Estudio
Estudio
Estudio
Amor fraterno (figurillas prehispánicas de barro, 250-900 d. C.). Pueblos indígenas del Centro de
Veracruz. Museo de Antropología de Xalapa, México.
(erastés y erómeno, Siglo V a. C.).
Amor autopersonal: El amor propio, amor compasivo, es, desde el punto de vista de
la psicología humanista, el sano amor hacia uno mismo. Aparece situado como
prerrequisito de la autoestima y, en cierto contexto, como sinónimo de esta. Es algo
positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas relaciones
interpersonales,17 y no debe confundirse con el narcisismo, que conlleva egocentrismo y
que coincide con una autoestima baja.27 Para el budismo, que califica al ego como una
mera ilusión de nuestra mente, el amor real, amor compasivo, solo existe cuando se dirige
hacia otra persona, y no hacia uno mismo. Para el psicoanálisis, que, de forma
completamente opuesta al budismo, califica al ego como la única realidad, el amor
autopersonal siempre es narcisismo, que puede ser, a su vez, saludable o no saludable.
Amor incondicional: Es el amor compasivo, altruista, que se profesa sin esperar nada a
cambio. El amor espiritual, predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional
por antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce también como
amor de este tipo, y, por tradición, se considera motivado por un fuerte instinto que lo hace
especialmente intenso; no obstante, hay también quien cuestiona la existencia de dicho
instinto.28
Amor filial: Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y ancestros).
Amor fraternal: En su sentido estricto, es el afecto entre hermanos, aunque puede
extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los descendientes. Nace de un
sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, y se manifiesta por
emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto
dentro de una estructura de parentesco. Desde el punto de vista del psicoanálisis, el
fraternal es, al igual que el amor filial, sublimado, ya que está fundado en la interdicción
del incesto.
Amistad: Cercano al amor fraternal, es un sentimiento que nace de la necesidad de los
seres humanos de socializar. El amor al prójimo nace a su vez del uso de la facultad de la
mente de empatizar y tolerar, y constituye la abstracción de la amistad. Para Erich Fromm,
dicho amor al prójimo equivale al amor fraternal y al amor predicado en la Biblia mediante
la frase «amarás al prójimo como a ti mismo».29
Amor romántico: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de
satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona
objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.
Amor confluente: Amor entre personas capaces de establecer relaciones de pareja,
definido a mediados del siglo XX. Aparece por oposición al amor romántico: no tiene que
ser único, no tiene que ser para siempre, no supone una entrega incondicional, etc. 30