Liturgia de Semana Santa 2022
Liturgia de Semana Santa 2022
Liturgia de Semana Santa 2022
Los cantos de este día jueves deben estar apuntados al servicio, caridad, eucaristía.
Este día habrá 2 misas: una a las 19 hs en Santa Josefa (sin lavatorio de los pies y sin
procesión eucarística al final, ni adoración eucarística); la segunda misa será a las 20.30 hs
en San Pedro con todo como figura abajo.
Guía: Desde los tiempos antiguos, el aceite ha sido un signo con el cual se evoca y se obtiene la
fuerza de Dios para emprender una misión nueva, para curar y para renovar interiormente el
corazón del hombre. Así, los reyes, profetas y sacerdotes del Pueblo de Israel eran ungidos para
llevar adelante la misión encomendada por Dios. La Unción del Espíritu de Dios se da sin igual en
Jesús: de hecho, “Mesías” en hebreo y “Cristo” en griego significan “Ungido”. Desde entonces, la
Iglesia no ha cesado de utilizar el aceite como un signo sacramental de la fuerza del Espíritu que
todo lo renueva y fortalece.
Para ser utilizados en los sacramentos, nuestro Obispo ha bendecido y consagrado estos óleos que
hoy recibimos como comunidad cristiana.
El óleo de los enfermos que utilizaremos en el sacramento de la Unción de los enfermos, para que
ellos sientan en su cuerpo y en su alma la protección de Dios, recuperen su salud si es la voluntad
del Señor, y preparen sus corazones para el encuentro definitivo con el Creador.
El óleo de los catecúmenos, que usaremos en el sacramento del Bautismo. Niños y catecúmenos
adultos serán ungidos con él para hacer crecer dentro de ellos la fuerza del Espíritu en su lucha
contra el mal.
El Santo Crisma, lo utilizaremos para consagrar a Dios las personas y las cosas. En el Bautismo,
consagrando a los nuevos hijos de Dios; en la Confirmación, consagrando a quienes están
dispuestos a ser testigos creíbles del amor de Cristo; en el Orden Sagrado consagrando a los que
serán pastores del Pueblo de Dios, sacerdotes y obispos.
También se ungen con el Santo Crisma los templos y altares, para consagrarlos al culto divino.
4
Saludo inicial
El sacerdote que preside saluda con estas palabras u otras semejantes.
Alegrémonos de estar fraternalmente congregados para conmemorar la Cena del
Señor, y que su Espíritu de amor y de unidad esté con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
El sacerdote que preside invita al acto penitencial con estas palabras u otras semejantes.
“El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿no nos concederá con Él toda clase de favores?” (Rm. 8,32).
Pidámosle, entonces, confiados, el perdón que necesitamos.
Si se utiliza la tercera forma del acto penitencial puede decirse el siguiente formulario.
Tú que eres el Sacerdote eterno, Señor, ten piedad.
Tú que eres el Pan de Vida, Cristo, ten piedad.
Tú que nos amaste hasta el fin, Señor, ten piedad.
Se canta o se dice el Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las campanas.
SE CANTA EL GLORIA
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito,
antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio,
banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio,
brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
Guía: Abramos el corazón a la Palabra que se hace cercana, que se hizo carne, que se hace
servicio.
Primera Lectura. (Ex 12, 1-8 11-14)
Salmo 115, 12-13.15.16bc.17-18: ¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?
Segunda Lectura. (I Cor 11, 23-26)
Evangelio. (Jn 13, 1-15)
NO SE CANTA EL ALELUYA
Después de proclamar el Evangelio, el sacerdote pronuncia la homilía, en la cual se exponen los grandes misterios que
se recuerdan en esta Misa, es decir, la institución de la sagrada Eucaristía y del Orden sacerdotal, y también el
mandato del Señor sobre la caridad fraterna.
5
Inmediatamente después del lavatorio de los pies, si es necesario el sacerdote se lava y se seca las manos, se coloca
nuevamente la casulla y regresa a la Sede. No se dice el Credo.
Se reza la Oración Universal.
Oración Universal.
Sacerdote: Elevemos ahora confiados, nuestras súplicas al Señor.
Guía: A cada intención respondemos: “Te lo pedimos Padre”
Por la Iglesia, para que sea siempre ejemplo de la Eucaristía que celebra, estando cerca de los
enfermos, de los que sufren y de los pobres. OREMOS…
Por los ministros ordenados, para que cada comunidad los acompañe y los sostenga desde la
cercanía y desde la oración personal y comunitaria. OREMOS…
Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que seamos bendecidos con nuevas y
perseveren las ya manifestadas un nuestra diócesis. OREMOS…
Por la comunidad, para que sepa acompañar a los jóvenes de la parroquia en su camino de
discernimiento, desde la oración y de su compromiso con el Reino de Dios. OREMOS…
Por los agentes de pastoral de nuestra parroquia, para que el acontecimiento salvador que
estamos celebrando, renueve en ellos la entrega y el compromiso en las tareas asumidas.
OREMOS…
Sacerdote: Señor Jesucristo, ya que nos invitas a participar en la mesa que anticipa
el banquete eterno, escucha nuestra oración y concédenos revivir en nosotros tu
entrega hasta el fin, para la gloria del Padre y el bien de nuestros hermanos. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
Liturgia de la Eucaristía
Comunión.(Esta monición se dice inmediatamente después de: "Yo no soy digno que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme")
6
Guía: Cada vez que comulgamos, el Señor se nos da por completo. Recibámoslo con humildad y
dispuestos a dejarnos transformar por Él.
(Después de la incensación)
Guía: Jesús, el Pan de Vida queda presente en la comunidad cristiana. Hoy más que nunca
agradecemos su don, adoremos su presencia sacramental entre nosotros.
Ahora, permanecemos en nuestros lugares mientras los ministros trasladan el Santísimo
Sacramento. Después, respetando el distanciamiento, podemos adorar al Señor desde los lugares
ya preparados.
7
VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
Celebración de la Pasión del Señor. Este año hablar dos celebraciones: una, en
San José, otra en S Josefa, ambas a las 17 hs
LA CELEBRACIÓN COMIENZA EN SILENCIO. Si hay que decir algunas palabras de introducción,
debe hacerse antes de la entrada de los ministros.
Oración Universal
Oración Universal.(Después de la homilía)
8
Guía: En esta tarde en que Jesucristo se entrega por nosotros, hagamos una oración universal, sin
fronteras, para que a todos los hombres llegue la redención del Mesías crucificado. Nos ponemos de
pie
Las oraciones son, este añ o, once (11): la propuesta a cada oració n la dice el diá cono, la
oració n el sacerdote y la asamblea participa con el Amé n.
9
V.Por la unidad de los cristianos. Oración en silencio. Luego prosigue el sacerdote,
con las manos extendidas:
Oremos también por todos nuestros
Dios todopoderoso y eterno,
hermanos
concede a quienes no creen en Cristo
que creen en Cristo;
que, viviendo en tu presencia con
para que Dios nuestro Señor reúna y
sinceridad de corazón,
conserve
encuentren la verdad;
en su única Iglesia
a nosotros, ayúdanos a progresar en la
a quienes procuran vivir en la verdad.
caridad fraterna
Oración en silencio. Luego prosigue el sacerdote: y en el deseo de conocerte mejor
Dios todopoderoso y eterno, para ser ante el mundo
que congregas a quienes están dispersos testigos más auténticos de tu amor.
y conservas en la comunión a quienes Por Jesucristo nuestro Señor.
ya están unidos, R/. Amén.
mira con bondad el rebaño de tu Hijo,
para que la integridad de la fe y el VIII. Por quienes no creen en Dios.
vínculo de la caridad Oremos también por quienes no
reúnan a los que han sido consagrados conocen a Dios,
por el único bautismo. para que, buscando con sinceridad lo
Por Jesucristo nuestro Señor. que es recto
R/. Amén. puedan llegar hasta él.
Oración en silencio. Luego prosigue el sacerdote,
VI. Por los judíos. con las manos extendidas:
Oremos también por el pueblo judío, Dios todopoderoso y eterno,
a quienes Dios nuestro Señor habló tú has creado al hombre
primero, para que se acreciente en ellos para que te buscara con ansia
el amor de su Nombre y hallara reposo al encontrarte;
y la fidelidad a su alianza. concede que todos, aún en medio de las
dificultades,
Oración en silencio. Luego prosigue el sacerdote,
con las manos exztendidas por los signos de tu amor
Dios todopoderoso y eterno, y el testimonio de los creyentes,
que confiaste tus promesas se alegren al reconocerte como único
a Abraham y a su descendencia, Dios verdadero
escucha con bondad las súplicas de tu y Padre de todos los hombres.
Iglesia, para que el pueblo de la Por Jesucristo nuestro Señor.
primera Alianza llegue a la plenitud de R/. Amén.
la salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor. IX. Por los gobernantes.
R/. Amén. Oremos también por todos los
gobernantes de las naciones
VII. Por quienes no creen en Cristo. para que Dios nuestro Señor
Oremos igualmente por quienes no guie sus mentes y sus corazones, según
creen en Cristo, para que, iluminados su voluntad,
por el Espíritu Santo, hacia la paz verdadera y la libertad de
puedan también encontrar el camino de todos.
la salvación.
10
Oración en silencio. Luego prosigue el sacerdote,
XI. Por este tiempo de guerra.
con las manos extendidas:
Oremos también por la paz en el
Dios todopoderoso y eterno,
mundo, especialmente para que cese la
en cuyas manos están los corazones de
guerra en Ucrania, se respeten los
los hombres
derechos humanos de quienes están
y los derechos de las naciones,
siendo martirizados por la crueldad de
asiste con bondad a nuestros
la violencia y que todos se dispongan a
gobernantes,
buscar el entendimiento a través del
para que, con tu protección, afiancen
diálogo.
en toda la tierra
la prosperidad de los pueblos, Oración en silencio. Prosigue el sacerdote, con las
la paz duradera y la libertad religiosa. manos extendidas:
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén. Dios todopoderoso y eterno que diriges
los corazones para que los enemigos
X. Por los que sufren. vuelvan a la amistad, los adversarios se
Oremos, hermanos, a Dios Padre den la mano y los pueblos busquen la
todopoderoso, concordia te suplicamos que por tu
por todos los que sufren acción poderosa el perdón venza al
las consecuencias del pecado en el odio, la indulgencia a la venganza y
mundo, cese la guerra y la violencia en el
para que aleje las enfermedades, mundo entero. Por Jesucristo, nuestro
alimente a los que tienen hambre, Señor. Amén.
redima a los encarcelados,
libre de la injusticia a los oprimidos,
de seguridad a los viajeros,
conceda el regreso a los ausentes,
la salud a los enfermos y la salvación a
los moribundos.
Oración en silencio. Luego prosigue el sacerdote,
con las manos extendidas:
Dios todopoderoso y eterno,
consuelo de los afligidos y fuerza de los
atribulados,
lleguen hasta ti las súplicas de los que
te invocan
en cualquier necesidad,
para que puedan alegrarse al
experimentar,
la cercanía de tu misericordia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
11
Segunda parte: Adoración de la santa Cruz
Adoración de la Cruz. (Cuando el sacerdote está a la puerta del templo con la cruz en sus manos)
Guía: En esta segunda parte, la liturgia del Viernes Santo nos presenta la cruz como signo de
nuestra salvación. Nos preparamos entonces para venerar el madero donde el Señor se entregó por
nosotros.
Primera Forma
El diácono u otro ministro idóneo lleva procesionalmente la Cruz, cubierta con un velo, por la Iglesia hasta el medio del
presbiterio, acompañado por dos ministros con cirios encendidos. El sacerdote, de pie ante el altar, recibe la cruz, y
descubriéndola en la parte superior, la eleva, invitando a los fieles a adorar la Cruz, con las palabras: Este es el árbol de
la Cruz, ayudado en el canto por el diácono o si es necesario por el coro. Todos responden Vengan y adoremos. Acabada
la aclamación, todos se arrodillan y adoran en silencio, durante unos momentos, la Cruz que el sacerdote, de pie,
mantiene en alto.
Guía: Ahora, puestos de rodillas en nuestros lugares, adoramos la cruz de nuestro Señor que
recorrerá este lugar, mientras expresamos con nuestro canto nuestra acción de gracias por la entrega
de Jesús en la Cruz.
Queridísimos hermanos:
Hemos adorado solemnemente la Cruz, en la cual nuestro Señor Jesucristo, muriendo,
redimió al género humano.
También María estaba junto a la Cruz del Hijo, por voluntad de Dios Padre. Sobre
todo en aquel momento, la espada profetizada por Simeón le traspasó el alma; y
aquella fue la hora de la cual le había hablado Jesús en Caná.
Junto a la Cruz, la Madre fuerte en el inmenso dolor que sufría con su Hijo único,
asociándose con ánimo maternal a su sacrificio, compartió amorosamente la
inmolación y aceptó del Hijo moribundo, como testamento de la caridad divina, ser la
Madre de todos los hombres.
Así, María, la nueva Eva, sostenida por la fe, fortalecida por la esperanza y llena de
amor, llegó a ser modelo para toda la Iglesia.
Por tanto, adorando el eterno plan de Dios Padre, nosotros que hemos celebrado la
memoria de la Pasión del Hijo, recordamos también el dolor de la Madre.
Después de una pausa de silencio, pueden cantarse algunas estrofas del Stabat Mater u otro canto que sea realmente
adecuado a esta celebración por el contenido, expresión literal y musical.
12
SE CANTA UN CANTO A LA VIRGEN DE LOS DOLORES: JUNTO A LA CRUZ, O STABAT
MATER. SÓLO UNA O DOS ESTROFA
Sobre el altar se extiende el mantel y se colocan el corporal y el Misal. Luego el diácono o, en su defecto, el mismo
sacerdote, con el velo humeral trae el Santísimo Sacramento desde el lugar de la reserva por el camino más breve,
mientras todos permanecen de pie y en silencio. Dos ministros acompañan al Santísimo Sacramento con cirios
encendidos, que colocan junto al altar o sobre el mismo. Una vez colocado el Santísimo Sacramento sobre el altar y
descubierto el copón, el sacerdote se acerca, hace genuflexión y sube al altar.
TODO EN SILENCIO
Porque Jesús murió para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban
dispersos, y nos dejó en la Eucaristía el Pan de la unidad, oremos con espíritu
fraternal:
El sacerdote con las manos extendidas continúa junto al pueblo:
Padre nuestro, que estás en el Cielo…
El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue él solo:
Líbranos, Señor, de todos los males
y concédenos la paz en nuestros días,
para que ayudados por tu misericordia
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos. El pueblo concluye la oración aclamando:
Tuyo es el Reino; tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
Apenas termina la comunión, mientras el guía comienza la monición para Tierra Santa, las mismas
personas que prepararon el altar, lo desvisten, no dejando nada sobre él.
Después el sacerdote dice: Oremos; según las circunstancias, se hace una pausa de sagrado silencio; luego el sacerdote
dice la siguiente oración:
14
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA
Los fieles desde el inicio permanecen en sus lugares, sin moverse hasta la comunión.
En un lugar visible para todos (si la misa es dentro del templo: en la puerta de entrada) se prepara un
pequeño fuego para bendecir y decorar el cirio pascual. Una vez encendido el fuego, y mientras el cirio va
entrando al templo, o recorriendo el pasillo central afuera, los diáconos van compartiendo la luz a las
personas que se encuentran en las puntas de los bancos.
Guía: Querida comunidad; estamos aquí esta noche porque queremos celebrar una vez más la fiesta
más importante del año litúrgico: LA VIGILIA PASCUAL. Es una fiesta gozosa porque celebramos
la resurrección de Jesús, pero también es una fiesta gozosa porque la resurrección de Jesús, hace
pasar a toda la humanidad de la muerte a la vida.
Primera parte
Solemne comienzo de la Vigilia llamado Lucernario
Bendición del fuego y preparación del Cirio
En un lugar adecuado, fuera de la iglesia, se enciende un fuego. Una vez que se ha congregado el pueblo en el lugar, se
acerca el sacerdote con los ministros, uno de los cuales lleva el cirio pascual. No se lleva cruz procesional ni cirios
encendidos. Si por dificultades diversas no puede prepararse un fuego en el exterior del templo, el rito se desarrolla
como dentro del templo, de modo más simple.
El sacerdote dice: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, mientras él y los fieles hacen la señal de la
Cruz; el sacerdote dice el saludo acostumbrado y recuerda brevemente el sentido de la vigilia nocturna, con estas
palabras u otras semejantes:
Queridos hermanos: En esta noche santa, en la que nuestro Señor Jesucristo pasó de
la muerte a la Vida, la Iglesia invita a sus hijos diseminados por toda la tierra a que se
reúnan y permanezcan en vela para orar. Si hacemos memoria de la Pascua del Señor,
escuchando su Palabra y celebrando sus misterios, esperemos con fe compartir su
triunfo sobre la muerte y de vivir siempre con él en Dios.
Guía: En este fuego nuevo, que ahora es bendecido, está significada la dignidad de la creación que
el Señor rescata, y del que se encenderá el Cirio Pascual.
A continuación el sacerdote bendice el fuego y dice, con las manos extendidas:
15
Acabada la inscripción de la cruz y de los otros signos, el sacerdote puede fijar en el cirio cinco granos de
incienso, en forma de cruz, mientras dice:
1. Por sus llagas
2. santas y gloriosas 1
3. nos proteja 4 2 5
4. y nos conserve 3
5. Cristo el Señor. Amén.
Se enciende el Cirio.
Guía: Ahora, de las brazas del fuego nuevo, se enciende el Cirio Pascual.
El sacerdote enciende el cirio pascual con la llama del fuego nuevo mientras dice:
Que la luz de Cristo gloriosamente resucitado
disipe las tinieblas de la inteligencia y del corazón.
Procesión
Procesión. (Después que enciende el Cirio)
Guía: Jesús resucitado es la columna luminosa que precede los pasos del Pueblo de Dios.
Recibamos la luz del Cirio Pascual y el mismo Cristo, nos irá comunicando a todos su luz.
El sacerdote enciende, con el fuego del cirio pascual, la vela que tiene en sus manos.
Luego en medio del templo el diácono se detiene y, elevando el cirio, vuelve a cantar:
La luz de Cristo.
Y todos responden: Demos gracias a Dios.
Inmediatamente, todos encienden sus cirios con la llama que se trasmite desde el cirio pascual;
mientras tanto la procesión avanza hacia el presbiterio.
El diácono, al llegar ante el altar, se detiene y mirando hacia el pueblo, canta por tercera vez:
La luz de Cristo.
Y todos responden: Demos gracias a Dios.
El diácono coloca el cirio pascual en su candelabro situado junto al ambón o en medio del presbiterio.
Y se encienden las luces del templo excepto las velas del altar.
Pregón pascual
Al llegar al altar el sacerdote se dirige a la sede, entrega a un ministro el cirio que lleva en sus manos,
impone y bendice incienso como para la proclamación del Evangelio en la Misa.
Guía: La fiesta máxima del cristiano es introducida por esta invitación gozosa del antiguo y poético
canto de anuncio de la Pascua. Con la luz de la Pascua en nuestras manos, escuchemos y
aclamemos la Buena Nueva de la fiesta que es fuente perenne de alegría para toda nuestra vida.
16
En caso de necesidad, el Anuncio Pascual puede ser hecho por un cantor que no sea diácono; en ese caso,
omite las palabras: Por eso, queridos hermanos, hasta el final de la invitación, como así también el saludo: El
Señor este con ustedes.( tramos estos señalados entre paréntesis)
Segunda parte:
Liturgia de la Palabra
En esta Vigilia, «Madre de todas las vigilias», se proponen nueve lecturas: siete del Antiguo
Testamento y dos del Nuevo Testamento (Epístola y Evangelio). En la medida de lo posible, y
respetando la índole de la Vigilia, deben proclamarse todas las lecturas.
Si graves circunstancias pastorales lo exigen, puede reducirse el número de lecturas del Antiguo
Testamento; con todo, téngase siempre presente que la lectura de la Palabra de Dios es una parte
fundamental de esta Vigilia pascual. Por eso, deben leerse por lo menos tres lecturas del Antiguo
Testamento, que provengan de la Ley y los Profetas y se canten los respectivos salmos
responsoriales. Nunca debe omitirse la lectura tomada del capítulo 14 del Éxodo con su respectivo
cántico.
Se apagan los cirios y todos se sientan.
Liturgia de la Palabra.
Guía: Apaguemos ahora nuestros cirios y tomemos asiento, para dar comienzo a la Liturgia de la
Palabra.
Antes de comenzar las lecturas, el sacerdote se dirige al pueblo con estas palabras u otras
semejantes:
Hermanos: Después de haber iniciado solemnemente esta Vigilia, escuchemos
serenamente la Palabra de Dios, meditemos como, al cumplirse el tiempo, Dios salvó
a su pueblo y finalmente envió a su Hijo para redimirnos. Oremos para que Dios lleve
a su plenitud. La redención obrada por el misterio pascual.
Luego siguen las lecturas.
Primera Lectura.
Guía: El relato de la creación expresa el dominio de Dios, la bondad de la obra creada y la dignidad
del hombre.
(Gn 1, 1-2, 2) Salmo 103,1-22ª.5-6.1110.12-14b o bien sal 32,4-7.12.13.20.22
17
Oremos.
Dios nuestro que creaste al hombre de manera admirable
y más admirablemente aún lo redimiste;
concédenos que podamos resistir a los atractivos del pecado
con sabiduría de espíritu,
para merecer los gozos eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Tercera Lectura.
Guía: La promesa del corazón nuevo y del Espíritu de Señor, es el punto culminante de la
predicación del profeta Ezequiel de parte de Dios .
(Ez 36, 17ª. 18-28) Salmo 41,3.5bcd; 42,3-4
18
Después de la séptima lectura
Oremos.
Dios de poder inmutable, cuyo resplandor no conoce el ocaso
mira con bondad a tu Iglesia,
signo de tu presencia entre nosotros,
prosigue serenamente la obra de la salvación humana;
según tu proyecto eterno,
y haz que todos los hombres experimenten y vean
cómo lo abatido por el pecado se restablece,
lo viejo se renueva y la creación se restaura plenamente por Cristo,
de quien todo procede.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
O bien:
Dios nuestro, que para celebrar el misterio pascual
nos instruyes con las enseñanzas del Antiguo y Nuevo Testamento;
concédenos comprender tu misericordia, para que al recibir los dones presentes,
se afirme nuestra esperanza en tus promesas.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Después de la última lectura del Antiguo Testamento con su salmo responsorial y la correspondiente oración,
se encienden los cirios del altar y el sacerdote entona el himno Gloria a Dios en el cielo, que todos
prosiguen mientras se tocan las campanas, de acuerdo con la costumbre del lugar.
Después del Gloria, el sacerdote dice la oración colecta, del modo acostumbrado.
Oremos.
Dios nuestro que iluminas esta santísima noche
con la gloria de la resurrección del Señor,
acrecienta en tu iglesia el espíritu de adopción de hijos
para que, renovados en el cuerpo y en el alma, te sirvamos con plena fidelidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Epístola
Guía: En el bautismo, el cristiano comparte la muerte de Cristo, y recibe la vida nueva que surge de
la Pascua de Jesús.
Luego, todos se sientan y un lector proclama la lectura del apóstol san Pablo.
(Rom 6, 3-11)
ANTÍFONA DEL SALMO: «ALELUIA, ALELUIA, ALELUIA» o bien, “ESTE ES EL DÍA QUE
HIZO EL SEÑOR, ALELUYA, ALEGRÉMONOS TODOS EN ÉL, ALELUYA”
Concluida la lectura todos se ponen de pie y el sacerdote entona solemnemente por tres veces el Aleluia,
elevando gradualmente la voz, y todos responden. Luego un salmista o un cantor entona el salmo, al que el
pueblo responde el Aleluia. Si es necesario, el Aleluia inicial es cantado por el mismo salmista. Después, el
salmista o el cantor entona el salmo 117 y el pueblo responde Aleluya.
Salmo 117, 1-2.16-17.22-23.
19
Evangelio. Mc. 16, 1-8
Guía: Nos disponemos ahora a escuchar el relato del acontecimiento que cambió el destino final de
la humanidad de todos los tiempos.
SE CANTA EL ALELUYA DEL EVANGELIO COMO SIEMPRE Se sugiere el aleluya que esta en el
archivo que nos paso Walter en la carpeta de tiempo ordinario el canto 21 solo la parte que dice
aleluya que es mas festivo o cualquier aleluya pero que sea festivo y tenga que ver con lo que estamos
celebrando.
Tercera parte:
Liturgia bautismal
Guía: Nos ponemos de pie y comenzamos ahora la Liturgia Bautismal con la bendición del agua y
la renovación de nuestro compromiso de bautizados.
Si no hay bautizandos, ni se ha de bendecir el agua bautismal, el sacerdote invita a los fieles con
las siguientes palabras:
Queridos hermanos:
Invoquemos con humildad a nuestro Dios y Señor,
para que bendiga esta agua con la cual seremos rociados
en recuerdo de nuestro bautismo.
Que él nos renueve a fin de permanecer fieles al Espíritu Santo que hemos recibido.
Y después de una breve pausa de oración en silencio, con las manos extendidas, prosigue:
Señor y Dios nuestro, acompaña con tu bondad a tu pueblo
que en esta santísima noche permanece en vela.
Al rememorar la obra admirable de la creación
y el acontecimiento aún más admirable de la redención,
te pedimos que bendigas esta agua.
Guía: Encendamos nuestros cirios, y renovemos nuestras promesas bautismales. A cada una de las
renuncias que nos pide el celebrante respondemos: ¡Sí, renunciamos! Y a cada una de las
interrogaciones sobre nuestra fe: ¡Sí, creemos!
Luego el sacerdote pide a padres y padrinos que hagan la triple profesión de fe, diciendo:
Sacerdote:
¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que nació de la Virgen María, padeció y fue sepultado,
resucitó entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
Todos: Sí, creo
Sacerdote:
¿Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la Vida eterna?
Todos: Sí, creo
Y el sacerdote concluye:
Y Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo,
y nos ha perdonado los pecados, nos conserve con su gracia en Jesucristo,
nuestro Señor, para la Vida eterna.
Todos: Amén.
21
Guía: Habiendo profesado nuestra fe, recibamos el agua bendecida sobre nosotros, y
renovemos nuestra Pascua Bautismal
El sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita mientras todos cantan algún cántico de índole
bautismal.
Si no hubo bendición del agua bautismal, se coloca el agua bendita en un lugar adecuado.
Después de la aspersión, el sacerdote regresa a la sede y, omitiendo el Credo, comienza la oración
universal en la que participan los neófitos por primera vez.
Guía: A cada una de las intenciones respondemos: “Por Cristo resucitado, escúchanos
Padre”.
❖ Por la Iglesia, para que siempre sepa comunicar al mundo, el anuncio de la resurrección
de Jesucristo. OREMOS...
❖ Por nuestro país, para que se encamine definitivamente por sendas de verdad, de justicia
y de esperanza para todos los argentinos. OREMOS...
❖ Por nuestra comunidad parroquial, para que la alegría de la resurrección del Señor,
renueve en cada uno, el entusiasmo y el compromiso de ser cristiano. OREMOS...
❖ Por todos los que sufren, para que encuentren en Cristo resucitado la fuerza de la
esperanza, y en nosotros siempre un gesto solidario. OREMOS...
❖ Pidamos también para que cada joven de la parroquia, encuentre en cada adulto, el
ejemplo que necesita para comprometerse más con la vida de la comunidad. OREMOS...
CANTO DE OFRENDAS
CANTO DE COMUNIÓN Jesuscristo danos este pan, Queremos ser Señor, Toma mi mano
hermano.
22
Oración después de la comunión
Infunde en nosotros, Padre, tu espíritu de amor,
para que, saciados con los sacramentos pascuales,
permanezcamos unidos en la misma fe.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Queridísimos hermanos:
En esta noche, la más santa de todas,
en la cual permaneciendo en vela hemos celebrado la Pascua del Señor,
es justo alegrarse con la Madre de Jesús por la Resurrección de su Hijo.
Este fue el acontecimiento que realizó plenamente su esperanza
y dio a todos los hombres la salvación.
Así como nosotros, pecadores, la hemos contemplado unidos en el dolor,
así, como redimidos, la honramos unidos en el gozo pascual.
SE CANTA “ALEGRATE MARÍA” (Un poco más alegre que la versión original) U
OTRO CANTO SIMILAR
Luego del canto el sacerdote dice:
Oremos.
Señor, que has alegrado al mundo por la Resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, concédenos que por la intercesión de su Madre,
la Virgen María, alcancemos los gozos de la Vida eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Despedida.
Guía: Hermanos, recibamos la bendición pascual. Inclinemos nuestras cabezas y a cada
oración digamos ¡Amén!
23