Beneficios de La Santificacion
Beneficios de La Santificacion
Beneficios de La Santificacion
1 – Reconocimiento y Recompensa
“ Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán
conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras
blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y
delante de sus ángeles” (Apocalipsis 3:4/5)
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Rom 12:1/2)
“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para
que lleve más fruto” (Jn 15:2)
“Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios
Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Gn 17:1)
7 – Dios hace un Pacto Generacional
“
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por
pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti” (Gn 17:7)
La obediencia de Abraham alcanzo a su hijo Isaac, el Pacto eterno de Dios afecto las Generaciones
Futuras
“Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de
Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. 2 Y se le apareció Jehová, y le dijo:
No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. 3 Habita como forastero en esta tierra, y
estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y
confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. 4 Multiplicaré tu descendencia como las
estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra
serán benditas en tu simiente, 5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis
mandamientos, mis estatutos y mis leyes.” (Gn 26:1/5)