MARCELO BIELSA para El Pais
MARCELO BIELSA para El Pais
MARCELO BIELSA para El Pais
Excesivo conformismo
17 JUN 1998
Ollas nocivas. Cuando uno ataca por los costados, que para eso
estaba el partido, tiene dos opciones: desborde y pase hacia
atrás o enviar centros desde la altura del área grande. Y
compensa un acierto entre diez intentos por la primera vía que
satisfacer la ansiedad por la segunda y forzar que la pelota
llegue al área de cualquier manera. Más vale llegar menos, pero
con peligro. España adoleció en exceso de este defecto.
Faltó atreverse. El partido también estaba para la acción
personal de algún jugador. Cuando el circuito colectivo no
encuentra la llave, los equipos se entregan a la inventiva de
alguno de sus componentes. Pero en España ninguno se atrevió
a buscar la fantasía individual. Debió aparecer el futbolista que
se saliera del proyecto y dijera este problema lo resuelvo yo.
El entrenador, inocente. España no jugó bien. Pero es
conveniente diferenciar el proyecto de la realidad. Clemente
utilizó los recursos adecuados, quedó a salvo. Sus respuestas
fueron las mismas que se percibían necesarias desde fuera:
Aguilera por Ferrer, Amor por Nadal, el ingreso de Morientes y
Kiko, Celades por Hierro, Hierro por Abelardo... A la hora de
escoger los componentes de su dibujo táctico, Clemente
siempre privilegió lo que tenía que ver con la posesión y el
ataque. Tal vez debió retrasar a Hierro antes.
Gran Zubi. Minuto 13. Hay un tiro libre de Benítez, donde los
paraguayos fueron al rebote que imaginaban seguro, pero que
Zubi no concedió. Esa sensación de fiabilidad la extendió
durante el resto del juego. El clima anterior al partido, resalta su
actuación.
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