SMIG Manual de Construcción Geotécnica 1 y 2
SMIG Manual de Construcción Geotécnica 1 y 2
SMIG Manual de Construcción Geotécnica 1 y 2
Construcción
Geotécnica I
Tomo I
ISBN 968-5350-05-1
Prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación, por cualquier medio, sin la
previa autorización escrita de la Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, A.C.
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de sus autores.
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SOCIEDAD MEXICANA DE MECANICA DE SUELOS, A.C.
CONSEJO DE HONOR
CONSEJO CONSULTIVO
Presidente
Juan Jacobo Schmitter M. del Campo
Vicepresidente
José Francisco Fernández Romero
Secretaria
Célica Chávez Jaimes
Tesorero
Roberto Avelar Cajiga
Vocales
Aarón Andrés Sámano Alvarez
Aurelio Salazar Rodríguez
Juan José Orozco y Orozco
Luis Ricardo Jaimes Palomera
Prólogo
Desde tiempos remotos nuestros antecesores aprendieron, por observación de sus propia
experiencia como constructores de obras civiles y militares, que era necesario prevenir o
remediar el mal comportamiento de los suelos y las rocas como materiales de
construcción. Como ejemplo notable tenemos el caso de los constructores aztecas quienes
aprendieron a sobreelevar periódicamente sus templos y palacios para compensar los
inevitables asentamientos por consolidación de las arcillas lacustres que forman el
subsuelo del islote de Tenochtitlán, manteniéndolos así, durante largo tiempo, a un nivel
superior al de las aguas del lago para protegerlos de las inundaciones. Investigaciones
arqueológicas recientes, parecen indicar que las seis sobreelevaciones del Templo Mayor
Azteca fueron realizadas a intervalos aproximados de 30 años y que la altura de cada
una de ellas no excedía de 3 m, lo que implica que comprendían que la vida útil de cada
nuevo templo duraría un tiempo largo, después del cual tendrían que cubrirlo con otra
nueva capa cuyo espesor, probablemente, estaba limitado por la inestabilidad del talud.
Los diversos métodos geotécnicos contenidos en el libro están descritos en detalle tanto
en sus aspectos constructivos como en los fundamentos analíticos del diseño, lo cual hace
al Manual un libro de consulta muy útil para el Ingeniero Geotecnista, así como para el
Ingeniero Civil de cualquiera otra especialidad de la profesión y para la comunidad
estudiantil en el área de la Ingeniería Civil.
Los autores responsables de las diferentes secciones del Manual señalan la importancia
de la determinación confiable de la estratigrafía y propiedades mecánicas de los suelos o
rocas, que deben ser obtenidas en los estudios geotécnicos previos del sitio; estos estudios
son indispensables para definir claramente cada problema particular a resolver y elegir
el método más apropiado a la solución de cada caso, antes de proceder al diseño y a la
ejecución de los trabajos. La experiencia indica que el descuido en esta fase del proceso
de las decisiones ha conducido, frecuentemente, a elegir una solución que no corresponde
al problema real o bien a una solución subdiseñada. Es evidente que ninguna de las dos
opciones es deseable.
No cabe duda que la publicación de esta obra constituirá una gran aportación a la
difusión, en idioma español, de la Geotecnia Aplicada, por lo cual debemos un merecido
reconocimiento al esfuerzo de los coordinadores y de los autores que la realizaron.
Lista de Autores
Editor
Walter I. Paniagua Z.
MANUAL DE CONSTRUCCION GEOTECNICA
Contenido
Prólogo i
1. INTRODUCCIÓN 1
Referencias
3. MUROS MILÁN 57
3.1 Introducción 57
3.2 Antecedentes históricos 58
3.2.1 Desarrollo de la tecnología
3.2.2 Experiencias en México
3.3 Procedimientos de construcción adoptados en México 60
3.3.1 Aspectos generales
3.3.2 Soluciones adoptadas
3.3.3 Construcción del muro colado en el lugar
3.3.4 Construcción del muro con avance modular
3.3.5 Construcción del muro con avance continuo
3.4 Estabilidad general y local de la zanja 66
3.4.1 Generalidades
3.4.2 Mecanismo de falla en arcillas
3.4.3 Adaptación del criterio noruego
3.4.4 Muros de prueba
3.4.5 Mecanismo de falla en arenas
3.4.6 Estabilidad local y fracturamiento hidráulico
3.4.7 Metodología del análisis de estabilidad
3.5 Características de los lodos estabilizadores 81
3.5.1 Definiciones
3.5.2 Tipos de lodos
3.5.3 Propiedades significativas de los lodos
3.5.4 Dosificación de los lodos
3.5.5 Aditivos y fibras
3.5.6 Elaboración de lodos
3.5.7 Control de los lodos
3.6 Operación de los lodos 97
3.6.1 Condición general de estabilidad general
3.6.2 Ejemplo de aplicación
3.6.3 Introducción de piezas precoladas
3.7 Metodología del análisis de estabilidad 105
3.7.1 Secuencia del análisis
3.7.2 Información geotécnica necesaria
3.7.3 Evaluación de las condiciones de construcción
3.7.4 Condición de falla general
3.7.5 Condición de falla local
3.7.6 Fracturamiento hidráulico
3.7.7 Selección del fluido estabilizador
3.8 Zanjas guía y brocales 110
3.8.1 Definiciones
3.8.2 Brocal de concreto reforzado
3.8.3 Brocal de estructura metálica
3.9 Equipo de excavación 113
3.9.1 Generalidades
3.9.2 Retroexcavadora
3.9.3 Almejas mecánicas de caída libre
3.9.4 Almejas hidráulicas de caída libre
3.9.5 Perforadoras de circulación inversa
3.9.6 Excavadora con cuchara de corte
3.9.7 Almejas hidráulicas guiadas con kelly
3.9.8 Hidrofresa
3.10 Control de la excavación de zanjas 132
3.10.1 Generalidades
3.10.2 Ciclos de rendimiento de excavación
3.10.3 Pérdida de la verticalidad
3.10.4 Dimensiones y geometría usuales
3.10.5 Limpieza del fondo
3.11 Junta de colado 134
3.11.1 Generalidades
3.11.2 Tipos de junta
3.11.3 Colocación de la junta
3.11.4 Fuerzas de adherencia
3.11.5 Reducción de la adherencia
3.11.6 Extracción de la junta
3.12 Acero de refuerzo, manejo y colocación 157
3.12.1 Conceptos básicos
3.12.2 Refuerzo para muros de ademe temporal
3.12.3 Refuerzo para muros estructurales
3.12.4 Izado, unión y descenso del acero de refuerzo
3.12.5 Centradores del refuerzo
3.12.6 Postensado de muros
3.13 Colado con tubo tremie 163
3.13.1 Generalidades
3.13.2 Características del tubo tremie
3.13.3 Operación del tubo tremie
3.13.4 Fallas comunes con el tremie
3.13.5 Colado con bomba
3.14 Resistencia y fluidez del concreto 177
3.14.1 Restricciones básicas
3.14.2 Materiales empleados
3.14.3 Aditivos químicos
3.14.4 Concretos autocompactables
3.15 Impermeabilización de muros 180
3.15.1 Vías de penetración
3.15.2 Impermeabilización de las juntas
3.15.3 Técnicas de impermeabilización de las juntas
3.15.4 Impermeabilización del concreto
3.15.5 Membranas impermeables
3.16 Reducción de la fricción negativa 184
3.16.1 Generalidades
3.16.2 Estimación de la fricción negativa
3.16.3 Membranas y placas de baja fricción
3.16.4 Inyección de agua
3.17 Supervisión e instrumentación de control 191
3.17.1 Alcance
3.17.2 Proceso constructivo
3.17.3 Aparatos para el control
3.17.4 Inclinómetros
3.17.5 Plomadas electrónicas
3.17.6 Líneas de colimación
3.18 Casos prácticos 195
3.18.1 Torre JV, ciudad de Puebla
3.18.2 Alcantarilla en una autopista
Referencias
4. TABLESTACAS 203
Referencias
Reconocimientos
Referencias
Referencias
8. GEOSINTÉTICOS 353
9. INCLUSIONES 403
Referencias
Referencias
11. DEEP MIXING 469
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Reconocimientos
Referencias
Parte V: Control del agua en el suelo
Reconocimientos
Referencias
Referencias
1 Introducción
Juan Jacobo Schmitter Martín del Campo
En 1999, hace mas de tres años, un entusiasta grupo de geotecnistas con reconocida
experiencia en la práctica profesional de las cimentaciones profundas, se dedicó a la
encomiable tarea de actualizar el conocido “Manual de diseño y construcción de pilas y
pilotes”, publicado por primera vez en 1983, por la Sociedad Mexicana de Mecánica de
Suelos, y como fruto de esa tesonera labor, en el año 2000 salió a la luz el nuevo “Manual de
cimentaciones profundas”.
Sin desconocer la eventual pertinencia que tienen tales temas dentro de las cimentaciones
profundas, se juzgó conveniente elaborar un nuevo manual, ahora de “Construcción
Geotécnica”, que agrupase todas las acciones y procedimientos constructivos utilizados para
materializar Obras Civiles.
1
Manual de Construcción Geotécnica
En el alcance que se contempla en los diversos temas tratados, se incluyen aspectos del
diseño y de la construcción, los cuales se enriquecen con algunas experiencias recopiladas de
la práctica.
Como se sabe, prácticamente toda obra de ingeniería civil empieza por una excavación, sea
para alojar su cimentación, o bien para propiamente construirla si es que ésta debe quedar
por debajo de la superficie del terreno.
Cuando la obra se realiza en campo abierto, sin problemas de interferencia con instalaciones
o estructuras vecinas, la excavación en talud es tradicionalmente una alternativa racional
que puede ser aplicada con ventajas técnicas y económicas; sin embargo cuando lo anterior
no es posible, es necesario “contener” las paredes de la excavación, tanto para proteger a los
trabajadores como para conservar la estabilidad de las estructuras e instalaciones vecinas.
Con relación a las excavaciones “en talud” en ambiente urbano, existe un interesante
antecedente histórico en la Ciudad de México descrito por el Profesor E. Tamez (1996),
donde se menciona que al construir en 1964 el paso a desnivel de Tlaxcoaque, al sur de la
2
Introducción
céntrica avenida 20 de noviembre, se utilizaron con éxito escarpados taludes 0.5 a 1.0, para
excavar a 7m de profundidad, los cuales fueron estabilizados exitosamente con bombeo
electrosmótico. Este procedimiento de excavación en talud, fue repetido también con éxito en
varias obras de la época, como la Torre insignia del conjunto habitacional Nonoalco-
Tlatelolco, la Tesorería y el Palacio de Justicia. Otras experiencias que se realizaron en
talud, no resultaron tan favorables como aquéllas y en consecuencia obligaron a los
constructores a utilizar procedimientos formales para la contención de taludes, como los que
se presentan en este manual.
Desde los años 50’ son conocidas las aplicaciones de la tablestaca de madera tipo
“Wakefield”, que utilizó el Dr. L. Zeevaert (1972) en sus obras de construcción,
principalmente en la zona céntrica de la Ciudad de México, las cuales incluían un relevante
sistema de apuntalamiento para garantizar la estabilidad de las paredes de la excavación.
La tablestaca metálica, “Z” 0 “U”, también fue utilizada en los años 50’ para la estabilización
de paredes en excavaciones de cárcamos de bombeo, asociados a la operación del Gran Canal
del Desagüe de la Ciudad.
A mitad de los años 60’, cuando se empezó a materializar el largamente anhelado sueño de
contar con un sistema Metropolitano de transporte masivo subterráneo para la Ciudad de
México, surgieron dos procedimientos constructivos conceptuales: “en túnel” utilizando la
incipiente experiencia de los escudos, que por entonces ya se habían aplicado en algunas
obras menores de drenaje de la Ciudad y “en zanja”, tomando como ejemplo la experiencia
extranjera de los “muros Milán”, desarrollada en suelos predominantemente arenosos de esa
importante ciudad italiana que les da su nombre, y que ahora debía ser adaptada a los
“difíciles” suelos arcillosos del entorno.
A finales de los años 60’, la empresa Solum del Grupo ICA pone a prueba con éxito el
concepto de estabilizar zanjas con lodo bentonítico en la arcilla de la Ciudad de México, las
cuales fueron excavadas en su patio de maquinaria, ubicado en la colonia Agrícola Oriental
(zona francamente lacustre, de subsuelo arcilloso).
3
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 3, Excavación en zanja para el metro de la ciudad de México, ademada con muros Milán
Esta segunda parte del manual se refiere al refuerzo que se efectúa en los suelos para
mejorar su resistencia o para reducir su compresibilidad, utilizando para ello materiales
fabricados por el hombre.
Dado que los suelos y las rocas no tienen una apreciable resistencia a los esfuerzos de
tensión (tracción), gran parte de este concepto de refuerzo implica introducir dentro de la
masa térrea o pétrea, materiales “importados” que si cuentan con esa importante propiedad
mecánica.
Los anclajes sistemáticos del terreno, tanto en suelos como en rocas, permiten lograr esa
cualidad de resistir tensiones. Bajo este concepto los elementos que se introducen al terreno
son generalmente metálicos y también de resina con fibra de vidrio. Pueden instalarse sin
aplicarles algún preesfuerzo previo (anclas pasivas) o bien aplicándoselo, (anclas activas).
Cuando los elementos de tensión se instalan al mismo tiempo que se construye una
estructura térrea, por ejemplo un terraplén, como ocurre en la tierra armada, se pueden
tener taludes más escarpados, e inclusive verticales.
4
Introducción
ocurrencia de asentamiento en los suelos compresibles que han sido reforzados por tales
pilotes.
En otras ocasiones el refuerzo se realiza al sustituir parte del suelo arcilloso poco
competente, por material granular de mayor competencia, formándose columnas de grava,
que al tiempo que refuerzan al terreno, agilizan su drenaje.
También recientemente se han hecho columnas del suelo poco competente mezcladas con
algún cementante “Deep mixing”, lo cual es otra forma de colocar inclusiones en el terreno.
En ocasiones, se aprovecha la energía cinética del fluido inyectado (“Jet Grouting”), para
destrozar y remezclar con lechada el terreno original, para formar columnas de suelo
cemento, de mayor resistencia. Esta tecnología permite reforzar el terreno original poco
competente, transformándolo en otro resistente gracias a las inclusiones formadas.
En esta tercera parte del manual, relativa al mejoramiento masivo de suelos, se busca
aumentar su resistencia, reducir su compresibilidad y reducir su permeabilidad, lo cual se
logra fundamentalmente reduciendo sus vacíos (huecos intersticiales).
Este simple proceso de reducir vacíos distingue dos situaciones fundamentales: cuando los
suelos están parcialmente saturados, o bien cuando están totalmente saturados. En el
primer caso los huecos intersticiales tienen aire y agua, mientras que en el segundo caso
solamente tienen agua.
5
Manual de Construcción Geotécnica
En general, al reducirse los huecos intersticiales el aire puede salir fácilmente, lo que no
puede decirse del agua, ya que ésta lo hace mas lentamente, dependiendo de la
permeabilidad hidráulica del medio.
Puede decirse entonces que los suelos parcialmente saturados, pueden mejorarse
“rápidamente” (compactarse) con la sola aplicación de una energía cinética, como la
proporcionada por un equipo clásico de compactación, mientras que en los suelos saturados
poco permeables, solamente podrán reducirse sus vacíos “lentamente” (consolidarse) al
permitir la salida del agua intersticial, lo cual conlleva tiempo.
Los suelos granulares con pocos finos, que tienen un coeficiente de permeabilidad que
permite la fácil salida del agua intersticial, podrán mejorarse (reducir sus vacíos) si se les
6
Introducción
aplica una energía cinética como la proporcionada por una gran masa que cae de gran
altura, o bien aplicando vibraciones.
Cuando los suelos son francamente impermeables y están saturados, la única forma de
reducir sus vacíos, es provocando la salida del agua intersticial mediante la aplicación de
una sobrecarga temporal, generalmente aplicada en la superficie, que estará actuando el
tiempo necesario para tal propósito.
Existen procedimientos para agilizar la salida del agua, mediante la instalación de drenes
de arena, o bien drenes “mecha” que al tener una menor permeabilidad que la del medio que
drenan, se convierten en “autopistas” que expeditan la expulsión del agua intersticial.
1.4 Inyecciones
Este concepto implica precisamente infiltrar a presión un fluido en el medio térreo o pétreo,
para obtener alguno o los dos objetivos siguientes: impermeabilizar o bien endurecer, el
medio tratado. Para lograr tales objetivos el fluido inyectado fragua cuando se trata de
lechadas de cemento o bien se endurece cuando se trata de productos químicos.
Cuando el material por inyectar está formado por partículas muy finas de arcilla o limo, es
prácticamente imposible que el fluido inyectado penetre en los vacíos de aquél, aunque para
ello se apliquen presiones de inyección realmente importantes. En tal caso lo que sucede es
7
Manual de Construcción Geotécnica
que el terreno se fractura (bronquea) y se forman pequeñas lentes que al llenarse con el
material inyectado endurecido, lo refuerzan.
La extracción de agua del subsuelo, tiene en ingeniería civil varios objetivos principales:
obtener agua para riego, para abastecimiento urbano, o bien simplemente para que no
estorbe en el proceso constructivo de alguna obra civil, por ejemplo una excavación bajo el
nivel freático. Las fórmulas utilizadas para el análisis de tales objetivos son las mismas, solo
que en la extracción de agua para riego o para abastecimiento, lo deseado es el agua y el
subproducto no deseado el abatimiento, mientras que en el proceso de excavación para una
obra civil, lo deseado es el abatimiento, y lo no deseado es el agua obtenida.
Referencias
Zeevaert, L., (1972), “Foundation Engineering for Difficult Subsoil Conditions”, 2nd Ed., Van
Nostrand Reinhold, New York.
Girault P., (1964), “A new type of pile foundation”, Congreso sobre cimientos profundos.
Editado por la Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, México.
8
2 Diseño de muros milán y tablestacas
José A. Segovia Pacheco
Cuando por razones de espacio en una construcción se hace necesario realizar excavaciones
en las que es imposible el desarrollo de un talud y, además los cortes alcanzan pendientes
que los ponen en peligro de estabilidad o bien porque existen estructuras superficiales que
pueden ser dañadas o deben ser preservadas, se hace necesario algún tipo de estructura que
soporte los empujes horizontales de la masa de suelo que será contenida. Diversos tipos de
estructuras se han utilizado, muchas de ellas con la idea de que sean autosustentables o
bien con ayuda de anclajes, muertos o puntales. Tablestacas o muros milán han sido
diseñados para dar soporte a las excavaciones o taludes, usando materiales como la madera,
el concreto, el acero, o bien, muros de concreto colados en zanjas llamados muros milán.
Para el diseño de cualesquiera de las estructuras mencionadas, así como de sus elementos
de soporte o apuntalamiento, es indispensable determinar las fuerzas ejercidas por el suelo
contenido, así como las ejercidas por los efectos ambientales.
El empuje de tierras es la fuerza por unidad de área que ejerce el suelo sobre un elemento
estructural. Su valor depende de las propiedades físicas del suelo, de la interacción suelo –
estructura en la interfase y de la magnitud y características de las deformaciones en el
sistema suelo–estructura. Depende también de la naturaleza de la cual derive su resistencia
el suelo, la cual varía de acuerdo a su relajación con el tiempo “creep”, así como de sus
cambios físicos o químicos.
A diferencia de los muros de contención de gravedad, los empujes de tierra sobre muros
milán o tablestacas no depende del tipo de suelo, más bien son función de la interacción
suelo–estructura y esta a su vez de los movimientos que se desarrollen entre ambos, por lo
tanto el problema matemático es altamente indeterminado.
Los estados de esfuerzos que se desarrollan dentro de la masa de suelo y que son de interés
en el diseño de muros milán o tablestacas, son los estados: en reposo, activo y pasivo. El
empuje de tierras sobre cualquier estructura de retención puede variar de un estado inicial
de esfuerzos conocido como estado en reposo, K0, a un estado límite mínimo como el activo,
Ka, o a un estado límite máximo como pasivo, Kp.
Los estados límite están determinados por la ley de resistencia al esfuerzo cortante del
suelo, representados gráficamente en la Fig. 2.1 por el círculo de Mohr:
11
Manual de Construcción Geotécnica
donde
σh
K = (ec. 2.2)
σv
φ φ
12
Diseño de muros milán y tablestacas
Donde:
φ ángulo de fricción efectivo del suelo
En la Fig. 2.2 se muestra la orientación del plano de falla referido al círculo de Mohr, cuyo
coeficiente se expresa como:
φ
K a = tan 2 45 − (ec. 2.4)
2
Es el valor máximo posible que el empuje horizontal puede desarrollar cuando la pared,
muro o ademe se desplaza o gira contra el suelo, comprimiendo a éste horizontalmente. El
estado resultante es el empuje pasivo. En la Fig. 2.2 del diagrama de Mohr el círculo “P”
representa este estado. Si el plano vertical del muro se desplaza contra el suelo, como en el
caso del empotramiento de una tablestaca o la reacción de un muerto de anclaje, el empuje
lateral se incrementa hasta alcanzar la resistencia al esfuerzo cortante del suelo. El valor
máximo posible se alcanza cuando se moviliza el máximo esfuerzo cortante y se presenta un
estado de falla.
El coeficiente de empuje pasivo se presenta gráficamente en la Fig. 2.2 y cuyo valor respecto
al círculo de Mohr es:
13
Manual de Construcción Geotécnica
φ
K p = tan 2 45 + (ec. 2.5)
2
1
Ka = (ec. 2.6)
Kp
La magnitud del desplazamiento horizontal requerido para desarrollar uno de los estados
límite (máximo o mínimo) depende de la rigidez del suelo y estructura, de su interacción, así
como de su altura. En suelos firmes o rígidos, como en arenas densas o arcillas
preconsolidadas, la magnitud requerida para desarrollar un estado límite es relativamente
pequeña; en cambio en arenas sueltas o arcillas blandas el valor para el desarrollo del
estado límite es un porcentaje considerable de la altura. En la Fig. 2.3 se muestra
cualitativamente estos valores en función de la altura del muro.
14
Diseño de muros milán y tablestacas
2.3.1 Antecedentes
Numerosas teorías han sido desarrolladas para calcular los empujes laterales sobre muros o
ademes, las más empleadas son el de Coulomb formulada en 1776 y la de Rankine
formulada en 1857. La diferencia esencial entre las dos teorías es la suposición de que la
presencia del muro o ademe afecta o no el desarrollo de los esfuerzos cortantes en el contacto
de la masa de suelo con el ademe o muro. En su formulación las dos teorías suponen un
plano o superficie de deslizamiento plana, lo cual en algunos casos es aleja de la realidad,
por lo que se ha propuesto otra teoría en la cual la superficie falla no es plana sino que sigue
una ley logarítmica. Por sus inherentes implicaciones no se presentan en orden histórico.
Fig. 2.4, Estados límite de falla de Rankine. (a) elemento en suelo granular; (b) círculos de Mohr para
los casos activo y pasivo; (c) y (d) planos de deslizamiento para los casos activo y pasivo
15
Manual de Construcción Geotécnica
Las ecuaciones que representan los estados límites de empujes activo o pasivo en términos
de presiones o empujes unitarios, son:
pa = γzK a
1 (ec. 2.7)
Ea = K a γH 2
2
pp = γzK p
1 (ec. 2.8)
Ep = K p γH 2
2
donde
Los coeficientes de empujes de tierra activo y pasivo de acuerdo con la teoría de Rankine
dependen del ángulo de fricción del suelo φ y del ángulo de inclinación de la superficie del
relleno β, y son dados por las siguientes expresiones:
1 − senφ
Ka = = tan 2 45 − φ (ec. 2.11)
1 + senφ 2
1 + senφ
Kp = = tan 2 45 + φ (ec. 2.12)
1 − senφ 2
16
Diseño de muros milán y tablestacas
Coulomb supone que la fricción en el plano de contacto entre suelo––muro produce cambios
en los esfuerzos cortantes del suelo que tienden a modificar la magnitud y dirección del
empuje de suelos; también supone que en la corona del muro o ademe, la superficie del
terreno es un plano, horizontal o inclinado y la superficie de falla también es plana, Fig.2.5.
Para el caso activo cuando el empuje de suelos, la cuña de falla se desplaza hacia abajo y en
su movimiento se genera fricción contra el muro; para el caso pasivo el muro empuja a la
cuña de suelo hacia arriba, originando también fricción contra el muro. Los coeficientes para
el cálculo de las presiones activa y pasiva son:
cos2 φ
Ka = 2
(ec. 2.13)
sen( φ + δ) sen( φ − δ)
cos δ 1 +
cos δ cos β
cos2 φ
Kp = 2
(ec. 2.14)
sen( φ + δ) sen( φ − δ)
cos δ 1 −
cos δ cos β
17
Manual de Construcción Geotécnica
Para una pared lisa con es decir δ = 0 con superficie del terreno horizontal β = 0, o en el caso
de δ = β, las teorías de Rankine y Coulomb dan idénticos resultados.
Coulomb
Espiral logarítmica
El círculo de Mohr de la Fig. 2.1 puede ser usado para determinar el empuje de suelo sobre
un muro con un relleno cohesivo–friccionante en términos de la relación de resistencia
τ f = c + σn tan φ , siendo las ecuaciones:
pa = γzK a − 2c K a
1 (ec. 2.17)
Ea = γK a H 2 − 2c K a H
2
18
Diseño de muros milán y tablestacas
pp = γzK p + 2c K p
1 (ec. 2.18)
Ep = γK p H 2 + 2c K p H
2
donde
c parámetro de cohesión
σ3 = pa = γzK a − 2c K a
Para z = 0:
σ3 = −2c K a
0 = γzK a − 2c K a
2c (ec. 2.19)
hc =
γ Ka
La máxima altura crítica Hc para la cual una excavación puede mantenerse sin soporte, Fig.
2.7, se evalúa suponiendo el punto donde las fuerzas de tensión se igualan con la cohesión:
19
Manual de Construcción Geotécnica
2c K a = γzK a − 2c K a
4c (ec. 2.20)
Hc = = 2hc
γ Ka
Los muros milán o tablestacas normalmente soportan, además de los empujes del suelo,
cargas en la superficie o sobrecargas, que pueden ser el apilamiento de material, la cercanía
de alguna construcción, el peso del equipo de construcción, etc. Estas cargas contribuyen a
incrementar el empuje activo del suelo y su tendencia de movimiento.
Los casos de carga de particular interés en la determinación de las presiones laterales son:
p = γ′zK + qK
con sobrecarga (ec. 2.21)
p = K ( γ′z + q )
20
Diseño de muros milán y tablestacas
Cargas puntuales. Es una sobrecarga aplicada sobre un área pequeña y tratarse como una
carga puntual. En la Fig. 2.9. se dan los coeficiente por evaluar la presión lateral en función
de la separación a la tablestaca y
profundidad de cálculo. Su variación en
el plano paralelo a la pared se muestra
en la misma figura.
Qp n2
σ H = 0.28 para m ≤ 0.4
(
H 2 0.16 + n2 )
3
Q
PH = 0.78 p
H
Q m 2n 2
σ H = 1.77 p2 para m > 0.4 (ec. 2.22)
(
H m2 + n 2 3 )
Qp
PH = 0.45
H
σ′H = σ H cos2 (1.1 θ)
donde
m x/H
n x/z
Qp carga puntual
x distancia de la carga a la pared
H altura total del muro
z profundidad de cálculo
σ´H distribución horizontal
21
Manual de Construcción Geotécnica
Ql n
σ H = 0.20 para m ≤ 0.4
(
H 0.16 + n2 )
2
PH = 0.55 Ql
Ql m 2n (ec. 2.23)
σ H = 1.28 para m > 0.4
(
H m2 + n 2 )
2
Q
PH = 0.64 2 l
(m + 1)
donde
Ql carga lineal
2q
σH = (β − sen β cos 2α ) (ec. 2.24)
π
donde
22
Diseño de muros milán y tablestacas
q R
σH = c β + x α + 2z ln 2 (ec. 2.25)
πc R1
q x c +b− x 2z R 2z R
σH = − α + β+ ln 2 + ln 2 (ec. 2.26)
π c b c R1 b R3
23
Manual de Construcción Geotécnica
Oleaje. Las fuerzas laterales producidas por la acción de las olas son dependientes de
muchos factores, como la longitud, la altura, punto de rompiente, y profundidad de la
estructura. Deben determinarse para un rango de posibles de niveles de agua de acuerdo
con los estudios de mareas de las costas.
Viento. Cuando se construyen tablestacas en áreas expuestas, las fuerzas del viento deben
ser consideradas durante la construcción y a lo largo de la vida de la estructura. Para
tablestaca con más de 5 m de exposición y en zonas sujetas a huracanes o ciclones con
velocidades de viento de más de 160 Kph, una presión 250 kg/cm2 es adecuada. Bajo
condiciones normales, para la misma altura de exposición, una presión de 150 kg/cm2 debe
ser suficiente.
Sismo. En regiones sísmicas las fuerzas producidazas por un sismo deben ser consideradas.
Las ecuaciones de Coulomb son modificadas para tomar en consideración los efectos de las
aceleraciones sísmicas. Las presiones de tierra deben determinarse de acuerdo con las
ecuaciones de Mononobe–Okabe. En el peor de los casos, el suelo de apoyo se puede licuar
dejando a la tablestaca sin apoyo. Esta posibilidad debe evaluarse y considerar el
mejoramiento del material de apoyo o buscar una nueva posición para la tablestaca.
El manual de diseño sísmico de la CFE proporciona las siguientes expresiones para evaluar
los empujes producidos por el efecto de un sismo sobre una tablestaca, con las siguientes
consideraciones:
b) El empuje sísmico generado por el relleno depende del nivel de desplazamiento que
experimente la tablestaca. Se considera el estado activo de presiones de tierra cuando
el desplazamiento resultante movilice completamente la resistencia al esfuerzo
cortante del relleno; en caso de que el desplazamiento de su corona este restringido,
como sería un cajón de cimentación, el empuje sísmico se calculará adoptando la
condición de empujes en reposo. El estado pasivo sólo puede desarrollarse cuando la
tablestaca tenga tendencia a moverse hacia el relleno y el desplazamiento sea
importante.
24
Diseño de muros milán y tablestacas
e) En la Fig. 2.15 se presenta el empuje activo producido por la cuña de suelo que actúa
sobre la tablestaca, determinado con la siguiente expresión
Fig. 2.15, Diagrama de fuerzas que intervienen en el cálculo del empuje activo
donde
Para el caso pasivo la expresión para el cálculo de los empujes sísmicos es:
25
Manual de Construcción Geotécnica
a
W = Wv (ec. 2.29)
senψ
he Ee + 0.55H Ee − Ed
hd = (ec. 2.30)
Ed
donde
1
p( z ) = γz(1 + a ) K 02 + (ec. 2.31)
tan 2 θ
1
1/ 2
p( z ) = p0 + ( z − z0 )1 + ( γ (1 + a ) − 1) K 02 +
tan 2 θ
donde
26
Diseño de muros milán y tablestacas
c φ
Es = γH 2 tan 45 − (ec. 2.32)
6 2
El diseño de un muro tablestaca se realiza mediante un proceso iterativo, que involucra las
siguientes acciones: (a) cálculo de las fuerzas y de las presiones laterales que actúan sobre la
tablestaca; (b) determinación de la longitud necesaria de empotramiento; (c) cálculo de los
momentos flexionantes máximos; definición de la sección de tablestaca en función de los
máximos esfuerzos y de las condiciones de apoyo; (e) determinación del apuntalamiento o
anclaje.
Antes del inicio del proceso de cálculo las condiciones geométricas y el tipo y propiedades de
los suelos sobre los que se apoyará la tablestaca, deben ser defindidos. Las condiciones
geométricas incluyen su posición y alineamiento, altura libre, sobrecargas, niveles de aguas,
condiciones ambientales, etc. El tipo y propiedades de los suelos incluyen la definición de la
estratigrafía a través de un número adecuado de sondeos; las propiedades mecánicas de los
suelos determinadas a través de pruebas de laboratorio, así como las condiciones de
agresividad de suelos y aguas.
Hay dos tipos básicos de muros tablestacas: (a) muros en cantilever o muros en voladizo y
(b) muros anclados o apuntalados.
27
Manual de Construcción Geotécnica
voladizo que resiste las presiones activas sobre la tablestaca. Debido a las grandes
deformaciones que pueden experimentar este tipo de solución es aceptable sólo en muros de
poca altura, aproximadamente 5 m, ya que con la altura se incrementa su flexibilidad,
siendo los momentos flexionantes proporcionales al cubo de su altura. La erosión, el arrastre
de sedimentos y la consolidación de los suelos en la parte frontal del muro contribuyen en
incrementar estas deformaciones.
El equilibrio estático de los muros en cantilever se debe a la magnitud del empuje pasivo
que se desarrolla en la porción enterrada del muro, requiriéndose de grandes profundidades
de empotramiento para lograr la estabilidad, lo anterior conduce a sobreesfuerzos en la
sección estructural.
Las presiones desarrolladas en una tablestaca en cantilever dependen del tipo de suelo, así
como del cambio de los parámetros de resistencia del suelo, por lo que el diseño de una
tablestaca en suelo granular o suelo cohesivo se tratan por separado.
28
Diseño de muros milán y tablestacas
suelos las condiciones geométricas del problema, como inclinación de la superficie, así como
los efectos externos de las acciones que graviten sobre la estructura. El procedimiento de
cálculo es el siguiente:
29
Manual de Construcción Geotécnica
∑F x =0
Ra + R′p − Rp = 0
donde
ppY − 2Ra
z=
pp + p′p
∑M Pie =0
6 Ra (Y + y ) + ( pp + p′p )z 2 + ppY 2 = 0
2R y 1 2Ra
Y 3 − a Y 2 − 6 Ra + Y − (2Ra + 3 p′p y ) = 0 (ec. 2.33)
p′p p′p c Cp′p
donde
30
Diseño de muros milán y tablestacas
C = γ′(K P − K a )
p′p = γhw K p + γ′K p (H + D − hw ) − γ′K a (Y + a )
pa
a=
γ′( K p − K a )
pa = K a [γhw + γ′(H − hw )] Fig. 2.4.2b
Ra = R1 + R2 + R3 + R4
1
R1 = K a γhw2
2
R2 = γhw K a
1
hw K a (H − hw )
2
R3 =
2
pa2
R4 =
2γ′(K p − K a )
2
1
2 2 R
M max = Ra y + a (ec. 2.34)
3 γ′(K p − K a )
M max
s= (ec. 2.35)
F
donde
s módulo de sección
F resistencia estructural de la tablestaca
En las Figs. 2.18 a 2.19 se presentan gráficas que permiten determinar rápidamente la
profundidad de empotramiento y el momento máximo en función de los coeficientes de
empujes y del peso volumétrico del suelo.
31
Manual de Construcción Geotécnica
32
Diseño de muros milán y tablestacas
las presiones con el tiempo. Las presiones de tierra se calculan suponiendo que la arcilla
deriva su resistencia del parámetro de cohesión del suelo.
Ra + (R′p − Rp ) = 0
z=
(4c − q )D − Ra
4c
2
8 1
D 2 (4c − q ) − 2Ra (D + y ) − c [(4c − q )D − Ra ] = 0
2
(ec. 2.36)
3 4c
Ra 1 Ra
M Max = Ra + y − (ec. 2.37)
4c − q 2 4c − q
33
Manual de Construcción Geotécnica
34
Diseño de muros milán y tablestacas
Cuatro métodos básicos se utilizan para el cálculo de tablestacas ancladas, los cuales se
comentan en el siguiente orden.
• Métodos gráficos
Método de apoyo libre. Este método se basa en la suposición de que el suelo en el cual la
tablestaca se hinca, es incapaz de producir una restricción efectiva de las presiones pasivas,
al grado necesario de producir momentos flexionantes negativos. La tablestaca se hinca la
profundidad necesaria para asegurar su estabilidad, pretendiendo que se desarrolle el
máximo empuje pasivo. Se considera que la tablestaca no se flexiona ante las presiones
activas o pasivas, también se considera que no se desarrolla punto de giro debajo de la línea
35
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 2.25, Empuje sobre tablestaca con relleno granular, método del apoyo libre
T = Ra − Rp (ec. 2.38)
donde
Ra =
γK a
(a + b)2 + γK a (a + b)(Hw + D ) + γ′K a (Hw + D )2
2 2
γ′K p 2
Rp = D
2
36
Diseño de muros milán y tablestacas
γK a
d1 Ra = − (a + b)2 a + b − b + γK a (a + b)(Hw + D ) Hw + D + b
2 3 2
γK a
+ (Hw + D )2 2 (Hw + D ) + b
2 3
γK p 2 2
d2 Rp = D Hw + b + D
2 3
C1 D 3 + C2 D 2 + C3 D + C4 = 0 (ec. 2.39)
La ecuación resultante es cúbica, que se resuelve por prueba y error, para el valor del
empotramiento D; este valor se incrementa de un 20 a 50% para obtener Dd el
empotramiento de diseño, o se aplica la relación:
Dd = 2D (ec. 2.40)
Suelos cohesivos
En la Fig. 2.25b se presenta el caso de una tablestaca empotrada en suelo arcilloso con
relleno granular, el procedimiento es el siguiente.
4c − γ r H (ec. 2.41)
37
Manual de Construcción Geotécnica
H4
ρ=
EI (ec. 2.42)
donde
ρ número de flexibilidad
H altura total de la tablestaca
E módulo de elasticidad
I momento de inercia
1.25c
S= (ec. 2.43)
γrH
38
Diseño de muros milán y tablestacas
Las presiones laterales activas y pasivas se calculan con las teorías de Rankine o Coulomb.
El valor de la reacción Rc se obtiene realizando equilibrio de momentos alrededor del punto
de apoyo del ancla T; conocido Rc la suma de momentos respecto al pie de la tablestaca
conduce a una ecuación cuya una incógnita es la profundidad D de empotramiento, la cual
se incrementa entre un 20 a 40%. La fuerza de anclaje T se determina con la suma de
momentos en el punto C.
Métodos gráficos. Los métodos gráficos son útiles a veces cuando las condiciones
geométricas del problema lo vuelven muy complicado o cuando se requiere un valor exacto
de los empujes resultantes. El procedimiento de cálculo se muestra en Pile Buck (1987) y el
ISPC (1992), donde se muestran detalladamente los procesos gráficos para el cálculo de
tablestacas de apoyo libre o tablestacas ancladas.
Cuando la distancia entre la línea de excavación o dragado, y el apoyo del ancla excede los
15 m, puede resultar económico utilizar una línea intermedia de anclas, con lo cual se logra
reducir los momentos sobre la tablestaca y la profundidad de empotramiento. En la Fig. 2.28
se presentan los casos típicos de soporte con dos anclas. El procedimiento de cálculo consiste
en determinar la deflexión de la tablestaca a al profundidad donde se propone colocar la
segunda ancla y estimar la reacción necesaria que contrarresta la deflexión. Conocidas las
fuerzas por equilibrio estático se determina la profundidad de empotramiento.
39
Manual de Construcción Geotécnica
Anclas de acero. Estas pueden ser varillas estructurales, cables de preesfuerzo o perfiles
estructurales, que reaccionan sobre un bulbo de anclaje, zapatas, pilotes, muertos de anclaje
o también con tablestacas. Se protegen contra corrosión pintándolas, cubriéndolas de
asfalto, o envolviéndolas en morteros. En la Fig. 2.30, se presentan los diferentes sistemas
para lograr los anclajes de soporte de tablestacas.
El método convencional para el cálculo del anclaje de una tablestaca supone una
distribución triangular de presiones, lo cual en muchos casos es erróneo produciendo
tensiones mayores a las estimadas; la distribución de presiones puede modificarse debido al
efecto de sobrecargas no consideradas en el diseño inicial, a relajación de los elementos
estructurales y a efectos del tiempo. Es conveniente incrementar en un 30% la fuerza de
anclaje calculada y en un 50% la de los accesorios de conexión. La fuerza de anclaje se
estima como:
Td
Ap = (ec. 2.44)
cos α
donde
40
Diseño de muros milán y tablestacas
La solución tradicional de anclaje es a través de los muertos de anclaje, que son estructuras
de concreto con la suficiente masa para soportar con seguridad las fuerzas de anclaje. Para
que el anclaje resulte adecuado, éste debe de ubicarse a una distancia suficiente que
permita, en el respaldo de la tablestaca, el desarrollo de la cuña falla de empuje activo, sin
que traslape la cuña de empuje pasivo que produce por sí mismo el anclaje, Fig. 2.31.
El cálculo tradicional de los muertos de anclaje se realiza con la diferencia entre los empujes
pasivo y activo que actúan sobre el muerto; de la Fig. 2.32, se observa que:
T = pp − pa (ec. 2.45)
41
Manual de Construcción Geotécnica
Vigas de reparto. Las vigas de reparto o vigas madrinas, son perfiles de acero que
trasmiten las reacciones horizontales de las tablestacas hacia los anclajes. Se forman con
vigas canal colocadas respaldo contra respaldo, unidas por placas con el suficiente espacio
que permita el paso de las varillas de anclaje.
Se dimensionan suponiendo vigas continuas simplemente apoyadas con dos o más claros; el
momento máximo se estima como:
42
Diseño de muros milán y tablestacas
T d2
M max = para tres claros contínuos
10
(ec. 2.46)
T d2
M max = para un claro simple
8
M max
s= (ec. 2.47)
Fb
donde
s modulo de sección
Fb resistencia permisible del acero
La respuesta del suelo esta influenciada principalmente por los siguientes factores: (1)
dimensiones de la excavación; (2) propiedades de los suelos; (3) control y abatimiento del
nivel freático; (4) proceso y secuencia constructiva; (5) tipo de soporte y apuntalamiento; (6)
cercanía de edificios y de servicios públicos; (6) sobrecargas temporales. Por simple lógica se
puede advertir, que cuanto más grande es la excavación mayor es el alivio de los esfuerzos
totales y por lo tanto mayores los movimientos del suelo. En el caso extremo, una excavación
profunda débilmente soportada puede originar una falla general por esfuerzo cortante de los
suelo.
El tiempo que dure una excavación abierta y más si ésta tiene control de los niveles de agua,
afecta de manera directa a las propiedades del suelo. Si suponemos una excavación que
pudiera realizarse de forma instantánea, los esfuerzos y deformaciones que experimentaría
el suelo serían en una condición de no flujo de agua, sería una condición no drenada. Por el
contrario, si la misma excavación se realizara en un tiempo infinito, los esfuerzos y
deformaciones en el suelo ocurrirían con flujo de agua, por lo que la excavación se realizaría
en una condición drenada. En general los procesos de excavación se realizan en un tiempo
finito que representan una condición parcialmente drenada. De manera práctica se puede
suponer que excavaciones en suelos cohesivos se pueden considerar que responden a un
comportamiento no drenado; con el mismo criterio se puede suponer que excavaciones que se
realicen en suelos granulares responden a un comportamiento drenado.
43
Manual de Construcción Geotécnica
Si en una excavación el nivel de aguas freáticas se mantiene sin cambio, el agua contribuye
con su empuje sobre la pantalla en los esfuerzos totales; por el contrario, el control o
abatimiento del nivel de agua producirá un incremento en los esfuerzos efectivos y
consolidación del suelo y por lo tanto originará asentamientos. Los esfuerzos que actúan
sobre la pantalla se deben estimar separando los componentes efectivos y neutrales.
En principio el muro milán es impermeable, por lo que no existe flujo de agua a través de su
sección transversal; en la práctica, debido en muchos casos al deficiente procedimiento
constructivo, la alta permeabilidad de la pantalla produce un abatimiento del nivel de agua
exterior originando asentamientos; el análisis del flujo de agua bajo una condición
bidimensional puede estimar el gasto y el asentamiento producido alrededor de la
excavación.
Los muros milán se pueden anclar o apuntalar; en cualquiera de los dos casos el método de
diseño es similar. Para los apuntalamientos se utiliza normalmente tubería de acero
acuñada adecuadamente contra el muro; si el ancho del claro de excavación que se quiere
librar es muy grande como puntales se utilizan vigas en celosía; en algunos si la excavación
lo permite los puntales se acuñan contra la estructura.
El proceso constructivo seguido permite el desarrollo de los movimientos del terreno antes y
después de la colocación de los puntales, así cuando la excavación se inicia se permite un
ligero movimiento del muro hacia el interior de la excavación; al colocar el primer puntal, se
provoca una reducción de la deformación del muro. La excavación continua provocando el
desplazamiento del muro y una parte de la deformación se restituye al colocar el siguiente
puntal. El proceso continua hasta llegar al fondo de la excavación con lo que le movimiento
total acumulado se refleja en el desarrollo de un diagrama de presiones diferente de los
antes expuesto. En la Fig.2.33 se observa la deformación que ocurre en el muro.
44
Diseño de muros milán y tablestacas
Si el abatimiento del nivel freático es insuficiente para evitar el flujo agua hacia la
excavación, las fuerzas de filtración pueden provocar inestabilidad del fondo. Las
condiciones que se deben satisfacer se presentan en la Fig. 2.35. El factor de seguridad no
será menor de 2.
N cc
FS = (ec 2.49)
γH + q
donde
2 B
H1 > PH′ = 0.7(γHB − 1.4 cH − πcB )
3 2
2 B 1.4 cH
H1 < PH′ = 1.5H1 γHB − − πc
3 2 B
45
Manual de Construcción Geotécnica
c1
FS = N cd (ec 2.50)
γH + q
donde
B
N cr = N cd 1 + 0.2
L
L longitud de la excavación
γ2
FS = 2N γ Ka tan φ (ec 2.51)
γ1
46
Diseño de muros milán y tablestacas
En la Fig. 2.37 se presentan los mecanismos de falla de muros que penetran por debajo de la
excavación.
Este mecanismo se ilustra en la Fig. 2.38, consiste en el pateo del muro al vencerse la
resistencia de suelo frente al muro. Considerando que al nivel del último puntal colocado en
cada etapa de excavación se genera una articulación plástica el factor de seguridad se
evalúa con la expresión:
47
Manual de Construcción Geotécnica
cLr + Wl + M p
FS = (ec. 2.52)
D2
p
2
donde
c cohesión no drenada
L longitud de la superficie de falla
r radio de la superficie de falla
W peso saturado del suelo dentro de la superficie de falla
l centro de gravedad del suelo resistente
Mp momento flexionante
P presión promedio
D longitud del último nivel de apuntalamiento a la pata del muro
Los métodos de equilibrio límite son adecuados para predecir las cargas de falla, sin
embargo, no son capaces de determinar las deformaciones asociadas. Dado que el proceso
constructivo es evolutivo, el modelo de análisis debe contemplar de desarrollo de las
presiones y deformaciones conforme se realice la excavación. Los modelos utilizados con más
frecuencia son: (a) los modelos con resorte, y (b) los modelos de elementos finitos.
Los modelos con resortes se fundamentan en la teoría de las vigas sobre cimentaciones
elásticas o modelo de Winkler, En la Fig. 2.39 se presenta un modelo para analizar una
excavación. El suelo del lado de la excavación es modelado con resortes con una presión
inicial equivalente al empuje en reposo. Los resortes simulan la condición de movimiento
iniciando desde el reposo hasta alcanzar el empuje pasivo, siguiendo una ley lineal esfuerzo
deformación. Del lado activo las presiones son modeladas como cargas uniformes o
triangulares que se mantienen en esa condición durante todo el proceso de excavación.
48
Diseño de muros milán y tablestacas
En estos modelos los suelos son discretizados como elementos triangulares o cuadrilateros
con varios grados de libertad. Los puntales y la pantalla se modelan como elementos viga
teniendo grados rotacionales. El comportamiento de los elementos estructurales son elástico
lineal con módulo de Young E y relación de Poisson ν. Para los suelos existen varios
modelos de comportamiento, tales como Mohr – Coulomb, Drucker – Prager, Cam – Clay,
etc., cada uno requiriendo determinados parámetros para definir las leyes de resistencia y
deformación. En condiciones comunes, las excavaciones se modelan por su eje de simetría,
por lo que sólo se analiza la mitad. Los límites del modelo se ubican a suficiente distancia
para evitar que las fronteras restrinjan o modifiquen el estado de esfuerzos, la profundidad
del modelo es por lo menos dos veces la de la excavación y su extensión de 3 a 4 veces. En la
Fig. 2.40 se presenta una malla típica.
En las Figs. 2.41, 2.42 y 2.43, presentan una comparación entre los resultados obtenidos en
un análisis de un modelo con resorte y un modelo de elementos finitos.
49
Manual de Construcción Geotécnica
Momentos flexionantes. Los momentos obtenidos con el modelo de resortes son mayores
que los obtenidos en el modelo de elementos finitos, Fig. 2.45, no en la misma proporción
que los desplazamientos, debido a que el momento no es función directa del desplazamiento,
lo es de la segunda derivada (deformada de la viga).
Carga sobre puntales. Se observa en la Fig. 2.43 que las cargas sobre puntales son
ligeramente algo mayores en el modelo de resortes, sin embargo, son comparables. La
diferencia se encuentra en que el modelo de elementos finitos interactúa con el suelo,
distribuyendo de mejor manera la carga sobre los puntales.
50
Diseño de muros milán y tablestacas
En suma los modelos de resortes son aceptables para definir los elementos mecánicos para
el diseño de los muros, pero resultan conservadores para la predicción de las posibles
deformaciones.
Cualquier excavación induce movimientos en la masa de suelo que deben ser evaluados para
evitar daños a estructuras vecinas o instalaciones. R. Peck fue uno de los primeros en
advertir este problema; evaluó los datos de diferente excavaciones relacionando la
profundidad de la excavación con el asentamiento y la distancia a la cual este ocurre;
consideró para su evaluación las características de los suelos. En la Fig. 2.44 se muestra la
relación existente entre la deformación horizontal que experimenta el muro por la
excavación con el asentamiento en superficie.
51
Manual de Construcción Geotécnica
Los mecanismos de falla que se deben revisar para el diseño de una estructura celular se
describen a continuación:
Capacidad de carga. Las estructuras celulares deben desplantarse sobre una base firme
que posea suficiente capacidad de carga que se estima con la siguiente expresión.
donde
c parámetro de cohesión
Df profundidad de desplante
γ peso volumétrico del suelo bajo el nivel de desplante
B ancho del cimiento
Nc, Nq, Nγ factores de capacidad de carga
FR
FS d = (ec. 2.54)
FA
donde
B L + 0.25B
PRf
L L + 0.5B
FS = (ec. 2.55)
M
donde
52
Diseño de muros milán y tablestacas
cos2 φ
K=
2 − cos2 φ
53
Manual de Construcción Geotécnica
que forma el ángulo φ con la horizontal, Fig. 2.46; el triángulo de suelo estará en estado
pasivo y cargado por el relleno.
Mr + M f
FS = (ec. 2.56)
M0
donde
ac 2 γ c3 γ
Mr = +
2 3
M f = P⋅ f ⋅B (ec. 2.57)
54
Diseño de muros milán y tablestacas
Tensión en la junta. Considerando una condición crítica de vaciado rápido y quede agua
atrapada en la estructura celular, se estima la fuerza de tensión que se generará en las
juntas de la estructura principal.
donde
donde
Bibliografía
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55
Manual de Construcción Geotécnica
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Graw-Hill Book Co.
56
3 Muros milán
Enrique Santoyo Villa
José A. Segovia Pacheco
3.1 Introducción
El muro milán, diafragma o pantalla se puede definir como una pared tablestaca de concreto
reforzado conformada en el subsuelo y que indistintamente recibe alguno de esos dos
nombres, es un ingenio constructivo que ha influido notablemente en la construcción de
estructuras alojadas en el subsuelo y sistemas subterráneos de transporte urbano en
muchas ciudades del mundo; su función principal es la de servir como elemento de
sostenimiento temporal de zanjas longitudinales abiertas en la masa de suelo y también se
ha empleado extensamente para estabilizar excavaciones profundas para la construcción de
cimentaciones.
La variedad de sus aplicaciones cada día es mayor y la calidad que se le puede dar también
ha mejorado, incrementando su empleo como muros estructurales definitivos tanto en
cajones para Metros, en cimentación de edificios, en simples muros de contención y muros
de protección contra inundaciones. Otra frecuente aplicación es para la construcción de
muelles marginales en regiones sísmicas, Fig. 3.1. En este compendio sólo se describirán los
muros pantalla–estructurales; las pantallas impermeables rígidas o flexibles se encuentran
en otro capítulo del manual.
57
Manual de construcción geotécnica
En nuestro país se le utilizó por primera vez en la construcción del Metro de la ciudad de
México, posteriormente se le adoptó en los muelles de los puertos Lázaro Cárdenas,
Altamira y Dos Bocas; se empleó ampliamente como sostenimiento temporal en las
excavaciones de la 2ª etapa de la Siderúrgica SICARTSA. En edificios poco se ha usado, pero
se advierte que su utilidad será creciente en el futuro.
En la ciudad de México el muro milán se empezó a aplicar en 1967, y tomó dos años
desarrollar la habilidad de construirlo con la calidad que tenía en ese entonces en Europa;
en los siguientes 17 años se le construyó sin cambio ni mejora alguna. Hasta 1985 se
despertó el empeño de depurar y actualizar la técnica de construcción, la Comisión de
Vialidad y Transporte (COVITUR) impulsó en 1987 y 1988 investigaciones experimentales
de campo, desgraciadamente ese esfuerzo se perdió sin generar un verdadero cambio. Se
podría decir que en 1992 de nuevo se despertaron las inquietudes por depurar la técnica de
construcción del muro, pero los logros fueron muy limitados.
En este trabajo se resumen los aspectos constructivos de los muros milán en suelos blandos
y granulares, aunque se pone énfasis en su empleo en las arcillas blandas de la ciudad de
México. Se presenta también la técnica convencional de colado en el lugar de ancho mínimo
de 60 cm y otro esbelto de 30 cm empleando equipo de excavación ligero. Se describe
también el muro de piezas prefabricadas en sus dos variantes el de avance modular y el
continuo.
En los Estados Unidos, donde casi todas las excavaciones profundas se estabilizaban con
tablestaca de acero, en 1962 se construyó el primer muro milán para un edificio en la ciudad
de Nueva York; posteriormente, en 1967 se utilizaron en la construcción del metro de San
Francisco y para la notable edificación del World Trade Center de Nueva York, obra en
donde se demostró ampliamente la confiabilidad de esta técnica y desde entonces se ha
venido incrementando su empleo en ese país. Por esos años se acuñó él nombre de Slurry
Wall, término que en español carece de significado, Tamaro (1990).
58
Muros milán
Durante los primeros trabajos de construcción del Metro se hicieron tramos experimentales
cuyas conclusiones desgraciadamente casi se han perdido. Sin duda el Ing. Guerrit A. Treep
fue un innovador que logró una calidad excelente, que no se ha repetido simplemente por la
falta de cuidado en los detalles, Tamez (1982). Otra experiencia desconocida de ese tiempo,
fue la estabilización subrepticia de algunas excavaciones con el lodo espontáneo que se
forma al excavar las arcillas; esto lo conoció el Ing. Luciano Rubio (1986), después verificó
que la calidad de los muros era igual a los estabilizados con lodo bentonítico, y concluyó que
la bentonita era sustituible por el espontáneo y lo conservó como una experiencia personal.
En 1988 COVITUR construyó un tramo experimental del cajón del Metro con paneles de
concreto prefabricados instalados en una zanja llena con lodo fraguante que endurece a una
resistencia preestablecida, con la idea de eliminar los problemas y errores del colado del
concreto en el lugar, desafortunadamente los resultados fueron poco satisfactorios, aunque
la prueba se inspiró en la técnica de la empresa Bachy de Francia.
59
Manual de construcción geotécnica
que la supervisión técnica fue decisiva para lograrlo, porque el constructor nunca había
construido muro milán.
Las técnicas de construcción de muros milán han sido un campo fértil para la capacidad de
innovar, tanto en los equipos de excavación como en los detalles constructivos, (Schnebeeli,
1974; Boyes, 1975; Xanthakos, 1979 y Xanthakos, 1994); la utilidad de este ingenio
constructivo, que inicialmente se desarrolló sólo como elemento de estabilización temporal
de excavaciones, se ha ampliado hasta transformarse en una forma de construir elementos
estructurales subterráneos.
Los muros milán o de diafragma vertical se utilizan y diseñan para soportar los empujes
horizontales de la masa de suelo, funcionando temporalmente como tablestacas; después
pueden hacerlo como parte estructural en las condiciones que el suelo impone a corto y largo
plazo, así como en la condición sísmica. Otra función complementaria del muro es la de
servir de lastre para soportar la subpresión a la que a veces está sometida la estructura.
60
Muros milán
Generalidades. La construcción de los muros colados en el lugar tiene reglas generales que
sirven para asegurar que se alcance la calidad necesaria para su empleo como tablestaca y
como muros estructurales. A continuación se describen las más básicas.
Muros esbeltos. Se define en este manual como muro milán esbelto aquel cuyo espesor es
de 30 a 45 cm, estos espesores hasta hace pocos años eran irrealizables, porque se carecía de
la maquinaria necesaria para llevar a cabo la excavación. La importancia de poder fabricar
muros milán esbeltos los hace accesibles a mayores aplicaciones. En cuanto a la manera de
construirlos es igual a los de tamaño usual excepto que se requiere maquinaria adecuada
que incluso puede operar en áreas reducidas.
61
Manual de construcción geotécnica
Fig. 3.2, Muro milán convencional con excavación en 3 posiciones por módulo
Módulo de excavación. Los tableros que se han excavado en los muros experimentales en
la ciudad de México han sido de 8 m de longitud, para permitir la introducción de 3 piezas
de 2.5 m de ancho y 0.5 m de sobrexcavación adicional, para facilitar la maniobra de
colocación de la última pieza. La apertura de estos tableros se hace también con tres
posiciones alternadas del equipo excavador, Fig. 3.3.
62
Muros milán
Piezas precoladas. En la Fig. 3.4 se muestran distintos tipos de geometría de las piezas de
concreto que se han utilizado y las juntas en la parte inferior que las han unido.
63
Manual de construcción geotécnica
64
Muros milán
Descripción de estos muros. Las piezas de concreto prefabricado son usualmente de 2.5
m de largo, de longitud igual a la profundidad del muro y de ancho usual de 40 a 60 cm. Se
ensamblan mediante una ingeniosa junta Soletanche que tiene una punta guía de acero que
se ensarta desde la superficie y jala a la banda de sello de neopreno provista de dos huecos
laterales que se inyectan con mortero y sellan herméticamente la unión, Fig. 3.6. El
ensamble se realiza dentro de una excavación estabilizada con lodo fraguante con aditivo
retardador de su endurecimiento.
65
Manual de construcción geotécnica
3.4.1 Generalidades
Es evidente que en las arenas permeables se requiere un lodo viscoso y que sólo con
bentonita e incluso aditivos se puede lograr la costra; en cambio, en las arcillas y en arenas
con porcentajes significativos de arcillas, un lodo de baja viscosidad es suficiente, ya que en
las paredes de la excavación necesariamente queda untada una capa de arcilla remoldeada
por la almeja de excavación, la cual funciona como una excelente costra estabilizadora, que
además es complementada en los eventuales estratos arenosos con los coloides del lodo
arcilloso.
66
Muros milán
El lodo genera una presión hidrostática que se opone a la generación de la superficie de falla
que corresponde al estado activo de empuje de la masa de suelo, que en su forma más
general se expresa por la siguiente ecuación básica:
1
Ea = K a (γ s − γ f )h2 − 2 c h K a (ec. 3.1)
2
donde
Ea empuje activo
γs peso volumétrico del suelo
γf peso volumétrico del fluido estabilizador
Ka coeficiente de empuje de tierras activo
h altura de acción del fluido
c parámetro de cohesión
φ ángulo de fricción interna del suelo
Cuando Ea = 0:
4c 1 4c φ
H cr = = tan 45° + (ec. 3.2)
γs − γ f Ka γs − γ f 2
Hcr es la profundidad máxima para la cual el corte es estable con factor de seguridad de 1.
4c
H cr = (ec. 3.3)
γs − γ f
4c − 2qs
H cr = (ec. 3.4)
γs − γ f
Éstas son las alturas críticas para las cuales el empuje activo es nulo, gracias a la cohesión
de las arcillas del lugar.
Mecanismo de falla general. El colapso de una excavación en zanja para un muro milán,
implica el desarrollo de una superficie de falla que define un prisma inestable, que incluye
una cierta masa del suelo y que puede hasta involucrar a la máquina excavadora. Así,
cuando la excavación ha alcanzado una cierta profundidad, la superficie de falla llega hasta
67
Manual de construcción geotécnica
Wr = H r H s γ r
1 2
Ws = γ sH s
2
68
Muros milán
1
Pa = γ f h2
2
Fuerza resistente:
CR = cu H s 2
cu
Ta = Hs 2
FS
donde
Hr espesor de rellenos
Hs espesor de suelos
γr peso volumétrico del relleno
cu cohesión en condición no drenada
FS factor de seguridad
2cu H s
FS = (ec. 3.5)
(Wr + Ws ) − Pa
4cu H s
FS = (ec. 3.6)
2γ r H s H r + γ s H s2 − γ f h2
Cuando h = Hs:
4cu
FS = (ec. 3.7)
2H r γ r + H s ( γ s − γ f )
Cuando Hr = 0:
4cu
FS == (ec. 3.8)
Hs(γs − γ f )
Análisis con el criterio Noruego. El Prof. Aas (1976) del Instituto Geotécnico Noruego
analizó el equilibrio de dos prismas de ancho igual a la longitud de la zanja abierta, Fig. 3.8,
estos prismas completos sufren deslizamientos horizontales y verticales; el desarrollo teórico
considera que la resistencia en los planos inclinados a 45º corresponde a la determinada con
pruebas de compresión triaxial y en los planos verticales a la medida con la veleta y conduce
a la siguiente expresión del factor de seguridad.
69
Manual de construcción geotécnica
S S45 S2 W2 Ps
W1 − S1 − − − + − − Sv = 0 (ec. 3.9)
2 2 2 2 2
cV cT D
FS = 2
2 + 0.94 (ec. 3.10)
D( γ s − β γ f ) cV L
donde
cV resistencia al corte con veleta
γs peso volumétrico del suelo
cT resistencia al corte con triaxial no drenada
D profundidad de la falla
L longitud de la zanja
β coeficiente geométrico de la posición del nivel del fluido dentro de la zanja
FS factor de seguridad para el caso más general (D/L < 7.5), en el que el plano inclinado
de falla llega hasta la superficie, Fig. 3.8
70
Muros milán
71
Manual de construcción geotécnica
Aclaración: La falla en el caso No. 5 se provocó por la interacción de las dos zanjas.
Las arcillas de Oslo son tan blandas como las de la ciudad de México, pero tienen menor
plasticidad y mayor peso volumétrico.
a) Subrayando que el peso volumétrico de las de Oslo es del orden de 1.4 veces más
grande, y su resistencia similar, se puede aceptar que las de México deberán ser
potencialmente más estables en condiciones similares.
b) A lo anterior se debe agregar que las arcillas noruegas son muy sensitivas; esto es,
fácilmente pierden su resistencia aun con deformaciones pequeñas.
c) Comprando los tiempos de falla, que en las arcillas sensitivas de Oslo variaron entre
2 y 10 horas, se puede predecir que en las de México ocurrirían en tiempos mayores.
72
Muros milán
Factores de seguridad. La expresión (3.2) se puede modificar para las características del
subsuelo de la ciudad de México, aceptando como significativa la resistencia de la prueba
triaxial cT y que la relación cT/cV para tomar en cuenta la anisotropía, es igual a la unidad,
ya que en el caso de las arcillas de México la resistencia con veleta resulta mayor que la
triaxial (Santoyo, 1969); con estas condiciones, el factor de seguridad se puede expresar
como:
cV cT D
FS = 2 + 0.94 (ec. 3.11)
(
D γ − β2 γ f ) cV L
donde
c = cV = cT
La influencia del peso del equipo de construcción en el factor de seguridad, se puede tomar
en cuenta mediante la expresión:
c D
FS = 2 + 0.94 (ec. 3.12)
4W L
D γ − β2 γ f + 2 m
D L
Wm representa el peso total o parcial de la maquinaria que opera dentro del área de la traza
superior del prisma de falla, en toneladas.
73
Manual de construcción geotécnica
que se genera en las caras laterales del prisma, cuya contribución a la estabilidad depende
del ancho del prisma, como se observa al comparar las expresiones (3.8) y (3.12) del factor de
seguridad.
En los más de 500 muros construidos a lo largo de dos años bajo la supervisión directa del
personal técnico de COVITUR (Rubio, 1986 a 87), se ensayaron los siguientes fluidos
estabilizadores: lodo bentonítico convencional, lodo arcilloso mezclado en planta, lodo
arcilloso mezclado en la zanja con la almeja y lodo arcilloso espontáneo generado durante la
excavación.
74
Muros milán
Las observaciones de campo demostraron que independientemente del fluido utilizado, las
excavaciones resultaron estables, las expresiones anteriores lo explican porque las
características de los lodos son acordes para la resistencia de los suelos. La conclusión es
que para que los muros milán tengan problemas de construcción se deben tener otros
factores de influencia, porque el lodo terminó siendo el más confiable.
75
Manual de construcción geotécnica
Zanjas en arenas secas. Este caso lo resolvió Xanthakos (1994) aprovechando otras
soluciones de la literatura técnica, a partir de la Fig. 3.13 para la superficie de falla con
inclinación θ se pueden deducir las siguientes relaciones:
76
Muros milán
W = 1 γ s H 2 cot θ
2
Pf = 1 γ f H 2
2
tan θ − tan α γf
tan( θ − α ) = = (ec. 3.13)
1 + tan θ tan α γ s cot θ
γs − γ f
tan α =
γ f tan θ tan α
1 1
γ f H 2 = γ sH 2
2 2
donde
K a = tan 2 45° + φ
2
γs − γ f
tan α = (ec. 3.14)
2 γs γ f
tan φ
FS = (ec. 3.15)
tan α
2 γ s γ f tan φ
FS = (ec. 3.16)
γs − γ f
Zanjas en arenas saturadas. La solución para este caso fue también obtenida por
Xanthakos y describe que cuando el nivel freático está cercano a la superficie es difícil lograr
la estabilidad. Por ello se recomienda adoptar alguna de las siguientes opciones: (a) abatir el
nivel freático, (b) levantar el nivel del fluido con ayuda de los brocales, (c) usar lodos
pesados, y (d) reducir la longitud de los paneles para incrementar el efecto tridimensional.
Las expresiones que obtiene corresponden a la condición de esfuerzos efectivos de la masa
de suelo, a partir de la condición de equilibrio siguiente:
77
Manual de construcción geotécnica
1 1 1
γ f H 2 = γ′s H 2 + γ w H 2 (ec. 3.17)
2 2 2
γ − γw
K a = tan 2 45° + φ = f
2 γ′s
donde
Para las arenas saturadas el factor de seguridad también resulta sólo dependiente de las
propiedades del suelo y del peso volumétrico del lodo e independiente de la profundidad. La
expresión 3.19 define el valor mínimo que se le puede dar al lodo estabilizador, emplear
valores menores implica que se está corriendo el riesgo de fallas en la zanja.
En el caso de las arenas saturadas la variación de la posición del nivel del lodo siempre
genera problemas de inestabilidad, Morgenstern (1963) analizó casos reales de zanjas
conflictivas para deducir el peso volumétrico que se debe dar a esos lodos; un resumen de su
trabajo se encuentra en el libro de Xanthakos.
Penetración de los lodos. La formación del cake, la permeabilidad de las arenas, el peso
volumétrico del lodo y la presión de la columna de lodo determinan la longitud de
penetración del fluido; en general es una variable que poco se le considera, pero fácilmente
llega a ser hasta de 2 m horizontales. El volumen de lodo que se consume se puede estimar
con la relación de vacíos.
78
Muros milán
lodo y del concreto fresco. A continuación se describen los mecanismos de falla local que se
pueden desarrollar.
79
Manual de construcción geotécnica
La solución para este problema se basa en evitar que los estratos granulares se transformen
en acuíferos manteniendo el nivel de lodo a la misma profundidad del freático.
Falla por filtraciones. La presencia de tuberías con agua induce condiciones de flujo que
favorece las fallas locales; el sellado de esas tuberías no siempre elimina el problema,
porque casi siempre tienen drenes inferiores que conducen agua, Fig. 3.4.10. Este problema
debe resolverse con bombeos locales y drenes horizontales que alivien la presión de las
filtraciones.
Criterio de análisis. Las fallas locales descritas deben analizarse como sencillos
mecanismos de prismas que pueden ser inestables. Esta acción deberá ser parte del
proyecto; sin embargo, es evidente que deberá complementarse y corregirse durante la
construcción; incluso podrá justificarse la realización de algunos sondeos someros con el
cono eléctrico.
Técnicas de estabilización. Cada tipo de falla local requiere de alguna de las soluciones
antes descritas, la estabilización tiene mucho de ingenio para dominar las técnicas más
80
Muros milán
adecuadas y seguramente que el mortero de cemento reforzado con malla, las anclas cortas y
los drenes horizontales, serán las mejores alternativas de solución.
Conviene agregar que este fenómeno de fracturamiento ocurre con más frecuencia cuando se
introduce el concreto, ya que se trata de un fluido con peso volumétrico de 2.4 t/m3, por lo
que es más capaz para activar las fisuras naturales del suelo; así el concreto expande la
excavación y penetra horizontalmente y sobre todo en forma de una cuña vertical, Fig. 3.18.
Cuando esto sucede, se incrementa el volumen de concreto y se deforma la parte inferior del
muro, esta deformación no siempre puede observarse, porque frecuentemente queda por
debajo del nivel de excavación del muro. Este problema, junto con el de los caídos locales
hace necesarios controlar el volumen de concreto que se introduce a los muros.
3.5.1 Definiciones
81
Manual de construcción geotécnica
Los lodos sirven para sostener las paredes de perforaciones o excavaciones y tienen, como se
mencionó antes, la propiedad de formar una delgada costra en contacto con el suelo
denominada con el anglicismo cake, cuya doble función es evitar que el lodo penetre en el
suelo y además que forme una membrana de baja permeabilidad. Su propiedad tixotrópica
es la más importante para desarrollar la presión hidrostática que ejerce sobre las paredes de
la excavación, por lo tanto, el peso volumétrico es la propiedad complementaria en la que se
deberá tener mayor control, porque es la que define la magnitud de la presión horizontal
que se podrá ejercer a la pared de la zanja y gracias a la costra de baja permeabilidad o
cake, Fig. 3.19.
Espesor de la costra o cake. La cual se forma adherida a las paredes de la excavación con
espesor de unos milímetros y produce, como se dijo antes, el efecto de una pantalla flexible e
impermeable.
Potencial de hidrógeno (PH). Las propiedades de los lodos se ven afectadas por la
naturaleza del electrolito presente en el agua, el cual influye en la dispersión coloidal al
elevar o disminuir el grado de acidez o alcalinidad de las sustancias. Soluciones neutras
tienen un PH igual a 7, ácidas inferior a éste y alcalinas superior.
82
Muros milán
Lodo arcilloso espontáneo. Se forma con la arcilla del sitio durante la excavación de la
zanja con solo agregar agua, son lodos de baja viscosidad debido a la limitada integración
natural de coloides, sin embargo, son capaces de obturar y sellar los estratos de arena y
vidrio volcánico que se encuentran intercalados en los suelos arcillosos del valle de México.
Estos lodos han demostrado su viabilidad práctica y económica en la construcción de muros
milán del Metropolitano de la ciudad de México donde el suelo está constituido
principalmente por arcillas-limosas y arenas con alto contenido de finos (Santoyo et al,
1988).
Lodos bentoníticos. Se obtienen mezclando bentonita con agua y sirven como fluido
estabilizador de la excavación, la concentración de bentonita varía entre 5 y 10% en peso;
porcentajes más altos generan una viscosidad excesiva y la resistencia del gel dificulta un
manejo. Este tipo de lodo es indispensable en suelos no cohesivos como son las arenas
permeables donde se requiere la mayor viscosidad posible que únicamente se logra con el
uso de bentonita. Cuando conviene incrementar su densidad suele agregarse polvo de barita.
La bentonita es una arcilla de alta plasticidad del tipo montmorilonita cuyos depósitos
naturales se forman por la alteración de ceniza volcánica en condiciones húmedas o por la
descomposición de rocas básicas en presencia de agua, puede ser cálcica o sódica.
Viscosidad
Bentonita Sedimentación
Proveedor Marsh
en % en 24 Horas
en seg
Lodbent 10 35 Mínima
Importante en menos de una
Ferragel 10 27
hora
Bentonita cálcica 10 29 Casi inmediata
Perfobent
Arcillas Industriales de 10 110 Casi nula
Durango
Bentonita sódica
10 40 Mínima
Minera Frío Zacatecas
Volvent Importante en menos de una
10 26
Minerales y Arcillas hora
Bentonita M
10 37 Importante en 8 horas
Minerales y Arcillas
Bentonita 50/50
10 46 Importante en 8 horas
Minerales y Arcillas
Bentonita sin aditivo
10 40 Importante en 8 horas
Arcillas Procesadas
Nota: Estas mediciones fueron realizadas en 1990 por TGC Geotecnia; es muy factible que
estos valores tengan cambios, algunos en mejoría y otros no.
83
Manual de construcción geotécnica
Lodo fraguante. Sirve como fluido estabilizador de la excavación, que una vez introducidas
las piezas prefabricadas, endurece para confinarlas al alcanzar una resistencia similar a la
del subsuelo; se obtiene con la mezcla de bentonita, cemento y agua en proporciones
adecuadas para obtener una determinada resistencia al cabo de cierto tiempo, generalmente
algunas horas o días. El contenido de cemento puede variar entre 5 y 20%, utilizando
comúnmente tipo CPO (Cemento Portland Ordinario); además se le adicionan aditivos para
incrementar su viscosidad y en ciertos casos agentes retardadores del fraguado. Estos lodos
tienen una densidad mayor que los arcillosos o bentoníticos y se usan cuando se desea
incrementar la longitud de las zanjas facilitando el procedimiento de construcción continua
de muros milán.
Los fabricantes de polímeros los presentan con distintas propiedades, algunos como
producto biodegradable y no contaminante que permite formar un lodo que facilita realizar
84
Muros milán
una obra con gran limpieza y puede ser desalojado directamente al drenaje público sin
contaminarlo.
Lodos orgánicos. Estos lodos se emplean cuando se requiera que sean biodegradables, lo
cual en un muro milán es poco probable. El lodo comercial de este tipo es el Revert, que en
un lapso de 4 días a temperatura de unos 20ºC pierde completamente su viscosidad, y por
ello se le emplea en la perforación de pozos de agua. En algunos casos se puede preparar un
lodo orgánico con harina de maíz, como un atole viscoso.
Parámetros medidos. En la Tabla 3.4 se resumen los valores medidos en muros milán
construidos en la ciudad de México, se anotan las tres propiedades más significativas de los
lodos que usualmente se controlan. En el caso de los lodos bentoníticos las mediciones se
hicieron con muestras de la planta de mezclado y de la zanja excavada. Por su parte, para
los lodos arcillosos que se forman espontáneamente agregando agua durante la excavación,
los valores medidos se obtuvieron con muestras tomadas en la zanja.
85
Manual de construcción geotécnica
Notas:
1) Valores de la especificación COVITUR
2) El lodo arcilloso fue siempre el producido espontáneamente en la zanja
3) n = número de determinaciones
4) x = valor medio de cada propiedad
5) σn = desviación estándar
Densidad recomendable. Esta es la más importante propiedad de los lodos como agentes
estabilizadores de las excavaciones en suelos finos, tiene valores medios iguales a los lodos
bentoníticos y arcillosos tomados en la excavación (1.07 ton/m3, Tabla 3.4). Este hecho hace
que ambos sean igualmente efectivos y todavía mejor en los arcillosos, porque la dispersión
estándar de los valores medidos demuestra que en los bentoníticos se pueden presentar
valores mínimos de 1.01 ton/m3; en cambio en los arcillosos el mínimo es de 1.04 ton/m3. El
valor recomendable es de 1.03 a 1.07 t/m3 (FPS, 1977).
Los valores recomendados en la Tabla 3.5 tienen como límite inferior de esta propiedad 28
seg y es aceptable 65 seg como límite superior para los sitios donde predominen las arenas;
estos valores están también avalados en las publicaciones citadas anteriormente. Vale la
pena mencionar que en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas se han construido pilas y muros
milán en arenas y en aluviones muy permeables con lodos de 45 a 50 seg.
Contenido de arena tolerable. Los valores del contenido de arena de la Tabla 3.4
demuestran que los lodos arcillosos y bentoníticos dan valores muy similares, siendo en los
arcillosos ligeramente menores. Se debe cuidar que siempre sea menor de 10%.
Tabla 3.5, Valores recomendables para las propiedades de los lodos en arcillas blandas
de la ciudad de México
Viscosidad
Densidad Contenido de Potencial de Resistencia del lodo
Marsh
(t/m3) arena (%) hidrógeno (PH) fraguante
(seg)
1.03 a 1.07 30 a 55 0 a 10 7 a 9.5 Requerida según características
del sitio, Fig. 3.20
86
Muros milán
Tabla 3.7, Especificaciones inglesas para lodos (Boyes, 1975 y FPS, 1977)
Rango de valores
Propiedad Tipo de prueba
a 20º C
Densidad Menor que 1.1 Balanza de lodos
Viscosidad 30 – 90 seg Cono Marsh
Lodos bentoníticos. Para obtener los valores recomendados de densidad entre 1.03 y 1.07
t/m3 y de la viscosidad entre 30 y 55 seg se deberán realizar mezclas de prueba con
diferentes contenidos de bentonita, recomendándose para esta última de 50 a 100 kg por
cada metro cúbico de agua, en la siguiente Tabla se resumen varias dosificaciones.
En la Fig. 3.21 se presenta la gráfica que relaciona las densidades contra el porcentaje de
bentonita de las mezclas ensayadas; se observa que con el 13% se obtiene el peso
volumétrico deseado.
87
Manual de construcción geotécnica
dosificación de los lodos fraguantes. Las curvas obtenidas experimentalmente por Solum y
TGC adaptadas a las arcillas de la ciudad de México se presentan en la Fig. 3.23, aunque
sirven como guía para calcular la dosificación aproximada de los componentes agua–
cemento–bentonita; sin embargo, siempre deberán verificarse mediante mezclas de prueba
para las condiciones representativas que prevalecerán en la obra.
1.08
1.07
1.06
1.05
1.04
1.03
1.02
1.01
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18
B ent onit a, %(en peso)
88
Fig. 3.23, Curvas para dosificación de lodos fraguantes (Actualización febrero, 2002)
89
Muros milán
Manual de construcción geotécnica
Tabla 3.9, Mezclas de prueba para lodos fraguantes obtenidas por Solum
Con los datos anteriores de Solum se elaboraron las curvas de las Figs. 3.24 y 3.25, en las
cuales se indica el incremento de resistencia con el tiempo y la resistencia en función de la
relación agua/cemento.
1.5
1 mezcla 2
mezcla 1
0.5
mezcla 4
0
0.00 2.00 4.00 6.00 8.00 10.00 12.00
Relación agua - cemento (4 a 5 % bentonita)
Carbometil celulosa CMC 400. Este aditivo en polvo se fabrica en calidad cruda, técnica y
purificado, para su utilización en la preparación de lodos la primera es suficiente.
Sosa cáustica. Las aguas duras dificultan la hidratación de la bentonita y para reducir esa
dureza se recurre a la sosa cáustica.
90
Muros milán
Mezcla 4 87% 8% 5%
2.5
1.5
0.5
0
0 10 20 30 40 50 60
Ti empo en Días
70 kg de bentonita
0.7 kg de CMC-400
1.0 kg de sosa cáustica
Fibras. Se les emplea cuando hay fugas de lodo porque facilitan la obturación de los huecos
y ductos por los que fluye el lodo. Otra razón para emplear fibras es desarrollar una costra
de mayor espesor.
Fibras de poliester. Son las más fáciles de utilizar porque los fabricantes las proporcionan
en distintos tamaños y diámetros, típicamente de 2 a 5 cm y de 0.1 a 0.5 mm
respectivamente.
Fibras vegetales. Las fibras de coco, de paja, cascarilla de arroz y cualquier otra que
pueda ser manejada por las bombas que se dispone.
91
Manual de construcción geotécnica
Proceso de batido. Una vez que el lodo bentonítico ha sido hidratado se envía a un tanque
mezclador donde se le adiciona el cemento, debiendo realizar un batido enérgico durante 10
minutos para facilitar el mezclado correcto y homogéneo, pudiendo realizarse con agitadores
de paletas movidos por un motor. El cemento debe agregarse justo antes de la utilización del
lodo para disponer del mayor tiempo posible antes de que comience el fraguado, haciendo
notar que éste no se presentará mientras se mantenga el lodo en agitación, pero una vez que
ésta se detenga se inicia el fraguado. En algunos casos podrá ser conveniente agregar
aditivos retardadores del fraguado.
Transporte y colocación. El envío de lodo hacia la zanja se realiza con mayor eficiencia
por medio de tubería, a mayor o menor presión según la viscosidad y distancia de bombeo,
vaciándolo conforme la excavación progresa, de tal forma que su nivel se mantenga igual al
del agua freática o a la profundidad que el proyecto indique.
Para normar un criterio, el lodo fresco tiene una viscosidad Marsh del orden de 35 seg, por
contaminación crece a unos 45 seg y en reposo por efecto tixotrópico llega hasta 55 seg.
Eliminación del lodo. Una vez que los lodos no se puedan reutilizar debido a que resulte
antieconómica su regeneración, se deberán eliminar, depositándolos en sitios que reduzcan
el riesgo de contaminación. Las normas norteamericanas y europeas han sido muy rigurosas
con respecto a la bentonita y por ello los lodos con polímeros están ganando mayor campo de
aplicación
92
Muros milán
93
Manual de construcción geotécnica
Viscosidad. Se mide con un embudo viscosímetro Marsh, Fig 3.31; la viscosidad se define
como el tiempo necesario, expresando en segundos, para que un volumen de lodo de 946 cm3
escurra a través del orificio circular de 5 mm.
94
Muros milán
El lodo fraguante endurecerá después de un lapso de tiempo, siendo necesario conocer este
valor ya que limita el tiempo disponible para realizar las maniobras requeridas para la
construcción del muro milán. En el concreto hidráulico el tiempo de fraguado se determina
con la aguja del Vicat, presentándose éste cuando la aguja de 1 mm de diámetro no penetra
ni deja huella sobre la mezcla, en los lodos fraguantes se puede usar el mismo dispositivo
pero con una aguja de 10 mm.
El tiempo de fraguado varía con cada dosificación y sobre todo con cada pareja bentonita–
cemento debido a su interacción química, ya que la bentonita actúa como retardador de
fraguado, son normales tiempos del orden de 4 a 8 horas, sin el uso de aditivos.
95
Manual de construcción geotécnica
En el caso de muros milán con tableros prefabricados de avance continuo, inciso 3.3.5, la
resistencia del gel originada por la tixotropía y que es la responsable de mantener los finos
en suspensión, puede impedir la penetración de los módulos. En el laboratorio TGC se
realizaron medidas de dicha tixotropía utilizando un reómetro, que consiste en una pequeña
veleta sumergida en el lodo que gira mediante un peso que mueve un sistema de poleas, Fig.
3.33.
Fig. 3.33, Incremento de la resistencia con el tiempo (lodo fraguante de la Línea 9 sin aditivo)
Mm
τ= (ec. 3.20)
H D
π DV2 + V
2 6
donde
τ resistencia al esfuerzo cortante
Mm momento motor, (Mm = Wd)
W peso que produce el giro de la veleta, g
d brazo de palanca, 6.1 cm
DV diámetro de la veleta, 1.0 cm
H altura de la veleta, 2.0 cm
Se realizaron varias mezclas para una dosificación en peso de: 72% de agua, 25% de cemento
y 3% de bentonita; estas se probaron a diferentes tiempos después de elaboradas, unas en
estado inalterado y otras remoldeadas durante 1 minuto. Los resultados se presentan en la
Tabla 3.10 y la representación gráfica en la Fig. 3.33.
96
Muros milán
Notas: Tiempo en horas después de elaborada la mezcla. El peso W se obtuvo del promedio
de 3 determinaciones. Muestras: 1, 2, 3 y 4 inalteradas y 5 remoldeada.
Resistencia del lodo endurecido. Se propone adoptar como criterio para definir la
resistencia final del lodo fraguante: él que una vez endurecido sea 50% más resistente que el
suelo al nivel de desplante del muro, definida con la envolvente de los suelos blandos como
se describe en la Fig. 3.20. No es conveniente adoptar una resistencia mayor ya que, al
endurecer por completo el lodo a largo plazo se convierte en un material frágil y fisurable y
con ello se hace susceptible a las filtraciones.
γs cu 2 0.94
P = D−D − + (ec. 3.21)
γ f γ f ( FS ) D L
γs 4W cu 2 0.94
P = D−D − 2 m − + (ec. 3.22)
γ f D Lγ f γ f ( FS ) D L
97
Manual de construcción geotécnica
La expresión 3.21 toma en cuenta sólo el peso del prisma deslizante, en cambio la 3.22
incluye el peso del equipo de construcción. Para una primera evaluación se utiliza sólo la
primera que además es más simple; en cuanto al factor de seguridad su valor admisible está
entre 1.5 y 1.3. El valor de 1.5 se considera de uso normal y el de 1.3 será el valor límite
inferior, que por excepción será admitido, sobre todo por tratarse de una condición temporal
de muy corta duración. En el caso de que decida emplearse la expresión 3.22, considerando
los pesos de los equipos que se emplean durante la excavación, se recomienda adoptar un
factor de seguridad mínimo de 1.3, con las condiciones antes descritas.
98
Muros milán
profundidad de la zanja; en cuanto al Factor de Seguridad se fijaron tres valores: (a) para la
condición de falla (FS = 1); (b) el valor usual (FS = 1.5) y (c) el mínimos admisible (FS = 1.3).
Aclaración, estos valores deben considerarse como provisionales, hasta que se realicen las
pruebas de excavaciones llevadas a la falla que se deben realizar en el caso de grandes
obras. Las tablas se elaboraron para los siguientes valores:
a) Resistencia del suelo cu. Para la condición no drenada se adoptaron valores de 1.0
a 4.0 ton/m2. El límite inferior (1.0 ton/m2) está por debajo del valor mínimo real en la
ciudad de México y correspondería a un sitio donde la solución con muro milán
empieza a ser discutible.
d) Peso volumétrico del suelo. En los análisis se empleó un valor de 1.3 ton/m3, que
corresponde a un valor medio que considera la influencia de la costra superficial.
e) Peso volumétrico de fluido γf. Se tomaron dos valores: para agua limpia 1.00 t/m3
y para lodos arcilloso o bentonítico 1.06 t/m3, este último valor es menor que el medio
dominante de 1.07 t/m3 (Tabla 3.13).
El manejo de las Tablas 3.11 a 3.13 consiste en entrar en cada tabla (FS = 1.0, 1.3 y 1.5), con
la profundidad de la excavación y la resistencia al corte del suelo, se determinan las
profundidades necesarias para el agua o lodo; Deben también revisarse los valores que
corresponden a profundidades intermedias de excavación que podrían requerir de tirantes
mayores de fluido estabilizador. Es interesante destacar que en las tres tablas la diferencia
de niveles de agua o lodo es siempre menor de 60 cm.
Se trata de excavación a 20 m que se estabilizará con un muro milán para el que se puede
admitir un FS = 1.3, la construcción se hará con lodo arcilloso espontáneo con densidad 1.06;
el ejemplo se presenta en la Fig. 3.35 para tres casos de resistencias diferentes:
a) Sí el suelo tiene una resistencia de sólo de 1 ton/m2, aplicando la Tabla 3.12 se define
que el lodo debe mantenerse 0.40 cm por arriba del terreno natural, punto 1 en la
Fig. 3.35.
b) En el caso de suelos muy blando, con resistencia de 2 ton/m2, de la misma Tabla 3.12
se define que la profundidad del lodo puede ser de 1.52 m, punto 2 en la Fig. 3.35.
99
Manual de construcción geotécnica
Tabla 3.11, Profundidad p del nivel del fluido estabilizador para FS = 1.0
Tabla 3.12, Profundidad p del nivel del fluido estabilizador para FS = 1.3
100
Muros milán
Tabla 3.13, Profundidad p del nivel del fluido estabilizador para FS = 1.5
101
Manual de construcción geotécnica
c) Sí la resistencia del suelo fuera 2.5 ton/m2, la profundidad del lodo resulta de 2.56 m,
punto 3 en la Fig. 3.35; sin embargo, en este caso, observando los valores de la Tabla
3.12 para profundidades de 9 m se requiere que el lodo se mantenga a 2.39 m de
profundidad, punto 3´. Así que este último valor es el mínimo que debe mantenerse.
102
Muros milán
Muros precolados con avance modular. Esta técnica desarrollada por la empresa Bachy
y que adaptó en 1988 COVITUR para sus muros experimentales, como se describió en el
subcapítulo 3.3, consiste primero en excavar con un lodo estabilizador convencional y
después sustituirlo por uno fraguante. Esta maniobra es compleja pero como aparenta
sencillez implica satisfacer las siguientes condiciones:
103
Manual de construcción geotécnica
dure dicha maniobra; para precisar este valor se propone valerse del concepto de relación de
penetración que se define más adelante.
Introducción del lodo fraguante. El lodo fraguante se debe introducir desde el fondo de
la excavación, desplazando el lodo estabilizador hacia arriba; esta maniobra necesariamente
se debe hacer con un tubo tremie, que garantice que no se mezclen ambos lados, porque se
induce contaminación y con ello, se genera cambio de las propiedades mecánicas del lodo
fraguante. Esta maniobra es delicada, porque fácilmente se pueden mezclar los dos lodos, lo
cual conlleva a la pérdida de resistencia final del lodo fraguante.
Wp
RP = (ec. 3.23)
l a (hf γ f + ha γ a ) + 2(l + a )hf τ f
donde
RP relación de penetración
Wp peso de la pieza prefabricada
lya dimensiones horizontales de la pieza (m)
γ a y γf densidades de los lodos arcillosos y fraguantes (t/m3)
ha y hf alturas de los lodos arcillosos y fraguantes (t/m3)
τf resistencia al corte del lodo fraguante (t/m2)
104
Muros milán
Muros precolados con avance continuo. Este caso corresponde a la técnica de los muros
Panasol de Soletanche; en ella el lodo fraguante ocupa desde el inicio de la excavación el
hueco que deja el suelo extraído. La expresión de la relación de penetración se simplifica a:
Wp
RP = (ec. 3.24)
l hf γ f + 2(l + a )hf τ f
En este caso de muro con avance continuo, el manejo del lodo es muy sencillo porque
simplemente se conducen a la zanja en excavación con ayuda de una tubería, Fig. 3.3.4.
En la Fig. 3.37 se muestra la secuencia de siete etapas que deben seguirse para definir las
condiciones de estabilidad de una excavación para muro milán y seleccionar racionalmente
el fluido estabilizador entre: agua, lodo arcilloso espontáneo o lodo bentonítico.
a) En la zona del lago los suelos son blandos y nivel freático somero, donde el fluido
estabilizador de uso más general será el lodo de formación espontánea, quedando el
lodo bentonítico para casos más difíciles. En las áreas más blandas de esta zona
podrá ocurrir el fenómeno de fracturamiento hidráulico.
b) En la zona de transición baja las condiciones someras del subsuelo se asemejan a las
del lago, por lo que también será factible adoptar al lodo espontáneo como fluido
estabilizador de las excavaciones para muro milán.
105
Manual de construcción geotécnica
Tabla 3.15, Valores típicos del coeficiente NK para las arcillas de la ciudad de
México (c=qc/NK) (Santoyo at al, 1989)
Peso volumétrico. Los valores de esta propiedad deben obtenerse directamente con
muestras inalteradas obtenidas de los sondeos con muestreo selectivo de los estratos más
significativos.
Posición del nivel freático. Conocer la posición del nivel de agua freática es
indispensable para definir la correspondiente del fluido estabilizador, se debe medir en
pozos de observación, porque la medición de esta profundidad en los pozos de sondeos es
incierta, ya que la bentonita modifica la permeabilidad de las paredes de los sondeos.
106
Muros milán
Fig. 3.37, Metodología del análisis de estabilidad de una excavación para muros milán
donde
Esta manera de definir el coeficiente de permeabilidad hace evidente que cuando más el
10% de las partículas de un suelo corresponden a limos o arcillas, la permeabilidad es muy
baja, aunque el contenido de arena sea alto.
107
Manual de construcción geotécnica
Aspectos generales. La información geotécnica que se obtiene para el diseño de una cierta
línea de Metro o para la cimentación de un edificio es suficiente para el diseño del
108
Muros milán
Aplicando la expresión (3.21) de este manual con un factor de seguridad de 1.5, se definirá el
nivel teórico del fluido estabilizador que evita se desarrolle la condición de falla general,
incluyendo la maquinaria usual en la excavación del muro (de aproximadamente 40 ton). En
el caso de que se incremente la longitud de los tramos de excavación a más de los 6 m
usuales, o se utilice maquinaria más pesada, se deberá utilizar la expresión (3.22) con un
factor de seguridad de 1.4 y en caso de periodos cortos de tiempo se podrá reducir a 1.3.
Este fenómeno se puede presentar en los suelos blandos del lago y ocasionar sobreconsumo
de concreto; se puede estimar que el fracturamiento hidráulico ocurre cuando la presión en
el concreto fresco es mayor que 0.2 la resistencia de punta del cono eléctrico (Ovando, 2001).
Sin embargo, es necesario investigar experimentalmente su importancia y definir las
alternativas de solución. Mientras se desarrolla una técnica para predecir y evitar este
problema, se sugiere considerar el uso de una malla que confine al concreto de la parte
inferior del muro.
En la Fig. 3.37 se define el criterio para precisar qué lodo podrá utilizarse para estabilizar la
zanja, quedando patente que el lodo de formación espontánea es suficiente para la mayor
parte de las condiciones del subsuelo y que el lodo bentonítico se debe utilizar en suelos muy
permeables o susceptibles a perder resistencia. Este criterio que ha estado sujeto a
opiniones favorables en años atrás (Romo, 1985 e ISTME S/F), incluso los investigadores del
Instituto de Ingeniería de la UNAM Dres. Jesús Alberro y Gabriel Auvinet (Sin fecha)
demostraron su factibilidad.
109
Manual de construcción geotécnica
3.8.1 Definiciones
La zanja guía es una ranura en la superficie del terreno de ancho igual al muro más la
tolerancia que permita el paso de la almeja de excavación, en cuanto a la profundidad de la
zanja, usualmente se iguala al espesor de material superficial suelto. Esta zanja se protege
con un revestimiento que se le conoce como el brocal, que refuerza esa parte superior de la
excavación; las funciones de la zanja guía con brocal son:
a) Precisar la posición topográfica de los muros incluyendo los ángulos y las curvas
necesarias.
b) Comprobar que no hay instalaciones municipales, ductos o cables en la traza del
muro.
c) Controlar la operación de excavación obligando a que la almeja entre en la posición
correcta.
d) Estabilizar la parte superior de la excavación y evitar caídos locales.
e) Confinar el lodo y facilitar el control de su nivel durante la excavación.
f) Facilitar la colocación de la junta y en caso necesario servir de apoyo para sostenerla.
g) Soportar la jaula del acero de refuerzo en posición fija para evitar que penetre o se
levante.
h) En caso necesario servir de apoyo al paso de la maquinaria pesada de excavación y
maniobra.
Fig. 3.39, Preexcavación para la construcción de brocales para muros milán en zonas sin interferencia
La definición de las dimensiones de la zanja y brocal suele ser aparentemente simple, sin
embrago, es frecuente que la profundidad sea insuficiente para sostener la parte superior de
la excavación; un brocal corto es un error que tiene como consecuencia que se produzcan
salientes o panzas en el muro terminado.
La zanja se excava con maquinaria ligera y en caso de tropezar con instalaciones se procede
manualmente, en la Fig. 3.39 se muestra esquemáticamente esta excavación a 1.5 m de
profundidad; en cuanto al brocal mismo lo más usual es hacerlo de concreto reforzado, pero
también se utilizan de lámina con un apoyo estructural.
110
Muros milán
En la Fig. 3.40, se ilustra la geometría más usual del brocal de concreto reforzado con una
malla electrosoldada; un detalle que siempre se debe tener es el de colocar juegos de pares
de orejas para sujetar la jaula del acero de refuerzo, que la mantienen en su posición y
evitan que descienda porque se hunda en el fondo o ascienda durante el vaciado del
concreto, como se describe en la Fig. 3.41. Los brocales de colindancia se ilustran en la Fig.
3.42, en ella se advierte la conveniencia de agregar anclas cortas verticales o inclinadas
para fijar mejor la banqueta del brocal. Cuando se necesita levantar el muro o se requiere
sobreelevar el nivel del lodo para incrementar la presión y con ello la seguridad de la
excavación, Fig. 3.43.
Es importante advertir que la estabilidad de los brocales es casi siempre precaria y que por
ello siempre deben mantenerse acuñados con puntales de madera para evitar que se
muevan horizontalmente, estos puntales se retiran durante la excavación y de ser necesario
se vuelven a colocar hasta que se inicie el vaciado del concreto, Fig. 3.40.
Las fallas más frecuentes de los brocales se ilustran en la Fig. 3.44: (a) el brocal fue corto y
favoreció caídos locales justo abajo, la solución es profundizar el brocal; (b) el tipo de
material y mala compactación del relleno provocaron el caído seguramente por
humedecimiento, la solución es sustituirlo por un suelo estabilizado con cemento; (c) la
ausencia o caído de los puntales permitieron el giro del brocal, un golpe con la máquina
excavadora también provoca este tipo de falla, la solución es no cometer ninguno de esos dos
errores.
111
Manual de construcción geotécnica
112
Muros milán
Esta solución es poco usada porque es difícil ajustar las piezas verticales y horizontales a las
irregularidades del terreno, sin embargo, se han desarrollado muchos ingenios en esta línea
y eventualmente alguien inventará un brocal ensamblado y recuperable, lo cual será una
economía nada despreciable.
3.9.1 Generalidades
Las primeras zanjas que se excavaron para muros diafragma del metro de Milán las realizó
en los años 50 la empresa italiana ICOS con almejas de dos valvas operadas con dos cables,
uno para cargar la almeja y otro para cerrarla; después, muchas empresas construyeron sus
almejas con mecanismos de cierre distintos; las valvas llevan dientes para facilitar el corte y
las almejas o cazos son cerrados, sin los hoyos que suelen tener las almejas de arrastre. Esas
almejas tenían el problema de una tendencia al giro que imponen los cables y por ello los
muros quedaban con cierta torsión. Las máquinas con las que se operaban eran grúas de
tres cables o malacates. Esas almejas y máquinas se han perfeccionado y siguen siendo
utilizadas como se menciona más adelante.
Una solución para evitar el giro de la almeja y que se desarrolló en Francia, consistió en
operarla con una barra telescópica de sección circular o rectangular, mecanismo que en el
campo de la perforación se le conoce como la “barra kelly” y que dio lugar a una serie
drástica de cambios en las máquinas, dejaron de ser grúas de uso general y se
transformaron en máquinas especializadas para muros milán.
Los ingleses tomaron el camino de diseñar una máquina muy simple, la ELSE que funciona
de manera similar a una draga de canjilones que cortan el suelo y lo suben a la superficie,
113
Manual de construcción geotécnica
Después vino el extraordinario desarrollo de las bombas y motores hidráulicos que han
simplificado el diseño y construcción de máquinas e hizo posible la construcción de la
hidrofresa, la más ingeniosa de las excavadoras de zanjas para muros. A todo esto se le
sumó la ayuda de procesadores y sensores electrónicos que permiten racionalizar y
optimizar cada acción dando mayor eficiencia y calidad a la excavación de las zanjas.
En general las máquinas modernas han tendido a ser cada vez más grandes y fuertes, para
hacerlas capaces de funcionar en cualquier terreno; para una de ellas, le es igual operar en
suelos con aluvión grueso y con intercalaciones de suelos duros, ya que el peso de las
almejas o el empuje de los kellys rompe esas limitaciones. Pero paradójicamente resultan
ser máquinas muy sobradas para suelos muy blandos, de manera similar al caso de las
piloteadoras; las máquinas para excavar zanjas para muro milán han sido diseñadas para
operar en cualquier tipo de suelo es decir son capaces de operar hasta en suelos muy duros.
Conviene reconocer que los constructores de máquinas tienen el reto de seguir diseñando
máquinas especializadas para los suelos blandos como los de la ciudad de México, como
alternativa necesaria para reducir el costo de los muros y que los mecanismos hidráulicos
permiten hasta imaginar que se podrán construir en el país. Las máquinas comunes son las
siguientes:
3.9.2 Retroexcavadora
114
Muros milán
Fig. 3.45, Diagrama de flujo para la selección del equipo de excavación de zanjas para muro milán
115
Manual de construcción geotécnica
verticales. En particular la de la marca Pingon permitía hacer esas excavaciones con mucha
calidad, desgraciadamente se dejaron de fabricar, aunque las de la marca Poclain son casi
tan aptas como las primeras. En la Tabla 3.16 se anotan las más conocidas de estas
máquinas y todas ellas pueden excavar zanjas de 35 a 45 cm de ancho y las más potentes
pueden hacerlas de 60 cm.
Las zanjas de los primeros muros milán se excavaron con almejas de caída libre operadas
con dos cables esta herramienta sigue siendo ampliamente utilizada; en la Fig. 3.47 se
ilustra como la almeja abierta penetra gracias a que su peso elevado rompe el suelo con los
dientes de las valvas (a), después se jala el cable que cierra las valvas y atrapa al suelo en
su interior (b); en la Fig. 3.48 se muestran cortes de las primeras almejas Benoto, Galia,
Poclain y Keller con los dos tipos de mecanismos usuales, el de cable en poleas y el de bielas
deslizantes. Hay varias empresas europeas que fabrican esas almejas y también muchos
constructores han fabricado sus variantes. En la Tabla 3.17 se muestran las dimensiones
generales de tres fabricantes que proporcionan sus medidas, referidas a la Fig. 3.48; estas
almejas pueden extraer en cada operación de 1 a 2.5 m3 y el ciclo lo realizan de 2 a 5
minutos incluyendo el cierre de la almeja que toma un tiempo menor de 10 seg.
Estas almejas operan en todo tipo de suelos y han demostrado ser particularmente aptas
para penetrar materiales granulares donde se han empleado en excavaciones de 50 m de
profundidad, con almejas de hasta 20 ton. Las almejas originales tenían el problema de una
tendencia al giro y por ello las excavaciones resultaban con cierta torsión; eso se ha resuelto
con cables trenzados y colocando esquíes para centrado en el cuerpo superior de las almejas.
En el inciso 3.9.6 se describen las almejas hidráulicas que tienen la misma funcionalidad
que las mecánicas.
El área lateral de la parte que penetra en el suelo en una de estas almejas grandes es de
casi 10 m2, por lo que la fuerza necesaria para arrancarla de un suelo arcilloso puede ser del
orden de unas 20 ton, lo que aunado a sus 10 ton de peso obliga a operarla con una grúa
capaz de levantar cargas de por lo menos 40 ton.
La forma del borde inferior del caso o valva de la almeja determina la geometría de la zanja
que puede abrir, cuando es curva define un rectángulo con lados en semicírculos y suele
identificarse como sección oblonga, cuando son cuadrados se le define como sección
116
Muros milán
rectangular. Las primeras que se construyeron fueron las semicirculares y por ello las
juntas de colado eran tubos, cuando se desarrollaron las rectas fue posible diseñar las juntas
planas actuales.
La operación de las almejas consiste en primero abrir los dos cortes primarios laterales y
después el central, los tres pueden ser de la misma longitud o bien el central puede ser algo
menor como se muestra en la Fig. 3.49; esta secuencia es obligatoria para lograr que la
almeja siempre opere de manera simétrica y que las dos valvas tengan que aplicar la misma
fuerza, a fin de mantener la verticalidad. Es importante advertir que nunca se deben hacer
dos cortes contiguos porque la almeja perdería la vertical y se “metería” en el corte inicial.
117
Manual de construcción geotécnica
Esta técnica fue utilizada en México por la empresa italiana ICOS para la construcción en
aluviones de la pantalla impermeable de la presa La Villita, también construyó los muros
milán del muelle de la Siderúrgica SICARTSA, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, también en
un aluvión; ese muelle tiene muro frontal y muros contrafuerte ortogonales para resistir las
118
Muros milán
fuerzas sísmicas. La máquina que utilizó fue un malacate simple de dos cables, de operación
manual y una almeja con peso del orden de 4 t, Fig. 3.50. Este equipo tiene las ventajas de
su simplicidad y de su reducido tamaño, en particular su altura, que le permite operar aún
en sitios con limitaciones de espacio. Por su parte la Comisión Federal de Electricidad
utilizó una almeja libre de 10 t en la construcción de la pantalla impermeable de la presa
Peñitas, Fig. 3.51. Es interesante destacar que muchos constructores, incluyendo algunos
mexicanos, son capaces de fabricar sus propias almejas de caída libre.
119
Manual de construcción geotécnica
en la Tabla 3.18 se resumen las características de estas almejas y en la Fig. 3.52 se muestra
un esquema de la máquina grúa con que se opera; esta cuenta con un carrete para enrollar
las mangueras del sistema de aceite hidráulico, el cual mantiene la manguera siempre en
tensión.
Estas almejas hidráulicas se operan con una celda o gato vertical que acciona las valvas
mediante gruesos engranes; las hay también las que operan con dos gatos, uno para cada
valva, aunque éstas suelen tener problemas de sincronización y con frecuencia una valva
cierra antes que la otra, lo cual genera la pérdida de la vertical. En cuanto a su penetración
en el suelo son similares a las almejas libres, esto es, penetran porque se les deja caer y
gracias a su peso y capacidad de corte pueden alcanzar profundidades mayores de hasta 50
m, lo cual constituye su principal virtud para la excavación de zanjas.
120
Muros milán
superficie gracias a una gran bomba centrífuga en serie con otra bomba de vacío que elimina
el aire que se entrampa cada vez que se agrega una barra a la columna de perforación; en la
superficie simplemente se agrega lodo limpio en el exterior de las barras para conservar
constante el nivel de lodo.
121
Manual de construcción geotécnica
122
Muros milán
Esta técnica se llegó a considerar como obsoleta, sin embargo, las nuevas generaciones de
perforadoras inversas de la empresa Tone Boring de Japón dotadas con bombas de alta
eficiencia y bomba de vacío integrada para eliminar el aire entrampado al incorporar cada
barra a la columna de perforación, han permitido que ahora tengan una notable
productividad; así por ejemplo la máquina BW es capaz de excavar hasta 21 m3/hr en
arcillas y 17 m3/hr en arenas esto hace factible que esta manera de excavar las zanjas para
muros milán se transforme en una técnica usual; en la Fig. 3.54 se muestra
esquemáticamente esta máquina con cinco brocas de corte y que se puede operar con siete
brocas; esta máquina excava zanjas de 0.4 a 1.2 m de ancho y hasta 50 m de profundidad.
123
Manual de construcción geotécnica
Este fue una técnica desarrollada en Alemania y que fue abandonada porque sólo podía
funcionar en suelos muy blandos, la máquina que se desarrolló se le conoció como Else, la
cual consiste de un canjilón o cuchara de corte articulada que penetra al suelo guiada por un
mástil estructural. En la Fig.3.55 se muestra un esquema de esta máquina, que pudo operar
hasta unos 10 m de profundidad.
Es interesante comentar que esta ingeniosa máquina sin duda podría funcionar en las
arcillas blandas de la ciudad de México y por ello sería interesante construir una de ellas
para evaluar su eficiencia y costo de operación, porque eventualmente podría ser
competencia de las costosas máquinas que hoy se emplean.
124
Muros milán
conduce con largas mangueras. Las características de las almejas que se montan en los
distintos tipos de kelly se describen en la Tabla 3.18.
En sus comienzos la columna de acero usualmente era cuadrada de una sola pieza y por ello
se le dio el nombre de “kelly” entero por la similitud con las columnas de perforación de ese
nombre; después se inventaron los kelly telescópico capaces de excavar hasta más de 35 m
de profundidad. Finalmente se desarrollaron los kelly cortos con almejas autodireccionables
que reducen el tiempo de perforación y hoy se les consideran las máquinas más eficientes
para la perforación de zanjas. Los kelly de una pieza prácticamente han dejado de usarse y
hoy las máquinas se fabrican con kelly telescópicos o cortos.
Máquinas con kelly entero. En la Fig. 3.56 se muestra una de esas máquinas; su mejor
virtud es la precisión con la que pueden operar, aunque son las más lentas de las
excavadoras de zanjas. Los fabricantes de estos equipos suelen ofrecerlas como una máquina
integral o bien construyen el kelly independiente para ser instalado en casi cualquier grúa.
En México se disponen de algunas zanjadoras de este tipo, aunque en Europa se les
considera obsoletas.
Máquinas con kelly telescópico. En la Fig. 3.57 se muestra una de estas excavadoras,
actualmente los fabricantes de equipo suelen proporcionar sólo el sistema de almeja
hidráulica integrada con el kelly telescópico para ser instalado en una grúa de peso acorde
al del conjunto. Así las dimensiones y peso de la almeja son los indicadores de esos equipos.
En la Tabla 3.19 se resumen los datos de algunas de las almejas hidráulicas.
125
Manual de construcción geotécnica
Ancho y
Peso Longitud Número de Peso de Potencia de
largo de la
Fabricante Total del kelly, barras del la almeja, la almeja,
almeja,
t m kelly t t
(m)
Llamada 0.4 a 1.2 60 en cada
48 30 3 5
CK-70 2.5 a 3.0 gato
Llamada 0.3 a 0.5
15 16 3 Circulares ------ -----
P-50 1.7
126
Muros milán
Máquinas con kelly corto. Estas zanjadoras son ahora las más eficientes porque el kelly
corto permite alinear la almeja al inicio de su caída, para penetrar en la zanja con precisión
y después opera con mayor velocidad gracias al cable, tanto en el descenso como en la
extracción, Fig. 3.58. El centrado de la almeja se logra con los largos esquíes laterales de las
almejas hidráulicas. Además el kelly corto es casi siempre giratorio, lo cual facilita la
instalación de la máquina, que puede estar en cualquier ángulo con respecto a la dirección
de la zanja, en cambio en las de kelly largo o telescópico tiene que estar en posición
ortogonal.
Los fabricantes de estos equipos proporcionan la almeja hidráulica, el kelly corto y la cabeza
superior giratoria que se une a la “pluma” de la grúa que las opera, han desarrollado equipo
accesorio electrónico de control, así el operador desde su cabina puede verificar la
127
Manual de construcción geotécnica
En cuanto a la almejas, las más modernas diseñadas por la empresa Soilmec tienen
cilindros o gatos hidráulicos que corrigen su posición, controlados con sensores electrónicos,
giroscopios, acelerómetros e inclinómetros; en la Fig. 3.59 se muestra un esquema de ese
sistema, así la almeja puede dar automáticamente giros correctivos en sus ejes vertical y
horizontal; el sistema le permite alcanzar las siguientes precisiones:
128
Muros milán
En cuanto a las correcciones que los cilindros hidráulicos le pueden inducir son:
Este sistema tiene su mayor importancia en suelos duros y heterogéneos que tienden a
desviar a las almejas, en cambio en los suelos blandos las almejas pesadas tienen sólo
pequeñas desviaciones.
3.9.8 Hidrofresa
Se trata de una máquina pesada de excavación continua de zanjas que opera de manera
similar a una perforadora de circulación inversa, todas sus partes están montadas en una
estructura en forma de armadura en cuya parte inferior están los cuatro grandes discos
verticales de corte montados en dos ejes horizontales paralelos; los de un lado giran en
129
Manual de construcción geotécnica
sentido directo y los otros dos en inverso el material cortado por los discos es lanzado por la
fuerza centrífuga a la succión de la bomba sumergible ubicada inmediatamente arriba de los
discos. La bomba centrífuga que succiona el lodo de la parte inferior de la zanja y los
detritus del material cortado los conduce por una tubería y mangueras de presión hasta la
superficie donde se separan los sólidos del lodo y este se vuele a introducir en la parte
superior de la zanja para cerrar el circuito de flujo del lodo; la posición de la estructura se
corrige con los esquíes laterales que son accionados con gatos hidráulicos; en la Fig. 3.60 se
muestra un esquema de esta compleja máquina cuya operación se controla con una
computadora que registra las señales de los sensores electrónicos de profundidad,
verticalidad y posición, así como del flujo de lodo.
La construcción de estas máquinas ha sido posible gracias a los motores hidráulicos que
accionan los discos y la bomba. El primer diseño de una hidrofresa lo realizó Soletanche en
Francia y después Bauer en Alemania lo ha adoptado; ambas empresas también han
construido modelos compactos como se ilustra en la Fig. 3.61. Estas zanjadoras se
130
Muros milán
desarrollaron para cortar suelos muy duros y rocas de hasta 100 kg/cm2 de resistencia a la
compresión simple, han alcanzado profundidades de hasta 100 m, particularmente para la
formación de barreras impermeables de material rígido o flexible. En la Tabla 3.20 se
resumen los datos generales de estas máquinas que para su manejo se requieren grúas de
60 a 150 ton.
Peso Fuerza de
Ancho y
Altura, cortador, corte, t Gasto, m3/min Prof.,
Fabricante largo,
m t Giro discos, Diám, pulg m
m
rpm
Bauer 0.6 a 3.2 10.9 a 13.5 5 a 11.7
9 a 16 25 a 50 65
Serie BC 2.8 a 3.2 0 a 25 5a8
Bauer 0.6 a 1.5 10.9 7.5
4.4 18 a 22 53
MBC 30 2.8 0 a 30 6
Bauer 0.6 a 1.8 10.9 7.5
6 a 12 20 a 35 80
CBC 33 2.8 0 a 30 6
Casagrande 0.6 a 1.2 ---- 10 42 a
14.3 29
K3L 3.13 18 ---- 60
Casagrande 0.6 a 1.0 ---- 8 34 a
9.8 17 a 27
FD 25 2.5 27 ---- 50
Casagrande 0.9 a 1.8 ---- 12 42 a
15.3 40
FD 32 3.2 19 ---- 60
131
Manual de construcción geotécnica
La operación de las hidrofresas es similar a las de las almejas, primero se excavan los cortes
primarios y después los secundarios para asegurar que la máquina está cortando
simétricamente como se ilustró en la Fig. 3.49.
3.10.1 Generalidades
Para asegurarse que se está siguiendo el procedimiento constructivo correcto, así como
evitar los errores que podrían afectar la calidad final del muro, se debe implantar una
rigurosa supervisión técnica. Al igual que los constructores, el supervisor debe conocer con
detalle todos los aspectos básicos del tema y debe haber sido entrenado en observar en el
campo todos los detalles constructivos y los errores posibles. El supervisor debe también
tener definido su nivel de autoridad y la capacidad de suspender la obra mal realizada, así
como la obligación de llevar el registro técnico del trabajo, para facilitar la evaluación final.
El ciclo de excavación de una zanja se define como el tiempo requerido para realizar las
siguientes maniobras: instalar la máquina zanjadora, centrar y bajar la almeja, excavar,
subir la almeja, dejar que escurra el lodo bentonítico y vaciar el material. Los ciclos de
excavación para casi todas las almejas varían entre 2 y 4 minutos; el primero en arcilla de
consistencia blanda y el último para dura; en las arenas y suelos duros los tiempos son del
orden de 3 a 6 min.
El supervisor debe organizar y vigilar pruebas de excavación de zanjas para precisar los
rendimientos que se podrán alcanzar para evaluar el volumen de material que se puede
excavar en un cierto tiempo.
Caso 1. Los ciclos y rendimientos medidos en la excavación de una zanja en suelo blando de
la ciudad de México, usando una almeja de 30 cm de ancho y corte de 1.7 m de longitud en
una excavación a 16 m de profundidad, operada con una máquina Gingol. En la Tabla 3.21
se anotan los tiempos de ejecución.
132
Muros milán
La facilidad con la que las máquinas zanjadoras pierden la vertical se debe a la influencia
de tres factores: (a) las elevadas cargas que trasmiten a la superficie, hasta las más
pequeñas con bandas de apoyo de unos 60 cm de ancho llegan a las 6 ton/m2 y las más
pesadas, con bandas hasta de un metro de ancho suelen trasmitir unas 10 ton/m2; (b) la
carga es excéntrica, hacia delante cuando se cierran la almeja al cortar el suelo y hacia atrás
al descargar y (c) el otro factor que influye es el giro necesario para descargar la almeja
fuera de la zanja.
Aunque el centroide de las máquinas casi coincide con el eje de giro y el efecto del cierre de
la almeja en el fondo de la excavación se elimina con las almejas libres, la apertura de la
almeja al soltar en el exterior el material cortado le provoca una movimiento de balanceo a
la máquina que se repite más de 30 veces en cada posición de excavación. Esto termina por
generar una deformación en la superficie y con ello la pérdida en la verticalidad de la
máquina; cuando se opera con almejas libres es relativamente fácil de corregir, pero en las
de kelly telescópico se transforma en un problema porque provoca inclinación en el muro y
la inestabilidad de las paredes de la excavación. Para evitar lo anterior se recomienda en
suelos muy blandos la solución adoptada por el Ing. Guerrit Trip (Tamez, 1982) que consiste
en evitar el giro de la máquina descargando la almeja en una tolva movible que se coloca
arriba de la zanja y se mueve a lo largo de la zanja. Esta precaución reduce la eficiencia,
pero se compensa con la calidad del muro que se logra.
El supervisor debe siempre vigilar que la zanja se excave cuidando se conserve la vertical de
la máquina, porque de ello depende la verticalidad de la zanja, excepto en las máquinas
modernas que tienen sistemas automáticos de corregir la posición de la almeja y mantener
la vertical.
Ancho del brocal, junta y muro. En la Fig. 3.62 se ejemplifica las dimensiones de una
zanja excavada con una almeja de 60 cm, la cual operada con gran habilidad puede abrir
una zanja de 62 cm, que será el ancho final del muro. Para ello la zanja, en su parte
superior deberá ser de 75 cm de ancho, para que con el ancho correspondiente al brocal
quede de 65 cm; lo cual significa que apenas se deja una tolerancia lateral de 2.5 cm entre la
almeja y la pared del brocal. Por su parte la junta de colado deberá ser de 64 cm en sus
partes laterales, para que penetre 1 cm en las paredes del suelo. Finalmente el armado
deberá ser de 50 cm de ancho para dejar un recubrimiento del acero promedio de 6 cm.
Las tres dimensiones importantes entre todas las anotadas son: (a) la tolerancia lateral de
2.5 cm entre la almeja y el ancho del brocal y (b) la penetración mínima de 1 cm de la junta
en las paredes de la zanja y (c) el recubrimiento mínimo del acero de 6 cm; estos valores se
133
Manual de construcción geotécnica
deben considerar como constantes para cualquier ancho de muro y los demás serán
proporcionales.
Distribución de muros. Cada caso de construcción de muros milán es peculiar, sobre todo
cuando se trata del muro perimetral para un cajón de cimentación con esquinas como las de
la Fig. 3.63; en esa figura se ilustra la distribución de muros considerando que se utilizará
una almeja que abre tramos de L = 1.7 m de largo y que se puede acercar 20 cm a las
colindancias como se muestra en la Fig. 3.64, este caso se puede resolver con 16 muros de
tres cortes, en todos ellos la dimensión C de la Fig. 3.49 es igual o menor de 1.7 m, excepto
uno que tendrá 2.5 m y que por ello requerirá de mayor labor de limpieza. En cuanto a las
piezas en esquina cuatro se formarán con dos cortes ortogonales y las otras dos se forman
con la unión de tableros.
Una vez concluida la excavación de cada tablero se debe limpiar el fondo de la zanja para
eliminar los detritus que se desprenden de las almejas o de las brocas, porque los trozos
sueltos de suelo que queden en el fondo por su menor densidad flotarán cuando se vacía el
concreto, como se detalla en el Capítulo 3.13. Esta limpieza se hace extrayendo el lodo del
fondo de la zanja para arrastrar los trozos de suelo y el azolve depositado; en la Fig. 3.65 se
anotan los dos dispositivos para ello, el air-lift y una bomba eléctrica sumergible; cualquiera
de ellos requiere por lo menos de unos 5 minutos para lograr la limpieza.
3.11.1 Generalidades
Las juntas para los muros milán son piezas de acero que permiten confinar temporalmente
uno o los dos extremos verticales de uno de sus módulos durante el proceso del vaciado del
concreto, con la finalidad de conformar su superficie para producir un machihembrado que
permita la unión estructural por cortante con el siguiente módulo, Fig. 3.66.
134
Muros milán
135
Manual de construcción geotécnica
136
Muros milán
Fig. 3.66, Juntas de colado para formar el machihembrado del muro milán
c) El machihembrado que produce la junta deberá quedar limpio y ser capaz de soportar
cierta fuerza cortante entre paneles consecutivos; además, dificultará el paso del
agua buscando que la unión entre los módulos sea lo más hermética posible.
d) La junta deberá ser construida con aceros y métodos simples a un costo compatible
con el proyecto. Las juntas pueden ser de concreto cuando quedan incluidas en el
muro; también se acostumbra que sean de perfiles de acero.
El número de juntas desarrolladas es muy vasto, casi cada empresa constructora tiene su
propio tipo, algunas las tienen patentadas y otras son del dominio público. Se describirán
aquí las más difundidas, las más ingeniosas y las que se han empleado en México. En la
Tabla 3.22 se mencionan las que serán descritas más adelante.
Se podría decir que en todas las juntas se intenta resolver las tres condicionantes antes
mencionadas; algunas de ellas incluso se han diseñado para dar continuidad estructural al
137
Manual de construcción geotécnica
muro. Se podría agregar que el ingenio constructivo detrás de cada diseño busca la
optimización de las maniobras y con ello garantizar la calidad disminuyendo el costo.
Geometría Identificación
a. Tubular simple
Circular
b. Tubular con separador
c. Rectangular simple
d. Tipo Soletanche
e. Sello doble Bachy
Machiembrada
f. Catalana triangular
g. TGC con separador de lámina
h. Con mangueras laterales
i. Perfil de acero incorporado
j. Takenaka
Peculiar k. Placa de acero y membrana de vinil
l. Franki con pasadores
m. Ensamblada Casagrande
Cuadrada n. CITEMEX
138
Muros milán
Junta tubular con separador. Esta es similar a la anterior excepto que al tubo se le
monta una funda perdible de lámina corrugada de acero como se muestra en la Fig. 3.68. La
función de la funda es evitar el contacto directo entre concreto y junta de acero de modo que
la extracción de esta última no se vea
afectada por el proceso de endurecimiento
o fraguado del concreto. Lo anterior
reduce considerablemente la fuerza
requerida para extraer la junta pudiendo
realizarse con equipo mucho más ligero;
además se mejora la impermeabilidad de
la unión al aumentar la longitud de
infiltración de agua.
Junta rectangular simple. Se puede asegurar que ésta es la junta de uso más difundido
en todas partes y la que más se ha utilizado en la ciudad de México; está compuesta por
placas y perfiles de acero con un machihembrado en forma trapecio como se indica en la Fig.
3.69. Algunos diseños incluyen aletas a los lados que permiten hincarla en el terreno blando
para evitar la fuga del concreto; en la punta cuentan también con una arista inferior para
fijarla en el fondo de la zanja, para poder resistir el empuje del concreto fresco. En el inciso
3.11.4 se demuestra que la fuerza necesaria para extraer esta junta es alta y ello ha
motivado que se le haya abandonado.
Junta Soletanche. Esta ingeniosa solución desarrollada en Francia tiene dos ventajas: (a)
la fuerza necesaria para su extracción es reducida y (b) permite insertar con certeza y
confiabilidad una banda de PVC en el tramo del muro en proceso de colado y dejarla en
posición para integrarla al módulo siguiente.
Esta junta de PVC sella la unión entre los tramos de muro o al menos pretende dificultar el
flujo del agua. La colocación precisa de la banda requiere operadores muy hábiles ya que su
mala instalación genera la infiltración de agua, Fig. 3.70.
La excavación para alojar el siguiente muro se facilita guiando la almeja con la ranura
lateral de la placa posterior, en esa ranura se desliza un perno que controla la posición de la
almeja, en suelos blandos esta maniobra se puede suprimir, Fig. 3.71.
Esta junta Soletanche deja un espacio lateral de unos 2 cm que se llena de concreto durante
el colado e incrementa la adherencia de la junta con el suelo; antes de iniciar el colado del
siguientes módulo y con la finalidad de reducir la fuerza requerida para extraer la junta, se
deberá recortar esa ranura con el trepano limpiador que se describe en el inciso 3.11.6.
139
Manual de construcción geotécnica
140
Muros milán
141
Manual de construcción geotécnica
Junta catalana triangular. En Barcelona se ha utilizado una junta muy simple que
consiste de una placa de acero que respalda a un machimbre triangular, esta geometría
reduce el área lateral al mínimo y por ello la adherencia de la lechada que penetra entre la
junta y el muro se minimiza, Fig. 3.73.
La sencillez de esta junta invita a imaginar que se pueden adoptar las formas de la Fig.
3.74.
142
Muros milán
Junta TGC con separador de lámina. Se trata de una junta del tipo catalana pero de
unión trapezoidal, que lleva adherida una lámina delgada; se ha empleado en muros
esbeltos de espesor entre 30 y 45 cm. La operación de esta junta facilita la extracción ya que
la lámina delgada perdible quedará unida al panel recién colado permitiendo un machimbre
perfecto y limpio para recibir el siguiente módulo, Fig. 3.75.
143
Manual de construcción geotécnica
Junta con mangueras laterales. Esta junta impide de manera confiable y simple el paso
del concreto fresco a través de los huecos que por desajuste quedan entre la junta y la pared
de la excavación, para ello incorpora una o dos mangueras laterales, las cuales se inflan con
aire a presión. Este tipo de junta no ha sido ensayado en México, pero seguramente
demostrará la conveniencia de que se fabrique, Fig. 3.76.
144
Muros milán
Esta junta ha sido ampliamente usada en los Estados Unidos porque reduce notablemente
el tiempo de maniobras y simplifica la colocación de la jaula de acero refuerzo; en México se
ha empleado esta junta, sin embargo, el costo del acero encarece esta solución. La operación
de esta junta suele tener un problema cuando se emplea una almeja plana porque el hueco
entre el perfil y el tubo de apoyo se llena de concreto y se dificulta la extracción de dicho
tubo; en ese caso es mejor emplear un respaldo en forma de cajón de acero.
Junta Takenaka. Esta ingeniosa junta japonesa logra un muro milán de colado continuo,
pero muy compleja; consiste de un conjunto de tres piezas verticales y dos placas perdibles
de acero con ventana. Las piezas laterales son canales que llevan mangueras inflables que
sellan contra las paredes de la excavación, la caja central presiona las placas y también
confina el concreto. La continuidad estructural del muro se logra con las placas de acero con
ventanas, Fig. 3.78. Takenaka tiene otra versión en la cual en vez de placas de acero emplea
varillas convencionales de refuerzo como se muestra en la Fig. 3.79.
Junta con placa de acero y membrana de vinilo. Esta junta permite continuidad
estructural en el acero de refuerzo a través de la unión entre paneles. Una placa de acero es
soldada a la jaula de refuerzo para proporcionar una barrera entre el concreto fresco y el
lodo; adicionalmente se coloca una tela de vinilo en los extremos de la misma jaula para
evitar la fuga del concreto, Fig. 3.80.
145
Manual de construcción geotécnica
146
Muros milán
147
Manual de construcción geotécnica
Después de que se ha concluido el vaciado del concreto, el lado libre de las varillas se lava
para asegurar su adherencia con el siguiente módulo. Esta junta es la que mejor ha resuelto
la continuidad estructural de los muros.
148
Muros milán
Para la construcción del primer panel se requiere colocar dos juntas de colado, para así
formar el muro primario con dos lados hembra; los muros sucesivos o secundarios necesitan
únicamente una junta ya que el concreto del panel precedente le sirve de soporte y el muro
es hembra de un lado y macho del otro, Fig. 3.84.
Las juntas son posicionadas dentro de la zanja antes de que la jaula de acero de refuerzo sea
colocada y de iniciar el vaciado del concreto; las juntas deben estar en posición firme dentro
del terreno para lo cual su punta debe ser delgada y penetrar por lo menos 10 cm en el fondo
de la excavación, para confinar adecuadamente el concreto fresco y evitar que éste las
levante. Asimismo deberán quedar bien centradas y perfectamente verticales, nunca con
inclinación que deje un hueco inferior que origine pendiente negativa y dificulte
gradualmente su extracción, Fig. 3.85.
En los suelos blandos el peso de la junta puede causar la falla del suelo y su descenso y
penetración, en esos casos la junta debe tener topes que se apoyen en los brocales de la
zanja guía o bien contar con prensas laterales, ambas se ilustran en la Fig. 3.86.
Las juntas de colado se fabrican de acero, éstas se adhieren al suelo que las circunda y al
concreto del muro milán que confinan; cuando se descuidan los detalles geométricos y
calidad de la superficie de la junta esta adherencia crece sin control hasta requerir equipos
de gran capacidad para poder extraerla.
149
Manual de construcción geotécnica
Los numerosos ingenios para reducir la adherencia en el contacto entre la junta y el suelo y
concreto que utilizan los constructores de muro milán van desde:
a) El más simple y convencional que consiste en untar la junta con una grasa mineral
resistente al agua.
b) Utilizar membranas o recubrimientos antifriccionantes y desmoldantes químicos
para los concretos.
c) Recurrir a fundas perdibles como la junta circular con funda o la TGC con lámina
separadora.
d) Adoptar juntas cuyo diseño tenga área lateral mínima en contacto con el suelo, como
la catalana triangular y la Soletanche.
Pruebas de corte directo. Se realizaron tres series de pruebas de corte directo de las
interfaces concreto y acero, con diversos recubrimientos y aplicando presiones verticales: (a)
la primera serie fue con el acero recubierto con grasa mineral; (b) la segunda con el acero
recubierto con una película de fibra de vidrio y colocando una membrana de polietileno
adherido a la fibra de vidrio mediante una delgada capa de grasa y (c) como referencia se
incluyó una serie de ensayes con acero y concreto sin ningún material entre ellos. Con estos
ensayes se determinó el ángulo de fricción que se desarrolla entre estos materiales (δ).
150
Muros milán
151
Manual de construcción geotécnica
Todas las pruebas se realizaron a las 4 horas de haber colado el concreto dentro de la cimbra
y habiéndose presentado su fraguado inicial; la presión vertical se aplicó por medio de
placas de plomo colocadas directamente sobre la placa de acero.
Resultados de laboratorio. En la Tabla 3.23 se presentan los resultados de las tres series
de ensayes y su representación gráfica en la Fig. 3.88.
σv τ δ
Serie Prueba
(kg/cm2) (kg/cm2) (º)
1 0.5 0.255
Concreto – acero 2 1.0 0.510 28.9º
3 1.5 0.764
1 0.5 0.172
Concreto – grasa – acero 2 1.0 0.321 20.4º
3 1.5 0.602
1 0.5 0.053
Concreto – membrana de polietileno – grasa – acero 2 1.0 0.089 5.6º
3 1.5 0.150
152
Muros milán
La fuerza necesaria para mover la junta en el plano del contacto esta dado por la ecuación
clásica de Coulmb: τ = σ tan δ
Se aprecia que entre acero y concreto el ángulo de fricción es de 28.9º, colocando grasa entre
estos disminuye a 20.4º y con dos superficies lisas se reduce a un valor mínimo de 5.6º. Se
realizaron otras pruebas con agentes químicos desmoldantes y los resultados fueron muy
semejantes a los de la grasa mineral simple.
153
Manual de construcción geotécnica
Una vez que un módulo de un muro milán ha alcanzado el fraguado inicial del concreto, lo
cual empieza unas 2 horas después de su colado, conviene levantar axialmente la junta unos
2 cm con la finalidad de romper la adherencia. Antes de este lapso cualquier movimiento
producirá deformaciones y alteración en la resistencia del módulo recién colado.
b) Cuando se utilizan juntas con placa de respaldo como son la Soletanche, la catalana y
la TGC, la excavación se podrá realizar apenas iniciado el fraguado inicial, porque su
espesor permite mantener la junta en posición durante la operación de la almeja sin
interferir en las posiciones de la almeja (Fig. 3.5). Esta manera de operar protege la
superficie del concreto y mantiene limpia la clave trapecial; algunos constructores
retiran la junta metálica a medida que están introduciendo el concreto, para
asegurarse de la limpieza.
154
Muros milán
donde
155
Manual de construcción geotécnica
Dimensiones de la junta:
Fs = 2 L H cu = 15 ton
Fc = τcs A H = 85 ton
Wj = 0.2 H = 3 ton
Fe = 15 + 85 + 3 = 103 ton
En conclusión, con la junta rectangular con machihembre trapecial se puede requerir más
de 100 ton de capacidad para lograr su extracción; esto hace necesario contar con marcos de
gatos hidráulicos para despegar las juntas, Fig. 3.91, o contar con grandes grúas. Este
inconveniente llevó al desarrollo de las juntas con placa de respaldo como la Soletanche y la
catalana, cuyos lados laterales son de sólo 2.5 cm.
156
Muros milán
Fe = Fs + Fc + Wj = 2 + 13 + 3 = 18 ton
El ejemplo anterior es válido sólo para suelos arcillosos blandos en los que la adherencia del
concreto, suelo y junta siempre fallará por el suelo blando. Por el contrario, en los suelos
duros esa adherencia puede incrementar notablemente la fuerza necesaria para la
extracción de la junta y por ello el sistema hidráulico de la Fig. 3.91 podrá ser indispensable.
Una ingeniosa solución de Soletanche para romper parte de esa adherencia lo logra con el
trepano limpiador de la Fig. 3.92, que gradualmente separa la junta del concreto.
Acero de refuerzo. Como refuerzo ordinario para los concretos de los muros milán se
usarán barras de acero corrugadas que cumplen con las normas NOM B6, NOM B457. Se
permitirá el uso de barras lisas de 6.4 mm (Nº 2) sólo para estribos y como refuerzo para
cortante por fricción. El acero de presfuerzo cumplirá con las normas NOM B293 o NOM
B292.
157
Manual de construcción geotécnica
El módulo de elasticidad del acero ordinario, Es, se supondrá igual a 2 x 106 kg/cm2 y el de
torones de presfuerzo igual a 1.9 x 105 kg/cm2.
Efectos del lodo. La inmersión del acero en lodo bentonítico, puede afectar el desarrollo de
la adherencia de la siguiente manera:
a) Puede dejar en el acero una película que reduce el contacto directo con el concreto y
por lo tanto reducir la adherencia.
La experiencia demuestra que el lodo bentonítico no forma “cake” alrededor de las varillas,
ya que esta acción requiere de un proceso de filtración; la adhesión y fricción entre acero y
bentonita es equivalente a la resistencia cortante del gel de lodo, la cual es relativamente
baja comparada con los esfuerzos cortantes inducidos por el efecto ascendente del concreto
durante su colado; el flujo vertical del concreto al subir por su naturaleza granular efectúa
una acción barredora que desplaza eficazmente el lodo que cubre las varillas. Aunque los
colados irregulares o discontinuos puede hacer que permanezcan residuos de bentonita en
las varillas, evitando el desarrollo de la adherencia entre concreto y acero.
Espaciamiento de barra. El espaciamiento entre varillas debe ser tal que permita el libre
flujo del concreto entre éstas y las paredes de las zanja; para que el colado de los muros con
tubo tremie sea uniforme y sin obstrucciones, las varillas del refuerzo principal vertical y
horizontal se colocarán formando parrillas exteriores a manera de jaulas.
Protección contra corrosión. En las últimas décadas la protección contra corrosión de las
varillas de refuerzo ha cobrado singular importancia, especialmente en ambientes agresivos,
así que además de dotar a los muros con recubrimientos generosos, se deberán utilizar
varillas galvanizadas o con recubrimientos epóxicos, de acuerdo con las especificaciones de
la ASTM.
Las varillas de refuerzo son ensambladas en parrillas o jaulas para formar los armados de
los muros; es usual que el armado se realice en obra y no en taller debido a las grandes
dimensiones de los paneles; normalmente se requiere de grandes espacios abiertos para
ensamblar, almacenar y manejar los armados. La única manera práctica de realizar el
ensamblado de las varillas es horizontalmente, donde desde esa posición con las grúas los
armados son izados, suspendidos verticalmente y colocados en las zanjas Fig. 3.93.
158
Muros milán
Fig. 3.93, Empleó de balancín con 6 puntos de izaje para el manejo de los armados
Dependiendo del espesor del muro, solamente se requiere que el armado principal se ubique
en las caras exteriores de las jaulas, uniendo las parrillas con silletas y pasadores
diagonales.
a) Que las cajas queden en los extremos de los muros, donde el flujo del concreto sea
incapaz para desplazar al lodo bentonítico.
b) Que las cajas sean demasiado grandes y por lo tanto restrinjan el flujo del concreto y
al introducirlas se atoren contra la pared de la excavación.
c) Evitar que las cajas tengan el ancho de los muros, ya que pueden entrampar el lodo
en las orillas.
159
Manual de construcción geotécnica
Las cajas pueden colarse fácilmente si son robustas y están rígidamente unidos a la parrilla
y si éstas a su vez están en posición correcta desde que se introducen desde la superficie. La
falta de rigidez de las cajas o su mal aseguramiento en las parrillas, puede ocasionar que
sean desplazadas por la fuerza ascendente del concreto o por las irregularidades de la zanja
del panel.
Debido a que las parrillas son muy pesadas es muy difícil que el operador de la maquinaria
advierta los desplazamientos de las cajas, por lo que en su diseño se deberá permitir una
160
Muros milán
holgura suficiente que considere el ancho de la zanja y sus tolerancias de excavación y del
ancho del armado. La exactitud en su posición vertical y horizontal se logra si las parrillas
son manejadas y suspendidas de sus centros de gravedad. También debe asegurarse
firmemente el armado a los muros guías superficiales, para evitar la tendencia de las
parrillas a flotar durante el colado de los muros.
Izado. Al levantar los armados de acero suelen sufrir distorsiones y deformaciones por peso
propio. En el diseño de la jaula de acero de refuerzo es necesario decidir si las parrillas del
armado serán una jaula rígida o flexible; las jaulas rígidas se logran agregando varillas
soldadas para arriostrar; en muchos casos se prefieren las jaulas flexibles, debido a
economía y a que son menos susceptibles a sufrir deformaciones permanentes durante el
manejo. Para el izado de las jaulas se requiere de balancines y dos líneas de estrobos que
sujetan a las jaulas, de tal manera que se eviten deformaciones por pandeo, Fig. 3.93; una
vez que el armado se encuentra en posición vertical se colocan los centradores que permiten
que el armado deslice dentro de la zanja y también aseguran el recubrimiento mínimo, los
cuales se describen más adelante.
Uniones. La altura de las parrillas está determinada por: la altura libre en obra, la
capacidad del equipo disponible, la longitud y profundidad de los muros, las condiciones de
apoyo dada por el procedimiento constructivo; si se hace necesario recurrir al corte de las
parrillas, la unión de ellas deberá realizarse por medio de traslape, soldadura o de algún
dispositivo mecánico.
El procedimiento de unión de las parrillas empieza por levantar e introducir el primer tramo
dentro de la zanja, dejando un tramo libre fuera de ella soportado con barras transversales
horizontales apoyadas en los muros guía; se iza y se acopla el segundo tramo de acero de
refuerzo; para hacer la unión vertical de los dos tramos se recurre a alguna de las siguientes
uniones:
Los más utilizados son ruedas de concreto simple mal llamados “pollos”, fijados en ambos
lechos del armado para centrarlo horizontalmente dentro de la excavación Fig. 3.95. Esta
161
Manual de construcción geotécnica
técnica es adecuada si el rodillo de concreto tiene el ancho suficiente para deslizar sobre las
paredes de la zanja sin hundirse; si lo anterior no ocurre, como en el caso de las arcillas
blandas del Valle de México, es mejor el uso de tubos rectangulares de centrado apoyados en
los muros guías, Fig. 3.95. Las parrillas de refuerzo deben contar en su parte superior con
orejas o lazos de varilla que ayuden a la colocación de la parrilla en su correcta posición
vertical y a la vez para anclarla.
162
Muros milán
Los principios generales del postensado pueden ser aplicados a los muros milán.
Estructuralmente los muros milán son tratados como elementos de compresión que
prácticamente no soportan tensiones, bajo este criterio al existir sólo compresiones no hay
agrietamiento en el muro y por lo tanto puede ser tratado como un elemento elástico.
El acomodo típico de los cables de postensado dentro del muro se presenta en la Fig. 3.96, en
la figura se observa las trayectorias típicas en forma de U, además de las diagonales de
rigidez que son necesarias para evitar las deformaciones y distorsiones del armado. En la
parte superior del muro se cuela o prefabrica una trabe de concreto, que servirá de apoyo a
los gatos hidráulicos para realizar el postensado. Los cables de postensado se alojan en
tubos de acero perfectamente anclados o soldados al acero de refuerzo.
3.13.1 Generalidades
La herramienta para la introducción del concreto fresco en zanjas estabilizadas con lodo es
el tubo tremie, cuya correcta operación permite lograr muros de buena calidad y exentos de
contaminación, a condición de respetar las reglas elementales de esta técnica. El método de
vaciado del concreto consiste en empezar desde el fondo de la excavación, y gradualmente
levantarlo manteniendo siempre su punta de descarga dentro de la masa fresca ya colocada,
con esto se evita la segregación y la contaminación del concreto.
Es importante advertir que la sencillez aparente del tubo tremie y de su operación fomenta
el descuido en los detalles, los resultados son muros defectuosos que hasta que se realiza la
excavación del cajón se pueden visualmente comprobar. Para evitar esto a continuación se
describen los aspectos más simples que deben observarse con este ingenio constructivo.
163
Manual de construcción geotécnica
164
Muros milán
Los tramos de tubería se van desmontando a medida que avanza el colado y se extrae la
tubería, los acoplamientos deben ser rápidos y a prueba de fugas. El equipo deberá cumplir
los requisitos mínimos siguientes:
a) Los tramos de tubería deben ser relativamente cortos, máximos 3 m de longitud, con
uniones que les permita desconectarse fácilmente; si consiste de cuerdas, las de listón
con por lo menos dos entradas son las adecuadas; las empresas italianas
constructoras de muros milán adaptaron la unión con un cable dentro de una ranura
interna que trabaja por cortante, Fig. 3.98; esta última solución es ahora la manera
más frecuente de unir los tramos de tubo.
b) La tubería deberá ser de preferencia lisa en el exterior; en el caso de que los coples
sobresalgan debe evitarse que lo hagan en ángulo recto; deben tener acabado cónico
para evitar que puedan atorarse con el acero de refuerzo.
165
Manual de construcción geotécnica
e) El diámetro interior del tubo debe ser unas 6 veces el tamaño máximo del agregado
grueso.
f) El diámetro exterior en el cople debe dejar una distancia libre al acero de refuerzo de
al menos 4 veces el tamaño máximo del agregado grueso.
166
Muros milán
c) Usar dispositivos para centrar y estabilizar el tubo tremie en la zanja, Fig. 3.100.
d) Contar con una caja depósito de los tramos de tubo, Fig. 3.101.
167
Manual de construcción geotécnica
Fig. 3.100, Centrador y sujetador de tubo Fig. 3.101, Caja de depósitos de los segmentos
de tubo tremie
Colocación del tubo. El tubo tremie deberá estar completamente libre en su interior; será
bajado a través del lodo en el espacio central dejado en la parrilla del acero de refuerzo,
permitiendo que su punta descanse en el fondo de la excavación, después lo usual es
levantar el tubo unos 5 cm por arriba del fondo de la trinchera para que descargue el lodo,
pero esta maniobra se mejora cuando el tubo tiene ventanas inferiores como las de la Fig.
168
Muros milán
3.102 y que la punta del tubo quede por abajo del acero inferior como se ilustra en la misma
figura. Posteriormente se ensambla la tolva en la porción superior de la tubería y se coloca
la válvula de separación del concreto y el lodo.
Peso del tubo tremie. La salida del concreto del tubo genera una fuerza de reacción
contraria que tiende a inclinar el tubo, por ello los tubos deben ser pesados para
contrarrestar esa fuerza; se recomienda que su espesor mínimo sea de 6 mm y de
preferencia de 8 mm.
169
Manual de construcción geotécnica
La función del tapón separador, también conocida como diablo es evitar que el concreto se
contamine con el lodo; cuando el concreto entra a la tubería; el tapón desciende por el peso
de la masa fresca y llega al fondo, las ventanas inferiores de la Fig. 3.102 permiten que el
flujo de concreto sea suave. En este estado el tubo tremie es levantado levemente
permitiendo que el concreto empuje al tapón hacia fuera; una vez que esto ocurre el concreto
empieza a descargarse y rellenar el panel mientras la tubería permanece sumergida y llena
completamente; en la medida que el concreto va llenando la zanja el tubo se levanta
cuidando que la punta siempre esté sumergida entre 1 y 1.5 m. Este último requerimiento
deberá ser controlado vigilando la velocidad a la cual el concreto fresco puede ser
suministrado. Se han realizado pruebas con colorantes y se ha demostrado que el concreto
sale del tubo con una con una trayectoria centrífuga en vez de lo que siempre se ha
considerado que es un simple flujo vertical (LCPC, 1978).
Una vez que inicia la colocación, el proceso de verificación debe ser continuo del nivel de
concreto alrededor del tubo y en los extremos del panel. El tapón inicial es eventualmente
recuperado a causa de que flota. El concreto no deberá descender demasiado rápido en la
tubería ya que el desalojamiento de lodo fuera de la punta erosionará el fondo o desplazará
el acero de refuerzo.
La pendiente de la superficie del concreto colado varía de 1:3 a 1:12 y su fraguado inicial
entre 1 y 2 horas de terminado el colado.
Es importante explicar las consecuencias del exceso del movimiento oscilatorio que se aplica
para el vaciado del tubo, ya que funciona como un gran pistón que modifica la superficie del
concreto como se ilustra en la Fig. 3.104 y casi siempre entrampa indeseables pedazos de
arcilla que fácilmente se adhieren al armado de acero; para evitar este problema se debe
prohibir la oscilación o “chaqueteo”, lo cual se puede hacer con simplemente incrementar la
fluidez del concreto a lo que ahora se le conoce como el “concreto autocompactable”.
170
Muros milán
Mediciones de campo indican que la presión ejercida por el concreto fresco es hidrostática en
la porción superior del panel, específicamente hasta una profundidad de 5 m; a más de 10 m
la presión medida fue entre 0.6 y 0.80 veces la anterior, Schneebelli 1971.
Terminación del colado. El proceso de llenado de la zanja con concreto es de abajo hacia
arriba y por ello en la parte superior se encuentra la capa de contacto entre el lodo y
concreto, la cual en función del “chaqueteo” puede ser de unos centímetros a un par de
decímetros, le subyace el concreto no contaminado o sano. El concreto alterado debe rebosar
en la superficie y se debe retirar para deshacerse de la parte contaminada que pudiera
haberse formado. El acero debe estar dentro de concreto sano y aún así parte de él debe ser
demolido para la consecución de la construcción, Fig. 3.105. Un concreto bien colado deberá
171
Manual de construcción geotécnica
Fig. 3.104, Efectos de los movimientos ascendentes y descendentes del tubo tremie que entrampa lodo
en el concreto (LCPC, 1978)
γ
hV = hL 1 − L (ec. 3.27)
γc
donde
172
Muros milán
Aceptando que el concreto pesa aproximadamente el doble que el lodo, la expresión anterior
se puede simplificar a:
El supervisor deberá tener en cuenta que recesos en el colado mayores de 5 minutos suelen
generar problemas, Gerwick (1964).
El supervisor podrá aceptar aditivos retardantes y plastificantes que han demostrado ser
benéficos para mejorar la manejabilidad y prevenir la segregación. El uso de aditivos
permite un mayor espaciamiento de los tubos debido a la mayor fluidez y a las pendientes de
la frontera del concreto más tendidas. Puede también agregar pasta de cemento para el
revenimiento. En el Capítulo 3.14 se entra en detalles sobre estos aspectos.
173
Manual de construcción geotécnica
esencial que el tapón o diablo sea colocado en la parte superior de la tubería antes del inicio
del colado.
Pérdida de inmersión del tubo. En este caso el concreto se sale y el lodo ocupa la parte
interior del tubo; si se continúa el vaciado del concreto éste se estará lavando. Esta falla
siempre deberá evitarse porque el proceso reinmersión siempre forma segregación de
lechada. Aunque indeseable, la reinmersión se hace colocando una nueva válvula de pelota.
La tubería se alza hasta quedar libre del concreto, se empuja hacia abajo la válvula por
medio del concreto hasta llegar casi al fondo, se coloca la punta dentro del concreto fresco y
se continúa con el colado. Se debe tener cuidado de no empujar la válvula demasiado rápido
con la carga de concreto ya que esto forzará al lodo a trabajar como un chorro hacia fuera el
cual lavaría el concreto fresco.
Defectos por colocación incompleta. El defecto más usual de los paneles son las zonas
de concreto contaminado o segregado, lodo bentonítico atrapado, cavidades que aparecen en
los extremos del panel no alcanzados por el concreto y juntas frías, Figs. 3.106 y 3.107. Los
dos primeros tipos de defectos resultan de la interrupción durante el colado y remoción
prematura del tubo tremie parcial o completamente debajo de la interfaces concreto–
bentonita. El lodo atrapado es causado por el impedimento al flujo del concreto a causa de
un espaciamiento reducido de la barra de refuerzo, y a un concreto de baja trabajabilidad,
que son incapaces de desplazar al lodo bentonítico.
El lodo y fango atrapado aparece como una mezcla de suelo, bentonita y concreto en
proporciones variables, estos defectos son inaceptables estructuralmente y cuando ocurran
deberán ser removidos y reemplazados con selladores, o mejor aún con nuevos colados si es
posible.
Inicio del vaciado de concreto. En los casos en que el flujo de concreto se inicia con
violencia, los tubos se llegan a levantar más de 10 cm y al carecer de las ventanas inferiores,
se queda entrampada una mezcla de suelo y cemento en la base, que hasta puede dejar
descubierto el acero en su parte inferior, Fig. 3.108. Es interesante aclarar que este error es
el origen causa de falla de muchas pilas de cimentación.
174
Muros milán
El vaciado del concreto con bomba en general debe cumplir en esencia con las mismas
condiciones que se aplican para el tremie, la tubería también debe ser pesada para evitar
que los impulsos de la bomba la desplacen y eventualmente la saquen de la masa del
175
Manual de construcción geotécnica
concreto; esto implica que pretender colocar una manguera en el extremo inferior de la
tubería de colado es un grave error porque mezcla el concreto con el lodo. Por supuesto que
en el tramo entre la bomba y el tubo debe haber una manguera que facilite la maniobra.
Otro cuidado peculiar al colado con bomba es que se requiere una válvula para el drenado
del aire que entrampa la bomba, en la Fig. 3.109 muestra la posición de esa válvula que se
deberá operar varias veces durante la operación de colado.
176
Muros milán
El concreto que se requiere para la construcción de muros milán tiene varias diferencias
fundamentales con el concreto convencional empleado para la superestructura, sus
características deben ser las siguientes:
a) Fluidez para ser capaz de descender a lo largo del tubo tremie o de la bomba de
colado sin que se formen discontinuidades.
b) Compacidad suficiente para alcanzar su resistencia de diseño aún sin el vibrado del
concreto usual porque es imposible aplicarlo en el muro milán.
c) Resistente a las condiciones químicas del entorno, por ejemplo a la salinidad del agua
del subsuelo, así como a los materiales orgánicos.
d) Sangrado mínimo para evitar zonas débiles en la parte superior de los muros.
177
Manual de construcción geotécnica
En el caso de los muros con piezas prefabricadas los comentarios anteriores pierden
importancia porque los concretos se preparan en la superficie.
Fig. 3.109, Trampa para aire necesaria para colados con bomba (LCPC, 1978)
Cemento. El cemento debe ser resistente a los ataques químicos del entorno, a los ácidos
orgánicos que puede haber en el subsuelo y la salinidad del agua; los cementos puzolánicos
pueden ser los más adecuados para estas condiciones.
Agregados. Los agregados deben tener una curva granulométrica continua y la forma de
las partículas de preferencia debe ser redondeada porque facilita la operación de colado con
el tubo tremie. En el caso de que sólo se disponga de materiales triturados puede ser
conveniente incrementar el porcentaje de arena y por supuesto de cemento. El tamaño
máximo de la grava que se utilice debe ser 1/20 del diámetro del tubo tremie para evitar que
se desarrolle el fenómeno de arqueo, que puede imposibilitar el descenso del concreto.
Agua. Su calidad debe satisfacer los requisitos más estrictos para ser aceptada.
Mezclas de prueba. Es recomendable ensayar una mezcla previa, haciéndola pasar por el
tubo tremie, antes de introducir el concreto a un muro excavado; esta simple precaución ha
eliminado cometer costosos errores. Para orientar estas pruebas se puede empezar por
ensayar mezclas con 400 kg de cemento por metro cúbico con relación agua cemento A/C =
45. El revenimiento de la mezcla debe ser de 18 a 22 cm.
178
Muros milán
Cenizas volantes. Este polvo (fly ash) de gran capacidad puzolánica aumenta la fluidez del
concreto y simultáneamente reduce la permeabilidad.
Agua adicional. Es frecuente que los concretos prefabricados arriben al sitio de la obra con
un tiempo excesivo y por ello incluso con cierto fraguado inicial y erróneamente se corrijan
agregando agua; ésta es una práctica inadmisible, aunque se le agregue cemento adicional.
Estos concretos hasta recientemente sólo eran mezclados en planta, ahora los aditivos están
disponibles en el mercado y son congruentes con la adición de cenizas volantes (fly ash),
silicatos activos (silica fume) y aditivos inclusores de aire.
El costo de estos concretos autocompactables resulta mayor que los convencionales, pero los
proveedores afirman que por sus virtudes es admisible este sobre costo; entre ellas
mencionan:
179
Manual de construcción geotécnica
La penetración de agua del subsuelo a un cajón través de un muro milán ocurre por tres
vías:
a) La principal es por las juntas mal selladas en las que el gasto puede ser tan vasto
que afecte la funcionalidad de la estructura y se haga necesario mantener un sistema
de bombeo constante para eliminar el agua.
b) Los eventuales huecos que queden en la masa de concreto porque esté contaminado
con detritus de la excavación y se transformen en ductos por los que pasa el agua.
Una vez que uno o varios módulos de un muro resultan con permeabilidad inaceptable se
suscita la necesidad de detener el flujo de agua, la urgencia con frecuencia conduce al
empleo de selladores químicos que de inmediato la eliminan, sin embargo, en unas pocas
horas o a lo más en unos días se reanuda nuevamente la filtración. Sin duda que los
selladores externos pueden emplearse, pero se debe admitir que es una solución temporal y
poco confiable; a continuación se describe la manera de enfrentar los tres casos mencionados
de manera racional.
180
Muros milán
PVC generan problemas y son de muy poca utilidad”, sin reconocer que cuando quedan mal
colocadas pierden su funcionalidad. Este error se cometió en un gran número de los muros
del metro de la ciudad de México y por ello al paso de los años han abatido el nivel freático
de su vecindad. Afortunadamente algunos de los constructores han evitado caer en este
error.
181
Manual de construcción geotécnica
Cuando se utilice una junta que carece de la ranura para instalar la banda de PVC o que
pesar de ella se tenga flujo de agua se puede enfrentar temporalmente con los selladores
externos de endurecimiento casi instantáneo, pero lo más recomendable es recurrir a
inyecciones en la parte posterior del muro, en donde está en contacto con el suelo. Esta
inyección puede ser considerada desde un inicio como parte del proceso de construcción o
bien como una acción emergente; para la primera se pude emplear una mezcla cemento
bentonita y para la segunda los poliuretanos. Otra técnica para impermeabilizar los muros
es aplicar bandas de materiales expandibles.
Una vez que se realiza la excavación del suelo dentro del recinto y se identifican las juntas
en las que fluye el agua se procede a inyectarlas, el flujo horizontal de agua favorece la
penetración de la mezcla de inyección en la junta. La viscosidad de la mezcla se elige en
función de la dimensión de la abertura que se está sellando, a esa mezcla se le puede
agregar aditivos aceleradores y hasta los selladores de corto tiempo de fraguado; el empleo
de la bentonita es para lograr un sello flexible que se acomode a los pequeños movimientos
que pueden ocurrir entre dos muros contiguos en la etapa de construcción.
El diámetro de los tubos de inyección podrá ser de 1 a 2 pulgadas, en función del diámetro
del inyector con el que cuente el constructor, incluso pueden ser tubos de manguitos para
tener un control puntual del sitio de inyección. Es recomendable que en la vida útil de la
estructura se pueda tener acceso a los tubos que fueron más difíciles de sellar, porque
eventualmente se podría reanudar el flujo.
Inyecciones de poliuretano. Esta alternativa ha tenido mucho éxito en los últimos años,
la única limitación es su costo elevado, por ello sólo se le puede utilizar como solución
emergente. El poliuretano se aplica inyectándolo en pequeñas perforaciones que atraviesan
el muro en las partes donde fluye el agua. Los poliuretanos se suministran con distintas
dosificaciones que les permite ser desde rígidos a flexibles
Bandas de material expandible. Son bandas o tiras de una pasta de hule butil no
vulcanizado mezclado con bentonita de alta plasticidad que pueden expander hasta cinco
veces su volumen; sus dimensiones pueden ser de unos 3 cm de ancho por 2 cm de alto en
rollos de longitud de hasta 30 m; uno de los lados de la banda lleva una cinta adhesiva. Para
el caso de muros milán la banda se suele adherir al concreto del muro previamente
fabricado con ayuda de una barra temporal de colocación de la tira.
El flujo de agua a través de un muro milán es un fenómeno que satisface la ecuación básica
de Darcy; en cuanto a la permeabilidad media del concreto carente de aditivos especiales
182
Muros milán
tiene un valor de k = 10-6 cm/seg, el volumen de agua que puede pasar se ilustra en el
siguiente ejemplo:
Entonces:
Q = ki A (ec. 3.28)
183
Manual de construcción geotécnica
donde
Q = 155 lt/día
Este número aparenta ser excesivo; sin embargo, en el cajón del ejemplo lo único que puede
generar es un ambiento húmedo, tan solo un remojo en la paredes de 0.07 mm de espesor de
agua.
Es interesante mencionar que los aditivos integrales más efectivos para impermeabilizar la
masa de concreto, difícilmente la reducen en un 10%. Lo cual también se puede lograr
incrementando el contenido de cemento.
La construcción de muros milán en sitios en que aún los pequeños flujos de agua
contaminada deben eliminarse o al menos reducirse drásticamente como son los casos de: (a)
cisternas de agua potable en las que el agua deba permanecer protegida; (b) cuando el muro
confina rellenos de desechos industriales y se trata de evitar que los lixiviados atraviesen el
muro, sobre todo cuando esos rellenos son radioactivos. Estos casos han dado paso al empleo
de membranas de polietileno de alta densidad que se instalan como parte del muro milán.
3.16.1 Generalidades
184
Muros milán
donde
FN fricción negativa
Cuu cohesión media de la arcilla en prueba triaxial rápida
α coeficiente de adherencia entre el muro milán y arcilla
Al área lateral del muro
Para ilustrar esta expresión considérese un caso típico de la ciudad de México donde: cuu = 5
t/m2, α = 0.70 y Al = 75 m2. Con estos parámetros resulta una fricción negativa de FN =
262.5 ton. Este valor resulta tan alto que como se dijo antes, siempre será conveniente
tratar de reducir esta fuerza indeseable; para ello se tiene que entrar en un campo
experimental peculiar para la ciudad de México.
185
Manual de construcción geotécnica
Ensayes de corte directo. El aparato utilizado en las pruebas de corte directo se presenta
en la Fig. 3.114, consiste de dos anillos de bronce, el inferior permanece fijo durante la
prueba y el superior desliza y efectúa el corte; para medir el cortante en la interfaz se
realizaron los siguientes ensayes: (a) entre la arcilla y el concreto para distintos valores del
esfuerzo de confinamiento; (b) se evalúo también la reducción del cortante que se puede
alcanzar con distintos tipos de membrana separadora y (c) para comparación se midió el
cortante cuando la interfaz es arcilla y también cuando ambos lados son de concreto
(Cuanalo, 1993).
186
Muros milán
Se realizaron 5 series de ensayes, cada una estuvo integrado por tres pruebas con presiones
verticales de 0.5, 1.0 y 1.5 kg/cm2. La primera se llevó a cabo en arcilla inalterada para
conocer su resistencia al corte, ensaye A/A; la segunda, tercera y cuarta series fueron
pruebas de interfaz A/C con diversos recubrimientos sobre el concreto. La última serie fue
de concreto con concreto, C/C, para tener una idea de la fricción que se desarrolla en este
material. En la Fig. 3.115 se presenta un esquema de los materiales utilizados en estos
ensayes.
187
Manual de construcción geotécnica
Resultados de laboratorio. Los valores del esfuerzo cortante obtenido se graficaron con
los correspondiente de la presión vertical aplicada y se obtuvieron las envolventes de falla
presentadas en la Fig. 3.116.
188
Muros milán
Finalmente se puede concluir que para reducir al máximo la adherencia entre arcilla y
concreto, se recomienda colocar una membrana entre estos materiales, integrada por dos
plásticos con una capa de grasa intermedia a través de la cual pueda verificarse el
deslizamiento. En este caso el coeficiente de adherencia es casi independiente de la presión
normal, Fig.3.117.
189
Manual de construcción geotécnica
proyecto que permita el uso y verificación práctica de estas membranas. Esta técnica se
emplea en Europa en las barreras contra la contaminación del subsuelo y emplean
membranas de polietileno de alta densidad HDPE de hasta 3 mm de espesor e incluso han
desarrollado máquinas de sellado térmico que penetran dentro de la zanja estabilizada con
lodo y adhieren verticalmente las membranas.
Este ingenio que permite inducir una superficie precortada en la masa de suelo fue
desarrollado para separar los comportamientos de la Catedral y la Línea 2 del Metro, en ese
caso se logró que la parte norte de la Catedral pudiera descender mientras que el cajón del
Metro permaneció en su posición.
La colocación consiste en una línea de perforaciones verticales en las que se instala un tubo
de manguitos, la profundidad es igual a la fisura que se intente producir, el número de tubos
y su separación van en función de la longitud de la fisura que se requiera inducir y de la
resistencia al corte de las arcillas; los orificios del tubo van en cada metro. El análisis de
esfuerzos del sitio permite precisar la presión a la que se debe inyectar el agua y la
frecuencia de la velocidad de asentamiento regional que exhiba el sitio.
190
Muros milán
3.17.1 Alcance
191
Manual de construcción geotécnica
En la construcción de muros milán se debe contar todos los aparatos y dispositivos para
medir y comprobar que se está realizando el trabajo correctamente, entre los cuales nunca
deberán faltar los siguientes:
Dispositivos para control de lodos. Báscula Baroid, cono Marsh, cronómetro, cinta para
medir PH, tubos de ensaye para verificar el contenido de arena.
3.17.4 Inclinómetros
El tubo testigo es de aluminio y sus medidas satisfacen un estándar para facilitar que se
puedan emplear celdas sensoras de los distintos fabricantes, las cuales las diseñan y
construyen para distintas precisiones, congruentes con la magnitud de las deformaciones
que se esperan ocurran.
La confianza que se puede tener en las mediciones que se hacen con las inclinómetros se
define mediante dos parámetros:
a) La sensitividad del aparato, que se puede definir como la medición más pequeña que
pueden hacer.
192
Muros milán
193
Manual de construcción geotécnica
Sensitividad
Marca Modelo Precisión total (1)
Como relación y en minutos de arco
Geokon 6000 ± 0.005 mm en 500 mm 0.034´ ± 4.7 mm en 20 m
Sinco Digitilt ± 0.02 mm en 500 mm 0.137´ ± 7.2 mm en 20 m
Metronic ------ ------ 0.84´ (2) No declarada (3)
Sinco 200 B (4) 1/10-3 3.44´ ± 16 mm en 20 m
(1) Los fabricantes de las marcas Geokon y Sinco la definen para 100 pies
(2) Valor estimado de las mediciones proporcionadas y comprobada verbalmente con el
fabricante del aparato. En el informe se afirma que es de 1´
(3) Verbalmente el fabricante del aparato informó que es de ± 44 mm en 20 m
(4) Este aparato ha caído en desuso por su baja precisión
Los dos primeros inclinómetros, el Geokon y el Sinco Digitilt, son los aparatos de mayor
precisión que se construyen actualmente; los sensores electrónicos que tienen en su interior
son dos acelerómetros muy estables. El inclinómetro Metronic es de fabricación nacional,
cuya precisión en los 20 m de profundidad de una posición muy optimista podría ser de ± 22
mm. El Sinco 200 B tiene dos potenciómetros. Los valores consignados en la Tabla 3.24
demuestran que el inclinómetro Metronic es sensible, pero el de menor precisión.
Es muy importante aclarar que las precisiones que afirman los fabricantes la alcanzan en
condiciones óptimas de operación, que casi siempre incluyen ausencia de polvo, temperatura
estable, humedad controlada y operadores expertos en el manejo del aparato; estas
condiciones casi nunca se pueden lograr en el campo.
Instalación de la tubería. La tubería del inclinómetro se fija al acero del refuerzo para
que quede confinada por el concreto del muro; es una maniobra simple pero debe cuidarse de
la hermeticidad de la tubería para evitar que penetre lechada que ocupe parte del tubo o de
las ranuras y por ello haga incierto o impida el paso de la celda sensora.
194
Muros milán
Estos aparatos se instalan después de excavado el suelo de la parte interior del muro, así
que sólo pueden medir la pérdida de verticalidad posterior a la excavación; sin embargo, su
gran precisión las hace necesarias en algunos casos, ya que pueden medir 0.1 mm en la
altura total del muro.
El deslome mínimo que detecta uno de estos aparatos es de 0.1 mm en los 20 m del ejemplo.
Esta tradicional técnica de la Topografía sigue siendo la de mayor confianza para advertir
los desplazamientos horizontales de la corona de un muro milán; los puntos que se miden
suelen estar a cada metro de muro.
El edificio tiene una altura de casi 100 m, con 25 niveles, y una geometría en planta de 18.4
x 18.4 m, con una relación de esbeltez de alrededor de 5. Está estructurado con sólo nueve
columnas, con descargas del orden de 3,000 t cada una, Fig. 3.121.
Prof. Número de γ su
Descripción
m golpes SPT t/m3 t/m2
Arcilla arenosa de consistencia media (CL)
0 a 1.8 15 1.8 -
Arcilla arenosa de consistencia muy firme (CL)
1.8 a 7 > 50 1.9 89
Arena arcillosa de compacidad media (SC)
7 a15 15 - 48
Arcilla arenosa de consistencia dura (CL)
15 a 25 > 50 1.9 -
195
Manual de construcción geotécnica
El diseño geotécnico del muro milán contempló desarrollar la capacidad de carga por fricción
y por punta, por lo que los lodos que se utilizaron para la excavación fueron elaborados con
polímeros sintéticos.
La junta entre paneles primarios y secundarios se logró mediante una figura de forma
trapezoidal. En los cruces ente cada eje se construyeron los paneles primarios, formando
figuras en forma de “L”, “T” o “+”, excavadas en dos posiciones de la herramienta; los
paneles secundarios fueron rectos, cubriendo la porción restante entre los paneles
primarios.
196
Muros milán
columnas
muro sótano
contratrabes
muro milán
197
Manual de construcción geotécnica
La autopista Teapa – Cosoleacaque es una autopista de peaje de cuatro carriles que cruza
las zonas de inundación típicas de la planicie del Golfo de México, su desarrollo es casi recto
por lo que el tránsito se desarrolla a altas velocidades. Su tránsito es principalmente de
camiones de carga que dan su servicio a la zona industrial de Minatitlán y Coatzacoalcos.
• Completar la segunda etapa con la construcción muros milán y losa tapa en la vía
contraria.
• Construcción de los aleros por medio de pilotes colados en el lugar y paneles de concreto
colado en el lugar o lanzado dependiendo de su altura; los paneles se anclarían al
terraplén con anclas de tensión.
Resistencia de punta en
Prof. γ
Descripción cono eléctrico, qc
m t/m3
kg/cm2
0–3 Rellenos de arenas finas 1.7 10 – 20
3 > 20 Arenas finas 1.7 10
qc resistencia de punta en cono eléctrico
198
Muros milán
199
Manual de construcción geotécnica
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202
4 Tablestacas
Walter I. Paniagua Zavala
José A. Segovia Pacheco
4.1 Introducción
En condiciones de suelo blando o suelto, cuando no es posible realizar una excavación con
taludes verticales, debido a la presencia de edificios o instalaciones colindantes, una de las
soluciones es utilizar tablestacas hincadas antes del proceso de excavación; del mismo modo
las tablestacas han sido utilizadas para corregir o dar alineamiento a riveras o puertos, para
conformar apoyos de puentes o para dar estabilidad a taludes.
Las tablestacas pueden ser de madera, concreto, acero, o coladas en el lugar. Cada opción
tendrá sus ventajas y limitaciones, de acuerdo con el problema específico a resolver. Para
seleccionar el tipo de tablestaca es necesario tomar en cuenta diversos factores:
Las condiciones topográficas ayudan a definir el alineamiento, así como las probables
obstrucciones que tengan que salvar durante su desarrollo.
En la Fig. 4.1 se muestra una tablestaca hecha en 1588 con pilotes de madera
machihembrados, para formar una ataguía, dentro de la cual se extrajo el agua y se
colocaron cimientos firmes para construir los pilares de un puente (Derry & Williams, 1960).
En este tipo de obras se utilizaban martillos para hinca de pilotes como el mostrado en la
Fig. 4.2, que funcionaban por medio de una rueda impulsada por una corriente de agua.
203
Manual de Construcción Geotécnica
Fig 4.1, Tablestaca de 1588. Ramelli, Le diverse et Fig 4.2, Máquina medieval para hincar pilotes,
artificiose machine Chellis (1951)
El uso de tablestacas de acero data desde 1822, cuando se presentó una patente inglesa de
tablestaca metálica. Posteriormente, la introducción del acero a un nivel comercial, trajo
nuevo ímpetu al uso de esta técnica, mejorándose las conexiones entre las piezas y la
resistencia del acero utilizado.
Con la introducción del concreto reforzado, se extendió el uso de las tablestacas de madera
hacia este material, conservándose varios detalles en cuanto a geometría y procedimiento
constructivo. Se conoce el uso de las tablestacas de concreto, cuando menos, desde 1914
(Jacoby & Davis, 1941).
204
Tablestacas
Las tablestacas de madera se han utilizado ampliamente para trabajos de ataguías, siendo
reemplazadas gradualmente por tablestacas de acero, concreto u otras variantes. Sin
embargo, cuando se tiene la facilidad de obtener madera, cuentan con algunas ventajas
técnicas y económicas.
La tablestaca de madera tiene la ventaja de que forma una barrera impermeable, ya que la
madera se hincha al contacto con el agua del suelo, impidiendo filtraciones dentro de la
excavación; este tipo de tablestaca es muy flexible, por lo que generalmente se requieren
más niveles de apuntalamiento que con otras opciones. Esta solución debe utilizarse
solamente en suelos blandos, sin dificultades de hincado (Zeevaert, 1982); en algunos casos,
es necesario realizar perforaciones previas.
Existen diversos tipos de tablestacas de madera, formadas por uno a cuatro tablones de
madera, aunque la más utilizada es la Wakefield, con patentes de 1887 y 1891, que consiste
en tres tablones con espesores de 2”, 3” o 4”, de 30 cm de ancho, formando un
machihembrado, Figs. 4.4 y 4.5.
Fig. 4.4, Construcción de tablestacas de madera Fig. 4.5, Tablestacado Wakefield, Jacoby &
Wakefield, Zeevaert (1982) Davis (1941)
La madera que se utiliza es de 2ª o 3ª, sin contener nudos flojos, estrellamientos o rajaduras;
se requiere que los tablones se cepillen ligeramente, dejándolos sin aristas (CNIC, 1987).
En la Fig. 4.5 se observa como se pueden fabricar los cambios de dirección, ajustando las
tres piezas de madera; nótese el corte a 45° en la parte inferior, para ayudar a cerrar la
distancia entre las piezas durante el hincado. En esta zona se coloca una lámina de acero
calibre 18, para proteger la punta.
La unión de las piezas se realiza en bancos especiales, prensando las piezas, para
posteriormente taladrarlas y fijarlas con tornillos de ½” o 5/8”, que se colocan en arreglo
205
Manual de Construcción Geotécnica
En una obra con perímetro cerrado, se fabrican piezas de ajuste, que generalmente son más
angostas que el resto, pudiendo ser doble macho o doble hembra.
Antes del hincado, es conveniente que las piezas se sumerjan en agua, cuando menos 12
horas, para lograr un mejor prensado con la tornillería, además de que no tener cambios
volumétricos al contacto con el agua del suelo.
Para guiar las tablestacas dentro del suelo es recomendable excavar una zanja que contenga
viguetas de acero, como se muestra en la Fig. 4.7. Es importante verificar que la cabeza de
los tornillos se encuentre sumida bajo la superficie de la tablestaca, para evitar que se atore
en las viguetas guía.
Para el hincado de la tablestaca, se sugiere utilizar martillos de caída libre o con una
energía baja, para no romper las tablestacas. Se recomienda iniciar el hincado en una
esquina, dentro de una perforación previa, para minimizar el desplome de la misma.
Las tablestacas de concreto reforzado son similares a las de madera, de sección cuadrada o
rectangular, que se hincan una seguida de la otra, para formar un muro continuo, que puede
construir parte de la estructura definitiva. Para mantener las tablestacas alineadas, se
206
Tablestacas
requiere una llave de cortante en la unión, que generalmente se logra con la figura de un
machihembrado entre las piezas.
Los puntos para izaje y apoyo durante el acopio de tablestacas son similares a los de los
pilotes de concreto (Paniagua, 2000), colocándose a 0.2L desde las orillas, siendo L la
longitud de la tablestaca.
207
Manual de Construcción Geotécnica
• Se excava una zanja de 1.2 m de ancho y 1.4 m de profundidad, para alojar la estructura
de los brocales formada con vigas metálicas y madera, que servirán como guía en el
hincado de los primeros metros, ayudando a lograr una mejor verticalidad y
posicionamiento de las tablestacas. En algunos casos, es preferible construir un brocal de
concreto, que tiene el mismo propósito, Fig. 4.10.
• Se coloca la primera pieza en una esquina, con geometría casi cuadrada, como se
muestra en la Fig. 4.11 y sin bisel en la punta; se sugiere que se hinque a través de una
perforación previa, con extracción parcial de material.
El hincado de las piezas pude lograrse con martillos de caída libre, diesel de acción sencilla
u otros (Paniagua, 2000) y debe cuidarse la protección en la cabeza de la tablestaca,
utilizando los casquetes adecuados, Fig. 4.14.
Es conveniente utilizar guías fijas para el hincado de tablestacas, para lograr una mayor
calidad en el posicionamiento de la pieza; dado que el ancho típico de las tablestacas es de
70 cm, generalmente se utilizan guías en las cuales el martillo de hincado se coloca al
frente, Fig. 4.14, para que no existan obstrucciones entre la guía y la tablestaca.
208
Tablestacas
Fig. 4.11, Tablestaca de Fig. 4.12, Secuencia de hincado de tablestacas, Avelar (1994)
esquina. CNIC (1987)
209
Manual de Construcción Geotécnica
Por este motivo, es necesario fabricar piezas especiales, para ajustar el tablestacado,
especialmente si se está formando un circuito cerrado en el perímetro de la obra. Estas
piezas pueden ser fabricadas con cualquier combinación de machihembrado: doble hembra,
doble macho o hembra y macho.
210
Tablestacas
211
Manual de Construcción Geotécnica
4.4.1 Generalidades
Las tablestacas de acero son las más usadas mundialmente debido a su inherente
resistencia, peso ligero y durabilidad. Consisten fundamentalmente de paneles
interconectados por perfiles estructurales laminados en caliente o rolados en frío y que
cumplen principalmente con los requerimientos de las especificaciones de la ASTM
(American Society for testing and Materials), por la BS, (British Standards y por la EN
(Eurocode). Actualmente se producen en una variedad de perfiles típicos cuyo uso depende
de las solicitaciones y deformabilidad a que vayan a ser sujetos; aunado a lo anterior los
requerimientos de durabilidad serán preponderantes en la definición del espesor o calibre de
la sección.
Los fabricantes de acero tienen tres tipos de perfiles de catálogo, cuyo uso depende de la
aplicación constructiva y de los requerimientos estructurales y de deformación.
Esencialmente cada uno responde a las propiedades geométricas de su sección; en la Tabla
4.4.1 se presentan las características de cada uno.
Cada uno de los perfiles, de acuerdo con los fabricantes puede ser producido con las
características del acero necesarias para soportar los efectos de deterioro por corrosión. Los
fabricantes proporcionan catálogos con las propiedades geométricas necesarias para el
diseño. La selección del tipo de perfil dependerá de las condiciones geométricas del proyecto,
212
Tablestacas
Las tablestacas pueden ser hincadas por impacto o por medio de martillos vibratorios; la
selección del tipo de hincado dependerá del tipo de suelo y del perfil seleccionado, teniendo
en cuenta que a mayor superficie expuesta de la tablestaca mayor será la fuerza de hincado
requerida.
Martillos diesel. Los martillos diesel pueden ser de simple o doble acción; se emplean
tanto en suelos cohesivos como en suelos friccionantes. La relación del peso del martillo al
peso de la tablestaca incluyendo la cabeza golpeadora tendrá una relación de 1:2 hasta 1.5:1.
Una rechazo durante el hincado de 25 mm en 10 golpes se considera como el límite de golpeo
de acuerdo a los fabricantes; es admisible una penetración de 1 mm por golpe, si está ocurre
durante un período corto de tiempo.
Martillos de caída. En estos se pueden agrupar los de caída libre, los activados con vapor y
los martillos hidráulicos. Sus principales ventajeas las grandes masas de golpeo con grandes
alturas de caída, por lo que se obtienen altas energías potenciales del 75 al 89% de la
teórica.
Fig. 4.16, Martillo de vapor Fig. 4.17, Martillo hidráulico doble acción
213
Manual de Construcción Geotécnica
La siguiente ecuación puede ser utilizada para estimar el peso del martillo vibratorio:
t + 2G
F = 15 ( KN ) (ec. 4.1)
100
donde
F fuerza centrifuga
t profundidad de hincado
G masa de la tablestaca, en kg
El éxito en el hincado se inicia con la primera tablestaca, que debe estar perfectamente
alineada en ambos planos, además se debe permitir una altura suficiente para lograr una
interconexión adecuada entre tablestacas. Normalmente los perfiles Z y U se hincan en
pares, incluso en los perfiles U se acostumbra hincar 3 de ellos, optimizando el tiempo de
hincado.
214
Tablestacas
Hincado por secciones. Se utiliza este método para lograr un perfecto alineamiento
vertical y horizontal. Las tablestacas se hincan con una guía o escantillón. Se selecciona una
longitud de sección, colocando el primer par de
tablestacas hasta un tercio de su profundidad
de hincado, se colocan los demás pares que
completan la sección; se hinca el último par
hasta un tercio de la profundidad de diseño,
procediendo posteriormente a hincar las
intermedias. El proceso continua hasta colocar
las tablestacas a la misma profundidad.
215
Manual de Construcción Geotécnica
Los perfiles planos son ideales para conformar secciones cerradas en las que se determine
que no existen esfuerzos de flexión que soliciten a la tablestaca, los casos típicos son las
estructuras celulares o cofferdams.
Las posibilidades geométricas son casi infinitas y las soluciones proporcionadas por los
fabricantes permiten adoptar casi cualquier forma. En muelles, diques secos o islas
artificiales, o donde se busque una barrera impermeable. Los arreglos geométricos para
obtener la estabilidad dependerán del peso y resistencia al esfuerzo cortante del relleno. En
la Fig. 4.23 se presentan los tres tipos se utilizan:
216
Tablestacas
217
Manual de Construcción Geotécnica
4.4.7 Corrosión
Dependiendo de la agresividad del suelo y agua donde se hinque la tablestaca metálica será
la protección que se deberá aplicar. Adicionalmente a la protección inicial se deberán
considerar programas de mantenimiento que ayuden a mantener en buen estado al acero de
las tablestacas. Cuando las tablestacas están expuestas a la atmósfera y en presencia de
agua se origina un proceso electroquímico que genera la corrosión del acero. Las tablestacas
que normalmente se encuentran sumergidas, no manifiestan este proceso.
Las formas de protección se inician con una limpieza adecuada de la tablestaca con arena;
posteriormente se aplica una pintura epóxica cuya base sea el zinc o silicatos de zinc. El
galvanizado del perfil es otra forma efectiva de protección, su costo lo aleja de las
aplicaciones generales. Un estudio detallado de la agresividad de los materiales conducirá a
la selección de la protección adecuada; considerar para propósitos prácticos el doble del
espesor del perfil es una buena práctica para conservar la estructura.
Los pilotes metálicos generalmente son vigas de acero “I” o “H”, aunque también pueden
utilizarse otros perfiles combinados, Fig. 4.25. El proceso constructivo es el siguiente:
Fig. 4.25, Diversos tipos de pilotes para muro Berlín (a) con viga I o H; (b) sección en canal; (c) con
tubo de acero, Xanthakos (1994)
218
Tablestacas
a) Hincado de vigas de acero, desde el nivel del suelo, hasta entre 1.2 y 1.3 veces la
profundidad de la excavación; se colocan con los patines paralelos a los costados de la
excavación, como se muestra en la Fig. 4.26. Las vigas se hincan a una distancia que
varía entre 1 y 3 m, en planta, a lo largo de la excavación. Las dimensiones típicas
para vigas varían entre 6” y 12” de peralte.
Dependiendo de las condiciones del suelo, el hincado puede realizarse con un martillo
de caída libre o con martillos diesel de acción sencilla. Cuando se desea evitar
vibraciones durante el hincado, o se encuentren estratos de suelo duros, es posible
instalar las vigas dentro de perforaciones previas, colocando concreto en el fondo para
fijarlas; de ésta última variante surge el nombre de muro Berlín.
b) Excavación del suelo, hasta el primer nivel de puntales; al quitar el suelo cercano a
las vigas, se introduce madera, usualmente de 50 a 100 mm de espesor, y se acuña
contra el suelo que está fuera del corte, Figs. 4.26. En algunas ocasiones, es posible
utilizar tabletas de concreto precoladas, que se colocan en lugar de la madera, pero es
necesario mantener un control muy estricto en el hincado de las viguetas.
219
Manual de Construcción Geotécnica
Si se excava bajo el nivel freático, es importante dejar huecos o ranuras entre las
tablas para crear drenaje, evitando la formación de presión de agua detrás de la
madera. Cuando el agua que fluye hacia la excavación ocasiona erosión o arrastre de
partículas de suelo, se pueden colocar taludes temporales de suelo al pie del muro,
para alargar el camino de filtración y ubicar una canalización al pie del talud.
Fig. 4.27, Secuencia de construcción para muro Berlín: (a) Hincado de vigas metálicas; (b) primera
etapa de excavación e instalación de madera; (c) colocación de vigas madrinas y puntales 1ª etapa (d)
segunda etapa de excavación e instalación de madera; (e) colocación de vigas madrinas y puntales 2ª
etapa; (f) repetición del proceso hasta el final de la excavación (Koerner , 1985)
220
Tablestacas
En el caso del muro Berlín, la totalidad del empuje del suelo es soportada por las vigas, que
tienen mayor rigidez que la madera. La redistribución del empuje constituye un arqueo del
suelo, y está relacionada con el procedimiento constructivo: dado que se genera una pequeña
deformación para que el suelo haga contacto con la madera, se desarrolla el arqueo en los
extremos, donde se encuentra la viga de acero.
Una variante de este método es el muro París (Corbett, 1987), que es similar al Berlín, pero
en vez de utilizar vigas de acero, se colocan pilotes precolados de concreto, rellenando la
perforación con lodo fraguante, elaborado con una mezcla de cemento-bentonita-agua (ver
capítulo 3). Durante el proceso de excavación, se coloca cimbra contra el suelo, para fabricar
las tabletas de concreto en el sitio; la continuidad entre los pilotes y las tabletas se logra con
varillas de acero horizontales, que se desdoblan para traslape, antes de colocar el concreto.
El procedimiento general se refiere al uso de pilas coladas en sitio para formar una barrera.
Las pilas secantes fueron utilizadas en la década de los cincuentas, unos 30 años después de
la introducción de la construcción de pilas. La demanda se presentó durante la
reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se necesitaron
métodos que permitieran construir con edificios colindantes, o en lugares confinados.
221
Manual de Construcción Geotécnica
a) Se construyen pilas “primarias”, separadas entre 0.8 y 0.9 veces su diámetro, y son
intersectadas por pilas “secundarias”, para formar una estructura cerrada, que actúe
como una barrera para el flujo de agua y prevenir la migración de suelo entre los
elementos, Fig. 4.29. Cuando las pilas secundarias se encuentran adyacentes a las
primarias, se les conoce como pilas tangentes.
b) Se sigue una secuencia similar a la anterior, pero las pilas secundarias son de menor
diámetro y se encuentran fuera del eje de las primarias; este procedimiento puede
requerir tratamientos posteriores, como inyecciones, Fig. 4.30.
222
Tablestacas
4.6.1 Perforación
Las pilas secantes evolucionaron en paralelo con los equipos de perforación, ya que una de
las principales características del método es que se requiere un gran control en la
verticalidad de la perforación. En los suelos en que es necesario colocar un ademe antes de
la perforación, en los años treintas, el problema se resolvía perforando con el sistema Benoto
y posteriormente se han utilizado osciladoras hidráulicas; también es posible colocar el
ademe directamente con una perforadora con par de torsión alto.
Con estos equipos, la técnica que se utiliza es la llamada duro/duro, en la cual las pilas
primarias y secundarias se construyen con concreto reforzado o mortero de alta resistencia
(hasta f´c de 350 kg/cm2) si se utilizan equipos de hélice continua.
Técnica suave/duro. En este caso, las pilas primarias se construyen con una mezcla de
cemento-bentonita, para poder perforar las pilas secundarias con mayor facilidad, utilizando
equipos de menor par de torsión.
223
Manual de Construcción Geotécnica
Esta técnica es de menor costo que la de duro/duro, debido a la menor resistencia de las
pilas primarias y solamente las pilas secundarias son de concreto reforzado, por lo que está
limitada a excavaciones someras o donde se tengan momentos flexionantes relativamente
bajos.
Para la perforación se utiliza un brocal de concreto, que sirve como guía para ubicar las
pilas primarias y secundarias, Fig. 4.32. Las pilas se perforan a cada 5ª posición.
224
Tablestacas
1 2 3 4
perforar con la hélice bombear concreto a través vibrar o empujar el acero de pila
continua hasta la de la broca hueca, y al refuerzo con separadores terminada
profundidad requerida mismo tiempo extraer la dentro del concreto fresco
hélice sin rotación
En algunos casos, es recomendable el colado de una trabe de concreto reforzado, que una la
cabeza de las pilas construidas, para rigidizar y darle continuidad al muro.
• Los métodos de hélice continua (HC) de par de torsión alto, en la actualidad, están
limitados a una profundidad de alrededor de 22 m en diámetros pequeños y menores
profundidades para diámetros mayores.
225
Manual de Construcción Geotécnica
• Los métodos con HC son los que generan menor vibración y ruido, en suelos sin
obstrucciones.
• Las pilas perforadas con ademe presentan mayor seguridad al perforar suelos
granulares, cuando se tienen colindancias cercanas.
• Para muros mayores de 25 m de profundidad, las pilas secantes con ademe y el muro
milán son las únicas opciones disponibles y a más de 40 m de profundidad, solamente es
posible utilizar muro milán.
226
Tablestacas
Fig 4.37, Detalles de la tablestaca de madera en Fig. 4.38, Hincado de la tablestaca en la Torre
la Torre Latinoamericana, Cuevas (1962) Latinoamericana, Zeevaert (1982) y Cuevas
(1962)
227
Manual de Construcción Geotécnica
Cada pieza estuvo formada por 3 tablones de madera de 2 ½” x 12”, unidos entre sí con dos
hileras de pernos de 3/8” (Fig. 4.37).
En la punta fue colocada una protección de lámina de cobre para impedir que se dañara la
punta durante el hincado, que se realizó con un martillo de caída libre de 950 kg de peso,
desde una altura de 1 m, con una frecuencia de 5 Hz.
En la Fig 4.38 se muestran dos registros de hincado de tablestacas contiguas, así como
algunos detalles de la fabricación de las mismas.
Dado que la tablestaca forma parte de la estructura definitiva, se tuvo especial cuidado en el
alineamiento vertical y horizontal de las piezas, por lo que se construyó en todo el perímetro
un brocal de concreto reforzado, para guiar las piezas con un mayor control de calidad.
Para el hincado, se utilizó un martillo diesel de acción sencilla de 40,000 lb-ft de energía,
Fig. 4.41. Posteriormente, se realizó una inyección para el sellado de las uniones, utilizando
mortero cemento-arena y un aditivo expansor de volumen.
228
Tablestacas
De A Descripción N
(m) (m) (SPT)
0 2.5 Limo arenoso de consistencia 5
blanda a media y alta
compresibilidad (MH)
Características del proyecto. El Gran Canal forma parte de las obras más antiguas del
drenaje del valle; para mantenerlo funcionando se le ha dragado y sobrelevado sus bordos en
numerosas ocasiones. Antes de la construcción de la planta el agua escurría por gradiente
hidráulico, dado que el hundimiento regional dejo a su plantilla en contrapendiente.
La planta de bombeo se proyectó para un gasto de 40 m3/s con 14 bombas; tiene como
estructura principal un dique que seccionará el cauce del canal, para formar el cárcamo de
bombeo. Sobre el dique se apoyan 8 bombas y las 6 restantes en las márgenes izquierda y
derecha. En la margen izquierda se construyeron las estructuras de servicios.
229
Manual de Construcción Geotécnica
El sitio donde se construyo la planta se localiza en la Zona de Lago Virgen que corresponde
al sector oriente del lago, cuyos suelos prácticamente han mantenido sus propiedades
mecánicas desde su formación; sin embargo, el bombeo profundo y el reciente desarrollo de
esta zona de la ciudad, está incrementando las sobrecargas en la superficie. Debido a la
cercanía de la Sierra de Guadalupe es probable que la zona corresponda a una transición.
Rellenos artificiales. Se encuentran sobre los bordos del canal y su espesor varía de unos
centímetros a 2.0 m; están constituidos por material seco producto del desazolve del fondo
del canal.
Costra superficial. Formada principalmente por limo arcilloso preconsolidado por secado
solar con resistencia qc entre 25 y 75 kg/cm2.
Serie Arcillosa. Corresponde a la secuencia de arcillas de la zona de lago formada por siete
estratos que identifican diferentes eventos geológicos separados por lentes duros; el espesor
de los estratos arcillosos varía de 1.0 a 7.2 m y el espesor de los lentes duros, entre 0.2 y 1.0
m. Los lentes duros o marcadores están formados por ceniza volcánica, materiales arenosos
y delgadas costras de secado solar.
Arenas y limos. Estrato formado por intercalaciones de limos y arenas finas que se
identifican a partir de los 29.0 m de profundidad, el espesor medio de este estrato es de 3 m.
Arenas limosas. Su frontera superior se puede encontrar a una profundidad entre 31.0 y
33.0 m hasta la máxima profundidad de exploración y consiste en una serie de depósitos de
arena fina limosa gris olivo y el número de golpes (NSPT) en prueba de penetración
estándar varía entre 15 a más de 50 golpes.
COSTRA SUPERFICIAL
RELLENO
SERIE ARCILLOSA
SERIE ARCILLOSA
LIMO ENDURECIDO
LIMO ENDURECIDO
ARENAS LIMOSAS
ARENAS LIMOSAS
230
Tablestacas
El cauce del canal está formado por un espesor de azolve de 3.0 m y debajo arcilla muy
blanda cuya resistencia qc medida con el cono eléctrico alcanza valores máximos de 5 kg/cm2,
con un espesor de 50 cm, insuficiente para soportar la cimentación requerida para las cargas
arriba indicadas. Por lo anterior, la estructura que formó el dique se proyectó con ataguías
celulares de tablestaca de acero; se decidió esta opción constructiva, por su congruencia
entre la simplicidad que ofrece su instalación y la complejidad de los suelos blandos del sitio
donde se ubicará la planta ya que el estrato donde se desplantará se encuentra a 16.5 m de
profundidad respecto al hombro del talud de la margen izquierda.
El diseño geotécnico de una estructura celular de este tipo consiste en una revisión de su
estabilidad interna y como cuerpo rígido, para lo cual se propone una cierta distribución de
estructuras que satisfagan los requerimientos geométricos y se procede con el análisis
geotécnico, a partir del cual se obtuvieron dos diámetros de estructuras, uno de 14.1 m y
otro de 10.25 m, Figs. 4.44 y 4.45.
231
Manual de Construcción Geotécnica
El proyecto tiene las características necesarias para el hincado de una tablestaca metálica,
que se colocó sobre la margen izquierda del río.
• Giro de la parte empotrada, como resultado de una escasa resistencia pasiva del suelo
ubicado en la parte frontal de la tablestaca
• Falla estructural de la sección seleccionada
• Falla del sistema de anclaje
232
Tablestacas
233
Manual de Construcción Geotécnica
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235
Manual de Construcción Geotécnica
Parte II
Refuerzo de suelos
Capítulo 8 Geosintéticos
Capítulo 9 Inclusiones
Capítulo 10 Vibrosustitución
5.1. Introducción
Aplicaciones. Los anclajes se utilizan para aplicar fuerzas dentro de una masa de suelo o
roca con el objeto de mantener o de restablecer su estabilidad. Los sistemas de anclaje
proporcionan fuerzas externas para lograr la estabilidad de taludes o excavaciones a cielo
abierto o en túneles y galerías subterráneas. Se utilizan solas o como complemento de otras
estructuras tales como muros de contención, tablestacas, muros milán, etc. En muchos
países los sistemas de anclaje constituyen la solución preferida para proveer un sistema de
soporte estable para muros de retención temporales o permanentes en excavaciones. En
estas últimas suelen concebirse como la alternativa al uso de troqueles o puntales, la cual
además es eficiente, económicamente competitiva y si se diseña y construye adecuadamente,
también es segura.
Los anclajes se pueden utilizar en obras de muy diferente tipo pero es significativo que a
nivel mundial, la mayor expansión en su uso se haya dado en la estabilización de
excavaciones para cimentaciones en zonas urbanas o industriales. En nuestro país los
sistemas de anclaje también han recibido la preferencia de muchos diseñadores geotécnicos
para estabilizar excavaciones en este tipo de obras. En el valle de México se han empleado
principalmente en la Zona de Lomas del Poniente, donde la presencia de materiales
tobáceos o granulares con cementación ha favorecido su uso, aunque también se han
utilizado en menor cuantía en las zonas de transición y casi nunca en la del Lago. Asimismo,
en las otras grandes ciudades como Monterrey, Acapulco, Guadalajara, Puebla, León y
muchas más, estos sistemas de soporte cada vez se utilizan con mayor frecuencia.
Las anclas y los sistemas de anclaje constituyen el sistema idóneo para estabilizar muchos
cortes carreteros en rocas y suelos y en las grandes obras hidráulicas o de generación de
energía también se han empleado profusamente, al igual que en algunos puertos o en
estructuras de contención en las márgenes de ríos.
Algunos aspectos esenciales para el análisis y diseño de anclas suelen soslayarse en los
despachos de cálculo, en donde además es común que se ignoren las dificultades
constructivas.
Alcance. En este trabajo se abordan los sistemas de anclaje en suelos, haciendo algunas
referencias para su uso en rocas, enfatizando los de mayor uso en nuestro país, con el
objetivo primordial de atender las necesidades del diseñador geotécnico y las del
constructor. En el resto de este capítulo se comentan aspectos relativos a la aplicación de
sistemas de anclaje; en el capítulo 5.2 se describen las características de un ancla individual
237
Manual de construcción geotécnica
y de los diferentes sistemas de anclaje. Los objetivos de la información técnica que sirve de
base para los métodos para el análisis de cada una de las partes componentes de un sistema
de anclaje se describe en el capítulo 5.3. El diseño de anclas debe conducir a factores de
seguridad adecuados y además, su trabajo conjunto debe garantizar la estabilidad global del
sistema, es decir de la excavación, talud o corte; los otros factores que también debe
incluirse en los análisis son el efecto de las fuerzas inerciales producidas por los sismos y la
presencia de agua o la existencia de un sistema de drenaje; estos temas se tratan en el
capítulo 5.4 y en los anexos 5.A.1, 5.A.2 y 5.A.3, así como en el anexo 5.A.4, donde se
ejemplifican requerimientos reglamentarios con base en lo dispuesto para el Distrito
Federal. Las técnicas para la habilitación e instalación de anclas se describen en el capítulo
5.5 e involucran una serie de pasos organizados en una secuencia lógica que debe permitir
minimizar tanto los riesgos inherentes a este tipo de trabajos como los costos. Finalmente,
debido a las incertidumbres en la estimación de la capacidad de un ancla, es importante
verificar esta última mediante pruebas de campo; las características de instalación,
ejecución e interpretación de las pruebas de carga se describen en el capítulo 5.6.
Los sistemas de anclaje transfieren las fuerzas de tensión en las barras o torones al suelo
circundante. Cuando se instalan en suelos arcillosos, la magnitud de las cargas que pueden
transferirse está limitada por las propiedades mecánicas de dichos suelos (resistencia al
esfuerzo cortante relativamente baja, alta deformabilidad y susceptibilidad de sufrir
238
Sistemas de anclaje en suelos
deformaciones diferidas o creep). Puede ocurrir que las restricciones del proyecto obliguen al
uso de anclas en estos materiales aceptando, a cambio, menor eficiencia y mayores costos;
en estos casos, el costo unitario por unidad de fuerza puede llegar a elevarse
considerablemente, con lo cual el anclaje baja su competitividad desde el punto de vista
económico. Sin embargo, en años recientes se han propuesto diversos sistemas para superar
estas limitaciones, según se verá en el siguiente capítulo; es de esperarse que en el futuro
los sistemas de anclaje en suelos arcillosos poco a poco se vuelvan más competitivos, como
ya ocurre en otros países.
Por otra parte, los procedimientos constructivos pueden causar la degradación en estas
propiedades por la alteración producida durante la perforación del barreno o por el
fracturamiento hidráulico ocasionado durante la inyección del bulbo. Finalmente, la
existencia de ambientes agresivos también puede limitar el uso de sistemas de anclaje
debido al ataque de agentes químicos naturales o antropogénicos sobre los morteros o los
aceros de las barras o tendones. Para evitar o minimizar los efectos de la corrosión en las
anclas o el ataque químico a los bulbos inyectados se utilizan aceros, resinas o morteros de
inyección especiales, fundas protectoras, etc. Las técnicas para prevenir los efectos de la
agresión química sobre los sistemas de anclaje se describen en el capítulo 5.5.
Según Xanthakos (1991), en los Estados Unidos más de dos terceras partes de los sistemas
de anclaje se han instalado en suelos, mientras que la quinta parte se han empleado en
rocas y alrededor del 10 % en ambientes fluviales o marinos. Algunos de los usos más
comunes se ilustran en la Fig. 5.1. Dependiendo del material en donde se utilizan, sus
aplicaciones se agrupan como sigue:
239
Manual de construcción geotécnica
240
Sistemas de anclaje en suelos
241
Manual de construcción geotécnica
242
Sistemas de anclaje en suelos
Fig. 5.6, Uso de anclas para resistir subpresiones como alternativa favorable
al uso de losas masivas de concreto
243
Manual de construcción geotécnica
244
Sistemas de anclaje en suelos
245
Manual de construcción geotécnica
Los sistemas de anclaje se pueden utilizar en una gran variedad de materiales, desde
macizos rocosos hasta suelos cohesivos. En casos específicos, el tipo de anclas que debe
emplearse depende en buena medida de las características y propiedades del medio donde se
instalen, de las particularidades y necesidades de cada proyecto y de consideraciones
económicas. Algunos tipos de sistemas o técnicas de anclaje sólo se pueden utilizar en rocas
mientras que otros se han concebido y diseñado específicamente para emplearse en
materiales blandos como arcillas. Finalmente, existen sistemas que se pueden adaptar para
ser usados en una gama muy variada de materiales.
Barreno para alojar el ancla. El barreno se perfora en la cara del talud donde se va a
colocar el ancla. Debe tener el diámetro suficiente para que penetren libremente y con
facilidad las varillas o torones, además de permitir la entrada del mortero que circunda al
246
Sistemas de anclaje en suelos
ancla. Debe existir un espacio suficiente entre las varillas o torones y la pared del barreno
para permitir que se desarrollen las fuerzas de adherencia entre el mortero y las varillas o
torones y para permitir que se desarrollen las fuerzas de fricción entre el mortero y el
terreno circundante.
Partes de un ancla. Un ancla de tensión consta de tres partes principales (Figs. 5.14 y
5.15):
247
Manual de construcción geotécnica
248
Sistemas de anclaje en suelos
1) Funda de protección. Es un tubo liso, comúnmente de PVC, dentro del cual se alojan los
torones o las barras, en la longitud libre del barreno, según se ilustra en la Fig. 5.15. Esta
funda comienza en la boca del barreno y termina conectada firmemente al obturador; se
rellena con lechada secundaria o bien, con grasa, para evitar la corrosión de las barras o
los torones.
2) Tubo de inyección. Es un tubo provisto de manguitos (una serie de agujeros cubiertos por
bandas de hule), como se ve en las Fig. 5.15; el tubo de inyección se coloca en el centro del
barreno y la lechada de inyección sale a través de esos agujeros. Los torones o barras de
acero se instalan alrededor del tubo de inyección, el cual abarca toda la longitud del
barreno, desde su boca hasta el fondo del mismo.
249
Manual de construcción geotécnica
3) Obturador. Su función es sellar y aislar al bulbo de inyección del resto del barreno. Está
constituido por un tapón de hule por el cual pasa el tubo de inyección (Figs. 5.16 y 5.18).
El obturador se infla con aire para lograr un sello adecuado, lo cual se puede
complementar inyectando el tramo superior del bulbo.
Un primer criterio de clasificación de los sistemas de anclaje se basa en su vida útil; así,
pueden clasificarse como temporales o permanentes. En las Figs. 5.22 a 5.24 se ilustran
comparativamente varias soluciones de anclajes temporales y permanentes para diferentes
problemas geotécnicos.
250
Sistemas de anclaje en suelos
Fig. 5.20, Vista en corte de una barra de tensión Fig. 5.21, Detalle de un ancla de torones con
funda corrugada en el bulbo de inyección
251
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.22, Comparación entre dos soluciones posibles a la construcción de una nueva
vialidad (anclas temporales o permantes)
252
Sistemas de anclaje en suelos
Fig. 5.23, Figura comparativa entre dos posibles soluciones de anclaje en edificaciones
b) Según su funcionamiento
Anclas de fricción. Son elementos pasivos que proporcionan fuerzas externas para lograr
la estabilidad de taludes. Las anclas de fricción trabajan cuando el suelo o roca que las
circunda sufre desplazamientos o deformaciones, no antes; de ahí que se les clasifique como
elementos pasivos de refuerzo.
253
Manual de construcción geotécnica
fuerzas axiales mediante dispositivos especiales, por lo que se les clasifica como elementos
activos de refuerzo.
La presión de inyección que se aplica en el bulbo depende del tipo de material en el que
se perfore el barreno y constituye el factor limitante de su magnitud. De ahí que las anclas
también puedan clasificarse como de presión alta, intermedia o baja. Algunas de éstas se
ilustran en la Fig. 5.25.
254
Sistemas de anclaje en suelos
mismo. Los barrenos pueden no requerir ademe y suelen perforarse con brocas helicoidales o
con ademes del mismo tipo. La inyección se efectúa con el sistema de manguitos (tubes à
manchette).
Anclas de baja presión con bulbo recto. Se instalan en rocas, suelos cohesivos o bien en
materiales arenosos o con gravas. La barrenación se puede efectuar empleando una
diversidad de técnicas de perforación e inyección; la presión generalmente no excede de 10
kg/cm2 y se requiere de un obturador. Se utilizan en prácticamente cualquier tipo de suelo o
roca fisurada.
El barreno puede requerir ademe, dependiendo de las condiciones del medio. La lechada
inyectada en el bulbo aumenta y mejora la transferencia de carga pues la fuerza máxima de
anclaje depende básicamente de la resistencia friccionante que se moviliza en la interfaz
entre la lechada y el medio circundante.
Anclas con inyección posterior. En estas anclas se efectúa una primera etapa de
inyección por gravedad; posteriormente, se reinyecta el bulbo sucesivamente, dejando de
uno a dos días entre cada etapa de reinyección. Las reinyecciones se llevan a cabo con un
tubo sellado instalado junto con el tendón. El tubo está provisto de válvulas check a lo largo
de la longitud del bulbo de inyección. La lechada reinyectada fractura la lechada inicial
vaciada por gravedad para ensanchar el bulbo. El tubo de inyección suele estar provisto de
obturadores para aislar cada válvula. Alternativamente se puede emplear un sistema de
tubos de manguitos para efectuar las reinyecciones.
Las anclas con ensanchamientos en el fondo o a lo largo del barreno tienen por objeto
aumentar su capacidad; sin embargo, su uso está limitado por su dificultad constructiva que
requiere un nivel elevado de especialización y supervisión.
Anclas con campana en el fondo. En los Estados Unidos se utilizan para anclar suelos
cohesivos firmes o muy consistentes (Weatherby et al, 1982). Los barrenos, generalmente de
gran diámetro y sin ademe, se rellenan con lechadas de arena y cemento o bien con concreto
colado por gravedad.
255
Manual de construcción geotécnica
Se utilizan para retener rellenos compactados a profundidades que rara vez exceden 3 m
(Fig. 5.26). Aprovechan la resistencia pasiva delante del muerto de concreto para tensionar
el ancla; el ancla queda embebida dentro del muerto de concreto o bien ligada a él mediante
un dispositivo mecánico. Cuando el material retenido es un suelo natural debe efectuarse
una excavación para instalar el muerto con su ancla, lo cual constituye su principal
limitante. Se han utilizado en muros marinos y en muelles, lo cual requiere proteger las
anclas mismas, los conectores y otros elementos de acero de la oxidación provocada por las
fluctuaciones del nivel del agua.
256
Sistemas de anclaje en suelos
Existen varias versiones de estos dispositivos, uno de los cuales, el sistema mantarraya
(Manta Ray system), que se ilustra en la Fig. 5.28. Como se aprecia, este sistema consta de
una placa articulada que se hinca dentro del terreno con equipos convencionales, hidráulicos
o neumáticos. La placa cuenta con un gozne en el cual se conecta el tendón de anclaje.
Cuando se tensa el tendón, la placa gira hasta quedar en una dirección perpendicular al
tendón y después se aplica la carga de tensión requerida. Este sistema también emplea la
resistencia pasiva del terreno frente a la placa para equilibrar a la fuerza de anclaje.
257
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.28, Ancla de fijación mecánica para suelos blandos (sistema Manta Ray)
Están formadas por barras de acero en las cuales se intercalan aletas helicoidales (Fig.
5.29). Las barras se hincan en el terreno haciendo penetrar las barras por rotación. El
258
Sistemas de anclaje en suelos
diámetro de las barras, así como el número y el espaciamiento de las aletas, se determinan
en función de las condiciones locales del suelo y de los requerimientos de carga. Las anclas
de tornillo helicoidal se han utilizado en Estados Unidos en muros de retención o como
clavos de anclaje. También han resultado prácticas para anclar tuberías sumergidas, torres
de transmisión sujetas a momentos de volteo importantes y en estructuras marinas o
ribereñas en donde existen suelos superficiales de poca resistencia.
Como ya se dijo, los sistemas de anclaje suministran fuerzas externas a la masa deslizante
para conservar o recuperar o mantener su equilibrio. Existen otros sistemas cuya función es
proveer refuerzo interno a un cierto volumen de suelo. Los refuerzos que se introducen en el
suelo trabajan de manera análoga a las anclas descritas arriba aunque su trabajo de
conjunto puede ser diferente. El suelo reforzado internamente se comporta de una manera
tal que puede aprovecharse para fines de ingeniería geotécnica. A continuación se describen
dos sistemas para lograr el refuerzo de masas de suelo.
Estas son anclas cortas, de diámetro pequeño, constituidas generalmente por varillas de
acero encapsuladas en mortero inyectado. Se colocan dentro del suelo para reforzarlo,
usualmente por arriba del nivel freático. El espacio entre clavo y clavo también es
relativamente pequeño (típicamente de 0.25 a 2 m) con lo cual la masa de suelo así tratada
se convierte en un bloque que permite estabilizar, por gravedad, al suelo retenido. Las
anclas-clavo son elementos pasivos de refuerzo y se pueden concebir como anclas de fricción
de tamaño reducido (en el capítulo 7 se presenta este concepto con detalle). La secuencia
para su colocación se muestra en la Fig. 5.30; como ahí se aprecia, los clavos de anclaje se
colocan por etapas, conforme avanza la excavación. Al diseñar uno de estos sistemas suele
hacerse la hipótesis de que durante el avance del corte o excavación se producen
desplazamientos de magnitud tal que se moviliza la totalidad de la resistencia friccionante
de los clavos de anclaje a lo largo de su longitud. Los suelos más aptos para estabilizarse con
clavos de anclaje son (Byrne et al., 1996):
259
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.30, Ejemplo esquemático del uso de clavos de anclaje (soil nailing)
Fig. 5.31, Diagrama esquemático de un sistema de retención formado con tierra armada
b) Tierra armada
Se utiliza para reforzar rellenos compactados (Fig. 5.31). En su versión original se utilizaron
bandas o soleras de acero con las cuales se generan esfuerzos de corte para estabilizar
muros de contención, diafragmas de retención, tablestacados, etc. (Schlosser, 1997). Su uso
se limita a rellenos constituidos por materiales granulares con tamaño máximo de 250 mm o
con contenidos de finos que no rebasan 15 % (este procedimiento se describe con detalle en
el capítulo 6). Algunas versiones de este sistema utilizan soleras de materiales sintéticos y
en ocasiones la tierra armada se constituye con una retícula con refuerzo en dos sentidos,
como los llamados muros Hilfiker (Fig. 5.32). Existen varias patentes que se explotan
comercialmente en nuestro país, las cuales incluyen conectores y el uso de la “piel” o
260
Sistemas de anclaje en suelos
diafragma exterior del sistema donde se conectan los refuerzos. En México se han empleado
exitosamente en taludes de acercamiento de puentes o pasos a desnivel y para estabilizar
cortes en taludes, algunos de gran altura. Su principio de operación es similar al de las
anclas-clavo en tanto que su finalidad es crear un bloque de suelo reforzado que funciona
como un elemento de retención. En algunas aplicaciones (por ejemplo, en taludes de
acercamiento a puentes) los elementos de refuerzo están ligados en sus dos extremos a los
muros o parapetos exteriores.
Como antecedente de esta actividad se pueden consultar las cartas del INEGI o fotografías
aéreas de la zona. Sin embargo, todo proyecto de anclaje debe contar con levantamientos de
detalle con el fin de precisar las condiciones geométricas del talud para lo cual, además de
planos con curvas de nivel, los trabajos deben incluir perfiles del terreno. A partir de estos
trabajos se pueden planear las maniobras para transportar y operar el equipo de perforación
necesario para efectuar la exploración geotécnica. De requirse efectuar cortes en el talud, el
conocimiento de la topografía es indispensable en la cuantificación de los volúmenes de obra.
261
Manual de construcción geotécnica
Es necesario llevar a cabo un estudio geotécnico con el fin de conocer las condiciones
geotécnicas del sitio relevantes para el proyecto. El estudio geotécnico debe abordar los
siguientes aspectos:
Visitas de inspección. A partir de una o varias de estas visitas, tanto proyectistas como
constructores podrán planear más eficientemente la secuencia y el desarrollo de las
actividades posteriores. En estas visitas debe recorrerse e inspeccionarse no sólo el sitio o el
predio del proyecto sino también sus alrededores. Conviene entrevistar a los lugareños para
conocer problemas similares en la zona de trabajo así como las soluciones aplicadas y su
efectividad.
Geología local. Al igual que en el punto anterior, en algunos proyectos ubicados en zonas
bien estudiadas, como en ciudades importantes del país, la colaboración de especialistas en
geología puede no requerirse. No obstante, en ocasiones la colaboración del geólogo aun en
estas zonas puede aprovecharse para conocer acerca del origen de los materiales en la zona
y acerca de los procesos geológicos que la afectan. En proyectos de gran envergadura la
colaboración de los especialistas en geología es indispensable.
262
Sistemas de anclaje en suelos
térreas o rocosas presentes en el sitio del proyecto. En estos trabajos deberá prestarse
especial atención a los que Terzaghi denominó “pequeños detalles estratigráficos”, ya que en
muchas ocasiones son el origen de los problemas de inestabilidad.
Sismicidad. En regiones de alta sismicidad, como lo es una gran parte de nuestro país, éste
es un factor que no puede soslayarse en el diseño de sistemas de anclaje. En muchas zonas
urbanas puede recurrirse a disposiciones reglamentarias para definir los coeficientes
sísmicos de diseño o bien a las recomendaciones de manuales de aplicación más general
como el de la Comisión Federal de Electricidad. En casos excepcionales se justifica la
realización de estudios de riesgo sísmico especiales.
El análisis de sistemas de anclaje debe llevarse a cabo haciendo referencia a los modos de
falla que se pueden presentar en cada caso. Consecuentemente, el objetivo del diseño es
263
Manual de construcción geotécnica
lograr que la estructura sea segura ante todos los modos potenciales de falla. El resultado
final debe resultar en un proyecto que, además de lo anterior, sea realizable dentro de las
restricciones económicas y operativas que normalmente existen en toda obra de Ingeniería
Civil.
Los modos de falla a los que se verá expuesto un sistema de anclaje dependen de las
características propias del sistema mismo así como las del medio circundante. Para
ilustrarlos se presenta la Fig. 5.33, en la cual se toma como ejemplo una tablestaca anclada;
por su naturaleza, los tablestacados anclados pueden sufrir una gran variedad de modos de
falla, algunos de los cuales no estarán presentes en otros casos.
Falla en la masa de suelo. Se refiere a la falla que resulta por la aplicación de fuerzas
excesivas en el ancla o tendón como las que ocurren durante un deslizamiento y no a la que
resulta por fuerzas externas. Este tipo de falla es el que se presenta en anclas de poca
profundidad y se caracteriza por el levantamiento del suelo frente al ancla. Eventualmente
se forma una superficie de falla frente al ancla hasta que se moviliza la resistencia pasiva
del suelo. En general, para fines prácticos, este tipo de falla no es un factor que suela ser
importante en anclas colocadas a más de unos 4 a 5 m de profundidad.
Falla por extracción del bulbo (Fig. 5.33b). Ocurre cuando se excede la resistencia
friccionante en la interfaz entre el bulbo inyectado y el suelo circundante. En anclas
acampanadas (campana única o campanas múltiples, inciso 5.2.1a), esta resistencia se
moviliza en el perímetro del área aumentada por la campana. En un suelo uniforme, la
resistencia se moviliza progresivamente conforme se aplican las cargas, dependiendo de las
elongaciones que sufra el tendón; una vez que los esfuerzos que resultan de estas
elongaciones llegan al extremo del ancla, puede excederse la resistencia friccionante en la
interfaz suelo-mortero o suelo-lechada.
264
Sistemas de anclaje en suelos
Por otra parte, las elongaciones del ancla pueden producir la falla progresiva en la interfaz
acero-mortero. Todo esto limita la longitud de los bulbos inyectados que efectivamente
trabaja, la cual de acuerdo con Sabatini et al. (1999) varía entre 9 y 12 m en anclajes en
suelos. Este mecanismo de falla también ocurre cuando se presentan deformaciones
diferidas (creep) las cuales son más severas en suelos orgánicos o cohesivos de alta
plasticidad (inciso 5.2.3).
265
Manual de construcción geotécnica
Falla rotacional del elemento de retención por falta de resistencia pasiva (Fig
5.33c). La estabilidad de muchos sistemas de retención anclados requiere de la movilización
de la resistencia pasiva del suelo localizado frente al empotramiento. En general debe
revisarse que ocurran las condiciones para que se movilice esta resistencia pasiva con un
factor de seguridad adecuado que garantice que las deformaciones del suelo se mantengan
dentro de límites aceptables.
Falla por falta de capacidad de carga en la base del elemento de retención (Fig.
5.33d). En este caso deben considerarse la resultante de los empujes actuando en el extremo
inferior del elemento de retención, el cual debe estar apoyado sobre un material
suficientemente resistente.
Erróneamente, la revisión de estos mecanismos suele pasarse por alto, pues las superficies
potenciales de deslizamiento pasan por fuera de los bulbos de inyección.
Falla generalizada por volteo (Fig. 5.33e). En este caso se deben tomar en cuenta todas
las fuerzas que actúan sobre el elemento de retención. De ser necesario se debe analizar la
posibilidad de que el volteo ocurra a diferentes profundidades, alrededor de uno o más
puntos de giro.
Falla generalizada por deslizamiento (Fig. 5.33f). Para prevenir este modo de falla se
efectúan análisis convencionales en la base de la estructura de retención en los que
intervengan todas las fuerzas actuantes. En este caso resulta crítico contar con estimaciones
razonables de la resistencia del suelo involucrado.
Falla generalizada rotacional (Fig. 5.33g). Aquí pueden aplicarse los métodos
convencionales para el análisis de la estabilidad global del sistema, como se discute
posteriormente (Anexo 5.A.3). Conviene revisar la estabilidad antes y después de la
instalación de las anclas.
c) Fallas estructurales
266
Sistemas de anclaje en suelos
Falla por tensión en el ancla o tendón (Fig 5.33i). Ocurre cuando se excede la capacidad
estructural del tendón. Usualmente se recomienda que la carga de diseño final, a largo
plazo, no sea mayor que el 60% de la resistencia nominal mínima; para condiciones de
carga temporal (por ejemplo, durante pruebas de carga) esta carga puede ser del 80 % de la
resistencia nominal mínima.
Falla por flexión en la tablestaca (Fig 5.33j). Este es un problema estructural cuyo
análisis depende fundamentalmente de la distribución de presiones supuestas. Las
envolventes de empuje del Anexo 5.A.2 proporcionan bases semiempíricas para la obtención
de los elementos mecánicos de sistemas de retención, la cual se puede revisar planteando el
problema como uno de interacción suelo-estructura y resolviéndolo numéricamente con
programas de elementos finitos, algunos de ellos de uso rutinario en empresas de
consultoría geotécnica; este último método de análisis es indispensable en obras de
importancia.
El diseño de las anclas debe seguir una secuencia con el fin de obtener valores realistas de
las fuerzas actuantes, según se muestra en el esquema de la Fig. 5.34. Los elementos que
deben diseñarse se detallan a continuación; todos ellos deben contar con factores de
seguridad adecuados y además, su trabajo conjunto debe garantizar la estabilidad global de
la excavación, talud o corte.
Diseño geotécnico
a) Análisis de estabilidad. El diseño inicia con el cálculo del factor de seguridad (FS) del
talud sin anclaje; si el FS resulta escaso se determina la fuerza de anclaje necesaria para
llevarlo a valores adecuados (comúnmente mayor que 1.5 en taludes temporales y mayor
que 2 en taludes permanentes). Dependiendo de la geometría y las condiciones
estratigráficas se propone un número de niveles de anclaje; la capacidad del ancla se
determina dividiendo la fuerza total de anclaje necesaria entre el número de niveles, que
se divide a su vez entre la separación entre anclas propuesta.
c) Longitud del bulbo inyectado. Esta longitud debe garantizar que las fuerzas de
fricción en el contacto entre el medio circundante y el bulbo inyectado sean las
requeridas. En estos cálculos se debe tener presente que las fuerzas de fricción dependen
de la presión del mortero inyectado.
267
Manual de construcción geotécnica
268
Sistemas de anclaje en suelos
Diseño estructural
h) Morteros con los cuales se rellena el barreno. Debe garantizarse que la adherencia
entre las anclas y el mortero sea suficiente.
i) Zapatas de apoyo. Las fuerzas de tensión que trasmite el ancla implican reacciones a
compresión que deben ser resistidas por estas zapatas de apoyo.
m) Capa vegetal. Ciertos taludes deben protegerse con una capa vegetal cuyas funciones
son evitar la erosión y la penetración de humedad en el cuerpo del talud.
a) Diseño geotécnico
269
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.35, Geometría considerada para analizar una superficie plana de deslizamiento
H − zt
c' + [W cos α − U + T cos θ − (V + kW ) sen α ] tg φ'
sen β
FS = (ec. 5.1)
W sen α + (V + kW ) cos α − T sen θ
donde
270
Sistemas de anclaje en suelos
El análisis tiene por objeto determinar la fuerza de anclaje T necesaria para alcanzar un
factor de seguridad FS adecuado, usualmente de 1.5 a 2, en condiciones estáticas de corto y
largo plazo, respectivamente; en condiciones sísmicas, el FS mínimo comúnmente es de 1.3.
El empuje total que debe proporcionar el ancla se calcula con la siguiente expresión:
271
Manual de construcción geotécnica
(1 + ξ) 2 cos δ
P = 12 γH 2 − K P ξ 2 sen δ + tg ( α − φ' ) (ec. 5.2)
tg α tg ( α − φ' )
donde
Debe tenerse presente que en estos análisis el ángulo de fricción interna se obtiene de
pruebas drenadas CD.
φ'
K A = tg 2 (45 − ) (ec. 5.3)
2
272
Sistemas de anclaje en suelos
La envolvente de presiones para muros anclados con un solo nivel de anclas es rectangular
mientras que la de los muros con varios niveles de anclaje resulta trapezoidal, como se
muestra en la Fig. 5.36. Obsérvese que para construir el diagrama trapezoidal de presiones
es necesario conocer la posición del ancla más profunda y la de la más somera.
Estos diagramas se pueden utilizar tanto para condiciones de corto como de largo plazo. Las
presiones de agua o las que resultan de sobrecargas externas se pueden superponer para
obtener la carga lateral total actuante. Con relación al diagrama trapezoidal, puede decirse
que elimina parte del conservadurismo que implica el uso de los diagramas
convencionalmente usados (distribuciones rectangulares) para el diseño de tablestacas
ancladas en suelos arenosos.
273
Manual de construcción geotécnica
4c u d ( 2 + π)c ub
K A =1− +2 2 1 − (ec. 5.5)
γH H γH
274
Sistemas de anclaje en suelos
la magnitud de Pu está dada por la fuerza última que se moviliza en la superficie del bulbo
inyectado; consecuentemente, Pu es una función que depende fundamentalmente de las
propiedades mecánicas de la interfaz bulbo-suelo. En la Fig. 5.38 se ilustran las
diferencias entre los tipos de resistencias que deben utilizarse en el diseño de sistemas de
anclaje.
Fig. 5.38, Relaciones entre las condiciones de falla y las envolventes de resistencia que se deben
considerar al revisar la estabilidad de un corte o talud
Sin embargo, estas propiedades dependen, a su vez, de otros factores: a) la geometría del
bulbo inyectado (longitud, diámetro, forma), b) el tipo de ancla, c) el método de perforación
y d) la profundidad del ancla. En cada caso particular se dificulta saber cómo influye cada
uno de estos factores en las propiedades mecánicas de dicha interfaz y por ello debe
reconocerse que la estimación de Pu conlleva un alto grado de incertidumbre.
275
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.39, Mecanismo de transferencia de carga a lo largo del bulbo inyectado de un ancla
Fig. 5.40, Corrimiento del centroide de carga de acuerdo con la magnitud de la fuerza aplicada en el
bulbo inyectado de un ancla
276
Sistemas de anclaje en suelos
Longitud del bulbo inyectado. Los factores que la determinan son: a) la posición y
geometría de la superficie potencial de deslizamiento, b) la magnitud de la fuerza de anclaje,
c) la presión de inyección, d) la resistencia al esfuerzo cortante en el contacto entre el
barreno inyectado y el medio circundante y e) el diámetro del barreno. Todos los anteriores
se pueden ver afectados por las técnicas de perforación e inyección y, finalmente, por el tipo
de mecanismo de transferencia de cargas.
La longitud del bulbo inyectado, la, debe ser la suficiente para generar y trasmitir la fuerza
de anclaje al medio circundante, con un factor de seguridad adecuado. En términos
generales, la longitud requerida se calcula con la siguiente expresión:
T
la = (ec. 5.6)
π D (α c + p i tg φ )
en donde T necesariamente debe ser menor que la capacidad del ancla Pu, pues está
afectada por el factor de seguridad global que se le asignó al sistema durante el análisis de
estabilidad; pi es el esfuerzo normal actuante en la superficie del bulbo, D es el diámetro
efectivo del bulbo, αc y φ son los parámetros de resistencia representativos de la interfaz
entre el medio circundante y el barreno inyectado. En el Anexo 5.A.1 se presentan
recomendaciones de cálculo dependiendo del tipo de ancla.
277
Manual de construcción geotécnica
ΣMomentos resistente s
FS = (ec. 5.7)
Σ Momentos actuantes
Como es sabido, debe buscarse la superficie potencial de deslizamiento que haga mínimo a
FS y cuando este último resulta menor o igual a la unidad, el sistema es inestable. En
taludes o cortes anclados, las fuerzas y momentos necesarios para lograr la estabilidad con
factores de seguridad adecuados deben proporcionarlas total o parcialmente las fuerzas de
anclaje. En la expresión anterior, las fuerzas de anclaje se agregan al numerador:
Σ Momentos resistente s + T d
FS = (ec. 5.8)
Σ Momentos actuantes
278
Sistemas de anclaje en suelos
La estabilidad global de la excavación se revisa con alguno de estos métodos sin considerar
la presencia de las anclas, con lo cual se encuentra la superficie potencial de deslizamiento
más crítica, es decir, aquélla en la que el factor de seguridad es el mínimo. Es conveniente
tener presente cuáles son los modos potenciales de falla en cada caso, para lo cual es
indispensable conocer con detalle las condiciones estratigráficas y las propiedades
mecánicas de los materiales que conforman al talud, las cuales determinan la geometría y
ubicación de las superficies de falla más probables, así como las condiciones a corto y largo
plazo; por tanto, los taludes constituidos por suelos finos con cohesión deben revisarse con el
enfoque de esfuerzos totales en el corto plazo y con el de esfuerzos efectivos en el de largo
plazo. Los otros factores que también debe incluirse en los análisis son el efecto de las
fuerzas inerciales producidas por los sismos y la presencia de agua o la existencia de un
sistema de drenaje.
b) Diseño estructural
T
As = (ec. 5.9)
0 .6 f ' y
en donde f’y es el límite de fluencia del acero de las barras o torones. En estos cálculos debe
tomarse en cuenta la acción de los agentes erosivos que atacan al acero. Asimismo, debe
preverse la instalación de fundas protectoras, pintura anticorrosiva, grasas, etc., para tomar
en cuenta el efecto de la corrosión, según se describe en el inciso 5.5.2. En la tabla 5.4.1 se
presentan las características de torones formados por cables de acero de siete hilos de ½
pulg.
279
Manual de construcción geotécnica
Tabla 5.4.1 Capacidad de torones formados por cables de siete hilos de ½ pulg.
Lechadas y morteros de inyección. El diseño tiene por objeto que la lechada principal
tenga las propiedades necesarias para lograr que la adherencia entre ésta y las anclas sea
suficiente y que las fuerzas de fricción entre las paredes del bulbo y el medio circundante
sean las requeridas. Las lechadas de inyección deben ser bombeables, es decir, su fluidez
debe ser tal que permita su flujo a través de un sistema de bombeo para formar el bulbo
dentro del barreno. Otra importante función del mortero inyectado es la de proteger a los
tendones del ataque de la erosión tanto en el bulbo como en la longitud libre. A este
respecto, según se describe en el inciso 5.5.1, debe evitarse que los agregados o el agua con
la que se fabrica la lechada contengan agentes corrosivos.
El diseño de morteros debe apoyarse con ensayes de laboratorio y la calidad del mortero
utilizado en la obra debe controlarse rigurosamente. Los aspectos que deben sujetarse al
control de calidad son: a) el proporcionamiento, b) la fluidez, c) el sangrado y d) la
resistencia a diferentes edades.
280
Sistemas de anclaje en suelos
tiempos de excavación y los lapsos entre la aplicación de las fuerzas de anclaje, es uno de los
factores que más influyen en la magnitud y la distribución de los empujes sobre el
tablestacado. Por otro lado, la relajación de esfuerzos producida por las deformaciones
diferidas (creep) también modifica en el largo plazo las distribuciones de esfuerzo. Es difícil
evaluar los empujes que actúan sobre un tablestacado, aunque vale decir que existen
programas de elementos finitos, algunos de ellos de uso rutinario en empresas de
consultoría geotécnica, que simulan cada vez con más realismo las condiciones de trabajo
(incluyendo las diferentes etapas de excavación) y producen resultados comparables con los
que se han obtenido a partir de mediciones de campo. Sin embargo, en la mayoría de los
despachos de cálculo las incertidumbres respecto de la distribución de los empujes de tierra
se toman en cuenta haciendo hipótesis conservadoras.
Es común que los tablestacados anclados en la práctica se diseñen con base en análisis de
estabilidad al límite. En el inciso 5.4.3.a se da una solución práctica para analizar la
estabilidad de tablestacados con un nivel de anclaje así como algunos otros aspectos de los
análisis al límite para este tipo de aplicaciones. Otra opción para analizarlos, menos
difundida en nuestro país, es el uso de las teorías clásicas de empuje de tierra o bien
procedimientos empíricos o semiempíricos como los de Terzaghi (1954), Terzaghi y Peck
(1967), desarrollados originalmente para tablestacas o muros troquelados. En la actualidad,
estos procedimientos han sido modificados o puestos al día, de acuerdo con los resultados de
simulaciones numéricas y de experimentos en modelos físicos y en prototipos de campo
(Sabatini et al., 1999); en ellos se considera la posición de las anclas y la magnitud de la
fuerzas de anclaje, así como el hecho de que existen concentraciones de esfuerzo en y
alrededor de las anclas. Las incertidumbres respecto de la magnitud y forma de la
distribución de empujes de tierra se toman en cuenta considerando una envolvente que
conduce a diseños más o menos conservadores. Al emplearlos debe tenerse presente que no
permiten estimar la magnitud real de las fuerzas de anclaje sino que proporcionan valores
que representan estimaciones de los máximos que podrían alcanzar durante la vida útil de
la obra. En el inciso 5.4.3.a y el Anexo 5.A.3 se dan los procedimientos recomendados por la
Dirección Federal de Carreteras de E. U., la FHWA (Sabatini et al., 1999), para el diseño de
sistemas de retención anclados usando envolventes de presión equivalentes. Las
envolventes sugeridas se basan en las que propusieron Terzaghi y Peck modificadas, como
ya se dijo, para tomar en cuenta observaciones instrumentales de campo. Las
recomendaciones también se valen de desarrollos posteriores para adecuarlas a otras
situaciones no consideradas originalmente (Henkel, 1971).
281
Manual de construcción geotécnica
f) la estratigrafía.
a) drenes verticales,
b) zanjas horizontales,
c) lloraderos,
d) drenes hincados y
e) galerías drenantes.
d) Anclas de prueba
Las operaciones de anclaje deben planearse tomando en cuenta las dificultades de acceso, la
necesidad de habilitar andamios, malacates y sistemas para el suministro de refacciones y
materiales, así como los movimientos del equipo entre los puntos de barrenación. Es muy
importante tener presente que todas estas actividades deben condicionarse a la seguridad
del personal.
282
Sistemas de anclaje en suelos
283
Manual de construcción geotécnica
a) Trabajos preliminares
Medidas iniciales. Son todas aquellas actividades que deben efectuarse antes de iniciar
un proyecto de anclaje y sin las cuales no es posible realizarlo. Incluye la construcción de
284
Sistemas de anclaje en suelos
accesos al sitio del proyecto y el desmonte del predio, así como la ubicación y colocación de
puntos de control topográfico.
b) Habilitación de anclas
1) Puntas ojivales de acero (cabezas de bala). Los extremos de los torones o barras se
unen a la cabeza mediante resinas expóxicas. Para tal efecto las ojivas deben estar
provistas de barrenos para introducir en ellos los extremos de los torones o barras.
Posteriormente se vierte resina epóxica con lo cual los torones o barras quedan
sólidamente unidos a las puntas ojivales. En anclas permanentes deben evitarse las
uniones con soldadura pues los efectos térmicos reducen la capacidad de los torones. Los
diámetros de estas puntas varían entre 4 y 6 pulg; las puntas de acero no deben tener
óxido y para garantizarlo, deberán limpiarse y pulirse con esmeril. Después de la
limpieza se aplicará antioxidante tipo primer. Las cabezas de bala permiten la
instalación del cuerpo del ancla en cualquier tipo de suelo, incluyendo materiales
granulares o roca fracturada, garantizando que el torón esté libre de partículas de suelo
antes de la inyección de morteros.
3) Limpieza de los torones. También deben estar libres de óxido por lo cual también
deberán limpiarse con cepillos de alambre o, de ser necesario, con esmeril.
285
Manual de construcción geotécnica
4) Fijación de los torones a las puntas de acero. Una vez terminada la limpieza, se
podrán unir a las puntas cónicas.
7) Colocación del obturador. El obturador se inserta por el extremo libre y se lleva hasta
la distancia prevista, es decir, hasta alcanzar la longitud libre del ancla. En su extremo
inferior se fija la manguera de retorno de la inyección primaria, la cual permite el
desalojo de aire e impurezas del bulbo inyectado.
c) Perforación e instalación
286
Sistemas de anclaje en suelos
evitando en todo momento daños a las componentes del ancla habilitada. Para llevarla a
cabo es necesario que el barreno esté limpio y seco.
Inyección del bulbo. Para realizar la inyección del bulbo es necesario inflar el obturador y
garantizar que realiza el sello entre la longitud libre y el bulbo mismo. Se introduce el
mortero controlando la inyección con un manómetro en la boca del barreno. Como se indicó
en el capítulo 5.4, la presión de inyección influye directamente en la capacidad del ancla; por
ejemplo, en los materiales tobáceos del poniente de la ciudad de México se utilizan presiones
de inyección de alrededor de 5 kg/cm2. La resistencia del mortero varía entre 120 y 220
kg/cm2.
Habilitación del cabezal del ancla. Incluye el colado de la zapata de apoyo y/o el colado o
instalación de la viga madrina, la colocación de la placa de apoyo, de cuñas de alineamiento,
del “queso” de torones y de cuñas de sujeción y/o tuercas.
Tensado inicial. Para tensar un ancla se utiliza un gato hidráulico que sujeta los extremos
de los cables y, apoyado sobre el cabezal, permite aplicar controladamente la fuerza de
tensión requerida. El tensado se lleva a cabo después de que ha ocurrido el fraguado del
bulbo. Primero se aplica la carga de asiento, colocando un gato en el cabezal del ancla;
después se aplica la carga de trabajo, normalmente 1.2 veces la carga de diseño, siguiendo la
secuencia de una prueba de carga simple (ver capítulo 5.6).
d) Protección y mantenimiento
Protección externa. Los componentes del cabezal de tensado se pintan con pintura
epóxica anticorrosiva y además se engrasan con productos grafitados. Todo el conjunto
queda encapsulado por un capuchón de PVC.
Todo sistema de anclaje debe protegerse contra la corrosión cuando estará expuesto a
acciones o ambientes dañinos. El tipo, la calidad y la extensión de las medidas contra la
corrosión deben basarse en la permanencia o temporalidad de las anclas, en la naturaleza
del medio ambiente y en las consecuencias de una falla del sistema de anclaje. De manera
errónea, en México casi sistemáticamente se ha soslayado esta protección.
287
Manual de construcción geotécnica
Existen otras sustancias y elementos que también pueden ser agresivos con los aceros, como
los nitratos, ante cuya presencia las anclas de tipo permanente deben encapsularse en su
totalidad.
b) Materiales
Existe una gran diversidad de materiales que solos o combinadamente pueden utilizarse
para prevenir la corrosión. A continuación se enlistan algunos de ellos:
288
Sistemas de anclaje en suelos
En el caso de que penetre agua ácida dentro del barreno antes de la inserción de las anclas
deben introducirse agentes químicos neutralizantes. En este caso se recomienda que el pH
mínimo sea de 9. Si el aporte de agua ácida es permanente deben considerarse el
tratamiento químico del subsuelo, así como la verificación periódica de su pH. En casos
extremos se habrá de recurrir a la neutralización de la masa de suelo, para lo cual existen
diversos compuestos como el hidróxido de calcio y el hidróxido de sodio.
c) Sistemas de protección
Protección del bulbo inyectado (Figs. 5.43 y 5.44). Los morteros o lechadas constituyen
el primer elemento de defensa contra la corrosión y por ello las operaciones de inyección
deben realizarse con el cuidado debido. La inyección del bulbo siempre debe efectuarse
comenzando en su parte más profunda, con objeto de lograr el encapsulado del tendón. La
cobertura mínima que debe proporcionar la lechada de inyección es de 15 mm; el uso de
centradores como los descritos en el inciso 5.2.1 es absolutamente indispensable.
Como medida de protección adicional se puede usar una funda corrugada de plástico o acero
dentro de la cual corre el tendón. Preferentemente, el espacio entre el tendón y la funda
deberá inyectarse con la lechada primaria antes de inyectar el espacio exterior.
Finalmente, las lechadas usuales pueden sustituirse por lechadas epóxicas anticorrosivas
que deben tener la capacidad de transferir las cargas al medio circundante. El espesor del
recubrimiento se determina con base en las recomendaciones de los fabricantes.
289
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.43, Dos tipos de protección contra corrosión en anclas con tendones
290
Sistemas de anclaje en suelos
Cuando se usan tendones con funda pero sin lechada secundaria, necesariamente debe
aplicarse grasa anticorrosiva entre el tendón y la funda. La película de grasa debe tener un
espesor mínimo de 0.25 mm. Si no se satisface este requisito, el ancla no se podrá considerar
como permanente y deberá considerarse como ancla temporal.
291
Manual de construcción geotécnica
superficial del suelo en donde puede penetrar agua percolada con oxígeno o cloruros o
sulfatos en solución. En este caso se recomienda colar la lechada secundaria hasta que
rebose el brocal del barreno. Además, deben instalarse diversos dispositivos para evitar la
entrada de los agentes corrosivos tales como tubos de ademe, trompetas, etc.
Cabeza del ancla (Fig. 5.45). Incluye tuercas, placas de apoyo, el “queso de los torones”,
etc. En algunos proyectos estos elementos quedan embebidos en concreto o mortero. En
algunos otros deben tomarse previsiones para ajustar o verificar periódicamente la carga en
las anclas, por lo cual deben protegerse con barriles o cápsulas, usualmente de plástico o
PVC, retacados con grasa o productos bituminosos. Si se prevé que el sistema de anclaje
sufra desplazamientos (en un tablestacado flexible, por ejemplo), los barriles o cápsulas
deberán ajustarse y rengrasarse periódicamente. La mayoría de las anclas temporales no
ameritan estas precauciones.
292
Sistemas de anclaje en suelos
Durante una prueba de carga no deberá excederse el esfuerzo de fluencia del acero de las
barras o tendones. Típicamente, la carga máxima aplicada en una prueba de carga será de
75 a 80 % del esfuerzo último del acero garantizado por el fabricante. Por otra parte, las
pruebas deben realizarse después de que haya ocurrido el fraguado inicial del mortero de
inyección. Si se usan cementos tipos I y II, por ejemplo, la prueba de carga se podrá efectuar
siete días después de la inyección, mientras que cuando se usa cemento tipo III, la prueba
puede llevarse a cabo tres días después de la inyección. Estos tiempos de espera pueden
variar cuando los morteros de inyección contienen aditivos especiales o cuando se utilizan
resinas, de acuerdo con las especificaciones de los fabricantes y, preferentemente, con base
en los resultados de ensayes de resistencia efectuados a diferentes tiempos.
Existen varios procedimientos y métodos para efectuar pruebas de carga, algunos de los
cuales se pueden llevar a cabo rutinariamente, durante la instalación del anclaje. Otros
requieren más tiempo y en ocasiones justifican el empleo de equipo e instrumentos de
medición especiales. Los principales tipos de prueba son:
Objetivo. Verificar la capacidad del ancla; también se utiliza como parte de los
procedimientos de carga en anclas pretensadas. Su principal ventaja es la rapidez y la
economía. En esta prueba, las cargas se aplican incrementalmente hasta llegar a la carga de
diseño, P, o más. Es el tipo de prueba más empleado en nuestro país y las cargas máximas
suelen llegar a valores de entre 1.2P y 1.33P.
Equipo de medición (Figs. 5.46 y 5.47). Para medir las deformaciones se puede usar un
micrómetro de 0.025 mm (una milésima de pulgada) de resolución, sostenido por un marco
de referencia fijo. Debe evitarse medir las elongaciones con flexómetros apoyados en marcas
de gis o de pintura como referencias en los tendones o torones. Las cargas se aplican
mediante gatos hidráulicos o bombas eléctricas. Las presiones se miden con manómetros
calibrados, con una resolución del 5 % de la carga máxima de prueba.
293
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.46, Equipo para la medición de deformaciones durante una prueba de carga
Fig. 5.47, Otra vista de los dispositivos necesarios para efectuar una prueba de carga
294
Sistemas de anclaje en suelos
Equipo de medición. En estas pruebas las cargas se aplican por incrementos, cargando y
descargando el ancla. En cada incremento de carga los desplazamientos del tendón con
respecto a una referencia fija se miden con una aproximación mínima de 0.025 mm (una
milésima de pulgada). Los movimientos del tendón se refieren a un cero arbitrario que se
obtiene después de aplicar la carga de asiento. Las cargas aplicadas se miden con un
manómetro de presión calibrado, con una resolución del 5 % de la carga máxima de prueba.
El gato o la bomba de suministro de presión, normalmente de unas 100 t de capacidad, debe
aplicar los incrementos de carga en tiempos relativamente cortos (un minuto o menos); debe
vigilarse que el nivel de carga se mantenga constante en cada incremento.
295
Manual de construcción geotécnica
e) Los cuatro primeros incrementos durante el quinto ciclo de carga son 25, 50, 75 y 100 %
de la carga de trabajo de diseño; al aplicar el quinto y último incremento, la carga se
lleva 20 % por arriba de la carga alcanzada previamente (1.2P).
f) En el último ciclo de carga los incrementos son 0.25, 0.5, 0.75, 1.00, 1.2 y 1.33P. La carga
máxima se sostiene al menos por 10 minutos, registrando las elongaciones del ancla a
intervalos convenientes (unas cinco lecturas en total). Si después de estos 10 min la
deformación del ancla excede 1 mm, se recomienda sostener la carga otros 50 minutos,
registrando las deformaciones inducidas.
296
Sistemas de anclaje en suelos
Fig. 5.50, Deformaciones elásticas y deformaciones plásticas (no recuperables) determinadas en una
prueba de funcionamiento
297
Manual de construcción geotécnica
Periodo de observación en
Carga máxima aplicada en cada ciclo de carga
minutos
Anclas Anclas
Carga de asiento ( 1 t aprox.)
temporales permanentes
0.25P 10 10
0.50P 30 10
0.75P 30 15
1.00P 45 30
1.20P 60 30
1.33P 300 100
AT E T
La = δ (ec. 5.10)
P
298
Sistemas de anclaje en suelos
Pruebas de carga simple. Debe verificarse que La sea mayor que el 80 % de la longitud
libre real, incluyendo la longitud de tensado, para cargas entre 0.5P y P. Debe notarse que
la deformación medida puede ser mayor que este límite si el bulbo inyectado se encuentra
en roca de mala calidad o en suelos plásticos.
299
Manual de construcción geotécnica
Medidas correctivas. Con base en los resultados de estos ensayes se puede llegar a la
conclusión de que no es posible aplicar la totalidad de la carga de diseño. En tal caso deberá
revisarse el diseño y reducir la carga aplicada en cada ancla aumentando el número de ellas.
Reconocimientos
Referencias
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Citado en Weatherby (1982).
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Sistemas de anclaje en suelos
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Xanthakos, P.P. (1991) “Ground anchors and anchored structures”, Nueva York, John Wiley
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301
Manual de construcción geotécnica
Por otra parte, después de la perforación, la instalación y el tensado (en su caso) de un ancla
operan complejos mecanismos de transferencia de cargas entre el tendón o torón y entre el
mortero del bulbo y entre este último y el suelo o roca circundante. La distribución de
fuerzas a lo largo del bulbo no sólo no es uniforme sino que evoluciona con el tiempo, con lo
cual se introducen elementos de incertidumbre adicionales, las cuales se toman en cuenta en
la práctica adoptando factores de seguridad adecuados. Es así que, en estricto rigor, la
capacidad de un ancla o de un sistema de anclaje sólo puede determinarse confiablemente
mediante pruebas de campo. Debido a las salvedades ya comentadas, las expresiones que se
presentan a continuación pueden emplearse únicamente para estimar en forma aproximada
la capacidad de anclas; no obstante, la aplicación de muchas de ellas está muy extendida en
la práctica.
σult
τult = (ec. 5.A.1.2)
2 Nφ
1 + sen φ'
Nφ = (ec. 5.A.1.3)
1 − sen φ'
302
Sistemas de anclaje en suelos
que es una forma muy usada para estimar la capacidad de anclas, donde D es el diámetro
del bulbo.
303
Manual de construcción geotécnica
Fig. 5.A.1.1, Capacidad de anclas en materiales granulares como función la longitud del bulbo
inyectado (curvas construidas a partir de resultados de pruebas de campo)
Es importante señalar que en las anclas con inyecciones múltiples de alta presión es
indispensable contar con un obturador confiable para sellar el bulbo de inyección.
304
Sistemas de anclaje en suelos
Fig. 5.A.1.2, Capacidad de anclas instaladas en suelos granulares con barreno reinyectado a altas
presiones
w − LP w − LP
IL = = (ec. 5.A.1.6)
LL − LP IP
en donde w es el contenido natural de agua, LP y LL son los límites plástico y líquido del
suelo e IP es el índice de plasticidad.
Algunos autores señalan que no podrán emplearse anclas en suelos con LL > 50 % e IL >
0.2. Por otro lado, si el índice plástico IP > 20%, entonces se deberá prever que las
deformaciones diferidas (creep) pueden producir relajaciones significativas de las fuerzas de
anclaje a largo plazo (Weatherby et al., 1982; Sabatini et al., 1999).
305
Manual de construcción geotécnica
Anclas inyectadas a baja presión. En este caso se trata de sistemas de anclaje en los
cuales la presión de inyección no rebasa 10 kg/cm2. Al inyectar a presión un barreno en un
material cohesivo puede fracturarse hidráulicamente, por lo cual el límite práctico de la
presión de inyección está dado por la presión de fracturamiento. Si ocurre el fracturamiento,
la lechada migra y puede perderse descontroladamente; en la mayoría de los casos este tipo
de anclas utilizan bulbos rectos. Los sistemas de anclaje con bulbos confinados por fundas
geotextiles o membranas de diferente tipo eliminan la posibilidad de que la lechada migre.
En anclas con bulbo recto, el enfoque para estimar Pu es similar al que se sigue para
calcular la capacidad última de pilotes de fricción y en principio podría utilizarse cualquiera
de los métodos disponibles para tal efecto. Sin embargo, al igual que en el caso de las anclas
en suelos granulares, las incertidumbres respecto de las alteraciones producidas por la
barrenación en las propiedades mecánicas del suelo en su interfaz con el mortero o lechada
del bulbo son las mismas. Igualmente, existen otras incertidumbres relacionadas con la
geometría real del bulbo después de la inyección.
Una de las fórmulas más empleadas para estimar la capacidad de un ancla instalada en un
suelo cohesivo es:
Pu = π D l a α c u (ec. 5.A.1.7)
Anclas con campana simple. Se han usado en Estados Unidos para aumentar la
capacidad de anclas, como medio para lograr diseños más eficientes en vista de las
limitaciones que ya se discutieron respecto a los anclajes instalados en arcillas. La siguiente
fórmula toma en cuenta la fricción a lo largo de la totalidad de la parte recta del bulbo, así
como la capacidad de carga de la zona acampanada:
π
Pu = π D s l s α c u + ( Du2 − D s2 )N c c u (ec. 5.A.1.8)
4
306
Sistemas de anclaje en suelos
Anclas con campanas múltiples. Estas anclas se desarrollaron para utilizarse en arcillas
preconsolidadas rígidas de plasticidad baja a media. Se ha supuesto que contribuyen a su
capacidad: a) la adhesión a lo largo de las porciones rectas del bulbo, b) la capacidad de
carga movilizada por la base de las campanas y c) la fricción a lo largo del cilindro que pasa
por las puntas de las zonas acampanadas, como se establece en la siguiente expresión:
π
Pu = π D s l s α c u + ( Du2 − D s2 )N c c u + f u c u lu π Du (ec. 5.A.1.9)
4
en donde los términos no definidos antes son el factor de reducción, fu, así como la longitud
y el diámetro de las campanas, lu y Du. Los valores de esta ecuación son similares a los de la
ecuación (5.A.1.8) mientras que el factor de capacidad de carga Nc puede variar entre 6 y 13.
En cuanto al factor de reducción, sus valores se han determinado a partir de ensayes de
campo para herramientas y métodos de perforación específicos. Para la arcilla de Londres,
por ejemplo, fu varía entre 0.75 y 1 (Basset, 1978; Littlejohn, 1977). Finalmente, en estos
anclajes es necesario determinar el espaciamiento de las campanas y se ha establecido que
la separación entre las campanas varía entre 1.5 y 2.5 veces el diámetro de las mismas.
Cuando el espaciamiento es grande, la superficie de falla delante de la zona acampanda
intersecta al bulbo recto y cuando se tienen espaciamientos pequeños, la falla se presenta a
lo largo de la superficie cilíndrica definida por las puntas de las campanas.
Como quedó de manifiesto, el uso de las expresiones mostradas y discutidas en este Anexo
implica incertidumbres que, como en mucha otras aplicaciones geotécnicas, se toman en
cuenta empleando factores de seguridad generosos. En el caso de los anclajes, además de las
incertidumbres naturales originadas por la no homogeneidad en las propiedades y
características de los materiales presentes en el subsuelo, también se tienen las que se
producen por los trabajos necesarios para instalar las anclas, principalmente las
operaciones de barrenación. La capacidad última depende fundamentalmente de la
resistencia en la interfaz suelo-lechada o suelo-mortero a lo largo del bulbo de inyección.
Dicha resistencia es una variable difícil de estimar y además cambia y evoluciona con el
tiempo. Los valores que se presentan en la Tabla 5.A.1.3 se pueden utilizar como
indicadores para estimarla en análisis y diseños preliminares.
307
Manual de construcción geotécnica
En esta condición inicial el esfuerzo efectivo medio, p’, y el esfuerzo desviador, q, son:
σ'v +2σ' h
p' =
3 (ec. 5.A.2.3)
q = σ'v −σ' h
308
Sistemas de anclaje en suelos
Esquistos 2a8 Arcilla rígida de 0.3 a 1.0 Arena media a 2.5 a 9.7
suaves plasticidad gruesa
media a alta (c/grava), comp.
densa a muy
densa
Areniscas 8 a 17 Arcilla muy 0.7 a 1.7 Arenas limosas 1.7 a 4.1
rígida de
plasticidad
media a alta
Areniscas 7a8 Arcilla rígida de 1.0 a 2.5 Morrena glacial 3.0 a 5.2
intemperizadas plasticidad densa
media
Gis 2 a 11 Arcilla muy 1.4 a 3.5 Grava arenosa 2.1 a 3.8
rígida de de comp. media
plasticidad a densa
media
Marga 1.5 a 2.5 Limo arenoso 2.8 a 3.8 Arena con 2.8 a 13.8
intemperizada muy rígido de gravas de comp.
plasticidad densa a muy
media densa
Por facilidad, considérese que el suelo excavado se encuentra seco por lo cual u = 0. Los
estados iniciales del elemento se muestran en el diagrama esfuerzo deformación y en las
trayectorias de esfuerzos del diagrama p’- q.
Con buena aproximación puede suponerse que durante la excavación los esfuerzos verticales
del elemento analizado no se modifican. Sin embargo, conforme avanza la remoción de
materiales, los esfuerzos horizontales del elemento disminuyen, con lo cual el esfuerzo
desviador aumenta y eventualmente puede conducir a la falla del elemento, como se aprecia
en la trayectoria de esfuerzos de la parte derecha de la Fig. 5.A.2.1.b.
309
Manual de construcción geotécnica
310
Sistemas de anclaje en suelos
Dado que las anclas aplican cargas concentradas, en la práctica no es posible lograr una
distribución uniforme de ∆σA . Sin embargo, sí es posible restablecer el equilibrio global de
fuerzas, para lo cual se requiere que la fuerza de anclaje, TA, sea:
H 1
TA = K 0 ∫0 γh dh = K 0 γH 2 (ec. 5.A.2.5)
2
La expresión anterior conduce a la conclusión de que la fuerza de anclaje debe ser capaz de
soportar el peso total del material desplazado por la excavación (por unidad de longitud),
afectado por un factor menor que la unidad:
T A = K 0W (ec. 5.A.2.6)
TA = K A W (ec. 5.A.2.7)
en donde KA es el coeficiente de empuje de tierras para falla activa. Debe recordarse que al
presentarse un estado de falla activa, se genera una cuña de material fallado que tiende a
desplazarse hacia el corte, como se muestra en la Fig. 5.A.2.2, situación que suele no ser
aceptable, en especial en zonas urbanas. En la práctica es imposible eliminar por completo
los desplazamientos hacia la cara de la excavación por lo cual los límites permisibles
dependen de las condiciones locales.
311
Manual de construcción geotécnica
5.A.2.4 se ilustra cómo cambia la distribución de presiones conforme avanza una excavación
estabilizada con una tablestaca anclada.
312
Sistemas de anclaje en suelos
313
Manual de construcción geotécnica
confiables. En tal caso es preferible recurrir a análisis al límite para estimar las fuerzas de
anclaje.
Los diagramas de presiones aplicables se presentan el inciso 5.4.3.a los cuales son menos
conservadores que los que normalmente se utilizan en las oficinas de cálculo sobre todo en
lo que se refiere a los valores de la presiones en la parte inferior de la estructura de
retención. La práctica usual se basa en el uso de las envolventes de Terzaghi y Peck (1967)
las cuales se desarrollaron para estructuras de retención troqueladas. Las del inciso 5.4.3.a
se obtuvieron a partir de experimentos de campo en prototipos reales y ensayes de
laboratorio en modelos a escala reducida, en ambos casos instrumentados. También debe
tenerse presente que se trata de envolventes de las distribuciones reales de esfuerzo y que
estas distribuciones dependen del procedimiento constructivo, de la rigidez de la estructura
de retención y de la rigidez del terreno.
314
Sistemas de anclaje en suelos
315
Manual de construcción geotécnica
Se recomienda emplear los coeficientes de empuje de tierras de Henkel (1971) pues las
distribuciones de empuje de Terzaghi y Peck (1967) no toman en cuenta la estabilidad en la
base de la excavación, la cual influye notablemente en el comportamiento de muros flexibles
o tablestacas ancladas en este tipo de materiales. El diagrama recomendable es rectangular,
aplicando el coeficiente de empuje de tierras activo de Henkel para condiciones no drenadas
(esfuerzos totales):
4c u d ( 2 + π)c ub
K A =1− +2 2 1 − (ec. 5.A.2.8)
γH H γH
donde
Debe notarse que cuando H/cu<π, la expresión anterior da valores que no son realistas y de
hecho deja de ser válida. En tal caso se recomienda adoptar un valor constante para KA
igual a:
γH
K A = 0.22 si ≤π (ec. 5.A.2.9)
cu
Anexo 5.A.3 Análisis de estabilidad general
316
Sistemas de anclaje en suelos
Para estudiar la estabilidad global de un talud anclado existen varios métodos. En taludes o
cortes efectuados en suelos en donde la superficie potencial de falla es circular, los más
usados en nuestro país son los métodos de dovelas, principalmente el de Fellenius (1936), el
de Bishop simplificado (1955) y el de Janbú (1954). Cuando la superficie potencial de falla
sea plana, también pueden usarse algunas adaptaciones de estos métodos, pero el más
comúnmente empleado es el de cuñas, como se detalla en el inciso 5.4.3.a, en especial
cuando se estudia la estabilidad de taludes en tobas constituidas por materiales cementados
o en rocas con discontinuidades. Todos estos métodos permiten introducir las fuerzas de
anclaje dentro de los cálculos.
Σ Momentos resistente s
FS = (ec. 5.A.3.1)
Σ Momentos actuantes
Como es sabido, debe buscarse la superficie potencial de deslizamiento que haga mínimo a
FS y cuando este último resulta menor o igual a la unidad, el sistema es inestable. En
taludes o cortes anclados, las fuerzas y momentos necesarios para lograr la estabilidad con
factores de seguridad adecuados deben proporcionarlas total o parcialmente las fuerzas de
anclaje. En muchos despachos de cálculo, las fuerzas de anclaje se agregan al numerador de
la expresión anterior:
Σ Momentos resistente s + Td
FS = (ec. 5.A.3.2)
Σ Momentos actuantes
La suma de los momentos debidos al anclaje a los momentos resistentes ha sido cuestionada
pues, evidentemente, también cabe la posibilidad de deducirlos a los momentos actuantes
del denominador. De acuerdo con Hoek y Brown (1985), la decisión de dónde aplicar las
fuerzas de anclaje depende de cómo funcionen las anclas. Según estos autores las anclas
pasivas o de fricción aumentan las fuerzas resistentes pero, como ya se dijo, sólo
comenzarán a trabajar cuando existan desplazamientos relativos entre la superficie del
bulbo inyectado y el material que lo circunda. Es decir, la ec. 5.A.3.2 corresponde a cuando
las anclas no sean pretensadas. Por otro lado, las anclas de tensión proporcionan fuerzas y
momentos que contribuyen a la estabilidad del sistema desde que se tensan los torones. Es
decir,
Σ Momentos resistente s
FS = (ec. 5.A.3.3)
ΣMomentos actuantes − Td
Las diferencias entre ambas expresiones se ilustran en la Fig. 5.A.3.1, en la cual se aprecia
que la eficiencia de las anclas activas, las de tensión, es considerablemente mayor que la de
317
Manual de construcción geotécnica
los anclajes pasivos de fricción. Con relación a estas últimas también debe tenerse muy
presente que las fuerzas que proporcionan dependen de las elongaciones que sufran los
tendones y que, en ocasiones, por defectos de instalación las anclas no quedan debidamente
tensadas. En casos extremos esa deformación equivale a decenas de centímetros, con lo cual
su efectividad se puede llegar a nulificar, para fines prácticos.
Fig. 5.A.3.1, Comparación entre los factores de seguridad obtenidos con las ecs. 5.A.3.2 y 5.A.3.3
Aunque los razonamientos anteriores explican el empleo de la ec. 5.A.3.3 para el caso de
anclas pretensadas, las incertidumbres asociadas a su forma real de trabajo justifican que
siempre se consideren como fuerzas resistentes. Por tanto, independientemente de la forma
de trabajo de las anclas, siempre se recomienda efectuar el análisis aplicando la ec. 5.A.3.2,
es decir, con la fuerza de anclaje en el numerador.
En general, los taludes constituidos por suelos finos con cohesión deben analizarse tanto
para condiciones de corto como de largo plazo. Es decir, deben revisarse con el enfoque de
esfuerzos totales en el corto plazo y con el de esfuerzos efectivos en el de largo plazo. En
estos últimos deben tomarse en cuenta las condiciones de flujo existentes.
318
Sistemas de anclaje en suelos
Es muy común que en los despachos de cálculo se empleen programas de computadora para
el análisis de la estabilidad de taludes. En taludes u otras estructuras ancladas, es
importante verificar qué hipótesis asume el programa de cómputo respecto de la aplicación y
distribución de las fuerzas de anclaje, así como respecto de su modo de funcionamiento.
319
Manual de construcción geotécnica
En la expresión (5.A.3.4) el término entre los paréntesis del numerador representa las
fuerzas de fricción originadas por las fuerzas normales debidas al anclaje, las cuales
incrementan los momentos resistentes; en el denominador, las fuerzas tangenciales
originadas por el anclaje, también dentro de un paréntesis, contribuyen a disminuir los
momentos actuantes. De acuerdo con la discusión sobre la aplicación de las ecs. A.3.2 y
A.3.3, la componente tangencial de las fuerzas de anclaje es más eficiente para incrementar
el factor de seguridad que la componente normal debido a dos cuestiones: primeramente, la
función que define al factor de seguridad es hiperbólica, por lo cual las reducciones en el
denominador de la expresión (5.A.3.4) tienen un efecto mucho más pronunciado en los
valores de FS; en segundo lugar, la componente normal está afectada por tgφ’ el cual, para
la gran mayoría de los casos resulta inferior a la unidad.
320
Sistemas de anclaje en suelos
En muchos casos la inclinación de las anclas no la determinan los factores técnicos sino las
prácticas o costumbres constructivas. En la Fig. 5.A.3.4 se ilustran situaciones típicas en las
cuáles se presentan las inclinaciones usuales y las óptimas, de acuerdo con la discusión
anterior.
En este anexo se presentan las disposiciones de las Normas Técnicas Complementarias para
el Diseño de Cimentaciones del Reglamento de Construcciones de Distrito Federal relativas
a anclas o sistemas estructurales con anclajes en suelos o rocas, en su nueva versión
presentada a las autoridades competentes en el año 2001.
Se incluye una copia fiel de todos los capítulos, apartados o párrafos en donde se hace
referencia a sistemas de anclaje o anclas. La numeración de los capítulos o incisos
corresponde a la que se presentó en dichas normas. Se indican con cursivas los párrafos o
frases donde se hace referencia a anclas.
En caso de usar anclas temporales para el soporte de ademes deberá demostrarse que éstas
no afectarán la estabilidad ni inducirán deformaciones significativas en las cimentaciones
vecinas y/o servicios públicos. El sistema estructural del ancla deberá analizarse con el
objetivo de asegurar su funcionamiento como elemento de anclaje. El análisis de las anclas
deberá considerar la posibilidad de falla por resistencia del elemento tensor, de la
adherencia elemento tensor-lechada, de la adherencia lechada-terreno y de la capacidad de
carga del terreno en el brocal del ancla. La instalación de anclas deberá realizarse con un
control de calidad estricto que incluya un número suficiente de pruebas de las mismas, de
acuerdo con las prácticas aceptadas al respecto. Los anclajes temporales instalados en
terrenos agresivos podrán requerir una protección especial contra corrosión.
6. Muros de contención
321
Manual de construcción geotécnica
Las presentes Normas se aplicarán a los muros de gravedad (de mampostería, de piezas
naturales o artificiales, o de concreto simple), cuya estabilidad se debe a su peso propio, así
como a los muros de concreto reforzado, con o sin anclas o contrafuertes, y que utilizan la
acción de voladizo para retener la masa de suelo.
7. Procedimiento constructivo
7.2 Excavaciones
7.2.1 Consideraciones generales
Cuando las separaciones con las colindancias lo permitan, las excavaciones podrán
delimitarse con taludes perimetrales cuya pendiente se evaluará a partir de un análisis de
estabilidad de acuerdo con el Capítulo 5.
Para reducir los problemas de filtraciones de agua hacia la excavación y los daños a
construcciones vecinas, se podrán usar tablaestacas hincadas en la periferia de la
excavación o muros colados in situ o prefabricados. Las tablaestacas o muros deberán
prolongarse hasta una profundidad suficiente para interceptar el flujo debido a los
principales estratos permeables que pueden dificultar la realización de la excavación. El
cálculo de los empujes sobre los puntales que sostengan estos elementos se hará por los
métodos indicados en el Capítulo 5. El sistema de apuntalamiento podrá también ser a base
de anclas horizontales o muros perpendiculares colados en el lugar o prefabricados.
En caso de usar anclas para la estabilización del talud deberá demostrarse que éstas no
afectarán la estabilidad ni inducirán deformaciones significativas en las construcciones
vecinas y/o en los servicios públicos. El sistema estructural del ancla deberá analizarse con
el objetivo de asegurar su funcionamiento como elemento de anclaje. El análisis de las
anclas deberá considerar la posibilidad de falla por resistencia del elemento tensor, de la
adherencia elemento tensor-lechada, de la adherencia lechada-terreno y de la capacidad de
carga del terreno en el brocal del ancla. La instalación de anclas deberá realizarse con un
control de calidad estricto que incluya un número suficiente de pruebas de las mismas, de
acuerdo con las prácticas aceptadas al respecto. Por otra parte, se tomarán las precauciones
necesarias para proteger las anclas contra corrosión, con base en pruebas que permitan
evaluar la agresividad del terreno, principalmente en cuanto a resistividad eléctrica, pH,
cantidad de sulfuros, sulfatos y cloruros. Se prestará particular atención a la protección de
los elementos que no se encuentran dentro del barreno y en especial en la zona del brocal
(placas de apoyo, cuñas, tuercas, zona terminal del elemento tensor, etc.).
322
6 Tierra armada
Alejandrina Guerrero
La tierra armada fue inventada por el ingeniero francés Henri Vidal en los años 1960´s,
durante unas vacaciones en las islas Baleares del Mediterráneo, cuando jugando con la
arena de la playa con sus hijos, se le ocurrió la idea de reforzar la arena con varitas de
pasto, fig 6.1.
El fruto de su intuición combinada con un cuidadoso y metódico análisis científico dió como
resultado lo que es ahora tierra armada, y se basó en la simple idea de combinar los
trabajos de manipulación de tierras con bandas de refuerzo creando un material compuesto,
nuevo y dotado de una gran resistencia.
En 1977 se crea la primera obra con paramento inclinado en los Estados Unidos, para 1979
se publican las recomendaciones y directrices para obras de tierra armada en Francia.
Posteriormente, la tierra armada ha sido aceptada en todos los grandes países industriales y
su utilización se ha diversificado muchísimo.
Las tareas de investigación desarrolladas, no solo hicieron posible probar las numerosas
ventajas de esta tecnología sino que también permitieron acumular gran cantidad de datos
a relativos al comportamiento de este material.
323
Manual de Construcción Geotécnica
Por lo tanto, la tierra armada puede ser considerada una de las innovaciones tecnológicas
más importantes en el campo de la investigación geotécnica. La solución es aceptada,
reconocida y recomendada en muchos proyectos importantes, ya que ofrece una importante
aplicación de las normas (AASHTO, DOC, ASTM) y códigos para el refuerzo de tierras.
324
Tierra armada
elementos exteriores nos serían necesarios; por otra parte si los refuerzos están muy
separados, las fuerzas de tensión en el punto de fijación pueden resultar muy importantes.
Por lo tanto los elementos básicos son el suelo y el refuerzo, mientras que el acabado
exterior es de menor importancia. El equilibrio local del refuerzo indica que la variación de
la fuerza de tensión induce esfuerzos cortantes en ambos lados del refuerzo y dentro del
mismo suelo en la vecindad del refuerzo.
Este esfuerzo cortante se puede expresar como sigue, suponiendo que es igual en ambos
lados del refuerzo:
donde
La movilización del esfuerzo cortante τ implica un desplazamiento relativo del refuerzo con
respecto al suelo; esto demuestra que la deformabilidad del refuerzo juega un papel
importante en la distribución de las fuerzas de tensión a lo largo del refuerzo. La relación
fundamental entre esfuerzos y deformaciones en la interfase suelo – refuerzos ha sido objeto
de diferentes estudios. Una primera aproximación se puede obtener con una prueba de corte
simple entre el suelo y el refuerzo realizado con un aparato de corte directo.
Por otro lado, el esfuerzo cortante τ esta relacionado con el esfuerzo normal σ aplicado al
refuerzo, a través del valor del coeficiente de fricción entre suelo y refuerzo, el cual por su
parte depende de muchos factores como se observa a continuación:
donde
Como se observa, los esfuerzos cortantes en ambos lados del refuerzo no son iguales, a
menos de que exista simetría en la geometría de la masa y de las cargas aplicadas, con
respecto al plano de refuerzo.
El principio de operación de la tierra armada es lograr que una masa granular que no puede
soportar fuerzas de tensión, forme un medio coherente debido a la flexibilidad de los
refuerzos que sí pueden trabajar a tensión.
325
Manual de Construcción Geotécnica
Con este método se pueden determinar separadamente las fuerzas máximas de tensión en
las tiras de refuerzo y la longitud necesaria de adherencia para los refuerzos. El diseño
preliminar involucra una masa de geometría rectangular con un ancho B igual a 0.7H,
siendo H la altura total de la estructura, fig 6.2.
σh = K σv (ec. 6.4)
donde
326
Tierra armada
donde
Para el caso de un estribo para puente, el valor del refuerzo σv se calcula aplicando el
principio de superposición, fig 6.3, ec. 6.9.
γ γ
σ σ σ
Este método de diseño a partir de esfuerzos de trabajo toma en cuenta el hecho de que en la
parte superior del muro, el estado de esfuerzos dentro del suelo se acerca más a la condición
de reposo y no al estado de falla.
Ante esfuerzos relativamente bajos, el estado del suelo entre las capas de refuerzo se acerca
a la condición K0 y sólo a medida que los esfuerzos cortantes aumentan alrededor de los
refuerzos, el suelo se acerca progresivamente a la condición de falla.
327
Manual de Construcción Geotécnica
L = L o + La (ec. 6.10)
donde
Para un suelo friccionante, el valor del coeficiente f* puede llegar a ser mayor que el valor
del coeficiente real de fricción f, medido directo en una prueba de material de relleno (ec.
6.11).
f* = τ / γh (ec. 6.11)
328
Tierra armada
Está basado en el concepto de superficies potenciales de falla y abarca tanto la falla debida
a la rotura del refuerzo, como la producida por el deslizamiento de los refuerzos.
Principios. Este método considera el equilibrio de una cuña limitada por el paramento
exterior y por una cierta superficie potencial de falla.
Cualquier cuña analizada esta sometida a la acción de las siguientes fuerzas (fig 6.6):
• Peso, W
• Componentes vertical y horizontal de las cargas, Qv y Qh.
• Empuje pasivo con sus componentes horizontal, Ph y vertical, Pv.
• Reacción del suelo R actuando sobre el plano potencial de falla, formando un ángulo
con, respecto a la normal a este plano.
• Suma de las fuerzas de tensión ( ΣΤι ) movilizadas en los refuerzos que pasan a
través del plano potencial de falla.
Resulta posible con este método verificar así la estabilidad de las distintas cuñas limitadas
por los planos potenciales de falla considerados y diseñar la estructura (número de tiras de
refuerzo por metro lineal y longitud de los refuerzos) analizando primero los planos que
pasan por el extremo superior del paramento y después los planos que pasan por puntos
cada vez más abajo del paramento exterior.
329
Manual de Construcción Geotécnica
φ1
θ−φ
θ
1. Las zonas de empuje activo y pasivo definidas como el lugar geométrico de las fuerzas
máximas de tensión.
3. La variación del coeficiente de fricción aparente entre el suelo y los refuerzos según las
ecs. 6.12 y 13.
Se considera aceptable un factor de seguridad de 2.0 contra falla por capacidad de carga en
el pie, en vez del valor usual de 3.0, debido a la naturaleza deformable de los muros de
tierra armada.
330
Tierra armada
donde
donde
B ancho de la tira
γ peso volumétrico efectivo del relleno
h profundidad de la tira en cuestión, y
σ’v = γh
(ec. 6.17)
σh = K σv, Αtab1
Estas capas horizontales están espaciadas a cada 0.75 m; el relleno detrás de las escamas se
efectúa también por capas horizontales (paralelas a la solera) de desplante.
El montaje de cada capa no debe de empezarse sin que la capa inferior este terminada en
toda su altura. Las escamas de la primera fila (fig. 6.7) se apoyan directamente sobre el
concreto de la solera.
331
Manual de Construcción Geotécnica
Su colocación empieza con las "medias escamas" (tipo "C") entre las cuales se machi-
hembran las escamas enteras tipo "A".
Mientras se espera a la colocación de las armaduras, las escamas son sujetas por medio de
unos sargentos colocados en la parte alta de la escama "C", fig 6.8.
Después se quitan los sargentos cuando se haya llegado con el relleno a la parte alta de las
escamas "C". Si se desea se pueden dejar apuntaladas las escamas hasta llegar a este
nivel.
Colocación de escamas de filas intermedias, en las almenas constituidas por las escamas de
la fila inferior (o sea una escama cada 3.00 m).
Siempre que se pone una escama, debe verificarse la distancia entre barra - tubo de las
escamas contiguas con el escantillón de colocación. Las escamas son sostenidas mientras
las armaduras son colocadas por medio de los sargentos (elementos de fijación, de madera).
El reglaje del relleno se hace con cuidado para que la armadura se apoye completamente en
el terreno.
332
Tierra armada
Ejecución de relleno y compactado. El relleno será ejecutado en capas de 37.5 cm, cuyos
niveles corresponden al nivel de los arranques, consecuentemente al de las armaduras y a
las partes altas de las escamas. La nivelación de las capas debe de ser ejecutado
paralelamente al paramento, para que el empuje de la maquina y el movimiento de tierra no
lo transmita directamente a las
escamas.
No es permisible el empleo de
maquinaria de orugas en
contacto directo con las
armaduras.
333
Manual de Construcción Geotécnica
Una variante de los estribos es el estribo mixto, que esta diseñado de tal manera que
soportan el tablero del puente por medio de pilas embebidas dentro del terraplén.
Los estribos de tierra armada son una solución muy usada para enlaces en autopistas y
Techspan es el medio empleado en la construcción de pasos subterráneos y obras de drenaje.
La flexibilidad que ofrece este sistema posibilita el diseño y construcción de muros curvos
sin incurrir en costos adicionales.
Vías de Ferrocarril. Los muros de tierra armada soportan líneas estatales de ferrocarril y
de transporte de ferrocarril de alta velocidad en muchos países. Las estructuras construidas
con tierra armada y Techspan presentan una buena respuesta contra las vibraciones
causadas por tráfico de ferrocarril. Los muros de tierra armada pueden ser de dos tipos
distintos: los que se construyen paralelos a la vía y los que se construyen para soportar la
vía, fig 6.11.
Obras Fluviales y Marítimas. Se han ejecutado con tierra armada gran variedad de
proyectos en obras marítimas y fluviales. Estas incluyen el soporte de carreteras costeras,
muros y muelles, diques marítimos, presas y obras en las márgenes de ríos, fig 6.12. El
334
Tierra armada
335
7 Soil nailing
Walter I. Paniagua Zavala
7.1 Introducción
El soil nailing es una técnica de refuerzo de suelos in situ, que se ha utilizado desde los
1970´s, principalmente en Francia y Alemania, para la contención de excavaciones y
estabilización de taludes. El concepto fundamental del soil nailing consiste en reforzar el
suelo, con inclusiones pasivas –anclas, para incrementar la resistencia global del suelo en el
sitio y que la fricción entre el suelo y las anclas restrinja los desplazamientos del suelo antes
y después de la construcción. En la Fig. 7.1 se muestran algunas aplicaciones típicas del soil
nailing.
Esta técnica surgió como una extensión del “nuevo método de tuneleo autriaco” (Fig. 10.1c),
que combina el concreto lanzado reforzado y la colocación de anclas, para proporcionar un
sistema de soporte flexible para la construcción de excavaciones subterráneas.
337
Manual de Construcción Geotécnica
Aplicable No aplicable
Arcillas Arcillas plásticas blandas
Suelos granulares Suelos orgánicos, turba
Roca alterada, depósitos de piemonte Suelos granulares sueltos (N<10), y/o
Suelos heterogéneos y estratificados Suelos saturados
Es evidente el traslape que existe entre algunos de los elementos del soil nailing y otros
métodos de refuerzo de suelos que se incluyen en este manual: anclaje, tierra armada,
inclusiones; en este capítulo se ilustran algunas de las diferencias conceptuales que
distinguen las distintas técnicas, como se muestra en la Fig. 7.2.
En este trabajo se presenta una compilación bibliográfica del tema, sin pretender ser
exhaustiva, planteando un panorama general de la técnica del soil nailing, basada
fundamentalmente en los trabajos de Juran y Elias (1991), Abramson (1994), ASCE (1997),
Abramento et al. (1998) y Juran y Levy (2001).
338
Soil nailing
La principal componente de un sistema de retención con soil nailing son el suelo in situ, las
anclas de tensión y el recubrimiento en la superficie. La economía del sistema depende
fundamentalmente de la tecnología utilizada (elementos estructurales y proceso de
instalación de las inclusiones) y la velocidad de construcción que se logre.
Las inclusiones son generalmente anclas formadas por barras de acero u otros elementos
metálicos, que puedan resistir esfuerzos de tensión, cortante y momentos flexionantes, ya
sea que se coloquen en perforaciones previas, inyectadas a todo lo largo de su longitud, o
hincadas dentro del suelo. Las anclas no son presforzadas, pero se colocan en
espaciamientos muy cerrados (por ejemplo, un ancla hincada por cada 0.25 m2 o un ancla
inyectada por cada 1 a 5 m2) para generar una cohesión aparente anisotrópica en el suelo.
• Anclas hincadas
• Anclas inyectadas
• Jet nails
• Anclas protegidas contra la corrosión
• Anclas lanzadas
Jet nails. Son inclusiones compuestas hechas con suelo inyectado con una barra central de
acero, que puede ser entre 30 y 40 cm de diámetro. Las anclas se instalan utilizando un
martillo con vipropercusión de alta frecuencia (hasta 70 Hz) y se inyecta lechada de cemento
durante la instalación, a través de un canal longitudinal a la barra, de unos cuantos
milímetros de diámetro, con una presión suficiente para causar el fracturamiento hidráulico
del suelo alrededor (Simecsol, 1996; Ischebeck, 1996). Sin embargo, se han utilizado
presiones relativamente bajas (40 kg/cm2) en suelos granulares. El ancla interna se protege
contra la corrosión usando un tubo metálico. Esta técnica provoca una compactación y
mejoramiento del suelo alrededor del ancla, que incrementa significativamente la
339
Manual de Construcción Geotécnica
340
Soil nailing
τ ult
= γ ⋅h⋅µ * (ec. 7.1)
donde
τ ult
resistencia a la extracción última
γ peso volumétrico del suelo
h altura de suelo sobre el ancla
µ* coeficiente de fricción aparente
Juran y Elias (1991) muestran que el coeficiente de fricción aparente obtenido en pruebas de
extracción de anclas, corresponde al valor de diseño usado generalmente en las soleras
corrugadas de tierra armada. Esto se cumple a profundidades relativamente someras, donde
el valor de µ* es significativamente mayor que 1, pero decrece con la profundidad hasta
llegar a tan(φ); sin embargo, el proceso de construcción de la tierra armada produce un
coeficiente de fricción aparente sustancialmente más grande que el del soil nailing, por lo
que los lineamientos de diseño de la tierra armada no pueden extrapolarse a las estructuras
de soil nailing.
En anclas inyectadas, la perforación previa produce una descarga del suelo, que puede
alterar sus propiedades significativamente; la interacción suelo-ancla depende
fundamentalmente de la recompactación del suelo con la inyección. En suelos granulares, se
utilizan presiones de inyección de 3.5 a 7 kg/cm2, que inducen un mejoramiento asociado con
la penetración de la lechada en zonas permeables, incrementando el diámetro efectivo y la
resistencia a la extracción del ancla. En suelos cohesivos, la inyección con tremie genera una
interfase suelo-inclusión más lisa. La presencia de agua en las interfases, específicamente
en suelos plásticos, puede generar un efecto de lubricación y disminuir sustancialmente la
resistencia a la extracción del ancla.
En la Tabla 7.3 se muestra un resumen de los valores del esfuerzo cortante lateral último en
la interfase de anclas, como una función del tipo de suelo y la técnica de instalación.
Las principales ventajas y limitaciones de la técnica de soil nailing son las siguientes
(Abramson, 1994; Juran y Elias, 1991; Abramento et al., 1998):
Ventajas
• Se pueden alcanzar economías entre 10 y 50 por ciento, comparado con muros anclados.
341
Manual de Construcción Geotécnica
Desventajas. Como todos los sistemas de construcción, el soil nailing presenta algunas
desventajas, pero, como se observa a continuación, también son comunes con otros sistemas
de refuerzo, y se considera que las ventajas superan estos problemas.
• El suelo debe ser suficientemente resistente para que se puedan mantener estables
cortes entre 1 y 2.4 m de alto, al menos por unas horas, durante la instalación del
refuerzo. En este caso, solo es necesario que el suelo tenga alguna cohesión o
cementante.
• En caso de existir un flujo de agua fuerte hacia la cara de la excavación, no será posible
colocar el concreto lanzado.
• En arcillas muy blandas no es aplicable este sistema.
• Es necesario tomar precauciones con las interferencias subterráneas en forma temporal
o permanente.
• En ocasiones, es necesario colocar elementos de construcción fuera de los límites de
propiedad de la obra.
342
Soil nailing
Antes de revisar los diferentes métodos de diseño, es necesario comentar algunos aspectos
generales de diseño, como la configuración del talud, los desplazamientos laterales
permisibles, la vída útil requerida y los requerimientos de drenaje. Se ha supuesto que se
conocen con cierto detalle las características del suelo.
Configuración del talud. Esta es una de las primeras consideraciones que se requieren
durante el diseño. Se deben tomar en cuenta las siguientes características:
• Altura y longitud
• Pendiente
• Alineamiento horizontal
• Proximidad a estructuras o instalaciones existentes o futuras
Estos elementos regirán los espacios disponible y requerido para el muro o talud; a mayor
altura y ángulo del talud, mayor será la longitud de las anclas necesarias, para un
determinado tipo de suelo. Si el alineamiento horizontal contiene curvas o ángulos
pronunciados, se deberá alinear las anclas para prevenir la interferencia entre sí. La
cercanía con estructuras existentes que puedan sufrir daños, como resultado de la
instalación del soil nailing, puede obligar a reubicar la obra.
Vida útil. Se divide en dos categorías, temporal y permanente; si el soil nailing se utiliza
como soporte temporal de una excavación, no deberá preocupar la corrosión del acero,
agrietamiento del concreto lanzado y drenaje a largo plazo. Sin embargo, si se requiere de
una estructura permanente, se debe considerar lo siguiente:
343
Manual de Construcción Geotécnica
Los métodos de diseño para soil nailing se pueden clasificar en dos categorías principales
(ASCE, 1997):
Métodos de esfuerzos de trabajo, que se utilizan para estimar las fuerzas de tensión y
cortante generadas en las anclas durante la construcción, bajo las condiciones de carga de
diseño y evaluar la estabilidad local en cada nivel de anclas.
En la Tabla 7.3 se presentan las hipótesis básicas de los métodos que se mencionan en este
capítulo.
Método francés. Desarrollado por Schlosser, puede ser resuelto con el procedimiento de
estabilidad de taludes de dovelas. La masa de suelo reforzada se trata como un material
compuesto. La diferencia con otros métodos es que considera cuatro criterios de falla, como
se muestra en la Fig. 7.3. Cada ancla es evaluada con respecto de los cuatro criterios,
suponiendo diferentes modos de falla para el ancla misma, el suelo alrededor del ancla y la
interfase ancla/suelo.
La resistencia al corte del suelo se evalúa con base en el criterio de Mohr-Coulomb con un
ángulo de fricción interna (φ) y la cohesión (c), en la base de cada dovela. El suelo falla si el
esfuerzo cortante movilizado es mayor que el esfuerzo normal, multiplicado por (c + tanφ).
Se considera aceptable un factor de seguridad de 1.5.
344
Soil nailing
(a) Mecanismos de falla mezclados: la fuerza de tensión límite en cada ancla está gobernada,
ya sea por su resistencia a la extracción factorizada, o por el esfuerzo de fluencia del ancla,
el que resulte menor
(b) Factor de seguridad
(c) Factor de seguridad global
(d) Superficie crítica de falla
345
Manual de Construcción Geotécnica
Criterios de falla
Resistencia a la tensión del ancla T max
=A f s y
donde
4 EI
L o
= 0.25
k h D
(ec. 7.3)
donde
V o
=
1
2 Lo
D [M p
(0.16 D Lo)
2
] (ec. 7.4)
346
Soil nailing
2
M mx
= 0.16 pD Lo (ec. 7.5)
Este valor se compara con el permisible (Mp). Se sugiere un factor de seguridad de 2 para
las fuerzas cortantes y momentos flexionantes.
2 2
T +V <1 (ec. 7.6)
2 2
R R n c
donde
R
[ ]
V = c
1/ 2 (ec. 7.7)
1+ 4 tan 2(1.57 −α )
T = 4V (1.57 − α ) (ec. 7.8)
Método alemán. Propuesto por Stocker y otros, utiliza un análisis de equilibrio de fuerzas,
suponiendo una superficie de falla bilineal, Fig. 7.4.
Se supone que la resistencia al corte del suelo (definida con el criterio de Mohr-Coulomb) se
moviliza completamente a lo largo de la superficie de falla. Solamente se consideran fuerzas
de tensión; el factor de seguridad global es la suma de las fuerzas resistentes de las anclas
(ubicadas atrás de la superficie de falla supuesta, formadas por la resistencia a la extracción
de las anclas) dividida entre las fuerzas totales requeridas para el equilibrio (obtenida
considerando el polígono de fuerzas que actúa en una cuña de suelo rígido).
347
Manual de Construcción Geotécnica
Método de Davis. Shen y otros desarrollaron este método similar al alemán, suponiendo
una superficie de falla parabólica, cruzando parcial o totalmente dentro de la masa de suelo
reforzado. La hipótesis está basada en las curvas de igual factor de seguridad generadas en
simulaciones realizadas con elemento finito. Se acepta que las anclas solo toman fuerzas de
tensión y que su falla se genera por rompimiento o extracción.
348
Soil nailing
Fig. 7.5, Ayudas de diseño para el método de Davis modificado, ASCE (1997)
Las gráficas han sido preparadas para longitudes de anclas iguales, un factor de seguridad
global de 1.0 y una cohesión de diseño constante de 0.7 t/m2 (150 psf), que representa el
valor mínimo necesario para realizar cortes iniciales estables. El ángulo de fricción interna
debe factorizarse por 1.2 y la fuerza cortante última en la interfase (τult) se debe factorizar
por 1.75 a 2.0, dependiendo de la calidad de los datos.
S=
τ D ult 2
(ec. 7.9)
γ S S H V
donde
349
Manual de Construcción Geotécnica
Para un valor de diseño determinado de S, las gráficas se utilizar con el valor factorizado del
ángulo de fricción interna del suelo, para obtener el valor correspondiente de L/H (donde L y
H son la longitud de las anclas y la altura del talud, respectivamente). Se puede modificar el
diámetro de la perforación y el espaciamiento entre anclas para alcanzar el diseño óptimo.
Tmax = σn As
Tc = τN As
Mecanismo de falla e hipótesis de diseño Estado de esfuerzos en la inclusión
Otros métodos. Con este enfoque se han desarrollado otros procedimientos, como el de los
diagramas de empuje de tierras empírico y análisis con elementos finitos. Se puede
encontrar más información en ASCE (1997).
350
Soil nailing
Esta zona era antiguamente una mina de explotación de agregados, que fue rellenada
posteriormente en forma
parcial, con material
heterogéneo. Se realizaron
sondeos de penetración
estándar, complementados con
ensayes presiométricos. Los 13
m del cuerpo del terraplén
están formados por rellenos
areno arcillosos de compacidad
suelta a media, desplantándose
en una toba areno limosa en el
fondo, Fig. 7.7.
351
Manual de Construcción Geotécnica
Referencias
Abramento M., Koshima A., Casati A. (1998) “Reforço do terreno”, capítulo 18 en Fundaçoes,
Teoria e prática, Associação Brasileira de Mecânica dos Solos e Engenharia Geotécnica,
Brasil.
Abramson, L.W. (1994) “In situ ground reinforcement”, chap. 5 in Ground Control and
Improvement, John Wiley & Sons, New York.
ASCE (1997) “Soil nailed retaining structures”, chap. 2.8 in Ground improvement, Ground
reinforcement, Ground treatment. Developments 1987-1997. Geotechnical Special
Publication N° 69, American Society of Civil Engineers, New York.
Juran I. and Elias V. (1991) “Ground anchors and soil nails in retaining structures”, chap.
26 in Foundation Engineering Manual, ed. H.Y. Fang, Van Nostrand Reinhold, New York.
Juran I. and Levy O. (2001) “Soil nailing”, International knowledge database for ground
improvement technologies, ISSMFE-TC-17, http://tc17.poly.edu/ikd.htm.
Simecsol (1996) “Jet nails and jet piles; principles and applications”, Simposio Internacional
de Anclajes, editado por la Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, México.
352
8 Geosintéticos
Rafael Morales y Monroy
8.1 Introducción
Este trabajo parte del supuesto de que quien lo use, ya está familiarizado, de antemano, con
las técnicas y teorías básicas de mecánica de suelos, de estabilidad de taludes, de muros de
contención y de terraplenes. La teoría de los esfuerzos efectivos y la resistencia al esfuerzo
cortante de los suelos, son algunos de los requisitos indispensables en la lectura del presente
trabajo.
Para el diseño preliminar de taludes se presentan una serie de gráficas o ayudas para
diseño manual, sin embargo, dadas las iteraciones tan grandes que debieran llevarse a cabo,
se sugiere siempre, para el diseño final o para la elaboración de un proyecto ejecutivo, el
contar con algún programa de cómputo, con algún software comercial que proporcione
dichas iteraciones, en base a la geometría, la estratigrafía, las propiedades de los suelos y
las cargas actuantes.
353
Manual de Construcción Geotécnica
En el primer caso, el talud o terraplén de suelo reforzado, se supone que esté desplantado
sobre un suelo firme incompresible o roca, los cuales impiden a las potenciales superficies de
falla presentarse por la base o por el pié del talud. Un ejemplo de esto, con sus principales
componentes, se ilustra en la Fig. 8.1.
REFUERZO PRIMARIO
β
REFUERZO SECUNDARIO
Fig. 8.1, Principales componentes de un talud de suelo reforzado sobre un suelo con adecuada
capacidad de carga
Para el caso de terraplenes sobre suelos blandos, la resistencia del suelo de desplante y su
compresibilidad controlan, con mucho, la estabilidad de la estructura. Un ejemplo de esto se
ilustra en la Fig. 8.2.
Los métodos de equilibrio límite que se usan de manera común en la práctica profesional
son los mismos o muy semejantes a los utilizados para este mismo tipo de estructuras, sin
reforzar. Estos métodos se han modificado incluyéndoles las fuerzas estabilizadoras
adicionales que proporcionan las distintas capas de refuerzo.
8.2.1 Taludes
354
Geosintéticos
REFUERZO
B
D SUELO BLANDO
A. Zona de suelo reforzado: es la masa de suelo conformada por el relleno y las capas
horizontales de refuerzo. La cara del suelo reforzado puede ser o no paralela la cara
frontal del talud. Pueden o no existir también sobrecargas sobre la superficie del suelo
reforzado.
D. Suelo de desplante: es aquel suelo o roca localizado por debajo de la zona de suelo
reforzado.
F. Refuerzo secundario: está formado por capas horizontales cortas de geosintéticos que
permiten estabilizar de manera local la cara del talud, durante y después de su
construcción. En algunos casos el refuerzo secundario se usa de manera conjunta con
355
Manual de Construcción Geotécnica
una capa delgada de material granular en la cara del talud, lo cual facilita su
construcción y drenaje.
G. Protección superficial: de la cara del talud contra la erosión. Esto se logra de muchas
maneras: revegetando el talud, colocando concreto lanzado o utilizando geomatrices, las
cuales se fijan o se anclan a la cara del talud para prevenir la erosión, sobretodo aquella
debida a las lluvias y a las corrientes que se forman por encima de la superficie de la
cara del talud.
El uso de refuerzos en la base del relleno puede incrementar el factor de seguridad contra
una falla catastrófica cuando se construye sobre un suelo suave o compresible. En este caso,
el refuerzo también puede trabajar, al inicio de la construcción, como separador y
facilitador de la construcción. Debe señalarse, sin embargo, que la inclusión del refuerzo en
el diseño y construcción de los terraplenes, no minimizará, de ninguna manera, los
asentamientos del terraplén, al consolidarse el terreno que lo subyace.
B. Suelo de desplante: comprende a un suelo con una muy baja resistencia al esfuerzo
cortante, tal que, el factor de seguridad contra la falla catastrófica o de colapso del
terraplén queda controlada por los suelos subyacentes. Además, estos materiales pueden
ser compresibles bajo el peso del relleno del terraplén.
C. Refuerzo: está formado por una capa horizontal de alta resistencia y alto módulo, que
se extiende a lo largo de la base del terraplén. En algunos casos se ha llegado a utilizar
más de una capa de refuerzo en la base del terraplén y la cara de éste se han reforzado
con capas horizontales, primarias y secundarias, semejantes a las ya descritas, para las
pendientes o taludes muy pronunciados.
Los materiales que generalmente se usan para el refuerzo, son materiales con diferentes
resistencias y rigideces, tanto en sentido longitudinal como en sentido transversal. Cuando
se usan en aplicaciones de refuerzo, en taludes o en terraplenes, la dirección más fuerte
deberá de orientarse de manera perpendicular a la cara del talud.
356
Geosintéticos
Es necesario, para todos los métodos de análisis de taludes y terraplenes, el refuerzo que se
utilice tengan una suficiente resistencia a la tensión y que permanezca sano e inalterado por
un tiempo de vida mucho mayor al de la estructura que se diseñe. Hay dos mecanismos de
falla potenciales que deben de considerarse:
1. Pullout o extracción del refuerzo, también conocido como falla por adherencia.
2. Falla por sobreesfuerzo del refuerzo.
refuerzo
refuerzo
σ1V
refuerzo
la
El modelo que se ha adoptado en general, para estos cálculos, es el propuesto por el Task
Force 27 de AASHTO. El término σ’v es el esfuerzo vertical efectivo actuando a la elevación
donde se encuentra colocado el refuerzo y se calcula usando la teoría de los esfuerzos
efectivos de Tersaghi así como la carga “q” que actúa de manera permanente sobre la
longitud del anclaje la. El ángulo de fricción del suelo está dado φ’f. C i es el coeficiente de
interacción por esfuerzo cortante y se relaciona con la eficiencia para transferir las cargas
entre el suelo y el refuerzo. La magnitud de C i es función del tipo de refuerzo y del tipo de
357
Manual de Construcción Geotécnica
suelo de que se trate. Una tabla con valores típicos de este coeficiente, de acuerdo al
refuerzo y al tipo de suelo, se presenta en el inciso 8.7.2.
Falla por adherencia. La falla por falta de adherencia ocurre cuando el refuerzo tiene
poca interacción con el suelo al cual se encuentra reforzando, generalmente con un suelo
puramente cohesivo o arcilloso. Este mecanismo de falla potencial se asocia generalmente
con terraplenes reforzados sobre suelos arcillosos suaves. En el inciso 8.5 se presentan
algunos detalles del método de diseño, el cual necesita una estimación de la resistencia a la
adherencia disponible en la interfase refuerzo – suelo de desplante.
El refuerzo secundario se recomienda para las caras de los taludes, para prevenir y
minimizar los desconchamientos y fallas locales del talud, así como para facilitar su
construcción (Fig. 8.1).
Las guías emitidas por la FHWA (Federal Highway Administration) recomiendan que el
refuerzo secundario se coloque con espaciamientos menores a 60 cm y con una extensión o
longitud de 1.20 m a 1.50 m hacia adentro del talud. Este refuerzo secundario no necesita
tener la misma resistencia que el refuerzo primario y podrá ser cualquier tipo de refuerzo
que satisfaga el requerimiento.
La erosión en la cara del talud, debida sobre todo a los escurrimientos superficiales podrá
prevenirse revegetando el talud, ya sea con tepes de pasto o con plantas nativas de la
región, pero también existen una serie de productos especialmente diseñados para ello, las
geomatrices, las cuales pueden ser biodegradables, fotodegradables, orgánicas o inorgánicas.
8.3 Gráficas para diseño preliminar de taludes y terraplenes sobre suelos con
adecuada capacidad de carga
Este inciso describe cómo el diseñador puede usar una serie de gráficas para realizar un
diseño preliminar de un talud o un terraplén de suelo reforzado. El diseño preliminar,
resultante de usar éste método se limita a taludes y/o terraplenes con drenaje libre, es decir,
358
Geosintéticos
construidos con material granular, sobre suelos con adecuada capacidad de carga,
incompresibles. Las gráficas que se presentan fueron generadas usando un método de
equilibrio límite convencional, el de la cuña, que cubre el caso de una geometría simple con
un rango de taludes que varía desde 30º hasta 90º (verticales), así como suelos con ángulos
de fricción comprendidos entre 15º y 45º. Para el uso de estas gráficas se debe de utilizar un
ángulo de fricción reducido, φ’f , que permite tomar en cuenta la gran variabilidad de los
suelos y las incertidumbres en la geometría del talud y en las cargas actuantes.
Las suposiciones básicas que se utilizaron para generar estas gráficas fueron las siguientes:
1. Los suelos de desplante por debajo del pié del talud son estables e indeformables, y
cualquier inestabilidad potencial deberá quedar limitada por el tipo de suelo del relleno:
un suelo friccionante, por arriba del nivel de desplante, que evite la generación de
presiones de poro.
2. El nivel de aguas freáticas está por debajo del pié del talud.
4. La intersección de las superficies de falla con las fronteras del talud ocurrirá en el pié
del talud y en puntos por arriba de la cresta del mismo.
5. Las fuerzas que actúan entre las dovelas se supone que actúen formando un ángulo
λ = φ’ con la horizontal.
Al ángulo de fricción obtenido se le deberá de aplicar un factor de seguridad FS, para tomar
en cuenta las variaciones de las propiedades y las incertidumbres en la geometría del talud
y las cargas. De manera general se utiliza FS =1.5, sin embargo, es responsabilidad del
ingeniero geotecnista el recomendar y aplicar un factor que considere adecuado, basándose
en las condiciones del sitio, cargas externas, en la inclinación del talud y sobretodo en su
propia experiencia. El ángulo de fricción corregido, φ’ , se obtiene de acuerdo a:
359
Manual de Construcción Geotécnica
Coeficiente de empuje de tierras (Gráfica. 8.1). Para poder estimar el número mínimo de
refuerzos primarios en un talud es necesario calcular la fuerza horizontal P requerida para
mantener el talud en su equilibrio límite.
El enfoque adoptado para generar estas gráficas o ayudas de diseño es el determinar las dos
partes de la cuña crítica que llevan a la máxima fuerza horizontal requerida P. La
geometría usada en el análisis de cuña se ilustra en la Fig. 8.4.
β
2
λ=φ′
H θ2
1
φ′,γ P
θ1
1 Kγ H2
P= ___
2
Fig. 8.4, Análisis por cuña de dos partes para calcular la fuerza horizontal P, desbalanceada
La restricción de que la longitud L mínima del refuerzo sea suficiente para cubrir la cuña
crítica, de dos partes, se ilustra en la Fig. 8.5. El cálculo para el ancho L de la zona de
refuerzo adecuada, para evitar deslizamientos, se ilustra en la Fig. 8.6. Los cálculos para
determinar el ancho L mínimo de la base, para prevenir deslizamientos, se basan en las
siguientes relaciones de factores de seguridad:
donde
360
Geosintéticos
φ’ f, γ
H
P
β
1
P= Kγ H²
2
φ’ f grados
0.6 15
0.5 20
0.4 25
30
0.3
35
40
0.2
45
50
0.1
0
30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90
361
Manual de Construcción Geotécnica
H
φ′,γ
1 2
φ′γ
H P2
W1
λ=φ′
β θ2
S
L
2. La zona reforzada deberá tener una longitud L suficiente para contener a las dos partes
de la cuña.
3. La zona reforzada deberá tener una longitud L suficiente para evitar que deslice el
talud.
4. La zona reforzada deberá tener una longitud L suficiente para que no se desarrollen
esfuerzos de tensión verticales a lo largo de la superficie de contacto con el suelo de
desplante (la excentricidad de la base debe caer en el tercio medio del ancho L).
362
Geosintéticos
H φ’ f, γ
2.0
1.8
1.6
1.4
1.2
φ’f grados
L/H 1.0
15
0.8 20
25
30
0.6 35
40
0.4 45
50
0.2
0
30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90
Gráfica 8.2, Relación de L/H mínima para satisfacer los criterios de deslizamiento y excentricidad en
el método de la cuña.
363
Manual de Construcción Geotécnica
Aquí, la cantidad S es la resistencia al esfuerzo cortante que actúa en la base del talud y
está controlada por el ángulo de fricción φ’ de los suelos que conforman el talud, el peso de
la cuña W1 (del ancho de la zona reforzada, L) y el coeficiente de deslizamiento directo (que
generalmente se toma como α = 0.9). La cantidad P2 es la fuerza desbalanceada entre las
dovelas, actuando en la cuña 1 desde la derecha de la cuña 2.
Los cálculos para la excentricidad en la base se muestran en la Fig. 8.7. El análisis incluye
los incrementos progresivos del ancho L, hasta que en todos los puntos de la base, la presión
sea siempre de compresión, para los valores máximos de P2.
Los resultados de los análisis se presentan, de manera normalizada, L/H , en la Gráfica 8.2,
para la condición λ = φ’ (donde φ’ = φ’f ). Aquí, L es la longitud del refuerzo y H es la altura
del talud.
1 2
φ′γ
H
W1 P2
λ=φ′
β θ2
σ′V
Fig. 8.7, Diagrama de cuerpo libre asociado con el cálculo de la longitud L mínima del refuerzo
para garantizar la resistencia a la compresión en la base del talud
(por ejemplo excentricidad en la base < L/6).
Aquí el término LTADAL representa la carga de diseño a largo plazo (esfuerzo de trabajo
permisible) en el refuerzo (inciso 8.7).
364
Geosintéticos
Cálculo del espaciamiento máximo del refuerzo primario. El cálculo del máximo
espaciamiento del refuerzo primario, Svmáx a cualquier profundidad z por debajo de la cresta
del talud puede calcularse usando la siguiente expresión:
Aquí, la cantidad LTDAL representa la carga de diseño a largo plazo del refuerzo, y el
parámetro K representa el coeficiente de presiones de tierra establecido a partir de la
Gráfica 8.1. El valor de Svmáx en la expresión 8.5 depende del valor del peso volumétrico del
suelo γ, del valor de K y del valor de la carga LTDAL del refuerzo.
Esta sustitución es válida sólo para q/γ < 0.2 H. Para valores mayores se deberá realizar un
análisis más detallado, como se describe en el inciso 8.4.
q/γ
φ′f, γ φ′f, γ
H = H H
β β
Fig. 8.8, Altura modificada del talud para incluir la influencia de una carga uniformemente
distribuida
El ejemplo siguiente es el que se ilustra en el talud que tiene la geometría y los parámetros
de la Fig. 8.9. Se desea reforzarlo mediante el uso de georredes.
Paso 1: Seleccionar los parámetros de diseño del suelo y las propiedades físicas de las
georredes.
365
Manual de Construcción Geotécnica
q = 250 psf
β = 45º
Fig. 8.9, Geometría del talud y parámetros del suelo propuestos para el ejemplo de diseño
Cohesión, c’ = 0
Peso volumétrico, γ = 1.70 Ton/m3
Factor de seguridad, FS = 1.5
Altura del talud, H = 9 m
Sobrecarga uniforme, q = 1.22 Ton/m2
Ángulo del talud, β = 45º
Carga de diseño a largo plazo del refuerzo (LTDAL) de algunas georredes disponibles en el
mercado:
H’ = H + (q/γ)
H’ = 9 + (1.22 / 1.7) = 9.71 m
K = 0.18
366
Geosintéticos
Paso 5: Determine el empuje total P que deben resistir las capas del refuerzo:
P = (½) K γ (H’)2
P = (½) 0.18 (1.70) (9.71)2 = 14.43 Ton/m
Paso 6: Calcule el número mínimo de capas de geosintético de refuerzo Nmín necesarias para
contrarrestar el empuje total P, actuante:
L = (L / H’) (H’)
L = 1.0 x 9.71 = 9.71 m
Paso 8: Calcule el espaciamiento vertical máximo Svmáx permisible para cada tipo de
georred, usando:
Svmáx = (LTDAL / K γ z)
donde z es la distancia o profundidad desde la parte superior del talud, de altura H’.
Sería conveniente formar una gráfica tal como la que se muestra en la Fig. 8.10. Seleccione
el espaciamiento de las capas de la georred empezando de la parte de abajo hacia arriba. Por
ejemplo, la gráfica de espaciamientos de la Fig. 8.10 señala que las georredes 10 y 15 no son
muy recomendables pues, para cualquier elevación del talud, ellas son demasiado fuertes y
el espaciamiento al que podrían quedar es mayor que el máximo recomendado por la
FHWA, que es de 1.20 m, como máximo. Una selección más razonable la presentan las
georredes 5,7 y 8, o una combinación de ellas tres.
Paso 9:
367
Manual de Construcción Geotécnica
q = sobrecarga
Z
H γ
Svmáx Ti < LTADL
H′ = H + q/γ
1.80
1.65
1.50
1.35
Espaciamiento máximo
recomendado para 1.20
refuerzo primario
1.05
0.90
0.75
0.60
0.45
0.30
Espaciamiento
mínimo 0.15
0
Continúe con la georred 5. Para capas mayores de 3.60 m, por debajo de la altura de la
cresta modificada, de 9.71 m, el espaciamiento de las capas de refuerzo queda limitado a
1.20 m, de acuerdo al criterio de la FHWA.
368
Geosintéticos
Continúe con la georred 7. Para capas mayores de 5.40 m, por debajo de la altura de la
cresta modificada de 9.71 m, el espaciamiento de las capas de refuerzo queda limitado a 1.20
m, de acuerdo al criterio de la FHWA.
Continúe con la georred 8. Para capas mayores de 5.40 m, por debajo de la altura de la
cresta modificada de 9.71 m, el espaciamiento de las capas de refuerzo queda limitado a 1.20
m, de acuerdo al criterio de la FHWA.
Opción 4: Divida el terraplén en: bajo, medio y alto, y vaya reduciéndoles la resistencia del
refuerzo en cada capa, empezando con la más fuerte en la parte inferior, es decir, con la
georred 8. En la zona más baja se deberá suponer que se tiene un espesor de 3.60 m ; la
media lo tendrá de 3 m y la alta de 3 m.
Paso 10: Añada los detalles para completar el talud. Si el espaciamiento del refuerzo
primario excede de 0.45 m, use la georred 5, o un geotextil tejido en intervalos de 0.45 m a
0.60 m, como un refuerzo secundario. Si β ≤ 45º, trate a la superficie del talud con un
material adecuado para el control de la erosión y/o revegételo. Pueden usarse tepes de pasto
y geomatrices, biodegradables, fotodegradables, orgánicas, u otras no degradables. Envuelva
la cara del talud con la misma georred y coloque las geomatrices, para una protección
adicional del talud.
Paso 11: Haga un diagrama del talud, mostrando los refuerzos primarios y secundarios,
como se muestra en la Fig. 8.11. El diseño final deberá minimizar el uso del refuerzo, sin
369
Manual de Construcción Geotécnica
nunca llegar a comprometer la estabilidad del talud, al mismo tiempo que hacerlo fácil para
construir.
Z
3m
1
1
3m
H=9m
3.6 m
Generalidades. El método de análisis de la cuña para un talud o terraplén sobre suelos con
adecuada capacidad de carga se muestra esquemáticamente en la Fig. 8.12. Aquí se
presenta un mecanismo de falla potencial el cual está definido por todas las fuerzas que se
presentan en dicho esquema y que parte de un punto sobre el talud (punto A) hacia un
punto de ruptura (B) y sigue hacia la parte superior del talud (C). Por consiguiente, la zona
370
Geosintéticos
potencial de falla queda formada por dos masas de suelo o cuñas, señaladas como 1 y 2 en la
figura.
1 W2 2
T6
P2
S2
W1 λ T5
β N2
H θ2 T4
T3
S1 la
A θ1 T 1 φ′, γ
T2 N1
suelo estable
Si una capa de refuerzo intersecta una superficie de falla potencial, entonces le proporciona
una fuerza estabilizadora horizontal, la cual se incluye en los cálculos del equilibrio.
Para efectuar el análisis, será necesario calcular un gran número de cuñas, hasta llegar a la
crítica, de acuerdo a la geometría, la que presente el menor factor de seguridad, de aquí que
el uso de la computadora, para efectuar un gran número de cálculos e iteraciones se vaya
haciendo cada vez más necesario y recomendable.
Las fuerzas motoras que actúan sobre del talud incluyen el peso propio de las cuñas W1 y
W2, así como una carga uniformemente distribuida q. Las fuerzas resistentes incluyen la
resistencia al esfuerzo cortante que se desarrolla a lo largo, en la parte superior y en la
parte baja de los planos de falla S1 y S2, así como las fuerzas de tensión desarrolladas por las
capas de refuerzo horizontales, T1 a T6. La resistencia cortante a lo largo de los planos de
falla AB y BC es del tipo Coulomb, con S1 = N1 x Tan φ’f y S2 = N2 x Tan φ’f. El ángulo de
fricción que deberá de utilizarse para los cálculos será el corregido, de acuerdo a la
expresión (4.3).
371
Manual de Construcción Geotécnica
P ≥ ΣTi / FS
La suma ΣTi se calcula solamente con las capas de refuerzo que son intersectadas por la
cuña de falla, por ejemplo, de la T2 a la T6 de la Fig. 8.12.
La fuerza horizontal estabilizadora P se calcula usando las ecuaciones 8.7, 8.8 y 8.9. Los
pesos de las cuñas W1 y W2, incluyen a la fuerza vertical neta debida a la sobrecarga
uniforme que actúe sobre la superficie del talud.
P = P2 cos λ + (P2 sen λ + W2 ) [(sen θ2 – cos θ2 tan φ’f ) / (cos θ2 + sen θ2 tan φ’f )] (ec. 8.7)
donde
372
Geosintéticos
373
Manual de Construcción Geotécnica
En los suelos reforzados con geosintéticos, trabajando junto con un suelo granular, sin finos,
bien compactado, generalmente se usa un α = 0.9, en diseños preliminares. Para el diseño
final y para análisis, el valor de α se puede determinar a partir de una prueba de corte
directo. Estas pruebas deberán utilizar el mismo geosintético y el mismo tipo de suelo
propuestos para la construcción.
En este inciso se revisa el método de falla por deslizamiento circular para el análisis y
diseño de taludes y terraplenes sobre suelos con adecuada capacidad de carga. Se supone
que los taludes estén desplantados sobre de un suelo resistente, no deformable,
incompresible o sobre de roca. También se supone que las superficies de falla potencial
quedan restringidas al cuerpo del terraplén o a los rellenos que conformen el talud, siempre
por encima del nivel de desplante.
En el ejemplo que sigue se utilizan suelos con cohesión c’ y con fricción φ’, y su estabilidad se
calcula siguiendo el principio de esfuerzos efectivos, por lo cual se considera que estos suelos
y estas estructuras cuenten con un drenaje y subdrenaje adecuados.
Talud sin refuerzo. El factor de seguridad FSu de un talud sin refuerzo se expresa como:
El talud puede dividirse en un número adecuado de dovelas, como se ilustra en la Fig. 8.14,
para proponer, posteriormente un cierto radio de rotación R. La expresión para el factor de
seguridad FSu presentada en la ecuación (8.10) anterior, puede ampliarse a:
FSu = (1/Σ W sen ψ)[Σ (c’b + W(1–ru) tan φ’) [( sec ψ )/(1+(tan ψ ang tan φ’ / FS))]] ec. 8.11)
374
Geosintéticos
Red de iteración
para localizar el
círculo crítico de
rotación
ancho de la dovela
b
q = sobrecarga
6
R
4 nivel freático
3 Ψ
1 2
U hW γW
ru = ≈
W/b W/b
hs
γw = peso volumétrico del agua
hw
Fig. 8.14, Análisis de falla circular y método de las dovelas para taludes sin reforzar
En esta ecuación, los signos de sumatoria Σ son con respecto a las dovelas verticales, 1 a 6
de la Fig. 8.14a, en donde también se muestra el resto de los parámetros:
W peso total de la dovela, basándose en el peso volumétrico del suelo más la sobrecarga
(q x b), si existiera
q sobrecarga uniformemente repartida actuando en la cresta del talud
b ancho horizontal de las dovelas
ψ ángulo formado por la tangente al punto medio de la dovela y la horizontal
c’ cohesión del suelo en la base de la dovela
φ’ ángulo de fricción en la base de la dovela
ru coeficiente de presión de poro, adimensional
Este último coeficiente, el de presiones de poro, ru, puede obtenerse, de manera aproximada,
usando la metodología que se ilustra en la Fig. 8.14b. Generalmente resulta en un error
muy pequeño que, además, resulta del lado de la seguridad. Para cualquier dovela que no
intersecte el nivel freático, ru = 0.
375
Manual de Construcción Geotécnica
La presencia del factor de seguridad FS en ambos lados de la ecuación (8.11) significa que
para un determinar el círculo de falla crítico, deberá de seguirse un proceso de
aproximaciones sucesivas hasta llegar a un FSu mínimo. Claramente se observa que la
complejidad del proceso y lo iterativo del mismo conllevan a utilizar un programa de
cómputo que ayude a realizar el proceso.
Talud reforzado. El factor de seguridad FSr para un talud de suelo reforzado se expresa
como:
FSr = FSu + [ (momento resistente, debido al refuerzo) / (momento motor) ] (ec. 8.12)
El término del lado derecho representa un factor adicional al factor de seguridad debido al
efecto estabilizador del refuerzo.
Si se refiere uno a la Fig. 8.15, el factor de seguridad de la expresión para el caso del talud
reforzado, éste puede expresarse como:
Aquí, la sumatoria es con respecto a las capas de refuerzo y a las pendientes de las
tangentes ψi de la superficie circular de falla en el punto de intersección con cada capa de
refuerzo i.
refuerzo
R
RTi
refuerzo
Ti
refuerzo Ψi capa
la
Fig. 8.15, Análisis de falla circular y método de las dovelas para talud reforzado
1. La carga de diseño a largo plazo (LTADL) del refuerzo. Esta es la carga a la tensión de
trabajo, por debajo de la cual, el refuerzo permanece intacto, sin sobreesforzarse ni
deformarse.
376
Geosintéticos
2. La longitud de anclaje necesaria del refuerzo, más allá del círculo de falla, para
resistirse a la extracción o pullout (longitud la en la Fig. 8.15). La cantidad Ti no deberá
exceder la resistencia a la extracción (Tpull) del refuerzo. El cálculo de la resistencia a la
extracción se describió en el inciso 8.2.4, y los coeficientes de interacción por esfuerzo
cortante Ci para algunos refuerzos y suelos compactados se presentan en el inciso 8.7.2.
El método que acaba de describirse puede usarse con cualquier programa comercial
disponible para el método de análisis de falla circular en taludes o terraplenes sin refuerzo,
proporcionando la magnitud de los momentos resistentes. La magnitud del término de la
derecha en la ecuación (8.13) puede calcularse a mano o usando una simple hoja de cálculo
comercial. A continuación se describe una manera alterna de estimar el factor de seguridad
de los taludes de suelo reforzado.
R ∑Ti
R
Fig. 8.16, Método aproximado para calcular el factor de seguridad de un talud reforzado,
según la FHWA
Paso 1: Calcular FSu para el talud sin refuerzo y determinar la geometría del círculo de
falla crítico correspondiente.
Paso 2: Calcular la fuerza estabilizadora total disponible ΣTi basada en la suma de las
resistencias a largo plazo LTADL de todas las capas de refuerzo que intersectan el
círculo de falla crítico del Paso 1, anterior.
377
Manual de Construcción Geotécnica
Paso 3: Suponga que ΣTi actúa paralelo al círculo crítico, sin reforzar, y calcule el
factor de seguridad para el talud de suelo reforzado, como sigue:
8.4.3 Estabilidad externa de una masa de suelo reforzada, sobre un suelo con
adecuada capacidad de carga (FHWA)
Los límites de la masa de suelo reforzada se pueden estimar usando el Método de las
Gráficas de Diseño, descrito en el inciso 8.3 o los resultados del análisis circular de falla,
descrito en el inciso anterior.
El análisis y diseño de terraplenes desplantados sobre suelos con baja capacidad de carga
puede simplificarse al revisar los siguientes cuatro mecanismos potenciales de falla:
2. Inestabilidad global con propagación de la falla, dentro y a través del suelo de desplante.
En este inciso se considerará que los suelos de desplante son cohesivos, saturados, con baja
resistencia al corte, no drenada, Cu y/o suelos compresibles que tienden a consolidarse o, de
cualquier manera, que tienden a comprimirse bajo el peso del terraplén. Los suelos que
conformarán el cuerpo del terraplén se supondrán puramente friccionantes (c’ = 0, φ’ > 0) sin
presiones de poro.
378
Geosintéticos
Los tres primeros mecanismos potenciales de falla se analizan de manera rutinaria, usando
métodos de equilibrio límite. El análisis de los asentamientos se hace usando las teorías de
la elasticidad lineal y la de la consolidación unidimensional, primaria y secundaria.
Los análisis de equilibrio límite que se describen en este inciso se aplican a la etapa final de
la construcción y suponen que el relleno del cuerpo del terraplén se coloca de manera muy
rápida. Como resultado del drenaje, de la consolidación y de la compresión, el factor de
seguridad contra la inestabilidad podría incrementarse con el tiempo, luego de terminada la
construcción del terraplén. La función primaria del refuerzo, en los cálculos que aquí se
describen, es el asegurarse de que el factor de seguridad contra una falla catastrófica del
talud sea adecuado, durante la construcción e inmediatamente después de la construcción.
Un segundo beneficio del refuerzo es el facilitar la colocación de las primeras capas del
material pétreo, que de otra manera no podría colocarse, se tendría una excesiva pérdida de
material de relleno, por incrustación y/o, se hundiría el equipo de construcción.
H γ
Cu refuerzo
D
Fig. 8.16, Falla por capacidad de carga de un estrato potente de suelos blandos (D>1.64 B)
FS = Nc Cu / γH (ec. 8.15)
379
Manual de Construcción Geotécnica
10
0
0 2 4 6 8 10
0.61 B/D
Fig. 8.18, Factor de capacidad de carga Nc para un suelo de cimentación de espesor variable D y
resistencia al esfuerzo cortante no drenada Cu constante (según Bonaparte y Christopher, 1987)
380
Geosintéticos
Factor de Seguridad. El factor de seguridad mínimo contra la falla por capacidad de carga
de un terraplén, a corto plazo, es uno (FS ≥ 1). Para estratos potentes, el colocarle una capa
de refuerzo no aumentará el factor de seguridad más allá del calculado para un talud sin
refuerzo.
Para el caso en donde se encuentren factores de seguridad menores que uno, será necesario
llevar un procedimiento de construcción muy cuidadoso, ejecutarlo por pasos, con bermas
laterales, particularmente en el caso de turbas o materiales muy suaves.
Otras estrategias podrían ser la preconsolidación, con o sin drenes verticales, la remoción de
esos suelos blandos y su sustitución o bien la compactación in situ, pudieran ser adecuadas,
sin embargo, los beneficios del uso de los refuerzos podría venir en el permitir la circulación
sin problemas de la maquinaria de construcción, para levantar o construir el terraplén,
empujando las capas de suelo sobre de la capa o capas de refuerzo. La pérdida de material,
por incrustación, al comenzar un relleno sobre suelos blandos es muy alta, y el refuerzo
permite dichos ahorros, además de permitir el iniciar adecuadamente el relleno.
También deberá de notarse que la compresión y la consolidación de los suelos blandos, una
vez que el terraplén haya sido construido, aumentará el factor de seguridad contra la falla
por capacidad de carga al paso del tiempo, por lo cual, la parte más crítica en la construcción
de un terraplén sobre suelos blandos, será el final de la fase de construcción.
La estabilidad global involucra a las fallas superficiales que se extienden a través de todo el
cuerpo del terraplén y por debajo del suelo de desplante. Debe siempre de realizarse un
análisis de estabilidad global, de rutina, para todo tipo de terraplenes, reforzados y no
reforzados.
Si ocurre una falla por estabilidad global en un terraplén reforzado, deberá suponerse que
una falla por sobreesfuerzo del material de refuerzo o una falla por adherencia
contribuyeron al colapso del terraplén (Bathurst, 1992).
381
Manual de Construcción Geotécnica
En el análisis de estabilidad de un terraplén sobre suelos blandos hay cuando menos dos
tipos de suelos diferentes y, en general, solamente una capa de refuerzo, en el contacto del
terraplén y el suelo de desplante. Detalles adicionales se muestran en la Fig. 8.19. En este
caso se sigue considerando que el suelo de desplante es homogéneo, con una resistencia no
drenada cu constante con la profundidad.
refuerzo
refuerzo
R
ψ T
B δ
la
Suelo (s) de D
cimentación
Fig. 8.19, Análisis de deslizamiento circular para terraplenes sobre suelos suaves, con propiedades de
resistencia constante
δ=0 para suelos frágiles, suelos muy sensitivos a deformaciones, por ejemplo,
algunos suelos marinos
δ = ψ/2 para D/B < 0.4 y para suelos de moderado a alta compresibilidad, por ejemplo,
limos y arcillas.
δ=ψ para D/B > 0.4 y para suelos altamente compresibles, por ejemplo, arcillas
suaves y turbas y para refuerzos de alta elongación, tipo geotextiles no tejidos,
con elongaciones εd > 10% y mayores deformaciones tolerables.
Existe una diferencia de opiniones sobre si δ > 0 pudiera ser una suposición razonable o no.
Algunos argumentan que para que el vector T llegue a alcanzar la condición que se mostró
en la Fig. 8.19, deben presentarse unas deformaciones inaceptablemente grandes. Un valor
conservador, para un análisis preliminar, es usar δ = 0.
382
Geosintéticos
Para superficies cercanas al pié del talud, la fuerza T del refuerzo deberá controlarse por la
adherencia, mientras que por debajo de la cresta del terraplén, LTADL será la que controle.
Para una nueva construcción, con refuerzos de lado a lado del terraplén, es improbable una
falla por adherencia, sin embargo, para una ampliación del terraplén, la longitud del
refuerzo debe de ser importante.
De manera rutinaria deben analizarse un gran número de círculos de falla potenciales para
determinar el círculo crítico y la magnitud del factor de seguridad mínimo que corresponda
a ese terraplén. La mayoría de los programas comerciales, ya mencionados, hacen este
trabajo, con y sin refuerzo, buscando siempre el círculo crítico y el factor de seguridad
mínimo; consideran una geometría simple, una carga uniformemente repartida, un suelo de
desplante homogéneo, un cierto tipo de material de relleno del cuerpo del terraplén y no
consideran la presencia del agua freática en el cuerpo del terraplén.
Para este caso, Jewell, 1988, recomienda que se modifique éste método, como se presenta en
la Fig. 8.20. El efecto de los empujes laterales Pa debido al relleno del cuerpo del terraplén
se modela usando los empujes de Rankine (ec. 8.17) y el análisis circular de falla se
restringe, evitando entrar en las zonas sombreadas en la Fig. 8.20.
Si existiera refuerzo, el empuje Pa debería ser tomado completamente por dicho refuerzo
pero, para esto, el refuerzo deberá de tener una adecuada resistencia a la tensión, que
resista la magnitud de la fuerza T, sin excederse ni de la resistencia a largo plazo de diseño,
LTADL, ni de la capacidad por adherencia del refuerzo Tad que actúa sobre la longitud del
anclaje la en la Fig. 8.18b. La capacidad por adherencia se calcula como:
383
Manual de Construcción Geotécnica
R 1
W Pa = Ka γ H2
H Pa 2
fill
H/3
refuerzo
R W 1
H Pa Pa = Ka γ H2
fill 2
T la
D Cu
Fig. 8.20, Análisis de deslizamiento circular modificado para capas delgadas de suelo de desplante
(según Jewell, 1988)
Sin embargo, la selección del factor de seguridad debe basarse en las recomendaciones del
ingeniero geotecnista responsable del diseño y que, además, debe de conocer perfectamente
las condiciones del sitio, las cargas, los métodos constructivos y la función que desempeñará
el terraplén.
384
Geosintéticos
Para evitar el agrietamiento por deslizamiento lateral de los terraplenes (parte superior de
la Fig. 8.21), la resistencia Rt debe de ser mayor que el empuje activo Pa (Fig. 8.21). Aquí Rt
es la menor de las resistencias debidas a:
H φ′
refuerzo KaγH2 c’ = 0
Pa =
2 γ
R
suelo de cimentación Cu
Fig. 8.21, Análisis de estabilidad para taludes reforzados desplantados sobre suelos de cimentación
suaves (según Bonaparte y Christopher, 1987)
La fuerza Pa se calcula como la fuerza activa total que se desarrolla a través de la altura del
cuerpo del terraplén, H:
Pa = ka γ H2 / 2 (ec. 8.17)
Si ocurre una deformación lateral excesiva del cuerpo del terraplén, se formarán grietas
verticales, las cuales, al llenarse con agua producirán una presión hidrostática Pw adicional
que deberá de tomarse en cuenta en el diseño, para calcular la fuerza activa Pa , donde:
Pw = γw H2 / 2 (ec. 8.18)
385
Manual de Construcción Geotécnica
FS = ( b Cg + T ) / Pa (ec. 8.20)
para la falla del refuerzo, debida a sobreesfuerzo, o deformación excesiva en tensión, seguida
por un deslizamiento del terraplén a lo largo del suelo de desplante.
Para prevenir una falla lateral, el refuerzo de diseño deberá trabajar sin una carga excesiva,
que lleve a grandes deformaciones en la base del terraplén; entonces, el módulo de rigidez
del refuerzo es muy importante.
Debe de esperarse siempre, sin importar el refuerzo, que un terraplén desplantado sobre
suelos compresibles tenga asentamientos. Si los suelos de desplante son arcillas o limos
suaves, saturados, compresibles, sus asentamientos estarán ligados al tiempo, a la
consolidación, primaria y secundaria (Fig. 8.22). Se supondrá que los asentamientos
elásticos sean inmediatos y ocurran siempre durante la etapa de construcción; se calculan
con la teoría de elasticidad lineal.
386
Geosintéticos
consolidación secundaria
Los cálculos de los asentamientos, inmediatos, mediatos y a largo plazo, para terraplenes
reforzados se realizan con las mismas teorías que generalmente se usan para un terraplén
sin refuerzo.
El efecto de las capas de refuerzo en un terraplén sobre suelos blandos se requiere solo
hasta que los suelos sobre los cuales se desplantó, se consoliden y ganen resistencia. Luego
de ello, la resistencia a largo plazo se vuelve mayor en un talud sobre suelos suaves que en
cualquier otra aplicación en la cual se espera que el efecto del creep persista durante toda su
vida útil.
Si se utilizara como refuerzo una georred, se deberá siempre colocar un geotextil no tejido
debajo de ella. El geotextil trabajará como filtro y separador, minimizando la mezcla y
“contaminación” del material de banco que se use en la formación del cuerpo del terraplén
por el material in situ.
387
Manual de Construcción Geotécnica
Otro caso es el de los rellenos sanitarios, en donde, al paso del tiempo, al formarse la
composta, al descomponerse los sólidos, se generan vacíos. Aquí los geosintéticos de refuerzo
tienen un papel importante al puentear la carga sobre de tales oquedades.
Estos cálculos no se presentan aquí, pero pueden buscarse en algunas referencias como
Giroud et al (1990) y Morales (2000).
Las propiedades de los suelos, así como los parámetros de diseño pueden ser obtenidos y
desarrollados por un ingeniero geotecnista que esté familiarizado con terraplenes y taludes.
Los parámetros del suelo que se utilizarán en los análisis de estabilidad deberán reportarse
en forma tabular, tal como se ilustra en la Tabla 8.1, para facilitar los cálculos.
(2)
(3)
(i)
388
Geosintéticos
Los suelos cohesivos, saturados, sobre los que quede desplantada la estructura, tenderán a
consolidarse bajo el efecto de la sobrecarga. Deberá de reportarse el valor de la resistencia al
esfuerzo cortante no drenada. Estos valores podrán usarse para calcular el valor a corto
plazo del terraplén (análisis con esfuerzos totales, c = Cu > 0 y φ = φu = 0). Un análisis con
esfuerzos totales conllevará a un factor de seguridad mínimo contra el colapso del terraplén.
Con la consolidación aumentará la resistencia del suelo de desplante y con ello el factor de
seguridad contra el colapso de la estructura, que deberá de aumentar con el tiempo.
389
Manual de Construcción Geotécnica
donde
Factor de reducción por creep y deformación límite de servicio (CRF). Para taludes
y terraplenes de suelo reforzado, la deformación límite de servicio (recomendada), varía
entre 2% y 5%, aunque se pueden tolerar valores hasta del 10%.
390
Geosintéticos
Factor de reducción por daños en el sitio (SDF). Este factor varía de acuerdo con el
tipo de polímero (poliéster, polipropileno, polietileno, etc.) del que esté fabricado el refuerzo,
así como del recubrimiento que presente (pvc u otro). La abrasión es el agente más
destructivo que se encuentra en las obras y varía de acuerdo al tipo de suelos que se
manejen: en los suelos friccionantes la resistencia del geosintético de refuerzo, por daños,
puede bajar hasta en un 20 %, en tanto que en suelos cohesivos puede reducirse hasta en un
10% del original. Este factor ya ha sido aplicado por cada fabricante a su valor de LTADL
que presenta en cada uno de sus productos, en sus fichas técnicas.
Los valores de la resistencia por adherencia Cg están dados por cada fabricante, en su ficha
de datos técnicos, consignada en la Tabla 8.3.
391
Manual de Construcción Geotécnica
Muro de contención Botany Bay, Australia. Debido a una erosión continua, durante
años, producida en la costa de la Bahía Botany, en Australia, se proyectó la rehabilitación y
el embellecimiento de la misma, mediante un programa especial, el cual consistía, por un
lado, en la construcción de muros de contención a lo largo de la línea de playa, adyacente a
la carretera principal y al estacionamiento.
Para combatir las condiciones de salinidad extrema, se escogió un concreto especial, marino,
especificado por los consultores, para fabricar con ellos los bloques. Se les dio, además, una
coloración que se asemejara al de la tierra local, para hacerlo más ecológico.
Se escogió una pared vertical, con espaciamientos tipo berma, para colocar jardineras
intermedias, por razones de estética. Se consideraron diferentes condiciones, con carga y sin
ella, ya que en algunos casos habría de soportarse solamente la jardinería, en otros algunas
banquetas y en otros el paso vehicular.
Las muros tienen una gran variedad de alturas con combinaciones de muros, sencillos y
combinados, figs. 8.23 y 8.24.
Fig. 8.23, Corte esquemático de algunos Fig. 8.24, Vista frontal de alguno de los muros, ya
de los muros terminados.
392
Geosintéticos
El desarrollo del sitio implicaba un gran movimiento de tierras para formar bermas en
donde desplantar 20 edificios, una casa club, alberca, dos edificios de estacionamientos, gran
cantidad de muros de contención, entradas de pavimentos flexibles, y un número limitado de
entradas a nivel.
Para facilitar los movimientos de tierra y la construcción de los muros de contención, se tuvo
que programar el uso de muros temporales (encapsulados con fachada de geotextil), los
cuales se programaron con alturas de 4.5 m.
Diseño. Los muros temporales se diseñaron con un geotextil tejido, de alta resistencia, de
polipropileno, como refuerzo primario. Su resistencia última, ASTM D 4595, fue de 4 t/m y
resistencia de diseño a largo plazo, GRI-GG4, de 0.6 Ton/m. El espaciamiento entre capas
fue a cada 0.50 m, con un arrope de 1.20 m hacia el interior de la fachada del muro y las
longitudes de anclaje fueron variables, no menores de 3 m ni mayores de 3.50 m. La altura
máxima de los muros fue de 4.60 m, y fueron diseñados para soportar el peso de vehículos
pesados, del tipo de construcción, por un lapso de dos años. Como resultado de lo anterior,
las cargas de diseño y la topografía, se seleccionó un geotextil tejido, de alta resistencia,
como refuerzo primario.
Construcción. La fase de construcción de estos muros comenzó en septiembre del 2000, en
las partes más elevadas del sitio y se terminó en el extremo inferior del lugar. La
construcción de los muros comenzaba con una excavación del suelo natural hasta la
profundidad de desplante, para que se permitiera la colocación de las primeras capas de
geotextil de refuerzo. El geotextil se colocó de la parte de atrás, del fondo de la excavación,
hacia la cara del muro y se fijó con estacas, para mantenerlo en el sitio.
Se usaron cimbras provisionales de madera, en forma de “L” para formar la cara del muro
en cada nivel. Se colocó el primer nivel de los geotextiles de refuerzo directamente sobre del
terreno natural, extendiéndose sobre de las cimbras provisionales en forma de “L”, con un
tramo de geotextil colgando hacia fuera, con el que se pensaba hacer el arrope. Luego de ello
se colocó el material de relleno sobre toda la longitud de la caja y del geotextil de refuerzo
extendido, compactándolo. El geotextil del arrope se extendió a lo largo de 1.20 m. Este
proceso se repitió hasta alcanzar la altura de proyecto.
393
Manual de Construcción Geotécnica
Además, los muros que se planearon para colocarse enfrente de estos muros provisionales,
podrán reducir sus empujes, al momento de calcularlos, con lo que podrán resultar más
baratos ya que los geotextiles están tomando gran parte de dichos empujes.
Fig. 8.25, Vista parcial de uno Fig. 8.26, Vistas de los muros Fig. 8.27, Vista de dos muros
de los estacionamientos, provisionales, de geotextil, una provisionales, de geotextil, con
rodeado de muros provisionales vez terminados distintas alturas, una vez
terminados
Fig. 8.28, Vista panorámica de los muros Fig. 8.29, Vista parcial de la nivelación de los
provisionales de geotextil, y las plataformas de terrenos alrededor de las estructuras
trabajo que se crearon con ellos
Planta de Tratamiento San Andrés, San Bruno, California. La falla de San Andrés,
situada a sólo 150 m de distancia, un tanque de 25 millones de litros y un terraplén
artificial, de 23 m de altura, se combinaron para formar un reto en el diseño de este
proyecto, el cual se dividió en dos terraplenes: el principal, que soportaba el tanque y otro
menor, que soportaba una berma para ductos. Se seleccionó un georred de poliéster para
reforzar ambas obras.
El talud principal es convexo: la parte superior, reforzada, soporta el tanque de 2.5 millones
de metros cúbicos, de 60 m de diámetro. Comienza 18 m debajo de la base del tanque y
continúa 6 m arriba del nivel de la corona del terraplén.
394
Geosintéticos
La georred se colocó a cada 0.50 m, con una longitud de anclaje de 9 m hacia adentro del
talud. La cara del talud fue protegida contra la erosión mediante “arrope” del geotextil
(encapsulados).
Fig. 8.30, Vista parcial del tanque ya construido, así como del talud del terraplén donde fue
construido
Tanque de 25
millones de litros
MIRAGRID 1 DT
Fig. 8.31, Croquis (fuera de escala) del tanque, dentro del terraplén artificial
395
Manual de Construcción Geotécnica
El espaciamiento entre capas estaba proyectado a cada 0.50 m, con un arrope de 1.00 m
hacia el interior de la fachada del muro y las longitudes de anclaje fueron de 5 m. La altura
máxima del talud era de 8.60 m.
La construcción de los muros comenzó con la excavación del talud existente hasta el nivel
de desplante. Luego de ello se colocó una primera capa de geotextil y encima de ella el suelo
de relleno, de banco, compactado al 95%. Enseguida se colocó una segunda capa y se arropó
de la misma manera que la anterior. Este proceso se hizo de manera repetitiva hasta la
altura de proyecto.
Fig. 8.32, Vista lateral, desde abajo, del Fig. 8.33, Vista frontal, desde abajo, del
muro de contención. muro de contención.
396
Geosintéticos
Se decidió usar, de manera combinada, dos tipos de bloques: uno gris y uno negro, para
reducir la apariencia ruda y masiva de los muros y permitirle que se “confundiera” con su
contorno.
La georred seleccionada como refuerzo fue una georred de poliéster, por su resistencia,
facilidad de instalación, anchura de rollos y por el servicio y el apoyo proporcionado por los
representantes de dicha firma.
397
Manual de Construcción Geotécnica
Estabilización de talud, Oakland, California. En un esfuerzo por reducir los costos para
el desarrollo de terrenos, se usó una georred de poliéster para estabilizar un talud fuerte en
Valle Vista, Oakland, Ca. Este talud se localiza en un área donde existen una serie de
barrancas naturales que necesitaban estabilizarse por medio costosos muros de contención o
bien, como alternativa, se presentó la formación de taludes, usando geosintéticos, para
maximizar el uso del suelo.
La porción inferior de los taludes se construyó con una inclinación de 1.5:1, usando como
refuerzo una georred uniaxial de poliéster a cada 1.00 m de separación vertical, dentro del
relleno compactado. Esta pendiente se conservó hasta un punto de inflexión, en donde
comienza un talud con una pendiente menor, 2:1, en donde se conservó el mismo
espaciamiento anterior, con separación de 1.20 m.
En todos los casos se usó, como refuerzo secundario, la misma georred de poliéster, colocada
a cada 40 cm, entre los refuerzos primarios. Esta georred está recubierta de látex; tiene una
resistencia a la tensión última, en prueba ancha, ASTM D 4595, de 52 kN/m, una
resistencia al creep, ASTM D 5262, de 31 kN/m y una resistencia de diseño a largo plazo,
GRI-GG4, de 25 kN/m.
398
Geosintéticos
Reconocimiento
Se hace patente el reconocimiento a las empresas PYN, S.A. de C.V. y a TC Mirafi, por el
apoyo recibido.
Referencias
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stabilized earth walls in permanent applications”, Task Force 27, AGC-ARTBA, Joint
Committee.
Bathurst, R.J. et al (1992) “Design Manual and Methodology for MIRAFFI Reinforced Soil
Slopes and Embankments”.
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embankments over weak foundations”, Transportation Research Record 1153, pp 25-39.
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Report Nº FHWA-RD-89-043.
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Geotextiles and Geomembranes, Vol. 9, pp 11-50.
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Recent Developments in the State of Art”, Proceedings of the ASCE, Geothecnical
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and Geomembranes, Vol. 7, pp 237-273.
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concreto lanzado”, XIX Reunión Nacional de Mecánica de Suelos, Puebla, México.
399
Manual de Construcción Geotécnica
Simbología
400
Geosintéticos
401
Manual de Construcción Geotécnica
402
Manual de
Construcción
Geotécnica II
Tomo II
ISBN 968-5350-05-1
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CONSEJO CONSULTIVO
Presidente
Juan Jacobo Schmitter M. del Campo
Vicepresidente
José Francisco Fernández Romero
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Célica Chávez Jaimes
Tesorero
Roberto Avelar Cajiga
Vocales
Aarón Andrés Sámano Alvarez
Aurelio Salazar Rodríguez
Juan José Orozco y Orozco
Luis Ricardo Jaimes Palomera
MANUAL DE CONSTRUCCION GEOTECNICA
Lista de Autores
Editor
Walter I. Paniagua Z.
MANUAL DE CONSTRUCCION GEOTECNICA
Contenido
Prólogo i
1. INTRODUCCIÓN 1
Referencias
3. MUROS MILÁN 57
3.1 Introducción 57
3.2 Antecedentes históricos 58
3.2.1 Desarrollo de la tecnología
3.2.2 Experiencias en México
3.3 Procedimientos de construcción adoptados en México 60
3.3.1 Aspectos generales
3.3.2 Soluciones adoptadas
3.3.3 Construcción del muro colado en el lugar
3.3.4 Construcción del muro con avance modular
3.3.5 Construcción del muro con avance continuo
3.4 Estabilidad general y local de la zanja 66
3.4.1 Generalidades
3.4.2 Mecanismo de falla en arcillas
3.4.3 Adaptación del criterio noruego
3.4.4 Muros de prueba
3.4.5 Mecanismo de falla en arenas
3.4.6 Estabilidad local y fracturamiento hidráulico
3.4.7 Metodología del análisis de estabilidad
3.5 Características de los lodos estabilizadores 81
3.5.1 Definiciones
3.5.2 Tipos de lodos
3.5.3 Propiedades significativas de los lodos
3.5.4 Dosificación de los lodos
3.5.5 Aditivos y fibras
3.5.6 Elaboración de lodos
3.5.7 Control de los lodos
3.6 Operación de los lodos 97
3.6.1 Condición general de estabilidad general
3.6.2 Ejemplo de aplicación
3.6.3 Introducción de piezas precoladas
3.7 Metodología del análisis de estabilidad 105
3.7.1 Secuencia del análisis
3.7.2 Información geotécnica necesaria
3.7.3 Evaluación de las condiciones de construcción
3.7.4 Condición de falla general
3.7.5 Condición de falla local
3.7.6 Fracturamiento hidráulico
3.7.7 Selección del fluido estabilizador
3.8 Zanjas guía y brocales 110
3.8.1 Definiciones
3.8.2 Brocal de concreto reforzado
3.8.3 Brocal de estructura metálica
3.9 Equipo de excavación 113
3.9.1 Generalidades
3.9.2 Retroexcavadora
3.9.3 Almejas mecánicas de caída libre
3.9.4 Almejas hidráulicas de caída libre
3.9.5 Perforadoras de circulación inversa
3.9.6 Excavadora con cuchara de corte
3.9.7 Almejas hidráulicas guiadas con kelly
3.9.8 Hidrofresa
3.10 Control de la excavación de zanjas 132
3.10.1 Generalidades
3.10.2 Ciclos de rendimiento de excavación
3.10.3 Pérdida de la verticalidad
3.10.4 Dimensiones y geometría usuales
3.10.5 Limpieza del fondo
3.11 Junta de colado 134
3.11.1 Generalidades
3.11.2 Tipos de junta
3.11.3 Colocación de la junta
3.11.4 Fuerzas de adherencia
3.11.5 Reducción de la adherencia
3.11.6 Extracción de la junta
3.12 Acero de refuerzo, manejo y colocación 157
3.12.1 Conceptos básicos
3.12.2 Refuerzo para muros de ademe temporal
3.12.3 Refuerzo para muros estructurales
3.12.4 Izado, unión y descenso del acero de refuerzo
3.12.5 Centradores del refuerzo
3.12.6 Postensado de muros
3.13 Colado con tubo tremie 163
3.13.1 Generalidades
3.13.2 Características del tubo tremie
3.13.3 Operación del tubo tremie
3.13.4 Fallas comunes con el tremie
3.13.5 Colado con bomba
3.14 Resistencia y fluidez del concreto 177
3.14.1 Restricciones básicas
3.14.2 Materiales empleados
3.14.3 Aditivos químicos
3.14.4 Concretos autocompactables
3.15 Impermeabilización de muros 180
3.15.1 Vías de penetración
3.15.2 Impermeabilización de las juntas
3.15.3 Técnicas de impermeabilización de las juntas
3.15.4 Impermeabilización del concreto
3.15.5 Membranas impermeables
3.16 Reducción de la fricción negativa 184
3.16.1 Generalidades
3.16.2 Estimación de la fricción negativa
3.16.3 Membranas y placas de baja fricción
3.16.4 Inyección de agua
3.17 Supervisión e instrumentación de control 191
3.17.1 Alcance
3.17.2 Proceso constructivo
3.17.3 Aparatos para el control
3.17.4 Inclinómetros
3.17.5 Plomadas electrónicas
3.17.6 Líneas de colimación
3.18 Casos prácticos 195
3.18.1 Torre JV, ciudad de Puebla
3.18.2 Alcantarilla en una autopista
Referencias
4. TABLESTACAS 203
Referencias
Reconocimientos
Referencias
Referencias
8. GEOSINTÉTICOS 353
9. INCLUSIONES 403
Referencias
Referencias
11. DEEP MIXING 469
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Referencias
Reconocimientos
Referencias
Parte V: Control del agua en el suelo
Reconocimientos
Referencias
Referencias
9 Inclusiones
Juan Félix Rodríguez Rebolledo
Gabriel Auvinet Guichard
Introducción
El control de los hundimientos que se presentan en suelos blandos por efecto del peso de las
construcciones y de los abatimientos piezométricos reviste una gran importancia. Entre las
técnicas que se han propuesto para este fin, se encuentra la inserción de inclusiones de
diferentes tipos en los estratos que más contribuyen a los asentamientos, con objeto de
reducir su compresibilidad. Una función secundaria, y en ocasiones primaria, de las
inclusiones puede ser también mejorar la capacidad de carga del suelo.
Las inclusiones son elementos de forma cilíndrica, no conectados con la estructura, que
pueden incluirse en el suelo recurriendo a diferentes técnicas como el hincado de elementos
de concreto prefabricados o de tubos de acero, la inyección a baja presión, el jet grouting y la
perforación previa con relleno de materiales granulares (columnas balastadas) o de una
mezcla de suelo con un material estabilizante formado de cal y cemento (columnas de cal-
cemento).
Los pilotes convencionales de fricción o de punta son casos particulares de inclusiones. Las
ventajas de éstas sobre aquellos radican precisamente en su mayor versatilidad, que
permite:
Los métodos existentes para el diseño de cimentaciones con pilotes, basados en análisis en
condiciones límites, pueden ser aplicados al caso de las inclusiones. Sin embargo,
generalmente, estos métodos simplifican drásticamente la interacción elemento-suelo y por
tanto generan dudas sobre su aplicabilidad en diversas condiciones prácticas.
403
Manual de Construcción Geotécnica
Además, después de revisar algunos métodos que se han usado previamente tanto para
cimentaciones piloteadas como para aplicar la técnica de las inclusiones rígidas (estas
técnicas se comentan con detalle en los capítulos 10, 11, 12 y 16), se presentan las bases
teóricas en las que se basan los métodos antes mencionados y que pueden ser utilizadas
para el diseño de este tipo de cimentación.
2) Uso de inclusiones de acero para reforzar el suelo bajo las zapatas de 90 m de diámetro
de un puente de grandes dimensiones (Pecker, A. & Salençon, J., 1998; Auvinet, 1998).
Cajón de
cimentación
Pilotes Arcilla
de fricción compresible
negativa
Estrato
duro
404
Inclusiones
Estas inclusiones reciben la carga, ya sea del peso de la estructura o la producida por la
consolidación regional, por medio de la fricción negativa que se desarrolla en su fuste y la
transmiten por medio de su punta inferior a la capa dura.
Existen otros sistemas de cimentación más elaborados que utilizan este tipo de inclusiones,
como es el caso de los pilotes entrelazados (Girault, 1964, 1980), Fig. 9.2. Este sistema
consta de pilotes de fricción convencionales ligados a la subestructura, más un conjunto de
inclusiones apoyadas en la capa dura, pero con la diferencia de que su punta superior se
coloca a cierta distancia de la losa de cimentación.
Esta disposición disminuye la magnitud de los esfuerzos inducidos en el suelo por el peso de
la estructura, además de que el colchón de suelo entre la punta de los pilotes de fricción
convencionales y la capa dura y entre la cabeza de las inclusiones y la losa de cimentación
absorbe los enjutamientos de la formación arcillosa superior.
Cajón de
cimentación
Pilotes
de fricción
unidos al
cajón
Arcilla
compresible
Pilotes
de fricción
negativa
Estrato
duro
El uso de columnas balastadas para reforzar suelos arcillosos blandos, ha tenido gran
aceptación en las últimas décadas. El método consiste en reemplazar del 10 al 35 % del
suelo débil con grava o arena en forma de inclusiones (Munfakh et al., 1987).
405
Manual de Construcción Geotécnica
Inclusiones de acero @ 7m
de 2m de diámetro y 25m de longitud
Fig. 9.3, Inclusiones de acero en el suelo de cimentación de una zapata de un puente de grandes
dimensiones (Pecker, A. & Salençon, J., 1998; Auvinet, 1998)
Las columnas de cal-cemento mezcladas in situ se han usado para la estabilización de suelos
blandos en Japón y Suecia desde los años setenta (Holm, 1997). Esta técnica consiste en
realizar una mezcla in situ del suelo blando con un material estabilizante formado de cal,
cemento y aire a presión, creándose una columna cuyo diámetro puede variar de 0.5 a 1.2 m
y con profundidades desde 15 hasta 25 m, Fig. 9.5.
406
Inclusiones
Inclusión de
suelo granular
Agua
9.1.5 Micropilotes
407
Manual de Construcción Geotécnica
recimentación de monumentos y edificios históricos. En los años setenta esta nueva técnica
se introdujo en los Estados Unidos. No fue sino hasta los ochenta cuando el método fue
aceptado con la finalidad de recimentar estructuras existentes. Los micropilotes pueden
utilizarse en condiciones de acceso restringido, proporcionan un excelente soporte
estructural y minimizan los asentamientos. Además, esta técnica puede aplicarse en
prácticamente cualquier suelo con una mínima perturbación de la estructura recimentada.
Cabeza
Entrada Presión de
rotatoria
de flujo Tubo Tremie inyección En ocasiones se deja el
Salida ademe como refuerzo
de flujo
Salida
Retiro del
de agua
ademe
Ademe de
Ademe de
perforación ESTRATO
perforación
COMPRESIBLE
Barra de
refuerzo
ESTRATO
INYECTADO
Se utiliza comúnmente inyecciones compuestas de una lechada de agua y cemento (a/c) con
una relación de 0.40 y 0.55. En ciertos países se agrega en ocasiones arena para disminuir el
costo de la mezcla.
En la Tabla 9.1 se presentan las dimensiones y las presiones de inyección típicas publicadas
por varios autores en la construcción de micropilotes (Finno y Orozco, 1997).
408
Inclusiones
409
Manual de Construcción Geotécnica
láminas de mortero inyectado por fracturamiento hidráulico del subsuelo arcilloso (Santoyo
y Ovando, 2000), Fig. 9.8. El objeto es reducir la compresibilidad de la arcilla aplicando el
método en zonas de alta compresibilidad y en las profundidades en donde el tratamiento
resulte más efectivo, minimizando la magnitud de los asentamientos superficiales.
Pedraplén
Tramo
de vaina
Rellenos
Tubo de Costra
Perforación con
manguito superficial
broca tricónica y
ademe metálico
recuperable
Tubo de
Perforación inflado Mortero
con broca
ampliadora y
de batido
Formación
arcillosa
superior
Geotextil
Lodo de
perforación
Capa dura
Inyección
17 a 25cm 30cm aprox.
El jet grouting es una técnica relativamente nueva, inventada en los años sesenta (Henn,
1996). Esta consiste en inyecciones de mortero mediante chorros a alta presión dirigidos
lateralmente a las paredes de un pozo. Este chorro excava y mezcla simultáneamente el
suelo. Para mejorar la acción de corte se añade aire a presión.
Esta inyección a alta presión permite mejorar las características geotécnicas del suelo,
teniendo como resultado una inclusión de suelo-mortero con una mayor resistencia que el
suelo original.
Uno de los métodos comunes de aplicación del jet grouting consiste básicamente de dos
etapas, la etapa de perforación y la de retracción con inyección simultánea, Fig. 9.9.
El radio final logrado de la inclusión de jet grouting se denomina radio de acción y depende
de varios factores:
410
Inclusiones
Inclusión de
suelo-mortero
Radio de
acción
• Presión de trabajo, que se genera mediante una bomba especial con capacidad de 100
a 82,000 kPa.
411
Manual de Construcción Geotécnica
1 dQ (z )
τ(z ) = − (ec. 9.1)
PP dz
En la parte superior de la inclusión, Q(z) aumenta con la profundidad mientras que τ(z)
disminuye y permanece negativo hasta la elevación ZO, conocida como nivel neutro: el suelo
se cuelga del fuste de la inclusión generando la fricción negativa. Debajo de esta elevación,
Q(z) disminuye y τ(z) aumenta y cambia de signo: el suelo en el fuste se opone a la
penetración del elemento, desarrollándose la fricción positiva.
ZS QS QS
(-)
ZO
τ(z)-
ZP
τ(z)+
(+)
QP QP
Q(z) τ(z)
Los cambios de esfuerzos inducidos dentro de un medio por elementos extraños como las
inclusiones, pueden calcularse en forma aproximada recurriendo a la teoría clásica de la
elasticidad.
El esfuerzo vertical inducido en cualquier punto de un medio semi-infinito elástico por una
carga vertical puntual P, localizada a una profundidad c, puede calcularse a partir de la ec.
9.2 (Mindlin, 1936). La notación es la de la Fig. 9.11.
Los esfuerzos verticales inducidos por una carga repartida a lo largo de una línea vertical
fueron obtenidos por Geddes, 1966, por integración de la ec. 9.2. Esta solución es aplicable a
inclusiones trabajando por fricción supuesta uniforme a lo largo del fuste. A partir de esta
solución integrada (ec. 9.3) es posible obtener los esfuerzos inducidos por tramos de
inclusiones con diferentes adherencias, por diferencia entre dos inclusiones completas,
aplicando el principio de superposición (Fig. 9.12).
412
Inclusiones
(0,0,-c)
Plano z=0
c
x
y Z (0,0,c)
R2
R
P 1
r
(x,y,z)
L1
z
L2
L σZ
413
Manual de Construcción Geotécnica
f
σZ = KZ (ec. 9.3)
L
donde
m m 1 m
2
2( 2 − ν ) + 2(1 − 2ν ) + 2(1 + 2ν )
− 2(2 − ν ) + n n n
− n +
A1 A2 A3
m
2
2
4m 2 − 4(1 + ν ) m 2 [4m (1 + ν )(m + 1)] m + 1
n
1 n 2 + n n +
KZ = + 3 +
8π (1 − ν ) A1 A33 A23
2 m − n
4 4
1 5
6m n 2 6m mn − 2 (m + 1)
2
+ + n
A35 A25
donde
z A12 = n 2 + (m − 1)
2
m=
L
A22 = n 2 + (m + 1)
2
r
n= A32 = n 2 + m 2
L
q
σZ = (I + II + III + IV + V ) (ec. 9.4)
4(1 − ν )
donde
414
Inclusiones
1 1
I = (Z − D F ) 3
2 −
[
R + (Z − D F ) ]
2 3/2
Z − DF
3
1 1
II = (1 − 2ν ) ⋅ (Z − D F ) ⋅ −
2
[
R + (Z − D F ) ]
2 1/ 2 Z − DF
1 1
III = − (1 − 2ν ) ⋅ (Z − D F ) ⋅ −
[
R 2 + (Z + D F ) ]
2 1/ 2 (Z + D F )
[
IV = (3 − 4ν ) ⋅ (Z + D F )3
− 4(2 − 2ν ) ⋅ D F (Z + D F ) 2
+ 6D F (Z + D F ) ⋅
2
]
1 1
2 −
[
R + (Z + D F ) ]
2 3/2
(Z + D F )3 / 2
1 1
V = 6ZDF ⋅ (Z − D F )3
⋅ −
[
R + (Z + D F
2
) ]
2 5/2
(Z + D F )
5/2
c = Df
q a z
σZ
Fig. 9.13, Carga uniformemente repartidas en una superficie circular a una profundidad Df
El cálculo de los asentamientos por consolidación inducidos por las variaciones de esfuerzos
efectivos dentro del medio, incluyendo las debidas a la presencia de fuerzas internas a lo
largo de inclusiones, puede realizarse por el método tradicional de mecánica de suelos, ec.
9.5; estimando las deformaciones verticales a partir de curvas de compresibilidad (relación
415
Manual de Construcción Geotécnica
∆e
∆H = H (ec. 9.5)
1 + eo
donde
∆H asentamiento
eo relación de vacíos inicial
∆e decremento de la relación de vacíos
H espesor del estrato
C P + FP = C S + FN (ec. 9.6)
donde
Reséndiz y Auvinet, 1973, consideran que la inclusión está en equilibrio bajo las cargas FN,
FP, CS y CP, y que se comete poco error si se admite que la fricción máxima se desarrolla por
completo en todo el fuste de la inclusión (∆Z = 0, Fig. 9.14) ya que la fricción positiva se
compensa con la negativa. Por tanto, la profundidad del nivel neutro puede determinase por
aproximaciones sucesivas hasta lograr que se cumpla la siguiente ecuación:
ZS ZO
C S − C P = FP ZO
− FN ZP (ec. 9.7)
416
Inclusiones
La capacidad por punta y la fricción lateral máxima que se logra desarrollar a lo largo del
fuste de una inclusión se pueden obtener recurriendo a las expresiones usadas comúnmente
para el diseño de pilotes.
CS
z = ZS
FN
∆z
z = Zo
∆z
FP
z = ZP
CP
FN = fricción negativa
FP = fricción positiva
CS = capacidad de la punta superior
CP = capacidad de la punta inferior
ZS = profundidad de la punta superior
ZO = profundidad del nivel neutro
ZP = profundidad de la punta inferior
De acuerdo con lo indicado en la Fig. 9.10 la carga axial máxima que se desarrolla dentro de
una inclusión se presenta a la profundidad del nivel neutro (ZO). En cualquier momento
durante el proceso de consolidación la carga axial a la profundidad ZO vale:
ZO ZP
Q Z = Q S + PP ⋅ ∫ τ (z ) ⋅ dz = Q P + PP ⋅ ∫ τ (z ) ⋅ dz
O
(ec. 9.8)
ZS ZO
y en condiciones límites (ec. 9.7) la carga axial máxima que puede desarrollarse en el
interior de una inclusión en un medio homogéneo es:
417
Manual de Construcción Geotécnica
ZO ZP
QZ = C S + FN ZS
= C P + FP ZO (ec. 9.9)
O máx
Por tanto, la resistencia a la compresión simple (RC) de una inclusión, para cualquiera de los
casos antes mencionados, debe ser mayor que:
Por otra parte, para evitar la falla por pandeo en inclusiones de diámetro pequeño es
necesario revisar que la fuerza axial máxima a la que se someta el elemento sea menor que
(Gouvenot, 1975):
N 2 ⋅ π 2 ⋅ E ⋅ I 4 ⋅ K ⋅ D ⋅ L2
QZ < + (ec. 9.11)
O máx 4 ⋅ L2 N 2 ⋅π 2
donde
a) simular por etapas, en forma desacoplada, el proceso de consolidación del medio bajo una
carga externa por el método del elemento finito y simultáneamente, en su caso, el
proceso de consolidación atribuible al abatimiento de las presiones intersticiales, por el
método de las diferencias finitas.
418
Inclusiones
Inclusiones
Axisimetría
≈ R
S ≈ 2R
Caso 2. Inclusión colocada en un suelo de alta compresibilidad, cuya punta superior está en
contacto con un estrato duro, como puede ser el caso de pilotes de fricción si se
supone que el estrato duro funciona como losa de cimentación.
419
Manual de Construcción Geotécnica
Caso 3. Inclusión colocada en un suelo de alta compresibilidad cuya punta inferior se apoya
en un estrato duro, como puede ser el caso de pilotes de fricción negativa.
INICIO
CAPTURA DE DATOS DE LA
GEOMETRÍA DE LA MALLA
-Número de elementos
-Número de nodos
-Nodos que conforman a cada elemento
-Coordenadas de los nodos
-Condiciones de frontera para cada nodo
DISMINUCIÓN DEL
SI
MÓDULO DE ¿SE EXCEDE LA RESISTENCIA
ELASTICIDAD DE LOS SU EN ALGÚN ELEMENTO?
ELEMENTOS
NO
ALMACENAMIENTO DE LOS
ESFUERZOS, DEFORMACIONES Y
DESPLAZAMIENTOS PARA CADA
INCREMENTO
FIN
420
Inclusiones
5m Capa dura
Estrato Estrato
compresible compresible
20m
Inclusión Inclusión
5m
Capa dura
Capa dura Capa dura
E´ φa SU γ´
Material ν´
kPa º kPa kN/m3
Arcilla 1300 0.33 17 19 2
Capa dura 4000 0.33 ----- ----- 10
Inclusión 18x106 0.20 ----- ----- 14
E’, ν parámetros de compresibilidad drenados
φa ángulo de fricción aparente
SU resistencia al corte no consolidada no drenada
γ’ peso volumétrico efectivo
Para inclusiones cercanas entre sí (Fig. 9.20.a), la mayor parte de la carga aplicada se
transmite al suelo a través de las puntas de la inclusión y la contribución del fuste es
prácticamente nula. Por otro lado, para inclusiones alejadas entre sí (Fig. 9.20.b), el suelo
que rodea la inclusión transmite prácticamente íntegra la carga aplicada, ya que tanto las
421
Manual de Construcción Geotécnica
puntas como el fuste del elemento se encuentran en estado límite de fluencia y por tanto, a
cierta distancia del fuste, no se produce una disminución de los esfuerzos verticales en el
medio.
LOSA DE
CIMENTACIÓN
S
0.4m 1m
5m
INCLUSIÓN
30m 20m
SUELO
5m
R
1792 Elementos
958 Nodos
422
Inclusiones
τXY/SU q τXY/SU
-1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0 -1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0
0 0
S=3m q = 60 kPa
5 5
Inclusión
10 10
Profundidad, m
Profundidad, m
CASO 1
15 15
20 20
25 25
q = 10 kPa q = 50 kPa S=1m S=5m
q = 20 kPa q = 60 kPa S=2m S=6m
q = 30 kPa q = 70 kPa S=3m S=7m
q = 40 kPa q = 80 kPa S=4m S=8m
30 30
S
τXY/SU q τXY/SU
-1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0 -1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0
0 0
S=3m q = 60 kPa
5 5
Inclusión
10 10
Profundidad, m
Profundidad, m
CASO 2
15 15
20 20
25 25
q = 10 kPa q = 50 kPa S=1m S=5m
q = 20 kPa q = 60 kPa S=2m S=6m
q = 30 kPa q = 70 kPa S=3m S=7m
q = 40 kPa q = 80 kPa S=4m S=8m
30 30
S
τXY/SU q τXY/SU
-1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0 -1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0
0 0
S=3m q = 60 kPa
5 5
Inclusión
10 10
Profundidad, m
Profundidad, m
CASO 3
15 15
20 20
25 25
q = 10 kPa q = 50 kPa S=1m S=5m
q = 20 kPa q = 60 kPa S=2m S=6m
q = 30 kPa q = 70 kPa S=3m S=7m
q = 40 kPa q = 80 kPa S=4m S=8m
30 30
Fig. 9.19, Relación de esfuerzos cortantes al variar la carga externa y la separación entre inclusiones
423
Manual de Construcción Geotécnica
CASO 2
S = 2m S = 8m
1 0 -1 4 2 0 -2 -4
0 0 0 0
Inclusión
5 5 5 5
170 kPa 800 kPa
160 kPa 760 kPa
720 kPa
150 kPa
Inclusión 140 kPa
680 kPa
640 kPa
10 10 130 kPa 10 10
600 kPa
120 kPa 560 kPa
110 kPa 520 kPa
100 kPa 480 kPa
440 kPa
Z, m
Z, m
30 30 30 30
1 0 -1 4 2 0 -2 -4
X, m X, m
(a) (b)
En los demás casos analizados se demuestra que, si se hace la hipótesis de que se presentan
condiciones límites tanto en las puntas como en el fuste de la inclusión, se sobrestima la
fricción negativa ya que esta nunca alcanza su valor límite. Esto sucede también para la
fricción positiva, pero en menor grado, ya que su estado límite se comienza a presentar para
separaciones relativamente pequeñas.
Sin embargo, es posible definir factores de reducción de estas fricciones que permitan
modificar las ecuaciones y algoritmos que utilicen la hipótesis de comportamiento límite (ec.
9.6) y obtener resultados más precisos utilizando este criterio. La igualdad así modificada
es:
ZS ZO
C S − C P = F R− ⋅ F P ZO
− F R+ ⋅ F N ZP (ec. 9.12)
donde
424
Inclusiones
Estos factores pueden obtenerse como la relación entre el área bajo la curva de la variación
del esfuerzo cortante en el fuste con la profundidad y el área bajo la curva de la variación de
la resistencia con la profundidad, es decir:
Z =Z P
∫τ máx ⋅ dz
F R
+
= Z = Zo
Z =Z P
, para la fricción positiva (ec. 9.13)
∫S
Z = Zo
U ⋅ dz
Z = Zo
∫τ
Z =Z S
máx ⋅ dz
F R
−
= Z = Zo
, para la fricción negativa (ec. 9.14)
∫S
Z =Z S
U ⋅ dz
Los factores así calculados, para las condiciones antes descritas se presentan en Rodríguez,
(2001).
La eficiencia calculada para el control de asentamientos, ya sea por una carga externa o por
el efecto combinado, en los casos en los que la punta superior o inferior de la inclusión se
recargan en un estrato duro, es prácticamente la misma. Sin embargo, el caso de una
inclusión que recarga su punta inferior en un estrato duro, resulta ser el más eficiente para
la recimentación de estructuras en las que se puedan presentar abatimientos piezométricos
importantes a futuro (Fig. 9.21).
1.00
0.90
0.80 CASO 2
0.70 CASO 3
0.60
1-(δYcon/δYsin)
0.50
0.40
0.30
0.20
0.10
0.00
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0 7.0 8.0 9.0 10.0 11.0
S, m
425
Manual de Construcción Geotécnica
En un medio que se consolida bajo una carga externa y por el abatimiento piezométrico, el
modelo permite conocer la separación óptima entre inclusiones que permita eliminar los
asentamientos debidos a la carga externa aplicada y dejar que la cimentación siga el
hundimiento regional.
Para ilustrar los resultados que pueden obtenerse con el algoritmo desarrollado, se presenta
en la Fig. 9.22a el estado de esfuerzos verticales alrededor de una inclusión aislada
constituida por un tramo de pilote. En este caso, se consideró solamente la adherencia límite
entre fuste del pilote y suelo y se despreció la capacidad de las puntas. Se observa la
descompresión inducida en el suelo al nivel del centro de la inclusión, pero se aprecian
también las compresiones inducidas localmente en los estratos superiores e inferiores.
Distancia en m Distancia en m
35 30 25 20 15 35 30 25 20 15
0 0
5 5
Profundidad en m
10 10
15 15
20 20
25 25
Sin capacidad por punta Con capacidad por punta
(a) (b)
426
Inclusiones
Distancia en m Distancia en m
30 25 20 15 35 30 25 20 15
0 0
5 5
Profundidad en m
10 10
15 15
20 20
25 25
A 5m de separación A 10m de separación
(a) (b)
Los esfuerzos inducidos por una carga q, uniformemente repartida sobre una superficie
horizontal a una profundidad Df, pueden calcularse empleando el método de los sectores
(Poulos y Davis, 1974), generalizado para las ecuaciones de Mindlin (Fig. 9.26).
α 2⋅ π R (ec. 9.15)
dσ Z (q, ρ , θ )
2 ⋅ π ∫0 ∫0
σZ = ⋅
427
Manual de Construcción Geotécnica
CABEZA
CENTRO
PUNTA
qPS
ZS
LT fP
Áreas con cargas
repartidas
ZO
S
fN
ZI
qPI
Grupo de inclusiones
428
Inclusiones
La integración da:
α q
σZ = ⋅ ⋅ (I + II + III + IV +V ) (ec. 9.16)
2 ⋅ π 4 ⋅ (1 − ν )
donde los términos representados por los números romanos son los mismos que se definen
para la ec. 9.4.
q c =Df
Z
r2
r1
α
σZ
La carga por punta equivalente repartida (qP) para un grupo de inclusiones en el que alguna
de sus puntas esté en contacto con un estrato puramente cohesivo y saturado (Skempton,
1953) es:
N C′ ⋅ S U ⋅ A ⋅ N I
qP = (ec. 9.17)
AG
donde
NI número de inclusiones
AG área ocupada por el grupo de inclusiones
α ⋅ S UZ ⋅ PP ⋅ LT ⋅ N I
f = ⋅ FR (ec. 9.18)
AG
donde
429
Manual de Construcción Geotécnica
Una vez obtenidas las magnitudes de las cargas equivalentes es posible calcular los
asentamientos con la ec. 9.5, como se mencionó anteriormente.
Para ilustrar los resultados que se pueden obtener con este método, se consideró un caso
hipotético de un campo de 60 x 120 m. Se admitió que el NAF se encontraba en la superficie
y que el subsuelo estaba constituido por dos estratos: de 0 a 25 m de profundidad un suelo
altamente compresible con γ = 12 kN/m3 y adherencia suelo-inclusión τMÁX = 19 kPa y, de 25
a 30 m, un suelo incompresible con γ = 20 kN/m3 y resistencia no drenada SU = 150 kPa.
Esfuerzo, kPa
0 20 40 60 80 100 120
0
0 Inclusiones
5
100 Inclusiones
200 Inclusiones
400 Inclusiones
800 Inclusiones
1600 Inclusiones
10
3200 Inclusiones
Profundidad, m
15
Incremento de los
esfuerzos efectivos
20
25
30
430
Inclusiones
Asentamiento, m
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5
0
10
Profundidad, m
15
20 0 Inclusiones
100 Inclusiones
200 Inclusiones
400 Inclusiones
800 Inclusiones
25 1600 Inclusiones
3200 Inclusiones
30
9.4 Aplicaciones
La carga total transmitida por el edificio es de 53,000 kN en un área de 422 m2, es decir una
presión de 125.6 kN/m2. Cuando la estructura fue construida en 1952, esta carga era
tomada por 113 pilotes de punta de 0.25 m de diámetro apoyados en un estrato duro a una
profundidad de 20 m respecto al nivel de calle.
431
Manual de Construcción Geotécnica
Cuando se observó que muchos edificios cimentados mediante pilotes de punta sufrían de
emersión aparente debida al asentamiento regional, se decidió modificar el diseño del
edificio y emplear un tipo especial de cimentación. Esta consiste en un sistema combinado
de 76 pilotes de fricción negativa (pilotes desligados de la cimentación) y de 37 pilotes de
control como se muestra en la Fig. 9.29. La carga total transmitida a los pilotes de control
(QPC) es del orden de los 9,900 kN.
16
5
6 6
7 7
6
6 4 4 6
6 7 6
8 8
6 6
2.0 m
18.0 m
Estrato duro
432
Inclusiones
0
Nivel de
desplante
Suelo arcillo-limoso.
Contenido de agua medio del 50%
y resistencia a la compresión simple
media de 67 kPa
5
Suelo arenoso
10
PROFUNDIDAD, m
15
25
433
Manual de Construcción Geotécnica
3.3
3.2
3.1
3.0
2.7
2.6
2.5
2.4
2.3
2.0
1.9
10 100 1000
Presión en kPa
434
Inclusiones
u , kPa
0 50 100 150 200
0
Isócronas
Profundidad, m
10
Hidrostática
15
En las Figs. 9.34 y 9.35 se presenta la variación del desplazamiento vertical de la losa de
cimentación respecto a la superficie perimetral que no es afectada por la carga del edificio
(δYREG - δYTOT), para distintas separaciones y número de pilotes, respectivamente; δYREG
representa el asentamiento regional calculado con el mismo modelo en ausencia de pilotes y
δYTOT es el desplazamiento vertical total calculado.
Según los resultados mostrados en estas gráficas, en este caso particular, la separación ideal
de los pilotes, para la primera y segunda hipótesis de abatimiento piezométrico, es de 2.6 m
(78 pilotes) y 2.8 m (66 pilotes), respectivamente, ya que, para esta condición, no se
presentan asentamientos debidos a la carga externa y la cimentación sigue la consolidación
regional y no se presentan emersiones aparentes.
435
Manual de Construcción Geotécnica
S
0.4m 0.1m
Material #4
(Losa)
6m Material #3
Material #5
(Pilote)
12m
Material #2
4m Material #1
436
Inclusiones
0.40
Emersión
2da. Hipótesis de Abat.
0.20
0.10
δYREG - δYTOT, m
0.00
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5
Asentamiento
-0.10
-0.20
-0.30
-0.40
S, m
0.35
0.30
0.25
Emersión
|δYREG - δYTOT|, m
0.20
0.15
0.05
Asentamiento
0.00
10 100 1000 10000
Número de pilotes
En la Fig. 9.36 se presenta la relación entre los esfuerzos cortantes máximos (τMÁX) y la
resistencia al corte (SU) en los elementos contiguos al pilote, para una separación constante
de 2.8 m, en la primera y segunda etapa del análisis y para las dos hipótesis de abatimiento
piezométrico consideradas.
De acuerdo con los resultados obtenidos, puede observarse que la condición límite, en la
punta y en gran parte del fuste del pilote, se alcanza rápidamente durante la aplicación de
la carga externa, mientras que en la segunda etapa y para las dos hipótesis de abatimiento,
el estado límite se desarrolla en prácticamente todo el fuste del elemento y la profundidad
del nivel neutro no presenta variaciones importantes.
437
Manual de Construcción Geotécnica
q = 20.42 kPa
U = 20% U = 20%
2 q = 40.84 kPa 2 2
U = 40% U = 40%
q = 61.26 kPa
U = 60% U = 60%
q = 81.68 kPa
U = 80% U = 80%
4 q = 102.10 kPa 4 4
U = 100% U = 100%
6 6 6
Profundidad, m
Profundidad, m
Profundidad, m
8 8 8
10 10 10
12 12 12
14 14 14
16 16 16
18 18 18
Es posible concluir que, para el caso analizado, el número de pilotes de fricción negativa
necesarios para contrarrestar el asentamiento debido a la carga superficial y permitir que la
estructura se desplace con el hundimiento regional, es razonable. Además, la hipótesis de
abatimiento piezométrico que se considere no afecta significativamente los resultados, ya
que el estado límite de fluencia, en la punta y en el fuste del pilote, se presenta durante la
aplicación de la carga externa y la magnitud de la fricción negativa desarrollada durante la
segunda etapa para ambas hipótesis es prácticamente la misma.
Antecedentes (Pecker & Salencon, 1998). Este puente se localiza en Grecia y está
actualmente en construcción: establece una conexión entre la parte norte de Grecia y la
Península del Peloponesio. La ubicación del sitio corresponde a la parte más estrecha del
Golfo de Corinto, ligeramente al norte de la ciudad de Patrás. Desde el punto de vista de la
topografía y de la geología, el sitio se encuentra en una parte poco profunda del golfo, donde
existe un tirante de 60 m de agua.
La zona es muy activa desde el punto de vista tectónico. En efecto, esta parte del golfo poco
profunda está delimitada por dos semi-grabens que corresponden a fallas activas que se
desplazan de hasta un centímetro al año.
Las características del subsuelo son complejas: se trata de sedimentos marinos combinados
con aportes aluviales de las diferentes corrientes que desembocan en esta zona y con
depósitos de pie de talud.
438
Inclusiones
El puente, de tipo atirantado (Fig. 9.37), está dividido en tres tramos centrales de 500m, y
cuenta con tramos adicionales de acceso en ambos extremos.
El puente descansa en cuatro pilas, denominadas M1 a M4, que se apoyan sobre zapatas
desplantadas directamente sobre el fondo marino. El sistema de cimentación se inspira de
las técnicas que se han usado para las plataformas petroleras en el Mar del Norte. Las
zapatas (Fig. 9.38) se construyen cerca del sitio, en un dique seco delimitado por tablestacas.
Dentro del recinto así formado, se abate el nivel del mar, y ahí se construyen las zapatas;
posteriormente, el dique seco se llena de agua y las zapatas pueden llevarse por flotación
hasta el sitio que les corresponde.
Después de su colocación, cada elemento se llena de agua hasta cierta altura arriba del nivel
del mar con objeto de generar una precompresión en el suelo e inducir asentamientos
previamente a la construcción del resto del puente; cualquier asentamiento diferencial o
total se puede compensar al construirse la superestructura. El diámetro de la zapata es de
90 m para las pilas M1 a M3, y de 80 m para la M4, que recibe una carga menor; su peralte
es de 9m. Son elementos extremadamente rígidos, lo que se tomó muy en cuenta en el
cálculo de asentamientos. Cada una de las zapatas descansa sobre el fondo del mar, pero el
subsuelo se mejora previamente. Antes de colocar las zapatas, se hincan unas inclusiones
constituidas por tubos de acero de 2 m de diámetro y 5 mm de espesor. Las inclusiones se
colocan no sólo directamente debajo de las zapatas, sino en una zona más amplia. Las
inclusiones están separadas 8 m en la pila M1, 7 m en la M2 y la M3; la M4 no tiene
inclusiones. La longitud de las inclusiones de las zapatas M1 a M3 es respectivamente de
25, 30 y 25 m.
439
Manual de Construcción Geotécnica
Con base en el modelo geoestadístico, se pudieron hacer estimaciones de las propiedades del
suelo en puntos donde no se habían realizado sondeos, usando técnicas estadísticas como la
de estimación condicional, también conocida como kriging. Asimismo, se pudieron trazar
cortes virtuales para representar las variaciones de propiedades como la resistencia de cono,
qc, en el espacio y poner en evidencia los estratos más resistentes. El modelo geoestadístico
proporciona además una evaluación de la incertidumbre asociada a la estimación. Conforme
aumenta la distancia a determinado sondeo, también aumenta la desviación estándar de la
estimación que se realiza de la propiedad de interés.
440
Inclusiones
acero. La parte superior del suelo se sustituye por materiales granulares colocados en dos
capas: una de material granular tipo caliza sin granulometría especial (de tamaño grueso,
tipo enrocamiento), y una capa de material seleccionado con objeto de poder controlar en
cierta medida su resistencia al cortante. Las inclusiones no están conectadas con la zapata,
la cual se apoya simplemente sobre los materiales granulares. Constructivamente, esto
constituye un reto por el importante tirante de agua que existe en el sitio. Estos materiales
se colocan después de hincar las inclusiones; según los constructores, la precisión con la que
se van colocando los materiales granulares es de más o menos 5 cm a pesar de que se está
trabajando en el fondo marino. La capa de enrocamiento se extiende hacia el exterior como
protección contra la socavación, junto con las inclusiones externas (aún cuando en el Golfo
de Corinto las corrientes no sean especialmente fuertes).
441
Manual de Construcción Geotécnica
La Fig. 9.40 representa los dominios de estabilidad definidos para una de las zapatas del
puente, en ausencia y en presencia de inclusiones. En las abscisas se encuentra la fuerza de
cortante y en las ordenadas el momento de volteo. Si se toma en cuenta en el análisis la
presencia de las inclusiones, es decir de los tubos metálicos, el dominio se extiende
considerablemente como lo muestra la figura.
La zapata sobre el suelo reforzado resulta por tanto estable aún en presencia de momentos
de volteo y fuerzas de cortante significativamente mayores. Debido a que se coloca una cama
de material granular debajo de cada zapata, existen en realidad dos mecanismos de falla:
uno de falla por cortante en la masa del suelo y otro de falla por cortante horizontal al nivel
de la cara inferior de la zapata (correspondiente al tramo recto vertical del extremo derecho
del dominio de falla de la Fig. 9.40). El hecho de que se encuentren desconectadas las
inclusiones de las zapatas del puente favorece este último mecanismo en presencia de una
fuerza de cortante importante. Obviamente, el mecanismo de desplazamiento horizontal es
menos crítico en cuanto a sus consecuencias que él de volteo. Las inclusiones permiten
precisamente que, en condiciones sísmicas extremas, se presente preferentemente el primer
mecanismo. Congruentemente, en el diseño estructural, se acepta que la cimentación podrá
eventualmente desplazarse horizontalmente hasta 1.5 m.
442
Inclusiones
Se observa que el principal efecto de las inclusiones en los puntos del suelo localizados a
poca profundidad debajo de la zapata es una reducción de esfuerzos debida a que las cargas
se transfieren a las inclusiones. Por el contrario, más abajo de la punta de las inclusiones, el
esfuerzo vertical se incrementa y, progresivamente, a mayores profundidades, se va
disipando y tiende hacia cero. Se observa por otra parte la concentración de esfuerzos
existente en el perímetro de la zapata, por la rigidez de la misma. Para el cálculo de
asentamientos se contaba solamente con los resultados obtenidos por el método del elemento
finito hasta 45.7 m y se tuvo que evaluar esta distribución a mayor profundidad. Lo anterior
se logró usando el principio de Saint Venant, es decir tomando en cuenta que los esfuerzos
verticales se vuelven independientes de la repartición de las cargas aplicadas conforme
aumenta la profundidad. Se ajustaron distribuciones de tipo Boussinesq a cada una de las
curvas de esfuerzos disponibles para los diferentes puntos en planta, con lo que se
obtuvieron los perfiles de esfuerzos completos (Fig. 9.41).
0. 19 r= 3. 953
r= 6. 374
0. 18
r= 8. 839
0. 17
r= 11.319
0. 16
r= 13.807
0. 15 r= 16.298
0. 14 r= 18.792
r= 21.287
0. 13
E xte nd e d va lue s fo r the stre ss
r= 23.783
Stress increment, MPa
0. 12 d istrib utio n b e lo w 4 5 .7 m
r= 26.28
0. 11
r= 28.777
0.1 r= 31.275
0. 09 r= 33.773
r= 36.272
0. 08
r= 38.77
0. 07
r= 41.269
0. 06 r= 43.776
0. 05 r= 46.786
r= 50.28
0. 04
r= 53.77
0. 03
r= 57.27
0. 02
r= 60.25
0. 01 r= 0, B ous s ines q
D e p th, m
Con estos esfuerzos, tomando principalmente como base las correlaciones bien conocidas
entre resistencia de punta en ensayes de cono y parámetros de compresibilidad, se realizó
443
Manual de Construcción Geotécnica
Para cada una de las pilas M1 a M3, se obtuvieron asentamientos diferenciales pequeños,
del orden de una milésima. Estos resultaron un poco más grandes en la pila M4 que se
encuentra más cerca de la orilla del golfo y se apoya en depósitos más heterogéneos
constituidos por sedimentos marinos interestratificados con materiales de pie de monte,
correspondientes a las laderas de la costa.
Cabe hacer notar que al realizar los cálculos anteriores no se encontró que la presencia de
las inclusiones redujera significativamente los asentamientos. En efecto, los esfuerzos que
se eliminan a la mitad de la altura de las inclusiones se vuelven a encontrar al nivel de la
punta, donde también existen materiales compresibles. No es suficiente por tanto con
colocar inclusiones en el suelo para obtener automáticamente una reducción importante de
asentamientos. Cabe subrayar nuevamente que, en la aplicación descrita, el objetivo central
del uso de inclusiones fue aumentar la capacidad de carga.
-0.11
-0.12
-0.13
-0.15
-0.16
-0.18
-0.19
-0.20
-0.22
-0.23
-0.25
-0.26
-0.27
-0.29
-0.30
-0.32
-0.33
-0.34
-0.36
-0.37
-0.39
-0.40
Referencias
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Skempton. A. W., Yassin, A. A. & Gibson, R. E. (1953) “Théorie de la force portante de pieux
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Vesic, A. S., (1970) “Load transfer in pile-soil systems”, School of Engineering, Duke
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446
10 Vibrosustitución
Roberto López Zaldaña
Axel Ramírez Ramírez
Para mejorar arenas limosas o limos licuables, o depósitos de arena con capas de arcilla
intercaladas, se utiliza grava como material de relleno y se forman columnas de grava por el
método de vibrosustitución o columnas de grava.
Los suelos que no son granulares limpios no responden a la vibración como con el método de
vibrocompactación, debido a que la cohesión del terreno no permite el reordenamiento de las
partículas en conFiguraciones más compactas fuera de los puntos de aplicación del
tratamiento, por lo que no se obtiene mejoramiento alguno fuera de ellos. Keller en 1957
introdujo, por primera vez, el concepto de construir columnas de grava para reforzar y
mejorar materiales de relleno, suelos cohesivos blandos y mixtos.
447
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 10.1, Redistribución de los esfuerzos aplicados sobre las columnas de grava por la diferencia de
rigidez entre las columnas y el suelo original.
Los métodos de diseño de columnas de grava son más complejos que los de mejora de suelos
puramente granulares, en los que los criterios son simplemente empíricos. No se trata de
densificar un terreno más o menos homogéneo, sino de estudiar el comportamiento de un
suelo compuesto por dos materiales netamente distintos. Las teorías de cálculo para las
columnas de grava varían desde simples reglas experimentales hasta complicados modelos
matemáticos.
Método de Pruebe. Este método, aunque contiene algunas limitaciones teóricas por las
hipótesis que realiza, ha sido ampliamente utilizado con bastante éxito en numerosas
ocasiones y comprende los criterios de diseño para los casos más frecuentes de aplicación.
Su utilidad fundamental es la de estimar la reducción de asentamientos que puede lograrse
con las columnas de grava, requiriendo conocer tan solo el ángulo de ficción interna del
448
Vibrosustitución
Debe ser recordado que este método de diseño se refiere al efecto de mejora de las columnas
de grava en un terreno el cual no es, de alguna manera, modificado en comparación a su
estado inicial, es decir, el grado de mejora resulta solamente de la existencia de estas
columnas, sin ninguna densificación del suelo que las envuelve (Priebe, 1995). En un primer
paso, se establece un factor por el cual las columnas de grava mejoran el comportamiento
del subsuelo en comparación con el estado sin columnas. De acuerdo con este factor de
mejora el módulo de deformación del sistema compuesto columnas-suelo aumenta y, en la
misma proporción, los asentamientos se reducen. Los pasos sucesivos del diseño se refieren
a este valor básico.
La vibrosustitución, permite una evaluación más o menos precisa solamente para el caso
definido por un área de carga ilimitada sobre una malla de columnas ilimitada (Priebe,
1995). En este caso se considera una celda unitaria de área A con una única columna aislada
de sección Ac y el suelo circundante correspondiente, es decir, A es el área de influencia de la
columna y Ac el área de la sección transversal de ésta.
El resultado del cálculo se expresa como factor básico de mejora n0, que expresa la relación
entre el asentamiento que se tendría en el terreno original sin mejorar y el que se produce
después de la mejora:
Ac
asentamiento⋅ sin⋅ mejora Ac 1 / 2 + f ( µ s , A)
n= = 1+ − 1 (ec. 10.1)
asentamiento ⋅ con ⋅ mejora A K ⋅ f ( µ , Ac )
aC s A
449
Manual de Construcción Geotécnica
(1 − µ s )1 − Ac A
f ( µ s , Ac / A) = (ec. 10.2)
AC
1 − 2µ s +
A
Tomando una relación de Poisson del suelo natural de µs=1/3, adecuado en muchos casos
para el estado del asentamiento final, y sustituyendo, se llega a la expresión:
A
A 5− c
n = 1+ c A − 1
(ec. 10.3)
A 4 K aC 1 − AC
A
donde
Método de Van Impe et al., (1983). Estos autores propusieron un método parecido al de
Priebe, considerando dos casos distintos:
450
Vibrosustitución
Para el caso 1, más común, la Fig. 10.3 representa la presión que llega a cada columna, σc,
en función de la que se aplica sobre el suelo σs (n=factor de concentración de esfuerzos
σχ/σs).
También, en la Fig. 10.4 se muestra el asentamiento del suelo reforzado como un porcentaje
del asiento sin refuerzo. En ambas Figuras se compara este método de Van Impe et al con
otros métodos.
n=σc/σs
Fig. 10.4, Asentamiento del terreno tratado referido al del terreno sin tratar
451
Manual de Construcción Geotécnica
Método resumen de Greenwood y Kirsch. Estos autores reúnen varias teorías que
permiten calcular la eficiencia del tratamiento o factor de mejora n0, reflejadas en la Fig.
10.5.
Asimismo, para el estudio del comportamiento de las columnas de grava, además de estimar
el asentamiento general del terreno, es importante también la capacidad de carga de las
columnas, debido a la escasa resistencia lateral que suelen presentar. En la Fig. 10.6 se
pueden apreciar diferentes formas de rotura que se pueden dar en las columnas de grava.
Fig. 10.6, Posibles formas de fallas en columnas de grava: expansión lateral, corte asimétrico,
corte simétrico; Oteo (1997).
452
Vibrosustitución
donde
En la Fig. 10.7 se comparan los resultados de diversos autores y de algunos casos reales,
referidos a la capacidad de carga de columna de grava instaladas en arcilla.
453
Manual de Construcción Geotécnica
10.4 Diseño
454
Vibrosustitución
455
Manual de Construcción Geotécnica
Báez (1995) evaluó 18 casos, en donde fueron realizadas pruebas tipo SPT y CPT antes y
después de la vibrosustitución, con lo cual desarrolló una expresión empírica, que predice el
mejoramiento del terreno en función del número de golpes (N1)60. Cerca de 400 pruebas
sirvieron para establecer la función empírica-matemática con la que se determina el valor
de (N1)60 después del tratamiento como función del valor de (N1)60 antes del tratamiento,
para distintas relaciones de área Ar=Ac/A, Fig. 10.11. Cabe mencionar que estas pruebas se
realizaron después de 48 horas del tratamiento en arenas finas y limpias.
Fig.10.11, Predicción de (N1)60 después del mejoramiento, para arenas finas y limpias, Báez (1995)
Las gráficas realizadas por Barksdale y Bachus (1983), Fig 16.1, fueron obtenidas de las
observaciones de vibrocompactación pero se pueden utilizar en la vibrosustitución
suponiendo un diámetro de la columna de grava igual que 0.76 m (2.5 pies). Sin embargo,
con este procedimiento no se toma en cuenta el estado inicial de compacidad y de la fracción
fina que contenga un determinado suelo; entre otros parámetros que intervienen en el grado
de mejoramiento.
Los dos métodos de instalación más comunes son: vibrosustitución por vía húmeda y
vibrosustitución por vía seca. A éste último también se le llama vibrodesplazamiento.
El método de vibrosustitución por vía seca, se utiliza para mejorar suelos finos blandos,
creando perforaciones mediante el desplazamiento del terreno producido por las fuerzas
456
Vibrosustitución
horizontales impartidas por el vibrador, ayudado por aire comprimido en cada punto del
tratamiento.
1) Penetración: Asistido por la inyección de agua, el vibrador oscilante penetra por peso
propio hasta la profundidad deseada, según las características del terreno. El agua
provoca un flujo hacia el exterior, removiendo y arrastrando las partículas de arcilla y
creando un espacio anular alrededor del vibrador y del tubo de suspensión.
Este proceso de ascenso y relleno se repite hasta alcanzar la superficie del terreno,
obteniéndose una columna de grava compactada, Fig. 10.12.
457
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 10.13, a) Vista en planta y b) sección de una columna de grava ejecutada por vibrosustitución
(Keller Group PLC)
Si las paredes del suelo son inestables, el flujo de agua y el movimiento de la grava
remueven el material fino y permiten a la grava expandirse hasta alcanzar el equilibrio. Es
por ello que el diámetro de las columnas varía en su altura, coincidiendo en los estratos más
blandos con los diámetros mayores. Los diámetros normales de las columnas de grava
obtenidas mediante esta técnica son de 0.8 a 1.1m, Fig. 10.13.
El aire comprimido sirve para mantener las paredes de la perforación estables y ayuda a
la penetración, si el caudal y presión de aire son considerables pueden causar daños a la
estructura de las arcillas normalmente consolidadas.
Durante la extracción del vibrador, la succión creada por el peso del aparato en sus
ascensos puede crear inestabilidades en las paredes de los tramos inferiores de la
perforación. El aire comprimido compensa la succión y ayuda al izado del vibrador.
458
Vibrosustitución
Fig. 10.14, Esquema del equipo y proceso de vibrosustitución por vía seca (Hayward Baker, Inc.)
459
Manual de Construcción Geotécnica
Técnica por vía húmeda (vibrosustitución). Ya que el relleno se deja caer desde la
superficie, se puede utilizar tamaños de grava desde ¾” hasta 4”, tanto canto rodado como
grava triturada. Es mejor utilizar una grava bien graduada en lugar de una uniforme, para
lograr una columna con menos vacíos y por lo tanto más rígida.
Técnica por vía seca (vibrodesplazamiento). Debe de ser grava bien graduada, con
tamaños entre ¼” y ¾”. La grava puede ser de origen natural o procedente de trituración,
debe ser dura y limpia (sin arenas ni finos). Al igual que en el caso anterior, se logra un
íntimo contacto entre la grava compactada y el suelo natural que la rodea, debido al
desplazamiento.
Se pueden utilizar otro tipo de control, como por ejemplo, mediciones de velocidad de ondas
superficiales Rayleigh, las cuales afectan a importantes volúmenes de suelo.
Vibrocompactación Vibrosustitución
Densificación (vibración y desplazamiento)
Densificación (vibración) Drenaje
Refuerzo
460
Vibrosustitución
debe a la incrustación de la grava en el suelo por el desplazamiento de ésta, ayudada por las
fuerzas horizontales generadas por el vibrador.
Drenaje. Este tema se trató en los drenes de grava. Para que el drenaje de las columnas de
grava sea eficiente, estas deben de tener un espaciamiento tal que las presiones de poro
generadas en un sismo se disipen de manera casi instantánea. De esta manera es posible
controlar la presión de poro y consecuentemente minimizar los posibles asentamientos.
Refuerzo. El refuerzo se debe a la alta rigidez del relleno en comparación a la del suelo por
mejorar. La proporción de carga transferida a la columna depende de las características de
carga, rigidez relativa entre suelo y columna, el diámetro y espaciamiento entre columnas.
La solución más utilizada para estimar la carga concentrada en columnas fue presentada
por Priebe 1976.
Este mismo autor presenta un método simplificado para analizar los efectos del refuerzo
durante un evento sísmico. En un sistema de columnas y suelo, el punto que tiene mayor
potencial de licuación es el que se encuentra más alejado de las columnas, ya que es el que
tiene menor influencia de los efectos de éstas. El esfuerzo cortante cíclico producido en el
sistema mencionado debido a un sismo, es tomado en una proporción mayor por las
columnas de grava que por el suelo circundante. Por esta razón se hace una reducción en la
relación de esfuerzos cíclicos (CSR= τav/σ´vo) aplicado en el suelo, para calcular el potencial
de licuación después del mejoramiento por vibrosustitución. Esta reducción consiste en el
cálculo de un factor, Kg, el cual es multiplicado posteriormente por CSR. Con un
mejoramiento mayor se tiene un factor de reducción, Kg, menor y por lo tanto un menor
CSR en el suelo que está más alejado de las columnas de grava; al reducir la CSR se
requiere de un (N1)60 menor para caer en la zona de no licuación de la gráfica de Seed e
Idriss (1982).
Lo anterior es sólo por efecto del refuerzo debido a las columnas de grava, por otro lado, se
tiene el efecto de la densificación, ya mencionada, la cual influye en el aumento de (N1)60 en
el suelo que está más alejado de las columnas de grava.
El factor de reducción, Kg, fue propuesto por Báez y Martín, 1993, basado en relación de
áreas, Ar, y relación de módulos de rigidez, Gr, de columna y suelo; donde Ar= Ac/A y Gr=
Gc/Gs. Este factor de reducción se ilustra en la Fig. 10.17.
Como se puede observar en la Fig. 10.16, a medida en que sea mayor el mejoramiento del
suelo se obtendrá un factor de reducción, Kg, menor; este factor se multiplica por la relación
de esfuerzos cíclicos, CSR.
Los tipos de suelo más susceptibles a licuarse son: arenas limpias, arena limosa y limos sin
plasticidad. Los factores de mejoramiento del método de vibrosustitución son, densificación,
drenaje y redistribución de esfuerzos; su contribución de éstos depende del tipo de suelo a
mejorar. La siguiente tabla muestra de forma cualitativa lo antes indicado (Báez, 1995).
461
Manual de Construcción Geotécnica
Tabla 10.3 Contribución de los factores de mejoramiento para diferentes tipos de suelo
10.10 Aplicación
Con los sondeos realizados en la zona se concluyó que la estratigrafía típica es la mostrada
en la Fig. 10.18.
A raíz de conocer la susceptibilidad de los rellenos a sufrir licuación bajo sismos similares al
que ocurrió en 1995, se observó que en varias edificaciones de Manzanillo, era necesario
462
Vibrosustitución
aplicar métodos para mejorar las condiciones del subsuelo; se optó por el método de
vibrosustitución (columnas de grava) que se realiza con vibradores de fondo, hasta una
profundidad determinada, buscando con ello optimizar las propiedades geotécnicas de los
suelos para que sean capaces de soportar cargas, con asentamientos tolerables y se eviten
fallas como las presentadas en 1995.
463
Manual de Construcción Geotécnica
El volumen de grava utilizado para formar las columnas fue del orden de 29,000 m3 con
granulometría de 1 a 3” de diámetro.
Fig. 10.20, Vibrador de fondo tipo “S” en Terminal de Contenedores, Manzanillo, 1998
464
Vibrosustitución
El agua que se utilizó para la vibrosustitución fue tomada del mar. Para ello se utilizaron
bombas con 10 kg/cm2 de presión. Asimismo, se construyeron canales para desalojar el agua
de los patios hacia el mar.
S o n d e o s p o s te r io r e s
S o n d e o s p r e v io s
En la superficie ganada al mar los suelos granulares se mejoraron bastante bien, ya que
antes de la vibrosustitución dichos suelos presentaban una resistencia baja, después del
mejoramiento los sondeos registraron 36 golpes en promedio en toda la profundidad de 10
m.
A continuación se presentan los resultados de un análisis de licuación, con los datos antes
expuestos, y con una aceleración máxima en superficie de 0.39 g, correspondiente al sismo
de 1995 con una magnitud de M= 7.5, que causó licuación (Ramírez, 2002).
465
Manual de Construcción Geotécnica
0.70
CRR 7.5
0.60
0.50
0.40 LICUACIÓN
av/ vo´
CSR,
0.30
NO
0.20 LICUACIÓN
0.10
0.00
0.00 10.00 20.00 30.00 40.00 50.00
Número de golpes corregido, (N1)60
Como se puede observar, antes del mejoramiento todo el estrato analizado era susceptible a
licuarse (círculos); después del mejoramiento se tienen resultados satisfactorios, sin
presentar problemas de licuación (triángulos).
Referencias
Baez, J. l., y Martín, G. R. (1993) "Advances in the design of vibro systems for the
improvement of liquefaction resistance” Symposium of Ground Improvement, Vancouver
Geotechnlcal Society, Vancouver, B.C.
466
Vibrosustitución
Martínez, C., Pimentel J. y Bringas L. (2000) “ Mejoramiento del subsuelo con el método de
vobrosustitución (columnas de grava) en la Terminal de Contenedores de TMM en
Manzanillo, Colima” Memorias XX Reunión Nacional de Mecánica de Suelos, Oaxaca, Oax.,
Vol. 2; pp.153-160.
Oteo, C. (1997) “Columnas de grava” Técnicas generales de refuerzo del terreno y sus
aplicaciones , CEDES
Priebe, H. J. (1991) "Vibro Replacement - design criteria and quality control." Deep
Foundation Improvements: Design, Construction, and Testing, ASTM STP 1089, M. 1. Esrig
and R. C. Bachus (eds.), ATSM, Philadelphia, pp, 62-72.
Seed H. B., Idriss I. M., (1982) “Evaluation of liquefaction potential using field performance
data”, Journal of the Geotechnical Engineering Division, ASCE, 109, No. 3, 458-487.
467
15 Deep mixing
Axel Ramírez Ramírez
Roberto López Zaldaña
Juan I. Baez
Es una técnica que consiste en mezclar mecánicamente el suelo in situ con un agente
cementante en forma de lechada o polvo, con el objetivo de mejorar las propiedades
geomecánicas del suelo. El resultado de la mezcla son columnas o muros solidificados con
alta resistencia al corte, baja compresibilidad y una permeabilidad muy baja; en la Fig. 11.1
se muestran columnas solidificadas.
Fig. 11.1, Columnas creadas con la técnica deep mixing (cortesia Hayward Baker Inc.)
Los agentes que se emplean comúnmente para el mezclado con el suelo in situ son:
469
Manual de Construcción Geotécnica
Cal Cal-Yeso
Cemento (Tipo 1-V) Yeso-Cemento
Escoria de horno de acero Aditivos
Cal-Cemento
Cal. La cal se encuentra disponible en ambas formas. Como cal viva CaO o como Ca(OH)2
cal hidratada. En esta última la experiencia es bastante limitada.
La estabilización con cal se basa en la reacción con minerales del suelo o con minerales que
se le adhieren. La reacción produce: gel C-S-H calcio-silicato-hidratado (sin indicar
composición específica), C-A-S-H calcio-aluminio-silicato-hidratado. La cal viva reacciona
con el agua contenida en el suelo como si fuera cal hidratada. La reacción química de la cal
con el agua genera calor lo cual contribuye a la reducción del contenido del agua del suelo y
a una reacción más rápida.
Escoria de horno de acero. La escoria de horno de acero necesita ser granular para que
reaccione químicamente. Este producto es enfriado rápidamente para que obtenga una
estructura cristalina, lo cual es fundamental para reaccionar. Este producto granular es
molido con lo que se incrementa el potencial de reacción. La escoria es mezclada con la cal o
cemento para acelerar la reacción. La calidad y reactividad de las escorias varían
dependiendo de los hornos de donde provienen.
En general, para cualquier agente cementante los suelos no tienen una reacción favorable
con
pH < 5
contenido orgánico > 4%
470
Deep mixing
La mezcla del agente cementante con el suelo se realiza con una herramienta diseñada
específicamente para tal objetivo. Para hacer girar dicha herramienta se puede utilizar una
perforadora montada sobre una grúa o una perforadora hidráulica como la que se muestra
en la Fig. 11.2. En esta misma figura se ilustra una plataforma construida para el soporte
de la perforadora.
Fig. 11.2, Mezclado del suelo con cemento en forma de lechada para formar una columna solidificada
(Hayward Baker Inc.)
El agente cementante se puede agregar en forma de polvo, método seco o en lechada, método
húmedo.
agente
cementante
471
Manual de Construcción Geotécnica
aletas
Inyección de la
lechada
Fig. 11.5, Herramienta mezcladora en el método húmedo (cortesía Hayward Baker Inc.)
472
Deep mixing
Fig. 11.7 Herramienta mezcladora de tres ejes para construir pantallas (Center for Geotechnical
Practice and Research, Virginia Tech)
473
Manual de Construcción Geotécnica
11.3 Equipo
Método Seco. El equipo típico para deep mixing en seco consta de silos para el
almacenamiento del agente cementante, un deshidratador de aire y un compresor. Estos dos
últimos tienen la función de generar aire comprimido con el propósito de transportar el
polvo cementante a la herramienta mezcladora.
En las Figs. 11.8 y 11.9 se ilustran dos plantas
diferentes.
Fig. 11.9, Planta de deep mixing en seco con el silo, deshidratador de aire y compresor aislados del
chasis (EuroSoilStab 1997)
474
Deep mixing
La cantidad del agente cementante en arcillas marinas es de 80 a 120 kg por metro cúbico
de suelo por mejorar, obteniendo una resistencia cu de 40 a 60 kPa. Para suelos orgánicos se
requiere una dosificación de 250 a 350 kg por metro cúbico de suelo por mejorar,
obteniéndose una resistencia cu de 100 a 150 kPa.
11.4 Limitaciones
El método seco debe aplicarse en suelos con un contenido de agua mayor a 25 %, y una
resistencia Su mayor a 10 kPa. La práctica escandinava limita la resistencia al corte a 150
kPa.
475
Manual de Construcción Geotécnica
En el método húmedo se dificulta la mezcla con suelos CL con una Su > 70 kPa y en suelos
CH con una Su > 50 kPa. Como producto del método se tienen lodos residuales entre 10 y
40%, dependiendo del suelo que se este mejorando.
11.5 Aplicaciones
La estabilización de suelos blandos con esta técnica con la finalidad de soportar terraplenes
carreteros es muy común. En la Fig. 11.11 se ilustra un ejemplo en Suecia, mostrando la
distribución del tratamiento.
Fig. 11.11, Estabilización del suelo mediante deep mixing para el soporte de un terraplén
(cortesía LCM)
Otra aplicación clásica de esta técnica es para la estabilización de taludes. En la Fig. 11.12
se muestra la estabilización de un talud carretero en Suecia.
476
Deep mixing
Fig. 11.13, Muro de retención utilizando la técnica deep mixing sin la utilización de anclas
(ENR, 1998)
11.6 Factores que influyen en las propiedades de las columnas suelo cemento
Los factores que influyen en las propiedades de la mezcla suelo-cemento se pueden clasificar
en tres categorías:
En el siguiente esquema se pueden observar los elementos que constituyen cada categoría.
477
Manual de Construcción Geotécnica
Influyentes
Contenido de agua Contenido Orgánico Tiempo de Curado Temperatura Extracción Volumen de Inyección
Resistencia al Corte
Fig. 11.14, Factores que influyen en las propiedades de las columnas suelo-cemento
Este método requiere una excelente exploración del sitio y un buen programa de pruebas de
laboratorio, con el propósito de detectar las posibles dificultades que se puedan presentar en
campo y para tener un diseño correcto.
Hay diferentes tipos de pruebas de laboratorio para obtener las propiedades ingenieriles,
propiedades químicas y ambientales de interés:
Propiedades ingenieriles. Estas propiedades son básicas para el diseño; dentro de estas
propiedades se pueden mencionar las siguientes: índice de liquidez (IL), límite plástico (LP),
índice plástico (IP), contenido de agua (w %), peso volumétrico (γ), resistencia al cortante
(Su), compresibilidad y permeabilidad.
Las pruebas realizadas en las muestras constituidas en laboratorio sirven para determinar
el tipo y cantidad de agente cementante en un diseño preliminar, lo cual se verifica con
pruebas de muestras extraídas de columnas construidas en el área de prueba.
478
Deep mixing
Tabla 11.1 Efectividad de materiales cementantes en diversos tipos de suelos, con base en
pruebas de compresión simple en suelos escandinavos (EuroSoilStab)
Cantidad de cemento. En las Figs. 11.15 y 11.16 se puede observar que la cantidad del
cementante y el tipo de suelo influyen en la resistencia a la compresión simple de la mezcla.
479
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 11.15, Esfuerzo cortante para mezclas con distintos suelos finos y con diferentes días de curado,
la mezclas se realizaron con un contenido de cementante de 100 kg/m3 y con 150 kg/m3
(Hartlen y Holm, 1995)
Fig. 11.16, Resistencia a la compresión simple variando el contenido de cemento para diferentes tipos
de suelo (Taki y Yang, 1991).
480
Deep mixing
Esfuerzo cortante. La Fig. 11.16 muestra la relación que existe entre la prueba de
compresión simple y la de corte directo. El suelo probado fue una arcilla marina tratada con
10 y 20 % de cemento y con un período de curado de 28 días. En esta prueba de corte directo
el esfuerzo normal fue cero, el esfuerzo cortante es aproximadamente la mitad de la
resistencia a la compresión simple. Sin embargo, cuando el contenido de cemento se
incrementa, el esfuerzo cortante puede alcanzar un tercio de la resistencia a la compresión
simple.
En las columnas construidas con el proceso seco se pueden utilizar las siguientes
correlaciones para estimar el esfuerzo cortante τfu,col, τfd,col (no drenada y drenada,
respectivamente):
481
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 11.18, Efecto del porcentaje de humedad inicial del suelo en la resistencia a la compresión simple
(Endo, 1976)
donde
cu,col ~ qu /2
qu Resistencia a la compresión simple
σf Esfuerzo total en plano de falla (σf < 150 kN/m2)
482
Deep mixing
Fig. 11.19, Compresibilidad de tres mezclas con diferente contenido de cemento en una arcilla marina
(Endo,1976)
Permeabilidad. Esta propiedad es muy importante para obras que pretendan controlar el
flujo de agua (excavaciones, diques, contención de material contaminado, etc). La bentonita
se utiliza como un aditivo para reducir la permeabilidad .
El módulo de elasticidad varía según las propiedades físico-químicas del suelo y su origen
geológico, con lo cual hay diferencias bastante significativas; en la Tabla 11.2 se pueden
observar distintas correlaciones.
Correlaciones Referencias
350qu < E50 < 1000qu Saitoh et al. (1980)
100 qu < E50 < 250qu Futaki et al. (1996)
140 qu < E50 < 500qu Asano et al. (1996)
50 qu < E50 < 150qu Geo Testing Express (1996)
150 qu < E50 < 400qu Goh et al. (1999)
483
q
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 11.20, Variación del coeficiente de permeabilidad con el contenido de cemento (Kawasaki et al.,
1981)
11.8 Diseño
La filosofía de este tipo de mejoramiento se basa en la interacción entre las columnas (suelo
cemento) y el suelo que se encuentra alrededor. La carga impuesta es tomada en cierta
proporción por las columnas y en otra por el suelo que se encuentra entre las columnas. Por
lo tanto, una columna (suelo cemento) muy rígida no necesariamente es el mejor diseño,
puesto que tal material tendría un comportamiento similar al de un pilote. El incremento de
rigidez en la columna no debe impedir la interacción y distribución de la carga entre la
columna y el suelo que la rodea. Esta filosofía se puede esquematizar en la Fig. 11.21.
484
Deep mixing
columna
suelo
Fig. 11.21, Filosofía del comportamiento geomecánico del deep mixing (EuroSoilStab 1997)
Ac x
a = Ac/As
Ac = πD2/4
Asentamiento igual en el suelo y columna
As = x2
485
Manual de Construcción Geotécnica
σc
σs
mvc mvs
S1 = β ⋅ S 0
(ec. 11.4)
1
β= (ec. 11.5)
1 + a(n − 1)
donde
donde
486
Deep mixing
A continuación se presentan algunas expresiones para el cálculo del esfuerzo cortante del
conjunto suelo y columna; en la Fig. 11.24 se muestra el concepto.
donde
τcol = qc/2
τsuelo = qs/2
a = Ac/As
τnuevo suelo esfuerzo cortante, promedio del suelo y de la columna
τcol esfuerzo cortante de la columna
τsuelo esfuerzo cortante del suelo sin tratar
487
Manual de Construcción Geotécnica
Las relaciones anteriores son de utilidad para un diseño preliminar, pero el tipo de análisis
más adecuado es por medio de elementos finitos o diferencias finitas (véase capítulo 9).
As
Ac
τ suelo α = q r/qs
τ col
qs
Suelo sin tratar
qr
a) b)
11.9 Control
Verificación de resultados
• Propiedades de Resistencia
• Módulos de Elasticidad y Corte
• Permeabilidad
• Homogeneidad
¾ en planta
¾ en el sitio
488
Deep mixing
Muestras de Suelo-Cemento Fresco. Algunas de las ventajas de las muestras frescas son
que se pueden tomar en cualquier parte de la columna, se pueden colocar en recipientes de
cualquier tamaño y sobre todo tienen un costo bajo.
Como desventajas se tiene que son muestras puntuales, tienen un alto grado de alteración y
sobre todo tienen una condición de curado diferente al que se tiene in situ. En la Fig. 11.25
se ilustra el aparato y su colocación en la columna fresca para obtener la muestra.
a) b)
Fig. 11.25, a) Aparato para obtener muestras frescas; b) colocación del aparato en la columna
(cortesía Hayward Baker Inc.)
Las desventajas de este tipo de muestreo es que puede ser destructivo, por lo general se
recupera un 60 - 90 % de la muestra, además de también ser una muestra discreta.
La verificación de resultados se puede realizar con pruebas realizadas in situ. Éstas pueden
ser penetración estándar (SPT), penetración de cono (CPT) y pruebas con presiómetro
(PMT); estas pruebas se realizan en las columnas o en la interconexión de éstas. También se
realizan pruebas de velocidad de onda de corte además de inspecciones en el interior del
barreno para verificar la homogeneidad y continuidad; las pruebas de carga son
recomendables.
489
Manual de Construcción Geotécnica
a) b)
La técnica de deep mixing es una de las técnicas de construcción más recientes, pues se
inició en las década de los setenta en Escandinavia y Japón. El método es cada vez más
empleado, y se espera que con los avances tecnológicos de las perforadoras y bombas se
eficientice inclusive más su uso.
Referencias
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stabilization using coal ash," Grouting and Deep Mixing Conference, Tokio, Japón, págs.
393-398.
Broms, Bengt B. (2000) “Lime and Lime/Cement Columns – Summary and Visions,”
Keynote Lectures, NMG-2000 and 4th GICS, Helsinki, Finlandia.
Center for Geotechnical Practice and Research, Virginia Tech (2002) "Deep soil mixing for
reinforcement vs strengthening of soils at Port of Oakland, California,"
http://www.cgpr.ce.vt.edu.htm.
Design Guide Soft Soil Stabilization (1997) EuroSoilStab Project CT97-0351, European
Commission.
490
Deep mixing
Endo M (1976) “Recent developments in dredged material stabilization and deep chemical
mixing in Japan”, Soils and Site Improvement, University of California, Berkeley, Lifelong
Learning Seminar.
Engineering News Record (1998) "Contractor’s innovative system stands alone in site
testing," edición 15 / junio/ 1998, McGraw-Hill.
Futaki M., Nakano K. y Hagino Y. (1996) “Design strength of soil cement columns as
foundation ground for structures,” Grouting and Deep Mixing Conference, Tokio, Japón,
págs. 481-484.
Goe Testing Express (1996) "Geotechnical test on soil cement mix for Central Artery/Tunnel
Project," Final report to Bechtel/Parsons Brinckerhoff.
Goh T., Tan T., Yong K. y Lai Y. (1999) “Stiffness of Singapore marine clays improved by
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Hartlen J. y Holm G. (1995) “Deep stabilization of soft soils with lime cement columns,”
Bengt Broms Symposium on Geotechnical Engineering, Singapore, págs. 146-179.
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Mehta, P. Kumar (1986) “Concrete Structures, Properties, and Materials”, Prentice Hall,
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Porbaha A., S. Shibuya, y T. Kishida (2000) “State of art in deep mixing technology. Part III
and Part IV: geometrical characterization,” Ground Improvement (2000) 3, págs 91-110.
Saitoh S., Kawasaky T., Nina S., Babasaki R. y Miyta T. (1980) “Research on DMM using
cementitious agents (part 10) engineering properties of treated soils, ” 15th National
Conference of the JSSMFE, Tokio, Japón, págs. 717-770.
Taki O. y Yang D. (1991) “Soil cement mixed wall technique,” Geotechnical Engineering
Congress, Special Publication 27, págs. 298-309, ASCE, New York, E.U.A.
491
12 Jet grouting
Víctor Taboada Urtuzuaztegui
Franciso J. Correa G.
Roberto López Zaldaña
12.1 Introducción
Al pretender realizar el estudio de cualquier técnica, sea este el caso de la técnica jet
grouting, surge la necesidad inicial de establecer su origen, y con ello tener las herramientas
para concebir su filosofía básica. Producto de este lógico razonamiento, es que se establece
el origen del jet grouting, que parte con el desarrollo de un método que consiste
básicamente, en inyectar un material al suelo o formación rocosa, con el fin de cambiar o
mejorar las propiedades de éste; este es el método tradicional de inyecciones.
En términos generales, la técnica del jet grouting se define como un método que propone
mezclar, cortar y excavar el material in situ, a través de energía hidráulica a alta velocidad
y remplazarlo por una mezcla de suelo-cemento también llamado “suelocreto”. Su uso se
dirige esencialmente a mejorar el comportamiento mecánico de un suelo, sea éste en
términos de capacidad de carga o compresibilidad. Además es frecuentemente usado para
control de filtración de agua.
Mediante la técnica del jet grouting, se crea una mezcla de suelo y lechada de cemento
estable, con el propósito de mejorar las propiedades físicas de la formación y actuar como
método de estabilización, con lo que se pretende modificar e incrementar las características
mecánicas del suelo tratado, compresión y modulo de elasticidad, mientras
simultáneamente se disminuye la permeabilidad.
493
Manual de Construcción Geotécnica
altamente erosivo
Aglomerados
Grava
Arenas Limpias
difícilmente erosivo
A continuación se presenta una breve descripción de los tres sistemas Jet grouting:
494
Jet grouting
Sistema Jet grouting de barra simple (sistema S): Es la forma más simple; aquí la
lechada es inyectada por una o varias boquillas con presiones de alrededor de 40 Mpa, que
simultáneamente corta el suelo y lo sustituye por lechada. El proceso continua, con la
extracción y rotación de la barra de inyección o monitor, a una relación constante en
cualquier estrato, para crear una columna de suelocreto. Este sistema es menos efectivo en
suelos cohesivos, Fig. 12.2.
Sistema Jet grouting de barra doble (sistema D): Es una forma más avanzada, en la
cual los efectos erosivos del jet grouting son considerablemente mayores, por la adición de
un chorro de aire comprimido, generalmente con presiones que varían entre 0.2 y 1.5 MPa.
En este caso, se tienen dos sistemas alternos de barras para separar el suministro de
lechada y aire, donde la función de la lechada es erosionar y mezclar el suelo, y la del aire es
incrementar el poder erosivo. Este sistema es más efectivo en suelos cohesivos que el
sistema S, Fig. 12.3.
Sistema Jet grouting de barra triple (sistema T): Este sistema usa un chorro de aire y
agua para el corte del suelo que esta separado de la boquilla de inyección de la lechada.
Este arreglo necesita de 3 tubos concéntricos para separar las diferentes fases: aire, agua y
lechada. La presión y la relación de flujo de lechada, agua y aire podrían todas variar
independientemente, para dar la geometría deseada y mezcla de suelo cemento requerido.
Es el sistema más efectivo para aplicaciones en suelos cohesivos. La presión de agua está
alrededor de los 50 MPa, y la presión de aire varia entre 0.2 y 1.5 MPa. No es necesario que
la presión de la lechada sea alta, generalmente ésta se encuentra entre los 0.5 y 3 MPa.
Dependiendo de la velocidad de extracción y los parámetros de inyección seleccionados, el
sistema puede ser diseñado para mezclar el suelo con la lechada, o remover el suelo y
remplazarlo por la lechada, Fig. 12.4.
495
Manual de Construcción Geotécnica
Las consideraciones básicas al momento de usar esta técnica se encuentran referidas tanto
al diámetro efectivo que resulta al final de la inyección y a la configuración que deben tomar
las columnas de suelo cemento, para que el mejoramiento del suelo sea el más eficiente.
Ambas consideraciones están sujetas, en general, a los parámetros del suelo e inyección de
la lechada, pero a continuación se exponen algunas consideraciones al respecto. Las
dimensiones efectivas de una columna son determinadas básicamente por los siguientes
parámetros (Moseley, 1993):
Raymond (1996) propone de manera similar que el radio de la columna depende de:
496
Jet grouting
seca del suelo, grado de saturación y velocidad de la inyección, las cuales pueden
establecerse como parámetros de variación del diámetro de las columnas de suelo cemento.
Los resultados de esta investigación les permitió llegar a las siguientes conclusiones:
Dado este rango de variables y la complejidad de los suelos naturales, nos lleva a que la
determinación de los parámetros que determinaran el diámetro de la columna de jet
grouting deben estar basados en la experiencia.
La técnica del jet grouting puede ser usada en un amplio rango de suelos inorgánicos, desde
arenas hasta arcillas y solo se ve limitada por el equipo de perforación, si lo comparamos con
otros métodos de inyección (Moseley, 1993 y Sihna, 1991). En general las arenas son
mejores de tratar, pues aquí la erosión de las partículas requiere de una menor energía,
debido a la falta de cohesión que hay entre ellas. En estos suelos, las partículas son
relativamente grandes y su susceptibilidad a la erosión depende fundamentalmente de la
graduación y densidad, y se ha visto que la compacidad relativa es más importante que la
graduación, especialmente cuando el coeficiente de uniformidad es alto (Moseley, 1993).
Consecuentemente, las arcillas presentarán diámetros menores debido a la presencia tan
acentuada de la cohesión, de tal forma, que el diámetro de las columnas de jet grouting en
este tipo de suelos dependerá de la resistencia al esfuerzo cortante que posean.
Los diámetros requeridos para soportar las cargas impuestas en superficie se obtienen a
partir del cálculo de los factores de seguridad contra volteo y deslizamiento de diferentes
diámetros de columnas de jet grouting propuestos.
497
Manual de Construcción Geotécnica
Cuando se requiere, hacer el tratamiento de suelos a través de dos o más estratos distintos,
los parámetros de inyección pueden ser alterados para mantener constante la geometría de
la columna de jet grouting a través de toda la profundidad, sin embargo, algunos cambios en
las propiedades de tratamiento relacionadas con el cambio de tipo de suelos podrían ser
aceptados. En perfiles de suelo donde se presenta interestratificación y laminaciones, será
impractico alterar la lechada o los parámetros de inyección durante la extracción de la barra
(Moseley, 1993). Se han diseñado a partir de la práctica, tablas que permiten relacionar
algunos de los factores antes mencionados (presión, velocidad de extracción de la barra, etc.)
con el diámetro efectivo de la columna con el propósito de su fácil uso en campo, con lo que
se puede determinar la distribución de las columnas de jet grouting en el terreno.
El equipo típico para realizar columnas de suelo cemento depende del sistema jet grouting a
utilizar, donde el equipo consta básicamente de:
• Mezcladora y turboagitador
• Bomba de alta presión para inyectar lechada
• Perforadora
• Generador de energía eléctrica
• Compresor de aire (sistemas D y T)
• Bomba de agua (sistema T)
En la figura 12.6 se muestra un arreglo típico del equipo usado en la técnica del jet grouting,
sistema T.
498
Jet grouting
Entre los materiales básicos usados para producir la lechada están el cemento Pórtland y el
agua; sin embargo, mezclas que contienen bentonita y arcilla natural pueden ser usadas
para reducir el asentamiento de las partículas de cemento que la componen.
Arena: Es considerablemente más barata que el cemento y es usada como relleno para
reducir la cantidad de cemento. Con una mezcla que contenga arena se garantiza el llenado
en las juntas, vacíos o cavidades.
Bentonita: Es una arcilla coloidal, del grupo de las montmorillonitas. Esta es capaz de
absorber hasta 5 veces su peso propio en agua (Raymond, 1996). La bentonita es adicionada
a la lechada para estabilizar la mezcla y reducir la sedimentación de las partículas,
incrementando la viscosidad y cohesión de la lechada; se calcula como un porcentaje del peso
del cemento agregado a la lechada, que normalmente está entre 1 y 4% del peso del
cemento.
499
Manual de Construcción Geotécnica
La implementación de la técnica de jet grouting inicia con una perforación que varía entre
100-150 mm de diámetro a una profundidad establecida de acuerdo a los parámetros
requeridos por el proyecto; esta perforación permite que el tubo de inyección (llamado
monitor) sea insertado. También se puede hacer perforación previa, y después introducir el
monitor de jet grouting. Es importante que durante la ejecución del procedimiento de jet
grouting se mantenga la estabilidad de la perforación, pues los excedentes generados
durante la inyección deben alcanzar la superficie a través de esta vía. Las dimensiones de
la perforación y la estabilidad de sus paredes se mantienen usualmente, antes de insertar el
monitor, con la ayuda de una suspensión de bentonita, o empleando ademes temporales.
500
Jet grouting
Una vez que la masa de suelo cemento ha sido formada a la profundidad de interés, el
monitor de inyección puede ser trasladado a otra posición de columna. El traslape entre
columnas usualmente es necesario y esto requiere de una secuencia de construcción
determinada para asegurar la estabilidad temporal.
Para verificar y asegurar que los procedimientos constructivos estén cumpliendo con las
especificaciones requeridas, es importante realizar controles de calidad de cada uno de los
procedimientos para asegurar un éxito del programa jet grouting. Estos contemplan
además del monitoreo de la estructura, el control sobre los elementos de construcción y los
ensayos de permeabilidad.
• Diámetro de la perforación
• Velocidad de rotación y extracción del monitor
• Monitor: dimensiones de la boquilla de inyección, ángulo y numero de boquillas
• Inyección: volumen y presión para todos los componentes inyectados
• Material: método de mezcla, materiales componentes y sus concentraciones
En algunos casos, las mezclas deben ser ensayadas en laboratorio para asegurar que la
calidad requerida puede ser alcanzada; normalmente esto puede ser predicho con razonable
aproximación, conociendo el tipo de material y la cantidad de cemento inyectado.
501
Manual de Construcción Geotécnica
12.8 Aplicaciones
12.9 Ventajas
502
Jet grouting
503
Manual de Construcción Geotécnica
Túnel, Islas Creek, California. La técnica de jet grouting fue usada extensivamente para
modificar las condiciones del suelo in situ a lo largo del lineamiento de un túnel (Raymond,
1996). El proyecto requirió la excavación de dos túneles cortos sobre suelo blando, uno de
4.1 m de diámetro y 76 m de longitud aproximadamente y otro de 4.6 m y 155 m de longitud.
Los suelos encontrados a lo largo del lineamiento del túnel son limos arcillosos o arcillas
limosas plásticas, con lentes de fósiles y arena, las cuales se encuentran clasificadas como
CH o MH, según el sistema unificado de clasificación de suelos. Dentro de las
especificaciones iniciales del proyecto, se contemplaba la introducción de aire comprimido
dentro del túnel, con el propósito de contrarrestar las presiones generadas por el flujo de
agua y el suelo, además de otros movimientos del suelo. Posteriormente se propuso eliminar
completamente el método de aire comprimido y usar en cambio la técnica jet grouting, para
lo cual se construyeron columnas de suelo cemento superpuestas de 2 m de diámetro, con un
rango de resistencia a la compresión de 4.1 a 6.9 MPa. Adicionalmente se rodeó la sección
transversal del túnel, con columnas de suelo cemento que se extienden 2 metros por fuera de
la circunferencia de éste. En la figura 12.15, se muestran las inclusiones de columnas con
jet grouting alrededor del túnel.
504
Jet grouting
Se observa que se presenta un estrato de arcilla rígida sobre una capa de limo muy
compresible; adicionalmente, se encontró que el nivel freático está a una profundidad que
varía entre 3.5 y 4 m. Los resultados obtenidos a partir de las investigaciones de campo y
laboratorio se presentan en la tabla 12.2.
Propiedad Estrato
Arcilla Limo Arena Limosa Arcilla
Superior Inferior
Clasificación SUCS CH ML SM CH
Peso Volumétrico, kN/m3 19.1 15.7 15.7 19.2
Su, kPa 112 N/A N/A 139
φ, grados N/A 25 40 N/A
Modulo de elasticidad, MPa 40-70 10-30 70-100 70-100
Se planteó un diseño preliminar que consistía de pilas de 450 x 450 mm con una capacidad
de 1000 kN aproximadamente, pero se encontró que a través de este procedimiento se
presentaría un asentamiento de 60 mm, cuando lo permitido es de menos de 50 mm.
Adicionalmente, estos cálculos indicaron que los asentamientos en la capa de limo podrían
alcanzar los 20 mm. Debido a esto se planteó la opción de realizar un mejoramiento en las
propiedades de este limo a partir de la implementación de la técnica super jet grouting, con
lo cual se pretendía obtener asentamientos por debajo de los 50 mm, aprovechando que es
505
Manual de Construcción Geotécnica
posible a través de éste tratar solo la capa de limo muy compresible. Cálculos posteriores,
indicaron que los asentamientos podrían ser reducidos a 40 mm, para una carga de 150 kPa,
producida por el generador de la planta.
Las columnas fueron construidas a una profundidad de diseño preestablecida que varió
entre 11 y 13 metros y una vez alcanzada esta profundidad, se inició el proceso de corte del
suelo. Este proceso fue cuidadosamente controlado y monitoreado manteniendo la velocidad
de giro de la barra entre 3 y 4 rpm, la relación del levantamiento del monitor en 75mm/min
y la presión de inyección en 40 MPa. Previo a la construcción de todas las columnas, se
realizó un programa de ensayo para confirmar los conceptos de diseño, que conducen a la
construcción de columnas de 4 m de diámetro en la capa de limo. Esta verificación consistió
en comparar las resistencias qu, obtenidas con el cono eléctrico antes del tratamiento y tres
días después de la inyección. Los resultados mostraron que se presento un significativo
mejoramiento de la resistencia en la capa de limo, con lo cual pudo ya con seguridad
iniciarse el proceso de construcción de las columnas de suelo cemento.
Cabe mencionar que en esta obra se utilizaron monitores de super jet grouting, con los
cuales se lograron obtener columnas de 4 m de diámetro.
506
Jet grouting
Luego de definir el diámetro de las columnas, se realizó un tramo de prueba para observar y
evaluar los efectos del mejoramiento sobre elementos similares a los que se habrían de
tratar y poder establecer los parámetros de construcción (velocidad de extracción del
monitor, presión de inyección, etc.) que permitan obtener los diámetros requeridos por el
diseño. Con base en los resultados obtenidos en el tramo de prueba, se diseñaron las
condiciones geométricas y los parámetros de ejecución (longitud, relación cemento-agua,
velocidad de izaje del monitor, velocidad de rotación, consumo de cemento y presión) de los
ocho frentes de mejoramiento proyectados, donde se construyeron finalmente 374 columnas.
El diámetro efectivo de las columnas estuvo entre 64.5 cm y 75.2 cm y la profundidad de
tratamiento fue variable de 4 a 9.50 m. Análisis posteriores mostraron que en todos los
frentes donde se aplicó el tratamiento de suelos se tuvo un comportamiento excelente
durante y después de la excavación, tanto de los taludes de corte como los elementos
arquitectónicos preservados. En la Fig. 17 se presenta un esquema de inyección de
columnas inclinadas 10 ° respecto a la vertical y columnas verticales de jet grouting, donde
la separación entre columnas varió entre 1.10 y 3 m centro a centro.
507
Manual de Construcción Geotécnica
Referencias
Lopez, R.A, Bell, K and Gularte, F. (2001) “Introducing New Ground Improvement
Technologies to Latin America Countries -A desing/build Scenario La Rosita Powerplant
Mexicalli”, México. Proceedings of the 1st International Engineering and Construction
Symposium. ASCE.
Moseley, A.L (1993) “Ground Improvement”. Chapter 7, Jet grouting, pp 149-174. Blackie
Academic & Profesional.
508
Manual de Construcción Geotécnica
Parte III
Capítulo 14 Precarga
Capítulo 16 Vibrocompactación
13 Compactación dinámica
Axel Ramírez Ramírez
Roberto López Zaldaña
Este método consiste en dejar caer una masa repetidamente desde una cierta altura. La
reacción del suelo ante la compactación dinámica depende del tipo de suelo y de la energía
que le sea impartida por los impactos que tienen un arreglo predeterminado. La energía es
función de la masa, altura de caída, espaciamiento de la cuadrícula y número de caídas en
cada punto, Fig. 13.1. Las masas son usualmente bloques de concreto, bloques de acero o
una serie de placas de acero sujetas entre sí.
a) b)
Fig. 13.1, a) Procedimiento de compactación dinámica con una grúa convencional; b) impacto de la
masa causando un cráter (Hayward Baker Inc.).
509
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 13.2, Masa de acero suspendida por una grúa sobre orugas especialmente modificada para llevar
a cabo compactación dinámica (Hayward Baker Inc.)
En proyectos donde se requiere compactar suelos que se localizan a gran profundidad se han
llegado a fabricar trípodes especiales con alturas de caída de hasta 40 m utilizando masas
de hasta 200 t, Fig. 13.3. En el aeropuerto de Niza, Francia la energía por impacto que se
aplicó fue de aproximadamente 4,000 t-m (Slocombe, 1993)
Por lo general, el subsuelo por mejorar se considera constituido por tres capas: la más
profunda es mejorada por la primera serie de apisonamientos, con un determinado número
de repeticiones, con las mayores separaciones entre los puntos de impacto, y el nivel de
energía más alto. La capa intermedia es mejorada por una segunda serie de apisonamientos,
los impactos son localizados entre los impactos de la serie anterior y la altura de caída y las
repeticiones son menores. La capa superficial es mejorada con apisonamientos con una
altura de caída y una separación pequeña e incluso se utiliza una masa menos pesada y más
plana, con mayor superficie de contacto.
La principal limitación de este método es el daño potencial para estructuras vecinas debido
a vibraciones, ruido y la posible voladura de escombros. Es limitante también el tamaño de
las grúas disponibles, ya que si bien las masas por lo general no rebasan las 20 toneladas, la
mayor carga no la percibe la grúa al momento de levantar el peso, sino al momento de
dejarlo caer, debido al efecto de latigazo que se produce en la pluma. Debido a esto, se deben
usar grúas sobredimensionadas.
510
Compactación dinámica
Fig. 13.3, Torres especiales de gran altura para impartir un nivel de energía alto
511
Manual de Construcción Geotécnica
En materiales granulares saturados, una gran parte de los impulsos dinámicos son
transferidos al agua intersticial. Después de un número determinado de impactos se
incrementa la presión de poro lo suficiente para generar licuación (Menard, 1974). La
granulometría y la compacidad del suelo son dos factores que influyen en la velocidad a la
cual se alcanza la licuación. El incremento de la compacidad, debido a la disipación de
presión de poro, se obtiene en un tiempo relativamente corto: en arenas y gravas bien
graduadas es de aproximadamente de 1 a 2 días, en limos con arena puede variar de 1 a 2
semanas.
Hay otra teoría contraria a la de Menard, la cual trata de evitar la licuación. Por esta razón,
el tratamiento se diseña para que no se genere un exceso de presión de poro significativo, lo
cual se logra con niveles más bajos de energía (Slocombe, 1993).
La existencia de capas densas en el suelo por mejorar puede influir en los resultados puesto
que éstas absorben un alto nivel de energía generada por los impactos, y el suelo localizado
por debajo de estas capas reciben un nivel de energía menor.
En resumen, este método es excelente para mejorar materiales granulares, ya sea arriba o
debajo del nivel freático. Sin embargo, se debe de tener especial cuidado al quererlo aplicar
en arenas con un alto contenido de finos, especialmente cuando el suelo está saturado, ya
que la generación de presión de poro dificulta la compactación.
En suelos cohesivos saturados se requiere mayor número de pasadas con un nivel de energía
más bajo, lo que redunda en un período mayor para ejecutar el procedimiento de
compactación.
512
Compactación dinámica
La Fig. 13.6 y las Tablas 13.1 y 13.2 muestran la reacción de los diferentes suelos a la
compactación dinámica.
513
Manual de Construcción Geotécnica
Tipo de
Grado de
Tipo de Suelo Clase de relleno suelo Respuesta
saturación
AASHTO
Escombros de A-1-a Alto
Depósitos permeables con construcción
CF=0% Excelente
Fragmentos de Roca A-1-b o
Zona 1
Pedazos de concreto A-3 Bajo
Depósitos permeables A-1-6
Relleno de arenas Alto Buena
CF<35 % Parte fina de la A-2-4
gruesas Bajo Excelente
Zona 1 A-2-5
Depósitos
semipermeables Limos Alto Suficiente
con menos del 25% de A-5
Desechos mineros
arenas, arcillas con PI<8 Bajo Buena
Zona 2
No recomendable
Depósitos impermeables Alto
A-6
de suelo arcilloso con
Arcillas y residuos A-7-5
IP>8 Poco mejoramiento.
de minas A-7-6
El contenido de agua
A-2-6
Zona 3 Bajo debe se menor que el
límite plástico
Relleno no controlado Es posible, los
incluyendo papel, Rellenos sanitarios asentamientos serán
depósitos orgánicos, relativamente ninguno Bajo lentos debido a la
metal, madera, etc. recientes descomposición del
relleno.
Depósitos altamente No recomendable, a
orgánico, turba menos que se tenga
ninguno Alto
suficiente relleno
granular
Energía normalmente
Tipo de depósito Mejoramiento esperado
aplicada
Suelo permeable grueso
20-25 t-m/m3 Excelente
Zona 1
Suelo semipermeable fino
25-35 t-m/m3 Moderado a bueno
Zona 2
Zona 3 No aplicable No aplicable
Relleno sanitario 60-110 t-m/m3 Bueno
514
Compactación dinámica
H = K Wh (ec. 13.1)
donde
K* (Wh)1/2
*
Rango de 0.3 a 0.7
Fig. 13.7, Profundidad efectiva para el método de compactación dinámica (Lukas, 1986).
515
Manual de Construcción Geotécnica
Se utilizan los siguientes procedimientos para llevar a cabo el control de calidad del método
de compactación dinámica:
Es recomendable realizar el mismo tipo de pruebas antes y después del mejoramiento para
determinar la verdadera efectividad del método. Debe dejarse un tiempo de espera de al
menos tres días antes de realizar las pruebas después de la compactación para permitir la
disipación de presión de poro.
Referencias
Lukas, R. G. (1986) “Dynamic compaction for highway construction”. Vol. 1, Design and
Construction Guidelines, Federal Highway Administration, Office of Research and
Development, U.S. D.0.T., Washington, D.C., Report No. FHWA/RD-86/133, Julio.
516
14 Precarga
Gabriel Auvinet Guichard
Juan Félix Rodríguez Rebolledo
Axel Ramírez Ramírez
Roberto López Zaldaña
14.1 Introducción
• Aumentar la resistencia al corte no drenada del suelo y por tanto la capacidad de carga
del terreno
Esta técnica consiste en colocar sobre el terreno una carga igual a la carga definitiva, PS,
eventualmente aumentada de una sobrecarga, PF (Fig. 14.1), con lo que se logra lo siguiente:
En el caso de una precarga con sobrecarga, los dos primeros efectos son dominantes: se
remueve la sobrecarga cuando los asentamientos inducidos garantizan el buen
comportamiento de la obra futura.
El último efecto se logra generalmente mediante una construcción por etapas y resulta útil
cuando la resistencia inicial del suelo es insuficiente para soportar la estructura definitiva
sin que se presente la falla. Cada etapa conduce a un mejoramiento del suelo que permite la
517
Manual de Construcción Geotécnica
El aumento del grado de consolidación del suelo se logra incrementando el esfuerzo efectivo
dentro del mismo, lo cual puede obtenerse aumentando el esfuerzo total o disminuyendo la
presión intersticial. El
mejoramiento de los suelos finos
Carga
∆HF
14.2 y en las Figs. 14.2 y 14.3.
∆HF+S
(F+ (F)
Asentamiento
S)
tSR
Tabla 14.1, Métodos de precarga por aumento del esfuerzo total (LCPC, 1985)
Frecuencia de
Método Principio Ventajas Limitaciones
uso
Aplicación de una La carga definitiva se Método usado Se basa en la teoría La carga aplicada depende
carga equivalente aplica con suficiente comúnmente confiable de la de la capacidad de carga
al valor final anticipación para que consolidación. del suelo. Puede ser
el grado de (excepto en cuanto necesaria la aplicación por
consolidación sea a la previsión de los etapas. Puede requerir un
suficiente en el tiempos de tiempo muy largo que
momento de la consolidación) puede reducirse
construcción de la Ejecución sencilla. recurriendo a un sistema
obra Buena de drenaje en el suelo de
homogeneidad del cimentación
tratamiento
Aplicación de una La aplicación de una Método usado Se basa en la teoría La carga aplicada depende
carga equivalente carga mayor a la comúnmente bien conocida y de la capacidad de carga
al valor final, más carga final permite confiable de la del suelo. Puede ser
una sobrecarga obtener un consolidación. necesaria la aplicación por
(preconsolidación) asentamiento más (excepto en cuanto etapas. Plazo más corto
importante en un a la previsión de los que en el método anterior
plazo más corto. La tiempos de que puede reducirse
carga excedente se consolidación) todavía más con un
remueve tan pronto Ejecución sencilla. sistema drenante. La
el asentamiento Buena sobrecarga debe enviarse a
obtenido se considera homogeneidad del tiradero o reutilizarse
suficiente. tratamiento
Carga aplicada Mismo principio que Común para Se basa en la teoría Puede ser necesario llenar
llenando un en los dos casos tanques. bien conocida y progresivamente el tanque.
recipiente. anteriores. confiable de la Posibilidad de reducir el
consolidación. plazo con un sistema
drenante.
518
Precarga
Tabla 14.2, Métodos de precarga por reducción de la presión intersticial (LCPC, 1985)
Frecuencia de
Método Principio Ventajas Limitaciones
uso
Aplicación de El vacío se aplica en Método usado La aplicación del vacío Método costoso que
vacío pozos o en drenes de excepcionalmente conduce a un necesita equipo y personal
arena a partir de una mejoramiento especializados. Aplicable a
membrana estanca importante del suelo. suelos relativamente
que recubre la zona Se evitan los permeables y saturados.
de tratamiento. obra problemas de Profundidad de
estabilidad de los tratamiento limitada a 7m.
terraplenes de Asentamientos no
precarga homogéneos.
Abatimiento del El abatimiento del Método poco Este método es en Puede provocar
nivel del manto manto acuífero en un común general un efecto asentamientos importantes
freático. suelo compresible secundario de trabajos del suelo. Asentamientos
induce que inducen o no homogéneos.
asentamientos. requieren el
abatimiento del manto
freático.
Electro-ósmosis Una diferencia de Método usado Requiere un buen Método costoso que
potencial aplicada excepcionalmente control de los necesita equipo y personal
entre un ánodo y un . parámetros del especializados. Utilizable
cátodo provoca el flujo tratamiento. Se usa en arcillas y limos con k <
hacia el cátodo. generalmente en obras 10-6 m/s. Difícil prever los
provisionales. parámetros y los efectos
del tratamiento.
Tratamiento no homogéneo
y que puede ser reversible
si el suelo no está cargado.
Una condición para que los drenes cumplan eficientemente con su función es que el
procedimiento constructivo de los mismos evite en todo lo posible el remoldeo del suelo
circundante (Casagrande y Poulos, 1969; Indraratna y Bamunawita, 2002). En efecto, el
remoldeo tiende a reducir la permeabilidad y a aumentar la compresibilidad del suelo.
519
Manual de Construcción Geotécnica
La experiencia ha mostrado que los drenes verticales son menos eficientes cuando el suelo
contiene una proporción significativa de materia orgánica y que por tanto existe una
consolidación secundaria importante.
Terraplén a la
elevación final
Carga final
Los suelos tratados con drenes se recubren siempre con una capa drenante con un espesor
de por lo menos 0.5 a 1m y, en todo caso, superior al asentamiento esperado. Debe preverse
el drenaje de esta capa hacia cárcamos de bombeo laterales mediante trincheras drenantes
transversales que pueden estar espaciadas de varias decenas de metros. Es conveniente que
el material de la capa drenante sea ligero tomando en cuenta que una parte importante del
mismo permanecerá en el sitio después de remover la sobrecarga. Se puede minimizar su
peso volumétrico usando criterios de selección de materiales semejantes a los usados en la
técnica de compensación parcial. Esta capa se coloca generalmente antes de construir los
drenes para facilitar el tránsito de los equipos de perforación y de servicio. Para evitar la
520
Precarga
Suelo
compresible
Pozos filtrantes
( drenes de arena )
Colector A la bomba de
vacío
Sello de
bentonita
Suelo a
tratar
Ademe
Ranurado
a) Aplicación de vacío
Nivel después
Zonas consolidadas del abatimiento
Suelo compresible
Suelo
compresible
521
Manual de Construcción Geotécnica
Sobrecarga eventual
Capa drenante
de 0.5 a 1.0m
Suelo
compresible
Drenes
verticales
a) Drenes verticales
Sobrecarga eventual
Capa drenante
de 0.5 a 1.0m
Suelo
compresible
Trincheras
drenantes
b) Trincheras drenantes
Las dimensiones comunes de los drenes prefabricados verticales son de un ancho de 100
mm, un espesor de 3mm y vienen en rollos de 300 m. En la Fig. 14.6 se observa una
muestra de un dren prefabricado y un esquema transversal ya instalado.
522
Precarga
Asentamiento
Período de construcción
a) b)
Fig. 14.6, a) Muestra del dren prefabricado; b) sección transversal del dren (Amerdrain)
523
Manual de Construcción Geotécnica
que los drenes verticales. Los anchos de los drenes horizontales son de 15, 30 y 45 cm, el
espesor típico es de 2.5 cm y viene en rollos de 30 a 150 m.
Fig. 14.7, Drenes prefabricados horizontales, que sustituyen a la cama de arena (Amerdrain)
En caso de que se utilice una cama de arena como dren horizontal, primero se debe colocar
ésta y después los drenes prefabricados verticales.
Los drenes son instalados usando una funda de hincado (mandril), esta funda protege al
dren de desgarres y abrasiones durante su instalación; después es extraída. El material del
dren no debe presentar deterioros físicos o químicos durante su vida útil. En la punta
inferior del dren se dispone de una placa o una varilla, con el propósito de anclarlo al
momento de retirar el mandril. En la Fig. 14.8 se observa el equipo y el procedimiento de
instalación.
Una tubería de plástico o de acero con perforaciones en la superficie, envuelta con un filtro
geotextil, puede servir como tubería de drenaje. Actualmente, hay más de 50 drenes
diferentes que se pueden encontrar en el mercado, generalmente son corrugados y
revestidos con un filtro prefabricado geotextil.
Algunas de las ventajas de los drenes prefabricados sobre los drenes de grava son las
siguientes:
1) Fácil instalación;
2) Pueden ser utilizados en espacios reducidos, con cualquier inclinación y muy cerca de
estructuras existentes;
3) Consistencia en la calidad del material, por lo que es más fácil predecir su
funcionamiento que con otros métodos.
5) Facilidad de transporte y almacenamiento;
524
Precarga
6) Bajo costo;
7) El equipo que se utiliza para su instalación es relativamente ligero.
Drenes de grava. Los drenes de grava se pueden utilizar tanto para acelerar la
consolidación de arcillas, como para mitigar la licuación de arenas. En esta sección se trata
solamente el diseño para mitigar la licuación de arenas con drenes de grava.
El uso de drenes de grava para mitigar la licuación fue estudiado inicialmente por Seed y
Booker (1977). Desde entonces estas técnicas han llamado la atención de otros
investigadores (Ishihara y Yamazaki, 1980; Tokimatsu y Yoshimi, 1980), consultores en la
práctica, y de compañías constructoras en Japón, para mejorar el comportamiento sísmico
de suelos granulares.
1) Una gran parte de la resistencia y rigidez del suelo son preservadas. Esto permite que el
estrato siga proporcionando el soporte vertical y horizontal necesario para las estructuras
existentes, reduciendo así tanto las deformaciones verticales como la propagación lateral.
525
Manual de Construcción Geotécnica
3) Previene que ocurran gradientes hidráulicos altos que podrían transportar grandes
cantidades de material fino hacia los drenes de grava.
En Japón las columnas de grava que son instaladas sin densificación son diseñadas para
actuar como sistemas disipadores de presión de poro durante un sismo. Generalmente el
espaciamiento entre drenes de grava tiende a ser bastante reducido, precisamente para
mantener una relación baja de ru. Los espaciamientos son del orden de 1.5 m de centro a
centro, o inclusive menores.
En 1978, el método de drenaje con grava fue aplicado por primera vez en Japón como
mitigación de la licuación (Saito et al., 1987). A partir de 1993, más de 200,000 drenes de
grava fueron instalados en Japón (Sonu et al., 1993) y aunque los resultados de los análisis
teóricos y de los modelos físicos indican que los métodos de drenaje de grava pueden
trabajar eficientemente para mitigar la licuación, casos históricos bien documentados de su
exitosa utilización bajo condiciones sísmicas son muy limitados.
Sonu et al., 1993 reportó un caso histórico donde muelles retroempotrados por drenes de
grava en el puerto de Kushiro, Japón, sobrevivieron a un sismo de magnitud 7.8 en escala
de Richter, produciendo una aceleración máxima en la superficie del terreno de 0.47g en el
año de 1993, sin registrarse ningún peligro de licuación. Otras estructuras similares que se
encontraban en áreas cercanas sin tratar sufrieron daños producidos por licuación.
Trabajo analítico. En los estudios pioneros de Seed y Booker (1977), los drenes de grava
fueron introducidos como factores principales para la estabilización de los depósitos de
arena potencialmente licuables. Un modelo analítico de consolidación radial fue propuesto
para analizar la velocidad relativa de disipación de presión de poro a través de los drenes de
grava. La ecuación que gobierna el drenaje puramente radial es descrita por Seed y Booker
(1977), de la siguiente manera:
kh ∂ 2 u 1 ∂u ∂u ∂u g ∂N
2 + = −
γ w mv 3 ∂r r ∂r ∂t ∂N ∂t
donde
526
Precarga
Esta ecuación, combinada con una estimación de Neq (número equivalente de ciclos
representativos de un posible sismo), fue utilizada para hacer una serie de curvas de diseño
para mantener una relación de exceso de presión de poro, ru, por de bajo de un valor
deseado. Tal diagrama puede ser usado para determinar el diámetro y espaciamiento
apropiados para mantener la relación ru por debajo de 0.5.
Tokimatsu y Yoshimi (1980), Sasaki y Taniguchi (1982), Okita et al., (1986), y Matsubara et
al., (1988) reportan valores similares a los de Seed y Booker (1977) tomando factores en
cuenta como: la permeabilidad es finita del dren de grava, y una relación geométrica esbelta
del dren L/r, donde L es la longitud y r es el radio del dren de grava. Estos estudios
demostraron la importancia de estos dos factores para el diseño. Iai y Kuizumi (1986),
Onoue et al., (1987), Iai (1988), Onoue (1988), y Onoue et al., (1991) presentaron
procedimientos analíticos para diseñar drenes de grava, estos fueron verificados por
modelos o pruebas in situ. Los estudios mencionados consideran solamente el efecto de
drenaje.
La técnica de Seed y Booker (1977) consiste en evaluar la posibilidad de licuación del sitio
sin drenes obteniendo la relación Neq/N1, donde Neq es el número equivalente de ciclos del
sismo de diseño y N1 es el número de ciclos necesarios para que ocurra la licuación. Por otra
parte, para un radio de columna de grava dado, d/2, se calcula el factor adimensional de
tiempo Tad, que relaciona la duración del sismo con las propiedades de consolidación de la
arena mediante la siguiente ecuación:
t d
2
Tad = K d
γ w mv 3 2
donde
Otros parámetros necesarios en el análisis son: la relación de presión de poro, ru =u/σo´, que
relaciona la presión de poro y el esfuerzo efectivo, y D, que representa el espaciamiento
efectivo entre columnas Fig. 14.9.
Asumiendo flujo radial, la presión de poro entre el suelo y el sistema de drenaje puede
expresarse por medio de los parámetros adimensionales d/2D, Neq/N1 y Tad. La fig 4.2.1
ilustra la relación entre la presión de poro desarrollada en cualquier parte del sistema
suelo-dren y las propiedades tanto del suelo como del sismo. El diseño consiste en estimar la
mayor relación de presión de poro que se puede generar durante el sismo, generalmente
menor a 0.5 para prevenir asentamientos grandes. Posteriormente para las condiciones del
suelo y sismo dados es posible conocer Tad y Neq/N1 y así determinar d/2D. En la práctica,
527
Manual de Construcción Geotécnica
para evaluar la disipación de presión de poro durante sismos se puede utilizar el programa
de elementos finitos LARF (Liquefaction Análisis for Radial Flow).
Fig. 14.9, Relación entre el máximo ru y los parámetros del sistema de drenaje para
a) Neq/N1=1; b) Neq/N1=2; c) Neq/N1=3; d) Neq/N1=4 (Seed y Booker, 1977).
20Ds,15<DG, 15<9Ds,85
El relleno debe tener una graduación entre 3/8” y 2”, aunque en la práctica se han utilizado
tamaños de hasta 4”.
528
Precarga
Uno de los problemas importantes que se puede presentar es la obstrucción del dren; esta
posibilidad crece cuando ru aumenta. El dren de grava debe ser bien graduado para prevenir
la obstrucción y para que se tenga eficiencia en el drenaje.
La teoría de la consolidación de un medio con drenes verticales fue desarrollada por Barron
(1947). Las hipótesis en las que se basa dicha teoría, son:
∂u ∂ 2u ∂ 2u ∂ 2u (ec. 14.1)
= C h 2 + + C z
∂t ∂x ∂y 2 ∂z 2
donde
529
Manual de Construcción Geotécnica
1 + e kh
Ch =
av γ w
1 + e kz
Cz =
av γ w
x, y, z coordenadas rectangulares
t tiempo
u presión de poro
kh coeficiente de permeabilidad en dirección horizontal
kz coeficiente de permeabilidad en dirección vertical
γw peso volumétrico del agua
e relación de vacíos
av coeficiente de compresibilidad
en coordenadas cilíndricas:
∂u ∂ 2u 1 ∂u ∂ 2u (ec. 14.2)
= C h 2 + + C z
∂t ∂r r ∂r ∂z 2
Dren de arena
rs Estrato drenante
Zona remoldeada
z
r
ψ H
2H
kV
kh
rw Estrato drenante
re
530
Precarga
c) los drenes están acomodados según una retícula como la que se muestra en la Fig.
14.11,
f) la presión de poro inicial, u0, es uniforme en toda la masa del suelo para t = 0,
g) la presión de poro es nula en la superficie del dren (rw, Fig. 14.5) y en la frontera
horizontal superior de la masa de suelo (z = 0), cuando t > 0,
Drenes
≈ re
En las condiciones anteriores, el exceso de presión de poro medio en toda la masa del suelo,
debido a un proceso de consolidación tanto vertical como radial, es:
ur u z (ec. 14.3)
ur,z =
u0
531
Manual de Construcción Geotécnica
donde u r y u z son los excesos de presión de poro medios debidos al flujo radial y vertical,
respectivamente.
donde Ur y Uz son los grados de consolidación del medio debidos al flujo radial y vertical,
respectivamente.
Asimismo, el grado de consolidación para flujo radial puede calcularse como (Barron, 1947):
U r = 1 − e λ1 (ec. 14.5)
donde
− 8T h
λ1 =
F (m )
t ⋅C h
Th = , factor tiempo horizontal
S2
m2 3m 2 − 1
F (m ) = ⋅ log (m ) −
m2 −1 4m 2
S
m=
2re
n =∞
8
U z =1− ∑ e λ
2
(ec. 14.6)
n = 0 (2n + 1) π
2 2
donde
λ2 =−
(2n + 1) π 2 2
Tz
4
t ⋅C z
Tz = , factor tiempo vertical
H2
532
Precarga
∂ 2u
La solución de la ec. 14.2 para flujo radial C z = 0 , considerando que el suelo se
∂z 2
encuentra remoldeado en la periferia del dren, fue publicada también por Barron (1947). El
grado de consolidación radial, para esta condición, es:
U r = 1 − e λ3 (ec. 14.7)
donde
− 8Th
λ3 =
ν
m2 m 3 s2 kh m2 − s 2
ν= log − + + log (s )
m2 − s2 s 4 4m
2
k s m 2
rs
s=
rw
El problema de consolidación bajo flujo vertical en un sistema multicapas (Fig. 14.12) puede
resolverse utilizando el método aproximado de Absi (1964).
σz
hi Czi, Chi
Impermeable
533
Manual de Construcción Geotécnica
(hi′ )2 = (hi )2 C z 1
C zi
hi
H ′ = C z1 ∑ (ec. 14.8)
i C zi
Para calcular el grado de consolidación vertical (Uz) del sistema multicapas (ec. 14.6) el
factor tiempo vertical puede calcularse entonces, como:
t ⋅ C z1
Tz = (ec. 14.9)
H ′2
Por otra parte, el grado de consolidación horizontal (Ur, ec. 14.5 ó 14.7) debe calcularse para
cada capa, utilizando un factor tiempo igual a:
t ⋅ C hi
Thi = (ec. 14.10)
S2
Por tanto, de acuerdo con la ec. 14.4, el grado de consolidación para flujo vertical y
horizontal de un estrato i, es:
∑ [∆h (1 − U )]
i ri ,z
U = i (ec. 14.12)
∆H
donde
534
Precarga
σz
∆H
∆hi = hi1-hi2
∆H = Σ ∆ hi
14.4 Aplicaciones
La técnica se empleó para una serie de naves industriales (Fig. 14.14) en la zona lacustre de
Xochimilco, Fig. 14.15 (Auvinet, 1979). Se construyeron drenes de arena de 30 cm de
diámetro y 18.5 m de longitud separados a cada 3.75 m (Fig. 14.16). La sobrecarga fue
aplicada en dos etapas y solamente durante un tiempo total de un poco más de seis meses.
Se midió un asentamiento de 70 cm en el centro del área cargada, Fig. 14.17.
70m
Precarga P1 40m
Precarga P2 22m
535
Manual de Construcción Geotécnica
Los resultados fueron satisfactorios. En más de veinte años, el piso de concreto junteado de
las naves no ha sufrido deformaciones significativas que dificultaran el tránsito constante
de los montacargas móviles usados en estas naves, equipos muy sensibles a cualquier
desperfecto de la superficie de rodamiento.
Análisis paramétricos, Lago de Texcoco. Con la teoría descrita en el Inciso 14.3 de este
trabajo, se desarrolló, en el Instituto de Ingeniería de la UNAM, un algoritmo en lenguaje
Visual Basic que permite analizar la consolidación de un medio estratificado con drenes
verticales, considerando el remoldeo en el perímetro de los mismos.
536
Precarga
Lastre 2.3m
18.5m
Drenes de 30cm de
diámetro @3.75m
Tiempo, meses
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
0
2
30 CH = 0.91m /mes
Drenado por un solo lado
40
50
60
70 cm
70
80
537
Manual de Construcción Geotécnica
Terraplén
ZONA SUR
Longitud drenes = 24m
Espesor CV
Serie arcillosa Material
Drenes
superior m m2/mes
verticales
Serie arcillosa
28 0.27
superior
Depósitos profundos
Se evaluaron los tiempos requeridos para alcanzar el 80% y el 100% del grado de
consolidación bajo las siguientes hipótesis:
Los resultados obtenidos, muestran que, bajo las dos hipótesis y aún en presencia de drenes,
los tiempos teóricos requeridos para alcanzar el 100% de consolidación resultan muy
superiores a tiempos razonables de construcción.
La Fig. 14.20 muestra, por otra parte, que el remoldeo del suelo alrededor de las
perforaciones puede conducir a un alargamiento muy significativo del tiempo requerido para
la consolidación, por lo que sería conveniente cuidar este aspecto.
538
Precarga
60
kh = kv
50
kh = 2.5kv
cm
40
40
Tiempo, meses
=
25 m
d
cm
Arcilla
20
(kh, kv) 30
=
d
20 cm
m 40
0c d=
d =2
Dren
10
0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0
Separación, m
50
45
Zona kh = kv
remoldeda 40
(ks) kh = 2.5 kv
35
cm
Tiempo, meses
25 m 30 15
e s=
Arcilla m
25 5c
(kh, kv) =2 m
es e s= 5 c
20
15 cm
m e s= 10
25 c
Dren 10 e s= es= 5 cm
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
kh/ks
539
Manual de Construcción Geotécnica
Los análisis muestran también que el diámetro del dren no es un parámetro importante y
que este puede escogerse exclusivamente con base en consideraciones constructivas,
buscando garantizar la continuidad del mismo. Un diámetro de 30cm parece ser el mínimo
aceptable.
Referencias
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Mejoramiento masivo de suelos”, Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, México, D. F.,
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Precarga
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542
15 Métodos vibratorios
Axel Ramírez Ramírez
Roberto López Zaldaña
Walter I. Paniagua Zavala
Las técnicas dinámicas que se emplean para el mejoramiento del suelo son que conocidas
como métodos vibratorios, consisten en la compactación producida por vibraciones
generadas por vibradores de fondo o probetas vibratorias que se introducen en el suelo.
Estas vibraciones provocan en el suelo sumergido, y que se encuentra alrededor de estos
elementos, un aumento en la presión de poro hasta que se licua de una manera controlada;
al disiparse este exceso de presión de poro, el suelo toma un arreglo más compacto en forma
cilíndrica, el cual debe traslaparse para obtener un suelo homogéneamente compactado.
El vibrador está formado por un cuerpo tubular de acero; en el extremo inferior del tubo se
dispone internamente de un motor eléctrico o hidráulico de forma cilíndrica, con una masa
excéntrica que gira alrededor del eje vertical, fig. 15.1a. Así, el motor está dentro del equipo
y las vibraciones horizontales que se generan cerca de la punta son transmitidas dentro del
terreno hasta la profundidad deseada. Las vibraciones horizontales son generadas por pesos
excéntricos que giran por medio de un motor de 165 caballos de fuerza. En las probetas
vibratorias, la vibración es vertical, se origina fuera del terreno y se transmite al subsuelo
por medio de algún elemento metálico.
543
Manual de Construcción Geotécnica
El movimiento del vibrador es radial en el plano horizontal, creando una fuerza dinámica en
la dirección en la que el suelo es más débil. En algunos casos es posible controlar la
frecuencia del vibrador.
544
Métodos vibratorios
Las probetas vibratorias se introducen a la profundidad deseada del depósito de suelo; esto
se puede lograr con presión estática, hincado o vibrado y, si es necesario, son auxiliadas por
un chorro de agua o aire expulsado desde la punta inferior. Posteriormente, se conecta un
vibrador en la parte superior, que genera movimientos vibratorios verticales u horizontales
provocando que el suelo circundante a la probeta se compacte por el manejo de ésta. Algunas
de las probetas vibratorias de acero que se han utilizado en el pasado tienen la siguiente
geometría:
• Probeta Y. Conocida como Tristar, consiste en tres hojas rectangulares soldadas a 120°
entre sí, fig. 15.3; el ancho aproximado de las hojas es de 0.5 m. Para incrementar la
fricción con el suelo tiene refuerzos soldados a cada 2 m (Broms, 1991); puede llegar
hasta un profundidad de 25 m.
545
Manual de Construcción Geotécnica
• Probeta Vibro-rod. Es similar a la Foster, pero con refuerzos adicionales, fig. 15.5.
• Probeta Flexiprobe. Se emplea para compactar por medio de resonancia, por lo que se
trata de una probeta con rigidez baja (Van Impe, 1995a).
Fig. 15.4, Probeta vibrowing, Mitchell (1981) Fig. 15.5, Probeta vibrorod, Massarsch (1991)
546
Métodos vibratorios
Las probetas Foster, Y y Vibrorod pueden estar suspendidas por una grúa, y la probeta
Vibrowing puede ser instalada en una guía de piloteado (Massarsch, 1991).
El mejoramiento del suelo empleando estas probetas pierde eficiencia en las siguientes
condiciones:
• En suelos parcialmente saturados puesto que tienen una cohesión aparente, lo que
dificulta el reacomodo de las partículas en un arreglo más compacto (Neely y Leroy,
1991).
• A mayor contenido de finos menor la eficiencia, para suelos con un contenido de finos
mayor que 10 % es muy pobre el mejoramiento que se obtiene. Broms (1991) sugiere un
contenido de arcilla menor que 3 %.
Fig. 15.6 Granulometría recomendable para utilizar probetas vibratorias, Mitchell (1981)
Los principales factores que influyen en este método son el espaciamiento, el tiempo de
vibrado y el manejo de la probeta (inserción, suspensión y extracción). No existe un
procedimiento racional de diseño para la selección de estos parámetros, por lo que se debe
diseñar con base en datos recabados en la experiencia o con áreas de prueba.
547
Manual de Construcción Geotécnica
La velocidad de penetración de la probeta vibratoria puede ser usada como una medida del
efecto de compactación. La probeta se puede equipar, en la parte superior, con una celda de
carga; la resistencia a la penetración y extracción se puede usar como un indicador de la
compactación del suelo. Esta información es útil para evitar la sobrecompactación, lo cual
puede causar dificultades para extraer la probeta.
Referencias
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Improvements: Design; Construction, and Testing, ASTM STP 1089, M. I. Esrig and R.
Bachus (eds.), ASTM, pp. 297.
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10th Int. Conf. on soil Mech. and Found. Eng., Stockholm, Vol. 4, pp, 506- 565.
Neely J. and Leroy D.A. (1991) “Densification of sand using a variable frequency vibratory
probe”. Deep foundation improvements: design construction and testing. ASTM STP 1089.
pp. 320-332.
Van Impe, W.F. (1991) “Soil improvement techniques and their evolution” Balkema,
Rotterdam. pp. 34-39.
Van Impe, W.F. (1995) “Deep compaction of soils and waste disposals” Ciclo de conferencias
internacionales Leonardo Zeevaert, UNAM México. pp. 261-293.
NAVFAC (1983) “Soil Dynamics and special design aspects” Department of Defense
Handbook.
548
16 Vibrocompactación
Roberto López Zaldaña
Axel Ramírez Ramírez
Según Thorburn (1975), la licuación del suelo es total hasta distancias de 30 a 55 cm del
vibrador, haciéndose nulo el efecto a una distancia aproximada de 2.5 m, debido al
amortiguamiento del propio terreno.
La eficiencia del mejoramiento depende del tipo de suelo, espaciamiento de los puntos de
vibrado y el tiempo de vibrado en cada punto. Generalmente, el espaciamiento está entre
1.80 y 3.50 m, con arreglos triangulares o en cuadrícula. Una vez que el vibrador alcanza la
profundidad de diseño, el tratamiento se realiza por intervalos de profundidad. Durante la
compactación, se rellena con una arena limpia desde la superficie para compensar la
reducción del volumen del suelo debido al proceso de densificación; con esto se mantiene la
elevación original. Sin embargo, en sitios donde el desnivel final es menor que el desnivel
original, la reducción de la elevación se puede despreciar; en estos casos se permite el
hundimiento de la superficie durante la compactación. Los asentamientos de suelos
granulares alcanzan de un 5 % a un 15 % de la profundidad tratada.
549
Manual de Construcción Geotécnica
Esta técnica permite el uso de cimentaciones más económicas, diseñadas para una
capacidad de carga de hasta 1000 kPa en arenas limpias. El ángulo de fricción interna
aumenta entre 5 y 8 grados. El módulo de deformación puede aumentar hasta los 100 MPa,
en algunos casos a valores mayores, con lo que los asentamientos totales y diferenciales se
reducen en la misma proporción hasta ser compatibles con los límites de diseño.
Fig. 16.1, Envolvente de espaciamiento vs compacidad relativa promedio, para suelos granulares
según Barksdale y Baches (1983)
550
Vibrocompactación
3 1 1
S = 1.7 + + (ec. 16.1)
(D50 ) ( D20 ) ( D10 ) 2
2 2
donde
S Parámetro de Brown. Cuanto más pequeño sea su valor, mejor se adapta el suelo
natural a la vibrocompactación, la cual no es aplicable con S>40 ó 50. Este parámetro
se utiliza tanto para el suelo por mejorar como para el material de relleno
D50 Diámetro en mm, tal que 50 % en peso de las partículas del suelo tienen un diámetro
Menor
Rango de S Clasificación
0-10 Excelente
10-20 Bueno
20-30 Regular
30-50 Pobre
>50 Inaceptable
551
Manual de Construcción Geotécnica
552
Vibrocompactación
16.2 Diseño
En la Fig. 16.3 se muestra una serie de mallas de ensayo distintas siguiendo una
distribución triangular, por ser la más eficaz, donde los puntos vacíos son los puntos de
tratamiento y los puntos llenos son los puntos de ensayo.
553
Manual de Construcción Geotécnica
Dicho de otro modo, tal como se observa en la Fig. 16.5, el efecto de la separación de los
puntos de tratamiento en arenas limpias influyen en la densidad relativa alcanzada.
554
Vibrocompactación
Fig. 16.5, Densidad relativa de arenas limpias alcanzada con vibrocompactación en puntos situados
entre centros de vibración (Thorburn, 1975)
Obviamente, la compacidad del suelo antes del tratamiento incide en el espaciamiento, así
como la resistencia (SPT, CPT) que se busque obtener con la vibrocompactación.
El volumen de los vibradores se puede calcular considerando que tienen una forma
cilíndrica. Estas estimaciones se pueden usar como referencia, sin embargo, es necesario
confirmarlos mientras se ejecuta la operación, ya que se ven afectados en gran medida por
las condiciones del suelo.
Cuando existan depósitos con alto contenido de limo o que tenga estratos de arena y arcilla,
o cuando no se disponga de datos reales de la aplicación del método con anterioridad, es
preferible diseñar el proceso con base en los datos obtenidos de una prueba in situ.
555
Manual de Construcción Geotécnica
los datos del apartado (1) con el objeto de comparar los resultados en lo que respecta a la
distancia entre puntos de densificación y la cantidad de material de relleno.
Durante el diseño del procedimiento es necesario tomar en cuenta todos los factores que
puedan afectar directa o indirectamente el comportamiento de su aplicación; algunos de
ellos son: la cantidad extra de material de relleno, el equipo o la potencia del motor de
acuerdo a la profundidad de la instalación, la influencia en las estructuras vecinas y
estratos de arcilla que se intercalan en el depósito de arena.
Una de las ventajas de la vibrocompactación con vibrador de fondo con respecto a otros
métodos de densificación es que, el motor y las masas excéntricas se encuentran dentro del
vibrador, por lo que la energía se aplica directamente al suelo a profundidad. Caso contrario
ocurre en la compactación dinámica o con probetas vibratorias, donde la energía se aplica
desde la superficie y por ende se disipa con la profundidad.
Es por esto que teóricamente la vibrocompactación con vibradores de fondo se puede aplicar
a cualquier profundidad deseada. Sin embargo, en la práctica la limitante la marcan los
tamaños comerciales de las grúas, por lo que la mayoría de proyectos de vibrocompactación
no exceden los 30 m de profundidad.
556
Vibrocompactación
En la Fig. 16.6 se ilustran las etapas del proceso de vibrocompactación, las cuales se
describen a continuación:
Fig. 16.7, Espacio anular alrededor del vibrador creado durante la penetración
557
Manual de Construcción Geotécnica
Tanto para la fase de investigación como para el control, los ensayos indicados son los de
penetración in situ: pruebas SPT y CPT estáticos o dinámicos. A veces, también se
recomienda ensayos con dilatómetro. Conviene especificar previamente la frecuencia de los
ensayos de control.
Es aconsejable que se empleen los mismos tipos de ensayos tanto para el estudio de la malla
como para el control de resultados. También es importante realizar el mismo tipo de
prospecciones en el reconocimiento geotécnico preliminar y en la verificación de la mejora
obtenida.
Con todos los datos de resistencia a la penetración del terreno, obtenidos por medio de SPT o
CPT, se hace una comparación de resultados antes y después de la aplicación del
tratamiento, incluyendo también las líneas teóricas que aseguran una determinada
compacidad relativa en función de la profundidad. Estos diagramas permiten una rápida
visualización de la mejora alcanzada y si es suficiente para el terreno tratado. En general, la
mejora lograda no es uniforme, hay niveles del terreno que son más sensibles a la
densificación por vibración y resultan más compactados. Como consecuencia, estas curvas de
resistencia con la profundidad, después del tratamiento, pueden ser irregulares, con pocos
picos de muy alta compacidad.
16.5 Limitaciones
558
Vibrocompactación
empieza a ser necesario un aporte de grava como material de relleno, debido a que los suelos
con finos no responden al efecto de las vibraciones, procediendo a una sustitución del
terreno.
16.6 Aplicación
Puerto pesquero en Alvarado, Veracruz, (1963). Para el proyecto del puerto pesquero a
orillas de la Laguna de Alvarado, se estudió detalladamente el subsuelo del área de interés.
Los suelos de la región son, en parte depósitos fluviales del río Papaloapan, constituidos por
arenas finas limosas y limos arenosos, por otra parte, sedimentos marinos de arenas finas
limpias y de arcillas blandas, además hay arenas limpias de duna, Fig. 16.8, (Vieitez, 1978).
N<10
Fig. 16.8, Suelos de la región de Alvarado Fig. 16.9, Estratigrafía del área de
(Vieitez, 1978) Alvarado, (Vieitez, 1978)
559
Manual de Construcción Geotécnica
560
Vibrocompactación
Previo
Posterior
4
LICUACIÓN
NO
5
LICUACIÓN ______ Previo
z (m)
6 ---------- Posterior
7
corrección
8 por finos
(15%)
9 Fig. 16.2, Resistencia de punta en campo antes
y después del mejoramiento, y el límite entre
10
licuación y no licuación (Ramírez, 2002).
11
561
Manual de Construcción Geotécnica
Referencias
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Columns.” Ph. D. Dissertation, University of Southern California. Los Angeles, C.A. 207
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earthquake liquefaction mitigation." Proe. of 10th World Conf. on Earthquake Engineering,
19-24 July, Madrid, Spain
Barksdale, R. D. y Bachus (1983). “Design and Construction of Stone Columns, Vol. I.,”
Report No 1 FHWA/RD 83/026, Federal Highway Administration, pp. 210pp.
Keller (1997). “Deep Vibro Technique” Hayward Baker a Keller Company, brochure
10-2E.
562
Manual de Construcción Geotécnica
Parte IV
Inyecciones
17.1 Introducción
La inyección es el proceso por medio del cual se introduce un fluido a presión en el terreno
con el objeto de sustituir el aire o el agua en las fisuras, grietas y oquedades con un
producto, el cual reducirá el flujo de agua (impermeabilización) y en algunos casos
incrementará la resistencia y el módulo de deformabilidad del medio en forma significativa
(consolidación).
En las inyecciones en roca generalmente se requiere rellenar los planos de fracturas así
como las cavidades de disolución y otras oquedades que están asociadas a las
discontinuidades del macizo rocoso. Estas representan los principales conductos por los
cuales el agua fluye y por lo tanto requieren de ser selladas. En contraste, la permeabilidad
atribuible a la porosidad de una roca es insignificante y no requiere de ser tratada, excepto
en algunas rocas muy porosas, como las areniscas no cementadas y los travertinos, en que se
puede aplicar este tratamiento con el objeto de reducir las filtraciones.
Una pantalla puede estar formada por varios planos de inyección, los cuales poseen una
geometría definida (inclinación, profundidad y extensión lateral), acorde con la
permeabilidad y las características estructurales del terreno y de la obra civil que se
desea proteger.
c) Relleno: algunas rocas poseen grandes cavidades formadas naturalmente, como los
ductos de carsticidad en las rocas calizas o las oquedades que quedan entre distintos
derrames de lava en las rocas ígneas extrusivas.
563
Manual de Construcción Geotécnica
d) Inyecciones de contacto: tienen por objetivo rellenar las oquedades que quedan entre
el revestimiento de concreto de un túnel o una cimentación y la roca para garantizar la
adecuada transmisión de los esfuerzos de la estructura al terreno. Como en los casos
anteriores, la inyección conlleva el efecto benéfico de la impermeabilización del terreno,
ya que siempre se introduce parte de la mezcla inyectada a las fisuras de la roca.
Las mezclas empleadas en la inyección de macizos de roca fisurados se pueden dividir en dos
grandes grupos: las suspensiones y las soluciones.
Las suspensiones se fabrican con agua y cemento tipo Pórtland, también se adicionan con
materiales inertes como la arena, ceniza volante o puzolana y aditivos químicos para
mejorar sus propiedades reológicas. Las mezclas fabricadas con cemento se pueden dividir
en:
Lechada: formada por agua, cemento y bentonita o aditivo químico para estabilizarla,
fluidificarla y/o incrementar la velocidad de fraguado.
Mortero: formado por agua, cemento, bentonita y arena. También adicionada con aditivos
químicos para estabilizarlo, fluidificarlo y/o incrementar la velocidad de fraguado.
Concreto: formado por agua, cemento, arena, grava y puede o no tener algún aditivo
químico para fluidizarlo y mejorar su resistencia.
Las soluciones son productos químicos líquidos que reaccionan una vez inyectado en el
terreno, las más empleadas son:
Silicato de sodio utilizando como reactivo el cloruro de calcio para formar un gel.
Polímeros que reaccionan al contacto con el agua.
Resinas que se polimerizan por medio de un catalizador.
La selección de la mezcla depende del ancho de las fisuras y del tamaño de los poros que se
requieren rellenar. En la figura 1 se muestra la relación entre tipo de mezcla y el ancho de
fisuras o bien, en el caso de suelos, el tamaño granulométrico del material.
564
Inyecciones en roca
dado buen resultado cuando se requieren inyectar fracturas grandes con agua en
circulación, provocando un taponamiento temporal que permite entonces la inyección de las
suspensiones de cemento, morteros y lechadas, más resistentes y con vida útil más
prolongada.
Mezclas estables: son aquellas en que los granos de cemento se mantiene en suspensión
por un periodo de tiempo prolongado.
Mezclas inestables: son aquellas que durante la prueba de decantación tienen más del 5%
de agua libre.
Hasta antes de la introducción de los aditivos químicos las mezclas estables se elaboraban
en proporciones de 2:1 a 3:1 (agua:cemento), utilizando bentonita en 1 o 2 % para estabilizar
y reducir la sedimentación y caracterizaban por su bajo contenido de cemento y baja
resistencia final. Los aditivos modernos tipo superfluidizantes y estabilizadores permiten
565
Manual de Construcción Geotécnica
fabricar mezclas con mayor contenido de cemento empleando proporciones que van de 0.6: a
1:1 (agua:cemento), poseen mayor resistencia final y buena fluidez y alcanzan mayor
penetrabilidad en el terreno fisurado, siempre que se tenga control continuo de su cohesión.
Las mezclas estables se comportan como un fluido tipo Bingham durante el flujo, el cual se
caracteriza tener viscosidad y cohesión que son parámetros de resistencia al flujo. La
viscosidad controla la velocidad de flujo y la cohesión la distancia máxima de penetración.
Debido a que existen diferentes marcas patentadas y de composición química de los aditivos,
es necesario primero diseñar una mezcla base empleando los materiales que se utilizarán en
obra (cemento y agua) y, posteriormente, durante el desarrollo de la inyección, llevar un
control riguroso y continuo de sus propiedades reológicas para realizar los cambios
necesarios. El laboratorio de campo es indispensable en estos casos, ya que las propiedades
de la mezcla son afectadas por varios factores como: temperatura ambiente y del agua,
composición química del agua, tipo de cemento y su grado de finura, proporcionamiento del
aditivo, secuencia de preparación de la mezcla y equipo de fabricación (mezcladoras y alta y
bajas revoluciones).
Una mezcla tiene un tiempo limitado útil, ya que desde el inicio de su preparación los
componentes que la forman empiezan a reaccionar, en especial los aditivos que empiezan a
perder efectividad. Las investigaciones desarrolladas hasta la fecha muestran que al volver
a dosificar una mezcla con aditivos no se logra obtener las propiedades reológicas deseadas
(cohesión y fluidez), por lo que es necesario desecharla. La vida útil se determina por medio
los ensayes de laboratorio, pero en general este tiempo oscila entre 1 y 2 horas.
Las mezclas al ser inyectadas pueden perder parte del agua de composición si la superficie
de las fisuras están secas, incrementándose rápidamente la cohesión y reduciéndose su
penetrabilidad. Por ello, cuando se inyectan tramos de barrenos localizados arriba del nivel
freático siempre es necesario inyectar previamente agua para saturar las fisuras.
Agua: limpia y libre de materia orgánica, con bajo contenido de sales y sólidos disueltos. La
alta temperatura influye en las propiedades de la mezcla por que es necesario tener una
fuente de abastecimiento que proporcione agua a temperatura entre 15 y 25º C.
Cemento: tipo puzolánico con superficie específica Blaine de 4200 a 5100 cm2/g como
mínimo, de buena calidad, no hidratado, para lo cual se deberá almacenar bajo techo y
colocado en tarimas de madera.
566
Inyecciones en roca
Los cementos con mayor superficie Blaine, dentro del rango señalado antes, permiten
fabricar mezclas más estables y de mayor penetrabilidad, ya el tamaño del grano de
cemento es menor y se pueden inyectar fisuras más finas. Solo en casos muy especiales se
aconseja el uso de mezclas fabricadas con micro cementos ya que su costo es muy elevado y
requiere de otro tipo de aditivos y forma de preparación.
El aditivo debe ser almacenado en un lugar cubierto ya que sus propiedades se pierden con
los cambios constantes de temperatura.
• Decantación (estabilidad)
• Viscosidad al cono Marsh
• Cohesión con placa
• Coeficiente de filtración
• Resistencia a la compresión uniaxial
567
Manual de Construcción Geotécnica
base en la experiencia, se prefieren mezclas cuya fluidez oscile entre 20 y 35 segundos. Con
más de 35 segundos las mezclas son espesas y difíciles de bombear lo que además reduce su
penetrabilidad.
Cohesión con placa. Se mide por medio de una placa de acero inoxidable cuadrada de
10x10 cm y espesor de 0.4 mm rayada en ambas caras (el rayado recomienda en cuadrícula
a cada 0.5 cm), se procede de la siguiente forma: se pesa la placa seca, después se introduce
totalmente en la mezcla, se saca, escurre y pesa nuevamente. Se obtiene la diferencia de los
pesos seco y con mezcla y se divide entre el área de la placa obteniéndose así la cohesión en
gr/cm2. Para una mezcla estable y de baja cohesión es conveniente que el valor sea menor o
igual a 0.03 gr/cm2.
Los sólidos retenidos en el papel se denomina cake y su espesor se reporta en mm. El valor
del cake debe ser menor o igual a 15 mm.
La probeta debe ser cilíndrica con una relación de esbeltez de 2.0, se deben ensayar a las
edades de 7 y 28 días. Las mezclas estables elaboradas con aditivos alcanzan resistencias
mínimas de 100 kg/cm2 a 28 días, mientras que las elaboradas con bentonita menos de 30
kg/cm2 en igualdad de estabilidad y fluidez.
En las inyecciones de penetración, donde solo se desea rellenar los vacíos del terreno, no es
deseable el hidrofracturamiento, el cual se produce al aplicar altas presiones en rocas
blandas, alteradas o amplias zonas de fallamiento.
568
Inyecciones en roca
el terreno permita aplicar estas presiones sin llegar al hidrofracturarse. Si la roca es débil
se establecen presiones menores a la crítica pero se reduce el espaciamiento entre las
perforaciones para que la mezcla alcance a cerrar todos los espacios.
El equipo que se emplea para la fabricación de las mezclas elaboradas con cemento es el
siguiente:
• Bombas de tornillo sinfín o de doble pistón, accionadas por medio de un gato hidráulico o
neumático con capacidad de inyección de lechada variable de 0 a 60 l/min y presión
ajustable de 0 a 30 o 40 kg/cm2, Figura 17.2.
a) b)
• Manómetros registradores de paso integral, con carátula de 6’’ de diámetro con glicerina,
con capacidad para medir un tercio más de cada una de las presiones de inyección
máxima especificadas.
569
Manual de Construcción Geotécnica
570
Inyecciones en roca
utiliza la mezcla base diseñada inicialmente y que es elaborada con los componentes que se
dispondrán durante el trabajo definitivo.
c) Registro detallado de todos los datos de la prueba, como las presiones y consumos
obtenidos en de cada tramo inyectado.
Tienen por objeto reducir la permeabilidad del macizo rocoso y las potenciales filtraciones a
través de sus discontinuidades.
Una pantalla se forma por medio de la perforación e inyección de una serie de barrenos
dispuestos en una o más líneas paralelas.
Las pantallas para presas se extienden por debajo el cuerpo de la cortina, desde el fondo del
cauce hasta la parte alta de las laderas de apoyo o empotramiento de la estructura. Las
características de una pantalla se definen por:
571
Manual de Construcción Geotécnica
Para definir esta característica, resultan imprescindibles las perforaciones exploratorias con
ensayes de permeabilidad y/o las pruebas de inyectabilidad antes descritas.
Inclinación del plano de pantalla: la superficie hipotética que forma el conjunto de las
perforaciones de inyección se denomina plano de pantalla. Sin salirse de este plano las
perforaciones pueden tener una inclinación distinta, con el objeto de cruzar las principales
discontinuidades. La inclinación del plano de pantalla generalmente varía desde la vertical
hasta 5º o 10º con respecto a ésta y hacia aguas arriba. El objetivo de esta inclinación es de
que la resultante del empuje hidrostático sobre la pantalla tenga una dirección hacia el
interior del macizo rocoso.
La dirección de las perforaciones se proyecta de tal forma, que estas crucen el mayor
número de discontinuidades y en la forma más apropiada, para que la mezcla de inyección
penetre en los huecos con facilidad. El ideal sería que las perforaciones atravesaran los
572
Inyecciones en roca
planos en forma normal, lo cual es poco factible de lograr en todos los casos, pero ángulos
hasta de 60º entre la discontinuidad y el barreno, son aceptables.
En rocas muy fracturadas la separación entre los barrenos se reduce, ya que no es posible
aplicar presiones de inyección altas sin correr el riesgo de provocar su hidrofracturamiento.
Etapas de inyección: la perforación e inyección de los barrenos se realiza por etapas con el
objeto de lograr la impermeabilización progresiva de las fracturas en el terreno.
Las pruebas de inyectabilidad permiten establecer con más seguridad este límite de
consumo. Su importancia estriba en que de él depende la ejecución de perforaciones de
inyección adicionales, que se traducen en mayor tiempo y costo de la obra.
El primer método se aplica cuando el terreno donde se ha realizado la perforación está muy
fracturado y provoca que las paredes de la perforación no sean estables. Se perforan una
progresión de 5 m de longitud, se inyecta y se vuelve a perforar el siguiente tramo inferior,
avanzando en esta forma hasta que se encuentra roca más estable.
El segundo método se aplica cuando la perforación es estable y permite ser perforado a toda
su longitud, entonces la inyección se realiza a partir del fondo hacia arriba, avanzando en
tramos de 5 m de longitud.
573
Manual de Construcción Geotécnica
Tienen por objeto mejorar las propiedades mecánicas de la roca bajo la cimentación de la
estructura civil, con el objeto de reducir las deformaciones producidas por los esfuerzos
transmitidos, además de mejorar la permeabilidad del terreno al sellar las fracturas.
También se realiza la consolidación de la roca alrededor de túneles que trabajan a presión.
574
Inyecciones en roca
Cuando en el macizo rocoso existen grandes cavidades, como las producidas por la disolución
en rocas calizas o las cavernas que presentan muchos derrames de lava en rocas ígneas
extrusivas, el relleno es indispensable si se quiere construir sobre ellas una estructura civil.
Por lo general una vez rellenadas en su mayor volumen estas cavidades, se realizan
inyecciones adicionales para impermeabilizar o consolidar el terreno así como para sellar los
contactos y límites de la cavidad.
575
Manual de Construcción Geotécnica
Cuando este no es el caso, el relleno se realiza empleando una mezcla gruesa, tipo mortero
de cemento fabricada con agregados de arena y gravilla. También se han utilizado, en
muchas ocasiones, concreto pobre para lograr el relleno más voluminoso y después
empleando mezclas tipo lechada para el sellado final.
Si hay flujo de agua a través de fracturas grandes y de las cavidades el relleno y sellado es
muy difícil, ya que la mayoría de las mezclas normales son deslavadas, erosionadas o
arrastradas antes de que logren depositarse y alcanzar cierta resistencia.
576
Inyecciones en roca
Es un tipo particular de inyecciones de relleno. El objetivo son las oquedades o fisuras que
han quedado entre el concreto o placas metálicas y la roca. Estos casos se presentan
frecuentemente en los revestimientos de túneles (Fig. 17.9) o lumbreras, losas o zapatas de
cimentación de edificios y puentes, plinto de presas de cara de concreto, cimentación de
presas de tipo rígido y en los tapones de concreto para el cierre definitivo de túneles de
desvío.
Las inyecciones de contacto tienen como objetivo el evitar o reducir flujo de agua o bien
asegurar la transmisión de esfuerzos entre la estructura y la roca.
Las presiones de inyección se limitan generalmente para que no se levante, mueva o dañe la
estructura de concreto y también para evitar el hidrofracturamiento de la roca que
ocasionaría la inyección de mezcla al terreno en forma innecesaria.
577
Manual de Construcción Geotécnica
muy bajo, si esto no ocurre durante la inyección de una mezcla delgada se procede a cambiar
a una más espesa, llegando inclusive a la inyección de morteros.
Mediante las gráficas Presión – Volumen (curva GIN), Gasto - Tiempo y Presión – Tiempo,
que se elaboran en tiempo real, es posible llevar un registro de todo el proceso de inyectado
y controlarlo manipulando la presión.
Se controla el proceso por medio de una computadora de campo, para seguir en tiempo real
la trayectoria de la curva P-V sobre la curva GIN seleccionada y para indicar la terminación
del inyectado, utilizando además las curvas Gasto - Tiempo y Presión – Tiempo.
Durante toda la inyección se procura emplear una sola mezcla de tipo estable y de baja
cohesión.
Antes de dar inicio a la inyección es conveniente asegurar que el terreno tenga suficiente
humedad para evitar que este absorba el agua de la mezcla, de lo contrario se provocarían
deficiencias en el tratamiento del terreno. Se satura solo la roca localizada arriba del nivel
freático.
La saturación se hace a través del propio barreno antes de ser inyectado con mezcla y en
tramos de longitud variable.
578
Inyecciones en roca
En las zonas tratadas por medio de inyecciones y en especial aquellas en donde se tuvieron
muy altos consumos de mezcla (más de 50 kg de cemento por metro), es necesario realizar
ensayes de inyección de agua para verificar el grado de impermeabilización alcanzado.
Pruebas tipo Lugeon o Lefranc se pueden ejecutar en esos sitios para medir la
permeabilidad residual.
En esta presa se aplicó por primera vez en México el método de inyección GIN, con
resultados muy exitosos, ya que las filtraciones a través de la pantalla impermeable
escasamente alcanzan los 5 l/s en total.
579
Manual de Construcción Geotécnica
En ambos casos, pantalla impermeable como tapete de consolidación bajo el plinto se realizó
el tratamiento en forma de cierre progresivo, empleando tres etapas sistemáticas y, cuando
aún se tenían altos consumos en la última, se recurrió a una cuarta etapa. El consumo de
cemento para pasar a la etapa adicional se fijó en 20 kg/m en las zonas superiores de las
perforaciones y de 50 kg/m en las inferiores.
Todo el tratamiento se realizó empleando una mezcla estable, de cohesión baja, elaborada
con cemento tipo Portland puzolánico con superficie Blaine de 4500 cm2/g, agua de pozo y
aditivo superfluidizante. La mezcla se diseñó para tener una fluidez del orden de 30 a 32
segundos en cono Marsh y resistencia final de más de 100 kg/cm2.
580
Inyecciones en roca
La presión de inyección máxima se estableció como 1.5 veces la carga hidráulica en el punto
en consideración, excepto en los primeros 10 m de profundidad de cada barreno donde la
presión se redujo a 5 y 10 kg/cm2, para evitar levantamiento del terreno por la poca
cobertura.
Para el control de todo el proceso de inyectado se empleó el método GIN (Grout intensity
number) y se utilizó la curva correspondiente a PxV = 2000 kg/cm2/l/m en la mayor parte de
la cimentación sobre la unidad Aguamilpa y se redujo este valor en la unidad Colorines por
presentar menores propiedades mecánicas.
En esta forma se controlaron los más de once mil tramos de inyección que se requirieron
para completar todo el tratamiento.
Los resultados de cada tramo eran graficados en una sección donde se presentaba el avance
general del área de pantalla inyectada y eran procesados estadísticamente para observar el
cierre progresivo y determinar la necesidad de perforaciones adicionales, en que sitio y a que
profundidad.
Las filtraciones que se han medido a través de la roca son del orden de 2 a 3 litros por
segundo en el área de la cortina, mientras que en la obra de excedencias y de generación
prácticamente son nulas.
Referencias y bibliografía
Attewell, P. B., and Farmer, I. W. (1976) “Principles of engineering geology”. John Wiley &
Sons, Inc., New York.
581
Manual de Construcción Geotécnica
Deere, D. and Lombardi, G. (1985) “Grout slurries – Thick or thin?”, Issues in Dam
Grouting, ASCE, Denver, Colorado.
Ewert, F. K. (1985) “Rock grouting with emphasis on dam sites”, Springer-Verlag, Berlin,
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Houlsby, A. C. (1992) Construction and design of cement grouting, John Wiley and Sons
Inc., New York.
Lombardi, G. and Deere, D. (1993) “Grouting desing and control using the GIN principle”,
Water Power and Dam Construction, June.
Lombardi, G. and Deere, D. (1996) “Selecting the grouting intensity”, International Journal
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Lombardi, G. and Deere, D. (1997) “GIN principle revisited”, Water Power and Dam
Construction, October.
Lombardi, G. (1985) “The role of the cohesion in cement grouting of rock”, Q58 R13, 15th
ICOLD Congress, Lausanne, Switzerland.
582
18 Inyecciones en aluviones
Sergio Herrera Castañeda
La inyección para impermeabilización de gravas y arenas siempre ha sido una tarea difícil
de ejecutar, debido sobre todo a la necesidad de mantener estable la perforación, por la
variedad granulométrica y la estructura que presentan los depósitos naturales.
Existen varios métodos para la inyección de aluviones pero el más común y que garantiza el
tratamiento del terreno es el de tubo de manguitos, patentado por Solétanche.
583
Manual de Construcción Geotécnica
Para realizar la inyección se tiene que romper la vaina en la parte donde se encuentran los
manguitos, esta operación se realiza inyectando mortero o agua a presión aislando un tramo
del tubo de manguitos por medio de dos obturadores opuestos.
Proceso de inyección. La inyección del terreno se realiza siguiendo el mismo proceso que
la inyección de rotura de la vaina. Una vez colocado el doble obturador a la altura de un
manguito se introduce el mortero al terreno por medio de una bomba de inyección. Por lo
general la presión requerida para inyectar el terreno es casi siempre menor que la requerida
para la rotura de la vaina.
Las lechadas se han empleado en la inyección de la mayoría de los aluviones con éxito.
Deben ser de tipo estable, elaboradas en proporciones que varían de 1.5 a 2.5 agua:cemento
en peso y con un 20 a 25% de bentonita en relación al peso del cemento. El
proporcionamiento de la mezcla, así como la presión de inyección, deben ser ajustados
durante las primeras inyecciones realizadas en el sitio para obtener los mejores resultados.
Debe quedar claro que no existe un proporcionamiento de lechada universal dada la
variabilidad en las propiedades de los productos con que se elaboran, desde el tipo de agua,
pasando por el cemento, la bentonita y los aditivos químicos.
584
Inyecciones en aluviones
Las mezclas elaboradas con silicato de sodio y un reactivo no poseen las mismas propiedades
que el agua a pesar de estar elaboradas de substancias líquidas; a partir del momento en
que se elabora la mezcla se incrementa su viscosidad antes de transformarse en gel, de tal
forma que en algunos casos puede ser difícil su inyección al terreno. La penetrabilidad de la
mezcla depende de su viscosidad, de la permeabilidad del depósito y de la presión de
inyección antes de que la reacción se haya completado.
Las resinas presentan una viscosidad 1.5 a 2 veces la del agua, que se mantiene constante
hasta el inicio de su polimerización. Puede decirse que casi todos los terrenos por donde el
agua circula son inyectables con resina, ajustando adecuadamente la separación de las
perforaciones y el método de realizar la inyección.
A causa del elevado precio de las resinas su empleo en la inyección de terrenos se limita a
casos muy especiales.
585
Manual de Construcción Geotécnica
Bibliografía
586
19 Inyecciones por fracturamiento
hidráulico
Enrique Santoyo Villa
Efraín Ovando Shelley
19.1 Introducción
La inyección de suelos arcillosos blandos es una técnica que tiene como objetivo
fundamental reducir las deformaciones de la masa de suelo ante las cargas aplicadas, el
proceso de ejecución se inicia con la inducción del fracturamiento hidráulico mediante la
inyección a presión de fluidos, lechadas o morteros, que al endurecer forman una estructura
intercalada al suelo, compuesta de delgadas placas de mayor rigidez que éste; esas láminas
son predominantemente radiales al eje de inyección, semiverticales y ocasionalmente
producen lentes horizontales en los estratos permeables; a todo este complejo arreglo de
láminas duras se podría denominar como una "estructura de naipes", cuyos huecos ocupa la
arcilla blanda.
Es paradójico que la inyección de morteros en suelos arcillosos sea una antigua práctica
utilizada en el edificio de la terminal de ferrocarriles Buenavista de ciudad de México en
1875, después aplicada a partir de 1910 a 1925 en lo que fue el Teatro Nacional, actual
Palacio de las Bellas Artes; posteriormente, entre los años 1920 y 1940 se realizó la
inyección del subsuelo para varios edificios; incluso el Ing. Roberto Gayol propuso en 1929
inyectar el subsuelo de la Catedral para mejorar el comportamiento del subsuelo pero la
inestabilidad política de la época impidió que se realizara. Sin embargo, la documentación
sobre todos esos casos es muy escasa; la técnica nunca fue comprendida racionalmente y
terminó por caer en el olvido.
Sobre la efectividad de la inyección del subsuelo del Teatro Nacional hubo mucha polémica,
la información técnica fue archivada y sólo predominó el injusto juicio de que "la inyección
no había servido".
En los últimos 30 años se ha usado ocasionalmente la inyección en los tramos inicial y final
de nuevos túneles en suelos arcillosos como técnica de endurecimiento local de los suelos
junto a las lumbreras, pero sin cuidar los detalles de inyección y por ellos se generan
estructuras desordenadas que tienden a formar bloques de arcilla envueltos en mortero.
La inyección que aquí se describe tiene como objetivo injertar una estructura de geometría
ordenada que refuerza al suelo y sobre todo reduce su deformabilidad. El proceso empieza
con el análisis del estado de esfuerzo en la masa de suelo del sitio y luego, mediante modelos
numéricos se diseña el refuerzo de mortero que puede mejorar su comportamiento.
Esta técnica de inyección sin duda tendrá en las arcillas blandas del valle de México un
vasto campo de aplicación y por ello se complementa con la descripción de tres casos, el del
587
Manual de Construcción Geotécnica
Palacio de las Bellas Artes en 1910 y dos recientes, uno experimental en un edificio ubicado
en la orilla del lago y el de la Catedral y Sagrario de la ciudad de México, los cuales podrán
estimular que se utilice esta inyección en el futuro.
En cuanto el fenómeno de fisuramiento de las arcillas blandas es tan fácil de inducir que
frecuentemente ocurre involuntariamente durante el proceso del muestreo de suelos (Tamez
et al 1987). Esa capacidad de fisuración de las arcillas blandas hace factible que mediante la
inyección de morteros se pueda injertar la estructura que reduce su compresibilidad. En
este capítulo se presenta el marco teórico que explica el mecanismo de fracturamiento e
inyección para la formación de la estructura de láminas insertadas y las presiones para
llevar a cabo la inyección.
En el texto se emplean abundantemente los términos fisura, fractura y grieta; los tres
implican una discontinuidad en el suelo; en general pueden usarse indistintamente, pero
guardan diferencias sutiles: a) la fisura es tan pequeña que pasa inadvertida a simple vista,
b) por fractura hidráulica se entiende una discontinuidad inducida artificialmente, donde
había o no una fisura, y c) la grieta es una discontinuidad de dimensión mayor, natural o
inducida.
588
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
1
σ′oct = ( σ1′ + σ′2 + σ′3 ) (ec.19.1)
3
589
Manual de Construcción Geotécnica
σ´oct y τoct son invariantes de esfuerzo, porque son independientes del sistema de
coordenadas de referencia que se adopte.
Así, cualquier estado de esfuerzos se puede representar con sólo esos dos parámetros.
Haciendo referencia a la Fig. 19.1a, el vector OP representa el estado de esfuerzos en el
punto P. La proyección de OP sobre la línea hidrostática es la componente volumétrica de
esfuerzos σ´oct y su proyección en el eje ortogonal, τoct, representa a la componente
distorsional. Consecuentemente, los estados generalizados de esfuerzo se pueden
representar como puntos en el espacio (σ´oct, τoct) como se muestra en la misma figura. Si en
un elemento de suelo ocurren cambios de esfuerzo, por ejemplo de P a Q y después a R y S
como se ilustra en la Fig. 19.2.1b, se pueden trazar líneas como las ahí mostradas que
representan estos cambios en los estados de esfuerzo entre los puntos P, Q, R y S. Estas
líneas son las llamadas “trayectorias de esfuerzo”.
1
p′ = σ′oct = ( σ′v + 2σ′h ) y q = τoct = σ′v − σ′h (ec. 19.3)
3
τoct
q= (ec. 19.4)
2
Otro parámetro complementario es la relación de vacíos, e, que se relaciona con los cambios
de volumen debidos a variaciones de los esfuerzos efectivos p´, empleando para ello el plano
p´-e. La deformación volumétrica unitaria, εv se puede expresar como función del incremento
o decremento relativo de la relación de vacíos.
∆e
εV = (ec. 19.5)
1 + ei
La inyección de mortero fluido en una masa de arcilla blanda modifica el estado de esfuerzos
del suelo circundante al punto de inyección, efecto que es necesario tomar en cuenta para
interpretar el comportamiento de la masa tratada, después de la inyección. Las condiciones
590
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
σ′h
K0 = (ec. 19.6)
σ′v
En el espacio p´- e, la trayectoria del elemento de suelo viaja desde su condición inicial con
esfuerzo efectivo nulo y relación de vacíos inicial, e0, hasta el punto 1, a lo largo de la línea
de consolidación virgen.
Aplicación de cargas externas (tramos 2-3 y 3-4). Los esfuerzos externos aplicados al
subsuelo inherentes a la construcción de las plataformas y estructuras aztecas (tramo 1-2) y
los edificios coloniales, dieron lugar a otras modificaciones en la distribución de esfuerzos en
el subsuelo, (tramo 3-4), y se estima que la fase primaria del proceso de consolidación que
indujeron terminó a mediados del siglo XIX.
591
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 19.2, Trayectorias típicas de esfuerzos y cambios volumétricos en un elemento localizado dentro
de un suelo sometido a inyecciones de mortero
592
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Considerando por simplicidad que los aumentos de esfuerzos cortantes que indujeron los
templos prehispánicos y los coloniales se deben únicamente a incrementos de esfuerzos
verticales, se deduce que el valor del cociente σ´h/σ´v disminuye aún más. Estas cargas se
aplicaron durante un periodo muy largo, desde el siglo XIV hasta principios del XIX por lo
que se puede considerar que se aplicaron bajo condiciones de drenaje libre. Al avanzar a lo
largo de esta trayectoria de esfuerzos, el elemento de suelo se acerca a la envolvente de falla.
Los cambios de volumen que indujeron en el subsuelo redujeron la relación de vacíos del
elemento estudiado, como se observa en el diagrama p´-e.
Influencia del bombeo profundo (tramo 4-5). Los abatimientos de los niveles
piezométricos producidos por el bombeo regional profundo, que comenzó a mediados del siglo
XIX, han producido aumentos en los esfuerzos efectivos sin que cambien significativamente
los esfuerzos cortantes dentro de la masa de suelo. Así, el estado del elemento analizado
pasa de 4 a 5 y continuará avanzando a lo largo de esa trayectoria, en la que los esfuerzos
desviadores permanecen aproximadamente constantes. El cociente de esfuerzos efectivos, K
= σ´h/σ´v, es mayor en el punto 5 que en el 4; es decir K5 > K4. Los cambios volumétricos
correspondientes a esta etapa se muestran en la parte inferior de la Fig. 19.2. La
consolidación inducida por bombeo profundo aumenta los valores de la carga aplicada pero
disminuye los del coeficiente de preconsolidación (OCR) lo que significa que en el recorrido
del tramo 4-5, el suelo se acerca a la condición de consolidación normal.
A corto plazo. Al penetrar un fluido fraguante dentro del suelo, como en el caso de un
núcleo o el de una lámina de mortero, el suelo a su alrededor se desplaza lateralmente con lo
que los esfuerzos horizontales se incrementan. Aceptando que los esfuerzos verticales no se
modifican, este incremento de esfuerzo horizontal implica que los esfuerzos cortantes
disminuirán de valor. Como la inyección de morteros se lleva a cabo rápidamente la
trayectoria que sigue al elemento de suelo es la del tramo 5-6 y corresponde a un proceso de
descarga no drenada que incrementa la presión de poro ∆u, que en la Fig. 19.2 es la
distancia horizontal entre los tramos 5-6 y se puede evaluar aproximadamente con la
expresión:
En donde A y B son los parámetros de presión de poro de Skempton y ∆σv y ∆σh son
incrementos de esfuerzos totales. Si se considera que el suelo está saturado, B = 1; además,
para la inyección ∆σv = 0. Con esto:
593
Manual de Construcción Geotécnica
condición en la que estos últimos superan en magnitud a los esfuerzos verticales. Si los
esfuerzos horizontales se incrementan todavía más, eventualmente se podría alcanzar un
estado de falla pasiva.
El incremento de la presión de poro dado por las ecuaciones (19.2.7) y (19.2.8) tiene el efecto
inmediato de detener el hundimiento regional en virtud de la disminución de esfuerzos
efectivos que la acompaña lo cual también puede incluir ligeras expansiones durante
algunas semanas.
Una vez que se ha disipado la presión de poro producida por la inyección, la masa de suelo
sometida a ese tratamiento nuevamente estará sometida a los efectos del hundimiento
regional. Su trayectoria de esfuerzos será horizontal pues sólo aumenta el esfuerzo efectivo
medio y el desviador es prácticamente constante. Los cambios de volumen que se producen
estarán regidos por la disminución de compresibilidad inducida por la inyección de
morteros. De acuerdo con los resultados de las pruebas de campo y laboratorio que
fundamentan estas inyecciones, no sólo se reduce la compresibilidad del suelo sino que
también incrementa su carga aparente de preconsolidación (TGC, 1998; Ovando y Vega
Muñoz, 1997). Los estados del material inyectado en el diagrama e-p´, representado por el
punto 8, del tramo 7-8 de la Fig. 19.2, que queda a la derecha de la línea de consolidación
virgen del suelo original. En suma el suelo se comporta como endurecido a causa de la
presencia de las láminas inyectadas.
594
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
con el dilatómetro de Marchetti y con el piezocono. Las pruebas con el primero de estos
instrumentos permiten conocer la magnitud del esfuerzo horizontal antes y después de las
inyecciones, mientras que los ensayes de piezocono permitieron conocer los cambios de
presiones de poro que induce la inyección. En la Fig. 19.3a se presenta un perfil que
muestra la variación con la profundidad del esfuerzo vertical efectivo así como la forma en
que varía un parámetro, KD, obtenido con el dilatómetro. El esfuerzo horizontal es
proporcional al parámetro KD (Marchetti, 1980). En la Fig. 19.3b se presentan las
distribuciones de presión de poro medidas con piezómetros abiertos y con un piezocono,
antes y después de la inyección experimental de morteros que se llevó a cabo ahí, entre
noviembre de 1997 y enero de 1998. La zona inyectada abarcó toda la longitud de la
Formación Arcillosa Superior, entre los 12 y 37 m de profundidad aproximadamente. Es
evidente que, de acuerdo con el marco conceptual propuesto aquí, la inyección de morteros
incrementó la presión de poro, a todo lo largo de la zona inyectada. Como referencias
comparativas se presentan la distribución hidrostática en el sitio así como mediciones
efectuadas fuera de la zona inyectada.
595
Manual de Construcción Geotécnica
ν
σ x = σ y = γz
1 − ν
(ec. 19.9)
σ z =γ z
donde
596
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
ν
p0 = γz+cu (ec. 19.10)
ν −1
onde
cu cohesión del medio o su resistencia no drenada
El análisis del fracturamiento hidráulico de Matthews y Russell (1967), demuestra que las
fracturas inducidas son perpendiculares a la dirección esfuerzo principal menor existente en
el terreno y la orientación de las fracturas hidráulicas inducidas depende de la distribución
de esfuerzos en la zona próxima a los pozos de inyección, Fig. 19.4.
Fig. 19.4, Orientación del fracturamiento, siempre perpendicular al esfuerzo principal menor
Por lo tanto, para predecir la orientación de las fracturas inducidas, en general, es necesario
conocer o al menos estimar las direcciones y magnitudes de los esfuerzos principales en la
zona que se proyecta inyectar. Esto adquiere mayor importancia cuando se pretende hacerlo
debajo o en la periferia de una construcción existente.
597
Manual de Construcción Geotécnica
La hipótesis básica de esta teoría es que el material tiene un gran número de fisuras
orientadas aleatoriamente y que la falla se presenta cuando el esfuerzo local en la fisura
más grande o de orientación más susceptible alcanza un valor crítico. Griffith introdujo el
concepto de “microfisuras” (grietas pequeñas en gran número) y demostró que en sus
vértices existe una elevada concentración de esfuerzos que pueden conducir al desarrollo de
una grieta. Además, supuso que las microfisuras tenían la forma de una elipse muy estrecha
cuyo eje mayor es normal a la dirección del esfuerzo de tensión.
1 1 2
σmax =2σ (ec. 19.11)
ρ
donde
De lo anterior, si los esfuerzos alcanzan su valor máximo, σmax, la fisura crecerá. En el caso
de condiciones biaxiales de esfuerzo, el criterio de falla es el siguiente:
donde
Estado de esfuerzos. Si se considera una fisura horizontal en una placa elástica de ancho
unitario, fija en sus bordes horizontales superior e inferior, con geometría a > H y b > H,
(Fig. 19.5), existirá un valor crítico del desplazamiento u que hará que la fisura se propague.
Arriba y abajo de la fisura el material está libre de esfuerzos, mientras que a la derecha,
actúan esfuerzos constantes producidos por la deformación vertical unitaria ε = u/H. Dichos
esfuerzos están dados por:
598
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
ηEu
σ= (ec. 19.13)
H
donde
E módulo de Young
η factor que depende de la relación de Poisson y la geometría considerada
Si la fisura o grieta crece de su longitud inicial, ao, hasta la orilla de la placa y lo hace casi
estáticamente, sin producir energía cinética, la energía potencial se aproxima gradualmente
a cero y las partes quedan libres de esfuerzos. La energía potencial se consume durante la
propagación de la grieta y el trabajo se aplica a lo largo del incremento de superficie de la
grieta. En 1920 Griffith definió este trabajo (físico), como el necesario para vencer las
fuerzas de atracción de la estructura atómica del material. De acuerdo con esto, la fuerza de
propagación de la grieta, denominada G*, es:
ηE 2
G* = u (ec. 19.14)
2H
El valor de la fuerza de propagación de la grieta debe ser igual al trabajo 2γ, necesario para
propagar el frente de la grieta en el estado crítico.
ηE 2
G * = 2γ = u (ec. 19.15)
2H
γH
u=2 (ec. 19.16)
ηE
Criterio de propagación de fisuras o grietas. Para que una fisura se propague, basta
que se cumpla alguna de las siguientes condiciones:
599
Manual de Construcción Geotécnica
G * = Gc o K I = K IC (ec. 19.17)
a) Durante el estiaje se generan fisuras poco profundas en las capas superficiales del
suelo, debido a la desecación solar de la superficie, con la correspondiente contracción
volumétrica.
b) Durante las lluvias las fisuras se llenan de agua y se genera una presión hidrostática
local, que incluso puede tener un cierto tirante por encharcamiento; esta presión es
independiente de la correspondiente a las aguas freáticas. Cuando ambas aguas se
comunican, la presión se suma.
Esta teoría postula que la propagación de grietas en las arcillas del valle de México ocurre a
consecuencia de la generación de tensiones en el vértice de fisuras preexistentes y que se
amplían por el fracturamiento hidráulico causado por la presión del agua que se les
introduce, particularmente durante las lluvias. La inyección de lechadas y morteros a
presión activa fisuras preexistentes según el mecanismo descrito.
La condición para que se propague una grieta en la cual se aplica una presión interna p, es
que se cumpla en la punta de la grieta:
donde
P presión interna
σ2 esfuerzo principal menor
T0 resistencia a la tensión del material
600
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Donde K0 es el coeficiente de empuje horizontal en reposo; las primas indican que los
esfuerzos considerados son efectivos. La presión interna en la punta de una grieta llena de
agua y de profundidad z es:
p = γw z (ec. 19.19)
Finalmente, una grieta aumentará de tamaño si la altura del agua dentro de ella excede un
valor crítico zcrit , dado por:
K 0 σ′z + T0
zcrit = (ec. 19.21)
γw
Por esa razón, se dedicó un gran esfuerzo a la medición in situ de los estados de esfuerzo así
como de las propiedades mecánicas de las arcillas que subyacen a edificios históricos en el
centro de la ciudad de México. A continuación se presenta una expresión que permite
estimar la presión de fracturamiento hidráulico en el subsuelo a partir de la resistencia de
punta del cono eléctrico y de la presión de poro real.
601
Manual de Construcción Geotécnica
p0 = K 0 σ′ν + u + cu (19.22)
donde
De acuerdo con la experiencia en el empleo del cono en los suelos blandos del valle de México
(Santoyo et al 1989), se tienen las siguientes correlaciones:
qc q
cu = y σ′v = c (ec. 19.23)
Nk Nσ
K 1
p0 = qc 0 + +u (ec. 19.24)
Nσ N K
En las arcillas del centro histórico de la ciudad de México los valores medios de los factores
de correlación son: NK = 12.5 y Nσ = 5. En investigaciones recientes se ha encontrado que
para la arcilla de la ciudad de México, el valor de K0 es ligeramente superior a 0.35 (Ovando
y López, 1999). Aceptando que este valor se incrementa por el efecto de envejecimiento
(Mesri, 1993), se puede asumir que el valor de K0 en el campo es cercano a 0.5. Haciendo las
sustituciones necesarias se llega a una expresión simple para determinar aproximadamente
la presión de fracturamiento hidráulico de estas arcillas:
qc
p0 ≅0.18qc +u ≈ +u (ec. 19.25)
5
602
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
presión del mortero y se produzcan láminas de mortero en los antiguos planos de los
prismas de arcilla.
Lo anterior implica que en una retícula horizontal de inyección de mortero, en el que cada
crucero define una vertical con puntos de inyección a diferentes profundidades, se pueden
inducir cuatro patrones de fisuramiento hidráulico y por ello de familias de láminas de
mortero:
a) La familia principal de láminas paralelas entre sí, en el plano del esfuerzo principal
mayor del sitio. La separación entre ellas depende de la separación entre las
verticales de inyección. Además las láminas en un punto de inyección podrán
empatarse con las de otra vertical coplanar de inyección, cuando queden en un mismo
plano de fisuramiento (Fig. 19.7a).
b) Una familia con láminas de mortero en un arreglo de planos radiales (Fig. 19.7b). Se
puede originar por dos causas: (1) por la existencia de fisuras prismáticas
preexistentes debidas al secado solar, o (2) que ambos esfuerzos horizontales sean
iguales.
603
Manual de Construcción Geotécnica
En general, podría también ocurrir que la dirección de fisuramiento cambie en algún estrato
e incluso que no se desarrolle, y que por ello no se forme la lámina y que sólo se genere un
campo semiesférico. Otra peculiaridad de la inyección es que en estratos permeables se
podrán desarrollar también ocasionales lentes horizontales de mortero.
604
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
605
Manual de Construcción Geotécnica
606
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
a) Morteros de fraguado “rápido” obtenidos con cemento, arena pumítica y algo de cal o
bentonita para controlar que su fraguado no ocurra durante la inyección, además de
aumentar su manejabilidad. Estos morteros tienen fraguado inicial en 10 horas y
endurecen significativamente después de unos 5 días.
b) Mortero de fraguado “lento” obtenidos con cal y algo de cemento, arena pumítica y
aditivos; el tiempo que tardan en endurecer estos morteros endurecen es de 100 a 150
días y conservan siempre la importante característica de la propiedad puzolánica de
la mezcla cal pómez.
En el laboratorio también se ensayó otro modelo con pequeñas columnas de mortero Fig.
19.10, pero se abandonó, porque fue menos consistente.
607
Manual de Construcción Geotécnica
deformables, con una carga de preconsolidación que crece a medida que se incrementa el
espesor de las láminas.
608
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
En la Fig. 19.12 se presenta el modelo de rigidez ponderada, con base en el cual la rigidez
necesaria del mortero de inyección se obtiene conociendo la compresibilidad de la arcilla
natural y la de la arcilla inyectada, obtenidas de ensayes de laboratorio. Asimismo, debe
especificarse la relación entre el volumen de mortero y el volumen de la arcilla inyectada. El
módulo de compresibilidad del mortero se define por aproximaciones experimentales de
dicha relación de volúmenes.
K p (1+R )−K s
Km= (ec. 19.26)
R
609
Manual de Construcción Geotécnica
donde
610
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Se presentaron los conceptos teóricos que explican el fracturamiento de los suelos sometidos
a presión de fluidos. La aparición de fracturas o discontinuidades en el suelo depende del
estado de esfuerzos efectivos de campo así como de la orientación de los esfuerzos
principales efectivos.
Del análisis del cambio de esfuerzos dentro del subsuelo producido por las inyecciones
efectuadas en el subsuelo del Centro Histórico de la ciudad de México, se concluye que:
611
Manual de Construcción Geotécnica
d) Los incrementos de esfuerzo horizontal aumentan la presión de poro dentro del suelo,
comportamiento que inicialmente contrarresta el efecto de la reducción del nivel
piezométrico que da lugar al hundimiento regional.
Los desarrollos teóricos presentados coinciden en señalar que las grietas producidas por el
fracturamiento hidráulico de las arcillas se orientan a lo largo de direcciones
perpendiculares a las de los esfuerzos principales menores. En zonas sometidas a
hundimientos bruscos, estas direcciones resultan ser paralelas a las curvas de igual
elevación o hundimiento que se obtienen en nivelaciones topográficas.
Cuando se aplica una inyección puntual de cierta viscosidad en los suelos finos, éstos
pueden reaccionar de cuatro maneras en función de su permeabilidad, textura, estructura y
estado de esfuerzos de la masa del suelo, de tal forma que puede inducirse: (a)
fracturamiento hidráulico radial al punto de inyección, (b) fracturamiento en un plano, con
una componente principal, (c) desplazamiento volumétrico esferoide y (d) impregnación del
suelo, aunque este último sólo ocurre en suelos muy permeables, Fig. 19.13.
612
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Inyección de impregnación. Este modelo sólo se puede aplicar en suelos muy permeables
como arenas y gravas, en las que el mortero puede penetrar entre las partículas y se puede
hasta saturar a la masa de suelo.
Es importante aclarar que la inyección de morteros fluidos para crear por fracturamiento
hidráulico en la masa de suelo las láminas de mortero rígido o semirígido es un
procedimiento que se puede aplicar sin restricciones. En México se utilizó desde 1875 y en
1910 se adoptó para el actual Palacio de Bellas Artes, aunque sin comprender que lograron
ese efecto. Actualmente en varios países europeos investigan ese tipo de inyección e incluso
han generado procedimientos protegidos con patentes.
TGC ha desarrollado una patente para la peculiar geometría de núcleos y láminas que se
describe más adelante, así como un procedimiento para inducirla en la masa de suelo.
613
Manual de Construcción Geotécnica
Descripción. Se trata de una estructura más compleja que las anteriores compuesta por
familias de láminas paralelas de mortero con espesor de milímetros a centímetros,
complementadas o reforzadas con núcleos cilíndricos de mortero cuyo diámetro es de unos
10 cm a 30 cm y cuyo eje vertical coincide con el de inyección, Fig. 19.14. La fabricación de
los núcleos se hace dentro de una perforación previa de diámetro menor, el mortero se
introduce a presión dentro de una funda geotextil permeable de poliéster, la cual al inflarse
contra las paredes de la perforación se conforma condicionada por la rigidez lateral de cada
estrato del subsuelo, Fig. 19.14.
Fig. 19.14, Núcleo con láminas laterales de mortero inyectado (geometría TGC)
Para inyectar el subsuelo arcillosos de un cierto sitio se debe empezar por verificar que se
puede injertar en el subsuelo una estructura de láminas de mortero mediante el
fracturamiento hidráulico en los estratos de arcilla; dado que cada caso es
fundamentalmente diferente y por ello siempre se debe iniciar con una etapa experimental.
614
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
volumen requerido para formar la estructura de mortero; (b) viscosidad del mortero; (c)
presión que se debe aplicar a las distintas profundidades y (d) tiempo de operación. La etapa
inyección preliminar debe servir para evaluar los siguientes parámetros:
Control del volumen, viscosidad y tiempo. En esta prueba se miden los tiempos para
inyectar un cierto volumen de mortero dentro del subsuelo, a una profundidad dada, lo que
constituye un dato muy importante en la planeación de un proyecto de inyección.
Los morteros para la inyección de arcillas blandas deben ser estables y su compresibilidad y
resistencia al corte controlables, también deben tener un sangrado mínimo y además deben
ser bombeables. Los materiales que los integran son: Cemento Portland Ordinario (CPO-
NMX-C-414) o bien Puzolánico (CPP), cal hidráulica, arenas de distintas rocas,
preferentemente pumíticas por su capacidad puzolánica y por que su baja densidad facilita
la estabilidad de los morteros durante la preparación, bombeo e inyección.
Las mezclas ensayadas fueron: (a) tres tipos de morteros agua-cemento con: arena pómez,
arena andesítica y arena pómez mas bentonita; (b) morteros de cal con arena pómez y
615
Manual de Construcción Geotécnica
Viscosidad. Este parámetro controla la fluidez de los morteros para asegurarse que sean
bombeables. Las viscosidades se midieron con el cono de Marsh con el cual se determinó que
las mezclas con viscosidades superiores a 120 segundos no pueden bombearse, lo cual
confirma las conclusiones de Jones
(1963). También se encontró que las
viscosidades óptimas se encuentran
entre 60 y 80 seg. Con respecto a las
mezclas que contienen bentonita, se
estableció como regla práctica que el
contenido máximo de ésta para
obtener mezclas manejables en
campo, es de 6 %.
616
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Los resultados de los primeros ensayes permitieron concluir que la edad de las mezclas es
un factor importante que influye en los resultados obtenidos, los cuales variarán en cada
caso, si la misma mezcla se prueba a 7, 14 ó 28 días después de elaborada.
1
Km = (ec. 19.27)
mv
617
Manual de Construcción Geotécnica
Con respecto a la resistencia de los morteros se deberá considerar que los que contienen
cemento y cal alcanzan su máxima resistencia a los 6 meses mientras los de cemento y
bentonita la alcanzan a los 28 días.
618
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Conclusiones. Por sus características físicas y propiedades mecánicas, los morteros que se
recomienda utilizar en la inyección de las arcillas blandas, con la finalidad de reducir su
compresibilidad, pueden ser elaboradas con cemento, cal, arena pómez y cemento, bentonita
y arena pómez. Los primeros tienen ventaja sobre los segundos debido a su propiedad
puzolánica que les permite aceptar mayores deformaciones sin disminuir su resistencia. En
cuanto a su resistencia máxima, se alcanza a edades del orden de 6 meses que en algunos
casos puede ser compatible con el objetivo de reducir la compresibilidad a largo plazo. Los
morteros a base de cemento, bentonita y arena pómez adquiere su resistencia máxima a 28
días de edad.
19.5.1 Alcance
619
Manual de Construcción Geotécnica
Modelo del suelo. Está constituido por un estrato de 38 m de espesor, 15 m de ancho, con
frontera inferior fija y fronteras laterales deslizantes, Fig. 19.18; la resistencia al corte del
suelo se modeló con un valor de 0.5 kg/cm2 en la superficie y el cual se incrementa
linealmente con la profundidad a razón de 0.05 kg/cm2 por metro, con un módulo de rigidez
constante de 10 kg/cm2 correspondiente a un módulo de compresibilidad de 0.1 cm2/kg.
En la Fig. 19.19 se presentan los resultados obtenidos; las abscisas representan la distancia
horizontal entre el centro del núcleo y cualquier punto X ubicado a lo largo de la superficie
de la malla, normalizada respecto del radio del núcleo. En las ordenadas se presenta el
asentamiento resultante para cada En/Es normalizado respecto del asentamiento máximo
que sufriría el depósito sin el núcleo de mortero.
Se observa que la reducción del asentamiento es máxima en el núcleo (X/r ≤ 2): para la
relación En/Es = 10 el asentamiento total se reduce en un 4%; en la de En/Es = 100 el
asentamiento se reduce en 14% y para En/Es = 1000 el asentamiento se reduce en un 34%.
Asimismo, el modelo permite establecer que la influencia del núcleo cilíndrico decrece
rápidamente con la distancia; a dos veces el radio del pilote, la reducción inducida es del
orden de 1, 6 y 16% para las relaciones En/Es mostradas. La limitación del análisis
axisimétrico en un programa bidimensional es que solo se puede analizar rigurosamente un
núcleo.
620
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
621
Manual de Construcción Geotécnica
622
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
El modelo se sometió a dos condiciones de carga: la primera con una sobrecarga superficial
de 10 t/m2, del mismo orden de magnitud del abatimiento piezométrico, Fig. 19.21, y la
segunda se realizó aprovechando la capacidad del programa empleado para considerar un
abatimiento de nivel freático dentro de la masa de suelo equivalente a 10 m de columna de
agua, Fig. 19.22.
623
Manual de Construcción Geotécnica
624
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Fig. 19.22, Láminas bidimensionales de 7.5 cm de espesor con abatimiento del nivel freático
625
Manual de Construcción Geotécnica
Caso b. Restricción de asentamientos por abatimiento del nivel freático. En la Fig. 19.24 se
observa que en el modelo con abatimiento del nivel freático de 10 m, para láminas
separadas 3 m con una relación de En/Es = 10 el asentamiento sólo se reduce en un 4%,
mientras que cuando En/Es = 1000 el asentamiento se reduce en promedio del orden del
40%. Asimismo, la figura muestra que para láminas separadas 1.5 m, el asentamiento se
reduce al 7% del total cuando En/Es = 10; para la misma separación y con En/Es = 1000 el
asentamiento se reduce al 45 %.
Comparación de los casos. Se advierte una diferencia importante, así para la sobrecarga
superficial es mayor el gradiente de la pendiente de la deformación en la zona de suelo entre
láminas, que la que resulta con el abatimiento del nivel freático, la cual se observa más
suave.
626
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Fig. 19.5.7 Restricción de asentamientos debida a láminas flotantes (abatimiento del NAF)
Comparación de los modelos. Para las láminas flotantes, el asentamiento se reduce entre 22
y 30% dependiendo del porcentaje de inyección; para las apoyadas en la Capa Dura se
observa en una reducción del 25 al 36% dependiendo del volumen inyectado.
Para evaluar la disminución que se puede lograr del asentamiento debido al abatimiento del
nivel freático, en la Fig. 19.27 se recopilan los resultados de las reducciones de deformación
logradas con láminas apoyadas y flotantes, para las relaciones de módulos de rigidez de 10,
100 y 1000 y con porcentajes de inyección igual al 4%. Para la relación de módulos de 10, la
influencia teórica es poco significativa, mientras que la eficiencia mejora notablemente para
relaciones de módulos hasta de 300, con los cuales se logran reducciones de deformación del
40 %; asimismo, en esta gráfica se observa que las láminas mejoran su trabajo al estar
apoyadas en la Capa Dura.
627
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 19.25, Láminas bidimensionales de 7.5 cm de espesor con abatimiento del NAF
apoyadas en la capa dura
628
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
19.5.4 Conclusiones
Comparando las Figs. 19.20 y 19.23 se deriva que las láminas de mortero pueden ser más
eficientes que los núcleos de mortero para reducir las deformaciones.
Tanto para los núcleos como para las láminas con las separaciones consideradas, el
parámetro fundamental para la reducción de asentamientos es la relación de módulos
En/Es.
De la Fig. 19.27 se deduce tentativamente que la rigidez del mortero de las láminas
incrementa la capacidad de reducir las deformaciones del suelo; con relaciones de módulos
hasta del orden de 300 y que morteros más rígidos parecen innecesarios. Esta conclusión
teórica coincide razonablemente con el concepto de rigidez ponderada que se describe en el
inciso 19.2.9.
El programa Plaxis es una poderosa herramienta para el análisis numérico, sin embargo
carece de la capacidad de simular la presencia conjunta de núcleos y láminas en la masa de
suelo, por lo que la suma de sus efectos no puede ser por ahora demostrada teóricamente y
queda a la espera de estudios posteriores con técnicas de análisis tridimensional de
esfuerzos.
Aunque este análisis no es concluyente, permite inferir que las láminas de mortero pueden
reducir hasta el 40 % del hundimiento y que los núcleos, como lo demostró Auvinet, pueden
conducir a reducir significativamente los hundimientos diferenciales; se puede entonces
imaginar que el conjunto de láminas y morteros tengan mayor potencialidad para mejorar el
629
Manual de Construcción Geotécnica
comportamiento de subsuelos blandos para conseguir que sus hundimientos sean más
uniformes.
Las limitaciones de estas herramientas teóricas orillaron a reconocer que únicamente casos
de inyección experimental seguidos con el Método Observacional son la única manera de
demostrar la eficiencia conjunta de láminas y núcleos en la reducción de la deformabilidad
del subsuelo.
Antecedentes. El Teatro Nacional diseñado por Adamo Boari, actual Palacio de las Bellas
Artes, desde el inicio de su construcción en 1904 se advirtió que se hundía; se sabe que
construida la plataforma de cimentación, se asentó diferencialmente 7.3 cm. Para el año de
1907 estaba casi concluida la estructura metálica, las mediciones mostraron que ya tenía
inclinación al Poniente, “lo que hizo necesario reforzar los cimientos de ese lado”. Boari dió
la siguiente explicación: "En ese año la plataforma se inclinó hacia el Suroeste; algunos
meses después varió la inclinación hacia el Noroeste y desde entonces sigue esa dirección".
630
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
631
Manual de Construcción Geotécnica
2ª Campaña de inyección de 1912. Se llevó a cabo entre mayo y agosto de 1912, esta vez
los puntos tratados se ubicaron en ambos lados oriente y poniente, se utilizaron 908 t de
cemento. En cuanto a la evolución de la construcción del Teatro, a partir de 1912 y hasta
1916 casi no progresa por problemas políticos, pero afortunadamente se siguieron las
nivelaciones topográficas.
Comentarios sobre estas inyecciones. El total de cemento inyectado hasta 1913 fue de
2,475 t y 535 m3 de lechada de cal grasa (Barocio y Alvarez 1921), posiblemente se usaron
3712 m3 de agua, lo cual implica que el volumen de lechada de cal fuera 21.6 l/m3, en vez de
los 20 proyectados. En la Fig. 19.29 se define que el total de sacos de cemento fue de 60,649
unidades, es decir, 3,032 t de cemento, valor que supera en 457 t al consignado en los
informes.
632
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
La distribución de las inyecciones realizada en los años 1910 a 13 se aclara en la Fig. 19.30,
copiada de una original de Boari de abril de 1911, en donde se advierte que hubo 48 puntos
de inyección, lo cual difiere de los 39 que se cita en varios de los documentos.
Inyección experimental de 1921. Los ingenieros Alberto Barocio y Luis Alvarez Varela
elaboraron un excelente informe técnico, que empieza por una revisión de los efectos de las
primeras inyecciones con cemento desleído, del cual obtuvieron muestras con un tubo
dentado (Barocio y Alvarez 1921). La dosificación de la mezcla experimental inyectada al
subsuelo fue 100 l de arena de las minas de Tacubaya, menor de la malla Nº 20, 50 l de
arcilla de "lama de río", 50 l de pasta de cal grasa apagada y 75 l de agua.
Realizaron pruebas de inyección en dos sitios, del lado Oriente y del Poniente, empleando
los inyectores Canniff; desgraciadamente, no describen su funcionamiento. Fueron colocados
a percusión entre 3.5 a 12 m de profundidad, se aplicaron presiones de hasta 120 lb/pulg2;
llama la atención que, para demostrar la influencia del trabajo, recurrieron a hacer pruebas
de penetración dinámica hincando pilotes de madera con una masa de 669 kg, con altura de
caída de 3 m.
Su análisis de esfuerzos los lleva a concluir que las cargas generan asentamientos en la
"capa líquida de 12 m de espesor”; de sus pruebas de laboratorio deducen que es
indispensable inyectar 3802 m3 para "consolidar" cada metro superficial. La superficie la
633
Manual de Construcción Geotécnica
dividen en dos partes: la comprendida entre la ataguía y la plataforma del cimiento, con
ancho medio de 3 m, la estiman en 5127 m2 y la faja perimetral, externa a la ataguía, de 10
m de ancho, la estiman en 9224 m2 (con las dimensiones del entorno no se confirman estos
valores). En cuanto a la dosificación de la lechada que proponen se utilice, mantienen los
100 kg de arena, los 50 l de arcilla, para la cal proponen 50 l en polvo, sobre el agua no dan
ninguna indicación.
La relación del volumen inyectado, corregido por la pérdida de volumen del mortero
(sangría), al volumen de suelo modificado es del orden de 5.6%. Este aspecto deberá ser
investigado para definir el porcentaje óptimo de mortero que modifica el comportamiento de
los suelo del Valle de México.
En cuanto al peso del mortero inyectado con relación al del edificio de 87,450 t, resulta del
15% de la magnitud de la masa de suelo, que indudablemente generó algún incremento en
los hundimientos, considerando que se incrementaron los esfuerzos aplicados en 0.8 t/m2.
634
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Comportamiento logrado. En la Fig. 19.31 se muestran los hundimientos hasta 1925, así
como las fechas en que se realizaron las campañas de inyección. Desafortunadamente, la
información de los años de 1925 a 1930 no se ha localizado, fechas en que se incrementaran
nuevamente las cargas que se aplican al suelo. En esa figura se destaca que en 1909 la
columna Suroriente Nº 14 tenía la menor velocidad de hundimiento, de 15.7 cm/año,
mientras que la Norponiente Nº 191 lo hacía a 42.9 cm/año, el diferencial de 27.2 cm/año
causó la alarma que motivó la decisión de inyectar el subsuelo del Teatro.
Antecedentes. Se trata de un edificio de la UNAM ubicado en la ladera Sur del Peñón del
Marqués, volcán que emerge al oriente de la Ciudad de México; este edificio de dos pisos con
largo de 44.2 m y ancho de 7.2 m sufrió un proceso de hundimiento diferencial, acumulando
en algo menos de 20 años un asentamiento diferencial de 101 cm como se ilustra en la Fig.
635
Manual de Construcción Geotécnica
19.32.a; su desplome en el eje corto era de 4.2% y en el largo de 1.8%, valores tan altos que
se había tomado la decisión de demolerlo. Sin embargo, el Dr. Fernando López Carmona
propuso tomarlo como un proyecto experimental que empezó por devolverlo a la vertical.
Mediante la subexcavación de su cimentación, se corrigió hasta dejarlo en la condición de la
Fig. 19.32.b. Después se procedió a inyectar su subsuelo para demostrar la validez de la
inyección del subsuelo.
636
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
637
Manual de Construcción Geotécnica
638
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
639
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 19.36, Inyección del subsuelo de Catedral, Etapa 1ª, sep 98 a sep 99,
Etapa 2ª, mayo a julio 2000
640
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Las perforaciones necesarias para realizar la inyección implicaron atravesar los espesores
del pedraplén, de los rellenos arqueológicos y de la costra superficial, para después
profundizar en las arcillas de la Formación Arcillosa Superior hasta encontrar la Capa
Dura; esas perforaciones se practicaron desde la superficie en los atrios y desde sótanos y
criptas. En cuanto a las técnicas de perforación e inyección, se aplicaron las más adecuadas
a las condiciones que imponen las estructuras y su subsuelo. En la Fig. 19.37 se muestra un
núcleo y sus láminas laterales y también un esquema de una familia de láminas con sus
núcleos laterales.
641
Manual de Construcción Geotécnica
Nivelaciones topográficas. Se llevan a cabo con nivel de precisión en los 337 puntos de
control distribuidos en toda el área del monumento; en la Catedral y Sagrario se nivelaron
los plintos de las columnas, las pilastras o muros de las capillas y también los muros
exteriores. En las nivelaciones siempre se hace coincidir la curva cero con la referencia
histórica punto C-3 localizado en el Ábside ubicado al costado poniente del Altar Mayor,
obteniendo así movimientos diferenciales con respecto a este punto. Todas se refieren al
banco de nivel profundo instalado 100.4 m bajo la superficie, BNP-100; por ello, los
movimientos registrados son la combinación de los provocados por el hundimiento regional y
los inducidos por las acciones antes mencionadas.
Conclusión. De la comparación de las Figs. 19.37a y 19.37b, se puede decir que la inyección
de morteros en el subsuelo ha modificado el patrón de velocidades de hundimiento y que el
cambio ha sido benéfico para las estructuras ya que se logró que dicha velocidad
disminuyera hasta en un 70% en la esquina Nororiente y en 85% en la esquina Surponiente.
Por otro lado, el diferencial máximo entre el centro y la esquina nororiente de la Catedral
bajó de 19 a 7mm/año lo que equivale a una disminución del 73%. En el Sagrario se aprecia
que los efectos benéficos de la inyección son aún más notorios ya que de los 16 mm/año que
presentaba la esquina suroriente en 1991, pasó a 8 mm/año en este año lo cual equivale a
una reducción del 50%.
642
Fig. 19.38, Comparación de velocidades de Hundimiento anual
643
Inyecciones por fracturamiento hidráulico
Manual de Construcción Geotécnica
Reconocimientos
Referencias
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646
Manual de Construcción Geotécnica
Parte V
20.1 Introducción
En algunos casos puede requerirse excavar en sitios en donde existe un estrato permeable
bajo otro estrato prácticamente impermeable; en esos casos, si no se alivia la presión
excesiva, puede presentarse la falla de fondo por subpresión.
El abatimiento del nivel freático también puede ser utilizado para incrementar la presión
efectiva del suelo, disminuyendo la expansión que se presentará por descarga durante la
excavación, lo que puede resultar muy importante en sitios como la zona de Lago de la
ciudad de México.
El agua del suelo debe manejarse por medio de un sistema de bombeo adecuado al tamaño y
profundidad de la excavación, a las condiciones geológicas del sitio y a la secuencia
estratigráfica de cada lugar.
En este capítulo se describen los principales aspectos relacionados con el abatimiento del
nivel freático, como parte del procedimiento constructivo. Primero se presentan aspectos
teóricos relacionados con el tema; posteriormente se describen aspectos prácticos, como
ayuda para determinar el sistema de bombeo adecuado y su diseño; finalmente, se detallan
casos prácticos que incluyen las condiciones extremas de abatimiento del nivel freático en
arenas limpias y el manejo del agua en un sitio donde predominan los estratos arcillosos.
La permeabilidad representa la rapidez con la que el agua se mueve a través del suelo bajo
gradiente hidráulico unitario. Es así cómo dependiendo de la permeabilidad puede
requerirse bombear un volumen importante de agua en suelos muy permeables como gravas
y arenas, o un volumen de agua mínimo en suelos poco permeables como las arcillas.
647
Manual de Construcción Geotécnica
Q
v= (ec. 20.1)
A
Ap= n A
νp Ap = ν A
Por lo tanto:
v
νp =
n
En suelos granulares, el valor de n varía de 0.3 a 0.5, por lo que νp > v. El valor de νp
representa una velocidad media en los poros.
Para flujo laminar, de acuerdo con la ley de Darcy, se tiene (Fig. 20.1)
ν= k i (ec. 20.2)
∂h
i = (ec. 20.3)
∂l
Yw
k = K
η
648
Abatimiento del nivel freático para la construcción
649
Manual de Construcción Geotécnica
Así puede establecerse la condición de continuidad del flujo bidimensional (esto es, qz = 0):
∂k x ∂k y
= =0 (permeabilidad constante)
∂x ∂y
∂ 2ψ ∂ 2ψ
∆q = ∆qx + ∆qy = ( k x + k y )dx dy dz
∂x2 ∂y 2
donde
∂Vw dx dy dz ∂ (S r e )
∆q = = (ec. 20.4)
∂t 1+ e ∂t
∂2ψ ∂2ψ
kx + k y =0 (ec. 20.5)
∂x 2 ∂y 2
El flujo de agua en un caso particular está gobernado por la ecuación (ec. 20.4), que con el
tiempo tenderá a las condiciones de flujo establecido dadas por la ecuación (ec. 20.5).
Para efectos de comparación, en la tabla 20.1 (Powers, 1981) se presentan los valores típicos
del coeficiente de permeabilidad tanto de suelos granulares, como de suelos finos y de
mezclas de éstos.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la mayoría de los depósitos de suelo presentan
cierta estratificación con capas de mayor o menor permeabilidad, en general con una
orientación prácticamente horizontal. Por tanto, se puede esperar en los suelos un
comportamiento anisotrópico, en los que la permeabilidad en sentido horizontal es
sensiblemente mayor que en el vertical. La anisotropía del suelo resulta determinante en
problemas de abatimiento del nivel freático, lo cual debe considerarse en los estudios y
pruebas que se realicen para evitar cometer errores serios.
650
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Suelo k, cm/s
Grava uniforme (GP) 0.2 a 1 ó más
Grava bien graduada (GW) 5 x 10-2 a 0.3
Arena uniforme (SP) 5 x 10-3 a 0.2
Arena bien graduada (SW) 10-3 a 0.1
Arena limosa (SM) 10-3 a 5 x 10-3
Arena arcillosa (SC) 10-4 a 10-3
Limo (ML) 5 x 10-5 a 10-4
Arcilla (CL) 10-6 a 10-8
Arcillas coloidales (CH, OH) 10-8 a 10-10
El ingeniero de cimentaciones debe conocer las condiciones de la presión del agua en el suelo
para un proyecto particular y definir las zonas en donde es previsible que ocurran fuerzas de
filtración significativas. Con objeto de resolver el problema analíticamente, es necesario
conocer la posición de las líneas de filtración y la variación del potencial hidráulico que se
presenta en el agua que fluye siguiendo esas líneas de corriente. Para los problemas que
puedan resolverse considerando el flujo como bidimensional, es posible obtener una solución
razonable para fines prácticos, que proporciona resultados satisfactorios (Cedergren, 1968).
Si se consideran dos líneas de corriente que limitan un canal de flujo en el sistema, se puede
establecer que la descarga en ese conducto es constante. Asumiendo que el problema en
estudio se reduce a dos dimensiones, entonces las líneas de corriente pueden ser
representadas por la siguiente ecuación general:
Φ = f 1 ( x, y ) (ec. 20.6)
Donde x e y son las coordenadas de referencia; se obtiene una curva para cada valor
determinado de Φ, que representa una línea de flujo. Por otra parte, una superficie
equipotencial es una superficie de igual nivel piezométrico que puede definirse por medio de:
donde z representa la altura del punto sobre el plano de referencia horizontal y h es la carga
piezométrica para ese punto respecto de la superficie equipotencial. Entonces, a lo largo de
la línea equipotencial el valor de Ψ es constante, es decir, el lugar geométrico de los puntos
de igual nivel piezométrico representa una línea equipotencial. La ecuación de la familia de
líneas equipotenciales puede representarse con la siguiente ecuación:
ψ = f 2 ( x, y ) (ec. 20.8)
en la cual, para cada valor constante de Ψ, se obtiene una curva que representa a una línea
equipotencial para la sección transversal considerada.
651
Manual de Construcción Geotécnica
Suelo isótropo. También puede demostrarse por consideraciones físicas y matemáticas que
las funciones f1 y f2 resultan ortogonales entre sí, es decir, la familia de líneas de flujo
resulta perpendicular respecto de la familia de líneas de igual nivel piezométrico; esto
resulta válido sólo cuando las ecuaciones de Laplace se cumplen por dichas funciones y la
masa de suelo es isótropa.
Considérese la Fig. 20.3, en la que se muestra una familia de líneas de flujo perpendiculares
a líneas equipotenciales en un suelo isótropo; en la red de flujo la caída de carga
piezométrica ∆ h es constante; entre dos canales de flujo y dos líneas equipotenciales se
define cada pareja de líneas de flujo, entre las cuales se presenta un mismo gasto.
Una red de flujo como la mostrada en la Fig. 20.3 y trazada según lo indicado en el párrafo
anterior resulta formada por rectángulos curvilíneos. La magnitud de la descarga para cada
uno de los canales resulta:
652
Abatimiento del nivel freático para la construcción
∆h ∆h ∆h
∆q = k S1 = k S 2 ..... = k Sn (ec. 20.9)
l1 l2 ln
S1 S 2 S
= .... = n (ec. 20.10)
l1 l2 ln
Para facilitar el trazo de las redes de flujo se considera S n/ l n =1, por lo que en ellas se
forman cuadrados curvilíneos. Entonces, al satisfacerse también las condiciones de frontera
de un problema determinado, se obtiene una solución para el flujo en condiciones
hidrodinámicas particulares del caso en análisis. Debe tomarse en cuenta que se han
planteado las siguientes hipótesis:
Ht
∆h =
Np
6) El gasto total correspondiente a una red de flujo, resulta igual al gasto de un canal
multiplicado por el número de canales:
Q = ∆q N f
Una vez trazada la red de flujo, es posible determinar en cada punto, las siguientes
propiedades:
La presión hidráulica: u = γw h
El gradiente hidráulico: i = (Hi/ l ) Np
La velocidad (Darcy) de la corriente en el conducto: ν = k(Hi/ l ) Np
Nf
El gasto: Q = k Ht
Np
653
Manual de Construcción Geotécnica
El coeficiente Nf /Np define el valor característico de la red de flujo; para cada problema
particular se deberá obtener uno y sólo uno de estos cocientes:
Nf
Rc = (ec. 20.11)
Np
Fig. 20.4, Red de flujo para una excavación limitada por tablestacas impermeables
Considerando para el suelo un coeficiente de permeabilidad k = 10-3 cm/s, el gasto por metro
líneal resulta de:
Q = k H t Rc
Q = 53 cm3/s/m
ψ = h+z
Misma que se utiliza para determinar la posible existencia de una falla de fondo por
subpresión.
654
Abatimiento del nivel freático para la construcción
xt
La escala de transformación λ = está dada por:
x
ky
λ=
kx
Llamando k1, k2, k3,…, kn al coeficiente de permeabilidad (horizontal o vertical) y dl, d2,
d3,…, dn al espesor de los diferentes estratos, se llega a las siguientes expresiones (Zeevaert,
1983) de los coeficientes de permeabilidad medios:
∑k d
n
i i
kz = 1
Flujo paralelo a la estratificación
∑d
n
1 i
∑d
n
i
kz = 1
Flujo normal a la estratificación
d
∑k
n i
1
i
Línea de flujo para la superficie libre. En algunos problemas relacionados con excavaciones
es necesario encontrar la posición aproximada de la línea superior de flujo sujeta a la
presión atmosférica; en general, su ubicación es desconocida, pero existen algunos
655
Manual de Construcción Geotécnica
Nf
Q = kh D S0
Np
donde D es el espesor del estrato permeable y las literales restantes han sido previamente
definidas.
656
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Nf
Rc = (ec. 20.10)
Np
Para ilustrar el procedimiento, tomemos como ejemplo un pozo aislado de radio ro que
atraviesa un estrato permeable de espesor Do. La red de flujo correspondiente se muestra en
planta en la Fig. 20.6, en donde se aprecia que tiene un valor característico Rc = 1.6 hasta la
quinta línea equipotencial. Entonces, la descarga es igual a:
Este valor puede ser verificado usando la ecuación 20.A2.5 del Anexo 20.A2, deducida
directamente de la hipótesis de Dupuit, considerando un solo estrato confinado.
6.28
Q= (k D S 0 ) (ec. 20.12)
R0 h
ln
r0
657
Manual de Construcción Geotécnica
6.28
Rc =
R
ln 0
r0
De la Fig. 20.6, para cinco caídas de potencial, Ro/ro = 60, de donde se obtiene
Rc = 1.5
Los resultados obtenidos aplicando el método de la red de flujo a un pozo aislado y los
calculados por medio de la fórmula teórica pueden considerarse equivalentes. Antes de
dibujar la red de flujo, debe estimarse el valor de R0 (ecuación 20.A2.6, Anexo 20.A2) para
establecer la frontera de las líneas equipotenciales.
Considérese el caso de ocho pozos localizados en un área abastecida de agua en las fronteras
A B C D, como se muestra en la Fig. 20.7a, de tal forma que el perímetro del área representa
la frontera de la línea equipotencial. Es decir, el agua tiene en todo el perímetro el mismo
nivel piezométrico. Los ocho pozos de diámetro 2ro están distribuidos como se muestra en
cuatro de ellos en la figura 20.7a, con los restantes dispuestos simétricamente respecto del
eje CD.
El nivel dinámico en todos los pozos es el mismo. El espesor del estrato permeable es Do y el
coeficiente de permeabilidad, kh. De la red de flujo se obtiene para cada pozo de orilla:
8
q= (k h D0 S 0 )
5
5
q= (k h D0 S 0 )
5
q = 10.4 (k h D0 S 0 )
658
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Fig. 20.7, Determinación del radio equivalente aproximado rs para sistemas circulares (b) y sistemas
rectangulares (c)
Se observa que por medio de redes de flujo se pueden resolver problemas relativos a grupos
de pozos, siempre y cuando se determine el valor de Ro correspondiente a la línea
equipotencial de frontera, que se considera permanece sin afectaciones durante el bombeo
realizado en los pozos.
659
Manual de Construcción Geotécnica
Muchos problemas pueden ser analizados suponiendo que el sistema de pozos actúa como un
solo pozo de radio ro (Powers, 1981). Esta aplicación es de gran utilidad para un sistema
circular de pozos con poco espaciamiento entre sí, como se muestra en la Fig. 20.7b.
Los sistemas rectangulares como el de la Fig. 20.7c pueden resolverse como un sistema
circular de área igual a la envolvente de los pozos, de donde resulta:
ab
rs =
π
Otros analistas prefieren considerar que un sistema rectangular actúa como un sistema
circular con el mismo perímetro.
a+b
rs =
π
Los dos criterios producen aproximaciones razonables cuando los pozos se proyectan con un
espaciamiento relativamente pequeño, Ro es sensiblemente mayor que ro y la relación a/b es
del orden de 1.5 ó menor.
1. Disminución de los esfuerzos totales por la descarga de la masa de suelo excavada, que
genera una disminución de esfuerzos efectivos y de la presión de poro; considerando que
se va excavando sin cambio de volumen, existe un efecto de succión.
Se producen así dos gradientes que tienden a disminuir los esfuerzos efectivos debidos a la
succión por descarga y a la diferencia de niveles de agua; conforme pasa el tiempo y
dependiendo de la permeabilidad del suelo y la geometría de la excavación, se desarrolla un
flujo para restablecer la condición hidrostática, durante el cual aumenta el contenido de
agua y disminuyen los esfuerzos efectivos.
El objetivo del bombeo consiste en extraer el agua libre de la masa de suelo mientras
permanezca abierta la excavación, para evitar eventuales condiciones de inestabilidad y
deformaciones excesivas.
660
Abatimiento del nivel freático para la construcción
El estudio geotécnico específico para análisis del sistema de abatimiento comprende las
etapas siguientes:
• Estudios previos
• Exploración complementaria
• Instrumentación
• Ensayes de laboratorio
Los estudios se inician con la recopilación y análisis de la información existente del área en
estudio, que pueda ser de utilidad para conocer las condiciones estratigráficas generales de
la zona, lo cual se complementa con sondeos preliminares si es necesario (Del Castillo,
1978). En cuanto al agua del subsuelo, las siguientes fuentes pueden proporcionar
información de interés.
661
Manual de Construcción Geotécnica
Cuando se prevén problemas con el agua del subsuelo se debe tener atención especial en el
programa de sondeos de detalle. Para determinar las condiciones estratigráficas, se
recomienda en primer término efectuar sondeos de cono mecánico que cubran el área de
interés y las zonas vecinas que puedan tener influencia en el proyecto; con la información
obtenida de estos sondeos, se podrá definir la presencia de posibles capas de materiales
impermeables, que de ser frecuentes indicarán la existencia de acuíferos separados.
Para excavaciones bajo el nivel freático en suelos arcillosos de consistencia blanda a muy
blanda, como los que se tienen en la zona del lago de la ciudad de México (Del Castillo,
1978), el propósito del bombeo es principalmente estabilizar las paredes y el fondo de la
excavación. Es importante detectar la presencia de capas arenosas, ya que en éstas se puede
generar subpresión capaz de provocar la falla del fondo de la excavación.
Son de fundamental importancia las observaciones del nivel de agua durante la perforación
y requieren el conocimiento de los suelos atravesados, los métodos de perforación y las
posibles condiciones hidrológicas.
662
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Los niveles de agua en arcillas tienen poco significado, pero cuando se atraviesan acuíferos
arenosos, es importante anotar la profundidad inicial del nivel del agua y el cambio que
posteriormente se presente, que indicará presión artesiana si se eleva o mantos colgados si,
por el contrario, desciende.
En sondeos efectuados con ademe, éste corta la conexión con el estrato superior y el nivel de
agua observado es representativo únicamente del último estrato muestreado. En sondeos
con máquina rotatoria el efecto del fluido de perforación altera el nivel del agua, sobre todo
si se utiliza lodo bentonítico; aun sin utilizar bentonita, las arcillas naturales mezcladas por
el efecto de las brocas y el agua circulante, pueden formar una capa impermeable en la
pared del pozo que impide medir el nivel real del agua. Si se pretende medir el nivel freático
será necesario lavar el barreno con agua limpia y después esperar a que se estabilice el
nivel.
De lo anterior se desprende que las observaciones del nivel freático efectuadas en las
perforaciones correspondientes a sondeos son poco confiables; por ello, es necesario que al
menos algunos barrenos seleccionados se habiliten como pozos de observación o piezómetros.
El sondeo podrá ser de tipo selectivo, obteniendo únicamente las muestras necesarias para
verificar la estratigrafía y realizar ensayes de laboratorio representativos. El muestreo
continuo sólo se justifica cuando se requiera detectar capas arcillosas cuya posición y
continuidad pueden resultar críticas en el estudio de las condiciones del agua del subsuelo.
20.4.3 Instrumentación
663
Manual de Construcción Geotécnica
a) Instrumentación en arenas
Los piezómetros que se utilizan en suelos arenosos son de tipo abierto y se pueden instalar
en una perforación previa (piezómetro tipo Casagrande) o hincados (punta piezométrica).
664
Abatimiento del nivel freático para la construcción
La celda permeable permite que se defina la altura piezométrica del agua en el acuífero en
que fue instalada; el nivel del agua dentro del tubo vertical se determina con una sonda
eléctrica.
Piezómetro abierto hincado. Está integrado por a) tubo de cobre de 5/8 pulg de diámetro
y 30 cm de longitud, con perforaciones de 5 mm, Fig.20.9, forrado con fieltro permeable, b)
tubo de fierro galvanizado de ¾ pulg de diámetro en tramos de 1.0 m con coples, y c) punta
cónica de acero de 2.7 cm de diámetro con sello temporal de silicón al tubo galvanizado.
665
Manual de Construcción Geotécnica
El nivel del agua dentro del tubo se determina con una sonda eléctrica, cuyas lecturas
resultan muy confiables ya que los piezómetros se instalan sin emplear lodo bentonítico; por
otro lado, la posibilidad de instalarlos manualmente los hace particularmente útiles para
colocarlos en sitios de acceso difícil.
Tubo de observación del nivel freático. Este dispositivo permite determinar la posición
del nivel freático, así como su variación estacional en los períodos de lluvias y sequía;
también permite determinar el abatimiento de este nivel durante una prueba de bombeo o
por el funcionamiento de un sistema de abatimiento.
666
Abatimiento del nivel freático para la construcción
b) Instrumentación en arcillas
Para medir la presión de poro en suelos arcillosos los piezómetros abiertos no son
adecuados, ya que el volumen de agua que debe desplazarse para alcanzar el nivel
piezométrico puede disminuir la presión de poro y obtenerse una lectura baja.
Sin embargo, si para evitar subpresión con la arcilla el abatimiento se realiza en un estrato
arenoso intercalado, en este último se deben instalar piezómetros abiertos para conocer la
presión durante la excavación.
Para medir la presión de poro en arcillas deben utilizarse piezómetros neumáticos, que
permiten medir directamente la presión que ejerce el agua sobre una membrana o
diafragma; como el volumen de agua que se requiere para activar la membrana es muy
reducido, su tiempo de respuesta es corto.
En la Fig. 20.12 se muestra un piezómetro neumático en el que el sensor está formado por
dos piezas cilíndricas de acero inoxidable unidas con 6 tornillos de ¼ pulg; ambas piezas
aprisionan perimetralmente la membrana flexible de acero inoxidable de 0.002 pulg de
espesor. El procedimiento de instalación es similar al indicado para piezómetros abiertos
instalados en perforación previa. La presión que ejerce el agua en la membrana se
determina equilibrándola con aire, valiéndose de un sistema con presión controlada.
667
Manual de Construcción Geotécnica
Los piezómetros neumáticos son instrumentos delicados cuya instalación y operación debe
encomendarse a personal cuidadoso debidamente entrenado.
Con las muestras obtenidas durante la exploración en los sondeos de muestreo selectivo se
programan los siguientes ensayes:
A todas las muestras obtenidas se les efectúa una clasificación detallada, anotando los datos
que puedan servir para distinguir entre diversas formaciones geológicas como: color,
textura, forma de los granos, minerales identificables, etc. Estos ensayes sirven para definir
las condiciones estratigráficas.
668
Abatimiento del nivel freático para la construcción
En general, en los suelos arcillosos la permeabilidad es menor de 10-6 cm/s por lo que en
ocasiones resulta impráctico efectuar ensayes en permeámetros de carga variable en
muestras de estos suelos; sin embargo, el coeficiente de permeabilidad de los suelos finos
puede obtenerse indirectamente por medio de ensayes de consolidación unidimensional de
acuerdo con la ecuación 20.A1.1 del Anexo A1, con los inconvenientes anteriormente
señalados.
Información básica. Una prueba de bombeo es parte del estudio geotécnico y para su
programación debe tenerse un conocimiento completo de las condiciones estratigráficas
determinadas con los sondeos, de los niveles de agua y de los resultados de ensayes de
laboratorio. Asimismo, debe contarse con toda la información disponible respecto de
abatimientos previos realizados en el área, de pozos para abastecimiento de agua, o de
hidrología de superficie.
669
Manual de Construcción Geotécnica
El pozo deberá penetrar todos los estratos que afectará el bombeo durante el abatimiento.
Ocasionalmente, cuando están involucrados distintos acuíferos pueden realizarse dos
pruebas diferentes, una en el acuífero superior y otra en el inferior, en pozos
independientes.
El instrumento más cercano debe colocarse de 3 a 6 m desde el pozo para poder analizar la
eficiencia del bombeo; el tubo de observación más alejado puede ubicarse dentro de un 30%
de la distancia anticipada del radio de influencia. Cuando están involucrados varios
670
Abatimiento del nivel freático para la construcción
acuíferos, además de los tubos de observación deben instalarse piezómetros con sellos de
bentonita adecuados.
Cuando se prevé la influencia de zonas de recarga del acuífero o de barreras que lo limitan
puede ser necesario instalar varias líneas de instrumentos.
La elevación de los niveles de agua en el pozo de bombeo y en los tubos de observación deben
referirse a un mismo banco de nivel.
1.35 × 10 5 r 2 C s
tb = (ec. 20.13)
T
donde:
r distancia del pozo de bombeo al pozo de observación considerado (pies)
T transmisibilidad del acuífero, en galones/día/pie
Cs coeficiente de almacenamiento; normalmente, para acuíferos libres, es el
orden de C s = 0.2 y para acuíferos confinados varía de 0.0005 a 0.001.
Debe tomarse en cuenta que la relación propuesta por Walton es aplicable a un acuífero
ideal.
En condiciones normales el tiempo de abatimiento requerido varía desde unos minutos para
acuíferos confinados hasta varios días para acuíferos abiertos. Para fines de diseño, un
período de prueba usual es de 24 horas para acuíferos confinados y de 7 días para acuíferos
abiertos. El tiempo de prueba necesario debe definirse durante la ejecución, mediante
análisis de gráficas de los datos de abatimiento realizadas conforme avanza la prueba.
El bombeo puede ser suspendido cuando se alcanza una condición de equilibrio; sin
embargo, en ocasiones se presentan equilibrios aparentes en un acuífero abierto, por efecto
de respuesta lenta del agua almacenada, en cuyo caso la prueba debe continuarse hasta que
se alcance el equilibrio real.
Después de suspender el bombeo, deben registrarse los niveles del agua en los instrumentos
durante la recuperación hasta que el análisis de las gráficas respectivas indique que es
suficiente con la información registrada. Para fines de planeación, los datos de recuperación
son significativos aproximadamente durante un lapso del 60% del tiempo de bombeo.
671
Manual de Construcción Geotécnica
Gasto de extracción de prueba. El gasto extraído del pozo debe ser suficiente para
producir un abatimiento adecuado para los análisis; asimismo, el gasto debe permanecer
constante durante la prueba. Es una buena práctica seleccionar un gasto de prueba
significativamente menor que la capacidad total del pozo; normalmente el gasto de prueba
se define por medio de una prueba preliminar de corta duración, durante la cual se calibra
la bomba.
Además de las lecturas, deben anotarse las condiciones de flujo y otras observaciones
importantes, como los niveles de ríos, lagos u otros cuerpos de agua cercanos; también la
altura de lluvia si se espera rápida infiltración y cualquier otra actividad en el área que
afecte la prueba.
Con los datos obtenidos durante la prueba, debidamente ordenados, se preparan gráficas en
papel semilogarítmico, con el tiempo en la escala horizontal (log) y el abatimiento o la
recuperación en la escala vertical (aritmética) Debe anotarse en la misma gráfica cualquier
observación registrada durante la prueba, de tal manera que puedan interpretarse los
efectos ajenos a la misma. De la gráfica se seleccionarán los lapsos más representativos para
obtener el gasto y la permeabilidad media de acuerdo con la fórmula teórica correspondiente
con las condiciones del acuífero en estudio.
Las fórmulas en general corresponden con un acuífero ideal, para el cual las gráficas
semilogarítmicas abatimiento–tiempo para un gasto constante deben resultar
prácticamente rectas; cualquier divergencia del acuífero real de uno ideal resulta en curvas
con forma distorsionada, con cambios de pendiente o con desplazamientos hacia arriba o
hacia abajo respecto de la recta ideal.
Si los cambios en las curvas obtenidas respecto a los de un acuífero ideal son muy
importantes, se pueden cometer errores severos, de hasta un orden de magnitud, en la
interpretación de los resultados; sin embargo, con un análisis cuidadoso de las gráficas, los
parámetros para el diseño del abatimiento pueden deducirse con precisión suficiente.
672
Abatimiento del nivel freático para la construcción
pruebas de bombeo. Gráficas de este tipo pueden servir para una interpretación más
cercana a la realidad, obteniéndose así parámetros más confiables.
Fig. 20.14, Curvas de abatimiento δ vs. log del tiempo t, en un acuífero confinado que muestra el
efecto de una recarga y de una frontera (Barrera)
En el caso de la recarga, la gráfica de la Fig. 20.14 empieza como una recta y continúa como
una curva hacia arriba, que tiende al equilibrio; la curva ideal corresponde con una prueba
teórica que utiliza valores de T = 50,000 gal/día/pie; Q = 500 gal/min, Cs = 0.001 y r = 100
pies, donde T , C s y r fueron se definen en la ecuación 20.13.
Fig. 20.15, Curvas de abatimiento δ vs. log del radio r, que muestra
el efecto de una recarga (acuífero confinado)
673
Manual de Construcción Geotécnica
también arriba de la curva ideal (como el la Fig. 20.14), pero en este caso la curva
mencionada primero resulta prácticamente recta; el coeficiente de almacenamiento C s es
igual a 0.02, que es un valor anormalmente alto para un acuífero confinado. La Fig 20.16 es
una gráfica de recuperación de la misma prueba.
Fig. 20.16, Curvas de recuperación δ vs. log de tiempo t’, que muestra el efecto de una recarga y de
una frontera en forma de una barrera (acuífero confinado)
En las Figs. 20.14 a 20.16 también se ilustran las desviaciones típicas en las gráficas, que
indican el efecto causado por la presencia de barreras que afectan las condiciones de
frontera.
Fig. 20.17, Curvas de abatimiento δ vs. log del tiempo t’ (acuífero libre)
674
Abatimiento del nivel freático para la construcción
En la Fig. 20.18 se muestra la distorsión causada por el mismo efecto en una gráfica
distancia–abatimiento. La prueba que genera las gráficas de las Figs. 20.17 y 20.18
corresponde a Q = 500 gal/día, K = 500 gal/día/pie2, H = 100 pies y Cs = 0.1.
Fig. 20.18, Curvas de abatimiento δ vs. log del radio r (acuífero libre)
En comparación con la complejidad del comportamiento del suelo y del agua subterránea,
una bomba es un dispositivo mecánico relativamente sencillo, cuyo comportamiento debe ser
predecible y confiable. Aun cuando muchas de las dificultades en los trabajos de abatimiento
pueden ser atribuidas a las bombas, ello se debe en general a usos equivocados, a
instalación inapropiada, o bien a operación o mantenimiento inadecuados. Es de gran
utilidad para los ingenieros relacionados con abatimiento del nivel freático compenetrarse
en la teoría y aplicaciones de las bombas para evitar estos problemas.
En general, las bombas para abatimiento se deben seleccionar con capacidad mayor que la
de trabajo normal, así como para el agua de lluvia que llega a la excavación. Para el uso
específico de abatimiento del nivel freático en excavaciones se han desarrollado varios tipos
de bombas; las principales se describen brevemente a continuación.
Bombas sumergibles (tipo-becerro). Este tipo de bomba ha ganado gran aceptación por las
ventajas que ofrece en el manejo de agua de cárcamos o pozos poco profundos. Existen en el
mercado unidades con potencia desde una fracción hasta más de 100 HP para corriente
directa o trifásica. El motor sumergible es sellado y usualmente funciona dentro de aceite.
La mayoría de los modelos se diseñan para manejar pequeñas cantidades de sólidos en
suspensión, pero si el agua contiene cantidades significativas de arena angulosa, se produce
una abrasión rápida de los impulsores y los difusores, produciendo pérdida de su capacidad,
675
Manual de Construcción Geotécnica
o daño en el sello o en el propio motor; por ello, se recomienda construir adecuadamente los
cárcamos o pozos correspondientes.
Este tipo de bombas es de baja eficiencia (50 a 60% es común); las unidades son robustas y
por lo tanto requieren pozos de gran diámetro (de 50 cm o mayores).
Bombas de pozos-punta (well point). Estas bombas constan de una unidad centrífuga para
bombear el agua, una unidad de vacío para impulsar el aire y una cámara con válvula
flotante para separar el aire del agua. La bomba de vacío proporciona sellado continuo a la
unidad, lo cual es esencial para el buen comportamiento de un sistema de abatimiento tipo
well point.
Se encuentran unidades con potencia desde 20 hasta 250 HP. Como este tipo de bombas
opera continuamente con vacíos importantes, es susceptible de dañarse por efecto del
fenómeno de cavitación; por lo tanto, cuando se selecciona una unidad es indispensable que
su carga de succión positiva neta sea suficientemente baja para la aplicación que se
requiere.
Bombas tipo eyector. Los sistemas eyectores son particularmente efectivos en suelos finos,
en los que se requiere un bombeo de volúmenes reducidos de agua y donde la baja eficiencia
de los eyectores no es una desventaja. La principal cualidad en esos casos es la capacidad
del eyector de desarrollar un alto vacío en su coladera; si la columna del filtro en el pozo se
sella con bentonita, el vacío se transmitirá al suelo, acelerando el drenaje en los suelos finos
interestratificados con capas más permeables y aumentando la resistencia al corte del suelo.
Lo anterior se ha comprobado aun para el caso extremo de suelos formados por limo
orgánico, que eran inestables con pendientes de 4:1 (horiz:vert) y que fueron estabilizados
con bombeo tipo eyector con espaciamiento cerrado, resultando estables con pendientes 1:1 y
aun más cercanas a la vertical. El costo unitario de los eyectores es significativamente
menor que el de los pozos profundos, por lo que pueden usarse económicamente en
espaciamientos cerrados cuando las condiciones del suelo son adecuadas.
No todos los suelos finos pueden ser estabilizados con este sistema; un elemento clave para
hacerlo posible es la presencia de capas de arena o de limo grueso que proporcionen vías
para que el agua fluya hacia el filtro de arena alrededor de los eyectores, como las que se
presentan en la zona del Lago de la ciudad de México.
Carga dinámica total (columna total). El trabajo que una bomba debe desarrollar, denominado
potencia de agua, es el producto del volumen bombeado por la carga dinámica total CDT en
la unidad; la CDT es la suma de todos los incrementos de energía, dinámica y potencial,
que recibe el agua.
676
Abatimiento del nivel freático para la construcción
En la Fig. 20.20 se presenta el cálculo de la CDT para varias aplicaciones de bombeo. Así
por ejemplo, la bomba de pozo de la Fig. 20.20a tiene una columna estática de descarga hD
desde el nivel de operación en el pozo hasta la elevación final de la tubería de descarga;
adicionalmente la bomba debe proporcionar la energía cinética representada por la carga de
velocidad hv . Además debe tomarse en cuenta la fricción f1 en la tubería vertical y en las
conexiones y f 2 en la descarga; entonces:
v2
hv =
2g
Para las bombas de pozo-punta (Fig. 20.20b) no es posible medir la carga de succión hs; un
valor aproximado puede estimarse para hs igual al máximo vacío de operación de la bomba,
usualmente de 8.6 m al nivel del mar. Al seleccionar bombas para cualquier obra de
abatimiento, debe agregarse 10 a 15% a la CDT calculada, para permitir que la bomba
trabaje en condiciones no forzadas.
677
Manual de Construcción Geotécnica
PA
e=
PO
678
Abatimiento del nivel freático para la construcción
CDT × Q
PO =
4560 e
en unidades apropiadas.
Una planta de energía adecuada para una bomba con curvas de comportamiento conocidas,
debe tener suficiente potencia de salida para cumplir con la potencia de operación de la
centrífuga, más una reserva para la bomba de vacío y para cualquier otro accesorio
requerido.
679
Manual de Construcción Geotécnica
Tubería de fierro. La tubería de fierro es resistente y soporta múltiples usos, tiene un peso
razonable y puede fácilmente cortarse y soldarse en la obra; sin embargo, es sensible al agua
corrosiva. En tuberías secundarias se usan en diámetros de 13 a 64 mm (½ a 2½ pulg), con
conexiones roscadas; para líneas generales o de descarga y para ademe de pozos se utilizan
diámetros de 102 a 914 mm (4 a 36 pulg). En los tamaños mayores de dispone de varios
sistemas de acoplamiento y las piezas de conexión en general se fabrican con elementos
soldados.
Tubería de plástico. Este tipo de tubería tiene como ventajas su bajo costo, su peso ligero y
su alta resistencia a prácticamente todas las formas de corrosión; el cloruro de polivinilo
(PVC) es el plástico más comúnmente usado en trabajos de abatimiento. El PVC es
relativamente frágil y no puede manejarse con los mismos procedimientos que la tubería de
fierro, por tanto debe esperarse un alto porcentaje de rotura de los tubos cuando la
instalación y remoción de la tubería es frecuente.
Mangueras. Por condiciones propias de las obras en donde se instalan los pozos de bombeo,
resulta conveniente que, a partir de la salida de las tuberías del pozo, se empleen
mangueras flexibles que facilitan su movimiento de acuerdo con las necesidades de los
trabajos de excavación. Tomando en consideración que las presiones de operación de los
sistemas de bombeo pueden llegar a ser del orden de 6 kg/cm 2 , es suficiente el uso de
mangueras tramadas para la conducción del agua a presión.
Normalmente los pozos se conectan a una línea general de descarga, por lo que es necesario
tomar en cuenta pérdidas de la carga de velocidad; si las conexiones de cada tubo con la
línea general se realizan a 90º, debe asumirse que la velocidad del agua se disipa en
remolinos antes de incorporarse a la línea general. En cambio, cuando las conexiones de
680
Abatimiento del nivel freático para la construcción
cada tubo a la línea general se efectúan a 45º, la mayor parte de la velocidad del agua se
conserva al incorporarse en ella. Por tanto, cuando la carga de velocidad es significativa es
recomendable este último tipo de conexión.
Estación de bombeo para sistemas eyectores. En la Fig. 20.23 se presenta una estación de
bombeo típica para sistemas eyectores, que básicamente consta de un tanque y una o más
bombas, con válvulas y tuberías de conexión adecuadas. La bomba toma agua del tanque y
la expele a presión a la línea de abastecimiento, a la que están conectadas las tuberías de
inyección de cada eyector. El flujo combinado del agua inyectada y la extraída del suelo
regresa al tanque a través de la línea general de retorno, a la que están conectadas las
tuberías de descarga de los eyectores.
681
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 20.23, Estación de bombeo para sistemas eyectores: a) planta; b) vista lateral
682
Abatimiento del nivel freático para la construcción
683
Manual de Construcción Geotécnica
Sobre la superficie original del terreno se encontró un relleno granular artificial con espesor
medio de 1.0 m. Subyaciendo al relleno se encontraron arenas finas y medias, poco limosas
(SP y SM) en estado suelto a semicompacto, hasta 7.6 m de profundidad (Elev. –4.8 m) y en
estado compacto bajo esa profundidad y hasta la elevación –17.5 m.
684
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Intercaladas dentro del estrato arenoso se detectaron dos capas de arcilla plástica
prácticamente impermeable, una aparentemente continua con espesor de 0.6 a 1.0 m,
localizada a la elevación media de –8.5 m. La segunda capa, localizada entre las elevaciones
–11.0 y –13.0 m, con espesor semejante a la anterior, sólo se halló en nueve de los once
sondeos ubicados en el área.
El nivel de aguas freáticas se detectó a una profundidad de 1.0 m bajo el nivel del terreno, o
sea, a la elevación + 1.8 m.
685
Manual de Construcción Geotécnica
En este caso fue necesario dejar en el perímetro interior de la excavación un talud a 45° con
una banqueta de un metro de ancho en la cota +1.5 m, para lograr un factor de seguridad
Fs = 1.4 contra el volteo del muro; este valor se considera suficiente ya que se trata de una
condición transitoria, previa a la colocación de los puntales.
En la Fig. 20.27 se muestra la red de flujo que se obtendría para tal condición, suponiendo
además que se trata de una arena homogénea en la que el nivel del agua en el interior se
abate hasta una elevación igual a la del fondo, que en este caso es – 3.5 m.
El valor de la permeabilidad utilizado para el cálculo del gasto de filtración fue k = 2 x 10-2
cm/s, obtenido de una prueba de bombeo realizada previamente en la zona y que representa
la permeabilidad media del estrato de arenas sueltas semicompactas.
Nf
Q = 10 k h L
Np
686
Abatimiento del nivel freático para la construcción
donde
Es evidente que el gasto real deberá ser menor que el calculado con base en la red de flujo
idealizada. Sin embargo, en el diseño del sistema de bombeo se justifica la conveniencia
práctica de disponer de una capacidad de bombeo igual a la calculada, para contar con un
margen de seguridad.
Prueba de bombeo preliminar. Una vez instalado el primer pozo se realizó una prueba
preliminar para comprobar la efectividad del filtro, el desarrollo de la zona filtrante y la
capacidad de la bomba sumergible. La prueba tuvo una duración de 5 horas, se extrajo un
gasto que varió entre 6.9 y 7.4 l/s y el abatimiento logrado fue de 3.5 m; también sirvió para
programar las pruebas definitivas.
Pruebas definitivas. Las pruebas de bombeo se efectuaron con dos pozos, uno que
atraviesa el estrato de arcilla localizado aproximadamente entre las elevaciones –9.0 y
–11.0 m y el otro por arriba de este estrato, tal como se muestra en la Fig. 20.28; la
687
Manual de Construcción Geotécnica
Los tubos de observación se colocaron hasta 6 m de profundidad para que sirvieran también
durante la operación de todo el sistema de bombeo.
Prueba de bombeo operando el pozo A. Esta prueba tuvo una duración de 24 horas con
un gasto promedio de 7.1 l/s. En la Fig. 20.29 se observan las curvas de abatimiento– tiempo
definidas con diferentes tiempos de observación; para alcanzar el equilibrio de la curva de
688
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Es conveniente destacar que como el pozo atraviesa un estrato arcilloso no se puede definir
la magnitud del gasto aportado por cada uno de los estratos permeables, porque sólo se
midió el gasto total extraído; por otra parte, no se midió la disminución de la presión
piezométrica del estrato arenoso que subyace al de arcilla impermeable, porque no se
consideró útil esa información para esta etapa del proyecto.
En este caso el estrato de arcilla define la frontera impermeable del sistema y por ello las
mediciones en los tubos de observación corresponden con los cambios piezométricos
logrados.
Con la curva de abatimiento definida en 13 horas de bombeo y un gasto medio de 6.9 l/s se
pudo deducir el valor del coeficiente de permeabilidad del estrato de arena mediante la
expresión:
689
Manual de Construcción Geotécnica
r
Q ln 2
k= r1 100 (ec. 20.15)
(
π h2 − h12
2
)
donde
El valor obtenido para k resulta igual a 1.3 x 10-2 cm/s, que puede aplicarse sólo en pozos
que no pasan a través del estrato de arcilla impermeable; teniendo en cuenta que las arenas
que lo subyacen son más limpias y permeables, los pozos que atraviesan el estrato de arcilla
tendrán que proyectarse con un coeficiente de permeabilidad mayor. Esto indica que el valor
k = 2 x 10-2 cm/s, tomado de las pruebas de bombeo realizadas previamente, es confiable.
En la primera etapa de construcción el nivel freático del área por excavar se abate hasta el
nivel –3.8 m, lo que permite efectuar la excavación hasta –3.5 m.
La figura 20.31 muestra en detalle las características de los pozos, que deben instalarse en
el terreno mediante una perforación de 20 cm de diámetro cuyo fondo queda a la elevación
–10.3 m, con el fin de aliviar la subpresión en el lecho inferior de la primera capa de arcilla.
En la perforación del pozo no debe usarse lodo bentonítico, para evitar el taponamiento de
las arenas permeables en la vecindad de las paredes del pozo. Al concluir la perforación el
fondo debe quedar completamente libre de sedimentos.
690
Abatimiento del nivel freático para la construcción
691
Manual de Construcción Geotécnica
Ademe ranurado. Compuesto por tubería de PVC de 6 pulg de diámetro nominal, a la que
se le practican ranuras de 2 mm de espesor perpendiculares a su eje (Fig. 20.32); el área de
las ranuras por metro lineal de tubo es de 220 cm2. El tubo se une mediante coples
cementados; el espacio entre coples se cubre con un filtro perimetral.
Filtro perimetral. Tiene la función de retener la arena, pero permitiendo el paso de los
limos y arcillas que son erosionados por el flujo del agua, con el objeto de lograr extender
unos centímetros la zona filtrante al terreno natural e incrementar con ello la
permeabilidad del suelo que circunda al ademe ranurado
Bomba sumergible. KSB de 5.0 l/s a 35.0 m y 3500 rpm; el motor de 5 HP opera con 440 V
y consume 9 A. La tubería de descarga utilizada fue de 51 mm (2 pulg) de diámetro, la
sumergencia recomendada es de 2.0 m. La operación de la bomba se realizó colocando la
zona de succión a 12 m de profundidad mínima (cota –9.0), aunque se previó la posibilidad
de aumentar la profundidad hasta 3.0 m. Las bombas se instalan con un electronivel para
controlar su operación; la calibración de estos elementos se efectúa observando la posición
del nivel del agua en los piezómetros.
Una vez instalados los pozos se conectan sus tubos, mediante mangueras de succión de
plástico, a las tuberías colectoras de 8 pulg de diámetro, de PVC o de fierro negro.
692
Abatimiento del nivel freático para la construcción
A medida que la excavación avanza de los extremos hacia el centro se van instalando los
cárcamos de bombeo, las bombas correspondientes y las tuberías de alivio de concreto
perforado, a las cuales se conectan uno a uno los tubos interiores de los pozos.
Instalación
Bomba neumática (air lift). Para el lavado de los pozos se usó una bomba neumática de
5.7 cm de diámetro interior y 0.6 cm de espesor, con tubo alimentador de aire de 2.5 cm de
diámetro unido al tubo principal a una distancia de 100 cm de su extremo inferior.
Hincado del tubo perforador. El tubo perforador se levanta con la grúa y se hinca en el
suelo inyectando agua y aire a presión con mangueras. La mezcla de agua y aire erosiona la
arena del fondo de la perforación y la arrastra hasta la superficie; los estratos de arcilla se
cortan mediante impactos del mismo tubo.
Colocación del ademe ranurado. Una vez hincado el tubo perforador se determina con
una sonda el espesor de azolves remanente en su interior, para comprobar que es tolerable
(del orden de 1 m) y que puede introducirse el ademe ranurado de PVC con la misma grúa;
después de colocado el ademe se le pone una tapa provisional en la parte superior,
enseguida se cierra el tubo perforador con el tapón roscado y se aplica ligera presión con la
bomba hidráulica para mantener el ademe en posición, mientras se saca el tubo perforador.
Con este procedimiento se vence la fricción que se pueda desarrollar entre ambos tubos.
Desarrollo de filtro. Para desarrollar la zona filtrante del suelo en contacto con el filtro de
poliester se realiza una etapa de bombeo preliminar con un sistema neumático air lift. El
agua que se extrae lleva en suspensión las partículas de suelo fino que son erosionadas de la
masa de suelo. Al inicio de este bombeo el agua sale turbia y gradualmente, en
aproximadamente 20 min, se aclara.
Instalación de la bomba. Sólo tiene la peculiaridad de que la descarga se realiza con una
manguera de PVC translúcido, para facilitar su adaptación a las condiciones cambiantes
durante la excavación. El manejo independiente de cada manguera de descarga facilita la
medición de los gastos de extracción de cada bomba. La operación de las bombas se controla
con electroniveles que permiten la preselección de los niveles máximo y mínimo del agua
dentro del pozo.
693
Manual de Construcción Geotécnica
Tiempos de instalación. Con el arreglo del equipo que se muestra en la Fig. 20.33, se
pudieron perforar hasta 7 pozos con una sola posición del tanque de abastecimiento de agua
de 24 m3 y longitud suficiente de las mangueras disponibles. Al terminar el ciclo de 7 pozos
era necesario cambiar el tanque y llenarlo, abasteciendo el agua desde dos de los pozos
terminados.
Una vez instalado el equipo y llenado el tanque de agua, los rendimientos que se pudieron
lograr, incluyendo todos los tiempos de maniobras necesarios, se resumen en la tabla
siguiente:
Tiempos de instalación para cada bomba
Actividad Duración
Hincado del tubo perforador (18.5 m) 5 a 8 min
Colocación del ademe ranurado (17.8 m) 5 min
Desarrollo del filtro (air lift) 15 a 20 min
Instalación de la bomba sumergible 20 min
Total: 50 min
694
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Operación normal del sistema. En la Fig. 20.34 se muestra el diagrama de control del
sistema de bombeo instalado en el cual la alimentación proviene de una acometida (440 V) o
de un generador de emergencia; la distribución a los circuitos se hace con una línea
alimentadora. La operación del sistema sigue la siguiente secuencia:
Cuando el foco piloto (1) permanezca apagado por un lapso mayor de 1 minuto, indicando
ausencia de energía, se utiliza el generador de emergencia.
695
Manual de Construcción Geotécnica
Pruebas del sistema de bombeo. Una vez terminada la perforación de los pozos de
bombeo se colocaron algunas bombas sumergibles de 2 pulg de diámetro, para entrenar al
personal en la ejecución de esa maniobra y comprobar la instalación eléctrica y el
comportamiento de las bombas; las bombas instaladas se operaron intermitentemente,
siguiendo la recomendación del fabricante, para mantenerlas en condiciones de trabajo.
1) Durante la operación del sistema se pudo comprobar su notable eficiencia para abatir el
nivel freático, ya que el nivel abatido del agua se mantuvo hasta 6 m por debajo del nivel
del fondo de la excavación, mayor que el abatimiento mínimo esperado de 1 m
2) Se comprobó la adecuada elección del sistema de bombeo; con los pozos profundos la
excavación se facilitó, debido a que fue poca la obstrucción que presentaron al bote de
arrastre de las grúas, gracias a su ubicación y separación
4) Las pruebas del sistema permitieron demostrar la posibilidad de abatir en toda el área o
dividiéndola en dos partes; finalmente, el procedimiento constructivo se efectuó con la
segunda opción, por la limitada disponibilidad de equipos.
696
Abatimiento del nivel freático para la construcción
5) Las bombas que se tenían como reserva no se utilizaron debido a que el abatimiento se
pudo mantener con menos bombas de las programadas. En general, se ratificó el
comportamiento adecuado del sistema de bombeo.
Datos del proyecto. El predio destinado a la construcción del edificio se localiza al norte
de la Central de Abastos, en la Delegación Iztapalapa. El edificio se proyectó dividido en dos
cuerpos separados por una junta de construcción, como se muestra en la planta en la Fig.
20.36. El cuerpo A ocupa un área rectangular de 32 x 24 m y el cuerpo B comprende una
superficie de forma irregular con área aproximada de 2700 m2. Los dos cuerpos del edificio
constan de seis niveles y sótano y trasmiten una carga del orden de 7 t/m2.
Estos pilotes tienen como objetivo fundamental disminuir los hundimientos del edificio. El
nivel freático se encontró a una profundidad de 2.50 m bajo el nivel del terreno natural.
Estratigrafía de la zona del Lago Virgen. La zona del Lago se caracteriza por los
grandes espesores de arcillas blandas de alta compresibilidad, que subyacen a una costra
endurecida superficial de espesor variable en cada sitio dependiendo de la localización e
historia de cargas (Tamez, 1987) Por ello la zona del lago se ha dividido en tres subzonas
atendiendo a la importancia relativa de dos factores independientes: a) el espesor y
propiedades de la costra superficial, y b) la consolidación inducida en cada sitio.
697
Manual de Construcción Geotécnica
La subzona del Lago Virgen corresponde con el sector oriente del lago, cuyos suelos han
mantenido sus propiedades mecánicas desde su formación; sin embargo, el reciente
desarrollo de la ciudad, está incrementando las sobrecargas en la superficie y el bombeo
profundo en esta subzona.
La estratigrafía que es típica de la zona del Lago se muestra en la Fig. 20.37. En cuanto al
hundimiento regional de la zona de proyecto, entre 1977 y 1982 fue de 1.0 m, es decir, 20
cm/año, de acuerdo con el boletín 8 de la Comisión de Aguas del Valle de México.
698
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Los taludes de la excavación se proyectaron con inclinación 3:1, previendo su protección con
un entortado de cemento-cal-arena (en relación 1:3:8) debido a que el descabezado y anclaje
de los pilotes a la subestructura requiere un lapso importante. En este aspecto el bombeo
también es benéfico pues evita que el pie de los taludes se debilite en presencia del agua por
la pérdida de resistencia de los materiales que lo forman.
Para reducir la magnitud de las expansiones del terreno al efectuar la excavación en áreas
grandes, se planteó realizarla por etapas como se muestra en la Fig. 20.38. Como es usual
en la ciudad de México, se programó
realizar la excavación con
maquinaria hasta 30 cm antes de
alcanzar la profundidad de proyecto;
el resto se excavó con herramientas
manuales.
2) Permite la excavación en áreas mayores con expansiones elásticas del subsuelo dentro
de límites aceptables.
Adicionalmente, se puede requerir bombeo de abatimiento para evitar fallas del fondo de la
excavación por subpresión, como antes se detalló.
Al estimarse el gasto que debía extraerse, se propuso utilizar bombeo de tipo eyector que se
adapta particularmente bien al bombeo en arcillas de la ciudad de México, mismas que
699
Manual de Construcción Geotécnica
cumplen con la condición necesaria de que existan intercaladas en la arcilla capas delgadas
de suelos con mayor permeabilidad (limos gruesos y arenas). Asimismo, según se mencionó
antes, la baja eficiencia operativa de este sistema no repercute notoriamente en el aspecto
económico por el poco caudal que debe manejarse.
Exploración de verificación. Como primera etapa del diseño y con el objeto de definir las
condiciones estratigráficas del predio en estudio se efectuaron dos sondeos de muestreo
mixto, un sondeo de penetración estándar y un sondeo de cono eléctrico, llevados hasta una
profundidad mayor de 71 m, hasta penetrar en los depósitos profundos.
1
z0 ≤ (σ d − γ D2 ) + (D1 − Dwt ) (ec. 20.16)
γw
donde
zo abatimiento del nivel del agua bajo el fondo de la excavación requerida para alojar
las contratrabes
σd esfuerzo efectivo vertical correspondiente a la elevación de la losa de cimentación,
4.84 t/m2
γ peso volumétrico del material excavado, 1.42 t/m3
D1 espesor de suelo excavado en la primera etapa, 3.6 m
D2 espesor de suelo excavado en la segunda etapa, 0.8 m
Dwt profundidad del nivel freático, 2.5 m
Así resulta zo = 4.3 m, que representa el abatimiento requerido para que la presión efectiva
al nivel de desplante sea la misma o ligeramente mayor que la presión efectiva inicial,
reduciéndose considerablemente la expansión debida a la descarga por excavación.
Por tanto, se definió como profundidad de abatimiento mínimo: z = D1 + D2, o sea z = 8.7 m
bajo el nivel del terreno natural, abatiendo el nivel freático aproximadamente 6 m respecto
de su posición inicial. De acuerdo con el perfil estratigráfico (Fig. 20.37), bajo esa
profundidad no existe una capa inmediata de arena en la que se pudiera presentar
subpresión capaz de provocar una falla, en cuyo caso se podría requerir mayor profundidad
de abatimiento.
700
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Con la separación de pozos indicada se logró un abatimiento del nivel del agua hasta una
profundidad tal que, al centro de un grupo de pozos, el nivel quedó 3.0 m arriba del nivel
dinámico en los pozos circundantes; por tanto, para lograr el abatimiento requerido, se
necesitaba mantener este último nivel en 12.0 m de profundidad e instalar las bombas al
menos a 13.0 m bajo el terreno natural. Por tanto, se decidió llevar los pozos de bombeo a
16.0 m de profundidad, coincidiendo con el estrato areno limoso existente.
Sistema de control del bombeo. Para lograr un funcionamiento adecuado del sistema de
bombeo se verificó que la diferencia de presión entre las entradas y el retorno del eyector
más lejano en una línea de alimentación, resultara de 4 kg/cm2 como mínimo; esta
701
Manual de Construcción Geotécnica
verificación se efectuó por medio de manómetros y sirvió para definir el número de eyectores
que podían operarse realmente con las bombas centrífugas propuestas. Respecto de la
energía eléctrica se contó con acometida normal del sistema municipal y con un generador
de emergencia.
702
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Posteriormente los pozos se profundizaron hasta 16 m coincidiendo con la capa areno limosa
existente, de mayor permeabilidad, lo cual permitió un abatimiento de 5.5 m en 8 ó 10 días
de bombeo. En las etapas subsecuentes de excavación se llevó el control del abatimiento por
medio de tubos de observación instalados al centro de cuatro pozos de bombeo, ya que debido
al proceso constructivo se dañaron la mayor parte de los instrumentos originalmente
instalados.
703
Manual de Construcción Geotécnica
Hundimiento regional. El hundimiento regional medido por medio del banco de nivel
profundo instalado resultó de 4.9 cm
en 126 días transcurridos del 30 de
septiembre de 1987 al 3 de febrero
de 1988, lo que resulta en promedio
1.2 cm por mes.
Evaluación final del sistema. Con el abatimiento mediante bombas eyectoras se lograron
las siguientes ventajas:
Reconocimientos
El presente capítulo fue preparado a partir de conceptos teóricos y aspectos prácticos de uso
generalizado, así como trabajos internos realizados en TGC durante los años de 1982 a
1991, los cuales fueron aprovechados anteriormente por el Ing. Carlos E. Gutiérrez S. para
su tesis de maestría.
704
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Referencias
Cedergren, H. (1968) “Seepage, Drainage and Flow Nets”, Nueva York, J. Wiley.
Del Castillo, R. (relator 1978) “Ciudad de México”, SMMS Simposio Sobre el Subsuelo y la
Ingeniería de Cimentaciones en el Área Urbana del Valle de México.
Power, J. P. (1981) “Construction Dewatering. A guide to Theory and Practice”, Wiley Series
of Practical construction guides.
Santoyo, E. y Tamez, E. (1983) “Instalación del sistema de bombeo para el abatimiento del
nivel freático de la zona II de SICARTSA”, Informe TGC-31.
Tamez, E. et al. (1987) “Manual de Diseño Geotécnico”, Vol. 1., México, COVITUR.
A20.1.1 Arenas
De la hidráulica se puede comprender que a menor tamaño del conducto, es menor el radio
hidráulico y en consecuencia es mayor la fricción que tiene el agua al moverse en los poros.
Por tanto, para iguales condiciones de tamaño máximo y compacidad, los suelos bien
graduados tienen menor permeabilidad que los suelos uniformes ya que en éstos las
partículas menores llenan los huecos dejados por las de mayor tamaño, reduciendo el
diámetro de los poros.
k1 e2
= 12
k2 e1
k = C D102
705
Manual de Construcción Geotécnica
k1
=
[ ]
D102 1
k2 [ ]
D102 2
706
Abatimiento del nivel freático para la construcción
A20.1.2 Arcillas
Para las partículas finas de suelos formados por limos y arcillas, el coeficiente de
permeabilidad es de difícil definición porque los conceptos de diámetro efectivo no tienen un
significado físico útil en estos materiales. En los suelos compuestos por arcillas la
permeabilidad en general es menor de 10-6 cm/s, por lo que se realizan ensayes de
laboratorio con permeámetros de carga variable. Sin embargo, el coeficiente de
permeabilidad de los suelos finos se puede obtener indirectamente en el laboratorio por
medio de ensayes de consolidación unidimensional, ya que el coeficiente de consolidación
que se obtiene en esta prueba es proporcional al coeficiente de permeabilidad.
k
Cv =
mv γ w
donde
entonces:
707
Manual de Construcción Geotécnica
k = C v mv γ w en cm / s (ec. 20.A1.1)
k = 10 −3 10 −2 10 −3 = 10 −8 en cm / s
que es un valor típico para suelos de alta sensibilidad como el de las arcillas lacustres de la
ciudad de México.
Considérese un pozo de diámetro 2ro que ha sido instalado hasta llegar a un estrato
impermeable (Fig. 20.A2.1), el pozo atraviesa diversos estratos con espesor dn y coeficiente de
permeabilidad kn. Durante el bombeo, el radio de influencia es R0 y el nivel del agua dentro
del pozo tiene un abatimiento So; este valor no excede el espesor del primer depósito, con
coeficiente de permeabilidad ko.
708
Abatimiento del nivel freático para la construcción
dy dy dy
q = 2π ryk o + 2π rd1 k1 + .... 2π rd n k n (ec. 20.A2.1)
dr dr dr
π k o (d 02 − y 02 ) + 2π (d 0 − y 0 ) k i d i
q= (ec. 20.A2.2)
R
ln 0
r0
π k o (d 0 + y 0 ) + 2π ∑1 k i d i
n
De esta ecuación, podemos derivar las expresiones correspondientes a los dos casos
particulares relativamente frecuentes que se tratan a continuación.
a) Primer caso
Cuando el depósito superficial de espesor do es mucho más permeable que los depósitos
subyacentes (Fig. 20.A2.2):
kh / ko = 0
709
Manual de Construcción Geotécnica
πk (d 0 + y 0 ) i
q=( ) So
h
(ec. 20.A2.4)
R
ln 0
r0
b) Segundo caso
2π ∑1 k i d i
n
q= S0 (ec. 20.A2.5)
R
ln 0
r0
En este caso el flujo de agua hacia el pozo es prácticamente horizontal (Fig. 20.A2.3). Si el
suelo está formado por diferentes capas con permeabilidad k1, k2, k3, ..., kn de espesor
respectivamente igual a d1, d2, d3,..., dn, se puede considerar una permeabilidad media de:
∑kd
n
kh D = 1 i i
710
Abatimiento del nivel freático para la construcción
Rs = C s S 0 k (ec. 20.A2.6)
donde
711
21 Pantallas impermeables
Raymundo Rincón Valdés
Juan Paulín Aguirre
21.1 Introducción
Las pantallas impermeables que usan como material de relleno suelo-bentonita, “método de
construcción de trincheras de lodo” –ver figura 21.1-, fueron utilizadas por primera vez en
los Estados Unidos en los años 1940´s.
Área de
mezclado suelo-
bentonita
Colocación Material
de la mezcla
excavado
Mezcla suelo-
bentonita Lodo
Terreno
bentonítico
permeable
virgen
713
Manual de Construcción Geotécnica
21. 2 Construcción
Una pantalla impermeable es construida excavando una zanja vertical estrecha, a través de
los materiales permeables hasta los estratos subyacentes relativamente impermeables. La
zanja se mantiene llena durante la excavación con una suspensión de la mezcla bentonita-
agua. La mezcla actúa para estabilizar las paredes de la zanja previniendo su falla durante
la excavación. La mezcla también forma un filtro cake en las paredes de la zanja, que
contribuye a bajar la permeabilidad de la barrera. Numerosas experiencias en una amplia
variedad de materiales desde roca a arcilla suave han demostrado que un zanja larga y
profunda puede mantenerse abierta siempre y cuando esté llena de lodo y el nivel del agua
subterránea esté unos metros debajo del nivel superior del lodo.
Después de la excavación, la zanja se rellena, desplazando el lodo con un material que tiene
propiedades ingenieriles predeterminadas. Cuando se necesita impermeabilidad, en lugar
de resistencia estructural de la pantalla, el material de relleno mejor y menos caro es
generalmente una mezcla selecta de suelo y bentonita. En circunstancias especiales también
se puede utilizar con eficacia, concreto o lechada de cemento-bentonita como material de
relleno.
714
Pantallas impermeables
Las distancias “X” y “Y” son variables y pueden ser mordidas simples o múltiples del equipo de excavación.
2 mordidas, 2 mordidas,
1 mordida,
módulo primario módulo módulo
primario primario
2 mordidas,
módulo 1 mordida, módulo
secundario secundario
715
Manual de Construcción Geotécnica
El lodo y el sedimento del fondo de la zanja son limpiados succionándolos hasta la superficie
con air lift o con la misma herramienta de perforación, antes de colocar el material de
relleno. En la mayoría de los casos este ejercicio es innecesario porque la permeabilidad de
cualquier cantidad pequeña de sedimentos encapsulados de lodo es más baja que la
permeabilidad del relleno que los substituye. Sin embargo, si los sedimentos del fondo de la
zanja son arena y grava
limpias, deben ser
normalmente quitados. Es
buena práctica tratar de que
las etapas de colocación de
Profundidad (m)
Los equipos y sus arreglos, así como las características de los mismos para preparar el lodo
bentonítico para su introducción en la zanja varían con el tipo, magnitud y la disposición del
proyecto.
716
Pantallas impermeables
El lodo usado para regar el material de relleno puede ser lodo fresco o puede ser obtenido
bombeándolo desde la zanja. La mezcla de la zanja es preferible porque es generalmente
más gruesa y contiene material fino suspendido, que ayude a tener una permeabilidad baja
en el material de relleno. Además, el retiro de la mezcla de la zanja permite la introducción
de una mezcla más fresca de tal modo que reduce la carga de sólidos suspendidos. El peso
unitario del lodo de la zanja debe mantenerse perceptiblemente más bajo que el peso
unitario del material de relleno para asegurar que el lodo se desplaza al momento de colocar
el material de relleno en la zanja. El peso unitario total del material suelo-bentonita está
típicamente entre 1.28 y 1.34 t/m3. La experiencia ha demostrado que el relleno desplazará
fácilmente al lodo si este tiene un peso unitario de 0.24 t/m3 menos que el peso unitario del
material de relleno.
tb (ec. 21.1)
k=
tb t
+ 2 c
kb kc
donde
La permeabilidad del material de relleno puede ser determinada por pruebas de laboratorio,
el espesor del relleno es seleccionado por diseño. La relación k c / t c puede ser determinada
experimentalmente bajo simulación de las condiciones de campo; para una variedad amplia
de aplicaciones prácticas esto varía entre 5 y 25 x 10-9/seg. La figura 21.5 muestra una
717
Manual de Construcción Geotécnica
Fig. 21.5, Relación teórica entre la permeabilidad de la pantalla y la permeabilidad del cake y relleno,
D’ Appolonia and Ryan (1979)
Una vez consolidado por peso propio, la mayoría de los rellenos de suelo-bentonita tiene una
compresibilidad relativamente baja. La compresibilidad comparativamente baja resulta
cuando hay suficiente material granular en la mezcla para permitir el contacto del grano-a-
grano entre las partículas granulares. La permeabilidad baja y la compresibilidad baja son,
718
Pantallas impermeables
21.5.1 Composición
• Cemento; Se coloca en poca proporción 0.1 < cemento/agua < 0.3, según la naturaleza del
cemento, este asegura la resistencia mecánica y impermeabilidad de la mezcla.
719
Manual de Construcción Geotécnica
Los agregados también pueden ser remplazados por arena media a fina, dando la siguiente
composición promedio por m3.
21.5.2Resistencia
El papel que debe desempeñar la pantalla es ser una barrera impermeable. La resistencia
mecánica es en realidad poco importante. La utilización de arena, sirve sobre todo para
mejorar la calidad de la pantalla para minimizar el riesgo de fisuración. La resistencia que
se obtiene en un concreto plástico, depende de forma importante de la relación
cemento/agua, como parámetro indicativo se puede tener una resistencia mayor a 10 kg/cm2.
21.5.3 Permeabilidad
Si se toma como base un valor de k = 10-7 cm/seg. Se debe verificar que la mezcla
bentonita/cemento, tenga una permeabilidad 10 veces menor, en laboratorio, para tener en
cuenta incidencias durante la ejecución de la obra.
Capa
permeable
Capa impermeable
720
Pantallas impermeables
En todas las etapas es necesario dejar registros, los cuales puedan se revisados y avalados
por la supervisión, el cliente o ingeniería.
Es muy importante que la definición del control de calidad se base en un concepto de ser
preventivo y no correctivo. Que el principio sea asegurar el control de calidad antes y
durante la ejecución, no después.
Justificaciones previas. El contratista debe someter los puntos siguientes para la aprobación
del Cliente por lo menos 10 días laborables antes de comenzar el trabajo:
1. Certificación de la bentonita.
2. Muestras de bentonita.
3. Identificación, composición y calidad de la fuente de agua.
4. Plan de trabajo detallado. Incluirá por lo menos lo siguiente:
721
Manual de Construcción Geotécnica
• Bentonita
• Polímeros (en su caso)
• Agua
• Cemento
• Agregados granulares obtenidos fuera del sitio
• Suelo obtenido en el sitio como producto de la excavación
• Mezcla inicial de lodo
• Mezcla de lodo en la zanja
• Materiales fuera del sitio para el relleno de la zanja
• Material de relleno para la zanja
Descripción geotécnica del subsuelo. Se debe describir la estratigrafía del sitio de proyecto
definiendo los espesores y características de los diferentes materiales, incluyendo las
profundidades a las cuales se desplantará la pantalla y la distancia de empotramiento de la
misma en los materiales poco permeables.
Procedimiento constructivo
722
Pantallas impermeables
Los dos módulos primarios tienen el ancho de la herramienta de perforación y el gran peso
de las mismas, así como censores y controles internos del equipo, permiten garantizar la
verticalidad de la zanja. Cuando la profundidad de perforación es importante, los equipos
deben ser tales que no se generen desviaciones de la perforación con respecto a la
verticalidad, ya que en caso de presentarse, se formarán ventanas de material no excavado
las cuales pueden representar fugas de flujo de agua. Al realizar la excavación del módulo
intermedio, la herramienta de perforación se guía en la parte superior de los módulos
primarios.
Limpieza del lodo. Para conservar las propiedades y características del lodo, este tiene que
tratarse para evitar su contaminación por los sedimentos de perforación. Para este fin, el
lodo se bobea desde la zanja de perforación a la central de desarenación. El lodo tratado se
manda a los tanques de almacenamiento, donde se regenera y los desechos se llevan a sitios
establecidos para su disposición.
Preparación de material para relleno. En caso de que el relleno esté formado por suelo-
bentonita, el material producto de la excavación se coloca en una zona destinada a realizar
el mezclado de este con lodo bentonítico en la dosificación establecida por proyecto. Cuando
el relleno será formado por suelo-bentonita-cemento, el lodo no contaminado –puede ser
nuevo o recuperado de la zanja-, se mezcla con cemento en una planta que lo dosifica y
prepara.
Forma de medición y pago. La medida de pago para la pared impermeable será basada en el
área en m2 según lo calculado por la multiplicación de la profundidad de la pared de lodo por
la longitud horizontal según lo construido en lugar. En el precio unitario (m2 de pantalla), se
723
Manual de Construcción Geotécnica
debe considerar todo lo necesario para la ejecución de los trabajos como obra terminada, tal
como: la plataforma de trabajo, los materiales y equipos, así como la mano de obra. El brocal
deberá cobrarse por unidad de longitud.
402
395
Ataguía aguas
arriba Ataguía aguas
abajo
Roca
724
Pantallas impermeables
Plataforma de trabajo
381 Cresta de la presa
Perfil del
cañón
roca
0.85 m, espesor
de muro
1.00 m, espesor 4.5 m
de muro Empotramiento
mínimo en la roca
Fig 21.8, Esquema general de la pantalla en la Presa Mud Mountain, cortesía de Soletanche-Bachy
725
Manual de Construcción Geotécnica
Referencias
D’ Appolonia D.J. and Ryan C.R. (1979) “Soil bentonite slurry trench cut-off walls”,
Geotechn. Exhibition and Techn. Conf., Mar.,Chicago.
726