Fenomenologia Hermeneutica
Fenomenologia Hermeneutica
Fenomenologia Hermeneutica
C.I.10.677654
La ciencia estaba enferma por la búsqueda de las cosas en sí, por su pretensión
de “objetivismo”; de ese “objetivismo” que veía como decadencia, como
imposibilidad de crear una ciencia y a una buena cultura con fundamentos sólidos.
Sin embargo, Husserl reconoce “una cierta validez general” a las ciencias de su
tiempo: la física, la química, la biología y otras más. Pero la “reducción positivista de
la idea de ciencia a mera ciencia de hechos” le parece un grave error. Entiende la
crisis de estas ciencias “como pérdida de significación para la vida”.
En concordancia con las ideas anteriores Ayala (2008) expresa el valor
fundamental de la investigación Fenomenológicas radica en su capacidad de
acceder a la comprensión profunda de la experiencia humana investigada desde
diversos ámbitos disciplinares. En el contexto europeo el desarrollo de la
fenomenología aplicada a las ciencias humanas se debe principalmente a la
“Escuela de Utrecht”. Esta escuela tuvo como principal inspiración el trabajo de
Husserl y de los primeros fenomenólogos, especialmente existencialistas.
En otras palabras, “la epojé hace referencia a la eliminación de todo lo que nos
limita percibir las cosas mismas, ya que la actitud natural por su naturaleza objetiva
nos lo impide. Practicar epojé, se refiere, abstenerse o prescindir” (Villanueva,
2014). Este principio no presume el cuestionamiento del mundo como existente ni
reduce este al pensamiento del sujeto. Por lo contrario, trata de dejar de pensar bajo
estos términos, con el objetivo de poder observar la vida de la conciencia que está
detrás de los objetos comprendidos como cosas dadas: abordar cómo esta los
representa, qué significado asume para ella. En resumen, qué sentido original
poseen o cómo se convierten en objetos de conciencia.
Desde su postura, en los aportes hacia la educación Van Manen (2003) expresó:
La fenomenología en educación, no es simplemente un “enfoque” del estudio de la
pedagogía, no se limita a ofrecer simples descripciones o explicaciones”
alternativas” de los fenómenos educacionales, sino que las ciencias humanas
apuestan a recuperar de forma reflexiva las bases que, en un sentido profundo,
proporcionan la posibilidad de nuestras preocupaciones pedagógicas con los
estudiantes. Las experiencias, recopiladas por la fenomenología hermenéutica y
luego plasmadas en descripciones, serán eficaces para analizar los aspectos
pedagógicos en la cual el educador debe interesarse a profundidad por los
acontecimientos que ocurren en el aula y optimizar la práctica pedagógica. En tal
sentido, la fenomenología nace de la realidad educativa; desde la observación se
describe lo esencial de la experiencia, tanto externa e internamente (análisis de la
conciencia).
Ahora bien, siguiendo con las ideas Van Manen (2003) para introducirse en la FH
de Van Manen hay que partir del hecho de que “el método de la fenomenología es
que no hay método”. En efecto, la FH “no es un método en el sentido de un conjunto
de procedimientos de investigación que se pueden dominar de un modo
relativamente rápido”. Sin embargo, aunque la fenomenología no cuenta con un
‘método’ específico convencional, sí que se desarrolla a través de un camino
(methodos). Éste camino se inspira en la tradición considerada como “un conjunto
de conocimientos e ideas, una historia de vida de pensadores y autores que, si son
tomados como ejemplo, constituyen tanto una fuente como una base metodológica
para presentar las prácticas de investigación en ciencias humanas”.
Así mismo Ayala (2008) hace referencia, del mismo modo, la FH aspira a
responder a otra exigencia crucial de la pedagogía: desarrollar conocimiento
pertinente que capacite al educador para afrontar lo particular y único de las
situaciones educativas vividas con cada niño. Para ello, se propone desarrollar la
teoría de lo único, es decir, un conocimiento que posibilite afrontar la unicidad de
cada experiencia pedagógica a la que se enfrenta el educador (padre, madre o
profesor). El propósito no es generalizar conocimientos, probar hipótesis, elaborar
leyes, establecer relaciones entre variables, etc. Su contribución consiste en la
profundización de los significados esenciales de la experiencia pedagógica. A nivel
formal, el investigador llega a elaborar “una descripción (textual) estimulante y
evocativa de las acciones, conductas, intenciones y experiencias humanas tal como
las conocemos en el mundo de la vida”.