Vulnerabilidad y Bioética
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Resumen La vulnerabilidad en la bioética suele ser entendida desde la perspectiva individual, debido en parte
al modo en que se concibe la salud bajo el modelo biomédico. La ética de la salud pública lleva a
la comprensión de la vulnerabilidad desde el ángulo de lo social, incorporando características de
aquella como son la prevención o el evitar el daño ante situaciones estructurales de dominación o
dependencia. La toma de conciencia de la vulnerabilidad social en la investigación puede ayudar a
evitar el abuso por una falta de autonomía en los sujetos.
Abstract Vulnerability in bioethics is usually understood from the individual perspective, due in part to the way
health is conceived under the biomedical model. The ethics of public health lead to an understanding
of vulnerability from the social perspective, as they incorporate some characteristics of public health,
such as prevention or avoidance of damage in situations of domination or dependence. Awareness of
social vulnerability in research can help to avoid abuse due to lack of autonomy in individuals.
1. Introducción
La vulnerabilidad es una característica ineludible de la humanidad y se refiere a la sus-
ceptibilidad de ser afectado o dañado por algún factor que escape al propio control. Es
un principio ontológicamente anterior por expresar la finitud de la condición humana1.
En la sociedad global, es impensable que se pueda vivir sin la posibilidad de sufrir algún
daño o ser vulnerado por algún agente externo, llámese terrorismo, enfermedad, desas-
tre ecológico o por la incertidumbre indefinida fabricada, por ejemplo, por el abuso de
las biotecnologías.
Sin embargo, la vulnerabilidad en la bioética suele ser considerada desde el punto de
vista individual, es decir, como una condición precipitada por factores aislados, que
tienen que ver con cada persona, su biografía, sus genes, su comportamiento… pero no
con la sociedad en que se vive y los factores sociales que determinan sus posibilidades
de acción. No obstante las diversas experiencias de anulación
de la autonomía o de explotación debidas a la desigualdad su-
En la sociedad global, es frida por gran cantidad de personas o colectivos a nivel global,
impensable que se pueda vivir apuntan a que la vulnerabilidad social sigue siendo una asigna-
tura pendiente en la bioética, al faltarle un referente social o pú-
sin la posibilidad de sufrir
blico desde el cual leer y reflexionar esta problemática2.
algún daño o ser vulnerado
Una razón de este olvido estriba en el modelo predominante en
por algún agente externo,
las ciencias biomédicas, que pretende explicar el binomio salud-
llámese terrorismo, enfermedad, enfermedad a partir de causas meramente biológicas e indivi-
desastre ecológico o por la duales. Los factores psicológicos, sociales y culturales quedan
al margen3. La medicina contemporánea funda buena parte de
incertidumbre fabricada
su ciencia en dicho modelo, desde el cual algunos conceptos
como el de vulnerabilidad, quedan velados, pasando desaperci-
bidos con facilidad, o son reducidos al ámbito individual4.
Otra razón del descuido en la vulnerabilidad social es la falta de comprensión de la
vulnerabilidad desde un enfoque propio de la ética de la salud pública, sobre todo en
lo relacionado con “las causas detrás de las causas” o los llamados determinantes
sociales de la salud, es decir aquellos causantes que ocasionan que una población sea
vulnerable: desigualdad en el ingreso, falta de acceso a la educación, a la atención de
la salud, etc.
1 Rendtorff, J. D., & Kempf, P. (2000). Basic Ethical Principles in European Bioethics and Biolaw. Barcelona: Institute Borja de Bioetica
[and] Copenhagen: Centre for Ethics and Law.
2 Lorenzo, C. F. (2006). Los instrumentos normativos en ética de la investigación en seres humanos en América Latina: análisis de su
potencial eficacia. En G. Keyeux, V. Penschaszadeh y A. Saada, (Eds.), Ética de la Investigación en Seres Humanos y Políticas de Salud
Pública (pp. 167-190). Bogotá: Red Bioética - U. Nal. de Colombia - UNESCO.
3 Venkatapuram, S. (2011). Health Justice. Cambridge UK – Malden, USA: Polity Press.
4 Rogers, W. (2014). Vulnerability and Bioethics. In C. Mackenzie, W. Rogers & S. Dodds (Eds.), Vulnerability. New Essays in Ethics and
Feminist Philosophy (pp. 60-87). New York: Oxford University Press.
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5 Marmot, M., Kogevinas, M., & Elston, M. (1987). Social/Economic status and disease. Ann. Rev. Public Health, 8, 111-135.
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6 Muntaner, C. (1999). Teaching social inequalities in health: barriers and opportunities. Scand J Public Health, 27 (3) 161-165.
7 Venkatapuram, S., & Marmot, M. (2009). Epidemiology and Social Justice in Light of Social Determinants of Health in Research.
Bioethics, 23 (2) 79-89.
8 Venkatapuram, S. (2011). Health… op. cit., 74-79.
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como algo a prevenir o motivo para la acción desde el punto de vista social. Por lo tanto
no entrarían en el terreno de la justicia social, al no ser situaciones ante las cuales se
debería actuar para prevenir discapacidades o la mortalidad. Desde el punto de vista
ético, la crisis del modelo biomédico concierne a la justicia social, en tanto impida la
acción de agentes primarios que pueden ayudar a evitar enfermedades cuya carga es
mucho mayor en ciertas condiciones sociales9.
La vulnerabilidad en la bioética se relaciona con las situaciones
de falta de acceso a la atención de la salud, con los abusos su-
La vulnerabilidad se ha solido
fridos en investigaciones biomédicas o con el desarrollo y apli-
entender desde el individuo o si cación de biotecnologías emergentes. Todas estas tienen en
acaso desde los colectivos con común la necesidad de acceso a la salud y la vulnerabilidad que
conlleva no tener recursos para ello. Sin embargo, la vulnerabi-
escaso acceso a bienes, pero
lidad se ha solido entender desde el individuo o si acaso desde
estando ausentes los factores los colectivos con escaso acceso a bienes, pero estando ausen-
sociales o extrabiológicos como tes los factores sociales o extrabiológicos como factores causa-
factores causales de aquella les de aquella. Tal es el caso de las definiciones situacionales de
vulnerabilidad10, padecidas por grupos específicos, por ejemplo
en la ética de la investigación:
9 Ibid.
10 Dentro de la taxonomía de la vulnerabilidad, una primera clasificación es la de las definiciones universales o inherentes, que abarcan
a todo el género humano, y las situacionales, padecidas por grupos específicos, por ejemplo en la ética de la investigación. Ver:
Mackenzie, C., Rogers, W., & Dodds, S. (2014). Introduction. What is Vulnerability and Why Does it Matter for Moral Philosophy? In C.
Mackenzie, W. Rogers & S. Dodds (Eds.), Vulnerability… op. cit., 7-9.
11 Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos. (1979). Reporte Belmont, Principios y Guías Éticos para la Protección
de los Sujetos Humanos de Investigación. Principios Éticos Básicos. Selección de sujetos. Washington, DC.: Departamento de Salud,
Educación y Bienestar de los Estados Unidos.
12 Asociación Médica Mundial (2013). Declaración de Helsinki. Párrafo 19. Ferney – Voltaire, Francia: Asociación Médica Mundial.
13 Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas. (2002). Pautas éticas internacionales para la investigación bio-
médica en seres humanos. Principios éticos generales. Ginebra: Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas
(CIOMS) - Organización Mundial de la Salud.
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Individuos cuyo deseo de participar en un estudio clínico puede ser mal influencia-
do por la expectación, justificada o no, de los beneficios asociados con su partici-
pación o de una venganza por parte de los miembros superiores de una jerarquía
en caso de rehusarse a participar14.
Resalta la susceptibilidad a sufrir daños, la cual tiene que ver con la vulnerabilidad
biológica: es cuando se está biológicamente débil o enfermo y se requiere protección,
o aun cuando se es un voluntario sano que acepta participar en una investigación por
la desproporción de poder en la relación médico-paciente. También se destaca la im-
posibilidad de dar un auténtico consentimiento informado. Los factores causales tanto
sociales como distributivos en relación con la vulnerabilidad quedan lejanos en dichas
descripciones. Se habla de grupos vulnerables, pero no de los factores estructurales
causales de su situación.
14 Conferencia Internacional de Armonización sobre Requerimientos Técnicos para el Registro de Productos Farmacéuticos para uso en
Humanos. (1997). Normas de Buenas Prácticas Clínicas. No. 1.6. U.S. Silver Spring, MD: Food and Drug Administration.
15 Faden, R., & Shebaya, S. (2016). Public Health Ethics. En E. Zalta et al. (Ed.), Stanford Encyclopedia of Philosophy. Stanford, CA: The
Metaphysics Research Lab Center for the Study of Language and Information, Stanford University.
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16 Mackenzie, C., Rogers, W., & Dodds, S. (2014). Introduction… op. cit., 10-13 y 16-18.
17 Dawson, A. (2011). Resetting the parameters: public health as the foundation for public health ethics. En A. Dawson (Ed.), Public
Health Ethics. Key Concepts and Issues in Policy and Practice. Cambridge. UK: Cambridge University Press, 1-19.
18 Ibid.
19 Dawson A., & Verweij, M. (2007). The meaning of “Public” in “Public Health”. En M. Verweij & A. Dawson (Eds.), Ethics, Prevention and
Public Health (pp. 13-29). New York, Oxford: Clarendon Press.
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Para Powers y Faden20, los determinantes sociales de la salud pueden incidir en algunas
áreas del bienestar, por ejemplo, la carencia de asistencia sanitaria tiene como resul-
tado la mala salud de ciertos colectivos; pero cuando son varios los determinantes,
las áreas del bienestar afectadas son múltiples y no actúan individualmente sino que
forman sinergia entre sí ocasionando cuadros muy complejos y difíciles de cambiar. La
vulnerabilidad propia de estos cuadros es de tipo estructural, es decir, está emparenta-
da con factores sociales, económicos o políticos que ocasionan que grandes colectivos
vivan bajo situaciones de dominación de las cuales solo por excepción es posible salir.
Para Aday23 las poblaciones vulnerables son aquellas que están en riesgo de una pobre
salud física, psicológica o social y la autora ofrece un marco para examinar los determi-
nantes sociales de la vulnerabilidad. De interés especial es la relación que presenta la
vulnerabilidad con la disponibilidad de recursos que hace que una población sea de alto
o bajo riesgo, acorde a los siguientes predictores: el estatus social de la gente –edad,
género, raza, etnia–, el capital social o las relaciones entre la gente –estructura familiar,
estado marital, organizaciones voluntarias, redes sociales– y el capital humano o el
vencindario –escuela, trabajo, sueldo, habitación–. Danis y Patrick24, entienden como
vulnerables a aquellos sujetos que en un momento determinado están en riesgo de una
oportunidad inequitativa de obtener la máxima salud posible con calidad de vida, debi-
da a diferencias en los recursos intrínsecos y extrínsecos que están asociados con una
buena salud, por ejemplo, las circunstancias financieras, el lugar de residencia, la edad,
etc. Tiene que ver con faltas a la justicia social, producto de grandes desequilibrios en
las condiciones económicas, políticas o culturales entre individuos, grupos y estados,
que ponen a muchos en condiciones de vulnerabilidad25.
20 Powers, M., & Faden, R. (2006). Social Justice. New York: Oxford University Press.
21 Rogers, W. (2014). Vulnerability and Bioethics. En C. Mackenzie, W. Rogers & S. Dodds (Eds.), Vulnerability… op. cit., 77.
22 Feito, L. (2007). Vulnerabilidad. An. Sist. Sanit. Navar. 30, Supl. 3, 7-22.
23 Aday, L. (2001). At Risk in America; The Health and health Care Needs of Vulnerable Populations in the United States (2ª ed.). San Fran-
cisco, CA: Josey-Bass Publishers.
24 Danis, M., & Patrick, D. (2002). Health Policy, vulnerability, and vulnerable populations. En M. Danis, C. Clancy & L. Churchill (Eds.), Ethi-
cal Dimensions of Health Policy. New York: Oxford University Press.
25 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization. (2013). The Principle for Respect for Human Vulnerability and Per-
sonal Integrity. Report of the International Bioethics Cometee of UNESCO. Num. 14. Paris: UNESCO.
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26 Agency for Healthcare Research and Quality. (1999). Request for applications on measures of quality of care for vulnerable populations.
Bethesda, MD: Center for Scientific Review. National Institutes of Health.
27 Rogers, W. (2014). Vulnerability and Bioethics. En C. Mackenzie, W. Rogers & S. Dodds (Eds.), Vulnerability… op. cit., 79-80.
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sanitaria, dado que esta falencia se comparte con muchos otros sujetos que pueden
no estar en situación de vulnerabilidad social. Se relaciona más bien con la prioridad
que ha de darse a los grupos más desaventajados en una sociedad, por el hecho de
estar sometidos a condiciones de marginación.
28 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization. (2013). The Principle… Num. 32, op. cit., 26-27.
29 Roca, S., Martínez, G., Rascio, A., y Bajardi, M. (2005). La investigación biomédica y el consentimiento informado en el ámbito de las
poblaciones e individuos vulnerables. Acta Bioethica, 11 (2) 169-181. Fisher, J. (2013). Expanding the frame of “Voluntariness” in
Informed Consent: Structural Coertion and the Power of Social and Economic Context. Kennedy Institute of Ethics Journal, 23 (4) 355-
379.
30 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos.
No. 15. Paris: UNESCO. Páez, R. (2015). Pautas bioéticas. La industria farmacéutica entre la ciencia y el mercado. México: Fondo de
Cultura Económica – UNAM.
31 Fisher, J. (2009). Medical Research for Hire. The Political Economy of Pharmaceutical Clinical Trials. New Brunswick. New Jersey, Lon-
don: Rutgers University Press.
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tados por desconocer los medios para defenderse, o por carecer de medios para su
consecución; y quienes cuentan con el reconocimiento de su ciudadanía económica y
tienen acceso al consumo, pero resultan víctimas del poder hegemónico que impone
usos y costumbres de los países de alto ingreso, sin acceder a lo que tales poblaciones
poseen32.
Para Lorenzo33, partiendo de la experiencia en Brasil, la vulnera-
Verástegui ha demostrado cómo bilidad va a la par del analfabetismo funcional, producto de la
incapacidad de comprender. La UNESCO define el analfabetis-
los factores socioeconómicos
mo funcional como la situación de alguien que escribe su propio
hacen vulnerable a la nombre, o es capaz de hacer cálculos simples, o leer palabras
población y propician que dé y frases aisladas, pero no es capaz de interpretar el sentido de
los textos, ni puede usar la lectura o la escritura para su desen-
su consentimiento a participar
volvimiento personal, ni para hacer frente a las demandas so-
en investigaciones por la ciales. Para medirla, de manera indirecta, basta que se tenga 15
necesidad de tratamiento años o más y no se hayan concluido cuatro años de estudios
completos; de manera directa, se detecta por test específicos
para habilidades en lectura, escritura y cálculos aritméticos en
muestreos poblacionales. La ocurrencia del analfabetismo funcional está relacionada
con condiciones socioeconómicas desfavorables, o por pertenecer a grupos raciales y
étnicos históricamente situados en situación de discriminación.
Dentro del terreno específico de la investigación, los textos del consentimiento infor-
mado no pueden comprenderse por personas que sufren analfabetismo funcional; por
el contrario, requieren un nivel pleno de alfabetización, que se encuentra solo entre el
59 % y el 63 % de la población brasileña, según la zona. El autor sostiene que la norma-
tiva sobre el consentimiento informado en su país no toma en cuenta el analfabetismo
como un determinante mayor que requiere adaptar diversas maneras de obtener el con-
sentimiento34.
Verástegui ha demostrado cómo los factores socioeconómicos hacen vulnerable a la
población y propician que dé su consentimiento a participar en investigaciones por la
necesidad de tratamiento, enarbolando además la categoría de confusión terapéuti-
ca35. Partiendo de un estudio prospectivo sobre algunos aspectos del proceso de con-
sentimiento informado en el Instituto Nacional de Cancerología de México, la investi-
gadora encontró que 83 % de los 35 pacientes estudiados eran pobres: la percepción
salarial de 12 de ellos fue menor a un salario mínimo y la mayoría de la población del
hospital percibía menos que uno o dos salarios mínimos (dos dólares y medio al día en
32 Roca, S., Martínez, G., Rascio, A., y Bajardi, M. (2005). La investigación biomédica… op. cit., 172.
33 Lorenzo, C. (2007). O consentimento livre e esclarecido e a realidade do analfabetismo funcional no Brasil: uma abordagem para a
norma e para além da norma. Revista Bioética, 2 (15) 268-282.
34 Ibid., 273-279.
35 La confusión terapéutica se refiere a creer que se está recibiendo un tratamiento cuando en realidad se es partícipe de un protocolo
de investigación. Además, a través de un ensayo clínico se obtendrá su única oportunidad de tratamiento para su enfermedad. Ver
Appelbaum, P., & Lidz, Ch. (2008). The Therapeutic Misconception. In E. Emanuel et al. (Eds.), The Oxford Textbook of Clinical Reseach
Ethics (pp. 633-644). New York: Oxford University Press.
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36 Verástegui, E. (2007). Consenting of the vulnerable: the informed consent procedure in advanced cancer patients in Mexico. BioMed
Central Medical Ethics, 7 (13) 1-12.
37 Cerdán, A., González, A., y Verástegui, E. (2012). ¿Quién decide? El consentimiento informado en los pacientes con cáncer en México.
En N. Homedes y A. Ugalde (Eds.), Ética y ensayos clínicos en América Latina (pp. 373-388). Buenos Aires: Editorial Lugar.
38 Meneguin, S., Zoboli, E., Domingues, R., Nobre, M., y César, L. (2010). La Comprensión del Formulario de Consentimiento por los pa-
cientes que forman parte de Investigaciones con Fármaco en la Cardiología. Arq Bras Cardiol 94 (1) 4-9.
39 Por ejemplo los señalados por el método multidimensional de la pobreza, elaborado por la Comisión Nacional para la Evaluación de la
Política Social (CONEVAL) en México, que considera el enfoque del bienestar, el de derechos y el contextual. Ver: Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (2010). Metodología para la medición multidimensional de la pobreza en México. Ciudad
de México: CONEVAL.
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taria a partir de los protocolos de investigación, no les interesa los detalles señalados
en el consentimiento informado y tienen pocas preguntas sobre los protocolos. Y una
evidencia aún más reveladora de la manipulación es la poca capacidad de valorar su
aceptación a determinada investigación frente a otras, aceptando la primera que se les
ofrece40.
Finalmente, en relación a la concepción que tienen los médicos
sobre la vulnerabilidad, el estudio de Verástegui reportó que es-
tos, ante la pregunta específica sobre poblaciones vulnerables,
Llama la atención que
los identificaron con los niños, las embarazadas, los prisioneros
existiendo tanto analfabetismo y aquellos pacientes que viven en áreas sin acceso a la atención
y con las repercusiones que médica. Es decir, la vulnerabilidad concebida en sentido estre-
tiene en la comprensión del cho y desligada de los determinantes sociales de la salud. La
situación socioeconómica, educativa y la desesperación por la
formato del consentimiento ausencia de medios de atención médica, no fueron considera-
informado, no haya sido das como condiciones de vulnerabilidad. Llama la atención que
detectado como factor existiendo tanto analfabetismo y con las repercusiones que tie-
ne en la comprensión del formato del consentimiento informado,
condicionante de vulnerabilidad
no haya sido detectado como factor condicionante de vulnerabi-
lidad. Y peor aún: el estudio muestra que solo 15 % de los médi-
cos pensaban que la población del hospital era vulnerable41.
5. Conclusión
La vulnerabilidad en la bioética ha adolecido de una comprensión más amplia, al ser
entendida desde el modelo biomédico, que acentúa la dimensión individual de la sa-
lud, desligada de factores sociales o estructurales. La ética pública y su énfasis en la
comprensión de la salud desde lo social, permite considerar la vulnerabilidad desde las
relaciones concretas establecidas entre determinados colectivos, muchas de ellas de
dominación u opresión.
La investigación en seres humanos necesita ser considerada desde la vulnerabilidad
social, en orden a evitar posibles abusos de coerción por falta de autonomía en gran-
des sectores de la población, sobre todo en países de medio o bajo ingreso. Al ser
las necesidades básicas tan grandes, especialmente las de atención de la salud, las
investigaciones se prestan a abusar de los sujetos de investigación, quienes dan su
consentimiento bajo el riesgo de confusión terapéutica.
40 Fisher, J. Expandig the Frame… op. cit., 363-366. Verástegui, E. Consenting of the vulnerable…, op. cit., 5.
41 Ibid., 7.