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escolares
Ángel Luis Aritmendi Villanueva
Profesor del CP Blas de Otero de Alcorcón (Madrid)

Los secretos
de
El principito
Apuntes para una guía de
lectura en la escuela

Oímos afirmar con frecuencia que una

imagen vale más que mil palabras; sin
embargo, a poco que nos paramos a
pensarlo advertimos lo contrario: una
sola palabra, en infinidad de ocasiones,
puede comunicar (sugerir) realidades con
una capacidad de expresión que ni mil
imágenes lograrían. En este sentido, uno de
los retos principales de la escuela de hoy
tal vez sea contrarrestar el dominio de lo
visual como vía primordial de información
y conocimiento. Ese es el objetivo de la
experiencia de lectura de El principito que
se presenta en este artículo.

44 Mi Biblioteca N.º 15 · Otoño 2008

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E
xisten inteligencias múltiples, accesos
diferentes a la información y a la cultu-
ra, pero sabemos ciertamente que no hay
posibilidad de razonamiento sin palabras. Nos
valemos de ellas para pensar y, al fin, es ésta
la cualidad básica que nos diferencia del resto
de los animales. Debería ser la escuela el lugar
de la palabra, del pensamiento, santuario para
descubrir el significado de los libros y hacer de
la lectura la herramienta principal de aprendi-
zaje.

No obstante, leer no tiene por qué ser siempre

sinónimo de diversión como erróneamente se nos
infunde desde algunas campañas de animación
a la lectura. Leer es un gozo intelectual que re-
quiere concentración y esfuerzo para desentra-
ñar el significado de los textos en función de las
conexiones establecidas con nuestros afectos,
conocimientos previos y opiniones. La lectura
va más allá de pasar un rato entretenido.

Durante el primer trimestre del curso, en mi

clase de sexto de Primaria estuvimos leyendo en
grupo y comentando El principito. Elegí la obra
de Exupéry porque en ella la literatura dialoga
sencilla y magistralmente con la vida. Y porque
no hay edad frente al misterio de la existencia.

El protagonista del libro, un niño como mis

alumnos, se entristece paulatinamente porque acontecimiento esperado y nunca en una impo-
intuye que la sombra amenazadora de la reali- sición o en un aburrimiento. Así como Cervantes
dad no es el paraíso prometido, sino el gigan- cerró el capítulo VIII de la primera parte de su
te de la infancia transformándose en rueda de gran obra con Don Quijote y el gallardo vizcaíno
molino. con las espadas en lo alto, el maestro cerrará la
lectura dejando a los alumnos impacientes por
Seleccioné los capítulos más relevantes tenien- seguir leyendo el próximo capítulo.
do en cuenta los intereses y capacidades de mis
alumnos con el fin de programar 15 unidades 3) Son también muy importantes los comenta-
didácticas donde se trabajaran actividades de rios, la participación de los alumnos al hilo de la
redacción y comentario de texto. lectura expresando sus interpretaciones. Todas
estas ideas que, digamos, fluctúan en el aire y
en la mente de los niños, serán fijadas después
La metodología para una lectura eficaz por escrito en ejercicios de redacción indivi-
dual que leerán todos al resto de la clase. La
En mi opinión, tres fueron las claves metodo- intención es brindarles la oportunidad de que
lógicas: puedan organizar y construir sus reflexiones y
sentimientos utilizando palabras, pero también
1) El docente debe poner todo su empeño en fa- que estas mismas palabras susciten renovadas
cilitar la comprensión de la lectura comentando lecturas y, por qué no, inabarcables intertex-
cada una de las frases o párrafos que considere tualidades.
oportuno para ello: releyendo, poniendo ejem-
plos y contraejemplos, comparando situaciones Exupéry (autor-personaje de la obra) nos atrapa
y personajes de la ficción con la vida cotidiana, desde las primeras líneas contándonos de su afi-
etc. ción infantil por la pintura y cómo las personas
mayores persistían para que se interesara más
2) La secuenciación y temporalización de las por las tareas de la escuela. Así fue —confie-
unidades didácticas ha de procurar sobre todo sa— cómo a la edad de seis años, abandoné una
que sean los niños quienes vayan interesándose magnífica carrera de pintor. Nos identificamos
por la lectura. El maestro planificará las sesio- enseguida con quien de alguna forma admite
nes de tal forma que éstas se conviertan en un ser un “fracasado”, débil y frágil como todos,

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un niño expulsado de la inocente infancia (como

lo será el principito), sorprendido por la comple-
ja realidad.

Trabajo en clase con El principito

Expondré a continuación, a modo de ejemplo,

algunas de las actividades trabajadas en el
aula:

–Enseguida aparece el principito: —Por favor, di-

bújame un cordero. ¿Pensáis —les preguntaba yo
a mis alumnos— que el autor pudo haber sido un
magnífico pintor si no le hubieran desanimado
los adultos? ¿Por qué el principito descarta todos
y cada uno de los dibujos de los corderos y, final-
mente, elige el dibujo de una caja (el cordero
que quieres está adentro)?

Exupéry (autor-personaje de la obra)

nos atrapa desde las primeras líneas
contándonos de su afición infantil
por la pintura y cómo las personas
mayores persistían para que se res. Cuando uno está verdaderamente triste
interesara más por las tareas de la son agradables las puestas de sol… (cap. VI).
escuela. Estas palabras nos sirvieron de motivo para in-
dagar directamente en el complejo mundo de
las emociones: ¿Qué es la melancolía? ¿Te has
–El capítulo IV nos permitió trabajar contenidos sentido alguna vez como el principito? ¿Qué hi-
de atención a la diversidad y educación cívica. ciste para evitarlo?
Como se recordará, Exupéry sospecha que el pla-
neta de donde viene el principito es el asteroide –Mientras Exupéry, en medio del desierto, se de-
B 612. Un astrónomo turco vio este asteroide bate inquieto arreglando la avería de su avión,
por primera vez en 1909 y lo intentó demostrar el principito se pregunta si comerán flores los
en un Congreso Internacional pero nadie le cre- corderos, porque si alguien ama una flor de la
yó por culpa de su vestido. El astrónomo repitió que no existe más que un ejemplar entre los
su demostración en 1920, ataviado a la europea, millones y millones de estrellas, es bastante
y esta vez todo el mundo compartió su opinión. para que sea feliz cuando mira las estrellas…
(¿Qué pensáis de todo esto? —fue una de mis in- pero, ¿y si pierde a esa flor? Entonces es como
vitaciones para pensar con palabras). si, bruscamente, todas las estrellas se apaga-
ran (cap. VII). La desaparición de un ser querido
–También les pedí que comentaran (en quince lí- —les explicaba a mis alumnos apoyándome en
neas) el siguiente fragmento del capítulo IV: Las el símil— es como una especie de noche eterna
personas mayores aman las cifras. Cuando les sin estrellas. Sin embargo, cuando conocemos
habléis de un nuevo amigo, no os interrogarán a alguien (un nuevo amigo o amiga) acontece
jamás sobre lo esencial. Jamás os dirán: “¿Cómo lo contrario: el mundo parece llenarse de luz.
es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos Les propuse que escribieran unas líneas expli-
que prefiere? ¿Colecciona mariposas?” (…) Si de- cando su experiencia personal al respecto: qué
cís a las personas mayores: “he visto una her- sentimientos afloraron, cómo se sintieron, qué
mosa casa de ladrillos rojos con geranios en la pensaron…
ventanas y palomas en el techo…”, no acertarán
a imaginarse la casa. Es necesario decirles: “He –La falta de comunicación, la carencia de es-
visto una casa de cien mil francos”. Entonces trategias para llegar a acuerdos, la empatía, la
exclaman: “¡Qué hermosa es!”. inteligencia emocional, son cuestiones que se
trabajan en la escuela. En el capítulo IX, como
–Durante mucho tiempo, la única distracción consecuencia de una falta de mutuo entendi-
del principito fue la suavidad de los atardece- miento, el principito abandona a su única flor.

46 Mi Biblioteca N.º 14 · Verano 2008

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–El capítulo XX es quizás el más breve pero, sin

duda, uno de los más significativos. El principi-
to descubre un jardín lleno de rosas semejan-
tes a la suya: Me creía rico con una flor única
y no poseo más que una rosa ordinaria (…).
Realmente no soy un gran príncipe”. Propuse
a mis alumnos que escribieran una redacción
comentando el capítulo y cuyo título fuera: El
valor de la humildad.

–Más adelante (cap. XXI), el principito se en-

cuentra con el zorro, que le enseña el signifi-
cado y la práctica de la amistad (crear lazos) y
cómo cultivarla (mantenerlos). Hay que tener
paciencia –cada día podrás acercarte un poco
más… Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la
tarde, comenzaré a ser feliz a las tres. Mis pre-
guntas fueron: ¿Qué es para ti la felicidad? ¿Qué
grado de relación estableces entre la amistad y
la felicidad? ¿Qué cosas te hacen feliz?

Antes de despedirse, el zorro le pide al prin-

cipito que vaya al jardín y mire nuevamente
las rosas, ahora comprenderá que la suya es
única en el mundo. Al volver aún le regalará un
secreto: No se ve bien sino con el corazón, lo
esencial es invisible a los ojos.
No supe comprender nada entonces –reconoce.
¿Cómo crees que podían haber solucionado su Y ya que recordar es una forma de seguir aman-
problema la flor y el principito? Imagina que tú do, les pedí a mis alumnos que escribieran una
eres amigo de ambos y pretendes ayudarlos. redacción titulada El viento en el trigo, en la
¿Qué les dirías? que contasen alguna experiencia suya sobre la
amistad más allá del tiempo y el espacio.
–Antes de llegar al planeta Tierra, el protagonis-
ta, cual Lázaro de Tormes, conoce a diferentes Éstas fueron sólo algunas de las actividades
personajes (el rey, el vanidoso, el bebedor, el trabajadas. El docente podrá diseñar, en fun-
hombre de negocios, el farolero, el viejo geó- ción de sus gustos y circunstancias, tantas
grafo), de los cuales recibe diferentes enseñan- otras como matices y dimensiones pretenda
zas. Curiosamente, fue el bebedor uno de los desarrollar con sus alumnos.
que más interés despertó entre mis alumnos.
Esta visita fue muy breve pero sumió al princi- Mi experiencia me dice que la lectura se tor-
pito en una gran melancolía. Aquel hombre si- na interesante cuando va más allá de pasar un
lencioso bebía para olvidar que bebía, y el prin- rato entretenido. Y que no hay edad frente al
cipito se alejó perplejo. Propuse a mis alumnos misterio de la vida. Sólo buenos libros y buenas
una redacción de quince líneas sobre el alcohol lecturas que ayudan a desentrañarlo.
y los jóvenes, sus causas, problemas y alter-
nativas. Les motivé con estas preguntas: ¿Por Exupéry (autor-personaje de la obra) nos atra-
qué crees que bebe el personaje? ¿Cómo puede pa desde las primeras líneas contándonos de su
afectar el alcohol a la vida de las personas? ¿Por afición infantil por la pintura y cómo las perso-
qué, aun reconociendo el problema, el bebedor nas mayores persistían para que se interesara
no decide resolverlo? más por las tareas de la escuela.

AUTOR: Aritmendi Villanueva, Ángel Luis.

ILUSTRACIONES: CP Blas de Otero de Alcorcón (Madrid).
Ficha Técnica

TÍTULO: Los secretos de El principito. Apuntes para una guía de lectura en la escuela.
RESUMEN: Partiendo de una experiencia en el aula con alumnos de sexto de Primaria con el libro de El principito,
el autor de este artículo explica algunas actividades de fomento de la lectura llevadas a cabo con éxito. Con ellas
demuestra que leer no siempre tiene que ser sinónimo de diversión fácil sino un gozo intelectual que va más allá
de pasar un rato entretenido.
MATERIAS: Bibliotecas Escolares / Educación / Lectura / Promoción de la Lectura / Comunidad de Madrid.

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