Características de Los Seres Vivos
Características de Los Seres Vivos
Características de Los Seres Vivos
El docente prepara una colección de imágenes de seres vivos. Cada imagen deberá ir
acompañada de sus respectivos nombres e información relativa a la manera en que se
alimentan, dónde viven, cómo nacen y se desarrollan, si se ven a simple vista o con el
microscopio.
Una selección apropiada podría ser:
Estrella de mar, árbol (araucaria), paramecio u otros microorganismos, corales, merluza,
lombriz, araña, pulpo, bacteria, planta carnívora, elefante, ornitorrinco, tiburón.
El docente organiza a los alumnos en grupos, y antes de distribuir las fichas, les
presenta la colección.
Les explica que en cada grupo deberán discutir si en todas las imágenes se
observan seres vivos, y que para fundamentarlo tendrán que elaborar un listado
de las características que todos los seres vivos comparten y compararlas con las
de cada elemento de la colección.
Por ejemplo, al incluir seres vivos poco familiares para ellos (como los corales) y
que presenten un aspecto similar a objetos fisicoquímicos del ambiente, se
propicia un espacio de reflexión crítica sobre las ideas que circulan acerca de lo
que los chicos saben sobre del tema.
Consigna grupal:
Analicen cada imagen y discutan si representan seres vivos.
Antes de comenzar, escriban una lista de todas las características que debería
reunir algo para ser un ser vivo. Eso los ayudará en la discusión.
Las características que nos permiten distinguir entre un ser vivo y algo que no lo
es, son:
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Mientras se desarrolla la actividad, el maestro/a recorre los grupos y presta
atención a las características tomadas en cuenta por los alumnos para decidir si
algo es o no un ser vivo, y a los debates y dudas que se vayan estableciendo.
Será muy importante que el docente intervenga recordando junto con los
alumnos todo lo que ellos saben acerca de animales y plantas. Además,
coordinará las discusiones surgidas, solicitando o refutando fundamentos y
brindando contraejemplos.
Los alumnos, desde una visión antropocéntrica, suelen argumentar que están
vivos “los que tienen ojos, los que juegan”. También asocian lo vivo con el
desplazamiento, y por eso no suelen identificar en los corales los rasgos que
ellos suponen debería tener un ser vivo. Las intervenciones tendrán que apuntar
a que piensen en características que puedan reunir todos los seres vivos. Una
manera de ayudarlos será instarlos a que busquen ejemplos conocidos que no
reúnan esas condiciones. Por ejemplo, preguntar si les parece que una lombriz
es un ser vivo y, en caso afirmativo, preguntarles si creen que juegan o piensan
(en caso negativo, podrán descartar ese rasgo como distintivo de los seres
vivos). También se los podrá animar a que lean la información que acompaña a
las imágenes. Por ejemplo, si dice que los corales se alimentan de organismos
microscópicos, reflexionar con ellos si conocen algo que no sea un ser vivo y que
se alimente.
Luego organiza una puesta en común para que cada grupo exponga su listado
con las posibles características que son comunes a todos los seres vivos, y sus
conclusiones sobre si todas las imágenes representan seres vivos.
Durante esta primera parte es importante que los alumnos puedan reconocer que
al proponer una característica, la misma deberá presentarse en todos los seres
vivos y no sólo a algunos.
Una vez leído el texto, el docente organiza una puesta en común en la que propone
comparar las distintas características enunciadas por los grupos con las que se exponen
en el texto. Elaboran entre todos un listado con las características comunes a todos los
seres vivos. Finalmente utilizan ese listado para decidir aquellos casos de las imágenes
que hubieran resultado dudosos.
Actividad 2: CLASIFICACIÓN DE
LOS SERES VIVOS
Se espera que los alumnos ensayen distintos criterios de clasificación de los seres
vivos, reconozcan que las clasificaciones pueden variar o complementarse de acuerdo
con el propósito que tiene el que investiga y con los criterios que utiliza según esos
propósitos.
Luego les entrega una tabla para que la completen con los nombres de los seres vivos
de cada grupo elaborado por ellos, y que pongan un nombre a cada uno de dichos
grupos. Aclara que podrán usar todas las columnas que necesiten, teniendo la
posibilidad de agregar o quitar las que crean necesarias.
Una vez finalizado el trabajo, el docente invita a los alumnos a que expongan las
producciones elaboradas grupalmente y comenten las dificultades que aparecieron.
Promueve la explicitación de las características que priorizó cada grupo para organizar
los seres vivos, y las registra. Esto permitirá poner en evidencia la variedad de
clasificaciones que elaboraron.
El docente podrá advertirlos sobre esta variedad e incluso sugerir otras que no hubieran
aparecido (según su alimentación, si se desplazan o no, según se trate de animales o
plantas, por el tamaño, el ambiente o las condiciones donde viven. También puede
proponer tomar dos características: por ejemplo, un primer criterio puede ser si se
desplazan o no, y, dentro del grupo de los que se desplazan, el ambiente en el que lo
hacen). En esta instancia de grupo total, puede realizar dos o tres cuadros nuevos para
que los niños dicten nuevos agrupamientos según el criterio aportado por el docente y
queden luego a la vista de todos.
Este es un momento propicio para introducir la noción de criterio de clasificación,
explicando que al elegir ciertas características para agrupar a los seres vivos, estuvieron
decidiendo qué criterio utilizarían (por ejemplo si agruparon a los que viven en el agua,
en el aire, en la tierra; el criterio usado fue el ambiente en que viven, en cambio, los que
agruparon a los más grandes por un lado y a los más pequeños por el otro, el criterio
utilizado fue el tamaño).
Finalmente les pide que completen la tabla con más información, según lo conversado
en clase: cuáles son los rasgos que caracterizan a todos los organismos que componen
cada grupo, y qué tomaron en cuenta para clasificarlos así (es decir, cuál fue el criterio
utilizado).
Una vez que ha quedado establecida la noción de criterio y que se han asegurado de
que la clasificación realizada se corresponde con el mismo, el docente dirige la atención
sobre la diversidad de clasificaciones realizadas en clase con la intención de que sus
alumnos reconozcan que un mismo organismo puede formar parte a la vez de diferentes
grupos, según qué atributos se tomen en cuenta.
Para ello podrá elegir algunos ejemplos de organismos e identificar en las distintas
clasificaciones en qué agrupamientos fue ubicado, dependiendo del criterio utilizado (por
ejemplo, el colibrí puede estar junto con la ballena y con el árbol si el criterio es “visible
a simple vista o con el microscopio” ya que ambos compartirán la característica de ser
visibles a simple vista; pero no estará con la ballena si el criterio es el “ambiente en el
que vive”, y no estará con el árbol si se clasifica en “plantas y animales”). En relación
con esto último, podrá hacer notar que un mismo organismo, al pertenecer a grupos
distintos según los diferentes criterios, se lo puede nombrar de más de una forma. Por
ejemplo, el colibrí es un animal, es macroscópico, es aéreo, es insectívoro, etc.
Se espera que los alumnos amplíen sus criterios de clasificación sobre los seres vivos,
aproximándose a algunos de los criterios utilizados en la Biología.
El docente retoma las diferentes clasificaciones elaboradas por los alumnos y las
discusiones surgidas en la actividad anterior.
Destacará las situaciones en que un mismo ser vivo podría estar incluido en más de un
grupo, y que en algunos casos eso puede representar un problema ya que no permite
reunir toda la información acerca de ese ser vivo.
Para seguir con el mismo ejemplo del colibrí, si uno mira solo la clasificación que toma
en cuenta el ambiente en que vive, sólo podrá decir que el colibrí habita un ambiente
aéreo, pero no podrá saber nada sobre su alimentación.
Entonces les planteará la necesidad de encontrar una solución a ese problema, para lo
cual les propondrá leer un texto anticipando que brindará información sobre algunos
agrupamientos de los seres vivos que suelen utilizar los científicos especializados en
Biología, y que se encuentran habitualmente en los libros.