Como Crecemos
Como Crecemos
Como Crecemos
ORIENTE
07/2022 - 07/2023
El evangelismo relacional es la estrategia que utilizamos para el crecimiento de
nuestra iglesia, esta estrategia fundamentalmente usa el círculo íntimo de amigos,
conocidos, familiares, vecinos, etc. Para compartir las buenas nuevas de
salvación en Cristo Jesús. sin manipular, forzar, presionar, ni hostigar a las
personas para crean en Cristo.
Uno de los grandes errores que se comete en la vida cristiana es pensar que en el
momento que uno conoce a Cristo debe alejarse de las amistades “mundanas”
para centrarte solamente en las actividades de la iglesia, remplazas tu círculo de
amigos y relaciones por un nuevo circulo formado por los hermanos de la iglesia
donde nos congregamos, esto es un error ya que estamos abandonando las
relaciones donde más influencia podemos tener. Cristo nos invita a tener una
relación con el pero al mismo tiempo nos envía a los nuestros para que le
contemos lo que él ha hecho por nosotros. (Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán
grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad
cuán grandes cosas había hecho Jesús con él. Lucas 8:39)
Recuerda que tus amigos te conocen bien. Si tu idea es hablarles a tus amigos de
Cristo en la primera oportunidad, debes cuidar tu testimonio. Nuestros amigos se
convertirán no por lo que le digamos, sino el impacto que hagamos con nuestra
vida, para ello es imperativo que te mantengas cerca de Cristo. Una persona que
tiene verdadera intimidad con Dios no tiene que publicar este hecho, porque se
nota con sólo tratarla. Si has estado muy cerca del Padre, los que te rodean lo
notarán y querrán saber acerca de Él. Por lo tanto, busca esa intimidad con Dios
no sólo como una disciplina, sino como el mayor placer en tu vida
DICIPULADO
¿Cómo crecemos los seres humanos? La respuesta es muy obvia. ¡Con ayuda!
Ningún bebé llega a ser un adulto maduro solo. Todos los niños necesitan ayuda
personalizada para aprender a comer, a hablar o a caminar. Más tarde todos los
pequeños reciben consejos sobre cómo atarse los cordones, cómo cruzar la calle
o cómo jugar a un juego de mesa. A todos se nos enseña a leer y a escribir, a
sumar y restar y, más tarde, a conducir un coche. Este proceso de aprendizaje
dura años (de hecho, toda la vida) y demanda una enorme atención
personalizada. A veces aprendemos simplemente viendo a otros, otras repitiendo,
otras manipulando, otras estudiando y otras experimentando y fallando en el
intento. Pero nunca llegamos a ser personas maduras solas.
Permítenos darte una definición un tanto larga pero que te ayudará a tener una
imagen más clara de lo que queremos decir cuando afirmamos que el discipulado
es una relación. Por favor, léela lentamente y medita en ella unos minutos. El
discipulado es una experiencia de vida entre dos o más creyentes donde
poco a poco comienza a formarse una relación de amistad cada vez más
profunda y donde una persona espiritualmente más madura, toma el
compromiso y la responsabilidad de, por un tiempo, vivir junto a otro u otros
la vida cristiana con el objetivo de ser una herramienta para su crecimiento
espiritual.
El discipulado relacional (tanto uno a uno como en grupos reducidos) nos permite
ir generando un nivel de confianza hasta que, poco a poco, llegamos a compartir
mutuamente nuestros más humillantes ídolos y caídas. Al hacerlo, tenemos, por
un lado, el regalo de recordarnos mutuamente el perdón que Cristo nos ofrece y,
por el otro, el privilegio de que alguien ore por nosotros para superar esa
lucha. Santiago 5:16 afirma que la oración que se hace luego de compartir
nuestras luchas no es cualquier tipo de oración; ¡Es una oración eficaz! ¿Por qué?
La respuesta resulta tan obvia como relevante: ¡Porque ahora la persona sabe
cómo orar específicamente por nosotros! De esta forma, no hace la típica oración
religiosa: “Señor, bendice al hermano”.
Sino que, como resultado de que conoce su lucha actual, es capaz de orar
eficazmente diciendo: “Señor, ayuda a Juan en su lucha con la pornografía.
Muéstrale lo atractivo que tú eres, para que te elija a ti por encima de los placeres
pasajeros que ofrece esta adicción. Recuérdale tu precioso perdón para que se
vuelva a enamorar de ti y vuelva a disfrutarte como el día que se convirtió”. Es
cierto. Algunas personas tienen miedo de hablar de sus pecados debido a la
posibilidad que la persona se lo cuente a otros (En muchas ocasiones su miedo es
muy sincero y correcto puesto que está fundado en experiencias pasadas donde la
cosa no salió muy bien).
ADORACION
El propósito de esta etapa no es solamente que el nuevo cristiano se congregue,
si no que demuestre una vida cristiana comprometida con Cristo y con la familia de
la fe, en la realización de los cinco compromisos que ha aprendido durante el
discipulado que son Adorar, Diezmar, servir, Ministrar, influir. Solo aquellos
creyentes que han llegado a este punto son invitados a formar parte de la
membresía oficial de nuestra iglesia.
¿Es importante que sirvas en un ministerio? Sí, lo es. Pero mucho más importante
es que puedas decirle a Cristo (no a tus líderes): “Aquí está mi hombre, aquí está
mi mujer. Ésta es la persona que estoy ayudando a crecer en su fe. Estas son las
personas no creyentes que estoy intentando pasar más y más tiempo junto a ellos
para poder serviles desinteresadamente y mostrarles tu amor”. ¡Ése debe ser el
énfasis de nuestra iglesia! ¡Ésa debe ser nuestra prioridad! No podemos llamarnos
discípulos de Jesús y no estar haciendo discípulos de Él. Ambas frases son
bíblicamente incompatibles.
Nuestra tarea no es solo hacer que una persona venga a Cristo y se relacione con
El, sino que también se comprometa con él, la biblia nos invita a recibir a Cristo
como nuestro salvador pero al mismo tiempo recibirle y
obedecerle como nuestro Señor. En este aspecto debemos
guiar a las personas a tomar el reto de la gran comisión.
DESAFIO EN IR CON LOS SUYOS