Fenomenologia Hermeneutica

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
ESPECIALIDAD EN MÈTODOS DE INVESTIGACIÒN EN EDUCACIÒN
SEMINARIO: LA EPISTEMOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

LA FENOMENOLOGIA HERMENEUTICA Y APORTE DEL METODO A LAS


INVESTIGACIONES EDUCATIVAS

AUTORA: YANELIS MARGARITA RAMOS MARQUEZ

C.I.10.677654

FACILITADORA: DRA. HERMELINDA CAMACHO

MARACAIBO, JUNIO DE 2021.


Introducción

En el presente informe se hace inicialmente una explicación de la fenomenología


desarrollada por Edmund Husserl padre de la fenomenología y como estas ha
contribuido al conocimiento, especialmente, a las vivencias de los actores en el
proceso formativo y la las realidades educativas, para luego dar a conocer los
principios de la fenomenología y principales seguidores los cuales se han dedicado
al fortalecimiento de las investigaciones educativa para una mejor interpretación y
comprensión de la realidad para la generación de conocimiento.

Por otro lado, se da a conocer, la integración de la fenomenología y la


hermenéutica como dos importantes tradiciones filosóficas europeas cuyas nociones
y aspectos metodológicos fundamentales están siendo desarrollados y aplicados de
forma fértil en investigación educativas. Se describe que desde hace ya algunas
décadas la fenomenología hermenéutica (FH de aquí en adelante) sobresale como
una metodología de investigación cualitativa muy valorada en la geografía
anglosajona y que ha sido y es particularmente aplicada en la psicología y la
atención sanitaria y, más recientemente, en áreas como recursos humanos, gestión
empresarial y educación, así como en otras disciplinas de las ciencias sociales.

Así mismo se destaca el valor fundamental de la investigación FH la cual radica


en su capacidad de acceder a la comprensión profunda de la experiencia humana
investigada desde diversos ámbitos disciplinares y que en el contexto europeo el
desarrollo de la fenomenología aplicada a las ciencias humanas se debe
principalmente a la “Escuela de Utrecht”. Esta escuela tuvo como principal
inspiración el trabajo de Husserl y de los primeros fenomenólogos, especialmente
existencialistas. Levering y Van Manen hacen un estudio histórico del desarrollo del
movimiento especificando que la “Escuela de Utrecht” se desarrolló en el período
comprendido entre 1940 y 1970 en Los Países Bajos y Flandes. Enfatizando la
agrupación de psicólogos (Buytendijk, Linschoten, van Lennep), educadores y
pedagogos (Beekman, Langeveld), pediatras (Beets), criminólogos y juristas
(Pompe), psiquiatras (Rümke, Van den Berg) que compartían esencialmente la
actitud fenomenológica.

De la misma manera se hace referencia de como Van Manen y Langeveld hablan


de los principales exponentes acerca del período en el que se desarrolló la
pedagogía fenomenológica. Más recientemente, las variaciones norteamericanas
teórico-prácticas de la fenomenología y de la fenomenología-hermenéutica están
inspiradas principalmente en Max Van Manen en educación.

Se da una breve explicación de lo que Van Manen considera acerca de método


fenomenológico hermenéutico en donde expresa que en la FH hay que partir del
hecho de que “el método de la fenomenología, realmente no hay método, haciendo
alusiones que: “no es un método en el sentido de un conjunto de procedimientos de
investigación que se pueden dominar de un modo relativamente rápido”. Pero que,
aunque, la fenomenología no cuenta con un ‘método’ específico convencional, sí
que se desarrolla a través de un camino (methodos) . Este camino se inspira en la
tradición considerada como “un conjunto de conocimientos e ideas, una historia de
vida de pensadores y autores que, si son tomados como ejemplo, constituyen tanto
una fuente como una base metodológica para presentar las prácticas de
investigación en ciencias humanas”.

Así también se resalta que es necesario hallar vías de investigación y teorización


adecuadas para aprehender y desarrollar conocimiento relevante sobre los aspectos
esenciales de la experiencia pedagógica. En este sentido, la FH constituye una
aproximación rigurosa y especialmente fructífera para alcanzar este objetivo.
LA FENOMENOLOGIA HERMENEUTICA Y APORTE DEL METODO A LAS
INVESTIGACIONES EDUCATIVAS

Este informe muestra la gran importancia de la fenomenología como una


tradición clave que ha influido de manera contundente en la en investigadores y su
método contribuyen, de modo privilegiado, al conocimiento de las realidades
escolares, especialmente, a las vivencias de los actores en el proceso formativo. La
fenomenología es una importante tradición filosófica europeas cuyas nociones y
aspectos metodológicos fundamentales están siendo desarrollados y aplicados de
forma fértil en investigación educativas. En efecto, desde hace ya algunas décadas
la fenomenología sobresale como una metodología de investigación cualitativa muy
valorada por la comunidad científica hoy día y en la geografía anglosajona.

Antes de hablar de la fenomenología hermenéutica es importantes traer a


colación a Edmundo Husserl principal exponente y padre de la fenomenología
desarrollada a fines del siglo XIX y principios del XX, según Husserliana (1985)
constituye una nueva dimensión paradigmática, opuesta tanto al positivismo como a
toda ciencia sin sujeto. A este filósofo le parece absurda la pretensión de mirar al ser
y eliminar la intención y la intencionalidad del observador. Husserl ve a su época
hundida en una severa crisis cultural, política, moral. Para él, el llamado “progreso”
del mundo moderno es más bien degradante. El humanismo de su tiempo se
trastornaba debido, en gran medida, a un racionalismo malhadado, extraviado por la
ilusión de ver a las cosas mismas y no contemplar a sus valores y a su sentido.

La ciencia estaba enferma por la búsqueda de las cosas en sí, por su pretensión
de “objetivismo”; de ese “objetivismo” que veía como decadencia, como
imposibilidad de crear una ciencia y a una buena cultura con fundamentos sólidos.
Sin embargo, Husserl reconoce “una cierta validez general” a las ciencias de su
tiempo: la física, la química, la biología y otras más. Pero la “reducción positivista de
la idea de ciencia a mera ciencia de hechos” le parece un grave error. Entiende la
crisis de estas ciencias “como pérdida de significación para la vida”.
En concordancia con las ideas anteriores Ayala (2008) expresa el valor
fundamental de la investigación Fenomenológicas radica en su capacidad de
acceder a la comprensión profunda de la experiencia humana investigada desde
diversos ámbitos disciplinares. En el contexto europeo el desarrollo de la
fenomenología aplicada a las ciencias humanas se debe principalmente a la
“Escuela de Utrecht”. Esta escuela tuvo como principal inspiración el trabajo de
Husserl y de los primeros fenomenólogos, especialmente existencialistas.

En 1928, el fenomenólogo Edmund Husserl, fundador de la fenomenología,


escribió la entrada “Fenomenología” para la Enciclopedia Británica. Allí decía lo
siguiente:

“La fenomenología designa un nuevo método descriptivo que hizo su aparición


en la filosofía a principios del siglo xx y una ciencia apriorística, Es una “ciencia
apriorística” porque parte de la vivencia del sujeto, y la vivencia considerada
como “vivencia intencional”. Esta “vivencia intencional” no parte del objeto, sino
de la conciencia de quien la observa al objeto.

Se debe entender por “ciencia apriorística” y esencia fundamental porque parte de


la vivencia del sujeto, y la vivencia considerada como “vivencia intencional”. Esta
“vivencia intencional” no parte del objeto, sino de la conciencia de quien la observa
al objeto. El tema filosófico trascendental no busca el ser, sino objetos intencionales,
es decir, objetos asumidos por la subjetividad o la intersubjetividad. No mira hacia el
mundo, sino hacia mundos posibles desarrollables, a partir los fines del sujeto
individual o colectivo.

De acuerdo a lo anterior Poli (2012) la fenomenología no busca contemplar al


objeto mismo, sino la forma en que es captado por el sujeto desde su
intencionalidad y puesto en perspectiva especio-temporal. La conciencia intencional
se mueve en las tres dimensiones del tiempo: la imaginación, que prefigura futuros,
las sensaciones vividas en el presente y la memoria referida a un pasado ya
inexistente. Sin embargo, yo puedo imaginar qué futuro puede ser la base firme, o el
pasado del futuro exitoso que quiero construir.
La fenomenología se interesa en las características generales de la evidencia
vivida; esta es la razón por la cual debemos dirigirnos a las estructuras de una
experiencia, más que a la experiencia por sí misma. Una estructura, entonces, es
una característica encontrada en un campo común a varios casos o ejemplos
experimentados de ella. (Reeder, 2011)

Siguiendo la los elementos de la fenomenologia de Husserl, de acuerdo a la


palabra descripción pareciera estar relacionada con el famoso “observador neutral”
del que hablan ciertos investigadores: voy al campo, miro y tomo nota, bien sea bajo
la forma de “memos”, o bajo la forma de “diario de campo”, etc. Sin entrar en
detalles acerca de las dificultades que implica esta práctica, debe decirse que ese
no es el tipo de descripción que sugiere la fenomenología. La observación
fenomenológica no se da hacia el mundo externo, sino hacia la esfera subjetiva.

Así también se mencionan los principios de esta filosofía. El primer principio


determinado por Husserl (citado en Villanueva, 2014) para aproximarse a la
subjetividad, es la epojé o puesta entre paréntesis del supuesto de la actitud natural,
presente en nuestro acercamiento habitual al mundo como en el propio quehacer de
la ciencia: la asunción del mundo como algo dado o de los hechos de este, como
una realidad en sí misma, existente más allá de la conciencia que los piensa, valora
o siente.

En otras palabras, “la epojé hace referencia a la eliminación de todo lo que nos
limita percibir las cosas mismas, ya que la actitud natural por su naturaleza objetiva
nos lo impide. Practicar epojé, se refiere, abstenerse o prescindir” (Villanueva,
2014). Este principio no presume el cuestionamiento del mundo como existente ni
reduce este al pensamiento del sujeto. Por lo contrario, trata de dejar de pensar bajo
estos términos, con el objetivo de poder observar la vida de la conciencia que está
detrás de los objetos comprendidos como cosas dadas: abordar cómo esta los
representa, qué significado asume para ella. En resumen, qué sentido original
poseen o cómo se convierten en objetos de conciencia.

En cuanto a los primeros fenomenólogos Levering y Van Manen (2002) hacen un


estudio histórico del desarrollo del movimiento especificando que la “Escuela de
Utrecht” se desplegó en el período comprendido entre 1940 y 1970 en Los Países
Bajos y Flandes. Fue una agrupación de psicólogos (Buytendijk, Linschoten, van
Lennep), educadores y pedagogos (Beekman, Langeveld), pediatras (Beets),
criminólogos y juristas (Pompe), psiquiatras (Rümke, Van den Berg) que compartían
esencialmente la actitud fenomenológica. En este período se desarrolló la
pedagogía fenomenológica con Langeveld como su principal exponente.

Aunado a lo anterior, Max Van Manen, pedagogo, ha desarrollado y actualizado


los aportes de la pedagogía fenomenológica y de la pedagogía hermenéutica. Se le
considera el autor pionero en la formulación de la FH como metodología de
investigación educativa. Aun cuando hay otros nombres asociados a este enfoque
de investigación educativa como el de Vandenberg (1992) y el de Barnacle (2004),
el protagonismo y el liderazgo de Van Manen es claro. Su aportación fundamental es
la traducción de la fenomenología y la hermenéutica desde la arena filosófica al
contexto de la investigación educativa. Su modelo de investigación, basado en la
noción de experiencia vivida, ha proporcionado una base para que los
investigadores educativos puedan reflexionar sobre su propia experiencia personal
como educadores, teóricos de la educación, directivos y responsables de la política
educativa.

Por lo anterior es importante conocer el término “hermenéutica” proviene del


verbo griego hermeneuein que viene a ser “interpretar”. El padre de la hermenéutica
filosófica es Gadamer, quien pretendía integrar el avance de la ciencia y del
pensamiento por medio del lenguaje. Como Heidegger afirmó que “el lenguaje es la
casa del ser”, la hermenéutica está en la búsqueda de comprender al otro, no solo a
través de la conversación, sino en lo que encuentra detrás de lo no dicho, en alusión
a lo señalado por Aguilar (2004). De acuerdo a los elementos que componen la
teoría se considera necesario su integración con la fenomenología porque presenta
un aporte significativo como lo es la comprensión hacia el otro, fundamento para
poder tener un mayor conocimiento de la realidad estudiada.

Desde su postura, en los aportes hacia la educación Van Manen (2003) expresó:
La fenomenología en educación, no es simplemente un “enfoque” del estudio de la
pedagogía, no se limita a ofrecer simples descripciones o explicaciones”
alternativas” de los fenómenos educacionales, sino que las ciencias humanas
apuestan a recuperar de forma reflexiva las bases que, en un sentido profundo,
proporcionan la posibilidad de nuestras preocupaciones pedagógicas con los
estudiantes. Las experiencias, recopiladas por la fenomenología hermenéutica y
luego plasmadas en descripciones, serán eficaces para analizar los aspectos
pedagógicos en la cual el educador debe interesarse a profundidad por los
acontecimientos que ocurren en el aula y optimizar la práctica pedagógica. En tal
sentido, la fenomenología nace de la realidad educativa; desde la observación se
describe lo esencial de la experiencia, tanto externa e internamente (análisis de la
conciencia).

Ahora bien, siguiendo con las ideas Van Manen (2003) para introducirse en la FH
de Van Manen hay que partir del hecho de que “el método de la fenomenología es
que no hay método”. En efecto, la FH “no es un método en el sentido de un conjunto
de procedimientos de investigación que se pueden dominar de un modo
relativamente rápido”. Sin embargo, aunque la fenomenología no cuenta con un
‘método’ específico convencional, sí que se desarrolla a través de un camino
(methodos). Éste camino se inspira en la tradición considerada como “un conjunto
de conocimientos e ideas, una historia de vida de pensadores y autores que, si son
tomados como ejemplo, constituyen tanto una fuente como una base metodológica
para presentar las prácticas de investigación en ciencias humanas”.

De la misma forma, Van Manen (2003) este “camino” de la investigación supone


una determinada orientación intelectual y actitudinal del investigador enraizada en
las nociones y presupuestos de la fenomenología y la hermenéutica. El investigador
FH está interesado primordialmente por el estudio del significado esencial de los
fenómenos, así como por el sentido y la importancia que éstos tienen. En el caso de
la investigación aplicada al campo educativo, el interés se orienta a la determinación
del sentido y la importancia pedagógica de los fenómenos educativos vividos
cotidianamente. Del mismo modo, es esencial para el investigador comprender, por
ejemplo, la idea FH de la naturaleza del conocimiento pedagógico, en este caso y su
vinculación con la práctica. Sólo a partir de este sustrato de ideas FH pueden ser
comprendidas y asumidas las actividades de investigación.

Es importante acotar que las aportación única y esencial de la fenomenología


hermenéutica a las investigaciones educativas (Ayala, 2007.) Una mirada atenta a
nuestra experiencia pedagógica cotidiana nos permite descubrir que todas las
acciones, situaciones y las relaciones que vivimos con los menores tienen una
naturaleza patica, relacional, ética y conversacional. De forma permanente,
apremiante o sutil, los educadores nos vemos requeridos a actuar en cada momento
según lo “bueno”, lo “correcto” y lo “mejor” para este niño o estos niños en particular,
según sus circunstancias concretas.

Todo esto se vive como intercambio personal, donde el lenguaje y la


comunicación verbal y no verbal juegan un papel decisivo. Y, en todo tiempo, se dan
y reciben contenidos que son esencialmente de naturaleza patica (de “pathic”
derivado de “pathos”); diferente al conocimiento de naturaleza cognitiva, intelectual,
técnica. El conocimiento patico es accionar, situacional, corporal y relacional, esto
es, reside en nuestras acciones, en los ambientes en que vivimos, en nuestro
cuerpo y en la relación con los demás.

Esta naturaleza de la experiencia pedagógica explica por qué para el estudio de


ciertos fenómenos resulta inadecuada la opción de enfoques de investigación
centrados en la obtención y el desarrollo de conocimiento de naturaleza lógico-
formal y/o técnica. Por ende, es necesario hallar vías de investigación y teorización
adecuadas para aprehender y desarrollar conocimiento relevante sobre los aspectos
esenciales de la experiencia pedagógica. En este sentido, la FH constituye una
aproximación rigurosa y especialmente fructífera para alcanzar este objetivo.

Así mismo Ayala (2008) hace referencia, del mismo modo, la FH aspira a
responder a otra exigencia crucial de la pedagogía: desarrollar conocimiento
pertinente que capacite al educador para afrontar lo particular y único de las
situaciones educativas vividas con cada niño. Para ello, se propone desarrollar la
teoría de lo único, es decir, un conocimiento que posibilite afrontar la unicidad de
cada experiencia pedagógica a la que se enfrenta el educador (padre, madre o
profesor). El propósito no es generalizar conocimientos, probar hipótesis, elaborar
leyes, establecer relaciones entre variables, etc. Su contribución consiste en la
profundización de los significados esenciales de la experiencia pedagógica. A nivel
formal, el investigador llega a elaborar “una descripción (textual) estimulante y
evocativa de las acciones, conductas, intenciones y experiencias humanas tal como
las conocemos en el mundo de la vida”.

El método fenomenológico-hermenéutico y su pertinencia en las investigaciones


educativa es vista como la relación entre la fenomenología y la educación
estableciéndose a partir de la noción de “sentido”; tomando en cuenta que la
educación es la transmisión que una sociedad le hace a sus miembros acerca del
sentido que una cultura le ha dado a su relación en el mundo. San Martín (1986)
consideró que “la fenomenología radica en comprender y hablar de la realidad desde
la experiencia de la realidad” (p. 9). Al igual que se percibe el sentido que transfiere
la educación, únicamente es factible de hallar en la experiencia el conjunto que una
sociedad ha poseído de la realidad.

No cabe duda de que la pedagogía es deudora de la fenomenología. Esto se


debe a que la habilidad descriptiva y hermenéutica de la fenomenología es un factor
imprescindible tanto para penetrar en la vida cotidiana como para reflexionar sobre
el fenómeno educativo. El rigor de la fenomenología, la amplitud de sus aplicaciones
y su penetrante tematización del mundo de la vida son razones suficientes para
tenerla presente en cualquier programa dirigido a conocer o transformar la realidad
humana, incluida obviamente la realidad educativa.

Para finalizar: la fenomenología entiende la educación como una dimensión de


la vida cuya duración es prolongada y sus efectos duraderos. Podemos hacer
de ella una praxis cuya meta sea la transformación de la existencia y no sólo el
cambio educativo
Conclusión

Tras realizar el presente informe y analizar la fenomenología de Husserl y la


fenomenología hermenéutica de Van Manen, se demuestra que; “El método
fenomenológico contribuye, de modo privilegiado, al conocimiento de realidades
escolares, en especial, a las vivencias de los actores del proceso formativo”. Si bien
se ha hecho un recorrido por los componentes filosóficos y algunas consideraciones
metodológicos de la fenomenología, el camino es extenso y requiere mayor
profundidad.

No obstante, hay suficientes evidencias de que la fenomenología es una


propuesta resplandeciente en la investigación en ciencias sociales y,
específicamente, en educación. En este último aspecto, el método fenomenológico
puede servir como modo de indagar las realidades educativas haciendo más
comprensibles fenómenos cotidianos que se vuelven urgentes en la escuela.
igualmente, tanto la conceptualización de la fenomenología como su aplicación en
investigaciones educativas, permite que los docentes se hagan cada vez más
conscientes de su función como educadores, de modo que el proceso formativo
tenga en cuenta situaciones que se afincan en el mundo de la vida escolar, aunque
estén por fuera del plan de estudios legislado e institucionalizado.
Referencias Bibliográficas

Aguilar, M. (2004). La hermenéutica y Gadamer. En M. P. Irigoyen (Comp.),


Hermenéutica, analogía y discurso (pp. 13-24). México: UNAM.

Ayala, R. (2007). Introducción a la concepción y aplicación del Método


Fenomenológico-Hermenéutico de M. Van Manen. Barcelona: Departament de
Pedagogia Sistemàtica i Social, Universitat Autònoma de Barcelona (tesina
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en el campo de la investigación educativa. posibilidades y primeras experiencias.
Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Autónoma de Barcelona.
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Educational Philosophy and Theory,36 (1), 57-67. Catedrático en Métodos de
Investigación, Pedagogía y Estudios Curriculares del departamento de Educación
Secundaria de la Universidad de Alberta (Canadá) desde 1980.
Husserl, E. (2008). La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología
trascendental. Buenos Aires: Prometeo libros.

Husserliana (1985) es la colección de obras de Husserl publicada por las


editoriales Martinus Nijhoff (Den Haag) y Kluwer Academic Publishers
(Dordrecht); estos 39 volúmenes no incluyen, sin embargo, todos los
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Levering, B. y Van Manen, M. (2002). Antropología fenomenológica en los Países


Bajos y Flandes. En: Tymieniecka,T. (Ed.) Phenomenology World-Wide (pp. 274-
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Paoli B. (2012) Husserl y la fenomenología trascendental: Perspectivas del sujeto en
las ciencias del siglo XX Reencuentro, núm. 65, diciembre, 2012, pp. 20-29
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco Distrito Federal, México

Reeder, H. (2011). La praxis fenomenológica de Husserl. Bogotá: San Pablo.

San Martín, J. (1986). La estructura del método fenomenológico. Madrid:


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Vandenberg, D. (1992). Investigación, experiencia vivida: A Review Essay.


Educational Theory, 42 (1), 119-126

Van Manen, M. (2002) Preocuparse como preocuparse, o "no se preocupe, sea


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feliz . Qualitative Health Research. 12 (2), 262-278.

Van Manen, M. (2003). Investigación educativa y experiencia vivida. Ciencia humana


para una pedagogía de la acción y de la sensibilidad. Barcelona: Idea Books
Villanueva, J. (2014). La fenomenología como afirmación de un nuevo humanismo.
Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos

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