 O2=,34 IC95% IC95% IC95% IC95%

I2=,25 0,44–0,74 1,3–2,2 2,8-3,8 16,2-17,1

Clínica
Ansiedad / Depresión 38 16 O1=2,3 ,43 2,3 2,5 150% 6,2
(n1=54)

I1=,70

Control (n2=55) 15 40 O2=,37 IC95% IC95% IC95% IC95%

I2=,27 0,26-0,60 1,7–3,8 2-2,9 5,7-6,6

Clínica
Factor externalizante 40 14 O1=2,8 ,43 2,3 2,4 140% 6,3
(n1=54)

I1=,74

Control (n2=55) 17 38 O2=,44 IC95% IC95% IC95% IC95%

I2=,30 ,26-,60 1,7–3,8 1,9-,8 5,8-6,7

Clínica
Conducta agresiva 41 13 O1=3,1 ,55 1,8 3,7 275% 12,4
(n1=54)

I1=,75

Control (n2=55) 11 44 O2=,25 IC95% IC95% IC95% IC95%

I2=,2 ,40-,71 1,4–2,5 3,2-4,1 11,9-12,8

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