Edafologia 2013 Biochar
Edafologia 2013 Biochar
Edafologia 2013 Biochar
CAMPUS MONTECILLO
POSTGRADO DE EDAFOLOGÍA
BIOCARBONES (BIOCHARS),
CARACTERIZACIÓN Y EFECTO EN
LA BIOMASA Y NUTRICIÓN DE N P K
EN UNA GRAMÍNEA
TESIS
PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL
PARA OBTENER EL GRADO DE:
DOCTORA E N C I E N C I A S
2013
La presente tesis, titulada: "Biocarbones (Biochars), caracterizacion y efecto en Ia
ha sido aprobada por el mismo y aceptada como requisito parcial para obtener el
grado de:
DOCTORA EN
CIENCIAS EDAFOLOGIA
CONSEJO PARTICULAR
CONSEJERO:
ASESOR:
ASESOR:
ASESOR:
ASESOR:
RESUMEN
Uno de los desafíos actuales para la ciencia y la tecnología es crear o innovar
conocimientos existentes que permitan resolver las necesidades que tiene la
población del país. Para ello es necesario conocer tales necesidades y poder
estudiar las estrategias y tecnologías pertinentes que lleven a la solución de dicha
situación.
La demanda alimenticia actual en México es cada día mayor y ésta contrasta con
el estado de abandono del campo. En particular nos preocupa el grado de
deterioro que presenta el recurso suelo, así como la escasez de prácticas
agronómicas que eleven la productividad de los cultivos. Esto nos lleva a probar
tecnologías que en otras partes del mundo, aunque sea a nivel de investigación,
han resultado en un beneficio para el campo.
iv
SUMMARY
One of the current challenges for science and technology is to create or innovate
existing knowledge to meet the needs that have the population of our country. For
this, it is necessary to know and understand those needs and study relevant
strategies and technologies that lead to the solution of this situation.
Current food demand in Mexico is widening every day and it contrasts with the
state of abandonment of the field. In particular, we are concerned with the degree
of deterioration that presents the soil resource and the shortage of agronomic
practices that increase crops productivity. This leads us to test technologies which
in other parts of the world, even at research level, have resulted in a profit for the
field.
Four different biochar were generated from corn stover, processed with different
particle sizes and pyrolysed at two distinct temperatures.
The physical and chemical properties of the four biochar were different. The
generated materials did not cause phytotoxicity and when applied to a crop of
Lolium perenne (Indicator crop) in different doses (0 – 20 tons equivalents per
hectare) showed no significant effect. It is probable that the short time of the
experiment and the experimental conditions could have influenced this response.
The biochar neither had an impact in the nutrient concentrations of nitrogen,
phosphorus and potassium in the aerial part of the L. perenne. In contrast, a
positive significant difference, but independent of the treatment with biochar, was
observed when the test plant was treated with vermicompost mixed with biochar
and soil, as opposed to what happened with the mixture of biochar and soil only
treated with chemistry fertilization.
v
The results showed that it is possible to produce quality biochar by the artisanal
way, which did not cause phytotoxicity in the indicator plants. However, when
applied to soil mixed with inorganic fertilizers or vermicompost, there was no
significant response, although it is possible that this could be observed over a
longer time. The vermicompost per se had greater influence on the weight of
biomass as well as on the content of nitrogen, while the inorganic fertilization
slightly increased the concentration of phosphorus. The response to potassium in
greenhouse conditions was minimal and it is not expected to occur under field
conditions.
vi
AGRADECIMIENTOS
A mi Director de tesis Dr. Jorge Etchevers Barra por sus enseñanzas y paciencia,
así como a todos mis asesores por su esfuerzo para que saliera adelante, Dr.
Edmundo García Moya, por su gran apoyo, Dra. Claudia Hidalgo, Dr. Catalino
Jorge López Collado y Dr. Julio Campo Alves.
vii
DEDICATORIA
A mi hijo Manuel, de quien espero ser ejemplo en su vida para luchar por sus
sueños y a quien amo profundamente.
viii
ÍNDICE
INTRODUCCÓN GENERAL……………………………………………………… 1
CAPÍTULO UNO…………………………………………………………………… 4
BIOCARBÓN, MEJORADOR DE SUELOS, UNA POSIBILIDAD PARA EL 5
CAMPO………………………………………………………………………………
1.1 INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 5
1.2 ANTECEDENTES……………………………………………………….... 9
Origen……………………………………………………………………….. 9
Procesos de obtención del biocarbón………………………………… 10
Variables que afectan la pirólisis de la biomasa……………………. 13
Características del biocarbón (Biochar)……………………………… 15
Efectos del biocarbón sobre las propiedades, procesos y funciones 20
del suelo…………………………………………………….....
Métodos de aplicación al suelo………………………………………… 24
Investigaciones realizadas con biocarbón a nivel de invernadero y 24
campo……………………………………………………………………..
Secuestro de Carbono y Cambio Climático………………………….. 25
Riesgos para la salud…………………………………………………….. 28
Manejo, transporte y almacenamiento………………………………. 29
Factibilidad económica, tecnológica y social en México para producir 29
biocarbón……………………………………………………….
1.3 CONCLUSIONES…………………………………………………………. 30
1.4 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………. 31
CAPÍTULO DOS…………………………………………………………………... 40
CARACTERIZACIÓN DE BIOCARBONES DE MAÍZ………………………... 41
2.1 INTRODUCCIÓN……………………………………………………….…. 42
2.2 REVISIÓN DE LITERATURA……………………………………….…… 44
2.3 MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………….……. 50
2.4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN…….……………………………….…… 52
2.5 CONCLUSIONES…………………………………………………….…… 64
2.6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………. 65
ix
CAPÍTULO TRES…………………………………………………………………. 70
TOXICIDAD DE BIOCARBONES……………………………………………….. 70
3.1 INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 71
3.2 REVISIÓN DE LITERATURA…………………………………………… 74
3.3 MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………….…… 77
Descripción del sitio de estudio………………………………………. 77
Suelo y biocarbones……………………………………………………… 77
Prueba de evasión de lombrices Eisenia fetida……………………. 77
3.4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………………………………………… 79
Prueba de evasión de lombriz de tierra (Eisenia fetida)…………… 79
Prueba de germinación de semillas…………………………………… 80
3.5 CONCLUSIONES……………………………………………………….… 82
3.6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………….… 83
CAPITULO CUATRO……………………………………………………………… 85
APLICACIÓN DE BIOCARBONES DE MAÍZ A UNA
GRAMÍNEA…………………………………………………………………………. 86
4.1 INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 86
4.2 REVISIÓN DE LITERATURA…………………………………………… 88
4.3 MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………………. 92
4.4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………………………………………… 97
Biomasa……………………………………………………………………. 97
Biocarbón < 4 mm de partícula de biomasa original, T 300ºC
(Experimento 1)…………………….……………….…………………. 97
Biocarbón > 4mm de partícula de biomasa original, T 650ºC
(Experimento 2)……………………………………..…………………. 100
Biocarbón < 4mm de partícula de biomasa original y T 650ºC
(Experimento 3)……………………………………………………..…. 101
x
Fósforo………………………………………………………………..…….. 109
Biocarbón < 4mm de partícula de biomasa original, T 300ºC
(Experimento 1)………………………………………………………… 109
Biocarbón > 4 mm de partícula de biomasa original, T 650ºC
(Experimento 2)………………………………………………………… 111
Biocarbón < 4mm de partícula de biomasa original, T 650ºC
(Experimento 3)………………………………………………………… 113
Potasio…………………………………………………………………….... 115
Biocarbón <4mm de partícula de biomasa original, T 300ºC
(Experimento 1)………………………………………………………… 115
Biocarbón > 4mm de partícula de biomasa original, T 650ºC
(Experimento 2)………………………………………………………… 118
Biocarbón < 4mm de partícula de biomasa original, T 650ºC
(Experimento 3)………………………………………………………… 118
Raíces................................................................................................... 120
4.5 CONCLUSIONES…………………………………………………………. 121
4.6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………. 122
xi
ÍNDICE DE CUADROS
Pág.
Cuadro 2.1. Metodologías de la Iniciativa Internacional de Biochar
empleadas para la caracterización de muestras de
biocarbones de rastrojo de maíz (IBI, 2012). 51
xii
Cuadro 4.8. Medias de la concentración de potasio en los tres 116
biocarbones.
xiii
ÍNDICE DE FIGURAS
Pág.
Figura 2.1 Porcentaje de partículas en diferentes intervalos de
tamaño de los cuatro biocarbones de maíz (IBI, 2013). 55
xiv
Figura 4.10 Nitrógeno de cuatro cortes, biocarbón > 4 mm y T
107
650ºC.
Figura 4.11 Nitrógeno de cuatro cortes, biocarbón < 4 mm y T 108
650ºC.
xv
INTRODUCCIÓN GENERAL
Alternativas hay muchas, pero aquí nos focalizaremos en una en particular, por lo
novedoso y las buenas experiencias consignadas en la literatura; el biocarbon,
resultante de la pirólisis de biomasa de diferente origen, que al ser aplicado al
suelo provoca mejoría en sus propiedades fisicoquímicas y biológicas y que se ha
mencionado que originaría un aumento en la productividad de los cultivos.
Simultáneamente se considera que el suelo tratado con biocarbón actuaría como
un reservorio altamente recalcitrante. Con ello se evitaría que el carbono de la
biomasa retorne rápidamente a la atmósfera como CO2, lo que impactaría
positivamente en el cambio climático. Beneficios adicionales de la producción del
biocarbón son: que su generación provenga de una energía renovable y la
reducción de residuos orgánicos que generalmente constituyen focos de
contaminación ambiental. Por ser el biocarbón una alternativa tecnológica
reciente, es preciso conocer más acerca de los aspectos que hacen que este
producto tenga los resultados benéficos señalados. Poco se sabe, por ejemplo,
sobre el efecto que tiene el tipo de materia prima usada en su manufactura y los
diversos procesos de obtención. Un aspecto básico es la caracterización de sus
propiedades, la selección de los mejores procedimientos metodológicos para el
propósito anterior, los efectos que tiene su aplicación al suelo en las propiedades
de éste y en los cultivos que en él se desarrollan.
Ensayar estos materiales en suelos de México generaría las bases para proponer
su uso como una práctica para mejorarlos y aumentar la productividad de los
1
cultivos, aun cuando estamos conscientes que es necesaria investigación, en
particular, por la amplia gama de agroecosistemas existentes en el país y por la
necesidad de identificar las posibles fuentes de materia prima que pueden ser
empleadas en su elaboración. El desarrollo de procesos nacionales factibles de
ser implementados para elaborar biocarbón constituye un desafío adicional para
los tecnólogos locales.
2
GENERAL INTRODUCTION
The growing food demand in the world and specifically in our country suggests the
study of new strategies to satisfy it. The conditions of fertility loss, erosion,
degradation, desertification, acidification and pollution of the agricultural land in
Mexico, the primary basis of national agricultural production, makes urgent the
implementation of actions to rescue the soil resource from its current state of
deterioration. Without a concerted action of appropriate public policies, the use of
science and available technology, it will not be possible to produce the food that
the nation requires to get out of poverty to about 50 million people and about 12
million of food poverty, which are officially recorded in 2013.
There are many alternatives, but here we will focus on one in particular, because
of the newfangled and the good experiences reported in the literature: the biochar.
This is a product of pyrolysis of biomass of different sources, which when applied
to the soil causes improvement in its physical, chemical, physicochemical and
biological properties, which has been reported to lead to an increase in crops
productivity. Simultaneously it is considered that biochar-treated soil act as a
highly recalcitrant carbon sink. This would prevent the biomass carbon to quickly
return to the atmosphere as CO2, positively impacting climate change. Additional
benefits of biochar production are that its generation comes from renewable
energy sources and the reduction of organic waste that usually are sources of
environmental pollution. Because biochar is a recent technological alternative, is
necessary to know more about the aspects that make this product to have the
reported beneficial results. Little is known, for example, on the effect of the type of
raw material used in its manufacture and the various obtaining processes. A key
aspect is the characterization of its properties, the selection of the best
methodological procedures for the above purpose and the effects that its
application to soil has on the properties of it and the crops that grow in it.
Testing these materials in soils of Mexico would generate the bases to propose its
use as a practice to improve them and increase the productivity of crops, even
though we are aware that it requires a lot more research, in particular because of
the wide range of existing agroecosystems in the country and the need to identify
potential sources of raw materials that can be used in their manufacture. The
3
development of national processes, feasible to be implemented, to produce
biochar presents an additional challenge for local technologists.
4
CAPÍTULO UNO
1.1 INTRODUCCIÓN
5
significa que una proporción de la población no tiene acceso a los alimentos
esenciales, lo cual es grave y doloroso y contraviene el espíritu de nuestra Carta
Magna.
6
están creando, que integradas a las prácticas de conservación, recuperación del
suelo, su fertilización inorgánica racional y el uso de abonos orgánicos y
biofertilizantes, la gestión sustentable de los cultivos, entre otros aspectos,
contribuirían a iniciar la recuperación de la fertilidad perdida de los suelos (Funes-
Monzote et al., 2001; Sánchez et al., 2011).
Las materias primas para la preparación del biocarbón son numerosas. Entre ellas
podemos mencionar: residuos de cosecha, plantas secas, biomasa de árboles y
desperdicios orgánicos de la vida urbana. Lehmann et al. (2009) mencionan entre
dichas materias primas a la madera, estiércol, hojas, residuos de cultivos, entre
otros. Brick (2010) agregó a éstas, camas de pollo, algas, cáscaras de naranja, de
7
nueces y lodos residuales. La disponibilidad de estos últimos se incrementará en
el futuro cercano en la medida que se construyan un mayor número de plantas de
tratamiento de aguas grises en el país. Su destino final será casi siempre el
suelo, sin que se conozca mucho acerca de los contaminantes que pueda
contener en su estado natural. Su transformación a biocarbon, al menos asegura,
la exclusión de gérmenes que pudiesen resultar nocivos para los cultivos de
consumo humano o animal.
Los científicos (Lehmann and Joseph, 2009; Downie et al., 2009) aseguraron que
al aplicar biocarbón al suelo, el carbono que contiene debe considerarse como
carbono secuestrado. Este carbono, además, mejora las funciones de éste y
contribuye a evitar efectos nocivos a corto y largo plazos del ecosistema mundial
(Verheijen et al., 2009). Amonette (2009) refiere un aumento de la capacidad de
retención de nutrimentos en el suelo con la consecuente reducción de la
necesidad de aplicar altas dosis de fertilizantes, lo cual trae consigo una
reducción del impacto en las tierras cultivables y el clima.
Este trabajo tiene como objetivo compilar la información más relevante del
biocarbón a nivel mundial para iniciar estudios en México, a nivel de laboratorio,
invernadero y campo que permitan verificar su eficacia como mejorador de suelos
y como medio para secuestrar carbono en los mismos.
8
1.2 ANTECEDENTES
Origen
Este producto tuvo su origen al ser redescubiertas las tierras negras de los indios
amazónicos, conocidas como Terra Preta en Brasil por Smith en 1879 y Hartt en
1885 (Woods, 2004). Ellos consignaron la existencia de unos suelos oscuros y
fértiles en la Amazonia brasileña, pero no pudieron precisar su origen. Se
propusieron diversas teorías, pero actualmente se reconoce que estos son suelos
son producto de las actividades del hombre al habitar el lugar, para mejorar los
suelos. Falcao (2012) considera que dichos suelos fueron formados por los indios
por deposición de materiales orgánicos, derivados de la quema y esqueletos de
pescado, lo cual los transformaba en suelos fértiles que mantenían cierta riqueza
nutrientes. Las altas concentraciones de carbón pirogénico en Terra Preta
provinieron principalmente del carbón de cocina y restos de incendios y de
asentamientos que no son combustibles (Glaser et al., 2001). Un contenido
anormalmente alto de nutrimentos esenciales como P, Ca y K encontrados en
muchos de estos suelos apoyan tales pronunciamientos. Las teorías acerca del
origen antropógeno de las tierras negras también incluyen quema de los sitios, ya
sea por incendios en el área o los intencionales, realizados para derribar bosques
con el fin de usarlos como tierras de cultivo y para eliminar la maleza (Woods and
Glaser, 2004). Sin embargo, hoy es ampliamente aceptado que fueron no
solamente usadas por los pobladores locales recientes, sino que también son un
producto de la gestión indígena del suelo como lo propuso Gorou (1949). Estudios
posteriores (Sombroek, 1966; Smith, 1980; Kern and Kampt, 1989) confirmaron
estas propuestas.
Se considera que los inicios de la formación de Terra Preta de Indio (tierra negra)
corresponden aproximadamente a los últimos tiempos del período pre-colombino
en la Amazonia (Neves et al., 2003). Orlando (2012) comentó que antes se
pensaba que sólo se encontraban en la Amazonia, pero aseguró que
recientemente este tipo de suelos se encontró en México y África. Asimismo
fueron hallados en Borneo (Sheil et al., 2012) y en Estados Unidos de América se
tienen evidencias de su existencia desde hace más de 10 mil años, que habrían
sido producidos por incendios en las praderas, tanto naturales como inducidos
9
(Skjemstad et al., 2002; Laird et al., 2009). En Australia y Alemania (Skjemstad et
al., 2002) y en Japón (Ishii and Kadoya, 1994) se han encontraron suelos con alto
contenido de carbón.
El estudio de esos suelos con alto contenido de carbón llevó a concluir que
presentaban excelentes propiedades, entre las que podemos mencionar su
elevado contenido de materia orgánica y carbono residente, una elevada
disponibilidad nutrimental y altos contenidos de humedad, mayor capacidad de
intercambio cationico y mayor actividad microbiológica (Lehman and Joseph,
2009).
En una revisión histórica del biocarbón Lehmann et al. (2009) señalaron que
muchos investigadores como Retan (1915), Morley (1927), Tyron (1948),
Kishimoto y Sugiura (1980, 1985), Santiago y Santiago (1989) han estudiado el
uso de carbón en la gestión del suelo, entre otros y afirma que incluso Liebig
(1878), describió una práctica en China en la cual la biomasa de desecho era
mezclada con suelo e incendiada durante varios días hasta obtener una tierra
negra, la cual proveía de vigor a las plantas. Pero no fue sino hasta 1966 que el
científico holandés Wim Sombroek en su publicación “Suelos de la Amazonia”
prestó atención a estos suelos y tiempo después promovió la idea de desarrollar
nuevas tierras negras como almacenes de carbono para cultivos intensivos que él
llamó Tierra Negra Nueva (Woods and McCann, 1999; Lehmann et al., 2003). De
aquí nació la idea de usar una tecnología semejante para que el carbón de la
quema de desechos vegetales fuese enterrado en el suelo, como una forma de
capturar de manera relativamente permanente (secuestrar) el exceso de carbono
atmosférico y contribuir a paliar el efecto del cambio climático.
Por ello, en un intento de imitar o recrear este tipo de suelos con altos contenidos
de carbón y tan buenas características y alta productividad, se originó el interés
particular en el estudio del biocarbón.
10
lenta, pirólisis rápida, pirolisis ultrarápido y la gasificación (Laird et al., 2009; Brick
2010; Ippolito et al., 2011). La pirólisis ocurre en ausencia completa de oxígeno
mientras que la gasificación se da con reducida cantidad de él. Brick (2010)
propone un quinto proceso que es la carbonización hidrotérmica.
La pirólisis según Laird et al. (2009) sería el proceso termoquímico que puede ser
usado para transformar biomasa de baja densidad energética (~1.5 GJ m-3) y
otros materiales orgánicos a líquidos de alta densidad energética conocidos como
bio-aceites (~22 GJ m-3 o ~17 MJ kg-1), a sólidos de alta densidad energética
conocidos como biocarbón (biochar) (~18 GJ kg-1) y a un gas de relativamente
baja densidad energética, conocido como gas de síntesis (syngas) (~6 MJ kg-1).
Fundamentalmente la pirólisis involucra el calentamiento de materiales orgánicos
a temperaturas superiores a 400°C en ausencia de oxígeno. A estas
temperaturas, los materiales se descomponen térmicamente, liberando una fase
de vapor y una fase sólida residual (biocarbón). Si los vapores de la pirólisis son
enfriados ocurre una condensación en compuestos líquidos polares y de alto peso
molecular (bio-aceite), mientras que los compuestos volátiles de bajo peso
molecular permanecen en la fase gaseosa (gas de síntesis o syngas). Las
transformaciones físicas y químicas que ocurren durante la pirólisis son muy
complejas y dependen tanto de la naturaleza de la biomasa como de las
condiciones del reactor. Cuando se usa una tecnología de alta eficiencia es
posible alcanzar rendimientos de masa alrededor del 30-40% (base húmeda),
con producciones de energía de cerca del 30% (contenida en el carbón) y
contenidos de carbono fijado arriba del 90% de la biomasa original (McHenry,
2009). Las condiciones de pirólisis y las características de la materia prima
determinan en gran medida las propiedades físicas y químicas del biocarbón
producido (como composición, distribución de partícula y de tamaño de poro), lo
que define la conveniencia de hacer su aplicación en un suelo, registrar su
comportamiento, transporte y destino en el ambiente (Verheijen et al., 2009).
11
de la biomasa puede ser un periodo de minutos a días (Sadaka and Eng, 2007).
Según Gheorghe et al., 2009 este sería el proceso con el más alto rendimiento de
biocarbón.
12
Carbonización hidrotérmica. Otra tecnología para producir biocarbón es la
carbonización hidrotérmica, que consiste en aplicar calentamiento a materiales
con gran contenido de agua, como lodos residuales, pulpa de café, estiércoles,
algas, entre otros, sumergidos en agua y aunque la temperatura es alta, no deben
llegar a la ebullición (Brick, 2010). Por este proceso ha sido posible carbonizar
materiales sólidos con lignina y celulosa, y polisacáridos disueltos en agua, con la
obtención de productos carbonosos nanoestructurados (Baccile et al., 2010).
Asimismo, se pueden producir biocarbones a temperaturas bajas (~200 °C) y
tiempos muy cortos (Titirici et al., 2007). Además como no es necesario secar los
materiales para hacer el biocarbón, significa que hay un gran ahorro de energía
y, por tanto, los costos de producción disminuyen. Sin embargo, no ha tenido gran
desarrollo y sólo existen algunas plantas piloto.
Verheijen et al. (2009) consideran que al proceso más adecuado para producir
biocarbón como mejorador de suelos y a fin de ayudar a mitigar el cambio
climático, la pirólisis lenta es la más adecuada, ya que maximiza la producción de
biocarbón que es el compuesto más estable de los productos finales de la
pirólisis. Las temperaturas de 300 a 500°C optimizan el rendimiento de biocarbón
(Hayes, 2009).
13
20%, la lenta el 35%, la gasificación del 10% al 20% y la combustión hidrotérmica
del 37 al 70% (Brick, 2010).
14
El nivel de calentamiento es función del tamaño de la materia prima y el tipo de
equipo de pirólisis empleado. La velocidad de difusión térmica dentro de una
partícula disminuye con el incremento de su tamaño, lo que resulta en un intervalo
de calentamiento más bajo. Los productos líquidos son favorecidos por la pirólisis
de partículas pequeñas en altos niveles de calentamiento y temperatura alta,
mientras que el rendimiento de productos volátiles (gases y líquidos) se
incrementa con el aumento del nivel de calentamiento y los residuos sólidos
disminuyen (Sohi et al., 2010). El carbón es maximizado por la pirólisis de
partículas grandes con bajos rangos de calentamiento y baja temperatura
(Sadaka and Eng, 2007).
Numerosos estudios (Lehmann and Joseph, 2009; Woolf et al., 2010; Shrestha et
al., 2010; Major, 2010), sugieren que los componentes de carbono en el biocarbón
(de madera) son altamente recalcitrantes en los suelos esto es, que resisten la
oxidación química y biológica, por lo que su tiempo de residencia de cientos a
miles de años es al menos de 10 a 10 mil veces más grande que los tiempos de
15
residencia de la mayoría de la materia orgánica del suelo. Por esta característica
de recalcitrancia, la adición de este producto al suelo puede actuar como un
sumidero potencial de carbono (Verheijen et al., 2009) y así contribuir a la
mitigación del exceso de CO2 en la atmósfera. Sin embargo, es importante
mencionar que no todo el biocarbón permanece inalterable en el suelo, sino que
una parte puede ser oxidada (Cheng et al., 2008) y modifica algunas cualidades.
16
Los biocarbones son sustancias químicas con bajo valor nutricional para los
vegetales y con baja reactividad por su naturaleza aromática muy condensada
(Glaser, 2001). El esquema de caracterización general divide al biocarbón en un
pequeño número de constituyentes, que son: humedad, ceniza (compuestos
como sílice, hierro, alúmina y materia no combustible), materia volátil o móvil y
materia residente o recalcitrante (carbono fijado, se refiere al sólido combustible
que queda después que la materia volátil ha sido expulsada, pero no es carbono
en su totalidad) (McLaughin et al., 2009).
17
biocarbón como mejorador de suelos no conlleva un aumento de carbono lábil,
por lo tanto, la relación C:N efectiva no aumenta, por lo que no se tiene un efecto
adverso en la asimilación de nitrógeno por las plantas (Kimetu et al., 2008). En
estudios recientes en los cuales se han adicionado abonos ricos en nitrógeno al
biocarbón, se observó una reducción de la pérdida de este último elemento por
volatilización de amoniaco arriba del 50% (Steiner et al., 2010).
18
CIC potencial (a pH 7), el pH y el área superficial de biocarbón recién producido
parecen incrementarse con la temperatura de la pirólisis, de modo que la
temperatura óptima es probablemente entre 450 y 550 ºC (Lehmann, 2007).
19
1985), aunque se han encontrado valores de 3.64 y 14.14 m2 g-1 para dos
biocarbones producidos de una pasta de semilla de cártamo prensado, bajo una
atmósfera estática de nitrógeno (Angin y Sensoz, 2011), pero algunas veces
excede de 1000 m2 g-1, lo cual es importante por su efecto sobre la capacidad de
retener nutrimentos y agua (Downie et al., 2009). Dos biocarbones derivados de
residuos de fábrica de papel de pirólisis lenta, presentaron valores de 2.9 a 114.9
m2 g-1 (van Swieten et al., 2010ª).
20
and Brownsort, 2011). Asimismo el biocarbón puede suministrar potasio en
ciertas cantidades a los cultivos (Tenenbaum, 2009). Es un agente que aumenta
la adsorción de compuestos orgánicos como herbicidas, pesticidas, enzimas
aplicados al suelo. Algunas evidencias muestran que hay un incremento en la
población de hongos micorrízicos, y mayores niveles de infección por Rhizobium y
que su uso en remediación de suelos funciona como portador de
microorganismos (Amonnette, 2009). Existen indicios de que su aplicación indujo
respuestas en las rutas de resistencia sistémica adquirida y resistencia sistémica
inducida en el dosel de plantas de tomate inoculadas con Botrytis cinerea, con
una capacidad de control de amplio espectro y que esta mejora en la respuesta
de las plantas a la enfermedad puede ser uno de los beneficios del biocarbón, lo
que sugiere así una resistencia al estrés biótico (Elad et al., 2011). También
disminuye los niveles de gases con efecto invernadero, detiene la acidificación de
los océanos por absorción de CO2 (Amonnette, 2009) y su empleo condujo al
secuestro neto de carbono de la atmósfera al suelo, con un incremento del
carbono orgánico del suelo y una disminución de las emisiones de óxido nitroso y
metano de los suelos, (Gathorne et al., 2009). Las mejoras del suelo atribuidas a
la adición de biocarbón incluye el incremento en la retención de humedad, en la
permeabilidad del aire, en el poder amortiguador del carbono orgánico soluble e
interacciones sinérgicas con poblaciones microbianas del suelo (McLaughlin,
2009). La permeabilidad del agua del suelo aumentó al aplicar biocarbón al suelo
(Asai et al., 2009). Además, mejoró el suministro de nutrimentos para los cultivos,
así como las propiedades físicas y biológicas (Gaunt y Lehmann, 2008; Gaunt y
Cowie, 2009; Laird, 2010).Esto dio lugar a un incremento en el rendimiento del
cultivo por unidad de fertilizante aplicado (eficacia del fertilizante) en agricultura
intensiva así como reducciones de escorrentía, erosión y pérdidas gaseosas.
También fue demostrado en Australia (Chan et al., 2007) y en el Reino Unido
(Gathorne et al., 2009) que mejoró la aireación del suelo e hizo más fácil el
laboreo. Los costos de la aplicación de riego fueron menores con el uso de
biocarbón (De Gryze et al., 2010). En suelos que requieren ser encalados, el
biocarbón provocó mejoras en el balance del pH (Granatstein et al., 2009;
Amonnette, 2009).
21
Aún cuando la mayoría de estudios demuestran el efecto benéfico del biocarbón,
es necesario notar que algunos investigadores no han obtenido los mismos
resultados. Por ejemplo, van Swieten et al. (2010), ensayaron su uso en un suelo
australiano calcáreo, con una aplicación de 4.5 ton acre-1 (11.1 ton ha-1) de dos
biocarbones. Los resultados mostraron un incremento en el contenido de carbono
total pero no de los nutrimentos extraíbles. Esto hizo que especularan que fue
resultado del pH inicial del suelo (7.7), del contenido de Ca2+ (21.7 me 100 g-1) y
del pH alcalino de ambos biocarbones (8.2 y 9.4). Por su parte, McClellan et al.
(2007), en un estudio en macetas con suelos de cenizas volcánicas, fértiles y
cultivados, usaron un biocarbón de cáscara de nuez macadamia de carbonizado
ultrarrápido, con cuatro tratamientos: 0, 5, 10 y 20%, y con lechuga como planta
indicadora, obteniendo mejores resultados con el testigo y con biocarbón al 5%,
en la biomasa de las plántulas de lechuga y al consumo de nitrógeno. En el suelo,
se demostró que el mejor tratamiento fue el de 20% con respecto al mayor
contenido de fósforo y carbono. Con tales resultados, dichos investigadores
realizaron otro experimento pero con un suelo infértil y usando maíz, en el cual
probaron el biocarbón, con y sin fertilización NPK y cal. El mejor tratamiento fue
cuando se aplicó la fertilización NPK y cal, sin biocarbón, siguiendo el que se le
adicionó 5% de biocarbón, fertilización NPK y cal, mientras que el control fue
mejor que el suelo con 5% de biocarbón, lo que significa que resultó negativo el
uso del biocarbón sin adición de fertilizante y cal. Ellos entonces consideraron el
contenido de la materia volátil (MV) como una medida de la susceptibilidad del
biocarbón a degradarse y formar carbono cuando es calentado. Para ello midieron
este parámetro y además comprobaron que a mayor contenido de MV había
mayor repelencia del biocarbón al agua con desigual infiltración. Asimismo
hicieron otros experimentos donde probaron una mezcla de suelo muy degradado
y 10% de dos biocarbones con bajo y alto contenido de MV, respectivamente,
incluyendo tratamientos con y sin adición de fertilización NPK y cal, así como el
control, en un cultivo de maíz. McClellan et al. (2007) demostraron al evaluar la
biomasa fresca de maíz, que el mejor tratamiento fue biocarbón con menor MV,
NPK y cal, pero estadísticamente al que sólo se usó fertilización NPK y cal. Los
otros tratamientos tuvieron valores muy bajos. Este comportamiento sugirió que
es necesario conocer la calidad del biocarbón usado, en particular de este
parámetro para usarlo como mejorador del suelo. Por su parte, Unger y Killorn
22
(2011) probaron biocarbón en un cultivo de maíz, con y sin aplicación de
fertilizante químico, sin ningún efecto por la aplicación del biocarbón y sí del
fertilizante.
23
una respuesta de la sola aplicación de fertilizante en el rendimiento de grano, de
biomasa, de acumulación de nitrógeno en el grano, de nitratos y amonio en el
suelo (Unger y Killorn, 2011).
Efectos en los procesos del suelo. Brendová et al. (2012) aplicaron biocarbón
derivado de estiércol con muy alta área específica a un suelo y demostraron la
retención de elementos metálicos o contaminantes donde se incrementó la
retención de cadmio de manera efectiva, pero hubo mayor capacidad de retención
de metales pesados en un biocarbón de cáscarilla de semilla de algodón. En un
cultivo de arroz en suelos contaminados con cadmio, se encontraron resultados
similares usando biocarbón como adsorbente, no observando diferencia entre los
tratamientos y el control con respecto al rendimiento del grano (Cui et al., 2011).
También se presentaron procesos de adsorción de compuestos hidrofóbicos
como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), bifenilos policlorinados,
pesticidas y herbicidas en suelos y sedimentos (Verheijen et al., 2009).
Para realizar una aplicación de biocarbón debe considerarse el tipo de suelo, las
prácticas de cultivo, el clima, la erodabilidad del suelo, la forma de aplicación al
contar o no con maquinaria, ya sea superficial (0 a 30 cm.) en la cual se
homogeneiza con el suelo, o la profunda (>30 cm.) que generalmente se realiza
en banda o muy cercanas a las raíces, lo que evita la posibilidad de erosión del
suelo. También el clima debe ser considerado pues debe aplicarse cuando no hay
viento y humedecerlo para evitar pérdidas en el aire. Puede emplearse en forma
de perdigones junto con otro tipo de mejoradores como abonos o compostas y las
cantidades aplicadas deben estar basadas en resultados experimentados . Dosis
de 5 a 50 ton ha-1 usadas con una gestión correcta de fertilización, dieron efectos
positivos sobre el rendimiento de cultivos. Además, no es necesario aplicarlo
repetidamente en un cultivo como en el caso de abonos o compostas, ya que su
efecto perdura en el suelo debido a su recalcitrancia (Major, 2010).
24
Cui et al., 2011; Sukartono et al., 2011; Cornelissen et al., 2013) han realizado
estudios para probar el efecto de diferentes biocarbones en la fertilidad del suelo y
el rendimiento de los cultivos y han encontrado efectos en el aumento de la
producción de los cultivos y mejora de las propiedades del suelo, pero solo
citaremos algunos.
25
de fertilizantes y las prácticas de cultivo (Martínez, et al., 2008). En México
representa un 6.4 % del total de emisiones de gases efecto invernadero (INEGI,
2009). Asimismo, la actividad forestal, por la deforestación y los incendios
provocados de los bosques y la pecuaria, por los rumiantes, que aporta, ésta
última, el 14.5% del total de emisiones de gases efecto invernadero de origen
humano (Masera et al., 1997; FAO, 2013), y el cambio en el uso de la tierra (Akala
and Lal, 2001).
Uno de los beneficios que se espera por el uso de biocarbón es su potencial para
mitigar significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y
contribuir así a retardar el cambio climático. En el ciclo del carbono las plantas
toman CO2 de la atmósfera para la fotosíntesis y al morir forman parte de la
materia orgánica del suelo, la cual ha capturado el carbono en sus estructuras.
Sin embargo, la mayor parte de esta materia es mineralizada por los
microorganismos del suelo con liberación de CO2 a la atmósfera, además del
producido por la respiración de las plantas. Al estar balanceadas las cantidades
de CO2 absorbidas y liberadas en este sistema, se considera como carbono
neutral, es decir, que no aumenta la cantidad neta de este gas en la atmósfera.
Entre los gases efecto invernadero se encuentran el CH4, NO2, CO2 y, en este
último caso, la adición neta de carbono a la atmósfera representa el carbono
positivo. Finalmente el carbono negativo se refiere a la reducción de la adición
neta de este gas a la atmósfera. Cuando se produce biocarbón se están
ocupando residuos de biomasa que formarían parte de materia orgánica del
suelo, de la cual se usa un porcentaje en la producción de energía y otro en la
producción de biocarbón. En el primer caso se libera hacia la atmósfera parte del
carbono en forma de CO2 como un proceso de carbono neutral, y cuando se
aplica biocarbón al suelo, como el carbono está en forma recalcitrante, tarda
mucho tiempo en degradarse, convirtiéndose en carbono negativo (Schahczenski,
2010).
Para tener un conocimiento concreto de ese potencial del biocarbón para que el
carbono sea retenido por más tiempo en el suelo, debe considerarse tanto la
eficiencia energética como las emisiones de gases de efecto invernadero a través
de un análisis de ciclo de vida del biocarbón. Este es un método que se usa para
evaluar las cargas ambientales asociadas a un producto, proceso o actividad a lo
26
largo de la vida útil, con la cuantificación de la energía, los recursos y las
emisiones así como la evaluación de su efecto en el ambiente global
(Schahczenski, 2010). Sin embargo, estudios realizados por algunos
investigadores (Gaunt y Lehmann, 2008; Lehmann y Joseph, 2009; Roberts,
2010) mostraron que el biocarbón sí produjo una reducción neta de la emisión de
dichos gases y que el uso de la biomasa fue eficiente desde el punto de vista
energético. Gaunt y Lehmann (2008) mostraron, además, que la producción de
biocarbón redujo de dos a cinco veces más las emisiones de gases de efecto
invernadero que la sola producción de energía de la misma biomasa.
27
contenido de carbono original de la biomasa muerta que es permanente. El resto
de la biomasa se descompone rápidamente a una forma más estable y se liberan
gas y aceites que pueden ser capturados como fuente de energía, reduciendo así
las emisiones de gases (Shrestha et al., 2010).
28
Manejo, transporte y almacenamiento
29
En el experimento realizado durante cuatro años por van Zwieten et al. (2010ª)
con la aplicación de dos biocarbones derivados de residuos de fábrica de papel y
de camas de pollo en una rotación cereal-leguminosa, mostraron que la
producción aumentó con ambos biocarbones comparado a los demás
tratamientos que correspondieron al manejo del productor, encalado con 3 t ha-1 y
uso de composta húmeda a razón de 25 t ha-1, produjo ganancias económicas, ya
que con respecto a la práctica del productor, el incremento neto fue de 2,480
dólares por hectárea con el biocarbón de residuos avícolas y con el biocarbón de
fábrica de papel fue aún mayor.
Por ello es conveniente realizar el estudio económico que defina claramente los
beneficios y considerar además el impacto social que ello implicaría, porque en
este momento es una tecnología que se desconoce y que no se ha aplicado en
México. Si se piensa en la cantidad de residuos de cultivos que se desperdician o
que son mal empleados, habría un gran potencial para ello, y lo conveniente sería
promover el desarrollo de tecnologías limpias de pirólisis para producir este
mejorador y preferentemente de manera local que reduciría costos de transporte
de biomasa y biocarbón.
1.3 CONCLUSIONES
El estudio del biocarbón a nivel mundial tiene mucho auge pues se considera una
tecnología que puede aumentar la fertilidad de los suelos y aumentar el
rendimiento de los cultivos, el secuestro de carbono, el efecto positivo sobre el
cambio climático y la obtención de créditos de carbono. Sin embargo, falta mucho
conocimiento en el efecto a largo plazo del uso del biocarbón en los suelos y en el
ambiente, ya que la investigación a nivel de campo ha sido limitada. Asimismo, la
caracterización de los biocarbones para definir las propiedades físicas, químicas,
fisicoquímcas y biológicas que son las que determinan su comportamiento en el
suelo y en la eficacia en la mejora de la calidad es aún muy poca. Considerando
la infinita gama de agroecosistemas en el mundo, y la gran diversidad de
biocarbones por los parámetros empleados en su producción, que considera las
materias primas, las condiciones del proceso de pirolisis, así como su uso como
mejorador de suelos, como dosis, forma de aplicación, entre otros. Es necesario
30
recalcar que puede haber diversas respuestas en los cultivos en diferentes
ambientes. En México es necesario impulsar esta tecnología para obtener tales
beneficios para lo cual es necesario la realización de investigación que permita
comprobar los resultados que muchos investigadores han confirmado, para que
sea utilizada por los productores agrícolas por rentabilidad, seguridad en la salud
y seguridad alimentaria.
De esta manera, puede considerarse que el uso del biocarbón como una
tecnología que se ha demostrado provee beneficios al suelo aumentando su
fertilidad a través de su influencia en las propiedades físicas, químicas y
biológicas del suelo, así como su capacidad para ayudar al secuestro de C en el
suelo, tiene gran futuro en la medida que se le considere como tal y tenga apoyo
para probarlo en diferentes agroecosistemas de México, ya que la factibilidad de
su obtención y aplicación podría llevarse a cabo directamente en el campo,
aprovechar los residuos de las labores agrícolas y disminuir los costos, con los
beneficios mencionados.
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39
CAPITULO DOS
2.1 INTRODUCCIÓN
El interés actual del biocarbón se debe a que investigadores como Glaser et al.
(2002) y Lehmann y Rondon (2006) han asegurado que produce mejoras en el
suelo cuando es aplicado en las dosis adecuadas, pero sobre todo cuando el
biocarbón tiene las propiedades específicas que impartan esa mejora. Sin
embargo, bajo ciertas condiciones de producción y callidades de materia prima
empleada en su fabricación, pueden hacer que el biocarbón sea completamente
ineficaz para retener nutrientes y disminuir el CO 2 liberado a la atmósfera, o
susceptible a degradación por microorganismos (Lehmann, 2007).
Las características del biocarbón que dependen, en gran medida, como se señaló
en la Introducción, de la naturaleza de la materia prima y de las condiciones del
proceso de elaboración, y tienen que ser adecuadas para obtener un biocarbón
con características deseables para aplicarlo al suelo (Downie et al., 2009). Se
conocen que hay diferencias en los biocarbones adicionados al suelo en cuanto a
su comportamiento en el mismo. Dos biocarbones producidos, uno a partir de
abono y otro de virutas de madera, podrían parecer iguales a simple vista; sin
embargo, el primero tuvo mayor contenido de nutrientes que el segundo y, en
cuanto a su estabilidad el segundo fue más estable por un periodo de tiempo
mayor (Kookana et al., 2011). En el proceso de elaboración, la temperatura es
importante. Por ser un material orgánico, el biocarbón es poroso, pero el que es
producido a 700ºC tiene mucha mayor capacidad de adsorción y es más poroso
que uno producido a 400ºC (Kookana et al., 2011). La temperatura más alta lo
hace tener una mayor capacidad para adsorber sustancias tóxicas y rehabilitar
ambientes contaminados (Krull, 2009), mientras que la estructura porosa le
permite retener nutrientes y proveer una estructura en el suelo que estimula el
desarrollo de hongos microscópicos importantes en la microbiología del suelo
(Goodall, 2008).
42
atributos de cada biocarbón y las características que definan aquéllas que
describan su naturaleza. Aun cuando distintos biocarbones exhiben diferentes
propiedades y los impactos que tienen pueden ser o no los mismos en una gama
de sustratos, se torna difícil elegir los estándares que identifiquen las
características importantes de todos los biocarbones. Es obvio que algunos de los
criterios no podrán ser aplicados a todos ellos. Debiera pensarse en un número
de características que sean comunes a todos los biocarbones para que sea
aplicable universalmente (Reed, 2011). La estandarización de criterios con el fin
de definir un comportamiento común dependiendo de tales características es
indispensable.
Entre las propiedades que los biocarbones presentan está su recalcitrancia. Esta
característica se refiere a cuán lenta es su degradación que puede ser de entre
varios cientos a miles de años (Verheijen et al., 2009), debida a la presencia de
compuestos principalmente de carbono aromáticos que son difíciles de
descomponer y que depende, en gran proporción, no sólo de la naturaleza de la
biomasa usada y del proceso de pirólisis, sino también de las condiciones de
producción de la materia prima en el campo, las propiedades del suelo y el clima
(Lehmann et al., 2006).
43
Con el fin de asegurar que la naturaleza de los biocarbones sea la adecuada para
que sean efectivos como mejoradores al ser adicionados al suelo, en el presente
trabajo se tiene el objetivo de:
La hipótesis nula es: Las características físicas y químicas de los biocarbones son
iguales y adecuadas para su uso como mejoradores de suelos.
44
hidrógeno:carbono (H:C), cenizas totales, nitrógeno total, pH, conductividad
eléctrica, capacidad de encalado (si su pH es superior a 7), distribución del
tamaño de partículas, en un primer grupo de características (IBI, 2013).
45
como lo afirmaron Lehmann et al. (2011). Estos nutrientes son constituyentes del
consumo biológico y representan recursos importantes para la fertilidad del suelo.
46
aplicación específica de cada producto (Downie et al., 2009), así como para la
elección del método de aplicación, debido, sobre todo, a que los procesos que
favorecen la fragmentación del biocarbón en partículas más pequeñas (como los
ciclos de congelación y descongelación, lluvia, erosión eólica, bioturbación) puede
hacerlo más susceptible a su degradación y transporte (Hammes and Schmidt,
2009). También es importante en el manejo, almacenamiento y transporte de los
productos.
La materia volátil es definida por la American Society for Testing Materials (ASTM,
1954) como aquellos productos que son emitidos por un material en forma de gas
47
o vapor que pueden variar de acuerdo a la naturaleza del material, que no
incluyen la humedad. Se considera como una medida de la susceptibilidad del
biocarbón a descomponerse más y formar carbono biodisponible cuando es
calentado. Esto es importante porque la relación entre la volatilidad de los
compuestos del biocarbón y su recalcitrancia, aun no es clara en los suelos. Chan
and Xu (2009) han observado que cuando el biocarbón contiene gran cantidad de
carbonos aromáticos densos (que son recalcitrantes), y es aplicado al suelo hay
una tendencia a tener bajo contenido de materia volátil, y viceversa, contenidos
altos de materia volátil parecen causar inmovilización de nitrógeno en algunos
estudios. Deenik et al. (2010) realizaron un estudio donde demostraron que altos
contenidos de materia volátil (22.5%) en biocarbones de cáscaras de macadamia
causó una disminución en el crecimiento de plantas de lechuga y maíz con las
dosis altas , en experimentos de invernadero, al ser aplicados a razón de 0, 5, 10
y 20%, con y sin fertilizante nitrogenado. Cuando usaron un biocarbón con
materia volátil de 6 %, se tuvieron efectos benéficos en maíz y aun más cuando
se le adicionó fertilizante químico. Otra conclusión de Deenik et al. (2010) fue que
el biocarbón con alto contenido de materia volátil disminuyó el nitrógeno en forma
amoniacal y produjo un incremento significativo en la respiración en el suelo,
comparado al suelo tratado con biocarbón con bajo contenido de materia volátil y
el control (solo suelo).
48
se incrementa por centrifugación o precipitación a que es sometido. Estas
técnicas no han sido eficientes porque los biocarbones tienden a separarse en
tres fracciones después de la centrifugación: una que flota, otra que se queda en
el fondo y una tercera que permanece suspendida. Filtrar las muestras no
constituye una alternativa ya que puede perderse gran parte del material.
Segundo, el elevado pH de algunos biocarbones interfiere con el control de pH
durante el análisis. Muchas propiedades químicas del suelo y el biocarbón como
la CIC, son fuertemente dependientes del pH y los biocarbones que tienen un
elevado contenido de cenizas, especialmente óxidos metálicos básicos de baja
solubilidad, continuamente llevan el pH a un valor fuera del intervalo de análisis,
incluso en métodos en que éste se amortigua, como por ejemplo, cuando se
emplea acetato de amonio. Para obtener datos válidos de las propiedades
dependientes del pH, estos biocarbones pueden necesitar ser enjuagados y
neutralizar la alcalinidad que presentan antes del análisis. Finalmente, los
biocarbones pueden contener elementos que no están en la forma química que
puedan cuantificarse con el análisis y dar resultados erróneos (Brewer et al.,
2010).
49
Para que un biocarbón sea seguro para aplicarlo al suelo debe demostrarse que
no contiene compuestos tóxicos y moléculas orgánicas con niveles dañinos
potencialmente como dioxinas, furanos, bifenilos policlorados, hidrocarburos
aromáticos policíclicos, benceno, tolueno, xileno (Biochar Quality Mandate, 2013)
para lo cual existen metodologías que requieren de equipos especializados o
pruebas biológicas para prever un posible daño a organismos sensibles.
50
Cuadro 2.1 Metodologías de la Iniciativa Internacional de Biochar empleadas para
la caracterización de muestras de biocarbones de rastrojo de maíz (IBI, 2012).
Parámetro Metodología1
52
Cuadro 2.2 Características químicas de los biocarbones.
mm ºC % Cmol % %
Kg-1
3562 Mayo Maíz <4 300 9.5 6.88 12.7 49.80 1.29
2011 19.4
10540 Ago- Maíz <4 300- 10.4 10.2 17.1 37.65 1.60
2011 650 19.9
10541 Ago- Maíz >4 300 9.9 9.66 16.6 11.40 2.32
2011 28.3
3563 Mayo Maíz >4 300- 9.8 6.82 11.8 16.97 2.13
2011 650 20.4
1
CA = Carbón activado empleado como referencia
53
rastrojos de maíz, cuando la pirólisis se había hecho a temperatura de 350ºC y pH
9.42 cuando ésta fue de 600ºC, lo cual sugiere que pueden ser empleados en
suelos ácidos por su efecto neutralizante de la acidez del suelo. Según Sing et al.
(2006), generalmente si se aumenta la de temperatura de pirólisis se incrementa
el pH, sin embargo, esto sucedió para los biocarbones cuyo tamaño de partícula
fue <4mm, pero ocurrió lo contrario para aquellos cuyo tamaño fue > de 4mm.
Humedad. La humedad de los biocarbones fue baja, entre 3.39 y 3.79 %, que
coincide con el 4% reportado por Brewer et al. (2010) para biocarbones de
biomasa de maíz.
54
70
60
50
Maíz < 4mm, 300ºC
40
Maíz < 4mm; 650ºC
%
10
0
<0.42 mm 2.38 mm 2.38-4.76 > 4.76 mm
mm
Materia volátil. Los contenidos de materia volátil fueron bajos en todos los
biocarbones, entre 1.29 y 2.32%, lo que se considera muy adecuado para su
aplicación al suelo; sin embargo, son muy diferentes a los definidos por Brewer et
al. (2010) quienes consignaron un valor de 73% para un biocarbón de maíz,
mientras que Lehmann et al. (2011), obtuvieron valores de 48.8 y 23.5% para dos
biocarbones de maíz producidos a 350 y 600ºC de pirólisis respectivamente. Por
su parte, Uddin and Phuong (2012) determinaron14 y 30% para dos biocarbones
de arroz (cascarilla y rastrojo) respectivamente, dependiendo de la temperatura y
55
el intervalo de calentamiento durante la pirólisis. En este estudio, los biocarbones
prodicidos con partículas < 4mm, la materia volátil aumentó ligeramente, mientras
que para los de tamaño > 4mm disminuyó y aunque los valores se consideran
muy bajos, según Zimmerman et al. (2011) cuando la materia volátil disminuye al
aumentar la temperatura pirolítica significa una mayor recalcitrancia del biocarbón.
56
experimento esto no resultó así en los biocarbones cuyo tamaño de partícula
original fue > de 4 mm, que tuvieron el mismo contenido de cenizas a diferentes
temperaturas.
Algunos estudios (Demirbas 2004; Uchimya et al., 2011) han revelado que el
contenido de C se incrementa con el aumento de la temperatura de pirólisis. Esto
se cumplió para los biocarbones que tuvieron un tamaño de partícula de biomasa
original <4mm, pero no así para los de >4mm, los cuales tuvieron valores
semejantes con las dos temperaturas (300 y 650ºC). Lo que aconteció con estos
últimos coincidió con lo indicado por Brendová et al. (2012), quienes explicaron
este resultado como consecuencia de una condición imperfecta de pirólisis y que
el limitar la presencia de oxígeno no era suficiente.
57
Esta relación en todos los productos analizados fue muy baja (0.02-0.03), lo que
indicaría que son materiales bastante estables.
Nitrógeno total. El porcentaje de nitrógeno total varió entre 0.87 a 0.92 % en los
cuatro biocarbones de maíz estudiados, valores que coinciden con los
mencionados (0.92%) por Shenbagavalli and Mahimairaja (2012) en un biocarbón
de maíz. Estos porcentajes fueron ligeramente más altos que aquellos obtenidos
por Brewer et al. (2010) (0.7%) y por Peterson et al. (2013) (0.44%). En
biocarbones generados a alta temperatura, Brendová et al. (2012) reportaron
porcentajes de nitrógeno de hasta 1.95% para un biocarbón producido a 500ºC y
1.79% para otro obtenido a 550ºC.
Relación C:N. Esta relación presentó valores entre 51.7 y 72.2 para los cuatro
biocarbones de maíz. Éstos coinciden con los obtenidos por Lehmann et al.
(2011) para biocarbones de la misma materia prima (51 y 66) generados a
temperaturas de pirólisis de 350 y 600ªC respectivamente, pero más bajos que los
mencionados por Shenbagavalli and Mahimairaja (2012) (90.2) y más altos (28.2
y 24.7) que los obtenidos por Brendová et al. (2012) para biocarbones producidos
con maíz a 500ºC y a 550ºC, respectivamente.
Fósforo total. Los contenidos de este elemento variaron entre 0.20 y 0.23%,
similares a los obtenidos por Lehmann et al. (2011) (0.19 y 0.21 %) para dos
biocarbones de maíz procesados a 350 y 600ºC, respectivamente, pero
ligeramente más bajos que el obtenido por Shenbagavalli and Mahimairaja (2012)
(0.29%) y Brewer (2010) (0.48%) para dos biocarbones de maíz, uno procesado a
500ºC y otro a 550ºC. Es entendible que la cantidad de fósforo en la materia
prima influya en este resultado.
Fósforo extraíble. El fósforo extraíble con ácido fórmico fue de 278 a 436 mg kg -1,
valor que es alto si se consideran los contenidos de fósforo extraíble en suelos,
con las distintas metodologías generalmente usadas en los laboratorios y
58
definidos en un nivel alto. Castellanos et al. (2000) y Wang et al. (2013),
consideraron que los biocarbones con alto contenido de fósforo podrían ser
usados como un fertilizante de liberación lenta y que es necesario determinar el
fósforo que podría estar disponible en los biocarbones antes de su aplicación al
suelo para que la dosis, frecuencia y tiempo de aplicación sean correctamente
establecidas.
Potasio total. El contenido de este nutriente en los biocarbones fue de 0.94 a 1.32
%, más elevado que lo indicado por Shenbagavalli and Mahimairaja (2012)
(0.67 %) y menor que el consignado por Brewer et al. (2010) (3.34%).
59
Cuadro 2.5. Porcentajes de humedad retenida a diferentes tensiones.
Tensión (Pa)
0 10132.5 50662.5 101325
60
aumentar la temperatura. Este fenómeno se reflejó tanto en la porosidad de
aireación como en la de retención de humedad, ésta última con valores más altos
que definen una mayor capacidad de contener agua que aire. Además se observó
la porosidad a través de microscopía electrónica de barrido (Figura 2), donde se
notan poros cilíndricos debidos a la estructura celular vascular de la biomasa
original, como lo menciona Lee et al. (2013) en un biocarbón derivado de
Miscanthus giganteus a través de pirólisis a 500ºC.
b
a
61
d e
f g
h i
62
Figura 2.3. A la izquierda se observan esporas y a la derecha estructuras del
material original.
Spectrum processing:
Peaks possibly omitted: 2.145, 2.837 keV
Processing option: All elements analyzed
(Normalised)
Number of iterations = 2
Standard:
C CaCO3 1-Jun-1999 12:00 AM
Al Al2O3 1-Jun-1999 12:00 AM
K MAD-10 Feldspar 1-Jun-1999 12:00 AM
Cu Cu 1-Jun-1999 12:00 AM
63
Element Weight Atomic
% %
CK 64.07 83.65
Al K 11.12 6.46
KK 24.38 9.78
Cu L 0.42 0.10
Totals 100.00
2.5 CONCLUSIONES
64
2.6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
65
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69
CAPITULO TRES
TOXICIDAD DE BIOCARBONES
CAPÍTULO TRES
TOXICIDAD DE BIOCARBONES
3.1 INTRODUCCIÓN
71
crecimiento de plántulas y aleloquímicos presentes en el rastrojo de maíz (Zea
mays L.). Las semillas de maíz fueron germinadas en extractos acuosos de
biocarbones producidos de diversas materias primas, procesos termoquímicos y
temperaturas. Los últimos autores citados evaluaron el porcentaje de
germinación, altura de plántula y longitud radicular, y encontraron que no había
efecto de los extractos de biocarbones en el porcentaje de germinación, pero sí
en la altura de plántula y longitud radicular.
Debido a que las materias primas empleadas para su elaboración pueden ser muy
variables, y sus características físicas y las condiciones de pirólisis también, se
infiere que el biocarbón que se produce no es único y sus propiedades variarán,
sino que habrá una gama muy diversa de biocarbones con características
particulares (Van Zwieten et al., 2010).
Por todo ello, se hace necesario conocer la calidad de los biocarbones con el fin
de determinar si es factible usarlos como mejoradores de suelos. La toxicidad es
uno de los principales parámetros que define dicha factibilidad, ya que ésta puede
72
afectar a los vegetales y otros organismos propios del suelo, si durante el proceso
de fabricación se produjesen algunas sustancias tóxicas.
La hipótesis nula del estudio con lombrices de tierra es: el efecto del suelo y de la
mezcla de suelo-biocarbón es igual en la evasión de las lombrices.
La hipótesis nula del estudio sobre germinación de lechuga es: El efecto del suelo
y de las mezclas suelo-biocarbón es igual en la germinación de las semillas de
lechuga.
73
3.2 REVISIÓN DE LITERATURA
74
Bargmann et al. (2013) realizaron una investigación con cebada (Hordeum
vulgare L.) de primavera, para evaluar los efectos tóxicos de biocarbones,
hidrocarbones y aguas del proceso de carbonización hidrotérmica como
mejoradores de suelo. Mientras el biocarbón no tuvo efectos en la germinación en
términos generales, los hidrocarbones y las aguas de proceso generaron un
impacto negativo inhibiendo la germinación de la cebada. La respuesta de los
biocarbones que fueron producto de una carbonización en hornos, probablemente
se debió a que los compuestos volátiles se evaporaron durante el proceso,
reduciendo su potencial de daño.
Liesch et al. (2010) investigaron la aplicación de 0, 22.5, 45, 67.5 y 90 ton ha-1 de
biocarbones de virutas de pino y de camas de pollo en una mezcla de arena,
caolín y Sphagnum, para medir la sobrevivencia y crecimiento de Eisenia fetida
S. Todas las lombrices murieron con la dosis más alta de biocarbón de camas de
pollo, muy probablemente debido a la volatilización de amoníaco a pH alto y al
choque osmótico. La sobrevivencia de la lombriz y el crecimiento con la aplicación
más baja de biocarbón de camas de pollo y todas las dosis de aplicación de
biocarbón de virutas de pino no difirieron significativamente del testigo no
enmendado.
75
de campo, no hubo evasión. También señalaron que esto también pudo ser la
causa de disminución de peso de las lombrices.
76
(Brassica alba (L.) Rabenh.), colza (Brassica napus L), rábano (Raphanus sativus
L) para la segunda y frijol mungo (Phaseolus aureus Zuccagni), trébol rojo
(Trifolium pratense L), lechuga (Lactuca sativa L) para la tercera.
Suelo y biocarbones
Las metodologías para las pruebas de toxicidad de biocarbón las describe Major
(2010), en el Boletín Técnico de IBI No. 104.
77
lombrices en la división de los sustratos para que las lombrices se movilizasen
hacia el material de su preferencia. Se esperaron 48 h y entonces se volvió a
poner la lámina rígida de plástico en cada recipiente para separar los dos
sustratos: éstos se retiraron por separado y contaron las lombrices en cada uno
de ellos.
Variable Biocarbones
Clave laboratorio 3562 3563 10540
Fecha de proceso Mayo 2011 Mayo 2011 Agosto 2011
Materia prima Maíz Maíz Maíz
Diámetro de materia prima < 4 mm >4 mm < 4 mm
T ºC Pirólisis 300 650 650
Características químicas
pH (03/04/13) 9.5 9.8 10.4
% CaCO3 equivalente 6.88 6.82 10.20
CIC (Cmol.Kg-1)
23/09/11 12.70 11.80 17.10
28/08/13 19.39 20.40 19.85
% Cenizas Totales 49.80 16.97 37.65
% MateriaVolátil 1.29 3.13 1.60
%C Total 45 64 56
% C Fijado 66.52 77.11 57.19
% N total 0.87 0.92 0.87
N mineral NH4+ 43.81 20.56 43.81
ppm NO3- 41.56 32.66 71.98
P Soluble ppm 436 297 432
P Total % 0.20 0.20 0.23
K Total % 0.94 1.35 1.33
C/N 51.72 69.57 64.37
Características físicas
CE dS.m-1 1.86 2.84 3.75
% Humedad 2.39 3.79 3.56
Densidad aparente 0.44 0.39 0.38
g cm-3
Porosidad Total % 44.9 43.1 56.3
Porosidad de aireación % 16 11.1 19.9
Porosidad de retención 28.9 32.0 36.4
humedad%
Retención Tensión 0 245.1 318.2 501.4
de (Pa) 10132.5 197.1 255.3 402.2
humedad 50662.5 139.6 150.4 256.8
% 101325 110.1 135.4 222.8
1
Metodologías de Standarized Product Definition and Product Testing Guidelines for Biochar that
is used in soil (IBI, 2012).
78
Aunque el criterio de interpretación es basado en la tendencia de las lombrices a
escapar del sustrato tratado con las diferentes dosis de biocarbón o permanecer
en él (IBI, 2012), se realizó una prueba de pares de t de Student.
Para esta prueba se usó lechuga (Lactuca sativa L.) cv. Climax como especie
indicadora de inhibición de germinación. Previamente se midió el porcentaje de
germinación en cajas Petri de 15 cm. de diámetro provistas en su fondo con papel
filtro y humedecidas con agua destilada, sin ningún tipo de sustrato, lo cual se
repitió cinco veces. Se colocaron cincuenta semillas en cada caja, las cuales se
pusieron en una cámara de germinación regulada a una temperatura de 28ºC. Se
hizo el conteo de semillas germinadas a los 4, 7 y 14 días (International Rules for
Seed Testing, 2009).
Para las pruebas de inhibición de germinación de estas semillas con los diferentes
tratamientos mencionados arriba. Se usaron charolas con tapa de plástico
transparente, de 20 x15 cm., las cuales fueron llenadas hasta una altura de 2 cm.
con los sustratos de suelo-biocarbón; las charolas se pesaron para que todas
tuvieran la misma cantidad de sustrato.
79
indistintamente se encuentran en el suelo solo o en el suelo con biocarbón, a
excepción del biocarbón 10540 en la repetición 2 donde se define que las
lombrices prefirieron el suelo con biocarbón. Los resultados muestran que no
hubo evasión de lombrices en los sustratos con los diferentes niveles de
biocarbón, lo cual coincide con los estudios realizados por Weyers y Spokas,
(2011), lo que podría asegurar que no hay sustancias tóxicas en los biocarbones.
80
Cuadro 3.3. ANOVA de germinación de lechuga cv. Climax, de los tratamientos
de biocarbón de 0, 5, 10, 15 y 20 ton ha-1.
Suma de Cuadrado de
Fuente DF Cuadrados la media F-Valor Pr > F Ft
%Germinación
98
96
94
92
90
88
86
81
Cuadro 3. 4. Medias y desviaciones estándares de los tratamientos de
germinación de lechuga cv. Climax.
3.5 CONCLUSIONES (
82
3.6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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84
CAPITULO CUATRO
4.1 INTRODUCCIÓN
86
tendría el potencial de mejorar la productividad agrícola y la calidad de sus suelos
(McHenry, 2009). De hecho al ser aplicado al suelo tiene un efecto a corto plazo
en sus funciones de nutrición, en la retención de humedad y en la actividad
microbiana (Atkinson et al., 2010), pero también uno a largo plazo por la
naturaleza recalcitrante del biocarbón, que influenciaría los procesos de formación
del suelo que gobiernan la acumulación, transformación y translocación de los
constituyentes del suelo y modificaría la actividad pedogénica, la morfología y la
productividad (Richter, 2007).
En los últimos años el biocarbón ha sido objeto de estudios en varios lugares del
mundo (Lehmann y Joseph, 2009; Sohi et al., 2009) que generaron los
conocimientos iniciales de algunas características de este producto, pero se
requiere mayor investigación que demuestre de manera segura las ventajas de
su aplicación al suelo y, en general, al ambiente, incluyendo su efecto en la salud
humana. De manera particular se requiere más información del efecto que tiene
su aplicación al suelo y a los cultivos, particularmente demostrar sus beneficios en
el aumento de la productividad y en las mejoras de las propiedades químicas y
físicas de diferentes tipos de suelos y sustratos.
El objetivo general del presente estudio fue: Evaluar el efecto de tres biocarbones
producidos en diferentes condiciones de temperatura, y como materia prima base
rastrojo de maíz con diferente tamaño de partículas, en la producción de biomasa
y estado nutricional de N, P y K de una planta indicadora (Lolium perenne L.), en
presencia de fertilización química y lombricomposta.
87
4.2 REVISIÓN DE LITERATURA
88
que interactúa (por ejemplo densidad aparente y el pH) de modo que altera
positivamente sus ciclos nutrimentales y la capacidad de retención de humedad.
89
la adición de nutrientes, para cuantificar las características de retención de los
nutrientes, incluyendo los rangos de las reacciones. La retención de fósforo
estuvo correlacionada con el pH y el contenido de Ca del carbón. Carbones
procedentes de las camas de aves de corral y residuos de papel, con elevados
contenidos decalcio, tuvieron mayor capacidad de retención de fósforo (> 3000
mg kg-1), similar a la de los suelos de alta capacidad de retención, mientras que el
carbón de residuos verdes tuvo relativamente baja capacidad de retención de
fósforo (~1000 mg kg-1).Al examinar los productos del biocarbón después de la
adición de fósforo, se confirmó la precipitación de este elemento en complejos Ca-
P. Ninguno de los carbones retuvo cantidades significativas de nitrógeno.
Frossard et al. (1995) consideraron que la adición de biocarbón al suelo (5-15 cm)
en dosis de 50 a 3000 mg kg-1, pudo tener una influencia positiva en el ciclo del
fósforo por el incremento de la capacidad de retención, especialmente para suelos
con baja capacidad de ésta. Sin embargo, los incrementos en la disponibilidad de
nitrógeno no fueron explicados por un mecanismo parecido. Este trabajo
demuestra la notable necesidad de diferenciar entre el concepto de retención de
nutrientes y la eficiencia en el uso de nutrientes por las plantas cuando se trata de
dilucidar la influencia del carbón sobre los ciclos nutrimentales en los sistemas de
suelo.
90
En China, Wang et al. (2012) llevaron a cabo una investigación en macetas con
un biocarbón de pH 9.1 producido a partir de residuos de arroz a 450ºC en una
planta pirolizadora local; usaron dos suelos: un Antrosol estágnico y un Antrosol
órtico. Emplearon tres dosis del biocarbón: 0. 25 y 50 ton ha-1 para el primer suelo
y de 0, 10, 25 y 50 ton ha-1 para el segundo. Como cultivos indicadores usaron
una rotación de cultivo arroz-trigo. Además hicieron aplicaciones de 0 y 200 kg
ha-1 de nitrógeno. Los resultados mostraron que la incorporación del biocarbón en
ambos suelos incrementó la producción de grano de arroz y trigo, así como la
biomasa cuando fue aplicado con el fertilizante nitrogenado.
Cox and van Zwieten (2012) reportaron que la aplicación de biocarbón en campos
agrícolas generaba, en la mayoría de ensayos efectos benéficos en la producción
de los cultivos: 58 % registraron un aumento de la producción pero en 37 % no
hubo diferencias significativas. Estos mismos investigadores aseguraron que hay
diversos ejemplos donde las producciones de los cultivos se han incrementado 2
o 3 años después de la aplicación inicial de biocarbón.
91
4.3 MATERIALES Y MÉTODOS
92
Cuadro 4.1. Características de proceso de obtención, propiedades químicas y
físicas de los biocarbones de maíz ensayados.
Variable Biocarbones
93
Cuadro 4.2. Características físicas y químicas del suelo empleado en los tres
biocarbones1.
Químicas
pH 4.5 Potenciométrico 1:2 suelo:agua
Los tratamientos fueron los tres biocarbones indicados, que fueron ensayados en
tres experimentos independientes. Los biocarbones se ensayaron mezclados con
el fertilizante químico o con lombricomposta. Cada biocarbón se aplicó en dosis
94
equivalentes a 0, 5, 10, 15 y 20 ton ha-1 en cada uno de ellos. Esta cantidad se
calculó con base al contenido nutricional de la lombricomposta (Cuadro 4.4) y de
su lenta disponibilidad de los nutrientes. Cada tratamiento se repitió cuatro veces.
% Mg 0.90
95
Siembra. Ésta se realizó en el mes de febrero de 2012, con temperaturas
ambientales en el invernadero de medias a bajas. Se colocó 1 g de semilla de
Lolium perenne (cerca de 400-450 semillas) en cada maceta, de la cual se había
sustraído una cantidad de sustrato aproximadamente igual para cada maceta y
suficiente para cubrir la semilla a menos de 1 cm de profundidad.
Riego. Los riegos se hicieron en un inicio diariamente sin permitir drenar el agua.
Finalmente se hicieron riegos que permitieron un ligero drenado para evitar
problemas de salinidad, bajando el pH del agua de riego a un valor de 5.5-6
adicionando ácido sulfúrico, y midiendo el pH con un potenciómetro manual.
Variables de respuesta
Análisis visual de raíces. Se recuperaron las raíces de las plantas de cada unidad
experimental sacándolas cuidadosamente del sustrato y se tomaron fotografías
para evaluar visualmente su crecimiento.
96
4.4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Biomasa
97
Cuadro 4.5. Medias de biomasa de los tres biocarbones
BIOMASA g maceta -1
Biomasa
Dosis Corte 1 Corte 2 Corte 3 Corte 4 acumulada
x ±DE CV x ±DE CV x ±DE CV x ±DE CV x ±DE CV
0F 7.41±0.57c 7.7 3.08±0.24b 7.8 2.80±0.04b 1.4 2.43±0.12b 4.9 15.74±1.13b 7.2
5F 7.50±0.39c 5.2 3.20±0.20b 6.2 2.76±0.52b 18.8 2.37±0.53b 22.4 15.85±0.82b 5.2
10F 7.47±0.22c 2.9 3.46±0.37b 10.7 2.89±0.37b 12.8 2.53±0.18b 7.1 16.35±0.46b 2.8
15F 7.64±0.44c 5.8 3.38±0.36b 10.7 2.62±0.43b 16.4 2.55±0.46b 18.0 16.2±0.68b 4.2
20F 7.79±0.33bc 4.2 3.25±0.13b 4.0 3.05±0.21b 6.9 2.94±0.06b 2.0 17.04±0.56b 3.3
0L 8.09±0.34a 4.2 5.68±0.69a 12.1 6.13±1.07ª 17.5 5.31±0.71ª 13.4 26.07±1.99ª 7.6
5L 8.90±0.39a 4.4 4.99±0.55a 11.0 5.4±0.61ª 11. 5.21±0.37ª 7.1 24.57±1.28ª 5.2
10L 8.94±0.45a 5.0 5.16±0.81a 15.7 5.23±0.57ª 10.9 4.81±0.28ª 5.8 24.15±1.33ª 5.5
15L 8.67±0.25ab 2.9 5.91±0.92a 15.6 5.90±0.57ª 9.7 5.49±1.49ª 27.1 25.97±1.89ª 7.3
20L 8.78±0.32a 3.6 5.10±0.56a 11.0 5.19±0.50ª 9.6 4.83±0.60ª 12.4 23.91±0.94ª 3.9
Experimento 2 (Biocarbón > 4 mm y T 650ºC)
0F 7.84±0.43c 5.5 3.31±0.30b 9.1 2.61±0.22ª 8.4 2.83±0.15b 5.30 16.6±0.49b 2.9
5F 7.23±0.52c 7.2 3.32±0.52b 15.7 2.74±0.23ª 8.4 2.62±0.19b 7.2 15.93±1.2b 7.5
10F 8.06±0.57bc 7.1 3.61±0.26b 7.2 2.94±0.23ª 7.8 2.94±0.33b 11.2 17.56±0.74b 4.2
15F 8.65±0.50abc 5.9 3.41±0.29b 8.5 3.00±0.21ª 7.0 2.84±0.32b 11.3 17.92±0.74b 4.1
20F 8.84±0.59abc 6.7 3.54±0.36b 10.2 3.13±0.30ª 9.6 2.78±0.36b 12.9 18.29±0.24b 1.3
0L 9.63±0.66ab 6.9 7.02±0.77ª 11.0 6.51±0.52b 8.0 6.03±1.24ª 20.6 29.2±2.87ª 9.8
5L 9.74±0.46ª 4.2 6.61±0.27ª 4.1 7.08±2.36b 33.3 6.50±1.03ª 15.8 29.94±1.67ª 5.6
10L 9.72±1.13ª 11.3 6.21±0.96ª 15.5 5.70±2.36b 41.4 6.37±1.74ª 27.3 28.01±2.57ª 9.2
15L 9.77±0.86ª 8.0 7.19±0.74ª 10.3 6.53±0.60b 9.2 7.08±0.44ª 6.2 30.59±1.61ª 5.3
20L 10.27±0.75ª 7.0 6.50±0.56ª 8.6 6.96±0.90b 12.9 6.28±1.43ª 22.8 30.03±2.87ª 9.6
Experimento 3 (Biocarbón < 4 mm y T 650ºC)
0F 8.86±1.63bc 18.0 3.38±0.77bc 22.8 2.44±0.18b 7.4 2.58±0.34b 13.2
17.26±2.64b 15.3
5F 8.66±0.28c 3.3 3.31±0.63c 19.0 2.51±0.16b 6.37 3.16±0.49b 15.5 17.65±0.79b 4.5
10F 9.80±0.72abc 7.5 3.63±0.52bc 14.3 3.61±1.96b 54.3 2.77±0.20b 7.2 19.81±1.83b 9.2
15F 8.89±0.94bc 10.6 3.09±0.85c 27.5 2.81±0.25b 8.9 2.70±0.24b 8.9 17.5±1.31b 7.5
20F 7.97±1.41c 17.7 3.30±0.51c 15.4 2.56±0.12b 4.7 2.61±0.29b 11.1 16.45±1.87b 11.3
0L 10.80±0.32ab 2.9 5.23±1.39abc 26.6 6.72±0.82a 12.2 6.60±0.69a 10.4
29.38±2.84a 9.7
5L 10.96±0.19a 1.7 4.17±3.16abc 75.9 7.48±0.67a 9.0 7.09±0.20a 2.8
29.71±3.72a 12.5
10L 9.71±0.11abc 1.1 6.71±0.57a 8.5 6.95±0.78a 11.2 6.87±0.63a 9.2 30.26±1.57a 5.2
15L 11.45±0.40a 3.5 6.39±0.86ab 13.5 6.86±0.55a 8.0 6.94±0.68a 9.8 31.66±1.95a 6.2
20L 10.71±0.34ab 3.2 5.25±0.57abc 10.9 6.63±0.95a 14.3 6.79±0.56a 8.2
29.39±1.69a 5.7
-1
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
98
los mejores y los que emplearon biocarbón con fertilización química (Cuadro 4.5).
30
25
DMS
20 2.94
g Biomasa
15
10
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
Figura 4.1. Biomasa acumulada de los cuatro cortes biocarbón < 4 mm y T 300ºC.
10
9
8
7
6 Corte 1 DMS
0.93
5 Corte 2 1.32
g Biomasa
4 Corte 3 1.35
Corte 4 1.50
3
2
1
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
-1
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
Figura 4.2. Biomasa aérea seca de cuatro cortes con biocarbón <4 mm y T
300ºC.
99
10,00
9,00 0F
8,00 5F
7,00 10 F
Biomasa g
6,00 15 F
5,00 20 F
4,00 0L
3,00 5L
2,00 10 L
1,00 15 L
0,00 20 L
Corte 1 Corte 2 Corte 3 Corte 4
-1
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
Figura 4.3. Dinámica de la biomasa aérea por cortes con biocarbón <4 mm y T
300ºC.
100
35,00
30,00
25,00 DMS
g Biomasa
4.28
20,00
15,00
10,00
5,00
0,00
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
12
10
8
g Biomasa
Corte 1 DMS
1.65
6 Corte 2 1.35
Corte 3 2.08
4 Corte 4 2.20
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
Figura 4.5. Biomasa aérea seca de cuatro cortes, biocarbón > 4 mm y T 650ºC.
Biocarbón < 4mm de partícula de biomasa original y T 650ºC
(Experimento 3)
101
estándares se muestran en el Cuadro 4.5. También en este ensayo es notoria la
diferencia entre los tratamientos que usaron fertilización química y los que
emplearon lombricomposta (Figura 4.6), estos últimos con mayor biomasa. Se
observa además, el efecto depresivo en biomasa del tratamiento con fertilización
química y 20 ton ha-1 de biocarbón.
40,00
35,00
30,00
25,00
g Biomasa
DMS
20,00 5.25
15,00
10,00
5,00
0,00
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
102
14
12
10
% Biomasa DMS
Corte 1 1.96
8
Corte 2 3.02
6 Corte 3 2.02
Corte 4 1.15
4
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
Nota: 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
104
Biocarbón < 4 mm de partícula de biomasa original, T 300ºC
(Experimento 1)
El análisis de los cuatro cortes (Figura 4.8) muestra la diferencia entre los
tratamientos que usaron fertilización química y la lombricomposta, siendo éstos
últimos los que presentaron mayores concentraciones.
5 Corte 1 1.08
%N 4 Corte 2 0.73
Corte 3 0.30
3
Corte 4 0.45
2
0
0F 5F 10F15F20F 0L 5L 10L 15L 20L
Nota 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
105
7,0
6,0 0F
5F
5,0 10F
15F
% Nitrógeno
4,0
20F
3,0 0L
5L
2,0
10L
1,0 15L
20L
0,0
Corte 1 Corte 2 Corte 3 Corte 4
Nota 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
Figura 4.9. Dinámica del nitrógeno por cortes, biocarbón < 4 mm y T 300ºC.
106
6
4 DMS
Corte 1 0.29
%N 3 Corte 2 0.58
Corte 3 0.42
2 Corte 4 0.70
0
0F 5F 10F15F20F 0L 5L 10L 15L 20L
107
6
5
DMS
4
Corte 1 0.79
%N 3 Corte 2 0.53
Corte 3 0.25
2 Corte 4 0.47
0
0F 5F 10F15F20F 0L 5L 10L 15L 20L
El resultado obtenido que los mejores tratamientos han sido los de biocarbón con
uso de lombricomposta, coincide con los resultados de Ngo et al. (2013), quienes
encontraron un efecto positivo del uso de estos dos productos juntos en el
contenido de nitrógeno foliar.
108
Fósforo.
La concentración de fósforo en los cuatro cortes varió, el corte dos presentó los
mayores valores, siguiendo el tres, uno y cuatro respectivamente (Figura 4.13).
109
Cuadro 4.7. Medias, desviaciones estándares y significancia de fósforo de los tres
Experimentos.
0F 2.60
0.58±0.02b 0.66±0.04b 5.9 0.48±0.03ab 6.0 0.53±0.02 3.9
5F 0.52±0.13b 24.5 0.69±0.02ab 3.3 0.49±0.03ab 5.7 0.53±0.02 4.4
10F 0.57±0.02b 3.8 0.70±0.02ab 2.6 0.48±0.04ab 8.2 0.52±0.01 1.8
15F 0.51±0.12b 23.5 0.64±0.03b 5.0 0.39±0.10b 24.6 0.52±0.02 4.1
20F 0.56±0.01b 2.2 0.66±0.03b 5.2 0.49±0.01ab 3.1 0.53±0.07 12.9
0L
0.48±0.11b 22.2 0.72±0.08ab 10.5 0.54±0.02a 3.2 0.50±0.00 0.1
5L
0.49±0.13b 26.8 0.73±0.04ab 5.4 0.53±0.04a 7.2 0.54±0.01 2.7
10L 0.52±0.03b 5.4 0.71±0.05ab 7.2 0.52±0.02a 4.7 0.53±0.03 5.7
15L 0.51±0.02b 4.6 0.72±0.04ab 5.1 0.56±0.03a 5.3 0.57±0.05 8.7
20L
0.88±0.005a 0.5 0.78±0.03a 4.3 0.54±0.04a 6.8 0.57±0.02 3.6
-1
Nota 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
110
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5 DMS
Corte 1 0.04
% P 0,4
Corte 2 0.10
0,3 Corte 3 0.13
0,2 Corte 4 0.10
0,1
0
0F 5F 10F15F20F 0L 5L 10L15L20L
0,9
0,8 0F
0,7 5F
10F
0,6
15F
% Fósforo
0,5
20F
0,4 0L
0,3 5L
0,2 10L
0,1 15L
20L
0,0
Corte 1 Corte 2 Corte 3 Corte 4
En el corte tres el tratamiento con más alta concentración de fósforo fue el control
(0 biocarbón) con lombricomposta y diferente estadísticamente al tratamiento de
20 ton ha-1 con fertilización química que es el de menor concentración de fósforo.
El análisis estadístico del corte cuatro arrojó que el mejor tratamiento fue el de 15
ton ha-1 con lombricomposta y diferencia estadística con los tratamientos de 10 y
20 ton ha-1 con fertilización química, los cuales presentaron las concentraciones
más bajas de este nutriente.
0,9
0,8
0,7
0,6
DMS
0,5
%P Corte 1 0.06
0,4
Corte 2 0.09
0,3
Corte 3 0.10
0,2
Corte 4 0.03
0,1
0
0F 5F 10F15F20F 0L 5L 10L15L20L
-1
0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
112
El comportamiento de las concentraciones de fósforo en los cuatro cortes fue
similar al observado con el biocarbón anterior, por lo que descendieron del corte
dos, al tres, uno y cuatro, respectivamente.
113
1
0,9
0,8
0,7
0,6 Corte 1 DMS
0.18
Corte 2 0.10
% P 0,5
Corte 3 0.10
0,4
Corte 4 1.73
0,3
0,2
0,1
0
0F 5F 10F15F20F 0L 5L 10L15L20L
114
tuvo una respuesta parecida al mostrar respuesta en un inicio al biocarbón con
fertilizante químico, en el corte tres sólo a la aplicación de lombricomposta y
finalmente en el corte cuatro al biocarbón con lombricomposta. El biocarbón < 4
mm y T 650ºC en todos los cortes tuvo respuesta con el biocarbón con
lombricomposta, pero en los dos primeros fue la más alta dosis de biocarbón. En
el último fue independiente de las dosis de biocarbón.
Esto hace suponer que en los dos primeros biocarbones sí hubo un efecto de la
aplicación de fertilizante químico con el biocarbón, mientras que en el tercero sólo
fue la lombricomposta y probablemente una posible disponibilidad de nutrientes
para las plantas de esta última al avanzar el experimento.
Potasio.
Con este biocarbón hubo diferencia significativa entre los tratamientos en el corte
tres (Figura 4.16 y Cuadro 4.8) donde los mejores fueron con el uso de
lombricomposta con dosis de biocarbón de 10 ton ha-1 y el control (suelo sin
biocarbón), que son estadísticamente diferentes a los tratamientos con 0, 5 y 20
ton ha-1 de biocarbón y fertilización química.
115
Cuadro 4.8. Medias de la concentración de potasio en los tres experimentos
116
8
6
DMS
5 Corte 1 1.39
%K 4 Corte 2 0.38
Corte 3 0.54
3
Corte 4 1.06
2
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
7
0F
6
5F
5 10F
15F
% Potasio
4
20F
3 0L
5L
2
10L
1 15L
20L
0
Corte 1 Corte 2 Corte 3 Corte 4
Nota 0, 5, 10, 15 y 20 son ton ha-1 equivalentes de biocarbón, F (fertilización química) y L (lombricomposta)
117
Biocarbón > 4mm de partícula de biomasa original, T 650ºC
(Experimento 2)
5
DMS
4 Corte 1 DMS
1.42
%K 3 Corte 2 1.40
Corte 3 1.18
2
Corte 4 0.61
1
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
118
6
4 DMS
Corte 1 1.42
%K 3 Corte 2 1.40
Corte 3 1.18
2 Corte 4 0.61
0
0F 5F 10F 15F 20F 0L 5L 10L 15L 20L
La baja respuesta de los tratamientos en potasio pudo ser debida a que había
suficiente cantidad de este nutriente para las necesidades del cultivo, ya que se
fertilizó en un inicio con sulfato de potasio. Sohi (2009) afirmó que los biocarbones
liberan potasio de sus cenizas y que podría estar disponible para las plantas, por
lo que de ser así, no habría un déficit de este nutriente.
119
Raíces. De manera general, el desarrollo de raíces de Lolium perenne mostró que
las más largas y profusas fueron las de los tratamientos de biocarbón con
lombricomposta que llegaron a ocupar toda la maceta, como se ve en las Figuras
4.20, 4.21 y 4.22 con cada biocarbón, donde de manera general no se observó un
efecto por las dosis del biocarbón.
120
Figura 4.22. Crecimiento de raíces de Lolium perenne con biocarbón < 4 mm y T
650º C.
4.5 CONCLUSIONES
121
La respuesta a la aplicación de biocarbón con respecto a la concentración de
potasio de biomasa aérea fue poco observada, sin una relación con las dosis de
biocarbón.
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122
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123
ANEXO 1
125
Cuadro 1. Biomasa (g) de Lolium perenne con tres biocarbones, cuatro cortes
(continuación).
126
. Cuadro 1. Biomasa (g) de Lolium perenne con tres biocarbones, cuatro cortes
(continuación).
127
Cuadro 2. Valores de nitrógeno (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y
cuatro cortes.
128
Cuadro 2. Valores de nitrógeno (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y
cuatro cortes (continuación).
129
Cuadro 2. Valores de nitrógeno (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y
cuatro cortes (continuación).
130
Cuadro 3. Valores de fósforo (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y cuatro
cortes.
131
Cuadro 3. Valores de fósforo (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y cuatro
cortes (continuación).
132
Cuadro 3. Valores de fósforo (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y cuatro
cortes (continuación).
133
Cuadro 4. Valores de potasio (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y
cuatro cortes.
134
Cuadro 4. Valores de potasio (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y
cuatro cortes (continuación).
135
Cuadro 4. Valores de potasio (%) en Lolium perenne con tres biocarbones y
cuatro cortes (continuación).
136
T1 0 ton ha-1 de biocarbón (más fertilización química)
T2 5 ton ha-1 de biocarbón (más fertilización química)
T3 10 ton ha-1 de biocarbón (más fertilización química)
T4 15 ton ha-1 de biocarbón (más fertilización química)
T5 20 ton ha-1 de biocarbón (más fertilización química)
T6 0 ton ha-1 de biocarbón (más lombricomposta)
T7 5 ton ha-1 de biocarbón (más lombricomposta)
T8 10 ton ha-1 de biocarbón (más lombricomposta)
T9 15 ton ha-1 de biocarbón (más lombricomposta)
T 10 20 ton ha-1 de biocarbón (más lombricomposta)
137