Derecho Penal General Tarea 6
Derecho Penal General Tarea 6
Derecho Penal General Tarea 6
ASIGNATURA:
PRESENTADO POR:
MATRÍCULA:
100041091
FACILITADOR(A):
FECHA DE ENTREGA
SANTIAGO, REP.DOM
Introducción
La Teoría del Delito consiste en un sistema secuencial que trata el estudio del
mismo delito y los elementos esenciales y comunes a toda forma de aparición
de la conducta antijurídica.
Delito.
La palabra tentativa proviene del latín temptatus, que significa tentado, esto es
la acción con que se intenta, experimenta, prueba o tantea algo. Según
Zaffaroni, E. (2005) “la tentativa de delito es una acción objetiva y
subjetivamente típica del respectivo delito, aunque a la vez diferente, en
función de un dispositivo amplificador de la tipicidad que permite captar la
acción en su dinámica desde el comienzo de su ejecución y hasta que se
completa la tipicidad del delito. Se trata de un delito incompleto en orden a que
aún no ha sido integrado totalmente, pero no por la ausencia de caracteres
típicos estructurales, sino porque éstos aún no se han realizado en el tiempo.
No hay un delito de tentativa sino tentativas de delitos, toda vez que el
dispositivo amplificador no consiste en otra cosa que en la proyección
retrospectiva del mismo tipo.
Actualmente se acepta en forma general que el punto de vista a partir del cual
se puede determinar si la tentativa es acabada o inacabada, es el subjetivo. En
este sentido la tentativa será acabada cuando el autor, según su plan, haya
realizado todos los actos necesarios para que se consume el delito faltando
solamente a partir de ese momento la producción del resultado. La tentativa es
acabada, por lo tanto, a partir del momento en que el autor cree que el
resultado ya podría producirse. Ejemplo: el autor remite a la víctima los
documentos falsos con los cuales piensa lograr que este le ceda ciertos
derechos.
Desde este punto de vista, la teoría del delito cumple con una doble función
mediadora. Por un lado, media entre la ley y la solución del caso concreto, es
decir, entre la norma general, que expresa la valoración del legislador, y la
concreción de éste en una norma particular que decide sobre el caso concreto.
Por otro lado, existe también una mediación entre la ley y los hechos objeto del
juicio, pues cada una de las categorías de la teoría del delito hacen referencia a
determinados aspectos del hecho que constituyen el material objetivo al que se
debe aplicar la ley.
Acción:
Tipicidad:
La conducta tiene que encontrarse en la ley penal, o sea que tendrá un tipo
penal asociado a la conducta con carácter objetivo y subjetivo. Deriva de las
garantías del principio de legalidad, pues todos queremos saber de antemano
qué es lo que está prohibido y lo que no.
Antijuricidad:
Es única, a pesar de que se pueda hacer una distinción entre la formal (hecho
que contradice lo dispuesto en la ley) y la material (es el por qué se castiga, el
contenido del hecho que ataca a los bienes jurídicos pudiendo lesionarlo o
ponerlo en peligro -muy empleado últimamente el recurso del peligro-). Una
conducta típica suele ser también antijurídica, pero existen casos en los que
pese a la tipicidad, la acción no es antijurídica. Son las llamadas “causas de
justificación”.
Culpabilidad:
Tiene un perfil propio, ya que mira a la persona que haya cometido el delito.
Está relacionada con aspectos muy concretos del sujeto, pues se encarga de
examinar si reúne las condiciones que hagan que el hecho sea puesto a su
cargo. Se necesitarán condiciones individuales, pues la culpabilidad es un juicio
individual.
Punibilidad:
Pero no basta que el agente haya realizado el acto material, para que se le
pueda condenar, es preciso que se pruebe que el acto es voluntario, que su
voluntad ha sido libre y conciente, que existe entre el agente y el acto, una
relación psicológica, que conociendo la inmoralidad y lo antijurídico del acto, lo
haya realizado libremente, en una palabra, que sea culpable. Establecida la
prueba de los hechos, el juez no puede sino afirmar o negar esta relación, pues
la imputabilidad no es susceptible de grados. La culpabilidad como la
imputabilidad debe ser afirmada o negada de una manera absoluta.
No puede existir la más ligera duda acerca de ella, pero una vez es afirmada, la
culpabilidad puede estimarse grados. Una vez comprobadas la imputabilidad y
la culpabilidad, se afirma necesariamente la responsabilidad, la cual, al ser
medida, puede ser susceptible de grados, de más o de menos, y que como
sabemos, puede ser penal o civil, o de ambas clases. La responsabilidad tiene
lugar, establecidas la imputabilidad y la culpabilidad.
Conclusión
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