Enunciado de Kelvin Planck

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1 Enunciado de Kelvin-Planck

Es imposible construir una máquina con un solo depósito de calor que, mientras fun-
cione siguiendo un ciclo, produzca otros efectos que el de realizar trabajo a base de tomar
calor de dicho depósito enfriándolo. Todos los procesos espontáneos conducen a un estado
más probable.
El resultado neto de cualquier proceso real es un aumento de la entropı́a del sistema y
de sus medios circundantes, considerados en conjunto, o sea, la entropı́a de un sistema
aislado aumenta o permanece la misma si sus procesos son reversibles.
Ninguna máquina o motor real ni ideal que funcione siguiendo ciclos puede convertir en
trabajo todo el calor que se suministra a la sustancia de trabajo; ésta tiene que descargar
o ceder parte de su calor a su sumidero naturalmente accesible. Debido a este aspecto, la
segunda ley frecuentemente se conoce por ley de la degradación de la energı́a. La eficien-
cia térmica de las máquinas térmicas forma la base del enunciado del Kelvin-Planck de la
segunda ley de la termodinámica, que se expresa como sigue:

Ningún proceso cı́clico puede absorber calor de una fuente a una sola temperatura y
transformar todo el calor a trabajo.

La imposibilidad de tener una máquina térmica con 100 por ciento de eficiencia no
se debe a la fricción o a otros efectos de disipación, es una limitación que se aplica a las
máquinas térmicas ideales y reales (figura 1).

Figura 1: Ésta es una máquina térmica que viola el enunciado de Kelvin-Planck de la


segunda ley

Explicación de la segunda ley


Una experiencia común es que una taza de café caliente que se deja en una habitación
que está más frı́a termine por enfriarse (ver figura 2). Este proceso satisface la primera

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ley de la termodinámica porque la cantidad de energı́a que pierde el café es igual a la
cantidad de energı́a que gana el aire circundante. Considere ahora el proceso inverso: café
caliente que se vuelve incluso más caliente en una habitación más frı́a como resultado de
la transferencia de energı́a en forma de calor desde el aire hacia la taza. Se sabe que este
proceso nunca se llevará a cabo; sin embargo, hacerlo no vioları́a la primera ley siempre y
cuando la cantidad de energı́a que pierde el aire sea igual a la cantidad que gana el café.

Figura 2: Una taza de café no se pondrá más caliente en una habitación más frı́a

Otro ejemplo común es el calentamiento de una habitación mediante el paso de corrien-


te eléctrica por un resistor (figura 3). Nuevamente, la primera ley dicta que la cantidad de
energı́a eléctrica suministrada a la resistencia sea igual a la cantidad de energı́a transferi-
da al aire de la habitación como calor. Ahora se intentará invertir este proceso; es decir,
se espera que transferir cierta cantidad de calor a la resistencia cuase que se genere una
cantidad equivalente de energı́a eléctrica en ella. Sin embargo, esto no ocurre.

Figura 3: Transferir calor a una resistencia no generará electricidad

Por último, considere un mecanismo provisto de una rueda de paletas que funciona
mediante la caı́da de una masa (figura 4); la rueda gira cuando desciende la masa y agita
un fluido dentro de un recipiente aislado. Como resultado, disminuye la energı́a potencial
de la masa mientras que la energı́a interna del fluido se incrementa de acuerdo con el

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principio de conservación de la energı́a. Sin embargo, el proceso inverso de subir la masa
mediante transferencia de calor desde el fluido a la rueda de paletas no ocurre en la na-
turaleza, aunque de suceder, no se vioları́a la primera ley de la termodinámica.

Figura 4: Transferir calor a una rueda no hará que gire

A partir de estos argumentos resulta claro que los procesos van en cierta dirección y
no en la dirección contraria. La primera ley de la termodinámica no restringe la dirección
de un proceso, pero satisfacerla no asegura que en realidad ocurra el proceso. Esta falta
de adecuación de la primera ley para identificar si un proceso puede tener lugar se reme-
dia introduciendo otro principio general, la segunda ley de la termodinámica. Más
adelante se mostrará que el proceso analizado antes viola la segunda ley. Esta violación
se detecta fácilmente con la ayuda de una propiedad llamada entropı́a, un proceso no
puede ocurrir a menos que satisfaga tanto la primera ley como la segunda.

Existen varios enunciados válidos de la segunda ley de la termodinámica, el de Kelvin-


Planck y Rudolf Clausius. Sin embargo, el uso de la segunda ley no se limita a identificar
la dirección de los procesos, también afirma que la energı́a tiene calidad ası́ como cantidad.
La primera ley se relaciona con la cantidad de energı́a y las transformaciones de energı́a
de una forma a otra sin considerar su calidad. Conservar la calidad de la energı́a es una
cuestión importante para los ingenieros, y la segunda ley provee los medios necesarios para
determinarla, ası́ como el grado de degradación que sufre la energı́a durante un proceso.
Según lo anterior se puede hacer la siguiente suposición: Una mayor cantidad de energı́a
a alta temperatura se puede convertir en trabajo, por lo tanto tiene una calidad mayor
que esa misma cantidad de energı́a a una temperatura menor.

La segunda ley de la termodinámica se usa también para determinar los lı́mites teóricos
en el desempeño de sistemas de ingenierı́a de uso ordinario, como máquinas térmicas
y refrigeradores, ası́ como predecir el grado de terminación de las reacciones quı́micas.
La segunda ley está también estrechamente asociada con el concepto de perfección. De
hecho, la segunda ley define la perfección para los procesos termodinámicos. Se puede usar
para cuantificar el nivel de perfección de un proceso y señalar la dirección para eliminar
eficazmente las imperfecciones.

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Referencias
Çengel A. Yunus (2019), Termodinámica, Novena edición Mc Graw Hill

Faires Virgil M. (1973), Termodinámica, UTEHA

Golden Frederick M (2015), Termodinámica para ingenierı́a, Trillas

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