Vidas Privadas

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PERSONAJES:

Amanda Prynne

Victor Prynne, su esposo

Louise, una criada

Sibyl Chase

Elyot Chase, su esposo.

ACTO PRIMERO

La terraza de un hotel en Francia. Atardecer de verano.

ACTO SEGUNDO

El departamento de Amanda en París. Unos días más tarde. Por la noche.

ACTO tercero

El mismo. A la mañana siguiente.

Época: la actual.

Vidas Privadas fue concebida en Tokio, escrita en Shanghái y presentada en Londres en


septiembre de 1930, después de representaciones preliminares de prueba, en provincias. Fue
descrita en los periódicos como “tenue”, “leve”, “frágil”, “quebradiza”, “iridiscente” y
“deliciosamente atrevida”. Todo lo cual connotaba, para la mente del público, “cocktails”,
“trajes de noche”, “réplicas ingeniosas” e irreverentes alusiones a copulación, e hizo, de tal
manera, que una satisfactoria cantidad de personas respetables formara dila ante la taquilla.

Empero, la obra es más que eso, pero, en conjunto, no mucho más. Es un diálogo
razonablemente bien construido para dos actores experimentados, con un par de títeres más
incluidos para respaldar la trama y proporcionar contraste. Hay una escena de amor bien
escrita en el primer acto, y cierta cantidad de sólida psicología sexual por debajo de la escenas
de riña del segundo acto.

Como cada obra completa, deja mucho que desear, principalmente debido a mi cobarde e
inconsciente conducta hacia Sibyl y Victor, los personajes secundarios. Éstos, pobres cosas, son
poco menos que bolos de matera, ligeros y existen nada más que para ser repetidamente
derribados y vueltos a poner en pie. Aparte de eso, Vidas Privadas, desde el punto de vista del
dramaturgo, puede ser considerada interesante o no, pero, al menos desde el ángulo de la
actuación técnica, es sumamente interesante.

Por empezar, después del primer acto no hay ya argumento ni acción, aparte de la lucha
cuerpo a cuerpo al final del segundo acto. Antes de ello, hay exactamente cuarenta minutos de
diálogo entre los principales protagonistas, Amanda y Elyot, cosa que, naturalmente, les exige
el máximo de recursos y de experiencia en material de comedia, ya que todas las noches,
según el grado de receptividad del público, el ataque y el tempo de la actuación deben,
inevitablemente, variar. Eso implica un oído constantemente aguzado en dirección de las
tertulias, para captar la primera y siniestra tos de aburrimiento. Y, cuando ella llega, una
mirada de advertencia rápidamente intercambiable, y un apresuramiento inmediato y – es de
desear- imperceptible de la escena, hasta que estalla la carcajada siguiente y se puede aflojar
la tensión y respirar más libremente por un momento.

Esta persistente vigilancia es necesaria, por supuesto, en la representación de cualquier escena


de alta comedia, pero, por lo general, e autor prudente proporciona salvavidas a sus actores,
en forma de camafeos netamente dibujados para los miembros subsidiarios del reparto, que
pueden efectuar pequeñas entradas llenas de animación a fin de quebrar la monotonía. Y
hasta, en ocasionalmente, puede proporcionarles una trama sostenida, de la que aferrarse
cuando fracasa todo lo demás.

Sin embargo, en el segundo acto de Vidas Privadas no hubo ayuda alguna del autor, aparte de
unos bocadillos cómicos cuidadosamente colocados, y, tomada en conjunto fue más peligrosa
y llena de trampas que nada que haya intentado jamás como actor. Pero afortunadamente
para mí, tuve la inestimable ventaja de actuar en la obra con Gertrude Laurence, y, así, tres
cuartas partes de la batalla estaban ganadas antes de que subiese el telón.

ACTO PRIMERO

Escena: la terraza de un hotel en Francia. Al foro hay dos ventanales franceses que comunican
con dos departamentos distintos. El espacio de la terraza está dividido por una hilera de
arbolitos de macetas, y sobre el proscenio, paralelas a las candilejas, hay una baja balaustrada
de piedra. A ambos lados de la hilera de macetas, un juego de muebles adecuados para la
terraza, una mecedora, dos o tres sillas y una mesa. Hay toldos anaranjados y blancos que
sombrean los ventanales, ya que es verano.

Cuando se levanta el telón, son aproximadamente las ocho de la noche. Una orquesta toca no
muy lejos. Sibyl Chase abre los ventanales e la derecha y sale a la terraza. Es hermosísima y
rubia, y va elegantemente vestida con ropa de viaje. Se acerca a la boca del escenario, abre
ampliamente los brazos y se despereza con un pequeño suspiro de satisfacción; contempla el
paisaje con una expresión extática.

Sibyl (llamando).- ¡ Elli, Elli querido, sal! Esto es encantador.

Elyot (adentro).- Un minuto ( luego de una pausa, sale Elyot. Tiene unos treinta años, es
delgado y de aspecto agradable y también lleva ropa de viaje. Se encamina a la balaustrada y
contempla pensativamente el paisaje. Sibyl está junto a él, y lo toma del brasero) No está mal.

Sibyl.- es divino. Mira las luces de ese yate reflejadas en el agua. Oh, querido soy tan dichosa…

Elyot (sonriendo).- ¿de veras?

Sibyl.- ¿y tú no?

Elyot.- por supuesto. Tremendamente dichoso.


Sibyl.- ¡ el sólo pensar que estamos aquí, tú y yo, casados…!

Elyot.- sí, las cosas han llegado al extremo.

Sibyl.- no te rías de mí. No tienes que mostrarte blasé en cuanto a las lunas de miel por el
hecho de que esta sea la segunda para ti.

Elyot (frunciendo el seño).- eso es una tontería.

Sibyl.- ¿te eh molestado al decir eso?

Elyot.- un poquito.

Sybil.- ¡oh, querido! Lo siento mucho. ( Le acerca la cara) Bésame.

Elyot ( haciéndolo) .- ahí tienes.

Sybil.- hmmm , no fue muy entusiasta.

Elyot (besándola otra vez).- ¿está mejor?

Sybil.- tres veces, por favor. Soy supersticiosa.

Elyot (besándola).- eres realmente dulce.

Sibyl.- ¿te alegras de haberte casado conmigo?

Elytor.- Naturalmente que sí.

Sibyl.- ¿cuánto?

Elyot.- Increíble, enormemente.

Sibyl.- ¡cuán encantador!

Elyot.-tendríamos que entrar a vestirnos.

Sibyl.- te alegras más que antes?

Elyot.- ¿por qué insistes continuamente en eso?

Sibyl.- lo tengo metido en los pensamientos, y tú también, supongo.

Elyot.- nada de eso.

Sibyl.- era hermosa, ¿verdad? Amanda…

Elyot.- Hermosísima

Sybil.- ¿ más que yo?

Elyot .- mucho más.

Sybil.- ¡ Elyot!
Elyot.- era hermosa y refinada, y sus manos largas y delgadas, y sus piernas largas y delgadas, y
bailaba como los ángeles. De paso, tú bailas muy mal.

Sybil.- ¿sabía tocar el piano tan bien como lo toco yo?

Elyot.- no sabía tocar el piano de ningún modo

Sibyl.- ¡ahá! ¿Tenía mi talento para la organización?

Elyot.- no, pero tampoco tenía a tu madre.

Sybil.- me parece que no quieres a mi madre.

Elyot.- ¿quererla! No puedo soportarla.

Sibyl.- ¡ Elyot! En el fondo es un encanto.

Elyot.- no he llegado hasta el fondo de ella.

Sybil.- me hace desdichada el pensar que no quieres a mamá.

Elyot.- tonterías. Creo que el único motivo que tuviste para casarte fue el de alejarte de ella.

Sibyl.- me casé contigo porque te amaba.

Elyot.- ¡ oh vaya, vaya, vaya, vaya!

Sybil.- te amo mucho más de lo que te amó Amanda. Nunca te haría sentirte desdichado, como
lo hizo ella.

Elyot.- nos hicimos sentirnos desdichados el uno al otro.

Sybil.- la culpa era de ella, tú sabes.

Elyot ( con vehemencia).- sí , absolutamente de ella.

Sybil.- fue una tonta al perderte.

Elyot.- nos perdimos los dos.

Sybil.- ella te perdió a ti, con su violento carácter y sus escenas.

Elyot.- ¿quieres dejar de hablar de Amanda?

Sybil.- pero me alegro, porque si no hubiese sido malvada e infiel, si hubiese sabido dominarse,
ahora no estaríamos aquí.

Elyot.- no fue infiel.

Sybil.- ¿tú que sabes? Apuesto a que sí. Apuesto a que te era infiel cada cinco minutos.

Elyot.- se necesitaría una mujer mucho más concentrada que Amanda para serle infiel a uno
cada cinco minutos.
Sybil (ansiosa).- la odias, ¿no es cierto?

Elyot.- no, no la odio. Creo que la desprecio.

Sybil (satisfecha).- eso es mucho peor.

Elyot.- y, sin embargo, le tengo lástima.

Sybil.- ¿por qué?

Elyot.- porque está signada por la tragedia. Es inevitable que haga un embrollo de todo.

Sybil.- si es culpa de ella, no veo que tenga mayor importancia.

Elyot.- tiene algunas bonísimas cualidades.

Sybil.- teniendo en cuenta el infierno que hizo de tu vida, te portas demasiado bien con ella. La
mayoría de los hombres se mostrarían vengativos.

Elyot.- ¿de qué sirve eso? Todo ha terminado ya, hace mucho tiempo.

Sybil.- cinco años no es mucho tiempo.

Elyot (serio).- sí que lo son.

Sybil.- ¿piensas que alguna vez podrías volver a amarla?

Elyot.- vamos, Sybil…

Sibyl.- ¿ pero podrás?

Elyot.- por supuesto que no. Te amo a ti.

Sibyl.- sí, pero me amas de distinto modo; eso lo sé.

Elyot.- quizá más juiciosamente.

Sybil.- me alegro. Prefiero esa clase de amor.

Elyot.- tienes razón. El amor no sirve de nada a menos de que sea juicioso, bondadoso y
carente de dramatismo. Algo firme y dulce, algo que te calme los nervios cuando estas
cansado. Algo tremendamente cómodo, y no perturbado por escenas y celos. Eso es lo que
quiero, lo que en realidad siempre he querido. Oh, querida mía, espero que no te resulte
insípido.

Sybil.- tesoro, como si alguna vez pusieras ser insípido.

Elyot.- tengo más edad que tú

Sybil.- no tanta.

Elyot.- Siete años.


Sybil ( acurrucándose junto a él).- la música se ha callado ahora, y se puede oír el mar.

Elyot.- mañana por la mañana nos bañaremos.

Sybil.- no tengo que tostarme al sol.

Elyot.- ¿por qué no?

Sybil.- odio el atrezado en las mujeres.

Elyot.- muy bien, pues no te tostarás. Espero que no lo odies en los hombres.

Sybil.- por supuesto que no. A los hombres les sienta.

Elyot.- eres una criatura completamente femenina ¿verdad?

Sybil.- ¿por qué dices eso?

Elyot.- todo en el lugar que corresponde.

Sybil.- ¿ qué quieres decir?

Elyot.- si sientes que te agradaría que fumase en pipa, trataré de aprenderlo.

Sybil.- me gusta que un hombre sea un hombre, si eso es lo que quieres decir.

Elyot.- ¿ no tratarás de entenderme y dirigirme?

Sybil.- trataré de entenderte

Elyot.- ¿ me manejarías sin que yo me dé cuenta de ello?

Sybil ( retirándose apenas).- creo que te muestras un poco duro.

Elyot.- no, no quiero serlo. Me estaba haciendo preguntas.

Sybil.- ¿ y bien?

Elyot.- me preguntaba qué pasa en el interior de tu cerebro, cuáles son realmente tus planes…

Sybil.- planes . ¡ Oh Elli! .

Elyot.- aparte de amarme y de todo eso, es preciso que tengas planes.

Sybil.- no tengo la más leve idea de lo que quieres decir.

Elyot.- quizás subconscientemente, entonces: instintos antiquísimos trabajando en lo hondo,


royendo trocitos de experiencia para su empleo futuro, vigilándome cuidadosamente como
una gatita rubia de mirada aguda.

Sybil.- ¡ cómo puedes ser tan espantoso!

Elyot.- dije gatita, no gata.


Sybil.- las gatitas se convierten en gatas cuando crecen.

Elyot.- que te sirva de advertencia.

Sybil ( volviendo a deslizar su brazo en el de él) ¿qué te ocurre querido, tienes hambre?

Elyot.- ni un poco

Sybil.- de pronto te muestras sumamente extraño, y más bien cruel. Sólo porque soy femenina.
Eso no significa que sea marrullera y calculadora.

Elyot.- no dije que fueses ninguna de esas cosas.

Sybil.- odio esas mujeres semimasculinas que van por todas partes haciendo ruido.

Elyot.- yo odio a cualquiera que haga ruido.

Sybil.- creo que , después de Amanda, necesitas un poco de feminidad tranquila.

Elyot.- ¿por qué insistes en hablar de ella?

Sybil.- es natural, ¿ verdad?.

Elyto.-¿ qué es lo que quieres averiguar?

Sybil.- ¿por qué dejaste que se divorcie de ti?

Elyot.- se divorció de mí por crueldad y por fragante infidelidad. Pasé todo un fin de semana
en Brighton con una dama llamada Vera Williams. Tenía el más desagradable cepillo para el
cabello que jamás haya visto.

Sybil.- caballerosidad mal entendida, lo llamo yo. ¿ Por qué no te divorciaste tú de ella?

Elyot.- no habría sido la acción de un caballero, signifique eso lo que quiera significar.

Sybil.- creo que ella triunfo con poco esfuerzo.

Elyot.- de una vez por todas: ¿quieres dejar de hablar de ella?

Sybil.- sí , Elli querido

Elyot.- no quiero volver a verla ni oír mencionar su nombre

Sybil.- muy bien, querido.

Elyot.- ¿queda eso entendido?

Sybil.- si, querido ¿ donde pasaron tu luna de miel?

Elyot. - En St. Moritz

Sybil. - Odio St. Mortiz

Elyot.- también yo, profundamente.


Sybil.-¿ sabía andar bien en esquís?

Elyot.- ¿ quieres cenar aquí abajo o en el casino?

Sibyl.- te amo, te amo, te amo.

Elyot.- perfectamente, entremos a vestirnos-

Sibyl.- primero bésame.

Elyot ( besándola).- ¿ en el casino?

Sibyl.- sí. ¿ Te gusta el juego? Nunca me lo dijiste.

Elyot.- de tanto en tanto.

Sibyl.- me sentaré detrás de tu silla y te traeré suerte.

Elyot.- eso sería fatal. (Entran en sus habitaciones. Hay una pequeña pausa, y luego aparece
Victor Prynne desde el departamento de la izquierda. Es bastante bien parecido, de unos
treinta o treinta y cinco años. Está vestido don un liviano traje de viaje. Husmea el aire,
contempla el paisaje y luego se vuelve hacia el ventanal.)

Victor (llamando).- ¡Mandy!

Amanda ( adentro).- ¿qué?

Victor.- ven, el paisaje es maravilloso.

Amanda.- todavía estoy mojada de baño. Espera un minuto (Victor enciende un cigarrillo. Al
rato sale Amanda a la terraza. Es exquisita, de rostro alegre una silueta perfecta. En ese
momento usa un peinador). Pescaré una pulmonía, eso es lo que pescaré.

Victor (mirándola) .- ¡Dios!

Amanda.- ¿cómo dices?

Victor.- estas maravillosa

Amanda.- gracias, querido.

Victor.- como un hermoso anuncio de algo

Amanda.- de nada en especial, espero.

Victor.- apenas puedo creer que sea cierto. ¡ Tú y yo aquí, solos, juntos, casados!

Amanda ( frotando el rostro contra el hombro de él) esta tela es muy áspera.

Victor.- ¿no te gusta?

Amanda.- un poco tosca, ¿ verdad?


Victor.- ¿me amas?

Amanda.- por supuesto. Por eso estoy aquí

Victor.- ¿ más que a…?

Amanda.- vaya, no volvamos a eso.

Victor.- no, pero , ¿ me amas más de lo que amabas a Elyot?

Amanda.- no recuerdo; ha pasado tanto tiempo…

Victor.- no tanto

Amanda ( abriendo los brazos).- pasó hace toda mi vida.

Victor.- me gustaría quebrarle el maldito cuello

Amanda ( riendo) .- ¿ por qué?

Vitor.- por haberte echo desdichada.

Amanda.- eso fue mutuo

Victor.- ¡bobadas! Él tuvo toda la culpa, y tú lo sabes.

Amanda.- sí, la tuvo, ahora que pienso en eso

Victor.- ¡cerdo!

Amanda.- no seas tan vehemente, querido.

Victor.-yo jamás te trataré de ese modo.

Amanda.- eso está bien

Victor.- te amo demasiado

Amanda.- él también me amaba

Victor.- bonita clase de amor. Una vez te golpeó, ¿ No es cierto?

Amanda.- más de una vez.

Victor.- ¿dónde?

Amanda.- en varios lugares

Victor .- ¡ qué patán!

Amanda.- yo también lo golpeé. Una vez le rompí cuatro discos de fonógrafo en la cabeza. Fue
sumamente satisfactorio.

Victor.- debe de haber estado a punto de enloquecerte


Amanda.- sí. Así fue, pero no hablábamos de eso. En fin de cuentas, es un tema sombrío para
nuestra noche de luna de miel.

Victor.- no supo darse cuenta de lo que tenía.

Amanda.- mira las luces de ese yate reflejadas en el agua. Me pregunto de quién será.

Victor.- mañana tenemos que bañarnos.

Amanda.- sí. Quiero tostarme bien

Victor ( con acento de reproche).- ¡ Mandy!

Amanda.- ¿qué , qué pasa?

Victor.- odio a las mujeres atezadas.

Amanda.-¿por qué?

Victor.- en cierto modo es, bueno inconveniente.

Amanda.- a mí me sienta terriblemente bien, querido.

Victor.- es claro, si realmente lo quieres.

Amanda.- estoy del todo decidida. Tengo enormes cantidades de un aceite encantador para
frotarme el cuerpo

Victor.- tu piel es hermosa tal como está

Amanda.- espera y verás. Cuando esté de un bello color moreno, volverás a enamorarte de mí

Victor.- no podría amarte más que ahora.

Amanda.-oh caramba, tenía muchas esperanzas de que nuestra luna de miel fuese progresiva.

Victor.- ¿Dónde pasaste la anterior?

Amanda (con tono de prevención).- Víctor…

Victor.- quiero saberlo

Amanda.- En St. Moritz. Fue muy atractivo.

Victor.- odio a St. Moritz.

Amanda.- también yo.

Victor.- ¿ Empezó él a reñir contigo inmediatamente?

Amanda- en los primeros días. Yo lo atribuí a la altitud del terreno.

Victor.- ¿y lo amabas?
Amanda.- sí, Victor.

Victor.- pobrecita

Amanda.- tienes que tratar de no ser pomposo, querido. (Se aparta)

Victor (ofendido).- ¡Mandy!

Amanda.- no me parece ser de ningún modo lo que tú crees que soy

Victor.- ¿ qué quieres decir?

Amanda.- nunca fui una pobrecita-

Victor.-es una forma de decir, querida, y nada más.

Amanda.- sufrí mucho, y el corazón se me quebró- pero un corazón inocente, juvenil. Estaba
mellado por mi intelectualismo. Siempre he sido intelectual, siempre supe mucho. Eso provocó
gran parte de mis pendencias con Elyot. Lo irritaba porque creía que podía ver hasta el fondo
de él.

Victor.- a mí no me molestará que me veas hasta el fondo.

Amanda.- Dulce! (lo besa)

Victor.- te haré feliz

Amanda.- ¿si?

Victor.- con sólo cuidarte ver que estés bien, ¿sabes?

Amanda ( con cierta ansiedad).- no, no sé

Victor.- creo que me amas de una forma distinta de cómo amabas a Elyot

Amanda.- deja de referte a Elyot.

Victor.- pero es cierto ¿ no?

Amanda.- te amo mucho más serenamente, si eso es lo que quieres decir.

Victor.- ¿ de un modo más maduro?

Amanda.- supongo que sí.

Victor.-¿te acurdas de cuando te conocí?

Amanda.- sí. Claramente…

Victor.-en la fiesta de Marion Vale…

Amanda.- sí

Victor.- ¿no fue maravilloso?


Amanda.- realmente, no querido. Sólo quedó redimido de lo completamente vulgar por el
hecho de que yo tenía hipo.

Victor.- no lo advertí

Amanda.- amor a primera vista

Victor.-¿dónde te conociste con Elyot?

Amanda.-¡ al demonio con Elyot!

Victor.- ¡Mandy!

Amanda.- te prohíbo que vuelvas a mencionar su nombre. Me enferma ese sonido. Debes
estar loco de remate. Henos aquí , en la primera noche de nuestra luna de miel; la luna está
subiendo, suena la música… y lo único que puedes hacer es hablar de mi primer esposo ¡Es
absolutamente sacrílego!

Victor .- no te enojes

Amanda.- bueno, pues me disgusta

Victor.- ¿me perdonarás?

Amanda.- sí. Pero no vuelvas a hacerlo.

Victor. – te lo prometo

Amanda.- será mejor que vayas a vestirte; no te has bañado aún

Victor.-¿cenaremos aquí o en el casino?

Amanda- me parece que el casino es más divertido.

Victor.- después podemos jugar a la Boule

Amanda.- no, no podemos, querido

Victor.-¿ no te gusta la buena y vieja Boul?

Amanda.- no, odio la buena y vieja Boul. Jugaremos una hermosa partida de chermin de fer.

Victor ( con aprensión).- no en la mesa grande…

Amanda.- quizás en la más grande de todas.

Victor.- no serás una terrible jugadora ¿ verdad?

Amanda.- inveterada. El azar rige mi vida

Victor.- ¡qué tontería!


Amanda.- ¿ cómo puedes decir que es tontería? Te conocí por azar. Nos enamoramos por azar.
Estamos aquí por azar, especialmente teniendo en cuenta que tú condujiste el auto. Todo lo
que sucede es azar.

Victor.-¿ sabes?. De cerca te tengo un poco de miedo

Amanda.- eso promete resultar un poco embarazoso

Victor.-ahora eres un tanto distinta, más alocada de lo que pensé que eras, más tensa-

Amanda.-¡ más alocada! Oh, Victor, jamás me he sentido menos alocada en toda mi vida. Un
poco de tensión, lo admito, pero es la atmósfera del casamiento reciente. La luna de miel es
una diversión sumamente exagerada.

Victor.-eso lo dices porque tuviste una espantosa experiencia anterior

Amanda.- otra vez con eso…

Victor.- era inevitable que te amargara un poco.

Amanda.- la luna de miel no fue en realidad una experiencia tan espantosa; lo posterior fue lo
terrible.

Victor.- tengo la intención de hacer que te olvides de todo eso.

Amanda.- no lo lograrás si te refieres constantemente a ello

Victor.- ojalá te conociese mejor.

Amanda.- es preferible que no me conozcas. La mujer- en cursiva- debe conservar siempre


cierta proporción de atrayente misterio femenino para el hombre- también en cursiva.

Victor.- ¿ y qué hay del hombre? ¿ No se le permite a él retener algún misterio?

Amanda.- absolutamente ninguno. Tiene que ser transparente como el vidrio.

Victor.- ¡ah, ya veo!

Amanda.- no te preocupes. No resulta necesariamente de ese modo ; se supone que debe ser
así

Victor.-me alegro de ser normal.

Amanda.- ¡ qué extraño es alegrarse de una cosa así! ¿Por qué?

Victor.- bueno, ¿ y tú no te alegras?

Amanda.- no estoy segura de ser normal.

Victor.-¡ oh, Mandy, por supuesto que lo eres: dulce, divinamente normal!

Amanda.- no tengo avideces especiales por chinos o por zapatos viejos, si te refieres a eso.
Victor (escandalizado).- ¡Mandy!

Amanda.- creo que pocas personas son en realidad completamente normales, en lo profundo
de su vida privada. Todo depende de una combinación de circunstancias. Si los distintos no sé
cuántos cósmicos se funden en el mismo momento y surge la chispa conveniente, resulta
imposible saber lo que podrá hacer uno. Eso fue lo que sucedió con Elyot y yo: fuimos como
dos violentos ácidos burbujeando en una desagradable botellita matrimonial.

Victor.- no me parece que seas tan compleja como piensas que eres.

Amanda.- no creo tener complejidades especiales, pero sé que no soy digna de confianza.

Victor.- me asustas terriblemente ¿ en qué sentido no eres digna de confianza?

Amanda.- tengo tendencia a ver las cosas de modo equivocado.

Victor.-¿ qué clase de cosas?

Amanda.- las de la moral. Lo que una debe y no debe hacer.

Victor ( cariñosamente).´- ¡querida, eres tan dulce!

Amanda.- gracias, Victor, eso es sumamente alentador. Y ahora tienes que ir a bañarte. Ven

Victor.- bésame

Amanda (haciéndolo).- vaya, ahí tienes, querido; y ahora date prisa. Yo no tengo más que
ponerme el vestido y estaré lista.

Victor.- dame diez minutos

Amanda.- traeré los “cocktails” aquí, cuando lleguen.

Victor.- muy bien

Amanda.- vé ya, y apresúrate

(Entran a sus habitaciones. Luego de una pausa, Elyot sale a la terraza caminando
cuidadosamente, con una bandeja en la que hay dos “cocktails” de champaña. Pone la bandeja
sobre la mesa.)

Elyot (llamando).- ¡Sibyl!

Sibyl (adentro) .- ¿si?

Elyot.- he traído los “cocktails” aquí; apresúrate.

Sibyl.-no puedo encontrar mi lápiz para labios

Elyot.- no importa; haz que te traigan de la cocina un poco de cochinilla.

Sibyl.- no seas tan tonto…


Elyot.- date prisa ( Elyot se acerca a la balaustrada, estaba una negligente ojeada hacia la
terraza vecina y luego contempla el pasaje. Mira la luna y suspira; se sienta en una silla, de
espaldas a la hilera de macetas, y enciende un cigarrillo. Amanda sale a la terraza caminando
con cuidado; lleva una bandeja con dos “cocktails” de champaña. Tiene puesto un vestido de
noche encantadoramente sencillo echada la capa sobre el hombro izquierdo. Pone
cuidadosamente la bandeja en la mesa, coloca la capa sobre el respaldo de una silla y se sienta,
dando la espalda a Elyot. Saca un espejito de su bolso y estudia su rostro en él. Abajo, la
orquesta ataca una nueva melodía. Tanto Elyot como Amanda respingan levemente. Al cabo
de un instante Elyot comienza a canturrear con expresión pensativa el aire que toca la
orquesta. Es una pequeña melodía romántica, sentimental. Amanda lo oye y se lleva la mano a
la garganta, como si se ahogara. Luego se pone en pe de un salto, silenciosamente, y atisba por
sobre la fila de plantas. Elyot, de espalda a ella, continúa cantando sin darse cuenta. Ella vuelve
a sentarse, derrumbándose con un ademán casi desesperado. Mira ansiosamente hacia la
ventana, por encima del hombro, por si Victor está escuchando, y luego, con una sonrisita,
entona la melodía con claridad. Elyot se interrumpe bruscamente y lanza una exclamación; se
levanta de un brinco y se queda mirándola. Ella continua cantando, fingiendo no saber que él
está ahí. Al finalizar la canción, se vuelve lentamente y lo mira)

Amanda.- muy considerado de parte de ellos tocar eso, ¿ verdad?

Elyot (con voz ahogada).- ¿ qué estás haciendo aquí?

Amanda.- pasando la luna de miel

Elyot.- ¡qué interesante! Yo también

Amanda.- espero que te estés divirtiendo

Elyot.- todavía no ha comenzado

Amanda.- tampoco la mía

Elyot.- ¡oh Dios mío!

Amanda.- me resulta imposible dejar de sentir que esto es un tanto desdichado

Elyot.- ¿eres feliz?

Amanda.- completamente

Elyot.- me alegro- eso marcha bien, entones ¿ no es así?

Amanda.-¿ y tú?

Elyot.- extáticamente feliz.

Amanda.- me alegro de saberlo. Probablemente volveremos a encontrarnos. Au revoir! (se


aleja)
Elyot (con firmeza).- ¡ Adiós! (ella entra sin mirar hacia atrás. Él se queda contemplándola con
una expresión de horror. Sibyl sale alegremente a la terraza, ataviada con un hermosísimo
vestido de noche).

Sibyl.- un “coktail”, por favor. ( Elyot no contesta) Elli, ¿Qué ocurre?

Elyot.- tengo una sensación extraña

Sibyl.-¿Extraña? ¿ qué quieres decir? ¿ estás enfermo?

Elyot.- sí, enfermo

Sibyl (alarmada).- ¿qué clase de…?

Elyot.- tenemos que irnos inmediatamente

Sibyl.- ¿irnos?

Elyot.- sí, querida. En el acto.

Sibyl.- ¡Elli!

Elyot.- tengo un raro presentimiento

Sibyl.- debes de estar loco.

Elyot.- escucha, querida. Quiero que seas dulce y paciente y comprensiva, y que no te
inquietes ni hagas preguntas ni nada. Tengo la absoluta convicción de que toda nuestra dicha
futura depende de que nos vayamos de aquí ahora mismo.

Sibyl.- ¿por qué?

Elyot.- no puedo decírtelo

Sibyl.-¡ pero si acabamos de llegar!

Elyot.- lo sé, pero no tiene remedio.

Sibyl.-¿qué ha ocurrido, que ha ocurrido?

Elyot.-no ha ocurrido nada

Sibyl.- has perdido el seso

Elyot.- no he perdido el seso, pero lo perderé si nos quedamos una hora más.

Sibyl.- baja a cenar, querido, y luego te sentirás mucho mejor.

Elyot.- podemos pasar la primera noche juntos en París.

Sibyl.- no llegaremos allá hasta las primeras horas de la madrugada


Elyot (con un gran esfuerzo para conservar la calma).- por favor, Sibyl; ya sé que te suena a
locura, y que te parece completamente carente de razón y sentido, pero tengo una doble vista
en relación con ciertas cosas. Soy casi psíquico. Tengo una extraordinaria sensación de
desastre inminente. Si nos quedamos aquí, sucederá algo aterrador . lo sé

Sibyl (con firmeza).- tonterías histéricas.

Elyot.- no son tonterías histéricas. Los presentimientos están muy lejos de ser tonterías. Ahí
tienes a la mujer que canceló su pasaje en el Titanic. Todo por un presentimiento

Sibyl.- no veo qué tiene que ver eso.

Elyot.- tiene muchísimo que ver. Obedeció a sus instintos, eso es lo que hizo, y salvó su vida. Lo
único que pido yo es que se me permita hacer caso de mis instintos.

Sibyl.- ¿quieres decir que habrá un terremoto, o algo parecido?

Elyot.- es muy posible, muy posible, por cierto, o quizás una violenta explosión

Sibyl.- en Francia no hay terremotos.

Elyot.- por el contrario; el otro día sintieron claramente un sacudimiento en Tolón

Sibyl.- sí, pero eso es en el sur, donde hace calor.

Elyot.- no sutilices, Sibyl.

Sibyl.- y en cuanto a las explosiones, aquí no hay nada que pueda estallar.

Elyot.-ah, no hay ¿eh?

Sibyl.- sí, pero, Elli…

Elyot.- querida, sé buena hazme caso . te ruego que me hagas caso.

Sibyl.- no entiendo. Es espantoso de tu parte que me hagas esto.

Elyot.-no te hago nada sólo te suplico, te imploro, que nos vayamos de este lugar

Sibyl.- ¡ pero esto me encanta!

Elyot.- hay miles de lugares mucho más hermosos.

Sibyl.- es una lástima que no hayamos ido a ninguno de ellos.

Elyot.- ¡escúchame , Sibyl!...

Sibyl.- sí, ¿pero por qué te comportas así, por qué, por qué, por qué?

Elyot.-no me preguntes por qué. Hazme caso. Te juro que jamás te pediré que me hagas caso
en ninguna otra cosa.
Sibyl (absolutamente resuelta).- no pienso irme de aquí esta noche. Es totalmente ridículo. Ya
he viajado bastante en un día, y estoy cansada.

Elyot.- eres empecinada como una mula

Sibyl.-esa me parece una frase muy bonita, te lo aseguro.

Elyot ( acalorado)).- tienes los feos piececitos clavados en el suelo, y no piensas moverte ni un
centímetro, ¿eh?

Sibyl ( con vivacidad).- tú lo has dicho.

Elyot.- si hay algo en el mundo que me enfurece, es la pura y simple terquedad , me gustaría
cortarte la cabeza con un hacha

Sibyl.- ¿cómo te atreves a hablar así en nuestra noche de luna de miel?

Elyot.- ¡maldita sea nuestra noche de luna de miel! ¡maldita sea, maldita sea, maldita sea!

Sibyl (estallando en lágrimas).- ¡ oh, Elli, Elli!...

Elyot.- deja de llorar. ¿quieres o no quieres venir conmigo a París?

Sibyl.- ¡ He sido tan desdichada en mi vida! ¿ eres odioso y bestial! Mamá tenía muchísima
razón. Dijo que tenías mirada huidiza.

Elyot.- bien puede hablar. Ella tiene los ojos tan juntos que no podrían clavarle una aguja entre
los dos.

Sibyl.- no me amas ni un poco ¡ ojalá estuviese muerta !

Elyot.- ¿quieres o no quieres venir conmigo a París?

Sibyl.- no, no quiero.

Elyot.- ¡Oh, Dios mío! ( se precipita impetuosamente hacia las habitaciones)

Sibyl( le sigue gimiendo) .- ¡ Oh, Elli, Elli, Elli, Elli! …

Victor ( sale violentamente por uno de los ventanales francesa de la izquierda, seguido de
Amanda).- por cierto que tenías razón cuando dijiste que no eras normal. Te estás
comportando como una lunática.

Amanda.- de ningún modo. Lo único que hice fue pedirte un pequeño favor.

Victor.- ¡ un pequeño favor, vaya!

Amanda.- si partiésemos ahora, llegaríamos a París dentro de unas horas.

Victor.- si cruzásemos Siberia en tren, estaríamos en China dentro de dos semanas, pero no
veo motivo alguno para hacerlo.

Amanda.- ¡Oh, Victor querido… por favor, por favor… sé sensato, por mí!
Victor.- ¡Sensato!

Amanda.- sí, sensato. Si nos quedamos aquí, me sentiré absolutamente desdichada. No


querrás que sea desdichada durante mi luna de miel, ¿no es cierto?

Victor.-¿ Pero por qué no pensaste antes en la tragedia de tu hermana?

Amanda.- me olvidé

Victor.- no podrías olvidarte una cosa así

Amanda.- los lugares se me embrollaron. Luego, cuando vi el Casino a la luz de la luna, lo


recordé

Victor.- ¿cuándo ocurrió todo eso?

Amanda.- hace años, pero es como si hubiese sucedido ayer. Aún puedo verla, muerta, con
esa espantosa expresión en el rostro… y ese atroz viaje con su cadáver a Inglaterra… ¡ Fue
perfectamente espantoso!

Victor.- yo no sabía que tuvieses una hermana.

Amanda.- ya no la tengo

Victor.- detrás de todo esto debe de haber algo…

Amanda .- no seas tonto ¿qué podría haber?

Victor.- bien, por empezar, sé que estás mintiendo.

Amanda.- ¡ Victor!

Victor.- sé sincera. ¿ no es cierto?

Amanda.- no entiendo cómo puedes ser tan ruin y suspicaz

Victor (paciente).- me estás mintiendo, Amanda, ¿ no es así?

Amanda.-sí, Victor.

Victor.- nunca tuviste una hermana, muerta o viva.

Amanda.- creo que hubo una en 1902, muerta al nacer.

Victor.-¿ qué motivos tenías para decirme eso?

Amanda.- ya te dije que no era digna de confianza.

Victor.-¿por qué tienes tantos deseos de irte?

Amanda.- si te digo la verdad, te enojarás.

Victor.- ¿de qué se trata?


Amanda.- te he prevenido.

Victor.- dímelo. Por favor, dímelo.

Amanda.- Elyot está aquí

Victor.- ¡qué!

Amanda.- lo vi.

Victor.- ¿cuándo?

Amanda.- hace un momento, cuando tú estabas en el baño.

Victor.- ¿Dónde?

Amanda (vacilando).- Él estaba ahí, de traje blanco ( señala la balaustrada)

Victor (escéptico).- ¿ de traje blanco?

Amanda.- ¿por qué no? Estamos en verano, ¿verdad?

Victor.- estás mintiendo me otra vez

Amanda.- no. Está aquí. Te lo juro

Victor.-bien, ¿y qué hay con eso?

Amanda.- no puedo gozar de la luna de miel contigo, cuando hay posibilidades de que Elyot
aparezca en cualquier momento.

Victor.- ¡ Vamos Mandy!

Amanda.- ¿no te das cuenta de cuán espantoso es todo esto? Es la cosa más embarazosa que
jamás me ha sucedido en la vida.

Victor.- ¿ y él te vio?

Amanda.- no. Corría.

Víctor.- ¿para qué corría?

Amanda.- ¡ qué sé yo! No seas tan fastidioso.

Victor.- bueno, puesto que no te vio, todo está bien, ¿no es así?

Amanda.- no está nada bien. Tenemos que irnos inmediatamente.

Victor.- ¿pero por qué?

Amanda.- ¿cómo puedes ser tan aterradoramente obstinado?

Victor.- no le tengo miedo.


Amanda.- tampoco yo. No se trata de tener miedo. Es que, sencillamente, es una situación
terrible.

Victor.- maldito si entiendo por qué la presencia de Elyot tiene que arruinarnos la luna de miel

Amanda.- me arruinó la anterior.

Victor.-ni siquiera creo que esté aquí.

Amanda.- te digo que está. Yo lo vi

Victor.-probablemente fue una ilusión óptica. Esta media luz es sumamente engañosa.

Amanda.- no fue ninguna ilusión óptica.

Victor.- me niego en absoluto a cambiar todos nuestros planes a último memento, sólo porque
tú pienses que has visto a Elyot. Es irrazonable y ridículo, y no tienes que exigirlo. Aun cuando
esté aquí, no creo que importe mucho. Probablemente se sentirá mucho más turbado que tú y
hará perfectamente bien. Si te molesta de algún modo, lo derribaré a golpes.

Amanda.- eso sería encantador…

Victor.- vaya, no hablemos más de eso.

Amanda.- ¿ y pretendes quedarte ahí, tan serio, e imaginarte que es posible pasar por alto la
cosa con tanta facilidad?

Victor.- no pienso irme, Mandy. Si empiezo a ceder ante ti desde el comienzo, nuestra vida se
hará insoportable.

Amanda ¡ Victor!

Victor ( sereno).- tú misma te has excitado hasta el punto de colocarte en una situación que en
realidad sólo existe en tu cerebro.

Amanda ( dominándose con un esfuerzo).- por favor, Victor, por favor, te lo imploro por última
vez. Vayamos a París ahora mismo, esta noche. Te lo ruego con todo el corazón… ¡ por favor!...

Victor ( con dulzura, pero firme).- ¡ No Mandy!

Amanda.-veo con suma claridad que fui una tonta al casarme con un gordo anciano caballero
que se la pasa sentado en un sillón del club.

Victor.- no sirve de nada enojarse.

Amanda .- ¡ eres un asno pomposo!

Victor (horrorizado) .- ¡Mandy!

Amanda (enfurecida).- ¡ un asno pomposo, eso es lo que dije y eso es lo que quiero decir!
Hinchado con tu propia impotencia.
Victor.- ¡ Mandy, domínate

Amanda.-¡ apártate de mí! No puedo soportar el pensamiento de que estoy casada con una
grandeza tan severa

Victor (con enorme dignidad).- me encontrarás en el bar. Cuando estés lista para bajar a cenar,
avísame.

Amanda ( dejándose caer en una sillas).- ¡véte, véte! (Vico hace mutis majestuoso Elyot, por el
orto lado, seguido de una llorosa Sibyl.)

Elyot.- ¡ si no dejas de llorar, te asesinaré!

Sibyl.- ¡ ojalá no te hubiese visto nunca en mi vida, y no hablemos siquiera de casarme contigo!
Ni me extraña que Amanda te dejase, si te comportabas con ella como te portas conmigo.
Bajaré a cenar, y tú puedes hacer lo que quieras.

Elyot.- hazlo, y ojalá que te atragantes

Sibyl.- ¡ Oh Elli, Elli!... ( entra, gimiendo. Elyot se acerca a la balaustrada, pisando fuerte, y
enciende un cigarrillo, evidentemente tratando de dominar sus nervios. Amanda lo ve y se
acerca)

Amanda.- dame uno, por amor de Dios

Elyot (le entrega la cigarrera lacónicamente) .- aquí tienes.

Amanda ( tomando el cigarrillo) .- ¡ Estoy furiosísima!

Elyot (encendiéndoselo).- también yo.

Amanda.- ¿ qué hacemos?

Elyot.- No sé

Amanda.- ¿ de quién es ese yate?

Elyot.- supongo que del duque de Westminster. Siempre es de él.

Amanda.- ojalá yo estuviese allí

Elyot.- ojalá estuvieses…

Amanda.- no hay necesidad de mostrarse grosero.

Elyot.- si que la hay, toda la necesidad del mundo. Nunca en mi vida sentí mayor impulso de
mostrarme grosero.

Amanda.- y has tenido algunos impulsos en tu vida, ¿eh?

Elyot .- si empiezas a reñir conmigo, Amanda, te juro que te arrojaré al otro lado.

Amanda.- ¡ Inténtalo, quisiera verlo; intentándolo!


Elyot.- lo has trastornado todo, como acostumbras a hacerlo.

Amanda.- ¡ Yo lo he trastornado todo! ¿y tú?

Elyot.- desde el primer momento en que tuve la desdicha de posar mi mirada sobre ti, mi vida
ha sido insoportable.

Amanda.- oh, cállate la boca, es inútil hablar de ese modo.

Elyot.- nada sirve de nada. No hay escapatoria posible.

Amanda.- no seas melodramático.

Elyot.- ¿quieres un “cocktail”? aquí hay dos.

Amanda.- aquí también hay dos

Elyot.- primeramente beberemos los míos ( Amanda cruza a la parte de la terraza en que esta
Elyot, este le entrega un cocktail y conserva otro para si)

Amanda.- ¿ qué te parece si nos ponemos loca y furiosamente borrachos?

Elyot.- no creo que ayude mucho; una vez lo hicimos y fue un lamentable fracaso.

Amanda.- al principio fue encantador.

Elyot.- tienes una memoria inmoral Amanda, a ti. ( levantan los vasos solemnemente y beben )

Amanda.- trate de irme en cuanto te vi, pero él no quiere moverse

Elyot.- ¿ como se llama?

Amanda.- Víctor, Victor Prynne.

Elyot (brindando). - Por Mr. Y Mrs. Prynne. ( bebe) la mía tampoco quiere moverse

Amanda.- ¿ como se llama?

Elyot.- Sibyl

Amanda (brindando).- por Mr. Y Mrs. Elyot Chase. (bebe) Que Dios se apiade de la pobre
chica.

Elyot.- ¿ estás enamorada de él?

Amanda.- por supuesto.

Elyot.- ¡que gracioso!

Amanda.- no veo nada especialmente gracioso en ello; tú estás enamorado de la tuya


¿verdad?

Elyot.- naturalmente
Amanda.- ahí tienes.

Elyot.- entonces, ahí tenemos los dos.

Amanda.- ¿ como es ella?

Elyot.- Rubia, hermosa, toca el piano magníficamente

Amanda.- sumamente confortante.

Elyot.- ¿ y cómo es el tuyo?

Amanda.- no quiero hablar de él

Elyot.- bueno, no importa; probablemente aparecerá dentro de un minuto y podré verlo.


¿ sabe que estoy aquí?

Amanda.- sí, se lo dije

Elyot (sarcástico).- eso facilitara mucho las cosas

Amanda.- no tienes porque tener miedo; no te hará daño

Elyot.- si se me acerca gritare hasta que se caiga el edificio

Amanda.- y Sibyl, ¿sabe que estoy aquí?

Elyot.- no, fingí que tenía un presentimiento, hice todo lo posible para persuadirla que nos
fuésemos a París.

Amanda.- yo también intente; y es una suerte que no tuviéramos éxito los dos, ¿verdad?. De lo
contrario probablemente nos hubiéramos vuelto a encontrar en Rouen o algún otro lugar

Elyot ( riendo) .- en algún hotelito desaseado

Amanda ( riendo a su vez) .- ¡ oh caramba! Hubiera sido mucho mucho peor.

Elyot.- ya nos veo a todos levantándonos por la mañana temprano para salir lo antes posible.

Amanda ( débilmente).- encantador, oh, encantador

Elyot.- ¡ glorioso! (no pueden evitar la risa)

Amanda.- y que le ah sucedido a la tuya?

Elyot.- ¿no la oíste gritar? Supongo que está abajo en el comedor.

Amanda.- el ,mío se está mostrando altanero en el bar

Elyot.- deberás es terriblemente embarazoso.

Amanda.- hace mucho que la conoces?


Elyot.- desde hace unos cuatro meses; nos conocimos en una fiesta en casa de unos amigos, en
Norfolk.

Amanda.- Norfolk es muy chato

Elyot.-y qué edad tiene el querido Victor?

Amanda.- treinta y cuatro o treinta y cinco; y Sibyl?

Elyot.- me avergüenzo de decírtelo solo veintitrés.

Amanda.- te has pegado un buen porrazo.

Elyot.- yo reservare mi opinión acerca de tu elección hasta que conozca al querido Victor.

Amanda.- te agradecería que no siguieras llamándolo “ querido Victor” es profundamente


irritante.

Elyot.- así lo veo. Regordete y rubio, sumamente atento de anteojos. El querido Victor

Amanda.- como dije antes prefiero no hablar de él, por lo menos yo tengo el buen gusto de
contentarme y no hacer bromas baratas en relación con Sibyl.

Elyot.- pero dijiste que Norfolk era chato

Amanda.- eso no tiene nada que ver, al menos que ella lo hicese mas chato aun.

Elyot.- tu voz adquiere una cualidad acida cada vez que mencionas el nombre de ella.

Amanda.- no volveré a mencionarlo.

Elyot.- bien, y yo me olvidare de Víctor

Amanda ( con dignidad) .- gracias ( hay un momento de silencio la orquesta rompe a tocar la
misma melodía que ellos canturrearon antes.)

Elyot.- esa orquesta tiene un repertorio sumamente pobre.

Amanda.- parece que no supiera otra cosa que eso ¿verdad? ( se sienta en la balaustrada y
canta suavemente la canción, mira hacia al mar y sus pensamientos están muy lejos Elyot la
contempla, cuando Amanda se vuelve para mirarlo, al final, tiene lagrimas en los ojos. Él aparta
la mirada torpemente y enciende otro cigarrillo)

Elyot.- siempre tuviste una voz dulce Amanda.

Amanda (un poco roncamente).- gracias.

Elyot.- lamento muchísimo todo esto, de veras. Ojala no hubiese sucedido

Amanda.- me iré mañana , suceda lo que sucediere, de modo que no te preocupes.

Elyot.- espero que todo te salga espléndidamente, y que seas muy dichosa.
Amanda.- y yo te deseo lo mismo ( la música a continuado sonando sobre esta escena y ahora
vuelven insistentemente al refrán, ellos se miran y rompen a reír)

Elyot.- cancioncilla insistente y aburrida…

Amanda.- es extraordinario lo potente que resulta la música barta

Elyot.- ¿Qué fue exactamente lo que recordabas hace un momento?

Amanda.- la pista de patinaje de Palace hotel, por las mañanas la fuerte y luminosa luz del sol,
y todos gritando, colores vividos, y tú arrodillándote para ponerme los patines…

Elyot.- unos instantes antes te habías caído, golpeándote el trasero.

Amanda.- fue malvado de tu parte reírte de ese modo, me sentía tan humillada.

Elyot.- ¡pobrecita!

Amanda.- ¿ te acuerdas de cuando nos despertábamos por la mañana y nos quedábamos en el


balcón mirando hacia el valle?

Elyot.- sombras azules en la nieve blanca una pureza imposible de recorrer, arriba por encima
de todas las cosas del mundo.

Amanda.- es hermoso pensar que gozamos de unos momentos tan maravillosos

Elyot.- fueron unos cuantos, no, muchos en realidad; solo que se deslizan hacia atrás y uno
recuerda únicamente los malos.

Amanda.- si. Que tontos fuimos al echarlo todo a perder ‘¡ que tontos! Rematadamente tontos

Elyot.- tú también sientes eso, ¿verdad?

Amanda ( con acento de fatiga) .- por supuesto

Elyot.- ¿ por qué lo hicimos?

Amanda.- porque todo eso era demasiado para nosotros

Elyot.- estábamos tan ridículamente enamorados…

Amanda.- gracioso, ¿no es cierto?

Elyot(triste).- horriblemente gracioso

Amanda.- egoísmo, crueldad, odio, posesividad, mezquinos celos… todas esas cosas surgieron
en nosotros solo porque nos amábamos.

Elyot.- quizás existían antes de eso.

Amanda.- no, es el amor lo que las produce ¡ al demoño con el amor!

Elyot.- ¡al demoño con el amor!


Amanda.- y sin embargo comenzamos de nuevo con dos personas distintas. Otra vez
enamorados. ¿no es así? ( elyot no contesta) ¿ no es así?

Elyot.- no

Amanda.- elyot…

Elyot.- no estamos enamorados otra vez, y tú lo sabes. Buenas noches Amanda ( se vuelve
bruscamente y se dirige hacia los ventanales francés)

Amanda.- ¡ Elyot…No seas tonto… vuelve!

Elyot.- tengo que ir a buscar a Sibyl

Amanda.- yo tengo que ir a buscar a Victor.

Elyot ( salvajemente) .- bueno, ¿y por qué no vas?

Amanda.- porque no quiero

Elyot.- lo que estamos haciendo es vergonzoso, vergonzoso

Amanda.- por favor… me siento espantosamente. Quédate un minuto más, me volveré loca si
te vas, no seguiremos hablando de nosotros; hablaremos de las cosas exteriores de lo que
quieras, pero no me dejes hasta que me haya repuesto.

Elyot.- muy bien ( se produce un pesado silencio)

Amanda.- que has estado haciendo últimamente en estos años pasados?

Elyot.- viajando, hice un viaje alrededor del mundo sabes?...

Amanda( rápidamente).- si , si ya se ¿Qué tal te pareció?

Elyot.- ¿ el mundo?

Amanda.- si

Elyot.- oh! Sumamente agradable

Amanda.- china debe ser interesantísimo

Elyot.- es muy grande, China.

Amanda.- ¿ y Japón?

Elyot.- muy pequeño

Amanda.- ¿ comiste aletas de tiburón Y te quitaste los zapatos, y usaste palillos para comer y
todo eso?

Elyot.- Prácticamente todo


Amanda.- Y la India, y los Ghars ardientes, o Ghats, o como se llamen, y el Taj Mahal. ¿Cómo es
el Taj Mahal?

Elyot.(mirándola) Increíble, una especie de sueño.

Amanda.- Supongo que habrá sido a causa de la luna; seguramente lo viste a la luz de la luna…

Elyot (sin dejar de contemplarla) Sí, la luna es cruelmente engañosa.

Amanda.- Y no se parecía a una caja de bizcochos, ¿verdad? Siempre pensé que tendría ese
aspecto

Elyot.- (en voz baja) ¡Querida, querida, te amo tanto…!

Amanda.- Y seguramente habrás encontrado un elefante sagrado. Tengo entendido que son
blancos como la nieva, y buenos, bonísimos

Elyot. Nunca he amado a otra mujer, ni por un instante.

Amanda.- (levantando la mano en débil protesta) No, no… no digas eso, Elyot… Cállate

Elyot.- Tú también me amas, ¿verdad? No hay duda ninguna en ese sentido, no es cierto.

Amanda.- No, ninguna duda.

Elyot.- Estás hermosísima, ¿sabes? Con esta condenada luz de luna. Tu piel es clara y fresca, y
te relucen los ojos, y te pones más y más encantadora cada segundo que pasa. No guardas
ningún misterio para mí querida, ¿te importa?

Amanda.- (tiernamente) Me alegro de ello, dulzura mía.

Elyot.- Más que ningún otro deseo, en lo más hondo de mi ser interior, quiero volver a
tenerte… por favor…

Amanda.- (cubriéndole la boca con la mano) No digas nada más, me hacés llorar
espantosamente… (Él la trae con dulzura a sus brazos y se quedan de pie en silencio,
contemplando ajenos a todo lo que no sean ellos mismos y ese momento. Cuando, al cabo, se
separan se sientan casi faltos de aliento, en la balaustrada.) ¿Y ahora qué? Oh, querido. ¿Y
ahora qué?

Elyot.- No sé, estoy completamente desorientado.

Amanda.- Tenemos que pensar con rapidez, oh, con mucha rapidez…

Elyot.- ¿Huir?

Amanda.- ¿Juntos?

Elyot.- Sí, por supuesto. Ahora, ahora mismo…

Amanda.- ¡No podemos, no es posible, tú lo sabes!


Elyot.- Tenemos que hacerlo.

Amanda.- A Victor se le destrozaría el corazón.

Elyot.- Y probablemente también a Sybil. Pero de cualquier modo tendrán que sufrir. Piensa a
qué infierno los llevaríamos si nos quedásemos. Infinitamente peor que ninguna otra crueldad
en el mundo es esa de fingir que los amamos y al mismo tiempo amarnos desesperadamente.

Amanda.- Tenemos que decírselo.

Elyot.- ¿Qué?

Amanda.- Tenemos que llamarlos y hablarles.

Elyot.- ¡Oh, no, eso es imposible!

Amanda.- Es honrado.

Elyot.- No me importa cuán honrado sea, pero me resulta horrible pensar en eso. ¿Qué le
diríamos? ¿Por dónde empezaríamos?

Amanda.- Tendríamos que confiarnos a la inspiración del momento.

Elyot.- Sería un momento completamente carente de inspiración. El momento más aterrador


que podamos imaginar. No, no, no es posible. Tienes que darte cuenta de ello. Es simplemente
imposible.

Amanda.- Y entonces, ¿qué te propones? Pueden aparecer en cualquier momento

Elyot.- Es preciso que tomemos una decisión ahora mismo, en un sentido o en el otro. Irnos
juntos ahora o quedarnos con ellos, y no volver a vernos nunca más.

Amanda.- No seas tonto, no hay tal elección

Elyot.- ¿Qué no hay tal elección? Vamos… (La toma de la mano)

Amanda.- No, esperá, esto es una locura. Nos ha sucedido algo… No estamos cuerdos

Elyot.- Nunca lo estuvimos

Amanda.- ¿ A dónde podemos ir?

Elyot.- Primeramente a París, tengo el coche en el garaje preparado.

Amanda.- Nos seguirán.

Elyot.- Eso no importará una vez que la cosa esté hecha.

Amanda.- Yo tengo un departamento en París.

Elyot.- Magnífico.
Amanda.- Está en la Avenue Montaigne. Se lo alquilé a Freda Lawson, pero ella se encuentra
en Biarritz, de modo que ahora está desocupado.

Elyot.- ¿Lo conoce Victor?

Amanda.- No, sabe que lo tengo pero no tiene la menor idea de dónde está ubicado.

Elyot.- Mejor que mejor.

Amanda.- Nos estamos portando mal, terriblemente mal. Sufriremos por esto, estoy segura.

Elyot.- No podemos evitarlo

Amanda.- Empezaremos otra vez con esas atroces disputas

Elyot.- No, ahora somos mayores y sabemos más.

Amanda.- Eso no modifica nada. En cuanto uno de nosotros se sienta nervioso, volveremos a
las andadas.

Elyot.- Déjate de vacilaciones, Amanda.

Amanda.- Estoy tratando de ser sensata

Elyot.- Lo único que consigues es ser completamente idiota.

Amanda .- ¡Idiota, vaya! ¿ Y tú?

Elyot.- Oye, mirá un poco, Amanda…

Amanda.- (desolada) ¡Oh, Dios mío!

Elyot.- (precipitándose hacia ella y besándola) ¡Querida, querida, no quise decir eso!

Amanda.- no me moveré de aquí a menos que hagamos un convenio, un convenio sagrado, de


no volver a reñir nunca más.

Elyot.- fácil de hacer pero difícil de cumplir.

Amanda.- no, no; eso empieza siempre con las discusiones. En cuanto advirtamos que estamos
discutiendo, cualquiera de los dos que lo note tenemos que prometer por nuestro honor que
nos callaremos. Inventaremos alguna frase o lema que cuando cualquiera de nosotros lo diga
interrumpa automáticamente la conversación por lo menos durante cinco minutos.

Elyot.- dos minutos querida, con una opción a ampliar el plazo

Amanda.- muy bien, cual será?

Elyot ( apresuradamente).- Salomon Isaacs

Amanda.- perfectamente, servirá

Elyot.- ven, ven…


Amanda.- ¿ qué haremos si encontramos a cualquiera de ellos abajo?

Elyot.- correr como siervos

Amanda.- ¿ y la ropa?

Elyot.- tengo un par de maletas que aun no eh abierto

Amanda.- y yo un pequeño baúl

Elyot.- has que el mozo de servicio suba a buscarlo

Amanda.- ¡oh esto es terrible! … terrible

Elyot.-vamos vamos no perdamos tiempo

Amanda.- ¿ no tendríamos que dejarles una nota o algo?

Elyot.- no no no, telegrafiaremos de cualquier parte en el camino

Amanda.- querido, no me atrevo es demasiado malvado, sencillamente demasiado malvado

Elyot(abrazándola y besándola con violencia) ¿ te portaras bien o no?

Amanda.- si pero, Elyot querido…

Elyot.- Salomon Issacs ( se dirigen corriendo a las habitaciones de Elyot. Al cabo de un


momento Victor aparece en la terraza y mira en torno excitado. Luego vuelve entrar y se le oye
gritar Mandy. Finalmente sale otra vez y se acerca desalentado a la balaustrada. Oye la voz de
Sibyl que grita Elli y vuelve la mirada cuando ella sale por los ventanales. Sibyl se sobresalía
ligeramente al verlo.)

Victor.- Buenas noches.

Sibyl ( un tanto turbada).- buenas noches estaba… este… buscando a mi esposo

Victor.- vaya es gracioso yo buscaba a mi esposa

Sibyl.- que coincidencia ( ríe con nerviosidad).

Victor(luego de una pausa).- esto es hermosísimo verdad?

Sibyl.- encantador

Victor.-¿hace mucho que está aquí?

Sibyl.- no llegamos hoy

Victor.- otra coincidencia también nosotros

Sibyl.-¡ cuán gracioso!

Victor.- ¿le agradaría beber un cocktail?


Sibyl.- oh no gracias…

Victor.- hay dos aquí en la mesa ( Sibyl ve los vasos vacios que están sobre la balaustrada y
sacude la cabeza con gesto de desafío)

Sybil.- muchísimas gracias me encantaría

Victor.- muy bien aquí tiene ( Sibyl pasa al lado de la terraza donde esta Victor, este le entrega
un vaso y toma el otro para si)

Sibyl.- gracias.

Victor(con alegría forzada).- por los amigos ausentes (levanta su vaso).

Sibyl (haciendo lo propio).- por los amigos ausentes. ( Ríen, sin alegría y se sientan en la
balaustrada, sonriendo pensativamente los “cocktails” y contemplando el paisaje) Bellísimo
¿verdad? La luna, y las luces de ese yate reflejándose sobre el agua…

Victor.- Me pregunto de quién será…

Cae lentamente el

TELÓN

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