Smart Cities
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Es evidente que uno de los aspectos positivos de las ciudades inteligentes es el abandono
de fuentes fósiles y el paso a la utilización de fuentes renovables. Por lo tanto, reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero, con cero emisiones, y limitar el aumento de la
temperatura mediante el uso de las energías que el planeta pone a disposición. Pero lo más
importante es la colaboración de los ciudadanos para mejorar sus condiciones de vida. Los
ciudadanos ya no deben ser simplemente usuarios de la ciudad, sino co-diseñadores
(diseño participativo) y productores de servicios que respondan a las necesidades reales,
con formas de participación activa, implementadas gracias a las nuevas infraestructuras de
información y comunicación (ej. consulta en línea a través de redes sociales, etc.). El único
problema que puede asustar a la mayoría de los ciudadanos es este aumento de la
tecnología. La utilización de aparatos tecnológicos por parte de los ciudadanos y dispersos
por toda la ciudad, en mi opinión, priva al hombre del contacto con sus semejantes y, sobre
todo, priva a la ciudad de su belleza histórica. En cuanto a Lecce, creo que aún no es una
ciudad inteligente. Yo no vivo en Lecce y si se han tomado iniciativas en este sentido, no lo
sé. Pero por lo que he visto, aún estamos en los comienzos de una ciudad inteligente. Las
únicas cosas que se relacionan con una ciudad inteligente podrían ser las máquinas
eléctricas y los dispositivos de recarga. El aumento de zonas verdes, aumentando la
eficiencia de los parques. Pero nada más En mi país, en cambio, ya se ven los primeros
pasos para una ciudad inteligente: han reparado la estación, instalando la red eléctrica, por
lo tanto, a partir del martes tendré que tomar los trenes eléctricos que seguramente ayudan
al medio ambiente. Y luego en los lugares abandonados, o no utilizados, han instalado
muchas zonas verdes, con parqueos, lugares de encuentro.