Edificando Una Familia Feliz

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Principios para construir familias felices

Génesis 1:27-28 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo


creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
 Las crecientes cifras de divorcios que sobrepasan el 25% en Europa, el
30% en Latino América y el 40% en los Estados Unidos, es alarmante par
el futuro de nuestra sociedad.
 Las relaciones familiares rotas van camino a la separación y el divorcio.
“¿Cómo lograr tener una familia deseada?”.
1. El primer principio es asumir compromiso con la familia
 Ejecutivo millonario que se quitó la vida en Brasil.
 Dios debe ocupar el primer lugar, y el segundo, su familia.
 El compromiso debe ser espiritual, material, psicológico, etc.
 Debemos anteponer nuestra familia a todos los intereses
 Descuidar a la familia, afecta la relación y amenaza con llevarla al
precipicio.
2. El segundo principio es reconocer el valor de su cónyuge
 Efes. 5:33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer
como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
 Siempre medite en el hecho de que su cónyuge es muy valioso. Es un
privilegio que comparte su vida con él o con ella. Dios le ama y usted
debe igualmente, amar a la persona a la que se unió en matrimonio.
 No porque el tiempo ha deteriorado el cuerpo de su pareja lo va a
menospreciar.
3. Reconozca que el amor no tiene límites
 El amor debe darse sin intereses
 Pablo lo escribió de esta manera. 1ª Cor. 13:4-7 El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
4. Respete los roles y autoridad en la familia
 Cuando uno de los dos discipline a sus hijos, el otro no se meta.
 No ponga en contra de papá o mamá a sus hijos.
 Un problema enorme en los matrimonios es el desconocimiento de la
autoridad bíblica. (1ª Cor. 11:3, NVI) “Ahora bien, quiero que
entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el
hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.”
5. Forme su familia en principios bíblicos
 Abra las puertas a las enseñanzas de la Biblia. Estas proveen principios
y valores que dan solidez a la familia.
 Dt. 6:6-8 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu
casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y
las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre
tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
 Inculque la oración a sus hijos.
6. Desarrolle el principio de la reconciliación
 Es natural que al interior de la familia haya diferencias.
 No pretenda que los demás tienen que pensar como usted piensa.
 El que otro no piense como usted no debe ser causa de división.
 El apóstol Pablo lo explica magistralmente (Fil. 2:3, DHH) “No hagan
nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno
considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque
únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.”
 Imponer nuestras ideas sin escuchar razones puede llevarnos al
fracaso.
 Sea tolerante, no explote de ira. Prov. 15:1 La blanda respuesta quita la
ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
7. Darle el primer lugar a Dios
 La crisis y ausencia de valores que atraviesan las familias, es el
resultado dejar a Dios a un lado.
 No tomarlo en cuenta para algo tan importante como es la familia, es
caminar rumbo al fracaso. Dios es el mejor orientador para tener una
familia feliz.
 Abra las puertas, de su corazón y de su familia a Dios.
8. Valore a sus hijos como un verdadero tesoro
 Hay una enorme diferencia entre consentir a los hijos, ignorando sus
errores, y otra, es amarlos.
 Es necesario que los queramos muchísimo, pero también que los
disciplinemos cuando hay que hacerlo. Amor, educación y correctivos
van de la mano.
 (Sal. 127:3-4) He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima
el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos
habidos en la juventud.

Conclusión:
Sobre los hombros de los cónyuges recae toda la responsabilidad de la
familia. Con la ayuda de Dios todo saldrá bien.

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