Despido Fraudulento - Casa Grande

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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA LA LIBERTAD -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


SEDE COVICORTI SECTOR NATASHA ALTA,
Relator:CARDOZO CORTIJO Pablo Antonio FAU 20477550429 soft
Fecha: 16/10/2021 18:44:48,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
LA LIBERTAD / TRUJILLO,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD


PRIMERA SALA ESPECIALIZADA LABORAL

EXPEDIENTE N.° : 00340-2020-0-1601-SP-LA-01


DEMANDANTE : ESPEJO RAMÍREZ EYNAR SEGUNDO
DEMANDADO : CASA GRANDE S.A.A.
MATERIA : REPOSICIÓN Y OTROS.

RESOLUCIÓN NÚMERO: DOCE.


Trujillo, veintidós de junio de dos mil veintiuno.

VISTOS; El colegiado de la Primera Sala Especializada Laboral de la Corte


Superior de Justicia de La Libertad que tuvo a su cargo la vista de la causa, expide la
sentencia siguiente:

I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:

1. Es objeto de apelación la sentencia contenida en la Resolución número OCHO, de


fecha 14 de enero de 2020, de fojas 155-166, en la que se resuelve declarar FUNDADA
EN PARTE la demanda interpuesta por EYNAR SEGUNDO ESPEJO RAMÍREZ
contra la empresa CASA GRANDE S.A.A., sobre reposición y otros; en consecuencia,
se ORDENA a la demandada que cumpla con REPONER al actor en su mismo puesto
habitual de labores o en otro de similar categoría antes del cese. IMPROCEDENTE el
pago de remuneraciones dejadas de percibir. FIJA los honorarios profesionales en la
suma de S/ 2,000.00, más el 5% de dicho monto en favor del Colegio de Abogados de
La Libertad.

2. La parte demandada, mediante escrito de apelación de fojas 175-184, solicita se


revoque la recurrida; y, reformándola, se declare infundada la demanda, alegando,
básicamente, lo siguiente:

a) Sobre la debida motivación, la sentencia adolece de vicios de motivación


incongruente al analizar las faltas que han sido imputadas al demandante. Además,
se ha vulnerado el principio de la unidad de la prueba, pues, la decisión se sustenta
en la declaración del demandante, sin tener en cuenta las pruebas presentadas por
la demandada.
b) Respecto a la Reposición: El despido no lesiona el principio de tipicidad, pues, se
ha precisado el artículo del Reglamento Interno de Trabajo en el que se basó la
decisión del despido. Además, el Juez no valora la carta emitida por la Doctora
Rodas Malca, los certificados médicos emitidos por dicha persona y las
declaraciones contradictorias en las que ha incurrido el demandante; de ahí que se
encuentre probada la falta de proporcionar información falsa al empleador.
c) Por tanto, en autos no ha existido un despido fraudulento, puesto que la extinción
del vínculo laboral del actor se materializó por una causa justa y legítima, la cual se
sustenta en la comisión de las faltas graves contenidas en los incisos “a” y “d” del
1
artículo 25° de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral -Decreto
Supremo 003-97-TR, en adelante LPCL-; así como el inciso 23.° del artículo 74.° del
Reglamento Interno de Trabajo.
d) Respecto a los honorarios profesionales: La suma otorgada por el A quo no se
condice con el despliegue efectuado por la defensa del demandante, debiendo ser
disminuida considerablemente.

II. CONSIDERANDOS:

1. Atendiendo a las pretensiones impugnatorias interpuestas por la parte deemandada,


las cuales han sido resumidas supra, se advierte que el objeto de pronunciamiento en
esta instancia, según lo prescrito por el artículo 370.° del Código Procesal Civil, en
adelante CPC1, queda delimitado en el abordamiento de los problemas jurídicos
siguientes: i) Determinar la existencia vicios de motivación en la recurrida; ii)
determinar la existencia de un despido fraudulento y la consecuente reposición; y, iii)
fijar el monto correspondiente por concepto de honorarios profesionales. En este
sentido, el pronunciamiento emitido por este Colegiado es como se fundamenta
seguidamente.
SOBRE LA EXISTENCIA DE VICIOS DE MOTIVACIÓN
2. La parte demandada alega la existencia de una motivación incongruente en la
recurrida, pasible de generar la nulidad de dicho acto procesal; sin embargo, de una
lectura de los argumentos que sustentan dicha pretensión impugnatoria, este
Colegiado advierte que están referidos a la valoración probatoria, lo cual no constituye
un error in procedendo capaz de generar la nulidad de la sentencia, sino son vicios de
error in iudicando que están vinculados al análisis de fondo de la controversia. Incluso,
la propia parte apelante ha advertido que estos “errores” deben ser objeto de revisión
por parte del Tribunal, al repetir sus argumentos de nulidad en los cuestionamientos
del tema de fondo de la resolución apelada. Finalmente, cabe señalar que no toda
omisión de motivación debe ser motivo de nulidad, en tanto esta sólo procede cuando
hay violación a algún derecho fundamental, como el de defensa, o cuando haya
ausencia total de motivación o motivación aparente, máxime si la Ley procesal faculta
la corrección, integración, subsanación o convalidación, instrumentos procesales a los
que tiene que recurrir el Juez u órgano superior a efecto de evitar las nulidades, que
solo deben operar en última ratio, en tanto el vicio denunciado no es trascendental ni
causa perjuicio alguno a las partes ni al proceso. De ahí que debe desestimarse esta
pretensión impugnatoria, conforme a lo establecido en los artículos 366 y 367 del CPC-,
al margen de las valoraciones que en revisión puedan recaer sobre la decisión
jurisdiccional del Juez de primera instancia -y que en modo alguno constituyen causal
de nulidad, conforme se abordará seguidamente.

SOBRE LA CONFIGURACIÓN DEL DESPIDO FRAUDULENTO

1
Principio de Limitación de la Apelación.
2
3. En cuanto al fondo de la controversia, tenemos que en el caso de autos el actor ha
solicitado la reposición en su puesto de labores en el cargo en el que venía
desempeñándose – obrero –, alegando haber sido objeto de un despido fraudulento y
señalando como sustento de su pretensión que el día 20 de julio de 2018, la
demandada inició en su contra un procedimiento de despido de forma arbitraria,
remitiéndole una carta de imputación de cargos, mediante la cual se le concedía el
plazo legal para que pueda ejercer su derecho de defensa en base a los hechos
imputados consistentes en haber cometido las faltas graves previstas en los literales a)
y d) del artículo 25.° de la LPCL, carta en la que le expresaron lo siguiente:“Estando a la
documentación presentada por su persona, es que el personal del área de Bienestar Social
procedió, el 11 de abril de 2018, a registrar dichos Certificados de Incapacidad Temporal para el
Trabajo en el sistema SAP de la Empresa Casa Grande S,A,A, como parte del reporte de
descansos médicos para el respectivo pago de los mismos conjuntamente con la remuneración de
los días 9, 10 y 11 de abril del presente año”. Posteriormente, se indica que “las
Trabajadoras sociales como parte de sus obligaciones laborales inherentes, se percataron que la
firma y sello que aparecía consignado en el CITT que fuera presentado por su persona era muy
diferente al presentado por otros trabajadores que habían sido atendido por emergencia del
Hospital Víctor Lazarte Echegaray y a su vez en el turno de la doctora Rodas Malca Tania
Rosalía”. Sustentando su imputación –sigue alegando el demandante-, que la
demandada alegó que con fecha 23 de abril de 2018, la Trabajadora Social, Licenciada
Haydi Vigo Quilcat, se reunió con la Dra. Tania Rodas Malca, siendo que en dicha
reunión la mencionada Dra. Rodas Malca, luego de verificar el Certificado de
Incapacidad Temporal para el Trabajo, en adelante CITT, presentado por el actor,
advirtió que la firma y sello consignados en dicho documento no eran suyos; ante lo
cual la demandada habría interpretado que presentó los CITT ante la demandada para
justificar sus inasistencias por los días 9, 10 y 11 de abril del año 2018. El actor sostuvo
también que todo esto vició de arbitrariedad al procedimiento efectuado por la
demandada; teniendo en cuenta el accionar de la empresa de iniciar un procedimiento
de despido en su contra, sin haber culminado las investigaciones debidas, respecto a la
supuesta falsedad de los CITT presentados, máxime si la demandada en ningún
momento logró acreditar que el trabajador haya tenido conocimiento de la falsificación
de los documentos presentados al empleador.
4. Por su parte, la demandada afirma que el corte del vínculo laboral obedeció a que al
actor se le imputó la comisión de las faltas graves consistentes en el quebrantamiento
de la buena fe laboral y la presentación de información falsa al empleador, tipificadas
en los incisos a) y d) de la LPCL, respectivamente, luego de constatarse que el actor
había presentado información falsa consistente en un CITT que contenía firmas y
sellos falsificados con la intención de causarle un perjuicio u obtener una ventaja,
traducida en: a) Justificar sus ausencias injustificadas de los días 9, 10 y 11 de abril de
2018; y, b) Generarse el pago de remuneración por los días 9, 10 y 11 de abril de 2018, a
pesar de no haber realizado prestación efectiva de labores, aspectos juntos que se
traducen en un perjuicio de carácter económico en contra de la demandada.
5. Así pues, teniendo en cuenta las tesis de defensa expuestas por ambas partes, el hecho
central por el cual se despide al trabajador en el caso de autos es el haber presentado
ante su empleadora un CITT en el que supuestamente se había consignado una firma y
sello que no le pertenecían a la Dra. Tania Rodas Malca – supuesta emisora del
3
documento -, situación que para la demandada fue una falta grave en el sentido de que
el actor había presentado esta documentación con una intención evidentemente dolosa
de procurar para sí un beneficio, generando dicho acto irregular un perjuicio
económico para la empresa, por el cual fue objeto de un debido procedimiento de
despido, de conformidad con los preceptos normativos antes citadoslas; mientras que,
por su parte, el demandante afirma que la demandada no ha logrado demostrar que el
actor haya presentado información falsa a la empresa con ninguno de los documentos
anexos a la carta de imputación de cargos y que obran en autos, como es el caso de la
copia del CITT, copia simple de su boleta de pago correspondiente a abril de 2018,
copia de la Carta de fecha 23 de abril de 2018 presentada por la Dra. Tania Rodas
Malca, copia de la Carta Notarial dirigida al Gerente de la Red Asistencial de La
Libertad – ESSALUD de fecha 08 de junio de 2018 y copia de la Carta Notarial N°
1389-G-RALL-ESSALUD-2018, emitida por el Gerente de la Red Asistencial La
Libertad, por lo cual, la demandada únicamente habría buscado una excusa,
auspiciada por la mala fe y el engaño, para despedirlo, lo cual evidenciaría el ánimo
perverso y la imputación de hechos notoriamente falsos.
6. ANÁLISIS: Así las cosas, de las propias teorías del caso planteadas por las partes, se
desprende que los hechos que originaron el despido, realmente ocurrieron, vale decir,
ambas partes no niegan que en el plano fáctico, el actor haya realizado la visita médica
el día 9, 10 y 11 de abril de 2018 en el Hospital Víctor Lazarte Echegaray, sino que, en
el presente caso, el reproche a la conducta del actor es haber presentado
documentación que tendría consignado firma y sello falsificados, que no pertenecerían
a la Dra. Rodas Malca, médico a cargo de la visita médica que expidió el CITT con el
que el actor trató de justificar sus inasistencias los días 9, 10 y 11 de abril de 2018
(información falsa), razón por la cual la empleadora, luego de imputar la comisión de
las señaladas faltas graves y de recibir la carta de descargos formulada por el
demandante, y sin encontrar, según su análisis, causas o razones que permitan
justificar o desvincular al trabajador de dicho acto, en uso de su poder de dirección y
sanción, decidió despedirlo.
7. Ahora bien, a fojas 4-9, obra la carta de imputación de cargos de fecha 20 de julio del
2018, en la que, efectivamente, se imputa la comisión de falta grave, refiriendo que el
actor había presentado un CITT que contenía firma y sellos falsificados, puesto que las
trabajadoras sociales de la empresa lograron percatarse de la diferencia existente entre
la firma y sello que aparecía consignada en el documento, con los que figuraban en los
CITT presentados por otros trabajadores que habían sido atendidos por emergencia
ante el Hospital Víctor Lazarte Echegaray de la ciudad de Trujillo, cuya intervención
había sido realizada por la misma Dra. Rodas Malca, razón por la cual, en una
posterior reunión con su persona, la propia Dra. Rodas Malca, verificando el CITT,
habría señalado que la firma consignada en dicho documento no era de su puño y letra (no
era su firma), también le permitió advertir que el sello consignado en el documento en mención
no era el que ella utiliza como médico autorizado del Hospital Víctor Lazarte Echegaray de la
Ciudad de Trujillo”, motivo por el cual, una vez que la médico había tomado
conocimiento de este acto, procedió a comunicar, por escrito de fecha 23 de abril de
2018, sobre este hecho grave e irregular, a las siguientes dependencias: i) La Dirección
del Hospital Víctor Lazarte Echegaray, ii) El Área de Servicio de Emergencia, Cirugía,

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Cuerpo Médico, y iii) al Colegio de Médicos de La Libertad; ello con la finalidad de
que se realicen las investigaciones correspondientes.
8. Asimismo, debido a la demora de dichas investigaciones por parte del indicado
nosocomio, la demandada decide enviar una carta notarial a la Directora del Hospital
Víctor Lazarte Echegaray, el día 10 de mayo de 2018, con la finalidad de solicitarle,
brinde información sobre la investigación y las medidas adoptadas al respecto, sin
embargo, no se obtuvo respuesta alguna. Por tal motivo, el 08 de junio de 2018, la
demandada decide enviar una segunda carta notarial, esta vez dirigida al Gerente de
la Red Asistencial La Libertad ESSALUD, quien el 26 de junio del mismo año, dirige y
notifica a la empleadora la Carta N.° 1389-G-RALL-ESSALUD-2018, en la cual se
expresa que la empresa “se encuentra en su derecho de poder denunciar penalmente a los
trabajadores que habrían presentado certificados de incapacidad para el trabajo no emitidos por
EsSalud, mucho más si cuenta con el documento emitido por la Dra. Tania Rodas Malca que
señala que el sello y firma registrados en los CITTs no corresponden a su persona; y en lo
laboral, formular los cargos respectivos y con su absolución o no adoptar las medidas
disciplinarias que estime conveniente” (sic).
9. Mientras que en la carta de descargos de fecha 27 de julio de 2018, fojas 26-31, el actor
anota que: “el día 09 de abril (…) al padecer de forma permanente de lumbalgia, sufrí en dicha
Ciudad dolores extremos, por lo que acudí de inmediato al Hospital Víctor Lazarte ingresando
por emergencia (…) como es normal al requerir el descanso médico para mi recuperación, se me
otorgó el mismo (…) el certificado médico de incapacidad temporal, jamás lo he emitido yo, ese
documento es real y verdadero y lo emite el hospital Víctor Lazarte mediante su sistema interno
(…) su contenido de ninguna manera es mi responsabilidad (…)”.
10. Por lo tanto, conforme ha quedado evidenciado de la carta de preaviso y de descargos,
se corrobora una vez más que en el plano de los hechos, las circunstancias que
motivaron en despido sí existieron, tal como ya hemos indicado líneas arriba. Ahora,
en tal contexto, si bien el demandante afirma no haber tenido conocimiento de la
posible falsedad de la firma y sello consignados en el CITT presentado ante su
empleador, lo cierto es que sí está probado, de conformidad con la Carta de fecha 23
de abril de 2018, que la propia Dra. Tania Rodas Malca envía a la Dra. Virginia García
Rivera, Directora del Hospital Víctor Lazarte Echegaray, que las firmas y sellos
consignados en los Certificados de Incapacidad Temporal de Trabajo de los
trabajadores Eynar Segundo Espejo Ramírez y Santos Cabanillas Vizconde –
demandante -, eran falsos; razón por la cual el laborante fue despedido, en
conformidad con la Carta N° 1389-G-RALL-ESSALUD-2018, de fecha 15 de junio de
2018.
11. De lo anotado anteriormente, queda claro que en autos no se ha corroborado que el
actor haya sido víctima de un despido fraudulento por imputación de hechos
notoriamente falsos y ánimo perverso de parte de su empleadora, pues, en el plano de
la realidad, las circunstancias por las cuales el empleador ha ejercido su poder
disciplinario ocurrieron, esto es, no fueron inventadas; ahora bien, no se aprecia un
ánimo perverso en despedir, porque la masa crítica usada por el empleador para
decidir el despido, en el presente caso, desde el punto de vista del despido fraudulento
bajo análisis, es suficiente, en la medida que, en principio, el empleador esperó con
prudencia que llegar la investigación del hospital, lo que no ocurrió a pesar del tiempo
5
transcurrido; en segundo término, porque contaba con la versión directa de la médico
tratante, quien negó por escrito tanto su firma como el sello, los que los consideró
falsos; y tercero, porque esa la versión de la médico tratante la canalizó a través de los
procedimientos internos de la institución de salud al cursar cartas al director del
hospital y al jefe del servicio donde se produjeron los hechos; lo cual denota que la
decisión del despido se basó en la potestad disciplinaria que legalmente goza el
empleador, merced al contrato de trabajo (artículos 4 y 9 de la LPCL), lo cual significa
que no utilizó el procedimiento del despido como instrumento de fraude a la
Constitución, que es lo que reprime el despido fraudulento, sino usó dicho
procedimiento como medio legítimo –y legal- de extinción del contrato de trabajo por
falta grave, por lo que no se aprecia lesión directa al contenido esencial del derecho al
trabajo –artículo 22 de la Constitución y caso FETRATEL-TELÉFONICA. Inclusive, al
alegar el carácter desproporcionado de la sanción, implícitamente el actor reconoce
que el contexto fáctico en el que se fundan las imputaciones es real y reconoce también
el derecho del empleador a “reaccionar” usando las técnicas legales para reprimir las
conductas constitutivas de falta grave. Al respecto, es bueno recordar que sí provoca
significativa alarma social y jurídica el hecho imputado como falta grave, proporcional
información falsa al empleador, pues, teóricamente, resiente la buena fe laboral el
enterarse que la enfermedad que se pretende demostrar para beneficiarse con la
licencia remunerada, no se ve reflejada en un documento cierto, sino en uno cuya
firma y sello es negada por el médico emisor, versión –del médico- que tiene razonable
verosimilitud, cuando la ha dirigido y canalizado por dentro de la estructura
administrativa de la organización hospitalaria, contando el empleador incluso con la
carta de respuesta del hospital, en la que, entre otras cosas, reconoce que la médico ha
informado del hecho (la irregularidad en la firma y sello en el certificado médico del
demandante) y que el asunto se encuentra en investigación. Todo lo cual demuestra
que la conducta del empleador está respaldada no solo por un contexto fáctico real,
sino también por suficiente evidencia como para juzgar legítima su decisión del
despido, desde la perspectiva estrictamente constitucional. Decimos “estrictamente”
porque OTRO es el análisis, visto no desde la Constitución, sino del supuesto previsto
por el artículo 34 de la LPCL, que regula el despido arbitrario. Esta diferencia de
enfoque es decisiva, pues como bien lo precisa el PRECEDENTE JURISPRUDENCIAL
LLANOS HUASCO, deben diferenciarse claramente los planos de tutela, legal y
constitucional frente al despido; tratándose del despido fraudulento el objeto de
protección es la interdicción del despido incausado, usando conductas fraudulentas,
mientras que en el plano legal, el objeto de tutela es la interdicción del despido
arbitrario o lo que es lo mismo, cuando la “causa invocada para el despido no se logra
probar en juicio”. Señaladamente, en el presente caso, nos encontramos en el primer
supuesto. Por lo tanto, se descarta el supuesto central del despido fraudulento
invocado en la demanda, referido a hechos notoriamente falsos y con ello, el ánimo
perverso de despedir al trabajador, como una característica adicional del despido del
demandante, producto de la supuesta imputación de hechos falsos. Resulta evidente
que en el plano fáctico en el que las partes se vieron inmersas con motivo de la
conducta analizada por parte del actor, la parte empleadora se encontraba habilitada
para ejercer sus poderes disciplinarios; siendo que ante los hechos acontecidos que se
han descrito en la presente, el ejercicio de su poder disciplinario no puede verse
impedido, pues, razonablemente, el empleador está legitimado constitucionalmente
6
para considerar configurada una causa justa de despido, siendo objeto de otro plano
de análisis, determinar si en el caso en concreto, el empleador ha logrado demostrar en
juicio la causa justa de despido, como lo exige el artículo 23,4 de la Ley Procesal del
Trabajo 29497, en adelante LPT, pero ese es un análisis distinto al que corresponde al
despido fraudulento, como se acaba de indicar.
12. En efecto, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional acusa un proceso de compleja
elaboración casuística, cuyo colofón, señaladamente, lo constituye la sentencia
expedida el 13 de Marzo de 2003, signada con el expediente número 976-2001-AA/TC,
caso seguido por Eusebio Llanos Huasco contra Telefónica del Perú S.A.A., sobre
acción de amparo, en la que parafraseando, sintetizando y sistematizando
pronunciamientos anteriores, señaló que se incurre en despido fraudulento cuando:
“se despide al trabajador con ánimo perverso y auspiciado por el engaño, por ende, de manera
contraria a la verdad y la rectitud de las relaciones laborales, aun cuando se cumple con la
imputación de una causa y los cánones procedimentales, como sucede cuando se imputa al
trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios o, asimismo, se le
atribuye una falta no prevista legalmente, vulnerando el principio de tipicidad, como lo
ha señalado, en este último caso, la jurisprudencia de este Tribunal (Exp. N.° 415-987-AA/TC,
555-99-AA/TC y 150-2000-AA/TC); o se produce la extinción de la relación laboral con vicio
de voluntad (Exp. N.° 628-2001-AA/TC) o mediante la “fabricación de pruebas”(sic).
13. De la glosa precedente, se pueden extraer enunciativamente, sin que sea óbice para
que se apliquen en un caso concreto, más de uno o varios de ellos, los siguientes
supuestos constitutivos de despido fraudulento: i) Cuando el despido se produce
con ánimo perverso; ii) Cuando el despido se encuentra auspiciado por el engaño;
iii) Cuando el despido se perpetra de manera contraria a la verdad y la rectitud de
las relaciones laborales, aun cuando se cumple con la imputación de una causa y los
cánones procedimentales; iv) Cuando el despido se produce mediando imputación
al trabajador de hechos notoriamente inexistentes o falsos o imaginarios; v) Cuando
el despido se produce atribuyendo una falta no prevista legalmente, vulnerando el
principio de tipicidad; vi) Cuando el despido se produce mediando vicio de
voluntad; vii) Cuando el despido se produce mediante la “fabricación de pruebas”.
14. Asimismo, cabe indicar que, en una demanda de reposición por despido fraudulento,
la norma constitucionalmente adscrita2 es la inconstitucionalidad del despido
realizado con fraude a la Constitución, particularmente a la prohibición del despido
sin causa justa desde una perspectiva constitucional, tal como aparece del
pronunciamiento del Tribunal Constitucional en las sentencias recaídas en los
expedientes 976-2001-AA/TC Llanos Huasco, 0206-2005-PA/TC del caso Baylon Flores,
1124-2001-AA/TC del caso FETRATEL. El despido fraudulento es así una norma
constitucional adscrita al bloque de constitucionalidad que tiene supuestos de hecho
jurisprudenciales, los que han sido graficados en los referidos casos Llanos Huasco y
Baylón Flores, por lo tanto, la norma del despido fraudulento se expresa en que si el
empleador incurre en uno o algunos de los supuestos de hecho que lo constituyen, la
consecuencia es la inconstitucionalidad del despido y, por tanto, se activa la protección de
eficacia restitutoria; nivel de protección contra el despido arbitrario que puede ser

2
Que constituye aquella regla jurídica que no se deriva de la regla constitucional sino de la doctrina
constitucional vinculante.
7
concretizado por el Juez laboral en virtud al fundamento 7, 8 y 20 del precedente
Baylón Flores, que establece que el trabajador objeto de despido lesivo de derechos
fundamentales puede acudir a la vía ordinaria laboral pretendiendo, a su elección, o la
indemnización por despido arbitrario (protección de eficacia resarcitoria) o la
reposición en el empleo (protección de eficacia restitutoria).
15. Ninguno de los supuestos de hecho del despido fraudulento, antes enunciados, han
concurrido en el caso de autos, pues, en cuanto a los hechos notoriamente falsos que
denuncia la parte accionante, queda claro que los hechos imputados en realidad
existieron, puesto que el actor presentó un Certificado de Incapacidad Temporal de
Trabajo (CITT), respecto del cual, el empleador oportunamente recibió información
creíble, verosímil, razonable, de que contenía firma y sellos falsos, dado que la misma
suscriptora del certificado, así lo indicó por escrito y en comunicación formal, dirigida
a la organización hospitalaria. Anótese que en el proceso, el actor ha procedido de
modo tal, que ha corroborado la falsedad del documento, pues no ha negado tal hecho,
limitándose a señalar que no se ha probado que él sea el autor de dicha conducta;
tampoco ha propuesto, por ejemplo, una pericia dirigida a demostrar lo contrario; todo
lo cual motivó que el empleador haga uso de sus poderes disciplinarios,
sancionándolo con el despido. Al respecto a si la sanción impuesta fue o no
proporcionada es una cuestión que no atañe a la pretensión de reposición solicitada
por el actor, pues ninguno de los supuestos de hecho jurisprudenciales del despido
fraudulento atañe a la proporcionalidad del despido, en puridad; más bien, lo que
corresponde enfatizar en el caso de autos es que sí existe una base objetiva para que la
demandada activase, legítimamente, desde la perspectiva constitucional que guía
nuestro análisis, su prerrogativa sancionadora; por tanto, se descarta que se haya
configurado un despido fraudulento, como sostiene la parte accionante en su escrito
postulatorio. Además, respecto al ánimo perverso con el que, según el actor, habría
actuado la demandada para despedirlo, este no se ha corroborado, pues si bien el actor
alega que la demandada le ha imputado una conducta notoriamente inexistente, falsa o
imaginaria, se insiste que de autos se constata que la emplazada ha hecho ejercicio de
su poder disciplinario de manera legítima, al haber encontrado fuentes de información
razonables de la comisión de falta grave, que no es lo mismo a afirmar que
necesariamente haya cumplido con acreditar la causa justa invocada, lo cual es otra
cosa, pues, como volvemos a insistir, tal análisis no corresponde al plano del despido
fraudulento, sino del despido causal, cuya improbanza no da lugar a un despido
fraudulento, sino a un despido arbitrario. Por dichas razones, este Colegiado revoca
el extremo de la recurrida que declara fundada la pretensión de reposición por
despido fraudulento; y, reformándola, la declarara infundada en todos sus extremos.
16. Sobre la notificación de la sentencia, la notificación de la presente sentencia se efectúa
únicamente a través de casilla electrónica en atención a la actual coyuntura social de
pandemia del COVID-19; a la política jurisdiccional del Poder Judicial de adoptar
medidas para salvaguardar la salud y el bienestar del personal jurisdiccional,
abogados y público en general; a facilitar el acceso a la información pública y virtual
de los procesos judiciales a través del uso obligatorio del Sistema de Notificaciones
Electrónicas (SINOE); y, por tratarse de un mecanismo de notificación reconocido en la
LPT de uso extensivo en el proceso laboral que, en las actuales circunstancias, ofrece a

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los abogados y a las partes garantías procesales suficientes del conocimiento de lo
resuelto en el presente proceso.

POR ESTOS FUNDAMENTOS:

REVOCARON la sentencia contenida en la Resolución número OCHO, de fecha 14


de enero de 2020, de fojas 155-166, en la que se resuelve declarar FUNDADA EN
PARTE la demanda interpuesta por EYNAR SEGUNDO ESPEJO RAMÍREZ contra la
empresa CASA GRANDE S.A.A., sobre reposición y otros; y, reformándola, la
declararon infundada en todos sus extremos. La confirmaron en lo demás que
contiene. DISPONIÉNDOSE la notificación de la presente resolución a través de las
casillas electrónicas de las partes, así como la devolución de los actuados al Juzgado
Laboral Transitorio de Trabajo de Ascope. PONENTE: CASTILLO LEÓN.
S.S.

RODRÍGUEZ CHÁVEZ
CASTILLO LEÓN
RAMÍREZ PEZO.

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