Texto Unidad - 1
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DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
CAPITULO PRIMERO: INTRODUCCION
“El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Lord ACTON
1. GENERALIDADES
Escojo empezar el abordaje del tema con esa célebre frase de Lord
ACTON pronunciada allá por 1887, ya que entiendo bien podría resumir
lo que abarcará el presente trabajo. La doctrina enseña que cuando se
estudian los límites a los órganos estatales, en la práctica, lo que se aborda
es simple y llanamente, la manera como los ciudadanos nos relacionamos
con el estado estableciendo límites o salvaguardas frente al ejercicio del
poder estatal, de forma que no terminemos siendo tratados como objetos
sino como seres humanos con derechos y obligaciones, para ser respetados
y cumplidos.
Entonces, ¿Cómo enfocar los límites a los órganos estatales? ¿Será sólo un tema
jurídico? ¿O más bien se tratará, ante todo, de un tema político? O mejor: ¿Será
que cabe abarcar lo político y lo jurídico y viceversa?. Me inclino por esta
última postura, aunque debo advertirles que cualquiera sea a la que uno
decida adscribirse, le será imposible abstraerse de la peculiar visión que el
sujeto tenga del mundo. Me explico, el sujeto puede entenderlo a través de
visiones garantistas o las contrarias, a través de visiones arbitrarias y
despóticas o, las opuestas. O desde una postura intermedia. Depende
entonces de esa decisión primigenia.
Así que me adelanto en señalarles que la mía, que saldrá claramente
revelada a lo largo del presente trabajo,1 obedece a parte de lo que
doctrinalmente se conoce como el Garantismo, que siguiendo al máximo
exponente de esta corriente, el maestro Italiano Luigi FERRAJOLI2
distingue tres significados que servirán para explicar, creo fundadamente,
como es que les planteo que esta doctrina puede ser utilizada como método
adecuado para establecer límites al ejercicio del poder estatal a través de
sus órganos: el primer significado como modelo normativo de derecho, el
modelo de estricta legalidad propio del estado de derecho que en el plano
1 Ruego al lector entenderla en toda su amplitud, esto es que no pretendo limitar y peor simplificar las
posturas expuestas al plano estrictamente penal y/o procesal –dada mi especialidad- sino, como se
advertirá de lo que se expone respecto del garantismo en sus diversas facetas, constituye el método al
que recurro para fundar la postura expuesta sobre los límites al ejercicio del poder estatal a través de sus
órganos que lo conforman.
2 FERRAJOLI, Luigi. “Derecho y razón. Teoría del Garantismo Penal”. 4ª edición, Trotta, Madrid,
2000, páginas 851 y sgtes. GIANFORMAGGIO, Letizia (edit) “Las razones del garantismo.
Discutiendo con Luigi Ferrajoli”. Editorial Temis S.A. Bogotá, 2008, págs. 15 y sgtes
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epistemológico se caracteriza como un sistema cognoscitivo o de poder mínimo, en
el plano político como una tutela capaz de minimizar la violencia y de maximizar
la libertad y en el plano jurídico como un sistema de vínculos impuestos a la
potestad punitiva del Estado en garantía de los derechos de los ciudadanos. En
segundo lugar, el garantismo es una teoría de la validez y de la efectividad
como categorías distintas no sólo entre sí, sino también distintas de la existencia o
vigencia de las normas. En este sentido, la palabra garantismo expresa una
aproximación teórica que mantiene separados el ser y el deber ser en el derecho e
incluso propone, como cuestión teórica central, la divergencia existente en los
ordenamientos complejos normativos (tendencialmente garantistas) y prácticas
operativas (tendencialmente antigarantistas), interpretándola mediante la
antinomia (…) que subsiste entre validez (e inefectividad) de los primeros y
efectividad (e invalidez) de las segundas. En tercer lugar, el garantismo
designa una filosofía política que impone al derecho y al estado la carga de la
justificación externa conforme a los bienes y a los intereses cuya tutela constituye
precisamente la finalidad de ambos. Como bien destaca
GIANFORMAGGIO si bien estos tres significados son distintos, no dejan por
3
4 “La Justicia Constitucional”, Plural Editores, 2010; páginas 47 y sgtes
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actuales podría ser seguramente un proyecto de ley, para que imprima su
sello real, con lo cual en la época la norma adquiría vigencia.
Déspota como era, el rey Juan Sin Tierra se opone a la propuesta
formulada puesto que implicaba limitar significativamente el ejercicio de
sus amplios poderes reales, por lo que los barones le amenazan abandonar
la obediencia a su autoridad, por lo que el rey decide huir a una ciudad
cercana a Londres llamada Runnymede, negándose a imponer el sello real.
Finalmente, luego de arduas negociaciones no le queda más remedio que
aceptar y es así que nace el documento que desde mi punto de vista,
constituye la más formidable contribución de los ingleses al Derecho
universal.
Por tanto, a los efectos que ahora nos interesan, su principal trascendencia
es que se trata de un primer pacto político legal orientado a equiparar los
5 KUHNHARDT LUDGER, “Derechos Humanos, protección de las minorías y Estado nacional”. En
- (2) Si fallece algún conde, barón u otra persona que posea tierras
directamente de la Corona, con destino al servicio militar, y a su muerte el
heredero fuese mayor de edad y debiera un "censo"(o "relief '), dicho
heredero entrara en posesión de la herencia al pagar la antigua tarifa del
"censo", es decir, el o los herederos de un conde pagaran 100 (cien) libras
por toda la baronia del conde, los herederos de un caballero (knight) 100
(cien) chelines (shillings) como máximo por todo el "feudo" ("fee") del
caballero, y cualquier hombre que deba menor cantidad pagara menos, con
arreglo a la usanza antigua de los "feudos".
- (3) Pero si el heredero de esa persona fuese menor de edad y estuviese bajo
tutela, cuando alcance la mayoría de edad entrara en posesión de su
herencia sin tener que pagar "censo" o derecho (fine) real.
- (7) A la muerte del marido toda viuda podrá entrar en posesión de su dote
y de su cuota hereditaria inmediatamente y sin impedimento alguno. No
tendrá que pagar nada por su dote, por presentes matrimoniales o por
cualquier herencia que su marido y ella poseyesen conjuntamente el día de
la muerte de aquel, y podrá permanecer en la casa de su marido cuarenta
días tras la muerte de este, asignándosele durante este plazo su dote.
- (17) Los litigios ordinarios ante los Tribunales no seguirán por doquier a
la corte real, sino que se celebraran en un lugar determinado.
- (21) Los duques y barones serán multados únicamente por sus pares y en
proporción a la gravedad del delito.
- (27) Si un hombre libre muere sin haber hecho testamento (If a free man
dies intestate), sus bienes muebles serán distribuidos a sus parientes más
próximos y a sus amigos, bajo la supervisión de la Iglesia, si bien serán
salvaguardados los derechos de sus deudores (debtors).
- (44 ) Las personas que vivan fuera de los bosques no estarán obligadas en
lo sucesivo a comparecer ante los jueces reales forestales en virtud de
requerimientos generales, a menos que se hallen efectivamente implicadas
en actuaciones o sean fiadores de alguien que haya sido detenido por un
delito forestal.
- (54). Nadie será detenido o encarcelado por denuncia de una mujer por
motivo de la muerte de persona alguna, salvo el mando de aquella.
- (55). Todas las multas que se nos hayan pagado injustamente y contra la
ley del reino, y todas las multas que hayamos impuesto sin razón, quedan
totalmente remitidas o bien serán resueltas por sentencia mayoritaria de los
veinticinco varones a que se refiere mas adelante la clausula de
salvaguardia de la paz, así como de Esteban, arzobispo de Canterbury, si
pudiere asistir, y cuantos otros quiera el traer consigo. Si el arzobispo no
puede asistir, continuaran las actuaciones sin el, pero si uno cualquiera de
los veinticinco barones fuere parte en el litigio, no se tendrá en cuenta su
juicio y se elegirá y tomara juramento a otro en su lugar, como suplente
para la materia en cuestión, por el resto de los veinticinco.
- (57) En caso de que un gales haya sido privado o desposeido de algo, sin
haber mediado legitima sentencia de sus pares, por nuestro padre el Rey
Enrique o nuestro hermano el Rey Ricardo y el bien en cuestión
permanezca en nuestro poder o este en posesión de terceros por concesión
nuestra, tendremos moratoria por el lapso generalmente reconocido a los
Cruzados, a menos que estuviese ya pendiente algun litigio judicial o se
hubiese entablado una indagación por orden nuestra, antes de tomar Nos
la Cruz como Cruzado, pero a nuestro regreso de la Cruzada o de modo
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inmediato si desistimos de ella, haremos plenamente justicia con arreglo a
las leyes de Gales y de dichas regiones.
Así las cosas, cabrá entonces preguntarse ¿Cuáles son los lineamientos
esenciales del estado sujeto al imperio del derecho?. Como no podría ser de otra
manera, existen variadísimas posturas que pretenden responder dicha
interrogante, empero, sin pretensión de ser exhaustivo en el tema, les
ofrezco algunas pocas que logran concentrar sus principales elementos.
Para STERN, Klaus6 significa: “el ejercicio del poder político sobre la base de
las leyes constitucionales con el objeto de asegurar la libertad, justicia y seguridad
jurídica”; por lo que se encuentra conformado por dos componentes
esenciales: a) el Estado (como forma de organización política) y b) el
derecho (como conjunto de las normas que rigen el funcionamiento de una
sociedad), siendo así entonces relevante, que el poder del Estado se
encuentre claramente limitado por el derecho.
De ahí también sale que el Estado de derecho surge por oposición al
Estado absolutista, donde el rey se encontraba por encima de todos los
ciudadanos y las normas legales, pudiendo ordenar y mandar libremente
sin que ningún otro poder que le hiciera contrapeso, pues sólo el poder
logra frenar al poder.
El Estado de derecho, en cambio, supone que el poder surge del mismo
pueblo, cuando elige a sus representantes para ejercer el gobierno. Por eso
también se explica que con el desarrollo de la idea sobre el Estado de
derecho, aparece paralela y naturalmente la división de poderes o
funciones (entre Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Ejecutivo),
instancias que en el estado absolutista, se concentraban todos en la figura
del rey (en ésa época).
democracia” Konrad Adenauer Stiftug – CIEDLA; Buenos Aires, 1997, páginas 19 y sgtes
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entonces su poder en todos los ámbitos incluyendo especial aunque no
exclusivamente el punitivo y, aunque parezca extraño, aquí sostengo
constituye la tendencia que incluso la nueva Constitución Política del
Estado de Bolivia (NCPE en adelante) nos ofrece, a partir del no sólo
amplio, sino amplísimo catálogo de derechos –individuales y también de
otra índole- que nos franquea la misma, extremo que surgirá hasta
elementalmente, de sólo comparar los derechos y garantías que hasta el
momento cursaban en las anteriores constituciones y la actual; extremo a
ser constatado más adelante.7
7 Puede ampliarse el tema, consultando por ejemplo la interesante Tabla 3 Derechos Fundamentales y
Así es que surge la ley como el concepto clave de la idea del estado de
derecho. Pero ¿A qué tipo de ley me estoy refiriendo a los efectos que ahora nos
interesan? A una norma cuya característica principal esté asentada en: a) su
validez o aplicación general; y, b) su fuerza vinculante para todos, es decir,
tanto para la autoridad pública como para los ciudadanos. De esa manera,
la función principal de la ley se explicaría en impedir el avasallamiento de
las libertades de los ciudadanos, en fijar límites ciertos al ejercicio del
poder público.
¿De qué manera? Facilitando que las actividades estatales sean controlables
y previsibles; o como explica HORN11 la ley tomó estado de garante de la
libertad personal, conjugando el derecho a la autodeterminación del individuo con
la voluntad política.
consiste en que el peor ejercicio de la fuerza estatal se realiza precisamente a partir del derecho penal, de
ahí que surjan estas garantías como los mejores mecanismos contra el ejercicio arbitrario del mayor
poder que tiene el estado, al extremo que pueda –legalmente- actuar sobre la vida o la libertad de sus
ciudadanos. Por ejemplo, recuérdese lo acontecido en Alemania durante el nacionalsocialismo cuando se
dictó el “Decreto de emergencia para protección del pueblo y del estado” (28 de febrero de 1933)
suspendiendo las principales garantías consagradas en la Constitución de Weimar, como el principio de
legalidad, la libertad personal e inalienabilidad domiciliaria, la libertad de opinión y prensa, la libertad de
asociación y reunión, la libertad de la propiedad, secreto postal y de telecomunicaciones. Se eliminó
también la división de poderes mediante la “Ley de Otorgamiento de poderes” (24 de marzo de 1933)
transfiriendo al gobierno (ejecutivo) la facultad de legislar e incluso, en 1942 el Parlamento exceptuó
expresamente al Führer de la obligación de sujetar sus actos a las disposiciones legales vigentes; lo peor
fue que de esa manera se destruyó la independencia de la justicia para convertirla en un instrumento
político que permitía a los nazis perpetuarse en el ejercicio del poder y, en particular se recurrió al
derecho penal y al procesal penal para destruir las bases del estado de derecho.
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de manera sumamente amplia, lo cual también obedece a un proceso
posterior determinado esencialmente por el apogeo de los estados
modernos caracterizados por la vigencia ya no sólo de leyes (en sentido
estricto) sino, por Constituciones Políticas como las verdaderas normas
supremas de aplicación preferente por encima de cualesquier otra norma
jurídica interna.
En todos los supuestos, surge una nota esencial y determinante para lo
hasta aquí expuesto: es la ley (sea la Constitución Política o la ley
ordinaria, es decir en sentido genérico) la que se constituye en la
herramienta destinada para limitar taxativamente el ejercicio del poder
público y así, tratar de equilibrar la –siempre conflictiva- relación entre los
ciudadanos y el estado, a través de sus órganos.
1987
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el que la organización estatal debe tender a la integración y no a la
estratificación de la sociedad; y b) el principio de equidad, por el que se
tiende a equiparar las diferencias sociales existentes. Así se pretende, entre
otros objetivos, que los beneficios de la actividad económica se extiendan a la
sociedad entera en relación a los esfuerzos personales, pero evitando extremos de
privación o injusticias.
Ahora bien: ¿Qué consecuencias acarrea para nuestro estudio tales normas
constitucionales? Permite sostener que el estado boliviano no sólo es un
estado sometido al imperio de la ley, sino, principalmente al imperio
de su Constitución Política e incluso, tratándose de materia de
derechos humanos, a los Tratados e Instrumentos internacionales de
esa materia, que cuando declaren derechos más favorables a los de la
propia NCPE, deben ser interpretados y aplicados por encima de la
misma NCPE.
A los efectos que aquí nos interesan y que han venido siendo destacados a
lo largo del presente capítulo, tal decisión es absolutamente relevante
puesto que permite afirmar que los límites impuestos al ejercicio del poder
público por parte de los órganos estatales no sólo están impuestos por la
ley, sino por la Constitución Política del Estado e incluso, tratándose de
derechos humanos, por los Tratados e Instrumentos Internacionales
cuando declaren derechos más favorables que hasta la misma NCPE.
En consecuencia, para desarrollar a continuación los límites impuestos por
todas esas normas legales, cabe partir fundamentalmente del anterior
entendimiento, ampliando las visiones no sólo a la ley, sino a la NCPE y a
los tratados e instrumentos internacionales, obviamente, los ratificados o
adheridos por el estado boliviano.
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CAPITULO SEGUNDO: DE LOS LÍMITES GENERALES
“Es importante comprender los límites de la democracia… para ponerla a salvo
de ella misma”. Theodor ESCHENBURG
Como ya se destacó, la NCPE por su art. 8.I incluye entre los valores del
estado, entre muchos otros a la dignidad del ser humano. Más adelante, en
el rubro de los Derechos Fundamentales, su art. 15.I conecta este valor
con un bien de mayor valor incluso, como es el derecho a la vida y también
el derecho a la integridad física, psicológica y sexual, prohibiendo la
tortura y los tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes,
además de proscribir la pena de muerte.
Su art. 22 en el mismo sentido que su antecesora, señala que la dignidad y
la libertad de las personas son inviolables, por lo que respetarlas y
protegerlas es deber primordial del estado. Nótese que conforme a esta
redacción, la Constitución le está imponiendo al estado ese deber, lo que se
entiende en doctrina como un deber de abstención del estado y sus
órganos para intervenir sobre dicho bien jurídico así protegido.
Como enseña RIVERA SANTIBAÑEZ16 el valor supremo de la dignidad
humana es el que tiene todo hombre para que se le reconozca como un ser dotado
de un fin propio, y no cual simple medio para fines de otros, lo que equivale
merecer un trato especial que tiene toda persona por el hecho de ser tal, un trato
acorde con su condición humana.
16 Obra citada, páginas 228 y sgtes
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De ahí que se puede sostener que el derecho a la dignidad abarca también,
entre otros, el derecho al respeto de la vida y a la integridad personal,
psicológica y sexual del ser humano, con todas las consecuencias que
emergen de tal entendimiento, piénsese por ejemplo en las desarrolladas
por la propia NCPE en sentido de la prohibición de las mujeres para no
sufrir ningún tipo de violencia (art. 15.II); la prohibición de violencia
generacional (art. 15.III); la prohibición de ser sometido a desapariciones
forzadas (art. 15.IV); no ser sometida a servidumbre ni esclavitud (art.
15.V) o la prohibición de la trata y tráfico de personas (art. 15.V), entre
varias otras.
Siguiendo al autor citado, se destaca que el valor supremo de la dignidad
fue ya caracterizado por la jurisprudencia constitucional en su doble
dimensión de valor supremo y derecho fundamental mediante la SC No.
686/04-R de 6 de mayo:17 “La doctrina del Derecho Constitucional considera a
la dignidad humana como un valor supremo inherente al Estado Democrático de
Derecho, por lo mismo lo conceptúa como aquel que tiene todo hombre para que se
le reconozca como un ser dotado de un fin propio, y no cual simple medio para
fines de otros. Equivale al merecimiento de un trato especial que tiene toda
persona por el hecho de ser tal. En el sistema constitucional boliviano, la dignidad
humana tiene una doble dimensión, de un lado, se constituye en un valor supremo
sobre el que se asienta el Estado Social y Democrático de Derecho y, del otro, en
un derecho fundamental de la persona, conforme lo ha proclamado el art. 6.II de
la Constitución. En la dimensión de derecho fundamental, la dignidad humana es
la facultad que tiene toda persona de exigir de los demás un trato acorde con su
condición humana. Este Tribunal Constitucional, en su SC 0338/2003-R de 19
de marzo, lo ha definido como aquel: “que tiene toda persona por su sola condición
de 'humano', para que se la respete y reconozca como un ser dotado de un fin
propio, y no como un medio para la consecución de fines extraños, o ajenos a su
realización personal. La dignidad es la percepción de la propia condición
humana, y de las prerrogativas que de ella derivan”.
17Obviamente que se recurrirá frecuentemente a jurisprudencia constitucional sin discriminar la época a
la que fue emitida, esto en el entendimiento –elemental- que los institutos que desarrolla en su
generalidad no han sufrido –salvo algunos casos- cambios por las reformas constitucionales y, además
por la también comprensión –también básica- del derecho jurisprudencial caracterizado por la
construcción sostenida de líneas jurisprudenciales.
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importante, junto a la dignidad humana en el catálogo de derechos civiles como
parte integrante a su vez de los derechos fundamentales, tal cual lo establece el art.
22 de la CPE al señalar que: “La dignidad y la libertad de la persona son
inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”, norma que
debe ser interpretada en base a los valores de la misma Constitución, la cual en el
art. 8.II establece que el Estado se sustenta en los valores de dignidad y libertad,
entre muchos otros; se debe tener en cuenta que la restricción o límite al derecho a
la libertad física en materia penal, con carácter provisional o cautelar, conforme a
los requisitos constitucionales y legales, tienen naturaleza instrumental y por ende
modificable”. (SSCC Nos. 78/2010 de 3 de mayo; 896/2011 de 6 de
junio; 953/2011 de 22 de junio, entre muchas otras).
Y con alcances más generales, en la SC No. 482/2011 de 25 de abril,
que: A objeto de conocer los fundamentos constitucionales legales del justificativo
de la tutela, resulta oportuno referirnos a los principios, valores y fines del Estado
Plurinacional de Bolivia. Así, la dignidad es un valor donde se sustenta el Estado
(art. 8.II de la CPE), siendo uno de los principales fines y funciones, garantizar el
bienestar colectivo, y el acceso a la salud de sus habitantes (art. 9.2 y 5 de la
CPE); asimismo, entre los derechos civiles establecidos por la Constitución, el art.
22, establece que: “La dignidad y la libertad de la persona son inviolables.
Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”. Normas
constitucionales que necesariamente deben ser tomadas en cuenta no sólo por las
autoridades y funcionarios, sino también por los particulares, a objeto de vivir en
armonía social”.
págs. 67 y sgtes
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
decidir si se trata de hechos iguales o distintos. De ahí que con base a esta
interpretación guiada por la idea de justicia, corresponde otorgar: “igual
trato a lo que es igual” y “trato diferente y adecuado a su particularidad que es
diferente”.
21 Obra citada, págs. 71 y sgtes
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- Como consecuencia del principio analizado o mejor aún, en
desarrollo del mismo, además de lo antes ejemplificado con motivo
del art. 12 constitucional, cabe también remitirse a su art. 140: I. Ni
la Asamblea Legislativa Plurinacional, ni ningún otro órgano o
institución, ni asociación o reunión popular de ninguna clase, podrán
conceder a órgano o persona alguna facultades extraordinarias diferentes a
las establecidas en esta Constitución. II. No podrá acumularse el Poder
Público, ni otorgarse supremacía por la que los derechos y garantías
reconocidos en esta Constitución queden a merced de órgano o persona
alguna.
22 Teoría General del Derecho y del Estado, UNAM, 1995
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
regulación, es anterior a la primera. El orden jurídico, especialmente aquél cuya
personificación constituye el estado, no es un sistema de normas coordinadas entre
sí que se hallen, por así decirlo, una al lado de la otra, en un mismo nivel, sino que
se trata de una verdadera jerarquía de diferentes niveles de normas. La unidad de
estas se halla constituida por el hecho de que la creación de una norma –la del
grado más bajo-, se encuentra determinada, a su vez, por otra todavía más alta.
Lo que constituye la unidad del sistema es precisamente la circunstancia de que
tal regressus termina en la norma de grado más alto, o norma básica, que
representa la suprema razón de validez de todo el orden jurídico. La estructura
jerárquica del orden jurídico de un estado puede expresarse toscamente en los
siguientes términos: supuesta la existencia de la norma fundamental, la
Constitución representa el nivel más alto dentro del derecho nacional”.
Así mismo, sobre los efectos que derivan del principio en estudio, que:
"La Constitución Política del Estado es la Ley suprema del ordenamiento
jurídico nacional. Los tribunales, jueces y autoridades la aplicarán con preferencia
a las leyes, y éstas con preferencia a cualesquiera otras resoluciones", y sienta así el
principio de supremacía constitucional, del que se derivan dos consecuencias: la
primera, que no pueden dictarse leyes contrarias a la Constitución; y la segunda,
que las autoridades públicas tienen la obligación de encuadrar su actos a las
reglas que dispone la Constitución Política del Estado”. (SC 58/2002 de 8 de
julio).
- Tratándose del segundo supuesto, éste surge a partir del art. 256 de
la NCPE y sostengo se trata de un caso mucho más general que el
anterior, aunque sumamente parecido. Está, también sujeto a una
condición consistente en que dichos instrumentos internacionales
declaren derechos más favorables a los contenidos en la Constitución, en
cuyo caso también se interpretarán y aplicarán de manera preferente
sobre esta.
23 Puede ampliarse el análisis del problema consultando mi ponencia “La retroactividad de la ley penal y
imputado o procesado. II. Cualquier sanción debe fundarse en una ley anterior al hecho
punible.
25
Artículo 9. Principio de Legalidad y de Retroactividad Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que
en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
Por tanto, conforme a lo argumentado precedentemente, puede concluirse
que actualmente, como efecto de lo que la propia NCPE ha dispuesto, el
principio de supremacía normativa constitucional, admite excepciones –
reitero- fundadas en sus propias disposiciones.
26 Artículo 158. I. Son atribuciones de la Asamblea Legislativa Plurinacional, además de las que
otras adicionales mediante su art. 38, además de desarrollar las competencias de sus salas especializadas
(arts. 42 y sgtes); de los Tribunales Departamentales de Justicia (arts. 50 y sgtes); de sus Salas
Especializadas (arts. 53 y sgtes); de los Tribunales de Sentencia y Juzgados Públicos (arts. 69 y sgtes) e
incluso distribuye la competencia en razón de la materia (art. 64).
29 Por su parte, la Ley No. 25 por sus artículos 140 y sgtes., desarrolla las competencias de la Sala Plena
Así las cosas, estimo que no queda claro sí dicha jurisdicción sólo se aplica
a quienes mantienen un vínculo particular de las personas que son
miembros de una nación o pueblo indígena originario campesino (art.
191.I de la NCPE) o, como se ejerce en los ámbitos de vigencia ya no sólo
personal, sino también material y territorial (art. 191.II de la misma) por
lo entonces podrían quedar también sujetos a dicha jurisdicción no
solamente dichos miembros, sino todos quienes actúen en cualquier
calidad (actores o demandado, denunciantes o querellantes, denunciados o
imputados, recurrentes o recurridos). Por ejemplo, si un ciudadano que no
pertenece a ninguna nación o pueblo indígena originario campesino
demanda en la vía civil supongamos por incumplimiento de un contrato
civil a quien sí pertenece a alguno, por efecto de esa disposición
comentada, ¿este tendría derecho a que su caso sea ventilado en la jurisdicción
30 Por su parte, la Ley del órgano Judicial No. 25 de 24 de junio de 2010, en sus arts. 159 y sgtes., reitera
183 y sgtes.
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
Finalmente, me refiero al Tribunal Constitucional Plurinacional.
Siguiendo lo argüido en referencia a los anteriores casos sobre la
distribución competencial y resultante limitación de los poderes estatales,
el art. 196.I de la NCPE le asigna competencia taxativa, para velar: por la
supremacía de la Constitución, ejerce el control de constitucionalidad, y precautela
el respeto y la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales e, incluso
en referencia a su función interpretativa le dice que aplicará como criterio de
interpretación, con preferencia, la voluntad del constituyente, de acuerdo con sus
documentos, actas y resoluciones, así como el tenor literal del texto.
Para terminar este amplio acápite en el que se ha tenido que detallar las
distintas competencias de todos los organismos que integran el sistema de
administración de justicia poniendo de relevancia sus diferentes
atribuciones competenciales, cabe reiterar que esto obedece a que a través
de ese desarrollo surge nítidamente la distribución de los limites
competenciales primero entre los distintos órganos estatales y luego, al
interior del órgano judicial, incluyendo –a estos fines- a la jurisdicción
indígena originario campesina.
En consecuencia, puede sostenerse que tratándose especialmente, del
órgano judicial dada su naturaleza específica orientada hacia la resolución
de conflictos, la necesaria distribución competencial expresa con mayor
relevancia el establecimiento efectivo de límites al ejercicio del poder
público, retiero, tanto a nivel del relacionamiento entre los distintos
órganos de poder, como entre los que componen al órgano judicial de
manera interna. Incluso, en éste último aspecto, la nueva Ley del Órgano
Judicial se refiere al principio de complementariedad en su art. 6,
prescribiendo: en el ejercicio de la función judicial, las jurisdicciones se
relacionan sobre la base del respeto mutuo entre sí y no podrán obstaculizar,
usurpar competencias o impedir su labor de impartir justicia.
33 Por ejemplo, Iñaki ESPARZA LEIBAR “El Principio del Proceso Debido” José María Bosch Editor
Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones”. Luego su art. 117 indica: “I. Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido
oída y juzgada previamente en un debido proceso. Nadie sufrirá sanción penal que no haya sido impuesta por
autoridad judicial competente en sentencia ejecutoriada”. Más adelante, su art. 137 inmerso en el rubro relativo al
Estado de sitio, precisa: “En caso de peligro para la seguridad del Estado, amenaza externa, conmoción interna o
desastre natural, la Presidenta o el Presidente del Estado tendrá la potestad de declarar el estado de excepción, en
todo o en la parte del territorio donde fuera necesario. La declaración del estado de excepción no podrá en ningún
caso suspender las garantías de los derechos, ni los derechos fundamentales, el derecho al debido proceso, el derecho
a la información y los derechos de las personas privadas de libertad”. En el acápite dedicado a la jurisdicción
ordinaria, se tiene el “Artículo 180. I. La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios procesales de
gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia,
accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e igualdad de las partes ante el juez”.
35 El art. 24 de la CPE española, refiere: “1. Todas las personas tienen derecho a obtener tutela judicial efectiva
de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión. 2. Asimismo, todos tienen derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa
y a la asistencia de letrado, a ser informados de de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin
dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no
declarar contra si mismos, a no declararse culpables y a la presunción de inocencia. La ley regulará los casos en los
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participan de la naturaleza jurídica de los principios generales del derecho.
Esta última es la que mayor aplicación ha comenzado a tener a nivel
universal y es a la que me adscribo, más aún cuando ya aparece reflejada –
desde el anterior siglo y con denominación diferente- en el Pacto de San
José de Costa Rica.36
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
37 En “Proceso Penal Garantista: modelo adversativo, sistema acusatorio angloamericano y debido
proceso de ley “. Centro Interamericano para la Administración de Justicia y Política Pública” disponible
en http://www.centrointeramericano.org el 20 de marzo de 2012
38 “Derechos de la Persona. Dogmática Constitucional”. Fondo Editorial del Congreso del Perú; Lima,
Sin embargo, es altamente plausible que su art. 117.I haga depender del
debido proceso o condicione el instituto del juicio (proceso) previo, al
mismísimo debido proceso, cuando afortunadamente dice: Ninguna persona
puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso.
Se sostiene que el debido proceso antes que un simple principio procesal,
se trata de una macro garantía que alumbra el desarrollo de cualesquier
proceso donde se declare la responsabilidad del ciudadano, se determine un
derecho o se le imponga una obligación o, como parte –importante- de la
doctrina lo considera, se trata de una garantía de garantías.
guerra son imprescriptibles. Artículo 112. Los delitos cometidos por servidores públicos que atenten contra el
patrimonio del Estado y causen grave daño económico, son imprescriptibles y no admiten régimen de inmunidad.
Artículo 113. I. La vulneración de los derechos concede a las víctimas el derecho a la indemnización, reparación y
resarcimiento de daños y perjuicios en forma oportuna. II. En caso de que el Estado sea condenado a la reparación
patrimonial de daños y perjuicios, deberá interponer la acción de repetición contra la autoridad o servidor público
responsable de la acción u omisión que provocó el daño. Artículo 114. I. Queda prohibida toda forma de tortura,
desaparición, confinamiento, coacción, exacción o cualquier forma de violencia física o moral. Las servidoras
públicas y los servidores públicos o las autoridades públicas que las apliquen, instiguen o consientan, serán
destituidas y destituidos, sin perjuicio de las sanciones determinadas por la ley. II. Las declaraciones, acciones u
omisiones obtenidas o realizadas mediante el empleo de tortura, coacción, exacción o cualquier forma de violencia,
son nulas de pleno derecho. Artículo 115. I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y
tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. II. El Estado garantiza el derecho al debido proceso,
a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones. Artículo 116. I. Se
garantiza la presunción de inocencia. Durante el proceso, en caso de duda sobre la norma aplicable, regirá la más
favorable al imputado o procesado. II. Cualquier sanción debe fundarse en una ley anterior al hecho punible.
Artículo 117. I. Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso. Nadie sufrirá sanción penal que no haya sido impuesta por autoridad judicial competente en sentencia
ejecutoriada. II. Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho. La rehabilitación en sus
derechos restringidos será inmediata al cumplimiento de su condena. III. No se impondrá sanción privativa de
libertad por deudas u obligaciones patrimoniales, excepto en los casos establecidos por la ley. Artículo 118. I. Está
prohibida la infamia, la muerte civil y el confinamento. II. La máxima sanción penal será de treinta años de
privación de libertad, sin derecho a indulto. III. El cumplimiento de las sanciones privativas de libertad y las
medidas de seguridad están orientadas a la educación, habilitación e inserción social de los condenados, con respeto
a sus derechos. Artículo 119. I. Las partes en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para ejercer durante
el proceso las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la indígena originaria
campesina. II. Toda persona tiene derecho inviolable a la defensa. El Estado proporcionará a las personas
denunciadas o imputadas una defensora o un defensor gratuito, en los casos en que éstas no cuenten con los recursos
económicos necesarios. Artículo 120. I. Toda persona tiene derecho a ser oída por una autoridad jurisdiccional
competente, independiente e imparcial, y no podrá ser juzgada por comisiones especiales ni sometida a otras
autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al hecho de la causa. II. Toda persona sometida a
proceso debe ser juzgada en su idioma; excepcionalmente, de manera obligatoria, deberá ser asistida por traductora,
traductor o intérprete. Artículo 121. I. En materia penal, ninguna persona podrá ser obligada a declarar contra sí
misma, ni contra sus parientes consanguíneos hasta el cuarto grado o sus afines hasta el segundo grado. El derecho
de guardar silencio no será considerado como indicio de culpabilidad. II. La víctima en un proceso penal podrá
intervenir de acuerdo con la ley, y tendrá derecho a ser oída antes de cada decisión judicial. En caso de no contar
con los recursos económicos necesarios, deberá ser asistida gratuitamente por una abogada o abogado asignado por
el Estado. 47 Artículo 122. Son nulos los actos de las personas que usurpen funciones que no les competen, así como
los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de la ley. Artículo 123. La ley sólo dispone para lo
venidero y no tendrá efecto retroactivo, excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de
las trabajadoras y de los trabajadores; en materia penal, cuando beneficie a la imputada o al imputado; en materia
de corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra los intereses
del Estado; y en el resto de los casos señalados por la Constitución.
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
• Derecho al juez competente, imparcial, independiente y
predeterminado por la ley (SC Nº 560/02-R de 15 de mayo)
• Derecho a la aplicación de la norma más favorable como excepción a
la irretroactividad de la ley penal (SSCC Nº s. 1030/03-R de 21 de julio y
386/05-R de 15 de abril)
• Derecho a no ser juzgado ni condenado dos veces por el mismo
hecho (SSCC Nº s. 727/03-R de 3 de junio y 1764/04-R de 9 de
noviembre).
• Derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable (SC Nº
1070/01-R de 4 de octubre).
• Derecho a obtener una resolución debidamente fundamentada (SC
Nº 1369/01 de 19 de diciembre)
• Derecho a recurrir el fallo según lo establecido por ley.
• Derecho a ser juzgado en proceso público, salvo las excepciones
previstas por ley.
• La prohibición de utilización de prueba ilegal.
¿El debido proceso abarcará sólo materia penal? No, puesto que las
concepciones contemporáneas del instituto insisten en que el debido
proceso no sólo es aplicable en materia penal, sino obedecen a la elemental
aplicación del art. 8.1 de la Convención Americana sobre DDHH: Toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. Sobre ese
aspecto, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, vinculante además para Bolivia41, ha dicho:
"De conformidad con la separación de los poderes públicos que existe en el Estado
de Derecho, si bien la función jurisdiccional compete eminentemente al Poder
Judicial, otros órganos o autoridades públicas pueden ejercer funciones del mismo
tipo (...). Es decir, que cuando la Convención se refiere al derecho de toda persona
a ser oída por un "juez o tribunal competente" para la "determinación de sus
derechos", esta expresión se refiere a cualquier autoridad pública, sea
administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine
derechos y obligaciones de las personas. Por la razón mencionada, esta Corte
considera que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter
materialmente jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas
a las garantías del debido proceso legal en los términos del artículo 8 de la
Convención Americana”. (Caso Tribunal Constitucional, Sentencia de 31
de enero de 2001).
41 Por si acaso, la Ley No. 1430 de 11 de febrero de 1993 que aprueba y ratifica la Convención
Americana sobre DDHH o Pacto de San José de Costa Rica, reconoce la competencia de la Comisión
Interamericana de DDHH y su art. 3º reconoce como obligatoria de pleno derecho, incondicionalmente y por
plazo indefinido, la jurisdicción y competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
El debido proceso entonces, resulta ser la macrogarantía limitadora por
excelencia contra el ejercicio del poder público de los órganos estatales y
de cualquier otro organismo.
42Sentencia Nº 1087-2004-AA/TC del Tribunal Constitucional del Perú.
43JOAN PICO I JUNOY en “Las Garantías Constitucionales del Proceso”. José María Bosch Editor,
Barcelona, 1997; páginas 39 y sgtes
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de
efectividad el derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez
planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el
derecho de obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a
resolver la petición. Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las
circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser positiva o
negativa. Sin embargo, la obligación del Estado no es acceder a la
petición, sino resolverla. (…) En consecuencia, solo en la situación en que
transcurridos lo términos o plazos que establece la ley, el Estado, a través del
funcionario o autoridad correspondiente, no emite respuesta alguna, el derecho de
petición resulta desconocido o vulnerado”. Así las SSCC 0189/2001-R,
1366/2004-R y 0925/2004-R, entre otras. Asimismo, este Tribunal ha
manifestado que el derecho de petición es un: “…derecho fundamental cuyo núcleo
esencial comprende la respuesta pronta oportuna, resolviendo en lo posible la
petición en si misma, es decir, resolviendo el asunto objeto de la
petición…(…)…la respuesta para que sea oportuna tiene que
comprender y resolver el fondo de lo pedido y ser comunicada al
peticionario, caso contrario se incurre en una vulneración del
derecho constitucional fundamental de petición”. Así la SC 0272/2005-
R de 30 de marzo. De igual manera, ha puntualizado que la respuesta debe ser
motivada, por cuanto el derecho de petición se puede estimar como lesionado
cuando la autoridad a quién se presenta una petición o solicitud, no la atiende, es
decir, no la tramita ni la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto
por ley; de forma que cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las
razones del porque no se la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la
misma, en cualquiera de los casos donde se omita dar los motivos sustentados
legalmente o de manera razonable, se tendrá por vulnerado el derecho.
Razonamiento asumido por la SC 0025/2005-R de 10 de enero. (…) El derecho
a la tutela judicial efectiva, es el derecho de acceso a los órganos de administración
de justicia para hacer valer sus derechos e intereses ante un órgano del Estado que
se debe caracterizar por su imparcialidad, idoneidad y transparencia, mediante un
procedimiento previamente establecido en las leyes”. (SSCC Nos. 768/2010-R
de 2 de agosto; 025/2005-R de 10 de enero; 272/2005-R de 30 de
marzo; 189/2001-R de 7 de marzo; 1366/2004-R de 19 de agosto y
925/2004-R de 15 de junio).
4. EL PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA JUDICIAL Y EL
RESULTANTE PROCEDER IMPARCIAL
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
En su vertiente procesal se trata de una otra garantía, ahora sí específica
que rige el proceder del órgano judicial, aunque como la práctica lo
demuestra más allá de toda dura razonable, constituye el soporte
ineludible para asegurar la efectiva vigencia de los derechos y garantías de
las personas, además de un efectivo progreso económico y social al
contribuir significativamente a dotar de seguridad jurídica. Ya
RADBRUCH lo dijo: “El que tiene a un juez por acusador, necesita a Dios por
abogado...”, denotando así la imperiosa necesidad que el juez sea
independiente, para así poder juzgar imparcialmente, asegurando
efectivamente los derechos de las personas y protegiéndolas de los abusos
que pueda sufrir de parte de sus semejantes y del propio estado.
Constituye una de las consecuencias de la garantía general de la
separación de poderes y, reitero, tratándose del órgano judicial exige que
en su actuar como tercero imparcial frente a dos partes con intereses
contrapuestos, resuelva eficazmente el conflicto con base a criterios de
independencia que, serán el soporte imprescindible para asegurar a su vez,
su proceder imparcial.
Se trata entonces, de una garantía operativa puesto que de su real
funcionamiento, depende el efectivo ejercicio de un conjunto de otros
derechos emergentes, por ejemplo la tutela judicial efectiva, juicio previo y
otros.
En esa línea, el art. 120.I de la NCPE, ordena: Toda persona tiene derecho a
ser oída por una autoridad jurisdiccional competente, independiente e
imparcial, y no podrá ser juzgada por comisiones especiales ni sometida a otras
autoridades jurisdiccionales que las establecidas con anterioridad al hecho de la
causa.
¿Por qué es tan importante para una sociedad que sus jueces sean
independientes y procedan imparcialmente? ¿Por qué al poder no le
conviene esa independencia? Podrían darse muchas y variadas
respuestas, pero ayudará partir considerando que la jurisdicción es una
función esencial del Estado que está, precisamente orientada a decidir
sobre situaciones controversiales, entre las cuales obviamente, el poder en
todas sus manifestaciones, tiene altos intereses; Montesquieu decía al
respecto: “el poder de juzgar, tan terrible para los hombres”.
54 y sgtes
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
condicionamientos de sus criterios de decisión, sobre todo en las
materias más sensibles; por ejemplo un juez católico tendrá una
clara posición contraria al aborto o a la pena de muerte.
- Debe estar consciente que el juez opera siempre haciendo uso de una
mayor o menor discresionalidad, debiendo por tanto desarrollar la
capacidad de autolimitar y justificar el ejercicio de esa prerrogativa.
47 Obra citada, página 75
LIMITES DE LOS ORGANOS DEL ESTADO
los derechos humanos, no sólo se requiere que exista de manera formal, sino que
además el Poder Judicial debe ser independiente e imparcial”.48
48 CIDH. Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Perú, 2 de junio de 2000, Capítulo
II, párr. 1; CIDH. Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. 24 de octubre de 2003,
párr. 150.