ENSAYO Derechos Humanos

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Políticas institucionales y la garantía de los derechos humanos.

Las políticas institucionales son una guía para que todos los elementos
que conforman el Estado actúen dentro del ámbito de su competencia y
atribuciones, en materia de DDHH presupone dos dimensiones, una tiene que
ver con el reconocimiento dentro de su legislación, la cual debe establecer
claramente los mecanismos para su ejercicio, y una segunda dimensión
referente a la existencia de órganos, u o instituciones que les sea propia dicha
actividad.
En Venezuela, nuestra Carta Magna, propugna los DDHH como parte de
nuestros valores esenciales, lo cual permea todo nuestro cuerpo normativo y los
órganos que conforman el poder público, como ejemplo de ello, la Defensoría
del Pueblo, ejercida por el Defensor del Pueblo, y como parte de los órganos
que ejercen el Poder Ciudadano tiene a su cargo, velar por la promoción,
defensa y vigilancia de los derechos y garantías establecidas en la Constitución
y los tratados internacionales sobre DDHH así también, si nos adentramos en
las atribuciones del Fiscal General de la República, como máxima autoridad del
Ministerio Publico, se contempla le corresponde entre otras atribuciones, el
garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías
constituciones así como los tratados, convenios y acuerdos internacionales
suscritos por la Republica ( Vid. CRBV Art. 281 y 285).
Por tanto, si existe la norma que reconoce estos derechos así como los
órganos encargados de esta materia, se hace indispensable que a nivel Macro,
el Estado cree planes nacionales que sirvan de guía general en el accionar de
todas sus instituciones, planes que permitan incorporar plenamente la
perspectiva de derechos humanos a la cotidianidad de la gestión del Estado, y a la
vida de nuestra sociedad, generando procesos que permitan cumplir los objetivos
que en materia de derechos humanos se fijen , y de esta manera profundizar en
las políticas públicas.
Exigibilidad y justiciabilidad de los derechos humanos, en los ámbitos
nacional e internacional

En concordancia con lo que se viene desarrollando, para que un derecho


sea exigible debe estar preceptuado en una norma jurídica, en el caso nacional
seria en nuestra Constitución y demás normas que conforman el estamento
jurídico, se precisa que además esté claro, quienes son los titulares de estos
derechos y las obligaciones del Estado al respecto. La Justiciabilidad implica
que ese derecho reconocido pueda ser reclamado exigido judicialmente, es decir
ante un órgano judicial en instancias de derecho interno o en instancias de
derecho internacional, en cuanto a ello, la Doctrina en materia de DDHH, plantea
que todos los derechos son exigibles y justiciables, por su naturaleza especial de
inmediato cumplimento.
Normativamente hablando, la Constitución Venezolana (1999) propugna a
lo largo y ancho de su articulado, los DDHH, la libertad y la Justicia que los define
como valores esenciales y superiores inclusive la libertad es reconocida como un
derecho, de hecho prevé la obligación del Estado de garantizar a todas las
personas sin discriminación alguna el goce y ejercicio irrenunciable, e
independiente de los derechos humanos… (Vid. CRBV Art.19) en razón a ello se
prevé la garantía del debido proceso, el derecho de toda persona a acceder a los
órganos de administración de justica, derecho a ser amparado por los Tribunales,
derecho a acceder a la información, entre otros. (Vid. CRBV Art.26 al 30).
En el ámbito Internacional, la misma norma Constitucional, prevé que en los
términos establecidos por los tratados, pactos y convenciones sobre DDHH
ratificados por la República, toda persona tiene derecho a erigir peticiones o
quejas ante los orghanos internacionales recados a teles fines e incluso el
derecho de amparo ante estos órganos, es decir no solo plantea que sean
exigibles en el territorio nacional, sino que además faculta a toda persona hacer
valer sus DDHH en instancias Internacionales.
Tratados Internacionales.
Para Antonio Linares, un tratado internacional «es un instrumento donde se
consignan disposiciones libremente pactadas entre dos o más sujetos de
Derecho Internacional con el fin de crear, modificar o extinguir obligaciones y
derechos» (Linares, 1992, p. 61). La doctrina también define a los tratados, como
fuente de derecho internacional y esta presenta ciertas características como lo
son:
a) Manifestación de voluntad común de dos o más sujetos de derecho
internacional con capacidad suficiente:
Esto implica que este sujeto sea reconocido internacionalmente como tal, y que
además de ese reconocimiento de sujeto internacional tenga la medida de la
aptitud para adquirir derechos y obligaciones, y que el acto de voluntad de cada
una de dichas partes tenga el mismo contenido, que quieren lo mismo. La
manifestación de voluntad de los sujetos se dirige hacia el mismo objeto, coinciden
en aquello que quieren, hay algo que es querido por dos o más partes y estas son
conscientes de ese querer colectivo o común.
b) Manifestación de voluntad tendiente a establecer una regla de
derecho en un ordenamiento jurídico
Esto implica, que éstos sujetos de derecho internacional, manifiesten su
voluntad común de producir una modificación jurídica respecto de la situación
existente lo cual sucede primeramente cuando en un tratado se establece una
conducta determinada como prohibida, permitida u obligatoria, o sea, cuando se
imputa una obligación, o se confiere una competencia o una facultad, o se
confiere un derecho. Pero también ocurre cuando se precisa, se altera o se
extingue un derecho, una obligación o una facultad.
C) Manifestación de voluntad regida directamente por el derecho
internacional
Esto quiere decir que esa manifestación de voluntad, está supeditada a las
normas de derecho internacional.

De todo lo desarrollado se puede evidenciar que para que los DDHH


permeen en un Estado, existe una multiplicidad de factores que inciden en su
efectivo ejercicio, desde el compromiso del mismo Estado a respetar los
derechos y libertades, hasta garantizar las políticas orientadas a estos fines, por
lo que inexorablemente se requiere de voluntad, planificación, recursos, y una
legislación clara y nutrida en esta materia, aunado a la necesaria actualización
en razón a la evolución vertiginosa que hay en Derechos Humanos.

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