Racismo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 28

UNIVERSIDAD REGIONAL

SEDE SAN MARCOS

LICENCIADO:
BYRON LÓPEZ

Tema
El Racismo

ESTUDIANTE:
SILVIA ARACELY CHÁVEZ PÉREZ

CARNET:
2005055
INTRODUCCION

Cuando hablamos de racismo estamos hablando de un tipo de discriminación, aquella que


se produce cuando una persona o grupo de personas siente odio hacia otras, por tener
características o cualidades distintas, como el color de piel, idioma o lugar de
nacimiento. Una de las causas más comunes de las actitudes racistas puede encontrarse en
el miedo a lo diferente o a las personas que vienen de otros países, por desconocimiento o
falta de información al respecto. 

El derecho a la no discriminación nace del postulado general de la igualdad y dignidad de


todos los seres humanos reconocidos tanto por la Carta de las Naciones Unidas como por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y todos los instrumentos
internacionales en materia de derechos humanos. 

 
OBJETIVOS
General

 Poder comprender de manera más profunda lo que es el racismo y la


forma en que afecta a las personas.

Específicos

 Estudiar las consecuencias del racismo tanto en los niños y adultos.


 Aprender sobre la manera de tratar el racismo.

RACISMO

Cuando hablamos de racismo estamos hablando de un tipo de discriminación, aquella que se


produce cuando una persona o grupo de personas siente odio hacia otras por tener características o
cualidades distintas, como el color de piel, idioma o lugar de nacimiento.
Una de las causas más comunes de las actitudes racistas puede encontrarse en el miedo a lo
diferente o a las personas que vienen de otros países, por desconocimiento o falta de información al
respecto.

4 tipos de racismo
Existen varios tipos de racismo por los que las personas se pueden sentir discriminadas o ser
víctimas de desigualdades:
 Racismo aversivo. Es un tipo de racismo sutil porque generalmente es empleado por
personas que están abiertamente en contra del racismo y de los comportamientos racistas.
En el racismo aversivo se pretende la igualdad de derechos y la libertad para que cada
grupo viva su propia cultura abiertamente. En cambio, las actitudes racistas se producen
mediante la distancia con la otra persona, falta de empatía o mostrando frialdad.

 Racismo etnocentrista. Este tipo de racismo está basado en la superioridad cultural del


propio grupo, por lo que este asume que otros grupos diferentes suponen una amenaza
cultural. En este tipo de racismo no hay derecho a la igualdad y se cree que las personas que
son de una raza diferente a la propia deben someterse al grupo predominante. El rechazo de
costumbres, creencias, comportamientos, religiones o lenguas de otros grupos étnicos son
actitudes recurrentes en este tipo de racismo.
 Racismo simbólico. El racismo simbólico aboga por el derecho a ser iguales, pero con
matices: el derecho a ser iguales existe, pero para ámbitos puntuales o ciertas situaciones.
Un ejemplo que explica el racismo simbólico es la libertad que tiene cada grupo para vivir
como quiera, pero en áreas limitadas para dicho grupo. Estas actitudes provocan
una segregación cultural entre los distintos grupos, lo que a su vez produce distanciamiento
entre sus miembros.

 Racismo biológico. Es el tipo de racismo menos tolerante. Entiende que una raza es
biológicamente superior a las demás, que amenazan con degenerar la raza que es
considerada principal. El racismo biológico no cree que los miembros de otras razas deban
tener ningún derecho, piensa que deben ser excluidos totalmente e incluso apuesta por la
segregación física. Un ejemplo de este tipo de racismo fue el llevado a cabo por el régimen
nazi en los años 30 y 40: consideraban la raza aria como una raza pura y superior.
Racismo en el siglo XXI, la lucha continúa
Cuando escuchó lemas anti-extranjeros en Sudáfrica, donde había llegado diez años atrás huyendo
de la República Democrática del Congo, comprendió que tenía que refugiarse de nuevo, aunque eso
significaba tener que dejarlo todo, incluido su puesto de calzado. Estuvo escondida durante
semanas, hasta que acabó la violencia.

Años después, Faiza mantiene en secreto su nacionalidad: “Ninguno de mis amigos sabe que soy
congoleña. Si lo supieran, me harían la vida imposible”.

Como ella, miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a las
persecuciones por motivos de raza. Muchos siguen sin poder regresar a sus países. ACNUR protege
a estas víctimas ofreciéndoles, entre otros, un refugio, materiales de emergencia y acceso a
educación y formación.

La discriminación es el trato desigual y excluyente de grupos e individuos por su pertenencia a un


grupo o por la suposición de pertenecer a dicho grupo. Este trato desigual o excluyente puede
provocar que p.ej. ciertas personas no tengan permiso para acceder a determinados lugares como
discotecas o gimnasios o acceder a ciertos trabajos. La discriminación puede manifestarse con
insultos, pero también boicoteando ciertas mercancías de grupos concretos. Puede surgir como un
tipo de marginación, de imágenes estereotipadas que se representan en los medios de comunicación
o en la formación. También hay discriminación cuando los intereses de un grupo determinado no
son asumidos por la política o cuando las personas de un grupo no están representadas en los
estamentos políticos.

La discriminación se manifiesta de diferentes maneras:


 discriminación estatal estructural a través de las leyes y los reglamentos
 discriminación estatal institucionalizada en el día a día, p.ej. en la tramitación administrativa
 discriminación institucional no estatal en el mercado laboral y de la vivienda, al acceder a bienes y
servicios
 racismo cotidiano al interactuar con las personas y con grupos organizados a nivel formal e
informal en la sociedad civil
 discriminación cultural, p.ej. en los medios de comunicación, libros
 agresiones y asaltos racistas
 Definimos el racismo como una forma determinada de marginación, jerarquización y trato
desigual de personas por sus rasgos externos relacionados con clasificaciones de grupos
como «etnia», «nación», «cultura» o «religión». El racismo es una muestra de privilegios,
de conductas, leyes, estructuras organizativas, imágenes y conceptos culturales que apoyan
esta jerarquización y exclusión. Esta jerarquización y los privilegios establecidos que se
reproducen, están marcados históricamente por la historia colonial europea.
 Por estos signos distintivos el racismo supone que determinados grupos tienen ciertos
rasgos distintivos de su personalidad (p.ej. criminalidad, temperamento o desinterés por la
educación) y capacidades (p.ej. música y deporte, pero no dirección y física). Casi como si
esas personas fuesen un grupo homogéneo y dichas características fuesen «innatas» o no se
pudiesen cambiar. Se parte además de la suposición de que los límites de quién pertenece a
un grupo o no son claros y evidentes. Cabe destacar, que la mayor parte de las personas
reconocen y ven la diversidad del propio grupo (al que se pertenece), sobre todo cuando se
refiere a categorías de mayores dimensiones como nación (ciudad/estado federado, Berlín,
Baviera, etc.) y a la religión (protestantes, católicos en Baviera vs católicos en España).
Como contraste, los «otros» se entiende que forman un grupo homogéneo. Se dice «todos»
o «casi todos son así», y las excepciones confirman la regla. Esto también forma parte del
pensamiento racista.

 En la sociedad actual, el racismo sigue existiendo aunque el concepto antiguo de racismo


(procedente de la época nacionalsocialista) está menos aceptado. Las leyes, las estructuras
organizativas y el comportamiento que esperamos los unos de los otros siguen estando
marcados por las imágenes que nos han sido transmitidos de épocas pasadas. Se siguen
percibiendo como evidentes y eso hace que sean difíciles de percibir y de cambiar. Muchos
de los prejuicios de la época colonial siguen vigentes en los medios de comunicación, en los
contenidos educativos y en nuestra legislación.

 Ahora destaca menos que antes el color de la piel u otros aspectos físicos. Sin embargo, las
características físicas, el nombre, la forma de hablar o de vestirse se asimilan como
impulsos en abstracto para asignar a las personas a determinadas «categorías culturales».
Similar a la antigua forma de entender el racismo, estas características culturales (incluida
la religión) se asocian también a determinados rasgos de personalidad y capacidades. Se
tratan además como rasgos casi biológicas e invariables que diferencian un grupo del otro.
Esta observación racista de la cultura se conoce por el nombre de «culturización». 
 La discriminación racista la definimos como el trato desigual o la marginación de
personas debido o en base a categorías racistas. (Véase para ello el apartado de
discriminación arriba) Para quienes no se ven afectados, esta marginación puede representar
un comportamiento inofensivo como, por ejemplo, la categorización de «nosotros» y
«ellos», chistes estereotípicos o descripciones de grupos con «buenas intenciones» como
«exótico» o «temperamental». No obstante, estas categorizaciones atribuyen o privan a las
personas afectadas de una personalidad o capacidades individuales y los excluyen de la
«sociedad alemana». Y es precisamente cuando esas actitudes se van acumulando cuando
se convierten en experiencias dolorosas para los afectados. Estas experiencias son el
germen de que cada vez aumente más la discriminación. Comienza con el acceso
restringido a la educación, al mercado laboral, la vivienda y a un aumento de las sospechas
hasta llegar a agresiones, asesinatos y genocidios.

 Puede suceder que, sin quererlo, se contribuya a fortalecer las estructuras racistas. Por
ejemplo, si alguien hace un chiste sobre un grupo determinado, o si se pone un disfraz de
carnaval que representa a un grupo de manera estereotípica y ridícula. Eso hace que en la
sociedad se refuercen imágenes que muestran a estas personas ridiculizándolas o
menospreciándolas. Puede que solo se haya hecho como «una broma», pero esas imágenes
están fuertemente arraigadas en la sociedad e influyen en cómo se perciben determinados
grupos en determinados entornos. Por ejemplo, en el mercado laboral o a la hora de buscar
empleo. Eso hace que para los afectados sea difícil entenderlo como una broma y no como
una ofensa por la que se «arrincona» a ese grupo «en su sitio».
Conclusión

A lo largo de la historia nos hemos empeñado en situar a determinados grupos humanos por encima
de otros, en odiar al diferente, en etiquetar lo que nos da miedo o desconocemos. Hoy la
discriminación racial sigue impidiendo el desarrollo de millones de personas en el mundo. ¿Por qué
existe el racismo? Conoce las principales causas de la discriminación racial.

Muy ligados al miedo están el desconocimiento y la falta de información hacia otras etnias y


culturas. Conocer, dudar, contrastar información y, sobre todo, respetar la diversidad, son buenos
consejos para evitar la discriminación racial. Si quieres saber más sobre este tema, te invitamos a
leer en nuestro blog sobre cuestiones tan importantes como la diferencia entre el racismo y la
xenofobia o los tipos de discriminación racial. También  puedes preparar palomitas y disfrutar de
estas películas que te ayudarán a reflexionar sobre el racismo.
Recomendación

Sistema ideológico que defiende la categorización de las personas a partir de caracteres físicos y
biológicos asociándolos a determinadas etnias o grupos culturales, habilidades intelectuales y
valores morales. El racismo busca la legitimación de la superioridad de unas categorías sobre otras
como medio para establecer, sostener y reforzar relaciones de poder dominante.

Su definición es compleja debido a diversos motivos, entre ellos: deriva de una palabra que remite a
una categoría inexistente en el género humano (la raza); con frecuencia se refiere indistintamente a
ideas, actitudes y comportamientos hacia esa categoría; y existen aproximaciones diferentes desde
las ciencias sociales dependiendo de los elementos analizados.

El racismo, además, adopta formas específicas según el contexto y el momento histórico. Según el
sociólogo Pierre-André Taguieff, el racismo europeo actual ha desplazado la raza hacia
la cultura (sustituyendo el argumento de ‘pureza racial’ por el de ‘identidad cultural auténtica’) y la
desigualdad hacia la diferencia (el desprecio abierto hacia quien es considerado inferior está siento
sustituido por una fobia a la mezcla y una obsesión por evitar el contacto con la o el diferente). La
diferencia entre culturas es concebida como un obstáculo insuperable para el diálogo y la
convivencia.
Bibliografía

Aikins, J. K. (2004). Die alltägliche Gegenwart der kolonialen Vergangenheit, in: The BlackBook.
Antidiskriminierungsburo Köln. Frankfurt am Main [u.a.], IKO – Verl. fur Interkulturelle
Kommunikation.
Anderson, B. (1983). Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of Nationalism.
London.
Arndt, Susan/Hornscheidt, Antje (2004, Hg.): Afrika und die deutsche Sprache. Ein kritisches
Nachschlagewerk. Unrast Verlag: Münster.
Arndt, Susan (2005). “Mythen des weißen Subjekts: Verleugnung und Hierarchisierung von
Rassismus.” Mythen, Masken und Subjekte. Kritische Weißseinsforschung in Deutschland. Eds.
Maureen Maisha Eggers, et al. Münster: Unrast Verlag.

UNIVERSIDAD REGIONAL
SEDE SAN MARCOS

LICENCIADO:
Ubaldo Fuentes

Tema
Excedente presupuestal del pleno empleo

ESTUDIANTE:
SILVIA ARACELY CHÁVEZ PÉREZ

CARNET:
2005055
INTRODUCCION

Los eventos de volatilidades en los mercados financieros externos, las crisis económicas
mundiales y los desastres naturales, a los cuales Guatemala es vulnerable, han puesto de
manifiesto las severas consecuencias al retrasar los ajustes necesarios para resolver los
desequilibrios fiscales que dieron origen al incremento en los niveles de deuda pública
respecto al PIB, no obstante que el gobierno de Guatemala ha realizado algunos esfuerzos
para reducir el desequilibrio fiscal, la posición fiscal se conserva frágil, como consecuencia
de los débiles esfuerzos.

El papel sustancial del Estado en la sociedad actual es el de asegurar la obtención de los


beneficios de las empresas, permitiendo la acumulación de capital por parte de unas pocas
personas (en comparación a la gran masa trabajadora) y el conservarlo privadamente con
tranquilidad. Como estos beneficios deben ser constantemente ampliados por la repetición
del circuito de producción, el Estado debe asegurar las condiciones para que exista un
crecimiento económico suficiente para lograr este objetivo

EXCEDENTE PRESUPUESTAL DEL PLENO EMPLEO


Desde el punto de vista económico, el presupuesto del Estado es un documento contable
que recoge las previsiones de los ingresos y gastos públicos que se realizarán en el
siguiente ejercicio. Es por tanto la plasmación de la política fiscal del gobierno y responde a
las necesidades expansivas o contractivas que el análisis de la coyuntura económica
requiera.

Si los ingresos y los gastos previstos coinciden, el presupuesto estará equilibrado. Lo


normal es que los gastos sean superiores a los ingresos, es decir, que haya déficit
presupuestario. La situación opuesta, con ingresos superiores a los gastos, es la
de superávit. Los presupuestos deficitarios implican por tanto inyectar en los flujos
económicos una cantidad superior a la que se detrae mediante impuestos; tienen por tanto
un efecto expansivo. Los presupuestos con superávit, por el contrario, al detraer fondos,
tienen un efecto restrictivo o contractivo y podrían ser utilizados como medida de política
económica si la demanda agregada estuviese tan alta que la producción potencial estuviese
siendo superada con la consiguiente aparición de efectos inflacionistas.

Los economistas clásicos consideraban que los presupuestos del Estado debían estar
siempre equilibrados, que la existencia de déficits o superávits eran muestra de una
administración ineficiente o de un intervencionismo distorsionador de los mercados. La
propuesta keynesiana fue que el presupuesto debía estar cíclicamente equilibrado, ser
deficitario en las fases económicas recesivas que requiriesen una intervención estimulante,
financiando el déficit mediante deuda pública que sería amortizada con los superávit de
otros años. Sin embargo, la aplicación de la política keynesiana por los gobiernos
occidentales tras la Segunda Guerra Mundial se ha traducido en la realidad en un déficit
público sostenido año tras año. Aunque en los años de expansión económica el déficit
disminuye en términos de porcentaje sobre el PIB, no deja nunca de ser negativo.

Permitámonos aquí una pequeña digresión del discurso keynesiano para aludir al momento
presente. Como veremos más adelante, las ideas económicas dominantes en la actualidad
consideran al déficit público una de las principales causas de desequilibrio e inestabilidad.
El enorme déficit presupuestario de los EEUU ha sido considerado como una de las causas
básicas del origen de la crisis de comienzos de los 90. El Tratado de Maastrich fijó como
condición para formar parte de la Unión Económica y Monetaria que el déficit público
fuese inferior al 3% y la Deuda pública inferior al 60% del PIB. El Pacto de Estabilidad
compromete a los países miembros a mantener esos mismos objetivos de forma
permanente. Todos los países desarrollados están empeñados actualmente en la lucha por
controlar este déficit como requisito indispensable para mantener la estabilidad a largo
plazo.

Al establecer las previsiones presupuestarias hay que tener en cuenta en cualquier caso que
no pueden ser totalmente precisas. La existencia de impuestos proporcionales o progresivos
hace que los ingresos públicos varíen según el volumen de renta realmente generado en el
país. De igual forma, los gastos públicos pueden variar de forma imprevisible ya que un
aumento del desempleo motivado por una recesión incrementaría los gastos en
subvenciones. Se llama presupuesto de pleno empleo a la estimación que se hace de los
gastos e ingresos públicos que se concretarían si, manteniendo la legislación financiera
existente, la situación económica del país fuese de pleno empleo.

La utilización anticíclica de los instrumentos fiscales tiene el inconveniente de


los retardos en el reconocimiento de la existencia de un cambio de coyuntura, en la
adopción de las medidas políticas, y en el efecto que estas ejercerán. Si un gobierno quiere
responder activamente a las recesiones, se dará cuenta de que ésta se está produciendo
cuando las estadísticas industriales empiecen a mostrar señales de aumento del desempleo;
convocará entonces un comité de expertos que dictamine las medidas a tomar; se elaborará
un proyecto de ley que modifique la legislación impositiva existente; se discutirá y
aprobará dicho proyecto en los órganos pertinentes; en el siguiente ejercicio presupuestario
los gastos aumentarán y los impuestos descenderán con lo que el efecto multiplicador
empezará a funcionar... ¡Para entonces es muy posible que el ciclo económico haya
cambiado de sentido y las medidas adoptadas resulten contraproducentes!.

La solución al problema de los retardos está en la implantación de estabilizadores fiscales


automáticos. Consisten éstos en normativas legales que ejerzan mecánicamente, sin
necesidad de modificación, su función anticíclica.  Por ejemplo, los impuestos
proporcionales y progresivos actúan como estabilizadores automáticos: si en una recesión
empiezan a disminuir las rentas, las recaudaciones también disminuirán. La normativa de
seguridad social es también un eficaz estabilizador: en las recesiones disminuyen las
recaudaciones y aumentan los gastos en subsidios mientras que en las fases altas del ciclo el
efecto es el contrario.

Un peligro que habrá que tomar en consideración es el de que los estabilizadores


automáticos actúen como freno fiscal. Al concebir la normativa fiscal de forma que
estabilice la producción económica en torno a un determinado nivel de renta, se corre el
peligro de estar impidiendo el crecimiento económico. Los procesos inflacionistas
requieren también el reajuste de las cuotas fiscales para impedir que las rentas que se están
"estabilizando" representen cada vez menor capacidad adquisitiva.

Es totalmente cierto que en la sociedad actual Estado y empresarios no son la misma cosa.
El capitalismo, a diferencia de los modos de producción anteriores tales como el feudalismo
y la esclavitud, es un nuevo sistema en el que la estructura económica no tiene acceso
directo a los medios de violencia para imponer una coerción directa de acuerdo con sus
intereses. En ese sentido en la sociedad actual existen una dimensión económica y una
dimensión política que en determinados momentos de la vida de los países pueden entrar en
tensión. La sociedad económica conforma un sistema en donde todos los elementos se
relacionan y producen resultados que no se pueden explicar en forma aislada, pero en la
marcha normal del sistema y, más aun en los momentos de crisis, el Estado interviene en la
organización social en representación de los grupos dominantes económicamente.

Quienes propugnan la menor intervención estatal lo hacen pensando en lo que ha sido


característico del Estado en el sistema capitalista: retirarse de las actividades que pueden
generar beneficios2 , quedándose con las actividades no rentables. De esta manera, por una
parte la masa de excedentes generados por los trabajadores productivos puede
transformarse en beneficio para los empresarios, por otra el capital estatal permite un monto
inferior de capital constante a los empresarios lo que aumenta su tasa de beneficio.
En épocas de crisis la intervención del Estado favorecerá a los empresarios, facilitando
(aunque no es la causa) la reducción de los salarios reales que elevará la decaída
rentabilidad de las empresas, procediendo a la liquidación de las empresas pequeñas que
eliminará capital constante a la vez que concentrará la producción en grandes empresas y,
en las crisis más graves, cambiando el marco institucional para lograr que el esquema de
producción ampliada se ponga nuevamente en marcha. Debe quedar en claro que el cambio
de marco institucional que el Estado a través de los agentes políticos propicia no cambia los
instrumentos básicos de la economía actual, la búsqueda del beneficio y la competencia,
por el contrario siempre el Estado termina adaptándose a ellas.

Las administraciones públicas tienen la obligación de realizar un presupuesto para saber


cuáles serán sus ingresos y gastos en el próximo año. Por ello, sabrán con anterioridad si un
Estado va a tener, o no, superávit público. El superávit que ha sido presupuestado por el
Estado se conoce como superávit presupuestario. Dado que el superávit público de un país
no se conoce hasta que el periodo ha terminado, muchas veces se utilizan superávit
presupuestario y público como sinónimos.

El superávit fiscal se origina cuando una administración pública logra recaudar más dinero
del necesario para afrontar sus gastos. Cuando hablamos del conjunto de las
administraciones públicas de un país se conoce como superávit público, contexto en el cuál
se pueden considerar sinónimos, ya que en cualquier caso se relaciona con la situación de la
cuenta general de una administración pública.

Superávit: Ingresos > Gastos

Es muy importante que el Estado haga un presupuesto correcto para saber cuánta deuda
tiene que emitir a lo largo del año y para organizar en qué partidas va a gastar o invertir
el dinero.

Inconvenientes del superávit presupuestario


Los superávit fiscales muchas veces se consideran como el objetivo a alcanzar por los
estados. Sin embargo no deben ser muy grandes. Los superávits a largo plazo pueden
resultar perjudiciales para la iniciativa privada. Y es que estos se traducen en unos
impuestos excesivamente elevados, los cuales sustraen de la economía doméstica recursos
que podrían ir a ampliar inversiones privadas y la creación de empleo.
Por ello, al realizar los presupuestos del Estado es necesario conocer si va a haber un
excesivo superávit presupuestario y por tanto, analizar si ese dinero sobrante se podría
invertir de forma eficiente en algún lugar.
CONCLUSION

Con base en la evidencia encontrada en las cifras disponibles de la situación financiera del
gobierno central y de deuda pública que publica el Ministerio de Finanzas Públicas, se pudo
determinar que la capacidad del gobierno para generar ingresos fiscales es baja, lo cual
pone en evidencia que la sostenibilidad de la política fiscal en le mediano y largo plazo es
frágil ante el impacto de eventos de carácter externo como las crisis mundiales, de carácter
interno como las decisiones de política y otros como los desastres naturales.

Los elementos que determinan la viabilidad de una política fiscal sostenible en el mediano
y largo plazo, conforme los resultados obtenidos que se derivan del modelo planteado, y de
acuerdo con los diferente escenarios se muestra que esencialmente con un resultado
primario positivo de alrededor 0.1% del PIB, con un crecimiento económico que en
promedio se mantenga en 3.5% y asegurar en el largo plazo una tasa real de interés
promedio ponderada de deuda interna y externa de no mayor del 4% garantiza una
verdadera sostenibilidad de la deuda pública a lo largo del tiempo.
RECOMENDACIONES

Realizar una reforma a la estructura y a la legislación tributaria a través de dialogar con el


sector privado para que gradualmente se vaya incrementando la carga a los impuestos
directos y se logre una mejor distribución de la riqueza del país, para alcanzar la equidad de
la carga impositiva y que, no solo sea la clase media la que soporte los compromisos que
tiene el Estado ante los mandatos constitucionales para atender las necesidades prioritarias
de la mayor parte de la población, la cual vive en condiciones de pobreza y pobreza
extrema.

Es necesario que la administración de turno tenga dentro de sus planes de gobierno, dedicar
más atención al gasto de inversión real directa para mejorar la infraestructura de las
comunicaciones y que a través este desarrollo los préstamos se vayan pagando con el
producto de la inversión realizada.
BIBLIOGRAFIA

1. Blanchard, Olivier. “Macroeconomía”. 1ra. Edición, Prentice Hall. España, 1997.

2. Cerda Rodrigo A., González Hermann y Lagos Luis Felipe de la Pontificia Universidad
Católica de Chile ¿Es Efectiva la Política Fiscal? Evidencia para una Economía Emergente

3. Consejo Monetario Centroamericano Secretaría Ejecutiva La Sostenibilidad Fiscal en


Centroamérica,

4. Constitución Política de la República de Guatemala.

5. Cuadrado Roura, Juan R. “Política Económica. Objetivos e Instrumentos” 2da. Edición.


MacGraw Hill. España, 2001.

UNIVERSIDAD REGIONAL
SEDE SAN MARCOS

LICENCIADA:
DANIA ROBLERO

Tema
La integridad, personalidad jurídica, principales violaciones y
garantías de protección

ESTUDIANTE:
SILVIA ARACELY CHÁVEZ PÉREZ

CARNET:
2005055

LA INTEGRIDAD
El derecho a la integridad personal es aquel derecho humano fundamental que
tiene su origen en el respeto a la vida y sano desarrollo de ésta. El ser humano por
el hecho de ser tal tiene derecho a mantener y conservar su integridad física,
psíquica y moral. La integridad física implica la preservación y cuidado de todas
las partes del cuerpo, lo que conlleva al estado de salud de las personas. La
integridad psíquica es la conservación de todas las habilidades motrices,
emocionales, psicológicas e intelectuales. La integridad moral hace referencia al
derecho de cada ser humano a desarrollar su vida de acuerdo a sus convicciones.

En otra definición se lee… “ el derecho a la integridad personal se entiende como


un conjunto de condiciones físicas, psíquicas y morales que le permiten al ser
humano su existencia, sin sufrir ningún tipo de menoscabo en cualquiera de esas
tres dimensiones” .

El reconocimiento de este derecho implica, que nadie puede ser lesionado o


agredido físicamente, ni ser víctima de daños mentales o morales que le impidan
conservar su estabilidad psicológica.
De manera casi generalizada se dice que la grave crisis de derechos humanos por
la cual atraviesa Colombia es una consecuencia de la degradación del conflicto
armado que ha vivido el país desde hace cuatro décadas aproximadamente. Sin
embargo, la realidad es muy distinta, pues no todas, ni la mayoría siquiera de las
violaciones de los derechos humanos en Colombia están asociadas con la
confrontación armada; su origen se encuentra en diversos y complejos conflictos
de naturaleza social, económica, política, ambiental, laboral, étnica o campesina
que suelen repetirse cotidianamente, por fuera del contexto específico de la
guerra.

Diariamente, los medios de comunicación saturan a la ciudadanía con información


acerca de los muertos, los heridos, los desplazados que genera la confrontación
armada, sin que merezcan casi ninguna atención las graves violaciones de los
derechos humanos, que por acción u omisión del Estado se presentan por fuera
del conflicto armado. Esta situación no sólo no permite que el ciudadano tenga
una visión integral o de conjunto del problema y tampoco se apropie
responsablemente de las soluciones.

Puede llegar a afirmarse que día a día se desdibujan los ya débiles y maltrechos
contornos del Estado de Derecho, por no mencionar lo de social y democrático. Es
por ello que la protesta social, mecanismo legítimo en cualquier sociedad que se
considere democrática, se sitúa absurda e irresponsablemente en el contexto de la
guerra, como si las exigencias de los ciudadanos en materia de satisfacción de
sus necesidades vitales pudiera tratarse de algo ajeno y lo que es peor aún,
contrario a los principios y valores de un Estado social y democrático de derecho.
De allí que no resulte nada exótico en este país la penalización de la protesta
social, la desaparición y muerte de defensores de derechos humanos, de líderes
sindicales, sociales, gremiales, políticos, indígenas, campesinos, entre otros. Esa
es la lógica perversa que pregona el tratamiento de “enemigo” -como en la guerra-
a quien pretende alcanzar por la vía democrática, la efectividad de sus derechos.

PERSONALIDAD JURÍDICA

El Derecho es la manera de ordenar las relaciones humanas dentro de una


sociedad. Para que exista una armonía y el respeto a unas normas entre los
individuos que forman parte de una comunidad, es necesario desarrollar reglas
que organicen la convivencia. El Derecho desarrolla diversos reglamentos,
códigos y ámbitos de aplicación ( código civil, código penal, derecho
administrativo, mercantil... ). Uno de los elementos clave son los principios
básicos del derecho, es decir, aquellas ideas generales a partir de las cuales se
desarrollan las leyes: la igualdad, la libertad o la justicia. A partir de estos
principios se empiezan a concretar los conceptos del derecho; hay conceptos
generales, imperativos, coercitivos, etc. La personalidad jurídica es uno de los
conceptos básicos propios del derecho.
La idea fundamental de personalidad jurídica consiste en reconocer que alguien
( una persona ) o una entidad ( empresa, asociación o fundación ) tiene unos
derechos y unas obligaciones. Con otras palabras, la personalidad jurídica
atribuye la titularidad de deberes y obligaciones en cuanto que el poseedor de los
mismos los tiene por el simple hecho de existir y sin que sea necesario su
aceptación. Al tener la titularidad de derechos y obligaciones, la persona o entidad
ya puede obrar legalmente.

Cada nación tiene su propia definición de personalidad jurídica, aunque en la


Declaración Universal de los Derechos Humanos, concretamente en su artículo
6, se explica el reconocimiento formal de la noción de personalidad jurídica en un
sentido general. Que una persona o entidad tenga reconocida una personalidad
jurídica implica que la ley le ampara y le protege, permitiendo que ejerza con
plenitud toda su capacidad jurídica. Se considera que la personalidad jurídica es
una conquista del derecho, ya que ha habido y hay casos en los que no existe
dicho reconocimiento: la esclavitud en tiempos pasados y las mujeres en algunos
países en la actualidad.

Tomando como referencia el Código Civil de la legislación española, se distingue


la idea de las personas naturales y las personas jurídicas. La idea de persona
natural se basa en su nacimiento y se desaparece en el momento del
fallecimiento. Persona o personalidad jurídica se establece cuando se formaliza
como tal. Un ejemplo concreto sería el caso de una asociación, la cual pasaría a
tener personalidad jurídica en el momento en que son aprobados sus estatutos. A
partir del reconocimiento administrativo y legal de los estatutos, una asociación ya
tiene una personalidad jurídica y puede actuar legalmente.

La personalidad jurídica es aquello en lo cual se van a enraizar los derechos y


obligaciones. Para poder tener derechos y contraer obligaciones necesitamos la
personalidad jurídica. Esto termina por abolir la esclavitud. Todos los seres
humanos tenemos personalidad jurídica.

Toda Persona Humana es persona jurídica. El inicio de la existencia es desde el


momento de la concepción. Es decir que ya tiene ciertos derechos por ejemplo
hereditarios o alimentos. Época de la concepción es el lapso entre el máximo y el
mínimo fijados para la duración del embarazo. Los derechos y obligaciones del
concebido o implantado en la mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace
con vida. Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió. El
nacimiento con vida se presume.

Persona de existencia ideal son aquellos entes a los cuales el derecho les


confiere la capacidad de adquirir derechos y contraer obligaciones. Son incapaces
de ejercicio absoluto.

PRINCIPALES VIOLACIONES
La violación de un derecho económico, social o cultural ocurre cuando el Estado
incumple su obligación de garantizar que los ciudadanos puedan disfrutar de esos
derechos sin discriminación o cuando no satisface su obligación de respetar,
proteger o hacerlos cumplir. A menudo, la vulneración de uno de esos derechos
está vinculada a la violación de otros. 
Entre las violaciones de derechos económicos, sociales o culturales cabe citar:
 Desahuciar por la fuerza a las personas de sus hogares (derecho a una
vivienda adecuada);
 Contaminar el agua, por ejemplo, con desechos procedentes de
instalaciones del Estado (derecho a la salud);
 No garantizar un ingreso mínimo suficiente para vivir decentemente
(derecho al trabajo);
 No evitar el hambre en todas las zonas y comunidades del país (vivir libre
del hambre);
 Impedir el acceso a información y servicios relativos a la salud sexual y
reproductiva (derecho a la salud);
 Segregar sistemáticamente a los niños con discapacidad de las escuelas
ordinarias (derecho a la educación);
 Permitir que los patronos discriminen durante la contratación de personal
(por motivos de sexo, discapacidad, raza, opinión política, origen social,
seropositividad, etc.);
 No prohibir que las entidades públicas o privadas destruyan o contaminen
los alimentos y sus fuentes, tales como la tierra cultivable y el agua
(derecho a la alimentación);
 No implantar una limitación razonable de horas laborables en los sectores
público y privado (derecho al trabajo);
 Prohibir el uso de lenguas minoritarias o indígenas (derecho a participar en
la vida cultural);
 Negar asistencia social a las personas por motivo de su condición, por
ejemplo, a las personas carentes de domicilio fijo o a los solicitantes de
asilo (derecho a la seguridad social);
 No garantizar la licencia de maternidad a las madres trabajadoras (derecho
a la protección y asistencia a la familia);
 Desconectar de manera arbitraria e ilícita el suministro de agua para uso
personal y doméstico (derecho al agua).    

GARANTÍAS DE PROTECCIÓN

Ni que decir tiene que la protección de los derechos humanos y de los acuerdos
alcanzados en última instancia depende de la evolución de la situación y
mecanismos a nivel nacional. Las leyes, las políticas, los procedimientos y
mecanismos en el plano nacional son fundamentales para el disfrute de los
mismos en cada país. Por lo tanto, es esencial que los derechos humanos sean
parte de los sistemas constitucionales y legales nacionales, que los profesionales
de la justicia estén capacitados acerca de cómo aplicar sus normas y que las
violaciones que se hagan sobre ellos sean condenadas y sancionadas. Las
normas nacionales tienen un impacto más directo y los procedimientos nacionales
son más accesibles que los que se encuentran en los niveles regional e
internacional. Eleanor Roosevelt observó:

¿Después de todo, dónde empiezan los derechos humanos universales? En


lugares pequeños, cerca de casa, tan cerca y tan pequeños que no se pueden ver
en ningún mapa del mundo. Sin embargo, son el mundo de la persona individual:
el barrio donde vive; la escuela o facultad a la que asiste; la fábrica, la granja o la
oficina donde trabaja. Estos son los lugares donde cada hombre, mujer y niño
busca la igualdad ante la justicia, la igualdad de oportunidades, la igualdad de
dignidad y sin discriminación. A menos que esos derechos tengan sentido allí,
tienen poco sentido en cualquier otra parte.

El deber del Estado de respetar, promover, proteger y garantizar los derechos


primarios es primordial y por tanto los tribunales filiales regionales o
internacionales entran en juego cuando el estado viola continuadamente o
deliberadamente esos derechos. Todos conocemos ejemplos de cómo recurrir a
los mecanismos regionales e internacionales se ha convertido en necesario para
el reconocimiento de las violaciones que se producen a nivel nacional. La
preocupación regional e internacional o la asistencia puede ser el desencadenante
para garantizar los derechos a nivel nacional, pero sólo se lleva a cabo cuando las
vías internas se han utilizado y agotado. Por esta razón queremos dedicar el resto
de esta sección exactamente a este escenario. ¿Qué recurso hay a la hora de
asegurar una adecuada protección para el disfrute de los derechos humanos
cuando los sistemas nacionales han fracasado?

En el plano internacional, los estados se han reunido para elaborar determinados


acuerdos sobre el tema de los derechos humanos. Estos establecen normas
objetivas de conducta para los estados, imponiéndoles ciertos deberes para con
las personas. Pueden ser de dos tipos: jurídicamente vinculantes o no vinculantes.
Un documento vinculante, a menudo llamado tratado, convención o pacto,
representa el compromiso voluntario de los estados a aplicar los derechos
humanos a nivel nacional. Los Estados se comprometen a cumplir estas normas a
través de la ratificación o la adhesión (simplemente firman el documento no
vinculante, a pesar de que representa la disposición de facilitar su cumplimiento).
Pueden formular reservas o declaraciones de conformidad con la Convención de
Viena de 1979 sobre el Derecho de los Tratados, lo que les exime de ciertas
disposiciones en el documento, con la idea de conseguir que el mayor número
posible de ellos firme. Después de todo es mejor tener un estado prometiendo
cumplir con algunas disposiciones relativas a los derechos humanos que con
ninguna. De este mecanismo, sin embargo, a veces se puede abusar y utilizarse
como un pretexto para negar derechos humanos básicos, que permiten a un
estado “escapar” en determinadas áreas del escrutinio internacional.
Los derechos humanos, sin embargo, han impregnado la legislación vinculante a
nivel nacional. Las normas internacionales han inspirado a los estados a
consagrarlas en las constituciones nacionales y en otras leyes. Estos también
pueden proporcionar vías de reparación a las violaciones que sufren los derechos
humanos a nivel nacional.

Por el contrario, un instrumento no vinculante es básicamente una declaración o


un acuerdo político por parte de los estados en el sentido de que todos van a tratar
de cumplir con una serie de derechos, pero sin ninguna obligación legal de
hacerlo, lo cual quiere decir, en la práctica, que no hay ningún mecanismo oficial
(o legal) de aplicación aunque puede haber fuertes compromisos políticos para
que los haya.

También podría gustarte